Estudiantes y Protesta en Chile 1983-86
Estudiantes y Protesta en Chile 1983-86
ESCUELA DE HISTORIA.
                               Santiago, 2015.
Una sombra de muerte, que se cierna en sus tierras.
        Perros verdes infringen el castigo con placer.
         Piedra contra la bala, fuego contra las leyes.
Y el temor que se siembra, siembra la rabia también.
          Buses como luciérnagas iluminan la ciudad.
        Son el fruto del odio que sembró la sociedad.
      Y si no quieres eso, pues edúcalos con calidad.
           2
Agradecimientos.
                                          3
AGRADECIMIENTOS.                                                                                         3
INTRODUCCIÓN. 6
Un actor del movimiento popular: el movimiento estudiantil secundario. Juventud, movimiento social y
actividad política.                                                                                26
Seguridad para estudiar, libertad para vivir: democracia en el liceo y en el país ¡Ahora! 54
La militancia revolucionaria: ideologías al interior del movimiento secundario. Del acuerdo nacional hasta
la guerra insurreccional de masas.                                                                       61
CONCLUSIONES. 81
ANEXOS. 84
                                                       4
Anexo 1: Tabla Jornadas de Protesta y Acciones del movimiento de estudiantes de
enseñanza media.                                                                   84
                                           5
Introducción.
                                                        6
experiencias de donde surge nuestro interés y motivación que impulsan esta
investigación.
Para realizar este estudio nos planteamos como objetivo general comprender las
dinámicas de lucha y estrategias de las organizaciones secundarias dentro de las
jornadas              de            protestas           entre           1983-1986.
Esto nos permitirá establecer y posicionar las movilizaciones secundarias al
interior del contexto nacional en el marco de lo que fue el movimiento de oposición
a la dictadura.
Para adentrarnos en la particularidad del movimiento secundario en Santiago nos
proponemos como objetivos específicos: Primero caracterizar las formas de
organización y lucha del movimiento de estudiantes secundarios, con el objetivo
de lograr establecer los mecanismos de relaciones orgánicas. Segundo analizar
las diversas concepciones y apuestas políticas que se expresan al interior del
movimiento de estudiantes secundarios. Esto para lograr visualizar la gama de
perspectivas políticas que se expresaban en el quehacer estudiantil de la
enseñanza media y sus banderas de lucha. Y por último identificar las variadas
expresiones y dinámicas de protesta popular y acciones de violencia que
desarrolla el movimiento de estudiantes secundarios. Logrando establecer las
formas de acción directa que ejercían en contra de la dictadura.
En el primer capítulo nos adentramos al contexto latinoamericano de finales de los
setenta y principios de los ochenta. Donde diversas expresiones de carácter
armado y levantamientos populares, se enfrentaron a los altos grados de represión
ejercidos por Estados dictatoriales.
Nos introduciremos en la experiencia que se desarrolla en el territorio chileno, en
particular en su capital: Santiago. Para así comprender como se desenvolvía la
vida política de los diversos actores de oposición frente a la dictadura en el
transcurso de las Jornadas de Protesta.
Establecido el escenario, es necesario fijar y definir ciertos ejes de la realidad
durante el periodo de los ochentas que consideramos de relevante importancia
para comprender el movimiento de enseñanza media. Establecemos lo que
entendemos por violencia política y revisamos el concepto de movimiento
estudiantil a partir de su relación con la idea de juventud y movimiento social, a la
luz de un breve recorrido histórico.
En el segundo capítulo ingresamos directo a la vida y contexto dictatorial que
determinaba la realidad de un estudiante activo en la lucha contra la dictadura.
A través de las palabras de los entrevistados y reflexiones que realizan en sus
medios de propaganda vamos estableciendo de qué forma se comenzó a
constituir y expandir la organización de los/las estudiantes de enseñanza media,
pero en particular la experiencia del COEM. Fijándonos en el desarrollo de las
formas orgánicas de organización y problemáticas relacionadas a la idea de
unidad.
                                          7
Comprenderemos como la constante represión y vigilancia a la cual era sometida
la movilización secundaria, la falta de becas alimenticias, la inexistencia de
espacios de organización autónomos al interior de los liceos, la incapacidad de los
Ministros y autoridades de responder a los conflictos, la dificultad para ingresar a
la Universidad, etc., se tradujeron en demandas que actuaron como un catalizador
de las luchas y solidaridad entre los/as que componían al cuerpo estudiantes
organizados.
Nos fijaremos en las diversas expresiones de militancia que convivieron al interior
del movimiento estudiantil secundario, en particular en la izquierda que se
expresaba a través del COEM.
En el tercer y último capítulo, estableceremos –a partir de Benjamín y Schmitt– un
concepto que pensamos tiene una connotación política importante para
comprender la necesidad de transformación de la realidad en un momento tan
particular como una dictadura: Estado de Emergencia. Esto nos sitúa en el
conflicto recorrido por la violencia como instrumento racionalizado por parte de
sectores de la oposición que optan por la autodefensa en contra de la dictadura.
Para comprender a cabalidad la experiencia vivida y desarrollada por el
movimiento de las/os estudiantes de enseñanza media, plasmaremos las acciones
más relevantes que se enarcan en prácticas de autodefensa.
                                         8
común. Sin embargo, cuando se intenta explicar esta diversidad, se llega siempre
a una combinación de influencias que son todas de naturaleza social.”2
Teniendo como premisa esta condición de cualquier ejercicio de rescate de la
memoria, es necesario establecer sus rasgos de validez como fuente y método de
estudio.
La elaboración de una fuente a través del proceso de transcripción aparece como
un proceso riguroso que a través de la interpretación de sonidos, tonos y silencios,
nos permite ser fiel a la intención y palabra del sujeto entrevistado. Este proceso
de elaboración de la fuente es definido por Gaudichaud como un momento donde
“... el historiador oral luego que transcribe una entrevista bajo la forma de un texto,
crea una fuente de primera mano, cuyo valor es igual al de cualquier otro texto ya
existente y que debe ser interpretado con la misma precaución.” 3
Frente a la falta de objetividad que puede tener la utilización de una fuente creada
a partir de un testimonio, el autor nos recomienda –siguiendo a Bauman– tres
pasos importantes que se enmarcan dentro de un proceso de verificación:
insertando la entrevista dentro de nuestro propio conocimiento adquirido a través
de las lecturas que realizamos sobre el periodo, temáticas y otras fuentes a las
que tengamos acceso: en este caso sobre él movimiento secundario en dictadura;
un segundo paso es verificar en relación a otras entrevistas que aborden los
acontecimientos para descubrir contradicciones. Aunque nos invita a realizar una
verificación en “tiempo real”, obviaremos este comentario, ya que creemos puede
llevar a confundir al entrevistado desviando la entrevista lejos del objetivo
planteado. Como último paso nos enfrentamos a una clasificación de la entrevista
por tema y realizar una comparación con las otras entrevistas realizadas y la
documentación escrita del periodo.
Bajo esta misma perspectiva, que nos permitirá niveles de rigurosidad al momento
de realizar el análisis histórico, concordamos con la perspectiva expuesta por la
integrante del grupo Razón y Revolución que se posiciona de manera más crítica
frente a este auge de la historia oral bajo lo que se conoce como la corriente de la
historia reciente.
“Con lo que discrepamos es con la concepción de que la subjetividad solo es
asequible mediante el acceso al discurso del individuo al que entrevistamos.
Estudiar la conciencia de clase es otra forma de acceso a dicho universo. En
nuestro caso, mediante su análisis a través de las fuerzas sociales organizadas en
partidos. Desentrañar los programas, los objetivos políticos perseguido, nos
permite medir las variaciones que acontecen en este campo en un determinado
momento. Esta tarea la realizamos mediante una exhaustiva reconducción y
2
 Maurice Halbwachs, La mémoire collective, París, Albin Michel, 1997. Publicado en español por Anthropos, 2004, P. 94.
3
 Gaudichaud, Franck. Poder popular y cordones industriales. Testimonios sobre el movimiento popular urbano, 1970 –
1973. LOM 2004, Santiago, Chile. P. 60.
                                                          9
contratación de los fines políticos establecido por cada sector y los hechos que
cada uno de ellos desplego para realizarlos." 4
Por tanto acceder a los testimonios de los militantes secundarios del periodo nos
permite, en conjunto, y solo en conjunto, con sus declaraciones de principios,
comunicados, panfletos y boletines; archivos de prensa y revistas (diarios oficiales
de la época y revistas de oposición), acceder a niveles políticos y subjetivos, con
los cuales logramos configurar el espacio, sus coyunturas políticas y objetivos en
contrastación con sus logros.
A través de entrevistas en profundidad a seis participantes hombres del
movimiento secundario durante el periodo de las jornadas de protesta (1983 –
1986), tanto militantes de base como dirigentes de la COEM, insertados
mayoritariamente en los organismos de autodefensa de la orgánica secundaria.
Nos preocuparemos de establecer las formas de lucha y objetivos políticos del
movimiento secundario en un periodo de auge de las luchas del movimiento
popular que se enfocaban al derrocamiento del dictador. Lo que nos permitirá
establecer    las   diferencias  frente    a las     exigencias     del   periodo.
Como autocrítica nos hacemos responsables de no haber realizado entrevistas a
mujeres de la época que participaron dentro de los procesos de construcción y
lucha del movimiento de enseñanza media en dictadura. Comprendemos que esto
puede conllevar un sesgo a nivel de análisis, pero pensamos que esto no
entorpece los objetivos de esta investigación. Si bien esto demuestra una
perspectiva heteronormativa internalizada con respecto a la relevancia del sujeto
de estudio, sinceramente, debemos decir que no fue posible establecer entrevistas
con mujeres dirigentes que hubieran participado durante el periodo de estudio.5
El anexo de fotografía tiene como objetivo lograr un acercamiento a través de la
imagen a la historia reciente de nuestro país logrando otra manera de comprender
la relación entre memoria y presente. De manera clara Díaz nos explica la
capacidad de la fotografía para la comprensión histórica, “Esta segunda
característica [corta el tiempo], igual que la anterior [corta el espacio], otorga a la
fotografía grandes posibilidades en su manejo por parte del historiador, la
convierte en intemporal. El efecto de cortar el tiempo no supone un corte
cronológico, transforma el instante en un contenido de memoria. Todos
conocemos fotografías intemporales, reactualizadas y reinterpretadas
continuamente, que no sufren, sino que más bien se ven beneficiadas por el paso
del tiempo.”6
Junto con esto nos apoyaremos en una línea interdisciplinaria de trabajo, debido a
la insuficiencia metodológica que carece la historiografía frente al análisis de los
movimientos sociales, en la teoría de la movilización de recursos y la acción
colectiva de la sociología, y los distintos aportes de las ciencias sociales.
4
  Gaudichaud, Franck. Poder popular y cordones industriales. Testimonios sobre el movimiento popular urbano, 1970 –
1973. LOM 2004, Santiago, Chile. P. 60.
5
  En relación a esto es de importancia revisar el trabajo: “…”
6
   DÍAZ M. P., Historia del Tiempo Presente y nuevos soportes para la información, Cuadernos de Historia
Contemporánea, 1998. Número 20. 41-6O
                                                        10
Entrevistados:
1. Nombre (o apodo): Cristóbal.
Edad (al inicio del periodo 13 años
Colegio: Liceo de Aplicación.
Organización/militancia: 1984 militancia en el PS Almeyda / 1986 militancia en
Juventud Miguel Henríquez. Cargo seccional centro. Participación en el CODE
Aplicación: MAD (Movimiento Aplicacionista por la Democracia).
2. Nombre (o apodo): Guatón Roger.
Edad (al inicio del periodo): 14 años
Colegio: 1985-86 Andacollo (En Mapocho, Calle Cautin 1181, Santiago, Región
Metropolitana.); 1987 Liceo Aplicación; 1988 Ámsterdam.
Organización/militancia: Militante de la IC (Marzo ´85). Ingresa al CODE y
participa en el CC.AA. Militante del MIR (´87-´88).
3. Nombre (o apodo): Marcos Paulsen.
Edad (al inicio del periodo): 16 años.
Colegio: ´84 Liceo 12/´85 en Sta. Rosa/Liceo 14/ Liceo Lord Cochrane.
Organización/militancia: UES (Zonal Oriente). / 1985 militancia Lautaro.
4. Nombre (o apodo): Chico Dago.
Edad (al inicio del periodo): 13 años.
Colegio: ´83 en el Colegio Francisco Miranda/´84 Valentín Letelier; ´85 Lord
Cochrane.
Organización/militancia: Encargado público de la parte de autodefensa/ ´83
Militante del PS/ ´83-´84 participante de la fundación de las juventudes miristas/´84
Militante del MIR.
5. Nombre (al inicio del periodo): Juan Alfaro.
Edad (al inicio del periodo): 12 años.
Colegio: Liceo Aplicación.
Organización/militancia: Juventudes Comunistas. ´83 participación y presidencia
del FUDEM; ´84 Presidente del COEM; ´86 parte de la directiva de la FESES.
6. Nombre (al inicio del periodo): Gramsci.
Edad (en el periodo): 14 años.
Colegio: ´83 Escuela fiscal A-48, República del Salvador; ´84 Liceo 7;
Organización/militancia: ´84 CODE Liceo 7, ´85 Militante de la JRME.
                                         11
Capítulo 1.
Contexto histórico: Latinoamérica, el Cono Sur y Chile dentro del panorama
sociopolítico a partir de la segunda mitad del siglo XX.
7
  Sobre la revolución cubana Hobsbawm nos dice: “La revolución cubana lo tenía todo: espíritu romántico, heroísmo en
las montañas, antiguos líderes estudiantiles con la desinteresada generosidad de su juventud –el más viejo apenas
pasaba los treinta años-, un pueblo jubiloso en un paraíso turístico tropical que latía a ritmo de rumba. Por si fuera poco,
todos los revolucionarios de izquierda podían celebrarla.” HOBSBAWM, E. J., Historia del siglo XX, Barcelona, Critica,
1998, P. 439.
8
  Callejas Eduardo, El laboratorio del miedo. Una historia general del terrorismo. España, Critica, 2013, P. 291 y 296. Si
bien las fechas fundacionales nos sirven para situar un panorama general de las luchas que se vivían en el continente, es
importante comprender que los procesos de construcción de las organizaciones revolucionarias con una política militar,
                                                            12
En Guatemala es posible observar la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG), que coordinaba para el ´82 a diversos grupos armados; en
El Salvador el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en el
´80 llevaron a cabo la guerra civil formando milicias; y en Nicaragua el Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) logra derrotar a Somoza y establecer la
Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, lo que da inicio al triunfo de
revolución sandinista.
Numerosas organizaciones encontraron su ímpetu e inspiración principalmente a
partir de dos hechos: el triunfo de la revolución cubana en 1959; y el triunfo del
pueblo vietnamita contra el ejército estadounidense en 1975.
