INTRODUCCIÓN
En este Tema se Hablará de la Síntesis Del Libro ‘Paradoja’ De James C. Hunter,
Que nos habla de lo Siguiente: Ser un Líder, El Trabajo en Equipo, Y el Bien
común.
SÍNTESIS LA PARADOJA DE JAMES C. HUNTER
Las inquietudes y la motivación, la importancia de reconocer el esfuerzo y el logro
que otro puede conseguir, la búsqueda del bien común, el trabajo en equipo.
Varias citas del resumen y los propósitos que cada persona pueda tener y que
pueden desarrollarse en función de un equipo de trabajo, y valorar cada aporte
nos puede convertir en un líder positivo. Pues hay quienes nacen con cierta
cualidad, y quienes en cambio desarrollan otras por elección propia.
El liderazgo se entiende como una relación de amor, que podemos lograr con
trabajo y esfuerzo, y que para esto lo primero que se debe hacer es cambiar el
paradigma de servir y reconocer realmente a quienes nos bridan el mayor
esfuerzo. Laboralmente hablamos de satisfacer las necesidades de los gerentes y
no brindar la real importancia de servicio a los clientes; evaluadores de un servicio
al igual que los trabajadores quienes son la fuerza laboral de una organización.
El liderazgo comienza con la voluntad, y para ello es importante entender que
“amar” es servir. Aunque se relaciones con el “amor” del Nuevo Testamento, la
cual es “ágape” que involucra paciencia, afabilidad, humildad, respeto,
generosidad, indulgencia, honradez y compromiso, se denomina “Liderazgo”.
Puedo inferir, que existe una voluntad de querer hacer un bien común, y al
ejercerlo, participo siendo líder.
Intervenir positivamente nos permite ver un jardín florecer, si hay un buen trabajo
relacionaremos un jardín con flores y agradable de ver, resultado que, al transmitir
e influenciar a un equipo de trabajo y conducirlos de buen modo, cosecharemos
frutos. Influir positivamente en los otros a fin de que cada quién desarrolle su
potencial y crezca de la manera correcta, aportando con ello a la organización.
El liderazgo empieza por una elección de querer tener las habilidades del líder y
continúa si asumimos la responsabilidad de esa elección. Nuestro actuar nos
define, pues si participamos, aportamos, motivamos y lo hacemos de forma
positiva recibiremos respuestas positivas. Para ello, el perfeccionamiento debe ser
primordial y ejercer el aprendizaje, como el descrito en las cuatro etapas, nos
orienta a adoptar un comportamiento natural, sin necesidad de pensar en el
siguiente paso calculado, aplicar la voluntad de actuar libre y sensatamente por el
Bien del otro. Esto es el primer paso, la guía sin embargo los partícipes seguirán el
Camino que visualicen, sus fuegos internos. Se puede aprender a ser líder: se
pueden aprender los comportamientos y habilidades apropiadas, ponerlas en
práctica y así llegar a ser un buen líder. Autoridad es contrario a poder: el poder es
capaz de conseguir que las personas hagan cosas en contra de su voluntad,
debido a nuestra posición de fuerza. en cambio, la autoridad es el arte de
conseguir que la gente haga voluntariamente lo que nosotros queremos debido a
nuestra influencia personal. Para liderar hay que saber influir, lo que significa
conseguir que alguien haga nuestra voluntad a través de la autoridad y no del
poder. Los comportamientos que más se observan en los líderes y que por lo tanto
nos darían buena capacidad para influir sobre las personas que lideramos son:
1. Ser Honrado, digno de confianza
2. Ser el ejemplo
3. Estar pendiente de los demás
4. Estar Comprometido
5. Estar atento Exigir responsabilidad a la gente
6. Tratar a la gente con respeto
7. Animar a la gente
8. Tener actitud positiva, entusiasta
9. Apreciar a la gente
Todos ellos se practican normalmente en mayor o menor medida, es decir, todos
nos comportamos así algunas veces, pero un líder nunca los debe olvidar si quiere
conseguir que la gente haga una serie de cosas.
