COLONIAS AGRICOLAS
Y ESCUELA DE REFORMA
               PABA
 JÓVENES   INDIGENTES,   MENDIGOS,
    VAGOS Y DELINCUENTES,
                POR
 D. CRISTOBAL LECUMBERRI.
                     INTRODUCCION.
    Al visitar en octubre de 1853 los establecimientos de
beneficencia y de represion de Bélgica, encontramos uno
que llamó nuestra atencion por su índole particular, por su
régimen y por sus resultados.
    Era la colonia agrícola de reforma de jóvenes mendigos,
vagos y delincuentes, establecida pocos años antes en el tér
mino de Ruysselede, cuya primera visita y la escitacion pos
terior de algunos amigos, nos hicieron formar mas adelante
el propósito de volver á ella y estudiar aquel y otros análo
gos bajo sus diferentes aspectos.
    Al recorrer, pues, varios Estados de los mas adelantados
en cultura, consagramos el tiempo necesario al examen de
los mas notables que hallabamos en este género, por cuanto
veíamos en ellos un medio poderoso para prevenir los crí
menes y aun el pauperismo; y hoy hemos creído que los da
tos recogidos entonces servirán tal vez para ilustrar en la
materia á los que tengan ya su atencion dedicada á esta no
ble empresa, y para escitará la cooperacion á todos aquellos,
en quienes exista un poco de caridad, un poco de nobleza
de sentimientos y algun conocimiento de las necesidades
sociales de la época.
    No es lo que ménos nos anima á hacer este pequeño tra
bajo el ver que el celoso gobernador de la provincia de Ma
drid dá ya un paso en este camino, con la creacion de una
casa de correccion de jóvenes en la inmediacion de la puer
ta de Toledo en esta capital (1), yá la que deseamos un
buen éxito, para que sirva de estímulo á la formacion de es
cuelas agrícolas de reforma, cuya adopcion salvaría á los
jóvenes delincuentes del contajio moral de las prisiones, y
separaría del camino del crimen á tantos desdichados, que
        abandono en su educacion                  la mendici
dad y la vagancia, para poblar mas adelante los presidios.
    Las instituciones, de que nos ocupamos, se diferencian
principalmente con relacion á los antecedentes de los jóve
nes á quienes están destinadas: así las escuelas rurales y las
de pobres de Suiza acojen á los niños indigentes, á
los huérfanos y á los abandonados moralmente á quienes
 _ (1) Estas páginas se escribían en el año 1861, en que se habi
litaba la casa llamada dePabellones para jóvenes corrigendos;
proyecto abandonado despues de haberse hecho las obras de
apropiacion y por causas que el autor desconoce.
                               — 4 —
   falta la educacion de la familia natural, y son, en el rigor de
   la palabra, establecimientos preventivos: otras instituciones
   acoj en á los niños culpables y viciosos, como son varios de
   Suiza; y otras, por último, reciben además á los que han pa
   sado ya por una condena de los tribunales, pero que en aten
   cion a su edad, y juzgándose que han obrado sin discerni
   miento, se envian para su correccion á establecimientos es
   peciales. Los de las últimas clases son verdaderos estable
   cimientos de reforma, y de este género son los que vamos á
   describir como los mas importantes de Francia, Bélgica, In
   glaterra, Holanda y Suiza. '
       Colonia penitenciaria de Mettray (Francia.)
       La colonia de este nombre , que ha servido de modelo á varias
    de Europa, se debe á la iniciativa de M. Demetz y M. Courtei-
   lles, magistrado el primero y militar retirado el segundo, que,
    ligados por la amistad y por la nobleza de sus sentimientos,
    se propusieron poner remedio al deplorable contagio á que
    se hallaban' expuestos los delincuentes jóvenes en las pri
    siones de Francia, cuya estadística hacia subir á 75 por 100
    el número de los jóvenes reincidentes.
         De regreso M. Demetz de un viaje hecho en 1837 á los
    Estados-Unidos con el arquitecto M. Blouet para visitar por
    orden del gobierno francés los establecimientos penitencia
    rios de aquel pais, tomó la iniciativa para fundar la Sociedad
   paternal, que se constituyó bajo la presidencia del conde de
   Gasparin, y cuyo objeto espresado claramente en los estatu
   tos de la misma es:
       1 ." Acojer, mantener y educar en la colonia de Mettray
    á los jóvenes detenidos, juzgados en virtud de los artículos
   66 y 67 del Código penal, que le fueren confiados por la ad
   ministracion, darles la educacion moral y religiosa así como
\ la instruccion primaria elemental, enseñarles un oficio y
   acostumbrarlos sobre todo á los trabajos de la agricultura.
       2.° Ejercer sobre los mismos una tutela benévola desde
    el momento de su salida de la colonia, colocarlos en lo posi-
 ' ble en poblaciones rurales en casas de artesanos ó labradores
   vigilar su conducta, y auxiliarlos con el patrocinio oficios,
    de la colonia.
        En estos dos artículos está el espíritu de la institucion
   de Mettray: los instrumentos de reforma son Ta educacion
   religiosa, la instruccion y el trabajo, principalmente el de la
   tierra, el mas adecuado para la regeneracion física y moral
   de estos desgraciados: y como apoyo para su perseverancia
   la tutela-benévola que se ejerce con ellos, desde que salen de
   la colonia.
       Mas adelante veremos que el espíritu de la organizacion
                             — 5 —
y del régimen interior, con que se lleva á cabo esta em
presa, está conforme con la denominacion de Sociedad pater
nal que se dió á la institucion; pues obra el amor y no el
terror; se vé la autoridad de padre en lugar de la vara del
cabo; y cierran la Colonia las puertas de los campos y las
llaves del corazon, en vez de los muros y cerrojos de las pri
siones.
    Creada la sociedad paternal, hicieron Mr. Demetz y
M. Courteilles el sacrificio de sus personas, abandonando el
primero una elevadaposicion en la magistratura, y elsegundo
las dulzuras de una vida holgada, para constituirse en pa
dres de tantos huérfanos morales, como los ha llamado algu
no; situaron el hogar de la nueva familia en un terreno de
la propiedad de M. Courteilles, jurisdiccion de la aldea de
Mettray, cerca de Tours, uno de los sitios mas amenos de
un pais, que con razon se califica como el jardín de la Fran
cia; y para que su plan de division de la colonia en familias
fuese la que pusiera la ley á los edificios, en lugar de ser los
edificios existentes los que dominen la organizacion, como
por desgracia sucede muchas veces, erigieron todas las
construcciones de nueva planta, conforme á los planos y di
reccion del hábil arquitecto M. Blouet.
    Mas, como la institucion exigia un personal especial pa
ra auxiliar á los dos directores, personal cuyo móvil estu
viera en el alma y no en el bolsillo, precedió á la poblacion
de la colouia la creacion de una escuela preparatoria, en
que los directores reunieron á algunos jóvenes de principios
religiosos, de moralidad y capacidad, y los prepararon á este
apostolado de caridad; pues no quisieron, como dice Mr. De
metz, abrir esta enfermeria de almas sin haber formado pri
mero á los internos (1) que debian asistirlos.
    Los primeros ocho colonos se tomaron en la prision de
Fontevrault, en enero de 1840, y constituyeron el núcleo
de la poblacion, que sucesivamente ha ido creciendo hasta
pasar de 500. En este estado de desarrollo, que tenia ya en
diciembre de 1855, época de nuestra primera estancia de
ocho dias en la colonia, es en el que la vamos á presentar;
es decir, despues de haber recorrido un período de 15 años,
en que luchó con grandes obstáculos económicos, y en que
sufrió la dolorosa pérdida de Mr. Courteilles.
    El viajero que en 1855 se propusiese visitar la colonia
de Mettray desde Tours, recorria los 7 kilómetros que sepa
ran ambos puntos, atravesando una campiña feráz; y des
 pues de haber pasado por delante de una posada, situada
  (i) En los hospitales franceses se dá el nombre de «internos»
á los discípulos de medicina que practican en ellos.
                            — 6 —
en contigüidad de las tierras de la colonia, y construida
con el destino de albergar á los que fuesen á visitar aquella,
se presentaba en frente del lado menor de un gran patio
rectangular, animado por plantaciones, y poblado en sus
costados por casitas rústicas y en su fondo por una Iglesia:
el que se proponga hacerlo hoy puede ir en algunos minutos
desde Tours por el camino de hierro de Mans á la pequeña
estacion de Mettray, desde donde su vista alcanza fácilmen
te la iglesia de la colonia; y en menos de un cuarto de hora
puede por un camino vecinal, y atravesando algunas tierras
explotadas por los colonos, pasar por delante de la casa de
campo de M. Courteilles y colocarse en el punto de vista en
que dejamos al viajero de 1855.
    En este grupo de edificios, que en union con otro menos
importante, situado á la izquierda del observador, forma
por decirlo así el corazon de la colonia, tiene en primer tér
mino los destinados á los empleados y algunas dependencias
generales, en segundo las habitaciones de los colonos, y en
el fondo la iglesia con la escuela y algunas dependencias en
sus costados. Detrás de este grupo se ocultan las construc
ciones destinadas á la correccion paternal y á la explotacion
agrícola; y por último, el que indicamos á la izquierda del
observador, está separado por un camino vecinal paralelo al
eje mayor del gran pátio; y comprende las cocinas y enfer
meria, habitaciones de las hermanas de caridad, escuela pre
paratoria, lavadero, oficinas y varias dependencias.
    Estos tres grupos de edificios, situados en la meseta de
una colina, alternan con plantaciones de árboles, jardines y
setos vivos, reuniendo así las buenas condiciones higiénicas
de posicion con el animado y risueño aspecto de una pobla
cion rural.
    Pero antes de describir cada uno de estos edificios, cree
mos necesario, para hacerlos comprender mejor, dar á co
nocer la organizacion personal de los que los habitan.
   Organizacion de la colonia. —La organizacion del personal,
que ha sido la base de la disposicion de los edificios, es doble,
segun se relaciona con las funciones ordinarias de la vida
doméstica, ó segun se refiera al trabajo. Bajo el primer pun
to de vista, reconoce por fundamento la familia; y la pobla
cion se divide en grupos de 40 colonos, designados con el
nombre de familias, bajo el cargo inmediato de un jefe, lla
mado padre de la familia, y formado para este destino en la
 escuela preparatoria de que hicimos ya mencion; dos colo
nos, elegidos por la familia á votacion, y aprobados por el
 director, llevan el nombre de hermanos mayores, y son los
 auxiliares del padre en el régimen de la misma.
     M. Demetz dá una gran importancia á este sistema de
 organizacion, por cuanto hace que los jefes ejerzan una vi
gilancia mas fácil, mas activa, que se consagren mas á la
educacion de los colonos, y empleen un tono de autoridad
mas paternal que imperiosa, que los colonos por lo mismo
cobren una afeccion de cariño y no de miedo para coa los
jefes, y se emplee esta poderosa palanca del corazon en be
neficio de su reforma moral. A la objecion que algunos han
presentado á este sistema, de que exige un gran número de
empleados responde el celoso director de Mettray que hay
 economias que arruinan, que la accion moral sobre el colo
no no puede ser eficaz, sino cuando se establece la lucha con
 él cuerpo á cuerpo, corazon con corazon, entendimiento con
 entendimiento; y que si hasta hoy se han conseguido es
 casos resultados en punto á educacion, ha sido porque se ha
 empleado con demasiada frecuencia la accion disciplinaria
  en lugar de la accion moral.
     Con relacion al trabajo, están organizados los colonos en
 talleres, segun la profesion á que se dirigen: cada taller
 está bajo la direccion de un jefe que no habita en general en
 la colonia, y dividido en dos secciones con dos subjefes nom
 brados entre los colonos: los trabajos de agricultura consti
 tuyen uno de los grupos de esta organizacion, y están bajo
 la direccion de un jefe de esplotacion, residente en la co
 lonia.
     La instruccion primaria está á cargo de un profesor resi
 dente en el establecimiento; la religiosa al del capellan que
 tambien tiene su residencia en la colonia; y la escuela nor
 mal ó preparatoria de funcionarios al de uno de los em
 pleados.
     Forman tambien parte de los grupos de organizacion la
 correccion paternal, los servicios de cocina, lavadero y en
 fermeria, confiados á las hermanas de caridad; y los de ad
 ministracion que corren á cargo de empleados, auxiliados
 por los padres de familia en las horas en que los colonos no
 están en los talleres ni en la escuela, y por algunos elegidos
 entre estos últimos.
     La colonia está bajo la direccion inmediata de Mr. De-
 metz, nombrado director ad vitam, y ayudado por un ins
 pector que le reemplaza en ausencias y enfermedades; la
 direccion superior pertenece á un Consejo de administracion
 presidido por el conde de Gasparin , y al que se presenta
 anualmente el estado moral y económico del establecimien
 to: el Consejo á su vez lo transmite al gobierno, que lo tiene
 reconocido como de utilidad pública y que ejerce sobre él
 una inspeccion reservándose la aprobacion del nombramien
 to de director.
    Edificios.—Conocida la organizacion de la colonia en su
 parte esencial, se comprenderá sin dificultad la disposicion
 é importancia relativa de los edificios, así como algunos por
                             — 8 —
menores que se notan en ellos, y que iremos describiendo
con la posible brevedad.
     Ocupa la iglesia el primer lugar en la importancia del
cuadro risueño que se presentaba al observador; ni podia
ser otra cosa en un establecimiento, en que la religion cris
tiana es el resorte que mueve al personal administrativo á
una vida de abnegacion, y la que ha de regenerar á esta
jóven poblacion, á la que faltó casi siempre la voz tierna de
una madre religiosa y el modelo de un padre verdaderamen
te cristiano. Su fachada, acusando francamente las tres pe
queñas naves, en que razones de economia en la construc
cion aconsejaron sin duda distribuir «1 interior, y presen
tando un cuerpo avanzado que forma el pórtico y la torre,
lleva el sello de una rústica pero elegante sencillez: el inte
rior se distingue por el mismo carácter, y el todo forma un
conjunto perfectamente acomodado á una pequeña pobla
cion rural. Algunos cuadros, en que están inscritos los nom
bres de los bienhechores de la colonia, son los que adornan
sus muros en el interior y dan una leccion saludable al co
razon del viajero, leccion de caridad; y al colono otra no
menos importante, la de la gratitud.
    La escuela situada al lado de la iglesia consiste en una gran
pieza de planta baja y sirve tambien para las reuniones do
minicales de que hablaremos mas adelante.
    Siguen en los lados del patio las habitaciones destina
das á los colonos, y cuya disposicion corresponde al princi-
Sio adoptado para la organizacion de ellos. En efecto, decidi-
  a la division en familia, era lógico dar á cada una su casa:
asi, pues, ocupa con su padre un pequeño edificio de 12 me
tros de largo con 6 metros y 66 centímetros de ancho, com
puesto de planta baja y dos pisos altos: aquella destinada á
talleres, y cada uno de estos á dormitorio y refectorio á la
vez de 20 niños. Esta doble aplicacion, imitada por otros es
tablecimientos análogos, se consigue por unos travesaños
movibles, que se fijan en unos pies derechos, y que reciben
 á su vez de noche los estremos de las hamacas y de dia las
tablas que constituyen las mesas, quedando estas y aque
 llas adosadas contra los muros en las horas en que no ha
cen servicio alguno: un pequeño dormitorio con su venta
 nilla de inspeccion es el destinado-al padre de familia.
     Cada casita lleva escrito en su fachada principal el nom
bre de alguno de los bienhechores de la colonia: una hay
que carece de este escudo protector, y es precisamente la
destinada á los niños de menor edad; pero no hay que in
quietarse: está bajo la proteccion dela Virgen María, madre
de los desamparados, y su nombre é imagen amparan á sus
 tiernos habitantes.
     Un cobertizo y un patio separan estas casitas unas de
                            — 9 —
otras; una parra enlazada á sus muros y un estilo rústico de
composicion, pero con ejecucion no descuidada y formas
francamente acusadas, dan á todas ellas una fisonomia pro
pia de la institucion á que sirven.
    Vienen después los edificios destinados á varios emplea
dos y algunas dependencias, formando los estremos de los
lados del patio próximos á la entrada; y en medio luce sus
mástiles y cordaje una embarcacion, que sirve de escuela
práctica de grumetes.
    La division destinada á la correccion paternal, que forma
una de las secciones mas interesantes de la colonia, y de
cuyo régimen hablaremos mas adelante, está detrás de > la
iglesia; y se compone de una doble fila de celdas, colocadas
á los lados de un corredor que se halla en el ege mismo de
aquella: una simple cortina separa el santuario del corredor;
y lbasta correr aquella, para que el encerrado en la celda pue
da ver el altar y asistir debidamente al sacrificio de la misa:
en los sótanos están los calabozos, y en comunicacion' con
las celdas hay patios de ejercicio y recreo: el todo forma
en pequeño una prision celular, y es la primera aplicacion
hecha en Francia de este sistema.
    Siguen en último término los establos de ganado cerdal
y vacuno, las caballerizas, los graneros, los cobertizos para
carros, los depósitos de estiércol, y una pequeña fábrica de
destilacion de remolacha, que acababa de montarse al tiem
po de nuestra visita; construcciones todas arregladas al arte
rural, y cuyos detalles omitimos por no ser demasiado pro
lijos en la descripcion: su importancia no es escasa en una
gran esplotacion como la de Mettray, esplotacion que se debe
apreciar no solo como medio de ocupacion de los colonos y
fuente de los recursos económicos de la colonia, sino como
escuela práctica de los mismos.
    El cementerio, situado á poca distancia de la parte que
acabamos de describir, consiste en un cercado rectangular,
en cuyo interior están las sepulturas en un órden regular
con un ciprés á la cabeza de cada una: su cuidado corres
ponde á los hermanos mayores de las familias.
    Por último en el grupo de servicios generales, y separa
do del distrito por un camino vecinal, se presentan en fren
te en planta baja la cocina y algunos anejos; y en el piso al
to la enfermeria bien ventilada con un balcon cubierto que
tiene sus vistas al gimnasio, disposicion que contribuye al
recreo de los convalecientes; en el mismo se hallan las ha
bitaciones de las religiosas. Siguen en contigüidad con el
primero y en ángulo recto la panaderia, la bodega, las ofi
cinas de contabilidad y la sala de exposicion en planta baja
 con habitaciones de varios empleados en el piso alto: este
 gru^o contiene tambien la escuela preparatoria. Forma el
                           — 10 —
último término del mismo la casa de baños con el lavadero
de ropa, secadero y dependencias, todo ello á cargo de
las religiosas.
    A todos estos edificios que forman el cuerpo principal de
la colonia hay que añadir cinco granjas separadas, tomadas
en arriendo con sus tierras, y habitadas por otras tantas fa
milias organizadas de la misma manera que las demas: son
construcciones anteriores, cuya disposicion es la ordinaria
de las casas de los labradores: sus resultados han servido
para hacer ver el gran desarrollo de que es capaz la colonia
por este sistema, y su ejemplo no pasa desapercibido por
instituciones análogas; las familias de estas granjas no vie
nen á la colonia mas que los dias de fiesta.
   Tierras.—En 1854 el estado de los trabajos de cultivo
manifestaba una extension de 225 hectáreas y 75 áreas, de
las que 15 próximamente eran propiedad de la sociedad, y
las restantes arrendadas: ni se comprenden en éste número
algo mas de 6 hectáreas, ocupadas por las canteras, cami
nos, edificios y sus patios. Las tierras situadas, parte en la
contigüidad de los edificios, y parte en la proximidad, son
de buena calidad: y casi todas estaban en cultivo al tiempo
 de su compra ó primer arriendo; hay un número considerable
 de fuentes no perennes, un arroyo que se utiliza para rega-
 unas 15 hectáreas, y un pequeño rio, del que no se ha sacar
 do este partido por estar en posesion de sus aguas varios
molinos muy próximos los unos de los otros.
    Han pretendido algunos que la colonia hubiera debido
instalarse en terrenos que no estuvieran en produccion, para
emplear los brazos de los colonos en su desmonte y ganar
así tierras para el cultivo; pero los fundadores de Mettray
han creido, que siendo moral el fin de la esplotacion, y de
biendo hacerse el trabajo por brazos poco endurecidos á
 causa de su edad y de sus hábitos anteriores, la naturaleza
 del suelo, su situacion, su estado de cultivo y hasta la pers
 pectiva del paisaje debian convidar al trabajo, lejos de des
 animar á unos operarios, en quienes la ociosidad habia sido
 uno de los vicios capitales. Por eso, pues, se eligió una si
 tuacion amena en una de las regiones mas feraces de la
 Francia, y tierras puestas ya en cultivo; sin embargo, la ex
 tension creciente de la poblacion ha obligado á veces á to
 mar en arriendo y en condiciones onerosas para la colonia
 terrenos que ha sido necesario desembarazar de enormes
 masas de piedra en que abundan: este trabajo, así como el
 de abrir los caminos de esplotacion y el de profundizar has
 ta cincuenta centímetros el movimiento de las tierras de 40
 hectáreas, se han hecho por los colonos, realizándose la má
 xima que tuvieron presente los fundadores de mejorar al
 hombre por medio de la tierra y la tierra por medio del hombre
                             — 11 —
      Personal de la colonia.—El personal al tiempo de nues
   tra primera visita se componia de un director, un capellan,
 Tin Inspector, un director de la esplotacion rural, un secre
  tario, un contador, un tenedor de libros y cajero, un pro
  fesor principal de instruccion primaria, un ecónomo, trece
 jefes de familia, un jefe de los cuartos de castigo, un pro
 fesor de música vocal, ocupado á veces en los trabajos de
  oficina, nueve jefes de talleres sedentarios, diez jefes de ta
 lleres agrícolas, dos hortelanos, un jefe de atalajes, tres
  carreteros, un guarda de la propiedad, un criado, un reca
  dista, un encargado de la granja, un molinero y siete her
  manas de la caridad: el servicio curativo estaba á cargo de
  un médico de Tours que visitaba la colonia todos los dias;
 este era el personal asalariado, á escepeion del director que
  no percibia sueldo. Los colonos componian ocho familias
  en el cuerpo principal de la colonia que hemos descrito, y
  cinco en caseríos separados, formando un total de 648 indi
   viduos.
      Empleados, escuela preparatoria. —Las buenas condicio
 nes morales de los empleados de una institucion del género
 de la que nos ocupa son el primer requisito para la reforma
 de los jóvenes; principio incontestable y obvio pero que nun
 ca se puede inculcar demasiado; la diferencia de resultados
 entre algunas instituciones que no han correspondido á los
 deseos y esperanzas de sus fundadores y otras que, como la
 de Mettrav, han sobrepujado á los de los mas exigentes, se
 encuentra tal vez en la eleccion y preparacion del personal;
 y la historia de estas escuelas de reforma da lecciones que
 no deben olvidar los que abriguen proyectos análogos, va
 nos serán los reglamentos interiores, ineficaz toda inspec
 cion superior sobre los establecimientos, si la eleccion de
 los empleados no ha recaido sobre personas de una morali
 dad á toda prueba, de un sentimiento religioso profunda
 mente arraigado, de un corazon bondadoso sin debilidad,
 de una severidad sin rigor irritante, de una instruccion va-
'riada y de un tacto particular en el trato de los niños.
     No hay, pues, que estrañar el que los fundadores de
 Meltray, seis meses antes de recibirá sus primeros colonos,
 eligiesen á sus empleados entre jóvenes de familias honra
 das, animados del fuego de la caridad cristiana, y muchos
 de los cuales se dirigian al sacerdocio; que les hubiesen da
 do una preparacion especial para la direccion de niños de
 malos precedentes, y que así hubiesen fundado con ellos
 una escuela preparatoria que continúa siendo un semillero
 de Ioí agentes mas celosos de la colonia, y de directores pro
 bos é inteligentes para varios establecimientos de caridad y
 de enseñanza tanto primaria como agrícola.
