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Poemas Barrocos para Analizar

El documento presenta una colección de poemas de la literatura barroca, destacando temas como el amor, la belleza, la naturaleza, la muerte y la mitología, a través de las obras de autores como Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo. Cada poema explora diferentes emociones y reflexiones sobre la existencia humana, utilizando un lenguaje rico y simbólico característico de la época. La obra también incluye notas explicativas que ayudan a comprender mejor el contexto y el significado de ciertos términos y referencias.

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Poemas Barrocos para Analizar

El documento presenta una colección de poemas de la literatura barroca, destacando temas como el amor, la belleza, la naturaleza, la muerte y la mitología, a través de las obras de autores como Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo. Cada poema explora diferentes emociones y reflexiones sobre la existencia humana, utilizando un lenguaje rico y simbólico característico de la época. La obra también incluye notas explicativas que ayudan a comprender mejor el contexto y el significado de ciertos términos y referencias.

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LITERATURA BARROCA – POESÍA

EL AMOR LA BELLEZA

Ir y quedarse, y con quedar partirse, De pura honestidad templo sagrado,


partir sin alma, e ir con alma ajena, cuyo bello cimiento y gentil muro
oír la dulce voz de una sirena de blanco nácar y alabastro duro
y no poder del árbol desasirse; fue por divina mano fabricado;

arder como la vela y consumirse, pequeña puerta de coral preciado,


haciendo torres sobre tierra arena; claras lumbreras de mirar seguro,
caer de un cielo, y ser demonio en pena, que a la esmeralda fina el verde puro
y de serlo jamás arrepentirse; habéis para viriles (1) usurpado;

hablar entre las mudas soledades, soberbio techo, cuyas cimbrias (2) de oro
pedir prestada sobre fe paciencia, al claro sol, en cuanto en torno gira,
y lo que es temporal llamar eterno; ornan de luz, coronan de belleza;

creer sospechas y negar verdades, ídolo bello, a quien humilde adoro.


es lo que llaman en el mundo ausencia, oye piadoso al que por ti suspira,
fuego en el alma, y en la vida infierno. tus himnos canta, y tus virtudes reza.
Lope de Vega Luis de Góngora
LA NATURALEZA LA MITOLOGÍA

Estos los sauces son y esta la fuente, Bermejazo(4) platero de las cumbres,
los montes estos, y esta la ribera a cuya luz se espulga (5) la canalla,
donde vi de mi sol la vez primera la ninfa Dafne, que se afufa (6) y calla,
los bellos ojos, la serena frente. si la quieres gozar, paga y no alumbres.

Este es el río humilde y la corriente, Si quieres ahorrar de pesadumbres,


y esta la cuarta y verde primavera ojos del cielo, trata de compralla:
que esmalta el campo alegre y reverbera en confites gastó Marte la malla
en el dorado Toro el sol ardiente. y la espada en pasteles y en azumbres(7).

Árboles, ya mudó su fe constante… Volvióse en bolsa Júpiter severo;


Mas, ¡oh gran desvarío(3)!, que este llano, levantóse las faldas la doncella
entonces monte le dejé sin duda. por recogerle en lluvia de dinero.

Luego no será justo que me espante, Astucia fue de alguna dueña estrella
que mude parecer el pecho humano, que de estrella sin dueña no lo infiero:
pasando el tiempo que los montes muda. Febo, pues eres sol, sírvete de ella.
Lope de Vega Francisco de Quevedo

LA MUERTE (1) Viriles: vidrio muy claro y transparente que se pone delante
de algunas cosas para protegerlas.
¡Fue sueño ayer: mañana será tierra! (2) Cimbrias: armazón que sostiene un arco.
¡Poco antes, nada; y poco después, humo! (3) Desvarío: locura.
¡Y destino ambiciones, y presumo (4) Bermejazo: pelirrojo.
apenas punto al cerco que me cierra! (5) Espulga: limpia de pulgas y piojos.
(6) Afufa: huye.
Breve combate de importuna guerra, (7) Azumbres: medida de capacidad, se usaba para el vino.
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

Ya no es ayer; mañana no ha llegado;


hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

Azadas son la hora y el momento


que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
Francisco de Quevedo

1
LOPE DE VEGA -POESÍA

SONETO DEFINIENDO EL AMOR A UNA CALAVERA DE MUJER

Desmayarse, atreverse, estar furioso, Esta cabeza, cuando viva, tuvo


áspero, tierno, liberal, esquivo, sobre la arquitectura destos huesos
alentado, mortal, difunto, vivo, carne y cabellos, por quien fueron presos
leal, traidor, cobarde y animoso; los ojos que, mirándola, detuvo.