Estos avances con proyectos revolucionarios significaron una fractura entre la
sociedad civil y el Estado, dentro de diversos países de Latinoamérica,
concretizándose en la década de los ´709. Que tuvo como respuesta la
implementación de una política de Seguridad Nacional inspirada por militares
latinoamericanos e impulsada por Estados Unidos, que se tradujo en fuerzas
internas preparadas para generar movimientos de contrainsurgencia, debido a los
altos niveles de protagonismo del movimiento popular como conductor de la
sociedad.
Dentro de ésta década se producen contrainsurgencias que se traducen en golpes
de Estados que comenzaron en Brasil en Marzo de 1964, siendo el más
prematuro; y siguió en Bolivia en Agosto de 1971; Uruguay en Junio de 1973;
Chile en Septiembre de 1973 y en Argentina en Marzo de 1976.
Esto generó al interior de los países en dictadura una serie de expresiones de
resistencia, que se tradujeron en diversos movimientos opositores a los regímenes
dictatoriales; heterogéneos, tanto en composición social como estrategias
políticas.
Ya para la época de 1980 son un vario pinto de expresiones armadas y de
protesta social que emergen, o que continúan su desarrollo de un par de décadas
atrás, respondiendo a las diversas experiencias que se fueron presentando a lo
largo de tres décadas de lucha. Ya más cercano al periodo de estudio, los
movimientos populares tanto de Latinoamérica como de Centroamérica
influenciados directamente por las experiencias mencionadas, vieron nuevas luces
de convicción en el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua (1979) y los
levantamientos armados en Guatemala (1982) y El Salvador (1981). En particular
en Chile en 1973, la intervención directa y violenta de las fuerzas armadas como
responden a procesos de discusión, elaboración y prácticas previos que decantaron en esta política al interior de los
partidos y organizaciones.
9
  Sobre esto ver: Carlos Figueroa “Socialismo y revolución en centro américa.”; Pozzi P., Pérez C. (comp.), “Historia Oral
e historia política. Izquierda y lucha armada en América Latina, 1960-1990.” Santiago, LOM Ediciones/Universidad
Academia de Humanismo Cristiano 2012; Lowy Michael, “El marxismo en América Latina: antología, desde 1909 hasta
nuestro días.”, Santiago, LOM, 2007; Touraine Alain “La crisis y las transformaciones del sistema político en América
Latina.” En Fernando Calderon (comp.) “Socialismo autoritarismo y democracia.” Instituto de Estudios Peruanos IEP/
Consejo latinoamericano de ciencias sociales CLACSO, 1989.
                                                           13
institución, como un partido militar10, significó la redirección total de los caminos y
objetivos del país.
Este golpe que refleja la necesidad por parte de la clase dominante, representante
de un Estado autoritario de carácter portaliano11, quienes tienen el deber de
retomar el control que se fue perdiendo en primera instancia con la elección de
Frei Montalva (1964) que llego al poder con la revolución en libertad a través del
Partido Demócrata Cristiano; luego con la elección como presidente de Salvador
Allende, del Partido Socialista, quien como representante de la Unidad Popular,
una coalición electoral de Partidos y Organizaciones de Izquierda, quienes
impulsaron la apertura de espacios democráticos a través de la recuperación de
recursos en manos del Estado chileno: reforma agraria, modificación del Código
del Trabajo, etc.
Podemos afirmar –siguiendo las palabras de Luis Vítale– que en 1964 comienza
una fase histórica terminada en 197312. Es decir, no podemos entender la
profundización de los espacios democráticos en el gobierno de la UP, a saber
política de nacionalizaciones, profundidad en la Reforma Agraria y la creación del
área social y la forma de participación a través del control obrero y la
administración de empresas por trabajadores; sin las medidas de “chilenización
del cobre”, Reforma Agraria y Participación Popular, aplicada por el demócrata
cristiano. Es significativo establecer que el gobierno de la Unidad Popular logro
avanzar en las tareas de reforma democrático-burguesas pero el camino de
transición al socialismo que se buscaba no alcanzo a iniciarse, en tanto no fue
cambiado el carácter del Estado.13
Nos encontramos con un momento donde –en palabras de Núñez– “Era la
agudización de la lucha de clases, un período paulatino y sostenido de perdida
relativa del control y conducción del país por la derecha que tuvo su clímax con el
Gobierno Popular en 1970. Fue ese proceso el que llevó a la derecha a su
definición de “crisis de la democracia”; en el lenguaje de economistas, toda una
10
  Ver: Vitale, Luis. Interpretación marxista de la historia de Chile, Tomo VII. En internet:
http://www.scribd.com/doc/9524548/Luis-Vitale-Interpretacion-marxista-de-la-Historia-de-Chile-VII
11
   Grez S. caracteriza al régimen de Portales como un ejecutivo fuerte que ejercía un poder altamente centralizado,
autoritario, al límite de lo abiertamente dictatorial. En: De la “”Regeneración del pueblo” a la huelga general. Génesis
evolución histórica del movimiento popular en Chile (1810-1890)”. P. 234. RIL Editores.
12
   Para Gabriel Salazar la periodización realizada por Vitales (1964 – 1963) se inscribe al interior de un periodo más largo:
1959 – 1973. Esto debido a que el autor comprende que a partir de las elecciones de Alessandri, y luego con Frei, se
comienza un periodo donde “…el modernismo entro como una avalancha al sistema político chileno. Pero, en verdad, fue
un turbión alto, de clase media para arriba, que se afincó en las superestructuras e instancias planificadoras de la
sociedad. Hacia abajo, es decir, hacia los escalones sociales que habían demostrado su creciente protagonismo en los
hechos VPP de los años cincuenta, ese modernismo descendió de modo controlado, solo como para asegurar, tras la
flamante categoría de “participación”, el viejo mecanismo del clientelismo político.” En: Salazar Vergara, Gabriel.
Violencia polí ca popular en las “grandes alamedas”: San ago de Chile 1947-1987: una perspec va histórico-popular.
Santiago de Chile: Ediciones SUR, 1990. P 223.
13
  Vitale,    Luis.     Interpretación   marxista      de     la   historia   de      Chile,   Tomo      VII.   En   internet:
http://www.scribd.com/doc/9524548/Luis-Vitale-Interpretacion-marxista-de-la-Historia-de-Chile-VII. P. 1.
                                                             14
etapa de pérdida paulatina de las tasa de ganancias del capital. Esa era en
esencia la imperiosa necesidad refundacional.”14
Ya a principio de la década de los setenta, la clase trabajadora había pasado a
posicionarse como un actor hegemónico de la sociedad civil, y con ello removía de
sus seguras posiciones a los sectores acomodados del país, lo que los lanzó a la
ofensiva.
Se da inicio a un autoritarismo que a través de una acción reiterativa del terror
logra el ascenso de la burguesía. Momento de la dictadura –como bien lo expresa
Moulian– “...en la que el derecho, que define lo prohibido y lo permitido, y el saber
que define el proyecto, se imponen privilegiando los castigos.”15 Es decir, nos
encontramos en el momento más crudo (´73 – ´79) donde las torturas,
desapariciones y asesinatos, dirigidos inicialmente hacia cargos de dirección y
militantes/activistas de diversas organizaciones políticas para desbaratarlas. Y
luego de forma indiscriminada contra el movimiento popular16 que se enfrentaba al
régimen.17 Se instala el miedo –ocupado sistemáticamente según las necesidades
de control– como factor central del actuar del Estado, consiguiendo neutralizar a la
sociedad civil y con ellos a los distintos movimientos organizacionales que
buscaban transformar, reformar y/o revolucionar las estructuras de la sociedad
chilena.
Este panorama nos permite definir un periodo inicial donde la dictadura conseguía
el objetivo inmediato de paralización de los actores populares, pero que “...en el
mediano y largo plazo, las políticas llevadas a cabo por el régimen militar
representaron el recrudecimiento de las condiciones de vida de la clase popular;
hecho que impidió que este nuevo gobierno alcanzase algún grado de
legitimidad.”18
Aunque compartimos la idea de que la pauperización de las condiciones
materiales de la sociedad es producto de las políticas económicas y represivas
ejercidas, hablar de crisis de legitimidad –como lo plantea Faure y Lúnecke –
producto de la crisis económica de 1982 coincidente con la crisis que se genera
en el sistema mundo capitalista19, contradice sus palabras anteriores, ya que su
condición de dictadura deja fuera cualquier posibilidad de legitimidad. Entonces
más bien lo que se produce, en palabras de Moulian, es un periodo de acoso,
14
  Núñez Rojas, Luis, De la rebelión popular a la sublevación imaginada. Antecedentes de la Historia Política y Militar del
Partido Comunista de Chile y del FPMR, 1973-1990. Santiago, LOM Ediciones, 2011, P. 179.
15
  Moulian, Tomas. “La anatomía de un mito.” Décima Edición 1998, LOM Ediciones. P.165.
16
  Entendemos movimiento popular como el conjunto de luchas que llevan a cabo los sectores oprimidos que dispersas
en el territorio comienzan a bañarse de un ethos colectivo, una identidad y objetivo común. Para este periodo: el
derrocamiento de Pinochet.
17
  En este periodo son asesinados y/o exiliados desde la dirigencias del MIR hasta el PC.
18
  Sobre la definición de las Jornadas de Protesta como crisis de legitimidad ver: Faure, Eyleen, Los Locos del poder, P.12;
Lúnecke, Graciela, Violencia política (Violencia Portica en Chile. 1983- 1986), Arzobispado de Santiago fundación
documentación y archivo de la vicaría de la Solidaridad (2000).
19
  Se inicia con la crisis del dólar y la consiguiente ruptura unilateral por parte de Estados Unidos del patrón oro-dólar,
conocida como la crisis del petróleo (1974-1977), que después se cristalizo en un mal mayor para América Latina,
conocida como la crisis de la deuda (1980-1982), donde Estados Unidos aumento el proceso de endeudamiento de los
países dependientes para solventar su propios problemas financieros.
                                                            15
donde “una crisis generada en la economía que se extiende desde allí hacia la
sociedad en su conjunto, presenta la particularidad de colocar en evidencia los
límites de la capacidad de reproducción material de una estructura de relaciones
de producción. Por ello mismo puede actuar como facilitador de un despertar de
energías sociales dormidas”20. Por tanto nos encontramos con una coyuntura que
permite rearticulaciones y espacios, que en el periodo anterior a la década del
ochenta no existían, y no era una posibilidad posicionarse en las calles de
Santiago –las cuales estaban bajo irrestricto control-.
Ya a finales de la década de los setenta, en términos concretos, es cuando
comienza a producirse el desarrollo histórico de la Política de Rebelión Popular de
Masas (PRPM) del PCCH, sus bases y sus fundamentos políticos. Ya en 1975
inicia       la       formación        de        cuadros         político-militares.21
Este proceso insurreccional se encontrara en el camino con el desarrollo de
acciones armadas el año 1979, enmarcadas en las campañas de acciones de
propaganda armada con operaciones simultáneas, realizadas por el MIR22.
Procesos y acciones (recuperaciones a bancos, voladura de postes para cortar
tranvías, asesinatos a diversos funcionarios de carabineros, etc.) que se verán
capitalizados, en términos simbólicos, en un gran golpe: el “apagón” que se
produce en 1983 generado por el derrumbe de cuatro torres de alta tensión
realizado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
En el ámbito social podemos observar que paulatinamente emergen formas de
organización; desde las manifestaciones huelguísticas del ´74-´75, pasando por
los Comités de Resistencia, hasta la huelga de hambre que realizan las familias
por los ejecutados, detenidos y desaparecidos en 1978 para dar con su
paradero.23
Es necesario dejar claro que estas fueron expresiones pequeñas, es decir, sin
grandes alcances de masividad ni avances en procesos de radicalización. Pero
que se instalan como los primeros intentos de comenzar a rearticular los lazos
fragmentados por la dictadura. Por tanto podemos visualizar un lento proceso de
reorganización del movimiento popular, que se inicia en los primeros momentos
post-golpe. Que llegara a tener su mayor expresión, real impulso y
posicionamiento en el las calles de la capital en lo que se conocen como las
jornadas de protesta nacional (1983 – 1986).
20
  Moulian Tomas, La anatomía de un mito, Décima Edición 1998, LOM Ediciones. P. 278.
21
   Sobre el proceso de la construcción de la Fuerza Militar Propia del PCCH ver: Pérez Claudio, “De La contra Somoza a la
guerra contra Pinochet. La experiencia internacionalista revolucionaria en Nicaragua y la construcción de la Fuerza
Militar Propia del Partido Comunista de Chile”, En: Pozzi P., Pérez C. (comp.), Historia Oral e historia política. Izquierda y
lucha armada en América Latina, 1960-1990, Santiago, LOM Ediciones/Universidad Academia de Humanismo Cristiano
2012.
22
  Goicovic Igor, “El movimiento de izquierda revolucionaria (MIR) y la irrupción de la lucha armada en Chile, 1965-1990.”
En: Pozzi P., Pérez C. (comp.), Historia Oral e historia política. Izquierda y lucha armada en América Latina, 1960-1990,
Santiago, LOM Ediciones/Universidad Academia de Humanismo Cristiano 2012.
23
  Sobre las Marchas del Hambre que se realizaron ver: Núñez Rojas, Luis, De la rebelión popular a la sublevación
imaginada. Antecedentes de la Historia Política y Militar del Partido Comunista de Chile y del FPMR, 1973-1990.
Santiago, LOM Ediciones, 2011, P.215. Y sobre las diversas huelgas de hambre realizada por agrupaciones de detenidos
desaparecidos revisar: “Memorias para construir la paz (cronología). 1977-1980 Tiempo de institucionalización política.”
En: http://www.archivovicaria.cl/archivos/1977-1980.pdf
                                                             16
Las llamadas Jornadas de Protesta Nacional fueron una expresión de un
movimiento popular en proceso de rearticulación, que se expresó, en un principio,
realizando una serie de actos de desobediencia civil contra la dictadura
Pinochetista. Manifestaron la reactivación organizacional de diversos actores
sociales como sindicatos, pobladores y estudiantes. De igual forma se integraron a
esta a las manifestaciones una multiplicidad de sujetos que no participaban en
partidos u organizaciones, estas compartían tanto el malestar de la crisis
económica que precarizaba sus condiciones de vida como el ímpetu por acabar
con la dictadura. De este modo en las barricadas se unían los que quisieran
arriesgar y manifestarse para derrocar al régimen, en busca de volver a recuperar
el sistema de partidos democrático burgués, o por un proyecto revolucionario de
convicción socialista que sobrepasaba la dicotomía democracia/dictadura.