     Los discípulos de esta escuela no pagan pension alguna;
                             — 12 —
para su admision se requiere haber cumplido 16 años,
presentar documentos justificativos de moralidad y de prác
ticas religiosas, saber leer, escribir y las cuatro primeras
reglas de la aritmética. La instruccion que se les da abraza
el estudio de la religion, de la lengua francesa, de la histo
ria nacional y de la geografía, la aritmética, la geometria,
el dibujo lineal, la contabilidad, la gimnasia, la natacion, la
música vocal y la instrumental, la agricultura razonada y
las ciencias naturales que con ella se rozan; la escuela esta
ba, al tiempo de nuestra estancia, confiada al digno inspec
tor Mr. Blanchard; y la enseñanza de la agricultura al jefe
de la esplotacion rural, Mr. Minangoin, discípulo de la es
cuela de G-rignon, que tenia abierto un curso teórico, acom
pañado de conferencias de agricultura práctica y de demos
traciones sobre el terreno. Los discípulos se ocupan como
auxiliares de los empleados tanto en las odrinas de la ad
 ministracion, como en la escuela primaria, y reemplazan en
 caso necesario á los jefes de familia, logrando de este modo
 adquirir la práctica de los diferentes ramos que abraza la
 festion de los servicios de la institucion. Los que al cabo
   e algun tiempo de prueba no reunen las cualidades desea
 das son devueltos á sus familias.
      Los resultados de este Seminario de legos, como lo ha
 llamado un escritor, se palpan en los que han dado los co
 lonos, y de que hablaremos mas adelante; á él los atribuye
 M. Demetz, y á él dirigen su vista cada vez con mas aten
 cion é interés los que conocen la colonia; él forma uno de
 sus caractéres distintivos, envidiado por otras muchas ins
 tituciones análogas y admirado por todas.
      Las funciones de un jefe de familia son las de un padre;
 vive con los colonos, cuida de su educacion, de su ropa, de
  su alimentacion, de su aseo, hace la entrega de ellos á los
 jefes de los talleres en las horas de trabajo, los recibe al sa
  lir de los mismos, los visita cuando están en la enfermeria,
  y los vigila durante la recreacion: sin embargo, no come
  con ellos sino en el refectorio de los empleados. Tanto ellos
  como los demás funcionarios residentes en la colonia visten
  una levita azul con el nombre de la colonia en la boto
  nadura.
       Las del jefe de taller son las de enseñar el oficio que
   ejerce, y vigilar la conducta de los colonos durante las ho
  ras en que le están confiados; no reside por lo comun en el
   establecimiento, pero en su admision se exigen las creencias
   y prácticas cristianas y una conducta irreprensible.
       Las hermanas de la caridad tienen los servicios de coci
   na, cuidado de la ropa blanca y la enfermeria; estos ánge
   les, que el cielo ha dado á la tierra y que la tierra da al cie
   lo, son los que tienen el precioso don de suavizar los males
                            — 13 —
del enfermo y de consolar su alma; aquí tienen además la
mision de suplir la falta de una tierna madre, única que
tiene en su amor el bálsamo mas saludable para la curacion
de los niños.
    Colonos. —A la admision del colono en Mettray precede una
orden del ministro del Interior al prefecto del departamento
en que se haila el jóven que en virtud del art. 66 ó del 67 del
Código penal debe pasar á la colonia; el prefecto la trasmite
al director, y aun designa la profesion, que los antecedentes
del nuevo colono aconsejan, pero sin que esta designacion
sea preceptiva é invariable; un empleado de la colonia toma
 á aquel en la prision en que se haila, y le conduce á Mettray;
 á su llegada sufre un interrogatorio, cuyo modelo tenemos
 á la vista, y que se refiere á la investigacion de los antece
 dentes del interrogando y los de su familia: la hoja en que
 aparecen estos datos es la primera del libro de contabilidad
 moral que se abre á este jóven, ¡la primera tambien casi
 siempre de la historia de su regeneracion!
      Sigue la reclusion en una celda, en que se le somete al
 régimen del aislamiento, á fin de que pierda el espíritu de
 turbulencia y de insubordinacion (son palabras de M. De-
 metz), que se hacen sentir demasiado en la juventud de
 nuestra época; y en este tiempo en que recibe frecuentes vi
 sitas del capellan y del director, y en que está libre de toda
 influencia funesta esterior, se inclina á su alma á los buenos
 propósitos, haciéndole ver la posibilidad de olvidar todo lo
 pasado y de su rehabilitacion en la sociedad.
      Despues de este período de reflexion, en que la bondad
 del capellan y del director se apoderan de su corazon, y es
  tablecen una confianza que continúa en lo sucesivo, se le
  destina á la vida libre del colono, designándosele aquella
  familia, que mas se acomode á su edad, a sus fuerzas y á su
  aptitud, y se le viste con el traje de la colonia: consiste este
  para el trabajo en sombrero de paja ordinaria, pantalon de
  lienzo erado, camisa blanca de lienzo, blusa azul, corbata
  encarnada de algodon, zuecos de madera y botin de lienzo
  gris. En invierno lleva además calzoncillos de bombasí gris,
  un chalecho de lana con mangas de bombasí gris, una espe
  cie de capa ó esclavina, llamada en el país limoussme, y te
  cha de un tejido de lana burda tambien gris, y un botin de
  cuero puesto con los zuecos. En los dias festivos boina azul,
  una especie de túnica de lienzo de cuello vuelto y vivo en
  carnado, con una fila de botones de cobre que llevan el nom
   bre de la colonia y zapatos de cuero negro. Cada colono tie
   ne en su caja para su uso un peine, un cepillo de cabeza,
   otro para el peine y otro para los zapatos. La cama se com
   pone de una hamaca de lienzo crudo, un gergon, una sába
   na-saco y dos mantas de lana gris.
                            — 14 —
     La alimentacion consiste en 250 gramos de pan por des
ayuno, dándose una sopa por recompensa á los que el dia
anterior han dejado contentos por su trabajo á los jefes de
taller: la comida consiste en sopa y legumbres, 250 gramos
de pan, tres decilitros de una bebida ligera hecha con las
heces de la uva mezcladas con agua: tres veces por semana
se le dan 150 gramos de carne: y por último, la cena se com
pone de sopa con legumbres, 250 gramos de pan, y medio
litro de la bebida citada.
    Trabajo.—Digimos ya que la agricultura forma la base
del trabajo en Mettray: esta regla, seguida hoy por la gran
mayoría delos establecimientos de reforma de jóvenes, está
fundada en ventajas muy importantes. En primer lugar, es
el mas adecuado para la regeneracion física de jóvenes, que
casi en su totalidad se presentan debilitados, ya por vicios
hereditarios, ya por su vida desordenada en alimentacion
y en costumbres, ya por el aire infecto de las prisiones: en
segundo lugar lo es tambien para su reforma moral, pues
tiende á crear en ellos una profesion y unos hábitos de vida
que los alejen de los centros populosos, que comunmente
han sido el escollo en que han naufragado antes de ir á la
colonia.
    A estas ventajas relativas al órden individual hay que
agregar otra social, y es el contrapeso que esta disposicion
hace á la funesta tendencia, observada en la gente del cam
po, de abandonar este por las ciudades, donde á trueque de
satisfacer necesidades ficticias y de buscar un porvenir
muy problemático, arrastran muchas veces una vida mise
rable y llena de azares para terminarla en los hospicios, los
hospitales ó las prisiones. Un poeta ha dicho que Dios hizo
el campo, y el hombre ha hecho las ciudades: segun un médi
co, las familias de los obreros de Paris se extinguen por tér
mino medio á la tercera generacion.
    No por esto dejan de tenerse en cuenta en la eleccion de
profesion las circunstancias individuales de gustos y apti
tud del colono, y sobre todo las de su familia; pues cuando
unas ú otras lo reclaman, se le dá una profesion industrial,
para lo que la colonia tiene talleres, pero' de aquellos oficios
que pueden ejercerse en las poblaciones rurales; tales son el
de sastre, zapatero, fabricante de zuecos, herrero, construc
tor de carros, vidriero, carpintero, cordelero, cantero, ajus
tador mecánico y panadero.
    A estas profesiones hay que añadir la de grumete, muy
propia para alejar á los unos de una familia corruptora y
de otros escollos contra la perseverancia, y para dejar se
guir á otros el impulso algun tanto aventurero, á que la
alta de familia hace obedecer fácilmente.
    En general el colono se ocupa en la primera época en
                            — 15 —
trabajos del campo, pues la mayor parte de las veces nece
sita su cuerpo este tónico: por fortuna la gran extension
dada á la horticultura, trabajo tan poco penoso en su mayor
parte, como muy apropósito para constituciones poco robus
tas, y la mucha variedad de trabajos del gran cultivo prestan
ocupacion á las débiles fuerzas del iniciado en la prision.
    Mas adelante se hace la eleccion definitiva de profesion
consultando las circunstancias mencionadas, y se inscribe
al colono en su respectivo taller; y como ha podido ser equi
vocada esta eleccion, puede revocarse; pero para prevenir la
veleidad infantil es necesario, para tener el derecho de va
riar de taller, estar considerado entre los tres mejores co
lonos de la familia, é inscrito en el cuadro de honor, de
que se hablará mas adelante.
    Agricultura.—Si la eleccion ha recaido sobre la agricul
tura, el colono recibe una instruccion práctica sobre el ter
reno; además, los seis colonos que en cada familia se distin
gan sobre los demás, oyen de su jefe de una manera regu
lar la esplicacion teórica; y para que se complete el conoci
miento profesional, pasa el colono alternativamente por los
diferentes servicios del cultivo: de este modo observa y
practica los sistemas de estabulacion, los de la formacion y
conservacion de abonos y los demás llamados de granja: y
para estimular su aplicacion se aprecia cada dia en dinero el
valor del trabajo de cada taller y de cada colono, se dan á
cada uno los elogios ó las reprensiones merecidas, y se ins
cribe en su libro una recompensa en dinero.
    Las tierras abrazaban, segun el estado de 1854, 225 hec
táreas; y figuraban entre las producciones principales el tri
go, los pastos de praderas, tanto naturales como artificia
les, la remolacha, la colza y la hortaliza.
    Los colonos ejecutaban algunos trabajos de desecacion
en las tierras de la colonia por el sistema de tubos subter
ráneos, y aun otros á precios alzados en propiedades agenas
adquiriendo de este modo el conocimiento práctico de una
operacion poco generalizada en Francia y una garantía mas
para su porvenir á la salida de la colonia.
    El. resultado de la esplotacion del cultivo de 1854 fué
                                              Frs.   Cs.
    Productos brutos                         92.787 65
    Gastos de todo género                    81 .508 51
    Beneficio                                11.279 14
    En los gastos está apreciada la mano
       de obra de los colonos en             14. 178 69
                             — 16 —
     La edad media de los colonos empleados en el cultivo era
 de 14 años; y aun podia reducirse á 12 en opinion deM. Gas-
parin., si se tuviera en cuenta su constitución débil á la en
trada: esta consideracion y otras, que pudieran hacerse, dan
mayor importancia á estos números, que por otra parte no
 se deben considerar como escepcionales, pues prueba lo con
trario la marcha creciente de los productos brutos en los
años 1851, 1852, 1853 y 1854.
     La colonia poseia un material agrícola muy completo y
 variado, que hoy se construye en sus talleres; y en sus es
 tablos tenia al principio de 1853 doscientas sesenta y ocho
cabezas de ganado de diferente especie, equivalente ál50 de
ganado mayor.
     Profesiones industriales.—Cada taller está dividido en
 dos secciones, cada una de las cuales tiene un subjefe, ele
gido entre los mismos colonos, y que ayuda al jefe en la di
 reccion del taller: la enseñanza profesional que en ellos se da
 es mutua, pues los colonos más adelantados tienen á su
 cargo la de los menos adelantados; y generalmente en las
ocupaciones sedentarias el que hace de monitor tiene la cara
vuelta hacia el jefe de taller, y sus aprendices hacia el mo
 nitor. En general reinan el orden y el silencio; y aquí debe
mos notar la diferencia que existe entre los talleres indus
 triales de una colonia análoga de Bélgica, que mas adelante
 describiremos, y las de Mettray; pues en aquella no solo se
permite el canto durante el trabajo, sino que se estimula á
los jóvenes á cantar, cuando la naturaleza del trabajo lo
permite, fundándose en que de este modo la imaginacion se
ocupa de una manera inocente, cuando los cantos son los
 enseñados en la escuela de música del establecimiento y de
 consiguiente inofensivos á la moral y á la religion: en Met
 tray, por el contrario, el silencio es obligatorio, y no se per
mite el canto, alegando por razon el que el carácter francés,
naturalmente lijero, necesita una disciplina qué le dé
asiento.
    Los talleres industriales dan brazos á la agricultura en
los momentos críticos de las labores del campo, conformán
dose en esto á la manera de vivir de los industriales en las
poblaciones rurales.
    La aplicacion al trabajo se estimula con una retribucion
pecuniaria que se da á los mas adelantados, y cuyo máximum
es de 4 fr. 50 cénts. por trimestre: esta retribucion se le
abona en el libreto del colono, se le hacen descuentos, si
por su falta echa á perder alguna pieza, y el saldo se le en
trega en efectivo á su salida de la colonia.
    Se construyen en la misma instrumentos de labranza,
que á la vez que sirven para estender en el pais el conocí
                           — 17 —
miento de los mejores medios de cultivo, familiarizan con
ellos á los colonos y estimulan su celo.
    El producto bruto de todos los talleres, eseeptuando los
agrícolas, fué en 1854 de 98,729 fr. 50 cents.; (el beneficio
para la colonia fué de 3,928 fr. 10 cénts.)
    La instruccion profesional de grumetes se dá en verano,
y consiste en varios ejercicios prácticos en el barco del pa
tio: el año 1855 se dedicaban á ella de 20 á 25 colonos, y to
maban tambien parte los veleros en la colocacion del ve
lamen.
     Enseñanza primaria.—La enseñanza primaria compren
 de: la instruccion moral y religiosa, la lectura, escritura,
elementos del cálculo mental y escrito, principios de la len
gua francesa y de la 'ortografía, sistema legal de pesos y me
 didas, nociones de geografía, de la historia sagrada y de la
 de Francia; se enseña el dibujo lineal á los colonos que le
necesiten para adelantar en la profesion que ejercen, el can
to á todos, y la música instrumental solamente á título de
 recompensa. La enseñanza primaria es obligatoria para to
 dos los colonos, se destinan á ella 14 horas por semana, y
los mas adelantados hacen de monitores: estos tienen para
 su instruccion una clase aparte, y gozan de algunas recom
 pensas. Para escitarla emulacion de los discípulos, hay todos
los meses un concurso; el lugar que cada uno obtiene en él
 se inscribe en un registro particular, y además se dan re
compensas á los que se distinguen por su conducta y ade
lantos: las clases empiezan y concluyen con una pequeña
oracion.
    Forman tambien parte de la instruccion los ejercicios
gimnásticos, en que todos los colonos se ocupan segun su
edad y fuerzas, y los del manejo de la bomba de incendio:
guiados por sus jefes marchan en los casos de incendio
que ocurren en las inmediaciones; y lejos de considerarse
 este servicio como un castigo, se destinan al socorro de sus
 semejantes aquellos jóvenes que se distinguen por su buen
comportamiento: los que están de castigo están privados de
esta honra por los estatutos. Y no se crea que este servicio
es de pura forma: los bomberos de Mettray salvaron del in
cendio la Iglesia del lugar y aun otras propiedades; y en su
corta pero interesante hoja de servicios aparece alguna víc
tima de su celo. ¡Qué contraste! Algunos de estos mismos
jóvenes, abandonados á su primera vida, hubieran sido
unos incendiarios: la educacion los ha convertido en celosos
bomberos.
    Los resultados de la instruccion primaria son los si
guientes:
    Hasta el 1." de enero de 1854, de los 1,679 colonos admi
tidos en Mettray, á su entrada
                                                   2
                              — 18 —
      1 ,065 no sabian ni leer ni escribir.
      348 tenian principios de lectura.
      183 sabian leer.
     83 sabian leer y escribir.
     El 31 de diciembre de 1853, de 571 colonos presentes
     419 sabian leer.
      102 tenian principios de lectura.
      14 empezaban á silabear.
      36 no tenian ni aun estos principios.
     209 sabian leeer y escribir.
      1 1 8 escribian en grandes caracteres.
     19 escribian en la pizarra.
     En la misma fecha habia fuera del establecimiento 20
profesores destinados á la enseñanza pública, y que habian
sido colonos de Mettray.
     La instruccion religiosa está confiada al capellan de la
colonia, en la que solo se admiten católicos (1); y compren
de el catecismo, la preparacion á la primera comunion y ála
confirmacion y las pláticas dominicales q ue siguen á la misa:
segun los estatutos, ningun colono puede salir de la colonia
sin haber hecho la primera comunion y haber recibido la
confirmacion (2).
     Las prácticas religiosas ordinarias obligatorias son en los
dias de fiesta la misa, vísperas y sermon y todas las pres
critas por la iglesia; y todos los dias la oracion al levantar
se, al acostarse, al principio y fin de las clases: toda con
versacion anti-religiosa está prohibida .
     El capellan tiene á los colonos divididos en tres clases:
1 ." la de los que han hecho ya la primera comunion, 2."
la de los que se preparan á hacerla, y 3." la de los que la
harán mas tarde: lleva un registro, en que cada colono tiene
su hoja espresiva del estado en que se halla bajo el concep
to religioso.
     Como dato para juzgar de los resultados de la instruc
cion religiosa, diremos que durante el año 1851 habian re
cibido la primera comunion 57 colonos, y habian sido con
firmados 222: en 1852 fueron confirmados 187 y de ellos 78
recibieron precedentemente la primera comunion.
     Ejercicios higiénicos.—En los dias festivos hacen ejerci
cios de gimnasia, de la bomba de incendio, se enseña la
natacion en verano, y se dan paseos militares fuera de la
colonia con la música á la cabeza. La recreacion ocupa to
dos los dias por la mañana media hora, en cuyo tiempo se
  (1) Hay una colonia en Sainte-Foy para los protestantes.
   (2) Si mal no recordamos, en Francia se recibe el sacra
mento de la Confirmacion despues de la primera comunion.
                              — 19 —
   hace el desayuno, y otra media hora despues de la comida
   de medio dia; tiene lugar en el patio, pero sin que los indi
   viduos de las diferentes familias se mezclen entre si; por lo
   que cada una de ellas, bajo la vigilancia de su respectivo
  jefe, ocupa el trozo de patio correspondiente á la fachada de
  su casa, y separado del inmediato por un pequeño baden
  hecho para el movimiento de las aguas: están prohibidos el
  juego de cartas y toda demostracion violenta, grosera ó in
  moral.
      Los resultados sanitarios del régimen de la colonia apa
  recen visiblemente en el contraste que forman los recien ad
  mitidos con los que llevan cierto tiempo de residencia: los
  primeros presentan casi siempre los caractéres de una na
  turaleza empobrecida por una vida mal ordenada, y mnchas
  veces de una organizacion endeble: los segundos hacen ver
  en su fisonomia, en sus formas y en sus acciones las señales
  evidentes de una constitucion fuerte, vigorosa y dotada de
 energia.
      Un hecho hay que confirma estos buenos resultados, y
  es que hasta el año 1859 la administracion militar no ha
  desechado por inútil para el servicio de las armas á ningun
 colono de Mettray que ha tenido que tomar parte en el alis
 tamiento, lo que además tiene la ventaja de aliviar así del
 impuesto mas odioso á la clase honrada, sobre cuyos hijos
 pesaría exclusivamente á falta de Jps encerrados en las pri
 siones, y de los que han contraido en ellas la degeneracion
 física que los hace ineptos para el servicio.
     La mortalidad en los primeros doce años y para 1 553 ad
 mitidos fué de 81, entre los que habia 51 tísicos y 11 es
 crofulosos, cuya enfermedad era anterior á la entrada en la
 colonia.
     Distribucion del tiempo.—La distribucion del tiempo en
 verano, modificada en invierno, segun las exijencias de la
 estacion, es la siguiente:
     Dias de trabajo: á las cinco de la mañana el clarin anun
 cia la hora de levantarse, á lo que siguen "el aseo del cuerpo
y la oracion de la mañana; pasan luego los colonos sin con
fusion ni tumulto al patio, y se colocan en doble fila delan
te de sus respectivas casas con sus jefes y bajo la orden su
perior de un oficial retirado de ejército, á cuya voz de man
do obedecen con la precision de un regimiento.
     A una señal convenida se reunen las diferentes fraccio
nes de una misma industria, pasan de manos de los jefes de
familia á las de los talleres, y cada grupo va al suyo en for
macion y al paso militar
     Se nota aquí y en las demas operaciones de la colonia
que todo se hace militarmente; y esto ha suscitado objecio
nes departe de los que querian ver estos movimientos eje
                            — 20 —
cutados con la sencillez de la vida del labrador. Los directo
res de Mettray y de algunos otros establecimientos respon
den que tratándose de centenares de jóvenes es el único
medio de asegurar la disciplina, el buen órden y la armonía
en la accion, economizando tiempo y trabajo: por nuestra
parte hemos visto emplear el mismo método en otro esta
blecimiento análogo, tambien muy populoso; y no compren
demos que de otra manera haya posibilidad de órden en los
movimientos de 500 jóvenes, á quienes han faltado general
mente los hábitos de sumision y regularidad.
     Los trabajos se suspenden á las ocho para el desayuno y
recreo, se vuelven á emprender á las ocho y media, se de
jan otra vez á la una para la comida, la recreacion y la cla
se, se continúan desde las tres y media hasta las siete y
tres cuartos, en que se dejan para cenar; á las ocho y tres;
cuartos se hacen la oracion y el canto de la noche, alas
nueve se acuesta el colono; y para evitar la conversacion en
las camas, se colocan los de una misma fila, de modo que
 alternativamente tengan los unos la cabeza y los otros los
 pies vueltos hacia la pared. Los dormitorios están alumbra
 dos toda la noche, y hay rondas de vigilancia tanto en el
 interior como en el esterior de los edificios.
     Dias festivos. Los colonos se levantan á las cinco, arre
 glan sus hamacas, hacen la limpieza corporal y la oracion
 de la mañana, y barren la habitacion; álas siete desayunan,
 á las siete y media tienen lista y revista general, á las ocho
 la misa, la instruccion dominical religiosa; en aquella los
 colonos forman el coro, y ayudan á todas las ceremonias:
 todos se hacen notar por su atencion religiosa y compostura.
      A las nueve y media se celebra en la gran sala de las cla
 ses la reunion general de todo el personal del establecimien
  to y de los forasteros admitidos a ella.
      En esta reunion hacen los jefes de familia por sus libros
  la relacion diaria, en que aparece la conducta de sus colonos
  durante la semana: los de taller la hacen de palabra acerca
  del comportamiento de sus operarios: unos y otros presen
  tan la propuesta de premios y castigos, de que decide el di
  rector, y cuya naturaleza espondremos mas adelante.
      En seguida lee el director algunas cartas de los colonos
 libertados y de sus patronos; y de esta correspondencia, su
 mamente interesante, y á veces tierna, saca partido para
 estimular al bien á los demás, y hacer aborrecer el mal; pues
 impresionan poderosamente á los colonos los ejemplos de
 los que han sido compañeros suyos, y particularmente los
 consejos que estos les dan en algunas cartas.
      En nuestra presencia se leyó entre otras corresponden-
 dencias la de un colono, soldado en la Martinica, que daba
                            — 21 —
consejos muy sanos ásus compañeros, y les rogaba que ora
sen en su nombre sobre la tumba de M. Courteilles.
