SECUENCIA DIDÁCTICA: EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR
4TO – EP N7
Compartir la lectura con las alumnas y los alumnos. Intercambiar oralmente en torno al cuento a fin de
profundizar su interpretación.
Releer o bien solicitar que las y los estudiantes relean algunos fragmentos por sí mismos para discutir
sus diferentes interpretaciones o para apreciar los efectos del lenguaje de los cuentos.
Plantear por escrito algunas preguntas o problemas que contribuyan a involucrar a todas y todos en la
reflexión sobre el cuento.
Proponer situaciones de escritura que impliquen un desafío en la composición del texto, es decir, un
desafío referido a la planificación, la textualización y la revisión.
Acompañar a las y los estudiantes durante todo el proceso de escritura.
LECTURA A TRAVÉS DEL DOCENTE E INTERCAMBIO ENTRE LECTORES:
Sobre los engaños en el cuento
¿Quiénes engañan a quiénes en este cuento?
¿Cómo es posible que tan solo dos bribones hayan podido engañar a un reino entero?
No hay duda de que los tejedores engañan a todos, pero… ¿son los únicos que engañan o hay otros
personajes que también mienten? ¿Quiénes? Vamos a ir nombrándolos a todos…
¿Se dieron cuenta de que el engaño es como una bola de nieve que se va agrandando? Cada vez
hay más personas que dicen ver la tela… Vamos a releer estos fragmentos para ver cómo se extiende:
Todos en la ciudad hablaban de la espléndida tela como si la hubiesen visto.
—¡Es preciosa, elegantísima, estupenda! –corría de boca en boca y todos estaban entusiasmados
con ella.
¿Cómo es posible que nadie sospeche que los tejedores puedan estar mintiendo? ¿O alguien
sospechará?
Cada uno de los personajes parece confiar más en lo que ven los demás que en lo que ven sus
propios ojos, ¿por qué será?
Vamos a releer esta parte para ver si nos ayuda a entender por qué se impuso el engaño de esa
manera entre toda la gente:
Nadie permitía que los demás se dieran cuenta de que no veían nada, porque eso hubiera
significado que eran indignos de su cargo o que eran tontos de remate.
El traje que supuestamente hicieron los tejedores servía para diferenciar a quienes no eran muy
perspicaces de quienes sí lo eran. ¿Sucede esto en el cuento? Al final del cuento, ¿sabemos quiénes
son astutos y quiénes no lo son?
Sobre la motivación de los personajes
Ustedes dicen que el emperador manda a hacer el traje porque le gustaba la ropa, pero creo que hay
otra razón también. Vamos a releer el fragmento en el que el emperador decide encargarlo…
Dijimos que los tejedores engañan, pero que también lo hacen el emperador y sus funcionarios.
¿Todos engañan por la misma razón? ¿Por qué engaña cada uno de ellos?
A mí me parece que al emperador la tela le genera algunas dudas y sentimientos contradictorios.
Vamos a releer una parte en la que expresa sus pensamientos y la discutimos entre todas y todos:
Me gustaría saber lo que han avanzado con la tela”, pensaba el Emperador, pero se encontraba un poco
confuso en su interior al pensar que el que fuese tonto o indigno de su cargo no podría ver lo que
estaban tejiendo. No es que tuviera dudas sobre sí mismo; pero, por si acaso, prefería enviar primero a
otro para ver cómo andaban las cosas.
Cuando se difunde por el reino la noticia de que había una tela mágica, el narrador dice que “todos
estaban deseosos de ver lo tonto o inútil que era su vecino”. Parece ser que al principio todas las
personas tenían mucha confianza en su propia inteligencia. ¿Qué les ocurre más adelante?
Les voy a releer una parte de la escena en la que el Emperador va con su séquito a ver cómo había
quedado su traje, para que tratemos de entender qué piensan los funcionarios.
—¿Verdad que es admirable? –preguntaron los dos honrados funcionarios–. Fíjese Vuestra
Majestad en estos colores y estos dibujos –y señalaban el telar vacío, creyendo que los demás
veían perfectamente la tela.
