Impacto de la administración no ética en las empresas del siglo XXI
¿Existe una relación entre el éxito de las empresas del siglo XXI y su ética de trabajo?
Es innegable que en la actualidad los valores, la moral y la ética cuentan con una repercusión
importante en el ámbito empresarial que afectan directamente el manejo de cualquier
organización, esto tiene consecuencias que pueden impactar desfavorablemente la parte interna
que integra a cualquier ente, así como, al exterior en el entorno social y económico. La intención
del presente trabajo consiste en emitir un punto de vista, una opinión; respecto al papel que juega
la ética en el ámbito empresarial.
Objetivo general: Identificar las razones por la cual la importancia de una buena base de valores y
morales éticos se subestima en la administración de empresas del siglo XXI.
Objetivos específicos: desarrollar estrategias para visibilizar la importancia de los valores y morales
éticos entre los administradores y estudiantes de la carrera.
2.1 Bases teóricas:
2.1.1 Ética: La ética regula las acciones del ser humano en la vida diaria; con el fin, de que su
actuar sea para bien.
Según Leopoldo Saeza y Aceves: “La ética es la disciplina filosófica, y más propiamente
axiológica, que se ocupa del estudio de los valores bueno-malo”
Según Juan Germán Prado: “La ética es la disciplina filosófica que estudia la moral, la
conducta y las obligaciones del hombre ante sus semejantes”.
Según Salazar Bondy: “Ética es una doctrina de la conducta moral de los principios, de los
ideales y de los deberes de las acciones morales”.
2.1.2 Moral: Una de las definiciones de "moral" o "moralidad" es el conjunto de creencias y
normas de una persona o grupo social determinado que ofician de guía para el obrar, es
decir, que orientan acerca del bien o del mal — correcto o incorrecto— de una acción.
Aristóteles define la virtud moral como una disposición voluntaria adquirida dirigida por la
razón y que consiste en el término medio entre dos vicios.
Mientras que, para Platón, las ideas morales son patrones universales que sirven para
juzgar los comportamientos humanos.
Para Emanuel Kant la conciencia de ley moral es un hecho (Faktum) de la razón, algo que
se da originariamente en el ser humano en cuanto sujetos racionales finitos.
2.1.3 Ética en el entorno profesional: La ética profesional establece cómo deberían ser las
condiciones en las que un ser humano se relacione con su entorno. Es importante que un
profesional ofrezca un servicio justo y que realice una buena labor, es lo que corresponde
y que resulta bien para los clientes.
2.1.4 Rol que ocupa la ética en el ámbito empresarial: Velásquez (2000) expresa que: “La ética
en los negocios es un estudio especializado de lo que es moralmente correcto e incorrecto
que se concentra en las instituciones, organizaciones y actividades de negocios”. (p.15).
En el contexto de los negocios, la intención es conseguir ganancias, para lo cual lo más
idóneo es conseguirlo con una buena ética.
2.2 En los negocios del siglo XXI el ser humano se ha olvidado de la ética como principal eje de
actuación. Siendo el negocio entendido como toda aquella transacción económica entre un cliente
o empleado con cualquier proveedor. Actualmente, según indica José Vera, docente del área de
RRHH de la Escuela de Negocios y Dirección, “cuando hay dinero de por medio, muchos aplican el
principio del todo vale, una actitud que va en contra de cualquier principio moral”. Una empresa
que no mantiene principios éticos en su actividad y comportamiento, acaba desapareciendo.
Y es que, las empresas en la actualidad han priorizado la aplicación de una estrategia, la
omisión de información relevante o la desinformación, que puede ser beneficiosa
económicamente. Incluso se podría establecer que un buen negocio en lo moral significa
un mal negocio en lo económico, debido a que en lo moral se busca un acuerdo
beneficioso para ambas partes, mientras que en el sentido económico se busca sacar una
ventaja.
Los administradores condenados al desastre, buscan ocultar grietas en la organización
con soluciones temporáneas, que pueden llegar a ser el cumplimiento de objetivos y
metas económicas pactadas por lo altos directivos, sin importar los recursos humanos que
se necesiten o las formas de llegar a estos. Sin embargo, es importante que dentro del
grupo de gerentes exista la figura de una persona que no tema señalar cuando el
administrador marcha hacia el abismo, que no le tiemble el pulso a la hora de cuestionar
las acciones que vayan en contra de los principios éticos y morales acordados como
sociedad. Tener a alguien que siempre cuestiona todo es especialmente importante,
porque aquellos líderes más propensos a la imprudencia y al desvarío son a menudo
demasiado aficionados a crear un mundo organizacional que refleja sus propios valores
optimistas y tendencias a seguir adelante.
Es un hecho que el camino al éxito se debe trabajar hasta llegar a la cima, sin embargo
debemos evitar al máximo ser demasiado codiciosos, la búsqueda incansable de poder es
un fin común entre aquellas mentes emprendedoras, el problema radica cuando no solo lo
queremos todo, sino que sentimos que tenemos derecho a todo para lograrlo. Es por ello
que en el intento de mantenerse humilde, el profesional alerta busca manejar su codicia
entregando algo de vuelta a la sociedad.
