Mesoamérica
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No se debe confundir con Región mesoamericana.
Mosaico de diversos rasgos característicos de Mesoamérica.
Ubicación de Mesoamérica en el continente.
Mesoamérica (en griego: μέσος [mesos], ‘intermedio’)? es la región cultural del continente americano
que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador, Belice, así
como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En el periodo precolombino fue conocido por
formar parte de las grandes civilizaciones. No debe confundirse con la región mesoamericana, concepto
acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones internacionales tales como la
OCDE.1 Mesoamérica, como se expone en este artículo, es un área definida por la cultura. Esta región
vio el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y
lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul
Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.2
La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de
esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la
economía, como la domesticación de cacao, maíz, frijoles, tomate, aguacate, vainilla, calabaza y chile, así
como el pavo y el perro, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los sacrificios
humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de metalurgia, entre
otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos
mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur.
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios milenios. Los especialistas discuten sobre la época
que puede considerarse el «inicio» de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas,
el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo
mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período contemporáneo a la cultura olmeca.
No obstante, ya hay una transformación importante del ambiente natural a través de la agricultura desde
la época geológica del Holoceno, hace más de 7000 años3.
A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una cultura que cuyas expresiones
hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distingan entre sí. En la medida
que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros
adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la colonización
española. Muy importante fue la presencia de teólogos domínicos que afirmaron los derechos de los
nativos y difundieron el conocimiento del misterio pascual.4 Algunos autores emplean indistintamente
los nombres nahuas para describir objetos y conceptos originales de Mesoamérica,5 y otros destacan las
diferencias entre los pueblos de la región.6
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias
lingüísticas: otomangueana, mayense, mixezoqueana, totonacana y utoazteca. Otras lenguas están
aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización que
comenzó con la colonización española y continúa hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo
presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se
desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido
la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la
concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue
escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir
de excavaciones recientes. Inventaron un sistema de escritura pero no tan avanzado como los mayas
Índice
1 Origen de la palabra "Mesoamérica"
2 Definición de Mesoamérica
3 Geografía
3.1 La dimensión histórica de la geografía mesoamericana
3.2 Rasgos geográficos de Mesoamérica
3.2.1 Las tierras bajas
3.2.2 Las tierras altas
4 Áreas culturales
4.1 Centro de México
4.2 Área maya
4.3 Oaxaca
4.4 Guerrero
4.5 Occidente de México
4.6 Norte de México
4.7 Centroamérica
5 Los mesoamericanos
5.1 Pueblos de habla otomangueana
5.2 Pueblos de habla maya
6 Agricultura
6.1 El maíz
7 Características de la civilización mesoamericana
7.1 Calendario de 260 días
7.2 Escritura glífica
7.3 Ofrendas a la tierra
7.4 Sacrificios humanos
7.5 Politeísmo
7.6 Sistema dualista de pensamiento
7.6.1 Nahualismo
7.6.2 Juego de pelota
7.7 Medicina
7.8 Matemáticas
7.9 Astronomía
7.10 Espacio-tiempo simbólico
7.11 Territorio y centros ceremoniales
7.12 Viaje al más allá
7.13 Arte político-religioso
8 Cronología
9 Historia
9.1 Período Preclásico
9.1.1 Olmecas
9.2 Período Clásico
9.2.1 Teotihuacan
9.3 Mayas del Clásico
9.4 Periodo Epiclásico
9.5 Período Posclásico
9.5.1 Mexicas
10 Aportaciones
11 Véase también
12 Notas y referencias
13 Bibliografía
14 Enlaces externos
Origen de la palabra "Mesoamérica"
Mesoamérica significa "América media". Este término se propuso para referirse a un espacio cultural que
abarca desde la parte meridional de México hasta Costa Rica, el cual se diferencia de otras regiones por
la forma de vida de sus pobladores, su clima y su geografía. Mesoamérica es un espacio de climas y
paisajes variados, como valles, bosques, costas, pantanos y selvas. Sus tierras son húmedas y fértiles,
adecuadas para la agricultura, además hay numerosos lagos y ríos. Aún con esa diversidad, los
habitantes de la región tenían ciertas características en común, por ejemplo, sus sociedades se
organizaban en grupos con diferentes funciones e importancia. Por una parte los gobernantes, divididos
en jefes religiosos y militares, y, por otra, artesanos y campesinos. Esta división social se manifestó en los
palacios, templos, habitaciones y espacios urbanos en los que los gobernantes vivían. Su dieta constaba
de maíz, frijol, chile, calabaza, aguacate y cacao. Hicieron importantes obras para controlar y aprovechar
el agua de lluvia, ríos y lagos. Su religión era politeísta tenían creencias religiosas que combinaban con
conocimientos de astronomía, matemáticas, ingeniería, arte, escritura y medicina. Además destacan los
basamentos escalonados y edificaciones que construyeron en las ciudades para el ritual de juego de
pelota. Inventaron un sistema de numeración con base vigesimal y su escritura era ideográfica, es decir,
dibujaban símbolos que representaban ideas. Se regían por dos calendarios diferentes: el de 365 días
para las actividades agrícolas y el de 260 para sus creencias religiosas. Con sus mitos intentaron explicar
la complejidad del mundo natural y el humano, tratando de preservar la armonía entre ambos.
