Lh ~IRfNh ROJA
S OCO RR O
MER L N -
arcelino Dvalos autor dramtico (1871-1923)
jalisciense de origen, vivi sus principales aos de
creacin en los ltimos del siglo XIX y principios
del xx. Mxico viva en estos aos bajo el rgimen porfirista.
Dvalos hombre que acometi mltiples tareas, msico, dramaturgo, bohemio y libre, comulgaba con las ideas libertarias del
PLM y del grupo de los hermanos Flores Magn, as como de
aquellos intelectuales prerrevolucionarios que encendieron la
chispa de la inconformidad para alumbrar la tea que el pueblo
mexicano habra de blandir contra la opresin de la dictadura
porfirista.
Dvalos con su personalidad singular de artista generoso interesado en la poltica, era simptico entre el gremio de artistas
que lo llamaban "Chelino". Hizo la carrera de abogado, pero sus
ingresos eran escasos. Un soldado de la Reforma, el coronel
Prisciliano Bentez, amigo de su familia , lo recomend para un
puesto en la Secretara de Guerra que lo nombr asesor adscrito
al fuero judicial militar en el territorio de Quintana Ro0 2 Poco
I Dvalos, Marcelino, La Sirena Roja, en Tramoya. Cuaderno de Teatro,
nm. 68,juliolseptiembre 200 l .
.. CITRU-INBA.
2 Rojas Garcidueas, Jos, Centenario de Marcelil/o Dllalos: /9 7/, en
Tram oya, nm. 58; nueva poca, enero-marzo de 1999, p. 70.
Tema y Variaciones de Literatura No. 23. 2005.
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dur en este empleo por las condiciones insalubres del territorio, pero la experiencia obtenida en este lugar le proporcion
los referentes para escribir La Sirena Roja y La gaviota muerta en 1908, publicadas en 1916. Jos Rojas Garcidueas dice 3
que fue despus de esta estancia que regres a Guadalajara y
se decidi por el arte dramtico . Garcidueas no aclara en qu
fecha Dvalos fue a Quintana Roo, pero apunta que retorn a
la Perla Tapata su tierra natal y escribi Regalo de bodas,
una obra que debi haber escrito antes de El ltimo cuadro
representada en 1900. Por su parte Armando de Maria y Campos resea que no fueron aceptadas por el pblico sus obras en
las que descubra las miserias y las lceras sociales (habla de
Guadalupe) y no queriendo regresar a Guadalajara fue nombrado Asesor en Quintana Roo' Como quiera que haya sido,
Dvalos estuvo en Quintana Roo y pudo haber presenciado
los horrores de la crcel de aquel lugar a donde llevaban a los
forzados de la leva y a los prisioneros opositores al rgimen de
Daz.
En el teatro tiene ms fortuna que en los puestos polticos,
pues fue un autor prolfico y de xito; la mayora de sus obras se
pusieron en escena a principios del siglo xx por la compaa de
Virginia Fbregas y la de Ricardo Mutio y Dora Vila. Olavaria y
Ferrari s resea que su obra El ltimo cuadro se puso en 1900,
Guadalupe en 1902 y da cuenta tambin de las puestas en escena de Asi pasan 1908, Jardines trgicos 1909, Viva el amo
1910, Lo viejo 1911. Dvalos cultiv una amistad cercana con
la actriz Fbregas y a ella dedic su obra As pasan representada en 1908. En su obra se nota un inters en decir en su teatro,
J Ibidem ,
p. 72.
Maria y Campos, Annando de, El teatro de gnero dramtico en la
Revolucin Mexicana , Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Histricos
de la Revolucin Mexicana, Mxico, 1957, p. 89.
5 Olavaria y Ferrari , Resea histrica del teatro en Mxico, t. IV, Porra.
4
Mxico, 1961 .
3O
Tema y variaciones 23
lo que no se poda como ciudadano contra el rgimen de Porfirio
Daz, cuando todava gobernaba, pero despus de que ste abandon el pas, el dramaturgo fue ms explcito en denunciar la
situacin deplorable sufrida por las clases sin recursos. Cuando
es enviado a Quintana Roo atestigua el trato esclavista que los
soldados daban a los hombres enganchados en la leva; acto temido por los jvenes y viejos, porque esto significaba ser arrebatados de sus casas y sus trabajos a la fuerza , para ser incorporados en el ejrcito como soldados llamados rasos o guachos y
como trabajadores forzados en las minas.