Es importante que reconsideremos continuamente nuestros paradigmas para
poder adaptarnos a las condiciones cambiantes del medio. En muchas empresas
se debería cambiar el paradigma del modelo piramidal para que el cliente esté en
lo más alto y todos los escalones de la pirámide miren por la satisfacción del
cliente y no por la satisfacción del jefe como suele ser habitual.
En este apartado del libro, se detalla como el protagonista principal de la historia,
John Daily, es un ejecutivo con una vida plena de éxitos. Sin embargo, se está
enfrentando a problemas laborales y familiares. Entre ellos, las presiones
derivadas de la insatisfacción sobre su trabajo actual, así como los problemas de
comunicación con su esposa (psicóloga de profesión), así como la poca atención
que está dedicando a sus hijos.
Para atacar estos problemas recurre a un retiro en un monasterio al pie del lago
Michigan por una semana, donde será alumno de un curso sobre liderazgo. Allí
conocerá a Simeón (nombre que le persigue desde pequeño en multitud de
ocasiones especiales como confirmación o boda), quien enseñará las bases del
liderazgo a lo largo de siete intensos días de clausura, y acomodado a los horarios
de los monjes, a un grupo de visitantes de ámbitos tan dispares como el ejército,
la educación o la sanidad. Sólo tenían en común el puesto de liderazgo en sus
trabajos habituales.
En este primer capítulo coincide con el primer día de clases y tras las
presentaciones de todos los asistentes por parte de Simeón. Este explica a sus
alumnos a través de una simple pregunta ¿Pero ¿qué es el liderazgo? Los
significados de esta enlazando cada una de las palabras importante de la
definición: liderazgo o el arte de influir sobre la gente para que trabaje con
entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común arte o destreza
que posee el ser humano y que puede ser aprendida o adquirida poder o la
capacidad de forzar o coaccionar a alguien para que haga tu voluntad autoridad o
arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que uno quiere debido a la
influencia personal.
Simeón también detalla la diferencia entre la gestión del liderazgo aclarando que
se gestionan las cosas y se lidera a las personas y el objetivo principal de un líder
es buscar cómo influir en las personas a través de unos comportamientos que son
observados en la mayoría de los líderes, como pueden ser: se honrado y digno de
confianza, ser un ejemplo a seguir, estar pendiente de los demás, ser
comprometido estar atento, exigir responsabilidades, animar a la gente, tener
actitud positiva, y por último apreciar a las personas. Todo esto se ha de realizar
fomentando y construyendo las relaciones humanas satisfaciendo las necesidades
legítimas de los demás.
En el segundo día se trató el tema de los paradigmas o patrones psicológicos que
nos orientan durante nuestra vida y que son muy apropiados si hacemos buen uso
de ellos, aunque si se han quedado desfasados pueden provocar nuestra
paralización mientras el mundo continúa avanzando. uno del actual paradigma
empresarial es el conocido como modelo piramidal, en el cual se sitúa arriba del
todo al presidente y en la base queda situado cerca de los empleados el cliente,
esforzándose todo el complejo en satisfacer más al jefe que al cliente. En el nuevo
paradigma propuesto en la sesión de clase, invirtiendo la pirámide, el cliente está
situado en lo más alto, donde los empleados de la primera línea están situados en
el escalón inmediatamente inferior y así sucesivamente hasta llegar al presidente.
De esta forma cambiaría la mentalidad de la empresa en la que el papel del líder
serla el de servir, identificando y satisfaciendo las necesidades legítimas de su
gente, quitando todo obstáculo para que ellos también puedan servir. Generando,
por tanto, la gran paradoja: si quieres mandar, tienes que servir. Pero esto no
implica que haya que hacer lo que la gente requiera, sino que debemos de estar
pendiente a sus necesidades para que puedan dar Io mejor de ellos. Para ello hay
que escuchar, escuchar sus necesidades e intentar satisfacer los escalones
inferiores o niveles explicándolo a través de la pirámide de Maslow.
