Historia Medieval de España
Historia Medieval de España
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PRÓLOGO
Para mí, es común observar una “demonización” constante de la Edad Media, un relato
idealizado y muy parcial que hemos absorbido de los pensadores humanistas e historiadores
de la época renacentista, muy influidos por la ambición de recuperar las tradiciones filosóficas
de la Antigüedad grecolatina, que culminó en el s. XVIII con el pensamiento ilustrado, de
orientación anticristiana. A partir del siglo XIX, muchos historiadores de Francia, Alemania y
Reino Unido hasta el desarrollo del pensamiento marxista, sobre todo por parte de Engels,
simplificaron muchos aspectos de la Edad Media al concepto de “modo de producción feudal”,
que lo consideraban una fase “embrionaria” del esclavismo hacia otras formas de
servidumbre; sin embargo, cometieron el error de no tener en cuenta las particularidades y
complejidad del feudalismo en cada país europeo, pues el modelo de producción feudal tiene
sus raíces principalmente en la Francia de la dinastía carolingia, y en España por ejemplo, no se
dio de la misma manera.
El objetivo de este documento es evidenciar los rasgos culturales y políticos de la Edad Media
que aún perduran, y dar a entender los aspectos positivos de los avances que desarrolló el
hombre a lo largo de la Edad Media, periodo que sigue siendo desprestigiado por buena parte
de la opinión popular, incluido yo mismo, muy probablemente manejando una información
muy escasa frente a los conocimientos que manejan los investigadores de la comunidad
historiográfica imparcial.
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¿Qué es la Edad Media?
En el mundo occidental, la Edad Media es un periodo cronológico comprendido entre los siglos
V y XV aproximadamente. Tradicionalmente se considera que empieza en el año 476 con la
caída del Imperio romano occidental y termina en 1453 con la toma de Constantinopla por los
turcos otomanos, que supuso la destrucción del Imperio bizantino (Imperio romano oriental).
Obviamente, las fechas varían según las civilizaciones y países; en España, por ejemplo,
muchos consideran que la Edad Media termina con el descubrimiento de América por Cristóbal
Colón en 1492.
Esta nobleza estaba conformada por individuos en los que el rey depositaba
su confianza confiriéndoles títulos nobiliarios y que se perpetuaron a través
del linaje (hidalgos, condes, duques, marqueses…), poseían grandes
extensiones de tierra y prestigiosas residencias (castillos) con un grupo de
campesinos y siervos a su servicio, y formaban parte de las campañas
militares.
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agravada aún más por la epidemia de peste negra que diezmó gran parte de la
población.
Por otro lado, hasta hace pocas décadas no se conocía la historia de los reinos y civilizaciones
del continente africano ni de la India durante la época que estaban fuera de la esfera de
influencia musulmana, de los que actualmente se sabe que siguieron tradiciones y modos de
producción diferentes. Por lo que tampoco es apropiado utilizar el concepto historiográfico a la
historia del África “negra”.
La historia de América (que atravesaba sus periodos clásico y postclásico) no tuvo ningún tipo
de contacto con el “Viejo Mundo” (Europa, África y Asia), más allá de la llegada de la
colonización vikinga en América que se limitó a una reducida y efímera presencia en
Groenlandia y la enigmática Vinland1, o las posibles posteriores expediciones de balleneros
vascos en parecidas zonas del Atlántico Norte.
Lo que sí ocurrió, y puede considerarse como una constante del periodo medieval, fue la
repetición de puntuales interferencias centroasiáticas en Europa y el Próximo Oriente en
forma de invasiones de pueblos del Asia Central, sobre todo los turcos (köktürks, jázaros y
otomanos) y los mongoles (unificados por Gengis Kan) y cuya Horda de Oro estuvo presente en
Europa Oriental y conformó la personalidad de los Estados cristianos que se crearon, a veces
vasallos y a veces resistentes, en las estepas rusas y ucranianas.
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Vinland: fue el nombre que daba el explorador islandés Leif Eriksson a un territorio que exploró por iniciativa
propia alrededor del año 1000, en donde fundó un asentamiento que llamó Leifbundir. El lugar es mencionado en
las sagas nórdicas del siglo XIII, que la describen como una tierra en la que viven seres mitológicos, donde no nieva
en invierno y florecen vides con uvas.
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INDICE
La crisis visigoda.
Los pactos entre los nuevos gobernadores musulmanes y la familia de Witiza.
Modelo de sociedad.
Emirato dependiente (711-756) e independiente (756-929).
Califato de Córdoba (929-1031).
Reino de Asturias.
Reino de León.
Reino de Pamplona.
Condado de Aragón hasta su incorporación a Pamplona.
Condados catalanes.
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1. LA TRANSICIÓN DE LA ANTIGÜEDAD A LOS TIEMPOS MEDIEVALES: DE LA HISPANIA
ROMANA A LA HISPANIA VISIGÓTICA.
Entre los siglos VIII y III a.C. una serie de pueblos originarios del N de Europa se extendieron
hasta el OE del valle del Rin (las posteriores provincias romanas de Germania Superior e
Inferior) y el E del Rin y el N del Danubio (la Germania Magna). Estos eran los llamados pueblos
germanos, de los cuáles desde el estudio historiográfico se han distinguido 3 grupos
etnolingüísticos:
El pueblo godo es uno de entre otros muchos de los pueblos germánicos que se encuentran al
N de Europa. Los godos hablaban el idioma gótico, lengua actualmente extinta que se habló en
partes de la alta Crimea hasta el siglo XVIII.
Fue un pueblo germánico oriental, dos de cuyas ramas, los visigodos y los ostrogodos, tuvieron
un importante papel en la caída del Imperio romano de Occidente y en el nacimiento de la
Europa medieval. Los godos dominaron una vasta zona que se extendió desde el río Danubio al
Don y desde el mar Negro hasta el Báltico.
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El origen exacto de los antiguos godos se desconoce. La evidencia de ellos antes de que
establecieran contacto con los romanos es limitada. El relato tradicional de la historia
temprana de los godos procede del Getica del ostrogodo Jordanes, escrito hacia el 551, quien
afirma que los primeros godos emigrantes partieron de algún territorio de la actual Suecia
rumbo a lo que hoy es Polonia y la desembocadura del río Vístula, y reemplazaron a los
habitantes que allí había. El texto de Jordanes inicia la descripción del lugar de origen de los
Godos; “la isla de Scanza”, la cual muy probablemente sea la actual isla de Gotland al SE de
Suecia.
Estos pueblos vivían en casas alargadas donde vivían grandes clanes familiares, conformados
por 10-15 miembros y en algunos casos de entre 25-30 personas en las casas más ricas. Los
descubrimientos arqueológicos han determinado dos posibles prototipos de éstos. Eran
pueblos fundamentalmente ganaderos, debido a que las condiciones meteorológicas (frías) del
N de Europa dificultaban la práctica de la agricultura.
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Los godos se dividen en dos grupos: visigodos (OE) y ostrogodos (E). Los visigodos fueron una
rama de los pueblos godos, que a su vez pertenecen a los pueblos germánicos orientales,
llamados pueblos bárbaros. Tenían una gran experiencia en el manejo de los metales para la
fabricación de armas, cosa que ayudará en el momento de invadir Roma a finales del siglo IV.
Los pueblos germanos desean compartir las riquezas y la prosperidad del mundo romano, pero
son ignorados.
El Imperio Romano en plena crisis y decadencia, optó por dejarlos entrar y asentarse en su
territorio con la condición de que éstos sirviesen como mercenarios a la defensa del Imperio.
La frontera N estaba delimitada por los ríos Rin y Danubio, los romanos para defenderse de
ellos construyeron una gran estructura militar conformada por un larguísimo muro de piedra,
campamentos militares, torres defensivas… Cubriendo miles de Km y que en su momento de
esplendor probablemente llegó a albergar medio millón de soldados limes romanus.
En el siglo III, saliendo de una grave crisis de anarquía militar, el emperador Aureliano (270-
275) tomó varias decisiones vitales que afectaron al Imperio y sus relaciones con los pueblos
germánicos:
Pedir a todas las ciudades del imperio que se amurallasen con el propósito de
defender a sus habitantes ej: la Puerta Negra de la ciudad de Tréveris (Alemania).
Consecuencias:
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Dacia: última provincia conquistada por Roma en el siglo II, situada en Europa oriental. Territorio limitado por los
montes Cárpatos al N y el río Danubio al S, corresponde aproximadamente a las actuales Rumanía y Moldavia.
Según las fuentes historiográficas romanas y griegas, en dicho territorio habitan las poblaciones “dacias” y “getas”
en una extensión más amplia que llegaba hasta el Mar Negro.
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El pueblo godo es el primer pueblo germánico fue el primero que se romaniza,
asumiendo el latín como su lengua propia y la cultura romana.
En el siglo IV tiene lugar la cristianización del Imperio y con él de estos godos, eso sí, de
carácter arriano3 (W)Ulfilas en el siglo IV fue el primer eclesiástico que predicó el
cristianismo arriano, permitiéndose además traducir la Biblia a la lengua gótica.
Al final del siglo IV el clima se vuelve más húmedo y fresco, la caída de las temperaturas y el
aumento de la pluviosidad produjo la grave crisis de las cosechas romanas, fuente del gran
enriquecimiento romano entre los siglos I a.C. y el III d.C., perjudicando fundamentalmente al
N de Europa. Las estepas rusas, ucranianas y georgianas se convirtieron en relieves helados,
provocando la migración hacia el OE y S de un pueblo nómada y ganadero oriental conocido
como los Hunos, que huyendo de estas condiciones climáticas duras terminaron
encontrándose en el Mar Negro con los Godos.
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Arriano (arrianismo): escisión del cristianismo fundada por el sacerdote cirenaico Arrio (256-336), sostiene que
Jesucristo, el Hijo de Dios, no existió siempre, sino que fue creado por Dios Padre.
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Los Romanos fueron alertados (consideraban “bárbaros” a los pueblos germánicos) y los
Godos decretaron un permiso en el cual se les permitiera establecerse en un nuevo territorio
del Imperio para escapar, los romanos la denegaron, desembocando en la gran guerra de
Adrianópolis (338) se rompió la paz Godos-romanos. El emperador Valente murió en esa
batalla y los romanos perdieron la contienda, desembocando en una gran crisis de disolución
en la frontera N.
El emperador Teodosio (379-395), tras varias campañas, logra acordar la paz con los godos en
el 382 permitiendo a amplios contingentes (principalmente tervingios 4) establecerse a lo largo
de la frontera danubiana meridional en la provincia de Tracia5 y gobernarse a sí mismos con
bastante amplitud, a condición de cumplir con obligaciones militares de luchar por los
romanos como un contingente nacional, en lugar de integrarse completamente en las fuerzas
romanas. A su muerte en el 394, sus dos hijos heredaron la división del Imperio: Honorio
gobernó la parte occidental (con capital en Roma) y Acadio la oriental (con capital en
Constantinopla).
El Imperio entró en un grave declive a partir de las consecuencias de la Crisis del Siglo III, en la
que se produjo una ausencia casi constante de una autoridad regular central duradera y
durante la cual los soldados de los ejércitos fronterizos, de los limes imperiales, designaron y
eliminaron emperadores a su voluntad. Lo que alentó a las demás tribus y pueblos exteriores a
presionar las fronteras occidentales del imperio y asentarse con mayor facilidad a lo largo de
las décadas siguientes.
Los romanos progresivamente se vieron “forzados” a pactar alianzas con estos pueblos
exteriores con la condición de establecerlos como reinos federados del Imperio. De esta forma
Roma se aseguraba durante un tiempo encontrar una vía de mayor estabilidad territorial
ganándose además un aliado que cooperase con el poder central para sofocar otros problemas
exteriores.
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Tervingios: un pueblo godo que habitaba en las llanuras danubianas al oeste del río Dniéster en los siglos III y IV.
Tenían estrechos contactos con los greutungos, otro pueblo godo al este del río Dniéster.
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Tracia: es una región histórica-geográfica del SE de Europa, en la península de los Balcanes, al N del mar Egeo y
enclavada en Bulgaria, Grecia y la Turquía europea. Fue conquistada por los romanos en el año 46.
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Extensión del Imperio romano tras su división en 391.
Bajo el mando de Alarico I invadieron la península itálica y saquearon Roma en el año 410; más
tarde se establecieron en el S de la Galia como federados del Imperio romano, donde
establecieron un reino con capital en Tolosa, el cual extendió su autoridad a Hispania
aprovechando el vacío de poder que había dejado la caída del Imperio romano de Occidente.
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En el 415, los visigodos, al mando del rey Ataúlfo, salen de Italia y entran en la Hispania
tarraconense como aliados de Roma para asentarse y poner la capital en Tarraco (actual
Tarragona). Ataúlfo fue asesinado en ese mismo año. En este tiempo empieza la Lista de los
Reyes Godos.
En el 418 se firma el foedus entre el monarca visigodo Valia y el emperador romano Honorio
para eliminar de Hispania a los pueblos suevos, vándalos y alanos. Los visigodos obtienen, a
cambio de prestar ayuda de carácter militar al imperio, para su asentamiento, tierras en las
Galias, fundando allí un reino con capital en Toulouse se erige el reino visigodo de Tolosa.
Los vándalos silingos fueron expulsados y el rey Fredbal fue llevado preso a Honorio
como regalo de los godos. Posteriormente los alanos fueron derrotados por los
romanos, los vándalos asdingos huyeron a la Gallaecia con su rey Luderico. Dicho
territorio fue concedido a los suevos y estos vándalos partieron a la Bética, donde tras
una larga persecución de los romanos y los godos, se vieron obligados a huir a través
del estrecho de Gibraltar en el 425 y constituyen un imperio marítimo en el N de África
con posesiones en las islas Baleares, Córcega y Cerdeña que duraría hasta el 526.
La Hispania romana queda ocupada por visigodos y suevos. Roma decide compartir el
poder con los suevos.
Entre el 441 y el 454 se recoge, gracias a Idacio, el asunto de los bagaudas. Según el historiador
Eduardo Manzano Moreno, los bagaudas eran “bandidos cuyas filas se nutrían de
descontentos con el opresivo orden social romano, y cuyos asaltos parecen haber alcanzado
una violencia proporcional a su grado de desesperación... Consta también que a veces hacían
causa común con bandas de guerreros suevos en sus campañas de pillaje”.
Sus integrantes eran principalmente soldados desertores de las legiones o colonos evadidos de
sus obligaciones fiscales, esclavos huidos, forajidos o indigentes que se enfrentaron a la
opresión laboral tanto del sistema militar como del “pre-feudal” de grandes propietarios que
surgió en el Bajo Imperio.
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Fue el primer movimiento bagauda que se registró en Hispania, coincidiendo con la segunda
gran rebelión bagauda de La Galia, que estuvo encabezada por un tal Tibatón y que se
extendió por el territorio comprendido por los ríos Loire y Sena. Tuvo lugar en las localidades
de Corella y Tarazona, y se ha especulado si tuvo alguna relación con las poblaciones vasconas
entonces en proceso de expansión y que también se oponían al orden socioeconómico
romano. El gobierno imperial envió al magister utriusque militiae Asturio para conseguir
acabar con la rebelión.
En el año 456, Roma le encarga al rey visigodo Teodorico II controlar una expedición contra el
reino suevo; parece ser que este pueblo se estaba expandiendo y creciendo en número, cosa
que preocupaba al imperio. Esto no significó el final de los suevos, aunque sí quedó muy
debilitado.
Eurico, hermano y asesino de Teodorico II, conquista la Hispania Tarraconensis en el 474 con
grandes contingentes aprovechando la desavenencia de la autoridad romana. En el año 476
desaparece el Imperio Romano de Occidente, cambiando así el mapa europeo. En el 480
escribe el Código de Eurico, el cuerpo legal de Derecho visigodo escrito en Tolosa que consiste
en una recopilación de leyes ordenada por el rey visigodo.
Su hijo y sucesor Alarico II propugna la gran entrada popular en masa del pueblo visigodo en
Hispania, tras enfrentarse y acabar expulsados por los Francos (Clodoveo I) de La Galia en la
batalla de Vouillé en el 507, poniendo fin al Reino de Tolosa. Entre 100.000 y 200.000 personas
aprox. irrumpieron al S de los Pirineos. Alarico bajo su autoridad redactó un código de leyes
fundamentado en el derecho romano para lograr la pacificación con éstos, el llamado Breviario
de Alarico II.
Con la muerte de Alarico II en la batalla de Vouillé (507), sus hijos quedaron en tutela de los
ostrogodos hasta el año 549. Teodorico I “el Grande” desde Italia tutela a Hermanarico (510-
531) y le ayuda a reinar en la península ibérica hasta su mayoría de edad en 526. Teudis (531-
548) y Teudisclo (548-549) fueron asesinados, como rebelión e intención de poner fin a la
tutela ostrogoda.
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Agila (549-555) y Atanagildo (555-567) se enfrentan en batalla, el segundo logra derrotar a las
tropas rivales y dar muerte a su adversario en el 555, y tras ello establece definitivamente la
capital del reino en Toletum (Toledo): nace así el Reino Visigodo de Toledo.
En la costa SOE peninsular, concretamente en las actuales de Almería y Alicante, tuvo lugar
una invasión de los romanos orientales (Imperio Bizantino) apoyada por el reducto de la
población hispanorromana que quedaba en la península, los que siguió graves
enfrentamientos con los grandes jefes militares y senatoriales romanos a consecuencia del
choque religioso, ya que los romanos eran cristianos católicos y los visigodos, arrianos. Esto
concienció a los monarcas visigodos de esta época del riesgo de su arrianismo.
Los historiadores de la época Juan de Bíclaro, San Isidoro de Sevilla, Gregorio de Tours o San
Gregorio I Magno hablaban sobre la defensa del catolicismo de Hermenegildo. Fue declarado
mártir y santo en el siglo XVI gracias a Felipe II, quien fue un gran erudito, estudioso y fanático
de la historia.
Empieza con la conversión por Recaredo I (586-601), en el año 589 se convoca el III Concilio de
Trento y la aprobación del Lex in confirmationem concilii: asambleas religiosas formadas por
obispos y otros personajes, convocadas por el rey desde la conversión de Recaredo. También
desempeñaron una importante labor político-administrativa durante la permanencia del reino
visigodo, tanto por las normas conciliares aprobadas como por su conversión en leyes civiles
por los monarcas mediante la nueva ley aprobada, así mismo, ejercieron una labor de
mediación política en muchas cuestiones que se presentaron en dicho período.
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Gundemaro y Sisebuto
El rey Gundemaro (610 – 612) se caracteriza por su lucha contra los bizantinos y también por la
lucha contra los vascones.
Con Sisebuto se inició una feroz persecución de los judíos. La ley intentaba que ningún
judío pudiera poseer esclavos cristianos, ni manumitidos6 bajo su patrocinio, e incluso
promovía la idea de que ningún judío pudiera tener trabajadores a sueldo (aunque no
llegó a ponerse en práctica).
Un judío que se casara con una católica (lo que era ilegal) y se negara a convertirse,
sería desterrado de por vida, pero si se convertía al catolicismo, podría conservar sus
bienes, incluyendo los esclavos. Finalmente, el rey lanzaba una maldición sobre los
futuros monarcas que no hicieran cumplir la ley. Al parecer, la ley de Sisebuto contó
con la aprobación del Officium Palatinum, pero el clero se mantuvo al margen.
De Sisenando a Tulga
El rey Sisenando (631 – 636) fue el rey que puso en marcha el IV Concilio de Toledo en el 633
junto al obispo de Sevilla, Isidoro. Dentro de este canon 75 dejó un mecanismo para regular la
sucesión al trono del reino visigodo por medio de elecciones; su sucesor sería elegido por
todos los magnates del reino y los obispos reunidos en un concilio común (monarquía
electiva).
El rey Chintila sube al trono siendo elegido según el mecanismo sucesorio elegido en el canon
75. En su reinado se celebraron los dos siguientes concilios de Toledo: V (636) y VI (638). En
estos se estipuló que los siguientes sucesores al reino deberían ser elegidos entre los
descendientes de la nobleza visigoda. Además, no debería ser esclavo ni extranjero, tampoco
pueden asumir los tonsurados (hombres de vida eclesiástica/consagrada) ni “decalvarados”
(pena humillante en la que el castigado es rapado).
Tulga (639 – 642) sucede a su padre, Chintila. No obstante, será destronado por Chindasvinto
(642 – 653) ya que Tulga no fue elegido por elección, sino por cercanía al rey previo. Desde
649, reinará con su hijo Recesvinto hasta 653.
Recesvinto (653 – 672) es recordado por un largo y estable reino. Además, en el 672
compiló, junto con su antecesor Chindasvinto, un cuerpo de leyes común para los dos pueblos
del reino, hispanorromanos y visigodos: el Liber Iudiciorum (Código de Recesvinto), es la base
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Manumitidos (manumisión): consistió al proceso de liberar a un esclavo, con lo que se convertía en un liberto. Fue
un mecanismo característico de la Antigua Roma.
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de toda la legislación de la Hispania medieval; incluso los musulmanes llegarán a acuñarla
durante sus primeros siglos en la península. Según la teoría tradicional, hasta entonces se
empleaba con los godos el derecho consuetudinario del pueblo visigodo (recopilado en el año
475 por el rey Eurico en el Codex Euricianus o Código de Eurico) y con los hispanorromanos el
viejo derecho romano (recopilado en el año 506 por el rey Alarico II en el Breviarium
Alaricianum o Breviario de Alarico). En el comienzo de su reinado hubo una revuelta
protagonizada por Froya, godo exiliado, que, huyendo de las persecuciones del monarca, se
había establecido, como otros muchos, en territorio vascón. Froya y los vascones asolaron las
tierras del valle del Ebro, saquearon iglesias, asesinaron clérigos y sitiaron la ciudad de
Zaragoza. Recesvinto reaccionó, rompió el asedio y dio muerte a Froya. Recesvinto reinició la
política antijudía de varios de sus antecesores, que había sido suspendida por su padre:
decretó que todos los herejes judíos serían desterrados del reino, que ningún judío bautizado
podría abandonar la fe cristiana ni celebrar las festividades de la Pascua ni respetar el sábado…
En general, se trató del primer intento sistemático de utilizar toda la fuerza del Estado para
eliminar el judaísmo de España.
Wamba (672 – 680) las actas del XII Concilio de Toledo relatan que el domingo 14 de
octubre de 680, el rey Wamba cayó en un estado de inconsciencia, por lo que recibió la
penitencia, sacramento que de acuerdo con la práctica de la época se aplicaba a la hora de
morir, y debido a ello fue vestido con los hábitos religiosos y tonsurado en presencia de
magnates laicos de su palacio, lo que de acuerdo con el VI Concilio de Toledo le incapacitaba
para reinar. Cuando volvió en sí, se encontró en un estado irreversible y firmó documentos
para que Ervigio fuera proclamado y ungido como su sucesor.
Ervigio (680 – 687) este admitió que la intención de tonsurar a Wamba fue para quitarle del
trono. En el XII Concilio, el rey tenía preparadas veintiocho leyes antijudías como las referidas a
la obligatoriedad del bautismo, la prohibición de la circuncisión, no poder tener esclavos
cristianos, prohibición de celebrar fiestas judías, o el seguimiento de los desplazamientos,
aunque se derogó la pena de muerte indiscriminada presente en la legislación de Sisebuto.
Además de la legislación antijudía, Ervigio logró reafirmar la ley militar de Wamba, pero se
perdonó con derecho retroactivo a los que habían perdido derechos civiles a causa de la
aplicación de la ley en la época de Wamba. Por otro lado, pidió a los obispos la revisión del
Liber Iudiciorum, aunque parece que no llegó a nada. Ante el empeoramiento de la
problemática situación socioeconómica, el rey convocó el XIII Concilio para asegurarse el
apoyo de la nobleza, con medidas como la amnistía de los condenados por rebeliones la
condonación de todos los impuestos pendientes hasta el inicio de su reinado y la exclusión de
libertos y esclavos de los cargos palatinos; además los cargos palatinos obtuvieron el ser
juzgados por sus iguales, el denominado Habeas corpus7 de los godos.
Égica (687 – 702) debido a la coyuntura inestable, el rey intervino políticamente para ubicar
a leales en los obispados de Toledo, Sevilla y Braga, lo que fue aprobado en el XVI Concilio.
Debido a la conjuración, el rey enfocó el refuerzo de su autoridad con la represión a la nobleza
hostil, el favorecer a sus aliados y el refuerzo del carácter teocrático del monarca. Endureció la
política antijudía, prohibiendo a los judíos el comercio exterior y con cristianos, y los que se
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Habeas Corpus: institución jurídica que obliga a que toda persona detenida sea presentada en un plazo preventivo
determinado ante el juzgado pertinente, quien podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no encontrara
motivo suficiente de arresto. El termino procede del derecho romano, en la época de los pretores y con el nombre
de “Interdicto” ya era designado en las leyes justinianas bajo el título de Homine libero exhibiendo y los
compiladores de dicho cuerpo legal romano transcribían un comentario del jurisconsulto Ulpiano, que decía
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convirtieren serían eximidos de sus impuestos y esa cantidad tendría que ser asumida por los
judíos que no se convirtieran.
Witiza (702 – 710) quiso dejar a sus propios hijos en el trono, pero los obispos y magnates
del reino eligen al jefe militar de la Bética, Rodrigo, como sucesor. A su muerte, se produce una
guerra civil entre los partidarios de Rodrigo y los de Agila, el otro aspirante al trono.
Rodrigo (710 – 711) llegó al trono de forma violenta, lo que produjo la secesión de parte del
reino. Fue derrotado por los musulmanes en la batalla del río Guadalete, debido a una traición
entre oponentes visigodos del propio rey partidarios de Achila. Lo más probable es que los
acompañantes de Rodrigo lo traicionaron y se pasaron al bando opuesto, dejándole morir.
Aquí empieza la conquista musulmana de la Península Ibérica, terminando con la Hispania
Visigoda y comenzando Al-Ándalus.
La máxima personalidad era el rey, la monarquía (herencia de las jefaturas de las tribus
germánicas). Tendían a ser hereditarios pese a que legalmente constituyese una monarquía
electiva (IV Concilio de Toledo, años 633 – 675).
Administración pública
Los comes/comites del Officium Palatinum acompañan al rey al ejercicio del poder,
ejercían el papel de ministros. Ej: el Comes Thesaurii (conde del tesoro público
impuestos), el Comes Patrimonii (conde del patrimonio los bienes particulares del
soberano), el Comes Spatariis (conde de la escuela enseñanza), el Comes Notarius
(el conde notarial documentos oficiales de la Corte), el Comes Stabuli (el conde del
establo cuidado de la caballeriza para el uso de transporte, correo…), etc.
El Aula Regia: un organismo administrativo más amplio que incluye a todos los comes
del Officium Palatinum y a los nobles como eclesiásticos cortesanos, ejercían un papel
de órgano consultivo del monarca (eligen a los monarcas herederos) y de tribunal de
máxima instancia.
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Los Concilium/Concilia: organismo eclesiástico que a partir del reinado de Recaredo
comienza a adquirir un papel de asamblea representativa del monarca, en el que
asisten los gobernadores, magnates y cortesanos del rey con el papel de hacer cumplir
las leyes del reino.
