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Mitos y Verdades de La Iglesia - Joel Comiskey

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Table of Contents

Agradecimientos
Prólogo por Ralph Neighbour
Introducción
Capítulo 1: Visión Mitos y Verdades
Capítulo 2: Modelo Mitos y Verdades
Capítulo 3: Crecimiento de las Iglesia Mitos y Verdades
Capítulo 4: El Líderazgo Mitos y Verdades
Capítulo 5: Enfoque Celular Mitos y Verdades
Capítulo 6: Grupo Celular Mitos y Verdades
Capítulo 7: Comunidad Mitos y Verdades
Capítulo 8: El Evangelismo Mitos y Verdades
Capítulo 9: La Multiplicación Mitos y Verdades
Capítulo 10: La Supervisión Mitos y Verdades
Capítulo 11: La Transición Mitos y Verdades
Capítulo 12: Plantando Iglesias Mitos y Verdades
Reflexiones por Carl George
Apéndice
Notas Finales
Recursos de Joel Comiskey
Mitos y Verdades de la Iglesia Celular
Principios Claves que Construyen o Destruyen un Ministerio
Celular

Joel Comiskey, Ph.D.

Copyright © 2011 por Joel Comiskey

www.joelcomiskeygroup.com

Published by CCS PublishingMoreno Valley, CA 92557 USA1-888-344-CELL


Todos los derechos reservados en todo el mundo. Ninguna parte de esta publicaciónpuede
ser duplicada o transmitida en forma alguna o por medio alguno, electrónico o mecánico,
incluyendo fotocopias, grabaciones o cualquier otro sistema dealmacenamiento de
información, sin el permiso por escrito de CCS Publishing..

Diseño por Josh Talbot Interior por Sarah Comiskey Editado por Scott Boren
ISBN: 978-1-935789-26-0

Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, son de la Santa Biblia, Nueva
Versión Internacional, Copyright © 1973, 1978, 1984 por Sociedades
BíblicasInternacional. Usados con permiso.

CCS Publishing es una parte del ministerio de Joel Comiskey Group, un ministerio
dedicado a ofrecer recursos y asesoramiento a líderes e iglesias del movimiento celular
mundial.

Tabla de Contenido
Agradecimientos
Prólogo
Introducción

Capítulo 1: Visión Mitos y Verdades


Mito: La Estrategia de la Iglesia Celular es una Estrategia
de Mega-Iglesia
Verdad: Pocas Iglesias Celulares Alcanzan el Estatus de Mega-
Iglesia
Mito: La Iglesia Celular No Funciona
Verdad: La Iglesia Celular Trae Salud, Vida y Crecimiento
Mito: La Iglesia Celular Es una Moda Pasajera
Verdad: La Iglesia Celular Tiene Raíces Profundas

Capítulo 2: Modelo Mitos y Verdades


Mito: Seguir un Modelo en Particular Traerá el Éxito
Verdad: Aplique Principios a su Situación Específica
Mito: El Número Tiene un Significado Especial en la Organización
de Grupos Verdad: Los Principios de Evangelismo y Discipulado
Hacen que el Ministerio Celular Funcione
Mito: Una Vez que Tengas un Modelo, Apégate a él
Verdad: Innova y Cambia El Modelo según El Espíritu te Dirija a
Hacerlo
Mito: La Iglesia Celular se Enfoca Exclusivamente en la Célula y en
la Celebración
Verdad: La Iglesia Celular se Enfoca en Sistemas Claves
que Producen Vida en la Célula y en la Celebración
Mito: Cambia la Iglesia por Medio de la Crítica
Verdad: Permite que la Gente Vea que Funciona

Capítulo 3: Crecimiento de la Iglesia Mitos y Verdades


Mito: El Crecimiento de la Iglesia es la Motivación Impulsora para
Convertirse en Iglesia Celular
Verdad: La Teología es el Verdadero Fundamento Sobre el Cual se
Debe Fundar una Iglesia Celular
Mito: Mi Iglesia Crecerá Si Decido Convertirme en Iglesia Celular
Verdad: Sólo Jesús Puede Dar Verdadero Crecimiento Orgánico
Mito: No Soy Exitoso Si mi Iglesia no Crece
Verdad: El Éxito Debe ser Medido por el Esfuerzo Fiel, y No por
los Resultados
Mito: El Contexto Cultural Debe Dictar la Estrategia Ministerial
Verdad: La Biblia Critica Lo Bueno y lo Malo de Cada Cultura

Capítulo 4: El Liderazgo Mitos y Verdades


Mito: Dirigir a las Personas hacia el Sistema de Iglesia Celular Es
Similar que Dirigirlas hacia Otros programas de la Iglesia
Verdad: Dirigir una Iglesia Celular Requiere un Tipo de Liderazgo
Diferente
Mito: Está Bien Simplemente Añadir el Ministerio Celular a lo que
Ya Estás Haciendo
Verdad: El Pastor Debe Hacer del Ministerio Celular su Prioridad
Central
Mito: Los Pastores Principales Deben estar Disponibles para Todos
Verdad: Los Lideres Efectivos de Iglesias Celulares Delegan
Mito: Existen Menos Problemas en la Iglesia Celular que en el
Ministerio Tradicional
Verdad: El Ministerio de la Iglesia Celular Revela Problemas A
Menudo Escondidos Bajo el Trajín del Ministerio Tradicional
Mito: Todos los Pastores Deben Dirigir Grupos Celulares
Verdad: No Todos los Pastores Dirigirán un Grupo Celular. Evite el
Legalismo de la Iglesia Celular
Mito: Si Fracasas, Prueba Otra Cosa
Verdad: Fracasar te Conducirá a Descubrir lo que Mejor Funciona
en tu Contexto

Capítulo 5: Enfoque Celular Mitos y Verdades


Mito: La Iglesia Celular Trata Sólo Acerca de la Célula
Verdad: La Meta de la Iglesia Celular es Hacer Discípulos
Mito: Visualice a todos en la Iglesia como Líderes
Verdad: Todos Deben Ser Hacedores de Discípulos

Capítulo 6: Grupo Celular Mitos y Verdades


Mito: Las Células son una extensión del Servicio Dominical
Verdad: La Célula es la Iglesia
Mito: Las Células Deben abarcar a Todos los Grupos Pequeños
Verdad: Comience con una Definición de Calidad de la Célula
Mito: Todos los Grupos Deben ser Homogéneos
Verdad: Permita que la Homogeneidad se Desarrolle Naturalmente
Mientras se Multiplican las Células
Mito: El Anfitrión Designado Debe Ser una Sola Persona
Verdad: Un Arreglo para Compartir el Privilegio de Anfitrión es A
Menudo la Mejor Opción
Mito: Pedirles a Todos que Estén en una Célula Refrena el Uso de
Dones Espirituales
Verdad: El Grupo Celular es el Mejor Lugar para Descubrir Dones
Espirituales
Capítulo 7: Comunidad Mitos y Verdades
Mito: Las Células Tratan Sólo sobre Comunidad
Verdad: Las Células Enfatizan la Comunidad, El Evangelismo y la
Multiplicación
Mito: La Reunión Celular va a Satisfacer Todas las Necesidades
Verdad: La Reunión Celular es Sólo Un Aspecto de la Vida en
Comunidad
Mito: El Líder de la Célula Debe Fomentar Todas las Relaciones
Dentro del Grupo
Verdad: Las Personas Dentro del Grupo Deben Compartir la Carga
de fomentar las Relaciones

Capítulo 8: El Evangelismo Mitos y Verdades


Mito: El Enfoque de la Célula es Enteramente Evangelístico
Verdad: Las Células Efectivas Necesitan un Fuerte Núcleo de
Creyentes
Mito: El Evangelismo en la Iglesia Celular es Sólo para
Relacionarse
Verdad: No te Limites a Un Solo Método Evangelístico
Mito: Un Grupo Celular Debe Agregar un Cierto Número de
Nuevos Cristianos Antes de Poder Multiplicarse
Verdad: Los Miembros de la Célula Deben Evangelizar pero Deben
Evitar “Reglas Celulares”
Mito: Si la Célula Hace Énfasis en el Evangelismo y en la
Multiplicación,
Esta no Crecerá en Comunidad
Verdad: El Evangelismo que conduce a la Multiplicación Realza la
Comunidad dentro del Grupo
Mito: El Evangelismo lo Hace el Líder de la Célula
Verdad: Cada Miembro de la Célula Debe Involucrarse en Alcanzar
a Otros

Capítulo 9: La Multiplicación Mitos y Verdades


Mito: Todas las Células Deben Multiplicarse en Seis Meses
Verdad: El Ritmo de Multiplicación Dependerá de los Niveles de
Receptividad
Mito: Cierre el Grupo Celular que en un Año No se haya
Multiplicado
Verdad: Continúe Trabajando con los Grupos Celulares que No
Están Creciendo
Mito: Una Célula se Multiplica Cuando Llega a Quince Personas
Verdad: Las Células se Multiplican Cuando un Hacedor de
Discípulos Está Listo para Guiar al Nuevo Grupo
Mito: Cuando Dios Quiera que la Célula se Multiplique, se
Multiplicará Naturalmente
Verdad: Lo Mejor es Hacer Planes Claros para la Multiplicación
Mito: La Multiplicación Destruye las Relaciones dentro del Grupo
Verdad: Se Pueden Mantener Las Relaciones Después de una
Multiplicación

Capítulo 10: La Supervisión Mitos y Verdades


Mito: Encontrar el Modelo de Supervisión Correcto Es la Clave del
Éxito
Verdad: La Relación entre el Supervisor y el Supervisado es Más
Importante Que la Estructura
Mito: Los Supervisores Sólo Escuchan y Hacen Preguntas
Verdad: El Supervisor Busca Equipar al Líder de la Célula con lo
que Sea Necesario

Capítulo 11: La Transición Mitos y Verdades


Mito: Deshazte de los Programas de Inmediato
Verdad: Para Recortar Programas Espera Hasta Tener Suficientes
Células Mito: Lánzate a la Iglesia Celular Inmediatamente
Verdad: Lo mejor es Tener un Plan de Transición a Largo Plazo
Mito: Debes Iniciar la Transición con un Prototipo
Verdad: Existen Varias Maneras para Hacer la Transición
Capítulo 12: Plantando Iglesias Mitos y Verdades
Mito: El Enfoque Debe Estar en el Éxito de una Sola Iglesia
Verdad: Es Deseable Plantar Nuevas Iglesias Celulares Más
Pequeñas
Mito: La Iglesia Inicia Cuando el Servicio de Celebración Inicia
Verdad: La Iglesia Inicia cuando Inicia la Primera Célula
Mito: Abre el Servicio de Celebración lo Más Pronto Posible
Verdad: Espera hasta que Hayan Suficientes Personas en las Células
para Iniciar las Celebraciones Semanales
Mito: Debes Iniciar un Servicio de Celebración Semanal
Verdad: Algunas Iglesias Celulares Nunca se Reunirán
Semanalmente para una Celebración
Corre con la Verdad
Reflexiones
Apéndice
Notas Finales
Recursos de Joel Comiskey
Agradecimientos

Soy el autor de este libro, pero he tenido mucha ayuda en el camino.


En el largo proceso para hacer de este libro una realidad, estuvieron
involucrados muchas manos y ojos los cuales contribuyeron a su
obra final. Varias personas merecen un reconocimiento especial.

Un agradecimiento especial a Brian McLemore, Vicepresidente de


Traducciones de World Bible Translation Center (www.wbtc.org)
(Centro Mundial de Traducción de la Biblia), quien una vez más
criticó mis esfuerzos, y el resultado fue un mejor libro.

Anne White, ofreció su asesoramiento experto y revisó


meticulosamente este manuscrito, incluso editando las notas finales
de equivocaciones y errores. Sus apreciaciones fueron de
incalculable valor para la versión final de este libro.

Bill Joukhadar hizo un esfuerzo especial para revisar este libro y


ofrecer numerosas sugerencias y correcciones. Atesoro mi amistad
con Bill y sus percepciones. Su esfuerzo diligente hizo que este libro
fuera mucho más limpio y fácil de leer.

Rae Holt, señaló frases difíciles y sobre todo me animó en el


proceso.
Patricia Barrett, ofreció su sabio consejo para cada página de este
libro.
Mis buenos amigos y miembros del equipo, Rob Campbell y Steve
Cordle, ambos alentaron y desafiaron mi escritura. Realmente les
agradezco por el tiempo que invirtieron en la revisión de este libro.

Scott Boren, mi editor en jefe, quien continúa haciendo un increíble


trabajo de edición. Hemos trabajado juntos en veintiuno de mis
veinticuatro libros.
Se dará cuenta que cada capítulo comienza con una percepción
específica de pensadores que lideran iglesias celulares a nivel
mundial. Les estoy tan agradecido por haber tomado tiempo de sus
apretadas agendas para hacer de este libro algo mucho mejor.

Por último, quiero agradecer a mi maravillosa esposa, Celyce, por


ser mi mejor amiga y proporcionarme la libertad y el incentivo para
escribir este libro.

Prólogo por Ralph Neighbour

El Dr. Penrose St. Amant, en 1957 se sentó en el borde de su


escritorio para darnos la bienvenida a los cuatro que estábamos
iniciando el programa de doctorado en Historia de la Iglesia, que él
enseñaba en el Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans.
Extendiendo su brazo hacia nosotros, dijo:

Caballeros, ustedes han completado la capacitación para


pastorear una iglesia. Ahora están adentrándose en una
distinta tarea del Reino: ver la ecclesia desde una distancia
objetiva y hablar proféticamente dentro de ella. Para poder
hacer esto ustedes deben conocer la historia de la iglesia a
través de los siglos. Luego ustedes deben sin temor
alguno, evaluar la iglesia contemporánea y llamarla a
rendir cuentas por sus actividades. Un falso espíritu
religioso está engendrando la “iglesiología”. No espere ser
siempre apreciado al hacer esto. Recuerde a Martín
Lutero. Enfrentó el asesinato cuando desafió la corrupción
de la iglesia con su visión de lo que sería necesario hacer
para reformarla.

Bajo la tutoría de St. Amant, empecé a inhalar la vida y el espíritu


de Lutero. Me di cuenta que él no era dueño de sus convicciones,
sino que ¡Él le pertenecía a ellas! La reforma de la iglesia inició
cuando descubrió que el justo por la fe vivirá. Antes que las 95 tesis
fueran clavadas en la puerta de la iglesia de Wittenberg, Lutero se
arrodilló y lloró ante el crucifijo en el retablo, sollozando ¡”Mein
Gott! ¡Mein Gott! ¡Fur Mich! ¡Fur Mich! Tuvo que cambiar la vida
de la ecclesia para adaptarle su nueva comprensión del significado
de redención.

El Dr. Joel Comiskey es uno de los hombres ungidos por el Padre


para sostener la iglesia celular a distancia, para hablar de la teología
que engendra la metodología. Ha trabajado durante muchos años en
las trincheras, y ha escrito cuidadosamente este libro haciendo
retumbar los mitos de la iglesia celular. En cada capítulo ha tomado
del pensamiento de otros que comparten este viaje para mostrar la
profundidad de lo que entre los mitos, es verdad.

Aquellos de nosotros que hemos sostenido a distancia la iglesia


tradicional nos lamentamos haberle robado a Cristo Su verdadero
cuerpo. El movimiento moderno de la iglesia celular se funda en la
convicción de que somos “llamados” para ser habitados por Cristo,
el Hijo. Él revelará su presencia mediante la manifestación de Su
poder trabajando a través nuestro. Creemos que el Espíritu Santo nos
ha bautizado para ser “cuerpos básicos” (células) para exponer a
pequeños segmentos de la sociedad con Su vida redentora.

Creemos que el principal instrumento de evangelización es la simple


observación del obrar de Dios en nosotros por parte de los no
creyentes. Creemos que todos somos sacerdotes y que conectamos a
Dios con el hombre y al hombre con Dios. Creemos que los cinco
ministerios descritos por Pablo en Efesios son el trabajo de
creyentes maduros para capacitar a otros para la obra del ministerio.

Esto simplemente no puede suceder en una estructura de iglesia


donde las personas sólo se sientan en filas para escuchar los
sermones y donde no son conformadas en comunidades cristianas
básicas. La teología de la célula debe convertirse en un remplazo
para el odre viejo, y no en un remiendo.

Quiero hacer un comentario acerca de los mitos antes que empieces


a leer los capítulos de Joel. Un “mito” es un eufemismo para una
¡”mentira llana!” Aquí no estamos jugando ping-pong con las teorías
del crecimiento de la iglesia;estamos en guerra. ¿Quién es el
enemigo? Él es llamado “el padre de toda mentira, el gran
engañador.” Todo mito es un intento satánico para cegar nuestros
ojos a la verdad. Las refutaciones tan efectivamente presentadas en
este libro son un llamado a comprometerse con la iglesia auténtica.
Gracias Joel, por permitirle al Señor que este libro fluyera a través
de tu espíritu y habilidades.

Ralph W. Neighbour

Introducción

Hace poco llevé a mi familia de vacaciones a Yosemite y antes de


salir, vi la serie de televisión sobre los Parques Nacionales de
EE.UU, a través de la cadena pública PBS. Aprendí que la mayoría
de senderos de Yosemite fueron creados durante la Gran Depresión,
cuando el servicio de parques nacionales generaba trabajo para miles
de personas desempleadas. Al caminar sobre senderos acantilados de
ríos y estrechas veredas de montaña, desarrollé una nueva
apreciación por el duro trabajo de esos pioneros que marcaron el
camino para nosotros.

La iglesia celular también tiene su cuota de pioneros. Moisés siguió


el consejo de Jetro y alumbró un nuevo sendero de grupos pequeños
de diez y de supervisores de cientos y demiles (Éxodo 18). Jesús
demostró el poder del ministerio de un grupo pequeño al preparar a
sus doce discípulos en una célula y luego al enviarlos a hacer nuevos
discípulos (San Mateo 28). La Iglesia primitiva ha establecido el
patrón de la celebración y de la célula al reunirse en el templo y de
casa en casa (Hechos 2:42-46).

La Iglesia perdió mucha de su vitalidad durante la época de


Constantino, pero recuperó el ideal bíblico a través de hombres
como Philipp Spener, quien preparó las lecciones de su sermón del
domingo y las distribuyó a los líderes de la célula semanal. Spener
fue perseguido por cambiar el statu quo de ese período de tiempo.

No mucho tiempo después, el conde von Zinzendorf, un discípulo de


Spener, tomó el concepto de grupo pequeño más allá e inculcó en
sus grupos una visión misionera. Estos grupos misionales fueron
conocidos como el movimiento Moravo, el precursor del
movimiento misionero moderno.

Quizás más que cualquier otra persona, John Wesley impulsó el


movimiento de las células solicitándoles a todos que participaran en
un grupo celular, como pre-requisito de membresía. Una persona no
podía entrar en el servicio de celebración sin antes mostrar un
tiquete que indicara que él o ella habían participado en un pequeño
grupo durante la semana. En otras palabras, el involucramiento
celular era la piedra angular del movimiento metodista.

David Cho es la versión moderna de John Wesley con la promoción


de grupos celulares que dan vida. En 1966, Cho lanzó veinte grupos
celulares dirigidos por mujeres. De los veinte grupos, la iglesia
creció a veinticinco mil células y a doscientos cincuenta mil
personas que asistían a la iglesia central, fácilmente podemos decir
que es la iglesia más grande en la historia del cristianismo.

Con los años, los líderes han construido sobre los hombros de estos
pioneros. Hoy en día la mayoría de movimientos de la iglesia celular
son dinámicos, positivos y aplicables. Como sucede con la mayoría
de esfuerzos, los errores y las falsas suposiciones también afloran
para destruir un movimiento que de otra manera fuera sano.

Me he dado cuenta que a veces estos falsos conceptos han causado


que la iglesia se extravíe por completo. En otras ocasiones, han
dirigido al pastor y a la iglesia por un camino sin salida, de
ministerio sin frutos. A menudo, estos errores o mitos han surgido
con buenas intenciones, pero crecieron para convertirse en reglas
legalistas. Independientemente de cómo se generaron los mitos,
estos tuvieron un efecto escalofriante en el ministerio de la iglesia.
Como supervisor de célula, me descubrí perdiendo tiempo cada vez
más y más, tratando de desenredar los mitos y las medias verdades,
y señalando el camino hacia un ministerio de iglesia celular,
equilibrado y basado en principios.

Entonces comencé a escribir blogs sobre lo que estaba viendo y,


eventualmente decidí enseñar en seminarios alrededor del mundo
sobre los mitos y verdades. Pastores y líderes respondieron con su
confirmación y agradecimiento, y sentí que tenía que dar el siguiente
paso y anotarlos en un formato de libro, para que más personas
pudieran beneficiarse.

Mi objetivo en este libro es ayudarte a evitar caer en trampas, y a


mantenerte en el camino correcto. Quiero ayudarte a aplicar
principios Bíblicos probados a través del tiempo que te guiarán a un
ministerio celular fructífero. Ya sea que estés comenzando por
primera vez en el ministerio celular, o seas ya un veterano
experimentado, mi deseo es entregarte las herramientas que le
ayuden a tu ministerio para mantenerse fresco y fructífero.

Cada capítulo comienza con un toque único. Alrededor del mundo


hay grandes pastores y líderes de iglesias que tienen décadas de
sabiduría en el trabajo con grupos celulares. Ellos saben de primera
mano sobre la realidad de estos mitos a través de la punzante
experiencia. Les he pedido a algunos de estos líderes responder una
pregunta sobre cada tema en forma de un correo electrónico, como
si estuvieran respondiendo una pregunta de un pastor que quiere
recolectar la sabiduría visionaria de un veterano. Estoy agradecido
por el tiempo que se tomaron estos líderes para contribuir con este
libro. Espero que disfruten de sus sabios consejos.

Capítulo 1: Visión Mitos y Verdades

Estimado Pastor Ben Wong,


A medida que sondeo el panorama de los líderes de las iglesias
celulares, me he dado cuenta que pocos tienen el tipo de experiencia
que usted ofrece. A partir de su experiencia con la iglesia en Hong
Kong, y la red de iglesias a las cuales les ha ayudado con su
apadrinamiento, me gustaría saber lo que piensa acerca de los
grupos celulares y sobre el tamaño de la iglesia. Sé que usted
trabaja con todo tipo de iglesias. ¿Podría darnos sus percepciones
sobre cuál debe ser la meta de crecimiento para tener una iglesia
grande?
Gracias por ayudarme con esta información.

Pastor Juan

_____

Estimado Pastor Juan,

Hay muchas iglesias celulares enormes en el mundo, y he aprendido


mucho de ellas a través de los años. Sin embargo, más del 80% de
todas las iglesias tienen menos de 100 miembros. Lamentablemente,
el enfoque es puesto de manera sistemática en las iglesias más
grandes y exitosas; y las más pequeñas a menudo sienten que son un
fracaso. La mayoría de estos pastores son personas muy fieles, pero
les resulta difícil romper la barrera de 100 miembros. Muchos de
ellos están sufriendo, porque sienten que han fracasado.

Hace unos quince años se hablaba mucho sobre la multiplicación de


los grupos, y de la forma en que iniciaría lentamente para luego
ganar impulso exponencial. Si usted simplemente hace los cálculos
podrá ver cómo esto podría funcionar. Dos grupos se convierten en
cuatro. Cuatro se convierten en ocho. Ocho en dieciséis. Dieciséis
en treinta y dos. Luego 64. Luego, 128. Creo que se hace la idea de
esto. La implicación era que el crecimiento exponencial fuera la
expectativa y que el mega-tamaño fuera el enfoque de la iglesia
celular.

Creo que a través de los años hemos aprendido sobre la falacia de


este enfoque. Años de experiencia han puesto de manifiesto que el
crecimiento no es controlado por fórmulas matemáticas. Es mucho
más complicado que eso. La realidad es que algunas células no
crecen y se multiplican como uno lo desea. Algunos líderes son
transferidos a otras partes del mundo. Algunos se enferman y no
pueden servir más.

Pero, hay grupos que crecen y lanzan otros nuevos. Y esto puede
conducir al crecimiento. Pero no todas las iglesias van a crecer en
tamaño. De hecho, la cosecha se ve obstaculizada cuando asumimos
que las grandes iglesias tendrán el principal impacto del Reino
sobre una ciudad. Una red de iglesias más pequeñas (de menos de
150 miembros) podría ser el sabio camino a seguir. Así cuando una
iglesia crezca de 70-160 miembros, la iglesia podría enviar de 25 a
50 personas para iniciar una nueva labor.

Las iglesias pequeñas importan. El hecho es que los estudios han


demostrado que en una iglesia pequeña se necesitan menos
personas para conducir a alguien a Cristo que en una iglesia
grande. Así que, asumir que el enfoque debe estar puesto en crecer
a lo grande te podría conducir por el camino equivocado. En vez de
eso piensa en la posibilidad de crecer a lo grande multiplicando en
pequeño.

Espero que esto te ayude,

Ben Wong, fundador de Shepherd Community Church (Iglesia de


Comunidad El Pastor) y de Cell Church Missions Network (Red
Misionera de Iglesias Celulares)

Mito: La Estrategia de la Iglesia Celular es una Estrategia de


Mega Iglesia

Cuando empecé a escribir acerca de las iglesias celulares, un comité


directivo me condujo a estudiar las iglesias celulares más grandes en
todo el mundo, porque estas eran las más prominentes. Me dijeron
que las personas las reconocerían con mayor facilidad y se
benefician más de mi estudio.

Me pasé de una a dos semanas en cada una de estas iglesias, en las


que su número de miembros rondaban los cientos de miles de
personas y decenas de miles de grupos. Llevé a cabo entrevistas,
pasé un cuestionario, y traté de comprender cada modelo en
particular. Luego, clasifiqué los principios que cada iglesia tenía en
común, así como lo que las hacía diferentes.

Comencé a enseñar acerca de los principios que vi en estas grandes


iglesias. Sin embargo, en mis enseñanzas di la impresión que el
objetivo era crecer hasta alcanzar el tamaño de estas mega-iglesias
celulares. Varias veces durante mis primeros seminarios hubo
personas que me retaron a tener una iglesia celular para hacerla
crecer. Yo titubeaba un poco y respondía que Dios quiere el
crecimiento de la iglesia, y sí, es Su voluntad que nuestras iglesias
crezcan. Me resultaba difícil ocultar mi preferencia por las grandes
iglesias celulares en crecimiento. Estas habían capturado mi
atención, y me parecía que su ejemplo debía estimular a otras
iglesias para ampliar su propia visión.

Sin embargo, me encontré con un gran obstáculo. Prácticamente


todas las personas en mis seminarios provenían de iglesias más
pequeñas. Y muchos se sentían incompetentes mientras yo daba
ejemplo tras ejemplo de iglesias celulares grandes. Ya fuera de
manera intencional o no, la esencia de mi mensaje era que crecer a
grandes proporciones era una señal segura de éxito. ¿Debería ser la
meta crecer para convertirse en una gran iglesia celular?

Verdad: Pocas iglesias Alcanzan el Estatus de Mega-Iglesia

La mayoría de las iglesias alrededor del mundo tienen de cincuenta a


cien personas. De acuerdo con el Estudio Hartford sobre las iglesias
norteamericanas, la iglesia promedio en Norteamérica tiene setenta y
cinco adoradores el día domingo (nota 1). Incluso en Corea, la tierra
admirada por las iglesias más grandes del mundo, la mayoría de
iglesias son muy pequeñas.

El hecho es que la gran mayoría de pastores alrededor del mundo no


han sido llamados para dirigir una gran reunión de celebración. Dios
simplemente no los ha dotado para hacerlo. Administrar una iglesia
tan grande involucra el manejo de detalles que la mayoría de las
personas simplemente no están preparadas para manejar.

Mi amigo, Ben Wong y yo muchas veces hemos discutido acerca del


problema de las iglesias celulares pequeñas, de cómo se sienten
incompetentes cuando nosotros siempre enfatizamos sobre la
importancia de las mega- iglesias celulares. Wong escribe,

Las iglesias pequeñas conforman la gran mayoría de


iglesias en el mundo. La mayoría de pastores se
convirtieron en pastores porque aman a Dios y desean
amar a su pueblo. La realidad es que en una iglesia
pequeña esto puede suceder de manera más efectiva. De
hecho, si la iglesia se hace más grande que de 80 personas,
el pastor necesitará ser más administrativo, y puede ser
que necesite una habilidad que no posee. Las iglesias
grandes necesitan a un emprendedor, y muy pocos
pastores son así (nota 2).

Cuando nosotros promovemos constantemente a las iglesias


grandes, en nuestras conferencias, libros, blogs, y artículos, damos
la impresión que las iglesias pequeñas son un fracaso. No lo son.

En una oportunidad me pidieron disertar sobre la iglesia celular a los


líderes claves en el área de misiones a nivel mundial de la
denominación Bautista del Sur, en sus oficinas centrales en Virginia.
Me asaron vivo con preguntas acerca de por qué el movimiento de la
iglesia celular se enfocaba en las pocas mega-iglesias celulares,
como si ellas fueran la norma. Ellos deseaban una estrategia más
simple y más reproducible, una que no requiriera grandes edificios,
terrenos caros, y un personal numeroso. Estaban trabajando en
países en vías de desarrollo y se dieron cuenta que la tierra era
simplemente demasiado cara, y el dinero invertido en los edificios
era contraproducente. Ellos estaban buscando estrategias sencillas y
reproducibles.

Estuve de todo corazón de acuerdo con su evaluación, y también


creí que el énfasis excesivo en las mega-iglesias celulares fue
imprudente. Les dije que idealmente la mayoría de iglesias celulares
serían pequeñas, simples y reproducibles. Algunas, les dije, sin
embargo, crecerán a un tamaño gigantesco, esto dependiendo de los
dones del pastor principal y de la gracia soberana de Dios. Hice
énfasis una vez más en que tales iglesias no serían siempre
exuberantes, ni la norma; por el contrario, el énfasis debía estar
puesto en iglesias más pequeñas y activas.

En mi libro, Planting Churches That Reproduce: Starting a Network


of Simple Churches (Plantando Iglesias que se Reproducen:
Iniciando una red de iglesias sencillas), hago énfasis en la necesidad
de iglesias celulares más pequeñas y reproducibles que generen
nuevas plantaciones de iglesias en un tamaño más pequeño.

Las iglesias más pequeñas están aquí para quedarse. Dios las tiene y
las usará para Su gloria. Los pastores que están plantando células,
alcanzando a los perdidos, haciendo discípulos y plantando nuevas
iglesias necesitan sentirse seguros de que están en el camino
correcto.

Mito: La Iglesia Celular No Funciona

Muchos pastores ven a la iglesia celular como una estrategia que


podría funcionar en otras culturas, pero no en la suya. Esto es
especialmente cierto en el mundo Occidental. Un líder de una iglesia
norteamericana, me escribió, “El otro día, estaba con un grupo de
pastores. Uno de los pastores, quien es un plantador de iglesias, dijo
que el ministerio celular no está funcionando en la cultura americana
y que por lo general se hace a un lado aquí en los Estados Unidos.
Funciona en otras culturas, pero no aquí”. A muchos pastores les
hace eco la preocupación de que la iglesia celular pueda funcionar
allá, pero no aquí. Es fácil ver a las iglesias celulares en crecimiento
en otras culturas, y concluir: no funcionará en mi contexto.

Verdad: La Iglesia Celular Trae Salud, Vida y Crecimiento

La mayoría de pastores quieren más crecimiento en la iglesia de lo


que experimentan en la actualidad. Sin embargo, en muchos lugares
alrededor del mundo hay un declive en la espiritualidad y en el
crecimiento de la iglesia en general. En el mundo Occidental este
declive ha tenido lugar lentamente, pero de seguro desde hace
muchos años. El libro de David Olson, The Crisis of the North
American Church (La crisis de la Iglesia Norteamericana), destaca
la disminución de asistencia a la iglesia en Norteamérica. Europa se
encuentra aún en peor estado. El ministerio en el mundo Occidental
es difícil.
La estrategia de la iglesia celular les recuerda a los miembros de la
iglesia que no basta con venir a la iglesia los domingos, escuchar un
mensaje, y luego repetir el proceso la semana próxima. El ministerio
celular les ayuda a los miembros a vivir el mensaje durante la
semana, rendir cuentas a un grupo más pequeño de creyentes, y
recibir capacitación para convertirse en un hacedor de discípulos.

La buena noticia es que las iglesias celulares tienen una mayor


probabilidad de sobrevivir en climas resistentes y, en la actualidad
están creciendo más que las iglesias no-celulares. Natural Church
Development (NCD) (Desarrollo Natural de la Iglesia) hizo un
estudio a nivel mundial que utilizó veinte millones de piezas de
datos para comparar las tasas de crecimiento de las iglesias celulares
con las iglesias-no celulares. El estudio descubrió que las iglesias
celulares crecen 2.5 veces más rápido que las iglesias tradicionales,
y de acuerdo con los ocho factores de salud del NCD son más
saludables (nota 3).
El NCD aplicó los mismos datos específicamente para
Norteamérica, y los resultados fueron los mismos. El estudio mostró
que las iglesias celulares en general obtuvieron puntuaciones más
altas que las iglesias no-celulares en todas las áreas. Este estudio
proporciona evidencia estadística de las iglesias celulares, que estas
crecen tanto en calidad como en cantidad, ya estén en Norteamérica,
Europa o África.

Esta información les da esperanza a aquellos que han dudado que la


estrategia de la iglesia celular pueda traer a sus iglesias un
crecimiento cualitativo y cuantitativo. Para aquellos que estén
plantando una iglesia o cuya congregación esté en transición de una
iglesia convencional a una iglesia celular, este estudio es un
recordatorio que el ministerio de la iglesia celular realmente les
proporcionará un impulso en el servicio de adoración, en la
plantación de iglesias, y además traerá crecimiento en general (vea
el apéndice acerca de este estudio en particular sobre el NCD).

Mito: La Iglesia Celular Es una Moda Pasajera

Muchos ven a la iglesia celular como una gran moda de la década de


los 90’s, pero creen que ahora en la iglesia hay más estrategias que
están a la vanguardia. Algunas de las tendencias más nuevas son el
ministerio de sitios múltiples, los modelos del rastreador “Seeker
Models”, los sitios de video, y muchos más. Algunos piensan que la
iglesia celular tuvo su época pero que la vida de la iglesia y del
ministerio la ha superado, y que ahora nosotros debemos enfocarnos
en cambios más prometedores.

Verdad: La Iglesia Celular Tiene Raíces Profundass

Recientemente estuve leyendo un libro de Ron Trudinger llamado


Cells for Life: Home Groups, God´s Strategy for Church Growth
(Células para la Vida: Grupos de Hogar, La Estrategia de Dios para
el Crecimiento de la Iglesia). El autor escribe con aguda claridad
sobre la efectividad de los grupos de células en hogares y su poder
para transformar vidas y levantar nuevos líderes. Mientras leía el
libro, tenía que continuar recordándome que ¡Trudinger ya está en el
cielo, y que escribió el libro en 1979!

No hay nada nuevo debajo del sol. Los grupos celulares en hogares
han estado en el panorama por un largo, largo tiempo.