Aquí el narrador afirma que los funcionarios eran honrados. ¿Cuál será entonces el motivo que los
lleva a mentir? ¿Cómo creen que se sentían mientras lo hacían?
Ustedes dicen que todos mentían porque no querían que se pensara que eran tontos, y yo creo que es
así. Pero me parece que ese temor no era igual para todos. ¿Ante quién temían quedar en ridículo los
funcionarios? ¿Qué consecuencias podían sufrir si se descubría que no veían la tela?
Y la gente del pueblo, ¿a qué le temerá? ¿Qué le podrá pasar?
El niño es el único que dice lo que piensa. ¿Por qué lo hará?, ¿no le importa lo que los demás piensen
de él?, ¿se dará cuenta de que todos están fingiendo que ven la tela?
Sobre el lenguaje de los cuentos
Me gusta mucho la parte que dice “Las prendas son ligeras como si fuesen una tela de araña -
elogiaron los bribones-. Se diría que no lleva nada en el cuerpo, pero esto es precisamente lo bueno
de la tela.” Me causa mucha gracia porque los tejedores les están tomando el pelo al emperador y a su
séquito sin que se den cuenta. También me gusta la comparación con la tela de araña. ¿Con qué otras
cosas podríamos comparar la tela del traje para dar sensación de que son muy livianas?
“Cuchichear” es una palabra muy bonita. Significa hablar en una forma especial, muy diferente a gritar.
Les releo el fragmento para que noten la diferencia:
Y todo el mundo empezó a cuchichear sobre lo que acababa de decir el pequeño.
—¡Pero si no lleva nada puesto! ¡Es un niño el que dice que no lleva nada puesto!
—¡No lleva traje! –gritó, al fin, todo el pueblo.
¿Quiénes quieren leer lo que dicen los personajes cuchicheando y gritando?
Entonces, el pueblo primero cuchichea y después grita… ¿Por qué creen que pasa eso?
También es importante notar que dice “gritó al fin”. Es como si se hubiesen estado conteniendo y ya no
aguantaran más.
Semejanzas y diferencias con “El gato con botas”
Antes de “El traje nuevo del Emperador” ya habíamos leído otros cuentos en los que hay engaños. Les
propongo que los comparemos…
Vamos a pensar en los personajes que son engañados en “El traje nuevo del Emperador” y en
“El gato con botas” ¿Encuentran algunos que se parezcan?
Pensemos ahora en el gato y en los tejedores, ¿cuál de estos personajes les resulta más simpático?,
¿por qué?
En “El gato con botas” había un engaño que también tenía que ver con la ropa. ¿Cuál era?
En este cuento los tejedores tienden una trampa al emperador, usan la tela maravillosa para atraerlo
porque saben que es muy vanidoso. El protagonista de “El gato con botas” también se aprovecha del
amor propio de un personaje mucho más poderoso que él para engañarlo. ¿Se acuerdan de ese
episodio?
LECTURA DE LOS CHICOS Y LAS CHICAS POR SÍ MÍSMOS:
Un emperador en el ropero
El propósito de retomar este fragmento es advertir ciertas expresiones propias del lenguaje de los cuentos,
que en este caso se refieren a un aspecto central: las características del emperador.
¿Qué nos dice esta parte del cuento sobre los gustos del Emperador?
Hace muchos años vivía un Emperador tan aficionado a los trajes nuevos que gastaba todo su dinero en
vestir con la máxima elegancia. No se interesaba por sus soldados, ni le atraía el teatro, ni le gustaba
pasear en coche por el bosque, a menos que fuera para lucir sus atuendos nuevos. Tenía un traje
distinto para cada hora del día, y de la misma manera que se dice que un rey se encuentra en el
Consejo, de él se decía siempre:
—El Emperador está en el ropero.
Una chica de otra escuela dijo que este emperador no gobernaba muy bien. ¿Qué opinás de la afirmación de esa
compañera? ¿Coincidís o estás en desacuerdo?
Señalá en el texto algunas expresiones que te sirvan para justificar tu postura.
¿Qué te parece que quería expresar la gente sobre su gobernante cuando decía "El Emperador está en el
ropero"?