Administración provincial
En cada provincia gobierna un rector provinciae, con carácter civil: ejecuta las órdenes
del poder y regula la administración provincial.
Cada ciudad estaba regida por un comes civitatis, ejerciendo un papel de alcalde. Eso
sí, en su mayoría eran los obispos los que poseían amplios poderes en las ciudades.
Leovigildo militarizó la administración, sustituyendo los comes civitatis por los dux
provinciae (los duques de las provincias) gobernadores militares, responsables del
ejército. Se separa de la estructura provincial romana.
El Liber Iudiciorum
El más importante código legislativo de época visigótica, cuya importancia histórica excede con
mucho esa época y pasará a ejercer una enorme influencia sobre toda la legislación de las
posteriores monarquías hispánicas en la época de la Reconquista, magna recopilación de
Derecho romano clásico y postclásico (leges antiquae), con adición de legislación de época
visigótica. Este código fue promulgado por Recesvinto en 654.
Más tarde, se hará una segunda redacción actualizada del Liber, incluyendo legislación
posterior, encargada por Ervigio al XII Concilio de Toledo y aprobada en 681. Entre los rasgos
más notables del sistema legal consagrado en el Liber, cabe citar:
La división social entre nobles y libres no nobles: los nobles gozan de un estatuto legal
privilegiado propio, y los no nobles están sujetos a castigos corporales substitutorios
de las penas en moneda indicadas en el código, si no las pudiesen pagar.
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se acuda para aclarar o innovar el Derecho cuando surja cualquier situación no
contemplada expresamente en la letra del Liber.
Los musulmanes tras la muerte de Mahoma en el 622 y durante el mandato de las primeras
familias califales (Rashidum y Omeya), bajo el pretexto de expandir los principios del Islam,
comenzaron un rápido proceso de conquista militar que alrededor del siglo VIII los llevó a
tener bajo sus dominios la península ibérica (conquista a los visigodos en el 711), el N de
África, la península arábiga y Oriente Medio hasta el valle del Indo. Intentaron conquistar más
zonas de Europa, pero fueron detenidos por los francos de Carlos Martel en la Batalla de
Poitiers del 714.
Desde el 711 hasta 1492 el territorio hispano bajo poder musulmán estuvo administrado de
muy diversas maneras y por potencias diferentes, en ocasiones como parte de imperios árabes
y bereberes, de forma centralizada en Córdoba o dividido en taifas.
La crisis visigoda
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La grave crisis visigoda derivó en una guerra civil entre los partidarios de Rodrigo y los de
Achila a la sucesión de Witiza en el 710. Los partidarios de Rodrigo pactaron una alianza con los
musulmanes instalados en el N del África para derrotar al otro bando.
Oppas, obispo de Sevilla, contactó con un tal Julián/Illian, gobernador visigodo de Ceuta,
contacta con Musa (general magrebí de Túnez) para pedirle el envío de una expedición militar
a la península, quien estuvo al mando del general Tariq8 para el reconocimiento del Estrecho
de Gibraltar. Los contingentes islámicos entraron en varias oleadas a la península y empezaron
una serie de campañas militares de conquista, según lo leído en las crónicas descubiertas,
derivando en un conflicto clave: la Batalla de Guadalete (711 o 714), donde los contingentes
musulmanes traicionaron y emboscaron a las tropas de Rodrigo para culminar el éxito de la
conquista.
Resultado: Rodrigo desaparece y los visigodos se ven necesitados a abrir el paso de sus
ciudades y fincas a los invasores musulmanes, que una vez llegados se asentaron por el
territorio. De ahí que, sumado a los apoyos internos y la discordia entre la clase dirigente
visigoda que precipitó la decadencia del reino, pudieron conquistar la península en cuestión de
aproximadamente 7 años.
La familia real no tenía ningún interés en mantener el poder. Lo que no quisieron fue
desprenderse de las más de 2.000 fincas repartidas por toda la península y lograron
mantenerlas. Según el historiador y cronista andalusí Ibn al-Qutiyya, se repartieron las fincas
entre los 3 hijos de Witiza: Olmundo (además fue designado monarca de los cristianos a
voluntad del poder islámico), Ardobasto (también designado gobernante/comes de Al-
Ándalus) y Achila.
Los grupos sobrevivientes del partido visigodo de Rodrigo formaron un fuerte núcleo de
resistencia en el N de la península ibérica.
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Tariq: conocido realmente como Ṭāriq ibn Ziyād al-Layti, fue un importante guerrero y general militar musulmán
de los bereberes del N de África nacido en el año 670. Dirigió al ejército islámico omeya a través del Estrecho de
Gibraltar entre el 710 y el 711, y posteriormente fue figura clave para guiar a los musulmanes hacia la victoria
contra los visigodos en la Batalla de Guadalete, completando así el proceso de conquista islámica hacia la Península
Ibérica. Murió en el 720 en Damasco.
20
En las capitulaciones con los nuevos conquistadores se reconoce el deber de los habitantes de
las ciudades visigodas conquistadas de obedecer y cumplir las leyes musulmanas, así como la
confiscación de los tesoros y propiedades visigodas.
Modalidades de conquista:
Modelo de sociedad
Desde la época de Mahoma, el Islam concede a los fieles de las dos grandes religiones
monoteístas (con las que comparte tantos elementos), Judaísmo y Cristianismo, un estatuto
especial de protección para que, con ciertas restricciones, puedan seguir profesándolas sin que
se les exija (aunque se les aconseje) la conversión al Islam. Estos “pueblos del Libro” son
llamados dimmíes (“protegidos”) y su estatuto legal bajo el Islam les impone discriminaciones
de inferioridad social.
Mozárabes es el nombre que en el N peninsular cristiano darán a esos cristianos que viven en
el S, en al-Ándalus, bajo el Islam (los musulmanes andalusíes los llamarán nasara, “nazarenos”,
o rum, “romanos”). Por los pactos que siguieron a la conquista islámica, a las comunidades
cristianas se les reconoce:
Tolerancia religiosa (no plena, pues los cristianos no pueden edificar nuevos templos,
sino únicamente conservar los que tenían, ni predicar su religión, ni dar señales
externas del culto), prohibición del toque de campanas, de las procesiones…
Protección militar (ya que los cristianos quedan desarmados) contra atacantes
interiores y exteriores.
9
Teodemiro: fue un noble visigodo del siglo VIII con un gran patrimonio territorial en el SE de la península Ibérica,
en torno a las actuales provincias de Alicante y Murcia. En el pacto de Teodomiro, acordó el respeto de sus
propiedades y el de la población cristiana en un territorio en torno a 7 ciudades, a cambio de su sumisión a los
nuevos gobernantes islámicos.
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Banu Qasi: fue una importante familia muladí cuyos dominios se situaron en el valle medio del Ebro entre los
siglos VIII y X, durante la pertenencia de esta región a la Hispania musulmana. Concretamente entre los años 714 y
el 729.
21
- Denunciar y delatar a esclavos fugitivos y enemigos de los musulmanes.
- Pagar los impuestos exclusivos para ellos de:
- Someterse al juicio del qadí (juez por el Derecho coránico) en cualquier pleito con un
musulmán.
Los árabes que habitaron en Hispania fueron muy pocos. Según los historiadores musulmanes
de la época, como Ibn Hazm Yambara, había 73 familias procedentes de Arabia. El historiador
actual Elías Tormo ha completado y expandido este número a 86 familias. El resto eran
musulmanes.
Los bereberes son la mayoría en esta época. Es muy lógico pensar esto ya que estos pueblos
proceden del N de África, zona en la que empezó las campañas de conquista en el 711. No
obstante, aun siendo mayoría, los árabes fueron los que mandaron por el prestigio de ser
“descendientes de Mahoma”. Los bereberes vivieron subyugados hasta su rebelión entre los
años 720 y 730 Intervención siria entre 740 y 745.
Emirato (711-929)
Durante este periodo, los califas omeyas aún perseguían la ambición expansionista hacia el N y
el emir de al-Ándalus envió una expedición militar para someter a los últimos focos de
resistencia cristianos, pero fueron derrotados por los astures del líder Pelayo en la Batalla de
Covadonga (¿722?); ante el primer fracaso, el emir omeya envió un gran ejército hacia el N de
los Pirineos con el propósito de conquistar la Galia (actual Francia) y expandir el Islam hacia
Europa central, pero fueron derrotados por los francos del líder militar Carlos Martel en la
Batalla de Poitiers (732). Por lo que las fronteras del mundo islámico quedaron establecidas
hasta la península Ibérica, concretamente al S de los Pirineos y la Cordillera Cantábrica.
A partir del año 756, el emirato andalusí se independizó del imperio musulmán.
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En el año 750 se produce la matanza de los Omeya, primera dinastía califal, en Damasco. La
dinastía Abasí se abre camino al poder, trasladando la capital a Bagdad. Al parecer, hubo un
superviviente de la familia que huyó y, 6 años después, desembarca en la península: fue Abd
al-Rahman I, quien terminó desafiando al califa de Bagdad y se proclama emir independiente
tras derrotar a las tropas del anterior gobernante y a los abásidas en la Batalla de Alameda en
el año 756.
Imagen de la nueva capital musulmana, establecida por la familia real abasí en el 750.
Su territorio estuvo bien organizado gracias a la eficacia de sus ministros y cadíes (jueces de las
ciudades y el consejo coránico que procuraba la integración de los diferentes grupos religiosos
bajo las leyes de Mahoma). Ordenó que no se rezase jamás por los califas abásidas de Bagdad
y fue proclamado príncipe de los creyentes. Fomentó la agricultura e introdujo el cultivo de la
palmera en la península ibérica.
En cuanto a lo cultural, en el año 785 mandó construir la mezquita de Córdoba como emblema
del esplendor musulmán en España. Córdoba fue establecida como capital de Al-Ándalus.
Tuvo que sofocar varias sublevaciones bereberes y de la población yemení apoyadas por el
califa de Bagdad entre el 763 y el 774, y posteriormente un intento de asesinarle y derrocarle
de los propios omeyas entre el 779 y el 780. Por ello, su ejército estaba integrado en gran
medida por mamelucos, esclavos que él compraba debido a las rebeliones palaciegas y el
rechazo de muchos árabes a querer pertenecer a su ejército.
Abd al-Rahman I se casó con Hawra, una antigua esclava visigoda conversa al islam. Fruto de
este matrimonio, nacieron 3 hijos: Suleimán, Hisham y Almóndzir. Decidió que le sucediese
Hisham por su parecido físico y en carácter, aunque no fue una tarea sencilla porque sus
hermanos no reconocieron su autoridad y se alzaron contra él.
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Tras lograr la captura de Zaragoza y Pamplona en el año 779, y lograr someter a los señores
vascones de los Pirineos, logró establecer un estado musulmán unificado que logró detener el
avance cristiano por varios siglos y evitó el colapso del control islámico en la península.
Hisham I (788-796)
El segundo de los tres hijos de Abd al-Rahman I, en el inicio de su gobierno sufrió un breve
intento de sublevación de sus hermanos, que se negaban a reconocer su autoridad. Con ayuda
del gobernador muladí Musa ibn Fortún (de los Banu Qasi), logró derrotarles rápidamente.
Posteriormente, salvo algunos conflictos con los rebeldes yemeníes en la zona oriental y el
valle del Ebro, que fueron resueltos rápidamente por la ayuda que le proporcionaron los Banu
Qasi; y algunas guerras contra los reinos cristianos del N peninsular… Su reinado fue
relativamente tranquilo y próspero.
Al-Hakam I (796-822)
Hijo de Hisham I, según cronistas musulmanes de la época, fue el emir más belicoso y déspota.
Ya en los primeros años de su mandato, tuvo que hacer frente a las aspiraciones de sus tíos
Suleimán y Abd Allah (hermanos de Abd al-Rahman I), quienes intentaron sitiar Córdoba desde
el E, pero fueron derrotados por el ejército de emir en el 800 y el primero fue asesinado.
24
También tuvo que enfrentarse a varios movimientos de sublevación de los muladíes en Toledo,
Mérida y Córdoba que fueron brutalmente sofocadas. Su política de mano dura y el
incremento de la gran presión fiscal sobre los cristianos provocó la Revuelta del Arrabal (818),
un motín popular al otro lado del río Guadalquivir, en la propia Córdoba. Pretendieron
expulsar al emir y al resto de los Omeyas de la ciudad, pero el ejército palatino los acabó
derrotando y los rebeldes acabaron arrestados y deportados fuera de la península.
La atención centrada en estos conflictos hizo que las fronteras del N peninsular se descuidasen
en cierta medida, y los francos de Carlomagno aprovecharon la situación para invadir gran
parte de Cataluña y constituir la Marca Hispánica, entre los años 795 y el 802. El emir firmó un
acuerdo de paz con los cristianos, que se comprometían a no extender sus dominios más allá
del río Llobregat.
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Durante una guerra civil en la Kora11 de Tudmir (actual región de Murcia) que estalló entre
yemeníes y muladíes, Abd al-Rahman II mandó a su ejército a sofocar las revueltas y destruyó
las ciudades en las que habitaban estos clanes. Trasladó la capital de esta Kora desde la
localidad de Orihuela a una ciudad planificada que mandó construir a las orillas del río Segura,
y la llamaron Madina Mursiya fundación de la ciudad de Murcia en el año 825.
El gobierno de Abd al-Rahman II fue una época de esplendor para al-Ándalus: fomentó las
ciencias, las artes, la agricultura y la industria. Introdujo el sistema de numeración indo-árabe,
con base decimal; ordenó construir y fundar una gran biblioteca en la que recogía numerosas
obras del saber procedentes de Oriente, acogió en su corte a muchos poetas, ilustres y
grandes alfaquíes12, intelectuales musulmanes, embelleció aún más la capital cordobesa con
obras como la ampliación de la mezquita, fue el primer emir que acuñó moneda en al-Ándalus
(incorporó el uso del dírhem y del dinar de oro a la península)… Aunque también se descubrió
en las crónicas de la época que la gran recaudación de impuestos y el aumento de los ingresos
se desarrolló a costa del expolio a las clases medias y bajas, y que buena parte de ese dinero
también se despilfarró en lujos cortesanos excesivos.
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Razias: ataque sorpresa contra un asentamiento enemigo. Aunque principalmente buscaba la obtención de botín,
históricamente los objetivos de una razia han sido diversos: la captura de esclavos, la limpieza étnica o religiosa, la
expansión del territorio y la intimidación del enemigo.
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a partir del año 850, en el que uno de los miembros (que era un dirigente religioso) insultó a
Mahoma y lo declaró “falso profeta”. Fue arrestado y sometido al juicio del cadí, finalmente
decapitado, lo que desató una turba de cristianos que desafiaron y blasfemaron las leyes
coránicas, que también acabaron detenidos y condenados a la decapitación episodio de los
Mártires de Córdoba (850-859).
Mohamed I (852-866)
Hijo y sucesor de Abd al-Rahman II, su gobierno fue sometido a constantes revueltas y
movimientos separatistas de los muladíes y mozárabes.
Se casó con una dama vascona llamada Ushar. Fruto de este matrimonio, nacieron 2 hijos: Al-
Múndir y Abd Allah, ambos futuros herederos del emirato.
En el año 860 las tropas musulmanas, dirigidas por su hijo Al-Múndir, lograron sofocar el
intento separatista de los Banu Qasi desde Navarra, que estaban aliados con la pamplonesa
dinastía Arista. Invadió Navarra y devastó prácticamente el territorio hasta conseguir la
sumisión de la familia muladí.
En el año 852 se sublevaron los Banu Qasi de Zaragoza y Toledo con la ayuda del Reino de
Asturias (Ordoño I) y del Reino de Pamplona (García Íñiguez I), pero fueron derrotados en la
Batalla de Guadalacete en el año 854. Tras la victoria, Mohamed I ordenó levantar múltiples
fortalezas entrono a la frontera, situada ya en el centro peninsular. Una de ellas fue bautizada
como Maŷrit futura ciudad de Madrid.
Al final de su reinado, sufrió una rebelión del general militar musulmán de origen hispano-
godo Umar ibn Ḥafṣūn (880-910) contra el Emirato, que no logró ser sofocado hasta el año
910, ya en gobierno de su hijo.
Época negativa caracterizada por la decadencia del emirato. Al-Múndir dedicó su breve
reinado a intentar sofocar la sublevación del general Umar ibn Ḥafṣūn, pero fracasó y en medio
de la campaña militar contra el general rebelde en Bobastro (Málaga), acabó asesinado en el
888 tras casi dos años de reinado (aunque se cree que su hermano conspiró contra él e instigó
su muerte para hacerse con el poder).
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Le sucede su hermano Abd Allah I, el emir cordobés con menor poder y prestigio, pues perdió
la autoridad peninsular fuera de Córdoba mientras que las demás provincias quedaron en
manos de rebeldes. Nunca logró sofocar tampoco la rebelión del general Umar ibn Ḥafṣūn, que
estaba ganando cada vez más partidarios y estaban amenazando Córdoba.
Una de sus esposas fue Onneca Fortúnez, hija del rey pamplonés Fortún Garcés. Fruto de este
matrimonio nació su hijo Mohamed (futuro padre de Abd al-Rahman III), quien años más tarde
se casó con una cautiva navarra llamada Muzna.
Abd Allah I murió en el 912, siendo sucedido por su primo Abd al-Rahman III.
Hijo del matrimonio entre el noble cordobés Mohamed (hijo de Abd Allah I) y Muzna, fue el
último emir independiente de Al-Ándalus para luego convertirse en califa de Córdoba. Dedicó
gran parte de su reinado a acabar de someter el territorio del emirato, desgarrado por
numerosas rebeliones y condujo al emirato cordobés al esplendor califal, convirtiendo la
ciudad de Córdoba en una referencia de la civilización y la cultura.
Logró volver a estabilizar la autoridad estatal y retomó el comercio con otras regiones externas
al emirato, además de expandir Al-Ándalus hacia territorios arrebatados previamente por los
cristianos: tuvo que hacer frente a la coalición cristiana astur-pamplonesa entre García I de
León y Sancho Garcés I de Pamplona; los primeros tomaron posición en Évora (913) y Mérida
(915), mientras que los segundos derrotaron a los musulmanes en la Batalla de Arnedo (914) y
avanzaron hasta Tudela. Sin embargo, Abd al-Rahman III envió poderosas razias contra los
cristianos a partir del 916 que revirtieron la situación militar: empezaron derrotados en la
Batalla de Castromoros (25 julio del 920) pero en los años siguientes lograron contraatacar y
tomar ciudades como Guadalajara, Medinaceli y la ribera del Duero. Posteriormente su
ejército se dirigió hacia el E y venció a los cristianos en la Batalla de Valdejunquera (26 julio del
920). En los siguientes años hubo campañas menores hasta el año 924, pero apenas ninguno
de los bandos logró modificar las fronteras en su ventaja.
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Califato de Córdoba (929-1031)
Abd al-Rahman III (descendiente de Abd al-Rahman I) estabiliza Al-Ándalus y logra consolidar la
unidad en Córdoba en un tiempo de crisis. Tras terminar de someter a los insurrectos, se
proclama califa en el año 929, desligándose definitivamente del imperio musulmán y, además,
desafiando al califa de Bagdad.
Abd al-Rahman III para dignificar su legado en Al-Ándalus ordenó construir y fundar la nueva
ciudad de Madīnat al-Zahrā entre el 936 y el 940, situada en las proximidades de Córdoba. El
nuevo califa trasladó la ceca (fábrica de monedas) al palacio real de la recién fundada ciudad.
Los califatos de Abd al-Rahman III (929-961) y su hijo Al-Hakam II (961-976) constituyeron la
época de esplendor del Califato omeya, en el cual se consolida el aparato estatal cordobés y la
dominación extensiva de territorios (gran parte de la península Ibérica y plazas del N de África)
y de personas de diferentes etnias y religiones, configurando una aristocracia conformada
mayoritariamente por libertos europeos cuyos poderes fueron sustituyendo progresivamente
a la antigua oligarquía árabe.
La actividad militar del califato estuvo orientada en gran medida hacia el Mediterráneo. En los
primeros años, los musulmanes se enfrentaron a una fuerte alianza entre el Reino de León
(Ramiro II) con el Reino de Pamplona (García Sánchez I) y el condado de Castilla (Fernán
González) que les derrotaron gravemente en la Batalla de Simancas del 939. Pero a la muerte
de Ramiro II, el califato logró desarrollar una política arbitraria y mediadora en los conflictos
entre leoneses, castellanos y navarros, enviando frecuentemente contingentes armados para
hostigar a los reinos cristianos. Hacia el 960, el poder del califato era tan fuerte que ambos
reinos cristianos y los condados de Castilla y Barcelona le rendían tributo. Durante el mandato
de Al-Hakam II, los cordobeses conquistaron plazas del Magreb al califato Fatimí (Melilla,
Tánger, Ceuta…) y entablaron relaciones comerciales y diplomáticas con el Imperio Bizantino
(emperador Constantino VII) y el Sacro Imperio Romano Germánico (emperador Otón I) hacia
Al morir en 976 el califa Al-Hakam II, dejó como único heredero a su hijo Hisham, que aún era
menor de edad, lo que planteó un grave problema sucesorio porque la ley islámica prohibía
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que un menor pudiera ser califa. Se produjo un conflicto por la regencia entre su hermano Al-
Mugira y el prestigioso militar Almanzor, quien con ayuda del visir (que también lo fue de Al-
Hakam II) logró asesinar al hermano del califa y hacerse regente del califato. El consejo de
regencia conformado por la madre del califa, el visir cordobés y Almanzor, decidieron recluir a
Hisham en el palacio sin efectos políticos algunos. Almanzor ganó mucha popularidad entre la
población y el ejército por sus exitosas y agresivas razias contra los cristianos, instaurando una
fuerte dictadura en la que, tras eliminar a sus rivales políticos, se convirtió en el único hayib
(primer ministro) del califato. Su muerte en el 1002 provoca un periodo de inestabilidad
política y militar que Hisham ni los siguientes califas lograrán solventar. Las consecuencias
fueron varias:
Entre el 1145 hasta el 1212 se impondrá en Imperio Almohade derrotados por los
cristianos en la Batalla de Navas de Tolosa.
En las fuentes de la época no se habla en ningún momento sobre una reconquista, pero si
palabras equivalentes como “restauración”.
Los territorios montañosos del N de la península Ibérica habían quedado fuera del dominio de
al-Ándalus. En esas zonas vivían diversos pueblos, establecidos desde tiempos prerromanos,
entre ellos los galaicos (OE), los astures (región central), los cántabros (E) o los vascones, así
como los hispani, nombre que daban las crónicas de la época a los habitantes del Pirineo
central y oriental. A ellos se unieron los visigodos que, ante la presencia de los islamitas,
acudieron a refugiarse a esos territorios. Ahora bien, desde mediados del siglo VIII fueron
surgiendo en dichas comarcas múltiples núcleos políticos, desde el reino astur al OE, que fue el
30
primero que se creó, hasta los condados de la futura Cataluña en el E, pasando por el reino de
Pamplona y el condado de Aragón. Dichos núcleos se convirtieron en el estandarte de la
resistencia cristiana frente a los musulmanes.
Reino de Asturias
En el contexto de la guerra civil que destruye el Reino Visigodo, los musulmanes ejercieron un
escaso sometimiento al reducto visigodo que escapó hacia el N y permite una revolución
autóctona de Cantabria contra los musulmanes. Un personaje importante fue Pelayo,
considerado el primer monarca del reino de Asturias, que rigió durante 19 años. Su origen, que
ha sido discutido en las últimas décadas por una serie de investigadores, pudo ser visigodo,
astur o hispanorromano.
Contexto histórico
Tras la llegada en el año 714 de la expedición de Musa a Asturias, el jefe bereber Munuza fue
encargado de las tropas y la administración de la mitad N peninsular, asentándose al frente de
una guarnición musulmana en Gijón, mientras otras aseguraban el territorio y atacaban los
últimos restos de resistencia. Las familias más importantes de la aristocracia astur, entre ellas
la de Pelayo, enviaron rehenes a Córdoba para garantizar la capitulación. Sin embargo, en
tiempos del valí Al-Hurr (717–718), Pelayo retornó a las montañas de Asturias para redirigir las
tropas. Tras unos años de mutuo hostigamiento, durante el gobierno de Anbasa14 (722),
Munuza envió un destacamento de tropas al refugio de Pelayo en Piloña. El líder astur y sus
hombres se refugiaron en el monte Auseva15, donde esperaron a las tropas musulmanas,
mientras que Munuza ordenaba refuerzos desde la meseta para acabar con la resistencia. Allí
les tendieron una emboscada al destacamento musulmán, el cual fue aniquilado. Esta acción
bélica se conoce como la Batalla de Covadonga (¿718/722?).
Tras esta batalla, Pelayo es elegido Princeps (líder) de los astures según una de las crónicas por
dos de sus capitanes, Suero Buyeres de Caso y su yerno don Anean de Estrada. Hay que saber
que Pelayo no luchaba por recuperar la fe católica, sino que luchaba contra los musulmanes
para no pagar el tributo y para que renazca el Reino Visigodo.
Los orígenes del guerrero teóricamente astur son desconocidos. Hay teorías que pretenden
demostrar que su origen hispanorromano y otras que era de origen godo.
14
Anbasa: conocido mayormente como Anbasa ibn Suhaym al-Kalbi, fue el séptimo valí de al-Ándalus del año 722 al
726.
15
Monte Auseva: accidente geográfico localizado en los Picos de Europa, en la cornisa cantábrica al E del Principado
de Asturias en España. Está situada dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, cercano a la ciudad de
Cangas de Onís, y es conocido porque en sus estribaciones se encuentra el Real Sitio de Covadonga y por el lugar en
el que Don Pelayo derrotó a los musulmanes en la Batalla de Covadonga.
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Gobernantes y reyes
Se constituyó un núcleo político gobernado por una monarquía hereditaria, gobernada por el
linaje de Don Pelayo.
Sucesor de Pelayo, fue famoso por la leyenda que dice que fue asesinado por un oso durante
una cacería, según la Crónica de Alfonso III. La comunidad historiográfica no tiene del todo
claro si éste se postuló con el título de monarca, se cree con mayor probabilidad que tanto él
como Favila se titularon más bien como Princeps (Príncipe).
Fue un gran amante de las cacerías, lo cual hace más verosímil la historia que dice fue
despedazada por un oso al que irritó imprudentemente. Descuidó los asuntos de Estado al no
ser importunado por los árabes que guerreaban por entonces en Francia y así lo refleja la
Crónica sebastianense que dice que Favila “no hizo nada digno de la historia”.
Casado con Ermesinda, hermana de Favila y asume el reinado debido a la no descendencia del
regente. Hijo de Pedro, Duque de Cantabria. Su hermano, Fruela, fue compañero de armas.
Es el primer soberano de Asturias del que se sabe con exactitud que se tituló como Asturiae
rex (“Rey de Asturias”). Y es que, según las crónicas, éste procedía de la estirpe de los reyes
visigodos y cuya ambición era hacer revivir el glorioso reino.
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Hijo de Alfonso I (no debe ser confundido con el hermano), se casa con una dama de poder
vascona, Munia de Álava. Esta monarquía quiere parecerse al antiguo Reino Visigodo, pues
restauró las organizaciones eclesiásticas. Insistió en que obispos y sacerdotes no se casaran
para mantener la disciplina católica.
