UNIVERSIDAD DE LA ARQUIDIÓCESIS DE MONTERREY
LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
                    Ensayo de SFC.
              La ceguera al valor moral
Consideraciones en torno a la «antropología integral» de
             Dietrich Von Hildebrand.
                       Alumno:
         FRANCISCO SIXTECO ISIDORO SNSJ
                       Profesor:
 PBRO. LIC. JESÚS ALEJANDRO HERNÁNDEZ LÓPEZ
                      Juárez, N.L.
                      Marzo, 2023
    I.      Introducción
          Lo que el articulo La ceguera al valor moral. Consideraciones en torno a la
    antropología integral de Dietrich von Hildebrand de Mariano Crespo,1 «se
    propone es contribuir al esclarecimiento de un problema que ejemplifica
    claramente la “antropología integral” de nuestro filosofo, a saber, el
    interesantísimo fenómeno de la ceguera al valor»2.
          Esta ceguera a dicho valor moral encuentra en sus raíces en el ser moral
    de la propia persona, es decir, en su actitud fundamental respectiva al mundo
    de los valores morales3. En consecuencia, la ceguera moral estará ligada a un
    no querer ver inconsciente, como dirá D. von Hildebrand, en su obra Sittlichkeit
    und ethische Werterkennntnis.
    II.     Exposición del contenido del artículo
    Sobre su artículo, M. Crespo dirá, que «lo que aquí se plantea no es sino la
relación entre la moralidad y la captación de lo moralmente correcto, entre virtud y
aprehensión del valor o como diremos aquí, entre “estatura moral” y captación o
aprehensión de los valores morales»4. Es decir, el problema que aquí radica es la
interpretación de esta mutua relación.
    Hildebrand manifestó, en su obra antes mencionada, dos cuestiones que es
necesario distinguir: en primer lugar, ¿existe una relación de fundamentación entre
estatura moral y la captación de los valores, de manera que dicha captación sea el
fundamento de la virtud? y en segundo lugar: sobre si dicha captación de los
valores es una relación de tal manera que el fundamento y no solo es
1
  La ceguera al valor moral. Consideraciones en torno a la antropología integral de
Dietrich Von Hildebrand, en. SELLÉS, J. F., Modelos antropológicos del siglo XX.
M. Scheler, D. von Hildebrand, E Stein, M. Merleau-Ponty, J. P. Sartre y H. Arendt.
UNIVERSIDAD DE NAVARRA, Pamplona, 2003.
2
  J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 48.
3
  Cfr. J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 45.
4
  J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 46.
presupuesto, sino condición ontológica suficiente de lo fundado, en caso que
existiese dicha relación.
      Los filósofos clásicos griegos como Sócrates y Aristóteles parecen dar una
respuesta a estas cuestiones propuestas por la filosofía de D. von Hildebrand.
     Sócrates contribuye al pensamiento de Hildebrand al afirmar que nadie puede
hacer el mal a sabiendas. Ya que el juicio de este obrar impediría el obrar mal.
Mientras que Aristoteles defenderá que la captación de valores presupondrá en si
misma una cierta estatura moral. Aristoteles dirá que «no es posible ser bueno en
sentido estricto sin prudencia, ni prudente sin la virtud moral»5.
     Max Scheler dirá que el resentimiento, es el factor de oscurecimiento del juicio
moral. No obstante, será Hildebrand el que acuñe la expresión ceguera al valor,
para referirse al tema en cuestión.
     Por consiguiente, Crespo analiza dos objeciones: si la estatura moral presupone
en si la captación de los valores, de modo que «la posesión de la virtud pareciera
ser la condición de la captación de su valor y está la condición de aquella» 6 y si la
ceguera al valor es simplemente un fenómeno epistemológico.
     En estas cuestiones es donde reside, en palabras de Crespo, el interés sobre la
antropología integrada de Hildebrand. Crespo lleva a cabo un análisis de dicho
fenómeno, entiéndase la relación entre la moralidad y la captación de lo
moralmente correcto
     El articulo continua su desarrollo a través de los cuatro puntos siguientes: la
captación de los valores, la ceguera al valor, los diversos centros morales y la
relación de la estatura moral y la captación de los valores. Brevemente
expondremos que compete a cada uno.
     a) La captación de los valores.
     Nuestro autor reconoce que estos valores a los que nos hemos referido antes y
     que pueden ser oscurecidos por dicha ceguera, son los valores morales o
     moralmente relevante. «Los portadores de los primeros son las acciones y
5
    ÉTICA A NICÓMACO, 1144b.