Puesta en común:
Focalizar la reflexión en las expresiones “gastaba todo su dinero en vestir con la máxima elegancia” y
“no se interesaba por sus soldados”, que -además de caracterizar la vanidad del emperadormuestran
su negligencia en el gobierno del reino.
Compartir sus impresiones sobre la frase “Tenía un traje distinto para cada hora del día”, que expresa
a través de una exageración cuánto le gustaba la ropa al emperador.
Plantear una comparación que ayude a comprender el sentido figurado de “El Emperador está en el
ropero”, recurriendo a una expresión metafórica conocida: así como “está en la luna” significa que
alguien está distraído, “está en el ropero” es una forma de decir que en lugar de ocuparse de los
asuntos del reino estaba siempre atento a la ropa. Es importante hacer notar el matiz burlón y crítico
de la expresión.
El pueblo hace oír su voz
El propósito de retomar este fragmento es profundizar en la interpretación del final del cuento, muy rico en
significaciones. En efecto, allí se pone en juego un fuerte sentido político de la historia, dado por las acciones
del niño, el pueblo y el Emperador.
Los chambelanes encargados de llevar la cola bajaron las manos al suelo para levantarla, y
siguieron con las manos en alto como si estuvieran sosteniendo algo en el aire; por nada del mundo
hubieran confesado que no veían nada.
Nadie permitía que los demás se dieran cuenta de que no veían nada, porque eso hubiera
significado que eran indignos de su cargo o que eran tontos de remate. Ningún traje del Emperador
había tenido tanto éxito como aquél.
Y de ese modo marchó el Emperador bajo el espléndido palio, mientras que todas las gentes, en la
calle y en las ventanas, decían:
—¡Qué precioso es el nuevo traje del Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué bien le sienta!
—¡Pero si no lleva nada! –exclamó de pronto un niño.
—¡Dios mío, escuchad la voz de la inocencia! –dijo su padre.
Y todo el mundo empezó a cuchichear sobre lo que acababa de decir el pequeño.
—¡Pero si no lleva nada puesto! ¡Es un niño el que dice que no lleva nada puesto!
—¡No lleva traje! –gritó, al fin, todo el pueblo.
Aquello inquietó al Emperador, porque pensaba que el pueblo tenía razón; pero se dijo: “Hay que
seguir en la procesión hasta el final”.
¿Cómo les parece que hubiese seguido el cuento si el niño no hubiese hablado para señalar que el
emperador estaba desnudo?
¿Por qué será que el único que se atreve a denunciar el engaño es un niño?
El emperador se da cuenta de que realmente está desnudo a la vista de su pueblo. Sin embargo,
decide seguir la procesión hasta el final.
¿Cuál será su intención al hacer esto?
¿Qué opinan ustedes de la decisión del emperador?
Después de que se descubre el engaño, los chambelanes siguen caminando detrás del rey
pretendiendo sostener la cola de un traje inexistente. ¿Qué los motivará a hacer esto?
¿Qué habrá pasado con los tejedores después?, ¿habrán logrado escapar o habrán sido
encarcelados?
Puesta en común:
Durante el intercambio en torno a las respuestas a las consignas dadas, la o el docente realiza algunos
aportes:
Indica que una posible pista para pensar por qué se atreve a hablar el niño es lo que dice su padre,
cuando habla de la “voz de la inocencia”.
Sugiere que cuando la gente comenta por lo bajo “¡Es un niño el que dice que no lleva nada puesto!”
parece enfatizar el hecho de que él se anima a decir lo que las personas adultas ven y callan.
Relee los últimos dos párrafos del cuento para hacer notar que el emperador decidió seguir
desfilando aun después de pensar que el pueblo tenía razón.
Recupera la expresión “Y se irguió aún con mayor arrogancia que antes”. Para ayudar a
comprenderla puede incluso dramatizarla. Plantea -en términos accesibles para las niñas y los niños-
que esa conducta puede deberse a distintas razones: obstinación, vergüenza, soberbia, entre otras.
Una vez que el niño señala la desnudez del emperador, todos rápidamente se dan cuenta de que el
traje no existe y se suman a su denuncia. ¿Cómo se explica que hagan esto? ¿Por qué será que no lo
dijeron antes?