Repobló algunos lugares en Galicia hasta el río Miño, marcando la frontera sudoccidental de su
reino. Tuvo que reprimir duramente las incursiones de los vascones de Álava contra sus
territorios de Cantabria. Tras varias campañas satisfactorias contra ellos, pactó un intercambio
de rehenes y acordaría su matrimonio con Munia.
Hijo de Fruela I, sobrino del rey Alfonso I y hermano de Bermudo I, asume el reinado ya que el
hijo de Fruela I aún era muy joven para dirigir. Aurelio fue primo del regente, monarca que vive
6 años durante los cuáles mantiene relaciones diplomáticas con los musulmanes.
El único hecho que narran las crónicas de su reinado es la noticia de los primeros movimientos
sociales de carácter anti-señorial de la Edad Media peninsular. Los siervos se levantaron contra
sus señores, pero fueron sometidos por las tropas del rey. La localización de esta rebelión no
se conoce, pero sí está claro que debió de tener gran importancia.
Hombre de origen indígena. No es familiar directo, pero está casado con Adosina, hija de
Alfonso I y hermana de Fruela I. Establece la capital del reino en la localidad de Pravia, al NOE
de Oviedo.
Vivió en paz con los musulmanes según la Crónica albeldense, ob causam matris (“por causa
de su madre”), que puede significar que su madre era musulmana con algún tipo de
ascendente sobre Abd al-Rahman I, o bien que su madre fuera enviada a Córdoba en calidad
de rehén, pero realmente es una frase muy oscura sobre la que no hay una explicación
verosímil.
La inactividad musulmana hacia al reino de Asturias pudo ser posible quizás porque coincidiera
con la intervención de Carlomagno en España en el año 778, en la que no pudo mantener el
asedio a la ciudad de Zaragoza y se tuvo que retirar por Roncesvalles, donde sufrió una gran
derrota, y la subsiguiente campaña de Abd al-Rahman I en 781 al valle del Ebro en venganza
contra los que habían propiciado la invasión franca. Sin embargo, en el interior se produce la
segunda rebelión de Galicia, después de la que hubo en tiempos de Fruela I, sin que las
crónicas aclaren los motivos y protagonistas. Los rebeldes reunieron un ejército que se
enfrentó a las tropas de Silo en Montecubeiro (Lugo) donde fueron derrotados y la rebelión
sofocada.
Del reinado de Silo procede el documento escrito medieval más antiguo que se conoce de la
península ibérica: es el Diploma del rey Silo, en el que el 23 de agosto de 775.
Mauregato (783-789)
33
Hijo ilegítimo de Alfonso I que quita el trono a Alfonso (futuro Alfonso II), hijo de Fruela I. Le
adjudican una paz horrorosa, El Tributo de las cien doncellas: era el reconocimiento por parte
del Reino de Asturias de la supremacía del Emirato de Córdoba que consistía en dar cien
mujeres vírgenes al Emirato de Córdoba cada año para que se casaran.
Bermudo I (789-791)
Tras su abdicación, regresó a su estado clerical y vivió en la corte de su sucesor, Alfonso II, que
recuperó la corona, donde falleció de muerte natural en 797 y pasó a la historia como un rey
generoso, magnánimo e ilustrado.
Se sabe que mantuvo contactos con el emperador Carlomagno. En 795 una embajada del rey
astur se desplazó hasta Toulouse donde se encontraba Luis I “el piadoso”16 a quien
Carlomagno, su padre, le había encargado la defensa del reino franco contra las incursiones de
los musulmanes desde España. El motivo de la embajada fue para solicitar una alianza.
Gracias a las victorias sobre los musulmanes, afianzó su presencia en Galicia, León y Castilla,
que reorganizará políticamente. Llegó a conquistar y gobernar temporalmente la ciudad de
Lisboa, refundando también la despoblada Oporto, realizó correrías rescatando esclavos en
manos musulmanas hasta Sevilla, o los godos en campos góticos (Ribera del Duero),
despoblando la meseta N como franja de seguridad contra los ataques musulmanes, y
llevándose a esta población a las actuales Galicia, Asturias y Cantabria, dándoles allí tierras.
Inicia así una política de alta densidad de población en la región N, como base para la
capacidad militar y base defensiva del reino de Asturias.
Ramiro I (843-850)
16
Luis I “el piadoso” (778-840): también conocido como Ludovico Pío, fue el emperador y rey de los francos desde el
año 814 hasta su muerte en el 840, con una breve interrupción cuando fue depuesto en 833-834. Como el único hijo
sobreviviente de Carlomagno, se convirtió en el gobernante único de los francos tras la muerte de su padre en 814.
Es considerado tanto Luis I de Francia como de Alemania, al igual que de Italia.
34
Fue elegido sucesor por su primo segundo el rey Alfonso II el Casto en el 843, quien falleció sin
dejar sucesión. Nepociano, el comes palatii, intentó hacerse rey con el apoyo de los astures y
vascones, pero las tropas se negaron a combatir y Nepociano tuvo que huir, siendo capturado
y cegado después.
Aprovechó la debilidad de los andalusíes para reforzarse, aunque sufrió varios sucesivos
ataques de los piratas vikingos normandos, entrando rápidamente en los ríos navegables de las
costas gallegas (833-834) con el propósito de saquear grandes ciudades y múltiples posiciones,
aunque también asaltaron Al-Ándalus a través del paso del Guadalquivir, lo que mantuvo
entretenido a Abd al-Rahman II, que se vio en la necesidad de enviar un ejército andalusí a
recuperar las ciudades de Lisboa, Cádiz y Sevilla.
Ramiro I disfrutó de varios años de paz exterior que aprovechó para repoblar la ciudad de
León, aunque duró poco tiempo; pues Abd al-Rahman II, una vez sofocadas las rebeliones
internas de su reino y expulsó los normandos de su territorio, envió en el año 846 un ejército a
las órdenes de su hijo, Mohamed I de Córdoba, que obligó a los cristianos a evacuar la ciudad
de León, que fue incendiada y arrasada por los musulmanes.
Su reinado estuvo marcado por varias rebeliones de la nobleza y otros problemas internos
quizá de carácter religioso, por lo que él actuó con severidad y fue llamado "Vara de la
Justicia" por la Crónica Albeldense. La batalla de Clavijo17 tuvo lugar, según la leyenda, en su
reinado. Contrajo dos matrimonios, el primero con Urraca y el segundo con Paterna, y fue
padre de Ordoño I de Asturias con la primera.
17
Batalla de Clavijo: es una batalla mitológica de la Reconquista que tuvo lugar en el 844 (reinado de Ramiro I) cerca
del pueblo de Clavijo (La Rioja) en la que, según la leyenda, las tropas musulmanas iban ganando territorio y
comprometiendo a las fuerzas cristianas hasta una noche en la que Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el
Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla, seguida de la victoria. Y al día siguiente, los ejércitos de
Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol guerrero montado en un corcel blanco se enfrentaron al ejército
musulmán, derrotándolo y liberándoles de pagar el tremendo Tributo de las Cien Doncellas (“cincuenta nobles para
tratar casamiento con ellas y las otras cincuenta para mancebas”).
35
Ordoño I (850-866)
Sucedió a su padre Ramiro I, fallecido el 1 de enero del 850. De esta forma se convirtió en el
primer rey de Asturias en acceder al trono por herencia, no por elección de la nobleza. Poco
después tuvo que hacer frente a una sublevación de los vascones, apoyados probablemente
por los Banu Qasi de Zaragoza. Tras sofocar la rebelión, y mientras regresaba a Oviedo, tuvo
noticias de que los musulmanes tenían intención de atacar las Bardulias18. Ante esto se dirigió
a su encuentro y les venció en las orillas del Ebro.
Una leyenda cuenta que tras la Batalla de Albelda (o Clavijo) del 859, un caballero desconocido
que probablemente pudo tratarse de la figura reencarnada del apóstol Santiago ayudó a los
cristianos contra las tropas musulmanas leyenda de Santiago “Matamoros”. Hay varias
evidencias históricas que nos hacen creer que sí se produjo esta batalla, pero
independientemente de la leyenda, se cree que produjo la repoblación del territorio de
Castilla, por iniciativa del conde Rodrigo19.
De su matrimonio con Nuña, de quien se desconocen sus orígenes familiares, nacieron por lo
menos, seis hijos:
Bermudo Ordóñez cuando su hermano Alfonso III subió al trono, se rebeló contra
él. Fue el único de los hermanos del rey que se libró de ser cegado. Según el cronista e
18
Bardulia: nombre antiguo de las regiones que conformaban el territorio que finalmente pasaron a ser
denominados con el nombre de Castilla territorio ubicado al N de la provincia de Burgos. El término procede de la
tribu prerromana de los várdulos, que en época romana poblaban la parte oriental de la costa cantábrica (situados
en la mayor parte de la provincia de Guipúzcoa).
19
Rodrigo de Castilla: fue un noble y primer conde de Castilla (c. 860-873). Algunos investigadores lo suponen hijo
de Ramiro I de Asturias y Paterna, su segunda mujer, por lo que sería medio hermano de Ordoño I. Sin embargo, su
filiación como hijo del rey Ramiro no consta en la documentación medieval, pero es muy probable que fuese una
persona muy cercana a la familia real.
36
intelectual Sampiro, se exilió en Coímbra donde falleció poco antes de diciembre de
928.
Nuño Ordóñez, Fruela Ordóñez y Odoario Ordóñez quienes se rebelaron junto con su
hermano Bermudo contra Alfonso III, quien ordenó cegarlos.
También pudo ser el padre de Leodegundia Ordóñez, quien contrajo matrimonio con un
infante o noble pamplonés, ya que en un diploma el rey Ramiro II de León se refiere a una de
las hijas de Oneca y del conde Diego Fernández20, llamada Leodegundia, como su tía.
En el año 860 se funda el condado de Castilla, un territorio conocido por su gran cantidad de
castillos (de ahí el nombre). El territorio fue progresivamente repoblado por habitantes de
diversos pueblos (leoneses, godos, astures, vascones, cántabros, mozárabes...) que en un
principio residían en Vizcaya, los movimientos de los vascones hacia el OE (que huían del
hostigamiento de los francos) obligaron a la población del N a desplazarse hacia el OE, a un
lugar tradicionalmente llamado desde entonces “Bardulia”. Desde allí, tras la Batalla de
Albelda, se dirigieron progresivamente hacia el S para ocupar los territorios que luego
formaron parte del reino de Castilla. Ordoño decide delegar el gobierno de sus territorios
fronterizos a gentes de la familia real, quienes tendrán gran libertad de acción a cambio de su
fidelidad: su hermano Gatón fue titulado conde del Bierzo y su hermano o cuñado Rodrigo,
primer conde de Castilla el germen del futuro Reino de Castilla y la futura Corona de
Castilla.
Ordoño murió en el año 866 tras enfermar gravemente de gota. Le sucede su hijo Alfonso.
Hijo y sucesor de Ordoño I y de su esposa, la reina Nuña, Alfonso III fue el último rey asturiano
a partir del 866, o el primero de León, ya que en esta ciudad residió largas temporadas y allí
tenía su Consejo de Gobierno y Tribunal de Justicia.
Se casó entre mayo y diciembre de 873 con Jimena Garcés, cuya estirpe todavía se discute,
aunque probablemente era hija de García Íñiguez de Pamplona. De este matrimonio nacieron
los tres primeros reyes propiamente leoneses: García, Ordoño y Fruela, que ya en vida de su
padre gobernaron la frontera centro-oriental (la futura Castilla), Galicia y Portugal, y Asturias,
respectivamente.
Durante su reinado se escribió la famosa Crónica de Alfonso III, probablemente escrita por él
mismo, aunque se desconoce su autoría, reflejando el posible pensamiento del monarca y su
corte. Coetáneamente se desarrolla otra etapa esplendorosa del arte la construcción de las
famosas Cruces de la Victoria (que las portaban los militares durante las guerras). En el año
20
Diego Fernández: fue un conde en el Reino de León cuya filiación no ha sido documentada. Su primera aparición
en cartularios medievales fue el 28 de abril de 909 cuando confirmó una donación del rey Alfonso III. Fue también
miembro de la curia regia del rey Ordoño II de León y de su sucesor Fruela II.8 Acompañó después al rey Ramiro II
cuando estableció su corte en Viseu.
37
867 se confirma como Adefonsus totius Hispaniae imperator (“Alfonso, emperador de toda
España”). En 877 aparece como Adefonsus Hispaniae imperator y en 906 como
Adefonsus...Hispaniae rex (“Alfonso, rey de España”).
En el año 909, Alfonso III descubrió una conspiración que pretendía despojarle del trono en la
que estaban implicados su hijo primogénito, el infante García, su esposa, la reina Jimena de
Asturias y sus otros hijos. El infante García tomó parte en la conspiración apoyado por su
suegro, Munio Núñez, conde de Castilla, y padre de su esposa, Muniadona. No obstante, su
hijo fue apresado y Alfonso ordenó encerrarlo en el castillo de Gauzón, aunque, poco después,
el rey fue obligado a abdicar en sus tres hijos y a repartir su reino entre ellos. Fue apartado del
poder por una conjura de sus herederos en el 910, que quisieron apropiarse de la monarquía.
Los hijos dividieron el reino en tres regiones diferentes gobernadas por su persona,
subordinados al rey de León, eso sí.
El primer hijo de Alfonso III y como monarca de León, tuvo un reinado muy breve, pero logró
reforzar el sector oriental sobre el Ebro y conquistó zonas de la actual Rioja (Calahorra,
Arnedo, Nájera…). Fue hermano de los reyes Ordoño II y Fruela II de León, quienes le
sucedieron en el trono leonés al haber fallecido García I sin dejar descendencia. Se casó con
Muniadona, hija del conde castellano Munio Núñez, pero no tuvo descendencia.
En el año 911 invadió con su ejército el territorio musulmán debió de penetrar en él a través
de tierras de Toledo o Talavera de La Reina, pues consta en las crónicas de la época que
regresó a su reino atravesando el puerto del Tiemblo. También repobló diversas ciudades con
38
ayuda de sus nobles a fin de asegurar la línea del río Duero, que se había convertido en una de
las claves del sistema defensivo leonés: localidades como Roa, Osma, San Esteban de Gormaz…
Falleció en el año 914 por causas desconocidas. Éste fue el último rey de Asturias, pues su hijo
Ordoño II trasladó la capital del reino a León.
Reino de León
Tuvo un papel vital en la Reconquista y en la formación de los sucesivos reinos cristianos del
occidente peninsular. De él surgieron los condados de Castilla y Portucale, que posteriormente
se independizaron en los reinos de Castilla (1065) y Portugal (1139). Los territorios restantes
de la corona leonesa se unieron con los del emergente reino castellano para formar la Corona
de Castilla en 1230.
Reyes
Ordoño II (914-924)
Hermano de García y segundo hijo de Alfonso III. Trasladó la capital y la corte de Oviedo a
León, sin embargo, no fue el mejor momento para este cambio, pues en el lado musulmán
aparece Abd al-Rahman III, último emir y primer califa omeya de Córdoba.
Durante su juventud, en el año 892 le hicieron contraer matrimonio con una dama de la alta
aristocracia galaica, Elvira Menéndez. Fruto de este matrimonio nacieron Sancho Ordóñez,
Ramiro (futuro Ramiro II) y Alfonso (futuro Alfonso IV).
Fue un soberano enérgico y batallador que sometió a su autoridad única los territorios del
reino leonés y combatió enérgicamente contra los musulmanes, que aún dominaban la mayor
parte de la península ibérica. Su reinado supuso el tránsito del Regnum Asturorum (Reino de
Asturias) al Regnum Legionense (Reino de León) , con la sede ya establecida definitivamente en
la ciudad de León, convirtiéndose en el primer rey leonés.
Contra los musulmanes, su ejército obtuvo la victoria en las batalla de Castromoros (916), lo
que les permitió más tarde adueñarse de pueblos como Nájera, Tudela, Arnedo, Calahorra,
etc.; pero cayeron de nuevo en manos musulmanas tras ser derrotados en Valdejunquera
(920).
Falleció en el año 924 por causas naturales, le sucederá su hermano Fruela II.
Entre los años 910 y 924, Fruela II fue rey de Asturias bajo las órdenes del rey de León, que era
su hermano Ordoño. Y al fallecer éste en el 925, entonces se hace con el poder supremo.
Su temprana muerte causa una crisis sucesoria: sucede una guerra civil entre partidarios de los
diferentes hijos de Fruela. Reina primero Alfonso Froilaz, aunque en un periodo muy breve
(925-926) porque sus apoyos fuera de Asturias eran muy escasos; le siguió Alfonso IV (925 –
931), quien dirigió con autoridad, pero con respeto sobre sus hermanos, delegó a Sancho
Ordoñez a gobernar en Galicia hasta que murió en 929 y Ramiro Ordoñez (futuro Ramiro II) en
Portugal. Hay una cierta división, pero los nobles asturianos estaban contentos con el reinado
de Alfonso. Éste, finalmente, se retiró a un monasterio en el 931 y varios meses terminaron las
39
negociaciones entre él y su hermano Ramiro en las que ambos fijaron las condiciones de la
cesión del trono.
Alfonso IV contrajo matrimonio con la reina de Pamplona, Onneca Sánchez. Fruto de este
enlace dieron la luz a su hijo Ordoño (futuro Ordoño IV).
Ramiro II (931-951)
Contrajo matrimonio en primeras nupcias con Adosinda Gutiérrez, dama de la alta aristocracia
galaica y hermana de su madre Elvira Menéndez. Fruto de este matrimonio dieron la luz a 3
hijos: Bermudo (que murió tempranamente), Ordoño (su heredero y futuro Ordoño III) y
Teresa Ramírez (que en un futuro se casaría con el rey pamplonés García Sánchez I). Este
matrimonio terminó fracasando y Adosinda fue repudiada. En segundas nupcias, Ramiro se
casó entre 933 y 934 con Urraca Sánchez, hija del rey pamplonés Sancho Garcés I. Con quien
dio la luz a otros 2 hijos: Sancho (futuro Sancho I) y Elvira Ramírez.
Fue un monarca muy poderoso en las campañas militares y unificó todo el territorio
asturleonés; se apoyó en Fernán González, conde de Castilla, para encargarse de la
repoblación de Peñaranda, Ledesma y Salamanca. Además, consiguió derrotar a las fuerzas
musulmanas de Abd al-Rahman III (primer califa de Córdoba) cuando nadie se lo esperaba en
la batalla de Simancas en el 939. Como resultado inmediato, Fernán González repuebla
Sepúlveda en el 940.
Sin embargo, Abd al-Rahman III dio lugar a la mayor época de esplendor musulmán, tanto
territorial como militar y culturalmente. Emprende una campaña militar hacia el N (Campaña
del Poder Supremo), pues tenía pensado derrocar a todo ese reino asturiano. Ramiro II fue el
mejor rey que pudo hacerle frente a los musulmanes. Después de él, solo decadencia.
En los últimos años de su reinado, tuvo que hacer frente a los afanes independentistas del
condado de Castilla. Fernán González, que hasta entonces había sido la mano derecha del
monarca, desató la ira de Ramiro II al violar la tregua con el califato omeya y hacer una
incursión de saqueo: tras encargar la repoblación de Peñafiel y Cuéllar al conde Asur
Fernández, Fernán González se sintió agraviado porque tal condado taponaba la expansión de
su territorio hacia el S. Junto con el conde Diego Muñoz de Saldaña, se declararon en abierta
rebeldía en 943. Fueron apresados acabaron liberados más tarde, obligándoles a renunciar
a sus bienes. Más tarde, con Fernán González pactó un matrimonio entre la hija del conde,
Urraca Fernández, y el hijo de Ramiro, Ordoño (futuro Ordoño III).
Sin embargo, ya en libertad, Fernán González siguió proclamando su título condal, refugiado
en la parte oriental de Castilla. Estas disensiones internas debilitaron el reino leonés, y en
medio de los graves conflictos en los que se encontraba Ramiro contra los musulmanes,
desatendiendo la situación de Castilla, Fernán González aprovechó esta ventaja para recuperar
sus territorios perdidos.
Estando ya muy físicamente decaído, en el 951 hace pública su abdicación del trono en favor
de su hijo Ordoño. Falleció pocas semanas después.
40
Hijo y sucesor de Ramiro II, durante el reinado de su padre contrajo matrimonio con Urraca
Fernández, hija del conde castellano Fernán González. Dieron la luz a un hijo, Bermudo (futuro
rey Bermudo II).
Llevó a cabo una gran reorganización de sus territorios y continuó con el proceso de
fortalecimiento de las instituciones reales que inició su padre.
Tras el breve reinado de Ordoño III (950 – 956), gobierna su hermanastro Sancho I en un
periodo aún más breve. Este fue su primer reinado y su figura es conocida por su gran
obesidad. Perdió gran respeto de todos, pues su condición le impedía emplear funciones
militares. No le obedecían los nobles y desembocó en una guerra de sucesión para ver quien
era el heredero del trono. Él escapa a Córdoba y acudió al lado de su abuela, la reina Toda
Aznárez de Pamplona, a quien pidió ayuda para recuperar su reino. Ésta hizo un trato con Abd
al-Rahman III (califa en aquel momento), para conseguir tratamiento del médico de su corte
Hasday ibn Saprut y ayuda para la recuperación del trono de León a cambio de unas plazas en
las riberas del Duero. Allí Hasday ibn Saprut trató a Sancho de su obesidad no permitiéndole
tomar más que infusiones durante cuarenta días para que bajara de peso. Incluso, además de
la dieta y ejercicios, es famosa la historia de haber consumido 3 “pastillas de veneno” que solas
son mortales, pero conjuntas se cancelan y seguramente provocaban grandes vómitos,
diarreas y otros efectos para la rápida pérdida de peso.
Hijo de Alfonso IV y en medio de graves luchas civiles, fue elegido rey por los nobles leoneses
que expulsaron a su primo Sancho I. Contrajo matrimonio en el 958 con Urraca Fernández,
viuda del rey Ordoño III de León e hija del conde castellano Fernán González y Sancha de
Pamplona.
Su reinado fue muy breve, pues Sancho I logró reunir a un gran ejército con apoyo de una
facción del ejército musulmán cordobés para recuperar su trono. Tuvo que refugiarse en
Asturias en un principio, pero al perder el favor de Fernán González y una vez el ejército de
Sancho terminó victorioso, abandonó a Urraca y se escapó de Burgos. En el 960 intenta
desesperadamente un trato con el califa Abd al-Rahman III, pero éste murió y tuvo que tratar
con su hijo Al-Hakam II. Éste le concedió protección de sus generales para llevarle a Córdoba y
allí murió en el 962.
41
Derrocado ya a Ordoño IV, comienza su segundo reinado. El reino asturleonés está en gran
decadencia: se consolidan los movimientos independentistas gallegos y castellanos, y
posteriormente los musulmanes aprovechan para, de manera estratégica, destruir el reinado
católico desde dentro.
En el 959, contrajo matrimonio con Teresa Ansúrez, hija del conde castellano Asur Fernández.
Fruto de este matrimonio tuvieron un hijo, Ramiro (futuro Ramiro III).
Este segundo reinado fue un periodo turbulento y de debilidad. Al parecer, murió envenenado
por el conde galaico rebelde Gonzalo Menéndez al consumir una manzana, dejando a un niño
de 5 años al reinado. Esto automáticamente significó debilidad.
Fue coronado con 5 años así que durante un breve tiempo hubo regencia. La monarquía
leonesa se hunde en un episodio de crisis. El rey estuvo bajo tutela de su tía Elvira, monja e hija
de Ramiro II. Los vikingos aprovechan esta condición y atacan las costas gallega y cantábrica.
En ese momento, Castilla va por libre.
Como rey, ratificó el tratado de paz con el califa al-Hakam II y nombró lugarteniente suyo a San
Rosendo, que derrotó a los vikingos que desembarcaron en Galicia en 968.
En 976 murió al-Hakam II dejando como heredero del califato a Hisham II con tan sólo once
años. De la mano del nuevo califa, llegó Almanzor, nombrado hayib (visir o chambelán) a los
pocos días de la investidura de Hisham. Entre finales de la década de 970 y principios de la de
980, Almanzor lanzó la primera razia por tierras del reino de León. Ciudades como Zamora,
Atienza, Sepúlveda entre otras cayeron en manos del caudillo musulmán.
El fuerte carácter del monarca y las sucesivas derrotas motivaron más aún el descontento
entre los nobles galaicoportugueses, que ya se mostraban en rebeldía desde el reinado de su
padre. Estos nobles, liderados por el conde Gonzalo Menéndez se rebelaron contra Ramiro III y
proclamaron nuevo rey a su primo Bermudo Ordóñez en el año 981 o 982 en Santiago de
Compostela. Al año siguiente, se produce una guerra civil en la que sus partidarios ya ocuparon
Galicia y el reino quedó dividido entre la región de Galicia, que apoyaba al nuevo rey; y Castilla,
que era leal a Ramiro.
La guerra entre ambos pretendientes no terminaría hasta que la muerte de Ramiro III en 985
dejara a Bermudo II como único soberano sobre todo el reino de León.
Bermudo II (985-999)
Hijo de Ordoño III y primo de Ramiro III, previamente fue proclamado rey en 981 por un grupo
de nobles gallegos y portugueses sublevados contra Ramiro III y coronado en Santiago de
Compostela en el 982.
Se casó en primeras nupcias con Velasquita de León en el 980 aunque fue repudiada pocos
años después. Tuvieron una hija, Cristina Bermúdez, quien se casó con Ordoño Ramírez (uno
de los hijos de Ramiro III) y dedicó su vida a la religión. Su segundo matrimonio fue con Elvira
García, hija del noble castellano García Fernández. Con ella tuvo 2 hijos: Alfonso (su heredero,
futuro Alfonso V) y Teresa Bermúdez, quien también dedicó su vida a ser religiosa. Bermudo
mantuvo muchas relaciones extramaritales y tenía muchos más hijos.
42
Tras su proclamación tuvo que ponerse bajo la protección del califato de Córdoba ante las
rebeliones internas, sobre todo desde Castilla, que hacían imposible gobernar. Fruto del esta
protección logró recuperar Zamora, pero los ejércitos de Almanzor se quedaron establecidos
dentro del reino como fuerzas de ocupación y no logró expulsarlos hasta el año 987.
Tras esto, Almanzor fue con todas sus fuerzas a arrasar el reino leonés y perseguir a Bermudo.
Dirigió varias campañas tremendas contra León y posteriormente Zamora, y las terminó
arrasando. Posteriormente las tropas musulmanas conquistaron Gormaz y Coruña del Conde
(994) y Astorga (996). Sin embargo, los nobles leones lograron dar con él y someterlo a que su
ejército protegiese sus tierras.
Bermudo, que se refugió en Galicia del acoso cordobés y de las rebeliones aristocráticas,
consiguió recuperar León de los rebeldes en el 990. Enfermó gravemente de gota y murió en el
999. Su sucesor fue Alfonso V de León.
Reino de Pamplona
El territorio navarro en época romana: cuya división física y humana en “Navarra de monte” y
“Navarra del llano” se sigue manteniendo en la actualidad.