Al reflexionar sobre mi propio ministerio, me siento profundamente


consciente y agradecido con los pioneros que me han antecedido.
El libro de Carl George de 1991, Prepare Your Church for the
Future (Prepara Tu Iglesia para el Futuro) revolucionó mi propia
visión sobre los grupos celulares y transformó mi ministerio, estoy
sostenido en sus hombros.

También estoy muy agradecido por Ralph Neighbour y por Bill


Beckham, dos pioneros de la Iglesia celular que han ayudado a
tantas iglesias a entender los valores y principios detrás del
ministerio celular. Siempre que leo el libro de Neighbour Where do
We Go from Here (De Aquí Hacia Donde nos Dirigimos) recibo una
nueva perspectiva, y crece mi apreciación por ambos, el autor y su
profunda teología de la iglesia celular.

Regresando aún más atrás, vemos a David Cho, el fundador del


movimiento de la iglesia celular de los tiempos modernos. Aún no
me recupero totalmente de leer el libro de Cho, allá por el año de
1984, Successful Home Cell Groups (Exitosos Grupos Visión Mitos
y Verdades Celulares en los Hogares). El cual encendió una pasión
dentro de mí por la posibilidad de tener un ministerio de grupos en
hogares. Pero Cho no inició el movimiento de iglesia celular, él se
sostiene en los hombros de John Wesley y del movimiento
Metodista, quienes fueron auxiliados por los Moravos, quienes a su
vez fueron muy influenciados por los Pietistas. Y todos ellos se
fundamentan en el énfasis del nuevo testamento del ministerio en los
hogares, y en las celebraciones de adoración (Hechos 2:42-46).

El movimiento de la iglesia celular de los tiempos modernos no es


nuevo. Es en realidad bastante antiguo. Estoy agradecido por el
trabajo pionero de Ron Trudinger, y de los otros.

Nosotros hoy en día somos el movimiento de la iglesia celular y le


pedimos a Dios visión y dirección para el futuro, a la vez estamos
muy agradecidos por que la iglesia celular no es una moda pasajera.
La iglesia celular está aquí para quedarse.

Capítulo 2: Modelo Mitos y Verdades


Estimado pastor Mario Vega,

No soy nuevo en el liderazgo pastoral, pero soy relativamente nuevo


en el mundo de la iglesia celular. He leído sobre su ministerio
celular en Elim, y estoy maravillado por cómo Dios usa su iglesia.
Tengo algunas preguntas sobre cómo encontrar el modelo de iglesia
celular correcto. ¿Me podría
aconsejar?

Gracias por su tiempo, Pastor Guillermo


_____

Pastor Guillermo,

El ministerio celular es emocionante, y tu búsqueda por ayuda o


aportes es admirable. Muchos sólo se apresuran sin hacer
preguntas difíciles. Esta es mi perspectiva:

No crees grupos celulares solamente por el crecimiento numérico.


Mientras otros pastores luchen por copiar modelos exitosos de otras
iglesias, tú no debes perder de vista el hecho que la clave para el
éxito celular no está en seguir un modelo sino en seguir valores y
principios.

Cuando hablamos de valores, me refiero a verdades bíblicas. Por


ejemplo, en la Biblia encontramos enseñanzas sobre el sacerdocio
de todos los creyentes, el amor unos por otros, y todos los demás
mandamientos para practicarlos unos con otros (ejemplo:
edificarnos unos a otros, orar unos por otros, exhortarnos unos a
otros, confesar los pecados unos con otros, etcétera).

Y luego están aquellos principios que han sido aprendidos a través


de la experiencia al poner en práctica el ministerio celular. Me
estoy refiriendo no sólo al movimiento celular de hoy en día (unos
cincuenta años de experiencia) sino también a las iglesias
Anabaptistas, los Puritanos, los Moravos y la iglesia de Wesley.
Todos trabajaban con grupos celulares de manera diferente, pero
compartían valores y principios comunes.

Los modelos emergen de la aplicación de los valores y principios a


un contexto de iglesia en particular. Los modelos responden a los
contextos culturales, y por lo tanto, son los hijos del tiempo y las
circunstancias. Lo que fue valido en algún momento, en otro
momento o lugar no tendrá necesariamente importancia alguna.

Puede ser de ayuda estudiar modelos celulares para obtener ideas y


nuevas percepciones, Pero siempre habrá ciertos elementos que no
se aplicarán a tu cultura y contexto. Debido a eso, tú debes ser muy
creativo y desarrollar tu propio modelo.
Los modelos no son transferibles, pero los valores y principios son
ciertamente validos en todo lugar y momento. Los valores contienen
verdades porque son tomados de la Biblia. Los principios también
pueden ser aplicados porque han sido identificados en muchos
lugares y en diferentes períodos de tiempo. Sin embargo, los
modelos responden a un lugar y tiempo específico.

Una vez desarrolles tu propio modelo, debes seguir


perfeccionándolo porque de seguro necesitará mejoras. Al
continuar trabajando en él, tú podrás hacer los ajustes que
consideres necesarios. Todos los modelos celulares se están
ajustando y permanentemente actualizando. No obstante, yo tendría
cuidado con los grandes ajustes. En otras palabras, no te cambies
de un modelo a otro. Si lo haces, ya no estarás enfocándote más en
los valores y principios sino en el modelo en sí. También es una
manera segura de desanimar a la iglesia porque los miembros
estarán confundidos y se cerrarán a la visión celular.

¿Cuál es el propósito fundamental del trabajo celular? Es volver a


vivir los principios y valores de la Iglesia del Nuevo Testamento.
Asimilar los valores y principios. Meditar en ellos, vivirlos, ajustar
tu mentalidad a ellos, y luego, Dios te dará tu propio modelo en Su
tiempo. El secreto para un trabajo celular exitoso es que no hay
secreto; el éxito viene cuando vivimos los valores de la iglesia del
Nuevo Testamento.

Muchas bendiciones,

Pastor Mario Vega, pastor de Iglesia Elim de El Salvador y de Elim


Internacional

Mito: Seguir un Modelo en Particular Traerá el Éxito

Consulté con una iglesia que seguía el modelo de los Grupos de


Doce, desarrollado en Bogotá, Colombia. Descubrí que antes de
apresurarse al campo G12, estaban siguiendo el modelo de Cho, y
antes de eso copiaron el modelo de la iglesia Saddleback. Ahora
ondeando la bandera G12 estaban haciendo un gran esfuerzo por
copiar exactamente el modelo.
Hasta hicieron viajes a la Misión Carismática Internacional, en
Colombia e hicieron peregrinajes similares a otras iglesias famosas
del G12. Ellos querían capturar la unción de estas iglesias, para
experimentar un crecimiento similar. A pesar de sus grandes
expectaciones, sus iglesias no crecieron. Al hablar con este equipo
pastoral, se hizo evidente que habían descuidado fundamentos
celulares básicos con la esperanza que el modelo produjera
crecimiento automáticamente. Noté poca flexibilidad, y un enfoque
enfermizo en la estructura externa que no se ajustaba a su cultura,
denominación, y trasfondo.

Estos pastores no están solos. Muchos pastores encubierta o


abiertamente creen que encontrar el modelo correcto desatará su
éxito. Puede ser que hayan escuchado al pastor de una iglesia celular
en crecimiento decir algo como esto, “Todo lo que tienes que hacer
es seguir lo que yo estoy haciendo y tu iglesia crecerá.” Luego te
dan la instrucción de regresar múltiples veces para aprender los
procedimientos correctos. Pero ¿Será la mejor manera de proceder la
de escoger y seguir un modelo?

Verdad: Aplique Principios a su Situación Específica

Muchos pastores simplemente no comprenden que los principios -no


los modelos- producen fruto. Las iglesias celulares en crecimiento
son innovadoras y quiebran los moldes. David Cho, por ejemplo, en
su lecho de muerte se convenció del modelo celular. Él se dio cuenta
que el consejo de Jetro a Moisés en Éxodo 8 se aplicaba a su propia
situación. Luego él leyó sobre las iglesias en las casas en el libro de
los Hechos, y Dios le dio la visión de iniciar grupos en los hogares.
Él tuvo que innovar y reajustar su estructura al ir avanzando porque
él estaba siendo pionero en nuevos terrenos. Él siguió el Espíritu de
Dios en base a lo que vio en las Escrituras.

La Iglesia Elim hizo algo similar. Ellos se emocionaron con el


ministerio celular después de visitar la iglesia de Cho en Corea, pero
se dieron cuenta que tenían que adaptarlo a la cultura salvadoreña.
El modelo exacto de Cho no les funcionaba. Ellos determinaron que
cada célula necesitaba una reunión de planificación semanal para
prepararse para el grupo celular. Esta reunión semanal de
planificación se daba en adición a la reunión de célula semanal, y
todos los miembros eran animados a asistir. Esta fue una de las
claves que desató frutos celulares en su propia cultura.

Los principios tienen precedencia sobre los modelos. Los principios


permiten la flexibilidad y se aplican a una amplia gama de
situaciones. Los modelos están atados a la cultura.

Los modelos son inflexibles y a menudo requieren de un conjunto


exacto de circunstancias para que funcionen. Los principios se
aplican a cualquier denominación, cultura, o situación.

En mi estudio de iglesias celulares alrededor del mundo, he


descubierto varios patrones comunes o principios:

Dependencia en Jesucristo a través de la oración.


El pastor general y el equipo de liderazgo
entregando un liderazgo fuerte y visionario al
ministerio celular.
El ministerio celular es promovido a ser la columna
vertebral de la iglesia.
Definición clara de un grupo celular (semanalmente,
fuera del edificio de la iglesia, evangelístico,
cuidado pastoral/discipulado, meta clara de
multiplicación).

Las cuatro anteriores son las más importantes, pero noté otros
principios en común entre estas iglesias celulares en crecimiento.

La pasión detrás del ministerio celular está


alcanzando a un mundo perdido para Cristo.
La reproducción (multiplicación) es un objetivo
importante de cada grupo celular.
Se espera de todos la asistencia a la célula y a la
celebración.
La capacitación para líderes es requerida para todos
los potenciales líderes de células.
Liderazgo celular desarrollado dentro de la propia
iglesia hacia todos los niveles.
Una estructura de atención, inspección y
supervisión para cada nivel de liderazgo.
Un sistema de seguimiento de visitas y de nuevos
convertidos administrado a través de los grupos
celulares.
Lecciones de células basadas en las enseñanzas del
pastor para promover la continuidad entre la célula
y la celebración (aunque se puede dar la flexibilidad
para satisfacer las necesidades de grupos
homogéneos específicos).

El enfoque en los principios permite que haya más que suficiente


adaptación e innovación. De hecho, admiro a pastores que han
ajustado su ministerio celular para encajar mejor en su propio
contexto. En vez de ser esclavos del modelo de otro, los pastores
deben seguir los principios, y convertirse en un ejemplo fresco y
vibrante en su propio contexto.

Mito: El Número 12 Tiene Un Significado Especial en la


Organización de Grupos

La Misión Carismática Internacional en Bogotá, Colombia, explotó


con crecimiento en los 90s y se convirtió en una sensación mundial.
Escribí sobre su iglesia en mi libro, Groups of twelve: a New Way
to Mobilize Leaders and Multiply Groups in Your Church. (Grupos
de Doce: Una Nueva Forma de Movilizar a los Líderes y de
Multiplicar Líderes en Tu Iglesia). Más adelante tuve que retirarle
mi apoyo a esta iglesia debido a su fijación con el número doce y
por promover su propio modelo con exclusividad. ¿Habrá sido para
la MCI estar basado en el número 12 el secreto de su éxito?

Verdad: Los Principios de Evangelismo y Discipulado Hacen


que el Ministerio Celular funcione

La Misión Carismática Internacional se hizo efectiva siguiendo


ciertos principios en vez de un número en particular. Un principio
que perfeccionaron fue el de ver a cada persona en la iglesia como
un líder potencial- no sólo a aquellos con don de evangelismo o de
liderazgo.

Ya que la MCI vio el potencial de liderazgo celular en cada


miembro, el paso lógico fue capacitar a cada persona para participar
en el ministerio celular. Mucha de su capacitación involucraba
romper ataduras y liberar a personas de los pecados que los
mantenían atados.

La MCI también veía a cada líder como un supervisor potencial y le


pedía a cada líder padre/madre de célula que supervisara la célula
que había dado a luz. Debido que en el modelo G-12 los
supervisores no eran nombrados, cada líder tenía más motivación
por multiplicar grupos celulares.

Tristemente, la MCI cayó en la trampa de pedirles a todos que


siguieran su modelo completo, en vez de los principios que podían
ser adaptados y ajustados de acuerdo al contexto. Empezaron a
promover su modelo completo como el único modelo ungido. Les
pidieron a las iglesias que adoptaran su modelo en vez de adaptar los
principios. Mi consejo es adaptar los principios del G-12 en vez de
adoptar el modelo G-12.

Mito: Una Vez que Tengas un Modelo, Apégate a él

Cuando una iglesia sigue los principios de la iglesia celular a través


del tiempo, puede llegar a convertirse en un ejemplo a seguir para
otros. Otros pastores pueden llegar de visita, hacer preguntas, y aun
participar en la red de la iglesia. Una vez que una iglesia ha llegado
a este punto ¿Será lo mejor apegarse a la estrategia exacta que ha
producido ese crecimiento?

Verdad: Innova y Cambia El Modelo según El Espíritu te Dirija


a Hacerlo

Una iglesia nunca llega a la perfección. Siempre hay lugar para


mejorar. De hecho, en el momento en que una iglesia piensa que ha
llegado a la perfección, probablemente ha empezado su espiral
descendente.
John P. Kotter, un catedrático de negocios de la Universidad de
Harvard, escribió un libro llamado A Sense of Urgency (Un Sentido
de Urgencia), en el cual dice que:

La complacencia es mucho más común de lo que podemos


pensar, y muy a menudo invisible a los ojos de las
personas involucradas. El éxito fácilmente produce
complacencia. Ni siquiera tiene que ser un éxito reciente.
La prosperidad de muchos años de una organización pudo
haber terminado hace una década, y sin embargo la
complacencia creada por esa prosperidad puede seguir
viva, a menudo porque la gente involucrada no se da
cuenta (nota 4).

Uno de los puntos principales de Kotter es que la enemiga del


progreso es la complacencia que viene del éxito. Por supuesto que
Kotter habla sobre negocios, pero las iglesias caen dentro de la
misma trampa.

Las iglesias a menudo pierden la dependencia urgente en Jesucristo


cuando las cosas van bien. Se vuelven complacidas con sus
modelos, edificios y otros signos externos de éxito. Se olvidan del
sentido de urgencia que les llevó a ser fructíferos. Cuando una
iglesia arriba a lo que se considera el punto óptimo de crecimiento y
de ser fructífero, la tentación es quedarse allí, en vez de proseguir a
alcanzar nuevas alturas y ganar nuevos terrenos. Estuve en una
iglesia celular en la que sus líderes no querían escribir su estructura
porque estaban cambiando y adaptándose continuamente. “Estamos
siguiendo el Espíritu de Dios y cambiando diariamente de acuerdo al
plan de Dios”, me dijo el pastor de jóvenes. Me di cuenta que el
secreto de su éxito era depender de Jesús.

Uno de los secretos del continuo fructificar de Elim a través del


tiempo es la práctica de conteos estadísticos precisos. Ellos no
esconden nada. Cada semana, Elim sabe exactamente lo que ocurre
en el sistema celular, y tienen la capacidad de hacer cambios rápidos
cuando se divisan puntos débiles (nota 5).

Esas iglesias que continúan llevando fruto después de un largo


tiempo dependen de Dios, les indican a las personas reproducir
principios, y hacen correcciones a mitad del camino.

Mito: La Iglesia Celular se Enfoca Exclusivamente en la Célula


y en la Celebración

Muchos han asemejado la iglesia celular con un pájaro de dos alas.


Al igual que un pájaro necesita dos alas para volar, las iglesias
celulares crecen tanto en la célula como en la celebración. Las
células se reúnen durante la semana, pero luego esas células vienen
juntas a la celebración del domingo. Las comparaciones de dos alas
son hechas con tanta frecuencia que muchas personas no se dan
cuenta que las iglesias celulares necesitan estructuras de soporte
adicional para funcionar efectivamente. ¿Cuáles son esos sistemas
adicionales?

Verdad: La Iglesia Celular se Enfoca en Sistemas Claves que


Producen Vida en la Célula y en la Celebración

Además de la célula y la celebración, otros sistemas hacen funcionar


a la iglesia celular. Los dos más importantes son la capacitación y la
supervisión.

Capacitación

Las iglesias celulares tienen un proceso de paso a paso para llevar a


una persona desde la conversión hasta la madurez espiritual. La ruta
de capacitación está íntimamente unida con el ministerio celular y
promueve el proceso de multiplicación celular.

Los sinónimos de la palabra “ruta” incluyen camino, senda, canal,


carretera. Una Ruta de equipamiento o capacitación lleva al nuevo
creyente del punto A al punto B. La capacitación es específica, y el
resultado final produce discípulos que hacen otros discípulos a
través de nuevos grupos celulares. Las rutas de capacitación de la
iglesia celular destacan claridad y “viabilidad”. Tienen un inicio y
un final definido, y una persona nueva que entre a la iglesia puede
entender fácilmente cómo llegar del punto A al B.

Supervisión
Una de las diferencias claves entre grupos que inician y fracasan, y
los que lo logran a largo plazo, se resume en una sola palabra:
supervisión.

Aún lo mejor de lo mejor necesita un entrenador. Michael Jordan


necesitó un entrenador. Los entrenadores de Jordan divisaban la
estrategia del equipo opositor, defendieron a Jordan contra árbitros y
jugadores envidiosos, y sabían qué ejercicios y destrezas necesitaba
Jordan para mejorar. Un entrenador ve el panorama completo y le
puede ayudar al jugador a alcanzar todo su potencial.

La mayoría de iglesias pueden iniciar grupos exitosamente— aún


cientos de ellos. La gente fácilmente hasta ofrecerá sus hogares—
por unas cuantas semanas. Sin embargo, para lograrlo a través del
paso del tiempo, los líderes del grupo-pequeño deben tener un
sistema de apoyo de alta-calidad, bastante parecido a la línea de
suministros que canaliza alimentos y materiales a los soldados
fatigados por la batalla. La estrategia impulsada por células alcanza
el éxito o fracasa en base a la calidad de supervisión dada a los
líderes de células.

Mito: Cambia la Iglesia por Medio de la Crítica

Jesús me salvó a los diecisiete años, y cuando tenía diecinueve me


uní a un ministerio de milagros llamado Shekinah Fellowship
(Hermandad Shekinah).

Brant Baker, era el líder de Shekinah, y el ministerio prosperó por


algunos años. Sin embargo al transcurrir los meses, noté que el
mensaje de Brant Baker era cada vez más negativo contra la iglesia.
Constantemente escuchaba, “la iglesia está muerta y el poder
milagroso de Dios a través de Shekinah es la respuesta”. Muy pronto
después de esta ola de negatividad, Shekinah perdió su rumbo y
sucumbió. Años más tarde, noté a otro conocido ministerio haciendo
comentarios negativos acerca de la iglesia de Jesucristo. Una vez
más escuché el repetido mensaje que la iglesia había fallado, y que
este nuevo ministerio había sido levantado para revivir a la
adoleciente iglesia. Al igual que Shekinah, este ministerio creció
rápidamente y luego decayó cuando su fundador murió. Algunos
dentro del movimiento celular se destacan por rebajar a otros,
mientras exaltan la estructura celular como el nuevo odre nuevo.
Ellos construyen una mentalidad de “nosotros-ellos”. Todos los
demás están trabajando mal en el ministerio, y el único grupo que lo
está haciendo bien es la iglesia celular. De hecho, muchos abrazan la
iglesia celular porque están desilusionados con la iglesia tradicional.
Sin embargo ¿Puede la negatividad sostener el movimiento de la
iglesia celular?

Verdad: Permite que la Gente vea que Funciona

Las iglesias y los ministerios colocan un débil fundamento con un


mensaje negativo. Por supuesto que las escrituras critican nuestras
vidas y ministerio y nunca endulzan la verdad. Sin embargo, una vez
que han sido colocados los fundamentos teológicos para el
ministerio celular, las personas necesitan un mensaje positivo de
cómo implementar ese mensaje bíblico en su propia cultura y
contexto. He pasado mucho tiempo en Brasil trabajando dentro del
ministerio de iglesia celular, y he escuchado testimonio tras
testimonio de iglesias que han aplicado principios celulares y han
visto un maravilloso fruto. Su fruto animó a otros pastores
Brasileños a seguir adelante.

Testimonios como este originan cosas maravillosas. Les


proporcionan a otros una ventana hacia algo real, algo que ha sido
trabajado en medio de los duros golpes de la vida.

Solamente hazlo. Deja que las personas vean los resultados en


acción. Yo, en lo personal creo que el ministerio de la iglesia celular
es la mejor estrategia disponible. Sin embargo, me doy cuenta que
no es la única estrategia y que Dios está usando a varios ministerios
para bendecir a su cuerpo, y hacer crecer a su iglesia. Dios me ha
colocado sobrenaturalmente en su cuerpo para animar y afinar el
ministerio de la iglesia celular. Todos aquellos que viven bajo el
Señorío de Cristo y están comprometidos con su infalible palabra,
forman parte de Su iglesia orgánica. Los líderes de la iglesia de
Cristo deben tener mucho cuidado de no atormentar ni hablar mal
del bendito cuerpo de Cristo.
_

Capítulo 3: Crecimiento de las Iglesia Mitos y


Verdades
Estimado Bill Beckham,

Quiero agradecerle por sus libros. Su manera de pensar nos desafía


a razonar profundamente sobre cómo trabajamos en nuestras
iglesias. Sí, yo aún tengo interrogantes sobre el crecimiento de la
iglesia. ¿Es con las células la mejor manera de hacer crecer la
iglesia? ¿Cuál es su apreciación?

Gracias por su tiempo,

Pastor Hector

_____

Pastor Hector,

Sí, usted tiene razón. Mucho del enfoque de la literatura sobre el


grupo pequeño y la iglesia celular trata sobre cómo hacer crecer su
iglesia. Ponen su énfasis en enormes mega-iglesias, como si ese
debiera ser el objetivo de toda iglesia. No tengo ningún problema
con el crecimiento. Necesitamos iglesias que crezcan, pero el
enfoque no está en hacer crecer enormes organizaciones de iglesias,
edificios, y presupuestos. Eso no le funcionará a la mayoría de
iglesias. Tenemos que desarrollar una manera diferente de abordar
el crecimiento que quite de nuestro enfoque el tamaño. Por ejemplo,
en vez de construir enormes iglesias celulares que dependan de
servicios tradicionales de adoración de grupos grandes, deberíamos
considerar otras alternativas que faciliten una forma diferente de
crecimiento, pero ya no se enfoque en cuántas personas se
reunieron en el mismo edificio. Permítame ofrecerle tal alternativa.

El actual modelo de adoración pública y de enseñanza, podrá


funcionarles a algunas iglesias existentes más grandes, pero
presenta problemas para plantar iglesias, y para la expansión de
iglesias pequeñas, que ya existen. Un nuevo modelo de grupo
grande debe ser de bajo mantenimiento, módico (sin problemas de
edificio), flexible, y transferible, y que permita un alto crecimiento.

Jesús modeló una alternativa para grupos grandes en Lucas 10


cuando entrenó a los setenta. En vez de una reunión de un grupo
grande enfocada en la adoración pública y en enseñar, Él optó por
un modelo de equipamiento táctico. Con este grupo grande Él hizo
lo siguiente: Él…

Puso las reglas con las que se comprometerían


Los desplegó para ocupar sus respectivos puestos
Les pidió reporte
Interpretó la experiencia de cada uno.

Los modelos tradicionales se enfocan en los recursos (tiempo,


bienes, energía) en programas de adoración y de enseñanza que
requieren caros edificios, una gran fuerza de trabajo, y producir
cristianos consumistas. El modelo de entrenamiento de grupos
grandes de Lucas 10 enfoca sus recursos en equipar, hacer trabajo
de mentor, aprendizaje conversacional, oración, solicitar reportes.

El modelo de grupo grande de Jesús en Lucas 10, puede ser


configurado junto con grupos pequeños, y un grupo grande y
público para que encaje en la etapa de desarrollo de una iglesia
plantada o de una iglesia pequeña ya existente.

1° Etapa: Grupos Pequeños, más un grupo grande periódico de los


de Lucas 10, para capacitarlos, enviarlos y formarlos.
2° Etapa: Grupos pequeños, más un grupo grande regular de los de
Lucas 10, para capacitarlos, enviarlos y formarlos.
3° Etapa: Grupos pequeños, un grupo grande, regular de los de
Lucas 10 más un grupo grande público y periódico.
4° Etapa: Grupos pequeños, un grupo grande, regular de los de
Lucas 10, y un grupo grande público y regular.

Si queremos ver crecimiento, no debemos enfocarnos en el


crecimiento de la asistencia. Debemos evitar contar a las personas y
considerar esto como lo más importante en un servicio público de
adoración. Equipar a las personas para el ministerio conducirá a
un verdadero crecimiento al reusarnos a amarrar a nuestros
mejores líderes para que hagan muchas cosas a fin de realizar
eventos de adoración de alto mantenimiento. Invierte tu tiempo
explorando otras alternativas y encontrando maneras para invertir
en tu gente, para que así estas puedan ministrar.

Bill Beckham,
autor de muchos libros, incluyendo The Second Reformation
(La Segunda Reforma.)

Mito: El Crecimiento de la Iglesia es la Motivación Impulsora


para Convertirse en Iglesia Celular

En los primeros años de mi investigación sobre la iglesia celular, me


enamoré del concepto de iglesia celular debido a su potencial para
que la iglesia crezca. Noté que las iglesias más grandes del mundo
eran iglesias celulares, y visité muchas de ellas para descubrir
patrones y principios. El rápido crecimiento de estas iglesias
celulares y mi propia filosofía de crecimiento de iglesia fueron como
un cerillo para la gasolina. El Crecimiento de la iglesia incendio mi
alma con una profunda pasión por el ministerio celular.

Como misionero en Ecuador, formé parte del equipo pastoral en una


de las iglesias misioneras clave, y mi nuevo rol fue el de director de
grupos pequeños. Eventualmente comenzamos a implementar el
ministerio celular y vimos explotar a la iglesia. La iglesia madre
plantó una iglesia hija (filial), y participé con el equipo de
plantación de iglesias. Nosotros vimos en la nueva iglesia el mismo
increíble crecimiento.

En esa época, yo criticaba a ciertos líderes del mundo de las iglesias


celulares por enfocarse demasiado en los valores y en la teología.
Yo creía que estaban imprimiendo lentitud en el proceso de la
iglesia celular al enfatizar más sobre fundamentos bíblicos que sobre
el crecimiento de la misma. Mi misión era colocar a la iglesia celular
de lleno dentro del campo del crecimiento de la iglesia.

En ese momento, yo me enorgullecía en el pragmatismo. Había


estudiado a las iglesias celulares más grandes del mundo y ahora
podía decirles a todos cómo hacer crecer rápidamente una iglesia
celular.

Sin embargo, me encontré con un gran problema. Me di cuenta que


ciertos países podían contar con el crecimiento de la iglesia porque
el Espíritu de Dios ya se estaba moviendo. El ministerio de iglesia
celular realzaba y alimentaba las llamas del crecimiento que ya
estaba ocurriendo. El crecimiento, en otras palabras, venía del
Espíritu de Dios, más que de la estrategia de la iglesia celular.

Por ejemplo, yo estuve en Bogotá, Colombia, con Ralph Neighbour


en 1997. Estábamos allí para examinar una gran iglesia celular que
estaba rompiendo los records de crecimiento. Mientras era
impresionado con su crecimiento, además me di cuenta que muchas
otras iglesias no-celulares también estaban creciendo rápidamente.
Cierto pastor de Inglaterra notó lomismo. Él estaba de visita por
Colombia en la misma época, y pasó por una iglesia no-celular que
se encontraba cerca queestaba explotando con crecimiento. Él nos
testificó acerca del asombroso crecimiento general que se estaba
dando en Colombia.

Yo descubrí la misma verdad mientras estaba en Ecuador. Nuestra


iglesia celular explotó en crecimiento, pero también otras iglesias
no-celulares crecían rápidamente.

En 1999 mientras vivía en Ecuador, conduje un seminario de cinco


semanas en cinco diferentes ciudades de los Estados Unidos.
Diferentes iglesias celulares patrocinaron cada seminario y yo estaba
estupefacto por la falta de crecimiento en estas iglesias. Estaba
acostumbrado al rápido crecimiento que se llevaba a cabo por toda
Latinoamérica, así que pensé que estos pastores de iglesias celulares
norteamericanas estaban haciendo algo mal.

Durante mi viaje por estas cinco ciudades, le mostré a mi auditorio


foto tras foto de iglesias celulares en crecimiento, esperando
despertar en ellos una mayor visión. En vez de eso me miraron con
“desconcierto”. Ellos simplemente no sabían qué hacer con estas
afirmaciones sobre el crecimiento de la iglesia en todo el mundo.
Esto simplemente no estaba sucediendo aquí en Norteamérica.
En el 2001 regresé a Norteamérica para supervisar a pastores de
iglesias celulares, y a plantar una iglesia. Las personas no eran tan
receptivas y estaban ocupadas con el trabajo, cosas materiales, y con
la vida en general. La mayoría de personas no estaban ansiosas por
unirse a un grupo celular, involucrarse en la ruta de capacitación, o
ser voluntario para el liderazgo celular. Descubrí rápidamente, que
podía “hacer crecer una iglesia” con mayor rapidez al solicitar
menos compromiso.

Cuanto más recorro en mi peregrinaje por la iglesia celular, más veo


que la estrategia de la iglesia celular no produce crecimiento
acelerado. Dios se reserva el crecimiento para símismo. Él quiere
recibir la gloria por todo el crecimiento de laiglesia. Por su gracia,
Él no le permite al hombre gloriarse en sí mismo. Dios quiere
llevarse toda la gloria.

Entonces ¿Por qué debe ser seducido un pastor a implementar la


estrategia de la iglesia celular?

Verdad: La Teología es el Verdadero Fundamento Sobre el Cual


se Debe Fundar una Iglesia Celular

Ralph Neighbour repeatedly says, “Theology must breed Ralph


Neighbour lo dice repetidamente, “La teología debe engendrar la
metodología”. Esta frase fue uno de los temas centrales de
Neighbour en su libro de 1990, ¿Hacia dónde vamos ahora? Al
escribir en el 2011, veintiún años después de que Neighbour
escribiera este libro, he llegado a la misma conclusión. La buena
noticia es que la estrategia de la Iglesia celular tiene sus raíces en
una fuerte teología bíblica.

La verdad bíblica es el único fundamento firme para cualquier cosa


que hagamos. Sin la verdad bíblica, no tenemos un apoyo firme
sobre el cual pueda reposar nuestro ministerio y filosofía. Podemos
arar a través de cualquier cosa cuando sabemos que Dios nos está
moviendo a comportarnos bíblicamente.

La iglesia celular no es lo último, o la más grande estrategia de


crecimiento de la iglesia. Si lo fuera, simplemente sería una moda
pasajera hasta que viniera la siguiente estrategia más atractiva y
pertinente. En muchos lugares alrededor del mundo (como en el
Occidente) la iglesia celular transforma a la iglesia a través de un
proceso de purificación. El crecimiento de la iglesia es lento pero la
iglesia celular le ayuda a la iglesia de Cristo a profundizar más.

¿Cuáles son algunas verdades bíblicas claves que la iglesia celular


resalta?

Haciendo Discípulos

El último mandato de Cristo a sus discípulos fue hacer discípulos a


todas las naciones. Creo que la esencia del ministerio celular es
hacer discípulos que hagan discípulos. Las células son semilleros de
líderes y el mejor lugar para preparar hacedores de discípulos. La
multiplicación se encuentra al centro del ministerio celular porque
las nuevas células proveen el ambiente para hacer nuevos discípulos.
La meta de la iglesia celular es levantar un ejército de líderes que
continúen el trabajo de la iglesia de Cristo.

Evangelismo

Dios tomó la forma de hombre, para poder revelar su amor y


carácter. Jesús dijo que Él había venido a buscar y a salvar lo que se
había perdido. Su ministerio en la tierra fue sanar al quebrantado de
corazón y libertar a los cautivos. Siguiendo el ejemplo de Cristo, el
evangelismo celular es primordialmente relacional. Las células
penetran la sociedad, llevan buenas nuevas de salvación al que sufre
y al necesitado, y continúan el proceso a través de la multiplicación.

El Sacerdocio de todos los creyentes

Algunas iglesias crecen hasta llegar a ser muy grandes, llenando


bancas. Pero la escritura nos enseña que todos los creyentes son
sacerdotes. Las células valoran la participación de cada creyente.
Parte del sacerdocio de todos los creyentes es el uso de dones
espirituales. He escrito muchos libros sobre el tema y creo que las
células proveen la mejor atmósfera para el uso de los dones
espirituales (nota 6). De hecho todos los pasajes del Nuevo
Testamento sobre los dones, fueron escritos para iglesias que
estaban en casas.

Comunidad

Nuestro Dios es un Dios social. Él está en constante unidad con los


otros miembros de la Trinidad: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Él no
es individualista. Jesús demostró unidad mientras estuvo en la tierra,
nunca hizo algo que no fuera perfectamente agradable al Padre y al
Espíritu (San Juan 5: 19-30). Luego les dijo a sus discípulos que
caminaran en la misma unidad. Él dijo que el mejor testimonio para
un mundo que no cree es el amor y la unidad que existió entre los
discípulos (San Juan 17: 6-26).

Él quiere que nos involucremos en la comunidad, lo cual fluye de su


propia naturaleza. El ministerio celular promueve la riqueza del
ministerio de “los unos a los otros”, encontrado a lo largo de toda la
Biblia.

Al ministrar en Norteamérica durante los últimos diez años, mi


manera de pensar se ha desviado radicalmente de la pregunta,
¿Cómo puede funcionar la iglesia celular en Norteamérica? A la
pregunta ¿Cómo podemos obedecer la escritura que nos llama a
vivir en comunidad y hacer vida junta? Existe una enorme diferencia
entre ambas convicciones. La una se basa en el pragmatismo y la
otra en la escritura.

Sistema Operativo Teológico

Algunos de los que leen este libro tal vez podrán recordar el viejo
sistema operativo de Windows DOS allá por 1991. Micro-soft inició
con DOS, un sistema operativo basado en códigos, y luego trataron
de casarlo con Windows, un sistema basado en imágenes. Por un
corto tiempo, un usuario tenía que comprar una versión de Windows
que corriera sobre el sistema DOS.

Mi matrimonio de la iglesia celular con el crecimiento de la iglesia


fue como colocar Windows sobre DOS. Simplemente coloqué la
iglesia celular sobre el crecimiento de la iglesia.