El inicio de estas jornadas producen un quiebre en el camino que llevaba la
dictadura, bien lo expresa la nota editorial del diario La Segunda, “Pero es
evidente que comienza aquí una nueva etapa alentada por un nivel más alto de
descontento y por la pérdida de adhesiones que prácticamente todos
reconocen.”24
El desgaste que paulatinamente demostró la dictadura permitió, nuevos grados y
formas de unidad y solidaridad en las poblaciones como fueron los comités u
organizaciones que buscaban a detenidos desaparecidos, comités de cesantes,
mítines relámpago, ollas comunes; las parroquias conformaron también espacios
fundamentales para la lucha contra la dictadura, debido a que lograban funcionar
tanto como redes de solidaridad y desarrollo colectivo, como centro de
operaciones         de        diversas       iniciativas     de        resistencia.
Además de transformarse en un gran apoyo a innumerables victimas que
clamaban por justicia y por información, así mismo se hicieron parte de la defensa
por los derechos humanos donde muchos sacerdotes fueron puestos en tela de
juicio por acercarse al marxismo, este escenario permitió que paulatinamente el
miedo comenzara no a desparecer si no a transformarse en fuerza y unidad
política. Las jornadas se caracterizaron por ser “...una expresión del nivel
alcanzado por la catarsis, como del carácter multiclasista de la protesta. La
participación de las capas medias-medias y medias-altas fue significativa en esta
protesta y también en otras. Ella empezó a descender por la apertura de
negociaciones a fines de agosto de 1983 pero sobre todo por el aumento del
grado de violencia.”25 Las protestas comienzan a aumentar tanto sus grados de
violencia, como su masividad y amplitud territorial.
Mediante un paneo general la autora Antonia Garcés Sotomayor nos permite
visualizar este periodo: “Entre 1983 y 1986 se sucedieron quince Jornadas de
Protesta Nacional, de las cuales dos tomaron el carácter de paro nacional. Se
realizaron tres grandes concentraciones en el parque O’Higgins, dos convocadas
por la Alianza Democrática y una por el Comisión de Derechos Humanos, y tres
“jornadas por el derecho a la vida”, llamadas principalmente por organismos
24
 La Segunda, Nota Editorial, “Las manifestaciones de ayer” Mayo, 1983. P. 6
25
 Moulian, Tomas, La anatomía de un mito. Décima Edición 1998, LOM Ediciones. P. 291.
                                                        17
eclesiásticos. Esto sin contar las numerosas manifestaciones que fueron
tomándose las calles en días emblemáticos como los 8 de marzo, día de la mujer,
1º de mayo, día del trabajador, 4 de septiembre, día en el que Chile elegía a sus
presidentes y 11 de septiembre, día que marcaba el fin de la experiencia de la
Unidad Popular a manos de los militares. Luego, vendría la conmemoración de
días que fueron marcados por el terrorismo de Estado, como es el asesinato de
tres dirigentes comunistas el 29 de marzo de 1985, y el de los hermanos Rafael y
Eduardo Vergara Toledo, jóvenes pobladores de Villa Francia.”26
Todos asesinados por la DICOMCAR y Carabineros de Chile. Este revés de los
organismos de represión del Estado en el ocaso dictatorial, tras un largo y tortuoso
silencio de una paz ficticia y cruel en la que Chile se mostraba –al menos desde el
inicio de los ´80 (las desapariciones masivas y la cacería fascista había logrado
desarticular todas las cúpulas partidistas, el exilio y el terror por otro lado
aportaron a estos años de “paz social ficticia y cruel”), demuestra que nos
encontramos con un proceso de reactivación que se apodera de fechas ya
emblemáticas para la izquierda, junto con el establecimiento de días claves para
organizarse a nivel nacional contra la dictadura, como también la conmemoración
por el asesinato de varios luchadores revolucionarios a lo largo del periodo
dictatorial.
Para 1984 comienza la radicalización de la protesta, es el año del Paro Nacional.
En paralelo las críticas al carácter que comienza a tomar la movilización social se
agudizan por parte de los partidos y de los políticos, tanto en Chile como en el
extranjero. Se le caracteriza como un accionar que centraliza las peticiones mas
no propone formas de acordar la llegada de la democracia, donde no existían
elementos de transcendencia en la protesta, así lo expresa Luis Maira en una
entrevista para la Revista Análisis “…Chile enfrenta dos caminos, cundo se cierran
los caminos de la negociación política solo quedan dos opciones paralelas: una
extrema polarización como en el Salvador o una movilización social unitaria y
Programática”27.
Con esto Maira da cuenta de la situación política que vive Chile bajo dictadura. La
negociación no ha sido realizada a cabalidad por ninguna coalición o sector
político (Alianza Democrática, Bloque Socialista, Movimiento Democrático Popular,
Central de Trabajadores de Chile, etc.),aunque se había instalado en el régimen
una política de “apertura” de la mano del nuevo ministro del interior: Sergio Onofre
Jarpa.
Esto no llegó a buen puerto, sin embargo Jarpa comprendía la necesidad de
dialogar con la oposición pero ésta situación no se dio. Contrariamente a la
necesidad de apertura se (re)instaló el Estado de Sitio. Con esto recrudeció la
represión. De este modo la ansiedad por el retorno de la democracia se apoderó
del mismo sueño.
26
  Garcés Antonia, Los Rostros de la Protesta. Actores Sociales y Políticos de las Protestas Contra la Dictadura Militar
(1983-1986). Centro de Estudios Miguel Henríquez. Disponible en: http://www.archivochile.com/entrada.html P. 31.
27
   Análisis Nª 88. 14 DE Julio / 28 Agosto 1984. Entrevista a Luis Maira. P. 38
27
   Análisis Nª 88. 14 DE Julio / 28 Agosto 1984. Entrevista a Luis Maira. P. 38
                                                          18
Maira en su entrevista analizaba la necesidad de gestar la Transición no sin costo
social. Según su pensamiento eran tres las condiciones que debían cumplirse para
generar esta situación 1) La Unida de la Oposición, 2) La Movilización Social y 3)
Un Programa para la Transición, un pacto constitucional.
En este escenario la movilización era necesaria pero la protesta y la violencia
política que se daba en su interior, según este socialista exiliado, no tenía un eje
programático que favoreciera el intento por negociar la transición “…La protesta da
cuenta de un estado de ánimo de la sociedad, expresa la existencia de una
mayoría en favor de la democracia. Más allá de eso no puede ir la protesta, ahí
precisamente, la responsabilidad recae íntegramente sobre las direcciones
políticas y sociales de la oposición democrática…”28. Estas opiniones expresan
claramente que si bien la protesta fue un camino para instalar la lucha contra la
dictadura, su utilidad política a ojos de los partidos era más bien riesgosa. La
turba o la masa enfurecida y violenta ha representado siempre conflicto, se la
interpreta generalmente desde la irracionalidad total, del sin sentido, se piensa en
reacciones espontáneas. Aunque las Jornadas de protesta tenían un marcado
carácter de violencia organizada, no conformaban una necesidad para los intentos
de dialogar con el gobierno de Pinochet. Aquí es donde surge el problema para los
sectores políticos como la Alianza Democrática que paulatinamente fue
alejándose de los llamados a protestar.
Lejos de favorecer el tránsito a una transición pacífica, las acciones armadas que
al igual que las protestas inundaron la década de los ochenta y comienzos de los
noventa, implicaron claras escisiones dentro de los partidos. Donde la discusión
sobre el derrocamiento de la dictadura, vía insurreccional o negociación política,
se hacía cada vez más álgido. Así el recrudecimiento de la represión, como el
resquebrajamiento entre las formas de manifestarse y activar la política
antidictatorial entre las bases y las cúpulas se encontraba marcada por una fuerte
tensión político-estratégica.
Esta tensión sobre el rol estratégico de las protestas en el proceso de
derrocamiento de la dictadura hacia un proceso de transición, caracterizara a la
oposición en una dualidad permanente unidad - división29 que bien se expresa en
la revista Análisis, “...en la base del movimiento popular parece existir la idea de
continuar protestando en la forma en que lo han hecho hasta ahora, de negarse a
transar su protesta y de asumir como propio el derecho a la autodefensa.”30
La distancia entre bases y cúpulas partidarias se transformó en una realidad en la
política chilena, la sordera obtusa se instaló entre los poderosos partidos, y la
violencia se disfrazó de servil discurso protector del orden público y la propiedad
privada.
Cuando se conmemoraba un año de la primera protesta (11 de Mayo de 1984),
hubo un nuevo llamado a movilización. La novena, dentro del periodo señala
28
   Análisis Nª 88. 14 DE Julio / 28 Agosto 1984. Entrevista a Luis Maira. P. 39.
29
  Núñez Rojas, Luis, De la rebelión popular a la sublevación imaginada. Antecedentes de la Historia Política y Militar del
Partido Comunista de Chile y del FPMR, 1973-1990. Santiago, LOM Ediciones, 2011, P. 285.
30
  Análisis, 27 de septiembre/11 de octubre 1983. P. 5-6.
                                                           19
Antonia Garcés, se caracterizó por la disminución de los participantes y la
aplicación de la Ley Antiterrorista por parte del gobierno dictatorial, “…esta ley
buscaba ser una herramienta judicial contra los delitos terroristas, pues así se
lograría llevar a cabo una respuesta basada en las leyes y la justicia, es decir en la
institucionalidad, a la violencia política y social mostrada por la protesta. Este sería
el argumento que permitiría reprimir la acción colectiva legalmente.”31
En este momento, Mario Garcés, reconoce que se produce un descuelgue de los
sectores medios, esperanzados una vez más con los cambios de gabinete
económico, articulándose el centro político para una salida pactada, que mostro un
debilitamiento de la protesta. 32
La acción política a seguir por el gobierno estaba clara. Dentro de los partidos de
oposición las diferencias comenzarían a acentuarse, la insurreccionalidad no era
la mejor vía para acceder a la democracia.
Pese a que en la décima protesta se produjo la muerte de Andrés Jarlan en La
Victoria, y un total de nueve muertos, para el 30 de octubre se llama a paro
nacional. La FECH era recuperada por los estudiantes y al interior de todo el país
se generaban acciones directas, así lo señalaba El Mercurio en una de sus
publicaciones del 23 de Agosto. Se detallaba un ataque a un cuartel policial de la
cisterna y un ataque en sus instalaciones en Antofagasta, por otra parte las
manifestaciones en el Pedagógico se hacían cada vez más fuertes. Este periódico
llamaba al gobierno a combatir de modo enérgico al terrorismo.33 Así para 1985
Jarpa renuncia al gobierno y, como ya fue mencionado, el Estado de Sitio era una
realidad. Es importante mencionar que a comienzos de es este año ocurre el
asesinato de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero, todos
comunistas, encontrados degollados en Quilicura, el 29 de marzo de 1985.34
El levantamiento de Estado de Sitio, no fue el final de la represión, los partidos
comenzaron a negociar con el régimen, buscando poder dar movimiento al
engranaje de la conciliación. Por otra parte los militares están analizando y
buscando la mejor forma de abandonar el gobierno y no salir dañados. Se
comienzan a vislumbrar la ley de partidos políticos, de un modo funcional a sus
intereses de impunidad. Así lo define Fernando Zeggers en una entrevista a
Análisis “… la ley de partidos políticos, la posibilidad de reformar la constitución y
31
  Garcés Antonia, “Los Rostros de la Protesta. Actores Sociales y Políticos de las Protestas Contra la Dictadura Militar
(1983-1986). Centro de Estudios Miguel Henríquez. Disponible en: http://www.archivochile.com/entrada.html P. 56.
32
   De la Maza, Gonzalo y Garcés, Mario. La explosión de las mayorías. Protesta nacional 1983-1984. Santiago: Eco,
1985.P.58.
33
   El Mercurio, 23 de agosto 1984, P. D4.
34
  Con respecto a la gran conmoción que causo este asesinato político, la autora Antonia Garcés nos relata, “La
ciudadanía, pese al Estado de Sitio, reaccionó manifestándose en la misa de ramos realizada en la Catedral por
Monseñor Juan Francisco Fresno; se declaró el 2 de abril como el “Día del Duelo del Magisterio” efectuándose una
marcha; el 11 de abril el Comando Nacional de Trabajadores convocó a una “jornada por la vida”, en la cual se El 16 de
junio fue levantado el Estado de Sitio, Ricardo García, el nuevo Ministro, señalaba que el levantamiento constituía “un
acto de confianza en la ponderación y atinado criterio de la ciudadanía, así como en la correcta apreciación por ella del
paso que se está dando”. En: Garcés Antonia, “Los Rostros de la Protesta. Actores Sociales y Políticos de las Protestas
Contra la Dictadura Militar (1983-1986). Centro de Estudios Miguel Henríquez. Disponible en:
http://www.archivochile.com/entrada.html P. 49.
                                                           20
hacer funcionar un parlamento a partir de 1986 son la zanahoria con que la
dictadura pretende hacer avanzar al burro de la transición…”35, son 150.000
firmas las que se requieren para que las fuerzas políticas adictas al gobierno
conformen un gran bloque oficialista, que dispute el poder a Pinochet. 1986 es un
año clave para la transición. Aquí también ocurre el asesinato de Rodrigo Rojas
Denegrí. Se encuentran los arsenales de carrizal bajo y se produce el frustrado
atentado al General Pinochet. En este contexto comienza a concretarse la
posibilidad de la concertación y el Acuerdo Nacional, como dos elemento claves
para la salida pactada a la democracia.
Estas jornadas enmarcadas dentro de un proceso de la oposición chilena36 en el
cual es posible situar tres grandes periodos, de resistencia-disidencia-oposición,
que nos permite entender un periodo anterior a las protestas donde era solamente
a través de redes de asociación conspirativa, en las sombras, donde era posible
mostrar grados de descontento y desacuerdo con el régimen imperante. Pero
como lo retrata Brodsky y Pizarro –en relación al movimiento universitario “...1978
significa también el fin de la Resistencia, el fin de una fase de nuestra lucha.
Efectivamente, la posibilidad de expresar y organizar públicamente a los
estudiantes, y de dar a conocer nuestro propio discurso ya no sólo por medio del
panfleto y el rayado, si no en la asamblea y en el curso, significa un cambio
sustancial del escenario en que hasta allí, nos habíamos movido. La cultura
conspirativa que en duros años habíamos internalizado y que era nuestra fortaleza
y certificado de sobrevivencia, de pronto se volvía en nuestra contra.”37
Una modificación propuesta por Núñez, colaboración-disidencia-oposición, nos
permite caracterizar la situación de las diversas agrupaciones, la situación de los
diversos partidos que actuaban en el periodo y las coaliciones que se comenzaron
a formar, en particular el proyecto de concertación-negociación impulsado por el
Partido Demócrata Cristiano (PDC) que será el antecedente, el germen de la
Concertación de Partidos por la Democracia.38 Convergencias políticas, que en el
caso chileno se vieron expresadas en: la Alianza Democrática, el Bloque Socialista
y el Movimiento Democrático Popular; en 1983 en términos organizacionales; y
con el inicio de las Jornadas de Protesta, el 11 de Mayo de 1983, convocatoria
realizada por la CTC debido a las presiones ejercidas por el gobiernos y la gran
minería. Como una lucha generalizada contra la dictadura.