6
    J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 47.
    actitudes de personas sancionadas por su libertad y mientras que los segundos
    son portadores por determinados estados de cosas»7.Ahora esta captación de
    valores puede resultar un tanto subjetiva. Ya que para un sujeto algún objeto
    podría parecer bellos mientras que para otro no. A diferencia del valor por
    estado de las cosas, mientas que el valor intrínseco de una persona no cambia
    ante determinadas circunstancias. Estos dos tipos de valores tiene dos modos
    distintos de ser captados. El primero se denomina sentimiento de valor
    (Wertfühlen) y el segundo como aprehensión de valor (Wertnehmen). Llamados
    así por Scheler y Husserl.
        Sin embargo, Hildebrand dirá que no es necesario conocer del todo algún
    valor sino que basta tener una noción de él. Esta breve noción es interpretada
    por Hildebrand como un ya sentir el valor, es decir, Wertfühlen. Este sentir el
    valor es para Hildebrand un modo de captación del valor. A este sentir el valor
    se le añade un conocimiento intuitivo del valor, que es cuando una persona que
    posee algún valor se vuelve más sensible a captar dicho valor en diversas
    circunstancias de su vida. Para Hildebrand en esto se funda la relación de
    fundamentación entre estatura moral y la captación de valores. «Tener
    conocimiento intuitivo de un valor presupone un nivel superior de estatura moral
    que la mera capacidad de sentir el valor».8
    b) La ceguera al valor.
        «La ceguera al valor moral es una ignorancia de cosas que podríamos y
    deberíamos saber, a cuyo conocimiento estamos moralmente obligados»9. Es
    decir, es una ignorancia que impide saber lo que deberíamos saber y se
    convierte en un acto involuntario. Por consecuencia podríamos llevar a otras
    personas a cometer un mal, con nuestra ceguera al valor moral.
        Nuestro autor hace referencia a cuatro tipos de ceguera al valor: la ceguera
    moral de subsunción, la ceguera moral por embotamiento, la ceguera moral
    parcial y la ceguera total constitutiva a los valores morales.
7
    J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 48.
8
    J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 51.
9
    J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 52.
        La ceguera moral de subsunción corresponde a aquellas personas que
     comprenden el valor de la veracidad, pero admiten decir una mentira, una
     mentira piadosa, para salir de cualquier problema. Ceguera por embotamiento
     queda referida a aquella que tras cometer un pecado o un acto malo se
     comienza a preferir la acción mala, moralmente hablando. La ceguera moral
     parcial es aquella que implica una falta de comprensión de un determinado tipo
     de virtud. «Se trata de una ceguera a ciertos tipos de valores y no tanto a los
     portadores de determinados valores»10. Y finalmente la ceguera total
     constitutiva a los valores morales, no trata de una ceguera a algún valor sino
     «11a la falta de compresión de os valores morales fundamentales como bueno y
     malo»
     c) Los diversos centros morales.
        Hildebrand se refiere en este aspecto que cada persona puede adoptar un
     tipo de postura moral ante los diversos valores que se le presenta, por ejemplo,
     los santos o aquellos que llegan a tener una conversión de corazón.
     d) La relación de la estatura moral y la captación de los valores.
        Pareciera que Hildebrand al final dice que en realidad no existe una relación
        entre estatura moral y captación de los valores. Sin embargo, esta captación
        de los valores presupone un dominio sobre el valor. Y este constituye el
        fundamento necesario de la estatura moral. Por esto aquella persona que
        goza de una estatura moral, comprende mejor el mundo de los valores,
        objetivamente hablando.
     III. Reflexión personal
     Me parece muy interesante hablar sobre este tema, ya que Hildebrand hace un
     análisis muy bien elaborado sobre ello. Ahora es cierto que cada persona tiene
     una noción, por muy breve o ambigua que pueda ser, sobre los valores que en
     su persona son puestos en práctica. Pero de manera análoga sucede con
     aquellas que presuponen que tienen una virtud y en realidad tienen un vicio o
     un pecado y que ellos logran entender es que obran bien.
10
     J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 55.
11
     J. F. SELLÉS, MODELOS ANTROPOLÓGICOS DEL SIGLO XX, 56.
El ejemplo que se toma en el artículo sobre la persona que es humilde y que no
se puede vanagloriar de su virtud porque esa actitud correspondería a lo
necesariamente contrario a ella misma, es muy interesante y nos podrías
preguntar el ¿por qué? es fácil descubrirlo. Imaginemos un atleta olímpico que
sabe que es muy bueno en su disciplina, y que al concursar y ganar el diga yo
no se como lo hice porque en realidad nunca he sido tan bueno, sería una
actitud de desprecio a su virtud misma, y lejos de parecer humilde parecería
soberbia.
Esto es claramente un tipo de ceguera de la virtud.
En conclusión es necesario un esclarecimiento de cada persona con respecto a
las virtudes que vive, y vivir reconociendo que ellas viven en dicha virtud y esto
no debería parecer una actitud de orgullo y de prepotencia sino como un
reconocimiento de la persona de saber quien es y que tiene en ella.