    Sigue á esta reunion general á las diez y media la recrea
cion, los ejercicios militares, la música y el manejo de la
bomba de incendio; á la una la comida, á las dos vísperas y
reserva, á las tres gimnasia ó maniobras en la mastilería del
buque, á las cuatro y media baño de rio ó paseos en las in
mediaciones con la música, segun la estacion y el tiempo; á
las seis marchan á sus granjas las familias separadas del
cuerpo principal de la colonia, que han pasado el dia con
sus compañeros de la colonia-capital; á las siete y media la
cena, á las ocho la oracion y el canto de la noche, á las
ocho y media acostarse.
    Por esta distribucion del tiempo se ve que se trata de
ocupar toaos I03 instantes del colono, pero de manera que
la variacion evite el fastidio tan fácil en su edad.
    Recompensas y castigos. Las recompensas individuales
consisten en la inscripcion en el cuadro de honor, expuesto
en la sala de las reuniones generales; pero esta recompensa,
la mas ambicionada exije haber pasado tresmesqs consecuti
vos con buena conducta y sin haber merecido castigo algu
no; en el nombramiento de hermano mayor, de jefe de sec
cion, de monitor, en el cargo de servicios de confianza, en
el suplemento de alimento á los buenos trabajadores, dis
tribucion de algunos objetos, retribucion pecuniaria y re
compensas especiales á los monitores; el director hace á ve-
ees la entrega de objetos de                      de los foras
teros que asisten á la ceremonia. Además hay recompensas
colectivas para las familias: la mas importante es la de lle
var la bandera de honor que queda por una semana en ma
nos de la familia que mejor se haya portado en la anterior,
y es condicion esencial el que ningun individuo de ella
haya cometido falta grave alguna en toda la semana.
    Las inscripciones en el cuadro de honor desde 1850 has
ta fin de 1855 fueron relativamente al número de colonos.
                   En 1850:   43 por 100
                      1851:   47
                      1852:   58
                      1853:   65
                      1854:   69
                      1855:   75
   Números que prueban el progreso moral de la colonia.
   En cuanto á los castigos, cuando la infraccion es grave,
no se inflingen inmediatamente; sino que se pone primero al
culpado en una sala llamada de reflexión, en que se le deja
 por algun tiempo entregado á sí mismo: cuando el jóven se
 na calmado, el director viene á verle, toma informes acerca
 de lo acaecido, y decide el castigo, si há lugar: de estemo-
 do se consigue el que los empleados no se dejen llevar de la
 pasion en el momento del castigo, y que el jóven vea en este
 acto la justicia, única que puede hacer correctiva la pena, y
 no la lucha del fuerte con el débil, que no hace mas que
irritar á este y arraigarle en el mal. Esta práctica, que está
fundada en el conocimiento del corazon humano, la hemos
hallado tambien en la colonia de Red-Hill en Inglaterra, y
 querriamos verla en otros establecimientos de educacion.
     Los castigos están graduados del modo siguiente: re
 prension en particular ó en público, privacion de la recrea
 cion, guardia en la division celular, separacion de los pues
 tos de confianza, pérdida del grado de hermano mayor ó de
jefe de seccion, supresion de su nombre en el cuadro de ho
 nor, encierro en celda clara ú oscura, calabozo en caso de
 insubordinacion , y, por último, devolucion á la prision
 central.
     Tanto las recompensas como los castigos se escriben en
 el libro de contabilidad moral del colono.
     La descripcion minuciosa que hemos hecho de la disci
plina del establecimiento, hara conocer que su severidad
nada tiene de irritante para el colono; y cuando se ve po
nerla en práctica, se observa que va acompañada del amor;
así es que estos jóvenes están lejos de considerarse en una
prision. Basta saber que desde su instalacion, que tuvo lu
gar hace veinte años (1), no ha habido mas que una evasion
á pesar de la libertad en que viven, y de lo iniciados que
estaban á la vida de vagancia. Preguntando un viajero á uno
de ellos porqué no se escapaba, respondia con toda sencillez
porque aquí no hay muros. Sin embargo, este mismo habia
intentado dos veces escalar el cercado de la prision de Fon-
tevrault, de donde habia venido á Mettray.
     Algunos han presentado á la disciplina de Mettray la
objecion de que escita demasiado el sentimiento del honor;
á eso responde M. Demetz que para la correccion de natu
ralezas rebeldes es necesario tomar el punto de apoyo, don
de quiera que se halle; «¡cuántos jóvenes hay, añade, en
quienes el decir es un pecado no produciría efecto alguno, y
a quienes el decir es una villanía retrae del mal.
     Colocacion y salida de los colonos.—La duracion de la es
tancia de los colonos suele fijarse por la administracion en
la orden de remision, y en los primeros años era en general
demasiado corta para conseguir la reforma completa del jó-
  (1) No se olvide que estas páginas se escribían en el año 1861.
 ven, y para que su trabajo llegase á tener algun valor que
 compensase los sacrificios de la colonia; por otro lado para
 aquellos, á quienes correspondia ó convenia el servicio de
 las armas, habia un intervalo peligroso entre la salida de la
 colonia y la entrada en el ejército. Este inconveniente ha
ido desapareciendo en parte; pues se ha comprendido su
 trascendencia, y á muchos jóvenes, la administracion ha
enviado á la colonia hasta la edad de 20 años, de manera
que pasan inmediatamente de ella al ejército.
    La colocacion de los colonos y la tutela, que la institu
cion ejerce sobre ellos despues de su colocacion; forman la
coronacion de esta interesante obra de rehabilitacion: sin
ellas el colono, abandonado á sí mismo en medio de una so
ciedad que no conoce, zozobraria mas de una vez. Pero él
celo inteligente y paternal de los que le recibieron, cuando
era un hijo estraviado, le tiene establecida una red de pro
teccion en el gran número de particulares y autoridades,
con quienes la colonia está en correspondencia, y de quie
nes se vale para buscar colocacion al que sale de ella, vigi
lar su conducta, protejerle en caso necesario y tener siem
pre á los directores al corriente de todo lo que tiene relacion
con el colono; ejerce esta tutela cuando el libertado no tie
ne familia que ofrezca garantias á juicio del director, pues
en el caso en que los informes acerca de la moralidad de
aquella posibilidad de recibirle sean satisfactorios, se resti
tuye á ella, si el colono lo desea. Esto responde á la obje
cion de los que han dicho que la institucion tiene el vicio
de romper los vínculos de familia y reemplazar la natural
con la artificial; esto lo hace solamente, cuando la familia,
en vez de ser un refugio moral, es un escollo; cuando en
lugar de ejemplos que imitar, presenta escándalos que evi
tar; en tal caso procura proporcionarle posicion lejos de
ella, y á esto se prestan bien las profesiones de militar y de
marino.
    Hallada ya la colocacion, se le da conocimiento en la re
union general del último domingo de estancia en la colo
nia, se le dan los consejos en todo caso, y los elogios, si los
merece, sacando partido de este acto para estimular á los
demás al bien; se le provee del equipo de ropa costeado por
la colonia y de un certificado de buena conducta, si se ha
portado bien; y si el lugar á que va destinado no está muy
distante, vá á él acompañado por uno de los empleados. En
caso de enfermedad, de pérdida de colocacion ó de falta de
medios de subsistencia, la colonia le recibe gratuitamente
en la misma familia de que formó parte, pero solo de una
manera provisional, y cuando no haya sido por falta suya.
El gobierno no tiene intervencion alguna en el patrocinio
de los jóvenes, intervencion que se ejercería por medio del
                            — 24 —
comisario de policia, y que por tanto ofenderia al libertador
y pondria en él un sello que le perjudicaria en el concepto
de los jefes de talleres y demás que pudieran emplearle.
    Con estas disposiciones tan delicadas, que siguen á una
educacion bien entendida, se han conseguido resultados,
que en otro tiempo parecian á muchos un sueño de algunos
hombres dotados de mas sensibilidad que razon, de mejor
corazon que conocimiento práctico de la sociedad. Así, lejos
de rechazar esta á los colonos de Mettray, como sucedia con
los jóvenes que salian de las prisiones, los acoje con confian
za, y en la Touraine el título de colono de Mettray ha llega
do á ser equivalente al de hijo de una buena familia y pro
bado ya por su conducta.
    Colocado el jóven, recibe su protector anualmente de la
colonia una séne de preguntas, en que se piden todos aque
llos datos que hagan conocer su conducta moral y religio
sa, el estado de su salud, de su instruccion y de su posicion;
estas hojas contestadas se conservan en el libro del colono
y su estracto se escribe en el cuadro de colonos libertados;
espuesto en la gran sala de reuniones dominicales, y en
que aparecen su nombre, oficio, domicilio y cualidades: este
cuadro tiene el doble objeto de estimularle á la buena con
ducta, esponiéndola al público, y facilitarle la mejora de
colocacion por los informes que los forasteros encuentren al
visitar la colonia.
    El número de libertados desde la instalacion hasta el 1 .*
de enero de 1855 fué de 1040, de los que se colocaron
                en la agricultura             421
                en la industria               301
                en el ejército de tierra. . . 249
                en la marina                   69
                                          1040
    De los del ejército un individuo, soldado en el 3.° de
zuavos, decorado en Sebastopol con la cruz de la legion de
Honor, se hizo fundador de Mettray, lo que exige segun los
estatutos un donativo de 100 frs.; y no es este el único he
cho de este género que registran los anales de la colonia:
pudiéramos citar muchos, que prueban que los jóvenes han
hallado allí, no una prision sino una familia, no á un carce
lero sino á ub padre bondadoso.
    El número relativo de reincidentes entre los libertados
hasta la fecha citada fué de 10 por 100, y posteriormente ha
tajado hasta 5,8 por 100: antes de la fundacion de Mettray
el de los jóvenes reincidentes y procedentes de las prisiones
era de 75 por 100.
    Seccion de correccion paternal.—Esta seccion, creada en
1854, y que aunque enclavada materialmente en la colonia,
                            — 25 —
 tiene su régimen separado y especial, está destinada á los
jóvenes, procedentes de familias acomodadas, y á quienes
 por su mala conducta someten voluntariamente sus padres
 ó tutores al régimen correccional que Mr. D-nnetz emplea
con ellos: oigamos al mismo esplicar las razones que tuvo
 para fundar esta institucion, y la marcha que acostumbra
 seguir.
     «El espíritu de independencia que se apodera de todas
 las clases, ha penetrado de la sociedad á la familia; y en
 nuestros dias algunos padres con gran asombro suyo en
 cuentran en sus hijos una resistencia, y muchas veces una
audacia, que sus antepasados jamás hubieran podido ima
ginar       Pero si en nuestros dias la autoridad paternal se
 desconoce con demasiada frecuencia, esta autoridad, preciso
es confesarlo, es aun mas impotente, cuando está ejercida
por madres viudas, cuyos hijos, viendo la perspectiva. de
una gran fortuna al llegar á mayor edad, anhelan el momen
to en que puedan disiparla. Esta es, sobre todo, la catego
ría que hay que combatir. Estos desgraciados se imaginan
ascender en la dignidad de hombres, tanto mas, cuantas
mas pruebas den de una precoz perversidad.
     Una madre nos es*ribia hace algun tiempo en los térmi
nos en que solo ellas saben hacerlo. Veo bien, caballero, nos
decia, que mi debilidad es la causa de todo el mal, y mere
ceria ocupar una celda al lado de mi hijo. Os suplico me ayu
 déis en volver á apoderarme de unapotestad que la Providen
cia me habia confiado, y que yo no he sabido hacer respetar.»
Aceptamos desde luego este mandato, y alentados por un
 llamamiento tan conmovedor, nos presentamos á este hijo
 ingrato, diciéndole: «habeis sido bien cruel para con la per
 sona á la que deberíais amar y honrar; habeis abusado de
 su bondad de una manera vil; si las heridas del puñal des
garran el corazon de una madre, la mala conducta de un
 hijo suyo, le es cien veces mas dolorosa; y la vuestra os hu
biera dicho de buena gana: hiere, pero escucha. Hoy ya el
tiempo de la indulgencia ha pasado: depositario de una au
toridad, que por demasiado tiempo habeis despreciado, soy
yo la persona con quien tendreis que entenderos.
     «Tengo dos manos; la una armada de un guante de hier
ro, la otra vestida de un guante de terciopelo. Segun la con
ducta que observeis, así me serviré de la una ó de la otra.
~No empeñeis la lucha, pues no seriais el mas fuerte. Y
además, ¿á qué luchar con vuestro mejor amigo? Ataco
vuestros vicios y no á vuestra persona; pero, para volver á
poneros en el camino del bien, no retrocederé ante rigor al
guno: no faltarán fuerzas á mi autoridad.»
    Este lenguaje que indica á nuestros discípulos la línea de
conducta que estamos decididos á seguir, jamás deja de
                             — 26 —
  hacer impresion en estas cabezas jóvenes; y debemos decla
  rar que salvas muy pocas escepciones, los hemos hallado
  dóciles á nuestras lecciones. Es verdad que no descuidamos
  medio alguno para convencer á nuestros pupilos del senti
  miento que esperimentamos al obrar con rigor con ellos. Sin
  esta conviccion nuestros esfuerzos serian inútiles. Por tan
 to, no viene jóven alguno, sin que le hayamos escrito coa
 alguna anticipacion, instándole á cambiar de conducta.
 Para ello dirigimos á los padres un proyecto de carta, que
 ellos nos devuelvan para modificarla, segun el carácter del
 hijo. Hé aquí, en general, los términos en que suele estar
 concebida:
     «He llegado á saber con pesar que dais á vuestra digna
familia graves motivos de descontento, y que sus paterna
 les amonestaciones no han tenido efecto.
     »Ha llegado el dia de la severidad: vais á veros privado
de vuestra libertad; y viéndoos solo en presencia de vuestra
conciencia, estareis en estado de reflexionar sobre las funes
tas consecuencias del olvido de vuestros deberes.
     Quiero ser el mediador entre vuestra familia y vos y
pedir á ella sobresea en vuestro favor. Aprovechad, pues,
de este tiempo para implorar de vuestros padres el perdon
                                                   mas que á
vos, pero que mas tarde iria de rechazo á un nombre que
debeis dejar honrado. Desde el recibo de esta carta contraed
hábitos laboriosos, sed sumiso y respetuoso; haced revivir
en vuestro corazon aquellos sentimientos religiosos, que
formaron los gozos de vuestra infancia, y que tan pronto
habeis olvidado; mostraos sobre todo reconocido á Dios, que
me inspira la idea de libertaros del castigo reservado á
vuestra conducta culpable. Si, despreciando este aviso ente
ramente paternal, persistís en el camino funesto en que ha
beis entrado, no culpeis delos merecidos rigores á quien ha
hecho todo lo posible para libraros de ellos. Todavia teneis
tiempo; dadme el consuelo de haber contribuido á volver á
poneros en el camino del bien; y devolved á vuestra familia
una dicha que jamás debisteis turbar.»
     Tenemos la satisfaccion de decir que muchas veces ha
bastado este aviso para detener al jóven en la pendiente del
mal. Si, á pesar de esta tentativa, persevera en su mala con
ducta, y se le conduce á la colonia, le dirigimos estas pala
bras: «¿Porqué habeis venido aquí, querido jóven? He he
cho todo lo que pendia de mí para evitar el que os trajesen á
este lugar de represion, y os he prevenido que, si persistiais
en afligir á vuestra familia, me mostraria yo severo. Ahora
debo cumplir con mi palabra, pues de otro modo no me
creeriais en lo sucesivo. Si vuestra conducta es satisfacto
ria, si os enmendais, si manifestais el menor síntoma de ar
                            — 27 —
 repentimiento y de volver al bien, estad seguro de que os
 tendré en cuenta estos buenos sentimientos.»
    Al jóven con quien se baya resuelto emplear el sistema
 adoptado por M. Demetz, se lleva á la colonia, y se le aloja
en la division celular, contigua á la capilla; á ella se le diri
ge por un camino y entrada opuestos á los ordinarios de la
colonia, pues su disposicion permite bacerlo sin atravesar
el grupo de edificios. Desde aquel momento pierde su nom
bre, y se le designa con un número, para evitar el que cono
cidos suyos tengan noticia de su estancia, y el que se for
men durante ella conexiones de mal género: estaprástica es
la seguida en las prisiones celulares, y el régimen, á que se
le somete, tiene tambien analogía con el de dichas prisio
nes. Se ponen á su disposicion dos celdas contiguas, que
ofrecen gran semejanza con las de las citadas prisiones, la
una para dormir, y la otra para el trabajo ó estudio; y en
tonces, no bailando placeres que le tienten, ni motivos de
distraccion que disipen su tiempo, presta atencion á los con
sejos que se le dan, reflexiona sobre los actos deisu vida pa
sada; y libre en su soledad de los ataques del orgullo y del
amor propio, empieza á ceder á las inspiraciones de su con
ciencia, se bace accesible á los sentimientos religiosos, y el
trabajo, que antes era para él un tormento, llega á serle un
consuelo. «Rara vez, dice M. Demetz, nos encontramos en
la necesidad de prolongar la vida celular más de dos meses;
y esta corta duracion, suficiente para la enmienda, quita
toda inquietud acerca de los inconvenientes que algunos
    El encerrado recibe lecciones para su instruccion, y des
de su celda asiste á los oficios divinos.
    En los últimos años ti director ha establecido una espe
cie de cuarentena moral, como la llama, para la salida libre
de estos jóvenes; pues los pone á pupilage en casa de algu
nos celosos eclesiásticos de las inmediaciones, que se han
ofrecido á cooperar á esta obra; y de este modo se hace con
ellos un ensayo de libertad con cierta dependencia, que per
mite juzgar del efecto producido eu ellos por la severidad
del primer período.
    Al acercarse. las vacaciones es cuando se aumentan las
peticiones de las familias, que comprenden que no seria jus
to ni de buen : efecto el dar una recompensa á los que han
sido rebeldes en el colegio durante el curso; y es tall a acep
tacion de que goza esta institucion, que no bastando ya la
parte destinada á él, se proyectaba dar mas estension, y
admitir tambien á los extranjeros que fuesen para sus fa
milias un motivo de trastornos y pesares.
    El director en su último informe asegura que hasta en
tonces el resultado habia coronado siempre sus esfuerzos,
                            — 28 —
aun con jóvenes de más de 16 años de edad; pero en vista de
las mayores dificultades que estos presentan, escita á los
padres á no retardar este remedio.
   Y para que no quede de la pena vestigio alguno, que pueda
ofender á un corazon arrepentido, despues de la salida se de
vuelve á la familia toda la correspondencia que ha mediado
con la familia.
    Quizás nos hemos estendido demasiado sobre la institu
cion de la correccion paternal; pero vemos tal necesidad de
estos medios, y nos causan tal admiracion los resultados de
Mettray, que no hemos podido resistir á copiar las observa
ciones y los hechos, á que han dado lugar el hombre heroi
co y sus auxiliares, á quienes la Francia debe la conquista
de tantos corazones. ¡Cuántas madres lloran en Madrid el
estravio de sus hijos, á quienes quizás ha contribuido á
perder el esceso de su cariño! ¡Para cuantos no han susti
tuido las veladas en los cafés y en otras partes á las del es
tudio y á los goces de la vida del hogar doméstico! ¡A cuan
tos de ellos no restituiria á su familia y á la sociedad una
buena institucion como la de la correccion paternal de Met
tray!
                Estado económico de la colonia.
                                              Frs.    Cs.
    Los gastos ordinarios presentaron
      el año 1853 un total de 228, 008
      francos 62 cénts.; la poblacion me
      dia fué de 564 colonos, y de consi
      guiente el gasto ordinario por dia
      y por colono fué de                          1 1075
    El alimento de cada colono figura en
      esta suma por                                   4208
    Los extraordinarios importaron fran
      cos 1 10,577 77 cents, lo que da para
      gastos de todo género 338,586-39;
      y por dia y colono                           1 6447
    Los ingresos ordinarios y estraordi-
      narios fueron de 320,945-71 resul
      tando un déficit de 17,640-68.
    En 1854 los gastos ordinarios fueron. 249.301       22
    Los estraordinarios                      60.791     44
   Total general                           310.092     68
   Los ingresos                            329.406     01
   Esceso de ingresos sobre gastos. . .    19.313     33
   Deduciendo el déficit anterior. . . .   17.640     68
   Existencia en caja                        1.672     65
                         — 29 —
   Siendo la poblacion media de colonos
     582, resultaron por dia . y colono
     por gastos ordinarios                          1   1735
   Figuran en esta suma por alimenta
     cion                       .....               0 4730
     Los recursos ordinarios del .establecimiento consisten
 en 0,70 frs. por dia y por colono que el gobierno le paga
 (hasta el año 1849 eran 0,80) y en los productos de la esplo-
tacion: los estraordinarios en donativos y suscriciones, y en
subvenciones del ministerio del Interior, del de agricultura
y del de Instruccion pública; estas tres subvenciones han
 importado 58,000 frs. en cada uno de los años 1853 y 1854.
     Han dicho algunos que Mettray es caro; pero compáren
se los resultados obtenidos, y se verá que aun económica
mente es un buen negocio para la humanidad; por un lado
se tiene la deuda perpétua contraída por la sociedad para
con la mayor parte de los colonos, que sin este medio de
correccion hubieran pesado como carga sobre ella ya en las
 prisiones, ya en los hospitales y hospicios; por otro el efecto
 útil de la vida de estos hombres restituidos al trabajo: por
eso ha dicho M. Huot que estos establecimientos y sus aná
logos constituyen la amortizacion de una deuda contraida
por la sociedad para con estos seres abandonados, que la
humanidad le manda recojer.
     Hemos descrito Mettray tal como lo vimos en diciembre
de 1855; diremos para concluir como lo hemos hallado en
setiembre de 1860.
    La colonia habia formado una sucursal de mas de cien
jóvenes de la misma á instancias de un propietario que los
habia pedido para ocuparlos en una esplotacion agrícola; el
director de agricultura de Mettray, M. Minangoin, habia
sido pedido por el emperador para la direccion de las gran
jas del campo de Chalons, manifestando que influía para es
ta decision el haber ocupado en Mettray el lugar que habia
tenido, lo que prueba el grado, de estimacion á que ha lle
gado la esplotacion agrícola de la colonia. Se habia dado
mayor desarrollo á la ocupacion en los trabajos de deseca
cion (drainage) que en opinion de personas inteligentes se
hacian tan bien como en Inglaterra.
    Una escuela gratuita de noche para los campesinos
adultos de las inmediaciones producia además de la ins
truccion de estos un gran estímulo para los colonos, en cu
yo espíritu obraba una accion profunda la perspectiva de
hombres de 25 y 30 años, que despues de sus rudas faenas
del campo se colocaban tranquilamente y casi con recogi
miento en los mismos bancos , que aquellos acababan de
ocupar.
                             — 30 —
      La institucion de la correccion paternal daba resultados
   ue aumentaban su crédito, y que hacian necesario mayor
   esarrollo en las construcciones.
     La escuela preparatoria, creada en un principio sin mas
 miras que la de formar el personal del establecimiento, es
 tendida despues para recibir á los discípulos procedentes de
 las granjas-escuelas que quisiesen completar su instruccion,
 habia recibido nueva estension; y en ella se habian desti
 nado habitaciones separadas para aquellos jóvenes, que ha
 biendo terminado sus carreras, quisiesen estudiar bajo la
 direccion de M. Demetz las cuestiones relativas á la econo
 mia social y caritativa, utilizando los numerosos documen
 tos, que por encargo del gobierno habia recogido en el es-
 tranjero y la esperiencia particular adquirida por él mismo.