Navarra del llano: la región más romanizada, al SE y entorno al río Ebro, por lo que
mayormente predominó la economía agrícola. Al ser mayormente romanizada
(urbanismo romano), explica que los habitantes de esta zona hablasen latín y
actualmente el predominio del español (una de sus lenguas romances) e implicó
también ser más fuertemente cristianizada.
43
El proceso de “reconquista” en este sector tuvo lugar más tarde debido a la gran consolidación
militar de los musulmanes sobre esta zona frente al territorio asturleonés (batalla de
Covadonga del 722).
El condado de Aragón fue un estado que se originó a principios del siglo IX en una franja
montañosa en el Pirineo central que comprendía los valles de Ansó, Hecho y Aragón. Se crea el
Condado de Aragón y los otros condados de la Marca Hispánica por el interés manifiesto de la
dinastía carolingia de proteger su frontera meridional de los posibles ataques musulmanes.
En el 798 Carlomagno invade el S de los Pirineos con un gran contingente militar, triunfando y
fundando un territorio administrativo conocido como “Marca Hispánica” una especie de
“zona colchón” creada por Carlomagno para establecer una barrera defensiva entre los
omeyas de Al-Ándalus y el Imperio franco.
21
Cantar de Roldán: es un poema épico (cantar de gesta) del siglo XI, basado en el líder militar franco Roldán en la
Batalla de Roncesvalles en el año 778, durante el reino de Carlomagno. Es la obra sobreviviente más antigua de la
literatura francesa.
22
Septimania: región occidental de la provincia romana de Galia Narbonense que en 462 fue cedida al rey visigodo
Teodorico II, pasando a formar parte del reino visigodo. Correspondía con la región francesa moderna de
Languedoc-Rosellón. Se extendía hacia el NOE hasta una línea a medio camino entre el mar Mediterráneo y el río
Garona; en el E, el Ródano lo separaba de Provenza; y al S su límite se situaba en los Pirineos.
44
A lo largo del siglo VIII y principios del IX, en la ciudad se perfilaban dos tendencias: los
partidarios de aceptar la protección carolingia cuyo linaje más conocido son los Velasco23, y los
partidarios de respetar los pactos acordados con el emir cordobés. Estos últimos estaban
encabezados por la familia Arista, que contaba con el apoyo de los Banu Qasi.
Al calor de la presencia de un poder tan fuerte como los francos carolingios y que hizo
retroceder a los musulmanes, en el 799 se produce una exitosa rebelión de herencia carolingia
en Pamplona que termina con la expulsión del gobernador pamplonés de los Banu Qasi y
máximas autoridades cordobesas e instaló en la ciudad un gobierno afecto a los carolingios,
pero por poco tiempo. En el 803 la familia Arista ostenta de nuevo el poder en Pamplona y
estrecha una alianza con los Banu Qasi. No obstante, de nuevo en 806 los pamploneses de la
Casa de Velasco solicitan la protección carolingia. La paz negociada entre el emir y Carlomagno
en el 812 dejaba al franco en “manos libres” para intervenir en la frontera.
Finalmente, en el año 816 los Velasco y sus aliados son derrotados definitivamente, quedando
Pamplona en manos de la familia de los Arista. Éstos eran habitantes que no querían cooperar
con los francos, luchaban por su libertad y se mantuvieron independientes, ellos conformarían
el primer reducto de lo que en un futuro sería el Reino de Pamplona.
El que más destacó en estas luchas fue Íñigo Arista, quien además con gran apoyo de los Banu
Qasi, fue proclamado soberano de la región por cientos de caballeros cerca de la localidad de
Jaca (Huesca). Existe una duda generalizada entre los historiadores, que no se ponen de
acuerdo en si ya se podía considerar esta entidad independiente como “reino” o como “un
Estado en proceso de constituirse como reino”, y es que se han descubierto documentos
historiográficos de la época que dicen que Íñigo se tituló como Christicolae princeps (“Príncipe
cristiano”), no como rey sino más bien como una especie de caudillo.
A los Arista no les interesaba emprender campañas de conquista hacia al S, solamente quieren
cierta independencia para evitar el pago de tributos. Fue un pequeño núcleo independiente
que poco a poco irá creciendo.
Alrededor del año 820, ayudó a García “el Malo” (su yerno) a hacerse con el condado de
Aragón y sacudirse el control carolingio. En el año 824, Luis I envió una segunda expedición
militar contra Pamplona encabezada por los condes Eblo y Aznar I Galíndez para tratar de
restablecer el control franco fueron derrotados en la Segunda batalla de Roncesvalles por
las tropas de Íñigo Arista, quien recibió el apoyo de los Banu Qasi y de García “el Malo”.
Murió en el 851 tras una grave enfermedad que lo dejó paralítico. Se sabe que contrajo un
desconocido matrimonio y tuvo varios hijos, entre ellos García Íñiguez (futuro García I Íñiguez).
23
Casa de Velasco: es un linaje nobiliario español de origen medieval cuyos miembros más destacados ocuparon
algunos de los cargos más altos de la administración de la Corona de Castilla y del Imperio Español.
45
Hijo de Íñigo Arista, su gobierno se caracteriza por el reflejo de la precariedad institucional del
reino, sufrió un breve secuestro por un grupo de saqueadores.
A lo largo del siglo IX esta familia tiene relación con la de los Jímenos, quienes controlaban la
comarca de Sanguesa, denominados “gascones” por los francos; y con los Banu Qasi, quienes
controlaban el S del Ebro (actual Rioja) desde tiempos romanos. A partir de aquí, a lo largo de
varias generaciones establecieron entre ellos varios enlaces matrimoniales. Estuvo casado con
la dama muladí Urraca, con quien tuvo varios hijos: Fortún Garcés (heredero y futuro caudillo
pamplonés), Sancho Garcés (NO era Sancho Garcés I, quien era de otra familia) y Oneca de
Pamplona (casada con el conde aragonés Aznar II Galíndez).
En el año 843 ayudó a su tío Musa ibn Musa en su insurrección contra el emir de Córdoba. El
resultado fue el ataque de las tropas cordobesas de Abd al-Rahman II a las tierras de
Pamplona, que terminó el mes siguiente con una rotunda victoria del emir. En 859 fue
apresado por una expedición vikinga que subió por el río Ebro, aunque fue prontamente
liberado tras pagar un rescate de 70.000 monedas de oro.
García I se alió con el rey asturiano Ordoño I y juntos obtuvieron un importante triunfo ante
los musulmanes en la batalla de Albelda (859-860) victoria cristiana motivó la quiebra del
poder de los Banu Qasi y la consiguiente reacción cordobesa. Su hijo Fortún Garcés fue hecho
prisionero por los musulmanes en 860 y estuvo retenido en Córdoba en un exilio dorado
durante muchos años, aunque terminó liberado una vez falleció García en el 882.
Fue secuestrado por los musulmanes del emir cordobés Mohammed I. Tras su liberación
ejerció una política de convivencia con los Banu Qasi, más dado a las prácticas piadosas que a
las empresas militares, lo que produjo el disgusto de sus vasallos. Se retiraba con frecuencia al
monasterio de San Salvador de Leyre al cual hizo grandes donaciones. Durante su ausencia
gobernaba Íñigo Garcés.
Contrajo matrimonio con la dama muladí Awriya (Auria), con quien tuvo varios hijos, pero
ninguno le sucedería en el cargo pamplonés.
Finalmente, en el año 905 la nobleza del reino, harta de ese repliegue y esa postración ante el
Islam, decidió reemplazarlo por Sancho Garcés, hijo de García Jiménez de Pamplona y, por
tanto, perteneciente a la dinastía Jimena24, poniendo fin al reinado de la familia Arista.
En el 880, García Jiménez de Sanguesa se casa con Íñigo Arista. Este matrimonio dio lugar al
nacimiento de Sancho I Garcés, quien en el 895 sube al trono de Pamplona. Éste es el primer
gobernador pamplonés del que se sabe con total seguridad que se tituló como “rey”.
Asume el programa político aragonés decretando la guerra contra el Islam con ayuda militar
asturleonesa y la ruptura con los Banu Qasi para conquistar su codicioso valle del Ebro.
Definitivamente con los Jiménez comienza el proceso de “reconquista” pamplonesa,
comenzando por la conquista de varias ciudades y poblados como Nájera, Tudela, Calahorra,
Albelda…
24
Dinastía Jimena: conjunto de gobernantes de la primitiva Navarra nuclear, cuyo feudo familiar tras la pérdida de
Pamplona en el año 732 abarcó desde el Puerto Loiti en Navarra hasta el río Gállego en Huesca. Dicha familia
dinástica fue iniciada por Jimeno “el fuerte”, un noble hispanorromano que actuaba como magnate o jefe militar de
dichas tierras.
46
Su llegada al trono supone el fin de la etapa de la dinastía Arista. Durante su mandato el
territorio pamplonés se articuló definitivamente como reino. Amplió considerablemente las
fronteras meridionales del reino hasta llegar a tierras riojanas mediante una serie de campañas
militares contra los musulmanes en el 923.
La concordia con los vecinos Banu Qasi, típica de los tiempos de la anterior dinastía
pamplonesa, dio paso a continuos enfrentamientos con estos. Conquistó Nájera ayudado por
Ordoño II de León y estableció allí su corte, dotando de una organización definitiva al reino de
Pamplona. Mientras las huestes de Ordoño II tomaban Nájera, las de Sancho se apoderaban de
Viguera. Aliado con el monarca leonés, venció a un ejército cordobés en San Esteban de
Gormaz en el 917, pero fue derrotado por Abd al-Rahman III en la batalla de Valdejunquera en
el 920. Durante su reinado, mantuvo una estrecha colaboración con el Reino de León y el
Condado de Castilla. Tres de sus hijas fueron reinas de León por casamiento con otros tantos
reyes y una fue esposa del conde castellano Fernán González.
Durante su reinado se comenzó a acuñar moneda, siendo el primer reino cristiano que usó tal
regalía. Asimismo, aparece el sistema de tenencias, que se perpetuará en Navarra y Aragón
hasta principios del siglo XIII.
Se casó con Andregoto, hija del conde aragonés Galindo II Aznárez y por tanto su heredera, por
tanto, el territorio aragonés se incorpora al dominio la monarquía pamplonesa. Durante su
reinado, tiene lugar la resistencia coordenada junto a los asturleoneses contra la gran
campaña militar musulmana hacia el N de Abd al-Rahman III (la Campaña del Poder Supremo).
En el 963 los musulmanes reconquistan Calahorra.
Posiblemente en 962, se casó con su prima Urraca Fernández, hija del conde castellano Fernán
González y de Sancha de Pamplona hija de Sancho Garcés I.
Trató de sacudirse la sumisión que su padre ofreció a Córdoba y se enfrentó a Almanzor, pero
en el año 996 se vio obligado a pedir la paz en la capital andalusí.
Hacia el 997 en una expedición de pamploneses a Calatayud se dio muerte al hermano del
gobernador. En un acto de venganza, sufrió en el 999 el saqueo e incendio de Pamplona por
los musulmanes dirigidos por el fuerte Almanzor. El monarca revirtió la situación casando a su
hija con el gran caudillo musulmán.
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En la batalla de Cervera del año 1000, se coligó con el conde Sancho García de Castilla, Alfonso
V de León y García Gómez de Saldaña (conde leonés), aunque no consta que el rey pamplonés
se encontrara en la batalla.
Condado de Aragón
Durante los primeros años el condado estuvo controlado por nobles francos, hasta que en el
809 se consolidó como primer conde un nativo de la zona: fue Aznar I Galindo (809-839),
fundador de la dinastía.
Condes
Gobernó en un principio bajo influencia franca. Se supone que la alianza con los francos fue
abandonada en 820 a favor de un acercamiento a Pamplona y a los Banu Qasi del valle del
Ebro. Esto le hizo perder el condado de Aragón, aunque fue recompensado con los de Urgel y
Cerdaña.
Se casó con la hija de Aznar I Galíndez, aunque se cree que debido a una broma de mal gusto
que le hizo (probablemente le encerró en un hórreo) la repudió y se casó después con una hija
de Íñigo Arista.
48
Le sucedió su hijo Galindo Garcés entre el 833 y el 844, del cual apenas se conoce de su
gobierno.
Hijo de Aznar I Galíndez, recibió los dos condados de su padre (Urgel y Cerdaña) y, en algún
momento anterior a 833, fue designado gobernante en Pallars y Ribagorza hasta que fue
expulsado en 844. Tras un período de gobierno en Pamplona, volvió a Aragón en 844 para
asumir la herencia de Galindo Garcés que había muerto sin descendencia.
Su hijo Aznar Galíndez II asumió el gobierno del condado a su muerte en el 867, muriendo en
el 893. Las características de su gobierno son desconocidas, pero se sabe que entabló
matrimonio con la hija del monarca pamplonés García Íñiguez.
Fue uno de los hijos del matrimonio entre Aznar II Galíndez y Onneca (hija del rey pamplonés).
Patrocinó el golpe de Estado de Pamplona en el 905, del que resultó el cambio de la dinastía
Arista pamplonesa por la Jimena, una dinastía más favorable a los intereses de Aragón.
Andregoto (922-943)
Una de las hijas de Galindo II Aznárez, heredó el condado aragonés al no tener su padre hijos
varones legítimos.
En el 925, se acordó el matrimonio con García Sánchez, rey de Pamplona. Así el condado de
Aragón se incorpora al Reino de Pamplona y bajo un mismo monarca hasta la muerte de
Sancho III de Navarra en 1035.
Condados catalanes
Marca Hispánica
Fue una zona “colchón” creada por Carlomagno en el 795 más allá de la antigua provincia de
Septimania, como una barrera defensiva entre los omeyas de Al-Ándalus y el Imperio
Carolingio franco (ducado de Gascuña, ducado de Aquitania y la Septimania carolingia). A
diferencia de otras marcas carolingias, la Marca Hispánica no tenía una estructura
administrativa unificada propia.
En el 778 primera expedición carolingia al S de los pirineos, pues no querían tener una
frontera directa con el reino musulmán. Esta expedición es famosa por la retirada tras la
emboscada de nativos vascones en el paso de Roncesvalles; no se conquistó ningún territorio y
se fueron del territorio hispano.
49
tropas en el 793 hasta el S de Francia, ocupando hasta la región de Septimania. Así se deja
claro el poder musulmán.
Condes catalanes
Fue el primer conde de Barcelona y de Girona, descendiente de una familia visigoda del
Rosellón.
En el 820 fue llamado a Aquisgrán (ciudad donde residía Carlomagno y su corte) a rendir
cuentas de su gobierno por alguna corruptela. Sufrió un proceso y probablemente fue
ajusticiado. A partir de aquello, los francos cambiaron de política al no fiarse de los autóctonos
y empezar a delegar el control del condado en funcionarios francos.
Rampón (820-826)
Primero bajo las órdenes de Carlomagno y posteriormente de Luis “el piadoso”, gobernó los
condados de Barcelona, Gerona y Besalú. En el 821, la corte de Aquisgrán ordenó saquear el
territorio musulmán, orden que debió llevarse a cabo el 822, en dirección al río Segre. Se cree
que en esta expedición participó también Aznar I Galíndez, conde de Urgell y Cerdaña y antes
conde de Aragón.
A su muerte en el 825, Luis “el piadoso” en una asamblea en Aquisgrán designó a Bernardo de
Septimania como el heredero de Rampón en el 826.
Tras la caída de Bernardo, el rey franco occidental Carlos II “el Calvo” (hijo de Luis “el piadoso”
y nieto de Carlomagno) confió el gobierno del condado en un miembro de la poderosa y
autóctona (visigoda) Casa de Carcasonne: Sunifredo.
Sunifredo (844-848)
50
Conde también de Urgell y Cerdeña, muy fiel a los francos y de descendencia visigoda. Sufrió
en el 848 la rebelión de Guillermo: un hijo de Bernardo de Septimania, cuya familia se negó a
rendirse y perder el poder.
Se reveló contra Sunifredo para hacerse con el control de sus condados, aunque no le duró
mucho tiempo.
En el 850, Carlos II de Francia “el Calvo” recurre nuevamente a condes francos: Alerán,
Odalrico, Hunfrido y Bernardo de Gotia. Este periodo duró hasta el 878.
Él ya era conde de Urgell, de Cerdaña y de Conflent desde el 870. En el 878 recibe Barcelona,
Girona y Besalú. Con todo ese conglomerado de poder se va a convertir en la primera cabeza
feudal visible de todos los condes de la Marca Hispánica y en el primer director del proceso de
reconquista y repoblación hacia el S, concretamente hacia la actual llanura de Vic: fundando
poblados como Vic, Manresa, etc.
Sunier (897-947)
Hijo de Wilfredo, logra la repoblación hasta el río Llobregat, pero se topa con un gran núcleo
de resistencia musulmana entorno al valle del Ebro y sobre todo en el núcleo de Lleida. Por
tanto, no logró demasiados avances.
Hijo de Sunier y nieto de Wilfredo, fue un conde más diplomático que militar, al contrario que
su padre. Procuró mantener siempre relaciones cordiales con sus dos poderosos vecinos: los
francos al N y los andalusís al S. Intercambió embajadas con Córdoba (centro del poder
musulmán) y firmó un tratado de paz con el califa Al-Hakam II. Esta buena sintonía se rompió
con la entronización de Hisham II (976-1009) y el ascenso político de la figura de Almanzor, el
caudillo musulmán que se propuso recuperar el esplendor militar inicial de al-Ándalus.
En el 985 sufre el saqueo y conquista de Barcelona por las tropas musulmanas de Almanzor,
también con apoyo de algunos mercenarios catalanes, pagados en oro. Posteriormente los
islámicos la transforman en una ciudad comercial y su puerto se hizo referente para la
navegación, entablando grandes contactos comerciales (de oro y esclavos) con Italia.
Ofreció al rey franco occidental Lotario la renovación del juramento de fidelidad a cambio de
auxilio militar que garantizase la protección del país frente a nuevos ataques musulmanes.
Pero la petición de ayuda coincidió con una grave crisis de la dinastía Carolingia, Lotario murió
en el 986 y su sucesor Luis V también falleció prematuramente en 987. La nueva dinastía de los
Capetos tuvo que defender la corona franca de insurrecciones internas y tampoco atendió las
peticiones de auxilio del conde barcelonés por lo que el 987, Borrell niega el vasallaje al
nuevo rey franco occidental Hugo Capeto, siendo leal al linaje carolingio anterior.
51
A partir de aquí los condados catalanes se desvinculan de la historia francesa.
Lleva la repoblación al valle de Barcelona, su periodo se caracteriza por un periodo lento, pero
de hegemonía demográfica en paralelo a la sucesiva caída del califato de Córdoba: estimuló la
repoblación de la zona oriental de la Segarra, la Cuenca de Barberá y el Campo de Tarragona.
Impulsó también la construcción de la catedral de Barcelona.
Fue objeto de diversas incursiones de Almanzor: en el 1003 dirigió una expedición a Lleida a la
que respondió con una nueva razia el hijo de Almanzor, Abd al-Malik.
Con el primero, el proceso de repoblación catalana fue lento. Fue con el segundo cuando se
realizaron campañas más exitosas contra los musulmanes, cuyo califato se desintegró en
múltiples reinos de Taifas. Se enfrentó a los reyes musulmanes de Lleida y Tarragona, aunque
sufrió diversas rebeliones internas que heredó ya de la época del mandato de Berenguer
Ramón I.
Tuvo dos hijos mellizos a los que dio la sucesión del gobierno a repartir.
Ramón Berenguer II “Cabeza de Estopa” (1076-1082) y Berenguer Ramón “el fratricida” (1082-
1097)
Gobernaron juntos hasta el 1082, cuando Berenguer Ramón mandó matar a su hermano en
una cacería y desde entonces gobernó en solitario.
Su implicación en las disputas de las taifas creó un conflicto entre él y El Cid. En la guerra
siguiente, el Cid le hizo prisionero al conde dos veces. En 1086, a raíz de un compromiso
pactado con la nobleza barcelonesa, asumió la tutela de su sobrino Ramón Berenguer III,
asociándolo así al trono
Se casó con Dulce, la hermana y heredera del marquesado de Provenza, al N de los Pirineos,
donde llamaban “catalanes” a los súbditos españoles de Ramón Berenguer III al S de los
Pirineos, distinguiéndolos de los del N. De este periodo se documenta la primera aparición del
término “catalán” – “Cataluña”.
Los condados de Barcelona pasan a considerarse por primera vez como los Condados
Catalanes.
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Se casa con Petronila, la heredera del reino de Aragón. Con este enlace matrimonial, se
produce la unión dinástica y política entre el reino aragonés y los condados catalanes.
Fruto del matrimonio entre Petronila y Ramón Berenguer IV, nació Alfonso I de Navarra y
Aragón (1162-1196) se erigió como primer monarca aragonés en gobernar los territorios del
condado de Barcelona, fundando lo que se conoce historiográficamente como la Corona de
Aragón. Recibió los títulos de rey de Aragón y la Casa Condal de Barcelona.
Este gran conglomerado de poder resultó por fin eficaz para emprender sólidas campañas
militares hacia el S contra los musulmanes: conquistando Valencia, Mallorca…
Poco a poco se van haciendo grandes descubrimientos científicos. Muchas disciplinas, como las
matemáticas, la historia, la astronomía y la filosofía van desarrollando sus corpus de
conocimientos, sentando las bases para que se diera el Renacimiento a finales de la Baja Edad
Media. Además, se fundan las primeras universidades, construyéndose cerca de 50 en toda
Europa entre los siglos XIII y XVI.
Poco a poco la figura del rey va reforzándose, posicionándose como el máximo gobernante
sobre todos sus territorios y mostrando su poder por encima de la nobleza y el clero. Con el
paso del tiempo se fueron formando grandes monarquías en toda Europa, surgiendo
parlamentos y reclamando varios nobles, clérigos y burgueses un mayor derecho a la
autogobierno, obteniendo fueros a modo de adquisición de derechos de vasallaje.
A partir del siglo XI comienza el periodo que se conoce como “baja Edad Media” en la Europa
Occidental. En la península Ibérica se produce la caída del califato de Córdoba bajo los omeya
descendientes de Abd al-Rahman I, derrumbándose rápidamente en diversos reinos de taifas.
El desmembramiento de la unidad musulmana supone un cambio en la correlación de fuerzas
a favor de los condados y monarquías cristianas del N peninsular.
53
La Fitna: descomposición del califato
En la época del califa Hisham II, el hombre más poderoso fue Almanzor: el hayib (valido o
primer ministro) del califa. Pese a sus grandes y fieras campañas militares contra los reinos
cristianos, acabó muriendo en 1002.
Su hijo Abd-Al Malik le sucedió en el cargo, pero resultó ser ineficiente. Se produjo un conflicto
en la familia de Almanzor por la pretensión de éste de suceder como califa a Hisham II,
terminó con la sucesión en el cargo de su otro hijo, Abd al-Rahman Sanchuelo muere
asesinado en el 1009.
Tiene lugar una grave crisis política en el Califato deposición y regreso de Hisham II (1010-
1013), aunque cada vez con menos apoyos. Las familias aristocráticas musulmanas comienzan
a acostumbrarse a gobernar ciertos territorios al margen del poder cordobés (se llaman a sí
mismos “hayib”, legitimándose a sí mismos), deriva en una fragmentación y descomposición
del Califato en poderes regionales
En el 1031, Hisham III es depuesto en Córdoba supone el fin oficial del Califato de Córdoba.
Comienza el periodo llamado de los reinos taifas o separados.
Causas
El malestar social y la crisis económicas por el aumento de los impuestos en una época
en la que los reinos cristianos comienzan a tener fuerza y acaban sublevándose y
dejando de pagar tributos al Estado musulmán.
Los particularismos locales de las familias regionales conflictos entre familias por la
entrada de mercenarios bereberes y eslavos (sociedades muy guerreras de la región de
los Balcanes) al ejército de Almanzor, a través de los que reclutaban esclavos.
54
Aquellos regidos por dinastías de familias árabes, las más importantes fueron:
Las que están regidas por familias eslavas, que se convirtieron en grandes señores de
la guerra durante el periodo de desintegración política del Califato. Las más
importantes fueron:
Almería: a partir del 1012 gobernada por Jayrán y a partir del 1041 por la
dinastía Sumadih.
A finales del siglo XI la unidad musulmana peninsular se reinstaura con la llegada de los
Almorávides, una sociedad muy guerrera e intolerantemente religiosa que conformó un gran
imperio al N de África, conquistó Sevilla en el 1091 acabando con las taifas Abadíes y
posteriormente Zaragoza y acabando con las taifas hudíes en el 1110; constituyendo el
“imperio Almorávide”.
55
Almorávides y almohades
Almorávides (1086-1146)
Algunos hayib peninsulares deseaban recuperar la unidad andalusí contra los ataques
cristianos (toma cristiana de Toledo en 1085) y el refuerzo de la religión islámica. A partir de
junio de 1085 comenzó el traslado del ejército y figuras políticas almorávides a través del
Estrecho de Gibraltar hacia la península, desembarcando en Algeciras antes de lo pactado con
las taifas, lo que sorprendió a los andalusís.
Las taifas de Granada, Badajoz, Córdoba, Málaga o Sevilla fueron cayendo progresivamente
entre 1090 y 1091 en manos bereberes. Otra importante taifa sobre la que aspiraban imponer
su dominio los almorávides, Valencia, sería protegida por Rodrigo Díaz de Vivar hasta que, en
1102, poco después de su muerte, la posición de los cristianos se hizo insostenible viéndose
obligados a evacuar la ciudad.
Liderados por la figura del emir Ibn Tašufín (1010-1106) y sus descendientes como Alí ibn Yusuf
(1106-1143), lograron una reestructuración temporal de la unidad política musulmana en la
península.
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Con la llegada a la monarquía aragonesa del monarca Alfonso I “el Batallador”, gran estratego
militar y devoto cristiano, el movimiento expansionista musulmán empezó a entrar
progresivamente en declive. Además, el fanatismo religioso, el creciente despotismo y el
incremento de las cargas impositivas ante el deterioro de la economía andalusí por el coste de
los conflictos, produjo un general descontento entre la población y los gobernantes de las
taifas, algunos de ellos llegaron a aliarse con los cristianos para liberarse del yugo almorávide.
Los cristianos demostraron en las campañas miliares de 1132 (conquista de las zonas altas del
Guadalquivir) que los almorávides ya no tenían fuerza para resistir el avance cristiano, a la par
que los miembros de la familia Banu Hud25 agitaban a los musulmanes hispánicos contra los
tiránicos. Al mismo tiempo, al S del Magreb se estaba gestando un nuevo movimiento religioso
de origen bereber que estaba causando desorden en el imperio: los almohades. Estos rebeldes
sitiaron Marrakech y obligaron a las tropas de Al-Ándalus a abandonar la península
progresivamente hacia el año 1146 para defender la capital imperial.
Con la retirada de las tropas almorávides de la península, vuelven a surgir diversos poderes
territoriales que sumirán al-Ándalus en un nuevo caos: los segundos reinos de taifas (1146-
1147).
25
Banu Hud: también conocidos como “hudíes”, fueron una dinastía andalusí que reinó en el reino taifa de
Zaragoza, Lleida, Murcia, etc. desde aproximadamente el año 1039 hasta principios del siglo XIV. Procedían del
linaje árabe de Yudam, originario del Yemen.