Definición de Mesoamérica
Mapa de Mesoamérica.
Desde que creció el interés por las culturas indígenas de América Central y México, los especialistas se
enfrentaron al problema de interpretar los datos disponibles sobre los pueblos indígenas. Los
importantes avances en las investigaciones arqueológicas en el centro de México —particularmente en
Oaxaca, donde Alfonso Caso encabezaba las excavaciones en Monte Albán— y en el área maya —con el
equipo de Ricketson investigando Uaxactún— mostraban que entre esas regiones, consideradas ajenas
entre sí hasta la década de 1940, había grandes coincidencias culturales que requerían una explicación.7
Alfred Kroeber introdujo en 1939 el concepto de áreas culturales8 para abordar la presencia de rasgos
culturales parecidos en pueblos diversos étnicamente y separados relativamente en la geografía de una
misma región. En la obra Cultural and natural areas of native North America, Kroeber propuso que el
norte de América Central y los territorios de los pueblos agrícolas de México constituyeran una área
cultural,9 pero su propuesta no pareció tener eco en los círculos arqueológicos. En 1943 Paul Kirchhoff
dio a conocer su artículo Mesoamérica, en el que problematizó la unidad cultural de la zona maya y el
centro de México. En su texto, Kirchhoff delineó un conjunto de rasgos cuya presencia era significativa en
los pueblos del norte de América Central y el centro y sur de México, mismos que los distinguieran de
otras culturas americanas. Kirchhoff decía que el límite norte de Mesoamérica era la región comprendida
entre el río Sinaloa, la sierra Madre Occidental, las cuencas de los ríos Lerma y Panuco y el límite sur
sería la línea entre la desembocadura del río Motagua y el golfo de Nicoya, en Costa Rica.
Los límites son flexibles, lo que signifique que dependa sobre el aumento o disminución de recursos por
temporadas. Mesoamérica tiene una superficie de 1 000 218 km². Este conjunto de rasgos culturales
incluía el sedentarismo, el uso del bastón plantador/cortador, el cultivo del maíz (la milpa) y su
nixtamalización, la práctica del juego de pelota, el sistema de numeración con base vigesimal, el uso del
calendario ritual de 260 días, la práctica de varios tipos de sacrificios humanos y el sistema de escritura
pictográfica. En posteriores trabajos, Kirchhoff se mostró «decepcionado» del recibimiento poco crítico
que tuvo el término Mesoamérica en los círculos arqueológicos y lamentaba que no hubiera tenido lugar
un provechoso debate sobre la pertinencia del concepto.10
A pesar de este recibimiento de su propuesta, los avances de la arqueología de los pueblos
mesoamericanos han puesto en relieve algunas debilidades de la definición de Mesoamérica presentada
originalmente por Kirchhoff. Uno de los primeros señalamientos es su énfasis historicista y culturalista,
que pretende definir la civilización mesoamericana como un conjunto de elementos desarticulados que
tienden a la identificación de la cultura con el grupo étnico y la comunidad lingüística.11 En las décadas
siguientes se han desarrollado nuevos enfoques para abordar la civilización de los pueblos
precolombinos de la América media. Entre otras cosas, esto incluye la revisión de la cronología
indígena.12
Geografía
Paisaje de Puebla, en las tierras altas mesoamericanas.