En el tercer día Simeón trata el modelo de liderazgo de servicio describiendo a
líderes mundialmente conocidos y que lo usaron como Jesucristo que ha influido
en la vida de millones de personas y sigue haciéndolo aún, Gandhi que influyó en
sus seguidores para que se sacrificasen a la causa de la libertad, Martin Luther
King que fue a la India a aprender del movimiento liderado por Gandhi o la madre
Teresa de Calcuta que también logró ser ejemplo de liderazgo de servicio. Todo
ello, haciéndoles pensar en las razones que tenían para servir y sacrificarse por
medio del amor. Un amor que no es un sentimiento sino un comportamiento hacia
los demás Amor que tiene más que ver con identificar y satisfacer las necesidades
legítimas de los liderados, sirviéndoles y sacrificándonos por ellos, forjando de
esta manera nuestra autoridad y ganándonos el papel de líder.
En este cuarto día; se continúa con un escudriñado más exacto del verbo amar
como el amor del comportamiento y la elección, y no como el sustantivo de amor
de emoción o sentimiento. Para ello busca la etimología de la palabra amor en
griego con todas sus afecciones: eros, storgé, filia o ágape Es esta última, ágape,
la que se debe usar y a la que Jesús se refería cuando pronunció la frase ama a tu
prójimo como a ti mismo con la que quería decir que debemos comportarnos
bien hacia ellos como lo hacemos hacia nosotros mismos.
En el Nuevo Testamento el amor es concebido como paciencia afabilidad;
humildad; respeto; generosidad, indulgencia; honradez y compromiso. Y todas
ellas un das también sirven para definir liderazgo A lo largo de este capítulo se van
definiendo cada una de las palabras Paciencia: mostrar dominio de uno mismo
ante la adversidad.
Afabilidad: prestar atención, apreciar y animar.
Humildad: ser autentico y sin pretensiones ni arrogancia
Respeto: tratar a los demás como si fueran gente importante
Generosidad: satisfacer las necesidades de los demás.
Indulgencia: no guardar rencor cuando uno es perjudicado.
Honradez: estar libre de engaños.
Compromiso: atenerse a las propias elecciones.
Concluye con que amor, compromiso y liderazgo implican un esfuerzo máximo por
y para los demás; siendo el resultado de ese servicio y sacrificio el dejar de lado
nuestros propios deseos para buscar lo mejor para los demás Una vez que se
forja esa autoridad, será cuando nos mereceremos llamarnos líderes.
En esta quinta clase se trata el tema del entorno como algo primordial, el crear un
ambiente sano para que las personas puedan crecer y prosperar se describe con
la analogía de un jardín al que cuidamos para que se desarrolle plenamente,
procurándole las condiciones idóneas. Eso mismo hay que extrapolarlo al
ambiente laboral, pero no sólo hay que procurarlo en el ambiente profesional,
además de hacerlo con toda aquella persona que nos relacionemos. Para ello, hay
que cambiar el entorno, y para cambiarlo hay que empezar por nosotros mismo. Y
es deber de líder crear el ambiente necesario para producir cambios en la gente
que les permita crecer como individuos, aunque el cambio en estos depende de
una elección que no está en nuestras manos, pero sí está el poder generar ese
ambiente para que se produzca ese cambio.
En este capítulo se explica la diferencia existente entre pensar y actuar en
consecuencia, quedando resumido en una cita que encabeza en capítulo: lo que
creamos o lo que pensemos, al final, no tiene mayor importancia: lo único que
realmente importa es lo que hacemos. Con esta cita se pretende aclarar que
muchas veces lo que pensamos y sentimos influyen en nuestros actos y
comportamiento.