no hallar fuera del bien centro y reposo, Aquí la rosa de la boca estuvo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, marchita ya con tan helados besos;
enojado, valiente, fugitivo, aquí los ojos de esmeralda impresos,
satisfecho, ofendido, receloso; color que tantas almas entretuvo.

huir el rostro al claro desengaño, Aquí la estimativa en que tenía


beber veneno por licor süave, el principio de todo movimiento,
olvidar el provecho, amar el daño; aquí de las potencias la armonía.

creer que un cielo en un infierno cabe, ¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!
dar la vida y el alma a un desengaño: ¿donde tanta presunción vivía
esto es amor: quien lo probó lo sabe. desprecian los gusanos aposento?
*** ***
Quiero escribir y el llanto no me deja; Con una risa entre los ojos bellos
pruebo a llorar, y no descanso tanto; bastante a serenar los accidentes
vuelvo a tomar la pluma, y vuelve el llanto: de los cuatro elementos diferentes,
todo me impide el bien, todo me aqueja. cuando muestra el amor del alma en ellos;

Si el llanto dura, el alma se me queja; con dulce lengua y labios, que por ellos
si el escribir, mis ojos, y si en tanto muestran los blancos y menudos dientes,
por muerto, o por consuelo, me levanto, con palabras tan graves y prudentes
de entrambos la esperanza se me aleja. que es gloria oíllas si es descanso vellos;

Ve, blanco, al fin, papel y a quien penetra con vivo ingenio y tono regalado,
el centro desde el pecho que me enciende con clara voz y , pocas veces, mucha,
le di (si en tanto bien pudieres verte) con poco afecto y con serena calma;

que haga de mis lágrimas la letra, con un descuido en el mayor cuidado


pues ya que no lo siente, bien entiende: habla Lucinda. ¡Triste del que escucha
que cuando escribo y lloro todo es muerte. pues no le puede responder con alma!
*** ***
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? DESEA AFRATELARSE Y NO LE ADMITEN
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío, Muérome por llamar Juanilla a Juana,
pasas las noches del invierno oscuras? que son de tierno amor afectos vivos,
y la cruel, con ojos fugitivos,
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, hace papel de yegua galiciana.
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío Pues Juana, agora que eres flor temprana
secó las llagas de tus plantas puras! admite los requiebros primitivos,
porque no vienen bien diminutivos
¡Cuántas veces el ángel me decía: después que una persona se avellana.
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»! Para advertir tu condición extraña,
más de alguna Juanaza de la villa
¡Y cuántas, hermosura soberana, del engaño en que estás te desengaña.
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana! Créeme, Juana, y llámate Juanilla;
mira que la mejor parte de España
pudiendo Casta se llamó Castilla.

2
LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello La dulce boca que a gustar convida
oro bruñido el sol relumbra en vano, un humor entre perlas destilado,
mientras con menosprecio en medio el llano y a no envidiar aquel licor sagrado
mira tu blanca frente el lilio bello; que a Júpiter ministra el garzón de Ida,

mientras a cada labio, por cogello, amantes, no toquéis, si queréis vida,


siguen más ojos que al clavel temprano, porque entre un labio y otro colorado
y mientras triunfa con desdén lozano Amor está, de su veneno armado,
del luciente cristal tu gentil cuello; cual entre flor y flor sierpe escondida.

goza cuello, cabello, labio y frente, Nos os engañen las rosas que a la Aurora
antes que lo que fue en tu edad dorada diréis que, aljofaradas y olorosas
oro, lilio, clavel, cristal luciente se le cayeron del purpúreo seno;

no sólo en plata o víola troncada manzanas son de Tántalo y no rosas,


se vuelva, mas tú y ello juntamente que después huyen del que incitan ahora,
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. y sólo del Amor queda el veneno.

FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA


Purpúreas rosas sobre Galatea Salamandria del Sol, vestido estrellas,
la Alba entre lirios cándidos deshoja: latiendo el Can del cielo estaba cuando
duda el Amor cuál más su color sea, —polvo el cabello, húmidas centellas,
púrpura nevada, o nieve roja. si no ardientes aljófares sudando—
De su frente la perla es, eritrea, llegó Acis; y de ambas luces bellas
émula vana. El ciego dios se enoja, dulce Occidente viendo al sueño blando,
y, condenando su esplendor, la deja su boca dio, y sus ojos cuanto pudo,
pender en oro al nácar de su oreja. al sonoro cristal, al cristal mudo.