DOS fue mi paradigma del crecimiento de la iglesia, el código de mi


vieja manera de pensar. Cuando descubrí la iglesia celular, coloqué
el pensamiento de la iglesia celular sobre mi paradigma del
crecimiento de la iglesia. La iglesia celular fue como Windows 3.1,
el primer intento de Microsoft con el sistema operativo Windows.

Sin embargo, descubrí, que la teoría del crecimiento de la iglesia se


encontraba tristemente deficiente. Era un gran sistema operativo en
países que estaban receptivos y enfocados en el crecimiento. Pero
era tristemente deficiente en culturas no receptivas que necesitaban
un avivamiento.

La teología es el mejor sistema operativo para toda la vida,


incluyendo el ministerio de la iglesia celular. Tratar de colocar a la
iglesia celular sobre otra estrategia, como la del crecimiento de la
iglesia, es torpe y simplemente no funciona bien. Ahora he
cambiado mi estructura de paradigma de iglesia celular. Ya no la
colocó más sobre mi filosofía de crecimiento de la iglesia, como
Windows sobre DOS. Ahora yo creo y enseño que la teología
bíblica provee el mejor marco y motivación para realizar el
ministerio celular.

Ahora me doy cuenta que el crecimiento o la falta de crecimiento no


debe ser la razón para optar o no por la iglesia celular. La verdad
bíblica es la única razón firme para trabajar con la filosofía de la
iglesia celular.

La iglesia celular desafía las suposiciones acerca de la iglesia.


Mueve a los cristianos a pensar más profundamente acerca de la
vida cristiana. ¿Es el cristianismo un simple evento al cual asistir? o
¿Es acaso un estilo de vida a vivir? En muchos terrenos endurecidos
alrededor del mundo, la iglesia celular es un desafío para vivir
verdaderamente las afirmaciones del cristianismo. Desafía los
compromisos con el tiempo y con lo que tiene verdadera
importancia en la vida.

La única razón por la que una persona en una cultura materialista


haría un compromiso para asistir a una célula, incursionar en la ruta
de la capacitación, y aún convertirse en un líder o supervisor
multiplicador (todos estos son ministerios voluntarios) es porque
Jesucristo ha tocado su vida.
La iglesia celular, por lo tanto, en muchos países alrededor del
mundo, es un desafío contra-cultural para convertirse en el pueblo
de Dios y en la Iglesia de Jesucristo.

Mito: Mi Iglesia Crecerá Si Decido Convertirme en Iglesia


Celular

Muchas personas se unen al movimiento de la iglesia celular porque


han escuchado de la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, de
iglesia Elim, o de alguna de las otras iglesias en crecimiento
alrededor del mundo.

Se apresuran hacia la estrategia de la iglesia celular debido a una


promesa expresa-o-no expresa- sobre el crecimiento de la iglesia. El
supuesto que yace en el fondo de todo esto es que si me convierto en
una iglesia celular, mi iglesia crecerá.

Debo confesar que yo di esta impresión en mis primeros años de


ministerio celular. Si un pastor o una iglesia trabajaban bien su
iglesia celular, su iglesia crecería. Desde entonces me doy cuenta
perfectamente bien de cuan fácil es caer en esta metodología basada
en técnicas.

Verdad: Sólo Jesús Puede Dar Verdadero Crecimiento Orgánico

Nunca olvidaré el mes de febrero de 2008, mientras caminaba por la


playa de Myrtle Beach, en Carolina del Sur. Al caminar sobre la
arena, reflexionaba sobre mi experiencia del crecimiento de la
iglesia celular en Ecuador y en Norteamérica.

Llegué a darme cuenta que la estructura llamada iglesia celular no


tenía poder alguno en sí misma para hacer que una iglesia creciera.
En ese momento mientras caminaba sobre la arena, me imagine a la
iglesia celular como si fuera una gigantesca cometa. La cometa sólo
yacía allí sobre la arena, y no se podía mover sin que el viento la
levantara. Las personas podían pasar cerca de la cometa y admirarla,
pero esta no podía volar sin el poder del viento.

Me di cuenta que muchas iglesias celulares son como esa bella


cometa, están bien lustradas y bellamente construidas. El sistema ha
sido cuidadosamente establecido. Sin embargo la iglesia no alzará el
vuelo por sí misma. Solamente estará allí. Un pastor no puede
obligar a la cometa a alzar el vuelo. A menos que el viento del
Espíritu sople en la estructura causando que esta alce el vuelo, nada
sucederá. El crecimiento de la iglesia no ocurrirá separado del
Espíritu Santo. De hecho no debe ocurrir.El único crecimiento que
glorifica a Dios es del tipo que Él inicia.

Jesús dijo, “…sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
infierno no prevalecerán sobre ella.” Jesucristo es lacabeza de la
iglesia. Toda autoridad le ha sido dada a Él (San Mateo 28:18) El
edificará su iglesia, y Él es el único que puede sostener ese
crecimiento.

El pastor general no puede hacer crecer a la iglesia. Las células no


pueden hacer crecer a la iglesia. Los programas no puedenhacer
crecer a la iglesia. Porque es la iglesia de Cristo, Él debe hacerla
crecer. El único tipo de crecimiento digno de la iglesia de Cristo es
el crecimiento sobrenatural inspirado por Dios.

Nosotros podemos sembrar y podemos regar, pero al final Dios debe


dar el crecimiento (1 de Corintios 3:6-9). No podemos desear ser
parte de una iglesia que creció por las habilidades o por la
personalidad del pastor general. ¿Te podrías imaginar la presión
sobre ese pastor por mantener la iglesia en crecimiento? (Muchos de
los más grandes escándalos pastorales fueron causados por esta
presión humana de hacer un buen desempeño). Tan pronto como el
crecimiento de la iglesia se convierta en una estrategia hecha por el
hombre, de “yo lo hice”, debemos huir.

Algunos pastores están tan desesperados por tener crecimiento, que


parece que estarían dispuestos a todo por que ocurra. Escuché sobre
una iglesia en Texas que regaló quince carros nuevos durante un
servicio de Pascuas. ¡La asistencia fue alta en todo tiempo durante
ese día! Supongo al incremento de la asistencia de ese día se le
podría llamar crecimiento de la iglesia, pero probablemente lo mejor
sería quitar la palabra “iglesia” de esa ecuación.

Llámale sorteo, evento, o rifa de carro. Simplemente reunir a


personas en un grupo o dentro de una multitud es cualquier cosa,
menos la iglesia del Nuevo Testamento. Aún Jesús mientras estuvo
en la tierra atrajo multitudes con sus milagros, pero entonces Él les
pedía que pagaran el precio y la mayoría se alejaba.

El punto es que no importa cuan desesperados estén, Jesús no será


manipulado para dar el crecimiento a una iglesia. Labuena noticia es
que Jesús está en control de la iglesia, y Élquiere que lleguemos al
punto de buscarle a Él si queremos el crecimiento, para que
señalemos Su milagro de crecimiento, y no a un hábil conjunto de
programas que se implementaron para que ocurriera humanamente.

Mito: No Soy Exitoso Si Mi Iglesia No Crece

Una espantosa enfermedad se ha permeado dentro del ministerio


celular. Se llama “envidia a Yonggi Cho” o “envía a la iglesia
grande”. Cho es la personificación de lo que me refiero pues su
iglesia es tan grande. Pastores e iglesias experimentan haciendo
muchas maniobras para tener una iglesia más grande que la de su
vecino. El resultado de esta actitud es que muchos pastores se
sienten fracasados cuando sus iglesias no crecen.

Verdad: El Éxito Debe ser Medido por el Esfuerzo Fiel, y No por


los Resultados

Generalmente el crecimiento de la iglesia enseña que Dios


recompensa a los trabajadores que cosechan, más que a aquellos que
fielmente siembran la semilla. A esto se le llama “Teología de la
cosecha”. Una vez más, se le resta importancia a la enseñanza
cristiana de que Dios recompensa la fidelidad, y eleva a los pastores
e iglesias que están experimentando un crecimiento.

Debido a que estaba comprometido con este pensamiento del


crecimiento de la iglesia, me encontré presionándome a mí mismo y
a otros para producir.

Un año después de plantar la iglesia en California, contraté a un


pastor asociado del Sur de África, un precioso hermano
comprometido completamente con el ministerio celular. En esa
época, yo estaba viajando alrededor del mundo y esperaba que este
pastor hiciera que las cosas prosperaran y que la iglesia creciera. Yo
estaba siguiendo la enseñanza del crecimiento de la iglesia que sitúa
la responsabilidad del crecimiento en el pastor. Mi pensamiento era
que si la iglesia crecía, era por la efectividad del pastor. Si no, era
porque el pastor tenía problemas.

El pastor asociado del Sur de África se fue eventualmente, y esta vez


contratamos a un pastor general que me reemplazara. Empecé a
dudar del nuevo pastor cuando la iglesia no creció lo esperado. Me
preguntaba si este nuevo pastor era el correcto.

Finalmente un miembro de la junta me confrontó y me dijo, “Joel,


¿Qué estás haciendo? Tú nunca estás satisfecho. Yo no estoy listo
para otro cambio, porque creo que nuestro nuevo pastor es el
hombre de Dios para esta iglesia”.
Dios me habló, me di cuenta que mi presión era humana. En ese
tiempo leí el libro: Evaluating the Church Growth Movement, 5
Views (Evaluando el Movimiento del Crecimiento de la Iglesia, 5
Puntos de Vista). Una forma de verlo era a través del punto de vista
del crecimiento tradicional de la iglesia.

Los otros tres puntos de vista eran pensamientos modificados del


punto de vista del crecimiento tradicional de la iglesia, establecidos
originalmente por Donald McGavran. El quinto punto de vista,
promovido por Gailyn Van Rheenan, criticó el crecimiento de la
iglesia sobre la base de la teología. Me encontré incondicionalmente
en acuerdo con el Dr. Van Rheenan. Dios me habló que necesitaba
juzgar el crecimiento de la iglesia basado en lo que la Biblia dice y
no al revés.

Alrededor del mismo tiempo, me di cuenta que si estaba haciendo


todo lo posible por extender mi alcance y ministrar, estaba teniendo
éxito en el proceso mientras lo hacía.

Sí, tenemos que plantar; tenemos que regar; tenemos que hacer
nuestra parte. Pero, al final, Dios debe dar el crecimiento. Cuando Él
ciertamente da el crecimiento, podemos regocijarnosen su bendición
y bondad sobrenatural. Si Él no da el crecimiento, nosotros debemos
continuar siendo fieles, sabiendo que Dios honra nuestro esfuerzo
diligente y nuestro servicio.

Somos exitosos en el proceso de ser fieles. Dios nos pide que


hagamos nuestro mejor esfuerzo posible bajo su dirección. Al ser
guiados por Él, tenemos éxito en el proceso de plantar,discipular, y
regar. Y esperamos en Él por el crecimiento, pero somos exitosos ya
sea que veamos o no el fruto.

Ministré en una iglesia de Medio-Oeste. La iglesia fue por muchos


años un modelo de crecimiento de iglesia celular, pero luego se
estancó. El pastor fundador sentía que debía estar viendo
crecimiento cada año, y comenzó a sentirse como un total fracaso
cuando el crecimiento se detuvo. Yo estaba impresionado con la
vida y la emoción que se vivía en la iglesia, pero el pastor estaba
desanimado. Me dijo “estoy hastiado”.

Simplemente he perdido el interés. Tal vez debería estar haciendo


otra cosa”.
Prediqué en su iglesia el día domingo y me animó ver el trabajo que
Dios estaba haciendo en la iglesia. Pero una vez más el pastor
comenzó a culparse porque que la iglesia no crecía cada año. Me
dijo que sentía que era un fracaso y que quizá lo mejor era que
dejara la iglesia. Lo escuché cuidadosamente pero finalmente
empecé a decirle, “¿Quién da el crecimiento? Tú haces bien muchas
cosas, pero tienes problemas confiando en que Dios traiga el
crecimiento a tu iglesia. Tú tienes que seguir esperando hasta que
suceda”. Su esposa quien sabía que había tocado una fibra sensible,
le animó a escuchar cuidadosamente.

Muchos pastores no se mantienen en la montura lo suficiente. No


confían en la mano soberana de Dios para traer el crecimiento y para
dar al final la victoria. Se retiran demasiado temprano.

¿Será que en algún momento Dios les puede pedir a los pastores y a
los líderes que avancen hacia algo diferente? Sí, sin embargo
avanzar cuando te sientes un fracaso no es el mejor momento para
hacerlo. Mi consejo es que te mantengas allí esperando. Dios quiere
alcanzar a las almas perdidas y hacer discípulos más que nosotros
mismos. Sin embargo, la conducción de una iglesia a menudo es
más sobre lo que Dios quiere hacer en la vida de un pastor. El
crecimiento aparece cuando el pastor ha madurado. Nuestra labor es
plantar, regar, y ponerle el mayor empeño posible.

Hace algunos años en Guatemala, estuve junto con Mario Vega


disertando en un seminario. Mario es el pastor general de Iglesia
Elim, en El Salvador, una de las iglesias celulares más grandes del
mundo (más de cien mil personas en las células). Tres plantadores
de iglesias se me acercaron después del seminario para preguntarme
si estaban en el camino correcto pues sus iglesias estaban luchando y
no estaban viendo el increíble fruto que Elim estaba
experimentando. Estos pastores estaban trabajando fielmente y
plantando la preciosa semilla, pero se habían desanimado por la falta
de resultados.

Me llevé a estos tres plantadores de iglesia hacía un lado y les animé


fuertemente. Les dije que estaban haciendo un trabajo sorprendente
y que Dios daría el crecimiento en su tiempo. Les recordé Gálatas
6:9, “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo
segaremos, si no desmayamos”. Oré por que la unción de Dios
estuviera sobre ellos y cuando levanté mi rostro y los vi, noté que
algunos estaban llorando. Ellos solamente necesitaban escuchar que
estaban en el camino correcto.

Si tú estás haciendo fielmente lo que Dios te ha llamado a hacer, tú


también estás en el camino correcto. Espera. Dios dará el
crecimiento a su iglesia en su tiempo.

Mito: El Contexto Cultural Debe Dictar la Estrategia


Ministerial

La teoría del crecimiento de la iglesia promueve que los pastores y


líderes primero deben comprender la cultura y luego crear las
estrategias que ayudarán a la iglesia a crecer en esa cultura en
particular.

De acuerdo con este punto de vista, la clave para el crecimiento de


la iglesia se encuentra en la comprensión de la cultura y posterior
creación de estrategias basadas en esa cultura.
La sensibilidad cultural, por su puesto que es algo bueno y correcto.
Pablo también promovió la relevancia cultural cuando dijo,

Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los


judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté
sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que
están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo
estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo
la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he
hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos
me he hecho de todo, para que de todos modos salve a
algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para
hacerme copartícipe de él (1 Corintios 9:20-23).

¿Es posible darle demasiada relevancia a la cultura? ¿Deberían ser


los métodos que funcionan para hacer crecer a la iglesia, los factores
determinantes para establecer qué estrategia un pastor o iglesia deba
adoptar? Porque funcionan, las personas asumen que son bendecidos
por Dios. Esto no siempre es así.

Verdad: La Biblia Critica Lo Bueno y lo Malo de Cada Cultura

Rendirles cuenta a otros creyentes, vivir la vida cristiana, y luego


invitar a los no cristianos a que se nos unan es simplemente bíblico.
Cuando ganamos a las personas para Cristo, debemos ganarlos para
que vivan el estilo de vida bíblico de “unos-aotros”. La pregunta no
es si este ministerio “funcionará” en el contexto occidental. Por el
contrario la pregunta debería ser, “¿Es el correcto?

La iglesia celular corta con el individualismo. Desafía a la iglesia a


vivir un estilo de vida de comunidad del Nuevo Testamento. Grita
fuertemente que la asistencia del domingo es sólo la mitad de la
ecuación. El cambio del estilo de vida tiene lugar en una estructura
de rendición de cuentas dónde las personas están creciendo en
relaciones mutuas con los demás.

Para mí fue muy difícil escribir el libro Relational Disciple (El


discípulo relacional). Tenía prejuicios contra lo que yo consideraba
un énfasis excesivo en la comunidad por parte del movimiento de
grupos pequeños en la iglesia occidental en general, y más
específicamente en Norteamérica. Había dedicado mucho de mis
primeros escritos a la evangelización celular y a la multiplicación, y
me había convencido que el “énfasis” que ponían muchos
ministerios de grupos pequeños en “la comunidad”, era una excusa
para no alcanzar a otros.

Sin embargo, en mi lucha al escribir el libro, me di cuenta que no


tenía la opción de aceptar o rechazar la comunidad. La Escritura
simplemente no me daba esa opción, está llena de referencias sobre
la comunidad. Jesús repetidamente les dijo a sus discípulos que se
amaran unos a otros y que el mundo incrédulo vendría a conocerle
por la unidad que vería en ellos (San Juan 13).

“Los unos a otros” están tejidos a través de toda la Escritura y hay


más de cincuenta referencias bíblicas que enseñan a los creyentes a
servir, esperar, cuidar, dar, y en general, practicar la comunidad.
Tuve que someterme a la clara enseñanza de la Biblia, aunque fuera
en contra de mis nociones preconcebidas.

Dios comenzó a mostrarme que todas las culturas tienen puntos


buenos y malos. Algunos rasgos culturales están en acuerdo con las
Escrituras, mientras que otros aspectos deben ser corregidos por la
Escritura.

Por ejemplo, en algunas culturas, el soborno es algo común.


Algunos podrían decir, “para superarnos en nuestra sociedad,
tenemos que sobornar.” Un pastor en Rusia me dijo que los policías
establecen puntos de registro y que les quitan las licencias a las
personas si no les pagan el soborno. Sentí mucha pena por este
pastor y no tengo ni idea cuan espantoso sería vivir en una cultura
como esta.

No obstante, a pesar de las normas culturales, la Escritura enseña


que el soborno es malo. Muchos versículos hablan en contra de él
(nota 7). Así que podemos decir con confianza que este aspecto de la
cultura necesita cambiar para ser conforme a la Escritura, y no al
revés. No importa si todo el mundo lo está haciendo. Simplemente
está mal.

Me considero parte de la cultura Norteamericana, aunque algunas


personas consideran a los Californianos como de otro planeta.
Algunos rasgos de la cultura Norteamericana, tales como la
diligencia y la adhesión al imperio de la ley son claramente
escriturales y respaldados por muchos versículos en la Biblia. Otros
rasgos Norteamericanos, tales como el individualismo necesitan ser
criticados por la clara enseñanza de la Escritura.

La mayoría en Norteamérica no piensan dos veces sus tendencias


individualistas. Pero, ¿Son estas escriturales? La Escritura es clara
cuando habla de la comunidad, el “unos a otros” de la Escritura,
caminar en unidad, hospitalidad, y muchas otras normas del Nuevo
Testamento. Joseph H. Hellerman, catedrático del Seminario Talbot,
escribió un libro llamado When the Church Was a Family (Cuando
la Iglesia era una Familia). Su conclusión es que la cultura del
Nuevo Testamento estaba orientada al grupo, y que Dios nos ordena
a vivir como una familia.

La norma bíblica no es el individualismo sino el ministerio mutuo, y


un estilo de vida orientado al grupo. Es doloroso para los
individualistas convertirse en personas orientadas arelacionarse.
Todos queremos hacer lo propio. No obstante, la Escritura, no la
cultura es la que debe determinar quiénes somos y lo que hacemos.

Capítulo 4: El Líderazgo Mitos y Verdades


Estimado Dr. Les Brickman,

He seguido su ministerio desde algunos años ya. Veo como Dios


está usando a la iglesia en países del tercer mundo, estoy
agradecido por usted y su esposa, Twila, por estar dedicados a
servir a estas iglesias. También he notado que ha trabajado mucho
por comprender cómo funciona el desarrollo del liderazgo dentro
de una iglesia celular. ¿Sobre este punto tiene alguna idea que nos
pudiera compartir?
Gracias, Pastor Jorge

_____

Estimado Pastor Jorge,

Cuando trabajo con pastores, a menudo los escucho decir algo


como esto: “yo estoy verdaderamente comprometido con las
células. Creo que son bíblicas.
Son el latido de nuestra iglesia. Sin embargo, tú tienes que
comprender que no soy muy dado a relacionarme, no soy
relacional. Ciertamente no puedes esperar que cambie mi forma de
ser, mi forma de vivir mi vida, ni cómo dirijo la iglesia. He dedicado
tanto tiempo y esfuerzo en que el servicio del domingo crezca, que
ahora es difícil enfocar mis energías en el ministerio celular. Soy un
visionario, pero no una persona muy detallista. Por esa razón he
dejado los detalles de la implementación a otras personas. Además,
tienes que estar de acuerdo con que tengo que balancear la
supervisión de nuestras células con todos nuestros demás
programas actuales”.

El liderazgo de la iglesia celular comprende que la transformación


ocurre de manera experiencial. Considera tú el costo de dirigir una
iglesia celular. No lo que les costará a tus líderes, ¡Sino lo que te
costará a ti! ¿A mí? Sí, ¡A ti! ¿Dices que hay que estar a la
vanguardia? ¿Dices que hay que estar listo para seguir la visión?
Tristemente, puedes poseer una gran visión y dirigir una iglesia de
tamaño regular sin tener que hacer un cambio radical en tus
valores fundamentales y en tu estilo de vida. La dirección de una
iglesia celular demanda la transformación de valores y la alteración
de estilos de vida. Las relaciones se convierten en un valor central,
así como la autenticidad y la responsabilidad. Ya no podrás
agendar tus actividades individuales muy bien dentro de
convenientes intervalos de tiempo en tu calendario de Google. Las
demandas de tiempo son muy grandes y las ranuras para agendar lo
que sea son muy pocas. El desafío se convierte en aprender cómo
integrar todas las demandas de tiempo de un nuevo estilo de vida
celular, mientras se mantiene el balance. Si un liderazgo celular, no
puede modelar un nuevo estilo de vida transformacional,
olvidémonos de dirigir una iglesia celular donde digamos,
“Síganme como yo sigo a Cristo”.

El liderazgo de la iglesia celular entiende que aprendemos de las


experiencias de la vida al hacer pausas y reflexionar sobre ambos,
nuestros “éxitos” y “fracasos”. Se espera que los líderes de las
iglesias convencionales no “fallen”.

Después de todo, por eso es que son líderes. El éxito es pregonado;


el fracaso es olvidado. Como líderes de iglesias celulares, el fracaso
en el Reino es redefinido al aprender de nuestras experiencias, al
hacer los cambios necesarios, y avanzar hacia adelante. No somos
líderes porque cometemos menos errores, sino porque aprendemos y
crecemos a través de los errores que cometemos. Este pensamiento
penetra aún las células, por lo que estas se convierten en ambientes
seguros en los cuales podemos tropezar y aprender a caminar en los
dones del Espíritu.

El liderazgo de la iglesia celular no trata sobre responderles las


preguntas a todos, sino sobre creer en tu gente al punto de extraer
de ellos lo que Dios ha puesto dentro, empoderándolos para
cumplir con su destino y lugar dentro del cuerpo de Cristo.

El éxito es pregonado; el fracaso es olvidado. Como líderes de


iglesias celulares, el fracaso en el Reino es redefinido al aprender
de nuestras experiencias, al hacer los cambios necesarios, y
avanzar hacia adelante. No somos líderes porque cometemos menos
errores, sino porque aprendemos y crecemos a través de los errores
que cometemos. Este pensamiento penetra aún las células, por lo
que estas se convierten en ambientes seguros en los cuales podemos
tropezar y aprender a caminar en los dones del Espíritu.

El liderazgo de la iglesia celular no trata sobre responderles las


preguntas a todos, sino sobre creer en tu gente al punto de extraer
de ellos lo que Dios ha puesto dentro, empoderándolos para
cumplir con su destino y lugar dentro del cuerpo de Cristo.

La transformación experiencial. Aprender de la vida. Creer en tu


gente. Tres señales que distinguen el liderazgo de la iglesia celular.
Espero que esto te ayude en tu recorrido.
Les Brickman, D.Min., autor de varios libros sobre la iglesia
celular. Actualmente es misionero en Kenia.

Mito: Dirigir a las Personas hacia el Sistema de Iglesia Celular


Es Similar que Dirigirlas hacia Otros programas de la Iglesia

La mayoría de pastores tienen experiencia iniciando nuevos


programas tales como AWANA, Explosión Evangelista, Vacación
de Escuela Bíblica, o algún nuevo programa de su denominación.

Los programas normalmente tienen un ciclo de vida determinado el


cual puede ser descontinuado después de un semestre, un año, o
cuando la iglesia decida cambiar de programa. Muchos pastores
enfocan el inicio de su ministerio de iglesia celular de una manera
programática. Quieren sacarlo de una caja, armarlo, y luego delegar
a otros que lo hagan funcionar.

Visualizan la estrategia de iglesia celular como una técnica o


programa que puede ser utilizado por algún tiempo para luego ser
descontinuado.

Verdad: Dirigir una Iglesia Celular Requiere un Tipo de


Liderazgo Diferente

La iglesia celular no es otro programa. Por el contrario, se enfoca en


las personas. Antes de iniciar el recorrido dentro de la vida celular,
los pastores deben considerar los nuevos desafíos que esta estrategia
traerá sobre la forma cómo dirigen su iglesia.

Curva Escarpada de Aprendizaje

La mayoría de pastores han sido capacitados en seminarios que


enseñan el modelo tradicional del pastor asalariado que realiza el
trabajo del ministerio. No es fácil para los pastores y las
congregaciones preparar laicos para trabajar en el ministerio y luego
supervisarlos para asegurarse que cumplan con su ministerio
pastoral.
Trabajo Extra Requerido para Capacitar y Supervisar Líderes

La iglesia celular solicita de los líderes potenciales una capacitación


específica. De hecho, todos los miembros son animados a tomar la
capacitación. Aquellos que se convierten en líderes de células (o que
forman parte del equipo de liderazgo) necesitan supervisión
continua. Los pastores necesitan estar conscientes de esto y medir el
costo para asegurarse que la capacitación y la supervisión siempre
tome lugar.

Mala Interpretación de parte de Personas que tienen otros


intereses

Cuando una iglesia avanza hacia una visión, siempre habrá personas
que la ataquen. Siempre que un líder vaya en alguna dirección en
particular y les pida a las personas que lo sigan, algunos se
resistirán, prefiriendo ir en otra dirección o manteniendo las cosas
como están.

Encontrando Líderes que Estarán en el Mismo Sentir

Una cosa es que el Líder principal esté abordo, pero también es


crucial que cada miembro del equipo de liderazgo apoye la visión.
Cuando esto sucede, un equipo puede avanzar junto. La iglesia
celular en realidad es todo sobre el desarrollo del liderazgo, y el
equipo de liderazgo es el timón de la iglesia celular. Si el equipo de
liderazgo está unido y dirigiendo la visión de la iglesia celular,
existe una gran posibilidad que el resto de la iglesia los siga.

Perdiendo gente

Richard Houle capturó la visión de hacer la transición de su iglesia


Bautista convencional Franco-parlante en Granby, Quebec hacia la
visión de la iglesia celular. Él creyó en la teología detrás de la
estrategia celular y se dio cuenta que la nueva dirección requería
compromiso y cambio. En el proceso sesenta personas abandonaron
la iglesia. Houle continuó insistiendo en obediencia al llamado de
Dios.
Al pasar de los años, la iglesia alcanzó a nuevas personas y comenzó
a dar fruto. Al final se convirtieron en un movimiento plantador de
iglesias celulares, con cuatro iglesias filiales conectadas a la iglesia
madre. Cuando los visité en el 2009, me emocionó ver el rol
apostólico de Richard Houle sobre las cuatro iglesias filiales, y
especialmente cómo el ejemplo de Houle había impactado
positivamente y por completo a su denominación Bautista. Un gran
número de líderes de denominaciones Bautistas vinieron a mi
seminario sobre células, debido a su relación con Richard Houle y
su congregación Franco-parlante.

Ramón Justamente es un pastor Bautista, sureño, radicadoen Florida.


Él cuantificó el costo de convertirse en una iglesia celular por medio
del estudio de la literatura, y mediante las visitas a varias iglesias
celulares (él y su esposa hasta visitaron nuestra iglesia en Quito,
Ecuador en 1999). Él estaba totalmente convencido que debía hacer
la transición con su iglesia.

Creo que Ramón no estaba listo para lo que ocurriría


posteriormente: cuatrocientas personas abandonaron la iglesia. No
obstante, Ramón creía que Dios lo había llamado al ministerio de la
iglesia celular y no iba a retroceder.

Diez años después de la transición al sostener un seminario en su


iglesia, pude observar una vibrante iglesia celular. Dios no sólo ganó
más de los cuatrocientos que se fueron, sino que las personas que
estaban ahora en la iglesia se hallaban emocionadas, motivadas, y
sirviendo a Jesús con celo y pasión. Yo hablé sobre cómo se debe
hacer la transición de una iglesia, y Ramón dio su testimonio.

Si Ramón sólo hubiera estado “probando las aguas” sólo hubiera


durado unos cuantos meses. Su compromiso con la visión y los
valores del ministerio de la iglesia celular le ayudaron a
“aclimatarse” a las fuertes tormentas y a estar a flote cuando las
cosas se tornaron duras. La iglesia de Ramón es ahora un gran
modelo para aquellos que están haciendo ministerio celular en
Florida.

Ambos Houle y Justamente, no podían prever todos los obstáculos,


pero estaban convencidos del fundamento bíblico del ministerio
celular. Nunca vieron el ministerio celular como una técnica que se
podía descartar si no funcionaba. Por el contrario lo vieron como
una manera bíblica de vida.

En el libro The Challenge of the Cell Church (El Desafío de la


Iglesia Celular), Phil Potter detalla su propio recorrido en la
transición de una iglesia Anglicana tradicional en Inglaterra, hacia el
modelo de iglesia celular. Potter condujo a su congregación a
comprender el costo imbíbito antes de apresurarse hacia el
ministerio celular. Se pasaron meses en la planificación y
preparación para la transición. Dado que fielmente determinó cuál
sería el costo, Potter pudo iniciar células que continuaron creciendo
y multiplicándose.

Phil Potter ejemplifica la necesidad de planificación cuidadosa y de


cuantificar los costos antes de sumergirse dentro del ministerio
celular. Jesús animó a hacer una planificación similar cuando
desafió a las personas a valorar el precio por seguirle. El advirtió a
las multitudes del peligro de comenzar y no terminar algo (San
Lucas 14).

La iglesia celular no es un programa. Los pastores que exitosamente


han plantado o han hecho la transición al modelo de iglesia celular
han hecho su tarea y están listos para permanecer allí a largo plazo.

Mito: Está Bien Simplemente Añadir el Ministerio Celular a lo


que Ya Estás Haciendo

La mayoría de iglesias están trabajando en muchas cosas a la vez. A


través del tiempo, la iglesia ha desarrollado una miríada de
programas y ministerios. De repente el pastor escucha acerca de la
iglesia celular, se emociona, y la adiciona como otro más de muchos
programas.

O tal vez a la iglesia le está yendo bien, pero el pastor ha escuchado


sobre el increíble crecimiento de iglesias celulares alrededor del
mundo y quiere ver si la estrategia de la iglesia celular le puede
ayudar a que su iglesia crezca aún más. Por lo que la iglesia incluye
el tema de la iglesia celular por encima de lo que la iglesia ya está
haciendo.

Cuando la estrategia de la iglesia celular falla en producir el deseado


crecimiento, el pastor la borra del horario, como lo haría con
cualquier otro programa que pareciera que no funcionar.

El pastor podría convertirse aún en un crítico del modelo celular,


diciendo que este no funciona o que no es adecuado para la
particular cultura de su iglesia. Sin embargo, al ahondar en el
análisis, normalmente la razón para abandonar el ministerio de la
iglesia celular es una interpretación errónea de lo que se requiere
para que el ministerio celular funcione.

Verdad: El Pastor Debe Hacer del Ministerio Celular su


Prioridad Central

No podemos poner el mismo énfasis en todo. Algunos pastores se


esfuerzan tanto por ayudarles a todos que terminan ayudando a
nadie. La frase “Enfoque concentrado” es crucial para hacer que el
ministerio celular funcione.

Las personas solamente harán bien algunas cosas. Si el pastor quiere


que se involucren en el ministerio celular, no puede esperar que las
personas se involucren además, en muchas otras actividades de la
iglesia.

¿Son malos los programas? No. Simplemente se trata de escoger en


qué te enfocarás. Todos sabemos cuan desorganizadas y ocupadas se
encuentran nuestras vidas. Si el pastor espera que su gente escoja el
ministerio celular, esto significa que ellos necesitarán tiempo para
visitar a los vecinos, asistir a un grupo celular, preparar la lección de
la célula, ir a la reunión de supervisión, y a otras actividades
relacionadas.

La palabra no es una palabra bendita en la iglesia celular. Sólo el


pastor principal puede pararse y decir no a todos los
bienintencionados programas que llegan a la puerta de la iglesia.

En diciembre de 2010, sostuve un seminario en la iglesia del pastor


Samuel Mejía en Santa Ana, California. La iglesia tiene ciento
cuarenta líderes de células y ha plantado cinco iglesias. El pastor
Samuel se dio cuenta que debía enfocarse en el ministerio celular y
hacerlo su prioridad.

La mayoría de iglesias en la denominación de Samuel se conducen a


través de programas. Samuel sobresale entre la multitud debido a su
“enfoque concentrado” en el ministerio celular. Dado que el pastor
Samuel ha persistido por veinticinco años, muchas iglesias en su
denominación ahora están siguiendo su ejemplo. ¿Por qué? Porque
han visto que en su congregación funciona. El pastor Samuel es un
gran ejemplo de lo que significa tener un enfoque concentrado.

Mito: Los Pastores Principales Deben estar Disponibles para


Todos

Al principio cuando tomé un curso sobre teología pastoral en la


escuela bíblica, mi catedrático nos enseñó el modelo convencional
del ministerio de la iglesia. El llamado pastorasalariado, estaba
supuesto a hacer la obra del ministerio. Él estaba disponible para
todos y para todo.

Algunos pastores encajan muy bien dentro de este modelo. Ellos


entraron al ministerio de pastor para predicar, casar, enterrar,
aconsejar, y estar disponibles para aquellos con necesidades. A ellos
les encanta enseñar a grandes grupos de personas—a cualquiera que
esté dispuesto a venir, sentarse, y escuchar. Estos pastores viven por
el servicio de celebración. Ellos sienten que vale la pena lo que
hacen, cuando les están predicando a un grupo de personas.

Cuando alguien entra a la iglesia solicitando consejería, ellos están


listos para recibirla o recibirlo, aun cuando hayan otros disponibles
para aconsejar a la persona.

Algunos pastores simplemente no tienen la visión de delegar, y de


ser mentores de otros líderes para que hagan la obra del ministerio.
En vez de eso, prefieren hacerlo todo ellos mismos.
Verdad: Los Lideres Efectivos de Iglesias Celulares Delegan

El consejo de Jetro a Moisés fue que escogiera a líderes y que los


pusiera sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de
cincuenta y de diez, para que él no cargara con todo el peso. Jetro
resumió el problema sucintamente, “Desfallecerás deltodo, tú, y
también este pueblo que está contigo” (Éxodo 18:18). Moisés trató
de ser un líder responsable, pero era demasiado lo que tenía que
hacer él solo.