Dvalos mismo plasm esas situaciones en su obra La Sirena
Roja. Esta pieza teatral fue escrita en 1908 y publicada en 1916
entre los cuentos titulados Carne de ca" , Fue publicada tambin por Tramoya,6 como lo han sido otras de sus obras por el
inters de Emilio Carballido quien ve en l un dramaturgo de
gran importancia. Tambin fue incluida en el tomo sobre Teatro
de la Revolucin que compil el escritor Wilberto Cantn 7 La
obra es corta, slo 6 pginas, pero.en ellas Dvalos plasma una
situacin social que en 1908 estaba llegando a los lmites. Temticamente, la obra trata de los deseos de libertad y democracia de un pueblo que ha soportado treinta aos de poder en una
sola persona. El contexto dramtico est planteado en tres cuadros; el primero se desarrolla en el muelle de un puerto, el segundo en la Siberia mexicana y el tercero en el mismo escenario
del primero. En el primer cuadro, hombres cautivos parten para
un destino incierto en una prisin, sus familiares, ancianos, mujeres y nios los despiden con gran dolor. Entre los prisioneros
se destaca el Mocetn que pregona el surgimiento de algo nuevo
si las olas no lo sepultan; la Sirena Roja surge del mar para
alentar a las multitudes. En el segundo cuadro, los pri sioneros
cumplen su condena con trabajos forzados , los ms viejos o
6 La Sirena Roja, en Tramoya , op. cit., pp. 57-63.
7 Cantn
1984.
Wilberto,
Teatro de la Revolucin Mexicana, Aguijar, Mxico ,
SOCO/ro Merln
31
dbiles mueren y los jvenes esperan su libertad; la Sirena Roja
viene del mar para alentarlos e inflamarlos de deseos de libertad.
En el tercer cuadro, la Sirena Roja sentencia al vejete militar a
no tener ms poder. l pide a la Sirena le conceda ms tiempo y
ella se niega. Se oye el himno de la Sirena Roja describiendo lo
que le da vida y exhorta a todos a seguirla para acabar con el
tirano. La Sirena Roja nunca ha sido puesta en escena.
~NLlm CRTICO
La obra por s misma, determina las ocho micro secuencias (MS)
para su anlisis. En los tres cuadros, stas se definen por los
grupos de personajes que dialogan con una intencin precisa :
MS
del Primer cuadro
l. Una nia, el padre, el militar. Despedida de un forzado.
2. Una novia, un novio, un soldado. El deseo de libertad vale ms
que el amor.
3. Un soldado, un grupo de irredentas, el comandante, los forzados, un mocetn. Desorden-orden.
4. Una viejecita, el mocetn. Anuncio de libertad.
5. La Sirena Roja . Grito rebelde.
MS
de! Segundo cuadro
6. Un joven, un vejete. Vida-muerte-vida.
7. La Sirena Roja, el mocetn, un obrero. El hombre, es hombre
libre.
MS
del Tercer cuadro
8. El anciano, la Sirena Roja. No hay piedad para el tirano.
32
Tema y variaciones 23
El ttulo de la obra
El ttulo de la obra tiene dos palabras clave: sirella y roja. Sirena nos remonta al personaje mitolgico de ser hbrido mitad mujer, mitad ave o pez. Las sirenas viven en el mar y dicen las
consejas que aparecen a la orilla o sobre las rocas para encantar
a los marinos. Tambin quiere decir instrumento para contar las
vibraciones de un cuerpo sonoro, en un tiempo determinado. Asimismo es un instrumento que emite sonidos mediante la electricidad y el agua; sonidos fuertes y prolongados, tal vez se le signific as en recuerdo de los cantos de las sirenas a los que hace
referencia Esquilo en la Odisea. Tambin es un gnero de anfibio
con dos patas. El nominativo sirena tiene relacin con el agua, y
forma parte del legado mitolgico de Occidente. Este mito vino
a Mxico por el golfo de Mxico con la conquista espaola y
despus con la imprenta. Podramos seguir rastreando el smbolo sirena, pero no es ste el espacio idneo, los significados sirena-mar-sonido igual a canto que se han mencionado, slo sirven
como referente para el presente anlisis. La palabra roja, est
asociada a la sangre, a la guerra y a la huelga, al amor y al amor
patrio, a la protesta, o a la revolucin. La palabra roja que adjetiva
a Sirena, remite, en la cultura occidental , a sangre, corazn , fuego, llama, gorro de la mujer que simboliza la libertad, huelga,
bandera e insignia del Partido Liberal Mexicano que se lanz a
la lucha revolucionaria desde los aos anteriores a 1910, "rojos"
son llamados los comunistas, socialistas y anarquistas. La Sirena
Roja de Dvalos invita a pensar en la dama tocada con el gorro
rojo, la Marianne, que empuando una tea, simboliz la Revolucin francesa. Algo de todo esto avanza al receptor el titulo de la
obra.