No a las palomas concedió Cupido NOTAS


juntar de los dos picos los rubíes, “bruñido”: reluciente.
cuando al clavel el joven atrevido “lilio”: flor generalmente de color blanco.
las dos hojas le chupa carmesíes. “cogello”: cogerlo
Cuantas produce Pafo, engendra Gnido, “desdén”: desprecio
negras víolas, blancos alhelíes, “víola”: violeta
llueven sobre el que Amor quiere que sea “troncada”: rota
tálamo de Acis ya y de Galatea. “ministra”: sirve, suministra
“garzón”: muchacho joven
“sierpe”: serpiente
SOLEDADES “aljofaradas”: cubiertas de aljófar (perlas pequeñas).
“purpúreo”: de color púrpura
Era del año la estación florida “cándidos”: cultismo por “blanco”
en que el mentido robador de Europa “eritrea”: natural de Eritrea, país africano.
—media luna las armas de su frente, “émula”: imitadora
y el Sol todos los rayos de su pelo—, “pender”: colgar
luciente honor del cielo, “húmidas”: húmedas
en campos de zafiro pace estrellas; “carmesíes”: rojas
cuando el que ministrar podía la copa “alhelíes”: flores
a Júpiter mejor que el garzón de Ida “tálamo”: lecho nupcial
—náufrago y desdeñado, sobre ausente—, “querellas”: quejas
lagrimosas de amor dulces querellas
da al mar; que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arión dulce instrumento.

3
FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera Es hielo abrasador, es fuego helado,


sombra que me llevare el blanco día, es herida que duele y no se siente,
y podrá desatar esta alma mía es un soñado bien, un mal presente,
hora a su afán ansioso lisonjera: es un breve descanso muy cansado,

mas no de esa otra parte en la ribera, es un descuido que nos da cuidado,


dejará la memoria, en donde ardía: un cobarde con nombre de valiente,
nadar sabe mi llama el agua fría, un andar solitario entre la gente,
y perder el respeto a ley severa. un amar solamente ser amado,

Alma, a quien todo un dios prisión ha sido, es una libertad encadenada


venas, que humor a tanto fuego han dado, que dura hasta el postrero paroxismo,
medulas, que han gloriosamente ardido, enfermedad que crece si es curada.

su cuerpo dejará, no su cuidado; Este es el niño Amor, este es su abismo:


serán ceniza, mas tendrán sentido; ¡mirad cuál amistad tendrá con nada
polvo serán, mas polvo enamorado. el que en todo es contrario de sí mismo!
*** ***
A fugitivas sombras doy abrazos; “¡Ah de la vida” ¿Nadie me responde?
en los sueños se cansa el alma mía; ¡Aquí de los antaños que he vivido!
paso luchando a solas noche y día La Fortuna mis tiempos ha mordido,
con un trasgo que traigo entre mis brazos. la Horas mi locura las esconde.

Cuando le quiero más ceñir con lazos, ¡Que sin poder saber cómo ni adónde
y viendo mi sudor, se me desvía, la Salud y la Edad se hayan huido!
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía, Falta la vida, asiste lo vivido,
y temas con amor me hacen pedazos. y no hay calamidad que no me ronde.

Voyme a vengar en una imagen vana Ayer se fue; Mañana no ha llegado;


que no se aparta de los ojos míos; Hoy se está yendo sin parar un punto;
búrlame, y de burlarme corre ufana. soy un fue, y un seré, y un es cansado.

Empiézola a seguir, fáltanme bríos; En el Hoy y Mañana y Ayer, junto


y como de alcanzarla tengo gana, pañales y mortaja, y he quedado
hago correr tras ella el llanto en ríos presentes sucesiones de difunto.

*** ***
¡Miré los muros de la patria mía, Érase un hombre a una nariz pegado,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados, érase una nariz superlativa,
de la carrera de la edad cansados érase una nariz sayón y escriba,
por quien caduca ya su valentía. érase un pez espada mal barbado.