 El celoso director considera esta obra como una de las crea
ciones mas útiles de la época; pues segun él, no son las ideas
las que faltan en Francia, sino mas bien los hombres capa
ces de aplicarlas, sobre todo cuando se trata de ideas sérias
además abre con ella un refugio para los jóvenes, cuyas as
piraciones se dirijen todas al bien, refugio en que pueden
fortificarse en sus buenos sentimientos y abrirse paso para
una carrera honrosa .
     El número de libertados desde la instalacion hasta fines
de 1859 era de 1490, el número relativo de reincidentes se
gun la estadística del ministerio de Justicia era de 5,28 por
 100; y segun M. Demetz la mayor parte de estos eran delos
que habian salido de la colonia antes delos 16 años de edad:
conocidos los inconvenientes de una estancia demasiado
corta en la colonia, durante la cual ni la accion reformatriz
se ejerce en bastante tiempo, ni el colono se pone en apti
tud suficiente para proveer á su subsistencia, los magistra
dos la fijaban ya casi siempre hasta la edad de £0 años; de
modo que los que voluntariamente ó por la leva se dirigian
á las armas, iban desde la misma colonia; y los demás sa
lian en estado de buenos obreros en lugar de salir en el de
medianos aprendices. A esta .modificacion atribuia el direc
tor parte de la mejora en los resultados de reforma de los
últimos años.
    Un solo colono se habia fugado en los 21 años de exis
tencia de la colonia.
    Ninguno habia sido desechado como inútil para el ser
vicio de las armas, que á fin de 1858 contaba 430 jóvenes
de Mettray.
    Algunos colonos libertados se habian inscrito como
fundadores de la colonia, lo que exije segun los estatutos
un donativo de 100 frs.: uno de ellos, inspirado felizmente
por un sentimiento filial, lo hizo remitiendo desde Lima dos
saquitos, cada uno con 100 frs., destinados el uno á su ma
                           — 31 —
dre y el otro á la colonia, y con la inscripcion siguiente:
A mis dos madres: frase tan sencilla como elocuente para
manifestar el aprecio que estos jóvenes hacen de la colonia,
y que pudiera probarse por multitud de hechos.
    En cuanto a la estimacion del público, iba creciendo á
medida de tan felices resultados; así se ha visto entre otros
hechos que lo prueban el caso de una pobre madre, que no
teniendo para vivir mas recursos que el producto de su
trabajo, y hallándose su hijo en una prision central, que á
ella no ocasionaba gasto alguno, se obligó para ponerle en
Mettray á pagar en este establecimiento los de su subsisten
cia. La ciudad de Tours por su parte agradecida á los ser
vicios prestados por los colonos al tiempo de las inundacio
nes del Loire habia acuñado una medalla en que se lee: A
la colonia de Mettray la ciudad de Tours reconocida.
     Escuelas agrícolas de reforma de Bélgica.
    El crecido número de jóvenes indigentes, mendigos y
vagos habia llamado seriamente, hace algunos años, la
atencion del gobierno belga, pues veia formarse y crecer rá
pidamente una poblacion peligrosa, que ya por la miseria,
ya por un abandono en su educacion, empezaba á contraer
en medio de la ociosidad y de la vagancia otros hábitos vi
ciosos, que luego se arraigaban, se desarrollaban y multi
plicaban en los depósitos de mendicidad y en las prisiones.
Este estado de cosas tomó sobre todo un carácter alarmante
en las dos Flandes, oriental y occidental, en los años 1845,
1846 y 1847,. en que las circunstancias calamitosas, por las
que pasó aquel país, produjeron una progresion tan cre
ciente en el número de jóvenes llevados á los establecimien
tos citados, que su número era en
los años.                             1845     1846     1847
Encerrados en las prisiones. . . . 2575        5886     9352
             en los depósitos de
mendicidad                            1823     2914     3049
    Los depósitos de mendicidad, insuficientes entonces
para el número de desgraciados, que espontánea ó forzada
mente venian á sus puertas, se habian visto precisados á
cerrarlas; y no pocas veces se vió á aquellos desdichados
pedir un asilo en las prisiones, y aun cometer delitos leves
para tener derecho al asilo de una prision y huir del ham
bre y del frio de la vida libre.
    El gobierno, comprendiendo la naturaleza y la gravedad
de este mal, cuyo cuadro ofrecia en último término la lista
de igual número de criminales, se propuso, como pudiera
                             — 32 —
 decirse, empezar por el principio; y trató de crear estable
 cimientos especiales para la educacion de estos jóvenes.
     El ejemplo de Mettray, como los de otras colonias pare
 cidas, cuya organizacion y régimen se hicieron estudiar á
 Mr. Ducpetiaux, estimuló á fundar escuelas de reforma,
 cuyo espíritu fuese el mismo que el de la colonia citada; y
el gobierno presentó á las dos Cámaras un proyecto, que
 discutido y votado como urgente; fué promulgado como ley
 en 3 de abril de 1848.
     El artículo 5." de esta ley dispone:
     Que los depósitos de mendicidad, existentes entonces,
deberán servir exclusivamente para los indigentes, mendi
 gos y vagos adultos.
     Que el gobierno creará establecimientos especiales para
los jóvenes indigentes, mendigos y vagos de ambos sexos,
cuya edad no llegue á la de 18 años.
     Que la organizacion de estos establecimientos será tal,
que los jóvenes se ocupen en lo posible en los trabajos agrí
colas, y en las industrias que puedan ejercerse con provecho
en los pueblos rurales.
     Que los jóvenes de ambos sexos ocuparán en todo caso
establecimientos distintos y separados.
     Mas adelante, en real deereto de 3 de julio de 1850, se
especificaron las condiciones y formalidades de admision y
salida de los colonos de las escuelas de reforma; y segun
este decreto y la ley de 3 de abril, quedaron estos estable
cimientos destinados especialmente:
   1." A los indigentes jóvenes, de menos de 18 años de
edad, que se presentasen voluntariamente en estas escuelas
de reforma con una autorizacion de la municipalidad de su
domicilio de socorro, ó de la localidad en que se hallen ó en
que tuviesen su residencia.
   3.° A los indigentes jóvenes, provistos de una autoriza
cion del gobernador de la provincia ó del comisario del dis
trito de su domicilio de socorro, de la residencia ó de la lo
calidad en que se hallen.
   3. ° A los niños y jóvenes condenados por mendicidad ó
vagancia.
   4." A los niños absueltos de mendicidad ó vagancia, pe
ro á quienes segun el artículo 66 del Código penal se detie
ne para educarlos en una casa de correccion hasta una edad
determinada.
   5. ° A los niños absueltos de cualquier otro delito, pero
de quienes la ley dispone sean puestos en aprendizaje al
lado de un labrador, de un artesano, ó en un establecimien
to de caridad.
     A estas cinco clases determinadas en dichas disposicio
                            — 33 —
 nes, hay que agregar los condenados por via de correccion
 paternal.
     Destinada una suma de 600,000 francos para la creacion
 de las escuelas, se dispuso la instalacion de una para 500
 muchachos en la jurisdiccion de Ruysselede (Flandes occi
 dental), y otra para 400 muchachas y niños de dos á siete
 años: la primera, á la que consagramos quince dias de exa
 men, recibió sus primeros colonos en marzo de 1849 al em
 pezar sus trabajos de apropiacion de los edificios que acaba-
.ta de adquirir; y la segunda, situada en Beeruem á proxi
 midad de la primera, se abrió en octubre de 1853: aquella
 habia dado ya resultados admirables al tiempo de nuestra
estancia en ella (octubre de 1854), y esta prometia rivalizar
 con su hermana: una y otra eran el objeto predilecto del
 estudio de los viajeros que se interesan por las reformas
 morales.
                   Escuela de Ruysselede.
    Organizacion del personal.'—Los colonos, cuyo número á
fin de 1853 era de 519, número que, segun el director, con
vendria fuese el máximum, están clasificados en divisiones
de 60 á 70 individuos, bajo las órdenes inmediatas de un
vigilante empleado, auxiliado de unjefe y dos subjefes,
elegidos entre los mismos colonos para cada una de las
dos secciones, de que se compone la division; y esta cla
sificacion se hace segun la estatura del colono: este agru-
pamiento se procura conservar en todo lo posible; pero se
quebranta á cada paso para el trabajo, que está organizado
en talleres.
    Los jefes y subjefes tienen el cargo de auxiliar á los vi
gilantes en la conservacion del orden y de !a disciplina, car
go de confianza dado en recompensa de su buen comporta
miento, y que no deja de tener importancia como estímulo
á la buena conducta de los colonos: su distintivo es el de un
galon amarillo ó encarnado en el brazo, segun sea jefe ó
subjefe el que lo lleva. El corto número de vigilantes, sobre
todo, si se comparan con los empleados de igual categoria
de otras instituciones parecidas, da á los jefes y subjefes
una importancia aun mayor que en aquellas. Él personal
retribuido de empleados en la direccion y demás servicios
se compone de un director, un capellan, un medico no resi
dente en el establecimiento, un contador con tres depen
dientes, un guarda-almacen, dos profesores de instruccion
primaria, unjefe de vigilancia, ocho vigilantes, unjefe de
cultivo, un arborista, un panadero, un portero, seis opera
rios de la granja, dos amas de gobierno para la cocina de
los empleados v para la de la granja, un maestro zapatero,
                                                 3
                               34 —
un maestro carpintero, un jornalero y un tonelero. Algunos
vigilantes son á la vez jefes de los talleres industriales.
    No existiendo aquí una escuela preparatoria para los em
pleados, á la manera de la de Mettray, y reconocida la gran
importancia de sus cualidades, particularmente las mora
les, se procura traer al establecimiento á aquellos solamen
te cuyos informes acrediten una conducta irreprensible; y
se les hace pasar por algunos meses una especie de novicia
do antes de recibir su nombramiento definitivo: el director
y el capellan, que son el alma de la escuela, examinan en
este tiempo las cualidades del novicio, observando si este,
y en especial cuando la colocacion á que se le destina le
pone en contacto inmediato con los colonos, une ,á las bue
nas costumbres una instruccion proporcionada á su cometi
do, un carácter templado sin debilidad, y severo sin irani
enojo, una gran exactitud en el desempeño de sus deberes,
y sobre todo el celo por la reforma física y moral de los jó
venes. En caso de grave desórden de parte de ellos, á pesar
del artículo 36 del reglamento, el director, bajo su respon
sabilidad, los despide inmediatamente de la escuela.
     En la eleccion de los vigilantes se procura que sean de
los que ejerzan algun oficio aceptado entre los trabajos de
la escuela, y sirvan á la vez de maestros de taller: en 1854
había un vigilante, y algunos empleados á la cabeza de va
rios servicios, procedentes de los colonos mismos.
     La falta de edificios apropósito para las familias de los
empleados habia obligado á no admitir á los casados, de
 cuya regla eran escepcion solamente el director y el jefe de
 vigilancia: este último tenía la suya fuera del estableci
 miento, y fue necesaria una autorizacion del gobierno para
 admitir esta escepcion.
     Las funciones del jefe de vigilancia son muy variadas y
 numerosas: él inspecciona á los colonos en los diferentes
 trabajos, interviene con el director en la eleccion de ellos
 para los diferentes servicios, da cuenta diaria relativa al or
 den y disciplina, dirige la compañía de bomberos, los ejer
 cicios gimnásticos y la escuela de peloton, y lleva una cuota
 de la conducta de los colonos: este destino suele ser de or
 dinario para un subteniente de ejército.
      Sobre este personal está la comision de inspeccion, en
 cargada de vigilar todo lo que concierne á la direccion y á
 los diferentes servicios del establecimiento: ella es el medio
 de comunicacion entre el director y el gobiorno para los in
  formes anuales, que el primero tiens que dar al principio
  del año siguiente al del ejercicio, examina por trimestres
  los gastos del establecimiento, propone todos los años antes
  del mes de julio y de acuerdo con el director el plan de
  cultivo para el siguiente, hace observar el reglamento, y
                             — 35 —
propone lo que juzgare conveniente en interés de la escuela.
     Se compone de tres individuos, renovados anualmente
por terceras partes, pero reelegióles; su cargo es gratuito,
pero con indemnizacion de gastos de viaje, y en su eleccion
se procura que recaiga sobre personas distinguidas por su
posicion social, por sus conocimientos relativos á la materia
y en particular á la agricultura, y cuyo domicilio no esté
lejos de le escuela, para que la inspeccion sea mas eficaz.
Sus reuniones ordinarias se verifican por trimestres, y á.
ellas asisten el inspector general de beneficencia y el direc
tor de la escuela de reforma.
     Los individuos que la componian, al tiempo de nuestra
estancia, eran los mismos que formaron la comision provi
sional, á saber: Mr. E. Peers Ducpetiaux, miembro enton
ces de la Cámara de representantes y propietarios; Mr.
F. Van der Bruggen, miembro del Consejo provincial de la
Flándes oriental, y propietario; y Henri Keroyn, inspector
provincial de instruccion primaria.
     Parte material del establecimiento.—La situacion de la
escuela á una legua próximamente de una pequeña estacion
del camino de hierro de Bruges á Gand, á media legua de
la poblacion mas próxima, y comunicando con ambos por
buenos caminos vecinales, se halla á la vez en condiciones
 del suficiente aislamiento conveniente á este género de asi
los, y de la facilidad necesaria de comunicacion con los
 grandes centros de actividad: la monotonia de un terreno
 completamente llano, cualidad característica de toda esta
 region, tiene algun correctivo en los bosques de pinos, que
 se encuentran con alguna frecuencia, en la esmerada cons
 truccion de los edificios rurales con sus cubiertas peralta
 das, y en el cuidado con que aparecen ejecutados los cerra
 mientos y demás acompañantes del campo; pero sobre todo
 una gran compensacion en la facilidad de los trasportes.
      Los edificios de la escuela, colocados dentro de las tier
 ras esplotadas y al borde de un camino vecinal, se compo
 nen de dos grupos, destinados, el primero á habitaciones,
 clases de enseñanza, talleres, etc., de los colonos y emplea
 dos; y el segundo á establos, graneros y demás dependen
 cias de la esplotacion agrícola. El primer grupo, compuesto
 casi en su totalidad de edificios destinados antes á una fá
 brica, se compone de un sistema de construcciones conti
 guas en el perímetro de dos patios rectangulares: el primero
 de estos situado á la entrada del establecimiento y sobre el
 camino citado es, por decirlo así, el patio de la administra
  cion, en cuyos lados se hallan las oficinas y habitaciones de
 los empleados: el segundo es verdaderamente el de los co
  lonos, pues en sus cuatro lados se hallan sus dormitorios,
  clases, talleres, capilla, etc.; y es el lugar de su recreo, y el
                                         )    x
                             — 36 —
  de su formacion para las diversas reuniones, á que da lugar
  el régimen interior.
      Nada que sea de notar ofrecen estos edificios: el rigor del
  frio ha obligado á calentar por el vapor el comedor y las
  clases de los colonos, el comedor de los empleados y las sa
  las de la direccion, utilizando para esto un generador que
  sirve para la cocina y para el movimiento de una pequeña
 máquina, que aplica su fuerza á diferentes servicios, y en
 especial á los de granja.
      El moviliario de las clases de que conservamos un cro
 quis acotado, está bien estudiado, el de los dormitorios
 consiste principalmente en camas de hierro.
      Los edificios del segundo grupo, destinados á la esplota-
 cion agrícola, situados al lado del primero y sobre el mismo
 camino citado, son en su género mas de notar que este. Su
 disposicion, basada sobre los conocimientos de las diferen
 tes operaciones de granja y de la vida del ganado vacuno,
 caballar y de cerda, su construccion, fundada en las reglas
 del arte rural, y su aspecto en armonia con su destino, dan
 á este conjunto un carácter de verdad en medio de un es
 mero adecuado de ejecucion. El arquitecto, Mr. Dumont,
 libre de las trabas que le imponia la existencia de las cons
 trucciones anteriores en el primer grupo, y de que sacó gran
 partido, pudo y supo hacer lo que aconsejaba la naturaleza
 de la institucion, para la que edificaba: es decir, una granja
 modelo, en que el colono aprendiese para su dia la manera
 de satisfacer con los edificios las necesidades de una esplo-
 tacion importante.
      El material de la granja correspondia en su número y
 calidad á la importancia del cultivo y á Ja enseñanza prác
 tica del colono.
      El estado del ganado á fin de 1853 era de 136 cabezas de
 animales de establo y cuadra, y 139 de corral
      Las tierras, comprendiendo las áreas de los dos grupos
 de edificios, y propias de la escuela de reforma, componian
 al tiempo denuestraestanciaunaextensionde 126 hectáreas,
 89 áreas, dispuestas eu forma de un triángulo isósceles, cuya
 vértice corresponde al N. O. y la base al S. E., y aislado de
 las demás propiedades por dos caminos públicos y uno del
 establecimiento: esta extension está dividida en trozos pró
ximamente cuadrados de 1 á 3 hectáreas por calles de pi
nos, que forman los caminos de esplotacion. Además tenia
en la inmediacion 44 hectáreas tomadas en arriendo, y de
las que 16 entraban ya en cultivo el año 1854.
     El suelo es de arena con una ligera capa de tierra veje-
tai, y por tanto muy acomodado para el trabajo de brazos
débiles, pero muy necesitado de abono: razon por la que se
                     1
                            — 37 —
'compraban á la prision central de Gaud todos los años de
8 á 10,000 hectolitros de materias fecales.
    Régimen interior. Dada una idea general del espíritu de
la institucion y de las partes constitutivas de la escuela,
veamos cómo funciona esta; y para ello recibamos á ese jo
ven, cuyos pasos empezaban á tomar el camino de la pri
sion, y á quien Mr. Poli, celoso director, auxiliado de su ca
pellan, Mr. Bruson, que tan bien corresponde á su sagrada
y caritativa mision, y de los demás empleados, se propone
conducir por el camino del trabajo, la instruccion y la edu
cacion religiosa á la pacifica y honrada mansion del labra
dor ó del industrial de aldea. No será duro el aprendizaje,
porque preside la caridad cristiana; no se verá encerrado
dentro de los muros de una prision, sino libre en un campo
no cercado; pero tampoco conocerá los peligrosos placeres
 de la mesa de una taberna ni los riesgos de la ociosidad:
destinado por su clase y por la condicion humana á la so '
 briedad y al trabajo, el trabajo y la sobriedad serán dos de
las condiciones de su reforma: con ellas y una moral reli
giosa, que le enseñe el buen uso de su libre albedrío, logra
 rá la mejora de su constitucion física y moral.
    Entrada del colono. Precede á esta una comunicacion
que pasa al director la autoridad ó persona encargada de la
colocacion del jóven en la escuela, comunicacion á cuya
contestacion afirmativa de admision, dada por el director,
se sigue- la remision del colono. Este á su entrada pasa á la
oficina, en que se le inscribe en el registro de la casa, y se
le señala un número de clasificacion: pasa en seguida al
despacho del jefe de vigilancia que le indica el resumen de
las reglas esenciales á que debe someterse: si está en buen
estado de salud, se le hace tomar un baño de aseo; y si está
enfermo, pasa á la enfermeria hasta la visita del médico.
Despues del baño se le hace poner el traje del estableci
miento, y se le clasifica inmediatamente en la division que
le señala el director. El vigilante de su division le lee las
disposiciones del reglamento relativas á la conducta de los
colonos, y le acompaña al despacho del director, que le di
rige un interrogatorio de los antecedentes de su familia, de
la manera en que esta le ha educado y tratado, de las cir
cunstancias del colono mismo, tanto respecto á su lugar de
nacimiento y de domicilio, como á su edad, estado de ins
truccion, causas que le llevan al establecimiento y ocupa
cion que ha tenido: este interrogatorio se continúa por el
capellan, el medico y ei profesor de instruccion primaria,
cada uno en la esfera de sus atribuciones; y el resultado de
sus investigaciones se consigna en la hoja del interrogato
rio de admision, que forma la primera del libro de contabi
lidad moral del colono.
                             — 38 —
      Conducido despues á los talleres, al campo y á la gran
  ja, se examinan su disposicion, su gusto y las condiciones
  de su familia, y el director dispone el género de ocupacion
  que se le ha de dar, pero á título de ensayo.
      Distribucion del tiempo. La distribución del tiempo,
  fundada en el principio de ocupar todas las horas del colo
  no, sin dar nunca lugar al ocio por un recreo demasiado
  prolongado, de variar sus ocupaciones para evitar el aburri
  miento, consecuente á la monotonía de una accion repetida
 por demasiado tiemj          de producir al fin del dia cierto
 grado de cansancio físico, necesario para aprovechar bien
 del descanso de la noche y no fomentar desórdenes perju
  diciales al cuerpo y al alma, es la siguiente en la estacion
  de verano, modificada ligeramente en invierno.
      Dias de trabajo. A las cinco levantarse, oracion, aseo del
  cuerpo, arreglar las camas, lista.
      De cinco y media á seis y media, en verano, ejercicios y
 maniobras: en invierno, instruccion primaria para lss cua
 tro clases menores; reglas de urbanidad, aseo, etc., para las
 cuatro mayores; clase de monitores.
      De seis y media á siete: desayuno, distribucion del tra
 bajo.
      De siete á doce: trabajo para los colonos en general; re
 peticion de música para la banda de músicos.
     De doce á doce y cuarto: comida.
     De doce y cuarto á una: recreo en el patio.
     Para los que han hecho la primera comunion.
     De una á cinco y media: trabajo.
     De cinco y media á seis: cena.
     De seis á ocho: clase.
     Para los que no han hecho la primera comunion:
     De una á dos y media: clase.
     De dos y media á cinco y media: trabajo.
     De cinco y media á seis y media: cena.
     De seis á ocho: catecismo, conferencias morales y lectura
     Para todos, á las ocho: acostarse.
     Dias de fiesta. A las cinco: levantarse.
     De cinco y media á seis: oracion, aseo, arreglo de camas.
     De seis á siete: inspeccion de equipo, de camas y de aseo.
    De siete á siete y media: desayuno.
    De siete y media á ocho: lista, revista.
    De ocho á nueve: misa, sermon.
    De nueve á nueve y media: recreo.
    De nueve y media á once: leccion de canto para los fla
mencos, conferencias morales para los walones (1).
  (i ) Esta diferencia reconoce por causa la de la lengua nativa
de unos y otros.
                            — 39 —
    De once á doce: recreo.
    De doce á doce y media: comida.
    De doce y media á dos: juegos.
    De dos á tres: vísperas.
    De tres y media á cinco y media: conferencias morales
para los flamencos, leccion de canto para los walones.
    De cinco y media á seis y media: cena.
    De seis y media á siete y cuarto: ejercicios, maniobras.
    De siete y cuarto á ocho: acostarse.
    Trabajo. El trabajo exige sin duda la primera atencion
en un establecimiento de este género: él debe desterrar los
hábitos de ociosidad, cualidad característica del colono an
tes de su entrada, y mejorar su constitucion, produciendo
así su reforma física y moral; él debe abrirle un camino
honroso para la carrera de la vida, y acabar la obra de su
rehabilitacion en la sociedad; y por último, él debe contri
buir á sostener económicamente el establecimiento.
    Por tanto manifiesta en sus informes la comision de ins
peccion haber fijado su atencion de una manera especial en
punto tan interesante, y para ello ha sentado las bases si
guientes:
   1.* Variar las ocupaciones, de modo que los colonos ad
quieran los conocimientos de una industria completa: así es
que los dedicados á la agricultura pasan por turno al cui
dado de los establos, al cultivo en grande y á la horticultu
ra. Además los empleados en otras profesiones industriales
dejan los talleres, y pasan á los trabajos de cultivo, cuando
este lo exige, lográndose de este modo robustecerlos y acos
tumbrarlos á la manera de vivir de las poblaciones rurales.
   2." Apropiar el trabajo á las fuerzas y aptitud de los jó
venes, de manera que se convierta en un ejercicio útil á su
salud, y propio para fortificar su constitucion.