57
Almohades (1147-1212)
Hacia los 1145 y 1147, los almohades conquistaron Marrakech y sometieron a las autoridades
almorávides.
En Al-Ándalus, las victoriosas campañas de Alfonso I “el Batallador” y las exitosas maniobras
políticas de Alfonso VII de Castilla reflejaban que el poder almorávide se erosionaba
progresivamente, por lo que en las taifas comenzaron movimientos independentistas frente al
poder almorávide y llevaron al caudillo almohade a considerar la invasión peninsular.
Los andalusíes se encontraban divididos entre los que aborrecían la dominación africana y
preferían convertirse en vasallos de Alfonso VII de Castilla; y quienes, alarmados ante el avance
cristiano, preferían estrechar lazos con el mundo islámico.
En el año 1150, el califa almohade logró reunir en Salé a varios jefes andalusíes con el objetivo
de asegurar el paso del Estrecho y, unidos, arremeter contra los cristianos. Se enfrentaron en
los cristianos en la Batalla de Alarcos (1195) victoria almohade. Aprovecharon las tensiones
internas entre los reinos cristianos para llegar a conquistar Plasencia o Trujillo, que quedaron
arrasadas.
Sin embargo, los califas almohades eran conscientes de que el centro neurálgico de su Imperio
no era la península, sino el Magreb y, por ello, tendían siempre a replegar sus tropas al otro
lado del Estrecho; y no se equivocaban, puesto que pocos años después, estallaba una nueva
revuelta bereber en el N de África, los más vehementes enemigos de los que creían en la
Unidad de Alá y que, aún resistían en Mallorca. Precisamente el primer golpe almohade contra
sus feroces rivales se dirigió contra las Islas Baleares, para aplastar a continuación a los
rebeldes norteafricanos.
La grave derrota contra los cristianos en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) significó el
principio del fin del poder almohade: habían vuelto a resurgir los poderes tribales que
basculaban entre la pugna por hacerse con el poder y, simplemente, recuperar su autonomía
para consolidar su posición local. Para evitar el caos, era necesario sostener el trono almohade,
pero para fortalecer esa autonomía les era preciso mantener en dicho trono a personajes
débiles y controlables como el ya anciano califa al-Wahid. Se produjeron revueltas en
Marrakech por la sucesión califal, surgió una facción que defendía la subida al trono del hayib
murciano al-Adil. Al igual que ocurrió con los almorávides, eran conscientes de que África era
58
la clave para mantener la estructura imperial, las tropas peninsulares almohades cruzarían el
Estrecho en dirección a la capital califal.
Esta situación aprovechada por líderes andalusíes para constituir de nuevo estados soberanos
e independientes terceros reinos de taifas (1212-1238/1240). Las conquistas cristianas se
fueron sucediendo y lograron reducir los dominios islámicos hacia un pequeño reducto
peninsular poco más extenso de Granada y las ciudades “colindantes” (Málaga, Almería,
Marbella…)
El Reino de Granada fue el último estado islámico de la Península Ibérica, fundado por
Muhammad ibn Nasr “el Rojo” (1232-1273) tras un conflicto con los Ibn Hud en la taifa de
Murcia, logrando constituir un poderoso señorío en la región de Jaén, desde donde sus tropas
tomaron la ciudad de Granada en 1237 y en sus proximidades mandó construir el palacio de la
Alhambra. Se coronó sultán de Granada con el nombre de Muhammad I.
Las razones por las que este pequeño reino fue tan duradero fueron la gran capacidad
diplomática de los emires para dirimir los conflictos con los monarcas cristianos y acoger a
muchos fugitivos en los primeros años, y una gran población que abasteció su economía y
atractivo con una rica agricultura, numerosas artesanías y un comercio exterior que animaba
los puertos granadinos y almerienses.
A Muhammad I le sigue Muhammad II (1273-1302), las políticas llevadas a cabo por este emir
se pueden caracterizar por tres rasgos: la pacificación del reino, la alianza con los benimerines
(que formaron un poderoso imperio en el N de África) y el recrudecimiento de la guerra contra
Castilla centrada principalmente en la posesión de Gibraltar, dando un cariz internacional al
conflicto, heredado por Muhammad III (1302-1309) que vio su momento más difícil en 1308
cuando Castilla decide emprender una cruzada contra Granada.
59
Época de pequeños desequilibrios: de Nasr a Muhammad IV
La cruzada no triunfó y el prestigio del emir se vio resentido, lo que provocó un año después el
destronamiento de Muhammad III y la encumbración de Nasr (1309-1314). El reinado de este
no fue nada fácil en el ámbito interno, pues un primo del emir, Ismail I (1314-1325) logra
ocupar la Alhambra y proclamarse soberano, mandando a Nasr al exilio a pesar de la ayuda
que había recibido de Castilla. En 1325 accede al trono Muhammad IV (1325-1333) tiempo que
pasó con distintos ataques a sus fronteras, pero sin mayores consecuencias.
El siguiente emir fue Muhammad V (1354-1391), que pese a sufrir breves interrupciones, fue el
más longevo de los nazaríes, caracterizado por las relaciones de amistad-odio con Castilla.
Algunos ejemplos del vasallaje militar al que estaba obligado Granada fue la implicación en la
guerra de los Dos Pedros donde se encontraron a los castellanos batallando contra los
castellano-aragoneses. Asimismo, cabe destacar la ayuda granadina prestada a Pedro I “El
cruel” contra su hermano Enrique de Trastámara.
Con el fin de la guerra civil castellana hacia 1480 y el definitivo asentamiento de Isabel I “la
Católica” en el trono, se daban por primera vez en Castilla las condiciones necesarias para
realizar la conquista total de Granada, que se veían favorecidas por la crisis política y
económica en el reino nazarí. Las guerras civiles granadinas eran causadas por las luchas
internas entre dos facciones del poder nazarí: los partidarios del emir Mulay Hasan (1464-
1482) y de su hermano Zaġall (1485-1486), y los partidarios del hijo del emir, Muhammad XII
Boabdil (1486-1492). Este último fue capturado por los castellanos, firmó con Fernando II de
Aragón “el Católico” una tregua que confirmaba su vasallaje, al que posteriormente se unirían
otros pactos. A partir de 1484, los Reyes Católicos llevaron a cabo una larga y tenaz serie de
60
asedios en lo que se denominó la Guerra de Granada, utilizando la novedosa artillería que
condujo a la toma progresiva de las plazas granadinas una tras otra.
Sobre el solitario reino granadino se abalanzaron las tropas de las coronas de Castilla y Aragón
en la culminación del viejo sueño de la Reconquista. La toma cristiana de Málaga (1487) y la
pérdida del territorio oriental en 1489 dejan a los musulmanes en una grave situación. En
1491, se dispuso el cerco de Granada y la construcción del campamento de Santa Fe, desde el
que los Reyes Católicos y sus generales dirigen las operaciones de asedio. El tiempo y la actitud
pactista de Boabdil influyeron a favor de Castilla, aceptando irremediablemente la capitulación
de Granada el 2 de enero de 1492 fin del reino nazarí y desaparición definitiva de Al-
Ándalus.
Durante este período surgen nuevas clases sociales, especialmente destacable la burguesía.
Los burgueses no son nobles, sino gente sin privilegios dentro de la sociedad medieval pero
que, gracias a sus profesiones siendo artesanos, herreros y demás trabajan a sueldo por sí
mismos, sin servir a ningún señor feudal y teniendo cierta capacidad adquisitiva.
Durante la Baja Edad Media los principales conflictos que se pueden observar son la
Reconquista, realizada por varios reinos ibéricos para ir “recuperando” los territorios sureños
gobernados por el Califato Omeya y sus sucesores, además de la Guerra de los Cien Años.
61
El Reino de León hasta su incorporación a Castilla
Alfonso V (999-1028)
Hijo de Bermudo II y Elvira García, al heredar el trono con 5 años, tuvo un periodo de regencia
dirigido por su madre y el conde gallego Menendo González, quien se erigió como su vicario.
Se casó en primeras nupcias en el año 1013 con Elvira Menéndez (hija de Menendo González),
con quien tuvo un hijo y una hija: Bermudo (su heredero, futuro Bermudo III) y Sancha de León
(futura esposa del futuro rey Fernando I). Sin embargo, Elvira falleció a finales del 1022 y por
ello contrajo matrimonio al año siguiente en segundas nupcias con Urraca Garcés, hija del
monarca pamplonés García Sánchez II.
Alfonso reforzó el dominio leonés y arrebató tierras occidentales a Castilla en 1017 después de
la muerte del rebelde conde castellano Sancho. Buscó reorganizar la administración y crear un
marco jurídico nuevo a través del Fuero de León, un conjunto de preceptos decretados en
1017 en una reunión de la curia regia. Durante sus veinte años de reinado, Alfonso se dedicó a
reconstruir y reorganizar el reino dañado por las campañas de Almanzor y su hijo, y
reconstruyó la ciudad de León. Sin embargo, su fallecimiento desencadenó un nuevo periodo
de turbulencias impulsado por el reino vecino de Navarra.
Murió de un flechazo en el año 1028 durante una campaña militar en Viseu (Portugal).
Fue hijo y sucesor de Alfonso V, al heredar el trono muy tempranamente, tuvo un periodo de
regencia dirigida por la ya viuda Urraca Garcés, apoyando al grupo nobiliario partidario de su
hermano, el rey pamplonés Sancho III “el Mayor”; política que era del desagrado de los condes
castellanos, por lo que buscaron un acercamiento a Bermudo para contrarrestar la influencia
creciente del rey pamplonés y promovieron en 1028 el matrimonio del conde castellano García
Sánchez con Sancha, hermana de Bermudo III. Sin embargo, miembros de la familia Vela 26
asesinan al conde, que además no tenía descendencia. Por lo que el reino pamplonés de
Sancho III decidió reclamar sus dominios sobre Castilla por su matrimonio con Muniadona
(hermana de García Sánchez) nombrándolo conde castellano a su hijo Fernando (futuro
Fernando I) y casándolo con la hermana de Bermudo III.
Quizás como parte del acuerdo con Pamplona, Bermudo III se casó en 1035 con Jimena
Sánchez, hija de Sancho III “el Mayor” de Pamplona, aunque el único hijo que tuvieron murió a
los pocos días de nacer. Por lo que fue el último rey leonés de la dinastía asturleonesa.
Sin embargo, la paz no duró. Sancho III murió en 1035 y las tensiones entre Bermudo III y el
conde castellano Fernando (hijo de Sancho III) se reavivaron hasta el punto de que dos años
después estalló una guerra civil entre ambos Batalla de Tamarón en 1037.
Bermudo murió en la batalla y la victoria de las tropas fernandinas se hizo evidente. El trono
leonés pasó a su hermana Sancha, que cedió sus derechos a Fernando por ser su marido, el
cual subió al trono ya no como conde de Castilla, sino como Fernando I “el Grande” de León.
26
Familia Vela: poderoso linaje feudal que se estableció en Álava bajo el permiso de Carlomagno. Tuvo su origen en
el conde Vela Jiménez, enemigo del conde castellano Fernán González por haber desterrado a sus familiares de sus
tierras alavesas, por ello sus descendientes se vengaron para recobrar sus dominios y dos siglos después asesinaron
en León a García Sánchez, último descendiente de Fernán González.
62
Fue conde de Castilla desde 1029 y rey de León desde el año 1037 hasta su muerte, siendo
ungido como tal en 1038.
Era hijo del matrimonio entre el rey pamplonés Sancho III “el Mayor” y Muniadona, hermana
del anterior conde de Castilla, García Sánchez. En 1029 fue designado conde castellano por su
padre, aunque no ejerció el gobierno efectivo hasta su muerte en 1035. Posteriormente se
convirtió en el rey de León por su matrimonio con Sancha de León, hermana de Bermudo III,
contra el que se levantó en armas y acabó venciendo a su ejército y darle muerte sin dejar
descendencia en la batalla de Tamarón, acabando así con el extensísimo linaje real del mítico
Don Pelayo e instaurando a la dinastía Jimena en el trono leonés. Fruto de su matrimonio con
Sancha, tuvo varios hijos: Sancho (futuro Sancho II, rey de Castilla), Alfonso (futuro Alfonso VI,
rey de León y posteriormente de Castilla), García (quien se proclamará rey de Galicia, pero bajo
subordinación al futuro rey castellano), Urraca y Elvira (damas de la alta aristocracia).
También incentivó una enérgica actividad de Reconquista contra los musulmanes, tomando las
plazas de Lamego (1057), Viseu (1058) y Coímbra (1064). Además, sometió a varios de los
reinos de taifas al pago de parias al reino leonés.
Finalmente, Fernando I falleció en 1065 durante la célebre fiesta de San Juan Evangelista. A su
muerte, en vez de respetar el derecho visigodo y leonés que impedía dividir las posesiones
reales entre los herederos, siguió los principios jurídicos navarros de considerar al reino como
un patrimonio familiar, lo que significó una gran competencia por el trono entre sus herederos
guerra civil entre sus hijos, que concluyeron con la reunificación del territorio por parte de
Alfonso VI.
Así quedaban configurados el reino de León y los nuevos reinos de Castilla y Galicia a la muerte
de Fernando I.
Alfonso VI (1065-1072)
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Hijo del rey Fernando I y de su esposa Sancha de León, Alfonso era un infante leonés con
sangre navarra y castellana, pues también era nieto del rey pamplonés Sancho III “el Mayor” y
su esposa Muniadona.
Fernando I convocó una Curia Regia para dar a conocer sus disposiciones testamentarias, en
las cuales decidió repartir su patrimonio entre sus hijos con el fin de evitar que surgieran
discordias después de su muerte:
Tras su coronación en León en enero de 1066, Alfonso tuvo conflictos con la ambición
expansionista de su hermano Sancho quien, como primogénito, se consideraba a sí mismo el
heredero legítimo de todos los reinos de su padre. Los conflictos se inician cuando fallece la
reina Sancha en noviembre de 1067, se produce una gran guerra entre los tres hermanos:
Batalla de Llantada (1068), entre las tropas alfonsinas y las de Sancho II de Castilla
victoria castellana, aunque ambos hermanos pactan invadir Galicia y arrebatarle el
trono gallego al otro hermano, García. Las tropas castellanas invaden el territorio
gallego en 1071 y Sancho apresa a su hermano García en Burgos, aunque acaba
exiliándose a Sevilla.
Desde la Toledo musulmana, Alfonso logra el apoyo de su hermana Urraca y la nobleza leonesa
que se hacen fuertes en la ciudad de Zamora. Las tropas castellanas asedian Zamora en 1072,
Sancho quería acabar de una vez por todas con el reino de su hermano, pero acaba muriendo
durante el combate. Al no tener descendencia, Alfonso se permite volver a León sin oposición
y reclama el trono de Castilla y Galicia.
La muerte de Sancho también fue aprovechada por García para recuperar su propio trono,
pero al año siguiente, en febrero de 1073, fue llamado por Alfonso a una reunión y éste le
engañó. Apresó y encarceló a su hermano de por vida en el castillo de Luna, donde fallecería
en 1090. Alfonso pasa a tener en sus manos un gran dominio territorial: Galicia y Castilla se
incorporan al reino de León.
En las siguientes décadas, el monarca afianzó su reinado bajo una gran nobleza castellana y
leonesa en el que se encontraba, entre otros, Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador, que
años atrás era el hombre de máxima confianza y portaestandarte de Sancho II de Castilla); y
dedicó su siguientes décadas a conquistar territorio a los musulmanes y a los navarros.
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reino navarro. Tras llegar a un acuerdo, Sancho Ramírez es reconocido como rey de Navarra y
Alfonso se anexiona los territorios de Álava, Vizcaya, parte de Guipúzcoa, La Rioja y La Bureba.
tras ello, se corona así mismo en 1077 como Imperator totius Hispaniae (“Emperador de
toda España”).
Su mayor gesta fue la toma cristiana de Toledo en 1085, recuperando la vieja capital visigoda.
Lo que obligó a reaccionar a los almorávides tomando posiciones estratégicas al S batallas
de Sagrajas (1086), Consuegra (1097) y Uclés (1108). En ambas las tropas leonesas sufrieron
reveses y Alfonso VI fue derrotado. Los almorávides avanzaron posiciones en Valencia,
En la batalla de Uclés muere su único hijo varón, Sancho Alfónsez. Recayendo la herencia del
reino en Urraca, la única hija que sobrevivió de su segundo matrimonio con Constanza de
Borgoña27.
Alfonso VI murió en 1109 en Toledo durante una campaña militar contra los almorávides por
defender la ciudad e intentar proclamar reina heredera a su hija Urraca.
El gran dominio leonés sobre el NOE peninsular que dejó Alfonso VI a sus descendientes.
Urraca I (1109-1126)
Su reinado fue accidentado y de muchas dificultades, aunque en el arte y la cultura supone una
continuidad de la hegemónica época cultural de Fernando “el Grande” y Alfonso VI (ej: el cáliz
ofrecido por ella a San Isidoro de León).
Su matrimonio con Alfonso I “el Batallador” fracasó por sus graves desavenencias:
El rey se sentía legítimo de reinar en León en defensa de la propiedad del reino por
Urraca, pero ésta no quería ceder su poder.
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La victoria se la llevó el bando de Alfonso I.
La mayor parte de las ciudades y los nobles castellanos apoyaron a Alfonso I de Navarra y
Aragón, mientras que en León había mayores partidarios de Urraca. En el S de Galicia se está
gestando el futuro condado portugalés en manos de Enrique de Borgoña, lo que en un futuro
dará lugar al núcleo político de Portugal.
Llamando Alfonso Raimúndez, al ser hijo del matrimonio previo entre Raimundo de Borgoña y
de Urraca; se educó en Galicia (tradición visigoda), donde se encontraba la corte que rodeaba
al monarca, cuyos personajes más destacados fueron Diego Gelmírez (el arzobispo de Santiago
de Compostela) y el conde de Traba.
A la muerte de Urraca en el 1126 fue proclamado rey en León frente a su padrastro Alfonso I
de Navarra y Aragón, con quien se reunió con él en 1127 con tal de negociar la paz con él en la
Paz de Támara. Sin embargo, tras la muerte del segundo en 1154, Alfonso VII aprovecha para
adjudicarse la soberanía navarra y fue coronado Imperator Hispaniarum (“Emperador de la
Hispanidad”).
Entre finales de 1127 y principios de 1128, contrajo su primer matrimonio con Berenguela de
Barcelona (hija del conde Ramón Berenguer III). Fruto de este matrimonio tuvo 7 hijos, aunque
3 de ellos (Alfonso, García y Ramón) murieron tempranamente; los que sobrevivieron fueron
dos varones: Sancho (heredero del trono castellano como Sancho III de Castilla) y Fernando
(heredero del trono leonés como Fernando II de León); y dos mujeres: Constanza de Castilla
(futura esposa de Luis VII de Francia) y Sancha de Castilla (futura esposa de Sancho IV de
Pamplona). Tuvo otros 2 matrimonios más y una relación extramarital, con el que tuvo más
hijas.
Tras la muerte del monarca pamplonés García Ramírez, en el 1151 se desarrolla el Tratado de
Tudillén entre Alfonso VII y Ramón Berenguer IV: reparto de áreas de influencia y conquista
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ante la previsión de que una vez Valencia y Murcia cayesen, quedasen para Aragón en vasallaje
del rey leonés.
Fernando II (1158-1188)
Contrajo matrimonio en primeras nupcias en 1165 con Urraca de Portugal, hija del rey
portugués Alfonso Henríquez y Mafalda de Saboya. Fruto de este matrimonio nació su
heredero Alfonso (futuro Alfonso IX) pese a que el Papa Alejandro III anuló el enlace
matrimonial por las relaciones de consanguineidad al ser primos segundos.
Su hermano Sancho falleció pronto y en Castilla se desató un grave conflicto entre la Casa de
Lara28 y la Casa de Castro29 durante la regencia de su hijo Alfonso III de Castilla.
Hacia 1168 los portugueses bajo Alfonso I arrebataron varios territorios a la corona leonesa.
Fernando II repobló Ciudad Rodrigo, y el soberano de Portugal, sospechando que su yerno la
fortificaba con el propósito de atacarle en el futuro, envió contra la ciudad un ejército
mandado por su hijo y heredero, el infante Sancho de Portugal Portugal invade Galicia y
posteriormente ataca Cáceres y Badajoz en 1169. Con ayuda de las taifas musulmanas de la
región, las tropas leonesas sitian a los portugueses en Badajoz y persiguiendo a Alfonso I,
logran capturarlo y pactar con su corte la devolución de territorios a cambio de su libertad.
28
Casa de Lara: linaje de la nobleza española originario del Reino de Castilla medieval, que tiene su origen en los
condes castellanos a cargo de los territorios del pueblo burgalés de Lara de los Infantes. Dos de sus ramas, ambas
de la casa de Manrique de Lara, tenían el rango de “Grandes de España”: los duques de Nájera y los marqueses de
Aguilar de Campo.
29
Casa de Castro: linaje noble español también originario de la corona de Castilla, cuyo origen se encuentra
probablemente en la villa de Castrojeriz, aunque también estuvo profundamente arraigado en los familiares del rey
de Galicia.
67
Posteriormente en 1173 los musulmanes intentaron atacar varias plazas leonesas pero las
tropas de Fernando I salieron victoriosas.
Fernando II falleció en Benavente en el 1188. El reino queda en manos de su único hijo con
Urraca de Portugal, Alfonso.
Alfonso IX (1188-1230)
Tuvo dificultades para hacerse con el poder debido a las intrigas de su madrastra Urraca López
de Haro, que aspiraba a entronizar a su propio hijo, el infante Sancho. A lo largo de su reinado
tuvo numerosos conflictos y tensiones con su primo Alfonso VIII de Castilla. Debido a estos,
estuvo ausente en la batalla de Las Navas de Tolosa, pese a lo cual realizó una gran actividad
de reconquista, recuperando para la cristiandad las ciudades de Alcántara (1214), Valencia de
Alcántara (1221), Cáceres (1229), Mérida, Badajoz y Elvas (1230), y en general toda la mitad OE
de la actual Extremadura. Se derrumba el imperio almohade.
Las tropas portuguesas de Sancho I penetraron al OE en territorio leonés con el mismo objeto
que Castilla: apoderarse de las tierras del reino de León. Así, el reino se vio cercado entre dos
frentes que amenazaban con su destrucción. Alfonso IX, viendo la situación, se dio cuenta del
grave peligro que corría su Reino. Para encontrar una solución, utilizó la diplomacia y buscó el
apoyo de Portugal. Se entrevistó con Sancho I de Portugal y concertó en 1191 en la ciudad de
Guimarães (Portugal) el matrimonio con la hija del rey, la infanta Teresa, con quien tuvo a dos
hijas: las infantas Dulce y Sancha. El matrimonio que fue anulado por el papa Celestino III por
relaciones de consanguinidad e incluso adjudicó a los monarcas portugués y leonés el castigo
de excomunión por cometer incesto.
Por lo que en 1197 se casó en segundas nupcias en Valladolid con Berenguela de Castilla, hija
de Alfonso III de Castilla, con quien tuvo al infante Fernando (futuro Fernando III de Castilla).
Tras anularse también este matrimonio, Berenguela se llevó a su hijo a su tierra natal y logró
convertirlo en rey de Castilla a la muerte de Enrique I en 1217. Debido a ello, Alfonso IX y su
hijo Fernando se distanciaron y, al parecer, la animadversión de Alfonso hacia los castellanos le
llevó a dejar el reino en manos de Sancha y Dulce, como herederas de la autonomía leonesa,
así aseguraba evitar que el reino cayese de nuevo en manos castellanas.
Aprovechando esta situación, tanto Portugal como Castilla y Aragón atacaron a los leoneses:
los portugueses tomaron Tuy y Pontevedra al OE mientras que los castellanos y aragoneses
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penetraron por el S para atacar Benavente. Los leoneses lograron proteger las ciudades, y con
ayuda de los musulmanes, Alfonso IX envió tropas contra Castilla en 1195, logrando llegar
hasta Carrión acuerdo con Alfonso VIII de Castilla en la Paz de Tordehumos (1195).
Más tarde, el rey castellano pidió ayuda a Alfonso IX en su lucha contra los almohades, pero sin
contemplar la devolución de las plazas leonesas que aún retenía en su poder, por lo que el
monarca leonés le negó la ayuda de tropas derrota cristiana en la Batalla de Alarcos (1195).
Los castellanos, ante el temor de que Alfonso IX invadiera sus territorios mientras ellos
luchaban contra los almohades y pidieron ayuda al nuevo Papa, Inocencio III. Éste decretó una
amenaza de excomunión a aquellos que atacasen a Castilla mientras luchaban contra los
musulmanes. Alfonso IX estaba deseando participar en la nueva batalla contra los almohades,
a los que se sumaron los navarros, aragoneses, franceses y ejércitos de otros países europeos;
pero con la condición de recuperar los territorios perdidos bajo soberanía castellana, algo que
nunca se dio. Por lo que, si bien permitió que sus vasallos participasen en la batalla, el Reino de
León nunca ofreció una ayuda formal victoria decisiva cristiana en la Batalla de las Navas de
Tolosa (1212).
Aprovechó para repoblar varias ciudades como Mellid, Monforte de Lemos y Villanueva de
Sarria en Galicia, Llanes y Tineo en Asturias y Villalpando en León. En 1216 fundó el Studium
Generale (Estudio General) de Salamanca, que se convertiría décadas después en la prestigiosa
Universidad de Salamanca.
La temprana muerte del infante Fernando, hijo de Alfonso IX con la reina Teresa, trastocó los
planes del monarca leonés. Alfonso IX, que se había casado dos veces, tuvo dos hijos varones.
Muerto el primero, quedaba otro, llamado también Fernando, que había tenido con la reina
Berenguela. Su nombramiento como rey de Castilla (con el nombre de Fernando III) cambió las
cosas de nuevo. Alfonso IX pensó en sus hijas, las infantas Sancha y Dulce, habidas de su
primer matrimonio con la reina Teresa, para depositar a sus hijas Sancha y Dulce los derechos
del reino. Sin embargo, Fernando reclamó el trono de León por sus antepasados familiares y el
Papa le nombró su heredero.
A la muerte de Alfonso IX en 1230, sus hijas Infanta y Dulce se presentaron como soberanas en
Zamora mientras que su hijo Fernando III de Castilla lo hizo en la ciudad de Toro. Se celebró la
Concordia de Benavente (11 de diciembre de 1230), donde Fernando pactó ceder una
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cuantiosa cantidad de dinero a Dulce y Sancha cambio de que éstas le cediesen el trono,
Fernando III de Castilla se proclama rey la corona leonesa se incorpora al Reino de Castilla,
que con esta anexión territorial pasa a convertirse definitivamente en la Corona de Castilla.
Castilla surgió como entidad política autónoma en el siglo IX bajo la forma de condado vasallo
de León, alcanzando la categoría de “reino” en el siglo XI. Su nombre se debió a la gran
cantidad de castillos que había en la zona.
El condado de Castilla experimenta una gran expansión con el conde Rodrigo, que se dirige
hacia el S y logra adueñarse de tierras en la Rioja a costa de los musulmanes, y posteriormente
se anexiona Álava tras sofocar una rebelión nobiliaria. En el año 931, el condado de Castilla se
unifica con el conde Fernán González, haciendo de sus dominios un condado hereditario a
espaldas de los reyes de León.