¿Conocen alguna situación de la vida real en la que uno solo -o unos pocos- se hayan animado a
denunciar un engaño a toda la gente?
¿Qué habrá pasado con el emperador?, ¿habrá seguido ocupándose de su vestimenta más que de
los asuntos del reino?, ¿o habrá reflexionado a partir de lo ocurrido y asumido una actitud más seria,
más adecuada para un gobernante?
Pensares y decires
Localizar en el texto fragmentos que permitan profundizar en el mundo interno de los personajes, mostrando
la contradicción entre lo que dicen y lo que piensan.
Consigna: Volver a leer el cuento y anotar, en cada caso, lo que piensan y lo que dicen los distintos
personajes.
PERSONAJE PIENSA DICE
¡Dios me guarde! –pensó,
abriendo unos ojos como platos–.
¡No veo nada!”
EL VIEJO MINISTRO
“¡Dios mío! –pensó–. ¿Seré tonto
acaso? ¿Es posible que sea inútil
para el cargo? No debo decir a
nadie que no he visto la tela”.
EL FUNCIONARIO —¡El tejido es digno de
admiración!
¡Oh, es bellísima! –dijo en voz
alta–. Tiene mi real aprobación –y
EL EMPERADOR con un gesto de agrado miraba el
telar vacío, sin decir ni una
palabra de que no veía nada.
ESCRITURA DE LOS CHICOS Y LAS CHICAS POR SÍ MÍSMOS
Narración de un nuevo episodio: el emperador envía a la emperatriz a ver la tela.
Esta propuesta cosiste en la narración de un nuevo episodio en el que, esta vez el emperador envía a la
emperatriz a ver el traje.
Antes de comenzar la planificación en parejas, la o el docente puede:
Anticipar que van a escribir de forma individual un episodio en el que aparece un nuevo personaje que
es enviado a ver el supuesto traje: la Emperatriz.
Recuperar qué sucede en el cuento cuando el viejo ministro, el funcionario y el emperador ven la tela.
Recordar que en todos los casos piensan una cosa y dicen otra.
Comentar con las niñas y los niños que la emperatriz tiene que continuar con el engaño -como hacen
los otros personajes- para que no se modifique el final del cuento.
Hacer un listado de los hechos que no pueden faltar en el episodio. Por ejemplo:
El Emperador envía a la Emperatriz a ver la tela.
La Emperatriz se presenta ante los tejedores.
Los tejedores le muestran la tela.
La Emperatriz no la ve y piensa qué decir.
La Emperatriz miente y halaga el tejido.
La Emperatriz visita al Emperador y le describe la tela.
Luego, en parejas, discutir en torno a las siguientes cuestiones:
El emperador envía a la emperatriz a ver la tela.
Antes de escribir el nuevo episodio, les proponemos que en parejas conversen y tomen
notas que podrán consultar cuando estén escribiendo.
¿Cuáles serán las razones que tiene la Emperatriz para no decir la verdad? Piensen
y anoten algunas posibilidades.
¿Qué pensará la Emperatriz al ver la supuesta tela? ¿Y qué dirá? Para pensar en
este punto, pueden releer la actividad “Pensares y decires”. La Emperatriz piensa…
La Emperatriz dice…
¿Qué le dirá la Emperatriz al Emperador cuando regrese de visitar a los tejedores?
Se realizará un intercambio oral para recuperar lo conversado en las parejas y tomar nota de las distintas
posibilidades que surjan durante la puesta en común. Pueden confeccionarse portadores como los que se
siguieren a continuación:
Por último, para anticipar algunos de los problemas que se les presentarán al escribir, será productivo
reflexionar con las y los estudiantes sobre las marcas que se utilizan en el cuento para diferenciar lo que los
personajes piensan de lo que dicen. Para esto, se podrá elegir algún fragmento del cuento en el que se
observen esas marcas. Por ejemplo:
Producción del texto
Consigna para la escritura
Escribí un nuevo episodio del cuento en el que la Emperatriz es enviada a ver el supuesto traje.