El ministerio de la iglesia celular requiere delegación. Los pastores


de iglesias celulares que tienen éxito a largo plazo empoderan a los
miembros para hacer la obra del ministerio. Ellos pastorean el
rebaño a través de otros. Efesios 4: 11-12 dice: “Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas;
a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”

Con excepción de liderazgos visionarios, los pastores celulares


efectivos delegan casi todo lo demás a otros. No todos los pastores
pueden hacer esto. Tal vez no saben cómo hacerlo. O tal vez no
quieren hacerlo. Después de todo, existe cierto poder en ser la
persona “a quien ir”. Conozco personalmente a algunos pastores que
les gusta tomar todas las citas de consejería que llegan a través de la
iglesia. Los miembros comienzan a esperar que el pastor haga toda
la obra del ministerio.

La meta del pastor cuya iglesia está basada en células es equipar a


los miembros para que lleven a cabo el trabajo de la iglesia. Cuando
la oveja tiene un problema, los pastores celulares efectivos
preguntan si hablaron primero con su líder de célula. Ellos se
rehúsan a pasar por encima de los líderes de células en el proceso
del cuidado de las ovejas.

He conducido numerosos seminarios con Mario Vega, el pastor


general de Elim en San Salvador, una de las iglesias más grandes
alrededor del mundo. El pastor Vega ha aprendido amantenerse
enfocado. Él se concentra en cuidar de los pastores celulares
principales que están a cargo de cuidar a otros. El participa
dirigiendo este liderazgo principal para hacer que todos los días el
trabajo celular funcione.

Los pastores celulares efectivos se aseguran que se cumpla la visión


a través de la delegación del trabajo a otros. Moisés no tuvo que
hacerlo todo, pero sí necesitó asegurarse que las cosas se llevaran a
cabo. Sí necesitó supervisar la delegación de responsabilidad más
importante. El consejo de Jetro a Moisés lo liberó de tener que estar
escuchando a toda la nación, todo el día y noche. También le ayudó
a las personas bajo su cuidado irse satisfechas.

Mito: Existen Menos Problemas en la Iglesia Celular que en el


Ministerio Tradicional

A lo largo de este libro he elogiado las virtudes del ministerio de la


iglesia celular, sin tratar de esconder sus problemas. Muchos
pastores gravitan hacia el ministerio de la iglesia celular debido a
esos puntos positivos. No obstante, existe el peligro de dar la
impresión que el ministerio de la iglesia celular borrará todos los
problemas de la iglesia. Todos los que piensan de esta manera están
por tener un duro despertar.

Verdad: El Ministerio de la Iglesia Celular Revela Problemas A


Menudo Escondidos Bajo el Trajín del Ministerio Tradicional

Tuve la oportunidad de hablar en una iglesia en Puerto Rico. Un


sabio Anciano me dijo que antes de implementar el ministerio de la
iglesia celular los problemas siempre estaban bajo la superficie, pero
que desde que empezaron a hacer énfasis en los grupos celulares,
esos problemas salieron a la superficie. Las personas se sintieron
libres para hablar sobre ellos. De repente resultaron muchos más
problemas. “Las buenas noticias, me dijo, es que ahora estamos
tratando con esos problemas”.

Cuando un pastor se enfoca en el ministerio celular, las personas


tienen la oportunidad de compartir. Muy a menudo salen a la luz
ataduras demoníacas y problemas psicológicos. Esos problemas
siempre estuvieron allí, pero nadie los notó. Estaban bajo la
superficie. Mientras las personas se sentaban en las bancas, todo
parecía que estaba bien. Cuando las personas tienen la libertad y
oportunidad de compartir lo que les está sucediendo en sus vidas,
entonces, parece como si la iglesia entera está llena de problemas.

Una persona que asistía a mi célula estaba viviendo con otra mujer.
Él asistía a las celebraciones principales de dos iglesias pero nadie
sabía sobre su vida personal. Cuando él comenzó a asistir a mi
célula, se hizo evidente que no estaba casado. Él tenía un deseo por
seguir a Dios y se dio cuenta que necesitaba cambiar. Al pasar del
tiempo, se arrepintió, se involucró en la ruta de capacitación, y dio
pasos por cambiar su situación. Dejó de vivir con esta mujer, inició
las consejerías pre-matrimoniales, y al final se casó con ella en la
iglesia. Posteriormente ellos abrieron un grupo celular.

Lawrence Khong dice en su libro, The Apostolic Cell Church (La


Iglesia Celular Apostólica),

Durante años pastoree exitosamente una iglesia bautista


tradicional. Era relativamente fácil organizar a la iglesia
para los servicios de adoración, las clases de escuela
dominical, y para muchas reuniones de camaradería de
diferentes grupos de edades. La mayor parte de la
actividad se centraba en dar una enseñanza dentro de un
aula. El más grande desafío, la mayoría de veces era hacer
una buena presentación, ya fuera de un sermón o de una
lección de una clase. La situación es mucho más
demandante cuando se trata de una iglesia celular (nota 8).

Cuando Khong dice “mucho más demandante”, él se refiere a llegar


a la raíz de los problemas de las personas y ayudarles a cambiar. La
buena noticia es que el pastor principal no tiene que resolver todos
los problemas de la iglesia. Su rol principal es equipar a los líderes
para que pastoreen la iglesia, y ayudarles a otros a ser como Cristo.

Mito: Todos los Pastores Deben Dirigir Grupos Celulares

Cuando un pastor está dirigiendo un grupo celular o parte de algún


equipo de liderazgo, él tiene una autoridad adicional con su
congregación. El pastor puede conectar el mensaje del domingo con
las necesidades de una persona en la congregación.

Dios me mostró esta verdad por primera vez mientras estaba en


Ecuador. Acababa de regresar a Ecuador después de investigar
iglesias en crecimiento alrededor del mundo. Descubrí una
manifiesta debilidad: todos los roles de supervisión en el mundo de
la iglesia celular fueron removidos de la vida celular. Un líder
fructífero abandonó la batalla celular para supervisar a aquellos en
las líneas del frente.

En la Iglesia República, en Quito, Ecuador, decidimos cambiar esto.


Les solicitamos a todo el personal que dirigiera una célula(o que la
co-dirigieran) mientras supervisaban una red de grupos celulares.
Teníamos mucha más autoridad, y el respeto de los otros miembros
de la iglesia celular porque nos quedamos en las líneas del frente. Y
debido a que funcionó tan bien, en todos mis escritos y seminarios
comencé a animar a pastores a que dirigieran grupos celulares. No
obstante ¿Deberían dirigir grupos celulares todos los pastores?

Verdad: No Todos los Pastores Dirigirán un Grupo Celular.


Evite el Legalismo de la Iglesia Celular

Algunos pastores no dirigen grupos celulares y aun así son grandes


líderes visionarios.

La Biblia guarda silencio referente al tema sobre si un pastor deba


dirigir un grupo celular. Donde la Biblia guarda silencio, nosotros
también debemos guardarlo. Tal como lo mencioné anteriormente,
yo solía impulsar este concepto fuertemente pero desde entonces he
retrocedido. Aunque todavía la considero una gran idea, a veces es
mejor que el pastor principal dirija un grupo celular por algún
tiempo, y que luego pase alguna temporada supervisando a los
líderes de células, o en una iglesia más grande, supervisando a los
supervisores de los líderes.

En otras ocasiones, el pastor principal podría decidir que lo mejor


sea simplemente asistir a un grupo celular o formar parte de un
equipo de liderazgo celular.
Jamey Miller, quien plantó su iglesia mediante la dirección de una
célula, se tomó un descanso del liderazgo celular. Pero luego decidió
retomar el liderazgo celular para mantenerse en contacto con las
personas de su vecindario.

Si bien es cierto que animo a los pastores a que dirijan un grupo


celular, siempre hay otras alternativas para mantenerse en la batalla.

Mito: Si fracasas, Prueba Otra Cosa

Conozco pastores que probaron con el ministerio de la iglesia


celular, fallaron, y luego se convirtieron en críticos de la iglesia
celular. Ellos dicen, “ah sí, probé con la iglesia celular, y no
funcionó”. O tal vez podrían decir, La iglesia celular funciona de
maravilla en Latinoamérica, pero no aquí en mi ciudad”. Pero lo que
sucede a menudo es que estos pastores no continuaron intentándolo.
Ellos no estuvieron dispuestos a hacer correcciones a mediano
plazo, como buscar un supervisor, visitar otra iglesia celular, o leer
literatura relevante sobre la iglesia celular.

Verdad: Fracasar te Conducirá a Descubrir lo que Mejor


Funciona en tu Contexto

Ya sea que cometas errores o que fracases por completo, los


pastores que triunfan en el ministerio celular continúan
perseverando y no se dan por vencidos. Ellos practican el título del
libro de John Maxwell, Failing Forward (El lado positivo del
fracaso) al seguir adelante aún después de un fracaso. Cometer
errores es parte de la vida. Rara vez nos salen bien las cosas a la
primera. Muy a menudo tampoco nos salen bien en la tercera, o
cuarta vez. De hecho crecemos y maduramos a través de las pruebas
y de los errores que cometemos. El fracaso es la puerta trasera del
éxito y Dios bendecirá nuestros esfuerzos.

Henry Cloud y John Townsend escribieron un excelente libro


llamado Boundaries (Límites) Ellos dicen que,

Él [Dios] quiere que nosotros seamos emprendedores y


activos, buscando y tocando a la puerta de la vida. La
gracia de Dios cubre el fracaso, pero no puede compensar
la pasividad. Nosotros tenemos que hacer nuestra parte. El
pecado que Dios reprende no es el de intentar y fallar, sino
el de no intentar. Intentar y fallar, e intentar otra vez, a eso
se le llama aprender. El no intentar no nos traerá un buen
resultado (nota 9).

Tienes que fracasar más de una vez antes que te salgan bien las
cosas. Proverbios 24:16 dice: “Porque siete veces cae el justo, y
vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal”.

La ruta de capacitación de la iglesia celular, por ejemplo, rara vez es


perfeccionada a la primera. Un pastor y un equipo de liderazgo
deberá hacer numerosas auto-correcciones a fin de perfeccionar la
ruta de capacitación. Lo mismo es cierto para cualquier área del
ministerio celular como la supervisión, el lanzamiento de la visión,
mantener las estadísticas, establecimiento de metas, evangelización,
y hacer discípulos.

Cada vez que pienso en darme por vencido, soy animado por
aquellos que superaron el fracaso a través de la persistencia:

Cuando Thomas Edison inventó la bombilla


eléctrica, hizo más de dos mil experimentos antes
que la hiciera funcionar. Un joven reportero le
preguntó qué se sentía fallar tantas veces. El
respondió, “Nunca fallé ni una sola vez. Yo inventé
la bombilla eléctrica. Solamente que resultó ser un
proceso de dos mil pasos”.
Winston Churchill aplazó el sexto grado. No se
convirtió en primer ministro de Inglaterra hasta que
tuvo sesenta y dos años, y luego después de toda
una vida de derrotas y adversidades, sus más
grandes contribuciones llegaron cuando él ya era un
“ciudadano de la tercera edad”.
Albert Einstein no habló hasta los cuatro años, y no
leyó hasta los siete años. Su profesor lo describió
como “mentalmente lento, antisocial, y perdido para
siempre a la deriva en sus tontos sueños”. Fue
expulsado y rehusaron su admisión en la Escuela
Politécnica de Zúrich.
Después de años de progresiva pérdida de la
audición, a los cuarenta y seis años el compositor
Alemán Ludwig van Beethoven estaba
completamente sordo. Sin embargo, él escribió su
mejor música—incluyendo cinco sinfonías, durante
sus últimos años.
Rafer Johnson, el campeón del decatlón, nació con
un pie equinovaro, o pie retorcido.
Babe Ruth fue ponchado mil trescientos treinta
veces, pero él también hizo setecientos catorce
jonrones (nota 10).

No te preocupes por los resultados fallidos. Preocúpate por las


oportunidades que pierdes cuando ni siquiera lo intentas. La mayoría
de cosas buenas surgen de probar y de hacer correcciones a mediano
plazo. Si esperas intentar hasta que todo sea perfecto, lo más
probable es que nunca lo logres. “Pero espérate un momento,” tú
podrías decir. “Yo quiero que todo sea perfecto aun antes de
intentarlo”. Lo siento mucho, no funciona así. Nosotros aprendemos
de nuestros errores.

Capítulo 5: Enfoque Celular Mitos y Verdades

Estimado pastor Abe Huber,

Parece que su iglesia verdaderamente ha aprendido a hacer que los


grupos celulares funcionen. He leído una gran cantidad sobre el
tema y he reunido muchas opiniones, pero me gustaría escuchar
cuál es su perspectiva desde el punto de vista de un pastor
experimentado. Quiero pastorear de una mejor manera a mi gente y
conducirlos a los grupos celulares, pero no quiero forzarlos a
entrar en una estructura contra sus voluntades. ¿Tiene algún
consejo para mí?

Muchas bendiciones,

Pastor Francisco

_____

Estimado Pastor Francisco,

Puedo sentir que tienes el corazón de un pastor, y que tú


verdaderamente quieres cuidar de tu gente. Al mismo tiempo estoy
seguro que quieres alcanzar a más personas para Jesús. Bueno te
tengo buenas noticias. Si tú de verdad discípulas a las personas que
Dios te ha dado, ellas de manera natural atraerán a nuevas
personas al rebaño. ¡Las ovejas saludables de manera natural dan
a luz corderitos!

En mi experiencia, la clave para tener grandiosas células es tener


un grandioso discipulado.

La gran pregunta es: ¿Cómo podemos garantizar que todos serán


cuidados y verdaderamente discipulados? Para iniciar un proceso
de discipulado en tu iglesia, tú tienes que tomar la iniciativa y ser
un ejemplo.

Ante todo, tú como pastor que eres, necesitas tener un


mentor/discipulador a quien le puedas rendir cuentas de tu vida
espiritual. Me refiero a alguien que pueda orar contigo y
aconsejarte. Esta persona debe ser alguien a quien admiras, quien
además es respetado por tu congregación, y quien te da cobertura
espiritual.

Siempre es más fácil que la iglesia entera quiera ser discipulada,


una vez que tienes a esta persona que te discipula a ti. Luego tú
debes comenzar a discipular a algunos de tus hombres clave, uno a
uno. Invierte tiempo de calidad con ellos, ayudándoles con su
relación con El Señor, y con su relación con su familia.
A medida que este discipulado continúe, tú podrás convertirte en un
verdadero mentor para estos hombres, discipulándolos (uno a uno,
y en un ambiente de grupo). En tu tiempo de discipulado, tú podrás
hacerles muchas preguntas sobre sus discípulos, y les podrás
ayudar a que ellos también traigan salud espiritual a sus discípulos.

También es muy importante que tus discípulos clave se conviertan


en líderes y supervisores de tus células.

Tu tiempo de discipulado con ellos incluirá que les enseñes como


mentor, a dirigir efectivamente, a multiplicar, y a supervisar sus
células.

Los supervisores discipulan a los líderes de células, y los líderes de


células discipulan a los aprendices. Los aprendices discipularán a
los miembros de las células, y los miembros de las células
discipularán a otros miembros.

Tú y tus discípulos deben recordar lo siguiente: Nuestra prioridad


no es multiplicar las células. Más bien, la multiplicación celular es
la consecuencia natural de hacer discípulos efectivamente. Nuestra
prioridad es hacer “discípulos que hagan discípulos”. Como líderes
debemos estar reproduciendo nuevos líderes. ¡Si tus discípulos son
líderes de células, y si ellos están siendo efectivos en su discipulado,
ellos definitivamente estarán reproduciendo nuevos líderes de
células!

Sin embargo, amorosamente, tengo que recordarte, que tú sólo


puedes reproducir en otros lo que primero ha sido reproducido en
ti. Solamente puedes dar a luz a nuevos líderes, si permites
humildemente que alguien más hable a tu vida, y si permites que
“los dolores de parto” de Cristo se den en ti. Serás un buen
discipulador, solamente si primero tú te conviertes en un buen
discípulo. Por eso es tan crucial que modeles el discipulado. Tus
líderes clave y miembros de la iglesia también querrán ser
discipulados y tener un mentor, al ver cuánto valoras a tu
discipulador y cuánto recibes de él.

¡Creo que esto sólo es el comienzo de una revolución del


discipulado que te transformará a ti, y a tus ministerios!
Oro porque la bendición de Dios esté sobre ti,

Pastor Abe Huber, Pastor General de la Igreja de Paz, una iglesia


celular de cincuenta mil personas, con una red adicional de
quinientas iglesias.

Mito: La Iglesia Celular Trata Sólo Acerca de la Célula

La mayoría de personas jamás acusarían a la iglesia celular por no


enfocarse en la célula. Después de todo, aquellos que están dentro
del movimiento celular están de acuerdo con que la célula es la joya
de la corona. Todos los demás sistemas celulares proceden de la
célula, y esta se merece el rol central. Pero ¿Sería posible
enamorarse y enfocarse demasiado en la célula? ¿Habrá otras
prioridades más importantes?

Verdad: La Meta de la Iglesia Celular es Hacer Discípulos

La escritura es clara en San Mateo 28:18-20 cuando dice que la


iglesia ha sido llamada para hacer discípulos. Jesús nunca le dijo a la
iglesia que fuera e iniciara células. En vez de eso, les dijo que
hicieran discípulos a todas las naciones. Algunas personas creen que
soy un fanático de las células. Yo los sorprendo cuando les digo que
no me apasionan las células en sí. Más bien mi enfoque se encuentra
puesto en hacer discípulos. El propósito de Dios es hacer discípulos
que hagan otros discípulos.

Entonces, ¿Qué tiene que ver esto con la célula? Yo creo que la
célula es el mejor vehículo para hacer discípulos que hagan otros
discípulos (multiplicación).

Jesús mismo modeló esta verdad al mundo cuando escogió a doce


hombres y vivió con ellos por tres años en una pequeña comunidad.
Él discipuló a sus doce dentro de un ambiente donde les podía dar
suficientes instrucciones prácticas e interactuar con ellos. La
mayoría de enseñanzas de Cristo fueron sobre narraciones
descriptivas de la vida real, y cuando los discípulos maduraron estos
fueron capaces de dirigir la iglesia.

Los discípulos continuaron haciendo otros discípulos en ese mismo


ambiente. Cuando el Espíritu de Dios descendió en el día de
Pentecostés, los discípulos estaban en el aposento alto de una casa
en Jerusalén. El Espíritu descendió de manera asombrosa, y los
discípulos de Jesús comenzaron a reunirse de casa en casa. Los
creyentes se reunían en casas donde podían amarse unos a otros,
practicar la hospitalidad y continuar la obra de Jesús. Aunque el
tiempo que estuvieron con su maestro los influenció para reunirse de
casa en casa, también era parte de su herencia judía que venía de la
época de Jetro cuando aconsejó a Moisés a dividirse en grupos de
diez.

Los mismos discípulos que fueron alimentados con el ministerio de


casa- en- casa, esparcieron el evangelio plantando iglesias en las
casas y enlazándolas con las reuniones de celebración cuando les era
posible (Hechos 2:42-46).

La célula tiene todos los elementos necesarios para levantar


ministros. Las células son mini-iglesias. Los líderes de célula
efectivos pastorean, evangelizan, capacitan, aconsejan, animan,
escuchan, y desafían a los seguidores de Cristo. Aquellos que
dirigen células, hacen lo que hacen los pastores.

Jesús no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate


por muchos (Hechos 2:42-46). Dirigir una célula trata sólo sobre
dar, aun cuando las personas no devuelvan nada. Es acerca de
ejercitar el amor agape sin esperar recibir nada a cambio.

No conozco un mejor ambiente para hacer un discípulo que haga


otro discípulo que el ministerio celular. La manera más efectiva de
capacitar a futuros discípulos es en el contexto de la célula, y no
dentro de la atmósfera del servicio grande de celebración. Hablar,
cantar, o dar un anuncio frente a una gran multitud puede ser una
experiencia escalofriante. El servicio de celebración no es un lugar
para practicar y cometer errores.

Los programas y ministerios dentro de la iglesia no capacitan a los


discípulos efectivamente. Estos no hacen énfasis en la
transformación de la vida y en cambiar los valores, no así en un
ambiente de grupo pequeño en el cual existe una relación de dar y
tomar. En la célula todos pueden ministrar, y de hecho todos son
ministros. Juan dijo en Apocalipsis 1:5-6, “Al que nos amó, y nos
lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y
sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos. Amén”.

En el grupo celular, los miembros aprenden cómo llegar donde están


los no-creyente, aconsejar a un miembro que esté en pecado,
escuchar las necesidades de los demás, o visitar a alguien que
recientemente ha dejado de asistir. El ambiente celular le permite a
la persona ministrar a otros, y en el proceso tener un crecimiento
personal.

Mito: Visualice a todos en la Iglesia como Lideres

Muchas de las iglesias celulares en crecimiento le piden a cada


persona que entre en la ruta de capacitación para convertirse
eventualmente en líder. Inmediatamente vi esto como un adelanto
positivo a favor de la meta de asistencia y lo promoví en mi primer
libro. Home Cell Group Explosion (La Explosión de los Grupos
Celulares en los Hogares) y luego después en el libro Leadership
Explosion (Explosión del Liderazgo). Después de todo Jesús dijo en
San Mateo 9 que la mies es mucha y los obreros pocos. Levantar
nuevos grupos celulares es una grandiosa manera de levantar nuevos
líderes. Pero ¿Deben todos convertirse en líderes?

Verdad: Todos Deben Ser Hacedores de Discípulos

En el año 2001 empecé a supervisar pastores en el ministerio basado


en células. Un pastor en particular era un dotadomaestro. Él era muy
analítico y luchaba con la palabra líder. Él no aceptaba las
respuestas fáciles que yo le daba, sino que quería asegurarse que el
ministerio celular fuera bíblico y que los términos a utilizar también
provinieran de la Biblia. Nosotros como equipo supervisor
luchábamos por horas con la palabra líder.
A David le parecía que la palabra discípulo cuadraba mejor con la
Biblia que la palabra líder. Yo había estado usando la palabra líder
por tanto tiempo y hasta había titulado un libro Explosión del
Liderazgo. Más sin embargo, también mi desilusión con la palabra
había crecido, a causa de que tantos han mal interpretado el rol del
líder con aquella persona que controla y domina.

Jesús transformó esta noción al decirles a sus discípulos que el más


grande sería el que más sirviera (San Lucas 22:26). Se quitó su
manto y les lavó los pies a sus discípulos para modelarles
servidumbre. Pero muchas personas olvidan esto y piensan del
liderazgo en términos de poder y autoridad. Muchos, entonces, se
sienten demasiado tímidos para el rol del liderazgo y se apartan pues
se sienten incompetentes.

He llegado a la conclusión que en vez de tratar de re-interpretar la


palabra líder continuamente, lo mejor es utilizar un término más
bíblico como discípulo o labrador de la mies, para describir el
liderazgo dentro del ministerio celular.

Fui confrontado con este tema al supervisar a Jim Corley, un pastor


de Tucson, Arizona. La declaración de la misión de CrossPoint
Community Church (CCC) (Iglesia Comunitaria de Cross Point) era
la de preparar discípulos que hicieran discípulos, aunque en realidad
ellos no tenían una manera para definir cómo debía verse un
discípulo.

El pastor Jim Corley y mi persona, ambos estuvimos de acuerdo con


que el discípulo es un seguidor de Cristo, pero necesitábamos saber
cómo se vería en la práctica en el paradigma de la iglesia celular.
Corley y sus líderes principales se sentían incómodos con la idea de
que un discípulo sólo era un líder de célula, y yo entendí su
incomodidad.

Dios nos dio sabiduría para descifrar cómo definir a un discípulo en


el paradigma de la iglesia celular. Yo le sugerí a la iglesia definir a
un discípulo de la siguiente manera:

Discípulo D-1 (miembro de la célula y de la ruta de


capacitación). El primer paso es que una persona
esté en la célula y participe en la ruta de
capacitación. En este proceso, la persona es
bautizada y se le enseña a obedecer todas las cosas
que Cristo ha ordenado (San Mateo 28:1820). Los
pasos clave en el proceso de capacitación incluyen
la enseñanza doctrinal, la santidad, el bautismo,
evangelismo y la preparación para ministrar a otros.
Discípulo D-2 (participación activa en el grupo
celular) El próximo paso es que el discípulo
practique lo que él o ella está aprendiendo. El
término Discípulo D-2 define a una persona que está
en una célula dando el próximo paso hacia la ruta de
capacitación, y de hecho ayudando en el grupo
celular. Dicha persona está jugando un papel
importante en el grupo celular.
Discípulo D-3 (líder de célula o alguien que forma
parte de un equipo de liderazgo celular). El
siguiente paso es que el discípulo reúna a personas y
dirija un grupo celular, ya sea individualmente o
como parte de un equipo. El discípulo ha reunido a
amigos y a la familia y está siendo un facilitador
dentro del grupo celular o es uno de loslíderes del
equipo plantador de células. Él o ella se ha graduado
de la ruta de capacitación.
Discípulo D-4 (líder multiplicador). Esto es cuando
el líder ha desarrollado a otro discípulo que a su vez
está dirigiendo su propio grupo celular, o a una
parte del equipo de liderazgo celular (ha pasado por
el proceso D-1 hasta el D-3). Yo llamaría a un líder
multiplicador un discípulo D-4.

Por supuesto que la numeración D no tiene que parar con el


discípulo D-4. De hecho, Jim Corley añadió el rol de plantador de
iglesia, y el de pastor. El propósito central de la numeración D1-4 es
definir más específicamente cómo podría ser un líder en una iglesia
celular.

Por ejemplo en mi propio grupo celular de hombres. Matt llegó a la


célula como un discípulo D-1. Él aceptó a Jesús cuandoera niño pero
hasta recientemente ha dedicado su vida a Él. Matt se convirtió en
un discípulo D-2 al pasar por la ruta de capacitación, y participar
activamente en la célula, inclusive dirigiendo la célula en múltiples
ocasiones. Cuando Matt concluyó la capacitación, le entregué el
grupo y se convirtió en un discípulo D-3. En ese momento me
convertí en el supervisor de Matt. Nos encantaría que Matt
continuara con el proceso y finalmente multiplicara otro discípulo
que fuera un facilitador para otro nuevo grupo, y así convertirse en
un discípulo D-4.

En 1ª Juan 2:12-14, Juan habla sobre la progresión de fe, como la de


un niño, hacia una fe madura de un padre. El discipulado en la
iglesia celular toma a pequeños niños y busca ayudarles a
convertirse en discípulos maduros.

Tomar la responsabilidad de un grupo celular le proporciona a un


hacedor de discípulos un maravilloso espacio para ministrar a otros,
mientras madura en su fe. Dar nacimiento a un nuevo grupo celular
proporciona nuevos desafíos de discipulado, nuevas habilidades, y
cumple con la visión de Jesús de hacer discípulos a todas las
naciones. Algunos llevarán la comisión de Cristo a otro nivel y se
convertirán en plantadores de iglesias y en misioneros en otras
partes del mundo.

Capítulo 6: Grupo Celular Mitos y Verdades


Estimado Robert Lay,

Estoy muy impresionado con su ministerio en Brasil, y con su labor


que ha sido como punta de lanza para el aprovisionamiento de
recursos del creciente movimiento de la iglesia celular de Brasil.
Parece que la visión celular tiene raíces profundas en su país, y que
usted y su equipo han trabajado muy duro para desarrollar esas
raíces. ¿Cuál cree que sea la razón más fundamental por la que se
establecieron estas raíces? ¿Cuál es el mensaje central que ha
establecido esta visión en las iglesias de Brasil?

Gracias por su tiempo, Pastor Eduardo

_____

Estimado pastor Eduardo,

Permítame responderle con una creencia medular que ha


establecido la visión celular en Brasil: la célula es la iglesia. La
célula no es un agregado. No es una opción entre muchos
ministerios. No es un grupo inferior que se encuentra a la sombra
de la verdadera iglesia. Es la iglesia.

Puedo declarar esto con completa confianza y establezco esta


creencia en nuestras iglesias, no porque sea una buena estrategia,
sino porque Jesús es el modelo para la Iglesia. Él enseñó sobre las
buenas nuevas del Reino de Dios, un nuevo estilo de vida aquí y
ahora. Él le enseñó a su iglesia cómo seguirle, cómo renunciar a
sus profesiones y aprender de Él. A los pescadores les dijo, “Dejen
de pescar peces, yo les enseñaré a pescar a los verdaderos peces”.
Yo les enseñaré y les mostraré cómo sanar, echar fuera demonios,
proveer consuelo y demostrar amor.”

Su estrategia era la de relacionarse con las personas donde estas


vivieran. Él le enseñó a su célula de discípulos a solventar las
necesidades de las personas en los hogares y en las calles. Jesús
siempre estaba con su pueblo, muy a menudo en el camino. En el
camino conoció a Zaqueo, al ciego, al cojo, al enfermo, y a todos
aquellos con necesidades. Su ministerio no tenía una dirección, una
oficina, un salón de clases, o edificios.

Su célula era una unidad de combate para enfrentarse con el


enemigo en el frente de batalla. Es la Ecclesia, la iglesia en
movimiento. Su célula, que era la iglesia, no estaba involucrada en
una guerra virtual. Su iglesia se relacionaba, era relacional, no
institucional. Lidiaba con la vida real y con temas terrenales. Como
lo dice Bill Beckham, “La iglesia es una eficiente arma de
combate”.
Jesús también nos provee la correcta estructura de la iglesia. Él la
organizó en grupos de 3, 12, 70, y 120. Cada una de estas cifras
tenía tareas específicas a realizar. Jesús era un grandioso estratega,
y nos proporcionó el modelo correcto.

Por lo que podemos concluir que la célula es tan iglesia, como lo es


el servicio de celebración. Es el cuerpo de Cristo hoy, para cumplir
con la tarea de difundir las buenas nuevas del Reino a todas las
naciones. Las células son sus pies, sus manos, y sus ojos que
ministran al necesitado, al pobre, al prisionero, y al enfermo. La
célula es el nuevo odre diseñado por Jesús. Si queremos mantener el
nuevo vino, el evangelio de la salvación gratuita, será mejor que
utilicemos el odre adecuado para contenerlo.

Oro porque captures la visión de la vida celular y permitas que


fluya a través de tu iglesia.

Que Dios te bendiga abundantemente,

Robert Lay, pastor y movilizador del movimiento celular en Brasil.

Mito: Las Células son una extensión del Servicio Dominical

Cuando empecé a investigar las iglesias celulares, las veía como


extensiones de la verdadera iglesia que se reunía los domingos por la
mañana. En ese entonces creía que las células eran simplemente
medios para hacer crecer a la verdadera iglesia. Como muchos
pastores, veía el servicio de celebración como la verdadera iglesia.

En las sociedades occidentales, la norma es el servicio de domingo


por la mañana, no sólo por la herencia protestante, sino porque las
personas no tienen tiempo para más que un servicio. Muchas iglesias
orientadas al servicio del domingo harán énfasis en grupos
pequeños, pero en la realidad, los grupos pequeños son sólo uno de
los muchos programas. Estos son vistos como un extra-opcional, no
como algo esencial. La persona es libre de unirse a un grupo
pequeño o a un ministerio en la iglesia. A cada actividad se le pone
el mismo énfasis a fin de mantener funcionando bien el servicio del
domingo. Los grupos pequeños son sólo una manera de hacer que
las personas sigan regresando.

Verdad: La Célula es la Iglesia

El lugar más común de reunión de la iglesia primitiva era la casa. Al


leer las epístolas, una y otra vez vemos a la iglesia en la casa. Aquí
hay algunos ejemplos:

Romanos 16:3-5: Saludad a Priscila y a Aquila, mis


colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su
vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias,
sino también todas las iglesias de los gentiles.
Saludad también a la iglesia de su casa.
1ª Corintios 16:19: Las iglesias de Asia os saludan.
Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa,
os saludan mucho en el Señor.
Colosenses 4:15: Saludad a los hermanos que están
en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su
casa.
Filemón 2: y a la amada hermana Apia, y a Arquipo
nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está
en tu casa.

La mayoría de cartas del Nuevo Testamento fueron escritas a las


iglesias, en las casas, del primer siglo. Cuando Pablo, por ejemplo,
escribió acerca de creyentes sirviéndose unos a otros, y esperándose
unos a otros durante la santa cena, imagínense esto dentro del
contexto de un hogar. Cuando Pablo expone sobre la operación de
dones espirituales, visualiza un ambiente de iglesia en una casa.
Cuando él resalta el rol que debe tener cada miembro en el cuerpo
de Cristo, imagínate la cálida atmósfera de la iglesia primitiva en
una casa. John Mallison escribe, “Es casi seguro que cada mención
de una iglesia local o de una reunión, ya sea para adorar o para tener
confraternidad, es en realidad una referencia a una reunión de iglesia
en una casa” (nota 11).
Hadaway, S. Wright y DuBose añaden, “Desde el principio, parece
que fueron los hogares los lugares para las dimensiones más
perdurables de la vida de la iglesia primitiva” (nota 12).

Cada vez que les era posible las iglesias en las casas se reunían para
hacer sus celebraciones. En 1ª de Corintios, Pablo escribe a la iglesia
en la ciudad de Corinto (versículo 2), pero luego en el capítulo
16:19, él escribe a la iglesia en la casa de Priscila y de Aquila.

El Nuevo Testamento nunca define a la iglesia en términos de


edificios, predicadores, o un lugar. Define a la iglesia de una manera
bien simple. En mi libro, Planting Churches that Reproduce
(Plantando Iglesias que se reproducen), dedico un capítulo a la
definición de la “iglesia”. Después de examinar la evidencia, creo
que hay cuatro principios básicos que definen lo que es una iglesia:

Primero, la iglesia debe tener más de tres personas tal como se


menciona en San Mateo 18:15-35.

Segundo: Las personas en la iglesia deben rendirle cuentas al


liderazgo ordenado por Dios. Esto significa que los líderes van a
conocer a los miembros, y los miembros tendrán una relación con
los líderes. Hebreos 13:17 es claro al decir, “Obedeced a vuestros
pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no
quejándose, porque esto no os es provechoso.” Darle cuentas al
liderazgo requiere de un compromiso con la iglesia (1ª Corintios 5;
Gálatas 6:1-2).

Tercero, Las escrituras lo hacen ver claramente que una iglesia


necesita operar bajo el señorío de Cristo. Como Señor, Jesucristo es
el salvador de la iglesia. La iglesia sirve a Cristo. Cristo murió y
resucitó para ser Señor de ambos, tanto de los muertos como de los
vivos. Un grupo de personas reunidas no es una verdadera iglesia a
menos que Jesús sea El Señor.