35
   Análisis. Nº91. 17/31 Julio 1986. Págs. 4. (las negritas son mías).
36
  Garreton, Antonio, La oposición política al régimen militar chileno. Un proceso de aprendizaje. Documento de Trabajo
FLACSO-Chile. Número 377, Julio 1988.
37
  Brodsky, Ricardo. “La constitución del movimiento estudiantil como proceso de aprendizaje político.” En: Agurto,
Irene; Canales, Manuel; De la Maza, Gonzalo “Juventud chilena: razones y subversiones” Ediciones ECO, Santiago, 1985.
38
  Núñez Rojas, Luis, De la rebelión popular a la sublevación imaginada. Antecedentes de la Historia Política y Militar del
Partido Comunista de Chile y del FPMR, 1973-1990. Santiago, LOM Ediciones, 2011, P.294.
                                                           21
La violencia política: su carácter restrictivo como medio de transformación.
En este contexto de algidez social es que nos encontramos de manera latente con
el aroma de la violencia que se esparce por el movimiento popular como vaso
comunicante de sus proyectos anhelados, expresándose tanto en las
organizaciones que optan por la lucha armada, junto con la protesta popular
violenta, que funcionan como una “...especie de termómetro que nos indica los
niveles de conflictividad que están afectando la vida económica, social y política
de un país o una región.”39
Bajo esta perspectiva es que se hace necesario acercarnos al concepto de
violencia, acotarlo y definirlo, para lograr un estudio operativo en relación con el
movimiento de estudiantes secundarios y sus formas de lucha.
Para acercarnos a la violencia es necesario reconocer su carácter
multidimensional y reconocer su condición de bien cultural.40Es decir nos
encontramos en presencia de un fenómeno que puede ser analizado desde una
multiplicidad de disciplinas: Criminología, Sicología, Sociología, Historiografía,
etcétera.41Y que responde a las circunstancias específicas espacio-temporales
del contexto, de las normas y valores que regulan la sociedad particular en la que
se inscriben los hechos, escapando a cualquier definición genérica que se pueda
realizar.
En el sistema social en el que se inscribe nuestra problemática, a saber una
dictadura militar que realizo la refundación de la sociedad civil bajo una
perspectiva neoliberal, el conflicto social aparece como un estado latente donde,
de manera asimétrica entre el Estado y el movimiento popular (desde sus
expresiones de protesta hasta la existencia de grupos armados), se relacionan
diversas expresiones de violencia. Es decir nos encontramos con un momento de
“...ruptura de las normas existentes de resolución de conflicto, pero tales normas
pueden ser igualmente rotas por el Poder, incluso cuando han sido promulgadas
por el mismo Poder que las rompe: situación no desconocida en los regímenes
capitalistas de excepción.”42 Es decir el Estado aparece, desde una perspectiva
estructuralista, como el que posee el uso legítimo de la violencia que actúa para
39
  Pozzi P., Pérez C., Historia Oral e historia política. Izquierda y lucha armada en América Latina, 1960-1990. (2012), LOM
Ediciones/Universidad Academia de Humanismo Cristiano. P. 9.
40
  Calleja Eduardo “La definición, caracterización y análisis de la violencia a la luz de las ciencias sociales: una reflexión
general.” En Revista Historia Social y de las Mentalidades. Departamento de Historia, USACH. N° XII, volumen 2, 2008,
P.195-199.
41
  Para un panorama general y un análisis crítico a través de un recorrido por las diversas aproximaciones realizadas por
las ciencias sociales ver: Calleja Eduardo “La definición, caracterización y análisis de la violencia a la luz de las ciencias
sociales: una reflexión general.” En Revista Historia Social y de las Mentalidades. Departamento de Historia, USACH. N°
XII, volumen 2, 2008; Aróstegui Julio, “Violencia, sociedad y política: la definición de la violencia.” En J. Aróstegui (ed.),
Violencia y política en España, revista Ayer, n° 12, 1994.
42
   Calleja Eduardo “La definición, caracterización y análisis de la violencia a la luz de las ciencias sociales: una reflexión
general.” En Revista Historia Social y de las Mentalidades. Departamento de Historia, USACH. N° XII, volumen 2, 2008, P.
54-55.
                                                             22
mantener el orden, denominando a cualquier expresión de resistencia y/u ofensiva
que emerja de la sociedad civil como un acto ilegítimo.
La violencia se encuentra como un recurso, como una herramienta “...dentro del
arsenal de acciones de que disponen los contendientes en un proceso conflictual
para frenar, acelerar o precipitar el cambio social o político. [...] no es, por tanto, ni
el origen ni el desenlace de un conflicto, sino un medio o probabilidad de
resolución que se pone sobre el tapate en función de un cálculo más o menos
racional de costes y beneficios.”43 Se encuentra inserta en el contexto del conflicto
social, y en relación a las condiciones que el sistema político establece para
relacionarse entre los sujetos.
Por tanto si nos encontramos en un espacio donde los canales de expresión y de
resolución de conflicto se encuentran determinados y controlados por la clase
dominante (con una connotación restrictiva e imponente mayor bajo una dictadura
cívico-militar), la restringida posibilidad de resolver cualquier tipo de conflicto a
través de otras herramientas, se difumina en un ambiente de hostilidad constante
donde las diferencias están tan marcadas, que la utilización de violencia se
expresa como una lucha de poder, por el poder, por la posibilidad de decidir y
conducir los procesos de transformación que se consideren urgentes. Así “La
noción de violencia está inextricablemente unida al problema del poder [...] [En
tanto] la actividad política, entendida como la “formación, distribución y ejercicio
del poder”, tiene, de un modo latente o explícito, un componente de violencia difícil
de soslayar.”44 En circunstancias de estas características la violencia aparece
como eje central de resolución de conflicto debido a las condiciones objetivas
que instalaba el régimen militar. En consecuencia poder y política se relacionan de
manera dialéctica en los procesos de conflicto social, siendo atravesados por la
violencia, bajo la misma dinámica histórica.45
Esta última tiene la capacidad de actuar como generadora de identidad y lazos
entre los sujetos que comprenden y justifican su utilización, lo que le otorga un
carácter, imbuido de compañerismo y compromiso, de solidaridad. Pero de la
misma forma, la cual es la lectura más común cuando se comenta sobre la
violencia, aparece como destructora de las relaciones sociales y políticas,
generando un quiebre, que puede llegar a convertirse en un vacío, de la
normatividad social reciente. Como bien apunta Kean, “En efecto, la violencia
43
   Las palabras en negritas son del autor. Calleja Eduardo “La definición, caracterización y análisis de la violencia a la luz
de las ciencias sociales: una reflexión general.” En Revista Historia Social y de las Mentalidades. Departamento de
Historia, USACH. N°XII, volumen 2, 2008, P. 218-219.
44
   Calleja Eduardo “La definición, caracterización y análisis de la violencia a la luz de las ciencias sociales: una reflexión
general.” En Revista Historia Social y de las Mentalidades. Departamento de Historia, USACH. N°XII, volumen 2, 2008,
Pág. 194.
45
   Sobre la idea de dialéctica en la construcción historiográfica Benjamín aclara que “Articular históricamente algo
pasado significa: reconocer en el pasado aquello que se conjunta en la constelación de uno y un mismo instante. El
conocimiento histórico sólo es posible únicamente en el instante histórico. Pero el conocimiento en el instante histórico es
siempre el conocimiento de un instante. Al replegarse como un instante --como una imagen dialéctica--, el pasado entra
en el recuerdo obligado de la humanidad.” En: Benjamín Walter, “La dialéctica del suspenso. Fragmentos sobre la
historia.” LOM ediciones, 2009. Hay que definir la imagen dialéctica como el recuerdo obligado de la humanidad
redimida.
                                                             23
puede destruir las relaciones de poder (como señalo Montesquieu en el caso de
los despotismos), y las relaciones de poder pueden poner coto a la violencia, pero
también los cañones de las pistolas son capaces de crear vínculos de solidaridad
(relaciones de poder, en el sentido que quiere la propia autora [se refiere a
Hannah Arendt], que antes no existían.”46
Las características recientemente expuestas, nos indican que nos acercamos a un
concepto alejado, no determinado para ser más exacto, por el actuar visceral sin
sentido que pudiera ser característico de una reacción violenta a partir de un
conflicto interpersonal, si no, de un accionar político que se enmarca al interior del
conflictos social.
Los argumentos que logran determinar, siguiendo la línea trazada, el carácter
restrictivo que debe tener la violencia política, es que esta es el tipo de violencia
más alejada de la anomia, puesto que, en realidad, se ha convertido en un
instrumento, tiene constricciones bien precisas y está sujeta a ciertas “normas”.47
Y ésta característica alejada de la anomía se debe a que la violencia se encuentra
enmarcada bajo dinámicas del conflicto social y la protesta popular que
determinan el accionar violento. Así las acciones de violencia política se enmarcan
en la decisión racional del colectivo, en la elaboración de un juicio, donde el juicio
evita las quimeras e ilumina la razón práctica, y, por otro lado, explica a los
protagonistas los “motivos” para hacer o dejar de hacer algo, dejando de lado el
lenguaje imperativo.48 Es decir se transforma en una decisión internalizada y no en
un acto impositivo.
La racionalización de la violencia, su internalización bajo la dialéctica de la lucha
por el poder bajo pautas y prácticas determinadas, se produce a través de dos
mecanismos fundamentales, “...su ideologización, y su, instrumentación. La
violencia ideologizada –se construye una ideología en la que constituye un
elemento aceptado de comportamiento, ético, plausible, válido y creador- e
instrumenta (liza) da –se crean organismo para recoger, administrar, dirigir, la
violencia- es un fenómeno común en la política de una parte sustancial del siglo
XX.”49 Encontrándonos con un aparataje ideológico-práctico que envuelve las
distintas formas de lucha y protesta que son escogidas como herramientas de
lucha contra las diversas formas de dominación que ejerce el poder de la clase
hegemónico sobre el/los movimientos populares.
Dentro del contexto dictatorial se expresaban diversos sujetos: el sindicalismo
opositor (fuertemente golpeado por el Plan Laboral elaborado en 1979), los
estudiantes tanto universitarios como secundarios, los movimientos de mujeres50,
46
   Kean John, “Reflexiones sobre la violencia.”, Alianza Editorial, 2000, P. 71-72.
47
  Kean John, “Reflexiones sobre la violencia.”, Alianza Editorial, 2000, P. 43.
48
   Kean John, “Reflexiones sobre la violencia.”, Alianza Editorial, 2000, P. 81.
49
  Aróstegui Julio, “Violencia, sociedad y política: la definición de la violencia.” En J. Aróstegui (ed.), Violencia y política en
España, revista Ayer, n° 12, 1994. Pág. 40.
50
   1976 Departamento Femenino de la Coordinadora Nacional Sindical; 1977 Circulo de Estudios de la Mujer; 1982 La
Morada y el Centro de Estudios de la Mujer; 1983 surge el MENCH’83;
                                                               24
grupos de ejecutados políticos, detenidos desaparecidos, derechos humanos y
presos políticos51; grupos artísticos52 y los barrios populares, juntos en un principio
con sectores más acomodados.
51
   1973 Comité de Cooperación para la Paz en Chile (COPACHI); 1976 Vicaría de la Solidaridad; 1976 Fundación de Ayuda
Social de las Iglesias Cristianas (FASIC); 1976 Agrupación de Familiares de Presos Políticos; 1978 Agrupación de
Familiares de Ejecutados Políticos; 1979 Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de
Emergencia (PIDEE); 1983 Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo.
52
   1978 Agrupación Cultural Universitaria; 1979 Colectivo Acciones De Arte; 1988 Yeguas del Apocalipsis.
                                                         25
Un actor del movimiento popular: el movimiento estudiantil secundario.
Juventud, movimiento social y actividad política.
53
   Ver: Moulian, Tomas, La anatomía de un mito. Décima Edición 1998, LOM Ediciones. Capitulo: Las movilizaciones.
Ebullición y repetición.
54
   Nos sumamos a la iniciativa de Salazar y Pinto: “Respecto a la juventud, es necesario realizar un acto de justicia
epistemológica y realismo histórico, que deje de lado la perspectiva adultocéntrica y mire la historia desde la perspectiva
de los niños y jóvenes. Si eso se realiza, la juventud aparece en el escenario histórico con un sorprendente perfil propio,
pletórico de historicidad.” SALAZAR, Gabriel y PINTO, Julio, Historia contemporánea de Chile V. Niñez y Juventud,
Santiago de Chile, LOM ediciones, 2002, P. 11.
55
   Jorge Manzi y Ricardo Rosas, “Bases psicosociales de la ciudadanía”, en Pizarro y Palma, Niñez y democracia, P. 21-41
y 65-100. En Flores Rojas, Jorge. “Moral y prácticas cívicas en los niños chilenos 1880 – 1950, Ariadna Ediciones, 2004,
pág. 18.
56
   Jorge Manzi y Ricardo Rosas, “Bases psicosociales de la ciudadanía”, en Pizarro y Palma, Niñez y democracia, P. 21-41
y 65-100. En Flores Rojas, Jorge. “Moral y prácticas cívicas en los niños chilenos 1880 – 1950, Ariadna Ediciones, 2004, P.
18.
                                                            26
el accionar de partidos políticos que desarrollan líneas de inserción en el frente de
masas estudiantil secundario para ampliar la correlación de fuerzas de la izquierda
revolucionaria, para lograr enfrentar y derrocar a la dictadura de Augusto Pinochet.
Es en estos procesos de sociabilización política, donde el argumento realizado por
Aguilera recalca esta doble dimensión de la que es objeto la juventud como
categoría. Primero llevándolo al área de las condiciones objetivas nombradas
recientemente. Pero sumándole un elemento de importancia para comprender el
análisis y alcance que tiene en términos conceptuales la juventud, en tanto la
comprendemos como una categoría política. Si advertimos que grupos de jóvenes
son activistas o militantes de diversas organizaciones políticas y/o sociales, esto le
otorga un carácter determinado a la realidad colectiva que viven las
organizaciones estudiantiles secundarias. En tanto consideramos esta realidad
como construcción histórica lo que nos permite entenderla como una categoría
política.