En el 1028, el rey pamplonés Sancho III “El Mayor” adquiere el condado de Castilla tras la
muerte del conde García Sánchez, que estaba casado con su hermana. Como herencia, en 1035
deja un mermado condado de Castilla a su hijo Fernando, que se hizo con el trono leonés al
derrocar a Bermudo III. Fruto de su matrimonio con Sancha, tuvo tres hijos: Sancho (futuro
Sancho II, rey de Castilla), Alfonso (futuro Alfonso VI, rey de León y posteriormente de Castilla),
García (quien se proclamará rey de Galicia). Fernando I creó el Reino de Castilla para su hijo
Sancho, que, al morir su padre en 1065, se coronó rey castellano con el nombre de Sancho II
de Castilla. Así nació el Reino de Castilla.
Hijo varón primogénito del rey Fernando I de León y de su esposa Sancha de León; y hermano
de los monarcas Alfonso VI de León y García de Galicia y de las infantas Elvira de Toro y Urraca
de Zamora, fue el primer rey de Castilla.
Al subir al trono, nombró alférez a Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador) y una de sus
primeras acciones fue renovar el vasallaje del jefe de la taifa de Zaragoza, Al-Muqtadir, para lo
cual puso sitio a la ciudad en 1067, acto que le llevaría en 1068 a participar en la conocida
como Guerra de los tres Sanchos (1065-1067) contra sus primos Sancho Garcés IV de
Pamplona y Sancho Ramírez de Aragón no tuvo un vencedor claro pero Castilla recuperó
parte de los territorios fronterizos con el Reino de Pamplona, que fueron conquistados
previamente por los navarros.
Al fallecer en 1067 la reina Sancha se iniciaron las disputas con su hermano Alfonso VI de León
Batalla de Llantada (1068). Vencieron los castellanos, pero Sancho acordó con su hermano
invadir Galicia a su otro hermano, García. Las tropas de Sancho invadieron Portugal con la
ayuda de Alfonso VI y tras capturar a García en Santarém, lo llevó preso a Burgos hasta que se
escapó hacia la España musulmana. Acaba titulándose junto con Alfonso como “rey de Galicia”
y firman una tregua que duró 3 años.
70
coronado como rey en León, pero en el exilio Alfonso VI logra coordinar una fuerte resistencia
de los nobles leoneses que se magnifica en Zamora. Sancho envía sus tropas a la ciudad con el
propósito de acabar con la rebelión.
Finalmente, muere en 1072 durante la campaña de asedio a Zamora por el ataque que sufrió
por el noble leonés Vellido Dolfos. Castilla vuelve a incorporarse a León bajo el dominio de
Alfonso VI y posteriormente de su descendientes Fernando I, Urraca, Alfonso VII y Fernando II.
Fernando II de León (1157-1188), al inicio de su reinado, decidió pactó con su hermano Sancho
la división del reino ante la amenaza de los musulmanes en el Tratado de Sahagún en 1158.
Ambos firmantes consentían en darse ayuda mutua; si alguno de ellos moría sin descendencia,
su reino sería ocupado por el superviviente; los territorios que en el futuro fueran
conquistados a los musulmanes se repartirían entre ambos, perteneciendo al reino de León
desde Niebla hasta Lisboa, quedando el resto para el reino de Castilla, constituido de nuevo.
Tras este tratado, Sancho se proclama rey de Castilla como Sancho III. Sin embargo, murió muy
temprano y le sucede su hijo Alfonso VIII de Castilla.
Bajo su minoría de edad se produjo una serie de conjuras y enfrentamientos entre las familias
nobles de los Castro y de los Lara por su tutela. A la mayoría de edad, harto de estos
problemas tomó una política independiente casándose en 1170 con Leonor de Plantagenet,
hija de Enrique II de Inglaterra. De su matrimonio nacieron 10 hijos, entre los cuales nació
Enrique, su heredero (futuro Enrique I).
En 1177 conquista Cuenca y se hace con el control del río Júcar (una de las rutas al Levante
español). En el 1179 pacta con Alfonso II de León el Tratado de Cazorla: las modificaciones de
los repartos del Tratado de Tudillén (Valencia pasa a los dominios de Aragón y Murcia a los de
Castilla).
Tras fundar Plasencia en 1186 y con intención de unificar a la nobleza castellana, relanza la
Reconquista, recupera parte de La Rioja que estaba en manos navarras y la reintegra a su
reino. Establece una alianza con todos los reinos peninsulares cristianos (Portugal, León,
Castilla, Pamplona y Aragón) para proseguir ordenadamente conquistando las tierras ocupadas
por los almohades. En el 1188 inviste caballero (reconocimiento de vasallaje) a Alfonso IX en
las Cortes de Carrión origen de la enemistad de Alfonso IX con todo lo castellano, de ahí que
no participase en la batalla de Navas de Tolosa.
Sufrió una terrible derrota militar en la Batalla de Alarcos en 1195, aprovechó para pactar con
los almohades para derrocar a Alfonso IX o disolver sus dominios en 1197 hace las paces
con Alfonso IX, entregándole en matrimonio a su hija Berenguela.
El Papa Inocencio III concede todo los derechos de Cruzada contra los almohades. Se produce
la Batalla de Las Navas de Tolosa en 1211-1212, con el apoyo del resto de reinos cristianos
salvo León (Alfonso IX): decisiva victoria cristiana que supuso el progresivo hundimiento del
poder almohade los reinos cristianos irremediablemente se abren paso al S peninsular
hasta reducir a los musulmanes al futuro reino nazarí de Granada.
71
Enrique I (1214-1217)
El poder castellano quedó en manos de su hijo Enrique I, el hijo de Alfonso VIII y Leonor
Plantagenet. Sin embargo, como menor de edad, el poder quedó un tiempo en manos de
nobles que actuaron como regentes. Su reinado fue muy breve por su temprana muerte.
La primera regente fue su madre Leonor, pero murió a los pocos días, por lo que la regencia
cayó sobre la infanta Berenguela. Fue importunada por los miembros de la Casa de Lara,
familia de la alta nobleza castellana que ya se había destacado por su intervención política
durante la minoría de edad del difunto Alfonso VIII de Castilla, período en el que fue
combatida por la Casa de Castro. Encabezados por el conde Álvaro Núñez de Lara, los
miembros de la Casa de Lara se negaron a apoyar a la infanta Berenguela como regente del
reino y la obligaron a renunciar a la regencia de su hermano para evitar los conflictos del
pasado.
El corto reinado de Enrique I quedó marcado por la lucha entre dos facciones de la nobleza: la
de los Lara y la que respaldaba a Berenguela, compuesta principalmente por las familias Girón,
Téllez, Haro y Cameros. La disputa causó daños en diversas partes del reino, en especial, en la
Tierra de Campos.
La tutela de los Lara en varios territorios estratégicos produjo cierto descontento en la nobleza
castellana y por ello terminaron casándole al rey en 1215 con Mafalda de Portugal, hija de
Sancho I de Portugal. Sin embargo, la anulación del matrimonio impulsó a Álvaro Núñez de
Lara a concertar un nuevo matrimonio al rey, esta vez con Sancha (hija heredera de Alfonso IX
de León), lo que supondría de nuevo la unión de las coronas de Castilla y León.
Hijo del matrimonio entre Berenguela (reina de Castilla) y de Alfonso IX (rey de León), tuvo
ciertos problemas para conseguir la soberanía: la temprana muerte de Enrique I supuso para el
monarca de León una oportunidad para hacerse legítimamente con la soberanía de Castilla, y
con ayuda de Alfonso IX de León, Alvar Núñez de Lara (alférez de Castilla) cercó Valladolid y
varios castillos de sus proximidades; aunque finalmente Berenguela con ayuda de la nobleza y
las tropas fieles al propio Fernando terminaron por ahuyentar a los partidarios de los Lara
fin de las hostilidades entre León y Castilla en el Pacto de Toro en 1218 y consolidación de
Fernando III en la soberanía castellana (ayudó la mediación del papa Honorio III).
En 1219 contrae matrimonio Beatriz de Suabia, hija de Federico II (monarca del Sacro Imperio
Germánico), con quien logró tener una amplia descendencia, entre ellos a su heredero Alfonso
al trono de Castilla. A la muerte de Beatriz, en 1237 se casa con Juana de Ponthieu (hija de una
familia condal francesa emparentada con el monarca Luis VII de Francia) y fruto de este
72
matrimonio dieron a luz, entre otros, a Leonor (que en el futuro se casaría con Eduardo I de
Inglaterra y se convertiría en la monarca consorte del trono británico).
A la muerte de su padre Alfonso IX de León en 1230, Fernando reclamó el trono de León, del
que el papa le había confirmado heredero en 1218, pese a las probables intenciones de
Alfonso de legarlo a Sancha y Dulce, sus hijas de su matrimonio con Teresa de Portugal. Se
zanjó el conflicto con un acuerdo entre las reinas de conceder los derechos del trono leonés a
Fernando III en la Concordia de Benavente en 1230 León vuelve a unirse dinásticamente a
Castilla, a partir de este hecho nace la entidad de la Corona de Castilla.
Durante su reinado se consiguieron varios éxitos militares contra los musulmanes en Andalucía
y Extremadura en el seno del proceso de Reconquista: Alcaudete, Priego, Martos, Jaén,
Andújar y Baeza (1225), Cazorla (1231), Trujillo (1232), Úbeda (1233), Medellín (1234),
Chiclana (1235), Córdoba (1236), Écija (1240), Murcia (1243), Carmona (1246) y finalmente
Sevilla (1248). La caída de Sevilla precipitó la posterior conquista de Andalucía occidental:
Jerez, Medina Sidonia, Vejer, Cádiz, Sanlúcar de Barrameda y Rota acabaron bajo el dominio de
la Corona castellana. Repartió las nuevas tierras conquistadas entre las órdenes militares, la
Iglesia y los nobles, lo que dio lugar a la formación de grandes latifundios.
A la muerte de su padre, Fernando III el Santo, reanudó la ofensiva contra los musulmanes, y
ocupó Jerez (1253), arrasó Salé, el puerto de Rabat (1260) y conquistó Cádiz (1262). En 1264
tuvo que hacer frente a una importante revuelta de los mudéjares de Murcia y del valle del
Guadalquivir.
73
Tras el fracaso de sus dos anteriores matrimonios, en 1249 se casó en terceras nupcias en la
Colegiata de Valladolid con la reina Violante de Aragón, hija del monarca aragonés Jaime I el
Conquistador, con la que tuvo once hijos: entre ellos a Fernando de la Cerda (aspirante al
trono) y Sancho (futuro heredero, Sancho IV). Y como hijo de Beatriz de Suabia, aspiró al trono
del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado
sin obtener éxito alguno.
De sus profundas reformas económicas, destaca en 1273 la fundación del Concejo de la Mesta:
una asociación ibérica de pastores de León y Castilla para otorgándoles importantes
prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio militar y de testificar en los juicios,
derechos de paso y pastoreo. Es considerada una de las agrupaciones corporativas o gremios
más importantes de Europa de la Edad Media y el primer gremio ganadero, aunque existieron
corporaciones locales de ganaderos anteriores en Aragón (Casa de Ganaderos de Zaragoza). A
mediados del siglo se definieron los trazados de las principales cañadas reales.
Como monarca preocupado por la actividad cultural, aparte de escribir cantigas y otras obras
profanas, emprendió numerosas reformas legislativas entre las que destacan: el Fuero Real de
Castilla, el Espéculo y las Siete Partidas, entre las jurídicas; las Tablas alfonsíes, entre las
astronómicas; y entre las de carácter histórico, la Estoria de España y la General estoria, obra
de historia universal. De ahí que se le conozca como “el Sabio”. Además, creó nuevos cargos
como el de adelantado o el de almirante, reflejo de la creciente importancia de la flota
castellana.
El primer acto de Alfonso X contra las potencias musulmanas del S de la península y el Magreb
fue la creación de una base naval de Santa María en el verano de 1260. Las relaciones de
Castilla con Granada fueron en general tirantes, con inestables pactos que daban paso a
conflictos casi continuos. En 1275 los benimerines, que conformaron un importante sultanato 30
musulmán al N de Marruecos, invadieron la península alentados por el soberano nazarí de
Granada. Los magrebíes conquistaron Tarifa y Algeciras y batieron a los castellanos en la
batalla de Écija.
30
Sultanato: territorio bajo la jurisdicción de un sultán, título utilizado en algunos países islámicos equivalente al de
príncipe o gobernador. Pues es un término árabe que significa “el que ejerce el poder”. En su origen fue un modo de
referirse a los jefes militares, generalmente turcos, que ejercían el poder de facto en territorios nominalmente
gobernados por el califa. Más adelante se convirtió en título real (del soberano).
74
Los últimos años de su reinado fueron especialmente sombríos, debido al conflicto sucesorio
provocado por la muerte prematura de su primogénito, Fernando de la Cerda, y la minoría de
edad de sus hijos, lo que desembocó en la rebelión abierta de su hijo el infante Sancho y gran
parte de la nobleza y las ciudades del reino.
Sancho IV (1284-1295)
Reinado de una década, ya que murió relativamente joven. Durante todo su mandato, sufrió
luchas internas por alcanzar el poder. Uno de los personajes que más discordias provocó fue su
hermano el infante Juan y a su causa se unió el noble López Díaz III de Haro, a quien mandó
asesinar y posteriormente ordenó encarcelar a su hermano, aunque lo terminó perdonando.
Destaca su matrimonio en el 1282 (año del intento de sublevación contra su padre) con una
importante dama de la nobleza castellana emparentada con la casa real: María Alfonso de
Meneses (María de Molina)31 importante figura de la política castellana de la época.
Posteriormente se coronó como monarca en Toledo en 1284 tras la muerte de su padre.
Obviamente contrajo matrimonio sin la dispensa papal de consanguineidad ni la bendición de
su padre con quien ya mantenía duras relaciones, por lo que su reinado tuvo varios problemas
de legitimidad.
Cuando Jaime II subió al trono de Aragón en 1291, hubo un acercamiento con Sancho IV
plasmado en el Tratado de Monteagudo. Por otra parte, Sancho IV fue tutor y gran amigo del
infante Juan Manuel (reputado escritor de la época e importante noble castellano, hijo del
infante Manuel, uno de los hijos de Fernando III de Castilla).
Su mayor conflicto fue la llamada “Batalla del Estrecho”, un conjunto de grandes luchas entre
las tropas castellanas y el imperio africano de los Benimerines por el control del estrecho de
Gibraltar supuso la apertura a la navegación para los cristianos y el acceso de Castilla al
Océano Atlántico. La conquista de la punta de Tarifa por las tropas de Sancho IV tuvo lugar en
el 1292. Los Benimerines capturaron a su hijo mayor en 1294 y amenazaron con matarlo si no
rendía la plata y el territorio de Tarifa, Sancho en un acto de gran valentía en la época concedió
31
María de Molina: era la hija del infante Alfonso de Molina (hijo de Alfonso IX de León) y Mayor Alfonso de
Meneses. También era nieta del rey Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla.
75
el puñal desde el otro lado del muro a los musulmanes para que matasen a su hijo antes que
conceder el territorio conquistado.
Fernando IV (1295-1312)
El hijo menor de Sancho IV, heredó el trono tras la pronta muerte de su padre. Durante los
primeros 6 años gobernó bajo regencia de su madre (y también matrimonio legitimado por el
Papado) María de Molina por su minoría de edad. En el 1301 es declarado mayoría de edad y
toma el poder, el Papado legitima los hijos que tuviese con su primer matrimonio: con
Constanza de Portugal, hija del rey Dionisio I de Portugal, y fruto de ese matrimonio nacieron
tres hijos: las infantas Leonor (se casó con Alfonso IV de Aragón) y Constanza de Castilla
(falleció tempranamente) y su infante Alfonso, su heredero.
Durante su reinado caótico, los aragoneses invadieron Castilla mientras que un sector de la
nobleza abandonó a Fernando y su madre y el otro sector aprovechó para poner como rey al
infante Juan, hermano de Sancho IV. Su madre se apoyó inteligentemente en el pueblo bajo las
“hermandades” y éstos en conjunto defendieron la soberanía del hijo de Sancho, salvando a su
vez el reino en 1304 llega la paz con Aragón en la Sentencia arbitral de Tarazona. Alfonso de
La Cerda renuncia a sus derechos dinásticos y se reunifica la frontera castellano-aragonesa en
interés de los aragoneses a modo de recompensa (Murcia y el reino de Valencia se incorporan
a la soberanía del monarca de Aragón).
A la muerte de su padre, hereda la corona con sólo 1 año de castilla. Por tanto, tiene lugar una
larga regencia de su madre María de Molina (reina de Castilla unas 3 veces).
A la muerte de María de Molina en 1321, la regencia quedó bajo el noble y famoso escritor
castellano de la época Juan Manuel, quien por su gran ambición personal casó a su hija con
Alfonso XI, aunque el matrimonio fracasó. La unión matrimonial “exitosa” la tuvo con María de
Portugal (hija de Alfonso IV de Portugal) por motivos políticos, con quien tuvo a su hijo y futuro
rey el infante Pedro, aunque su amante y mujer favorita fue Leonor de Guzmán, con quien
estuvo la mayoría de su tiempo y con quien también tuvo hijos.
Debido a la escasez del habla en latín de la población castellana, fue pionero frente al
Renacimiento en instaurar un proyecto de traducción de las obras literarias y tratados
científicos hebreos, griegos y árabes al idioma español.
76
En el 1333 sufre una dura derrota en Gibraltar con una contraofensiva de los Benimerines,
aunque sus tropas se resarcen en 1340 en la Batalla del río Salado sitiaron y asediaron
Algeciras hasta que la tomaron en 1344 y posteriormente Gibraltar en 1350.
Sin embargo, su reinado como en toda Europa sufre las grandes consecuencias de la peste
negra a partir del 1347-1348, una grave epidemia que llegó a través de las condiciones
higiénicas de los barcos comerciales. Alfonso XI termina falleciendo en 1350 infectado de la
peste negra.
Hijo de María de Portugal y Alfonso XI. Su madre influyó mucho en su reinado: le inculcó el
rencor hacia sus hermanos de parte de Leonor de Guzmán, la amante de su padre y,
posteriormente ésta fue encarcelada y más tarde murió en extrañas circunstancias (quizás
envenenada).
En 1351 se casó con Blanca de Borbón (dama de por aquel entonces una rama menor de la
dinastía real), y posteriormente la abandona por su amante María de Padilla, que sí pertenecía
a la familia nobiliaria castellana. Durante su reinado de hecho, se construyeron los llamados
“baños de María de Padilla” en los Reales Alcázares de Sevilla.
En 1353 sufre la rebelión de Enrique de Trastámara, hermanastro de Pedro I, pues era hijo del
matrimonio entre su padre y Leonor de Guzmán. Se alzó rebelde contra Pedro I y se apoyó en
un sector de la nobleza que lo siguió y se sublevó también contra su soberanía. Enrique huye a
Aragón temiendo por su vida y desde allí comanda la sublevación, terminando en un conflicto
entre Castilla y Aragón en la Guerra de los dos Pedros en 1356 (ya que el monarca de Aragón
en aquel momento era Pedro IV) tras la usurpación de un barco castellano por un pirata
catalán bajo el mandato del monarca aragonés.
El canciller y noble Pero López de Ayala fue el cronista de Pedro I y su sucesor Enrique, al
principio como partidario del monarca legítimo de Castilla y posteriormente pasándose al
bando de Enrique de Trastámara, escribe las crónicas reales en las que da a conocer toda esta
historia aunque ocultando diversos detalles fruto de la propaganda del bando vencedor y
enemistado con el monarca, nace una mala leyenda hacia Pedro I, hasta el punto de que se le
dio a conocer históricamente como “el Cruel”.
Al principio Castilla como la potencia terrestre y marítima más fuerte de la península, toma la
ventaja militar y logra sucesivas conquistas, así como por mar sus barcos logran asediar
Barcelona. El conflicto escaló internacionalmente, pasando a formar un “conflicto secundario”
de la Guerra de los Cien Años (1337-1453):
Francia ofreció apoyo a Aragón y a los enriquistas (tropas dirigidas por el comandante
Bertrand de Guesclin).
Sin embargo, los pactos enormes con los ingleses no se pudieron cumplir y los ingleses se
retiraron. La retirada británica favoreció de nuevo la invasión francesa. El bando de Enrique de
Trastámara, apoyado por los franceses, vencen en la Batalla de Montiel en 1369 a los
castellanos y en las negociaciones de paz, pese a caer en un intento de emboscada de los
nobles castellanos y su monarca, él y los acompañantes de su corte se impusieron físicamente
en una pelea y Enrique terminó matando a Pedro I.
77
De esta manera, se pone fin a la Casa de Borgoña en Castilla. Comienza el reinado de la Casa
de Trastámara.
Hijo de Alfonso XI y hermanastro de Pedro I, a quien derrocó. Recordamos que, durante aún el
reinado de su hermanastro, Enrique y sus hermanos protagonizaron numerosas rebeliones.
Además, para afianzar su posición y conseguir aliados, Enrique contrajo matrimonio con Juana
Manuel, hija del poderosísimo noble y escritor Juan Manuel y, por tanto, descendiente legítima
de Alfonso X). Con apoyo de Carlos V de Francia, derrotó y asesinó a Pedro I en la Batalla de
Montiel de 1369 acabando con la hegemonía de la Casa de Borgoña, y más tarde torturó y
acabó con la vida de uno de sus nobles de mayor confianza, Martín López de Córdoba.
Enrique fue proclamado rey en Calahorra (1366), pero a cambio tuvo que conceder a sus
aliados títulos y riquezas sin medida, como pago por la ayuda recibida, de ahí que se le
apodase como “el de las Mercedes” la deuda a pagar provocó una grave crisis económica.
En política interior, inició la reconstrucción del reino, protegió a los judíos tras haberlos
perseguido en la guerra civil, aceleró la transformación de la administración real y convocó
numerosas Cortes. Asimismo, incorporó definitivamente al patrimonio real el señorío de
Vizcaya tras la muerte de su hermano Tello de Castilla.
Las grandes mercedes que otorgó a sus aliados, como la reducción del realengo (tierras
administradas por el rey como condición de “señor”) creando muchos señoríos, villas y aldeas
nuevas concedidas a los nobles franceses que le ayudaron a subir al trono, produjo una grave
crisis económicas que derivó en inflación. La inflación dio lugar a numerosas hambrunas, para
intentar apalear la crisis y pagar el servicio de las Compañías Blancas32 procedió a la devaluar
1/3 de la moneda, sin embargo, hizo perder en el resto de los reinos la confianza en el dinero
castellano, y suben más los precios se produce una hiperinflación.
En política exterior, tuvo que derrotar en las Guerras Fernandinas (1369-1382) a Fernando I de
Portugal, y después al aspirante al trono castellano Juan de Gante (I duque de Lancaster e hijo
32
Compañías Blancas: ejército medieval de mercenarios independientes a cualquier gobierno o señorío, que
Enrique financió para derrocar a Pedro I.
78
de Eduardo III de Inglaterra), casado con la infanta Constanza de Castilla (hija de Pedro I) la
consolidación de los Trastámara y la paz Ibérica:
Leonor (hija de Pedro IV) se casa con el infante Juan (el hijo de Enrique II, el
futuro Juan I de Castilla).
El juego de las alianzas de Castilla en la Guerra de los Cien Años toma un viraje completo con la
llegada de los Trastámara, los castellanos se alían con Francia victoria en la batalla naval de
La Rochelle (1372). Las relaciones diplomáticas con los monarcas de los demás reinos ibéricos
tardaron en consolidarse debido a los apoyos que ofrecieron Navarra y Portugal a Pedro I, que
además ambos apoyaban a Inglaterra.
Juan I (1379-1390)
79
Mantiene la política comercial e internacional de su padre (aliado de Francia) y respecto a la
cuestión del cisma religioso, tras varias asambleas y consultas con otros reinos, en 1380 se
decanta a favor de Clemente VII (papa de Avignon) y se anuncia oficialmente esta decisión en
1381.
Contrajo matrimonio con la hija del monarca Fernando I de Portugal (heredera al trono
portugués) en el intento de anexionar el país a Castilla. Sin embargo, acostumbrados a su
independencia, un gran sector de la nobleza portuguesa liderada por Juan de Avís, hijo
bastardo de Fernando I y maestre de la Orden de Avís33, se rebeló al enlace matrimonial y
encabezó una masiva revuelta popular, derrotando humillantemente a los castellanos en la
batalla de Aljubarrota (1385) y proclamándose rey a Juan de Avís la Casa de Avís asciende al
trono portugués.
Juan I siguió convencido para siempre de que su esposa y él eran los herederos legítimos de la
corona portuguesa, pese a intentarlo de varias maneras no pudo realizarla debido a un
problema bastante mayor: la invasión británica de Castilla a través del territorio gallego, pues
Juan de Gante (duque de Lancaster e hijo del rey inglés Eduardo III) se casó en segundas
nupcias con Constanza (una de las hijas legítimas del fallecido monarca Pedro I de Castilla) en
1371 por tanto invadió la corona como aspirante al trono.
Siendo consciente de que este asunto acabaría estancado y sin salida alguna, se decidió casar a
Catalina de Lancaster (la heredera de Juan de Gante y nieta de Pedro I de Castilla) con Enrique
(hijo y heredero de Juan I, futuro Enrique III de Castilla), que se proclama “Príncipe de Asturias”
Tratado de Bayonne: unión dinástica entre los Trastámara y la nobleza leal a los Lancaster,
reconciliación nacional de las dos noblezas. Juan I vuelve a admitir a la corte a los nobles fieles
al descendiente de Pedro I.
Comenzó a reinar a la edad de 11 años, por lo que tuvo varios regentes hasta que cumpliese la
mayoría de edad. Tuvo que hacer frente a las consecuencias de la crisis económica y social, las
consecuencias de la peste negra… Logró estabilizar la economía y el valor de la moneda se hizo
más fuerte y mantuvo las relaciones diplomáticas con el papa de Avignon.
Contrajo matrimonio en 1388 en la Catedral de Palencia con Catalina de Lancáster, hija de Juan
de Gante y Constanza de Castilla. Fruto de su matrimonio nacieron tres hijos: las infantas
María y Catalina de Castilla, y el infante Juan, su heredero.
Como monarca impulsó ciertas reformas interesantes, como por ejemplo la instauración de los
corregidores (funcionarios designados por la corona para gobernar junto a los regidores, la
autoridad local, con el propósito de reducir las corruptelas en los concejos) característica de
las villas durante el Antiguo Régimen.
33
Orden de Avís: orden militar medieval en el Reino de Portugal. Fundada en 1166, fue renombrada con ese
nombre tras la conquista portuguesa de la ciudad de Avís.
80
formar parte de la corona de Castilla y con el paso de los tiempos, territorio de los españoles
hasta la actualidad.
Juan II (1406-1454)
Casado con María de Aragón, hija del rey aragonés Fernando I, obtuvo varios hijos a los que
colocó estratégicamente en muy buenos puestos de poder: su hijo Alfonso para convertirse en
el futuro monarca de Aragón (futuro Alfonso V de Aragón), Juan lo metió al título del ducado
de Peñafiel y se casó con Blanca de Navarra34 para convertirse en el rey consorte de Navarra y
posteriormente de Aragón después de su hermano (será el padre de Fernando II “el Católico”),
a Enrique y Sancho lo introdujeron en el maestrazgo mayor de las Ordenes de Santiago y
Alcántara. Juntos eran más poderosos que su propio padre, por lo que al llegar a la mayoría de
edad en 1419 se encontró condicionado, enfrentado contra sus infantes de Aragón.