En este sentido, es importante dar un alto a en el camino, para poder analizar y realizar un
juicio autocritico sobre como queremos realmente negociar. La profesión puede verse
como un legado personal, por lo que exige honestidad, entrega y respeto para poder ser
ejercida para el beneficio de la comunidad, que espera y deposita su confianza en las
acciones del comerciante.
Y es que, además de los beneficios económicos que puede brindar el actuar de manera
ética en los negocios, siendo algunos, el favoritismo hacia la empresa que puede existir en
los jóvenes talentos que cada día son mas exigentes en su elección de trabajo y convertir
estas responsabilidades sociales en una parte fundamental de su estrategia de negocio, en
un motor de mejora de su imagen de marca, su prestigio y posicionamiento de mercado.
La ética permitirá ser mejores lideres, reflejando principios correctos que los subalternos
quieran replicar. Ayudando a como estos respetan la autoridad que se le confiere a los
gerentes y permitiendo que cada uno de ellos explote al máximo sus potenciales, debido a
que se sentirán en un entorno cómodo y viable para hacerlo.
2.3. La ética en los negocios, se puede impulsar a través de la transmisión de valores
dentro de la compañía, además se puede desarrollar un código ético que de visión de
aquellos comportamientos por los que se deben de regir las personas.
Existen diversas acciones para implementar correctamente la ética en los negocios.
Algunas de ellas son:
El establecimiento de unos criterios de “Buen Gobierno” a desarrollar por y entre
el propio Consejo de Administración en las grandes corporaciones.
La implantación de la figura del “Director de Cumplimiento Normativo”. Siendo su
función la de asegurar el cumplimiento normativo, a nivel interno y reducir las
posibilidades de que la empresa incurra en responsabilidades legales y penales
La redacción de un buen Código de Conducta bien comunicado a todos los
empleados y firmado por todos y cada uno de ellos.
Para conseguir que la mentalidad moral arraigue en una compañía, resulta muy eficaz
ofrecer cursos y seminarios de ética empresarial. Así como el uso de guías de
comportamientos observables nombre con el que se conocen los diccionarios de
competencias y valores, en donde se plasman las distintas necesidades de cada
organización, y cómo se estructural los distintos niveles de requerimiento.
Otro aspecto fundamental es la confianza y tranquilidad de los trabajadores en su entorno
de trabajo, el miedo a las represalias de los superiores o las denuncias por mal
comportamiento son factores que influyen negativamente. De esta forma, garantizar un
canal de confidencialidad o un buzón de sugerencias desde el que informar de malas
prácticas sin temor a represalias, les aportará seguridad ante sus compañeros y tendrán
suficiente confianza para poner en conocimiento de los superiores cualquier conducta
reprobable.
En la actualidad existen numerosos sistemas que miden no solo los resultados individuales
de objetivos marcados o el impacto de una campaña a través de los medios digitales, sino
que además, también se pueden medir las competencias y valores de los propios
trabajadores. Y esto es posible gracias a distintas acciones encaminadas a auditar
internamente la ética de la organización.
Deben ponerse en marcha las guías de comportamientos observables donde desde los
niveles más altos hasta los puestos de entrada quedan registrados, de forma que no
existan diferencias entre la ética que se promulga en los diccionarios de valores y el
comportamiento real de los trabajadores. Estos sistemas son capaces de garantizar que se
cumple correctamente con los valores marcados por la empresa para promover
comportamientos éticos y adecuados dentro de la organización. Para realizarlo se pueden
seguir acciones como:
Llevar a cabo encuestas de satisfacción laboral a los trabajadores. En estas
encuestas de moral podrán expresar sus quejas y sugerencias con total libertad.
Realizar también entrevistas periódicas que permitan conocer de cerca la ética del
conjunto de los trabajadores. Además, estas reuniones permiten un conocimiento
más profundo y cercano del empleado, llegando a conocer si se siente cómodo,
motivado o realizado dentro del entorno de trabajo. Es un buen momento
además, para incentivarlo valorando positivamente un trabajo bien hecho, de
forma que mejorará su crecimiento y desarrollo laboral.
Medir el grado de satisfacción de los empleados mediante el absentismo laboral.
Una forma muy clara de saber si se sienten a gusto y motivados, es saber si no se
alejan del trabajo, es posible que pongan más excusas para no ir aquellos que
estén descontentos o se sientan presionados.
Analizar la productividad. Cuando los empleados trabajan sin presión y felices,
desempeñan mucho más eficaz y rápidamente su labor, de forma que la
producción es un claro indicador de un ambiente laboral adecuado o, por el
contrario, desestructurado y poco colaborativo.
La rotación de los trabajadores. Observar si es baja, será una clara muestra de que
están contentos con su trabajo, en cambio si esta aumenta, puede suponer que no
hay buen ambiente de trabajo o buscan mejores condiciones, por lo que se hace
necesario poner en marcha las acciones oportunas.
Palacios de Torres, C.: La moral: un concepto, muchas interpretaciones, en
Contribuciones a las Ciencias Sociales, febrero 2009
La ética profesional,Gilda Ramona Roa Colman, Celia María Martínez y Jessica
Acosta,Universidad Columbia del Paraguay, noviembre 2017.