   3.* Señalarles, en lo posible, ocupaciones análogas á las
que han tenido en su familia, ó á las que probablemente
ejercerán á su salida, atendida la naturaleza de la industria
esplotada en el lugar de su domicilio y demás circunstancias
locales é individuales.
   4.* Distribuir las horas de trabajo, de manera que no
escedan á las que puedan soportar la generalidad de los tra
bajadores, ni lo miren estos como un castigo. A este fin va
encaminado el interrumpirlo por ejercicios de otra especie,
por la enseñanza religiosa, la primaria, la música, el gim
nasio, etc.
   5." Ocuparlos en trabajos productivos para el estableci
miento: la agricultura y la horticultura ocupan el primer
 lugar; y los talleres industriales están organizados, de modo
que provean al vestido del colono, á la construcción de ins
                            - 40 —
trunientos de labranza, de los utensilios domésticos, y á la
conservacion y reparacion de los edificios.
    Hasta qué punto se han conseguido los fines arriba indi
cados, se verá por la descripcion del estado sanitario, de la
conducta de los colonos despues de su salida, y por el esta
do económico de la escuela de reforma, que se hallarán mas
adelante.
    Entre las profesiones ejercidas en la colonia ocupa el
primer lugar la agricultura: las razones son las expuestas
ya en otro lugar, y están confirmadas por la esperiencia del
director, que lia observado constantemente resultados mas
ventajosos en la correccion de los jóvenes ocupados en ella
que en los consagrados á trabajos sedentarios.
    De la extension total ocupada por la colonia, entraron
en cultivo, en el año agrícola de 1853 á 1854, 98 hectáreas
destinadas á productos varios, entre los que ocupaban el lu
gar mas importante el centeno, la patata, la avena, el alfor
fon, la yerba de prado y las hortalizas.
    El personal fijo destinado á estas faenas era el de un
jefe de cultivo, un jardinero,vigilante, 6 ope arios asalaria
dos, unos 40 colonos encargados de los establos y demás
servicios de la granja, y sobre 50 destinados á la horticultu
ra, pero ocupados en caso necesario en las labores del gran
cultivo: el gasto en jornales fué de 1084 francos.
    Se seguia el sistema de cosechas alternadas en períodos
de tres años: en el primero se sembraba patata, lino ó colza,
y se daba una buena cantidad de abono; en el 2." centeno
 con una ligera rociada de abono líquido; y en el tercero ave
 na ó alforfon.                                             ',
                                           desgranar trigo, mo-
 vida por el vapor, y cuyo trabajo útil era el de 30 hectoli
 tros por 12 horas.
     Las labores de cultivo se hacian por medio del ganado
 caballar, y los transportes por este y el vacuno; el arado em
 pleado era el ordinario del Brabante, llamado de Odeuts.
     Las gastos del cultivo en dicho año im
 portaron                               francos. 48.007—86
     Los productos                                66.1 30—03 '
     Beneficios de la esplotacion                   18.122—17
     Los talleres industriales fueron e i el mismo año los de
 la sastrería, zapatería,, carpintería en diferentes ramos, cer
 rajería, hilado y tejido de lienzo, y sombrerería de paja:
 estas profesiones y el servicio doméstico constituían la ocu
 pacion de los colonos.
     Se permitía y aun se aconsejaba el canto en todos aque
 llos talleres, cuyo trabajo lo permitiese; pero siempre era
 alguno de los enseñados en la clase de música, y por tan-
                               — 41 —
to inofensivo á la moral y á la religion; de este modo se
ocupaba la imaginacion sin dejarla extraviarse, como tantas
veces sucede en ocupaciones en que ni el espiritu ni el cuer
po se ocupan suficientemente; se facilitaba la conservacion
del orden, y se impedia el tédio á que ciertas ocupaciones
exponen en la época de la juventud.
      Tenemos á la vista el cuadro de los objetos confecciona »
 dos en los talleres en el año de 1853, y que no reproducimos
 por su extension: el trabajo de los colonos se utilizó para la
 instalacion de la escuela de reforma de Beernem, y aun se
 confeccionaba el calzado necesario para dicho estableci
 miento.
       Instruccion religiosa.—No admitiéndose entre los colo
 nos á ninguno que no sea católico, la instrucion religiosa
 está á cargo del capellan del establecimiento, y comprende
 la re citacion y explicacion del catecismo y las conferencias
 morales: lo primero se hace todos los días por hora y media
 con los que no han hecho la primera comunion, divididos
 en dos clases, la una de walones y la otra de flamencos: un
  vigilante se encarga de hacerles aprender el texto de memo
 ria, y el capellan recorre ambas clases para explicarlo.
       Las conferencias morales se reducen á pláticas sencillas
  sobre los deberes del cristiano; y las hace el capellan en los
  dias festivos, en francés para los walones, y en flamenco
  para los procedentes de las Dos Flandes: este mismo funcio
  nario lleva en un libro un registro, en que aparece el esta
  do de instruccion religiosa de cada colono.
       El estado mas lamentable aparece en la instruccion de
  los colonos al tiempo de su entrada: así en 1853 el número
  de los admitidos fue de 168: de estos habia 77 que no ha
  bian hecho aun la primera comunion: 28 tenian una buena
  instruccion religiosa, 61 muy poca, 79 ninguna: algunos no
  sabian rezar, otros medianamente; muchos ignoraban el ca
  tecismo, y otros hasta las primeras verdades cristianas.
       En el mismo año salieron del establecimiento 162 colo
  nos: de estos 146 habian hecho su primera comunion; 21
   habian observado una conducta religiosa y moral escelente;
   113 buena, y 28 mediana: la instruccion religiosa era buena
   en 23, satisfactoria en 88 y mediana en 51 .
      Instruccion escolar. —Confiada esta á dos profesores, y da
   da alternativamente en francés y en flamenco, comprende
   la lectura, escritura, gramática, el dictado, el cálculo men
   tal y el escrito, la geografia é historia nacional, el sistema
   métrico, y la música vocal é instrumental. El método de
   enseñanza es el de Braun; y hacen de monitores algunos
   colonos que se distinguen por sus cualidades morales, y pa
   ra quienes hay una clase especial diaria, que dura hora y
                            — 42 —
media. La asistencia á las clases es obligatoria para todos
los colonos.
     La enseñanza de la música es una recompensa que se dá
á los que se distinguen por su buena conducta: ellos forman
el coro para el ejercicio del culto, y componen una banda
de música, que toma parte en las solemnidades del estable
cimiento: algunos se colocan al tiempo de su salida en las
bandas militares.
     De los 168 colonos admitidos en 1853, 121 carecian com
pletamente de instruccion, 27 tenian algunos principios, 20
sabian leer y 17 sabian escribir: en cambio entre los que sa
lieron el mismo año la proporcion está invertida, á pesar del
corto tiempo en que algunos permanecieron en la escuela.
Los profesores de instruccion primaria llevan su registro
relativo al estado en que se halla la de cada colono.
   Instruccion práctica é industrial. —Consiste esta en ob
servaciones que acompañan al trabajo mismo segun la pro
fesion de cada uno: y hay además algunas noches una clase
en forma de conferencia familiar, en que un vigilante ense -
ña las reglas de urbanidad y aseo, la division del tiempo y
otras cosas de la vida ordinaria.
    Escuela de grumetes.—Al crear la escuela de reforma se
habia pensado en establecer una enseñanza, en que se for
masen jóvenes para el servicio de la marina: el ejemplo da
do por algunas escuelas de pobres en Inglaterra y por la co
lonia de Mettray en Francia, la escasez general de marinos,
la abundancia de brazos para la agricultura y la industria,
y el estado de orfandad ó abandono paternal de una gran
parte de los colonos, parecian razones muy poderosas para
llevar á cabo este pensamiento, cuya utilidad estaba gene
 ralmente reconocida; pero el temor de que ocasionase gas
 tos escesivos lo habia hecho abandonar o al menos aplazar.
Algunos ensayos hechos con buen éxito en 1852 para dar
este género de colocacion á los colonos libertados, y el gran
 desarrollo tomado por el establecimiento en 1 853, hicieron
 fijar de nuevo la atencion en esta materia: y siendo necesa
 rio familiarizarlos con las primeras maniobras, un arínador
 de Amberes, Mr. Huysmans, armó á costa suya, y puso á
 disposicion de la escuela un brick, que hoy adorna el patio
 de entrada. La instruccion práctica, dada en §1, está á cargo
 de un marino, que ejerce á la vez las funciones de vigilante:
 la colocacion nunca escasea para los que adquieren esta pre
 paracion, pues abundan los pedidos; y generalmente se des
 tinan á esta ocupacion los que se distinguen por su buena
 conducta. A ellos se confia tambien el servicio doméstico,
que les sirve de preparacion para su colocacion.
    Educacionfísica. —La necesidad de favorecer el desarro
llo físico j corregir los vicios de una organizacion débil, no
                             — 43 —
 podia pasar desapercibida al tratarse de la reforma de unos
jóvenes reclutados de ordinario en los depósitos de mendici
 dad y en las familias mas indigentes. El hambre, la desnu
dez, la falta de luz y de ventilacion, y casi siempre la del
 aseo, y los vicios secretos contraídos en una vida, tan llena
de miseria como escasa de pudor, son males, cuyos estragos
 se pintan con harta verdad en las fisonomías de la mayor
 parte de los colonos recien admitidos. Para su remedio la
escuela añade á los trabajos agrícolas los ejercicios gimnás
 ticos y los militares, dirigidos por el jefe de vigilancia: unos
y otros tienen lugar diariamente en verano, y en los dias
festivos en invierno . Los aparatos de gimnasia estan en el
 patio de recreo, y generalmente los ocupan espontáneamen
 te los colonos en los ratos libres: las maniobras militares se
 hacen en un campo destinado á este objeto; y consisten en
ejercicios de paso, manejo de la carabina, y esgrima á la ba
 yoneta: á este último ejercicio, que se hace con palos, se dá
 fran importancia, por cuanto pone en accion todos los miem-
   ros del cuerpo.
     Los que se dedican al manejo de la carabina forman la
 guardia de honor á la bandera de la escuela.
      Algun escritor inglés ha tachado esta educacion de poco
 conveniente para desenvolver en los jóvenes tendencias pa
 cíficas; y sus defensores responden que estas prácticas y
 otras del establecimiento contribuyen á hacer germinar un
 sentimiento de honor, y ponen en aptitud de dedicarse á la
 «arrera de las armas, muy conveniente para aquellos que
 carecen de una familia de buenas costumbres.
      El vigor que con estos ejercicios adquieren, y el ser estos
 uno de los buenos correctivos de los vicios secretos, son re
 sultados de gran importancia; y fuera de desear que los co
 lonos empleados en profesiones sedentarias pudieran dedi
 carse á ellos con mas frecuencia.
      Para conocer el efecto producido por el régimen del esta
 blecimiento bajo el punto de vista físico, basta echar una
 rápida ojeada sobre los colonos en los actos de formacion:
 los recien admitidos presentan en general las señales de un
 estado endeble; y los que llevan algun tiempo de estancia
  ofrecen muestras de una vitalidad enérgica. Mas no se crea
  que aun estos se parezcan á la juventud lozana, que se vé
 en algunos otros paises y en especial en Escocia; y es que
  la mayor parte de ellos proceden de las dos Flandes, cuya
 raza se halla debilitada por varias causas. En primer lugar
  la industria linera fué por una série de varias generaciones
  la ocupacion principal de su poblacion; ocupacion, que mien
  tras existió con toda su importancia, contribuyó por su na
  turaleza á debilitarla, y que al desaparecer mas adelante de-
 é un mai miyor en la miseria que siguió: por otro lado la
                            — 44 —
fabricacion del encaje á mano, que hoy ocupa dia y noche á
la mayor parte de las mujeres, y el hacerse en grande la es-
plotacion agrícola, se consideran como concausas de este
mal.
    Alimentacion. —La alimentacion es abundante aunque fru
gal; y consiste en desayuno de cocimiento de achicorias, con
leche y pan; comida y cena, compuestas de una racion abun
dante de patatas y legumbre con pan: este es de centeno, y
la racion para todo el dia es la de 0,60 kilogramos por colo
no. Dos veces por semana se le da carne de vaca ó de cerdo.
Casi todos los comestibles son producto de la colonia, y el
valor de la alimentacion diaria fué por colono 0, fr. 2321 en
1851; 0, fr. 2564 en 1852 y 0,2910 en 1853: esta subida pro
cedía del aumento de precio sufrido por los comestibles que
están estimados á los precios corrientes.
     Vestido. —En 1854 se componía el equipo de cada colono
de 3 camisas de lienzo crudo; 3 pantalones de pilou y 3 de
lienzo crudo, una chaqueta de pilou, 3 blusas azules, 2 cor
batas, un par de tirantes, un cinturon, dos sombreros de
paja ordinaria, dos pares de calcetines de lana, un par de
 zapatos, un par de zuecos, dos tohallas de lienzo crudo, un
 peine y dos cepillos. Por algun tiempo se habían dado tam
 bien 2 pañuelos de bolsillo, pero se desistió despues á causa
  del gran número que se perdía.
     Camas.—Se componen de un catre de hierro con un ca
 jon para el equipo, un gergon, una almohada de paja, un
 par de sábanas de lienzo crudo, y una ó dos mantas de al
 godon segun la estacion.
     Limpieza y aseo. — Los colonos tienen que lavarse la cara
 y las manos todas las mañanas, y además antes de las co
 midas, siempre que lo exija la naturaleza del trabajo que
 han ejecutado: toman todos los sábados un baño general
 templado en grandes tinas, en algunas de las cuales entran
 20 niños; y durante el baño se jabonan la cabeza.
      La muda de las camisas es generalmente semanal, y la
 de las sábanas mensual: se esceptuan. la de aquellos niños
 que no han adquirido aun los hábitos de aseo, y para quie
 nes la ropa se muda segun la necesidad.
      Al examinar las particularidades indicadas del régimen
 físico, se observa que casi todas son las seguidas por la
gente del campo, á la que se trata de asimilar en lo posi
 ble á los colonos.
     Estado sanitario. —En 1.° de enero de 1853 existían en la
  enfermería 25 enfermos., y se recibieron durante el año 159,
  lo que compone un total de 184: de estos salieron curados
  durante el mismo año 170, murieron 7, y quedaban en en
  fermería á fin de año 7 enfermos: de los 7, segun el informe
   del médico, 4 presentaban á su entrada en el establecimien
                            — 45 —
 to todos los síntomas de una tisis tuberculosa, á la que su
 cumbieron mas adelante; y los otros tres se hacian notar
 por su constitucion débil. No se olviden al apreciar estos
 resultados dos circunstancias importantes: la primera la de
 la clase de poblacion á que pertenece la casi totalidad de los
 colonos, poblacion debilitada por la escasa nutricion y otros
 males anejos á la miseria de generaciones sucesivas: la 2."
 que, segun un articulo del reglamento, aquellos colonos,
 que padecen de dolencias que los hagan inhábiles para los
 trabajos del establecimiento, se envían á las enfermerías de
 los depósitos de mendicidad. La asistencia médica está
 confiada á un médico residente en Bruges, que hace de or
 dinario tres visitas semanales.
    Orden.—El gran número de jóvenes y su reunion en un
 solo edificio han aconsejado dar un carácter militar á los
 actos que lo permiten: por tanto á la entrada en las clases,
 en la capilla, en el comedor, en los dormitorios, á la clasifi
 cacion en grupos para el trabajo,, etc„ precede una llama
 da de corneta, la formacion y la marcha militar, acompaña
 da de la banda de música: los mismos medios y las mismas
 formalidades se emplean á la conclusion de la mayor parte
 de los actos.
   Recompensas y castigos. - Las recompensas consisten en
la mencion honorífica, los elogios en las reuniones genera
les, la autorizacion de aprender á tocar un instrumento y de
formar parte en la banda de música, los paseos y visitas á
la familia, la admision en la biblioteca de los empleados, el
regalo de herramientas y de efectos de ropa, la formacion
de un pequeño peculio para la época de la salida, la inscrip
cion individual en el cuadro de honor, la colectiva de una
seccion en otro cuadro, y el nombramiento para ciertos
puestos de confianza: la adjudicacion de estas recompensas
la hace el director ó la comision de inspeccion.
     Los castigos consisten en la reprension en privado ó en
reunion general, la privacion del recreo, el encierro en la
celda, la marcha forzada con esposas ó sin ellas, el régimen
á pan y agua, y la pérdida de alguna recompensa antes ob -
tenida.
    Para que estos medios sean mas eficaces, se celebra el
primer domingo de cada mes una reunion general de colo
nos y empleados, á la que se dá toda la solemnidad compa
tible con los medios de la escuela. Se invita á ella á los. fo
rasteros que visitan el establecimiento; y se colocan en una
de las cabezas del salon el director, los empleados y los fo
rasteros que haya: al frente de este grupo y á alguna dis
tancia está la bandera de la colonia escoltada por el grupo
de carabineros formados en batalla; contigua á la escolta
                            — 46 —
están las bandas de música instrumental y vocal, y en los
costados los colonos clasificados en secciones.
    La ceremonia empieza por unos cánticos cantados por la
segunda banda, y versan sobre asuntos relativos á la vida
del obrero, etc. , en seguida el director habla sobre el com
portamiento de los colonos durante el mes, hace compare
cer á los encerrados por castigo, les pone de manifiesto la
fealdad de su falta y la nobleza del arrepentimiento, los es
cita á él, mas que por la amenaza del castigo, por la estima
 cion que pueden ganar de sus compañeros y de la sociedad:
hace presentarse despues á aquellos que merecen elogios
por su buena conducta, les hace ver las ventajas que ob
tienen con ella para su reputacion y su posicion social; lla
ma tambien á los que en breve han de dejar el asilo que los
reformó, y los escita á la perseverancia en la buena conduc
ta. En todo esto y en la adjudicacion de los galones á los
jefes y subjefes de seccion utiliza la presencia de los foras
 teros, valiéndose de estos, como hizo con nosotros en una
de estas reuniones, para la entrega de estos distintivos, y
 haciendo ver la importancia de los actos de los colonos en la
reputacion que adquiere la colonia en el extranjero. El acto
que presenciamos nos dió una alta idea de la fuerza de ac
 cion que reside en el corazon, en la inteligencia y en los la
 bios del digno director, Mr. Poli, que tuvo cautivada la
 atencion de todos aquellos jóvenes, cuya historia en la épo
 ca anterior á la de su vida en Ruyselede era tan poco propia
 para hacer esperar tal escitacion por medios puramente mo
rales: allí vimos verter lágrimas de arrepentimiento á un
jóven que habia sufrido la reclusion por una falta cometida
 en la colonia .
    Esta misma reunion general toma aun mas importancia,
cuando corresponde al principio del trimestre; en ella, co
mo lo prescriben los artículos 120 y 123 del reglamento, des
pues de una reunion preparatoria, en que el director, el ca
pellan y demás empleados discuten acerca de la conducta
particular de los colonos en vista de las notas pasadas por
los jefes de los diferentes servicios, se procede á inscribir
en el cuadro de honor á aquellos, cuyo comportamiento du
rante el trimestre de observacion y de proposicion no ha
merecido la menor nota mala de parte del capellan, jefe de
cultivo, profesores de instruccion y jefe de vigilancia: de
 esta manera el colono pasa antes de la inscripcion tres meses
 para merecer la candidatura de inscripcion y otros tres pa
 ra confirmarla: de los inscritos en este cuadro se toma el
 personal auxiliar de las secciones y de los demás puestos de
 confianza: una sola nota mala basta para eliminarle de él.
 En estas reuniones trimestrales se proclaman tambien las
 recompensas colectivas de las secciones.
                            — 47 —
    Las faltas castigadas en 1853 fueron 160, y entre ellas
cinco tentativas de desercion: las inscripciones en el cua
dro de honor recayeron sobre 224 colonos, (mas de la terce
ra parte de la poblacion total) y entre ellos habia algunos
que lo habian sido quince y diez y seis veces.
   Contabilidad moral.—El jefe de vigilancia lleva una nota
en borrador, relativa á los colonos; nota que unida á la del
capellan, á la de los profesores de instruccion primera y ála
del jefe de cultivo, ilustra al director para la adjudicacion
de los premios mensuales. Ademas el gefe de vigilancia ins
cribe en el gran libro de contabilidad moral el resultado de
cada trimestre y relativo á cada colono en orden á su con
ducta general, orden, aseo, instruccion profana y religiosa,
trabajo, castigos y recompensas: el resumen se escribe á la
salida del colono en su hoja de servicio, que queda en poder
del director.
    Relacion con el exterior.—Se concede al colono visitar á
su familia, cuando la conducta de aquel lo merece, y las de-
mas circunstancias no se oponen; y nasta la fecha de nues
tra estancia, ninguno habia dejado de volver á la colonia á
la hora prescrita: se les permite tambien recibir sus visitas
en el establecimiento, y aun mostrar á aquellos sin su
jecion á inspeccion alguna, á pesar de estar prescrito lo
contrario por el reglamento; pero en el caso en que el colo
no y sus parientes no reunan las circunstancias morales pe
didas por aquel, la visita de estos ó no tiene absolutamen
te lugar, ó se hace en presencia de un vigilante.
    Está prohibido á los colonos recibir cosa alguna de las
personas que visitan la colonia.
     Carácter de la autoridad. La manera en que los dife
rentes empleados hacen observar la disciplina es tal, que
hace sentir vivamente la fuerza de la autoridad de que se
hallan revestidos: así es que las órdenes y la imposicion de
las penas van acompañadas de un tono imperativo, que de
muestra una firme resolucion de hacerse obedecer; y sin
embargo, los vigilantes en general, y el jefe de estos en es
pecial, están lejos de imprimir terror en los colonos, cuan
do estos no tienen algun peso grave sobre su conciencia,
pues saben acercarse á ellos con un afecto familiar, y ellos
 a su vez suelen ser recibidos con bondad y aun tomar par
 te en sus juegos infantiles. Recordamos haber visto á un
 enjambre de estos desgraciados cercar al jefe de vigilancia,
importunarle como á un padre, pidiéndole bolitas de már
 mol para jugar, y aun registrarle los bolsillos: veíamos tam
 bien á otros por las noches á la hora de [acostarse separarse
 de las rilas para apretar la mano del mismo jefe y desearle
 las buenas noches. Así es que las fisonomías de los colonos
 y sus acciones no dán el menor indicio de la violencia y pre
                             — 48 —
sion de un recluso: su mirada es franca y confiada, y sus
faltas en general sonde la misma naturaleza que las que se
notan en una casa ordinaria de enseñanza. Un hecho hay
que muestra la idea que los colonos tienen del estableci
miento; y es que habiendo ido una vez los jefes de seccion
con un vigilante al depósito de mendicidad de Bruges para
traer á la colonia a algunos jóvenes mendigos, y habiendo
empleado allí toda la mañana en lavarlos, en mudar su ro
pa, etc., rehusaron todos con diversos pretestos y s!n previo
acuerdo el tomar parte en la comida comun. Preguntados
despues por el vigilante acerca del motivo, respondieron:
teníamos mucha hambre, pero queríamos mas ayunar, que co
mer la sopa de los mendigos.
     En vista de lo dicho será mas fácil comprender que las
deserciones sean raras, á pesar de no estar cercada la pose
sion, de ocuparse los jóvenes en trabajos á bastante distan '
cia y muchas veces libres de toda inspeccion; hay algunos
que tienen que alejarse dos leguas para la conduccion de les
abonos. En 1853 no hubo desercion alguna, y solo hubo que
castigar un proyecto de este género en que figuraron cinco
colonos.
