Trastorno por estrés postraumático
¿Es posible que mis síntomas actuales se deban a la situación
traumática que viví?
El siguiente test le servirá para orientarse acerca de la necesidad de solicitar ayuda
profesional:
- ¿Ha vivido o ha sido testigo de un acontecimiento extremadamente traumático
incluyendo muerte, amenaza de muerte, daños graves a usted o a alguien más?
Ejemplos de acontecimientos traumáticos: accidentes graves, atraco, violación,
atentado terrorista, ser tomado de rehén, secuestro, incendio, descubrir un cadáver,
muerte súbita de alguien cercano a usted, guerra o catástrofe natural.
- ¿Reaccionó con miedo intenso, sensación de desamparo u horror?
(Si su respuesta es afirmativa, lea el siguiente listado y verifique si se identifica
con algunos de los siguientes enunciados):
- Últimamente he revivido el evento de una manera angustiosa (ej. lo ha soñado, ha
tenido imágenes vívidas, ha reaccionado físicamente o ha tenido recuerdos intensos);
- Me provoca gran nerviosismo estar expuesto a situaciones que me recuerdan lo que
ocurrió, por lo que evito cualquier actividad o conversación que esté relacionada con
eso;
- No puedo recordar algunas partes del hecho traumático;
- Me siento desinteresado por las cosas en general, distanciado incluso de lo que antes
me importaba, o de la gente que quiero;
- Estoy irritable y me sobresalto con facilidad;
- Últimamente he tenido problemas para dormir;
- Estos problemas han interferido en mi trabajo, en mis actividades sociales o me han
provocado ansiedad.
Si se identifica con dos o más de estos síntomas es posible que usted sufra de
trastorno por estrés postraumático.
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Otros títulos
Historias de amores que matan
Cuando la obsesión amorosa conduce al dolor
Patricia Faur
No matan con una bala. No matan con un cuchillo. Matan con la mentira, con la
incertidumbre, con la espera desgastada, con el esfuerzo inútil. Quienes lo sufren tienen
pedazos de vidas desperdiciadas. Personas con talento, potencia y vitalidad que se
consumen en el dolor de un amor imposible o, para decirlo de un modo más ajustado, en
el desamor.
En este libro, la autora desarrolla historias que muestran claramente lo que ha
planteado desde su teoría y pragmatismo en otros textos, principalmente en su libro
iniciático Amores que matan. Estas narraciones son las historias de esos amores
destructivos, esos que bien podrían llamarse mal amor, tal como nuestras abuelas
describían esas relaciones nocivas y tóxicas. Esas relaciones adictivas que opacan la
vida y de las que Patricia Faur es una experta en su tratamiento.
Muchas de las historias, por no decir todas, muestran desde su antesala, la
elección desde la necesidad, cuando elegir desde el deseo parece ser la forma más
sana y funcional para comenzar a edificar una relación.
Del prólogo del Dr. Marcelo Rodríguez Ceberio
Los dependientes afectivos buscan el amor fuera de sí mismos, por eso sufren
mucho. Están convencidos de que, si aman con exageración, llenarán el propio vacío. Sin
embargo, sucede lo contrario. Luego de haber intentado todo, llegan a la consulta
psicológica con el último aliento. Allí toman conciencia de que recuperarse de una
relación adictiva pasa por aprender a relacionarse de otra manera. Patricia Faur ofrece en
este libro claves para entender ese trabajo de recuperación, llegar a ser auténticos y
amigarse con la propia vulnerabilidad sabiendo que los miedos no lo definen a uno, ya
que uno es más que la suma de todos ellos.
Cómo entrenar tu cerebro
Más rápido, más ágil y más flexible
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María Fernanda López
Cuando hablamos de cerebro, pensamos en la memoria y en la inteligencia, en la
atención y en la creatividad. Sin embargo, desde la acción de lavarnos los dientes hasta
decidir cambiar un trayecto urbano cuando nos encontramos con una calle cortada salen
de la “cocina” cerebral. En ambas están presentes la memoria, la atención, la creatividad
y las funciones ejecutivas.
¿Se puede entrenar el cerebro como el cuerpo? Sí, se puede. La Neuroplasticidad es
la capacidad de armar nuevas redes neuronales, y se pone en marcha frente a nuevos
estímulos sean estos un aprendizaje, el cambio de ambiente o estimulación sensorial
(como catar vino, escuchar música desconocida). Así como puede entrenarse, también
en este libro se dice cómo darle un descanso. Ya que no podemos “apagar” la cabeza, sí
podemos “bajar un cambio”, darle distracción.
Las Neurociencias Cognitivas nos brindan herramientas para potenciar nuestra
memoria, el rendimiento laboral, maximizar nuestro tiempo y optimizar la toma de
decisiones. Todo esto hace a nuestra calidad de vida. No importa la edad que tengamos:
todos tenemos fallas de memoria, problemas de atención, atravesamos periodos con muy
baja producción de ideas o padecemos dificultades para decidir.
Aquí, en estas páginas, conocerá cómo funciona cada parte de su cerebro, para qué
sirve, en qué interviene y además encontrará una exhaustiva propuesta de ejercicios y
actividades para mantenerlo más ágil, más rápido y más flexible.
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Diez claves para un afrontamiento exitoso
1. Confeccione una lista jerárquica de situaciones temidas. Comience a trabajar por la
primera (la menos temida). A medida que se pierda el temor de cada una de las
situaciones, se irá pasando a la siguiente.
2. Cada situación debe afrontarse de manera repetida, hasta que ya no genere temor.
Recién entonces se pasará a la siguiente.
3. Es muy conveniente repetir los afrontamientos con asiduidad (por ejemplo todos los
días, varias veces el mismo día o día por medio)
4. Puede trabajarse más de una situación a la vez, siempre que presenten similar
dificultad (es decir, que se encuentren en un mismo nivel de la lista jerárquica).
5. Planifique el afrontamiento para el día siguiente.
6. El afrontamiento debe realizarse más allá de cómo nos hayamos levantado ese día.
No es de utilidad realizarlos “solo si estoy en un buen día”. Las cosas son justo al
revés, la tarea debe poder realizarse, muy en particular, cuando mi ánimo o
disposición no se encuentran en el mejor estado.
7. Planifique qué recursos va a utilizar cuando se presente la ansiedad. Como vemos,
tenemos que ir preparados, a la espera de la ansiedad. Cuando se presente,
trabajaremos para controlarla.
8. Es un gran error, que normalmente conduce al fracaso, encarar un afrontamiento con
la esperanza de que la ansiedad no se presente. Para que un afrontamiento sea real, la
ansiedad debe presentarse. En eso consiste la tarea, en afrontar la ansiedad.
• Si no hay ansiedad, no hay afrontamiento.
• Si no hay afrontamiento, no hay aprendizaje.
9. No abandone el afrontamiento por la mitad. Sentirá que la ansiedad se incrementa.
Ponga en juego los recursos aprendidos (respiración, relajación, distracción,
autocharla) y permanezca en situación hasta lograr que la ansiedad empiece a caer.
10. El afrontamiento ha terminado. Tómese un rato para relajarse y disfrutar de éxito
logrado.
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11. Repítalo una y otra vez (¡ahora ya sabe que se puede!) hasta que tal situación le
resulte indiferente