Bien lo expresa cuando nos dice que: “La juventud entonces es una categoría
política doblemente impactada, doblemente construida. Ya que en primer lugar es
objeto de política, del más diverso tipo. Nos envían al colegio, nos bautizan, nos
enseñan un lenguaje, etc., esto obedece a un pacto social y somos objeto de esas
políticas. Pero también es sujeto de política, y esto tiene que ver con una
constatación histórica. Uno no es biológicamente revolucionario, sino que
históricamente se ha construido un sujeto así. No es un problema biológico, sino
histórico y la política como es una práctica histórica, actúa, ópera, existe de
maneras diferenciadas, por lo tanto, cuando yo digo que la juventud es una
categoría política me obliga a leerla en esa doble dimensión, como objeto y como
sujeto.”57
La propuesta de Agurto, Maza y Canales, nos permite centrar los elementos recién
desarrollados en el contexto particular de los años ochenta. Esto nos permite
realizar un análisis que se escapa de la apuesta negativa o sobre ideologizada
que se realiza sobre este sector de la sociedad. En primera instancia la idea de
estructura nos permite fijar la realidad social a ejes analíticos que hacen de lo
fluido algo observable, legible, es decir, identificar ciertas características y
establecerlas como pilares de la realidad a estudiar; y la historicidad nos permite
dar cuenta de las modificaciones constantes de las relaciones sociales,
situándonos al interior del modo históricamente construido del ejercicio de la
acción de clases y movimientos sociales, obligando a especificar las formas
conceptuales en relación a los contenidos históricos del Chile de hoy.58
De esta forma podemos lograr identificar dentro de la realidad vivenciada en la
década de los ´80 un contexto particular que vive la juventud, e identificar dos
sujetos que conviven dentro del movimiento secundario que comienza articularse
en este segundo periodo de disidencia, y seguirá también en el tercer momento de
57
   Aguilera, Oscar “Movidas, movilizaciones y movimientos de juventudes. En: MPL y Corporación Poblar (ed.)
“Latinoamericamente. Conversaciones del Diplomado de Especialización en Movimientos Sociales y Autogestión
Comunitaria.”, Editorial Quimantu, Santiago, 2011.
58
  Agurto, Irene. “La juventud como intento. La perspectiva teórica”. P.7.En:Agurto, Irene; Canales, Manuel; De la Maza,
Gonzalo “Juventud chilena: razones y subversiones” Ediciones ECO, Santiago, 1985
                                                          27
oposición, de la dictadura: el movimiento estudiantil (ME) y el movimiento juvenil
popular (MJP).
Los jóvenes pobladores han ingresado a establecimientos educacionales públicos
en un gran porcentaje en comparación a la cobertura que décadas atrás
alcanzaba la educación, en su momento “...en cuanto a su cobertura, en 1988 el
sistema secundario cubre a un 60.2% de la población comprendida entre 15 y 19
años. (...) Es necesario detenerse en el primer dato porque marca una evolución
reciente, en que se ha pasado de una educación media de elite a una de
masas”59. Lo que produce una confluencia de jóvenes de diversos sectores al
interior del sistema educacional.
Aquí nos encontramos con un tercer y cuarto eje que nos permiten establecer los
factores que intervienen en esta categoría: uno transversal lo generacional (ser
joven) y otro diferenciador la clase social (ser popular).60
Entendemos la juventud como un periodo, como nombramos anteriormente,
determinado por un momento de tiempo que oscila, sin ser una condición única ni
determinante, entre los 12 años y los 18 años. Y en segundo lugar, como cualquier
actor de la sociedad bajo la lógica dialéctica del marxismo, se encuentra
determinada por la existencia de clases sociales, por la lucha de clases.
Ambos sectores, la juventud popular y los sectores medios, que transitan dentro
del movimiento secundario están bajo un proceso de instalación de una política y
economía neoliberal que “...junto con el autoritarismo y la exclusión ha existido
una modernización significativa de la sociedad chilena, que de alguna manera, ha
repercutido entre los sectores más postergados –los que están excluidos en
ciertas dimensiones, pero incluidos en otras.”61 Pero que es posible visualizar que
hay un grupo de los jóvenes que son reconocidos como estudiantes, en tanto
constituyen instancias corporativas, como movimiento social. Y es sólo a raíz de
las jornadas de protesta que lo jóvenes emergen en la escena nacional como
actores que logran diferenciarse del movimiento social popular urbano.62
Es decir ambos mundos se topan en ciertos momentos y conviven en las
organizaciones que comenzaran a tomar forma y conducir el actuar del
movimiento estudiantil secundario (MES), pero que dependiendo de la
composición de clase de la orgánica, pero más determinante la estrategia
política por la que optan (ASEC; COEM), se producen ciertas diferencias.
Problemática que desarrollaremos cuando establezcamos que entendemos como
movimiento estudiantil secundario.
59
   La letra negrita es de mi autoría. Weistein, G. “LOS JOVENES POBLADORES Y EL ESTADO.” Primera Edición 1990, CIDE.
P. 11; sobre esta ampliación en cobertura y cambio producidos al interior del sector universitario, ver: José Joaquín
Brunner. “El movimiento estudiantil ha muerto, nace los movimientos estudiantiles”,
60
   El autor diferencia un gran grupo que denomina la Juventud Popular, donde el MJP convive pero se diferencia por su
carácter y capacidad de realizar cierto tipo de acciones que bajo determinados objetivos buscan la transformación
estructural de la sociedad. Dentro de estas características de conciencia como sujeto transformador se sitúa también el
movimiento estudiantil secundario. Ver: Sandoval, Mario. Movimiento juvenil popular: realidad y propuesta. En Agurto,
Irene; Canales, Manuel; De la Maza, Gonzalo “Juventud chilena: razones y subversiones” Ediciones ECO, Santiago, 1985
61
   LOS JOVENES POBLADORES Y EL ESTADO.” Primera Edición 1990, CIDE. P. 14.
62
   Goicovic, Igor. “Del control social a la política social. La conflictiva relación entre los jóvenes populares y el Estado en
la historia de Chile.” Última Década, núm. 12, marzo, 2000, pp. 103-123, Centro de Estudios Sociales Chile. P. 116.
                                                              28
Frente a esta descripción construimos una lectura que tiene como eje la
participación de los jóvenes como parte de un proyecto en construcción que se
instala como horizonte del movimiento popular, para los grupos de la izquierda
más radicalizada es un paso para el proyecto socialista, el derrocamiento de la
dictadura de Pinochet. Posicionamiento que se bate contra la idea de anomia
social instalado por Valenzuela en el año 1984, donde elabora un análisis
sociológico que se preocupa por la situación de los jóvenes (en particular jóvenes
del estrato social popular urbano de las comunas de San Gregorio, Lo Hermida y
Herminda la Victoria) frente al proceso modernizador por el que es atravesado el
país. Este proceso produce una crisis anómica que tiene su mayor expresión en la
participación de los jóvenes en las revueltas que surgen a raíz de las jornadas de
protesta. Donde la revuelta se caracteriza por inorganicidad y agresividad.63
Si bien el sujeto que constituye Valenzuela no es el único que circula en los liceos
públicos debido a su heterogeneidad de clase, característica con la que logra
terminar el proceso de municipalización, su análisis de inorganicidad a raíz del
rechazo a la participación de los jóvenes en los espacios institucionales deja de
lado las experiencias de organización popular como pobladores y/o la participación
en instancias, si bien constantemente bajo la vigilancia del Estado represor, de
orgánicas estudiantiles secundarias que hacen utilización de las calles de la
capital, junto con la toma de los mismos establecimientos, para dirigir y enfocar la
rabia que genero el sistema político dictatorial en su contra.
Este enfoque nos permite identificar cuatro características bajo las cuales
podemos entender a la juventud como una categoría histórico-política de análisis.
En primer lugar que se encuentra determinada por el contexto, por las
condiciones objetivas que vive el país en la década de los ochenta, es decir
construida históricamente por los sujetos activos del movimiento popular. Lo que
los hace, en segundo lugar, estar en un lugar doblemente impactado como
objeto y sujeto de política. En tercer lugar su condición generacional lo establece
durante un momento particular de la vida. Y, en cuarto lugar, una condición
social que determina su desarrollo y participación al interior de los movimientos
sociales.
Este sujeto, los jóvenes, se inscriben como interés de análisis dentro de la teoría
de los nuevos movimientos sociales. Acercarnos a su desarrollo conceptual y
desarrollo teórico, sobre todo a partir de la sociología nos permitirá acotar de
manera más específica lo que entendemos como movimiento social-popular,
para luego establecer las características del movimiento de estudiantes
secundarios.
Como legado y característica elemental, los procesos del ´68 reconfiguran la
relación de poder entre los “grupos de status”, es decir, nos encontramos con una
emergencia de sectores subordinados (mujeres, jóvenes) del movimiento popular
que comienzan a ejercer una mayor relevancia, y disputan la conducción en los
63
     Valenzuela Eduardo “La rebelión de los jóvenes. Un estudio de anómia social.” Ediciones SUR, Santiago, 1984.
                                                             29
conflictos sociales. Esto fue de la mano con el desempleo juvenil, la doble
explotación de las mujeres y la pauperización de las “minorías”. 64
Hay un segundo aspecto importante con respecto a la circulación de la juventud
dentro del movimiento popular en relación a los partidos políticos del periodo en
relación a lo que considero como una vuelta a la participación militante,
diferenciándonos de la postura de Salazar que nos dice que “Numerosos autores
han “reducido” la enorme fuerza juvenil desplegada durante 22 jornadas de
protesta a la energía y “conducción” de organizaciones como el Partido comunista.
Los hechos muestran, sin embargo, que “lo partidario”, a lo largo de la década de
los ´80, se redujo a una presencia virtual en el imaginario popular”65
Esto que al autor denomina presencia virtual se contradice con la vuelta a la
participación en partidos políticos de izquierda (Partido Comunista, Partido
Socialista y el Movimiento de Acción Popular Unitaria) y hacia los grupos de lucha
armada (el “Frente Patriótico Manuel Rodríguez” (FPMR) y el “Movimiento Juvenil
Lautaro” (MJL))66; en el caso específico de los estudiantes secundarios en los
Comités de Autodefensa de Masas. Esto se suma a una comprensión limitada del
desarrollo político sobre el MJL cuando nos dice –con respecto a las relaciones de
poder al interior de la organización marxista-leninista– “En consecuencia ese
poder no podía ser centralizado y vertical, sino ancho y descentralizado”.67 Donde
la juventud combatiente que se integraba al lautaro respondía, si bien con sus
propias características que los diferenciaban del actuar tradicional de los partidos
políticos (lenguaje, la política del “todo junto” –vida cotidiana y militancia-)
estableciendo distancias con su pasado y tradición (a saber: el MAPU), se definían
como una organización político militar68.
Bajo esta nueva reconfiguración podemos definir, siguiendo de manera crítica a
Blanco, que el movimiento social69 se define “...como un proceso de
(re)construcción de una identidad colectiva, fuera del ámbito de la política
64
   Un punto importante que establecen los autores, en relación al cambio en el equilibrio del poder, es que el fin de las
dictaduras que derivarían en beneficios para la población por el regreso a Estados democráticos se tradujo en un escaso
o nulo incremento del bienestar material de los grupos subordinado. Paradoja que tendría explicación en que la
reproducción del bienestar material en la economía-mundo capitalista tiene por condición la subordinación social de las
masas trabajadoras reales o potenciales. Si bien concordamos con esta última afirmación, hay que apuntar a que el
ingreso al sistema, a raíz del regreso a Estados democrático-burgueses, de los sectores populares y la clase media a
través del consumo, se tradujo en beneficios materiales concretos (a través del crédito, por ejemplo) que permitieron
controlar cualquier mejora real con respecto a su posición de poder. En: Arrighi, Hopkins, Wallerstein, “1968: el gran
ensayo.” En Arrighi, Hopkins, Wallerstein “Movimientos antisistémicos”, Ediciones AKAL, Madrid, 1999. Pág. 89-91.
65
   Salazar, Gabriel y Pinto, Julio, Historia contemporánea de Chile V. Niñez y Juventud, Santiago de Chile, LOM ediciones,
2002, P. 243.
66
  Ver: Torres, Rodrigo. Juventud, resistencia y cambio social: el movimiento de estudiantes secundarios como un “actor
político” en la sociedad chilena post-Pinochet (1986-2006).
67
   Salazar, Gabriel y Pinto, Julio, Historia contemporánea de Chile V. Niñez y Juventud, Santiago de Chile, LOM ediciones,
2002, P. 257.
68
  Sobre las características y trayectoria del MJL. Ver: Faure, Eyleen. “Los locos del poder. aproximación histórica a la
experiencia del movimiento juvenil lautaro (1982-1997).” PukaYana Ediciones.
69
   Para un recorrido exhaustivo y extenso, desde la teoría general de los movimientos sociales, pasando por su influencia
en Latinoamérica y terminando en su impacto en Chile, ver: Gabriel Salazar, “Movimientos Sociales en Chile. Trayectoria
histórica y proyección política” Uqbar, Santiago, 2012. En particular el Capítulo VI, “La teoría general de los movimientos
sociales.” P. 403-450.
                                                            30
institucional, que dota de sentido (certidumbre) a la acción individual y colectiva en
la articulación de un proyecto de orden social [...] El movimiento social es siempre
autoorganización de ciudadanos.”70 Este acercamiento nos permite comprender al
movimiento social como una identidad colectiva fuera del orden institucional. En
tanto categoría, más si se ocupa el término ciudadano que es de una
inconsistencia histórica en tanto este nunca se ha constituido como proyecto
social, deja entrever una realidad particular de este concepto tan en boga para
definir los procesos sociales: su amplitud. Es decir se pueden enmarcar dentro de
esta definición cualquier accionar colectivo que pida un cambio en el libreto y
adquirir nuevos papeles en el reparto. 71
Si bien es necesario comprender que la composición del movimiento social,
debido a las transformaciones del aparato económico, se encuentra en un proceso
de transformación en sus formas de sociabilización y ejercicio del poder, por tanto
poseedor de una heterogeneidad interna en tanto su composición social varía,
también lo hacen sus formas de organización y lucha en relación a sus
estrategias.72 Siguiendo el aporte que realiza Goicovic, el impacto que se produce
en la estructura de clases “...sólo ha operado modificando las bases de
articulación de los sujetos populares, más el proceso de conformación de los
mismos continúa su marcha. La emergencia de nuevas identidades sociales y la
recreación de nuevas formas de sociabilidad, ponen de manifiesto la inagotable
capacidad de los sectores populares para dar vida y sustentabilidad a su proyecto
histórico”73 Es aquí, a partir de esta reflexión sobre los movimientos sociales en la
encrucijada, que es necesario establecer que nos preocupamos del movimiento
social popular, que a través de sus distintas luchas y formas de adaptación a la
realidad nacional, se encamina bajo un ethos colectivo que forma parte de un
proyecto popular de transformación hacia la izquierda, y por tanto participe de un
proyecto histórico.
Esta visión se inscribe desde una perspectiva marxista en comprender que junto
con el peso de las variables de transformación que se producen al interior del
movimiento popular, están determinadas por la centralidad que tiene la lucha de
clases en tanto se desarrolla en los plenos procesos de producción, es decir,
“Mientras no se muestre que esta relación no tiene centralidad en la reproducción
de los bienes y servicios que permiten reproducir la vida humana en nuestras
sociedades, la lucha de clases seguirá siendo una realidad.”74
70
   Blanco Revilla Marisa "El concepto de movimiento social: acción, identidad y sentido" (1994). Zona Abierta, nº 69: 181
-213. Madrid: Fundación Pablo Iglesias. P. 209.
