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Lectio Divina Sobre Sinodalidad

El documento describe cómo los discípulos se enfrentaron a quejas sobre la atención a las viudas y la administración de bienes. Los Doce convocaron a los discípulos y les pidieron elegir siete hombres para encargarse de estas tareas, para que ellos se dedicaran a la oración y la palabra. Escogieron a Esteban y otros seis hombres, a quienes presentaron a los apóstoles después de orar e imponerles las manos.
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Lectio Divina Sobre Sinodalidad

El documento describe cómo los discípulos se enfrentaron a quejas sobre la atención a las viudas y la administración de bienes. Los Doce convocaron a los discípulos y les pidieron elegir siete hombres para encargarse de estas tareas, para que ellos se dedicaran a la oración y la palabra. Escogieron a Esteban y otros seis hombres, a quienes presentaron a los apóstoles después de orar e imponerles las manos.
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LECTIO DIVINA

LECTIO: ¿Qué dice la Palabra de Dios?

“En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas de
los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de
caridad de todos los días. Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les
dijeron: «No es justo que, dejando el ministerio de la Palabra de Dios, nos dediquemos a
administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio.

Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra». Todos estuvieron de acuerdo


y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor,
Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y éstos,
después de haber orado, les impusieron las manos. Mientras tanto, la Palabra de Dios iba
cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un
grupo numeroso de sacerdotes había aceptado la fe”. Palabra de Dios.
Vuelve a leer el texto en silencio,
identifica las palabras o frases que
más te hayan llamado la atención.
Otro ejercicio que se puede hacer con
el texto, es poner tu nombre en la
narración.
MEDITATIO: ¿Qué me dice a mí la Palabra de Dios?

La meditación tiene como función


poner la mirada y la escucha al
servicio de la Palabra de Dios.

Cada orante puede realizar una meditación de acuerdo con


lo que el Espíritu Santo suscite en su interior o gracias a los
conocimientos que tenga de la Sagrada Escritura.
En esta Lectio, proponemos algunos puntos de meditación relacionados
con la Sinodalidad: “el ejercicio de la sinodalidad se concretiza la
vocación de la persona humana a vivir la comunión que se realiza
mediante el don sincero de sí mismo, en unión con Dios y en unidad con
los hermanos y hermanas en Cristo” (43).
Y porque, “este es el compromiso programático
propuesto por el Papa Francisco en la
conmemoración del quincuagésimo aniversario
de la institución del Sínodo de los Obispos” (1).
Encontramos en el texto uno de los
momentos más importantes de la
Historia de la Iglesia.

El número de los discípulos


aumentaba y fue necesario hacer un
ejercicio de discernimiento, una de
las herramientas más importantes
para vivir la Sinodalidad.
*La administración de los bienes consumía el tiempo de los discípulos y esto
afectaba la proclamación de la Palabra de Dios.
*También había di­ficultades para atender a las viudas en el servicio de caridad de
todos los días.

*Las problemáticas presentes en


la comunidad cristiana, hizo
necesario discernir qué se debía
hacer para encontrar una
solución.
La disposición para ver la realidad,
examinarla, y reconocer lo qué está
sucediendo es el principio de la
Sinodalidad.

Es interesante destacar lo que dice el texto «hubo ciertas


quejas». Estas son la manifestación de que algo no va
bien, de que es necesario escuchar y revisar para ver qué
se puede hacer. Experiencias vividas en nuestras
parroquias.
Después de las quejas y de haber
percibido la realidad, se hizo una
convocación. Merece la pena
destacar esta acción de los Doce.

Los Doce no encontraron una solución en ellos mismos, sino que


convocaron a la multitud de los discípulos y pidieron que eligieran a
hombres que se responsabilizaran de las tareas que no se estaban realizando
bien.
Ellos confían en que sabrán escoger a los hombres
con las características que habían solicitado.

Quiere decir, que la comunidad se conoce y tiene olfato


para elegir a quienes sean más aptos para realizar estas
tareas. Los laicos son expertos en los asuntos temporales,
están en el mundo.
«Todos estuvieron de acuerdo». La expresión sintetiza el ejercicio de
Sinodalidad.
Llama la atención cómo «todos» se involucran en la propuesta de los
apóstoles y cómo «todos» llegan a un acuerdo para elegir a Esteban,
Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás.
El ejercicio de la Sinodalidad tiene
como una de sus características
principales el hecho de ponerse de
acuerdo, “caminar juntos”.

Ya no se presenta como requisito haber conocido a Jesús, sino ser


reconocido por la comunidad como hombres de buena reputación,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría.
Entre los más conocidos por la tradición de la Iglesia destaca Esteban, el protomártir. El 26
de diciembre, la Iglesia celebra el martirio de San Esteban.
Este acontecimiento es una invitación a meditar sobre la relación entre martirio y
Sinodalidad.