Cuarto: Las iglesias deben participar de ambos sacramentos, del


bautismo y de la cena del Señor (Ver Mateo: 28:18-20; 1ª Corintios
11).
Cuando mi grupo de hogar se reúne, es la iglesia misma reunida.
Tenemos un liderazgo ordenado por Dios, nos reunimos
regularmente, leemos la palabra de Dios, y participamos de los
sacramentos—a veces en los grupos de hogar, y en otras ocasiones
cuando todos los grupos de hogar se reúnen para tener una
celebración en conjunto. Nosotros estamos bajo el señorío de Cristo
y nos rendimos cuentas unos a otros. Es una reunión muy sencilla—
sencilla y reproducible.

Mito: Las Células Deben abarcar a Todos los Grupos Pequeños

En el libro The Seven Deadly Sins of Small Group Ministry (Los


siete Pecados Capitales del Ministerio de Grupos Pequeños)
Robinson y Donahue, dicen que es un pecado describir a un grupo
pequeño muy limitadamente. De acuerdo con los autores, a todos los
grupos pequeños se les debe dar igual tratamiento, ya sea un grupo
de ujieres, diáconos, un grupo celular normal,
o el ministerio de las prisiones.

Ted Haggard escribió un libro llamado Dog Training, Fly Fishing,


and Sharing Christ in the 21st. Century (Entrenando perros,
pescando con moscas, y compartiendo a Cristo en el siglo 21) en el
cual declara que los grupos celulares son muy limitados y necesitan
ser reinterpretados para adaptarse a una mentalidad más amplia.

Estos son sólo dos ejemplos, de aquellos que enseñan que los grupos
pequeños o las células son lo que tú quieras que sean.

Algunas iglesias se toman la libertad de reunirse regularmente sólo


una vez por mes, se dividen al final del semestre, o cierran todos los
grupos durante ciertos períodos. ¿Deberían considerarse grupos
celulares todos los grupos?

Verdad: Comience con una Definición de Calidad de la Célula

Como las primeras iglesias en las casas, las iglesias celulares de los
tiempos modernos creen que la célula es la iglesia y que merece una
definición de calidad. A partir de mi investigación sobre las iglesias
celulares en crecimiento alrededor del mundo, he llegado a la
siguiente definición:

Las células son grupos de tres a quince personas que se


reúnen semanalmente fuera del edificio de la iglesia con el
propósito de evangelizar, de estar en comunidad, y de
tener crecimiento espiritual con la meta de hacer
discípulos que hagan discípulos, lo cual resulta en la
multiplicación de la célula.

La multiplicación simplemente le da al discípulo el trasfondo para


que ministre. El Centro Cristiano de Big Bear define a sus grupos
celulares de forma similar pero con un énfasis diferente:

En el núcleo del Centro Cristiano de Big Bear existen


grupos de vida, de tres a quince personas que se reúnen
semanalmente por todos los alrededores del Valle de Big
Bear. Empoderados por el Espíritu Santo a través de la
oración, su propósito es hacer discípulos a través del
crecimiento espiritual, de vivir en comunidad, y de hacer
evangelismo, resultando de todo esto la multiplicación del
grupo.

Las células tienen mucha libertad con relación a escoger dónde


reunirse, la lección que seguirán, su homogeneidad, nivel de
participación, y cómo se llamarán a sí mismas. Sin embargo, dado
que la célula es la iglesia, es fundamental que las células mantengan
un alto nivel de calidad.

Las células deben mantener un fino balance entre flexibilidad (por


ejemplo, con su ubicación geográfica, nombre, homogeneidad,
lección, participación, etc.) y calidad (por ejemplo: definición clara).

Disminuir la calidad de la célula causará al final que toda la


estrategia de la iglesia celular se derrumbe y eventualmente se
desintegre.

Muchos han criticado el requisito de que la célula se reúna


semanalmente. ¿Por qué no se reúnen de vez en cuando? El libro de
Jim Egli y Dwight Marble de 2011, Small Groups, Big Impact
(Pequeños Grupos, Gran Impacto), puso al descubierto las razones
claves para tener reuniones semanales. Los autores encuestaron a
más de tres mil líderes de grupos pequeños en veintiún países,
utilizando un instrumento de encuesta y entrevistas para descubrir
aquellas cosas correctas que los grupos debían hacer para ser
evangelistas efectivos. Uno de los factores fue la necesidad de los
grupos pequeños para reunirse semanalmente.

Ellos querían saber si hace alguna diferencia cuan a menudo un


grupo pequeño se reúna. La investigación reveló que hace una
tremenda diferencia. Los grupos que se reúnen cada semana
experimentan dramáticamente más salud y crecimiento que los
grupos que se reúnen cada dos semanas.
Los autores escriben lo siguiente:

Básicamente, nos dimos cuenta que no pasa mayor cosa en


un grupo que utiliza el formato de cada dos semanas. ¿Por
qué? Una vez más, el estudio revela el que, pero no el por
qué. Sin embargo, habiendo estado involucrados en
pequeños grupos por más de veinticinco años, no creemos
que sea difícil descifrarlo. El problema principal con un
grupo de cada-dos-semanas, es que la mayoría de personas
no pueden asistir a todas las reuniones. Los conflictos con
el horario, enfermedades, compromisos familiares, los
programas escolares, y los proyectos laborales, son
algunas razones que evitarán que puedan asistir a todas las
reuniones. Digamos que la persona promedio faltará al
grupo pequeño una vez al mes o menos. Si tú y yo
estamos en el mismo grupo, y tú faltas a la primera
reunión este mes y yo falto a la siguiente, pueda que sólo
nos veamos cada seis semanas o menos. Reunirse cada dos
semanas hace que sea bien difícil formar relaciones
cercanas y significativas. Si estás actualmente en un grupo
que se reúne cada dos semanas, tal vez quieras revaluar
con el grupo sobre la posibilidad de comenzar a reunirse
cada semana, o al menos tres veces al mes. Otra
alternativa sería complementar tus reuniones de cada dos
semas con una reunión mensual adicional que sea
orientada a tener esparcimiento y a invitar. Si estás
iniciando un nuevo grupo, recomendamos que planees que
tu grupo se reúna semanalmente, teniendo en cuenta que
debes variar el formato de tus reuniones para que de
manera consistente dentro de tu combinación de
actividades estés organizando eventos como fiestas,
comidas al aire libre, y proyecciones misioneras o
ministeriales (nota 13).

Definir a la célula con una definición de calidad ayudará a asegurar


(no a garantizar) que los miembros también tengan una experiencia
de calidad. Cada parte de una definición saludable debe contribuir
con la verdad que la célula es la iglesia. Algunas personas vendrán a
la célula antes que asistan a un servicio de celebración (la reunión de
las células en un lugar específico). Estos miembros sólo-celulares,
necesitan experimentar la verdadera iglesia de Jesucristo.

Mito: Todos los Grupos Deben ser Homogéneos

En 1998, la Misión Carismática Internacional, en Bogotá, Colombia


encontró el éxito en la conversión de sus células a distintas
categorías: de hombres, jóvenes, y niños. Esta nueva categorización
le dio a MCI una nueva vitalidad y crecimiento. La iglesia comenzó
a enseñarles a sus iglesias de la red que este cambio era el “nuevo
modelo”, el nuevo camino a seguir por todas las iglesias de la red.

Ellos comenzaron a promover esta nueva idea como el secreto de su


éxito. Las células familiares estaban fuera, las estrictas categorías
homogéneas dentro.

Algunas iglesias comenzaron a aceptar esta nueva “forma


homogénea”, como la única manera de realizar el ministerio celular.
Estas iglesias creyeron que esta era la nueva manera de hacer crecer
a sus iglesias y aceptaron incondicionalmente este modelo. También
empezaron a impulsar este nuevo formato como la nueva ola que
debían utilizar todas las iglesias celulares— esto, si querían crecer y
prosperar.

Verdad: Permita que la Homogeneidad se Desarrolle


Naturalmente Mientras se Multiplican las Células
Cuando una iglesia encuentra algo que funciona, a menudo lo
promueve con otros como la nueva clave, la manera para ser
exitosos. Es tan fácil abandonar los principios a favor de una nueva
técnica.

No obstante, la homogeneidad no debería ser el enfoque principal.


Más bien, debería fluir de manera natural a medida que surjan las
necesidades. Yo les indico a las iglesias que primero empiecen con
una clara definición para asegurar la calidad del grupo. Después de
establecer una clara definición para todos los grupos, la
homogeneidad fluirá de manera natural.

Tengo una especial afinidad con la familia porque la familia es la


base de la sociedad y se encuentra hoy en día en una desesperada
necesidad de ser sanada. Muchas células les permiten a los niños
estar presentes a fin de subrayar el hecho de que la iglesia de
Jesucristo es ciertamente una familia.

El grupo familiar, sin embargo, no es la única manera de organizar


el ministerio celular. Digamos que haya una persona en un grupo
celular familiar que se sobrepuso a la adicción a las drogas. Esta
persona decide que quiere iniciar un grupo celular homogéneo
dirigido a drogadictos. Termina la capacitación, habla con su líder
de célula, y luego se lanza a dirigir un grupo de personas que han
luchado o están luchando con las drogas. Este sería un grupo celular
homogéneo enfocado a personas con problemas de drogadicción.

A veces es más fácil alcanzar a personas que tienen el mismo


enfoque. Jane por ejemplo, es una adulta, soltera y trabaja a tiempo
completo. Jane tiene amigos fuera de la iglesia que son solteros y
trabajan como profesionales. Sí, Jane los podría invitar a la célula
familiar, pero ella siempre ha querido iniciar su propio grupo celular
y ya completó la capacitación. Ella lanza un nuevo grupo celular
orientado hacia adultos profesionales.

El nuevo grupo es una respuesta muy natural al círculo de influencia


de Jane. Toda la iglesia no tiene que seguir su ejemplo y dividirse
entre grupos de hombres o de mujeres para acomodar a las personas
como Jane. Nuevos grupos homogéneos pueden emerger de manera
natural al surgir la necesidad.

La mayoría de células en la iglesia de Jane están orientadas a la


familia. La iglesia de Jane cree que la familia es la base de la
sociedad y que la sociedad vivirá o morirá de acuerdo a la salud que
tenga la unidad familiar. No obstante, la iglesia también practica la
libertad de formar nuevas células basadas en una homogeneidad
específica.

Recientemente dirigí una célula para hombres y mi esposa dirigió


una célula para mujeres. Sin embargo, mi esposa y yo hemos
dirigido juntos en el pasado principalmente células familiares,
especialmente con nuestros hijos en la célula. Cuando nuestros hijos
iniciaron una célula juvenil, en una noche diferente, nosotros
continuamos dirigiendo una célula para adultos.

Eventualmente, nos sentimos dirigidos a multiplicarnos en un grupo


para hombres y en un grupo para mujeres.

Mito: El Anfitrión Designado Debe Ser una Sola Persona

Algunos ministerios celulares están convencidos que un grupo


celular debe tener un anfitrión permanente, y que el anfitrión no
debe ser el líder de la célula.

Este punto de vista tiene muchos beneficios. Primero, le quita la


carga al líder de la célula de prepararse para la reunión celular y
lidiar con todas las tareas del anfitrión. También le permite a otra
persona dentro de la célula asumir una mayor responsabilidad.

La iglesia Elim por ejemplo, enfatiza fuertemente en el importante


ministerio del anfitrión. Por lo general, el anfitrión de cada célula en
iglesia Elim es diferente del actual líder de la célula.

El ministerio del anfitrión o de la anfitriona es fundamental para el


crecimiento exitoso del grupo celular. Pero ¿Debería tener cada
célula un anfitrión permanente, y debería ser ese anfitrión diferente
al líder?
Verdad: Un Arreglo para Compartir el Privilegio de Anfitrión
es A Menudo la Mejor Opción

Algunos creyentes son hospitalarios por naturaleza. Les encanta


abrir sus casas a otras personas. Otros luchan contra eso. Un horario
de rotación periódica puede ayudar a compartir la carga y hacer del
ministerio celular algo más factible. Rotar el lugar de la reunión
también ayuda a los miembros de la célula a darse cuenta que hay
tanta bendición como responsabilidad en la dirección de un grupo
celular. Se puede aprender mucho de los unos y los otros al reunirse
en diferentes hogares. La rotación periódica también puede empujar
la célula dentro de los hogares de aquellos que tienen amigos no-
cristianos, quienes no irían a la casa de otra persona.

Sin embargo, ¡Otros insisten que las células deben rotarse cada
semana! Yo no creo necesario rotarlas cada semana, pero es una
magnífica idea hacerlo ocasionalmente.

Mito: Pedirles a Todos que Estén en una Célula Refrena el Uso


de Dones Espirituales

Algunas personas han reaccionado con la idea que todos deben estar
en un grupo celular. “¿No refrenaría esto la creatividad y el talento
de una persona?” Dicen ellos. “¿No sería mejor que algunos se
unieran a una célula mientras que otros a un programa en particular
de la iglesia?”

Muchos pastores creen que si alguien tiene la necesidad de hacer


algo, él o ella, debe iniciar un nuevo programa. O tal vez ya exista
un programa operando en la iglesia que hará florecer ese talento. Si
no, la iglesia debe crear un nuevo ministerio para la persona. ¿Es así
cómo operaba la iglesia primitiva?

Verdad: El Grupo Celular es el Mejor Lugar para Descubrir


Dones Espirituales

Al principio, en mi ministerio celular, una persona trató de


convencerme para que añadiera otros programas, para que las
personas pudieran encontrar y ejercitar sus dones espirituales. “Pero
en los grupos pequeños ellos tendrán la oportunidad de ejercitar sus
dones”, le argumenté. “Aquellos con el don de misericordia tendrán
la oportunidad de ministrar a aquellos con necesidad—tanto dentro
como fuera del grupo. La persona con el don de enseñar puede
aclarar un pasaje de la escritura.

Aquellos con los dones de servicio o de ayuda, tendrán muchas


oportunidades para usar sus dones en la célula”.

Él en realidad no escuchó lo que le estaba diciendo y nuestra


conversación esa noche terminó en un estancamiento. Ambos
teníamos opiniones fuertes. Pero la conversación fue una bendición
disfrazada porque me forzó a revisar el tema de los dones
espirituales en los grupos celulares. La conversación me movió a
retornar a las Escrituras en busca de respuestas.

Me di cuenta nuevamente que cuando Pablo escribió sobre los


pasajes de los dones, él les estaba escribiendo a creyentes que se
reunían en grupos de hogar (Efesios 4; Romanos 12 y 1ª Corintios
12-14). En los tres pasajes acerca de los dones, el entrelaza el talento
con el cuerpo de Cristo. La única manera de saber dónde una
persona encaja dentro del cuerpo de Cristo es descubriendo su
talento. La atmósfera hogareña de la iglesia primitiva le dio a cada
persona una amplia oportunidad para probar, verificar y descubrir su
propio talento espiritual, y el lugar que ocupa dentro del cuerpo de
Cristo.

Yo animo a los líderes de célula a estudiar los dones del Espíritu y


ha acercarse a los miembros de la célula para conocer cuáles son sus
dones. Algo que descubrí al escribir el libro The Spirit- filled Small
Group: Leading your Group To Experience the Spiritual Gifts (El
Pequeño Grupo Lleno del Espíritu:
Dirigiendo a tu Grupo a Experimentar los Dones Espirituales), es
que cuando una persona conoce y utiliza su don espiritual, él o ella
se sentirá más responsable y además sentirá que otros la necesitan.
La persona no quiere faltar a la célula, sabiendo que a él o a ella la
necesitan en el cuerpo de Cristo.

Creo que hoy, más que nunca, necesitamos volver al grupo pequeño,
por ser este el lugar principal donde ejercitar los dones espirituales.
Este es el contexto más natural en el que encontraremos,
descubriremos y utilizaremos los dones espirituales.
Capítulo 7: Comunidad Mitos y Verdades
Estimado Dr. Cordle,

Vivir en comunidad es fundamental para la vida de la iglesia


celular. Pero parece que la comunidad es un gran desafío,
especialmente en el Occidente. De sus años de trabajo con grupos
celulares, ¿Nos podría decir cuál es su
percepción sobre cómo en realidad funciona la comunidad en las
células?

Gracias por su tiempo, Pastor Francisco

_____

Estimado pastor Francisco,

Al iniciar tu viaje por la iglesia celular, permíteme compartir


algunos pensamientos contigo acerca del tipo de comunidades que
estarás creando.

Un grupo celular es esencialmente una red de relaciones. No


obstante, no deberás cometer el error de promover a las células
sobre la base de la comunidad. Cuando trates de convencer a
alguien a unirse a una célula, no te será de ayuda decir algo como,
“En una célula encontrarás verdadera comunidad— relaciones
profundas e íntimas.”

Aunque sea cierto que fuimos creados para vivir en comunidad,


recuerda que las personas hoy en día, así como anhelan, también
temen tener relaciones cercanas. Tienen una necesidad impuesta
por Dios de relacionarse con otros, por lo que hay cierto grado de
hambre por relacionarse. Pero también temen a vivir una verdadera
comunidad. Tal vez sea porque rara vez, sino es que nunca, la han
experimentado. Las familias se fracturan a menudo hoy en día, y un
creciente porcentaje de personas no saben cómo desarrollar y
mantener relaciones sanas. Así que tratar de atraerlos para formar
parte de un grupo con la promesa de vivir una comunidad cercana
es como invitarlos a experimentar sus más grandes temores.
Así que al traer a personas a vivir juntas en comunidad en una
célula, ten en cuenta que muchos no sabrán como relacionarse.
Ellos se esconderán detrás de máscaras, serán poco fiables con el
compromiso, y dejarán insatisfechas las necesidades de otros. Tal
vez hasta se ofendan unos a otros. La comunidad será un caos pero
eso no quiere decir que esté fallando. De hecho, muy a menudo es
en medio del caos que las personas crecen más.

Por ejemplo, cuando la personalidad de un miembro irrita a otro, se


da la oportunidad de crecer en amor y en paciencia. La respuesta
natural de la parte en conflicto que se siente irritada puede ser la de
abandonar o la de buscar otro grupo donde hayan personas que se
le parezcan más a ella. Pero El Señor querrá ayudar a esta persona
a crecer en amor aceptando y tolerando al otro.

Si tú dices “Ven al grupo celular, es dónde podrás satisfacer tus


necesidades de vivir en comunidad,” algunos podrán decir “Ya no
necesito más comunidad. Tengo suficientes amigos y familia”. (Esto
es particularmente cierto en áreas rurales).

La comunidad es una parte vital de la experiencia del grupo celular,


pero un grupo saludable es en realidad una comunidad con una
causa. La célula tiene un propósito más allá de sí misma. Aún la
persona que tiene suficientes amigos necesita crecer para ser como
Cristo y unirse a su misión en el mundo.

Y la mejor manera de hacer eso es en comunidad con otros


seguidores de Cristo. Un grupo celular es un grupo de personas que
están enfocadas no sólo en ellas mismas sino en vivir juntos los
propósitos de Dios. Seguir a Jesús en comunidad nos transforma
cuando se está enfocado hacia el exterior.

Un grupo que se enfoca sólo en aquellos que están dentro del grupo
perderá el enfoque hacia el exterior, que es el que trae vida. Un
grupo que crece hacia adentro se marchita, porque no recibe la
energía que viene de dar la bienvenida a nuevas personas o de
servir al mundo. La experiencia de vivir en comunidad es realzada a
medida que el grupo se da a sí mismo.
Si quieres desarrollar grupos que experimenten una comunidad
profunda, enséñales estos principios desde el inicio. Al comienzo,
algunos no te creerán porque van tan en contra del sentido común.
Pero cuando practiquen esta realidad, profundizarán y demostrarán
la realidad de lo que es para otros una verdadera comunidad.

Muchas bendiciones para ti al experimentar la comunidad,

Dr. Steve Cordle, Pastor General de Crossroads, una iglesia celular


en crecimiento, en Pittsburgh, y autor del libro La Iglesia en
Muchas Casas.

Mito: Las Células Tratan Sólo sobre Comunidad

Algunos creen que la razón principal del grupo celular es la


comunidad. Entiendo este mito porque vivo en el Occidente y puedo
ver de primera mano como la gente pide a gritos una familia y
relaciones mutuas. Los niños crecen en un ambiente de soledad y
separación. Sus padres están divorciados, y se sienten gravemente
no-preparados para establecer relaciones a largo término. Con este
trasfondo, es bastante lógico enfatizar el aspecto de la comunidad en
el ministerio de grupos pequeños, porque pareciera el más
importante. Pero, ¿Es la comunidad la única razón por la cual
realizamos las células?

Verdad: Las Células Enfatizan la Comunidad, El Evangelismo y


la Multiplicación

La comunidad es sólo una de las características de los grupos


celulares efectivos. Las células también hacen énfasis en el
evangelismo, el crecimiento espiritual, y en el desarrollo del
liderazgo que conduce a la multiplicación.

Un error común es enfocarse en una característica de la célula y


descuidar las otras. Por ejemplo, las células necesitan el
evangelismo para llevar adelante la comunidad. La comunidad se
puede estancar y secar sin la visión de alcanzar a otros. De hecho, el
evangelismo fortalece la comunidad en la célula al forzar a sus
miembros a ver más allá de sí mismos y compartir con otros la
experiencia de vivir en comunidad.

Cuando se le da una misma dirección a la comunidad, esta es


enriquecida. La amistad entre soldados se forja en la batalla. Ellos
dependen el uno del otro y comparten sus vidas de manera profunda.
Los miembros de las células también se acercan más cuando van
más allá de sus propios intereses para alcanzar a aquellos que no
tienen a Jesús.

La comunidad entregada a través de la multiplicación de un


discípulo preparado da continuidad a la preocupación de Cristo por
un mundo perdido.
Uno de los grandes peligros de la comunidad es cuando crece hacia
dentro, se estanca y el resultado es algo muy lejano a una verdadera
comunidad. Los grupos pequeños sin una válvula de presión para
alcanzar a otros y sin ver más allá de sí mismos, pueden llegar a ser
absorbentes. Estos necesitan un empujón externo que les ayude a
alcanzar el próximo nivel de madurez.

Recuerdo un grupo celular en Ecuador que se enfocaba por


completo en la comunidad y se rehusaba en aceptar nuestra nueva
visión de comunidad y evangelismo. Descubrimos que este grupo se
había convertido en una de las fuentes principales de habladurías en
la iglesia. Tratamos de hacerlos cambiar y que vieran hacia afuera,
pero se rehusaron. En vez de bendición, el grupo se convirtió en un
estorbo.

Stuart Gramenz, un plantador de iglesias en Australia, les enseña a


los miembros de las células sobre la necesidad de tener GOZO,
(Acróstico para la palabra inglesa JOY: Jesus, Others, You, que
traducido es: Jesús, Otros, Tú). Él les dice que ellos deben escuchar
primero a Jesús. Sólo Jesús puede transformar los corazones y las
mentes.

Stuart explica que nuestra tendencia humana es querer que otros se


enfoquen en nosotros. Nuestra naturaleza pecaminosa demanda
atención. Pero el gozo verdadero procede de Jesús al solventar las
necesidades de los demás. Tú vas de último. Parece lógico pensar en
uno mismo después de Jesús—pensar en mi necesidad por vivir en
comunidad. Sin embargo, más bienaventurado es dar que recibir.
Nos beneficiamos mucho más, al darnos a los demás.

Los grupos celulares efectivos intentan trasladar a cada miembro de


un énfasis en mí a un énfasis en los demás. Los demás pueden ser
aquellos en el grupo, o los demás pueden ser aquellos que aún no
son parte del grupo. Los demás pueden vivir en el vecindario o ser
los amigos del trabajo.

Mito: La Reunión Celular va a satisfacer Todas las Necesidades

Vi un documental sobre Lewis y Clark y sus viajes hacia lo


desconocido. Antes de emprender el viaje, les entregaron una
medicina muy particular que fue descrita como “la poción cúralo
todo”. Siempre que alguien reportaba alguna enfermedad o
problemas físicos, le daban esta particular medicina. De acuerdo a
los registros médicos de esa época, lo que esta en realidad hacía era
limpiar el cuerpo, pero en realidad no ayudaba medicamente. Quizás
el alivio psicológico era su virtud principal.

Algunos en el movimiento celular resaltan la reunión celular de


noventa minutos como una poción mágica cura-todo, la cual supone
satisfacer todas las necesidades de los miembros.

La reunión celular es un momento poderoso, y Dios usa a cada


miembro para sanar a otros. Aunque son sólo noventa minutos, la
reunión celular es fundamental. Sin embargo, ¿Sería posible que se
espere demasiado de ella?

Verdad: La Reunión Celular es Sólo Un Aspecto de la Vida en


Comunidad

La vida se vive 24 horas, 7 días a la semana, mientras que la reunión


celular dura noventa minutos. Es absurdo esperar que la reunión de
grupo se ocupe de toda la transformación espiritual que necesitan los
miembros del grupo.
Pero eso mismo es lo que muchos esperan. He descubierto que si
bien es cierto que la reunión celular es crucial, el crecimiento más
importante se da fuera del intervalo de tiempo de noventa minutos.

El grupo celular es un punto de despegue para la vida que se vive


entre una y otra reunión. Yo les digo a los de mi célula de hombres
que durante la semana oren los unos por los otros. Cuando nos
vemos el domingo preguntamos sobre esas peticiones. Sin embargo,
cada miembro tiene que vivir su vida cristiana cada día de la
semana.

Me emociona cuando los miembros de la célula se mantienen en


contacto a través de mensajes de texto, correos electrónicos,
llamadas telefónicas, o reuniones personales. Una llamada telefónica
de otro miembro puede ser muy fructífera. El teléfono celular juega
un rol muy importante en unir a los creyentes, pero sólo es una parte
de ese proceso.

Rob Hastings, el nuevo Pastor General del Centro Cristiano de Big


Bear (Gran Oso), escribe lo siguiente:

Recientemente he estado tratando de entender lo que es la


comunidad, y cómo la podemos experimentar en nuestras
células. Estoy empezando a ver que tal vez no tenga que
hacer que se dé la comunidad sólo dentro de mi grupo,
sino asegurarme que todos en mi grupo estén viviendo una
relación cercana. He venido a darme cuenta que no puedo
“facilitarles” vivir en comunidad durante la reunión de
hora y media. Yo quiero que las personas se reúnan fuera
de la reunión, que se animen unas a otras, y que intenten
crear esa comunidad durante la semana.

Rob se dio cuenta que la célula no podía satisfacer todas las


necesidades de los miembros del grupo, las de vivir en comunidad, y
las personales. La reunión celular estaba limitada en su alcance y
propósito.

Ambas, tanto la célula como la celebración son importantes en la


vida de cada creyente, pero ninguna de las dos consuma el propósito
de Dios. Ambas nos apuntan por la dirección correcta y juegan un
papel crítico en nuestras vidas. Funcionan como trampolines que nos
impulsan hacia adelante en nuestra vida diaria.

Mito: El Líder de la Célula Debe Fomentar Todas las Relaciones


Dentro del Grupo

Un líder de célula en particular, de la Iglesia Metodista Libre de


Brookside, estaba preocupado por los requerimientos de tiempo del
ministerio celular—especialmente con referencia a la construcción
de relaciones mutuas. Con un trabajo a tiempo completo, una familia
joven, y con muy poco tiempo para ofrecer a la iglesia y a la célula,
él pensó que además tenía que fomentar las relaciones entre los
miembros de la célula.

Muchos líderes de célula se encuentran atribulados con el liderazgo


celular porque piensan que ellos son responsables de que se dé la
comunidad dentro de la célula. ¿Es cierto esto?

Verdad: Las Personas Dentro del Grupo Deben Compartir la


Carga de fomentar las Relaciones

Le dije al líder de la Iglesia Metodista Libre que él no tenía que


tomar sobre sus hombros la carga de fomentar la comunidad, y que
ese no era su rol. Le dije que cada miembro de la célula es
responsable de construir relaciones entre sí. Le dije que su tarea era
dirigir al cuerpo de Cristo (por ejemplo, a aquellos que están en la
célula) a amarse y a servirse unos a otros.

La construcción de relaciones es una parte tan fundamental del


ministerio celular que no debería ser la responsabilidad de una sola
persona. Todos los miembros deben estar involucrados.

Las escrituras nos dicen que todos somos ministros, todos somos
sacerdotes del Dios viviente (Apocalipsis 1:6). La Biblia nos dice en
1ª Corintios 12 que cada uno juega un papel vital dentro del cuerpo
de Cristo. Efesios 4:16 dice, “de quien todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor”.

Un verdadero grupo celular consiste en que todos formen parte de


él. Si el líder es quien lo hace todo, los miembros no aprenderán la
importancia de depender los unos de los otros. Ellos no crecerán
juntos. Roberto Lay, el líder de un emocionante movimiento de
recursos celulares en Brasil, repite esta frase una y otra vez: toda
casa una iglesia y todo miembro un ministro.

Todos nosotros somos ministros. La célula está posicionada de


manera única para hacer de esta verdad una realidad. Todos deberían
estar involucrados en hacer que funcione.

Una de las formas en que se anima a los miembros a ayudarse


mutuamente es mediante reuniones semanales en grupos específicos
de género. Los metodistas popularizaron estos subgrupos más
pequeños a los cuales llamaron “bandas”. Los metodistas fueron
famosos por sus clases (células), pero las bandas fueron también
parte esta reinvención metodista. Estas bandas eran sub-grupos de
las reuniones de clases (células) y se reunían para relacionarse
profundamente y rendirse cuentas. Cuando estaban reunidos se
hacían las siguientes preguntas:

Desde que nos reunimos la última vez, ¿Qué


pecados estás consciente de haber cometido?
¿Con qué tentaciones te has encontrado?
¿Cómo fuiste liberado?
¿Qué has pensado, dicho o hecho, de lo cual dudas
que sea o no pecado?
¿No tienes nada que desees mantener en secreto?

El líder de célula debe animar a los miembros a reunirse en


pequeños sub-grupos para ministrarse, practicar deportes juntos, orar
por teléfono, o para hacer cualquier otra actividad que fomente
relaciones basadas en el amor.

Cuando el líder asume la responsabilidad por la construcción de


todas las relaciones, el o ella está adquiriendo una carga innecesaria.
No es la que Jesús da. Jesús dijo en San Mateo 11:28-30, “Venid a
mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

Capítulo 8: El Evangelismo Mitos y Verdades


Estimado Sr. Neighbour,

Usted creció en el hogar de uno de los pioneros de la iglesia


celular. Su padre siempre habla con gran pasión sobre el
evangelismo, y parece que esta misma pasión se encuentra
entretejida en ti. ¿Te importaría compartirme sobre cómo funciona
en realidad el evangelismo en las células?

Apreciaría lo que pudieras compartir.

Pastor Carlos

______

Estimado Pastor Carlos,

Alcanzar a las personas para Cristo a través de los grupos celulares


es toda una nueva forma de vida para la mayoría de cristianos en el
Occidente. Ellos por lo general definen el “evangelismo” como
compartir con un desconocido un testimonio de dos minutos sobre
su experiencia de conversión, con la esperanza que Dios enviará un
rayo de convicción al alma desprevenida. La verdad es que la
mayoría de cristianos occidentales no tienen una interacción
significativa con personas que no son de la iglesia, y raras veces
comparten su testimonio. Se han envuelto dentro de una sub-cultura
religiosa que los escuda de la interacción social con el mundo
exterior.
Por el contrario, en una saludable comunidad bíblica como lo es un
grupo celular, no existen los desconocidos. El testimonio propio es
compartido a través de una amistad profunda, y a través de un
estilo de vida. Los buenos momentos son celebrados y los malos
también son soportados juntos. La vida se vive en medio de
relaciones con personas que están tanto cerca, como lejos de Cristo.

Al reflexionar en mis experiencias personales sobre el evangelismo


que se da en medio de las relaciones mutuas en los grupos, este por
lo general se convierte en una experiencia de conversión silenciosa
para el nuevo creyente. La persona primero se convierte en amigo
de un miembro del grupo antes de hacer un compromiso por Cristo.

Algunas veces vienen a reuniones celulares, y en otras ocasiones su


timidez les ahuyenta de reuniones más formales, pero ellos
continúan siendo parte de nuestro grupo. Una y otra vez, he visitado
a nuevos creyentes que dicen, “¡Hey, casi se me olvida decirte! El
sábado por la mañana me desperté y me di cuenta que necesitaba
entregarle todo a Dios. Le agradecí por enviar a su Hijo, y creo que
finalmente me estoy conectando con Dios”.

Fui sorprendido la primera vez que sucedió “esto de que se te


escabullan por la puerta lateral del Reino”. ¡Después de todo,
trabajé tanto y ni siquiera llegué a orar “la oración del pecador”
con la persona! Dios comenzó a darme a mí y a mis colíderes una
nueva perspectiva sobre la evangelización. Él nos mostró que somos
llamados a servir a los no-creyentes, y no a convencerlos a que se
hagan como nosotros. Nuestro trabajo fue convertirnos en amigos
genuinos—amigos que revelaban sus flaquezas e inseguridades, que
compartían experiencias de la vida tanto buenas como malas, y que
se amaban incondicionalmente y sin expectación. Cuando este tipo
de amistad comenzó a desarrollarse en la red de amistades de
nuestro grupo, los no-creyentes sirvieron con nosotros, se rieron
con nosotros, e incluso lloraron con nosotros.

Al experimentar el evangelismo del grupo celular, ¡Ten en cuenta


que consiste en amar a las personas lo suficiente como para
convertirte en un verdadero amigo, y así estas puedan ver a Cristo
en ti! Sólo piensa que es bueno tener a la mano un testimonio de dos
minutos en caso que el Espíritu te motive a compartirlo con un
desconocido, pero vas a necesitar un testimonio de dos horas
cuando un amigo cercano quiera saber porque crees en el mensaje
cristiano.

Muchas bendiciones,

Randall Neighbour,
Presidente de Touch Outreach (Divulgando Su Toque), y autor de
varios
libros sobre el ministerio celular.

Mito: El Enfoque de la Célula es Enteramente Evangelístico

Las iglesias celulares crecientes alrededor del mundo han aprendido


a hacer evangelismo celular muy bien. Sus células no sólo están
comprometidas con tener fraternidad sino con el alcance
evangelístico. De hecho una de las diferencias clave entre los grupos
pequeños en general y las células, es el énfasis evangelístico. Las
iglesias celulares posicionan sus células para evangelizar y
multiplicarse, mientras que muchas iglesias convencionales se
enfocan primordialmente en tener comunidad y fraternidad dentro
de los grupos pequeños. Sin embargo ¿Sería posible estar demasiado
enfocado en el evangelismo celular?

Verdad: Las Células Efectivas Necesitan un Fuerte Núcleo de


Creyentes

Aunque la célula deba extenderse a alcanzar a los no-creyentes, la


única manera de multiplicarse es teniendo un núcleo de creyentes
que estén capacitándose y preparándose para reproducirse.

