¿PODEMOS HABLAR DE UNA
FILOSOFÍA
   LATINOAMERICANA?
• Entenderemos a la filosofía como todo
  esfuerzo humano por comprender el mundo
  a través de las grandes preguntas que
  formula la humanidad. Esto concierne a
  todos los pueblos y a todas las épocas. En
  este     sentido,   de     manera    general,
  comprenderemos a la filosofía como una
  interrogación crítica a propósito del sentido
  de la vida. Hacemos filosofía cuando
  reflexionamos,         argumentamos         e
  investigamos explicaciones sobre las causas,
  en suma, cuando nos preguntamos por los
  fundamentos de la realidad. ¿Podemos
  reflexionar filosóficamente de todo?,
  ¿alrededor de cualquier objeto? De poder
  filosofar,    nada    está    excluido.    En
  consecuencia, podemos suponer que, sin
  importar el contexto, podemos ser
  generadores de filosofía.
• Para hacer filosofía se requieren dos
  elementos fundamentales: el sujeto que
  filosofa y el objeto sobre el que se va a
  filosofar. Sobre esta concepción de una
  filosofía abierta a todos, no se trata de
  apreciar todos los hechos que suceden
  en la historia, de hecho, se trata de una
  exclusión de ciertos sujetos en la
  actividad filosófica. Así, lo que
  comprendemos como filosofía, desde el
  desarrollo del saber griego, ha estado
  reservado a los pueblos dominantes, y
  por ende aquellos que han sido
  dominados, por ejemplo, América
  Latina, durante y después de la
  conquista, no se pudo integrar a este
  tipo de reflexión.
• Pero después, dentro de un contexto
  histórico marcado por los procesos de
  independencia, pensadores particulares
  latinoamericanos      del     siglo   XX
  comenzaron a preguntarse sobre la
  existencia de una filosofía de su pueblo,
  querían determinar si aquello que
  elaboraban como pensamiento era o no
  filosofía como la concebían los
  europeos, o por otra parte, se trataba
  de una nueva filosofía.
      • LA PREGUNTA POR EL “SUJETO
             LATINOAMERICANO”
• La pregunta concerniente a la filosofía
  latinoamericana necesita de una
  pregunta paralela sobre el “sujeto
  latinoamericano”, ya que estimamos
  que para que haya filosofía, cualquiera
  que sea su orientación, primero debe
  haber un sujeto que filosofa. Partiremos
  de la suposición de la existencia de este
  sujeto, para así poder realizar nuestra
  reflexión solamente alrededor de la
  filosofía latinoamericana, sin tener que
  argumentar la existencia de este sujeto,
  tema que demandaría otro desarrollo
  de esta problemática.
• La constitución de América Latina como un continente con su
  realidad específica es la consecuencia de una realidad
  histórica marcada por la conquista, situación que ha
  construido sobre todo una realidad alienada. Este hecho ha
  conducido a los pensadores de la década de los años 70 a
  querer formular un discurso, un pensamiento filosófico que se
  oponga a las construcciones alienantes de la colonización.
• Es en este contexto de voluntad de emancipación que se
  inscribe la filosofía latinoamericana, sobre todo como una
  respuesta a la realidad histórica de su pueblo.
• Entre 1950 y 1980 se constituyó un proyecto común, un
  movimiento, discursos, ideas, textos y libros en los cuales la
  temática de la filosofía latinoamericana, se caracterizó por la
  búsqueda de un pensamiento filosófico que suplante al
  pensamiento de la religión, utilizando una propia
  metodología.
•
• Dentro de los pensadores “clásicos” de este movimiento
  podemos citar a Bondy, Zea, Roig y Dussel como los más
  importantes.
• Los “filósofos latinoamericanos” se han presentado como
  críticos de un proceso de colonización que nos ha negado una
  historia propia, es una crítica moderna a la modernidad y, por
  esto, ellos han sostenido la existencia de una nación o de un
  pueblo latinoamericano.