Salíme al campo, vi que el sol bebía Era un reloj de sol mal encarado,
los arroyos, del hielo desatados, érase una alquitara pensativa,
y del monte quejosos los ganados, érase un elefante boca arriba,
que con sombras hurtó su luz al día. era Ovidio Nasón más narizado.

Entré en mi casa; vi que, amancillada, Érase el espolón de una galera,


de anciana habitación era despojos; érase una pirámide de Egipto,
mi báculo, más corvo y menos fuerte; las doce tribus de narices era.

vencida de la edad sentí mi espada. Érase un naricísimo infinito,


Y no hallé cosa en que poner los ojos muchísima nariz, nariz tan fiera,
que no fuese recuerdo de la muerte. que en la cara de Anás fuera delito.

4
LA PROSA BARROCA – EL BUSCÓN

Yo, señor, soy de Segovia. Mi padre se llamó Clemente Pablo, natural del mismo pueblo; Dios le tenga en el
cielo. Fue, tal como todos dicen, de oficio barbero; aunque eran tan altos sus pensamientos, que se corría1
que le llamasen así, diciendo que él era tundidor2 de mejillas y sastre3 de barbas. Dicen que era de muy
buena cepa, y, según él bebía, es cosa para creer.
Estuvo casado con Aldonza de San Pedro, hija de Diego de San Juan y nieta de Andrés de San Cristóbal.
Sospechábase en el pueblo que no era castellana vieja, aunque ella, por los nombres y sobrenombres de sus
pasados, quiso esforzar4 que era descendiente de la letanía. Tuvo muy buen parecer, y fue tan celebrada,
que, en el tiempo que ella vivió, casi todos los copleros de España hacían cosas sobre ella5.
Padeció grandes trabajos recién casada, y aun después, porque malas lenguas daban en decir que mi padre
metía el dos de bastos para sacar el as de oros6. Probósele que, a todos los que hacía la barba a navaja,
mientras les daba con el agua, levantándoles la cara para el lavatorio, un mi hermanico de siete años les
sacaba muy a su salvo los tuétanos de las faldriqueras7. Murió el angelico de unos azotes que le dieron en la
cárcel. Sintiólo mucho mi padre, por ser tal que robaba a todos las voluntades. Por estas y otras niñerías,
estuvo preso; aunque, según a mí me han dicho después, salió de la cárcel con tanta honra, que le
acompañaron docientos cardenales8, sino que a ninguno llamaban «señoría». Las damas diz que salían por
verle a las ventanas, que siempre pareció bien mi padre a pie y a caballo9. No lo digo por vanagloria, que
bien saben todos cuán ajeno soy della.
Mi madre, pues, no tuvo calamidades. Un día, alabándomela una vieja que me crió, decía que era tal su
agrado, que hechizaba a cuantos la trataban. Sólo diz que se dijo no sé qué de un cabrón y volar, lo cual la
puso cerca de que la diesen plumas10 con que lo hiciese en público. Hubo fama que reedificaba doncellas11,
resucitaba cabellos encubriendo canas. Unos la llamaban zurcidora de gustos; otros, algebrista12 de
voluntades desconcertadas, y por mal nombre alcagüeta. Para unos era tercera, primera para otros, y flux 13
para los dineros de todos. Ver, pues, con la cara de risa que ella oía esto de todos, era para dar mil gracias a
Dios.
No me detendré en decir la penitencia14 que hacía. Tenía su aposento —donde sola ella entraba y algunas
veces yo, que, como era chico, podía— todo rodeado de calaveras, que ella decían eran para memorias de la
muerte, y otros, por vituperarla, que por voluntades de la vida. Su cama estaba armada entre sogas de
ahorcado, y decíame a mí: —“¿Qué piensas? Estas tengo por reliquias, porque los más de estos se salvan.”
Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quien había de imitar en el oficio, mas yo, que siempre
tuve pensamientos de caballero desde chiquito, nunca me apliqué a uno ni a otro.

a) El texto corresponde al comienzo de El Buscón, la novela picaresca escrita por Quevedo. ¿Qué aspectos
y características comunes pueden observarse comparada con el Lazarillo?
b) Comenta el contraste que se establece entre los distintos motivos que configuran la “genealogía vil“
del protagonista y sus pensamientos de caballero. ¿Con qué temas fundamentales de la obra tiene
relación? ¿Se percibe en el texto la opinión del autor ante las ansias de medro social del protagonista?
c) El fragmento es también una muestra del ingenio verbal de Quevedo. Hace uso de los recursos
típicamente conceptistas, en especial de la perífrasis de carácter eufemístico (como llamar al barbero
sastre de barbas) y de la dilogía o doble sentido (como la expresión “era de buena cepa”) Localiza y
comenta otros ejemplos presentes en el texto. ¿Con qué intención los utiliza el autor?