     Salida de los colonos.—Las disposiciones relativas á la
salida, dictadas en decreto de 3 de julio de 1850 fijandola
época, se reducen á las siguientes:
     «Los indigentes jóvenes que hubieren ingresado volun
tariamente en las escuelas de reforma, deberán estaren ellas
por lo ménos 6 meses, si están por primera vez; y durante
un año por lo ménos, si han estado ya otra vez en ellas ó en
algun depósito de mendicidad.
     Al espirar este tiempo, la administracion del lugar de su
domicilio de socorro, la familia ó persona de garantia puede
reclamar su salida, obligándose á atender á su educacion y
aprendizaje y á subvenir á sus necesidades.
     Toda peticion, encaminada á los fines expresados, debe
dirigirse á la diputacion permanente del consejo de la pro
vincia, á la que pertenecen los colonos; directamente, si es
ta peticion emana de la administracion municipal del lugar
de su domicilio; y por intermedio é informe de esta, si ema
na de la familia ó de estraños.
     La diputacion aprecia las garantias presentadas, y auto
 riza ó rehusa la salida de los colonos.
     A falta de una peticion formada de la manera indicada,
la diputacion, despues de oir á la comision de inspeccion y
 al director de la escuela de reforma, puede autorizar la sa
lida, si el colono se halla en estado de proporcionarse su sub
sistencia.»
    La salida de los que entraron condenados por mendici
dad ó vagancia, es dictada por el gobernador de la provincia
                           — 49 —
del domicilio de socorro; y por el ministro de Justicia, cuan
do no ha podido descubrirse este domicilio. En ambos casos
está subordinada á las condiciones siguientes:
    Haber permanecido á lo menos dos años en la escuela de
reforma, si son condenados por primera vez; y cuatro por lo
menos, si son reincideutes.
    Hallarse en estado de proporcionar su subsistencia, ó
bien ser reclamados por la administracion municipal de su
domicilio de socorro, por su familia, ó por una persona de
garantía, que responda que no se entregarán mas á la men
dicidad ó á la ,vagancia, y que obtendran trabajo ó recursos
suficientes. La apreciacion de esta garantía queda respecti
vamente ajuicio del gobernador ó del ministro de Justicia.
    El ministro ó el gobernador pueden sin embargo autori
zar la salida antes del término fijado, si existen motivos es
peciales.
    Antes de resolver la salida oye el ministro ó el goberna
dor el dictamen de la comision de inspeccion, el del director
de la escuela y ti de la administracion municipal del domi
cilio de socorro .
    La época de la salida de los que fueron absueltos del de
lito de mendicidad y vagancia se determina en. la sentencia,
en cuya virtud fueron puestos en las escuelas de reforma.
Esto mismo tiene lugar con los niños absueltos de mendi
cidad ó vagancia, pero que segun el Código penal deberían
ponerse en aprendizaje con un labrador ó artesano, á ménos
que su conducta ú otros motivos no hagan necesaria su re
clusion en una prision: con respecto á esta clase la direccion
de la escuela hace las proposiciones que le sugieren las cir
cunstancias.
    La comision de inspeccion dirije al ministro de Justicia
al principio de cada año una lista de los colonos, cuya es
tancia ha pasado de la duracion lijada arriba, dando á cono
cer los motivos que han ocasionado esta prolongacion: el
ministro, si há lugar, ordena de oñcio la salida,
 v La comision transmite tambien al mioistro cada año la
lista nominal de los colonos, que han entrado en los 18 años
de edad, agregando su dictamen y sus proposiciones. El
ministro resuelve segun el párrafo 3 del artículo 6.° de la
ley de 3 de abril de 1848.
    Estas son las disposiciones que regulan la época y forma
lidades principales de la salida de los colonos comprendidos
en las clases indicadas; pero hay además otra de los conde
nados por correccion paternal, y cuya estancia en la escuela
de reforma se determina en cuanto á la duracion en la mis
ma sentencia del tribunal.
    La comision de inspeccion en su informe de 1833 se la
menta de que esta duracion sea algunas veces demasiado
                           — 50 —
corta, y emite la opinion de que nunca deberia ser menor
de 6 meses; y que los magistrados, encargados de autoriza-
la detencion por correccion paternal, deberían tener la facul
tad de prolongar en caso necesario la detencion en la escue
la para los niños sujetos á esta medida.
    El articulo 238 del reglamento autoriza al director, pre
vio el consentimiento de la comision de inspeccion, á colo
car á los colonos, cuando se presenta la ocasion, sin aguar
dar el término fijado para su salida. Mas la colocacion en tal
caso es merajiente provisional, y el director tiene el derecho
de estipular la remision á la escuela para aquellos, cuya
conducta fuera del establecimiento deje que desear, ó que
no probasen tener las cualidades necesarias para la ocupa
cion á que se les habia destinado: pero esta última facultad
no se entiende para con aquellos que hubiesen salido des
pues de la espiracion del tiempo señalado.
    Así mismo está autorizado, prévio el consentimiento de
la misma comision, para prolongar la estancia en la escuela
con respecto á aquellos para quienes no hubiese colocacion;
y en este caso quedan á espensas, sea de la administracion
de prisiones, sea de los establecimientos de beneficencia,
segun la categoria á que pertenezcan.
    Una vez cumplidas las formalidades espresadas, el direc
tor llama al colono ante la reunion de empleados que se ce
lebra todos los dias, segun se dijo, ya le da consejos para su
conducta futura segun la colocacion que va á tener, y le re
comienda continuar en correspondencia con el director, ya
directamente, ya por medio de su patrono. A la salida cam
bia el colono el uniforme de la escuela por el traje que trajo
al establecimiento, si está servible; y si no lo está, por otro
nuevo, cuyo importe se carga contra la caja de socorro.
    Esta caja se forma con un subsidio que el gobierno dá
anualmente y con el producto del cepillo puesto en el esta
blecimiento para los forasteros que lo visiten: estos recur
sos no siempre son suficientes, y en tales casos se escita la
caridad de las corporaciones municipales y de los parti
culares.
    Patronato.—Para proporcionar colocacion de los colonos,
y ejercer sobre ellos una tutela despues de su salida de la
escuela, el reglamento dispone la existencia y organizacion
de un patronato, con el cual debe entenderse la direccion de
la escuela: más, como en este mecanismo entra la policía
representada por el comisario de la misma, el director no ha
tenido por conveniente valerse del patronato oficial, que
ejerceria una influencia perniciosa en el espíritu del colona
y en la opinion pública, colocándole en la posicion de un cri
minal: ha establecido, pues, en su lugar un patronato oficio
so, formado de personas bienhechoras y de su conocimiento
                              — 51 —
  personal, que desde sus diferentes puntos de domicilio le
  tienen al corriente de las colocaciones que se presentan en
  tre gentes honradas, reciben á los colonos al tiempo de la
  colocacion, vigilan despues su conducta, les dan consejos
  y amonestaciones, é informan al director acerca de la situa-
• cion física y moral de los mismos.
      Fácil es comprender la suma importancia del patronato
  en la institucion de estas escuelas, pues sin él la accion be
  néfica ejercida sobre el colono durante su estancia en la es
  cuela quedaria muchas veces sin resultado alguno: las di
   ficultades de que está erizada la vida para un jóven desti
  tuido del sentido práctico de la misma, y lo que es mas, del
  amparo y consejo de una familia respetable de que muchos
  de ellos carecen, los atractivos del vicio para una voluntad
  poco confirmada en el bien, todo lo conjuraria en la mayor
  parte de los casos para hacer desfallecer su corazon
  al verse en- el horrible aislamiento que se encuentra en me
  dio de la sociedad. Por esto, pues, el director consagra á Ja
  obra del patronato una gran parte de su tiempo y atencion;
  y la correspondencia á que dá lugar vá creciendo siempre
  en importancia.
      Resultados de la institucion.—El número total de los co
  lonos, que habian salido de la escuela desde su insalacion
  hasta fin de 1853 era de 393, de los que 285 se conducian
  bien: esta relacion daria 72,2 por 100, como número expre
  sivo de la accion reformatriz: si se descuentan del primer
  número los muertos y los trasladados á otros establecimien
  tos, que no deben entrar en él al querer medirse la accion
  moral de la escuela, quedan 337; lo que dá por número ex
  presivo* de dicha accion 84,57 por 100, entre todos los liber
  tados hasta dicha fecha solo uno se habia hecho culpable
  de hurto.
      De los 155 colonos que salieron en el año de 1853, 65 se
  habian colocado en la marina, y los demás en diferentes
  profesiones: 71 habian ido á sus pueblos á peticion de las
  autoridades, y los 84 restantes habian sido colocados por la
  direccion de la escuela: solamente uno de estos se habia es-
  traviado por un momento hasta fin de 1854, pero aun este
  volvió luego al buen camino.
     Gastos de instalacion.—De los 600,000 francos destina
  dos en la ley de 3 de abril de 1848 para la instalacion de las
  escuelas de reforma se gastaron 447,968 en la adquisicion
  de propiedades, gastos de construccion y de primera insta
  lacion de la de Ruysselede, quedando el resto disponible pa
  ra la de igual género para niñas, que mas adelante se cons
  tituyó en Beernem.
      Gastos corrientes.—Durante el año de
  1853 losgastos de todo género importaron 103.023 fr. 17 céts.
                            — 52 —
  El número de dias de estancia de los
colonos fué                                 188.639
    Lo que dá por dia y por colono. . .        0 fr. 5462
   Pero téngase entendido que en dichos gastos entran los
productos mismos de esplotacion de la escuela, apreciados
á los precios corrientes y consumidos por la misma.
    Los recursos consisten en 0. francos 60 céntimos por dia
y por colono, que el departamento de justicia abona por los
individuos que proceden del mismo: en 0, francos 40 cénti
mos por dia y por colono, que los pueblos, las demás corpo
raciones y los particulares dan por los jóvenes puestos
por los mismos, cantidad igual á la que pagan por los que
llevan á los depósitos de mendicidad: y por último, en los
productos de la explotacion , variables por su naturaleza,
pero que han debido seguir una marcha ascendente, atendi
do el estado de las tierras al tiempo de la instalacion.
    El total de desembolsos del estable
cimiento fué en el mismo año . . . . 102.486 fr. 22 céts.
    El importe de varios objetos produci
dos y vendidos por el mismo y el de las
existencias en almacen á fin de año, lle
gaban á                                       9.822—13
                                           92.664—09
    Cantidad, que dividida entre los 188,639 dias de estancia,
dá por dia y por colono 0, francos 4911 céntimos, que repre
senta lo que cada uno cuesta á la sociedad.
    El total de las cantidades percibidas fué de 92.711 fran
cos, 78 céntimos, lo que dió á favor de la escuela 47 francos
69 céntimos, sin contar con las mejoras de la situacion
rural.
    Como el establecimiento, tiene que vivir de anticipos
del gobierno, propone á éste á fin de cada año el presupues
to del siguiente; y recibida la suma necesaria, paga al
Tesoro con los dias de asiste cia de los colonos enviados
por el departamento de justicia.
    Hé aquí el cuadro comparativo de gastos en los años
1851, 1852 y 1853, por cuyo medio puede apreciarse la mar
cha del régimen económico .
                                  GASTOS.
                    AKOS.   ALIMENTOS     DEMAS.     TOTAL.
                               Frs.
,Cada colono por    1851      0,2351      0,2971      0,5322
   dia              1852      0,2564      0,2488      0,5050
                    1853      0,2940      0,2522      0,5462
                            — 53 —
Cada empleado        1851      1,1598      0,1843      1,3441
  por dia            1832      1,-¿491 v   0,1507      1 ,4058
                     1853      1,1730      0,1352      1,3082
Cada operario de j 1851         0,8945     0,1248     1,0193
  la granja por 1852            1,0064     0,1158     1,1222
  dia            ( 1853         0,6629     0,0897     0,7526
    El aumento observado en los gastos de alimentacion de'
colono se atribuia á la subida del precio de los víveres; la
reduccion en los gastos delos empleados y en los de la gran
ja se creia deber á haber colocado en estos servicios á dos
amas de gobierno, dotadas del espíritu de orden y economia.
    Conclusión.—Comparemos ahora los gastos hechos por
el Estado con los resultados obtenidos, y hallaremos que con
447,968 francos invertidos en la instalacion, y 0 fr. 50 cén
timos que próximamente cuesta por dia cada colono, da la
educacion física y moral constantemente á 500 colonos, co
locando anualmente unos 140, y reformando de estos 85 por
100. A falta de la escuela de Ruysselede estos mismos jó
venes hubieran costado 0,40 por dia en los - depósitos de
mendicidad, y 0,60 en las prisiones; y mas adelante hubie
ran sido la mayor parte otros tantos criminales; así, pues,
aun para los que quieran regatear sobre la moralidad, apa
rece que por medio de instituciones como la de Ruysselede
cuesta menos á la sociedad la virtud que el vicio de estos
desgraciados, mas dignos casi siempre de compasion que de
castigo.
    Por otro lado el gobierno al cabo de cinco años se halla
ba en posesion de una finca, cuyo valor ajuicio de inteli
gentes se habia duplicado. Penetrado de todas estas venta
jas, habia instalado ya una escuela análoga para las niñas, (1)
y se proponia además crear una sucursal de Ruysselede en
las nuevas tierras que la colonia empezaba á cultivar.
      Escuela de reforma de niñas de Beernem.
    Instalada esta escuela en octubre de 1853 en la inmedia
cion do la de Ruysselede, no era conocida por sus resultados
al tiempo de nuestra visita, y por tanto nos limitaremos á
dar á conocer su objeto, organizacion y régimen interior,
segun estaban determinados por el gobierno al tiempo de
su instalacion: y como quiera que el destino y objeto del es
tablecimiento son los mismos que Ibs de la escuela de Ruys-
  (1) Se calculaban en Bélgica en 10,000 los jóvenes á quienes
debería aplicarse el régimen de Ruysselede.
                              — 54 —
selede, omitiremos lo que les sea comun, y haremos notar
solamente las particularidades que ofrezca.
      Objeto del establtcimienlo.—Proponiéndose la institucion
formar sobre todo buenas mujeres de gobierno con aquellas
niñas, á quienes el abandono de sus padres ú otras causas
exponen a seguir la carrera del vicio y del crimen, recibe en
 el establecimiento á aquellas cuya procedencia es la que se
 manifestó para los jóvenes de Ruysselede; y admite además
 á las niñas desde dos años arriba, cuyos padres estén encer
 rados en los establecimientos destinados á los vagos y men
 digos: y nótese esta diferencia con respecto á Ruysselede,
  pues así como allí e3ta edad seria inadmisible, en Beernem
  es admisible, estando confiado el régimen de la escuela á
 las mujeres, y aun ofrece la ventaja de acostumbrar á las
  acogidas en ella al cuidado de los niños, y formar así parte
  de su educacion práctica.
       Personal.—La direccion y la vigilancia superior están á
  cargo del director y comision superior de la escuela de
  Ruysselede, de la que es una dependencia la de Beernem:
  así es que todo lo que concierne al gobierno económico,
  agrícola de esta entra en las atribuciones de la direc
  cion del establecimiento principal. Mas la condicion del
   sexo de las acogidas en Beernem ha hecho necesario agre
   gar á la comision de inspeccion una de señoras, encargada
   de la vigilancia y de los detalles interiores de la escuela de
   niñas, y de preparar y facilitar colocacion á estas al tiempo
   de su salida. Esta comision, compuesta de cuatro á seis se
   ñoras, elegidas por el ministro de Justicia en una lista for
   mada por la de inspeccion, se renueva cada dos años por
    mitades y por antigüedad, reparte entre sus miembros las
   atribuciones que le corresponden, y comunica con la última
    acerca de sus observaciones y proposiciones.
        Kn cuanto al servicio de la escuela, está confiado á las
    religiosas de la congregacion de hermanas de Nuestra Seño
    ra establecida en Namur; y comprende la vigilancia, la di
    reccion del trabajo y de la instruccion, y en general todo lo
    que se refiere al gobierno interior del establecimiento. Se
    admite en el personal cierto número de criadas ó auxiliares,
    encargadas de ayudar á las hermanas en los trabajos domés
    ticos y en la direccion de los talleres, y un hortelano para
     los trabajos de la huerta. El servicio del culto y el curativo
     están á cargo del capellan y médico de la escuela de mucha
     chos. La superiora de las hermanas dirije el personal desti
     nado á la vigilancia, arregla, segun las instrucciones del
     director, la organizacion de los diferentes ramos del servi
     cio, da al mismo á conocer diariamente la marcha del servi
     cio, las circunstancias ó sucesos que presenten alguna gra
                            — 55 —
vedad, y sigue escrupulosamente las instrucciones que aquel
le dh.
    Dos hermanas por lo menos duermen en el dormitorio
general para ejercer la vigilancia por la noche.
     Clasificacion de las niñas.—La poblacion de la escuela
se distribuye en divisiones de 50 á 60 niñas, clasificadas, ea
cuanto se pueda, por edades: cada division tiene una reli
giosa vigilante, y se divide en dos secciones, cada una de
las cuales tiene una primera auxiliar y una segunda auxi
liar, elegidas entre las jóvenes inscritas en el cuadro de ho
nor, y que se distingan por su buena conducta y su apli
cacion.
    Distribucion del tiempo: órden y disciplina.—Se tiene en
cuenta en lo posible la edad de las niñas, permitiéndose á
las mas tiernas acostarse mas temprano y levantarse mas
tarde.
     Los diferentes ejercicios se anuncian aquí á son de cam
 pana; y las acogidas marchan en doble fila y en silencio bajo
 la direccion de las vigilantes y auxiliares.
     Ocupaciories.—En la eleccion y organizacion de los tra
 bajos se tiene en cuenta la aptitud y necesidades futuras de
 las niñas, y se procura que á la salida da la escuela se bas
 ten á si mismas, y sean aptas para las diversas funciones á.
 que están llamadas; pero se procura especialmente formar
 buenas mujeres de gobierno, iniciarlas en los deberes de una
 existencia frugal y laboriosa, inspirarles el gusto hacia ella,
 é inculcarles los deberes que tienen que llenar en la misma.
     Para esto se les emplea segun sus gustos y disposiciones
 especiales en los diferentes ramos del gobierno doméstico
 del establecimiento, en el servicio de limpieza, en el lavado
 y cuidado de la ropa blanca, en la confeccion y remiendo de
 los efectos de vestido y de cama, en la cocina, en la enfer
 meria, etc. Ellas son las encargadas de la confeccion, repa
 racion, conservacion y lavado de la ropa blanca, de la de
 cama, de las medias, etc., de las dos escuelas de reforma de
 Euysselede y Beermen; y por este medio se han conseguido
 las ventajas que la combinacion de trabajos presenta en las
 escuelas rurales de Suiza, en que se admiten jóvenes de am
 bos sexos, y de que hablaremos mas adelante, y se han evi
 tado los inconveniente ¡, que no sin razon se temen en ellas,
 sobre todo cuando su poblacion alcanza el número de las de
 Euysselede y Beernem.
     Se ocupan tambien las niñas bajo la direccion del horte
 lano en trabajos de horticultura en el servicio de los establos,
 del corral, etc.; de manera que aprendan sucesivamente á
 ejercer las diferentes funciones de una buena criada de la
 branza.
     Entre las variadas ocupaciones en que se ejercita á las
                              — 56 —
  que se destinan al servicio en casas urbanas figura la de
  llevar una cuenta del gobierno doméstico y un libro de
  gastos.
      La escuela está tambien autorizada á crear, salva la
  ap ,obacion de la comision de inspeccion , algunos talleres
  especiales para poner á algunas jóvenes en aptitud para una
  colocacion útil.
      Instruccion intelectual y moral.—La enseñanza primaria
  está confiada á una religiosa, secundada por una ó mas au
  xiliares; ocupa por lo menos dos horas al dia, y- comprende
  la lectura, escritura, cálculo mental y escrito, pesos y medi
  das, elementos de geografía, algunas nociones de dibujo li ,
  neal, la contabilidad doméstica, y los demás conocimientos
■ que se consideren de utilidad práctica. Se establecen tam
  bien ejercicios gimnásticos y un curso elemental de canto,
  el que puede considerarse como medio de distraccion y de
  recompensa: mas adelante, cuando unos y otro estén bas
  tante generalizados, figurarán como elementos esenciales de
  los ejercicios y de los juegos.
      Se procura que la educacion marche á la par con la ins
  truccion; y este cuidado pertenece tanto á las institutrices
  ó maestras, como á las demás empleadas en el estableci
  miento, que estén en contacto mas ó menos íntimo con las
  niñas. Se recomienda á la superiora que les haga conocer el
  beneficio que reciben en su admision y estancia en la es
  cuela, que haga nacer en ellas el reconocimiento hacia sus
  bienhechores, que les haga presentes sus deberes y el cari
  ño para con sus padres, quo la,i ilustre acerca de su destino
  futuro y la eleccion de profesion, y que las prepare á las
  modestas funcion s á que es!án llamadas fuera de la escue
  la. A este fin reune en conferencias á las jóvenes de mas
  edad algunos meses antes de la época fijada para su salida.
      Ejercicio del culto. Instruccion religiosa. —El capellan
  preside al ejercicio del culto y á la instruccion religiosa de
  las niñas, y concierta con el director y la superiora todo lo
  concerniente á este servicio.
      La misa se celebra en el oratorio de la escuela todos los
  dias festivos, y cuantas veces sea posible en los de trabajo.
      El capellan predica un sermon ó una instruccion por lo
  menos una vez á la semana.
      Cada año hay un retiro espiritual, cuya época, duracion
  y ejercicios se fijan por acuerdo del director, capellan y su
   periora .
      Régimen moral.—Está establecido este régimen con los
  mismos elementos que en la escuela de Ruysselede: existen,
  pues, las reuniones generales, las fiestas anuales, las recom
  pensas y castigos análogos y la contabilidad moral.
       Cultivo, granja y corral.—El cultivo de las tierras ane
                             — 57 —
jas á la escuela de niñas entra en el plan general del cultivo
de las de Ruysselede; por tanto sus detalles son de la com
petencia del director, y en sus trabajos toman parte los co
lonos de dicho establecimiento: en cuanto á la horticultura,
dispone la superiora de su arreglo, pero conformándose con
las instrucciones del director y comision de inspeccion, y lo
mismo sucede con el servicio de establos, del corral y de las
demás dependencias puestas á su disposicion, de las que
lleva cuenta de gastos y productos.
     La superiora pone á disposicion del hortelano el número
de jóvenes necesarias para los trabajos de la huerta, y nom
bra las que deben auxiliar á la hermana encargada del esta
blo y corral.
     Salida de las niñas.—Al principio de cada año adminis
trativo la superiora forma la lista de las jóvenes que deben
 salir del establecimiento durante el año, indicando para cada
 una el dia de salida y los datos necesarios para juzgar de
 su posicion futura y de su aptitud para tal ó cual servicio.
 Esta lista se entrega á la comision de señoras, á ñn de que
 tome las medidas necesarias para preparar y facilitar la co
 locacion y evitar el abandono de las jóvenes, sobre quienes
 ejerce una verdadera tutela.
     Cada jóven, que se haya portado bien en el estableci
 miento, recibe á su salida un certificado de buena conducta
 y de recomendacion, firmado por los miembros de las d"s
 comisiones, por el director y la superiora. Este certificado va
 en un libreto, en que inscriben sus certificaciones y reco
 mendaciones aquellas personas que se interesen por la jo
 ven, y que quisiesen emplearla ó auxiliarla.
     El director, de acuerdo con la superiora y la junta de
 señoras, está autorizado á colocar de oficio á las niñas,
 cuando se presenta la ocasion, sin aguardar al término se
 ñalado para su salida. La colocacion en este caso es provi
  sional, y el director tiene el derecho de estipular la devolu
 cion á la escuela para con aquellas, cuya conducta fuera de
 la misma deje que desear, ó que no justificasen poseer las
  cualidades necesarias para la profesion ó colocacion á que
  hubiesen sido destinadas.
