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ESPACIO PÚBLICO – registros convergentes M + F

G N°17 – CASTRO Luana; MENDEZ Luciana; SAEZ Candelaria

TEXTO

EL ESPACIO PÚBLICO: CIUDAD Y CIUDADANÍA – JORDI BORJA

EL ESPACIO DE LA REPRESENTACIÓN.

El espacio público es el de la representación, en el que la sociedad se hace visible. Del ágora a


la plaza de las manifestaciones políticas, es a partir de estos que se puede relatar y
comprender la historia de la ciudad.

1. Un espacio multifuncional: El espacio público ciudadano no es un espacio residual entre


calles y edificios, así como tampoco es un espacio vacío.

2. El espacio público es la ciudad: Las relaciones entre los habitantes y entre el poder y la
ciudadanía se dan en los lugares de encuentro ciudadano. La ciudad entendida como conjunto
de redes o elementos, permite el paseo y el encuentro, ordena cada zona y da sentido a cada
una de ellas.

3. El espacio público, un indicador de calidad: se considera al espacio público no solo como un


indicador de calidad urbana, sino también como un instrumento para hacer ciudad sobre la
ciudad y para calificar las periferias, para mantener y renovar los antiguos centros y producir
nuevas centralidades.

4. Nuevas tipologías del espacio público: son numerosos los ejemplos en los que es
reconsiderado el espacio público desde diferentes ámbitos tantos públicos como privados:
áreas comerciales que reproducen calles y plazas, y que ya no son espacios cerrados y
excluyentes; estaciones y hospitales que son también equipamiento multifuncionales;
equipamientos universitarios y culturales que han dejado atrás la concepción de campus
separados y palacios-fortalezas para convertirse en animadores y articuladores de espacios
urbanos.

5. Privatización del espacio público: otras dinámicas existentes, y aun más potentes, son la
obsesión por la competitividad, la fuerza económica de la iniciativa privada y la debilidad
política de la iniciativa pública. Por estos aspectos es que podemos contemplar ciudades a
partir de parques temáticos, ciudades empresariales, barrios cerrados, etc.

CIUDAD Y ESPACIO PÚBLICO.

La ciudad es la gente en la calle.

Julio Cortázar respondía a la pregunta de que es una ciudad diciendo: “Un lugar con mucha
gente. Un espacio público, abierto y protegido. En la ciudad lo primero son las calles y las
plazas, los espacios colectivos, solo después los edificios y las vías.”

El espacio público defina la calidad de la ciudad, porque indica la calidad de vida de la gente y
la calidad de al ciudadanía de los habitantes.

El lugar de los encuentros... y su negación.


En un coloquio reciente el director afirmaba: “La mercadería mas importante que se
intercambia en la ciudad es la conversación.” El urbanismo a de garantizar, como mínimo en
las áreas densas, que en cada manzana las plantas bajas sean lugares de encuentro y
comercios.

Sin duda la deformación del urbanismo funcionalista combinando privatización y zonificación


es la caricatura perversa del movimiento moderno, en la que la arquitectura de los objetos-
mercadería sustituye la ciudad del intercambio y la diversidad. La ciudad fragmentada tiene
tendencias a ser una ciudad físicamente despilfarradora, socialmente segregada,
económicamente poco productiva, culturalmente miserable y políticamente ingobernable.

Pero el urbanismo no puede pretender resolver todo los problemas, por ello debemos
considerar una dimensión decisiva de la ciudad: la calidad de su espacio público, que es el
lugar de intercambio por excelencia y también donde más se manifiestan las crisis de la ciudad.
Pero también donde aparecen las respuestas positivas.

Dialécticas de la ciudad actual. La ciudad actual sufre un triple proceso negativo:

• Disolución por difusión de la urbanización desigual y el debilitamiento o especialización de


los centros.

• Fragmentación por la combinación de un capitalismo desreglado con la lógica sectorial de las


administraciones públicas que produce la multiplicación de elementos dispersos y
monovalentes en un territorio cortado por vías de comunicación.