1
se avergonzaba
2
tundidor: el que recorta o iguala con la tijera el pelo de los paños.
3
sastre: en la lengua de germanía se llamaba así a los ladrones.
4
esforzar: defender. Era habitual entre los conversos adoptar apellidos de santos; de ahí la burla de Quevedo.
5
tiene doble sentido: “hacer cosas sobre ella”: los copleros la festejaban con coplas; “hacer cosas sobre ella”: hacían el amor con ella
6
robaba.
7
faltriqueras: bolsillos.
8
cardenal: hematoma / dignidad eclesiástica.
9
a caballo: tras ser azotados, los condenados eran expuestos a la vergüenza pública paseándolos por las calles con un asno.
10
dar plumas: cubrían de brea y de plumas a los alcahuetes y hechiceros.
11
reedificar doncellas: reconstruir el himen.
12
algebrista: médico que recompone los huesos rotos o desencajados.
13
flux: jugada máxima en el juego de la primera o quínola; primera se llamaba también a la dueña del prostíbulo, y primas a las prostitutas; observa
la progresión entre tercera (alcahueta), primera (prostituta) y flux (la mejor para robar)
14
penitencia: referencia a las penas impuestas por la Inquisición.

5
Este fragmento corresponde a la novela La fuerza del amor de María de Zayas; en ella Laura reflexiona
sobre el abandono de su marido y sobre las diferencias sociales que existen entre hombres y mujeres:

¿Dónde se hallará un hombre verdadero? ¿En cuál dura la voluntad de un día, y más si se ven queridos?, que
parece que al paso que conocen el amor, crece su libertad y aborrecimiento. ¡Mal haya la mujer que en ellos
cree, pues al cabo hallará el pago de su amor, como yo le hallo! ¿Quién es la necia que desea casarse,
viendo tan lastimosos ejemplos?, pues la que más piensa que acierta, más yerra. […] Mas, ¡ay, que tengo
amor, y en lo uno temo perderle, y en lo otro enojarle! ¿Por qué, vanos legisladores del mundo, atáis
nuestras manos para las venganzas, imposibilitando nuestras fuerzas con vuestras falsas opiniones, pues
nos negáis letras y armas? ¿El alma no es la misma que la de los hombres? Pues si ella es la que da valor al
cuerpo, ¿quién obliga a los nuestros a tanta cobardía? Yo aseguro que si entendierais que también había en
nosotras valor y fortaleza, no os burlarais como os burláis; y así, por tenernos sujetas desde que nacemos,
vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con los temores de la honra, y el entendimiento con el recato de la
vergüenza, dándonos por espadas ruecas, y por libros almohadillas.

a) En este texto Laura recurre a una interrogación retórica para exponer sus argumentos. ¿Qué
argumentos son? ¿A qué conclusión llega el personaje?

TEATRO – LOPE DE VEGA

Lope de Vega va a ser el gran renovador del teatro. Una de sus obras más famosas es Peribáñez y el
comendador de Ocaña. Esta obra, escrita hacia 1613, es una de las más famosas de nuestro teatro clásico.
En ella se trata el tema de la defensa de la honra (el honor) al que todo hombre tiene derecho, sin importar
si se trata de un noble o un simple labrador.

En el pueblo toledano de Ocaña, el joven labrador Peribáñez se acaba de casar con Casilda, durante el
festejo de la boda Peribáñez le dedica unos famosos requiebros:

PERIBÁÑEZ:
Casilda, mientras no puedas No hay camuesa que se afeite Contigo, Casilda, tengo
excederme en afición, que no te rinda ventaja, cuanto puedo desear,
no con palabras me excedas. ni rubio y dorado aceite y sólo el pecho prevengo,
Toda esta villa de Ocaña, conservado en la tinaja en él te he dado lugar,
poner quisiera a tus pies, que me cause más deleite. ya que a merecerte vengo.
y aun todo aquello que baña Ni el vino blanco imagino Vive en él; que si un villano
Tajo hasta ser portugués, de cuarenta años tan fino por la paz del alma, es rey,
entrando en el mar de España. como tu boca olorosa, que tú eres reina está llano,
El olivar más cargado que, como al señor la rosa, ya porque es divina ley
de aceitunas me parece le huele al villano el vino (...) y ya por derecho humano
menos hermoso, y el prado
que por el mayo florece,
sólo del alba pisado.