La dimensión histórica de la geografía mesoamericana
Para comprender la geografía de Mesoamérica hay que situarla en una dimensión diacrónica, es decir,
como una realidad dinámica. Hay que enfatizar que Mesoamérica es una civilización compartida por
pueblos de diverso origen étnico y que, a diferencia de otras civilizaciones como el Antiguo Egipto o
Mesopotamia, los pueblos que compartieron la civilización mesoamericana no constituyeron nunca una
unidad política. Las fronteras de Mesoamérica corresponden a los territorios de aquellos pueblos que
formaron parte de la esfera de la civilización mesoamericana, que comparte una cultura cuyas
características se abordan más abajo. Los confines de Mesoamérica tampoco corresponden con los
límites de ningún país moderno. Después de la conquista española, los pueblos mesoamericanos
quedaron incorporados al virreinato de la Nueva España, pero este dominio de la corona española
incluyó también a otros grupos de culturas diferentes tales como los oasisamericanos, los nómadas de
Aridoamérica y los pueblos de la baja América Central.
Mesoamérica ocupa una porción del continente americano entre el océano Pacífico al oeste; y el mar
Caribe y el golfo de México al norte y al oriente. Sus límites septentrionales son menos claros, con
excepción de aquellos dados por la península de Yucatán. En su época de mayor avance dentro del
continente, hacia el norte, los territorios de la mesoamericanidad incluyeron la sierra Madre Occidental
de Durango y Zacatecas, la sierra Gorda, el Tunal Grande y la sierra de Tamaulipas. Esto ocurrió durante
el período Clásico. Ese avance hacia el norte fue favorecido por condiciones climatológicas que
permitieron la agricultura y la concentración urbana; el contexto climático actuó en conjunto con la
creciente importancia de las rutas de intercambio entre Oasisamérica y Mesoamérica que atravesaban
las zonas del centro de México señaladas antes. Prolongadas sequías y crisis políticas arrastraron a las
sociedades del norte de Mesoamérica y la región fue abandonada y ocupada nuevamente por nómadas
aridoamericanos alrededor del siglo VIII d. C.13
Por otro lado, el límite sur y oriental de Mesoamérica fue más o menos estable. Sin embargo, algunas
manifestaciones de los pueblos de la zona se alejaron de las pautas mesoamericanas durante el
Preclásico Tardío y el Clásico Temprano (ss. IV a. C.-VII a. C.), de modo que durante esta época la región
de Centroamérica se alejó de la esfera cultural de la América Media. Al terminar esta etapa, los lazos con
las culturas mesoamericanas se restablecieron y fueron reforzados por las migraciones de grupos
otomangueanos (chorotegas y mangues) y uto-aztecas (pipiles y nicaraos).14
Rasgos geográficos de Mesoamérica
Mesoamérica se encuentra aproximadamente entre los paralelos 10° N y 22° N. Es un territorio de gran
diversidad topográfica y ecológica. Su topografía es diversa porque la conforman varias cadenas
montañosas y nudos que forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. Por otro lado cuando se
adentra hacia el norte de las tierras altas, en la península yucateca, desaparecen las serranías y decrece
la altitud hasta convertirse el territorio en una planicie calcárea que en su extremo más septentrional se
caracteriza por sus selvas bajas y clima caluroso. Todo esto es un factor elemental para comprender la
geografía de Mesoamérica, porque introduce un factor de diversidad notable. Por eso, aunque
Mesoamérica en lo general se encuentra en la zona tropical y subtropical, alberga grandes contrastes
climáticos.
Las tierras bajas
Playa en la isla de Utila, en la costa atlántica de Honduras.
Humedal de La Tovara (Nayarit), en el Pacífico mexicano.