• Privatización con la generalización de barrios según clases sociales desde los condominios de
lujo hasta las favelas o similares y la sustitución de las calles, plazas y mercados por centros
comerciales. Los tres procesos se refuerzan mutuamente por contribuir a la casi desaparición
del espacio público como espacio de ciudadanía.

Pero además de estos factores económicos y sociales hay otros políticos y culturales que
explican la revalorización de la ciudad. Estos son el capital fijo, el tejido de pymes y de
empresas de servicios, los recursos humanos calificados, la oferta cultural y lúdica y las
múltiples oportunidades de trabajo, que atraen a los agentes económicos y a los profesionales.

EL ESPACIO PÚBLICO ES LA CIUDAD Y LA CALLE.

El urbanismo de siglo XIX formalizó la distinción jurídica entre espacio público y espacio
privado, regulando los usos edificatorios, públicos y privados con el fin de garantizar los
espacios públicos y la diversidad de funciones y de usos colectivos que allí se podrían
desarrollar. A finales del siglo la necesidad de intervenir sobre la ciudad industrial, ya sea para
renovarla o para extenderla dará lugar a políticas urbanas activas para hacer espacio público.
Por ello se puede decir que la tradición urbanística que heredamos no hace del espacio público
un elemento especializado, sino que se identifica con la misma forma de la ciudad.

A lo largo del siglo XX diversos factores han provocado la crisis del espacio público urbano,
como han sido: la dinámica de la propiedad privada, la prioridad pública y privada a los
programas inmobiliarios, la ocupación exclusiva del espacio circulatorio por parte del
automóvil, la oferta comercial cerrada y la inseguridad ciudadana. En consecuencia para
recuperar el espacio público se ha tendido a especializarlo, incluyendo espacios segregados y
monovalentes. El espacio público pierde así sus os funciones fundacionales:

a) Dar forma y sentido al conjunto de la ciudad, garantizar trayectos y elementos de


continuidad y resaltar las diferencias entre edificios, manzanas y áreas urbanas.

b) Ordenar las relaciones entre edificios, equipamientos, monumentos, vías, espacios de


transición y espacios abiertos en cada área de la ciudad.

La recuperación de la cultura del espacio público es hoy una respuesta al urbanismo de


productos, que ha reducido el concepto de proyecto urbano. El urbanismo de productos,
vinculado a estrategias de competitividad y a una cierta sumisión a la iniciativa privada, a
menudo contribuye a la fragmentación y segregación urbana.

La calle.

Se admite con demasiada facilidad su inevitable sustitución por vías más o manos rápidas y por
edificios altos y aislados. O bien es objeto de una superprotección y se la segrega de la
circulación mecánica, se convierte en paseo acotado y a la vez pierde su rol de lugar de paso,
de trayecto, de lugar de continuidad y de relación entre las piezas urbanas.

Espacio público y forma de la ciudad.

La relación de la calle con la mezcla de usos ha dado lugar a la manzana o isla y en los casos de
ciudades que han podido planificar su desarrollo, ha dado lugar a formas regulares como la
cuadrícula. La trama cuadriculada es un ejemplo de mezcla de funciones y de usos, ya que
permite la combinación de diferentes formas de circulación, de los peatones a los vehículos
rápidos, crea espacios públicos de trayectos y de encuentro donde se pueden instalar
actividades transitorias o permanentes, establece una relación dinámica entre la calle y el
espacio edificado y posibilita diferentes formas de espacios de transito como patios, manzanas
abiertas, pasajes y otros.

Otros elemento de la forma urbana que condicionan los espacios públicos son: los grandes
ejes, las grandes plazas y parques urbanos, productos de la historia y de decisiones
urbanísticas que no siempre tienen en cuenta los impactos sobre la trama y los espacios
públicos del entorno.