6
a) ¿Qué estrofa ha utilizado Lope en este fragmento?
b) Señala las diferencias entre la forma que tiene Peribáñez de describir a la mujer que ama y la que
están utilizando los poetas cultos (Garcilaso, Góngora...).

Durante los festejos de la boda, han sacado unos novillos ensogados, el Comendador que pasaba por allí ha
sido derribado por un toro y lo traen desmayado en brazos. Una vez repuesto, se enamora súbita y
violentamente de Casilda. Peribáñez tiene que viajar a Toledo y, aprovechando que Casilda está sola, el
Comendador entra en casa de esta . Casilda está en su habitación, se asoma a la ventana y cree que los que
han entrado en la casa son peones de su marido:

CASILDA: (que sé que os quiere bien, Olerále a guantes de ámbar,


¿Es hora de madrugar, aunque le mostréis desdén a perfumes y a pastillas,
amigos? y sois con él tan extraña), no a tomillo ni a cantueso,
que no os dejara, aunque el rey poleo y zarzas floridas.
COMENDADOR: por sus cartas le llamara, Y cuando el Comendador,
Señora mía, que dejar sola esa cara me amase como a su vida,
ya se va acercando el día, nunca fue de amantes ley. y se diesen virtud y honra
y es tiempo de ir a segar. por amorosas mentiras,
demás que, saliendo vos, CASILDA: más quiero yo a Peribáñez
sale el sol, y es tarde ya. Labrador de lejas tierras, con su capa la pardilla
Lástima a todos nos da que has venido a nuesa villa que al Comendador de Ocaña
de veros sola, por Dios. convidado del agosto, con la suya guarnecida (...)
No os quiere bien vuestro esposo, ¿quién te dio tanta malicia? (...) Vete, pues, el segador:
pues a Toledo se fue El Comendador de Ocaña maña fuese la tu dicha,
y os deja una noche. A fe servirá dama de estima, que si Peribáñez viene
que si fuera tan dichoso no con sayuelo de grana no verás la luz del día.
el Comendador de Ocaña, ni con saya de palmilla (...)

Casilda despierta a los segadores y el Comendador, encolerizado, huye. El Comendador, por orden del rey, pide
voluntarios para formar dos compañías, una de hidalgos y otra de labradores, que acudan a combatir a los moros.
Decide nombrar capitán de una de las compañías a Peribáñez para alejarlo de Ocaña. La compañía labradora se
marcha. El Comendador planea entrar en casa de Casilda. Peribáñez, sospechando la trampa, regresa y se esconde, sin
que Casilda lo advierta, en la habitación vecina. El Comendador, ayudado por la prima de Casilda, Inés, llega a
presencia de Casilda:

COMENDADOR: INÉS: CASILDA:


Yo soy el Comendador, Anda, que es locura ahora, Mujer soy de capitán,
yo soy tu señor. siendo pobre labradora, si vos sois Comendador.
y un villano tu marido, Y no os acerquéis a mí,
CASILDA: dejar morir de dolor porque a bocados y a coces
No tengo a un príncipe. Que más va os haré...
señor, más que a Pedro. en su vida, ya que está
en casa, que no en tu honor. COMENDADOR:
COMENDADOR: Peribáñez fue a Toledo. Paso y sin voces.
Vengo
esclavo, aunque soy señor. CASILDA: PERIBÁÑEZ (escondido):
Duélete de mí, o diré ¡Oh, prima cruel y fiera, ¡Ay honra!, ¿qué aguardo aquí?
que te hallé con el lacayo vuelta de prima, tercera! Mas soy pobre labrador,
que miras. bien será llegar y hablarle...
COMENDADOR: Pero mejor es matarle.
CASILDA: Dejadme, a ver lo que puedo. (Sale con la espada en la mano.)
Temiendo el rayo, Perdonad, Comendador,
del trueno no me espanté. LUJÁN: que la honra es encomienda
Pues, prima, ¡tú me has vendido! Dejémoslos, que es mejor, de mayor autoridad. (Lo hiere)
A solas se entenderán.
(Se va con Inés.) COMENDADOR:
¡Jesús! ¡Muerto soy! ¡Piedad!