Esteban, ofrece un servicio inestimable a la Iglesia al morir como mártir. En este sentido, se
puede decir que el mártir es el hombre sinodal por excelencia.
Ya no se trata de hablar para resolver una situación conflictiva en la
comunidad, sino de dar la propia vida como testimonio para
manifestar que la Iglesia es sinodal.

El mártir muestra el camino por el que una Iglesia sinodal debe


caminar.

No se puede ser Iglesia sinodal si no se camina


siguiendo las huellas del mártir, en defi­nitiva, las
Meditemos en unos números de los que la CTI nos habla de
Sinodalidad, que nos disponga al trabajo de esta Asamblea Eclesial de
nuestra Vicaria Episcopal.

Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable. En


el ejercicio de la sinodalidad está llamada a articular la
participación de todos, según la vocación de cada uno ….

La autoridad de los Pastores es un don específico del Espíritu de


Cristo Cabeza para la edificación de todo el Cuerpo (67).
En la Iglesia sinodal toda la comunidad, en la libre y rica
diversidad de sus miembros, es convocada para orar, escuchar,
analizar, dialogar, discernir y aconsejar para que se tomen las
decisiones pastorales conformes a la voluntad de Dios.

Para llegar a formular las propias


decisiones, los Pastores deben
escuchar entonces con atención los
deseos de los fieles (68).
La sinodalidad designa el estilo peculiar que califica la vida y la misión de la Iglesia
expresando su naturaleza como el caminar juntos y el reunirse en asamblea del Pueblo de
Dios convocado por el Señor Jesús.
Debe expresarse en el modo ordinario de vivir y obrar de la Iglesia.

Este modus vivendi et operandi se realiza mediante la escucha comunitaria de la Palabra


y la celebración de la Eucaristía, la fraternidad de la comunión y la corresponsabilidad y
participación de todo el Pueblo de Dios, en sus diferentes niveles y en la distinción de los
diversos ministerios y roles, en su vida y en su misión (70)
ORATIO: ¿A qué me invita la Palabra de Dios a expresar en
oración?
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu
nombre. Tú que eres nuestro verdadero consejero: Condúcenos a la unidad en ti, para que no
ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros nos desviemos del camino de la verdad y la
corazones. justicia, sino que en nuestro peregrinaje
Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida
la meta. Impide que perdamos el rumbo como eterna.
personas débiles y pecadoras. No permitas que la
ignorancia nos lleve por falsos caminos. Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo
Concédenos el don del discernimiento, para que tiempo y lugar, en comunión con el Padre y
no dejemos que nuestras acciones se guíen por el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.
perjuicios y falsas consideraciones.
CONTEMPLATIO: ¿A qué me compromete la Palabra de
Dios?
Iluminados por la Palabra de Dios, asumamos compromisos:

La sinodalidad en la vida parroquial

La parroquia es la
comunidad de fieles que
En ella se aprende a vivir
realiza en forma visible, como discípulos del
inmediata y cotidiana el Señor en el interior de Formando una comunidad
misterio de la Iglesia. una red de relaciones concreta que vive en sólido
fraternas en las que se su misión y su servicio, en la
experimenta la armonía de la contribución
comunión. específica de cada uno (83).
Formación para la vida sinodal: Sin conversión del corazón y
de la mente, y sin un adiestramiento ascético en la acogida y la
escucha recíproca, de muy poco servirían los mecanismos
exteriores de comunión, que podrían hasta transformarse en
simples máscaras sin corazón ni rostro (107).
El diálogo sinodal: implica valor tanto en el hablar
como en el escuchar. No se trata de un debate, sino
mas bien de expresar con respeto cuanto, en
conciencia, se percibe que ha sido sugerido por el
Espíritu Santo…(111).

Una actitud esencial en el


diálogo sinodal es la
humildad, que propicia la
obediencia de cada uno a
la voluntad de Dios y la
recíproca obediencia en
Cristo (112).
La experiencia vivida y perseverante de la
sinodalidad es para el Pueblo de Dios fuente de
la alegría prometida por Jesús, fermento de
vida nueva, pista de lanzamiento para una
nueva fase de compromiso misionero (121).

Con esta actitud de sinodalidad participemos de nuestra Asamblea


Eclesial, abiertos a las mociones del Espíritu Santo.
«Todos» nos sintamos involucrados como nos ha enseñado los
Hechos de los Apóstoles, para ponerse de acuerdo, “caminar
juntos”.
A C IA S! !
GR

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