El texto dramtico
El texto de la Sirena tiene dieciocho personajes: la Sirena Roja,
una nia, el padre, el militar, una novia, el novio, un soldado, una
Socorro Merln
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viejecita, el mocetn, unjoven, un vejete, el moribundo, un obrero, el anciano militar, y las irredentas 1,2,3, ms la multitud que
debe aparecer en el muelle y la valla de soldados que guarda a
los cautivos. Los personajes no tienen nombre especfico, son
roles, metforas que representan a otros semejantes. En sus
dilogos ms que una comunicacin emisor-receptor en la escena, hay una intencin de comunicacin con el segundo receptor:
el pblico. El texto didasclico que se refiere a los personajes es
amplio, as como la descripcin del ambiente, texto que bien podra servir como guin para una pintura del estilo de " La balsa de
la medusa" de Guericault. De hecho, Dvalos define el decorado como una marina creada por Dios, pues la describe como
"Una marina de factura inimitable. El vigor del primer trmino y
el misterio de las lejanas, denuncian la amargura del artista de la
creacin al ejecutarla" g El dramaturgo usa una serie de adjetivos que no identifican plenamente algn lugar real de Mxico,
slo lo tipifica como un muelle, frente al mar, pero s el segundo
cuadro especifica "en la Siberia mexicana", este lugar estaba en
la vida real en Quintana Roo, por lo tanto puede aludir a cualquiera de los puertos mexicanos donde se embarcaban los forzados hacia Quintana Roo en tiempos del porfiriato.
Los dilogos y las didascalias tienen una gran carga de sentimientos trasmitidos en palabras como: dolor, angustia, guerra,
carne de can, presa, mirada fosca, rictus endurecidos, dilatacin, nerviosismo, guiapos ... La hora preferida por el dramaturgo para el comienzo es el amanecer, porque insiste en que el
atardecer se presta ms a la insensibilidad. No es condescendiente, se dirige a los receptores pasivos como "pblico imbcil"
al que no le afecta el dolor. En las didascalias se propone, sin
decirlo, un contraste entre las voces de mando de los soldados y
las voces doloridas de la gente que parte o se queda y mucho
movimiento escnico. El texto de los tres cuadros presenta una
8 La Sirena Roja, op. cit., p. 58 .
34
Tema y variaciones 23
estructura sincrnica en tres tiempos. El primero, el muelle donde sucede la embarcacin de reclusos o de la leva: los forzados,
despedidas, ruegos. El segundo, un lugar de desolacin, de esclavitud y muerte con fondo de arrecifes donde los prisioneros cumplen trabajos forzados , viven y mueren, es la Siberia mexicana y
el tercero, la actitud implacable dela Sirena Roja contra el dictador en el mismo muelle del principio.
El sujeto en el diseo actancial, no contempla a un personaje
especfico sino al pueblo que suspira, desea y muere por la libertad. El ansia de libertad campea desde el principio y se cristaliza
en las palabras del Novio que afirma sacrificara a la Novia por
su libertad; tambin en el segundo cuadro el viejo dice que lleva
un gran peso sobre sus hombros y sobre su pensamiento, pues
piensa en su libertad. Todos los personajes que aparecen en la
obra menos los soldados y el viejo militar, denotan su posicin de
dominados. La aoranza y el deseo de libertad como destinador
mueven al pueblo para desear y pedir libertad y paz, para ellos y
para la Patria como destinatarios. La Sirena Roja como ayudante llama al pueblo a luchar por su libertad, pues ella misma como
una democracia aplastada grita: "Treinta aos llevo encadenada" y sin embargo aguardo al elegido y da esperanza a la multitud con las palabras "Aguardad, aguardad .. ."1O Su funcin de
actante facilitador se confirma en el tercer cuadro cuando la
Sirena habla con el dictador representado en un militar vejete y
ste le pide que le devuelva el poder por lo menos diez aos ms,
o cinco, o uno, para reparar sus faltas y ella se lo niega. Tambin
cuando canta el himno y dice "El hombre pensamiento, es la
sombra de un hombre; el hombre en accin ... ese es el hombre!
Os resignis todava?". " E l Mocetn lucha enrgicamente
contra el conformismo y pide, exige, la libertad por eso es sujeto
9 La Sirena Roja, op. cit., p. 60.
10 bid.
JI bid., p. 61.
Socorro Merlin
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pero tambin es el que ms cerca est de la Sirena Roja y estimula a los dems a no desmayar, dice : "Si las olas no me sepultan y arribo a la Siberia mexicana, de todos los deportados he de
formar una familia".12
En la casilla del oponente se agrupan el vicio, propiciado por
el gobierno y el mal gobierno con su aparato de poder con los
militares. El diseo actancial que se perfila en el primer cuadro,
se confirma en el segundo, cuando aparece la Sirena Roja lanzando las palabras sursum corda en un ambiente de mar encrespado, rojizo como la sangre y el Mocetn confirma que siempre la ha recordado, siempre ha pensado en ella. Entonces la
Sirena los invita a la accin, a luchar por lo que aman todos los
forzados: su libertad. Las didascalias en este cuadro tienen definitivamente un acento de lucha. "Lo que en un principio fue
como el preludio de una cancin guerrera, como el alma de un
clarn, se crstaliza en una polisinfona guerrera. Al azotar el oleaje
en contra de los arrecifes, la deseada, la bienvenida, la soada,
la Sirena Roja, avanza majestuosa sobre las aguas [... ]".13 La
multitud se agita y se inflama al grito de la Sirena y se confirma
que el delito de un hombre fue aspirar a la democracia : la libre
eleccin que luego lo defraud; ante esta evidencia la Sirena
pregunta a todos si quieren la libertad: el Mocetn responde por
todos sus iguales: "Lo deseo, lo exijo, lo quiero". 14 En el tercer
cuadro La Sirena y el dictador se enfrentan y ella confirma su
funcin como ayudante con su himno y cuando incita a todos a
dar muerte al tirano y a seguirla, entonces el vejete militar se
ubica como en la casilla del oponente a la libertad, quiere conservar el poder del que.se ha servido por treinta aos.