      Cuando una niña, durante su estancia en la escuela de
  reforma, hubiese dado pruebas de una capacidad extraordi
  naria, y se hubiese distinguido de una manera enteramente
  particular por su buena conducta, su aplicacion y su celo,
  puede la comision de inspeccion, previo el informe de la su
  periora y del director, colocarla en el estab ecimiento en ca
  lidad de auxiliar ó criada, y confiarle como á tal las funcio
  nes que juzgase útiles, ó bien recomendarla á la administra
  cion superior para obtener su admision en una escuela ñor
                           — 58 —
mal ó en un establecimiento sostenido ó patrocinado por el
gobierno.
    Estos son los puntos principales que merecen notarse en
la organizacion y regimen de esta escuela; los demás le son
comunes con la de Ruysselede, que hemos dado ya á co
nocer.
    Los edificios, casi terminados al tiempo de nuestra se
gunda visita de 1854, eran tambien aquí el resultado de
apropiacion de construcciones anteriores, y consistian en
tres grupos, de los que el uno comprendia la escuela propia
mente tal y las habitaciones de las religiosas, el segundolas
diferentes dependencias anejas á la esplotacion rural, y el
tercero el lavadero, sin que unos ni otros ofreciesen cosa que
sea de notar.
Escuela agrícola de reforma en Rodhill, condado
             de Surrey (Inglaterra).
    Esta institucion, designada por los ingleses con el nom
bre genérico de philantropie farm school, se propone, como
las de Mettray y Ruysselede, educar en el campo á losjóve-
nes que se hallan en la pendiente del crimen, empleando
como medios la educacion religiosa y el trabajo. Su origen
viene de una sociedad filantrópica formada en Londres en
1788, y que empezó por emplear en trabajos industriales á
ios jóvenes criminales: sociedad que en 1849 tuvo por con
veniente trasladar el establecimiento de Lóndres al campo,
á causa del gran incremento nel valor de la propiedad en
aquel punto, y tal vez con la esperanza de mejores resulta
dos morales: desde aquella fecha ocupa, pues, principal
mente en la agricultura, á mas de 180 jóvenes, á quienes se
destina á su salida á la emigracion á las colonias, y aun á
ser colocados en diferentes puntos del Reino-Unido, pero
alejándolos de sus relaciones anteriores.
     Organizacion d; la sociedad.—Se compone esta de todos
los suscritores con un presidente y varios vice-presidentes, y
está bajo la proteccion de S. M. la reina y del príncipe con
 sorte . Hay una comision permanente compuesta de 23 indi
viduos, renovada anualmente por cuartas partes, cuatro
visitadores y dos oidores. La sociedad se reune cada tres
meses, y la comision una vez por semana: de estas reunio
nes una se celebra cada mes en las oficinas de la sociedad
 en Lóndres, y las demás en la misma escuela; en ellas da
 cuenta el director de todas las operaciones de la semana, y
 se discute la admision, colocacion y espulsion de los jó
 venes.
     Organizacion de la escuela. —En 1854 al tiempo de nues
 tra visita se hallaba bajo la direccion del Rev. Sydney Tur
                              — 59
  ner, ministro de la iglesia anglicana, que á la vez era cape
  llan del establecimiento, y tenia á sus órdenes á un secreta
  rio-contador, cuatro maestros de instruccion primaria, un
  director de la esplotacion, una cocinera, un portero encar
  gado al mismo tiempo de la fábrica del gas de la escuela,
  un médico no residente y una ama de gobierno. Los em
  pleados pueden ser casados, y las mujeres de los maestros
  trabajan para la escuela en las labores propias de su sexo .
  Hay tambien un número variable de operarios no residen
  tes, y pagados semanalmente.
       Incumbe á los maestros el dar á los colonos la enseñanza
  elemental, inspeccionarlos durante las horas de comida, de
  recreo, por la noche, y al ir y volver del trabajo, de la capi
  lla, etc. Son, pues, el alma de la institucion, siendo su ac
  cion sobre los jóvenes casi continua.
      Los colonos eran 190 al tiempo de nuestra visita, y esta
  ban divididos en cinco grupos, cuatro bajo la direccion in
 mediata de los cuatro maestros indicados, y el quinto cons
 tituyendo la escuela llamada de la granja, encargada del
 cuidado del ganado, etc., y renovada por turno todos los
 meses.
      Descripcion de la escuela.—Ocupa la posesion un terreno
 bastante accidentado para facilitar el desagüe y presentar
 variedad de perspectiva, y no tanto que dificulte la esplota
 cion: un buen camino, perfectamente viable para los car
 ruajes, le pone en pocos minutos en comunicacion con la
 estacion del camino de hierro que une las líneas de Brigh-
 ton y Dovres para Londres.
      Las tierras son de una arcilla muy fuerte, que hace poco
 fáciles las operaciones de cultivo para los brazos no robus
 tos de los colonos, y una parte de ellas se emplea en la fa
 bricacion del ladrillo: su extension total era de 230 acres,
 (un acre ingléses 1,181 fanegas del marco de Madrid), de los
que se ocupaban 20 en bosques, 25 en prados, 40 en trigo, y
el resto con habas, avena, patatas, hortaliza, y varios pro
ductos destinados á la manutencion del ganado. El cultivo
era el alternado en períodos de tres años, siguiendo la mis
ma marcha alternada los abonos, que consistían en cal,
marga, guano y materias fecales líquidas.
     Los edificios se componian de siete cuerpos aislados, es
parramados por toda la finca y sin regularidad alguna: la
entrada general situada en la zona mas elevada, conducia
al pabellon del portero, á este seguia el de la habitacion del
director, mas adelante la fábrica de gas, y á corta distancia
tres divisiones de escuela reunidas en un solo edificio. En
la zona baja se levantaba en aquel momento una casa para
otro grupo; no lejos de ella estaba el pabellon de talleres y
de la granja, y algo mas distante la cuarta escuela.
                            — 60 —
     El espíritu que ha presidido en esta disposicion es el de
evitar grupos demasiado numerosos de jóvenes en un mis
mo punto, pues los edificios están entre sí tan distantes co
mo lo ha permitido la localidad: por tanto se ha tendido en
lo posible á que cada uno encierre en sí todo lo necesario á
la vida ordinaria del colono.
     Admision de los colonos.—Atendida la procedencia de los
jóvenes, se dividen en tres clases: primera, la de los senten
ciados por los tribunales á la trasportacion á las colonias, y
remitidos sin embargo por el gobierno á la escuela de refor
ma con perdon condicional: segunda, la de los jóvenes que
vienen voluntariamente despues de haber sufrido una con
dena en alguna de las casas de correccion del gobierno: ter
 cera, la de los enviados por parientes ó amigos, despues de
 haber sufrido tambien alguna de las penas impuestas por
la ley.
     Como se vé, el establecimiento está destinado á aque
 llos, á quienes los tribunales han juzgado como delincuen
 tes: sin embargo, admite tambien alguna vez ii otra á los
 que no han pasado por dicho fallo, pero están en el camino
 del crimen .' La primera clase está enteramente á la disposi
 cion de la sociedad filantrópica; la segunda tiene la libertad
 de abandonar el establecimiento, y la tercera puede hacer
 lo mismo, prévio el consentimiento de los que la colocaron.
      La peticion de admision se dirige al director ó á las ofi
 cinas de Londres; el interesado recibe una hoja de pregun
 tas, cuyos huecos tiene que llenar, y que tienen por objeto
 los antecedentes del joven, así como una hoja de certifica
 do que ha de ser llenada y firmada por un médico.
      Régimen interior.—La distribucion del tiempo en los dias
  de trabajo es la siguiente:
      Los colonos se levantan á las cinco y media.
      Se visten y hacen la oracion de la mañana en el dormi
  torio.
      Van á trabajar á las seis.
      Vienen á almorzar á las ocho.
      Se lavan y tienen un rato de recreo.
      Van al trabajo ó á la escuela á las nueve.
      Vienen á comer á las doce.
      Se lavan, comen, y tienen un rato de recreo.
      Van á trabajar á la una.
       Vuelven del trabajo á las cinco y media.
       Cenan á las seis y media.
       Leen, cantan, y tienen recreo.
       Van á orar á la capilla á las siete y media.
       Se acuestan de ocho á ocho y media.
       Debe advertirse que para la asistencia á la escuela los
   colonos forman dos tandas que alternan de dia en dia, de
                              — 61 —
  manera que mientras una mitad asiste á las clases, la otra
  se ocupa en el trabajo: se esceptúan aquellos dias en que el
  tiempo no permite emplearse en trabajos exteriores, puesen
  tal caso la instruccion suple á esta ocupación.
      La distribucion en los domingos es la siguiente:
      Se levantan los colonos á las siete.
      Almuerzan de ocho á ocho y media.
      Asisten á la escuela de nueve y media á diez y media.
      Asisten á la capilla de once á una.
      Comen de una á dos.
      Recreo.
      Van á la escuela á asistir á la lectura de cuatro y cuarto
  á cinco.
      Cenan á las cinco y cuarto.
      Van á la capilla á las seis en invierno, á las seis y media
  en verano.
      Se acuestan de siete y media á ocho.
      Como puede verse por la distribucion que precede, la
  instruccion no ocupa sino una parte poco importante del
  tiempo; en cambio el trabajo manual absorbe de nueve á
. diez horas diarias, y en este están bajo la direccion de ope
  rarios no residentes en la colonia, si bien el director y los
  maestros los visitan en las diferentes faenas.
      Consisten estas principalmente en las del cultivo, que
  aqui como en la mayor parte de estas instituciones se con
  sideran como las mas apropiadas para el desarrollo físico y
  para las costumbres: tiene tambien alguna importancia la
  fabricacion del ladrillo, á que se prestan la naturaleza del
  suelo y el gran consumo de este material en el país.
      Los alimentos consumidos cada semana por colono y su
  coste en octubre de 1854 eran en medidas inglesas.
                                            Schelines Peniques
 9 1¡2 Ibs. de pan: á 5 peniques las 4. .       1          10
 1 1¡4 lbs. de carne sin hueso, ó 2 con
                                                0          10
 1 Ii4 lbs. de harina, á 1 1]4 peniques:
   2 onzas de dulce á 5 peniques. . . .         0           21l2
 6 onzas de queso á 5 peniques: 7 on
   zas de manteca á 10 peniques. . . .          0           6lt2
 10 Ii2 pintas de leche clara: á G peni -
                                                0          11
                                             3          6
    Los colonos mayores tenian 4 onzas mas de pan al dia,
 y 4 onzas mas de ca,rne por semana: lo que daba para su ali
 mentacion semanal el coste de 3 schelines y 9 peniques por
                            — 62 —
cabeza el coste medio por colono de todas edades era 3
schelines, 6 1[2 peniques por semana.
    El traje es el ordinario de la gente de campo, y todo él,
así como el calzado, se fabrica en el establecimiento. Cada
semana recibe el colono una camisa y un par de medias
limpias.
    Cada dormitorio tiene en uno de sus estremos el cuarto
de dormir del maestro respectivo, á quien ayuda en la vigi
lancia uno de los monitores.
    Como medio de disciplina, figura principalmente el di
ñero con el que se retribuye el trabajo, y con cuya privacion
se castigan las faltas de los colonos: para esto se le asigna
semanalmente una retribucion por su trabajo desde 1 hasta
3 peniques; y sus faltas, apreciadas tambien en dinero, se
descuentan de la retribucion semanal: si el saldo le es favo
rable, se le permite emplearlo de una manera razonable ó
guardarlo para el tiempo de su salida; si le es contrario, re
cibe por la diferencia un castigo, que consiste en la priva
cion de algun plato, régimen á pan y agua, encierro en la
celda, ó azotes; pero este último castigo es tan poco frecuen
te, que algunas veces pasan cinco ó seis meses, sin que se
imponga una sola vez, y entónces ofrece de particular el
que la infliccion se hace una semana despues de la falta:
circunstancia que hemos oido censurar fuertemente por el
director de un establecimiento análogo, como cruel é inefi
caz á la vez, pero que hallamos tambien en el castigo de
faltas graves en Mettray.
    Llama la atencion en este sistema de castigos y recom
pensas el espíritu de positivismo mercantil, espíritu confor
me con el dominante en la nacion, y muy opuesta al que
anima los sistemas de Mettray y de Ruysselede, en que figu
ran mucho los cuadros de honor, las distinciones aparentes,
los cargos de confianza y los elogios en público: en una pa
labra, en Redhill se pone en juego para la reforma el inte
rés positivo; en Mettray y Redhill se escitan los impulsos
mas nobles y delicados del corazon (1).
    Como elemento de orden tampoco aparece absolutamen
te el espíritu militar que anima á los dos establecimientos
citados, espíritu censurado en ellos por Charles Dickens, y
menos necesario sin duda en Ruysselede á causa del menor
número de jóvenes.
  (1) El director de Redhill en uno de sus informeis sobre Met
tray dice á este propósito: «Debemos tener presente el espíritu
práctico de los ingleses; nuestros jóvenes se mueven por las co
sas y no por los nombres; por ventajas positivas y sustanciales,
y no por la perspectiva de la reputacion ó por títulos de distin
cion.»
                           — 63 —
    Salida de los colonos.—La colocacion para estos se busca
por regla general en las colonias, para alejarlos de sus pri
meras relaciones y para facilitarles mas el trabajo: para ello
tiene la sociedad corresponsales, con quienes sigue en co
municacion, aun despues de colocado el colono. Algunos
vuelven de la escuela á las prisiones de donde proceden,
cuando la accion reformatriz na sido ineficaz, y otros á sus
respectivas familias.
    Resultados de la reforma.—Los obtenidos hasta la fecha
de nuestra visita, estaban representados por término medio
en 75 por 100, que despues de su salida se conducian bien:
la instruccion obtenida durante la estancia era en general
algo baja, ya por lo corto del tiempo en que se sometian al
régimen de la escuela, y que era por término medio de 18
meses, ya por la parte poco, importante que hemos visto to
ma en la distribucion del dia. Téngase tambien en cuenta
para todo esto, que entre los admitidos no habia ninguno,
cuya edad bajase de 12 años: en cambio en Ruysselede se
encuentran de 6 años de edad.
    El estado sanitario era satisfactorio: no habia un solo
enfermo, y todos los jóvenes manifestaban robustez.
    Gastos.—Los gastos ordinarios en 1853, despues de de
ducir el producto de la explotacion, fueron por colono y por
año 2,060 re.
    Recursos.—Consisten principalmente en las pensiones
pagadas por el gobierno y los particulares, en legados y do
nativos, en ventas de propiedades de la sociedad y en los
productos de la explotacion.
    Los del año 1853 fueron:
                              Lid. estr. Schelines Peniques
   Existencia en caja del
año anterior                     801         6          10
   Contribuido por el go
bierno y particulares. . .      5353          1          I
   Legados                      2474         15          0
   Rentas de la sociedad. .      395          0          8
   Producto neto de la
granja                            59         5           4
   Venta de algunas pro
piedades                         140         0           0
         Total                  9223        14          11
   La pension pagada en dicho año por el gobierno fué á
razon de 2,500 reales por año y por colono; y se creia que
esta cantidad llegaria á ser suficiente, cuando la escuela to
                         — 64 —
mase el desarrollo de que es capaz, y entrase en una mar
cha normal .
                   Mettray holandés.
     Lo reciente de la instalacion de esta colonia al tiempo
de nuestra visita (noviembre de 1853), nos obliga á limitar
nos á describir las bases de su organizacion y lo que pudi
mos observar en su estado material.
     Existia en aquel tiempo en Holanda, y deseamos que
exista aun hoy, un hombre infatigable en promover y lle
var á cabo toda reforma benéfica, el respetable Mr. Surin-
gar, á quien debemos la mayor parte de los datos que vamos
á presentar, y la acogida mas cordial que un viajero puede
desear.
     Animado en sus buenos deseos por los resultados de
Mettray, y tomando por primer recurso un legado de 135,000
reales, que una persona bienhechora habia dejado para la
institucion que aquel meditaba, fundó en 1850 la sociedad
llamada Mettray holandés, cuyo objeto es crear y conservar
colonias análogas á la de igual nombre de Francia, y en las
que se admitiesen tantos jóvenes mendigos y abandonados,
pero solo del culto protestante, cuantos pudieran educarse
con los fondos que la sociedad reuniera para este objeto.
      Organización. — Segun los estatutos, la sociedad debe
componerse de fundadores, miembros y protectores, grada
cion que está en relacion con los desembolsos hechos por los
mismos para sostener las colonias. En su direccion y en la
de sus establecimientos funcionan con sus respectivas atri
 buciones:
    1 ." Una comision superior de vigilancia.
   2.° Cierto número de comisarios.
   3." Los directores de los establecimientos.
   4. ° Las direcciones de los departamentos.
    5.° Los corresponsales.
      Comision superior de vigilancia.— Se compone de doce
 individuos elegidos entre los fundadores y los miembros de
 la sociedad, renovados por tercios todos los años pero reele-
 gibles; y nombra de su seno un presidente, un vice-presi-
 dente y un secretario.
    Se reune de ordinario una vez al año, y por estraordinario
 cuantas veces lo exijan los asuntos de la sociedad; trata en
 las reuniones ordinarias de los asuntos de la misma, exnmi-
 ria las cuentas del año anterior, fija los gastos del siguien
 te, y nombra una comision de su seno que visite las co
 lonias.
      Comisarios.— So eligen en número de 5 á 7 entre los fun
 dadores y miembros de la sociedad, procurando que la ma
                           — 65 —
yor parte tengan su residencia en los pueblos inmediatos á
la colonia; se reunen una vez al mes, y arreglan entre si el
servicio de visita diaria de la colonia; elijen en su seno un
presidente, un vice-presidente, un secretario y un tesorero;
y sus cargos no tienen remuneracion, á no ser la del tesore
ro en el caso en que su cometido llegase á tomar una gran
importancia.
    Los comisarios están encargados del gobierno de la so
ciedad y de la colonia, están en correspondencia con las di
recciones de los departamentos, cuidan de la coleccion y re
mision de los fondos colectados, deciden sobre la admision
y salida de los colonos, regulan la administracion de la co
lonia, y procuran aumentar y sostener el estado floreciente
de la misma.
    Compete á los mismos el nombramiento del director y
demás funcionarios de la colonia, el fijar sus salarios y el
darles las instrucciones necesarias.
    En la reunion anual de la comision superior rinden cuen
tas del año terminado, y presentan el presupuesto del si
guiente, esponen el estado de- la sociedad y de la colonia; y
proponen á la comision superior las medidas que creen con
venientes al bien de la sociedad.
    Terminada esta reunion, remiten á cada fundador y á
cada miembro una memoria impresa, que manifiesta el es
tado de la sociedad y el resumen de gastos é ingresos.
    La memoria económica se deposita durante un mes en
«asa del director, para que puedan examinarla los fundado
res y miembros que quieran bacerlo.
    Los comisarios asisten á todas las reuniones de la comi
sion superior, dan su parecer acerca de los puntos que se
discuten, y tienen voto, escepto en la admision de cuentas
y nombramiento de nuevos comisarios.
    En el caso en que necesiten tomar dinero prestado, ven
der ó cambiar alguna propiedad de la sociedad, necesitan la
autorizacion de la comision superior.
    Director de la colonia.—El director es el jefe de la colo
nia, y debe administrarla segun las instrucciones de los co
misarios: vive en el establecimiento, y no puede salir de él,
sin autorizacion de aquellos.
    Tiene á sus órdenes un sub-director, encargado especial
mente de inspeccionar los trabajos del campo, y los vigilan
tes, operarios y demás auxiliares que sean necesarios: pue
de suspenderlos en sus funciones y salarios por 15 dias, y á
 propuesta suya, son despedidos por los comisarios.
    El director debe esforzarse en ganar la confianza de los
 colonos, y en lograr que le consideren como á un padre; de
 be cuidar de que no abusen del santo nombre de Dios, cas
 tigar severamente la mentira, introducir la caja de ahorros
                           — C>6 —
entre los colonos, acostumbrarlos á la mayor limpieza en
sus cuerpos y en su ropa, llevar en un registro nota de la
conducta, carácter é inclinaciones de cada jóven, celebrar
cada 15 dias una reunion solemne de los colonos y de todos-
los empleados de la colonia, reunion que empiece con una
oracion, en que se canten algunos himnos, y en la que con
sultando el registro mencionado, se adjudiquen las recom
pensas y se impongan los castigos .
    De los departamentos. —En todo pueblo, en que haya á lo
menos 10 fundadores ó miembros, se crea un departamento-
con su respectiva direccion, que se encarga de estar en cor
respondencia con los comisarios, de promover y recoger fon
dos para la sociedad, escitando la candad de sus conocidos,
de hacer á la comision superior las observaciones conducen
tes al bien de la institucion, de dar su dictamen acerca de
la admision de los colonos de su localidad ó de su inmedia
cion, y de proponerla á los comisarios. El número de admi
tidos do cada localidad estará, en lo posible, en relacion con
el de los fundadores y miembros de la misma; pero deberá
pagarse por cada uno la cantidad de que se hace mérito mas
adelante.
    De los corresponsales.—fin las localidades en que no hay
departamentos, los comisarios suplican á las personas 'filan
trópicas, que en calidad de corresponsales se interesen por
la sociedad, reciban y remitan á los comisarios los donati
vos y demás recursos destinados á la institucion, é infor -
men sobre los jóvenes de la localidad ó de su inmediacion,-
cuya admision esté pedida.
    De los colonos. —Solamente ss admiten en la colonia los
indigentes abandonados, cuya edad esté comprendida entre
9 y 14 años, sanos y sin defectos que los hagan inhábiles
para los trabajos del campo. Sin embargo, en casos particu
lares los comisarios pueden admitir á los que no tengan es
tos requisitos.
    La corporacion ó particular, que coloque á un jóven en
la colonia, paga por el cada año 500 rs., y además 84 reales
próximamente en el acto de la entrada.
    Es condicion esencial para la admision el consentimien
to escrito de los padres ó tutores, que deben resignar en Ios-
comisarios su autoridad sobre el jóven por todo el tiempo
en que permanezca en la colonia, ó esté colocado fuera por
cuenta de la sociedad. Pueden los padres y tutores retirar
al jóven en cualquier tiempo, y los comisarios devolver á
aquellos colonos, que despues de 6 meses de residencia en la
colonia quieran abandonarla.
    Un año despues de establecida la colonia, pueden los co
misarios recibir á los jóvenes de buenas condiciones qu&
                              — G7 —
  quieran dedicarse á la educacion del pueblo: las condiciones
  en tal caso se estnblecerán en un contrato particular.
       Los colonos viven separados en familias de 12 individuos:
  cada familia tiene su casita construida al intento.
       Educacion.— l a educacion debe dirigirse á hacer rena
  cer y desenvolver el sentimiento religioso en el corazón del
  colono, á crear en él el amor á Dios y al prógimo, á ejerci
  tarle en la agricultura y en la jardinería ó en algun otro ofi
  cio para hacerle capaz de proporcionarse su subsistencia, á
  corregir sus malas inclinaciones, á dominar las malas pasio
  nes por medio de una constante vigilancia de su carácter y
  comportamiento, y á desarrollar y robustecer sus buenas
  cualidades y su buena índole.
      Para este fin, se reune cada familia todas las mañanas y
 tardes, ora. canta
 tura de la Biblia: se reunen todos los colonos el domingo
  despues de los oficios religiosos y el miércoles de cada se
 mana, y además de vez en cuando y endiasindeterminádos
 se les leé la Biblia ó algun otro libro religioso.
      La instruccion abraza la lectura, escritura, aritmética y
 canto; y se prescribe que tienda á promover el desarrollo
 religioso y moral del jóven.