71
   Blanco Revilla Marisa "El concepto de movimiento social: acción, identidad y sentido" (1994). Zona Abierta, nº 69: 181
-213. Madrid: Fundación Pablo Iglesias. P. 209.
72
   Millán, Mariano Las formulaciones sobre acción colectiva y movimientos sociales como elementos teóricos para la
investigación del movimiento estudiantil argentino de los 60 y 70. Conflicto Social, Año 4, N° 5, Junio 2011. P. 18.
73
    Goicovic Igor, Movimientos
sociales en
la
encrucijada. Entre
la
integración
y
la
ruptura. Ultima
décadanº5,
CIDPA
viña
del
mar, agosto
1996, pp.
47‐74. P. 60.
74
   Millán, Mariano Ignacio, Los análisis contemporáneos sobre movimientos sociales y la teoría de la lucha de clases,
Conflicto Social, Año 2, N° 1, Junio 2009. P. 59.
                                                           31
Aunque crítico a este enfoque de la acción colectiva, entendida como el actuar de
un grupo de sujetos que bajo un ethos común se organizan y realizan diversas
acciones concretas por lograrlo (manifestaciones, marchas, encuentros, etc.)–
Viguera nos dice– es necesario entender el desarrollo de esta en una necesaria e
inevitable vinculación con el quehacer político, por tanto, “... la acción colectiva no
emerge naturalmente de la existencia de un conflicto o antagonismo estructural, y
que incluso el sentido de la misma y sus alcances son producto de una
construcción         compleja       que       requiere          ser       explorada.”75
Para ser capaz de visualizar, de explorar, de manera concreta este desarrollo de
acciones colectivas dentro del movimiento social-popular nos planteamos como
tarea identificar tres elementos bajo la lupa de la lucha de clases “... los sujetos
que luchan, sus formas de lucha y sus niveles de organización.”76 Esto nos
muestra que la utilización de herramientas que nos entrega esta teoría es flexible,
ya que analiza lo concreto de lo concreto.
El concepto de oportunidades políticas elaborado por Tarrow nos permite
comprender el desarrollo de la acción política al interior de las condiciones
objetivas que tienen los grupos de activistas o militantes para elaborar y
desarrollar sus objetivos planteados. Previo a una lectura de la realidad en que se
encuentran, para saber qué tan propicios para su desarrollo positivo son los
elementos externos. De esta forma “el concepto de oportunidad política pone el
énfasis en los recursos exteriores al grupo —al contrario que el dinero o el poder,
que pueden ser explotados incluso por luchadores débiles o desorganizados.”77
Siguiendo el análisis desarrollado por el autor de El poder en movimiento. Los
movimientos sociales, la acción colectiva y la política, es posible reconocer el
potencial que tiene el accionar colectivo para las luchas que emergen, donde
destacan tres elementos desafío, incertidumbre y solidaridad. Los desafíos,
provocaciones y actos de protesta en contra las autoridades amenazan con una
serie de costes, que a buenas y a primeras si bien es posible estimar, en su
desarrollo, al estar cargados de una espontaneidad, los hace menos controlable.
La posibilidad de tener certeza de que se desarrolle y terminen de cual o tal
manera los actos disruptivos no es seguro, por tanto posee un potencial que
puede o no emerger. Y en tercer lugar las redes que se generan al interior del
movimiento popular deben ser capaces de sostener y ampliar las formas de lucha
y los niveles de organización. De esta manera “Los oponentes, los aliados y los
observadores responden, no sólo en función de la agresividad del desafío y la
incertidumbre que evoca, sino de la solidaridad que perciben en la protesta.”78
Cuando nos referimos a las jornadas de protesta los enmarcamos dentro de la
definición de ciclo de protesta que realiza Tarrow “...me refiero a una fase de
intensificación de los conflictos y la confrontación en el sistema social, que incluye
75
   Viguera, Aníbal – Movimientos Sociales y Lucha de Clases Conflicto Social, Año 2, N° 1, Junio 2009. Pág. 14.
76
   Millán, Mariano Ignacio – Los análisis contemporáneos sobre movimientos sociales y la teoría de la lucha de clases –
Conflicto Social, Año 2, N° 1, Junio 2009, P. 61. Las negritas son de mi autoría.
77
   Tarrow, S “El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política.” Editorial Alianza,
Madrid, 1997 P. 49.
78
   Tarrow, S “El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política.” Editorial Alianza,
Madrid, 1997 P. 183.
                                                          32
una rápida difusión de la acción colectiva de los sectores más movilizados a los
menos movilizados; un ritmo de innovación acelerado en las formas de
confrontación; marcos nuevos o transformados para la acción colectiva; una
combinación de participación organizada y no organizada; y unas secuencias de
interacción intensificada entre disidentes y autoridades que pueden terminar en la
reforma,     la     represión     y,    a    veces,    en     una    revolución.”79
Nos encontramos con un proceso acelerado de reorganización y agrupación
colectiva que de manera intensa logra niveles de acción colectiva que empujan las
situaciones de control que posee el Estado al límite, produciendo grandes
remezones a la estabilidad que, en nuestro caso, buscaba la dictadura militar.
Dentro de este movimiento social popular que definimos, encontramos el
desarrollo del movimiento estudiantil secundario que ha sido constantemente
obviado. Esto a pesar de ser un sector que desde albores de la sociedad chilena
(1833,1872,1873,1878,1881), ya constituida como estado nación, por tanto con el
surgimiento de los establecimientos educacionales públicos que albergaban a los
sectores acomodados de la educación. Los alumnos son protagonistas de
indisciplina al tomarse el cuarto del Rector y resistir a pedradas a los serenos;
violentas manifestaciones de protesta, elaboración de una bomba, etc.
enmarcados en desacuerdos con las medidas de disciplina impuestas por las
autoridades del Instituto Nacional.
Junto con el desarrollo en varios colegios de clase alta con publicaciones como
Revista Colegial, Jénesis, La juventud, etc. Para los años veinte es posible ver la
emergencia de la Federación de Estudiantes de Instrucción Pública (o “Federación
Chica” en relación a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile),
donde ya se produce una participación de alumnos de medio-pupilaje que se
diferencian de los hijos de la oligarquía, abriendo matices en la composición de
clase de la organización estudiantil. A la par con agrupaciones de izquierda más
radical como lo fue Grupo Estudiantil Rebelión.
Prontamente se expresan las prácticas de autogobierno al interior de algunos
liceos a partir de la Reforma Educacional de 1928, donde la participación
estudiantil ya era temida por Eduardo Barrios. El ministro de educación expresa
que “El gobierno autónomo de los alumnos queda siempre sometido a la superior
decisión del educador y este advertirá a los alumnos esta circunstancia a fin de
que los niños no se forjen ilusiones peligrosas...”80
Ya en los años treinta nos encontramos con la Federación de Estudiantes
Secundarios y Técnicos (FEST), con conducción de militantes de la Federación de
la Juventud Socialista. Luego se desarrolla la experiencia de Gobiernos
Estudiantiles en los Liceos Experimentales (Liceo Manuel de Salas, Liceo Darío
Salas). Ya para fines de los ´40 nos encontramos con la reconstitución, antes
debilitada, de la Federación de Estudiantes Secundarios (FES). Varios son los
79
   Tarrow, S “El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política.” Editorial Alianza,
Madrid, 1997 P. 264-265.
80
   La Nación, Santiago, II/oct./1928. Citado en Flores Rojas, Jorge. Historia de la infancia en el Chile republicano, 1810-
2010, Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), Santiago, 2010, Pág. 307.
                                                            33
congresos secundarios (ya para Octubre de 1952 realizaban su quinto congreso) y
la participación en protestas era activa.
En el ´49 en contra del alza de la locomoción colectiva, y luego el 12 de Agosto del
mismo año en solidaridad con las víctimas de la represión. En Noviembre del
mismo año se enfrentan un grupo de estudiantes con bombas molotov a las balas
de carabineros, donde cae herida Virginia Vidal, dirigente de la federación de
secundarios de Santiago.81
Para 1957 nos encontramos con la participación, en lo que se conoció como la
“Batalla de Santiago”, una movilización activa y protagonista en contra el
alzamiento de la locomoción colectiva, y la posterior muerte de una estudiante
universitaria y la gravedad que dejo a un estudiante secundario las balas
ejecutadas por la policía.82 Ya en el periodo de la Unidad Popular es posible
encontrar una participación activa a través de los partidos políticos en el proyecto
modernizador-democrático que se impulsaba durante el gobierno de Allende,
participando a través de la FESES y la FEITECh/FEITES.83
Entrando al periodo que nos interesa, el proceso político-social que se
desarrollaba también tomó forma a través de la creación de coordinadoras
secundarias. Primero en las periferias de Santiago, en el trabajo poblacional
ejercido por las diversas organizaciones políticas, para luego derivar en
expresiones organizativas como la Agrupación de Estudiantes Medios (AEM),
siendo esta la primera expresión en 1981; los Comités Democráticos (CODE);
para luego salir a luz pública como Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza
Media (COEM) dividido en cuatro zonales (Zona Centro: Frente Unitario
Democrático de Enseñanza Media (FUDEM); Zona Oriente: Unión de Estudiantes
Secundarios (UES); Zona Norte: Movimiento de Estudiantes Democráticos. (MED);
Zona Sur: Organización Democrática de Estudiantes Secundarios (ODES)) en
1984, que unía a los sectores de izquierda (MIR, PC, PS, MAPU, IC), pero que no
logro unificarse con la Democracia Cristiana (DC), debido a sus diferencias
tácticas. Lo que produce el nacimiento de la Agrupación Secundaria de
Estudiantes Cristianos (ASEC). La coordinación y posterior confederación de estas
organizaciones dio paso al Comité PRO FESES, en 1986. Esta orgánica
secundaria estaba demandando Democratización                 de la educación.
Democratización de los Centros de Alumnos. Becas Alimenticias, estudio y
vestuario para los alumnos de situación irregular. Rebaja del pasaje escolar al
10% histórico del pasaje adulto y su extensión al metro Inscripción gratuita para la
81
   Un excelente paneo general de las experiencias de organización estudiantil secundaria de carácter formal, Ver: Flores
Rojas, Jorge. Moral y prácticas cívicas en los niños chilenos 1880 – 1950, Ariadna Ediciones, 2004. En particular el
capítulo 14 “Las organizaciones estudiantiles.”
82
   Ijubetic Iván, “2 y 3 de abril de 1957 La “batalla de Santiago.””, Punto Final.
83
   Rojas, Flores, Los estudiantes secundarios durante la unidad popular, 1970-1973. En: HISTORIA N°42, Vol. II, julio-
diciembre 2009: P. 471-503.
                                                          34
P.A.A Acceso igualitario a la Educación Superior. Designación de un Ministro en
Visita para esclarecer los asesinatos de estudiantes de Enseñanza Media. “84
En términos teóricos es posible determinar la fluctuación que se produce al interior
del movimiento de estudiantes secundarios, nos encontramos que
“...aproximadamente cada cinco años, los sujetos que componen el movimiento se
renuevan totalmente y llega a la universidad, también a la educación secundaria,
una nueva camada de jóvenes sensibilizados por nuevas ideas y socializados en
otro ambiente cultural, político o intelectual conformando así una nueva
generación estudiantil y que generalmente niega y se aleja de toda relación con la
generación anterior.”85
Por tanto si nos lanzamos al análisis preciso del movimiento de estudiantes
secundarios, es necesario entender que no nos acercamos al “movimiento
estudiantil” de manera genérica, como si los parámetros establecidos en la
investigación sean certeros para las diversas expresiones que ha tenido a lo largo
de la historia del movimiento popular. Más bien es necesario fijarnos en las
disputas de poder que se producen en las organizaciones que lo componen,
identificar y analizar los movimientos que se producen en el campo de batalla. “En
definitiva no hay movimiento estudiantil tal o cual, ni éste es susceptible de
construirse o desconstruirse a voluntad de determinados agente políticos o de la
mirada del investigador. [...] Lo que se arma y se desarma permanentemente (y
donde entra a jugar más directamente la voluntad de los actores) son las
organizaciones que conviven al interior de ese movimiento y no el movimiento en
sí y estas organizaciones muestran las disputas de poder, la construcción de
hegemonías, la lucha por el dominio o el control de este movimiento social.”86
Este eje recién expuesto nos permite aclarar que nuestro interés apunta a la
comprensión del movimiento de estudiantes secundarios como actor participante
dentro del movimiento social popular que se organiza para lograr transformar la
situación de crisis y dictadura que afectaba la realidad de todos los habitantes del
territorio chileno. De tal forma el hilo conductor que transita nuestro análisis es su
condición de sujeto activo en el quehacer político de la sociedad de los ochenta.
Considerando su condición juvenil, que nos aporta elementos claves de las
relaciones del medio con los militantes activos, más nos enfocaremos en sus
expresiones como órgano político de funcionamiento, en sus demandas,
militancias políticas y formas de acción violenta.
Es posible identificar dos focos de análisis que se preocupan del movimiento
secundario del ´80: uno de carácter testimonial y exploratorio; y otro enfocado al
desarrollo orgánico del movimiento secundario ligado a la radicalización política
84
  Panfleto de la época que aparece en: Bustos, P. y Leiva, J. (Dir.). “ACTORES SECUNDARIOS.” [Videograbación] Chile,
Sello Alerce, 2005. 1 DVD (80 min).
85
    Moraga Fabio, “Muchachos casi silvestres. La federación de estudiantes y el movimiento estudiantil chileno, 1906-
1936.” Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 2007. P. 53.
86
   Moraga Fabio, “Muchachos casi silvestres. La federación de estudiantes y el movimiento estudiantil chileno, 1906-
1936.” Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 2007. P. 55.
                                                         35
del Partido Comunista Chileno. Que se encuentran en el texto de Labrin87 y
Álvarez88, respectivamente.
En el primer caso nos encontramos con un enfoque que busca servir de
plataforma para comprender como los sujetos participantes y sus experiencias
tomaron un carácter histórico. Para esto realiza, a través de entrevistas, un
análisis comparativo entre ellas (entre las contemporáneas aparecidas en revistas
de oposición y las realizadas por la investigadora veinte años después), con el fin
de desarrollar una visión, solo a partir del testimonio (para no restar rigor a la
entrevista –nos dice Labrin-) enfocándose en los aspectos subjetivos y políticos,
pero sin la intención de realizar una fotografía total del panorama.
El segundo enfoque, no de carácter testimonial (aunque ocupa la metodología de
la historia oral), se fija en el desarrollo de las juventudes comunistas (por tanto las
líneas políticas erigidas desde el Partido), más específicamente, en como la
política de radicalización elegida por el PC a través de la Sublevación Nacional,
que se refleja en el Paro nacional prolongado realizado por las juventudes y luego
con el nacimiento de organizaciones enfocadas a la autodefensa del movimiento
secundario (como la CAM). Esto bajo la idea del rol hegemónico que cumplieron
las JJ.CC sobre las diversas organizaciones que surgieron en el movimiento
(desde los CODE hasta la FESES) sobre las directrices de acción de la
organización secundaria.