Un grupo de nobles hizo tomar conciencia a Juan II para que ejecutase a Álvaro de Luna por
orden directa, y éste fue finalmente ajusticiado en la plaza de Valladolid en 1453
mencionado en las Coplas de Jorge Manrique.
Juan II muere en 1454, le sucede su hijo Enrique IV (hermano paterno de Isabel “la Católica”).
Enrique IV (1454-1474)
Maltratado y vilipendiado por los historiadores de la época en pro de Isabel “la mayor” (Isabel
“la católica”, hija de Juan II e Isabel de Portugal). La primera etapa de su reinado destaca sin
embargo por su buen hacer, éxitos, prestigio y promesas de cara al futuro que terminan
fracasando a partir de 1463, empezando una etapa oscura que terminó con una gran guerra
civil.
Nada más empezar su reinado, propuso terminar el proceso de Reconquista y acabar de una
vez por todas con el reino nazarí de Granada. Con grandes esperanzas en sus proyectos y el
apoyo inicial de la nobleza (que eran guerreros), por razones de estrategia empezó a surgir
cierto descontento en un buen sector de la corte ante la actitud retraída y austera del
monarca, que chocaba con la mentalidad de la época: la Guerra de Granada comenzó con la
intención muy inteligente de asfixiar económicamente a los musulmanes mediante el saqueo y
la destrucción de sus cultivos, pero los nobles querían que “la sangre llegase al río” y tomar
botines.
81
llamados “hombres nuevos”. Uno de ellos fue Miguel Lucas de Iranzo (condestable de Castilla)
o Beltrán de la Cueva (duque de Alburquerque). Su encumbramiento a lo más alto y confianza
que tenían del monarca provocó envidia a la gran nobleza, quien veían amenazadas sus
pretensiones y prestigio descontento nobiliario.
Se casó con la infanta portuguesa Juana de Portugal, hija póstuma del monarca Eduardo II de
Portugal, con quien tuvo una hija: Juana. En 1462 las Cortes juran a Juana como heredera y
recibe también el apoyo de los catalanes, que se rebelaron contra Juan II de Aragón (Guerra
civil catalana). El asunto terminó siendo arbitrado por el monarca francés Luis XI, quien decidió
fortalecer su alianza con la dinastía Trastámara en 1463 con la llamada Sentencia de Bayonne,
donde jura que Juan II no tenía el derecho legítimo al gobierno de Cataluña.
En 1464 se crea una liga nobiliaria encabezada por su valido Juan Pacheco (marqués de Villena)
que se rebela contra él por la introducción de la nueva nobleza frente a las grandes familias de
la corte castellana, su carácter y su estrategia en el conflicto granadino. Surge en ellos un
motivo de propaganda popular contra el rey optaron por intentar convencer (falsamente)
de que la infanta Juana no era hija del monarca sino de Beltrán de la Cueva (de ahí el apodo de
Juana “la beltraneja”), y así también lograr el desprestigio de los “nobles nuevos”.
En 1465 tiene lugar un hecho simbólico de intencionalidad política, la “farsa de Ávila”: los
miembros de la alta nobleza levantaron un escenario de madera frente a una explanada
delante de toda la ciudad, donde alzaron un muñeco de paja que parecía reflejar al rey y
celebraron una ceremonia macabra donde progresivamente y con insultos y agresiones le iban
quitando sus elementos reales (el cetro, la corona, etc.); terminaron dando asiento al infante
Alfonso (medio hermano de Enrique IV y hermano de Isabel), a quienes manipularon y le
proclamaron rey como el nombre de “Alfonso XII” en 1467 se produce la II Batalla de
Olmedo: las tropas leales a Enrique IV vencieron a la liga nobiliaria pero no apuraron a los
vencidos hasta el final y la conciencia paternalista del rey forzó a una prona reconciliación
(Acuerdo de los Toros de Guisando en 1468).
El proyecto de Enrique IV consistía en nombrar a Juana como reina de Castilla, pero los
juanistas, conscientes de su posición de debilidad frente al bando isabelino, proponen
al rey de Portugal, Alfonso V (tío de Juana), que se case con ella a pesar de la
consanguinidad y se convierta en rey de Castilla. Alfonso acepta, con lo cual la fuerza
de los dos bandos queda más equilibrada y se perfila la guerra como único método
para resolver el conflicto.
82
Comienza la Guerra de Sucesión castellana (1474-1479) en 1474 entre los partidos de Isabel y
Fernando contra los de Juana y los portugueses. Vencieron los partidarios de los Reyes
Católicos, quienes se alzaron con el trono de Castilla exigieron a Juana a renunciar al
matrimonio con Alfonso V y ésta acabó muriendo solitariamente en un monasterio bajo la
protección de la corte portuguesa. También exigieron al bando vencedor a otorgar toda la
documentación que pusiera en duda la paternidad de Juana.
La guerra terminó con la victoria del bando isabelino, constituyendo el reinado de los Reyes
Católicos en Castilla como en Aragón a partir de 1479.
García Sánchez II muere en el año 1000, le sucede su hijo Sancho. Con él, el reino navarro
alcanzará su etapa de máximo esplendor.
Se casó con Muniadona (hermana de García II, heredero del condado de Castilla). Este
enlace matrimonial hizo que a partir del año 1017 el nuevo condado de Castilla queda
subordinado al poder del monarca navarro, además porque García II en aquella época
era aún menor de edad y considerado incapacitado para ejercer el poder.
En el 1024 casa a su hermana Urraca con Alfonso V (el rey de León). Una vez el
monarca leonés muere en la guerra contra los musulmanes en el 1028, le sucede su
hijo Bermudo III, pero al ser menor de edad, el monarca navarro se convierte en el
tutor legal y el poder leonés pasa también a la órbita de la monarquía navarra.
Con este hecho, Sancho III dispuso del condado de Castilla por los derechos sucesorios
de su esposa a la muerte del conde.
De su relación extramarital con la dama condal Sancha de Aibar, tuvieron un hijo: Ramiro
(futuro Ramiro I de Aragón). Fruto de su matrimonio con Muniadona nacen: Fernando I, quien
fue designado heredero de Castilla y fue casado con Sancha (heredera legítima del reino de
León) para que la Casa Real navarra no perdiese ese gran poder; y García Sánchez III, heredero
al trono pamplonés.
Así, Sancho III se convirtió en el monarca más influyente e importante de todos los reinos
cristianos durante el siglo XI, gobernando no sólo en Navarra sino en Castilla y León, y dejando
ese mismo gran legado de poder a sus descendientes (Ramiro I de Aragón, Fernando I de León
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y Sancho IV de Navarra). Sin embargo, sus aspiraciones territoriales echarían a perder todo el
trabajo conseguido por su padre.
García Sánchez III se casó en 1038 en Barcelona con la dama castellana Estefanía, con quien
tuvo muchos hijos y entre ellos a Sancho, su heredero (futuro Sancho IV).
En el año 1037 prestó ayuda militar a su hermano Fernando I de León contra su cuñado
Bermudo III cerca del Pisuerga, en la batalla de Tamarón. Pese a la victoria de los hermanos
acabaron luchando el uno contra el otro debido al conflictivo reparto de las tierras castellanas,
y García murió en la batalla de Atapuerca de 1054.
Hijo del matrimonio entre García Sánchez III y Estefanía, fue proclamado rey a la muerte de su
padre en la batalla de Atapuerca, a la edad de 14 años. Por lo que durante 4 años rigió su
madre como regente hasta que cumpliese la mayoría de edad. Durante su reinado tuvo que
soportar varios conflictos por las tierras de Castilla, aún en poder del reino de Pamplona, por lo
cual se veía obligado a mantener permanentemente las fronteras bien aseguradas.
Aliado con su tío Ramiro I de Aragón, se dedicó a presionar a la taifa de Zaragoza para obtener
la sumisión de Al-Muqtadir, pero éste además de pagar los impuestos de la sumisión,
procuraba enfrentar al navarro con su primo, el hijo de Ramiro.
El rey se enemistó con la nobleza por su forma autoritaria de reinar, la ausencia de tenencias u
honores que repartir entre ellos y por la paralización de la Reconquista, que privaba a éstos de
84
tierras y botines. Se urdió entonces una conjura para acabar con la vida del rey navarro, que
contó con la colaboración de los propios parientes de Sancho en 1076 fue asesinado por su
hermano Ramón en un precipicio de Peñarén.
El vacío de poder fue aprovechado por Alfonso VI de León (que ocupó La Rioja y el actual País
Vasco) y por Sancho Ramírez de Aragón (que fue proclamado rey de Pamplona). Todo el legado
que dejó Sancho III se desvaneció por completo y el reino navarro pasó a formar parte de la
órbita aragonesa.
A la muerte de Sancho III de Navarra “el Mayor”, los territorios bajo su soberanía se
repartieron entre sus hijos. Ramiro I recibió el territorio de Aragón, de esta manera el condado
aragonés pasa a convertirse en un reino independiente con capital en Zaragoza: el Reino de
Aragón.
Surgió en la región pirenaica central en 1035 tras la unión de los condados carolingios de
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. En 1164 se transforma en la Corona de Aragón.
Nunca se proclamó rey, sino conde (como “hijo” de Sancho IV de Pamplona) aunque
posteriormente, su hermano García Sánchez III y su hijo Sancho IV de Navarra le reconocen
como rey. Y es que su reinado fue coetáneo al de ellos.
Sentó las bases del que sería el Reino de Aragón garantizando la sucesión de su linaje al casar
con la dama condal Ermesinda en 1036. Fruto de este matrimonio tuvo a 5 hijos: Sancho
Ramírez (heredero al trono, futuro Sancho I de Aragón), a García Ramírez (que sería obispo de
Jaca) y tres hijas más; Sancha, Urraca y Teresa. Con ello la continuidad dinástica estaba
garantizada.
Para frenar el empuje del conde barcelonés Ramón Berenguer, Ramiro I acordó un doble
matrimonio de su hija Sancha con Armengol III (conde de Urgell), y de su hija Isabel con su
propio hijo primogénito Sancho Ramírez, el heredero al trono de Aragón. De este modo el
Condado de Urgell y el Reino de Aragón establecen una sólida alianza, y la unión de sus fuerzas
permitió a Ramiro conquistar múltiples castillos hacia Cataluña.
Estos avances terminaron por hacerle entrar en conflicto contra la taifa musulmana de
Zaragoza a partir del 1060. Sin embargo, los musulmanes contaron con el apoyo de las tropas
castellanas (entre ellas se encontraba Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador) de Sancho II de
Castilla en virtud del vasallaje que le juró el emir al Reino de León. Los aragoneses cayeron
derrotados y Ramiro I murió en la batalla en 1063. Le sucede en el trono su hijo Sancho
Ramírez.
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Hijo y heredero de Ramiro I de Aragón, su reinado se caracterizó por sus buenas relaciones con
el Papado. Reinado coetáneo al de Sancho IV de Pamplona.
Fue casado estratégicamente por su padre en primeras nupcias en 1062/3 con Isabel de Urgell,
la hija del conde urgelino Armengol III. Fruto de este matrimonió, nació su hijo y heredero
Pedro (futuro Pedro I). Se casó en segundas nupcias en 1071 con la dama francesa Felicia de
Roucy, con quien tuvo otros 3 hijos: Fernando (murió tempranamente), Alfonso (futuro rey
Alfonso I) y Ramiro (futuro rey Ramiro II).
Tras el complot contra Sancho IV de Navarra que finaliza con su muerte en 1076, reclama el
territorio navarro y se corona como “Rex Aragonensium et Pamplonensis” (“Rey de Aragón y
Pamplona”), produciéndose la unión entre Aragón y el Reino de Pamplona. Facilitado por los
pamploneses, que no querían ser gobernados por su hermano Ramón, a quien consideraban
un “fratricida”, y por tanto eligieron a Sancho como su monarca.
35
Cruzadas: fueron una serie de guerras religiosas impulsadas por la Iglesia católica en plena Edad Media. Dichas
campañas militares tenían como objetivo declarado recuperar para la Cristiandad los territorios de Oriente Próximo,
conocida como “Tierra Santa”, la cual se encontraba bajo el dominio del Islam desde el siglo VII. Los participantes de
las cruzadas, conocidos como “cruzados”, tomaban votos religiosos de manera temporal y se les concedía
indulgencia por sus pecados.
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Sancho Ramírez fallece en el 1094 batallando contra la taifa musulmana de Zaragoza, y le
sucede su hijo Pedro I.
Pedro I (1094-1104)
El reinado de Pedro I significó la expansión del territorio aragonés en sus tramos central y
oriental, llegando hasta la Sierra de Alcubierre y los Monegros.
Se casó en primeras nupcias en Jaca con Inés de Aquitania (hija del conde de Poitiers) en 1086,
de la que tuvo dos hijos que murieron antes que el padre: su hija Inés y su hijo Pedro,
aspirante al trono.
Temporalmente, gracias a su matrimonio con Urraca I de León, gobernó sobre León y Castilla
también, por ello se hizo llamar entre 1109 y 1114 “emperador de León y rey de toda España”
o “emperador de todas las Españas” hasta que la oposición nobiliaria forzó la anulación del
matrimonio. No le interesaba para nada casarse con una mujer, de ahí que su matrimonio con
Urraca (reina de Castilla) fuese un desastre, a parte de la disparidad entre pareceres de uno y
otro.
Su gran ambición era la guerra, le encantaba participar con sus tropas en las luchas contra los
musulmanes. De ahí que se le conozca como “el Batallador”. Sus campañas lo llevaron hasta
las ciudades meridionales de Córdoba, Granada y Valencia y a infligir a los almorávides severas
derrotas en Valtierra, Cullera, Cutanda, etc. repoblación del Valle del río Jalón.
Falleció en 1134 durante una campaña militar en Braga contra los almorávides. Sin tener
descendencia, en su testamento dejó como herederos del reino a las órdenes militares del
Hospital de San Juan y de los Templarios (órdenes religiosas de monjes-soldado), lo cual fue
impracticable los nobles aragoneses tras varios consensos en Jaca, proclamaron como
sucesor aragonés a Ramiro: un monje benedictino que heredó el cargo de obispo de Roda-
Barbastro.
Respecto al problema de Navarra y Aragón, por su parte, eligieron rey navarro a García
Ramírez “el Restaurador”, hijo del infante don Ramiro (infante bastardo del monarca
pamplonés García Sánchez III) y de una hija del Cid Campeador. Se separaban así las coronas
de Navarra y Aragón después de 50 años, quedando fijadas las fronteras definitivas entre
ambos reinos.
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Ramiro II de Aragón “el Monje” (1134-1137)
Sin embargo, no consigue la obediencia de la nobleza y, por tanto, descubierto por obras
historiográficas coetáneas, se cree que muy probablemente mandó decapitar a muchos nobles
rivalizó con el bisnieto de García Sánchez III: García Ramírez de Monzón y Tudela, duque de
Navarra. Con él, Navarra pretende proclamar su independencia y separarse de la órbita
aragonesa en nombre de García V “el Restaurador” (1134-1150). Sin embargo, el Papado
nunca reconoció como monarca legítimo ni a él ni a sus herederos, lo consideraban Dux
Navarrorum.
Se casó con Inés de Poitiers (sobrina del conde de Toulouse) en 1135, con quien años después
tuvo una hija: Petronila. Así, García V no le quedó finalmente que gobernar como vasallo de
Alfonso VII de León.
Decidió casar a su hija Petronila con Ramón Berenguer IV (conde de Barcelona) en el 1137,
además miembro de la Orden del Temple36, así completó la alianza estratégica entre Aragón y
Cataluña como el testamento que dejó Alfonso I de León “el Batallador”.
Se retiró del poder en 1137 (Renuncia de Zaragoza), cediéndolo a Petronila para poder
dedicarse a la vida religiosa, que era su pasión. Aunque manteniendo por seguridad el título de
rey hasta su muerte en 1157. El poder recayó en el hijo que tuvieron entre Petronila y Ramón
Berenguer IV: Alfonso II de Aragón y Cataluña (1162-1196) Así, Aragón y Cataluña se unen
en un nuevo ente político: la Corona de Aragón. Además, termina en esta zona de la península
la herencia que dejó Sancho III de Navarra “el Mayor”.
36
Orden del Temple: más conocida como La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón,
cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las órdenes monásticas militares católicas
más poderosas de la Edad Media. Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo
de Payns tras la primera cruzada y, aprobada por la Iglesia católica en 1129 durante el Concilio de Troyes, su
propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista
(principalmente desde la ciudad portuaria de Jaffa).
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Corona de Aragón (1164-1707)
En 1174 se casó en la Catedral del Salvador de Zaragoza con Sancha de Castilla, la hija de
Alfonso VII de León. De este matrimonio nacieron 9 hijos, entre ellos el infante y heredero
Pedro (futuro rey Pedro II).
En 1162 la regencia aragonesa concertó una alianza entre Alfonso II y Fernando II de León para
repartirse Navarra. En 1168, se estableció una tregua con Sancho VI de Navarra. Quedando
entonces libre el frente navarro, se inició un ataque contra Castilla. El ataque fracasó y condujo
a la Paz Perpetua de Sahagún en 1170, firmada por Alfonso VIII de Castilla y Alfonso el Casto.
Además, poniendo en práctica un acuerdo estipulado por el Tratado de Lérida de 1157, el rey
de Aragón tuvo que contraer matrimonio con Sancha, tía de Alfonso VIII.
Alfonso II dirigió ataques contra el Al-Ándalus, ya fuera para obtener tributos o ganancias
territoriales. La conquista del pueblo de Matarraña (1169) abrió paso a la fundación de la
ciudad de Teruel y la campaña militar contra Valencia (1172). Por otra parte, en la negociación
de la futura expansión por Al-Ándalus al Tratado de Cazorla (1179), Alfonso II cedió la
37
Matrimonio en casa: esto supone que, al no haber descendiente varón, el esposo cumple la función de gobierno,
pero no la de cabeza de la casa, que solo se otorgará al heredero.
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conquista de Murcia a Castilla, a cambio de que Alfonso VIII suprimiera el vasallaje de los reyes
de Aragón por Valencia, una vez la conquistaran.
En 1175, el valle de Arán pasa a formar parte de la Corona de Aragón, mediante el Tratado de
Amparanza. Firmado por el rey Alfonso II con los habitantes del valle, que se separaban del
condado de Cominges.
Por eso, en 1190, Alfonso II llegó a un entendimiento con Navarra, León y Portugal,
enemistados con Castilla. Tras la derrota de Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos (1195), la
consistencia del avance almohade como peligro común en todos los reinos cristianos
peninsulares, así como las indicaciones del papa Celestino II, empujaron a Alfonso II a negociar
una operación conjunta con Alfonso VIII de Castilla contra los musulmanes, operación que, sin
embargo, nunca llegó a realizarse.
Pedro II (1196-1213)
Se casó con la dama francesa María de Montpellier en 1204, con quien tuvo a un solo hijo: su
heredero Jaime (futuro rey Jaime I).
Desempeñó un papel político de apoyo a una acción cristiana conjunta que frenara la fuerza
del poder almohade en la península, y participó activamente junto a Alfonso VIII de Castilla y
Sancho VII de Navarra en la campaña que culminó en la Batalla de Las Navas de Tolosa en
1212, un triunfo cristiano, según muchos decisivo, y de gran resonancia ya en aquellos
momentos.
90
En medio de esta cruzada, Pedro II muere en 1213 en la Batalla de Muret, que además supuso
la derrota de los aragoneses y el fin de sus aspiraciones transpirenaicas. Le sucede al trono su
hijo Jaime I.
Tras el fracaso de su primer matrimonio con Leonor de Castilla, pues el único hijo que tuvo con
ella (Alfonso) falleció tempranamente; en 1235 se casó en segundas nupcias con la dama
Violante de Hungría, hija del rey húngaro Andrés II. Fruto de este matrimonio, nacieron 9 hijos,
entre ellos: Pedro (su próximo heredero, futuro Pedro III) y Jaime (que se proclamaría rey de
Mallorca como Jaime II).
Durante la primera década de su reinado, tuvo muchas luchas internas contra la nobleza
aragonesa, que incluso llegó a hacerle prisionero en 1224. En 1227, afrontó un nuevo
alzamiento nobiliario aragonés, dirigido por el infante Fernando (tío del rey), que terminó,
gracias a la intervención papal, con la firma de la Concordia de Alcalá (marzo de 1227)
consolidación y estabilidad de la monarquía. Esta estabilidad fue necesaria para iniciar las
campañas contra los musulmanes.
En 1229, Jaime envió una expedición naval hacia el archipiélago mallorqués contra los
almohades, librándose la Batalla de Portopí victoria aragonesa y conquista de Mallorca. Los
pocos resistentes musulmanes acabaron esclavizados o huyeron a África. La conquista de
Mallorca precipitó posteriormente la conquista de Menorca (Tratado de Capdepera en 1231
con los musulmanes) y finalmente las de las islas de Ibiza y Formentera en 1235-1236.
Entre 1232 y 1245, las tropas aragonesas conquistan Valencia a los musulmanes, llegando
hasta el límite territorial establecido con Castilla en el Tratado de Almizra38 (1244).
Una de las grandes ventajas de Jaime I fue tener en su corte al divulgador científico, misionero
y teólogo mallorquín Ramón Llull (1232-1315/6). Pronto los nobles fueron conscientes de la
brillante inteligencia de Ramón y lo convirtieron en preceptor del rey.
38
Tratado de Almizra: acuerdo de paz firmado el 26 de marzo de 1244 entre la Corona de Aragón y la Corona de
Castilla que fijó los límites del reino de Valencia una vez conquistada a los musulmanes. Lo acordaron Jaime I de
Aragón y el infante Alfonso de Castilla, que más tarde fue su yerno y futuro rey Alfonso X “el Sabio”. El trato fue
pactado en consecuencia del incumplimiento de los anteriores tratados (Tudillén y Cazorla) por ambas potencias.
91
Esta es la extensión territorial de la Corona de Aragón a la muerte de Jaime I.
En 1279 se firmó el Tratado de Perpignan, en el cuál Jaime II de Mallorca reconocía ser vasallo
de Pedro III y la corona aragonesa, aunque el rey mallorquín se opuso en secreto.
92
Sicilia pasó a soberanía del rey Carlos I de Anjou (hijo de Luis VIII de Francia) tras derrotar a los
partidarios de Manfredo I en la Batalla de Benevento (1266), y posteriormente reconocido
como monarca por el papa Clemente IV. Los sicilianos rechazaron la llegada de los franceses al
trono y Carlos instauró un gobierno fuertemente absolutista y con elevada presión fiscal,
además de pretender utilizar sus dominios territoriales al S de Italia para emprender una
posible toma de Constantinopla y la conquista contra el Imperio Bizantino. En medio del
conflicto internacional entre los gibelinos39 y güelfos40, muchos nobles sicilianos partidarios de
los Hohenstaufen41 emigraron a Valencia para refugiarse y pedir ayuda al rey aragonés. A
parte, Pedro III era declarado enemigo por los güelfos por su casamiento con Constanza,
perteneciente a la Casa de Hohenstaufen. Los nobles sicilianos exiliados convencieron a Pedro
para enviar tropas aragonesas al S de Italia Guerra de las Vísperas Sicilianas (1282-1302)
entre:
Salieron victoriosos los gibelinos, los sicilianos enviaron entonces una embajada a Pedro III
ofreciéndole la corona siciliana, a la que tenía derecho gracias a su matrimonio. El rey fue
coronado rey de Sicilia en 1230 con el reconocimiento de Carlos de Anjou, que se quedó con el
Reino de Nápoles. Así, Sicilia se incorpora a los dominios de la corona aragonesa.
Por lo ocurrido en Sicilia, el papa Martín IV excomulgó a Pedro y le depuso del cargo de
monarca de Aragón en 1283. Declarando una cruzada contra la Corona de Aragón en 1284, el
ejército francés enviado por el rey Felipe III invaden Girona en 1285, pero las tropas
aragonesas logran hacerlos retroceder hasta la costa y derrotarlos.
Tras su gran victoria, Pedro III se dispuso a enfrentarse a su hermano Jaime II de Mallorca y a
su sobrino el rey Sancho IV de Castilla, que no le habían prestado apoyo durante su conflicto
con los franceses, pero su prematura muerte lo impidió. Enfermó gravemente y acabó
muriendo en 1285. Le sucede en el trono su hijo primogénito Alfonso III, mientras que su
hermano Jaime II de Aragón heredó el Reino de Sicilia.
El primer hijo de Pedro III y Constanza de Sicilia, los aspectos más significativos de su reinado
fueron la conquista de Menorca, la firma del Tratado de Tarascón por los conflictos derivados
por la posesión de Sicilia y los conflictos con la nobleza aragonesa.
39
Güelfos: la facción social alemana que apoyaba la subida al trono imperial de los príncipes de la Casa de Baviera
desde el conflicto surgido por el problema sucesorio a la muerte de Enrique V (1111-1125), eran partidarios de la
sucesión de Lotario II (Baviera) contra los de Conrado III y luego su hijo Federico I “Barbarroja” (Hohenstaufen).
40
Gibelinos: la facción social alemana que apoyaba la subida al trono de los príncipes de la Casa de Hohenstaufen
tras la muerte de Enrique V, eran partidarios de la sucesión de Conrado III (1125-1152) y posteriormente su hijo
Federico I “Barbarroja” (1152-1190) contra los partidarios de Lotario II (1133-1337), de la Casa de Baviera.
41
Casa de Hohenstaufen: fueron una dinastía de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, monarcas de
Alemania y de Sicilia entre los siglos XII y XIV, originaria de la región de Suabia. Tuvieron un gran conflicto contra sus
rivales güelfos por el llamado Dominium mundi; el apoyo del Estado pontífice (el Papa) y el título imperial del Sacro
Imperio (que se consideraban “herederos de Roma”).
93
Entre 1285 y 1286, conquistó por encargo de su padre la conquista de las islas de Ibiza y de
Mallorca a su tío Jaime II de Mallorca, quedando el reino de Mallorca como tributario de la
corona aragonesa. Posteriormente en 1287 completó la conquista de Menorca, enviando al
gran contingente militar y naval que invadió la isla mallorquín pocos años antes durante el
reinado de su padre. Los habitantes de la isla pasaron a ser tributarios de la corona aragonesa.
En el aspecto internacional, tuvo que sofocar la invasión francesa por parte del rey Felipe III de
Francia en la famosa cruzada declarada por el Papa y la Casa de Valois42 hacia la corona
aragonesa por la cuestión siciliana. El ejército aragonés derrotó a Francia en la batalla del
Collado de las Panizas (1285) y posteriormente Alfonso III recibió al Papado y los monarcas de
Francia e Inglaterra para pactar con él la liberación de Carlos II de Anjou (hijo y heredero de
Carlos I de Valois), que fue secuestrado por su padre. En 1288, Alfonso III acuerda la liberación
de Carlos a cambio de que renunciase al trono de Sicilia en favor de su hermano Jaime II. En
1291 intenta pactar con el Papa la anulación de su excomunión y el reconocimiento de la
soberanía sobre las Islas Baleares, pero fue revocado y el conflicto continuó. Posteriormente
firmó en 1290 un tratado comercial con el emperador bizantino Andrónico II que autorizaba a
todos los mercaderes de los territorios dominados por Alfonso III a comerciar con el imperio.