      Se recomienda gran cuidado en atender á su salud y ro
 bustez, tanto por una alimentacion sana como por el ejerci
 cio corporal, arreglando el trabajo á las fuerzas del colono y
 empleando los convenientes ejercicios gimnásticos.
     Los jóvenes pueden estar en la colonia, hasta que se ha
llen en disposicion de ganar su subsistencia, pero con tal
que su edad no esceda de 18 años. Los comisarios pueden
devolver á los padres ó tutores aquellos colonos, que por
continua enfermedad, debilidad ú otras razones se conside
rase que no pueden continuar en la colonia.
     Patronato.—El patronato, cuyo objeto es el mismo que
en las instituciones de Mettray y Ruisselede, y cuyas reglas
no estaban aun determinadas, debia estar especialmente
confiado álos fundadores, miembros, protectores, correspon
sales ó sus hijos, que quisiesen aceptar el cuidado de vigi
lar á los colonos colocados, y de dar á la direccion de la co
lonia un informe anual acerca de la conducta de sus patro
cinados.
     Disposiciones generales. —Los donativos de los fundado
res y los legados hechos á la sociedad, pero sin destino de
terminado, se consideran como capital de la misma, y se
emplean en los primeros gastos de instalacion, en los del
engrandecimiento sucesivo y en la satisfaccion de necesida
des extraordinarias. A este capital se agregan los saldos fa
vorables que resultan de las cuentas anuales de la adminis
tracion. En el caso en que la colonia no pudiera sostenerse
                  I
                             — 68 —
 con sus recursos ordinarios, se deliberaria en junta de la co
 mision superior y de los comisarios, y se resolvería la diso
 lucion, si fuese necesario.
     En este estremo, los comisarios procederían inmediata
 mente á la liquidacion, vendiendo, si fuese preciso, las pro
 piedades de la sociedad, y darian cuenta á la comision su
 perior. El saldo y las propiedades remanentes se destina
rían, en junta de la misma comision y de los comisarios, a
un objeto caritativo, prefiriendo el que se refiera al bien de
los jóvenes indigentes y abandonados; y podria tambien des
 tinarse á favor del director y de los demás funcionarios,
hasta que estos se proporcionasen otros medios de sub
 sistencia, siempre que lo hubiesen merecido por un exacto
desempeño en sus deberes.
     Estos artículos debian revisarse un año despues de la
instalacion de la colonia, y adoptarse definitivamente con
modificaciones ó sin ellas en junta de la comision superior
y de los comisarios. Las que en lo sucesivo se hallaren ne
 cesarias se resolverían en la junta anual de la comision su
 perior.
     Estas son las bases de organizacion y régimen, estable
 cidas al fundarse la sociedad en diciembre de 1850: al tiem
 po de nuestra visita (octubre de 1853), la colonia estaba ins
 talada y funcionaba va. Se habia comprado en las inmedia
 ciones de Zutphen, en el Norte de la Holanda, un terreno
 llano, arenisco, de estension de unos 130 acres ingleses, y
 en su interior se habia coloeado el cuerpo de edificios con
 sistente en pabellones aislados, rodeado de un canal: uno de
 ellos estaba destinado á habitación del director, enfermería,
 y clases de enseñanza, dos para el servicio de cocina y lava
 dero de ropa, uno para la esplotacion agrícola, y no recorda
 mos si cuatro ó seis pabellones para otras tantas familias,
 compuestas de doce muchachos. Cada uno de estos últimos
 edificios se compone de un comedor en planta baja, y un
 dormitorio en el piso principal con un cuarto de dormir para
 el jefe de familia.
     Nada podemos decir sobre los resultados de un estable
cimiento naciente en aquella época, sino que noticias poste
riores, que hemos adquirido de una manera general, lo pre
sentaban siguiendo una marcha de prosperidad.
       Escuelas rurales y de reforma de la Suiza.
     Cabe á la Suiza la gloria de haber iniciado la creacion de
establecimientos análogos á los que nos ocupan, y de ha
berlos desarrollado mas adelante hasta el punto de haberse
estendido por todos los cantones, de los cuales son poquísi
mos los que no cuenten con varios de ellos.
     En 1775, el caritativo Pestalozi fundó en el canton de
                            — 69 —
Argoria, y en una propiedad suya, una escuela rural desti
 nada á los jóvenes pobres y abandonados, á quienes ocupa
 ba en la agricultura y trabajos industriales, que mas ínti
mamente se rozan con ella; pero su establecimiento, batido
siempre por una suerte adversa, y trasladado á diferentes
puntos, no pudo alcanzar jamas una existencia próspera,
bin abatirse de ánimo por este resultado, que tuvo además
el muy triste de dejarle arruinado, continuó siendo el após
 tol de su idea favorita; y entre la desconfianza de los unos
y la burla de los otros, dejó sin embargo entre corazones es
cogidos sembrada la semilla, que mas adelante produjo a
los Fellemberg, Wehrli y á otros muchos, que han llenado
la Suiza de colonias y escuelas rurales.
     El destino especial de estos establecimientos es muy va
riado; pero todos pueden encerrarse en dos clases princi
pales:
   1 ." Escuelas de correccion y de reforma para los jóvenes
culpables y viciosos.
   2.' Asilos y casas para preservar á los jóvenes pobres, á
los huérfanos y á los abandonados ó moralmente amenaza
dos de abandono, á quienes falta la educacion de la familia
natural.
     La base futodamental de la organizacion de estos estable
cimientos es la vida de familia; su dirección está confiada á
un maestro ó institutor, casado por lo comun, y que lleva el
nombre de padre de la familia; y le ayuda en sus funciones
su mujer, que cuida del gobierno doméstico de la casa y de
la vigilancia é instruccion profesional de las niñas: lleva por
tanto el nombre de madre de la familia.
     Organizadas estas escuelas del modo espresado, admiten
la mayor parte de ellas á jóvenes de ambos sexos, práctica
que causaría inquietudes en otros paises, y que por lo mis
mo no se sigue en Inglaterra, Francia ni Bélgica: la espe-
riencia de muchos años está sin embargo confirmando prác
ticamente la opinion de los suizos, que han creído posible y
aun conveniente esta reunion en un mismo establecimiento.
Se toman aquellas precauciones prescritas por el buen sen
tido, tales como la vigilancia activa del padre y de la ma
dre, la admision de los niños antes de la edad de doce años,
su salida hacia los diez y siete, y la separacion en los dor
mitorios.
     Con estas precauciones se sigue el sistema de reunion de
ambos sexos, que se considera ventajoso para la combina
cion de los trabajos, por cuanto permite dar á cada uno las
ocupaciones mas propias; para la instruccion y la educacion
como medio poderoso de suavizar las costumbres, de crear
la emulacion y de estrechar el vínculo fraternal que debe
unir á los miembros de una misma familia.
     Estas son las razones que alegan los defensores del sis
 tema suizo, seguido tambien en Alemania; pero téngase pre
 sente que nunca son estos establecimientos tan considera
 bles como los que hemos descrito hasta ahora, pues el nú
 mero de jóvenes acogidos en ellos está de ordinario entre
 24 y 40: de este modo es mas fácil hacer reinar el verdadero
 espiritu de familia, y lograr que la accion de los padres de
 adopcion sea individual y continua con respecto á los jó
 venes. *
     La edad de admision es en general entre seis y doce años;
 la de la salida á los diez y siete ó diez y ocho.
     La instruccion es la de las escuelas primarias.
     La agricultura es la base del trabajo de estas escuelas; y
 á lo mas se admiten algunas otras ocupaciones accesorias,
 con la mira de disminuir los.gastos del establecimiento, y
 utilizar el tiempo de los jóvenes, cuando los trabajos están
 suspendidos por el mal tiempo ó por la estacion.
     En general, no basta para la admision el ser pobre: se
 exije además que el joven carezca de la educacion y cuida
 dos de la familia natural.
     Casi todas estas escuelas pertenecen á asociaciones li
bres, y se sostienen en gran parte con los recursos de la ca
ridad, á los que se agrega una pension módica, que las cor
poraciones ó particulares pagan por los jóvenes que confian
á las mismas.
     El complemento de estas se halla en las escuelas norma
 les, cuyo objeto es formar maestros para las rurales , y que
existen en diferentes puntos, bien sea constituyendo esta
 blecimientos separados, bien sea haciendo parte de las mis
 mas escuelas rurales.
     La Sociedad suiza de utilidad pública se ocupa con afán
 en la conservacion y desarrollo de estas instituciones; y á
ella se deben las dos escuelas de Bachtelem y Sonnemberg,
que visitamos en 1860, y de que darémos una ligera idea.
            Escuela de reforma de Bachtelem,
                      (cantón de Berna,}
     En la marcha progresiva de las escuelas rurales de la
 Suiza, en que se admitían indistintamente á los jóvenes vi
 ciosos y culpables con los huérfanos y pobres no corrompi
 dos, enseñó la esperiencia la necesidad de crear estableci
mientos separados para los primeros, cuyo contacto con los
demás producia graves inconvenientes. Movida la Sociedad
suiza de utilidad pública por esta consideracion, creó dos
escuelas de reforma, una para los protestantes varones, si
tuada en Bachtelem, cerca de Berna, y que funciona desde
1840, y otra para los católicos en Sonnemberg cerca de Lu
cerna, cuya instalacion, empezada en 1858, no se habiacom
   pletado al tiempo de nuestra visita. Ambas están destina
   das a reformar á los muchachos viciosos ó que hayan come
   tido faltas ligeras* " constituyen un intermedio entre las
   escuelas de pobres y las casas de correccion.
       Situada la de Bachtelem á media legua de Berna, á la
   falda de una colina y en un sitio delicioso, está organizada
   en cuatro familias de á 12 muchachos, dirigida cada una
   por un institutor, que á la vez es padre de la familia y pro
  fesor de instruccion primaria.
       Se admite á los jóvenes protestantes de todos los canto -
  nes, cuya edad este entre seis y catorce años; y á los recien
  admitidos se destina á la cuarta familia, que forma como
  una de observacion, de la que se llenan las vacantes que
 -ocurran en las demas.
      El personal de funcionarios se compone de un director,
 jefe á la vez de una familia, de un regente, de tres institu
  tores ó padres de familia, de un encargado de la granja, y
 de una ama de gobierno.
      La enseñanza comprende la lectura, escritura, aritméti
 ca, la geografía, la historia suiza, la economía rural, el can
  to y algo de dibujo, y se da en reunion por los padres de
  familia á las órdenes del director, y en asignaturas alterna
  das entre aquellos; pero solamente dura en la temporada de
 invierno, y entonces ocupa siete horas diarias. La instruc
 cion religiosa está á cargo de un ministro protestante resi
 dente en Berna, y se da en verano é invierno.
      El trabajo es el de la agricultura y jardinería con esclu-
 sion de toda profesion industrial; y es de notar que en él
 toman parte los padres de familia, conformándose en esto
 con la vida de las familias de labradores, y formando un ca-
Tácter que distingue este establecimiento de los demás que
 hemos descrito y de otros muchos análogos.
     De este modo la educacion es completamente obra del
padre de la familia, pues siempre está el colono en contacto
íntimo con él.
     El régimen alimenticio varía segun la importancia del
trabajo, y figura en él la carne dos veces por lo menos á la
semana. El traje es el de la gente del campo; las horas de
levantarse y acostarse á las cinco y media y ocho y media
en invierno, y segun las labores en verano. La salida de los
colonos tiene lugar á los diez y siete ó diez y ocho años de
edad: para su colocacion no hay un patronato organizado, y
suelen servir de intermedio los pastores protestantes y las
corporaciones ó particulares que colocaron al jóven en la
escuela: ellos cuidan, despues de consultar el gusto y ten
dencias del jóven, de proporcionarle un patron para el apren
dizaje, ó una casa donde su moral no sufra el contagio del
mal ejemplo.
                            — 72 —
     Cada familia tiene su casa eon refectorio y dormitorio
.comun, en que está tambien sin~separacion alguna la cama,
 del padre de la misma.
     El establecimiento tiene de 60 á 80 fanegas de tierra de
 su propiedad y 60 en arriendo, ocupadas en parte por bos
 ques y en parte por el cultivo, que se hace con solos los co
 lonos y el encargado de la granja, y en el que figuran prin
 cipalmente el trigo, la colza y pastos para el ganado.
     La pension anual por cada jóven es próximamente de,
 400 rs., y cuesta por término medio 900; la diferencia se cu
 bre con los productos del establecimiento y los donativos.
     Los resultados morales estaban representados en la fe
 cha de nuestra visita por los números siguientes:
     Habian salido del establecimiento desde su instalacion
 100 colonos: de ellos, 2 habian dado lugar á ser castigados,
 por faltas, y 6 se portaban de una manera no del todo satis
 factoria.
     Los resultados físicos se apreciarán con saber que los
 gastos de médico y farmacéutico importaron 50 rs. en todo
 el año de 1859.
         Escuela de reforma de Sonnemberg,
                (cantón de Lucerna.)
     Creada, como hemos dicho, con el mismo destino y por
 la misma sociedad que la de Bachtelem, pero solo para loa
 católicos, tendrá, cuando se complete, la misma organiza
 cion y el mismo régimen en todo aquello en que no inter
 venga la creencia religiosa.
     En nuestra visita la poblacion se componía de 1 1 niños
 á cargo de un director, y se constriñan edificios para otras
 familias, siguiendo el mismo principio de la separacion.
     El establecimiento situado sobre una elevada colina, y
  dominando un estenso y variado paisaje, en que la vista
  descubre á la vez varios lagos, está á un cuarto de legua de
  Lucerna, y comprende 65 tanegas de tierra de un relieve su
  mamente accidentado: se calcula que los jóvenes de la es
 cuela, cuyo número será de unos 40, cuando llegue á com
 pletarse, bastarán para el cultivo.
     Nada podemos decir mas, sino que las relaciones de con
 fianza familiar que veíamos entre el director, jóven tOdavia
 y vestido como labrador, y los colonos que parecian de su
 misma familia, nos hacen esperar buenos resultados. No po
 demos olvidar el rato singular de placer que disfrutamos al
 oir algunos coros cantados por estos jóvenes en medio del
 esplendor de los Alpes y á la vista del paisaje encantador
 de la Suiza.
                            — 73 —
       Paralelo de los establecimiento^ descritos.
      No es nuestro ánimo comparar estos establecimientos en
  la bondad de su organizacion y en la de sus resultados: se
  mejante juicio seria temerario por difícil, pues habria que
  tener en cuenta, no solo los resultados morales de la reforma,
' cuya apreciacion en. números no puede ser exacta, sino los
  sacrificios en dinero empleados para obtenerlos, la mayor 6
  menor carestia del país, la procedencia diferente de los jó
  venes admitidos, y hasta las probabilidades de vitalidad,
  que cada institucion presenta por su propio modo de ser.
  Nos proponemos tan solo presentar como en un solo cuadro
  los principales caracteres, dejando á personas mas compe
  tentes la apreciacion relativa y las consecuencias de aplica
  cion que vean desprenderse.
      Destino.—Todos ellos convienen en estar destinados á
  jóvenes de un solo sexo, cuva edad no pase de catorce años,
  y en no admitir diferencia de cultos, por cuanto esta tendría
  gravísimos inconvenientes que no se necesita mencionar,
  tratándose de instituciones que emplean la religion como
  principal medio de educacion. Difieren en que Mettray y Red-
  hill están destinados para losjóvenes, que han delinquido ya,
  y que como tales hansidojuzgadosporlos tribunales; Ruys-
  selede y Beernem admiten á una con los de dicha clase á los
  que no han llegado á pasar por condena de los tribunales; y
  Mettray holandés, Bachtelemy Sonnemberg, están institui
  dos para los pobres abandonados y para I03 que no están aun
  mas que espuestos al estravío. Así, pues, los dos primeros
  reciben una poblacion mas corrompida que los segundos, y
  estos mas que los terceros; y si los comparásemos con los
  llamados en Suiza escuelas rurales de pobres, que admiten á
  los pobres huérfanos y á los abandonados, y que son tam
  bien asilos preventivos, veriamos que estos acogen á una
   clase de mejor estado moral que los citados establecimientos.
      Fin.—Es el mismo en todos ellos: disminuir el paupe
  rismo y la criminalidad por medio de la educacion de los
  jóvenes mendigos, vagos y viciosos.
      Medios.—Convienen en emplear la educacion religiosa y
  el trabajo como medio de moralizacion, la instruccion pri
  maria y la profesional como garantías de su futura subsis -
  tencia. El trabajo de la tierra es el que predomina en todos,
  siendo escluidos los demas en Bachtelem y Sonnemberg, y -
  admitiéndose en los otros con mas ó menos importancia los
  industriales; pero en especial, como en Mettray y Ruyssele-
  de, aquellos que los colonos puedan mas adelante ejercer en
  las poDlaciones rurales. La preferencia, tan justamente con
  cedida al trabajo de la tierra, se funda en razones de higie-
                            — 74 —
 ne física y moral, no solo para el tiempo en que dura la edu
 cacion, sino para el porvenir, para el que se quiere separar
 al colono en lo posible de los grandes centros de poblacion.
     Organizacion —Convienen los dos Mettray con los dos (
 establecimientos suizos en asimilarla en lo posible á la de
 la familia, empleando el de Francia con este objeto la divi
 sion en grupos de 40 colonos, y de 12 los otros tres; y nóte
 se aquí que el crecido número de individuos de la familia del
 primero no reconoce otro motivo que el de la economía
 del personal de empleados; personal que era relativamente
 mas numeroso al tiempo de la instalacion, y que la escasez
 de recursos hizo reducir á lo que es hoy.
     En Ruysselede, Beernem y Red-hill no figura la institu
 cion de la familia, pero sí la division en grupos de 60 y 50
 individuos en los dos primeros, y de 40 á 50 en el último; y
 solamente en Ruysselede y Beernem es en donde la vida in
 terior pasa en comun, pues en los demás cada grupo vive
separado en las funciones de la vida interior, diferencia que
 va acorde con la disposicion de los edificios.
    Importancia de la poblacion.—Están en primera linea
 bajo este concepto Mettray y Ruysselede, con 648 colonos el
primer establecimiento, y 519 el segundo; mientras que
Red-hill no contaba.sino 119, y Bachtelem de 40 á 50, nú -
mero del que por regla general no escedea las escuelas de
Suiza.
    Importancia de la institucion.—La de Mettray posee,
además de la escuela de reforma, una escuela normal ó pre- '
paratoria para la formacion del personal de funcionarios,
una escuela gratuita de noche para los labradores adultos
de las inmediaciones, un colegio-refugio y una seccion para
la correccion paternal: las demas instituciones de que nos
hemos ocupado carecen de estos agregados.
   Propiedad.—Solamente las escuelas de Ruysselede y
Beernem son propiedad del gobierno: las demas pertenecen
á asociaciones particulares. Por lo mismo la accion del go
bierno es la que dá vida á las dos primeras, mientras que
en las demas se limita á la inspeccion.
   Disciplina.—En Mettray y Ruysselede se ha dado un
carácter militar á los diferentes actos del servicio que lo
permiten, mientras que en los demas es puramente civil:
pero nótese á la vez que lo numeroso de la poblacion hace
mas conveniente este carácter en los dos primeros que en
los demas. Hay mas: el sentimiento de honor se pone po
derosamente en juego en el sistema de castigos y recompen
sas de los dos primeros: en los otros no hace un papel tan
importante; y en especial en Red-hill vemos en su lugar fi
gurar el dinero como móvil principal: esta diferencia es la
                            — 75 —
 que mas llamó nuestra atencion al examinar el régimen in
 terior de estas instituciones.
    Carácter de autoridad —En todos ellos la autoridad es
 paternal, aunque con la debida severidad; pero creernos que
tal vez se hace notar mas esta condicion en los estableci
mientos suizos descritos, á los que favorece para este fln el
corto número de jóvenes confiados á cada institutor: las re
laciones de este con el joven son mas frecuentes, su accion
mas continua é individual, y p ir tanto se parece mas á la
del padre sobre el hijo: mucho mas, cuando como en Bachte
lem el institutor trabaja en el campo con el educando.
   Patronato.—El patronato, aunque con diferentes formas,
es comun á todas las colonias y escuelas citadas, pues todas
ellas comprenden la necesidad de no abandonar al jóven al
salir de ellas; y no se olvide que ni aun en Ruysselede es
oficial, á pesar de ser propiedad del gobierno.
   Gastos ordinarios.—Los gastos ordinarios por dia y por
colono, son próximamente:
                                                    Es. vn.
   Red-hill: descontando el producto de la explo
tacion                                           5—64 c.
   Mettray: sin deducir el producto de id. . . . 4—44
   Bachtelem id                                  2—46
   Ruysselede id                                 2—05
  Recursos.—Los recursos en el orden descendente de las
pensiones pagadas por cada dia y cada joven son:
                 Pension Pension
                  por el por par-
                 gobierno ticulares
  v>nA i,-n
  Red-hül          r.6~85
                       oí o3~57
                             Ei*    !(Rentas de la trabajo.
                                        donativos, sociedad,
  Mettray francés 2-66 »-           f^^^
  Ruysselede... 2-28 1-52 ¡ ^S^bajo^
  Beernen           2—28 1—52
  Bachtelem. . . . 1 —09 1 —09        Donativos, trabajo.
    El estado económico mas próspero era el de Red-hill; pe
ro no hallándose en completo desarrollo, invertia sumas im
portantes en construcciones y otros gastos de instalacion:
Mettray y Ruysselede cubrian los gastos con los ingresos, y
consagraban á reparaciones y mejoras los beneficios poco
importantes que los mejores años les producian.
   Tierras. —La extension de superficie total ocupada por
estos establecimientos, comprendiendo lo poseido en propie
dad y lo tomado en arriendo, arroja resultados muy dife
                            — 76 —
rentes, aun comparándola con el número de colonos; pero
téngase presente que mientras los unos están en su com
pleto desarrollo, los otros no lo están aun; que los talleres
industriales tienen mas importancia en los unos que en los
otros, y que la extension de los bosques, cuyo cuidado
ocupa menos que el de las tierras de labor, es tambien muy
variada.
    Clasificados sin embargo por el órden descendente y con
relacion á la estension relativa al número de colonos, pue
den colocarse por el órden siguiente: (1)
                             Por cada
                  Total de   colono fa-
                  fanegas.    negas.
  Bachtelem. . . 130           2,88
  Ked-hill       272           2,29
                                      Í Suponiendo 40 el nú
                                         mero de colonos, cuan
                                         do esté completo.
  Mettray francés. 677          1,07
   Ruysselede. . . 499         0,962
   Resultados morales.—No aventuraremos la comparacion en
números de los resultados de reforma obtenidos por los asi
los descritos: á las causas de dificultad de apreciacion, ex
puestas al principio de este paralelo, hay que agregar la de
que la conducta de un mismo colono fuera del estableci
miento puede ser calificada de diferente modo por diferen
tes patronos y por diferentes establecimientos.
    Hemos terminado la tarea emprendida, limitada á la es-
posicion de los hechos, la mayor parte de los cuales han pa
sado á nuestra vista: si ella contribuye en algo á difundir
el conocimiento de instituciones tan útiles a la sociedad,
esperamos que hará germinar la semilla del bien en cora
zones generosos; pero temerosos de que sea estéril en bue
nos frutos, nos atrevemos á hacer notar la condicion esen
cial, que se vé desprender de la descripcion, aun cuando se
nos tache de citar verdades de lugar comun; y es la de la
bondad moral y religiosa en grado poco comun, que debe
concurrir en el personal empleado en estas instituciones: un
candidato para estos puestos debe ver en ellos algo mas ele
vado que un medio de subsistencia.
                             FIN.
  (1) La fanega es la del marco de Madrid, ó sean 44,100 pies
cuadrados.