En la brevedad de los tres cuadros se producen una gran
cantidad de imgenes y de accin dramtica, el destino de un
pueblo esclavo se decide con la ayuda de la Sirena Roja y con su
1'/bid. , p. 59.
13 /bid., p. 6l.
t4/bid.
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Tema y variaciones 23
propia accin de rebelin y aunque el final pudiera parecer dbil
pues no hay otra aparicin del Mocetn o del pueblo haciendo
justicia, el himno de la Sirena Roja que los llama para que la
sigan hacia la libertad cierra el ciclo comenzado con los forzados. Las didascalias implcitas en los dilogos dan nfasis a un
estribillo: Es tarde, nunca! El pide que cese el canto lo cual
supone que un coro repite las palabras de la Sirena; ese coro
tambin podra entonar el himno de la Sirena subiendo el tono y
la altura al llegar al final.
Anlisis de personajes y del discurso
Los quince personajes que dialogan en La Sirena Roja se comunican por grupos. En cada micro secuencia (MS) intervienen
personajes metafricos que representan a grupos de gente del
mismo nivel social o familiar.
Primer cuadro, escena nica
MS l . Una nia, un padre, el militar.
UNA NIA:
Pap, cundo vuelvas me traers algo?
EL PADRE :
Cuando yo vuelva - si vuel vo- a O ios gracias, nada
LA NIA:
necesitars.
Porqu?
EL PADRE :
Porque habrs crecido lo suficiente y te habr tomado bajo su
proteccin el vicio. El vicio es prdigo con sus hijos
LA NIA:
(lacrimosa a un militar que pasa) -iOy usted?
EL M ILlTAR: (con acritud) -Tengo de cargar con los ajenos dolores ade-
ms de los mos?15
El inicio de la obra se presenta crudo y sin concesiones. Los
adultos muestran a la nia un mundo cruel y despiadado. El futuro est perdido, no hay esperanza. Cada uno lleva su pesada
carga de amargura sin cuidarse de nadie. No haya quien pedir
" bid., p. 58.
Socorro Merln
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ayuda. Los sentimientos expresados por los personajes son dolorosos y fiustrantes: incertidumbre, cario, duda, angustia, crueldad, que implican accin interna, a la vez que apoyan la accin
escnica del desplazamiento de los prisioneros hacia el muelle.
Este dilogo muestra dos de los actantes: El militar, representante del Estado, uno de los oponentes y el vicio al que hace alusin
el padre. El padre y la hija son dos de los personajes que representan el sujeto, son metfora de otros tantos nios y padres
desamparados. Los dos actantes se encuentran en una relacin
de poder: el militar sobre el pueblo. Aunque el militarno sea feliz
en su tarea, no se le permite expresar sentimientos, tiene que
respetar la disciplina a la que se debe. Hay entre los tres personajes contacto por la palabra, dominado por el sentimiento de
injusticia la cual prevalece en el ambiente que advierten las
didascalias: "Una multitud abigarrada se agita en el muelle
aupando sobre los bultos, carros de mano, etc .. . Se disputa el
lugar en el dolor, en la angustia que parece ser el patrimonio de
todos. Atracado al muelle un transporte de guerra repleto de carne de can se balancea presuntuosamente como enorgullecido
de su presa ... "16
MS
2. Una novia, un novio, un soldado.
UNA NOVIA: Un momento ms, ya se ade lantarn 105 otros, un momento
ms para convertirse en esclavo nunca es tarde. Yo deseo ir
co ntigo, estar a tu lado, compartir tu destierro.
EL NOVIO: (Despus de hablar sobre los sue/jos que ambos han perdido)
... Apetecerte ... habran de apetecerte y a ningn precio me
parecera cara mi libertad Te sacrificara! Al fin y al cabo eres
slo mi esposa, pero la libertad es mi querida. Se ama mucho
ms una querida.
Estos dos personajes pertenecen al mismo actante pueblo,
con sentimientos que implican amor, dolor, pero decisin en los
'0 bid.,
38
p. 58.
Tema y variaciones 23
dominados. El dilogo del novio trasmite la ideologa del autor de
que es necesaria la participacin de la gente desvalida en la
revolucin. La accin escnica que sugiere la marcha del novio
que camina con otros presos hacia el muelle, no se detiene a
escuchar a la novia, no porque no se justifique una despedida,
sino porque la determinacin del novio de darle ms importancia
a la libertad que al amor es prioritaria. Corta el dilogo con la
novia y la deja atrs para seguir su camino. La libertad puede
lograrse a cualquier precio: la fuga, el complot o la revolucin.
3. Un soldado, un grupo de irredentas, el comandante, los
forzados, un mocetn.
