ARQUIDIOCESIS DE TUXTLA
GUTIERREZ, A. R.
EQUIPO DE FACILITADORES
 TAREAS FUNDAMENTALES
     DE LA IGLESIA
                   DIMENSION LITURGICA
 DIMENSION PROFETICA
   "Vayan  pues
       Mt. 28,  y hagan"Hagan
               18-20     Lc. 22,esto
                                 19-20
                                     en
   que todos los pueblos memoria mía"
    sean mis discípulos"
                   Ministeri
                    os de
                    Jesús.
DIMENSION DE COMUNION
                    DIMENSION SOCIAL
   "QueJn. 17, 21-25
        todos  sean uno,
                     "Tuve hambre
                      Mt. 25, 34-36 y. 40
                                       me
         EQUIPO DE FACILITADORES
     ARQUIDIOCESIS DE TUXTLA GUTIERREZ
            SER DE LA COMUNION:
  Objetivo:
 Reflexionar sobre los fundamentos que nos da la Palabra de
  Dios y la enseñanza de la Iglesia sobre la comunión y su
  importancia para toda acción pastoral.
    1. REFLEXIONAMOS
 “Que todos sean uno como Tú Padre,…” (Jn. 17, 21 . 26).
   1.1.- LA COMUNIÓN EXPRESIÓN DE LA VIDA TRINITARIA
 Cristo nos habla de la relación íntima que se da entre el Padre,
  el Hijo y el Espíritu.
 El misterio trinitario de Dios es un misterio de comunión,
  que se debe manifestar en la vida de los Discípulos de Cristo,
  y debe reflejarse de diversas formas pero, de manera especial
  con las personas que nos rodean: familia, comunidad, etc.
 Por eso debemos afirmar que el “Ser” de la comunión, es
  expresión de la vida trinitaria:
  La voluntad de Dios de salvar a la humanidad, ha sido
  realizada en perfecta comunión entre el Padre, el Hijo y el
  Espíritu Santo.
  Con la muerte y resurrección de Cristo, une a judíos y
  gentiles, y constituye el pueblo de la Nueva Alianza para la
  salvación de todos.
  El Espíritu Santo es enviado para guiar y conducir a su
  Iglesia hacia la verdad, la unidad plena, hacia la salvación y
  hacia el Padre.
 1.2.- LA IGLESIA ES COMUNIÓN
 La Iglesia en su identidad más profunda es comunión; porque sólo
  puede vivir de una profunda relación con la Trinidad, expresar su
  fe y unificarse, “un solo corazón y una sola alma” (Hech. 4, 32).
 Del Padre procede la iniciativa de salvar al mundo; Jesucristo
  llevó a cabo la buena nueva de la salvación, reuniendo a los
  hombres en un solo pueblo y reconciliando al mundo con Dios a
  través de su misterio pascual; así fundo la Iglesia.
 El Espíritu Santo, alma de la Iglesia, la santifica, la guía y la
  hace crecer en la vida divina; lleva a sus miembros a la plenitud
  de verdad y de vida que es la comunión con la Santísima
  Trinidad.
 Todo esfuerzo por la unidad fortalece la vida eclesial; donde no
  se ve la unidad y la comunión, allí se ha deteriorado el mismo ser
  de la Iglesia. (reflexionar discurso de Juan Pablo II, 1-IV-1980).
 1.3.- TODA ACCION PASTORAL NACE DE LA COMUNION
  “Yo soy la vid; ustedes las ramas….”. (Jn. 15, 5 . 12).
 La acción pastoral es acción de Jesucristo, solo puede ser
  verdadera si hay una profunda comunión con Cristo. Jesús nos
  hace ver que unidos a Él, podemos dar fruto.
 Por eso la Iglesia sabe que su identidad más profunda es la
  comunión; su vida depende de la comunión con Jesús; Él unido
  con el Espíritu Santo, anima y vivifica a los creyentes que juntos
  caminan hacia el Padre y a la plena comunión de la vida.
 De esta vida de comunión entre hermanos y de ellos con su
  Señor, nace toda acción pastoral, para hacer presente la salvación
  y ser camino que lleva y crea la comunión.
