Las huellas de mis pisadas

Agradecimientos

A mi profesora de teatro y gran amiga Inés Gandiaga por sus excelentes correcciones, a Gaspar Martín Pacheco, gran amigo, profesor y pintor por regalarme la portada, al escritor, letrado y amigo Levi Attias por este magnífico prólogo.

Prólogo

Es un gran privilegio y honor escribir este Prólogo para la obra literaria que yace en nuestras manos, Las Huellas de Mis Pisadas, por Joaquina Cañadas. Las letras de Joaquina dibujan vivencias y vicisitudes de un alma que vagabundea por su entorno con gran curiosidad e incansable y contagiosa sensibilidad. Con estas poesías y relatos, Joaquina prende una búsqueda no sólo por su hábitat geográfico sino también peregrinajes por las entrañas del alma. Esta obra ofrece al lector guirnaldas de reflexiones, cargadas de imágenes vitales, que nos enganchan con el lujo del embrujo verbal y la destreza artística que caracterizan a la Poetisa. En esta obra exquisita Joaquina canaliza lo personal cotidiano y lo ampliamente andaluz; corazón y coraje, meditaciones y emociones. Ella zurce con deliciosa habilidad conmovedoras poesías y relatos que entonan la ingenuidad y profundidad de la Poetisa en pintorescas líneas, por ejemplo: Al compás de una guitarra, brotando de su garganta, entre quejidos de amor y también de desamor, los poemas van saliendo, como dos enamorados. Joaquina medita, minuciosamente, para ir construyendo líneas que apelan a sus inquietudes creativas, comunicándolas con latido rítmico y armónico. A la vez, en muchas de las poesías, la Poetisa opta darle el talante de conversación informal, empleando palabras y frases de la zona. Zambullidas en el uso verbal común y callejero hacen estas letras aun más asequibles y entrañables. Existe un asombroso acercamiento lingüístico y emotivo ante las materias cotidianas; temas que nos acompañan, alumbran, inspiran. Son temas que nos hacen reflejar en esa aventura que llamamos 'la vida'. La obra que Joaquina nos ofrece recoge precisamente aventuras vividas por ella. Joaquina funde el idioma poético con el lenguaje hablado, encarnando nuestras intranquilidades trascendentales y nuestra diversidad humana innegable para arropar historias de amor y desamor, congojo y morriña con tierna empatía y sin pizca de timidez. Ella desnuda vivencias íntimas y sentimientos melancólicos deshilándolos letra a letra, verso a verso. Sus poesías y relatos albergan la fecundidad poética de una poetisa que palpa y siente, absorbe y canaliza tanto la risa como el dolor, el susurro de la brisa y el lamento abrumador. Joaquina sabe posicionar cada palabra con soltura y sutileza para mejor cargar sus poesías y relatos de sentido y de sentimientos y sensibilidad, Deshojando sentimientos, la Poetisa muestra fuerza en los términos literarios y, a la vez, valentía en los arranques del alma con ese timbre personal tan fiel a sus raíces andaluzas. Joaquina plasma versos muy auténticamente suyos alimentados por amor a la vida y, muy en especial, incomparable adoración a sus seres queridos, lamentados y deseados, reflejando en todo momento sentimientos universales, sin tiempo, con los cuales todo lector siente empatía, afinidad y simpatía. Esta obra desvela las inconfundibles huellas artísticas que engendran y comparten arte, ofreciéndole al lector el embrujo y el paladar de Andalucía y una muy pintoresca ojeada al espíritu en flor, al temple e ingenio y la vivacidad vigorosa de la Poetisa, Joaquina Cañadas.

Levi Attias Gibraltar Noviembre

Reflexión

A veces, los sentimientos se vuelven palabras,

y a las palabras las llaman…

Poesía

Entre bambalinas

¿Compis que hacéis tomando relajantes?

¿Cómo? ¿Para los nervios?

Pues yo prefiero una copita de vino de Manilva

o unas pasas en aguardiente del compi Diego.

¿Esa peluca de quién es?

¿Alguien ha visto mis zapatos?

Anda, no encuentro la flor

y esto va a empezar.

¿Compis habéis visto la flor?

¿Sabes dónde está Diego?

No.

¡Pues está detrás de ti!

¡Anda que ésta está bien también!

No tomes más pasas en aguardiente anda trae paca,

¿Pero por dónde tenemos que salir?

Que la profe lo ha cambiado, que la salida no es por aquí,

Venga, sal ya, que te toca —que no, que te toca a ti—

Y se escucha ¿qué hará esta aquí? ¿Ves como no era a mí?

Anda y ahora se queda en blanco, la pobre, nada, que no escucha al apuntador.

Y se escuchan voces, —callaos por favor— ¡el público aplaude!

Las criaturas salen y al final ellas son…

¡Las que tienen la llave a cualquier lugar!

A un amigo

Con un pincel en la mano

y la paleta