Las tierras bajas mesoamericanas comprenden aquellas regiones por debajo de 1000 m s. n. m.15 Se
trata en general de las llanuras costeras y los piedemontes de las montañas que bajan al litoral. Se
caracterizan por su temperatura cálida, aunque otras condiciones geográficas puedan variar. En lo
general la fachada atlántica posee una humedad mayor y una vegetación más exuberante que la costa
del Pacífico. En las estribaciones de la Sierra Madre Oriental los regímenes de lluvia son elevados y los
ríos que bajan al golfo de México en vertientes pronunciadas denominadas aluviones se desbordan con
frecuencia, como la llanura tabasqueña, una extensa planicie de aluvión en donde se localiza la cuenca
hidrológica más importante de México formada por los ríos Grijalva y Usumacinta. En la misma situación
se encuentra la sierra de los Tuxtlas, en el centro del actual estado de Veracruz (México). La península de
Yucatán — que es una gran planicie calcárea a poca altura sobre el nivel del mar — comparte con
Honduras una temporada de lluvias con mayores precipitaciones entre mayo y diciembre. El agua es tan
abundante en la vertiente atlántica mesoamericana que los humedales fueron una parte importante del
paisaje hasta que comenzaron a ser devastados por la acción humana. Los pantanos de Centla en
Tabasco, son una muestra, aunque no única, de los ecosistemas nativos de las costas atlánticas de la
región.
Los huracanes golpean las costas de Mesoamérica cada año. La temperatura no presenta contrastes
considerables, es cálida durante todo el año y la diferencia entre temperaturas máximas y mínimas es
relativamente pequeña.
El océano Pacífico baña las costas occidentales de Mesoamérica. A diferencia de la vertiente atlántica, en
el Pacífico las cadenas montañosas condicionan una llanura costera sumamente angosta. Algunas
regiones de Nayarit y Sinaloa poseen muestras de humedales que como en el Atlántico han sido
depredadas por los seres humanos.
Las regiones tropicales de Mesoamérica han sido modificadas intensamente desde la llegada de los
españoles. El fenómeno, sin embargo, tiene inicio en la época prehispánica. Los mayas talaron enormes
extensiones de selva para construir sus ciudades en el Petén, así como en la región que actualmente
corresponde a los estados mexicanos de Chiapas y Campeche, mismas que la propia selva volvió a cubrir
años después de ser abandonadas por sus habitantes. En las costas de Tabasco los indígenas olmecas se
vieron precisados a desarrollar técnicas de cultivo que consistieron en drenar el agua y llevar tierra a
donde solo había lodo. Aunque parezca inverosímil, cultivos que hoy son tan típicos y característicos en
esta zona como el plátano y la caña de azúcar, no existían en Mesoamérica antes de la llegada de los
españoles. Entre otras especies vegetales comunes de estos ecosistemas se encuentra el cacao, de vital
importancia para la economía, la gastronomía y aún la subsistencia indígena y actual; el mangle y la
ceiba, árbol sagrado en la cosmogonía mesoamericana pero particularmente en la maya.16 Varios de los
animales de mayor significado para los mesoamericanos eran comunes en las zonas tropicales, por
ejemplo, el jaguar, la guacamaya, el lagarto, los monos, el quetzal y el faisán.
Las tierras altas
El volcán Izalco se encuentra en El Salvador. Como el Paricutín en México, es un volcán nacido
recientemente.
Las tierras altas jugaron un papel muy importante a lo largo de la historia de Mesoamérica. En esta
categoría se encuentran las zonas con altitudes mayores a 1000 m s. n. m.17 Las montañas son una
marca del paisaje de las tierras altas mesoamericanas. Varias cadenas montañosas enmarcan y surcan
Mesoamérica. En territorio mexicano, corre paralela al Pacífico la Sierra Madre Occidental desde Sonora
hasta Jalisco. En Colima comienza el Eje Neovolcánico, que atraviesa México hasta el golfo, donde se
encuentra con la Sierra Madre Oriental y forma en Oaxaca el llamado escudo Mixteco. La costa del
Pacífico entre Michoacán y Oaxaca es bordeada por los taludes de la Sierra Madre del Sur, tan cercana al
litoral que la llanura costera es prácticamente inexistente. El istmo de Tehuantepec interrumpe la
abrupta topografía de México y marca al mismo tiempo el principio de las regiones montañosas de
América Central. Al oriente de esta región se levantan la Sierra Madre de Chiapas y la cordillera
Centroamericana que ocupa la mitad sur de Guatemala, el territorio de El Salvador y llega a Honduras. Al
oriente de las tierras bajas de El Petén se levantan los montes Maya, una pequeña serranía en el sur de
Belice. El territorio de Nicaragua es menos abrupto que sus vecinos del norte, sin embargo allí comienza
la cordillera volcánica que bordea la costa pacífica hasta Costa Rica. En ella se encuentran varios volcanes
como el Cerro Negro y la isla Ometepe. En los confines sureños de Mesoamérica, se encuentra la
cordillera de Guanacaste, ya en territorio de Costa Rica.