 La acción pastoral debe fortalecer la vida de comunión de la
  Iglesia en todos sus niveles, no puede dividir o dispersar.
        CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNIÓN:
    Objetivo:
   Presentar las características de la Dimensión de Comunión que se
    reflejan en las diferentes tareas y niveles de la Iglesia.
    1.- REFLEXIONAMOS
   “Del mismo modo que el cuerpo es uno…” (1 Cor. 12, 12).
       1.1.- LA UNIDAD
   Las diferentes tareas que la Iglesia realiza deben manifestar
    siempre la unidad; pues así como las acciones de un cuerpo
    aunque son diversas deben orientarse a un mismo fin, de la
    misma manera en la Iglesia, la diversidad de acciones no
    pueden estar aisladas las unas de las otras.
 La unidad lleva siempre a la complementariedad de las diversas
  acciones; en la comunión se descubre que ninguna acción puede
  ser indiferente a otra.
 Nadie puede abarcar todo el trabajo del reino, todos somos
  colaboradores; el que tiene la visión plena total, es Jesucristo y
  nuestras acciones son siempre limitadas, son las capacidades que
  Dios nos ha dado para ponerlas a disposición del Señor.
 Nuestras acciones junto con las de otros que trabajan en el mismo
  espíritu, son sólo parte del trabajo total. La comunión no excluye
  sino que busca siempre la integración de todos.
    1.2.- EL MUTUO APOYO
 “Gracias a esta diversidad y complementariedad, cada fiel laico
  se encuentra en relación con todo el cuerpo y le ofrece su propia
  aportación. (Chl. 20).
 En la comunión se tiene en cuenta la diversidad de carismas y
  ministerios para la común utilidad; es una complementariedad
  donde se refleja siempre el mutuo apoyo, para que cada persona
  viva plenamente su vida cristiana y realice bien su propia función.
 En la comunión, ningún grupo o comunidad puede ser verdadero
  discípulo de Cristo, si no se preocupa y apoya el trabajo de sus
  hermanos.
 Desde la vivencia de comunión, se entiende mejor la necesidad del
  mutuo apoyo, para que pueda cumplirse la misión de la Iglesia:
  El anuncio de la palabra, la celebración de la fe y el testimonio
  de la caridad.
    1.3.- VIVIFICA (DAR VIDA)
  “Yo soy la Vid verdadera, y mi Padre el viñador...” (Jn. 15, 1 - 5).
 La vida de comunión vivifica porque hace que fluya en todo el
  cuerpo la vida del Espíritu. Es el Espíritu el que impulsa a la
  acción, por eso la Iglesia, como pueblo de Dios vive la comunión
  en forma orgánica y dinámica.
 Ese dinamismo que es señal de vida, se ve cuando hay
  organización y articulación de las personas, grupos e
  instituciones; por eso toda estructura eclesial ha de ser lugar
  donde se proclama, se vive y se aprovecha la comunión. Esta
  manifestación del dinamismo vivo del Espíritu se le llama
  “Pastoral Orgánica”.
 Una vida de comunión, siempre vivifica porque interrelaciona las
  acciones y vida de sus miembros. Trabajar con un plan no es
  consecuencia de una reflexión, sino de la vitalidad de comunión
  eclesial que busca ser rostro fiel de la Iglesia comunión.
 La unidad es expresión de vida, cuando un cuerpo, una
  institución se desune, se descompone y muere.
 Estás características son palpables en todos los niveles, decisiones
  y organización de la Iglesia que lucha por ser fiel a su Señor.
 En PARROQUIA: Al recibir el bautismo se recibe la dignidad de
  hijos de Dios; la Iglesia nos recibe como miembro suyo con
  derechos y obligaciones. La parroquia forma parte de la Diócesis
  y busca la participación activa de los fieles en la acción pastoral.
 Las COMUNIDADES eclesiales menores (capillas y grupos),
  participan activamente en la edificación del rostro de Iglesia
  Comunión; ahí se favorece las relaciones interpersonales en la
  fe, que se alimenta con la Palabra y con la Eucaristía.