MS
UN SOLDADO:
(Desorga nizando a culatazos a un gmpo) No se aglo-
meren! Falta mucha carne para achiquerar. Atrs! Media vuelta!
UN GRU PO
DE IRREDENTAS :
Paso!
EL SOLDADO:
No hay orden.
LAS I RREDENTAS: Pues por eso! Vaya un necio! No hay orden, al desor-
den ven imos.
EL COMANDANTE: (Al soldado) Tienen Razn, dales paso.
Los FORZADOS:
(Desde el portaln de carga) Bravo! Bienvenidas!
Despus de este dilogo, habla el Mocetn que segn el decir
de las irredentas sufre y no se queja. El Mocetn ll ama a una y
le propone que como ambos estn fuera de la ley, l ser la
simiente y ella el surco para formar generaciones bravas. ltimas palabras coreadas por todas las irredentas. "Ser la simiente y t el surco ' Bravas generaciones formaremos! Ellas
corean con estas mismas palabras.
En esta secuencia se puede advertir un contacto importante
entre los personajes con una carga de emotividad sustentada por
una ligereza que imparte la accin de las irredentas y que contrasta con la primera secuencia. Es como si se viera a la nia en
el futuro que preconiza el padre, su referencia es esa primera
secuencia, adems del contexto anterior y las didascalias. Los
Socorro Merln
39
militares oponindose a las relaciones entre la gente, exigen disciplina a los forzados, pero aceptan la corrupcin en la figura de
las irredentas. Por otro lado, da lugar a la interpretacin profunda de que lo ms bajo y degradante puede revertir la situacin
presente. Los personajes se comunican en una especie de algaraba que contrasta con el dolor de la partida significados por
desorden-orden.
MS 4. Una viejecita, el mocetn.
Aqu aparece la madre del mocetn, una vieja ms encorvada
por el dolor y las penas que por los aos que tiene. Implora su
maternidad como cualquier madre de cualquier status que pierde a su hijo. A ste, se lo llevan a una tierra inhspita, donde
probablemente morir. Ella slo lo tiene a l, en cambio los gobiernos tienen esclavos, las mujeres, amantes que pueden aumentar, ella nada. El mocetn le contesta a voz en cuello:
EL MOCETN:
(A grito tendido) No llores madre ! Si las olas no me
sepu ltan en el camino y arribo a la Siheria mexicana , de
todos los deportados he de formar una familia. Ms duro
es el hierro y tu lo has visto; toma en mi fragua la s formas
que le fija mi capricho. Hoy est envilecido el taller, y
por eso se deja arrebatar sus h jos. Si las olas n o me
sepu ltan madre, volveremos a dignificar el taller. 17
El Mocetn hace una figura retrica metonmica: el taller como
el pas y l como el herrero forjador de una nueva patria, a pesar
de la corrupcin existente . Su voz resuena a pesar del ajetreo
pedido por las didascalias para acompaar la partida de la nave.
En estos dilogos entre la madre y el hijo no hay contacto entre
ellos, sus palabras son dichas para todos los que escuchan o
quieren atender. El tono del Mocetn 'es contundente y revela
la ideologa del autor: Dvalos es tambin un herrero creador,
17/bid., p. 59.
4O
Tema y variaciones 23
as debe forjarse la Patria. El Mocetn, como el dramaturgo,
est seguro de lograrlo pues su voluntad es mucha, salvo, claro
est, si la naturaleza se vuelve contra l. Aqu est ms claramente perfilado el objeto del sujeto: la libertad, que ya tiene una
primera aparicin en la segunda MS.
MS
5. La Sirena Roja.
En esta MS aparece la Sirena Roja que se dirige a todo el pueblo
para lanzar su grito rebelde. Su pena es ms grande que la de
todos, tiene treinta aos de vivir encadenada, como smbolo de la
democracia y de la libertad, clama por el elegido que la libere. El
autor hace una metfora: un prncipe de un lejano pas que la
despierte con un beso de amor y conmina a todos a esperar. El
autor anota que aparece esplendorosa, se puede imaginar el es-
cenario con la gente en lo alto de una plataforma por la que han
subido al muelle para que de all, del fondo de la escena o del
telar surja la Sirena Roja con juego de luces. Aqu el contacto es
directo entre la Sirena y todos los receptores (escena y pblico).
El autor comunica la situacin poltica del pas: treinta aos de
dominio, pero no debe haber desnimo, hay que esperar. La Sirena ayuda a los forzados y a los abandonados a no desesperar,
y aguardar el da de la liberacin. Las didascalias lo confirman,
pues la multitud saborea el blsamo de la resignacin. El smbolo
del prncipe del lejano pas podra muy bien ser el ideario revolucionario venido de Europa con la accin directa del pueblo.
LA SIRENA ROJA : (A las multitudes) Nada es el dolor vuestro comparado
con el mio: libertos por fuerza, aoris a la postre los
gri ll etes ... yo soy el elerno gri to rebelde y por eso mi
angustia es mayor! Treinta aos hace vi vo encadenada
y sin embargo ... aguardo al elegido, al prncipe del en-
cantado pais ... l me despertar en un scu lo de amor,
distender la pompa de mi manto de pllrpura ... Aguardad ... Aguardad ... 18
18
Ibid. , p. 60.