¡Tené en cuenta la planificación que hiciste con tu compañera o compañero!
Podés empezar así:
Entonces, el Emperador decidió pedirle a la Emperatriz que visitara a los tejedores, ya que la
consideraba una mujer muy inteligente y con muy buen gusto para elegir sus vestidos.
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los tejedores…
Revisión del texto
Algunos de los aspectos a realizar pueden ser los siguientes:
¿La Emperatriz continúa con el engaño?
¿Se incluyen todos los hechos que no pueden faltar en el episodio?
En lo que piensa la Emperatriz, ¿se incluyen las razones que tiene para no decir la verdad? ¿Se hace
referencia a sus dudas y sus temores?
En lo que dice la Emperatriz, ¿se observan las contradicciones con lo que piensa?
¿Hay marcas que diferencien lo que la Emperatriz piensa de lo que dice? ¿Queda clara esa diferencia
para las lectoras y los lectores?
Entre todos se revisará un texto escrito por alumno:
Leer y analizar el siguiente texto escrito por un alumno de otro 4to
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los tejedores que se hacían los que trabajaban
en los telares vacíos.
¡No lo puedo creer! No veo la tela.
Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron qué pensaba de la tela. La
Emperatriz miraba el telar vacío muy sorprendida porque no había nada.
¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el Emperador? Mejor no le digo a nadie que no
vi la tela.
- ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los estafadores.
¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores bellísimos y los hilos son preciosos. Le
diré al Emperador que es perfecto.
A mí me parece que faltan algunas marcas para que quede claro si la Emperatriz está pensando o
hablando. ¿A ustedes qué les parece?
¿Qué marcas agregarían? Miremos el afiche que hicimos sobre este tema.
¿En qué parte del texto se menciona lo que la Emperatriz piensa? Además de las comillas, ¿podemos
agregar un “pensó” en alguna parte para que quede aún más claro?
¿En qué parte del texto se menciona lo que la Emperatriz dice en voz alta? Además de la raya de
diálogo, ¿podemos agregar algún verbo como hicimos con “pensó? ¿Cuál podría ser? ¿Qué les
parece que queda mejor “respondió”, “contestó” o “dijo”?
El texto resultante podría ser el siguiente:
ESCRITURA COMPARTIDA (colectiva, a través del docente)
Los pícaros contraatacan
Esta propuesta consiste en escribir un cuento en el que los pícaros viajan a otro reino o pueblo y ponen en
marcha un nuevo engaño. Se trata de retomar dos personajes de “El traje nuevo del Emperador” para
inventar una nueva historia. A continuación se sugieren algunas opciones.
Los estafadores dicen:
tienen un pájaro que con su canto puede predecir el futuro;
tienen una poción mágica que rejuvenece o que hace más fuertes a las personas;
tienen un espejo en el que solo se ven reflejadas las personas bellas.
otras opciones que surjan del intercambio con las niñas y los niños.
Acordar colectivamente algunas cuestiones:
¿En qué lugar transcurre la historia: en un castillo, en una plaza, ¿en las calles de un pueblo?
¿En qué consiste el engaño?
¿Cómo lo llevan adelante? ¿Utilizan algún objeto? ¿Qué les dicen a las personas?
¿A quiénes engañan los dos pícaros esta vez? ¿Las personas dudan? ¿Por qué no dicen lo que
piensan?
¿Alguien descubre el engaño? ¿Una niña o un niño? ¿Un loco? ¿Un anciano sabio?
Evitar repiticiones
El propósito de esta situación es que puedan utilizar procedimientos de sustitución u omisión para evitar
repeticiones innecesarias.
La Emperatriz fue al salón donde estaban los tejedores. Al verla llegar, los
tejedores se hicieron los que trabajaban. Los tejedores cortaban el aire con sus
tijeras y movían las agujas para todos lados, como si hubiese una tela de
verdad. Entonces la Emperatriz se asustó mucho y pensó: “¡No puedo ver nada!
Debo ser medio tonta. Tengo que disimular para que los tejedores no se den
cuenta o dejaré de ser Emperatriz”. Y entonces les dijo a los tejedores:
—¡Nunca vi un vestido más hermoso que este!