 En la DIOCESIS, el obispo es el principio y fundamento visible
  de unidad en su propia Iglesia. En la vida Diocesana se encarna la
  comunión al unir la diversidad y trabajar por la
  complementariedad de: vocaciones, ministerios, carismas y
  demás responsabilidades.
          ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN:
  Objetivo:
 Reflexionar en la importancia de una espiritualidad que alimente
  y fortalezca la comunión.
   1.- REFLEXIONAMOS
 “Espiritualidad de la comunión significa ante todo una mirada
  del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita
  en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro
  de los hermanos que están a nuestro lado.” (NMI-43).
   1.1.- LA COMUNION ES COLUMNA VERTEBRAL
                  DE LA IGLESIA
 El Papa Juan Pablo II (E.P.D), explica que la espiritualidad de la
  comunión es: columna vertebral y fuerza de la vida de la Iglesia.
 MIRADA DEL CORAZÓN HACIA EL MISTERIO DE LA
  TRINIDAD: Se trata de tener una actitud contemplativa del
  misterio de Dios en su manifestación trinitaria; el corazón
  contempla el misterio que la inteligencia no alcanza a comprender.
  La unidad de nuestra fe brota del misterio trinitario, como unidad
  integradora: Un Padre creador de todo, un Hijo redentor de todos
  y un único Espíritu santificador.
 MISTERIO QUE HABITA EN NOSOTROS: Reconocer este
  misterio en nuestra vida personal, es reconocer a Cristo como
  único salvador que nos revela el amor del Padre y nos ha
  entregado el don del Espíritu Santo. Quien esta unido a cristo,
  esta en comunión con el Padre, en el Espíritu.
 RECONOCER EL MISTERIO DE DIOS EN EL HERMANO:
  Descubrir en el prójimo la luz de Dios, es una exigencia necesaria
  ; aceptar a Cristo comporta aceptar al hermano.
 Este reconocimiento del hermano como luz del misterio de Dios,
  nos ayuda a valorarnos, a compartir la vida y a caminar juntos.
  La acción y la pasión por el Reino, se alimenta de una
  espiritualidad de comunión; donde falta el amor falta todo.
        1.2.- LA COMUNION ES INTEGRADORA DE LAS
         DISTINTAS ACCIONES, GRUPOS Y COMUNIDADES
“ Del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchas partes y
  todas las partes del cuerpo, aun siendo muchas forman un solo
  cuerpo, así también Cristo..” (1 Cor. 12, 12 – 17. 27 – 28).
 La iglesia es misterio de comunión; se reconoce a sí misma como
  cuerpo místico de Cristo; y sabe que todos sus miembros deben
  estar unidos, para alcanzar el fin que les ha encomendado su señor:
 “Anunciar la Buena Nueva del Reino, para formar el Pueblo de
                   Dios, la familia de Dios”.
 La salud y fortaleza del cuerpo humano depende de su relación
  vivificante de todos sus miembros. Así también, los miembros de
  la Iglesia hemos de ocupar nuestro lugar y función, tenemos que
  cuidar la interrelación vivificante para mantener la fortaleza y
  vida de Dios.
 Es urgente descubrir cada vez mejor el lugar y la función
  eclesial; a esto llamamos vocación y misión de la iglesia. La
  Iglesia es el “Pueblo de Dios, que bajo el impulso del Espíritu
  Santo, actualiza la acción de Jesús en orden a la construcción
  del Reino de Dios en el Mundo”.
 La iglesia realiza una acción pastoral con distintas dimensiones;
  las llamamos: Profética, Liturgia, Social y de Comunión; es la
  Pastoral Fundamental.
 Existen acciones pastorales que por su trabajo especializado en
  determinado sectores, se han trazado objetivos y tareas
  específicas para evangelizar; nos referimos cuando la iglesia habla
  de su: pastoral juvenil, familiar, indígena,           renovación
  carismática, legión de maría, etc.
 Sin embargo, para no perderse ni quedar en la superficialidad
  han de estar cimentadas y alimentadas por la acción profética,
  sacerdotal y regia de Cristo, por la vida de comunión. Esto es y
  será siempre lo fundamental.