Ken Brown, un plantador de iglesias celulares en Delaware, ya tenía


una pasión color rojo vivo, por alcanzar a no creyentes a través del
ministerio celular, pero descubrió que la mejor manera de lograrlo
era estableciendo un núcleo. Le pedí que escribiera un blog acerca
de su descubrimiento:
Tengo muchos deseos por ver que las células se conviertan
en un semillero de actividad evangelística que haga una
infusión de celosos nuevos creyentes a nuestro sistema
celular, creciendo y desarrollándose hasta tomar su lugar
dentro del ministerio para el Reino. Así que después de
terminar de leer el libro de Joel Pasión y Persistencia, me
pregunté a mí mismo, “¿Qué puedo hacer para crear una
atmósfera dentro de mi célula donde este espíritu nacido
de la unidad pueda ser expresado por todos los
miembros?” Al revisar lo que había leído, me di cuenta
que los requisitos de Elim, de sostener una segunda
reunión celular por semana, era una grandiosa manera de
priorizar el evangelismo en las vidas ocupadas de mis
miembros de la célula. Así que en nuestra próxima
reunión celular de domingo por la noche, pregunté quienes
estarían dispuestos a reunirse conmigo brevemente en la
noche del jueves, para planear la próxima reunión celular.
Dividimos las cuatro partes de la célula entre los
presentes, nos animamos mutuamente a completar la ruta
de capacitación, y lo más importante, decidimos a quién
entre nuestra familia y amigos no- salvos íbamos a invitar
a la célula. La programación de esta reunión de mi núcleo
se convirtió en un filtro que les permitió a aquellos
verdaderamente interesados en ganar almas a expresarlo
mediante su asistencia. A la próxima reunión celular
asistieron dos que no conocían a Jesús, y quienes a pesar
de no responder al llamado al menos escucharon las
buenas nuevas.

Ken se dio cuenta que necesitaba mover al núcleo de creyentes


hacia un equipo para evangelizar efectivamente. El aprendió esto de
Iglesia Elim, la cual tiene dos reuniones por separado—una
destinada al núcleo de creyentes, para planificar y orar, y la otra es
del grupo celular normal orientada-de manera evangelística.

La célula normal en Elim se reúne los sábados por la noche. El


equipo planificador se reúne los jueves (o miércoles) por la noche,
para planificar el grupo celular normal y evangelístico.
Cualquiera que sea un creyente en Jesucristo puede participar en la
reunión de planificación de mediados de semana. La reunión de
planificación le permite a aquellos con hambre de servir a Jesucristo
involucrarse más profundamente en la vida celular, teniendo la
oportunidad de planear, orar, y actuar. Aquellos que participan en la
reunión de planificación entre semana, son considerados el núcleo o
centro.

Elim se da cuenta que las mejores células son las dirigidas por
equipos y no por un solo individuo, y la reunión de planificación de
entre semana permite el espacio para que suceda el involucramiento
en equipo. René Molina, pastorgeneral, de Elim en Los Ángeles, me
dijo, “La reunión de planificación es la oportunidad que tienen los
miembros de mostrar su interés por alcanzar más perdidos”. Ellos se
reúnen porque tienen celo por ver que algo más suceda en su célula.
También es una oportunidad para ver cuan comprometidas están las
personas”.

La iglesia Elim está convencida que el éxito del grupo celular


depende del núcleo, o equipo. Elim ha aprendido por experiencia a
no exaltar a una persona. Ellos realmente creen que el éxito en el
ministerio celular significa capacitar a un ejército de líderes. Mario
Vega dijo, “La preparación del núcleo es parte de la cultura de Elim.
Después de dieciséis años, los miembros de la célula saben que la
meta es la multiplicación y se preparan para hacerlo realidad”.

Recuerda que Jesús también tenía un grupo de tres dentro de su


grupo de doce. Michael Mack ha escrito un excelente grupo llamado
Burnout-Free Small Group Leadership (Libre de Agotamiento
Liderazgo de Grupos Pequeños). Mack está en contra del líder estilo
Llanero Solitario, y expone los beneficios que supone tener un
equipo de liderazgo. Jesús desarrolló su equipo, así como también
Pablo. Eclesiastés 4:12 dice, “Y si alguno prevaleciere contra uno,
dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”.

Mito: El Evangelismo en la Iglesia Celular es Sólo para


Relacionarse

Supervisé a un pastor muy versado en la enseñanza de la iglesia


celular. Mi pidió que lo supervisara para asegurarse que estaba en el
camino correcto.

El entendió por medio de los libros y seminarios que la única


manera correcta de evangelizar en la iglesia celular era a través de
las relaciones mutuas. El había leído comentarios críticos acerca de
todos los demás métodos de evangelismo que no se basaban en
relaciones mutuas, y quería asegurarse que su iglesia celular siguiera
la filosofía celular pura. Él supuso que necesitaba hacerse amigo de
personas que no conocían a Jesús, y después de un largo tiempo
ganarlas para Cristo.

Había cultivado algunas relaciones fuertes con no-cristianos y hasta


había tomado un prospecto para un viaje de acampar. Él ahora
estaba esperando por que se produjera ese fruto deseado. Sin
embargo, también sabía que necesitaba alcanzar a muchas otras
nuevas personas para mantener próspera su iglesiaque había
plantado. Él en realidad no sabía que hacer.

Verdad: No te Limites a Un Solo Método Evangelístico

Le dije a este pastor plantador de iglesias, en particular, que abriera


las puertas de par en par hacia nuevas posibilidadesevangelísticas.
Él no necesitaba enfocarse sólo en el alcance através de las
relaciones mutuas. Él tenía una carga clara por proveer alimento y
vestido al hambriento. Mientras oraba por las posibilidades,
estableció una despensa en medio de su pequeño pueblo en Texas, y
comenzó a ganarse los corazones y las mentes de aquellos en el
pueblo satisfaciendo sus necesidades físicas. El ministerio celular
era su principal filosofía de ministerio, y movilizó a los miembros
de la célula para ayudar en la despensa, compartir el evangelio, y
darles seguimiento a los interesados.

La Escritura nos dice que debemos plantar y regar y que el


crecimiento lo dará Dios. No menciona una manera en particular
para evangelizar. Jesús evangelizó al aire libre al predicar, uno por
uno a través de relaciones mutuas, y sanando a las personas.

Las iglesias celulares también utilizan una amplia variedad de


eventos para alcanzar a otros. Muchas iglesias celulares tienen
eventos de cosecha en los que participa toda la iglesia, en los cuales
los miembros de la célula invitan a los que no han sido alcanzados a
un evento orientado de manera evangelística. Algunas células
alcanzan a las personas a través de la evangelización en sus
vecindarios, de comidas al aire libre, alimentando al hambriento, por
medio de caminatas de oración, y eventos de divulgación. El
evangelismo en medio de las relaciones mutuas funciona mejor en
conjunción con otras formas de alcance. No es sabio sólo confiar en
llegar a conocer algunos amigos por un largo tiempo, cuando el
resto de no-cristianos se va al infierno sin Jesús.

Aunque yo promuevo muchos tipos de alcances evangelísticos, no


estoy a favor de establecer programas evangelísticos que compitan
con la célula. Tales programas requieren de mucho trabajo y de
esfuerzo humano para mantenerse funcionando, y al final les quita a
los miembros de la célula su tiempo personal que dedicarían para
alcanzar a otros.

Lo que simplemente estoy diciendo es que los miembros de la


célula, los líderes de célula, y los pastores deberían hacer todo lo
que sea posible por alcanzar a aquellos que no conocen a Jesús. Mi
hija es una líder de una célula juvenil, ella me pidió permiso para
usar mi carro y manejar hasta cada uno de los miembros de la célula,
para repartirles las hamburguesas que utilizarían para evangelizar a
los pobres y necesitados de Moreno Valley (Valle Moreno).
Compramos hamburguesas de McDonald’s y las repartimos entre
los indigentes mientras les compartíamos las Buenas Nuevas.

Todos en la camioneta estaban orando y pidiéndole dirección a Dios


concerniente a las personas con las que nos reuniríamos, hacia
dónde dar vuelta con el carro, y qué decirles a aquellos que
recibieran las hamburguesas. Dios abrió todo tipo de puertas, y
compartimos de Jesús con muchas personas.

Debido a que las personas son tan diferentes, necesitamos de


diversas maneras para alcanzarlos. Algunos vendrán a Cristo de una
manera, y otros responderán de una manera diferente. Todas las
maneras son importantes para el avance del evangelio. Dios podría
mover a los miembros de la célula a orar por los enfermos, a darle
de comer al hambriento, o a repartir tratados. Si estamos sembrando
la semilla sólo con una o dos personas, nuestra cosecha será escasa.
Yo les digo a las personas que prueben todos los medios posibles
para evangelizar.

Mito: Un Grupo Celular Debe Agregar un Cierto Número de


Nuevos Cristianos Antes de Poder Multiplicarse

Siempre he estado impresionado con la manera cómo la Iglesia del


Evangelio Completo de Yoido (Pastor David Cho) le pide a cada
célula que gane a dos personas para Jesús cada año. Aquellos líderes
que no alcanzan su meta van a la Montaña de Oración para ayunar y
orar para que los corazones incrédulos sean conmovidos. A menudo
hago la broma sobre estos líderes que como “medida disciplinaria”
son “enviados a la Montaña de Oración”. Por lo que entiendo de la
iglesia de Cho, a las células se les anima a ganar a dos personas,
pero no es una obligación.

Se de otra iglesia en los Estados Unidos, que hizo una regla general
para toda la iglesia, la cual dictaba que cada célula debía ganar tres
personas para Jesús o la célula no podría multiplicarse. En otras
palabras, si la célula ganaba a dos personas para Jesús, no se les
permitía dar nacimiento a una nueva célula hasta que uno más
recibiera a Jesús.

Este pastor estaba apasionado con el Evangelismo, y era muy


efectivo. A menudo les pedía a personas que no eran de la iglesia
que pasaran tiempo compartiendo con él, y animaba a la iglesia a
tener la misma pasión. Se dio cuenta y con toda razón, que el
evangelismo tenía que estar en el centro del ministerio celular, y que
no era sabio multiplicar una célula que no estuviera comprometida
con el evangelismo.

Este pastor influenció a otras iglesias para hacer una regla similar a
la de él. Algunos años atrás hablé en una de estas iglesias. Me
repitieron su nueva visión de no multiplicarse a menos que la célula
hubiera llevado tres personas a Jesús. Esta iglesia en particular, en
su comunidad en particular, tuvo muchas dificultades para ganar
almas para Cristo, y los grupos cada vez fueron creciendo más y
más. Y se preguntaban qué debían hacer.

Verdad: Los Miembros de la Célula Deben Evangelizar pero


Deben Evitar “Reglas Celulares”

Todos nos regocijamos cuando las personas vienen a Cristo, y sí, las
células deben evangelizar. Pero debemos tener cuidado de no hacer
reglas legalistas que repriman la creatividad. La elaboración de estas
reglas puede parecer como una grandiosa manera de preservar la
calidad, Pero las reglas no producen vida. Gálatas 5:1 nos dice,
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y
no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.

Sí creo que cada miembro de la célula debe estar activamente


involucrado en alcanzar personas antes que la multiplicación ocurra.
Sin tal esfuerzo, la célula no está lo suficientemente madura para
multiplicarse. Pero creo que no es sabio establecer un número de
convertidos en la célula, como condición para la multiplicación.

Yo prefiero hablar acerca de cada miembro ejercitando sus músculos


en el evangelismo, en vez de hablar de un cierto número de
convertidos necesarios, para que ocurra la multiplicación. Un futuro
líder o futuro miembro de un equipo de liderazgo debe tener
experiencia en evangelizar activamente. Si el líder llena la célula
con personas que ya están en la iglesia, la célula reproducirá una
célula que crece sólo hacia dentro. ¿Por qué? Porque el líder y los
miembros no han aprendido a ser activos alcanzando almas.

Si creemos que la meta de la célula es hacer discípulos que hagan


discípulos, es importante que los discípulos potenciales hayan estado
usando sus músculos evangelísticos para alcanzar y ganar nuevas
almas. La clave es el evangelismo activo. Una vez más, como
muchas otras cosas, las buenas intensiones pueden convertirse en
medios de esclavitud. Una regla como esta: “Debes conducir a tres
personas a Jesús” puede convertirse rápidamente en una carga, en
vez de una bendición, y aún atrasar el proceso de multiplicación.

Mito: Si la Célula Hace Énfasis en el Evangelismo y en la


Multiplicación, Esta no Crecerá en Comunidad

Muchas personas se resisten a la idea del evangelismo y de la


multiplicación, porque creen que el desarrollo de la comunidad
sufrirá. La suposición es que la comunidad y el evangelismo se
mezclan como el aceite y el agua. Después de todo ¿Cómo podría un
cristiano compartir algo de manera transparente si en una semana un
no-cristiano se presentara, o una persona que no va a la iglesia
comenzara a asistir a la célula? ¿No evitaría su presencia que se
profundizara en las posibles discusiones? La suposición común es
que la comunidad entre los miembros del grupo debe ser el enfoque,
y la única manera de verdaderamente crecer dentro de esa
comunidad es tener presentes a las mismas personas semana, tras
semana.

Verdad: El Evangelismo que conduce a la Multiplicación Realza


la Comunidad dentro del Grupo

La comunidad vuelve a la vida cuando tiene un propósito. Cuando


un grupo tiene una visión de alcanzar y penetrar a un mundo perdido
para Jesús, las personas se reúnen de manera diferente. Compartir la
comunidad que se tiene con el que está solo y aislado mantiene
fresco ese sentimiento de comunidad.

Ben Wong, fundador de la Red Misionera de Iglesia Celulares,


recientemente me comentó que las células en Shepherd Community
Church (Iglesia de la Comunidad del Pastor), ubicada en Hong
Kong, no siempre tienen una reunión celular semanal ordinaria en
una casa, aunque las células se reúnan semanalmente. En cambio, la
reunión celular a menudo se lleva a cabo en las calles, en centros
comerciales, o en cualquier lugar dónde puedan alcanzar a aquellos
que no conocen a Jesús. La comunidad celular crece mientras los
miembros de la célula ministran a otros.

Cuando un grupo mira hacia dentro, este se marchita y se muere. Si


el propósito principal es tener fraternidad entre los miembros,
entonces se estancará. Cuando el grupo se abre, la comunidad entre
los miembros se fortalece.
Mito: El Evangelismo lo Hace el Líder de la Célula

He visto a muchos líderes de células atribulados, quienes se


condenan así mismos por la falta de crecimiento evangelístico en el
grupo.

Tal vez el líder asiste a un seminario o lee un libro acerca del


evangelismo celular y da por sentado que él o ella tiene que hacerlo
realidad. El líder comienza a sentirse como Atlas, la figura mítica
que cargaba al mundo sobre sus hombros. La dirección de la célula
se convierte más en una tarea, que en un deleite.

Verdad: Cada Miembro de la Célula Debe Involucrarse en


Alcanzar a Otros

El cuerpo de Cristo está compuesto por diversos miembros que


componen todo el cuerpo. He mencionado repetidas veces que cada
miembro es un ministro (Apocalipsis 1:6).

San Lucas 5: 1-7 habla sobre la historia de Jesús y la gran pesca


milagrosa. Los discípulos habían pescado toda la noche y no habían
atrapado nada. Pero después de ordenárselos Jesús, ellos echaron sus
redes nuevamente. Leemos en los versículos 6 y 7, “Y habiéndolo
hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra
barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas
barcas, de tal manera que se hundían”. Luego el versículo 10 declara
que Simón y sus compañeros Jacobo y Juan estaban atónitos por la
pesca.

En la primera referencia a los compañeros de Pedro, se utiliza un


término técnico para un compañero de negocios. Pero en el versículo
10, Lucas utiliza una palabra griega diferente para compañeros, una
que significa aquellos que tienen koinonia confraternidad. Pedro y
sus compañeros trabajaban juntos cargando la enorme pesca. De la
misma forma en que trabajarían para pescar hombres, su
confraternidad tomaría un nuevo significado. De igual manera en el
ministerio celular, el evangelismo es una asociación. La idea de
pescar con redes significa que cada persona participa en el
evangelismo, y luego al final, la cosecha es halada con el sedal a
través de la participación de aquellos que están al cuidado de la
redes. La pesca con redes le quita la carga a una persona y la coloca
en cada persona. Significa un esfuerzo de grupo y todos están
involucrados.

Recientemente estuve en una iglesia en Puerto Rico, que inició en


una célula y creció a 24 células en tres años. Entrevisté a un líder
tras otro, y descubrí que cada uno de ellos fue invitado a la célula
siendo un no-cristiano (y a menudo con ataduras de adicciones),
nacieron de nuevo en la célula, fueron alimentados en la célula, y al
final discipulados a través del proceso de capacitación de la célula.
La belleza de esta iglesia fue que cada persona se veía a sí misma
como un ministro que necesitaba pescar almas perdidas. Redes en
forma de grupos celulares estaban siendo echadas por toda la ciudad,
y estaban trayendo una gran pesca.

Enseñé otro seminario en el estado de Washington, que resaltaba el


aspecto de la pesca con redes del ministerio de grupos pequeños,
con el claro mensaje que la células son botes en un océano de
hombres y mujeres perdidos. Ese domingo hablé con una persona en
la iglesia quién años antes había estado a punto de cometer suicidio
debido a la frustración y depresión por la vida. En medio de su crisis
personal, un miembro de la célula, un antiguo amigo de la
secundaria, lo invitó al grupo celular. En vez de suicidarse encontró
libertad y vida en Cristo Jesús. Dios usó a un miembro de una célula
para alcanzar a esta persona. La célula entera participó
discipulándolo. Fue un esfuerzo de equipo. Una persona lo invitó,
mientras que otros fueron igualmente efectivos sirviendo y
ministrando a esta persona y ayudándole a convertirse en un
discípulo de Jesús.

Yo les digo a las personas en mis seminarios, que yo no puedo


alcanzar a las personas que ellos sí pueden alcanzar. Dios ha puesto
cierto número de personas alrededor de cada uno de nosotros, y
nosotros somos los mejores misioneros para esas personas en
particular.

Si tú que estas leyendo este libro, eres un líder de célula, rehúsa en


asumir toda la responsabilidad. Empodera a otros. Y asegúrate que
el evangelismo sea un evento de grupo.

Capítulo 9: La Multiplicación Mitos y Verdades


Estimado pastor Kniesel,

La literatura sobre la iglesia celular habla mucho acerca de la


multiplicación. En algunos casos los escritores lo hacen ver como si
la multiplicación sucediera automáticamente a un ritmo acelerado.
Quisiera escuchar un sincero punto de vista que describa cómo
ocurre en realidad la multiplicación.

¿Te importaría compartir el tuyo?

Gracias por compartir tu perspectiva,

Pastor David

_____

Estimado pastor David,

Es natural y deseable que una célula se multiplique. A menudo he


escuchado que una célula debe multiplicarse cada nueve o doce
meses. Sin embargo no he conocido una iglesia donde esto sea el
caso continuamente. De hecho, la observación y la experiencia me
han llevado a comprender que si una célula se multiplica de cada
dos a cuatro años, en promedio, ¡A esta célula le está yendo bien!

Muchos miembros y líderes de célula han sido puestos bajo presión


extrema para producir algo que sólo puede ser alcanzado a través
del crecimiento y el desarrollo. Esto no puede forzarse a través de
una tabla predeterminada.
¿Cuáles son los factores involucrados en la multiplicación de una
célula? El primer asunto importante es la rigurosa preparación y
capacitación de los primeros y subsecuentes líderes. Es muy común
capacitar a un líder de célula haciéndolo asistir a clases de
liderazgo. Pero la capacitación más importante no proviene de las
cátedras sobre cómo se debe manejar una célula, sino las que
formarán el carácter del futuro líder. Esto no se logra a través de
las cátedras, sino a través del diario vivir y observando a un líder
maduro por un largo período de tiempo. El objetivo o la visión de la
célula no es sólo la multiplicación concerniente a los números, sino
una multiplicación en cuanto al estilo de vida (vivir en el Espíritu) y
en el ministerio (trabajando en el servicio).

Su posterior multiplicación dependerá del evangelismo en la célula,


y en la iglesia. Donde yo vivo, en Europa, hay mucha limitación en
la aceptación del mensaje del Evangelio. Sin embargo, vemos a
personas venir a Cristo a un ritmo continuo, sólo que los números
no son tan altos como en muchos otros países. Nosotros
necesitamos más tiempo para orar y llegar a las personas, y
ganarnos su confianza antes que quieran escuchar el Evangelio.

La multiplicación también depende de si el miembro de célula, por


individual está en un saludable proceso de discipulado. Claro, esto
en realidad nunca termina, pero debe haber un fundamento sólido
de crecimiento en el creyente.
Mientras la célula esté funcionando, el líder de la célula está en
búsqueda de un futuro líder. Nunca es demasiado temprano para
empezar a preparar a un futuro líder de célula. No esperes hasta
que tengas que multiplicarte. Cuando sientas que tu célula en
crecimiento deba multiplicarse, solamente lo deberás hacer si ya
tienes listo a un líder preparado. Habla con tu pastor para tener su
respaldo, establece una fecha, y luego habla con los miembros de la
célula.

Asegúrate que cada miembro esté consciente que la multiplicación


en realidad fortalecerá a la célula. La multiplicación es un motivo
de celebración.

Sí, ten la visión de multiplicación. Ora y trabaja por alcanzarla.


Anima a la célula a hacer lo mismo. ¡No sientas que estás
fracasando porque no te has multiplicado en doce meses! ¡A medida
que mantengas viva la visión, alcanzarás la multiplicación!

Que El Espíritu Santo te revista de su poder,

Werner Kniesel, pastor principal emérito de la iglesia celular


estratégica en
Zúrich, Suiza y autor de varios libros.

Mito: Todas las Células Deben Multiplicarse en Seis Meses

A inicios del movimiento de la iglesia celular (1990) se hicieron


grandiosos anuncios concernientes a la multiplicación del grupo
celular. Algunos declaraban que todas las células debían
multiplicarse después de cierto período de tiempo.

Y ciertamente, en algunos países y culturas, las células se estaban


multiplicando a un ritmo muy rápido. En mi estudio de las iglesias
celulares de 1996 (tabla siguiente), descubrí que sólo tomaba cuatro
meses la multiplicación de una célula en la Misión Carismática
Internacional en Bogotá, Colombia.

Dios trajo el avivamiento a Colombia, y las iglesias estaban


creciendo a un ritmo asombroso. Podemos regocijarnos en tan
rápido crecimiento, pero mucho depende de la receptividad del país.
Por ejemplo los períodos de tiempo en que se da la multiplicación en
Turquía o en España serán mucho más lentos. En tales países el
grupo primero necesita evangelizar, convertir a las personas, y
discipularlas. Y se necesitaría que alguien dirigiera el nuevo grupo.
¿Existe un período de tiempo establecido para que las células se
multipliquen?

Verdad: El Ritmo de Multiplicación Dependerá de los Niveles de


Receptividad.
Raymond Ebbett Raymond Ebbett fue misionero de la Alianza
Misionera y Cristiana, por muchos años, en Colombia, donde él
atestiguo un rápido crecimiento. Posteriormente Raymond y su
esposa se mudaron a España, donde encontró personas resistentes al
evangelio y donde el crecimiento de la iglesia era muy lento.

Ambos países hablaban español y ambas culturas tenían rasgos


similares. No obstante, la receptividad de las personas era tan
diferente como lo es el día de la noche. Las personas en España se
tomaban mucho tiempo para recibir a Cristo, pasar por la
capacitación, y aún más en convertirse en líderes de célula.

Raymond aprendió mucho sobre la tierra, y su importancia a la hora


de segar la cosecha de células. Él sabía de primera mano que la
tierra era un factor vital en la cosecha. Alguna tierra es dura y
rocosa, y requiere de mayor arado antes que el crecimiento se pueda
presentar. Otra tierra ya ha sido labrada y regada. Y está lista para
producir crecimiento.

Raymond entiende que en España las células no crecen ni se


multiplican en seis meses. El entiende que tal pronunciamiento
solamente desalentaría a un líder de célula y produciría que él o ella
renunciara en su desesperación.

Una de mis iglesias celulares favorita es pastoreada por Werner


Kniesel en Suiza (vea la introducción a este capítulo). La iglesia de
Werner tiene doscientos cincuenta células aproximadamente, y está
teniendo un impacto a nivel mundial. Nunca olvidaré una de las
conversaciones que sostuve con Werner mientras realizaba un
seminario en su iglesia. Me dijo que había escuchado todas las
grandes proclamaciones que se habían hecho sobre un solo ritmo de
multiplicación celular a nivel mundial. Sin embargo también
conocía la diferencia entre Suiza y otras culturas.

Algunos países están experimentando un avivamiento y multitudes


están llegando a conocer a Jesucristo. En estos países, las células
fácilmente recogen la cosecha, capacitan a nuevos líderes, y se
multiplican rápidamente, quizás en seis meses. Otros lugares son
duros y difíciles. Toma mucho tiempo ver conversiones, y aún
mucho más preparar nuevos líderes. Las tasas de multiplicación
dependen de corazones preparados.

El ministerio celular puede ser muy difícil en muchos lugares


alrededor del mundo. Pocos vienen a Jesús. El ministerio es duro.
Proclamar que las células deben multiplicarse en un determinado
período de tiempo probablemente dificultará el proceso natural del
ministerio celular.

La iglesia en las filipinas está experimentando un avivamiento y un


crecimiento a una escala sin precedentes. Escucho reportes
entusiastas acerca de la rápida multiplicación que se lleva a cabo en
ese país. Las iglesias están llenas y rebosantes. Las células se están
multiplicando rápidamente. Las personas se están entregando al
servicio de Dios y están multiplicando células a un paso acelerado.
Pero esta es una excepción. En la mayoría de lugares alrededor del
mundo, el crecimiento es mucho más lento. Sería fácil para un
pastor ministrando en las Filipinas, esperar que la multiplicación se
lleve a cabo en la misma escala en todas partes del mundo.

Los Estados Unidos se encuentran en este momento en una era post-


cristiana, y la receptividad es mucho más baja. Jeff Tunnell, pastor
principal del Big Bear Christian Center (Centro Cristiano Gran
Oso), en California, escribe lo siguiente:

En nuestro caminar en la construcción de las células y su


multiplicación, hemos caído en la trampa de adoptar las
reglas de otro para cerrar las células que no se multiplican
dentro de un determinado período de tiempo. Escuchar
comentarios como el siguiente: un bebé puede nacer a los
nueve meses por lo que seguramente nosotros podemos
multiplicar una célula en esa misma cantidad de tiempo,
parecía tener sentido en ese momento. Pero cuando esa
aseveración se confronta con un líder sincero y saludable
que ha estado pastoreando a personas que se mudan, o que
tienen horarios basados en la economía, con múltiples
trabajos que no encajan dentro del horario de la reunión de
la célula; ¡Resulta difícil cerrar la célula en base a la no-
multiplicación!

La frecuencia con la que se multiplica la célula debe


depender de su salud, de su líder, y de su capacidad para
llevar a cabo la multiplicación. Deben existir muchos otros
buenos factores, más allá de un simple límite de tiempo,
tales como lo son los límites establecidos de madurez,
supervisores disponibles, sistemas de soporte bien
establecidos, rendir cuentas al liderazgo, y nuevas almas
ganadas para Cristo. El tiempo sólo, no ha sido un buen
punto de referencia para la multiplicación de las células.
Estoy de acuerdo con la siguiente posición: si una célula
no se ha multiplicado en cierto límite de tiempo debemos
examinar el por qué, dedicar tiempo buscando la dirección
de Dios para corregir las debilidades que pudieran existir,
y reagruparnos para la próxima temporada. Mantengamos
las células abiertas y funcionando por las razones
correctas (nota 14).

Aplaudo lo que nos cita Jeff acá y estoy de acuerdo con él de todo
corazón. Hay un tiempo y una estación en la que tendrá lugar la
multiplicación, pero lo mejor es no imponer reglas que sean
imposibles.

Mito: Cierre el Grupo Celular Que en un Año No se haya


Multiplicado

Faith Community Baptist Church (La iglesia Bautista Comunitaria


de Fe), en Singapur, popularizó este enfoque allá por los 90´s. Ellos
insistían que si una célula no se multiplicaba en un año, esta no era
saludable y por lo tanto no debía continuar.

Siguiendo la filosofía, un pastor escribió, “Todo lo que tiene vida


tiene un ciclo. Al estudiar la célula vemos que esta debe dar vida. Si
tú mantienes una célula [abierta] que no se está multiplicando, esta
morirá. La opción es la vida y la muerte.” Este pastor en particular,
le daba a sus células un año para multiplicarse. Si no se multiplicaba
en ese período de tiempo, la iglesia debía cerrar esa célula.

Verdad: Continúe Trabajando con los Grupos Celulares que No


Están Creciendo

Yo no creo en el cierre de las células que hayan fracasado en


multiplicarse. Ya es lo suficientemente difícil para alguien
multiplicar una célula sin añadirle la carga del “posible fracaso”.
Mientras que algunas células pueden manejar este tipo de presión, la
mayoría se desanimará ante tales demandas.

El líder del grupo celular ya se siente dolido y apenado cuando


ninguno de sus invitados al grupo se presenta.

Demandarle que la célula se multiplique o sino, que se cierre, es el


golpe final.
Ciertamente considero que el cierre de una célula es valido cuando
la célula no está funcionando bien. He estado involucrado
personalmente en el cierre de células a causa del pecado. En un
caso, el líder tuvo una relación ilícita y no se arrepintió. Tuvimos
que remover del liderazgo a esta persona y capacitar a otra que
dirigiera la célula.

Aún en el cuerpo humano, las células malas que se dividen pueden


matar todo el cuerpo. Un líder puede caer en pornografía,
alcoholismo, o falsa doctrina. Los líderes de más alto nivel deben
intervenir y remplazar al líder o cerrar el grupo. Pero tales
decisiones deben permanecer dentro de los círculos superiores del
liderazgo celular.

Mientras que el cierre puede ser necesario en algunos momentos, no


debe ser la norma. Y definitivamente ninguna célula debe cerrarse
antes que todas las vías posibles por multiplicar el grupo se hayan
agotado.

Mito: Una Célula se Multiplica Cuando Llega a Quince


Personas

Este mito se desarrolló durante los primeros años de la


multiplicación celular. David Cho, el padre del movimiento celular
de los tiempos modernos, enseñó que un grupo debía crecer a quince
personas, y luego la mitad debía iniciar un nuevo grupo. La mayoría
de las personas supuso que esta era la única manera de multiplicar
un grupo. Cho lo hizo de esta manera, así que todos los demás lo
deben hacer igual.

Bajo este enfoque, el líder de la célula siempre estaba buscando un


número de personas para que se unieran al grupo a fin de
multiplicarlo. Cuando ese número en particular llegaba, era hora de
multiplicarse. Si la célula no crecía a ese punto, la multiplicación se
ponía en espera.

Verdad: Las Células se Multiplican Cuando un Hacedor de


Discípulos Está Listo para Guiar al Nuevo Grupo

Las nuevas células necesitan nuevos líderes. No es el número del


grupo el que determina la multiplicación; sino la preparación del
nuevo liderazgo. Esperar demasiado tiempo puede estancar o
entorpecer el proceso, así como lanzarlo demasiado pronto puede
hacer lo mismo. En vez de enfocarse en el desarrollo del liderazgo,
el viejo paradigma de multiplicarse al llegar a los quince se convirtió
en una temida meta.

Hace mucho tiempo yo operaba bajo la mentalidad de la


multiplicación automática cuando el grupo llegaba a los quince
miembros. Traté de convencer a los grupos bajo mi cuidado que era
para su propio bien que se multiplicaban al llegar a las quince
personas.

Un problema constante era tratar de descifrar cuándo el grupo


verdaderamente llegaba a los quince. Algunas semanas el grupo
podía tener quince, pero otras semanas, llegaban ocho o menos.
También me percaté que mientras el grupo se acercaba a la mágica
cifra de quince, algunas familias se retiraban inevitablemente. Ellos
simplemente no querían atravesar por el dolor de tener que decir
adiós.

A lo largo de los años, las iglesias celulares han aprendido que


enfocarse en cierto número dentro del grupo, no es tan importante
como preparar al nuevo líder que dirigirá el próximo grupo. Un
liderazgo capacitado es la clave detrás del ministerio celular. Se
produce una nueva visión para la multiplicación cuando los líderes
son capacitados y enviados.

Mientras el líder potencial se encuentra atravesando por el proceso


de la ruta de capacitación, él o ella además están involucrados en
dirigir ciertas partes de la célula (por ejemplo, la adoración, la
oración, como rompehielo, difundiendo la visión).

Por lo tanto, el desarrollo de una ruta de capacitación que honre a


Dios, es una de las metas más importantes en la iglesia celular. Las
iglesias deben desarrollar fuertes rutas de capacitación que
produzcan nuevos líderes. Sin capacitación, las células no tienen una
manera de seguir adelante.

Un miembro de la célula, no capacitado, se sentirá incómodo de


convertirse en el siguiente líder. Mientras que, un miembro
capacitado entenderá los principios detrás de la multiplicación y
sabrá como conducir al próximo grupo. Gran parte del miedo
disminuirá después que el líder potencial haya pasado por la
capacitación.

Un pastor me cuestionó recientemente sobre la importancia de la


ruta de capacitación. ¿Es realmente necesaria? A él le sonaba como
algo tan programático. Le compartí que la ruta de capacitación era
necesaria porque nadie que no se sintiera capacitado dirigiría un
grupo celular. Los nuevos líderes de célula enfrentarán el fuego del
enemigo. Ellos necesitarán echar mano de la capacitación que
recibieron en el grupo celular madre, y a través del proceso de
equipamiento.

Aquellos soldados que regresaron vivos de la II Guerra Mundial,


comentaban una y otra vez acerca de cómo el campamento militar
los había preparado para los horrores por venir. En medio de la
batalla, los soldados respondían subconscientemente a lo que habían
sido enseñados en su entrenamiento. Ellos habían repetido los
ejercicios tantas veces en los entrenamientos, que rápidamente
respondían al enfrentarse al enemigo. A menudo el campamento
militar hacía la diferencia entre la vida y la muerte.

El campamento militar para el nuevo líder es la ruta de capacitación


y la experiencia práctica ganada en el grupo celular. Ambas son
esenciales para preparar a nuevos líderes de células.

Así que la meta para cada iglesia celular y grupo celular es preparar
una ruta de capacitación, y luego hacer que las personas pasen por
ella. En mi libro Explosión de Liderazgo, entro en detalle explicando
lo que son las rutas de capacitación y cómo hacerlas funcionar en la
iglesia celular. La multiplicación celular consiste en desarrollar
discípulos que formen otros discípulos.

Mito: Cuando Dios Quiera que la Célula se Multiplique, se


Multiplicará Naturalmente

Como equipo pastoral en Ecuador, determinábamos nuestras metas


celulares anuales en base a las de la ruta de capacitación, y cada uno
de los pastores de la red era responsable por una parte de la meta
anual.

Al acercarnos al momento de reportar esas metas, a una de las redes


celulares de un pastor no le estaba yendo muy bien. Nosotros
tratamos de animarle, pero el hizo el siguientecomentario, “Cuando
Dios quiera multiplicar mis células Él lo hará”

Él se lo estaba dejando todo a Dios y quitándose de encima la


responsabilidad. Y sí, en un sentido, sólo Dios puede hacerlo. Sin
embargo, ¿En qué punto tal consigna se convierte en excusas detrás
de las cuales ocultarse?