Los trabajos descritos anteriormente establecen dos premisas sobre el movimiento
secundario que dio origen a la FESES. Primero, la hegemonía ejercida por el
partido comunista a través de sus juventudes, por el avance de una radicalización
en las prácticas políticas; y una política de alianzas (reflejada en la integración de
la democracia cristiana, tanto en el PC como en las juventudes en la lucha contra
Pinochet). Y segundo que se vivieron dos periodos (esto más claro en Álvarez):
uno (del 83-86) que tenía un enfoque corporativo de lucha contra la dictadura, más
maximalista y político; y un segundo periodo (86-89) donde las demandas de
carácter gremial-reivindicativo tienen prioridad dentro de las líneas de acción.
Un tercer trabajo, elaborado por Castro89 que aborda la misma problemática y
periodo, realiza un análisis de las narrativas juveniles actuales sobre el periodo de
dictadura, entrevistando en profundidad a alumnos de enseñanza media del año
2011 de liceos que fueron expresiones de alta organización, para lograr establecer
como se entrelaza esta construcción de la memoria social sobre la dictadura a la
par (o en contra) de la memoria oficial, visibilizando tensiones o conflictos.
Por tanto es una investigación que está enfocada al desarrollo de la memoria
87
 Labrin, Francisca. “Movimiento estudiantil secundario en Santiago de chile (1983-1986).” Seminario de grado para
optar al grado de Licenciado en Historia, Departamento de Ciencias Históricas, Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad de Chile.
88
89
  Castro Rodrigo, Jóvenes secundarios y dictadura militar (chile 1980-1989): narrativas juveniles sobre la protesta social
y la violencia política, una aproximación desde la memoria social de estudiantes secundarios de Santiago, tesis para
optar al grado de Tesis para optar al grado de Licenciado en Educación y al Título de Profesor de Educación Media en
Historia y Ciencias Sociales, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago, 2013.
                                                           36
social y la historia reciente, desde una perspectiva pedagogo-metodológica,
utilizando el caso del MES en los 80, pero que finalmente su relevancia cae en la
importancia de las narrativas juveniles como herramienta emancipadora en la
formación de los/as sujetos.
Este desarrollo del MES en un contexto, bajo las palabras de Tironi donde “...las
movilizaciones sociales –afirma- por sí mismas reconstruyen la sociedad civil y
transforman los regímenes militares, pero no logran su término: sin momento
político, no hay fin de la dictadura y transición democrática. La transición, en
suma, es un momento de la clase política, a cuyo cargo debe estar la propuesta
de fórmulas institucionales de quiebre con el autoritarismo”90, cae en el otro
extremo de lo expuesto anteriormente por Salazar donde los partidos políticos se
supeditan a la juventud, dejando la dirección total del proceso de transición en
manos de las coaliciones formadas para enfrentar a la dictadura y que terminan
por enfocarse en un proceso de transición pactado, donde los objetivos y
expectativas del movimiento popular se ve restringido a seguir la conducción de la
concertación al momento de pensar en transformaciones a nivel de Estado.
Pero es frente a esta falta de investigación que presenta el panorama teórico,
donde la disciplina historiográfica parece dejar fuera del análisis a la juventud
como objeto de investigación, y más si nos referimos a un grupo etario que se
encuentra en un camino entre la infancia y el ser joven91. Otra parte de las
ciencias sociales que se ha preocupado de esto es la sociología, donde la tarea
sobre la juventud en los ochentas fue llevada a cabo por los autores Valenzuela y
Tironi, donde impusieron como categoría de análisis el término de anomía, donde
como nos plantea Tamayo:
“Nace aquí, entonces, la idea que la juventud popular de los años ochenta fue
dañada psicosocialmente, y por tanto, la futura democracia, debe hacerse cargo
de este daño pagando la deuda social que se tiene con ella. La juventud popular
aparece como un objeto que debe pasar de ser afectado a ser beneficiado, pero
no aparece como un sujeto que aporte a un proyecto democratizador de la
sociedad, pues durante la anomia sólo pudo construir «refugios» ante ésta y no
verdadera integración sistémica que la validara como agente propositivo”92. Esto
se inscribe dentro de la crítica realizada por Gabriel Salazar en torno a los análisis
elaborados en los años ochenta a partir del re acomodo intelectual que viven
los/las cientistas sociales, que se expresa en una crítica realizada a las revueltas
populares (Jornadas de Protesta) bajo la perspectiva de que caen en una
rutinización que las inscribe en un actuar anómico sin proyecto político. En este
sentido las palabras de Fonster, con respecto al desarrollo intelectual en la
90
   Tironi, Eugenio. Marginalidad, movimientos sociales y democracia. P. 16.
91
  Sobre la infancia y la juventud chilena revisar: Flores Rojas, Jorge. Historia de la infancia en el Chile republicano, 1810-
2010, Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), Santiago, 2010. Que aunque tiene un periodo de tramo de análisis
hasta los 12 y 13 años, es de lo pocos esfuerzos de tal magnitud por comprender este periodo de la vida, que como
aclara fue necesario ocupar información del periodo posterior debido a la utilización del terminó “adolescente”.
92
  Tamayo, Víctor Muñoz. Imágenes y Estudios Cuantitativos en la Construcción Social de «la Juventud» Chilena. Un
acercamiento         histórico      (2003-1967).        En       internet:       http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
22362004000100004&script=sci_arttext&tlng=pt#txt8
                                                             37
Argentina en relación a los cientistas sociales que en el periodo de los ´70
estuvieron interesados en las expresiones violencia política y su desarrollo dentro
del mundo popular derivaron en un reacomodo que se inscribió –igual que para el
caso chileno en los ´80– en “panaceas del orden democrático y la necesidad de
adaptarse a las exigencias inexorables del mercado mundial.”93
A esto se le agrega que son solo dos estudios, expuestos anteriormente, los que
se dedican a entender al movimiento secundario dentro de los procesos históricos
de chile antes del fin de la dictadura94, ya que luego de la aparición en el territorio
chileno que tiene como grandes hitos el 2006 y el 2011, se ha expandido el interés
por este fenómeno de la enseñanza media. Ya que para las distintas áreas de
investigación el movimiento estudiantil universitario aparece como un
representante más relevante dentro de los distintos sucesos de movilización
popular.95
93
   Fonster, Ricardo, “Los usos de la memoria”, en Crítica y sospecha. Los clarooscuros de la cultura en moderna, Buenos
Aires, Paidós, 2003. En: Elguera, Gloria; Marchant, Claudia [Ed.] “Historia reciente y violencia política. Lucha armada en
la argentina [La revista], Santiago, Tiempo Robado, 2013. P. 13.
94
  Sobre el movimiento secundario en el gobierno de Salvador Allende ver: Rojas, Flores. Los estudiantes secundarios
durante la unidad popular, 1970-1973.
95
  Sobre el movimiento universitario ver: Garreton, Manuel Antonio “EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE LOS OCHENTA:
CONCEPTOS E HISTORIA”, Editorial SUR. Santiago 1980; Cruces, Natalia, apuntes para una historia del movimiento
estudiantil chileno. partes II.” En: http://www.archivochile.com/Mov_sociales/mov_estudian/MSmovestud0002.pdf;
Dietz, Ana López. “De la dictadura militar a la democracia pactada de la concertación y la derecha el modelo de la
universidad -empresa en chile (1973-2008)” En: http://www.revistaluchadeclases.cl/01/docs/modelounivempresa.pdf;
Bravo, Viviana Vargas. “El movimiento estudiantil en chile. advertencias a un neoliberalismo maduro y latinoamericano.”
En:            http://www.pacarinadelsur.com/home/oleajes/346-el-movimiento-estudiantil-en-chile-advertencias-a-un-
neoliberalismo-maduro-y-latinoamericano.
                                                           38
Capítulo 2.
De la rabia atomizada a la unidad coyuntural: dictadura cívico militar v/s
motivaciones, organización e ideologías en los movimientos de estudiantes
secundarios.
Podemos establecer dos grandes partes del contexto histórico (crianza y contexto
nacional), en donde los sujetos se desarrollan -vinculadas entre sí- son de carácter
determinante en la participación activa al interior de los procesos políticos del
periodo que hacen de la decisión de participar de las luchas del movimiento
popular una decisión racional.
Primero podemos observar el contexto de crianza (la familia, el grupo nuclear) en
el que se desenvuelve la vida. A través de la entrevistas es posible visibilizar dos
situaciones de realidad familiar. Un entorno familiar con pasado y presente político
activo, que se inscriben dentro del movimiento de oposición en contra de la
dictadura; como también un grupo familiar de carácter conservador, que más bien
se caracterizaba por no conversar la situación, siendo un tema prohibido al interior
del entorno cercano.
El primer entorno familiar descrito nos permite comprender como la familia, la
experiencia familiar, es capaz de determinar el accionar de una gran cantidad de
secundarios en los procesos de lucha contra la dictadura, “mi familia fue diezmada
por la dictadura, entonces había más de una inquietud. Además de mi propia
inquietud natural de ser humano. Que siempre también ha estado presente.
Mucha gente quizás o personas pueden pensar que uno lo hace por lo que le toco
vivir, por mis padres, ¿entiende o no? Pero si hubiera sido así solamente, o sea
obvio que hay que hacerlo porque son tus papas po, eso es natural. Pero eso no
es lo que rige tu propia vida, lo que rige tu propia es esa fuerza interior que ellos te
transmitieron. O sea, no es la muerte de mis padres, es su vida la que me motiva a
todo esto.”96 Es importante recalcar la idea de que, en este caso, es el proyecto
político, el proyecto de vida con el que se identificaban sus padres lo que lo motiva
el accionar político. Es decir es la justicia y no la venganza la que actúa como
leitmotiv hegemónico.
Otro participante activo del periodo nos relata, “mi acercamiento a la política era
más bien por sensibilizarme de que la dictadura era dictadura. Y de ahí de a poco,
partiendo por ser antipinotechista, en general me voy politizando, voy tomando
más posición de una forma más racional para comprender las causas y el porqué
96
  Entrevista a Dago Pérez. El 21 de septiembre de 1974 fueron detenidos por agentes de la DINA en Santiago los
cónyuges Lumi Videla Moya y Sergio Pérez Molina, ambos militantes del MIR. El cuerpo de Videla fue arrojado por
desconocidos al interior de la embajada de Italia el 4 de noviembre de 1974, sin embargo, la autopsia reveló que la joven
murió un día antes durante una sesión de tortura. Pérez Molina se encuentra aún desaparecido por acción de agentes
de la DINA.,
                                                           39
de la dictadura.”97 Las palabras expresadas por Marcos Paulsen, nos permiten
establecer un criterio mayor para comprender una participación tan temprana en el
actuar político. Esto funciona de manera independiente pero no excluyente del
entorno familiar, al interior de las luchas secundarias.
Nos encontramos que el contexto nacional de crisis marca la realidad en el que se
desenvolvía la vida cotidiana de la época. Las condiciones económicas
paupérrimas a las que había llevado la crisis de la deuda obligando a una baja en
las exportaciones, se traduce en aumento de los niveles de pobreza, desempleo,
subempleo, desocupación, hacinamiento, etc. A las que se les agrega altos niveles
de represión a cualquier intento de expresión opositora. Los movimientos de
oposición se veían extremadamente marcados en los primeros años de
colaboración del periodo, donde la persecución y asesinato selectivo actuó en la
desarticulación del movimiento popular. Que también se extienden a los
momentos de disidencia y oposición. A pesar de que el aparato dictatorial
comienza un esbozo de apertura política a fines del año ´83, donde se comienzan
intentos de dialogó con la oposición. Pero donde la represión a los diversos actos
masivos se practicaba de manera regular y sistemática, en vista que la ofensiva
que realizaba el movimiento popular iba en escalada.
Frente a los niveles de represión ejercidos por los aparatos policiales a las
cotidianas acciones de descontento que se multiplicaban a partir de 1983, debido
a la algidez social que se expresaba en las manifestaciones callejeras se
enmarcaban dentro de los llamados públicos a protestar, el relato de Cristóbal
puede mostrarnos un panorama general, “Un día me iba bajando de la micro y
había un...cagazo en la esquina, una protesta y los pacos estaban apaleando así.
Y yo me acuerdo que me bajo y me llega un palo en la guata, tenía 12-13 años,
palo en la guata, costillas, muy fuerte. [...] En esa época los pacos andaban más
desprotegidos pero eran más salvajes también en la forma de golpear, o sea, te
agarraban a palos así literalmente la cabeza, donde te llegara. Y fuerai niño,
mujer, cabro chico...”98 El nivel de violencia ejercido por el accionar legitimado del
Estado se ve expresado en los altos grados de control ejercido por carabineros
sobre las protestas, como también en los seguimientos realizados a activos/as
militantes participantes del movimiento estudiantil secundario, “La violencia que yo
sufrí fueron arrestos injustificados particulares. Las paseadas en un auto no
marcado, vendado, simulacro de ejecución, seguimiento por tres años...”99
Estas experiencias nos permiten comprender el estado de emergencia constante y
cotidiana en el que se encontraba la sociedad civil que se enfrentaba contra la
dictadura. La implementación de diversos mecanismos legales para justificar el
amedrentamiento, la detención, relegación, desaparición, persecución y
culpabilidad de cualquier elemento sospechoso de ser opositor al régimen militar
se estableció desde los inicios de la constitución de 1980. El Artículo 8°
consideraba ilícito “...todo acto de persona o grupo destinado a propagar doctrinas
97
   Entrevista a Marcos Paulsen.
98
   Entrevista realizada a “Cristóbal”.
99
   Entrevista realizada al Guatón Roger.”
                                            40
que atenten contra la familia, propugnen la violencia o una sociedad, del Estado o
del orden jurídico, de carácter totalitario o fundada en la lucha de clases.” Que
luego debido a los alzamientos populares era necesario ejercer mayores niveles
de control se establece el Artículo 24 transitorio (arresto de cinco a quince días en
sus domicilios o lugares que no sean cárceles), la Ley Antiterrorista (se establece
cuales son conductas de carácter terrorista) y la Ley de Seguridad del Estado
(aplicada en sujetos que alteraran el espacio público).