También es necesario citar los centros comerciales, las universidades, las áreas deportivas, los
centros religiosos, las nuevas estaciones ferroviarias y otros. Estos equipamientos pueden
generar espacios públicos nuevos o animar los existentes, o pueden vaciarlos, introducir
ruptu5as o soluciones de

continuidad. Lo mismo se puede decir de operaciones homogéneas de viviendas, que a


menudo suman tres impactos negativos: homogeneidad social, segregación urbana y debilidad
del espacio público. Otro producto urbano son los parques de oficinas, empresariales o de
centros administrativos que niegan el espacio público ciudadano.

Privatización del espacio público.


Frente a un cierto desentendimiento e incapacidad para resolver los espacios públicos, la
solución parece consistir en su sustitución por áreas privatizadas consideradas como zonas
protegidas para unos y excluyentes para otros.

Una parte del aprendizaje de la vida que hacemos en la ciudad implica aceptar al otro que es
diferente y no creerse parecidos o semejantes. Esta manera de comportarse supone el gran
riesgo de que se forma una ciudadanía incapaz de relacionarse y que se divide por opciones
culturales, sociales, sexuales y laborales.

Al mismo tiempo, y en relación a lo mencionado anteriormente, existe una búsqueda de


seguridad que lleva a cerrar el espacio público, como si este fuese la causa de la inseguridad.

Usos sociales del espacio público.

El hecho más relevante para garantizar el uso del espacio público por parte de todos es la
diversidad de funciones.

El espacio cotidiano es el de los juegos, de las relaciones casuales o habituales con los otros,
del recorrido diario y del encuentro. Este espacio incide con el espacio público de la ciudad,
dándole cualidades estéticas, espaciales y formales. Además cualidades permiten el uso del
espacio por parte de todos sin excluir a nadie.

La apropiación del espacio público por parte de diferentes colectivos es parte del derecho a la
ciudad, pero su uso no esta siempre garantizado para todos. Para ello debe ofrecer
características de seguridad, visibilidad, iluminación y heterogeneidad.

Hemos podido identificar las siguientes características en el uso de los espacios públicos,
vinculados a la buena calidad física-espacial de los mismos:

• Mayor diversidad: acogen a usuarios de diferentes sexos y edades.

• Incremento del tiempo de uso: permiten una ocupación tanto diurna como nocturna más
frecuente por diferentes tipos y usuarios.

• Circulación intensiva: los espacios que constituyen bordes vitales, presentan circulaciones
cruzadas y en diferentes direcciones, lo cual se refleja en su ocupación intensiva, tanto en su
área central como en sus bordes y periferias.

Espacio publico y seguridad ciudadana.

Una ciudad segregada, de barrios pobres y ricos, no parece insegura. Nos puede disgustar por
la pérdida de vida social urbana, y podemos considerarla injusta porque dializa y excluye. Así
se generaliza esta caricatura del movimiento moderno de shopping centres, de zonas
residenciales protegidas por policías privados, de grandes equipamientos concebidos como
fortaleza. La agorafobia urbana, el temor al espacio público, se combate con el automóvil y con
el habitad protegido por las fuerzas del orden.

Esta opción no es monopolio de clase alta o media, los sectores pobres también necesitan
protegerse y generar su autodefensa, y muchas veces lo son las mismas organizaciones
armadas que fuera de su zona son bandas delincuentes.
REFLEXION

El espacio público es el lugar donde se ponen en evidencia los problemas sociales, políticos y
económicos. Muchas veces este puede verse segregado mediante el uso o gracias a una falta
de planificación de la ciudad. La solución a esta problemática no es sustituir estos espacios por
áreas privatizadas consideradas protegidas para unos pero excluyentes para muchos otros,
sino fortalecer estos espacios dotándolos de cualidades estéticas espaciales y formales que
favorezcan y faciliten las relaciones y sentimientos de pertenencia, fomentando su
potencialidad de espacio cotidiano de recorrido diario y encuentro.

FAU UNLP Asignaturas Electivas Orientadas 2019

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