Socorro Merln
41
Cuadro Segundo
En la Siberia mexicana.
Las didascalias anotan que en medio del horror de ese lugar un
vejete, otro que el que dialoga, forrado de arreos se mueve como
ave de rapia dando rdenes, ante el cual los capataces se mueven nerviosamente repartiendo golpes, pero el mar est encrespado y la Sirena Roja est cerca.
6. Unjoven, un vejete, el moribundo, el mocetn, un obrero.
MS
UN JOVEN:
UN VEJETE:
enorme piedra a cuestas) A un lado! No puedo ms! Van a reventarme las venas ... qu demonio!
(Procurando vendar sus piernas llagadas) Nio! Si lan(COIIIlIIO
to te fatiga ese peso, Cmo vas a componrtelas cuando
lleves el que me abruma las espaldas y el pensamiento?
EL JOVEN:
Yen qu piensas t?
EL VEJETE:
Pienso en mi libertad!
EL MORJBUNDO: L1venme bajo un rbol... Me abraso! Tengo sed ... me
muero ..
EL MOCETN:
Arre all! Es el nico feli z ... se acerca su liberaci n ...
UN OBRERO:
(Al capataz) Djame por lo menos escribir, bien lo valen
mi pobrecita madre muerta, sin haber yo cerrado sus ojos.
Bien lo vale mi padre cogido de la leva y maltratado en un
cuartel. Bien lo valen mis hijos faml icos, rodando qui z
de casa en casa, en busca de un mendrugo de pan . 19
Todos expresan su miseria, en ese lugar no hay posibilidades
de tener alivio, pero el mocetn enciende la flama , reprende al
obrero, nadie vale la pena: "si tenemos la abyeccin de ser esclavos, debemos tener la dignidad suficiente de saber enmudecer... ".20 Pide no rogar nada a los esbirros, a pesar de todo
hay que tener dignidad y levantar la cabeza. Para todos el mocetn tiene una respuesta, confirma su papel como sujeto porque
19/bid., p. 61.
20 {bid., p. 61.
42
Tema y variaciones 23
pertenece al pueblo, pero tambin de ayudante. Es el que se
siente ms cerca de la Sirena Roja, y trasmite la idea de libertad
y ayuda para que los dems no desmayen ni cedan ante sus
opresores.
MS 7. La Sirena Roja, el mocetn, un obrero.
La Sirena Roja aparece al atardecer en un mar enrojecido "en
la tinta de fuego del crepsculo y en el verde negruzco de las
01as"21 cuando todos se disponen al descanso. A su vista la multitud se inflama, ella los hace vibrar al grito de iSursum corda! O
sea iArriba corazones! El mocetn le da la bienvenida dicindole que ha pensado siempre en ella, la Sirena sentencia: el pensamiento no es accin. La accin es caracterstica del hombre.
Pregunta si todava se resignan y cul fue su delito. Un obrero
contesta que eligi a un hombre para gobernarlos y ste los burl
y le pidi abandonar el poder.
L A SIRENA ROJA : Infantil peticin : lo qu e debe ex igi rse no se pide Y
EL MOCETN:
t ... ? Y t ... ? (todos explican los motivos por los cuales
se les envi al destierro) Deseis ser li bres? (UIl clamoreo ingente in vade la extell sin, destacndose en l la
vigorosa voz del Mocetn de la barba negra como las
alas del cuervo)
Lo deseo! Lo exijo! Loquiero!22
Las didascalias cierran el cuadro que describe el ambiente
marino que sirve de fondo a la Sirena Roja. El autor usa en todas
las didasealias un lenguaje hiperblico que enfatiza y sirve de
marco a los sentimientos expresados en los dilogos. No importa
donde estn y quines sean, lo que importa es la accin para
obtener lo que buscan, ser para beneficio de ellos mi smos y de
la Patria.
21 /b id., p. 60.
"/bid., p. 61.
Socorro Merln
43
Tercer Cuadro
MS 8. El anciano, la Sirena roja.
El autor acota que el decorado es como el del primer cuadro
pero desmazalado, con aspecto de guila enferma, metfora que
anuncia la cada del dictador. Ante ese paisaje marino el anciano
recubierto de condecoraciones implora a la Sirena Roja. l los
ha posedo (a todos, al pueblo) por treinta aos y pide el poder
por diez, cinco, un ao, no soporta los cantos del himno Es tarde! Nunca!, pero la Sirena Roja le niega el poder y el silencio; el
himno que se fue moldeando poco a poco con los aos de esclavitud debe cantarse. El himno est construido a base de metforas y metonimias. El canto resume las figuras retricas que el
autor construy a lo largo de la obra. Tambin instala una alegora para teir su texto de fantasa y as manejar una doble
simbologa al referirse al prncipe lejano, manto de prpura signo
de majestad, cetro/tea encendida, depuracin por el fuego. Termina el himno con Venid, venid' para dar muerte al tirano. El
volumen del himno aumenta proveniente de la multitud.