Contrajo matrimonio por poderes con la infanta Leonor, hija de Eduardo I de Inglaterra y
Leonor de Castilla. Alfonso III se declaró a ella en 1282, pero debido a los efectos de la
excomunión, el matrimonio se celebró finalmente en Londres en 1290.
Sin embargo, no logró tener descendencia ya que murió en 1291 de un infarto durante la
celebración de la boda. Previamente, cedió la soberanía de la corona aragonesa a su hermano
Jaime II y, la de Sicilia a su otro hermano Federico II.
Fue el segundo hijo de Pedro III y de su esposa Constanza de Sicilia, hermano de Alfonso III de
Aragón.
Contrajo matrimonio con Isabel de Castilla (hija de Sancho IV de Castilla) para consolidar una
alianza estratégica con los castellanos, pero el Papa anuló el casamiento por las relaciones de
consanguineidad. Jaime tuvo muchos matrimonios, el más “exitoso” fue el que tuvo con Blanca
de Anjou (hija de Carlos II de Anjou, rey de Nápoles), con quien tuvo 10 hijos: entre ellos a su
segundo hijo Alfonso, su heredero y futuro Alfonso IV de Aragón.
Acuerda con Castilla la Paz de Monteagudo (1291): un reparto de las zonas de influencia del N
de África para reforzar su política de expansión mediterránea a cambio de que Sancho IV de
Castilla apoyase a Aragón en su conflicto contra los franceses.
42
Casa de Valois: rama de la dinastía francesa de los Capetos que reinó en Francia y Nápoles entre los siglos XIV y
XVI, cuyo origen reside en la figura del conde Carlos de Valois, hijo del monarca francés Felipe III (1270-1285).
94
Ante la presión de los Anjou43 y del Papado, Jaime II se vio forzado a ceder el reino siciliano al
Papa a cambio de que éste reconociese la soberanía de Menorca a su sobrino Jaime II de
Mallorca en el Tratado de Anagni en 1295; sin embargo, Federico II (hermano menor de Jaime
II de Aragón) se negó a ceder su cargo de gobernante siciliano y entró en guerra contra los
aragoneses, derrotándolos en 1299:
Jaime II refuerza el pacto con los Anjou casándose con Blanca de Anjou, hija de Carlos
II de Anjou (rey de Nápoles).
Entró en guerra contra Castilla en 1296 por la conquista del Reino de Murcia, aprovechando la
desestabilidad que sufría la corona castellana en aquellos momentos por el problema de la
regencia de Fernando IV de Castilla, sus tropas conquistan las ciudades de Alicante, Orihuela y
Murcia (1297), Alhama de Murcia y Cartagena (1298) y finalmente Lorca (1300) finalmente
pacta un reparto de los territorios con Castilla en la Sentencia Arbitral de Tordesillas (1304) y el
Tratado de Elche (1305). Las regiones del N del río Segura y el Reino de Valencia quedaron bajo
soberanía aragonesa.
Posteriormente, envió una expedición de almogávares44 para conquistar los ducados de Atenas
y Neopatria en 1311. En 1317, para reforzar la seguridad de la costa mediterránea ante un
posible ataque de los musulmanes, creó la Orden militar de Montesa con la posterior
aprobación del papa Juan XXII.
En 1324, envía una expedición militar liderado por su hijo y heredero Alfonso para tomar
Cerdeña, adjudicada a la corona aragonesa por el Papa en los acuerdos de Anagni.
43
Casa de Anjou: conjunto de tres dinastías francesas de las que se originaron distintas casas reales, reinó en varios
países (Gran Bretaña, España, Hungría…) desde el siglo XII. Toma el nombre del Condado de Anjou por su origen en
el conde Fulco III.
44
Almogávares: tropas de choque, espionaje y guerrilla de todos los reinos hispano-cristianos durante la
Reconquista, fundado por primera vez en la Corona de Aragón y formadas fundamentalmente por infantería ligera.
Especialmente conocidos por el activo papel que desempeñaron en la conquista del Mediterráneo por la Corona de
Aragón entre los siglos XIII y XIV.
95
Estos son los dominios territoriales de la Corona de Aragón hacia el año 1330.
Finalmente, Jaime II abdica del trono en 1319 en favor de su hijo Alfonso IV y se retira en un
convento para dedicarse a monje hasta que acabó muriendo en 1327.
Se casó en primeras nupcias con la condesa catalana Teresa de Entenza en 1314, en la Catedral
de Lleida. Fruto de este matrimonio nacieron 7 hijos, entre los cuales estaba Pedro, su
heredero al trono (futuro Pedro IV de Aragón).
Su reinado sufrió los primeros síntomas de la fuerte crisis demográfica de la epidemia de peste
negra y las hambrunas ante la falta de trigo mediterráneo, sobre todo en Cataluña. A parte, en
el Reino de Valencia existían pugnas entre los nobles por la acaparación de los cargos de poder
y justicia entre los partidarios del Fuero de Aragón y los de Valencia Alfonso IV retoca el
fuero valenciano haciéndolo de carácter más señorial (Jurisdicción alfonsina).
Siguió con la política de su padre de realizar enlaces matrimoniales entre la casa real y los
barones para intentar disminuir el poder de estos últimos, y promovió la cultura y estabilidad
de las universidades.
En cuanto a su política exterior, su trato hacia los musulmanes fue más tolerante que el que
dio su padre y el que darían sus sucesores, aunque inició una cruzada contra el Reino nazarí de
Granada en 1329, siendo una guerra muy igualada que terminó en paz en 1335. Además,
mantuvo relaciones cordiales con Castilla hasta el punto de que, al morir Teresa, Alfonso IV
recibió del rey castellano Alfonso XI un ofrecimiento de matrimonio con su hija Leonor de
Castilla. En 1329 firmó tratados de alianzas económicas con los sultanatos de Bugía y Túnez (N
de África).
También tuvo que sofocar una sublevación en Cerdeña debido a la mala administración de los
nobles catalanes sobre la isla. Los rebeldes se aliaron con la República ligur (Génova) para
batallar contra las tropas aragonesas e independizarse, así se generó una guerra entre la
Corona de Aragón y los rebeldes sardos en conjunto con las tropas genovesas (1329-1336). Los
insurgentes fueron derrotados y Alfonso IV promovió la repoblación de la isla por habitantes
de la península, pero el conflicto realmente siguió latente durante los siglos siguientes.
96
Pedro IV (1336-1387)
Hijo de Alfonso IV y Teresa de Entenza, fue un monarca enérgico y duro que reorganizó la
corte, la administración y el ejército.
Tuvo 4 matrimonios, de los cuáles los más decisivos fueron el primero y el tercero. En el
primero, se casó en 1338 con María de Navarra, hija de los reyes navarros Felipe III y Juana II,
con quien tuvo 2 hijas: Constanza (casada con el rey Federico III de Sicilia) y Juana; en el tercer
matrimonio se casó en 1347 con Leonor de Sicilia, hija del rey Pedro II de Sicilia, con quien tuvo
3 hijos: los infantes Juan y Martín (los herederos del trono aragonés, futuros Juan I y Martín I) y
Leonor (casada con el rey Juan I de Castilla).
Al iniciar su reinado, el Reino de Mallorca estaba gobernado por su cuñado Jaime III de
Mallorca, bisnieto de Jaime I el Conquistador. Sin embargo, éste “traicionó” el pacto de
Perpignan por no querer ser un rey vasallo de Aragón y obligó a un derrotado Jaime III de
Aragón a renunciar a la soberanía de Mallorca. Tras tener varios conflictos con él por varias
cuestiones, lo declaró culpable del proceso abierto en su contra e invadió Mallorca con el
ejército aragonés en 1343, terminando por conquistar todo el archipiélago y matando a Jaime
III en la Batalla de Llucmajor (1349). Liberó de la cárcel a su hijo Jaime IV y lo nombró rey
meramente formal sobre Mallorca, pero a su muerte sin descendencia en 1375 hizo que Pedro
III se adjudicase la jurisdicción de las Islas Baleares el Reino de Mallorca se incorpora a la
Corona de Aragón.
En 1347 y 1348 tuvo que sofocar una revuelta señorial dirigida por su hermanastro el infante
Fernando de Aragón, que no aceptaban que hubiera nombrado heredera de la corona a su hija
mayor, Constanza de Aragón, ya que en ese momento no tenía ningún hijo varón.
En 1351 entró en guerra contra la República de Génova, apoyando a Venecia, que promovían
revueltas en Cerdeña contra los aragoneses (conflicto internacional heredado de su padre). Los
genoveses ocuparon la ciudad de Alguer, aunque terminaron expulsados por el ejército
aragonés en 1354. La ciudad fue repoblada posteriormente con catalanes, lo que explica que
en la ciudad sarda aún se hable catalán. Eso sí, aún tuvo que sofocar revueltas en la ciudad de
Arborea desde 1364 hasta el fin de su reinado.
También entró en guerra contra Castilla en 1356, Pedro I de Castilla “el Cruel” ambicionaba
recuperar el reino murciano para la soberanía castellana e inició la Guerra de los Dos Pedros
(1356-1375) Paz de Almazán en 1375. Los desastres de esta guerra se sumaron a las
consecuencias de epidemias y sequías. Además, la guerra supuso un gran gasto económico
para la Corona, por lo que Pedro IV se vio necesitado de designar en las cortes una serie de
diputados con atribución fiscal y oyentes que ejerciesen un control administrativo, celebradas
en Barcelona, Vilafranca del Penedès y Cervera fundación de la Diputación del General de
Cataluña en 1358-1359.
Juan I (1387-1396)
Casó en primeras nupcias con Marta de Armagnac (1347-1378), hija del conde Juan I de
Armagnac. Tras enviudar, se casó con Violante de Bar en 1365, hija de Roberto I, duque de Bar.
97
Con ella tuvo otros 7 hijos. Todos los hijos que tuvo en ambos matrimonios murieron antes
que Juan, por lo que el trono lo heredó su hermano Martín I.
Juan I tuvo ciertas diferencias con su primer suegro. Las tropas del conde, bajo las órdenes de
su hermano Bernardo, invadieron Girona entre 1389 y 1390; pero fueron rechazados por las
tropas que dirigía el infante Martín, hermano y futuro sucesor del rey. También tuvo que
sofocar una rebelión en Cerdeña que exigía continuos gastos, que el rey no supo paliar. Al
dedicar costosos recursos al mecenazgo de una refinada corte aumentó la corrupción de los
consejeros y la clientela real, que desviaba partidas que estaban destinadas a sofocar los
disturbios sardos y a la proclamación del rey dilapidaron la hacienda regia.
Juan I, ante la negativa de las Cortes a sufragar la monarquía, comenzó a pedir préstamos a los
banqueros de Florencia, lo cual originó la decadencia de la economía de Cataluña y el auge
económico y comercial de Aragón y Valencia.
Murió en 1396 sin descendientes, por lo que su hermano Martín I heredó el trono.
Hijo de Pedro IV y Leonor de Sicilia, Martín I fue llamado “el Humano” por su gran pasión por
las Humanidades y los libros. La biblioteca de Martín I es la primera que se considera
“renacentista”, si bien en esa época de la historia de España se puede emplear ya el término.
Contrajo matrimonio en 1372 con la dama condal María de Luna. De esta unión nacieron 3
hijos: entre ellos Martín, el futuro rey de Sicilia (Martín I de Sicilia “el Joven”). Leonor fallece en
1375, por lo que el rey decide casar a su hijo con María de Sicilia, la heredera al trono siciliano
tras la muerte de Federico III en 1377, así refuerza su soberanía sobre el S de Italia. Pero, una
facción de la nobleza siciliana partidaria de los Anjou se rebeló contra los nuevos monarcas,
por lo que el rey aragonés estuvo obligado a enviar sus flotas para pacificar la insurrección.
Al no haber acabado con la insurrección siciliana tuvo que retrasar su regreso a la Península,
por lo que su mujer María de Luna se encargó de sofocar las pretensiones sucesorias a la
corona aragonesa de:
Violante de Bar: viuda de Juan I de Aragón, que anunció que esperaba un hijo del rey
fallecido que sería su legítimo heredero.
Mateo I: conde de Foix, quien por su matrimonio con Juana de Aragón y Armagnac,
hija mayor del difunto monarca, alegó sus derechos al trono aragonés.
La inestable situación en la península hizo que Martín abandonara Sicilia en 1397, y al llegar a
Zaragoza juró los fueros ante las cortes en octubre de 1397.
Su reinado también estuvo marcado por el Cisma de Occidente que dividía a la cristiandad
desde 1378. Fue partidario de los papas de Aviñón, donde acudió el año de su coronación para
jurar fidelidad a Benedicto XIII, quien le apoyó en sus pretensiones sobre el reino de Sicilia
frente a los Anjou, partidarios de los papas de Roma.
Su hijo Martín I de Sicilia “el Joven” logró derrotar a los insurrectos de Cerdeña y expulsar al
ejército genovés en 1409, pero acabó falleciendo en 1410 por una enfermedad. Para aquel
entonces, su madre ya falleció también primer problema sucesorio.
98
Martín I muere sin descendencia en 1410. Y he aquí el segundo y gran problema sucesorio: el
monarca aragonés tenía un hijo, pero bastardo y, por tanto, ilegítimo. Había otras
posibilidades como la de saltar la cláusula del testamento y apostar por el reinado de Leonor
de Aragón (hija de Pedro IV y Leonor de Sicilia). Finalmente, los candidatos principales fueron:
Fadrique (conde de Luna), Luis de Anjou, Jaime de Urgell y Fernando de Antequera.
En petición de Benedicto XIII, se reunirán unos representantes elegidos por Aragón (3),
Valencia (3) y Barcelona (otros 3) en la localidad de Caspe. La mayoría absoluta era de 6 votos,
con la condición de que el ganador debía ser obligatoriamente votado una vez por cada región.
Por Valencia:
El famoso predicador dominico San Vicente Ferrer (conocido por sus populares
sermones antijudíos).
Por Cataluña:
99
Él era perteneciente a la dinastía Trastámara al ser hermano de Enrique III de Castilla, por
tanto, es quien inicia el cambio dinástico las coronas de Castilla y Aragón pasan a estar
dirigidas por reyes de una misma dinastía.
Hizo cortes en Zaragoza y juró los fueros en las cortes aragonesas. El 28 de octubre su máximo
rival, Juan de Urgell, lo reconoció como monarca, pero posteriormente se alzó contra él con un
puñado de partidarios, aunque fueron pocos, y en su mayoría mercenarios contratados. La
rebelión fue sofocada sin dificultades, fue hecho preso y murió encarcelado en 1433.
Fue un reinado muy corto ya que murió joven, pero le dio tiempo a adoptar interesantes
medidas, exigió ser el regente de Castilla ante la minoría de edad de Juan II (el monarca de
Castilla) y optó por intentar hacerse con el trono castellano, pero finalmente su educación
cogió a cargo de otros regentes. Las cortes en 1413 rechazaron las rebeliones de Jaime de
Urgell a cambio de imponer una monarquía pactista y limitada por los derechos de las
instituciones aragonesas.
En política exterior apoyó a Benedicto XIII (papa de Roma) aunque por muy poco, pues murió
abandonado y todas las potencias reconocieron finalmente en el poder pontífice a Martín V.
En aquella época la nobleza del reino de Nápoles estaba dividida políticamente entre los pro-
aragoneses y los pro-Anjou (familia real francesa), por lo que estratégicamente casó a su hijo y
heredero Juan con la princesa Juana II de Nápoles, pero disintieron ante la posibilidad de que
el reino se incorporase a los dominios de la monarquía aragonesa (que acabaría sucediendo en
el futuro).
Su reinado fue muy breve, Fernando I murió en 1416. Le sucede en el trono su hijo
primogénito Alfonso.
Fue el hijo primogénito de Fernando I y Leonor de Albuquerque, hija del infante Sancho de
Castilla (hijo de Alfonso XI de Castilla). En su juventud, en 1408 contrajo matrimonio con María
de Castilla, hija de Enrique III de Castilla. No tuvieron descendencia. Eso sí, fruto de una
relación extramarital, tuvo 3 hijos, de los cuales Fernando heredó el reino de Nápoles.
Los partidarios de los infantes de Aragón y la alta nobleza, apoyados por Alfonso V
desde Aragón.
Alfonso V envía tropas contra Castilla en 1429, pero cuando ambos ejércitos se encontraron en
las proximidades del pueblo de Jadraque, la política intermediaria de la reina María de Castilla
(hermana de Juan II) evitó la guerra paz con Castilla en 1436, los infantes aragoneses
abandonan sus pretensiones castellanas.
45
Golpe de Tordesillas: golpe de Estado del infante de Aragón, Enrique de Aragón, que en junio de 1420 secuestró
al rey castellano Juan II para hacerse con el trono.
100
Tras sofocar movimientos independentistas en Sicilia y Cerdeña, el rey aragonés logra la
dificultosa conquista del Reino de Nápoles interviniendo en la guerra civil dinástica de 1417-
1419. Tras la toma triunfal de la ciudad napolitana en 1443 y su reconocimiento por el papa
Eugenio IV, el reino del S de Italia se incorporó a la Corona de Aragón.
En cuanto a lo cultural, fue uno de los monarcas influyentes en el proceso de desarrollo del
Renacimiento: llevando a cabo un importante mecenazgo cultural y literario que convertiría a
Nápoles en el foco principal de la entrada del humanismo renacentista46 aquí ya
observamos los primeros síntomas de la evolución cultural que está teniendo la sociedad,
primer signo de transición hacia la “Edad Moderna”.
Juan II (1458-1479)
Tuvo primeras nupcias con Blanca de Navarra (heredera de la monarquía de navarra) en 1415,
lo que le dio el título de rey consorte de ésta, gobernándola durante gran parte de su vida. El
puesto, que debió recaer en su hijo y heredero Carlos de Viana, nunca llegó a sus manos
debido a que, a la muerte de Blanca, en el testamento se decretó una cláusula en la que no
podía gobernar Navarra sin el permiso de su padre, que nunca se lo dio motivo de tensión.
46
Humanismo renacentista: movimiento intelectual y filosófico europeo estrechamente ligado al Renacimiento,
cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV con poetas, escritores y filósofos anteriores como Dante, Francesco
Petrarca y Giovanni Boccaccio. Busca los modelos de la Antigüedad Clásica y ensalza el antiguo humanismo greco-
romano.
47
Agramunt: linaje nobiliario del reino de Navarra que apareció a partir del siglo XII, durante el reinado de Sancho
IV de Navarra.
101
En 1459 se firmó la Concordia de Barcelona, tratado en el que Juan II y su hijo el príncipe
Carlos de Viana se reconciliaron en su disputa por la corona del reino de Navarra. Sin embargo,
siguió sin reconocer su primogenitura, por lo que Carlos siguió conspirando en secreto contra
su padre aliándose con Enrique IV de Castilla, proponiéndole concertar un matrimonio con su
hija Isabel (“la Católica”). En 1460, Juan II convoca las Cortes catalanas en Lleida y pidió a su
hijo Carlos que se reuniese con él, en esa misma reunión le acabó deteniendo por intento de
traición gran conmoción en Cataluña por su detención, intensa oleada de protestas que
desembocó en una reunión de los diputados catalanes que dieron un ultimátum al rey si no
liberaba a Carlos de Viana y no aceptaba su primogenitura.
En 1461, ante la formación de un fuerte ejército de catalanes que se iba a rebelar contra Juan
II, el rey libera a su hijo de prisión y pactó con los catalanes una nueva jurisdicción en el cuál se
estipulaba que Carlos de Viana se proclamaba lugarteniente de Cataluña y que sus padres no
podrían entrar en el territorio sin el permiso de las cortes catalanas Capitulación de
Vilafranca (junio de 1461).
Su segundo matrimonio fue con la dama catalana Juana Enríquez, cuyo hijo fue Fernando
(futuro Fernando II de Aragón “el Católico”). Su mujer entrará de lleno en el segundo conflicto
aragonés.
Carlos de Viana falleció en septiembre del mismo año, provocando gran conmoción en
Cataluña. Según el acuerdo de Vilafranca, la lugartenencia de Cataluña debía ser ocupada por
el infante Fernando, pero al ser menor de edad, la reina Juana Enríquez en su cargo de
regente, se hizo con la lugartenencia. Sin embargo, sufrió constantes tensiones con las
autoridades catalanas, de la que empezaron a surgir facciones antijuanistas:
102
costumbres dados al pueblo de Barcelona. Partidarios de la devaluación
monetaria y medidas proteccionistas.
Estalla la Guerra civil catalana (1462-1472), los leales a Juan II y la alianza entre remeses y la
Busca se enfrentaron a los antijuanistas de La Biga y la Diputación General de Cataluña. El
conflicto escaló hacia el escenario internacional, pues los rebeldes antijuanistas proclamaron
como príncipe de Cataluña al rey Enrique IV de Castilla y deponer a los monarcas aragoneses.
Para sofocar el conflicto, Juan II se vio necesitado de establecer la paz con la Corona de
Castilla: aprovechando el problema sucesorio de Enrique IV, el rey aragonés envió
embajadores a Castilla a la espalda del monarca castellano con el propósito de casar a su hija
Isabel “la Católica” con el hijo del rey aragonés, Fernando. Solucionado el conflicto con Castilla,
tras varios intentos de reprimir a los rebeldes, las tropas realistas sitian Barcelona en 1472 y las
cortes catalanas reconocen la soberanía de Juan II Capitulación de Pedralbes (oct. 1472).
Fue el heredero de Aragón desde la muerte del príncipe Carlos de Viana en 1461, tuvo mucha
impopularidad en Cataluña debido a la imagen que tenían allí de su madre, a quien acusaron
de la muerte del príncipe heredero.
La gran tensión en el seno de las cortes catalanas dio lugar a la Guerra civil catalana (1462-
1472), la primera participación de Fernando en los entresijos de la política, de la guerra y la
estrategia como de la diplomacia que le sirvió como gran experiencia para gobernar. Puso fin
al conflicto entre los campesinos remesas y la nobleza catalana con la Sentencia Arbitral de
Guadalupe (1486) abolió los malos usos a cambio del pago de una indemnización de los
remensas a los señores feudales.
Para aumentar su poderío y status, en 1468 su padre decidió entregarle el reino de Sicilia para
fortalecer la dinastía. En el mismo año, Isabel fue proclamada heredera del trono castellano
frente a Juana “la Beltraneja” en el famoso pacto de los Toros de Guisando anteriormente
explicado. La situación se complica cuando en 1469, Juan II organizó en secreto y a espaldas
del rey de Castilla (Enrique IV, quien tenía preparado para Isabel la alianza matrimonial con el
rey de Portugal) el matrimonio de su hijo con Isabel, con quien veía la posibilidad de completar
su tarea de reforzar su dinastía. La boda fue apresurada y sin esperar la dispensa papal de
consanguineidad (aunque acabó llegando más tarde), lo que enfadó a Enrique IV y le hizo
restaurar su testamento en favor de su hija Juana.
A la muerte del rey castellano, se produce la Guerra civil castellana (1474-1479) entre el bando
juanista apoyado por Portugal y el bando isabelino en el que él obviamente formaba parte. Y a
partir de aquí se entrelaza la historia de ambas coronas.
103
La muerte de Enrique IV en 1474, convirtió a Isabel reina de Castilla y Fernando como consorte
al mismo tiempo que Juana como hija del difunto rey, haciendo estallar la Guerra de sucesión
castellana (1474-1479) entre los partidarios isabelinos aliados con los aragoneses por la parte
de Fernando y los juanistas aliados con los portugueses (Alfonso V de Portugal) victoria del
bando isabelino y proclamación de Isabel y Fernando reyes de Castilla en 1479.
Francia aliada de los juanistas: más allá de la buena relación histórica entre Castilla y
Francia, el rey Luis XI por razones geoestratégicas europeas y ante el miedo de una
“España unida”, apoyó al bando juanista en contra de los isabelinos.
Durante la guerra se produce una serie de negociaciones para decidir el papel político
y el reparto de tareas entre Fernando e Isabel en caso de heredar el trono castellano.
Los nobles castellanos isabelinos se negaron a ceder todos los poderes al monarca
portugués y la propia Isabel ambicionaba tener el gran poder Concordia de Segovia
en 1475 bajo el lema fernandino de origen macedónico “tanto monta” (igualdad de
derechos entre Isabel y Fernando sobre la corona).
Sin embargo, acabaron reinando como iguales debido a que en el mismo año que la
Concordia, concedió a Fernando como muestra de confianza, un documento firmado
por ella en el que le cedía un poder equivalente, pudiendo actuar en nombre de ella en
los asuntos castellanos. Una vez Fernando se proclama rey de Aragón a la muerte de
su padre, le confiere a Isabel un poder equivalente en los asuntos aragoneses, del
mismo modo que sucedería en Castilla. Al darse poder mutuo, se les conoció
históricamente como “Reyes Católicos”.
En 1476 se celebran cortes castellanas en Medina del Campo y Madrigal de las Torres, en la
que Isabel como reina obtuvo el voto de unos subsidios de guerra para afrontar
económicamente el conflicto contra Portugal, y ese mismo año, el bando isabelino obtiene una
victoria definitiva contra los portugueses y los juanistas en la Batalla de Toro.
En 1479 muere Juan II, el padre de Fernando, proclamándose rey de Aragón y cerrando
definitivamente la paz con Portugal en el Tratado de Alcaçovas-Toledo:
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peninsular conocida como el “Imperio español”; aunque la realidad fue más bien distinta, y es
que, pese a la soberanía de ambas coronas bajo el mismo monarca, bajo los Reyes Católicos se
mantuvieron las soberanías, normas e instituciones propias de cada reino y corona. Por lo que,
exactamente, no podemos hablar de una única unidad peninsular ni por tanto como “España
imperial” hasta la llegada de los Borbones en el siglo XVIII, quienes herederos de la realeza
francesa, de la Ilustración y grandes conocedores del modelo político y económico francés,
aplicarán una política centralista orientada a las estructura jurídico-política castellana y
abolirán los fueros de Aragón y Cataluña.
La historiografía española considera el reinado de los Reyes Católicos como la transición hacia
la Edad Moderna. Con su enlace matrimonial se unieron provisionalmente la Corona de Castilla
y la Corona de Aragón, en la dinastía Trastámara, originando la Monarquía Hispánica:
apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una autoridad fuerte frente a
las aspiraciones de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista del Reino nazarí de
Granada, del Reino de Navarra, de Canarias, de Melilla y otras plazas africanas consiguieron la
unión territorial bajo una sola monarquía de la totalidad de los territorios que hoy forman
España, salvo algunas plazas que pertenecían al Reino de Portugal.
Los Reyes Católicos establecieron una política exterior común marcada por los enlaces
matrimoniales con varias familias reales de Europa que resultaron en la hegemonía de la Casa
de Habsburgo durante los siglos XVI y XVII. Por otra parte, la conquista y colonización de
América, a partir de 1492, cambió profundamente la historia mundial para siempre.
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