Los sociólogos llaman praxis al hecho de que los comportamientos positivos
acaben generando sentimientos positivos, pero también ocurre lo contrario cuando
los comportamientos negativos generan otros
sentimientos negativos. Pero si queremos convertirnos en líderes, y según la
teoría de la elección (teoría de Sigmund Freud comentada en el capítulo), cada
uno se determina a sí mismo y decide cómo desarrollar su potencialidad. Todos
solemos estar sometidos a gran cantidad de estímulos buenos y malos que no
podemos evitar, aunque si podemos elegir como responder a ellos. Para ello hay
que disciplinarse y lograr que algo que nos parece antinatural, se convierta en
natural y habitual. Este aprendizaje viene delimitado por cuatro fases:
Inconscientes e inexpertos en la que no estamos interesados en
Aprender la destreza y no sabemos qué hacer.
Consciente e inexperto: somos consciente de la existencia de la
Destreza, pero no la hemos desarrollado plenamente.
Consciente y experimentado: ya hemos adquirido la destreza y la
Disfrutamos porque nos encontramos a gusto desarrollándolas.
Inconsciente y experto: hemos conseguido que la destreza se convierta
En algo natural que no tenemos que pensar en cómo hacerlo.
Inconscientes e inexpertos en la que no estamos interesados en aprender la
destreza y no sabemos qué hacer. Consciente e inexperto: somos consciente de
la existencia de la destreza, pero no la hemos desarrollado plenamente.
Consciente y experimentado: ya hemos adquirido la destreza y la disfrutamos
porque nos encontramos a gusto desarrollándolas. Inconsciente y experto: hemos
conseguido que la destreza se convierta en algo natural que no tenemos que
pensar en cómo hacerlo. Así, al final, las habilidades necesarias se incorporan a
nuestra personalidad como si fueran parte de nosotros desde un principio.
En este último capítulo, se recuerda el principio de la percepción selectiva, por el
cual cada persona ve y encuentra lo que está buscando. Las mejores
recompensas requieren, para ser logradas, dedicación, disciplina y mucho
esfuerzo. Se establecerá que depende de cada uno cómo asumirá el compromiso
de las elecciones. Siendo el papel del líder, que su vida signifique realmente algo
en la vida de los demás. Cuanto más sepa influenciar, más seguidores poseerá y,
por tanto, más aumentará su autoridad, de forma que al dar lo mejor de nosotros y
crecer, obtendremos más recompensas y entre estas está el gozo (entendida
como satisfacción interior). Pero, además, este gozo generado por nosotros
mismos al servir a los demás elimina el egoísmo y el egocentrismo que no nos
deja crecer como individuos.
CONCLUSION
El liderazgo es una función que relaciona un grupo de personas en una
organización, con un líder. Las personas se agrupan para alcanzar objetivos, pero
necesitan tener un comportamiento ordenado y encauzado para que sus aportes
al grupo sean más eficientes y se logren mejores resultados. A mi entender la
función del líder es lograr ordenar estos esfuerzos y lograr aumentar la motivación
y el compromiso de los integrantes para poder obtener juntos el mejor resultado
posible.
Puede llamarse liderazgo a la capacidad de una persona para liderar, o también
puede llamarse así al proceso que se lleva a cabo cuando se interrelacionan los
subordinados y el líder.
Los líderes pueden ser determinados por un superior, puede ser que el mismo
grupo lo elija, o también que las características de líder de una persona
sobresalgan en el grupo de manera tal que lo lleven a dirigir al conjunto de
personas sin que ningún integrante se lo haya propuesto deliberadamente, y es
aceptado automáticamente porque el grupo y él inconscientemente así lo
necesitan. ¿Por qué digo que así lo necesitan todos? Porque todos los grupos que
desean cumplir un objetivo necesitan tener una persona que los guíe y motive, que
sea el motor que recolecte lo mejor de cada uno y lo coloque al servicio de todos.
Y el líder también necesita del grupo, porque sus características personales le
hacen sobresalir del grupo y poner en marcha aquel motor.