LA SIRENA ROJA: [ ... ] Los que ll evis piedras a los lomos como bestias de
carga para construi r palac ios de magnates, ensayad a formar trincheras con el las. Los que hayi s prost ituido vuestras liras incensando victimarios ... es tiempo an; ensayad a torturar la frase. Tilde ms, letra menos. Las mismas
pa labras contienen estas dos verdades. El deber es un
tirano : sacrifica y por ltimo da muerte al hombre.
O as: Y por ltimo es un deber del hombre sacrificarse
y dar muerte al tirano.
Seguidme!.
Oh, los exanges! Oh los 3herrojados de la vida!
Oh, la carne de malaria ... venid... venid ... !23
En estos ltimos versos el autor se dirige a sus colegas, a
los literatos y dramaturgos que adu laron el rgimen porfirista y
23 bid. , p. 63.
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Tema y variaciones 23
los llama a corregir su error. Da una muestra de cmo las palabras pueden cambiar de significado utilizndolas de manera distinta en los ejes del paradigma y el sintagma. El texto maneja un
discurso lleno de metforas y smbolos que implican un doble o
triple significado. El manejo de los smbolos como iconos que
representan a sectores de la poblacin, lleva al receptor a no
encontrar fcil la descodificacin; sin embargo, el anlisis profundo ayuda a definir a los actantes y su funcin. Hay en el
discurso una interaccin que se desplaza en un contexto de conversacin no cotidiana sino simblica. El contacto ftico parece
no operar directamente entre los personajes. Es como si el pueblo monologara preguntndose y respondindose. El contacto
directo se encuentra muy claramente entre la Sirena Roja y el
vejete militar, as como entre la Sirena Roja y el pueblo cuando
los arenga, pues en esos casos se trata de dos actantes diferentes. Los dilogos se perciben complementados por una gama de
expresiones corporales sugeridas por los propios dilogos y por
las didascalias, as la intencin y la accin teatral estn justificadas. El lenguaje usado no es cotidiano, realista, el autor usa todos los tropos posibles, haciendo crptico el discurso que se revela como potico.
La ideologa del escritor tiene su correlato en la del movimiento Magonista. En algunos textos de Regeneracin, sobre todo de 1907, un ao antes de la realizacin de la Sirena
Roja, se pueden encontrar similitudes en las arenga s de Ricardo Flores Magn y Prxedis Guerrrero . Por supuesto que
la seleccin del lenguaje es diferente como se aprecia en el
siguiente ejemplo:
FLORES M AGN
LA SIRENA ROJA
Mentira que la virtud se anide
en los espritus
sufridos, piadosos y obed ientes ...
La sumisin es la forma ms grosera
del egosmo ...
tenemos la abyeccin de resignamos
a ser esclavos. Debemos tener la
dignidad suficiente para saber
EL MOCETN: No 10 valen ! Si
enmudecer.
Socorro Merln
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Hijo de los desesperados t sers un
hombre libre.
Sumisin es el grito de los viles
rebelda es el grito de los hombres
Deshonra a la ancianidad
este viejo perverso
Se aferra a la vida con la desesperacin
de un nufrago. Ha quitado la vida
a miles de hombres y lucha a brazo
partido para no perder la suya 24
Ven mi vi rgen loca. Como yo, ests
ests fuera de la sociedad y de la ley
Bravas generaciones formaremos!
LA SIRENA ROJA : El hombre
Pensamiento es la sombra
de un hombre
El hombre accin, ese es el hombre
EL ANCIANO: Vu lveme el poder
por lo menos un ao.
LA SIRENA ROJA: Ni uno ! Lo que a
los tiranos vulgares un poco de tierra
y mucho 0lvido,25
El ambiente inflamado que describe Dvalos para enmarcar
su texto, as como la arenga de la Sirena Roja tienen tambin su
equivalente en un texto de Prxedis Guerrero llamado Paso de
1907 donde se encuentran algunos de los smbolos usados por l,
inclusive usa la palabra Paso! que las irredentas exclaman ante
los soldados para acercarse a los forzados y pasar al desorden'"' El desorden se entiende como la revolucin:
"Del montn de nubes que arremolina el huracn entenebreciendo el cielo,
sa le la espada flamgera que esgrime invisible brazo y con zig-zags
deslumbradores escribe en la pgina rugiente de los .legr:>s vapores la pal t bra Paso! Cuanto ms densa es la sombra, ms resplandec iente el brillo de
esa espada ( ... ) Del fondo del antiguo cofre que guarda las hi stricas y
queridas reliquias, se ha sacado una: manos bellas y delicadas van a ceirla
al bizarro busto del guerril lero: la blusa roja terror de los galones, dice a los
pretorianos Paso! (... ) Llegamos con el corazn sereno a la puerta de la
muerte gloriosa y llamamos con el pu'o del acero exclamando: Pasor'27
24 Flores Magn, Ricardo, Regeneracin 1900-1918, prlogo de Armando
Bartra, SE PIERA , 1986, pp. 179- 184.