Verdad: Lo Mejor es Hacer Planes Claros para la


Multiplicación

Este pastor pudo haber dicho, “Necesito bajar mis metas”, o “Estoy
teniendo más problemas de los que me imaginé”, y nosotros lo
hubiéramos entendido. No obstante, al decir, “Dios multiplicará las
células cuándo Él quiera”, él estaba haciendo una declaración
espiritual (estaba jugando la carta de Dios) que nadie podía debatir.
Era como si él estuviera diciendo, “Si tú tienes algún problema con
lo que está sucediendo en mi red,tienes que ir con Dios porque Él
está en control de lo que está sucediendo”. Fin de la discusión.

Dios está interesado en la multiplicación, Él ya nos dijo que


hiciéramos discípulos de todas las naciones. Pero ciertamente, no
podemos manipular a Dios. No podemos decirle cuándo hacer algo,
o cómo hacerlo. Sus caminos son misteriosos. Sin embargo, a Él le
glorifica que hagamos planes claros que cumplan con lo que está
claramente declarado en la Escritura.

Una madre embarazada sabe cuándo dará a luz. Ella tiene nueve
meses, antes que aparezca el bebé, esté lista o no. Las mamás sabias
se prepararán para el nuevo nacimiento, alistarán la cuna, comprarán
nueva ropa para bebé, y obtendrán el cuidado médico apropiado.
Los líderes de célula fructíferos siguen el mismo patrón.

Ellos ven en la célula un vientre dónde producir nuevos discípulos


que hagan otros discípulos. Ellos están en búsqueda de miembros de
célula RÁPIDOS (acróstico para la palabra inglesa FAST que
significa Faithful: fieles; Available: disponibles; Servant-hearted:
con corazón de siervo; y Teachable: enseñables). Luego buscan
involucrarlos en la célula, y luego asegurarse que esos miembros
reciban la capacitación de la iglesia. En otras palabras, ellos no sólo
están a la espera de que ocurra la multiplicación. Ellos la planean.
Proverbios 21: 5 dice, “Los pensamientos del diligente ciertamente
tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente,
de cierto va a la pobreza”.

La planeación clara es importante. Dios quiere que planeemos y


luego nos preparemos para la multiplicación. Si no hay nadie en la
ruta de capacitación, la primera meta es llevarlos allí. Las futuras
metas de multiplicación estarán basadas en la preparación a través
de la célula y la graduación de la ruta de capacitación.

Mito: La Multiplicación Destruye las Relaciones dentro del


Grupo

Los grupos celulares pueden resistirse a la multiplicación por el


temor a perder las relaciones que se tienen dentro del grupo.
La palabra división se asocia a menudo con la de multiplicación
celular. Muchos sienten que la multiplicación interrumpe las
relaciones, y esto lo quieren evitar a toda costa. ¿Hay algo que se
pueda hace para mantener las relaciones entre las células
multiplicadas?

Verdad: Se Pueden Mantener Las Relaciones Después de una


Multiplicación

La célula madre y la célula hija deberían planear tiempo de


esparcimiento para renovar las relaciones. El líder de la célula madre
o su supervisor, pueden ayudar a conectar a individuos que estén en
los dos grupos. Además la mayoría de iglesias celulares tienen
eventos semanales de celebración. Durante los servicios de
celebración los miembros de la célula tienen la oportunidad de
conectarse nuevamente, para mantener las relaciones cercanas.

Una iglesia celular en Honduras les pidió a las células madre e hija
que se reunieran después de los primeros meses posteriores a la
multiplicación. La célula madre e hija decidirían posteriormente
cuan a menudo se querrían reunir.

Existe una mayor oportunidad de mantener lazos cercanos cuando el


líder de la célula madre supervisa al líder de la célula hija. Los
líderes de las células madres se convierten en grandes supervisores.
Ellos conocen a su bebé. Ellos comprenden al nuevo líder y las
luchas que él o ella tienen. Los líderes multiplicadores también
tienen un interés personal por el éxito del nuevo grupo.

Por lo tanto, de manera ideal, es mejor que el líder de la célula


madre supervise a la nueva célula. Solía enseñar que el líder de la
célula madre era siempre el que supervisaba la célula hija, pero
ahora solamente sugiero esta relación. Me doy cuenta que no
siempre es posible conectar al líder de la célula madre con el líder de
la célula hija (a menudo por la falta de tiempo).

Prefiero tener un líder que no sea el de la célula madre, pero que sea
fiel, esté disponible, tenga un corazón de siervo, y sea enseñable,
que tener al líder de la célula madre supervisando a la nueva célula
sin poder comprometerse con el tiempo necesario para ver crecer y
prosperar a la célula hija.

Aunque la nueva célula hija sea asignada a otro supervisor, hay


muchas ocasiones y lugares dónde la célula madre e hija pueden
interactuar.

Capítulo 10: La Supervisión Mitos y Verdades


Estimado Dr. Egli,

Existen muchas opiniones acerca de la supervisión. Algunos la ven


como algo central, pero otros no hacen énfasis en ella porque
pareciera que no la
pueden hacer funcionar. Me gustaría saber lo que su investigación y
experiencia revelan acerca de la supervisión, y su importancia para
la vida del grupo.

Gracias por su tiempo, Pastor Roberto

Estimado pastor Roberto,

_____

A finales de los años 90, yo era un frustrado consultor de grupos


celulares que se encontraba confundido por no entender por qué
tantas iglesias celulares fracasaban en tener éxito a largo plazo con
los grupos pequeños. Quería saber por qué algunas iglesias tenían
un maravilloso éxito con los grupos pequeños, mientras que otras
luchaban.

Comencé a analizar estadísticamente las diferencias entre los


sistemas de grupos pequeños en crecimiento y saludables; y entre
los que estaban estancados y luchando. Descubrí que Dwight
Marable de Misiones Internacional, estaba conduciendo un estudio
casi idéntico. Dwight y yo unimos esfuerzos para descubrir a través
de investigaciones extensivas y cuidadosas cómo las iglesias podían
tener sistemas de grupos pequeños prósperos. Hasta la fecha para
contestar nuestras preguntas, hemos encuestado a más de 3,000
líderes de grupos pequeños en más de 200 iglesias.

Nuestra investigación reveló que existe un factor que importa más


que ningún otro. El factor más crucial para el éxito a largo plazo en
el ministerio de grupos pequeños es la supervisión proactiva de los
líderes de los grupos pequeños.

¿Qué queremos decir con esto? La supervisión proactiva significa


que los líderes de grupos pequeños tienen a alguien que los está
animando, apoyando y ayudándoles a solucionar sus problemas.

La pregunta no es, ¿Tiene supervisores tu sistema de grupos


pequeños? Casi todas las iglesias tienen algún tipo de supervisores
asignados para inspeccionar a sus líderes de grupos pequeños. La
verdadera pregunta es “¿Están las personas asignadas a
inspeccionar tus grupos pequeños supervisando activamente a sus
líderes?”

Nuestra investigación reveló cuatro acciones que ponen en práctica


los supervisores proactivos:

Se reúnen personalmente con sus líderes para


animarlos y ayudarlos a crecer como líderes.
Oran consistentemente por ellos.
Ocasionalmente visitan a sus grupos pequeños.
Reúnen a sus líderes para que puedan aprender los
unos de los otros, y ministrarse los unos a los otros.

Las iglesias con una supervisión fuerte llevada a cabo a través de


estos cuatro comportamientos tienen sistemas de grupos pequeños
más fuertes. Sus líderes y grupos son más saludables, y sus grupos
ven a más personas venir a Cristo, más personas se unen a sus
grupos, y hay más nuevos grupos emergiendo.
De las 100 preguntas de nuestra encuesta para líderes, una
pregunta (#94) mostró la más importante correlación con el
crecimiento de los grupos pequeños. La pregunta era: “¿Un
supervisor o un pastor se reúne conmigo personalmente para
animarme como líder?”. Los líderes de grupos pequeños podían
responder utilizando una escala de cinco puntos, indicando: pocas
veces, muy pocas veces, algunas veces, a menudo, muy a menudo. Si
los líderes respondían a menudo ó muy a menudo, sus grupos
pequeños tendían a ser más saludables y de más rápido crecimiento.

La creación de un sistema de supervisión fuerte lleva tiempo. Para


muchas iglesias significa la creación de una nueva cultura de
tutoría de relaciones mutuas en sus iglesias. Esto es factible, pero
requiere de persistencia hacerlo que trabaje bien. Tienes que
reclutar y capacitar a tus supervisores, y luego inspeccionarlos de
una manera en la que consistentemente los estés apoyando,
animando, y activamente supervisando.
Jim Egli, Pastor de Liderazgo de la iglesia Vineyard (Viñedo), en
Urbana, Illinois, autor del libro Small Groups, Big Impact (Grupos
Pequeños, Gran Impacto).

Mito: Encontrar el Modelo de Supervisión Correcto Es la Clave


del Éxito

En algún lugar del camino, la supervisión se convirtió en otra


manera de describir modelos celulares enteros. He notado que
algunas personas cuando se refieren a algún modelo en particular en
realidad están hablando de una estructura de supervisión. Algunos
podrían decir, “Yo sigo el Modelo del Dr. Cho”. Lo que en realidad
están diciendo es que han organizado su supervisión celular o
sistema de supervisión de acuerdo a la geografía, como lo hace
David Cho.

Cuando las personas dicen, “Yo sigo el modelo G12”, lo que


quieren decir generalmente es que han decido organizar su
supervisión en grupos de doce utilizando redes homogéneas. Cada
líder de célula estaría en un grupo de supervisión de uno a doce
líderes de células en categorías específicas tales como, de hombre,
de mujeres, de jóvenes.
Dado que las personas han conectado el crecimiento de la iglesia
con estas estructuras de supervisión, es fácil suponer que la
estructura de supervisión en sí hará que el crecimiento de la iglesia
ocurra. ¿Puede una estructura de supervisión traer el crecimiento?

Verdad: La Relación entre el Supervisor y el Supervisado es


Más Importante Que la Estructura

Lo que hace efectiva a la supervisión tiene poco que ver en realidad


con las estructuras de supervisión, y tiene todo que ver con la
relación entre supervisor y supervisado. Yo le llamo a esta relación
“El contenido de la supervisión”.

He escrito varios libros sobre estructuras de supervisión, pero el


libro de supervisión más importante que he escrito se titula How to
Be a Great Cell Group Coach (nota 15) (Cómo Ser un Gran
Supervisor de Grupo Celular). En ese libro hablo de cómo un
supervisor necesita ser un buen guerrero de oración, una persona que
escucha, que anima, que desarrolla, un estratega, y un confrontador.
Estas son las características que construyen o destruyen la
supervisión, no su estructura.

Una estructura de supervisión puede dictar que Harry y Joe se


reúnan en cierto momento cada semana, o que Harry supervise a
cinco líderes de célula. Sin embargo, el contenido de la supervisión
es que Harry se preocupa por Joe y le ministra.

La estructura de la supervisión debe ser tan simple como lo sea


posible. Si un plantador de iglesias inicia una iglesia celular, el
plantador de iglesias supervisará a todos los nuevos líderes. Cuando
ya hay diez líderes de célula, es tiempo de capacitar a dos
supervisores para que ayuden con la carga de la supervisión. La
estructura de la supervisión también se expandirá al incrementarse
las células y al crecer la iglesia.

Mito: Los Supervisores Sólo Escuchan y Hacen Preguntas


La mayoría de literatura de supervisión destaca el rol del supervisor
como el que sólo le traslada información al supervisado. El
supervisor está llamado a escuchar, hacer preguntas, y guiar a la
supervisada o al supervisado a tomar sus propias decisiones. Esto
está bien y es lo correcto. El supervisor debe colocar al supervisado
en el asiento del conductor. El supervisor no es la autoridad o el
consultor. Si bien es cierto que escuchar y hacer preguntas es
esencial para la supervisión efectiva, ¿Sería posible limitar la
supervisión al enfocarla solamente a estas verdades?

Verdad: El Supervisor Busca Equipar al Líder de la Célula con


lo que Sea Necesario

En los últimos diez años, el principio más importante que he


aprendido acerca de la supervisión es lo que yo llamo “tirar el libro
de reglas”, o poniéndolo de una manera más positiva, “utilizando
toda la caja de herramientas”.

Algunas veces he tenido que confrontar o desafiar a algún


supervisado. Otras veces, he tenido que escuchar las preocupaciones
del supervisado acerca de la iglesia celular, del ministerio en
general, o de sus luchas personales. Ha habido ocasiones en que le
he tenido que decir al supervisado que regrese y vuelva a leer un
libro que tiene las respuestas a las preocupaciones que ella o el
tienen. He aprendido a crear diferentes enfoques a medida que
surgen nuevas circunstancias.

Me he dado cuenta que debo poner todo mi ser sobre la mesa cuando
estoy supervisando. No sólo me estoy enfocando en un solo aspecto
de mi vida sino en el espectro entero (por ejemplo, la personalidad,
la educación, mi experiencia con las células, y mi conocimiento).
Utilizo cualquier cosa de la que pueda echar mano. No solamente
estoy sacando mis power points, mis apuntes sobre las células, o mis
reglas de supervisión. Estoy entregando todo mi ser.

Mi meta es servirle al líder, y por esa razón coloco su agenda como


la prioridad principal. Sé que esto también es así cuando se entrena
un deporte como el tenis. La ESPN, escribió sobre el entrenamiento
de estrellas del tenis, como Federer, diciendo:

Hoy en día en el juego, la mayoría de jugadores—tanto las


estrellas principales como los oficiales—ganan mucho
prestigio al tener un dedicado entrenador a tiempo
completo como un apéndice. El rol de un entrenador
puede variar desde ser un experto en tácticas y estrategias,
hasta ser psicólogo, agente de viajes, niñera, padre
sustituto, mejor amigo, y a menudo se compone de todas
esas facetas juntas (nota 16).

La frase “todas esas facetas” es fundamental. No existe una sola


manera de hacer la supervisión. La mejor supervisión comprende
todas esas facetas. Por ejemplo, yo paso mucho tiempo orando,
escuchando, y esperando en Dios antes de supervisar. Yo traigo mi
vida espiritual a la relación.

También traigo mi propio carácter y mis habilidades para


relacionarme. En la supervisión saldrá a la luz la forma en que me
relaciono con las personas. También hago lo necesario para ser el
amigo del supervisado.

Algunas veces, lo más importante puede ser sólo tener una


conversación alegre, reírnos, o sólo divertirnos.

Mientras estoy supervisando, me identifico con lo que me ha


funcionado, y
con lo que no me ha funcionado, pero también comparto lo que sé
que otros han hecho, libros que he leído que se aplican al problema,
e información en línea que a menudo provee más ayuda de la que he
probado o experimentado personalmente. A menudo una ilustración
saltará a la vista, y esta la comparto con la persona que estoy
supervisando.

Creo que el supervisor defrauda al supervisado al limitar los roles de


supervisión. Algunos supervisados simplemente necesitan
conocimiento. Ellos necesitan que se les enseñe a dirigir un grupo
celular. En otras ocasiones, el supervisado necesita compartir sobre
sus luchas en el trabajo o con su familia.
La supervisión inspirada por Dios consiste en la servidumbre.
Consiste sólo en servir al supervisado y hacer de ella o de él alguien
exitoso. El supervisor hace lo que sea por bendecir al supervisado.
¿Es un oído atento lo que necesita? El supervisor está listo. ¿Es una
consulta? El supervisor se la dará. ¿Es una enseñanza? El supervisor
está dispuesto.

Capítulo 11: La Transición Mitos y Verdades

Estimado Sr. Boren

A mi parecer, la manera en que una iglesia hace su transición de


iglesia tradicional a iglesia celular es un decisivo movimiento
estratégico.
No obstante parece que muchas iglesias sólo se abalanzan a la
estrategia del grupo celular sin pensar en realidad en el proceso de
transición.

¿Me podría ayudar a comprender lo que sucede en medio de la


transición de una iglesia?

Sinceramente,

Pastor Javier

_____

Estimado pastor Javier,

Desearía poder darles a los pastores un chip de computadora que


los hiciera automáticamente repensar sus suposiciones y
expectaciones sobre cómo hacer la transición de sus iglesias.
Muchos en estos días están tomando el enfoque de las franquicias
para implementar los grupos celulares. Ellos compran el modelo
preempacado, y luego implementan el modelo de a cuerdo a las
instrucciones del concesionario. Pero, cuando tú haces eso se
supone que el cambio en su naturaleza es táctico. En otras palabras
se supone que la iglesia puede cambiar, si reajustas las estructuras
y procedimientos de operación.

Sin embargo, este enfoque casi nunca nos conduce a los resultados
que queremos. Falla con el manejo del cambio de “adaptación” o
cambio “profundo”. Este tipo de cambio tiene que lidiar con los
hábitos, los valores de la iglesia y las suposiciones culturales que
están entretejidas en la estructura misma de cómo un grupo de
personas opera— las cosas que las personas hacen aun cuando no
se están dando cuenta.

Cuando los líderes fallan en entender la diferencia entre cambio


táctico (externo) y cambio de adaptación (interno), podrán cambiar
la estructura pero fallarán en dirigir a las personas hacia una
manera diferente de ser pueblo de Dios. Muchas iglesias han
iniciado grupos celulares, pero en la realidad, todo lo que hicieron
fue cambiar sus clases de escuela dominical a una casa y llamarles
células. Podrían tener la estructura de grupo celular correcta, pero
fallaron en ver la necesidad de tener una vida de iglesia celular.
Aquí están algunos principios que podrían ayudarte mientras tú
guías a otros hacia la visión de la iglesia celular:

Reduce la velocidad. Siempre es más fácil meter el


acelerador que frenar.
Empieza poco a poco. Encuentra a algunas
personas innovadoras que quieran experimentar
con la vida de los grupos celulares, y ayúdales a
hacerlo. Se su mentor. Aprende con ellos a vivir la
vida de los grupos celulares. Luego permite que esa
vida infecte a otros mientras inicias nuevos grupos.
No fuerces a las personas a que lo entiendan a la
primera. No todos abrazarán la idea de los grupos
celulares al mismo ritmo. Algunos la aceptarán
rápidamente. Otros se reclinarán en sus asientos y
observarán. Otros se resistirán. Esto es normal.
Evita juzgar a las personas. Solamente enfoca tu
energía en aquellos que ya están listos para la vida
de grupo, y permíteles a otros ver la realidad de
esta nueva vida. Si tienes paciencia ya llegarán.
Quédate quieto. Tomará unos cuantos años antes
que esto engrane dentro de la fibra misma de la
vida de la iglesia. Si no tienes planes de quedarte en
tu iglesia por más de cuatro años, entonces sí tienes
que pensar, si verdaderamente es una sabia opción
hacer la transición de tu iglesia a células. Ora.
Construye grupos celulares sobre el fundamento de
la oración. La práctica de la oración intensa es
algo común para toda iglesia celular exitosa. Tú
puedes hacer muchas cosas mal durante tu
transición. Pero no permitas que la falta de oración
sea una de ellas. Espero que estos principios te
ayuden mientras avanzas.

Muchas bendiciones en tu viaje.

Scott Boren, autor de varios libros y director del Center for


Community and Mission (Centro para la Comunidad y la Misión),
www.mscottboren.com

Mito: Deshazte de los Programas de Inmediato

Recibo muchas preguntas durante mis seminarios acerca del lugar


que ocupan los programas o los ministerios en la iglesia celular. La
mayoría de iglesias que quieren hacer la transición están inundadas
de programas y quieren saber que hacer con ellos. Algunos pastores
se emocionan tanto por la iglesia celular que inmediatamente se
quieren deshacer de todos sus programas y ministerios. Otros no
están tan seguros sobre esto, pues saben que esos programas están
satisfaciendo necesidades importantes en la iglesia. ¿Qué deben
hacer ellos?

Verdad: Para Recortar Programas Espera Hasta Tener


Suficientes Células

Yo les aconsejo a los pastores que no eliminen ningún programa


durante las primeras etapas de la transición a células. Después de
todo, los programas existentes satisfacen necesidades importantes.
Las personas encuentran confraternidad en esos programas, así
como la posibilidad de ejercitar sus músculos espirituales. Más sin
embargo, cuando las células comiencen a echar raíces, ya no habrá
la misma necesidad de tener esos programas.

Por ejemplo, cuando las células empiecen a evangelizar, la iglesia ya


no necesitará un programa de evangelismo. No obstante, sólo
cuando las células ya estén presentes y evangelizando podrá la
iglesia suprimir el programa de evangelismo. Lo mismo se aplica
con el discipulado. Muchos programas apoyan el discipulado en la
iglesia. Sin embargo, cuando las células ya están cuidando de los
líderes, y discipulando a los miembros a través de la ruta de
capacitación, ya no existe la misma necesidad por un programa de
discipulado.

Lo que sí hago, es aconsejar a los pastores a no añadir más


programas una vez que empiezan su viaje por las células. Los
miembros de la célula necesitan tiempo para concentrarse en realizar
la capacitación, en conocer a nuevos no-cristianos, y ministrar a
aquellos en el grupo celular. Si la iglesia empieza a agregar
programas y ministerios adicionales, el énfasis en la célula se diluirá
y las personas no tendrán el tiempo para darle al ministerio celular la
atención necesaria.

Mito: Lánzate a la Iglesia Celular Inmediatamente

La estrategia de la iglesia celular tiene tantos beneficios. A través de


las células, una iglesia puede pastorear a toda la congragación. La
iglesia celular también tiene sentido desde una perspectiva bíblica,
porque le ayuda a los miembros a crecer en sus relaciones
interpersonales y en la responsabilidad. Luego también, está el
factor doctrinal. La mayoría de iglesias celulares entrelazan las
enseñanzas del pastor con la lección de la célula. La mayoría de
pastores se sienten encantados de que la congragación aplique el
sermón del domingo.

Debido a que hay tantos beneficios, es común que un pastor regrese


de un seminario de células y anuncie inmediatamente que se
convertirán en una iglesia celular. ¿Es esto sabio?

Verdad: Lo mejor es Tener un Plan de Transición a Largo Plazo

Aconsejo a los pastores a no hacer un anuncio general, es decir a


toda la iglesia, hasta que esté en el proceso de transición. En
realidad, ¿Qué es lo que el pastor anunciaría? ¿Un cambio
estructural? Las personas que no han experimentado la vida celular
interpretaran el anuncio de convertirse en iglesia celular, como si se
tratara de otro programa. Esto es contra productivo, y a la
congregación le causará hastío tener que trabajar con otro cambio de
programas.

Es mucho mejor si el pastor principal y los líderes clave trabajan en


una estrategia a largo plazo detrás de escena, que incluya tablas de
tiempo, el desarrollo de la ruta de capacitación, la estrategia de
supervisión, y cómo el equipo de liderazgo dirigirá la visión celular.
Tal elaboración de estrategias es parte de la etapa de la pre-
transición, de las transiciones efectivas a iglesia celular.

La verdadera transición inicia cuando el pastor general crea un


grupo piloto. Este grupo piloto normalmente se reúne por un
término de seis meses a un año. Las personas de este grupo son
creyentes firmes que están dispuestos a liderar su propio grupo. El
pastor principal demuestra cómo dirigir una célula, haciéndolo.
Antes que el grupo piloto se multiplique, el pastor principal junto
con los nuevos creyentes que irán a los nuevos grupos celulares,
procurarán alcanzar nuevas almas mediante un esfuerzo
evangelístico.

El pastor principal puede hacer el anuncio sobre los nuevos grupos


celulares de la iglesia, después que el grupo piloto se haya
multiplicado.

Los planes que han sido bien elaborados, siempre son mejores que
aquellos hechos con gran prisa. Recuérdate de la tortuga y la libre.
La liebre corrió rápidamente, con confianza y arrogancia. La
estrategia de la tortuga valió la pena a largo plazo, y cruzó primero
la línea de meta.

Una gran iglesia tradicional en Nueva York, se entusiasmó con el


ministerio de iglesia celular. Mientras les ayudaba a planear su
transición, el pastor general de manera instintiva articuló su
necesidad por dirigir un grupo piloto para su personal y líderes
principales, a fin de modelarles el ministerio celular y asegurarse
que sus líderes principales también lo comprendieran.Él reunió en su
casa a miembros de su personal mientras dirigía su primera célula.
Este pastor comprendió la necesidad de tener un buen inicio, y que
era mejor para él arreglar los problemas en su célula piloto, antes
que esos problemas se convirtieran en parte de toda la estructura
celular.

Justamente lo opuesto ocurrió en otra iglesia que asesoré. Desde la


primera vez que nos pusimos en contacto con el pastor principal, se
hizo evidente que él no quería cambiar nada en su iglesia basada en
programas. A él le gustaba la idea de la estrategia de iglesia celular
como un agregado a lo que él ya estabahaciendo, mientras él no
tuviera que involucrarse. Él sólo estaba interesado en los logros
externos que el ministerio celular puede traer, sin tener que pagar el
precio para hacerlos realidad.

Mito: Debes Iniciar la Transición con un Prototipo

Recomiendo iniciar la transición a la iglesia celular con un grupo


piloto, dirigido por el pastor general. Muchas de las iglesias que han
hecho su transición al modelo celular de manera exitosa, han
utilizado esta estrategia con gran efectividad. No obstante, ¿Es esta
la única manera de hacer la transición al modelo de la iglesia
celular?

Verdad: Existen Varias Maneras para Hacer la Transición

Recuerdo a un buen amigo, a un pastor, a quien se le apagó el


interés por el ministerio celular porque ciertos gurús de las células le
hicieron sentir que para iniciar su primer grupo piloto tenía que
seguir un sistema largo, complicado y sujeto a reglas. A mi amigo
hasta le fue dicho que cerrara los grupos existentes y que entrara en
un lento proceso de creación de prototipos. Él decidió desistir por
que la iglesia celular le pareció demasiado complicada.

Iglesia Elim no inició su transición con sólo un grupo piloto. Elim


hizo su transición con toda la iglesia al mismo tiempo, la cual en ese
momento era de tres mil personas. Sergio Solórzano, el pastor
fundador e indiscutible líder, instruyó a las pequeñas iglesias
plantadas que se unieran y comenzaran una iglesia celular en toda la
ciudad. Los pastores de las iglesias pequeñas en San Salvador se
convirtieron el la red de pastores que formó la enorme iglesia celular
en San Salvador.

Solórzano y su equipo reunían a todos los líderes de manera regular


para enseñarles los principios celulares, cómo hacer la transición, y
lo qué se suponían debían hacer en la célula. Aún con esta
enseñanza, la iglesia tuvo que “fallar” y luego ajustar su sistema
muchas veces mientras iban avanzando. Aunque yo no sugeriría esta
estrategia, para Elim funcionó.

Phil Potter, rector de una iglesia Anglicana en el Reino Unido,


escribió un libro titulado The Challenge of the Cell Church (El
Desafío de la Iglesia Celular). En ese libro, él describe cómo su
iglesia hizo su transición a la iglesia celular iniciando con diez
células simultáneamente. ¿Cómo lo hizo? Él y sus líderes claves se
pasaron meses hablando acerca de la transición a una iglesia celular,
y luego incluyeron en el proceso a toda la iglesia. Cuando ellos
estuvieron en total acuerdo, la iglesia inició diez células al mismo
tiempo. La iglesia de Potter fue otra excepción a la norma de que el
pastor general dirigiera el primer grupo piloto.

Cuando hicimos la transición en nuestra iglesia en Ecuador, sólo


teníamos tres años. Los líderes que habían establecido la iglesia aún
estaban allí. Por lo que podíamos hacer cambios más rápido.
Iniciamos con varias células al mismo tiempo, aunque de hecho,
dimos prioridad a la creación de prototipos de principios. Cada uno
de los pastores dirigió grupos celulares, y le modeló al resto de la
iglesia cómo hacer funcionar los grupos celulares (nota 17).
Una de las razones por la que vimos tan rápido crecimiento, fue
porque evaluamos el costo, y nos comprometimos con la visión
celular a largo plazo.

Conozco otra iglesia en Ecuador, que inició con tres grupos piloto.
La iglesia conocía mucho acerca del ministerio de grupos pequeños,
y el personal pastoral estaba completamente comprometido con la
transición. Ellos eran una iglesia muy grande y el pastor principal
sintió la libertad de iniciar variosgrupos pilotos a la vez. A ellos les
funcionó muy bien. Él dirigió un grupo, y los miembros clave de su
personal pastoral dirigieron los demás grupos celulares.

De acuerdo a Scott Boren, quien ha hecho investigaciones


exhaustivas sobre la transición a la estrategia de la iglesia celular,
cada iglesia que ha hecho su transición exitosamente, y está
avanzando en el ministerio celular, ha seguido principios prototipo,
aunque tal vez no hayan hecho un grupo celular prototipo. Boren,
notó que las iglesias celulares efectivas no esperan la perfección
antes de seguir adelante con el inició de nuevas células. Ellos
entendieron la necesidad de aprender en el camino.

Las personas harán lo que ven, por lo que la iglesia debe tener en
mente principios prototipo cuando hagan la transición. De hecho,
hay varias maneras cómo hacer esto.

Capítulo 12: Plantando Iglesias Mitos y


Verdades
Estimado Pastor Seibert,

He admirado desde la distancia, como su iglesia ha lanzado nuevas


iglesias celulares alrededor del mundo. Estoy tratando de discernir
el llamado de Dios para mi vida si plantar o no una nueva iglesia
celular en mi ciudad. Me preguntaba cómo le parece que
funcionaría la célula con la celebración durante el fin de semana en
las nuevas iglesias plantadas. Me encantaría saber cómo funcionan
en las nuevas iglesias plantadas que forman parte de la red de
Antioquía.

Gracias por su tiempo,

Pastor Diego

_____

Estimado pastor Diego,

Primeramente permíteme decirte que el centro de la iglesia es


Jesucristo. Sin el amor y el poder de Jesús palpitando a través de tu
vida personal, no se tiene la fuerza ni la confianza de plantar lo que
Dios te tiene preparado. Así que mi primer desafío para todos los
plantadores de iglesias es de asegurar que su principal prioridad
todos los días sea su tiempo con Jesús, por medio de la palabra,
adoración y oración. Capacitamos a los plantadores de iglesia que
organicen sus días en base a este lugar de reunión con Dios, que
derramen sus corazones, que escuchen a Dios, y que le respondan a
Dios sistemáticamente.

La vida devocional de un líder debe ser moldeada no sólo


esperando en Dios y pidiéndole sabiduría para el día, sino también
pidiéndole dirección específica.
Cuando estás creando algo de la nada, como es el caso de iniciar
una nueva iglesia, es tan importante que el creador esté a cargo de
es recorrido.

Un ejercicio práctico que he usado a lo largo de los años para


ayudarme a esperar en Dios es básicamente el siguiente: “¿Dios,
me podrías dar tres cosas para hacer hoy?” No podemos realizar
todo, todos los días, pero sí podemos hacer tres cosas. Dios ha sido
fiel para mostrarme lo que Él quiere que haga, y al seguirle, los
resultados han sido alentadores.

Desde una perspectiva estratégica, recuerda que estamos tratando


de construir un movimiento de discipulado. San Mateo 28: 19-20
dice, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén”. Los movimientos de discipulado consisten en
invertir en las vidas de las personas de tal manera que ellos también
puedan invertir en otros.

Lo que quiero decir con esto es que hay que sembrar la semilla del
Evangelio en otros, para que ellos hagan lo mismo a cambio. Pero
esa razón la celebración del domingo no es la pieza central de la
nueva iglesia plantada. Cuando el servicio de celebración se
convierte en la pieza central de la nueva iglesia, todo gira alrededor
de la multitud, lo cual hace que sea difícil que se convierta en un
movimiento de discipulado. Pero si las relaciones mutuas y el
discipulado son el comienzo de la iglesia que has plantado,
entonces tú vienes a celebrar lo que Dios ya ha estado haciendo en
la vida del otro durante toda la semana.

Se necesita más tiempo y te tomará más de tu tiempo y energía,


invertir en las vidas de las personas que invertirlo todo en la
celebración, pero nunca te arrepentirás de construir un gran
fundamento para todo lo que Dios quiere hacer. Cuando
empezamos con Antioquía en 1999, nos reuníamos en edificios
rentados y debido a eso solamente dependíamos de los grupos de
vida. Los grupos de vida se comunicaban con nuestra gente para
indicarles dónde se llevarían a cabo las reuniones de celebración.

A menudo teníamos más personas en nuestros grupos de vida que


durante los domingos por la mañana, porque los grupos de vida se
estaban responsabilizando por las vidas de las personas. Yo fui
desafiado al principio por las personas que pedían distintos tipos de
programas. Decidimos apropósito, que por dos años simplemente
ofreceríamos grupos de vida y un servicio de celebración el
domingo. Todo lo que las personas tenían en su corazón: de
alcanzar al pobre, de cuidar a las viudas, de proveerle
financieramente a alguien con alguna necesidad, lo implementamos
a propósito en el contexto de los grupos de vida. Queríamos que
nuestros grupos de vida se convirtieran en pequeñas iglesias en las
casas para que todos
Mito: El Enfoque Debe Estar en el Éxito de una Sola Iglesia

Nunca olvidaré la experiencia de estar sentado en medio del público


en el Seminario Fuller en 1984, y escuchar a David Cho hablar
acerca de su iglesia de cuatrocientos mil miembros. Yo era un
plantador de iglesias pionero, batallando en el centro de Long
Beach, y sus palabras parecían surreales al hablar sobre la
efectividad de su sistema celular tanto para pastorear a las personas
y para evangelizar a los nuevos. Yo quería ser justo como David
Cho. Compré sus grabaciones, su nuevo libro y le enseñé a mi gente
sobre los grupos celulares en los hogares.

Más adelante tuve la oportunidad de visitar la Iglesia de Cho y otras


muchas enormes iglesias celulares como la Iglesia del Evangelio
Completo de Yoido. Todas las enormes iglesias que visité habían
sido intensamente impactadas por el increíble crecimiento en Corea.
No obstante, ¿Son las grandes mega-iglesias celulares la regla o son
la excepción?

Verdad: Es Deseable Plantar Nuevas Iglesias Celulares Más


Pequeñas

Pablo fue el plantador de iglesias más efectivo del primer siglo. El


plantó iglesias sencillas y reproducibles, y avanzó expandiendoel
Evangelio. Él no se quedó en un solo lugar para hacer que una
iglesia creciera cada vez más. Sin embargo él podía decir, “con
potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de
manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo
lo he llenado del evangelio de Cristo”. (Romanos 15:19). Antes del
año 47 no había iglesias en estas provincias. En el año 57 Pablo
habló sobre el trabajo que él había realizado.

