Jose Bayardo

Bajo el esquema de sexo, poder y lágrimas es posible identificar el modo como la sexualidad funge como dinamizadora de la religión (particularmente de la de tradición judeocristiana). A su vez, en ese mismo esquema se vislumbra lo que la religión puede aportar desde una sexualidad «sin fin»: no tanto una disciplina sexual cuanto un dinamismo relacional que se plasma como compromiso de lucha y búsqueda de justicia gozo para todxs.

Este breve escrito trata de esbozar (el desarrollo posterior está en proceso), desde una perspectiva de teología política de la liberación, una posible lectura pneumatológica de la misión cristiana, partiendo de la realidad de marchas, protestas y movimientos de indignación que han surgido en distintas partes del mundo.

La guerra ha cambiado. La tecnología y la globalización han facilitado una alteración de la distancia y la experiencia de la vida. A través de la tecnología ha sido posible dividir nuevamente al sujeto e incluso separarlo más de su mundo –separación que paradójicamente ha sido posibilitada por una mayor interconexión– hasta llegar a la separación que permite estar en guerra y vivirse como si no lo estuviera, y por ende, seguir viviendo una vida insostenible, pues en última instancia, también la violencia hoy tiende a ser fenómeno de distribución y acumulación.

La categoría de Medio-sujeto es propuesta como herramienta conceptual para analizar el abordaje crítico filosófico sobre la subjetividad y la virtualidad en la obra filosófica de Sloterdijk, de modo que haga presente el modo como el sujeto es medio, el medio es sujeto y la configuración específica que adquiere la actividad propia de lo subjetivo –con sus ambigüedades incluidas–en su imbricación con la virtualidad.

La religión en nuestro mundo se ha convertido en la religión de las cosas. El análisis del fetichismo de la mercancía realizado por Marx anticipa ya este paso, y así, su crítica de la religión sigue resultando más que actual para confrontar el mundo construido por el neoliberalismo, pero esta vez, haciendo un análisis acerca de qué son las «cosas» en el pensamiento marxiano.