Al escucharla, los dos tejedores se sonrieron porque se dieron cuenta de que la
Emperatriz también había caído en la trampa.
Posibles intervenciones:
¿Hay algo que les ‘suene mal’ en el texto que acabamos de leer?
¿cómo nombrar a esos personajes sin usar la palabra “tejedores” una y otra vez?
Podríamos buscar en el cuento que otras palabras se utiliza para nombrar a los falsos tejedores
No siempre es necesario indicar de que personaje se está hablando. Muchas veces se entiende igual
porque se lo acaba de nombrar. Esta es otra forma de evitar repeticiones.
ANEXO
Los chambelanes encargados de llevar la cola
Los chambelanes encargados de llevar la cola
bajaron las manos al suelo para levantarla, y
bajaron las manos al suelo para levantarla, y
siguieron con las manos en alto como si
siguieron con las manos en alto como si
estuvieran sosteniendo algo en el aire; por nada
estuvieran sosteniendo algo en el aire; por nada
del mundo hubieran confesado que no veían
del mundo hubieran confesado que no veían
nada.
nada.
Nadie permitía que los demás se dieran cuenta
Nadie permitía que los demás se dieran cuenta
de que no veían nada, porque eso hubiera
de que no veían nada, porque eso hubiera
significado que eran indignos de su cargo o que
significado que eran indignos de su cargo o que
eran tontos de remate. Ningún traje del
eran tontos de remate. Ningún traje del
Emperador había tenido tanto éxito como
Emperador había tenido tanto éxito como aquél.
aquél.
Y de ese modo marchó el Emperador bajo el
Y de ese modo marchó el Emperador bajo el
espléndido palio, mientras que todas las gentes,
espléndido palio, mientras que todas las gentes,
en la calle y en las ventanas, decían:
en la calle y en las ventanas, decían:
—¡Qué precioso es el nuevo traje del
—¡Qué precioso es el nuevo traje del
Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué bien le
Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué bien le
sienta!
sienta!
—¡Pero si no lleva nada! –exclamó de pronto un
—¡Pero si no lleva nada! –exclamó de pronto un
niño.
niño.
—¡Dios mío, escuchad la voz de la inocencia! –
—¡Dios mío, escuchad la voz de la inocencia! –
dijo su padre.
dijo su padre.
Y todo el mundo empezó a cuchichear sobre lo
Y todo el mundo empezó a cuchichear sobre lo
que acababa de decir el pequeño.
que acababa de decir el pequeño.
—¡Pero si no lleva nada puesto! ¡Es un niño el
—¡Pero si no lleva nada puesto! ¡Es un niño el
que dice que no lleva nada puesto!
que dice que no lleva nada puesto!
—¡No lleva traje! –gritó, al fin, todo el pueblo.
—¡No lleva traje! –gritó, al fin, todo el pueblo.
Aquello inquietó al Emperador, porque pensaba
Aquello inquietó al Emperador, porque pensaba
que el pueblo tenía razón; pero se dijo: “Hay que
que el pueblo tenía razón; pero se dijo: “Hay
seguir en la procesión hasta el final”.
que seguir en la procesión hasta el final”.
PERSONAJE PIENSA DICE
¡Dios me guarde! –pensó,
abriendo unos ojos como platos–.
¡No veo nada!”
EL VIEJO MINISTRO
“¡Dios mío! –pensó–. ¿Seré tonto
acaso? ¿Es posible que sea inútil
para el cargo? No debo decir a
nadie que no he visto la tela”.
EL FUNCIONARIO —¡El tejido es digno de
admiración!
¡Oh, es bellísima! –dijo en voz
alta–. Tiene mi real aprobación –y
EL EMPERADOR con un gesto de agrado miraba el
telar vacío, sin decir ni una
palabra de que no veía nada.
PERSONAJE PIENSA DICE
¡Dios me guarde! –pensó,
abriendo unos ojos como platos–.
¡No veo nada!”
EL VIEJO MINISTRO
“¡Dios mío! –pensó–. ¿Seré tonto
acaso? ¿Es posible que sea inútil
para el cargo? No debo decir a
nadie que no he visto la tela”.