Entre estas cadenas montañosas se encuentran los valles altos, de elevaciones superiores a 1500 m s. n.
m. A pesar de encontrarse cerca unos de otros, la diversidad ecológica en Mesoamérica es una de sus
características definitorias. Para poner un ejemplo, el talud oriental del volcán Citlaltépetl tiene un clima
favorecido por lluvia abundante y agradable temperatura; al otro lado del mismo volcán se encuentran
los áridos llanos de San Juan y el valle de Tehuacán, donde las nubes descargan la poca agua que resta
después de atravesar la Sierra Madre Oriental.
Las condiciones ecológicas de las tierras altas mesoamericanas dependen de su altitud, su latitud
respecto al ecuador terrestre y la topografía. En lo general, el norte de Mesoamérica es más árido que el
sur de la región. Mesoamérica abarcó alguna vez el semidesierto de Zacatecas y San Luis Potosí, de
condiciones rigurosas. El Bajío también presenta un régimen de lluvia limitado, pero la presencia del río
Lerma y sus afluentes suaviza las condiciones de vida en la región. En el centro de México, el valle de
Toluca es el de mayor altitud del país, tiene un clima lluvioso y más frío que el valle de México que se
encuentra al oriente. El tercero de los grandes valles del centro de México es el valle Poblano-
Tlaxcalteca, de condiciones y altitud similares a las del valle de Anáhuac. Al sur del Ajusco se encuentra el
valle de Morelos cuyo clima se asemeja al de las tierras tropicales.
Áreas culturales
Mapa de las áreas culturales de Mesoamérica.
Centro de México
Panorámica del valle de Teotihuacan, en el Centro de México.
Conocido como «Eje Neovolcánico». Recibió influencia olmeca durante el milenio I a.C., y poco tiempo
después florecieron culturas endógenas. La ciudad de Teotihuacan, llamada por los mexicas «ciudad de
los dioses», fue quizás la cultura más importante de las que radicaron en Mesoamérica, pues su
influencia incluso llegó a Aridoamérica y Oasisamérica. Tras la caída teotihuacana se asentaron en sus
proximidades las culturas de Xochicalco, en los estados actuales de Morelos, Tlaxcala (Cacaxtla) y Puebla
(Cholula). En el milenio II comenzaron las invasiones toltecas y en 1325 se fundó Tenochtitlan.
Una de las áreas más importantes durante la historia prehispánica de México fue la que se conoce como
Centro de México. Está conformada por los valles de tierra templada a fría situados en el Eje
Neovolcánico y en el norte de la cuenca del río Balsas. Es un nicho ecológico caracterizado por su clima
templado y la ausencia de corrientes importantes de agua. Las lluvias, por otro lado, se presentan entre
los meses de abril a septiembre, y no son demasiado abundantes. Este hecho fue el que motivó el
desarrollo temprano de obras hidráulicas, entre las que se cuentan la canalización de los ríos y los
sistemas de acequias en las laderas de los cerros para almacenar el agua.
El valle de Tehuacán, localizado al sureste de esta región es importante porque de él proceden los restos
al parecer más antiguos de cultivo del maíz y algunas de las muestras de la cerámica más antigua de
Mesoamérica. El Centro de México incluye además, la cuenca lacustre del valle de México, compuesta
por varios lagos y lagunas. En torno al lago de Texcoco crecieron poblaciones tan importantes como
Cuicuilco, en el período Preclásico; Teotihuacan en el Clásico y Tula y Tenochtitlan en el período
Posclásico.