 • ¿PODEMOS HABLAR DE LA EXISTENCIA DE UNA
            FILOSOFÍA LATINOAMERICANA?
• Si la respuesta es sí, debemos preguntarnos ¿qué
  entendemos por filosofía latinoamericana?,
  ¿cuáles son las posiciones de los pensadores
  latinoamericanos sobre la existencia de esta
  filosofía? cuando hablamos de filosofía
  latinoamericana, ¿nos referimos a ella como un
  adjetivo o como un nombre?, ¿cuáles son las
  contribuciones del pensamiento latinoamericano
  a la filosofía en general?, ¿cuáles son los
  caracteres específicos de este filosofar
  latinoamericano?, ¿filosofar como un método
  propio, como un lenguaje, etc.?, ¿cuál es el
  estatus teórico de la filosofía latinoamericana?,
  ¿cuáles son los aspectos en los cuales ésta se
  diferencia, o se aproxima a la filosofía europea?
• Para desarrollar esta problemática, realizaremos
  un plan dialéctico que se
• divide en tres partes:
• En la primera parte se exponen los pensamientos que
  sostienen la existencia de una filosofía latinoamericana, la
  segunda desarrolla los argumentos que sostienen la
  inexistencia de esta filosofía, y la tercera contempla los
  discursos alternativos a esta problemática.
• El primer punto de la primera parte tiene como tema la
  relación entre Europa y América Latina, ya que es necesario
  marcar cuáles son los puntos de influencia y de rechazo
  asumido por el continente “descubierto”, ya que estos
  elementos son muy importantes para la construcción de su
  pensamiento y por tanto, de su filosofía. Desarrollaremos
  esta relación remarcando sobre todo las fusiones e
  imposiciones culturales.
• En el segundo punto de la primera parte, se desarrolla el
  problema de la filosofía latinoamericana como un
  pensamiento que tiene dos caminos: continuar con las
  discusiones europeas, o tal vez realizar discusiones propias.
  Aquí se plantea también la problemática de realizar una
  filosofía que involucre únicamente a los sujetos
  latinoamericanos, o si se trata de hacer una filosofía sin
  más. Es necesario analizar la producción de los pensadores
  latinoamericanos para después sacar nuestras conclusiones.
• El tercer punto de la primera parte,
  completa lo precedente remarcando la
  importancia de lo que nos es propio. De
  esta manera, en el cuarto y quinto
  punto de la primera parte se va a
  desarrollar dos tendencias de la filosofía
  latinoamericana: la filosofía de la
  liberación de Enrique Dussel, y el
  historicismo de Arturo Roig y Leopoldo
  Zea. Estos dos últimos pensadores son
  de una misma corriente, pero con dos
  tendencias diferentes. En el último
  punto de la primera parte, se exponen
  las condiciones para el comienzo de la
  filosofía    latinoamericana,    y     las
  condiciones de las cuáles se deberá
  partir para construirla.
• La segunda parte consiste en el desarrollo
  de la inexistencia de una verdadera filosofía
  latinoamericana, por tener un carácter
  allegado a la filosofía clásica europea. Para
  esto seguiremos el pensamiento de Salazar
  Bondy, autor que sostiene fuertemente la
  inexistencia de la filosofía de nuestro
  pueblo, pero que sostiene al mismo tiempo
  la necesidad de construirla.
•
• En el primer punto de la tercera parte, se
  desarrollará el pensamiento post colonial
  que plantea que el pensamiento, y por ende
  los filósofos anticolonialistas, así se
  propongan poner fin a la dominación propia
  de la modernidad, su crítica parte de las
  mismas categorías, lo que devela la
  necesidad de reformular el discurso.
• Como último punto, se desarrolla la
  tesis que sostiene la importancia del
  rescate de nuestras herencias pre-
  coloniales para poder crear una filosofía
  más auténtica que tenga por base, el
  intercambio       cultural     y       el
  reconocimiento de nuestro mestizaje.
GRACIAS TOTALES