 La existencia de distintas actividades de la pastoral, será siempre
  una riqueza; la dificultad surge cuando se realizan
  independientemente una de otra, como si cada una fuera la única
  acción; estas acciones son complementarias. Si faltara alguna de
  las tareas fundamentales, significa que la comunidad no está
  realizando con fidelidad la acción de Cristo.
   1.3.- MEDIOS PARA ALIMENTAR LA COMUNION
 La comunión no se da por casualidad, es necesario buscarla,
  cultivarla y cuidarla; pero nunca olvidar que la comunión no es
  fruto del esfuerzo humano, sino que es don de Dios, y Él lo
  concede a quienes, con corazón dispuesto, se la piden y la
  alimentan. De aquí la importancia de la oración, y de la
  instrucción y de asegurar lugares de comunión.
 LA ORACION: Es indispensable para la unión con Dios, fuente
  de la comunión; nos lleva a la amistad y trato intimo con Dios
  mediante los sacramentos; nos impulsa a vivir el mandamiento
  del amor y a construir la fraternidad.
 LA INSTRUCCIÓN: es necesaria para conocer con claridad la
  importancia y alcance de la comunión en la vida de toda persona
  y sociedad, para estar atentos a las amenazas, debilidades y
  seleccionar los medios adecuados para cuidarla y fortalecerla.
   Es importante potenciar lugares de comunión donde se ven y
    fortalecen las relaciones fraternas, el mutuo apoyo, la amistad
    , la convivencia y hasta la corrección fraterna.
   El hogar cristiano, los grupos, movimientos y asociaciones, las
    actividades de las tareas fundamentales y sobre todo, las
    celebraciones litúrgicas están llamadas a ser verdaderos lugares
    donde se restaura, expresa y fortalece la comunión.
                   TALLER POR GRUPOS
    ¿Cómo Discípulo de Cristo, a que te invita y compromete:
              1) El Ser de la Comunión.
              2) Las Características de la comunión.
              3) La Espiritualidad de la comunión?
ORGANIGRAMA PARROQUIAL DE COMUNIÓN
       PARROCO
                                  RELIGIOSAS
        VICARIO
     COORDINADOR DE
    CONSEJO/COMUNIÓN     QUEHACER DE LA COMUNION
                        Cuidar la vida cristiana de la comunidad.
      COORDINADOR
                        Que no falten las tareas fundamentales.
        DE SECTOR
                        Convocar a la unidad y la comunión.
      COORDINADOR       Promover a la promoción humana.
       DE CAPILLA       Acompañar a cumplir la misión.
      COORDINADOR
       DE MANZANA         Fuente: Vicaria de Pastoral Diocesana
      ARQUIDIOCESIS DE TUXTLA GUTIERREZ
          DECANATO CENTRO ORIENTE
     TAREAS DEL QUEHACER DE LA COMUNION:
  Objetivo:
 Comprender que el convocar, promover y acompañar son tres
  tareas importantes del quehacer de la comunión.
  1. REFLEXIONAMOS
“Los once discípulos fueron a Galilea,…..” (Mt. 28, 16 - 19 ).
 Cada uno tenemos unas tareas que realizar para ser felices y
  hacer felices a los demás. La Iglesia debe ser escuela y casa de
  comunión para cumplir la misión que Cristo le ha
  encomendado. Para hacer realidad esta misión, la comunión
  necesita: convocar, promover y acompañar.
 1.1-CONVOCAR:
 Jesús, el enviado del Padre convoca, llama y constituye la
  comunidad apostólica a la que confía el anuncio del Reino y la
  Buena Nueva de salvación.
 Convocar es una acción misionera que Cristo lleva a cabo
  mediante la predicación infatigable del Reino, provocando
  admiración en la gente y los atrae para verlo, escucharlo y dejarse
  enseñar y transformar por Él.
 Como Jesús; la Iglesia sigue convocando a hombres y mujeres de
  todos los tiempos (Mc. 3,13), para hacerlos conscientes de su
  identidad y misión.