EL FUNCIONARIO —¡El tejido es digno de
admiración!
¡Oh, es bellísima! –dijo en voz
alta–. Tiene mi real aprobación –y
EL EMPERADOR con un gesto de agrado miraba el
telar vacío, sin decir ni una
palabra de que no veía nada.
El emperador envía a la emperatriz a ver la tela.
Antes de escribir el nuevo episodio, les proponemos que en parejas conversen y tomen
notas que podrán consultar cuando estén escribiendo.
¿Cuáles serán las razones que tiene la Emperatriz para no decir la verdad? Piensen
y anoten algunas posibilidades.
¿Qué pensará la Emperatriz al ver la supuesta tela? ¿Y qué dirá? Para pensar en
este punto, pueden releer la actividad “Pensares y decires”. La Emperatriz piensa…
La Emperatriz dice…
¿Qué le dirá la Emperatriz al Emperador cuando regrese de visitar a los tejedores?
El emperador envía a la emperatriz a ver la tela.
Antes de escribir el nuevo episodio, les proponemos que en parejas conversen y tomen
notas que podrán consultar cuando estén escribiendo.
¿Cuáles serán las razones que tiene la Emperatriz para no decir la verdad? Piensen
y anoten algunas posibilidades.
¿Qué pensará la Emperatriz al ver la supuesta tela? ¿Y qué dirá? Para pensar en
este punto, pueden releer la actividad “Pensares y decires”. La Emperatriz piensa…
La Emperatriz dice…
¿Qué le dirá la Emperatriz al Emperador cuando regrese de visitar a los tejedores?
El emperador envía a la emperatriz a ver la tela.
Antes de escribir el nuevo episodio, les proponemos que en parejas conversen y tomen
notas que podrán consultar cuando estén escribiendo.
¿Cuáles serán las razones que tiene la Emperatriz para no decir la verdad? Piensen
y anoten algunas posibilidades.
¿Qué pensará la Emperatriz al ver la supuesta tela? ¿Y qué dirá? Para pensar en
este punto, pueden releer la actividad “Pensares y decires”. La Emperatriz piensa…
La Emperatriz dice…
¿Qué le dirá la Emperatriz al Emperador cuando regrese de visitar a los tejedores?
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
vacíos. tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares
vacíos.
¡No lo puedo creer! No veo la tela.
¡No lo puedo creer! No veo la tela.
Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron
qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron
muy sorprendida porque no había nada. qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío
muy sorprendida porque no había nada.
¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el
Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela. ¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el
Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela.
- ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los
estafadores. - ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los
estafadores.
¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores
bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador ¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores
que es perfecto. bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador
que es perfecto.
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
vacíos. tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares
vacíos.
¡No lo puedo creer! No veo la tela.
¡No lo puedo creer! No veo la tela.
Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron
qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron
muy sorprendida porque no había nada. qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío
muy sorprendida porque no había nada.
¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el
Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela. ¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el
Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela.
- ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los
estafadores. - ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los
estafadores.
¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores
bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador ¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores
que es perfecto. bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador
que es perfecto.
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares
Al día siguiente, se presentó la Emperatriz ante los
vacíos.
tejedores que se hacían los que trabajaban en los telares
¡No lo puedo creer! No veo la tela. vacíos.
Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron ¡No lo puedo creer! No veo la tela.
qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío
Los dos pícaros le dijeron que se acercara y le preguntaron
muy sorprendida porque no había nada.
qué pensaba de la tela. La Emperatriz miraba el telar vacío
¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el muy sorprendida porque no había nada.
Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela.
¿Seré tonta? ¿No soy una esposa digna para el
- ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los Emperador? Mejor no le digo a nadie que no vi la tela.
estafadores.
- ¿Y? ¿Qué pensás del tejido? -preguntó uno de los
¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores estafadores.
bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador
¡Oh, es muy hermoso! Me encanta. Tiene unos colores
que es perfecto.
bellísimos y los hilos son preciosos. Le diré al Emperador
que es perfecto.