LA POESÍA BARROCA
GÓNGORA
El cordobés Luis de Góngora, de ascendencia noble, fue sacerdote y
capellán del rey Felipe II. Fue conocido y admirado por su poesía desde
muy joven. Es el máximo exponente del movimiento denominado
culteranismo; en consecuencia, su estilo es oscuro, difícil, complejo,
abigarrado, repleto de cultismos de origen latino, referencias mitológicas,
metáforas deslumbrantes y bruscos hipérbatos.
La poesía gongorina suele agruparse en dos categorías diferentes, los
poemas populares, composiciones en versos de arte menor, entre los que
destacan los romances y las letrillas (con un estilo sencillo y, a veces, con
tono burlesco, satírico o festivo); y, por otro lado, los poemas cultos, estos
son los que pertenecen a la corriente culterana y que comprenden, entre
otras composiciones, más dos doscientos sonetos de todo tipo de temas
además de los dos poemas extensos: Fábula de Polifemo y Galatea,
poema narrativo que recrea el mito clásico del cíclope Polifemo,
enamorado de la ninfa Galatea; y Soledades, poema inacabado, también de
carácter narrativo, que exalta la vida en la naturaleza. Está considerado
como una de las obras maestras de la poesía en español.
Por tanto, la obra de Luis de Góngora puede dividirse en dos etapas: en la
primera utiliza temas variados y métrica popular; en la segunda, su poesía
es hermética, llena de cultismos, hipérbatos, metáforas, alusiones
mitológicas …, dirigida a un público culto (Fábula de Polifemo y Galatea y
Las Soledades). A Góngora siempre se le identifica por su segundo periodo,
por lo que se le ha considerado, durante mucho tiempo, un poeta oscuro y
difícil. En el siglo XX, gracias al grupo poético del 27, Góngora dejó de ser
un poeta olvidado y fue nuevamente reivindicado.
“Ándeme yo caliente y ríase la gente”
Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.
Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.
Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente
QUEVEDO
Francisco de Quevedo y Villegas nace en Madrid, hijo de un escribano real
y una camarera de la reina, por lo que pasó su infancia en palacio. Hizo los
primeros estudios con los jesuitas. Escritor famoso a pesar de su juventud,
parecía por entonces inclinarse hacia las humanidades, los estudios bíblicos
y la Filosofía. Pero en 1613 emprende carrera como político, participó en
las intrigas de la corte, lo que le causará bastantes sinsabores y dos
encarcelamientos.
Escribió una extensa producción literaria, tanto en verso como en prosa. Es
el máximo representate del conceptismo; por consiguiente, su estilo se
caracteriza por un dominio absoluto de la lengua: creación de neologismos,
elaboración de metáforas sorprendentes, empleo de numerosas expresiones
coloquiales o vulgares, el desarrollo de caricaturas, etc., en una actitud de
juego permanente con el lenguaje donde siempre brilla por su enorme
ingenio. Sus temas poéticos son variados, fruto de su carácter polifacético,
capaz de cultivar con maestría registros y géneros muy diferentes.
Su obra poética suele clasificarse en tres grandes grupos:
-Poesía amorosa (asume el legado petrarquista, pero, en ocasiones, de
modo innovador y sorprendente).
-Poesía satírica y burlesca (son célebres sus geniales sátiras repletas de
imágenes originales e ingeniosas).
-Poesía filosófica, religiosa y moral (de tono angustiado, el autor
reflexiona sobre la vida y la muerte, el paso del tiempo, el sentido de la
vida…)
Así, podemos concluir que la obra poética de Francisco de Quevedo abarca
temas variados: el amor, la reflexión filosófica y moral, la sátira de tipos y
de leyendas de la Antigüedad sin olvidarnos de sus sonetos amorosos
(Amor constante más allá de la muerte) y patrióticos (Miré los muros de
la patria mía) que constituyen una de las cimas de la lírica española.
“ A una nariz”
Érase un hombre a una nariz pegado,1
érase una nariz superlativa,2
érase una nariz sayón y escriba,3
érase un peje espada muy barbado;4
era un reloj de sol mal encarado,5
érase una alquitara pensativa,6
érase un elefante boca arriba,7
era Ovidio Nasón más narizado.8
Érase un espolón de una galera,9
érase una pirámide de Egipto,10
las doce tribus de narices era;11
érase un naricísimo infinito,12
muchísimo nariz, nariz tan fiera13
que en la cara de Anás fuera delito.14
“Definición del amor”
Es hielo abrasador, es fuego helado,1
es herida que duele y no se siente,2
es un soñado bien, un mal presente,3
es un breve descanso muy cansado.4
Es un descuido que nos da cuidado,5
un cobarde con nombre de valiente,6
un andar solitario entre la gente,7
un amar solamente ser amado.8
Es una libertad encarcelada,9
que dura hasta el postrero paroxismo;10
enfermedad que crece si es curada.11
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.12
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada13
el que en todo es contrario de sí mismo!14
LOPE DE VEGA
Félix Lope de Vega Carpio, más conocido como Lope de Vega, además de
un revolucionario dramaturgo, es el más prolífico de los poetas barrocos y
el único que en su agitada vida fue publicando en libro sus obras. A lo largo
de su vida escribió todo tipo de poemas amorosos, religiosos, burlescos o
de circunstancias, recogidos bajo títulos como Rimas, Rimas sacras o
Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé Burguillos.
Además de los versos que aparecen en las comedias teatrales de Lope, de
quien se destaca su facilidad estilística, en sus poemas aborda diferentes
géneros poéticos, tanto los herederos de la tradición castellana (fue uno de
los iniciadores del Romnacero nuevo), como los de ráiz clásica (epístolas,
silvas y sonetos).
“Un soneto”
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
“Esto es amor”
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
……
La muerte es un tema recurrente en el Barroco ¿Qué tópico de los
estudiados este curso trata el siguiente soneto de Lope de Vega?
¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!
Feroz de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.
¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana,
sin la pensión de procurar mi muerte!
¡Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
La obra de la mexicana sor Juana Inés de la Cruz es una sobresaliente
muestra de poesía barroca. Profesó como monja y pudo llevar una vida
intelectual dialogando con las mentes más brillantes de su época, y
profundizando en el estudio y la lectura de los escritores que más le
influyeron (Quevedo, Lope o Góngora) y cuyo dominio del lenguaje
admiraba.
Sus influencias y su personalidad reflexiva proporcionaron a sus poemas un
tono intelectual característico. En su trabajo como poeta encontramos
diferentes composiciones de temáticas típicas barrocas (amorosas,
religiosas,filosóficas) y también poesía de circunstancias, escrita por
encargo de la corte o en ocasión de acontecimientos diversos.
Detente, sombra…
Detente, sombra de mi bien esquivo
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.