 La Iglesia descubre la diversidad de tareas, carismas y servicios
  que cada uno puede desempeñar de acuerdo a los talentos que ha
  recibido y los integra para que todos contribuyan a la misión.
 1.2- PROMOVER:
 La comunión con Cristo lleva a la comunidad a la promoción y
  aceptación del evangelio, de la persona y el trabajo pastoral
  promovido en todas las dimensiones, que genera acciones para
  cumplir las tareas de la Iglesia.
 Cristo, no excluye a nadie; ninguno queda fuera de su llamado y de
  su amor; la Iglesia, debe promover el conocimiento de la Palabra
  de Dios, la unidad y la comunión, permitiendo que las
  comunidades sean creativas para anunciar el evangelio de manera
  integral.
 Junto con las acciones de la dimensión Profética, celebración
  Litúrgica, y la vivencia solidaria de la Social, la comunión debe
  vivirse como una fuerte experiencia de Dios.
 La Iglesia es el espacio de comunión donde debemos vivir “la
  caridad, la fraternidad y la solidaridad” entre los hermanos.
 1.3.- ACOMPAÑAR:
  “Y sepan que yo estoy con ustedes….”. (Mt. 28,20).
 Acompañar significa estar atento a las necesidades, a los
  problemas, a las dudas que se van presentando en el camino
  ofreciendo las luces para superar las dificultades.
 Cristo acompaña a la comunidad apostólica; es compañero de
  camino, se hace solidario en todo; a los que llama los anima para
  cumplir la misión; la vivencia de la comunión es una experiencia
  de acompañamiento.
 La Iglesia entiende que el Señor Resucitado la acompaña; Él está
  presente de distintas maneras; los que habían aceptado la fe...
  vivían unidos y tenían todo en común... (Hech. 2, 42-46).
 Para acompañar desde la comunión, la Iglesia necesita de sus
  miembros y sobre todo de aquellos que tienen el ministerio de la
  coordinación.
             EL PROCESO DE LA COMUNION:
    Objetivo:
   Presentar las etapas del proceso que deben vivirse para insertarse
    en la vivencia de la comunión cristiana.
    1.- REFLEXIONAMOS
   “Subió a la montaña, llamó a los que él quiso”… (Mc. 3, 13 ).
   “Dejando inmediatamente las redes, lo siguieron” (Mt. 4, 20).
    1.1- LLAMADO / RESPUESTA
   Toda experiencia cristiana de comunión está presidida por una
    llamada de parte de Dios; es como el llamado que Moisés
    escucha en el desierto, o como los llamados de los profetas en
    medio de su vida.
 Lo mismo les pasa a los discípulos de Jesús, ellos respondieron
  positivamente, dejando las redes, padre, madre; aceptando
  plenamente la invitación.
 Este primer momento es el inicio de un proceso de cambio en la
  vida personal; responder con un “SI” al llamado, es integrarse a
  la vida de comunión. En nuestras comunidades, la comunión es
  una semilla delicada, hay que cuidarla porque, las ambiciones y
  los egoísmos pueden impedir que esta comunión se fortalezca y de
  frutos.
 El llamado es una gracia, un privilegio del amor de Dios; no
  depende de las cualidades personales, la respuesta sí depende de
  la disposición personal. El llamado a la comunión, parte del
  encuentro con Jesucristo y exige una preparación que le
  llamamos:
   1.2.- DISCIPULADO
“Jesús dio media vuelta y, viendo........” (Jn. 1, 38-39).
 El discipulado es otra etapa más del proceso de formación en la
  vida de comunión, es más intensa por la cercanía con el Señor, se
  entiende su proyecto, se comparte la vida, se clarifican las dudas,
  se crece en la fe, se vive la conversión.
 En el Nuevo Testamento se reserva el nombre de discípulo a los
  que reconocen a Jesús como su Maestro y son integrados a la vida
  de comunión por la misión de la comunidad.
 El discipulado no depende de ciertas cualidades o privilegios,
  sino de la integración a la persona de Cristo, del deseo de romper
  con el pasado para conformar la vida a las enseñanzas del Maestro.