7
Muere y Peribáñez mata también a Inés y a Luján. Después, marcha con Casilda a Toledo, donde está el rey, el cual se
encoleriza cuando el Condestable le informa de que el Comendador de Ocaña ha sido muerto por un villano, y ofrece
mil escudos a quien entregue al matador. Peribáñez se presenta ante los reyes con su mujer:

PERIBÁÑEZ: Advertí mejor su intento, Vine a Toledo, y hallé


Yo soy un hombre, mas llamóme una mañana que por mi cabeza daban
aunque de villana casta, y díjome que tenía mil escudos; y así quise
limpio de sangre, y jamás de Vuestras Altezas cartas que mi Casilda me traiga.
de hebrea o mora manchada. para que, con gente alguna, Hazle esta merced, señor,
Fui el mejor de mis iguales, le sirviese esta jornada. porque es quien ahora la gana,
y en cuantas cosas trataban En fin, de cien labradores porque, vïuda de mí,
me dieron primero voto, me dio la valiente escuadra; no pierda prenda tan alta.
y truje seis años vara. con nombre de capitán
Caséme con la que ves, salí con ellos de Ocaña, REY (A la reina):
también limpia, aunque villana, y como vi que de noche ¿Qué os parece?
virtuosa, si la ha visto era mi deshonra clara,
la envidia asida a la fama. en una yegua, a las diez, REINA:
El Comendador Fadrique de vuelta en mi casa estaba (...) Que he llorado,
de nuestra villa de Ocaña Hallé mis puertas rompidas que es la respuesta que basta
señor y Comendador, y mi mujer destocada para ver que no es delito,
dio, como mozo, en amarla. como corderilla simple sino valor.
Fingiendo que por servicios, que está del lobo en las garras.
honró mis humildes casas Dio voces, llegué saqué REY:
de unos reposteros, que eran la misma daga y espada ¡Cosa extraña!
cubiertas de tales cargas. que ceñí para servirte ¡Que un labrador tan humilde
Dióme un par de mulas buenas, no para tan triste hazaña. estime tanto su fama!
mas no tan buenas que sacan Paséle el pecho, y entonces ¡Vive Dios, que no es razón
este carro de mi honra dejó la cordera blanca, matarle! Yo le hago gracia
de los lodos de mi infamia. porque yo, como pastor, de la vida.
Con esto intentó una noche supe del lobo quitarla.
que ausente de Ocaña estaba,
forzar mi mujer, mas fuese
con la esperanza burlada (...)

a) El parlamento inicial de Peribáñez sintetiza lo que ha ocurrido en la comedia. Haz un resumen del mismo.
b) ¿Qué es lo primero que Peribáñez hace constar? ¿Por qué lo manifiesta tan pronto?
c) ¿Qué afirma en segundo lugar? ¿Qué se propone conseguir con ambas declaraciones?
d) Di por qué afirma que Casilda es "también limpia, aunque villana"
e) Explica el juego poético de estos versos: "y como vi que de noche/ era mi deshonra clara"
f) En las escuelas de retórica (conjunto de técnicas que enseñan el arte de hablar en público) se proponía como
modelo de velocidad narrativa la frase de Julio César ("Veni, vidi, vici": vine, vi, vencí), ¿Hay algún recuerdo de esta
frase en este relato?
g) El carácter rústico del personaje se manifiesta por el uso de ciertas palabras. Señálalas.

El rey confirma a Peribáñez como capitán de los labradores, entrega los mil escudos de la recompensa a Casilda y
Peribáñez concluye con estos versos:
PERIBÁÑEZ:
Senado, con esto acaba
la tragicomedia insigne
del Comendador de Ocaña.

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TEATRO BARROCO- CALDERÓN DE LA BARCA

La vida es sueño es una de las obras cumbre de Calderón de la Barca. Su mensaje es característico del
Barroco: los bienes terrenales son vanos y hay que despreciarlos para aspirar a la eternidad. Transforma la
alegría del Carpe diem! del Renacimiento en una meditación sobre la muerte.
El tema de La vida es sueño es el siguiente: El rey de Polonia, Basilio, recluye a su hijo Segismundo desde
que nace lejos de la corte con la única compañía de su guardián Clotaldo. La causa: un horóscopo le ha
vaticinado que si Segismundo llega a reinar, será un tirano cruel. El siguiente fragmento corresponde al
principio de la obra, en él Segismundo, cubierto de pieles, atado con una cadena, se lamenta de su
inexplicable encierro:

¡Ay mísero de mí! !Y ay infelice! Nace el bruto, y con la piel En llegando a esta pasión,
Apurar, cielos, pretendo que dibujan manchas bellas, un volcán, un Etna hecho,
ya que me tratáis así, apenas signo es de estrellas, quisiera sacar del pecho
qué delito cometí gracias al docto pincel, pedazos del corazón.
contra vosotros naciendo; cuando, atrevido y crüel, ¿Qué ley, justicia o razón
aunque si nací, ya entiendo la humana necesidad negar a los hombres sabeprivilegio
qué delito he cometido. le enseña a tener crueldad, tan süave,
Bastante causa ha tenido monstruo de su laberinto: excepción tan principal,
vuestra justicia y rigor; ¿y yo con mejor distinto que Dios le ha dado a un cristal,
pues el delito mayor tengo menos libertad? a un pez, a un bruto y a un ave?
del hombre es haber nacido.
Nace el pez, que no respira,aborto
Sólo quisiera saber de ovas y lamas,
para ayudar mis desvelos, y apenas bajel de escamas
(dejando a una parte, cielos, sobre las ondas se mira,
el delito de nacer) cuando a todas parte gira,
qué más os pude ofender, midiendo la inmensidad
para castigarme más. de tanta capacidad
¿No nacieron los demás? como le da el centro frío
Pues si los demás nacieron, ¿y yo con más albedrío
¿qué privilegios tuvieron tengo menos libertad?
que yo no gocé jamás?
Nace el arroyo, culebra
Nace el ave, y con las alas que entre flores se desata,
que le dan belleza suma, y apenas, sierpe de plata,
apenas es flor de pluma, entre las flores se quiebra,
o ramillete con alas, cuando músico celebra
cuando las etéreas salas de las flores la piedad
corta con velocidad, que le dan la majestad,
negándose a la piedad el campo abierto a su ida:
del nido que deja en calma: ¿y teniendo yo más vida
¿y teniendo yo más alma, tengo menos libertad?
tengo menos libertad?

a) ¿Cuál es el tema principal del monólogo?


b) ¿Qué estrofa ha utilizado Calderón?
c) Señala las metáforas con que Calderón se refiere al ave, el bruto, el pez y el río.

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Un día Basilio lleva a la corte narcotizado a Segismundo para comprobar la verdad del horóscopo. Cuando este,
que desconoce su origen, se despierta, se comporta despóticamente y llegar a arrojar a u criado por la ventana.
Segismundo es de nuevo encerrado y Clotaldo le explica que todo ha sido un sueño. El príncipe lo admite, pero
algo le hace dudar: el amor que ha despertado en él Rosaura. Una rebelión del pueblo contra el rey Basilio
saca a Segismundo de nuevo de la torre y lo eleva al trono. La lección que ha recibido anteriormente hace que
reprima sus pasiones y se comporte con enorme prudencia. Así es como reflexiona sobre lo que ha
experimentado:

SEGISMUNDO Sueña el rico en su riqueza


Es verdad; pues reprimamos que más cuidados le ofrece;
esta fiera condición, sueña el pobre que padece
esta furia, esta ambición su miseria y su pobreza;
por si alguna vez soñamos. sueña el que a medrar empieza,
Y sí haremos, pues estamos sueña el que afana y pretende,
en mundo tan singular, sueña el que agravia y ofende
y en el mundo, en conclusión,
que el vivir sólo es soñar;
todos sueñan lo que son,
y la experiencia me enseña
aunque ninguno lo entiende.
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
Sueña el rey que es rey, y vive y soñé que en otro estado
con este engaño mandando más lisonjero me vi.
disponiendo y gobernando; ¿Qué es la vida? Un frenesí.
y este aplauso que recibe ¿Qué es la vida? Una ilusión,
prestado, en el viento escribe, una sombra, una ficción,
y en cenizas le convierte y el mayor bien es pequeño:
la muerte (¡desdicha fuerte!); que toda la vida es sueño,
¡que hay quien intente reinar, y los sueños, sueños son.
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!

a) ¿Qué términos se hacen sinónimos de vivir y vida en el texto?


b) Señálense los casos de anáfora y paralelismo
c) Medida y rima de estos versos, ¿qué estrofa forman?

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