25lbid.
26 La Sirena Roja, op. cit., p. 58.
27 Guerrero, Prxedis, Paso!, en Regeneracin, op. cit., pp. 187-188.
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Tema y variaciones 23
Al explorar algunos antecedentes posibles de La Sirena Roja
encontramos que en la obra Los martirios del pueblo de Alberto G. Bianchi en 1877,28 se incitaba a la rebelin contra Lerdo y
a favor de Porfirio Daz. Obra que llev a su autor a prisin . La
historia siempre se repite en perodos de paz y revuelta. Ya en el
siglo xx La Sirena invierte los papeles y es Daz el indeseable .
Las formas cambian a travs del tiempo, pero el poder absoluto
siempre ser rechazado. La obra plena de smbolos est considerada por Marcela del Ro estudiosa del Teatro de la Revolucin, como una obra que encierra tres gneros literarios: el cuento
de hadas infantil, el dramtico simbolista de modelo maeterlynkiano y el retrico con la arenga anarco socialista 29 Por eso
considera que el texto es anfibio con los dos primeros modelos
de la potica y el tercero del discurso. El texto tiene mucho de
simbolista y metafrco, pero nada de infantil y s mucho de arenga
poltica. Es posible que lo de infantil lo relacione Marcela del Ro
con el monlogo ltimo de la Sirena cuando dice: un prncipe
prendi a sus hombros el manto de majestad y le dio por cetro la
tea, pero en nuestro anlisis estos smbolos son, ms bien, referencias de un discurso que se relaciona con la libertad y la democracia. El prncipe bien puede aludir al lder Francisco 1. Madero que ya trabajaba por la revolucin.
El texto de La Sirena Roja motiva a los investigadores 3o a
considerar a Marcelino Dvalos como un dramaturgo del que no
se ha valorado la importancia del total de su obra como lo merece. Tanto el texto aqu revisado como La gaviota muerta
son textos que no formaban parte del horizonte de expectativas
de su poca y por eso su puesta en escena era imposible. As
fue tambin el texto de Flores Magn TIerra y libertad que no
28 Bianchi , Alberto G, " Los martirios del pueblo", en Teatro mexicano
historia y dramal .lrgia, 1. XVII, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Mxico , 1994.
29 Del Ro Reyes, Marcela, Perfil y muestra del Teatro de la Revofucioll
Mexicana. FCE, M x ico, 1997.
30 Seminario de investi gacin para Historiar el Teatro CITRU/ INBA.
Socorro Merln
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fue puesto en escena sino hasta 1980 por Xavier Rojas 3! en el
reclusorio para mujeres, y todava en esa fecha la obra estuvo a
punto de provocar un motn. 32 Rojas tuvo que cambiar algunos
parlamentos para evitarlo.
La obra dramatrgica de Marcelino Dvalos no tuvo una recepcin crtica en su tiempo, ni despus, siempre se le mencion
con avaricia; por ejemplo Wilberto Cantn, a pesar de que la
incluye en su antologa, la considera como menor y Rafael Solana en 1985 escribe: ..... fue una amable concesin de Cantn el
aceptar una obra tan minscula"33 Garcidueas en el discurso
que dicta en la celebracin del centenario del dramaturgo se
refiere a sus obras puestas en escena, pero las analiza muy superficialmente, no menciona La Sirena roja ni La gaviota muerta y textualmente dice: "No pretendo presentar a Marcelino como
un pre-revolucionario, que estrictamente no me parece que lo
haya sido ( ... )"34, Y agrega: sin embargo, pudo haber tenido
influencia de algunos amigos en Guadalajara que lo hizo afiliarse
al movimiento maderista.
Cuando Emilio Carballido reedita sus obras en Tramoya reconoce que Dvalos fue "hombre dotado de una gran intuicin
de la escena, dueo de un dilogo eficaz, con buenas caracterizaciones; autor ntegro cuyas proposiciones siguen vlidas hoy,
en su mayor parte"35 que se vuelve a poner al dramaturgo en el
discurso crtico. Tambin Marcela del Ro, como Carballido, colabora en ello. A la distancia de un siglo, la obra de Marcelino
Dvalos propone una nueva lectura la cual puede provocar tambin, una mirada distinta a la periodizacin cannica que hasta la
fecha se utiliza para la dramaturgia mexicana .
31 Rojas, Xavier, Medio siglo en escena, INBA, 1995, p. 198.
32 Solana, Rafael , "Acerca del teatro de la Revolucin Mexicana", en Mxico
en el arle, nueva poca, nm. 11 , invierno de J 985 - 1986, INBA, p. 34 .
33 Solana, Rafael , op. cit.
34 Rojas Garcidueas, Jos, op. cit., p. 77.
35 Carballido, Emilio, "Marcelino Dvalos y sus crticos", en Tramoya,
nm. 58, febrero-marzo de 1999, p. 96.
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