 Sin discipulado no puede haber verdadera comunión, no hay
  identidad con Cristo. El discipulado permite comprender el
  proyecto del Reino; profundiza las verdades de la fe; ordena los
  contenidos doctrinales; hace vivir y comprender los signos
  sacramentales y permite dar testimonio de vida.
  1.3.- APOSTOLADO
 La vivencia de la comunión no se encierra en sí misma. Es una luz
  que brilla para todos; la comunidad entiende el mandato de su
  Señor y lo pone en práctica.
 Jesús escogió a doce, la comunidad apostólica; animó la
  comunión entre ellos y les pidió que se mantuvieran unidos y les
  encargo hacer más discípulos y de bautizar a todas las naciones.
 El apóstol sabe que es enviado, que va en nombre de Jesús; no
  lleva un mensaje propio, con su vida da testimonio de aquel que
  lo envió; es mártir, testigo fiel del Señor Resucitado.
 Cuando la comunión y el proyecto de salvación llega a ser parte
  de la vida comunitaria, brota el dinamismo apostólico, se definen
  ministerios y surgen carismas que el Espíritu ilumina en los
  miembros de la comunidad.
          LA FORMACION EN LA COMUNIDAD:
  Objetivo:
 Presentar una visión general de la formación que debe sustentar
  las tareas y el proceso de la vida de Comunión.
   1.- REFLEXIONAMOS
  “Hay diversidad de carismas,......”( 1Cor 12, 4-7).
   1.1.- MINISTERIOS
 Es un don de Dios, que compromete a una total entrega de
  servicio      a Cristo y al prójimo, son permanentes e
  indispensables en la comunidad. (Ej. Ministerio de la Palabra, el
  litúrgico, el de caridad y el sacerdotal).
      1.2.- CARISMAS
 Son manifestaciones extraordinarias del Espíritu Santo que
  concede a miembros de la Iglesia, para bien de la comunidad y
  extensión de la misma Iglesia. No son permanentes pero son
  valiosos (Ej. Vida Consagrada, movimientos, asociaciones, etc.),
  hacen crecer el amor en la vida de la Iglesia y fortalecen la
  comunión.
 Una de las líneas de formación para el quehacer de la comunión
  será la relación que hay entre comunión, ministerios y carismas.
  Los carismas deben primero discernirse y valorarlos.
 El documento de los obispos de México (E.J.S.T.), pide a los
  presbíteros discernir los carismas y cualidades de los fieles que
  puedan contribuir a la animación de la comunidad; escuchándolos
  y dialogando con ellos para impulsar su participación y
  corresponsabilidad. (No. 145).
   1.3.- MISION
  “Un día mientras celebraban la liturgia del Señor...” (Hech 13, 2).
 Otra línea importante en la formación para cumplir las tareas de
  la comunión es la Misión. Es el envío; es el trabajo apostólico en
  la viña del Señor.
 Tener en cuenta que el mensaje de la fe, se expresa siempre en
  diferentes ambientes, situaciones y culturas. Cristo entro en la
  historia humana para cumplir su misión en una cultura concreta;
  quienes realizan cualquier ministerio pastoral deben ser capaces
  de entender estos ambientes para cumplir la misión evangelizadora.
 Cuando no se conoce el ambiente, se corre el riesgo de cubrir la
  vida del pueblo con ciertas costumbres cristianas, pero sin llegar
  a transformar las actitudes y los valores profundos que marcan
  la vida de los pueblos.
    1.4.- PLANEACION DE CONJUNTO
 Para realizar las tareas de la comunión es necesario tener una
  formación sobre la planeación adecuada a nivel diocesano,
  parroquial, grupo o pequeña comunidad; entendiendo que toda
  acción pastoral debe alcanzar un objetivo, metas, no puede
  caminar sin rumbo.
 Existen diversos métodos de planificación que deben tomarse en
  cuenta:
 La realidad: cultura, historia, económica, social, religiosa.
 La visión: evangélica, la doctrina de la Iglesia, su magisterio.
 El discernimiento: evangélico y comunitario.
 Los objetivos: que deben alcanzarse.
 Los programas: para realizar el plan de acción.
 La evaluación: periódica del plan propuesto.