Bob Roberts, Jr. pastor general de la Iglesia Northwood, en Texas,


ha plantado unas cien iglesias. En su libro, The Multiplying Church,
(La Iglesia que se Multiplica), él escribe:

En más de una ocasión, me he encontrado en medio de un


grupo de pastores de mega-iglesias, quienes hacen este
tipo de declaraciones: “Necesitamos asociarnos para
iniciar algunas importantes iglesias—no necesitamos
perder nuestro tiempo en estas pequeñas iglesias de cien o
doscientas personas”. ¡Ellos no lo entienden! Yo trato de
educarlos pero más a menudo de lo esperado, es en vano.
Cuando ellos hacen una declaración como la anterior
pierden de vista dos cosas. Primero, no conocen su propia
historia. Donde ha habido una explosión de fe, nunca ha
sido debido a la multiplicación de mega-iglesias, sino
debido a iglesias más pequeñas con membresías de 50 a
200… Segundo, ellos no comprenden la naturaleza de los
movimientos. Los movimientos son personales y virales
(de persona a persona). Donde han emergido
movimientos, no ha sido por causa de lo grande, sino por
causa de lo pequeño (nota 18).

Cada vez estoy más convencido que nosotros en el mundo de la


iglesia celular, hemos hecho un gran trabajo capacitando líderes a
través del ministerio celular, pero no nos hemos enfocado lo
suficiente en levantar pastores para que multipliquen nuevas
iglesias. Christian Schwartz y su equipo de investigación estudió
iglesias alrededor del mundo, y descubrió que las iglesias plantadas
eran más efectivas que las iglesias grandes para ayudar a las
personas a convertirse en seguidoras de Cristo, bautizando
miembros, y ministrando las necesidades. Schwartz escribe:

Si en vez de una sola iglesia con 2,856 adorando,


tuviéramos 56 iglesias, cada una con 51 adoradores,
estadísticamente hablando estas iglesias ganarían 1,792
nuevas personas en 5 años—16 veces más del número que
la mega-iglesia ganaría. ¡Así, podemos concluir que la
efectividad evangelística de las mini-iglesias es
estadísticamente mayor que la de las mega-iglesias en un
1,600 porciento! (nota 19).

Cuando Jesús vio las increíbles necesidades a su alrededor y en


especial a aquellos que eran desvalidos, y acosados, y con necesidad
de un pastor, les dijo a sus discípulos, “A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que
envíe obreros a su mies”. (San Mateo 9:37-38)
Los mejores plantadores de iglesias son aquellos que han
multiplicado grupos celulares, y supervisado a los nuevos líderes.
Ellos poseen la vital, y necesaria experiencia para plantar una
iglesia.

Al viajar alrededor del mundo nos comprometemos


apasionadamente con las iglesias celulares más grandes a escuchar
el llamado de Dios para las misiones. Me encantaría ver líderes que
han multiplicado células que ahora están supervisando células, que
consideraran convertirse en plantadores de iglesias misioneras por
todo el mundo. Los pastores generales son la clave para enviar a
tales personas. Algunos de estos pastores multiplicadores van a
plantar cerca de su misma ciudad, estado, o país. Otros se
convertirán en misioneros transculturales que plantarán iglesias
celulares en tierras lejanas.

Mito: La Iglesia Inicia Cuando el Servicio de Celebración Inicia

Muchas personas equiparan la primera gran concentración que se


reúne para adorar y escuchar la predicación de la palabra de Dios,
con el inicio de una iglesia. Muchos llaman a esto el primer servicio
de celebración, el cual tiene lugar comúnmente el día domingo por
la mañana.

Algunos plantadores de iglesias podrían tener al principio pequeños


grupos o equipos para prepararse para la gran reunión, pero estos
grupos son los medios para el fin. La meta final es la gran reunión
del grupo.

Verdad: La Iglesia Inicia cuando Inicia la Primera Célula

En la estrategia de la iglesia celular, el primer grupo celular es


oficialmente la iglesia. La meta es multiplicar células y juntarlas
para la celebración.

Un plantador de iglesias inició un grupo de hogar y lo multiplicó


varías veces. No obstante, al hablar con él me expresaba que se
sentía desanimado, diciendo: “Simplemente no estoy seguro si yo
debo ser el que dirija esta iglesia plantada”.Yo sólo lo escuché. Él
continuó, “Ya debería tener más personas para poder lanzar esta
iglesia”. Yo le refuté diciendo, “Pero tú ya tienes una iglesia”.

“Pero necesito tener a muchas más personas en el equipo de


lanzamiento para verdaderamente lanzar a la iglesia en un futuro”.
Respondió él.

En este plantador de iglesias estaba profundamente arraigada la


noción de que su iglesia no existiría hasta que tuviera un gran
lanzamiento con muchas personas. Mientras tanto, él simplemente
estaba reuniendo personas que se estaban preparando para lanzar la
verdadera iglesia. Pero durante esta espera, sentimientos de fracaso
lo abrumaban porque otros le habían dicho que él debía tener más
personas para poder lanzar la iglesia.

Le aconsejé a mi amigo que viera su primera célula como la iglesia.


Le dije que disfrutará la multiplicación de las células individuales,
sabiendo que él ya había plantado la iglesia. Al final, él reuniría a
todas esas células en un servicio de celebración para lograr la
madurez de todos los creyentes a través de la adoración y de la
enseñanza de la palabra de Dios.

Yo quería que el plantador de iglesias sintiera el gozo puro de saber


que él ya había plantado la iglesia. Obviamente su trabajo era el de
mantenerse firmemente alcanzado a otros, multiplicando células, y
continuar haciendo discípulos.

Como está escrito a través de las páginas de este libro, una de las
verdades fundamentales de la iglesia celular es que la célula es la
iglesia. La iglesia es establecida cuando el pastor lanza la primera
célula. La meta es multiplicar la primera célula en más grupos
celulares, y luego al final reunir todas esas células para celebrar.

Fui el mentor de un estudiante de doctorado quien escribió su


disertación acerca de plantar una iglesia sencilla en medio de la
denominación Cristiana Reformada. Él andaba en busca de apoyo y
aprobación. Planeó iniciar con un grupo pequeño (célula) y
multiplicarlo en más grupos. Su título: Una Estrategia para Iniciar
un Movimiento de Multiplicación de Iglesias en Muskegon,
Michigan, declaraban sus audaces intenciones.

Pero primero él debía hacer que su primera célula fuera aceptada


como una iglesia verdadera. Su denominación consideraba
verdaderas iglesias aquellas que tenían un pulpito, edificio, etc. Mi
trabajo como su mentor fue ayudarle a convencer a su denominación
que la célula era la iglesia (nota 20).

El desafío para el estudiante de doctorado era superar las reglas de la


denominación que declaraban: “Un ministro de la palabra sirviendo
como pastor de la congregación deberá predicar la palabra,
administrar los sacramentos, conducir servicios públicos de
adoración, catequizar a la juventud, y capacitar a los miembros para
el servicio cristiano” (nota 21).

Note las palabras “conducir servicios públicos de adoración”.


¿Podría tener él una iglesia sin un servicio público? El planeó iniciar
la iglesia con un grupo pequeño. ¿No era este grupo la iglesia desde
el principio? Su lucha no era solamente un ejercicioteórico. Él
estaba en busca del financiamiento y del apoyo de la denominación.

Efectivamente él completó con éxito la disertación e inició la iglesia


como una célula única. Al final creció hasta llegar a múltiples
células, y a un servicio de celebración.

Le recomendé iniciar la primera célula los sábados por la noche, o


en cualquier noche durante la semana—pero no los domingos por la
mañana. Parte de la presión por tener que competir con las iglesias
más grandes que se reúnen en el área, los domingos por la mañana
se suprime haciendo esto.

También les aconsejo a los plantadores de iglesias que hagan las


capacitaciones los domingos por la mañana, que sostengan una
reunión de oración, o que salgan a ministrar. Es una gran idea
movilizar a la iglesia para alcanzar y ministrar a aquellos con
necesidades.

Mito: Abre el Servicio de Celebración lo Más Pronto Posible


He escuchado que las iglesias en Japón aprendieron de Norteamérica
que una verdadera iglesia tiene que tener un servicio de celebración.
Lo primero en lo que piensa un plantador de iglesias en Japón es en
abrir un servicio de celebración. Por ejemplo una iglesia Japonesa
tiene su servicio de celebración sólo con siete personas presentes, se
sienten completos con un púlpito y boletines profesionales. Los siete
se sientan en filas, La eclesiología detrás de este tipo de plantación
de iglesia, es que la iglesia es un lugar donde las personas se
congregan para escuchar a un predicador. Un ministro tiene que
pasar por una capacitación intensa para convertirse en pastor, y
después necesita un lugar dónde utilizar su capacitación, es decir en
un edificio donde las personas se puedan sentar a escucharlo, o
escucharla.

Aunque el pastor crea que la célula es la iglesia, es fácil sentirse


presionado para abrir el servicio de celebración lo más pronto
posible.

Un pastor en Carolina del Norte sintió esa presión y comenzóun


servicio de celebración con sólo dos familias. Él dependía de estas
dos familias para hacer todo. Las dos familias, junto con el pastor y
su esposa, tenían que armar, desarmar, cuidar a los niños, dirigir la
adoración, y proveer el refrigerio. Y siempre se sentía incómodo
tener la sensación de que se trataba de una celebración cuando sólo
un puñado de personas estaba presente. Este pequeño equipo
anhelaba tener más personas, pero desafortunadamente, nunca se
formó una multitud, y cerraron la iglesia. Pero para empezar,
¿Debieron haber pasado por tal dolor?

Verdad: Espera hasta que Hayan Suficientes Personas en las


Células para Iniciar las Celebraciones Semanales

Considéralo un lujo si puedes iniciar una iglesia con un gran núcleo


de la iglesia madre. Nosotros hicimos esto en Ecuador cuando ciento
cincuenta personas y diez grupos celulares dejaron la iglesia madre
para iniciar una iglesia hija.

¡También teníamos una porción de tierra y un edificio! Iniciamos


corriendo y la iglesia nunca se detuvo. Si bien es cierto que este es
un panorama ideal, es muy difícil de reproducir, pues la mayoría de
iglesias no comienzan de esta manera. De hecho, la mayoría de
iglesias plantadas inician con una sola célula y crecen a partir de allí.

Cuanto la celebración tiene lugar, es simplemente porque se están


congregando juntas todas las células. Es el momento que tienen las
células para celebrar. La mayoría de iglesias celulares tienen sus
celebraciones semanalmente, pero yo aconsejo a las iglesias que
esperen hasta tener suficientes células y personas en las células para
hacer esto. De lo contrario demasiada carga es puesta sobre pocas
familias clave, para pagar los recibos, mantener los ministerios
funcionando, y hasta para proveer a la iglesia posiciones de
liderazgo claves.

Yo recomiendo iniciar con las celebraciones semanales cuando ya


hay de ocho a diez células, y de setenta a cien personas
aproximadamente en esas células. Hasta entonces, lo mejor es sólo
tener celebraciones periódicas, digamos, una por mes. Las reuniones
de oración y las reuniones sociales pueden servir para reunir a las
células mientras tanto. Tal vez te gustaría seguir este programa:

3 células: una celebración al mes


6 células: dos celebraciones al mes
8-10 células: una celebración semanal

Es muy confortable tener una pequeña reunión en un hogar. En una


sala caben cerca de doce personas. Si sólo llegan cuatro, a nadie
parece importarle. De hecho, a menudo un grupo más pequeño
puede compartir más íntimamente. Pero no sucede lo mismo en un
servicio de celebración. Cuando sólo llegan unas cuantas personas,
es más difícil crear la atmósfera de una celebración.

Mito: Debes Iniciar un Servicio de Celebración Semanal

Algunas personas creen que la iglesia celular siempre debe tener una
célula semanal, y un servicio de celebración semanal. Después de
todo, ¿No es acaso eso lo que significa ser una iglesia de dos alas?
Yo pensé de esta manera por muchos años y aún enseñé que la
definición de una iglesia celular incluía células semanales, y
celebraciones semanales. Pero ¿Esto tiene que ser siempre cierto?

Verdad: Algunas Iglesias Celulares Nunca se Reunirán


Semanalmente para una Celebración

El porcentaje de personas que se reúnen en servicios de celebración


semanales en Norteamérica ronda setenta y cinco. (No estoy seguro
del porcentaje semanal de las iglesias celulares a nivel mundial).
Muchas iglesias celulares nunca crecerán más allá de las cien
personas. En el libro de Ralph Neighbour, Where do We Go from
Here? (¿De Aquí Hacia Donde nos Dirigimos?), él escribe lo
siguiente:

La recomendación es que retrases cualquier celebración


para las células hasta que tengas por lo menos a cien que
participen. Las tareas para desarrollar los servicios pueden
después irse rotando entre las células, o se les puede pedir
a ciertas células que realicen las mismas tareas en cada
servicio. Cuando finalmente crees un servicio público,
enfócalos a que construyan la vida de las células, en vez
de atraer a personas quienes puedan no estar interesadas
en la vida celular. Mientras más convertidos reúnas, más
rápido verás que tu visión se vuelve realidad (nota 22).

Estoy de acuerdo con el consejo de Ralph Neighbour y creo que


muchas iglesias celulares nunca tendrán una reunión de celebración
semanal. Sí, las células se reunirán cada semana, pero el servicio de
celebración sólo se llevará a cabo trimestralmente, cada mes, o dos
veces al mes.

Bill Beckham, un experto en el ministerio celular, también cree que


necesitamos ser creativos con respecto a la frecuencia y al propósito
del servicio de celebración. Por ejemplo, algunas iglesias celulares
juntarán sus células para una reunión de oración, capacitación, y
luego para un servicio de celebración mensual (por ejemplo,
adoración, predicación, etc.)
Al exigir una celebración semanal, estamos limitando el número de
iglesias que podemos plantar y a los plantadores de iglesias. Los
servicios de celebración semanales, concluyen con la predicación y
con la adoración, y el ministerio de los niños requiere ciertas
habilidades que no todos los plantadores de iglesia poseen. Algunos
pastores simplemente no tienen el carisma o talento necesarios para
hacerlo. Estoy convencido que no estamos plantando iglesias más a
menudo porque algunas personas insisten en que los plantadores de
iglesias necesitan predicar en un servicio de celebración semanal
(nota 23).

Corre con la Verdad

Algunos de los mitos en este libro son el resultado de buenas


intensiones que se extraviaron. Una iglesia o un pastor puede ser que
haya tratado de corregir el desbalance pero por el contrario, se
convirtieron en parte del problema. Sin embargo, otros mitos son
inspirados por el enemigo con la meta de frustrar y destruir la obra
de Dios.
El 9 de junio de 1999, recibí una profecía de Harold Weitz, un
ungido pastor Sudafricano de una iglesia celular quien tiene un
comprobado don de profecía. Parte de la profecía indicaba lo
siguiente: “El enemigo está afligido por lograr una sola cosa:
detener el avance de todas las iglesias celulares; pues El Señor dice,
yo tomaré a mi iglesia para que regrese al patrón bíblico de la iglesia
en las casas”.

Cuando Dios se mueve y crea una estrategia que trae salud y vida
para su iglesia, satanás y los demonios a menudo traen el engaño
para frustrar la obra de Dios. De hecho, Jesús nos dice que nos
guardemos de los falsos profetas, que vienen a nosotros con vestidos
de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Jesús nos dijo que por
sus frutos los conoceríamos. (San Mateo 7: 15-16).

Mi esperanza es que como resultado de leer este libro, tú estés mejor


equipado para discernir los errores del enemigo de los principios de
Dios, la cizaña del trigo.

Y aún más importante, mi deseo es que corras confiadamente con


principios positivos, y una perspectiva que te permita construir un
fuerte fundamento para tu ministerio celular. Oro porque tomes los
principios bíblicos, probados a través el tiempo y expuestos en este
libro, y descubras el sendero que conduce a un ministerio celular
fructífero a largo plazo.

Reflexiones por Carl George


Joel Comiskey, es alguien a quien he admirado por muchos años. Su
invitación a agregar una reflexión a este excelente libro es un
privilegio que aprecio.

La dirección de los grupos celulares para futuro se ha ido haciendo


cada vez más clara con el paso de cada década. Las iglesias no
pueden construir suficientes edificios para mantenerse al día con sus
necesidades de adoración, mucho menos aulas de clases para la
educación cristiana.

El cristianismo se ha propagado rápidamente bajo la persecución, y


sin el patrocinio del gobierno desde los días de la iglesia primitiva
hasta ahora. Las iglesias más grandes que existen, y que ahora se
encuentran prácticamente en todos los continentes, se apoyan en
variaciones de modelos de grupos celulares para cuidar y nutrir a sus
convertidos. El jurado ya decidió. El veredicto es claro. El
ministerio de grupos celulares funciona.
Los únicos impedimentos para implementar el ministerio de grupos
celulares son la falta de claridad en las metas, y las distracciones por
otros objetivos. He visto fracasar esfuerzos de grupos celulares sólo
por la insuficiente sabiduría para el liderazgo, e insuficiente
perseverancia para trabajar contra las resistencias e impedimentos
encontrados durante la transición. Con este libro se asegura la
claridad.
Joel y yo, ambos conocimos a David Cho en 1984. Ambos hemos
obtenido mucha inspiración de su trabajo pionero en Corea.

Cuando Cho explicó las raíces de su estrategia de iglesia celular, él


le dio crédito a varias corrientes que condujeron a la fundación de la
iglesia más grande en la historia de la cristiandad:

La influencia pionera de su suegra cuando él estaba


demasiado enfermo para llevar las riendas como de
costumbre.
Haber sido expuesto a la historia de John Wesley,
cuyas sesiones de clases (en realidad grupos de
hogar) preservaban el fruto que iglesias establecidas
no podían preservar.
Sus primeros éxitos utilizando miembros de su
personal para supervisar y respaldar a los líderes de
célula.

Cada uno de estos tres principios centrales le ayudó a Cho a


desarrollar su pequeño ministerio de grupos mientras su iglesia
crecía más y más.

Cuando Cho expuso sobre el lugar que tienen la fe y la oración al


momento de obedecer el llamado de Dios para abrir grupos
celulares, él dijo algo que ha resonado en mis oídos por muchos
años. De hecho, todavía puedo escuchar a Cho diciendo, “Es el
sistema celular el que usted debe comprender”.

Con estas palabras, Cho me transmitió algo que trasciende a la


célula misma. Es la idea que las células no son en sí un fin. Si tú
sólo te enfocaras en las células, pasarías desapercibidas verdades
importantes que Cho había comprendido en su totalidad:

Los nuevos creyentes reciben atención personal en las células. Cho


se dio cuenta que los nuevos cristianos maduran para ser discípulos
de Jesús con la atención que les es provista a través del ministerio
celular.

Se desarrollan nuevos líderes a través del ministerio celular. Cho se


dio cuenta que las células desarrollaban líderes, quienes a cambio
iniciaban nuevas células. Luego empleó a pastores para que
formaran parte de su personal y apoyaran a los líderes.

El tipo de líder que Cho tenía en mente es descrito por Joel como el
que hace discípulos. Este tipo de anfitrión, facilitador, recolector,
líder, o como le termine llamando a él o a ella, tiene una visión que
va más allá de la reunión celular. Los hacedores de discípulos tienen
en mente a miembros de célula completamente maduros que a la vez
están desarrollando nuevos discípulos a través del ministerio celular.

El Dr. Comiskey nos tiene ocupados con una conversación acerca de


la iglesia celular que nos lleva muy lejos en el camino de la eficacia.
Mediante el uso del formato de desacreditación de los mitos, y al
presentar las interrogantes de ministros de la vida real, Joel nos abre
un camino para manejar los cruciales desafíos que enfrenta la
implementación del ministerio celular. Sus escritos nos ayudan a
esquivar los obstáculos impuestos por las adherencias rígidas a las
formulas y tradiciones. Llena de esperanza no sólo al líder de la
mega iglesia, sino también al plantador de iglesia, y al pastor de la
congregación más pequeña. ¡Su presentación es tan inspiradora que
me encuentro nominando mentalmente a mis vecinos y recientes
conocidos para invitarlos a una reunión celular en mi propio hogar!

Myths and Truths (Mitos y Verdades) sigue a su excelente libro


Leadership Explosion (Explosión de Liderazgo). No puedo pensar
en un par de libros más útiles que estos dos para cualquiera que
espere maximizar sus esfuerzos por ser fructífero en el ministerio
celular dentro de su congregación.

Carl George, Consultoría para el Crecimiento Taylors (Greenville)


Carolina del Sur

Apéndice

En mayo del 2005, El Grupo de Joel Comiskey comisionó al Centro


de Investigaciones del Desarrollo Natural de la Iglesia, Natural
Church Development NCD, en Alemania para hacer un estudio
estadístico que comparara a las iglesias celulares norteamericanas,
con las iglesias norteamericanas no-celulares. En ese momento, el
NCD tenía 7,972 perfiles de iglesias norteamericanas. De ese
número el 3.6% calificaban como iglesias celulares. Aunque el
porcentaje de las iglesias celulares es comparativamente pequeño, el
software de manejo de datos estadísticos les permite a los
investigadores nivelar el campo de muestreo a fin de hacer
comparaciones exactas.

En este apéndice, simplemente citaré la investigación de Chistoph


Schalk a partir del análisis que envió. Para recibir el análisis
completo en formato PDF, solicítalo al correo electrónico
info@joelcomiskeygroup.com.
Definición de iglesia celular de acuerdo al NCD

El NCD, define a una iglesia celular como una iglesia con más del
75% de miembros involucrados en pequeños grupos holísticos.

Schalk me dijo, Joel Comiskey, el equipo de investigación clasificó


a una iglesia celular como una iglesia con un puntaje de 65 ó más
grupos pequeños holísticos, y con más del 75% de asistencia a
grupos pequeños de adoración. A fin de hacer énfasis permíteme
decir esto de otra manera: en las iglesias etiquetadas por este estudio
como iglesias celulares, más del 75% de aquellos que asistieron a
los servicios de adoración los fines de semana, también asistieron a
pequeños grupos holísticos durante la semana, y estas iglesias se
destacaron con los pequeños grupos holísticos anotando una
puntuación más alta que 65 en la prueba del NCD (nota 24).

Sin embargo esto todavía no define, qué es un pequeño grupo


holístico para el NCD. La respuesta a esta pregunta puede
encontrarse en el libro Natural Church Development (Desarrollo
Natural de la Iglesia), donde las características de un grupo pequeño
holístico incluyen las siguientes:

Énfasis en la aplicación de verdades bíblicas que


conducen a la transformación. Las personas en estos
pequeños grupos tienen la libertad de hacer
referencia a temas que se aplican a la vida diaria.
El ejercicio de los dones espirituales dentro del
grupo pequeño.
Prioridad al grupo pequeño por ser tan importante
como el servicio de celebración. En otras palabras el
grupo pequeño, no es simplemente una extensión
programática del servicio de celebración. Schwarz
usa el término “mini-iglesia” para describir un
grupo pequeño holístico.
La multiplicación: la multiplicación resaltó como el
factor clave en iglesias saludables y en crecimiento.
Schwarz dice, “Si debiéramos de identificar algún
principio como el más importante…entonces sin
lugar a duda sería la multiplicación de grupos
pequeños”. Schwarz continua, “la continua
multiplicación de grupos pequeños es un principio
universal del crecimiento de la iglesia” (nota 25).

La definición del NCD de un grupo pequeño holístico se parece


mucho a la definición de célula que se dio en la introducción de este
libro. También me gusta su definición de iglesia celular, y creo que
es un excelente punto de partida. He apreciado el ministerio del
NCD, y me anima ver que su amplia investigación confirma que el
ministerio de la iglesia celular es una saludable estrategia para el
crecimiento de la iglesia.
Las iglesias celulares Norteamericanas obtuvieron mayor
puntaje en todas las categorías

De acuerdo al análisis de su investigación de las iglesias celulares


norteamericanas, y de las iglesias no-celulares, Schalk dice, “las
iglesias celulares obtuvieron significativamente un mayor puntaje en
todas las áreas encuestadas, que las iglesias no-celulares. El puntaje
combinado de las iglesias celulares promedia 58, mientras que el
puntaje combinado de las iglesias no-celulares promedia 50”.

La categoría “Adoración Inspiradora” mostró la diferencia más


pequeña (2 puntos más para las iglesias celulares) y “Grupos
Pequeños Holísticos” mostró la mayor diferencia (17 puntos más
para las iglesias celulares).
Es mejor el servicio de adoración de grupos grandes

Sin embargo, Schalk señala que aun las iglesias que dicen que se
enfocarán en el servicio de adoración de grupos pequeños más que
en la de los grandes, obtuvieron mejores resultados con los servicios
de adoración de grupos grandes. Él dice, “Este descubrimiento
indica que las células no se detractan del culto general—sino que
participan en él. Además la tasa de plantación de iglesias—a pesar
del hecho de que el movimiento de la iglesia celular pareciera que se
ha enfocado en hacer cada vez más grande a la iglesia, en vez de
plantar más iglesias—parece indicar que de hecho la multiplicación
está en el código genético”.

Tasa de crecimiento más alta

El estudio indicó que las iglesias celulares demostraron una tasa de


crecimiento promedio de más del doble de las iglesias nocelulares.

Conclusión

Tomarse el tiempo para construir una iglesia que honre a Dios y que
esté haciendo discípulos no es fácil. Pero Jesús sí nos dijo que
calculáramos el costo. El estudio de NCD nos desafía a que
hagamos crecer a la iglesia de adentro hacia afuera—una iglesia que
produzca un crecimiento fructífero y duradero. El crecimiento de
iglesias saludables a través de la estrategia de la iglesia celular es
vital para encausar nuevamente a la iglesia norteamericana. Estoy
agradecido pues muchas iglesias en Norteamérica ya están
implementando la estrategia de la iglesia celular.
(http://www.joelcomiskeygroup.com/articles/
worldwide/NorthAmerica.htm). Ellos pueden inspirar y darle nuevas
perspectivas a aquellos que quieran seguir sus pisadas.

Notas Finales
1. Sitio web:
http://hirr.hartsem.edu/research/fastfacts/fast_facts.
html#sizecong
2. Joel Comiskey, Sam Scaggs, Ben Wong, You Can
Coach (Moreno Valley: CA: CCS Publishing,
2010), pp. 70-71.
3. Para leer más sobre el tema: páginas 46-48 de
Natural Church Development (Desarrollo Natural
de la Iglesia) (Carol Stream, Illinois: Church Smart
Resources, 1996).
4. John Kotter, A Sense of Urgency (Un Sentido de
Urgencia) (Harvard, Michigan: La Prensa de
Negocios de Harvard, 2008, introducción. Edición
Kindle.
5. Elim sabe cada semana cuántas células se reunieron,
cuántos asistieron a la célula, el número de
conversiones en la célula, bautismos, y a cuántas
personas visitó el líder de la célula. Cuando los
resultados están por debajo de las expectativas, Elim
ora más, hace correcciones, y procura movilizar las
tropas para la batalla.
6. Los libros, Spirit-Filled Small Group y Discover
hablan d de los dones del Espírit Santo. Se hablan
que el mejor lugar para usar los dones es el grupo
pequeño. Todos los pasajes de la biblia sobre los
dones del Espíritu se dirigen a los grupos pequeños.
Se puede comprar estos libros en www.
joelcomiskeygroup.com
7. La prohibición de no aceptar sobornos se repite
varias veces en la Biblia, dos veces por la siguiente
razón “porque el soborno ciega los ojos de los
sabios, y pervierte las palabras de los justos”.
(Exo.23:8; Dtn. 16:19). La advertencia también
anunciaba que el aceptar sobornos podría conducir
al derramamiento de sangre inocente (Dtn. 27:25).
Dios es alabado por no aceptar el soborno (Dtn.
10:17), y así como son generalmente exhortados los
jueces humanos a imitar las cualidades divinas,
también son apremiados a ser imparciales, y no
susceptibles al soborno (II Cro. 19:7). El que da el
soborno es culpado por ser tentador o cómplice del
que lo toma, transgrediendo la prohibición “y
delante del ciego no pondrás tropiezo” (Lev. 19:14).
El soborno parece haberse difundido ampliamente (I
Sam 8:3) de lo contrario los profetas no lo hubieran
denunciado con tanta vehemencia (Isa. 1:23; 5:23;
33:15; Eze. 22:12; Ams.5:12; Miq. 7:3), pero se
menciona por su naturaleza como una conducta
poco ética y no como un delito. [Estos versículos
fueron tomados de
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/judaica/
ejud_0002_0004_0_03532.html]
8. Lawrence Khong, The Apostolic Cell Church ( La
Iglesia Celular Apostólica): Estrategias Prácticas
para el Crecimiento y Alcance, la Historia de la
Iglesia Bautista de la Comunidad de Fe (Singapur:
Ministerios Internacionales Touch, 2000) Pag. 32.
9. Boundaries Límites (Grand Rapids, Michigan:
Zondervan, 1992), pags. 99-100.
10. Esta compilación se le acredita a Jack Canfield y
Mark Victor Hansen. Ellos son los creadores del
imperio The Chicken Soup (La sopa de pollo) y la
idea de su libro fue rechazada por casi todos los
editores publicistas. Publicado por Carmen Leal el
día jueves, 29 de julio de 2004 en Writer´s View, (el
punto de vista del escritor) una lista de grupo de
yahoo.
11. John Mallison, Growing Christians in Small Groups
(Cristianos que Crecen en Grupos Pequeños)
(Londres: Scripture Union, 1989) pag. 5
12. C. Kirk Hadaway, Francis M. DuBose, y Stuart A.
Wright, Home Cell Groups and House Churches
(Grupos Celulares de Hogar e Iglesias en las Casas)
(Nashville, TN: Prensa Broadman, 1987), pag. 40.
13. Jim Egli, Dwight Marble, Small Groups, Big
Impact: Connecting People to God and One
Another in Thriving Groups (Grupos Pequeños,
Gran Impacto: Conectando a las Personas con Dios
y Entre Sí en Prósperos Grupos) (Saint Charles, IL:
Church Smart, 2011) pag. 42.
14. Jeff Tunnell, blog en el sitio web de Joel Comiskey
Group (Grupo de Joel Comiskey), del día lunes, 22
de noviembre de 2010, http://
joelcomiskeygroup.com/blog_2/2010/11/22/multiplication
-journey/
15. Mis libros sobre la estructura de supervisión
incluyen: Grupos de Doce, De Doce a Tres; y
Pasión y Persistencia. Estos libros cubren las tres
estructuras principales de la supervisión..
16. Artículo obtenido en
http://sports.espn.go.com/sports/tennis/
winbledon08/columns/story?
columnist=harwitt_sandra&id=3473761
17. Recuerdo la reunión en la cual como personal
pastoral decidimos inspeccionar las veinte células
que teníamos en ese momento. Cada uno se
comprometió a dirigir una célula, supervisar cuatro
células existentes, levantar de estas células
supervisores, reportar cómo les estaba yendo a las
células, y sobretodo multiplicar los grupos. Como
equipo pastoral, nos reuníamos cada semana para
poner sobre un cuadro gráfico el progreso de las
células, y para pastorear juntos la estrategia celular.
18. Bob Roberts, Jr., The Multiplying Church: The New
Math for Starting New Churches, (La Iglesia que se
Multiplica: La Nueva Forma de Iniciar Nuevas
Iglesias), (Grand Rapids, Michigan: Zondervan,
2008), página 65.
19. Ibídem.
20. DeRidder and Hofman, Manual of Christian
Reformed Church Government (Manual del
Gobierno de la Iglesia Cristiana Reformada, página
101.
21. Ralph Neighbour, Where do We Go from Here?
(¿De Aquí Hacia Donde nos Dirigimos?) (Houston,
Texas: Touch Publications, 2000), página 382.
22. Tal como se mencionó con anterioridad, algunos
pastores preferirán reunir a las células en un servicio
de celebración mensual, reuniones de oración
mensuales de media noche, y salidas diversas:
sociales, y para alcanzar a otros.
23. Correspondencia personal de Christoph Schalk,
martes, 31 de agosto de 2004, quien me dijo que
habían 30,157,711 entradas en la base de datos del
NCD.
24. Christian Schwartz, Natural Church Development
(Desarrollo Natural de la Iglesia) (Carol Stream,
Illinois: Church Smart Resources, 1996). Página 32.
25. Brickman, Natural Church Development and Cell
Church: ¿Friend or Foe? (Desarrollo Natural de la
Iglesia e Iglesia Celular: ¿Amigo o Enemigo?) En la
página 8 él dice, “Estoy sugiriendo el matrimonio
entre los principios de la iglesia celular y el
Desarrollo Natural de la Iglesia. No estoy
sugiriendo solamente que haya compatibilidad, pero
estoy sugiriendo que si un paradigma de la iglesia
celular puede hacer huir a mil, la unión de un
paradigma de la iglesia celular con uno del NCD
puede hacer huir a diez mil. El todo será mucho
mayor que la suma de las partes”.

Recursos de Joel Comiskey

Los libros previos en español de Joel Comiskey cubren los


siguientes temas:
Dirigiendo un grupo celular (Cómo dirigir un grupo celular con
éxito, 2001)

Cómo multiplicar el grupo celular (La explosión de


los grupos celulares en los hogares, 1998)
Cómo prepararse espiritualmente para el ministerio
celular (Una cita con el Rey, 2002)
Cómo organizar en forma práctica su sistema de
células (Recoged la cosecha, 2001, 2011)
Cómo entrenar futuros líderes de células (La
explosión de la iglesia celular, 2004)
Cómo dar mentoría/cuidar de líderes celulares
(Cómo ser un excelente asesor de grupos celulares,
2003; Grupos de doce, 2000; De doce a tres, 2002)
Principios de la segunda iglesia más grande del
mundo (Elim, 2004).
Cómo funciona una iglesia celula en Norteamérica
(La Iglesia que se multiplica, 2007)
Cómo plantar una iglesia (Plantando iglesias que se
reproducen, 2010)
Cinco libros de capacitación (Vive, Encuentro,
Crece, Comparte, Dirige, 2011)
Como ser un discípulo relacional (Discípulo
Relacional, 2011).
Como los dones del Esprítu Santo funcionen dentro
de una celula. (El Grupo Celular Lleno del Espíritu,
2011).

Se puede conseguir todos los libros listados de “Joel Comiskey


Group” llamando al 1-888-344 CELL (2355) por hacer un pedido
por Internet en
www.joelcomiskeygroup.com
Table of Contents
Table of Contents
Agradecimientos
Prólogo por Ralph Neighbour
Introducción
Capítulo 1: Visión Mitos y Verdades
Capítulo 2: Modelo Mitos y Verdades
Capítulo 3: Crecimiento de las Iglesia Mitos y Verdades
Capítulo 4: El Líderazgo Mitos y Verdades
Capítulo 5: Enfoque Celular Mitos y Verdades
Capítulo 6: Grupo Celular Mitos y Verdades
Capítulo 7: Comunidad Mitos y Verdades
Capítulo 8: El Evangelismo Mitos y Verdades
Capítulo 9: La Multiplicación Mitos y Verdades
Capítulo 10: La Supervisión Mitos y Verdades
Capítulo 11: La Transición Mitos y Verdades
Capítulo 12: Plantando Iglesias Mitos y Verdades
Reflexiones por Carl George
Apéndice
Notas Finales
Recursos de Joel Comiskey

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