Un órgano que tuvo gran incidencia en la reconstrucción del tejido social en las
poblaciones y barrios del territorio chileno fueron los centros cristianos, las
parroquias, que funcionaron como espacios articuladores de diversas expresiones
sociales y políticas, que lograban generar lazos entre los pobladores/as y
funcionar como centros operativos de rearticulación de las expresiones
antidictatoriales. Como nos comenta un entrevistado, “yo llegue al colegio a través
de la parroquia. Yo pertenecía a la parroquia capuchinos. Y ahí había una célula
de la izquierda cristiana. Entonces cuando pase a la media me contacte
inmediatamente con la célula de la izquierda cristiana. Me dijeron metete al CODE
en el Andacollo, me dieron el contacto y comencé a militar simultáneamente. Era
el único IC en el Andacollo, el resto era la JJ.CC y el MIR.”100
A raíz de lo recién expuesto es importante entender como dentro de un proceso de
municipalización iniciado el año ´80, detenido el año ´82 debido a la crisis
económica, y que es retomado el año ´86, logrando haber conseguido en el primer
periodo ya un 87% del proceso de traspaso de los establecimientos a las
municipalidades, se consigue un nivel de cobertura tal que en relación a los
periodos educativos anteriores se produce el paso de una educación media de
elite a una de masas. Esto tiene una implicancia importante en relación a la
composición de clase de los liceos que se encuentran en el centro de Santiago
debido a que se produce una convivencia, por tanto una articulación política,
atravesada por elemento heterogéneo de clase. Ya que en los colegios de las
periferias de la capital son los clases populares las que asisten a los liceos
municipales.
Este espíritu maximalista de carácter antipinochetista, expuesto recién, que
impregnaba la lucha del movimiento secundario en la lucha por derrocar al
dictador, que según lo desarrollado por Alvarez101 se extiende por un periodo
desde ´83 hasta mediados del ´86.
Esta gran bandera de lucha contra Pinochet es a la vez el inicio de participación
de todos los entrevistados en tanto lo identificaban como culpable de su realidad
inmediata generando un rechazo total a cualquier representante de este poder
hegemónico: carabineros, directores designados en los establecimientos, etcétera;
como también una gran batalla que aglutinaba a todos los actores activos/as en
los movimientos de oposición, logrando un gran alcance que se vio expresado en
100
   Entrevista realizada al “Guatón Roger.”
101
    Alvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento Estudiantil Secundario: Un caso de
radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz,
N° 23, 2005.
                                                            41
los variados actos masivos realizados durante el periodo de Jornadas de
Protesta.102
Este gran entramado espíritu antipinochetista que lograba cubrir las diversas
experiencias del mundo popular en lucha se ve expresada en las publicaciones
realizadas      por      el      movimiento      de      estudiantes        secundarios.
Un análisis realizado por los estudiantes del Liceo 7 sobre la realidad a la que
tenían que enfrentarse, nos describe el contexto histórico, “desde esa fecha [11 de
septiembre 1973] hasta ahora, una serie de asesinatos, torturas, detenciones
ilegales, prohibición de las agupaciones sindicales,laborales y estudiantiles,
desinformación,han caracterizado al régimen ilegal del general Pinochet. Desde
la primera protesta nacional del IIde Mayo de 1983 las cosas han cambiado.Los
obreros, trabajadores, cesantes, políticos, estudiantes y dueñas de casa han
salido a las calles a demostrar su descontento. Sin embargo, las llamadas
protestas nacionales, que sólo pueden ser con-reconocidas como una
demostración clara de que el pueblo de Chile desea volver a ser un estado libre y
demócratico, no han sido escuchadas por el gobierno, siendo catalogadas como
“echos de grupos minúsculos que sólo desean perturbar la paz, para implantar un
régimen totalitario marxista, instigados y financiados por el comunismo
internacional” 103. Esta lectura realizada demarca, coincidiendo con nuestro
análisis anterior, el carácter ilegal del estado autoritario, por tanto la imposibilidad
de hablar de algún grado de legitimidad, visión que hay que restringir a la
población que se encuentra de manera activa confrontándolo, donde se produce
un despertar de energías sociales dormidas.
Bajo esta misma lectura de la realidad, pero realizada por el órgano oficial de
propaganda del Liceo Amunátegui, acerca del Estado de Sitio de 1984 expresa
que: “Contrariamente a lo que pretende el tirano, esto no nos debilitará sino que
nos reconvence que es necesaria una urgente salida a esta situación de abuso e
injusticia.”104
Los niveles de represión se reflejan en el actuar del director del Liceo Aplicación
en una movilización realizada en Agosto del año 1985, donde se relata los
temores de la vigilancia, “avalan sus temores el hecho que extraños vehículos
circulan por el colegio y algunas casas de alumnos [a raíz de la movilización del 29
de Agosto] Sin embargo, la actitud de Gonzales fue muy diferente a la acordad
con los estudiantes, ya que procedió a llamar a la fuerza pública, permitir su
ingreso a través de un túnel anexo al local y luego personalmente-y con la ayuda
de los inspectores Rene Castillo y otro de apellido Castro- entregar los estudiantes
uno por uno. A la fecha, aún permanecen detenidos Samuel Guajardo, José Millan
L. Juan Domingo Gatica y Jorge Pérez.” También eran constantes las amenazas
de muerte hacía los dirigentes secundarios tanto en la periferia como para los
102
    Sobre la idea de espíritu antipinochetista tanto a nivel poblacional, sindical y estudiantil universitario, ver: Garcés
Antonia, Los Rostros de la Protesta. Actores Sociales y Políticos de las Protestas Contra la Dictadura Militar (1983-1986),
Centro de Estudios Miguel Henríquez. Disponible en: http://www.archivochile.com/entrada.html P. 56.
103
    “El PIEDRAZO”, Boletín informativo, CODE L7 N°1 Año 1. Sept. 1985. Las negritas son de mi autoría.
104
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 1.
                                                            42
dirigentes de la zona centro. Así lo registra esta crónica realizada en el Fortín
Mapocho, donde las amenazas de muerte son cosa constante para los
muchachos. Explicaban que esta situación se ha dado para jóvenes del Blas
Cañas y del Liceo Industrial Cerrillos. El caso posterior, del dirigente Juan Alfaro,
es también ejemplificador de esta cotidianidad represiva. Debido a su actividad
política en el colegio se le expulsa, y “...cuando su padre le pregunto al rector
Víctor Hipólito Gonzales dijo que “si seguía allí lo iban a matar”. A esto se le
suman amenazas de muertes en los baños realizadas por el ACHA.”105
El panorama de las luchas secundarias se inscribía en un clima cotidiano de
represión. En una situación donde los lugares cercanos, debido a la incertidumbre
de que en cualquier momento podía caer la mano vigilante del Estado, se cubrían
de un manto de desconfianza y las prácticas de compartimentación parecían
funcionar como única forma de resguardarse. Por tanto ser militante o activo/a en
términos político requería vivir en constante estado de alerta. Pero a la vez, y de
forma paradójica, las luchas que emergieron contra el Estado dictatorial requerían
niveles de organización que se tradujeron (a lo contrario que esperaba generar la
implementación del terror) en nuevas formas de lucha que encontraron su
amplitud en las diversas expresiones en organizaciones por los derechos
humanos, organizaciones de subsistencia de los pobladores, colectivos juveniles,
organizaciones culturales, grupos de mujeres, etc. Pero para las formas de
accionar de los estudiantes de enseñanza media las prácticas compartimentadas,
las asambleas en diversos lugares de Santiago (Taller el Sol, Universidad de Chile
sede Beauchef, Universidad Católica, Universidad Metropolitana de Ciencias de la
Educación, Parroquia Santa Bernardita, etc.), la planificación elaborada y con
tiempo de las tomas de establecimientos, marchas o mítines, requirieron actuar
bajo el mayor nivel de sigilo posible, frente a lo que fue la represión ejercida desde
la Oficina de Seguridad del Ministerio de Educación.
Desde el control selectivo a nivel de diversas dirigencias, como el control masivo
de la población a través de la represión desmedida o los toques de queda con el
Estado de Sitio, logran tener el efecto contrario al que esperan lograr las
autoridades que tiene como objetivo disminuir las expresiones de resistencia a
través de acción reiterativa del terror, logrando mayores grados de oposición y
organización.106 La motivación por expulsar a Pinochet crece y los niveles de
organización necesarios para alcanzar el objetivo se tornan mayores, lo que
produce la necesidad de avanzar hacia la construcción de una organización única
105
    Fortín Mapocho. Octubre 9, 1985. P13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
106
   Gracias a una desclasificación de documentos internos del gobierno de Pinochet se devela como la intervención
realizada por los organismo de inteligencia en búsqueda de desarticular desde un principio las acciones de organización
secundaria responden a un accionar sistemático que tenía expresión en el nexo operativo y administrativo entre la
oficina de Seguridad del Ministerio de Educación y la CNI. “Estas operaciones, que abarcaron colegios religiosos como el
Alonso de Ercilla, públicos como el A-12 y privados como la Alianza Francesa, fueron parte de un Plan de Guerra del
Frente Interno, coordinado entre la CNI y la desaparecida Oficina de Seguridad del Ministerio de Educación, como consta
en el oficio reservado 02/36 del 16 de febrero de 1984.” Weibel Mauricio, Así nació la educación de Pinochet,
http://www.theclinic.cl/2013/06/27/asi-nacio-la-educacion-de-pinochet/
                                                          43
que represente a las/los estudiantes de enseñanza media, en busca de una
unidad, iniciada por los sectores de oposición (particularmente de izquierda de
tradición institucional107 e izquierda radical), que logre derrocar a Pinochet.
107
    Nos referimos de esta forma a las organizaciones partidarias que se encontraban dentro del sistemas de partidos
chileno hasta el golpe de estado de 1973, esto a través –en términos legales- “...la disolución del Congreso Nacional
(Decreto de Ley 27 del 24.0.73) y la destrucción de los registros electorales, la prohibición de los partidos de la Unidad
Popular como asociaciones ilícitas (Decreto Ley 77 del 13.10.73) y la confiscación de sus bienes. Los demás partidos,
inicialmente declarados en receso (Decreto Ley 78), son disueltos en marzo de 1977 (Decreto de Ley 1674) [...] En cambio
actualmente (1985) todavía no están promulgadas las leyes orgánicas, previstas por la Constitución, que regulen los
partidos políticos y el sistema electoral.” En: Lechner Norbert, “El sistema de partidos en Chile – una continuidad
problemática.”, Documento de trabajo programa FLACSO-Santiago de Chile, número 249, Junio 1985.
                                                           44
Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media: un caso de organización de la
izquierda revolucionaria. Del Comité Democrático a la Federación.
108
    Sobre los inicios del movimiento secundario en regiones no hay nada escrito en particular, solo podemos encontrar la
referencia que hace Pedro Rosas, como militante del MIR, sobre sus inicios en Valparaíso en la creación del taller de
estudiantes de enseñanza media del Valparaíso, “…nosotros un grupo pequeño de estudiantes miristas de Valparaíso,
que deberíamos representar como el 20% del total de los estudiantes que participábamos de la organización, los demás
la mayoría era comunista, uno pocos socialistas y uno que otro democratacristiano…nos vamos de esta organización,
organización, teníamos nuestros propios símbolos, nos juntábamos en un local facilitado por el colegio de profesores,
hacíamos actos, convocábamos a movilizaciones de estudiantes secundarios, y organizaciones culturales…”. en la Tesis
de Palma José, Violencia política, estrategia político-militar y fragmentación partidaria en el movimiento de izquierda
revolucionaria (MIR) en Chile. 1982-1988. La guerra popular de la vanguardia del pueblo. Memoria para optar al título de
profesor de historia, geografía y educación cívica. UMCE, Santiago, 2009. P. 172. Junto con esto se registra una
movilización reprimida en Valparaíso el 18 de Agosto de 1983, “AI día siguiente, también en Valparaíso, fueron detenidos
13 estudiantes secundarios por fuerzas especiales de Carabineros cuando realizaban una protesta en las calles céntricas
del puerto.” SOLIDARIDAD - 2da. quincena agosto 1983, P.2.
109
    Entrevista a Juan Alfaro.
110
    Basta N° 7, enero-febrero 1980. (Órgano oficial de las JJ.CC. en la clandestinidad hasta 1986).p.4. En: Alvarez Rolando,
Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas
(1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005. P. 88.
111
    Tanto los entrevistados (Juan Alfaro, “Gramsci”) como el autor Rolando Álvarez, establecen el nacimiento de la
organización AEM y FUDEM a principios del año ochenta (´80 - ´81), pero sin certeza sobre su conformación exacta, en
                                                            45
de Enseñanza Media (FUDEM), al mismo tiempo que el MIR organizaba la
Agrupación de Estudiantes Medios (AEM). En 1983, estas dos organizaciones
protagonizaron la primera toma de un liceo después del golpe militar: la del Liceo 6
en San Miguel.”112 Las palabras del joven de la escuela fiscal A-48, República del
Salvador ubicada en plaza Ñuñoa (que luego se municipalizó), nos confirma a la
Agrupación de estudiantes Medios como una iniciativa organizativa del MIR, “Fue
parte del impulso de una línea del MIR que se llamó la línea democrático
independiente. Estaba esta idea de formar una especie de columna de cuadros de
izquierda, cercanos al MIR, que le permitieran incidir en el movimiento de masas
desde una perspectiva más rupturista, de lo que era la perspectiva de la Alianza
Democrática, y agrupar a los más amplios sectores posibles, tras una línea
revolucionaria.” 113
Para el año 1983 nos encontramos con la existencia de tres organizaciones que
destacan en el espacio de la enseñanza media, “en estos últimos años, grupos de
estudiantes de enseñanza media han comenzado a expresar sus inquietudes –aún
en forma minoritaria- a través de distintas organizaciones. Entre ellas destacan la
Agrupación de Estudiantes Medios (AEM), Coordinadora de Estudiantes Medios
(CEM) y el Frente Unido de Estudiantes Medios (FUDEM).”114
Como antecedente directo, como primeros pasos del movimiento de estudiantes
de enseñanza media, los Comités Democráticos (CODE), aparecen como el
órgano base de las formas de organización secundaria. Que permanece como
elemento fundamental durante todo el periodo estudiado.
La descripción desarrollada en el anónimo texto sobre el origen y desarrollo de la
FESES, nos permite entender la estructura de la orgánica de los estudiantes de
enseñanza media, “el objetivo principal de los Comités Democráticos era agrupar
al mayor número de estudiantes secundarios antidictatoriales [...] El CODE se
reunía, por lo menos, una vez a la semana. Tenía una estructura orgánica mínima:
un encargado político (que lo representaba en las reuniones zonales), un
encargado de asamblea (que dirigía la reunión del CODE) y un encargado de
autodefensa (que coordinaba, a nivel zonal, acciones concretas como
manifestaciones, mítines, tomas, etc.).”115 Podemos observar un nivel amplio de
organización de cada comité democrático, entendiendo las circunstancias
tanto no hay registro, ni a nivel de las experiencias vividas, ni en documentos, tanto internos como de propaganda, o
prensa.
112
    Breve reseña histórica de la FESES o el derecho a la memoria. Santiago de Chile, Ediciones El pingüino Rojo, 1992. P.
2.
113
    Entrevista realizada a Gramsci.
114
    SOLIDARIDAD - 2da. quincena octubre 1983. P. 12.
115
    Breve reseña histórica de la FESES o el derecho a la memoria. Santiago de Chile, Ediciones El pingüino Rojo, 1992. P.
3. Un entrevistado (“Guatón Roger”) también recuerda esta forma de organización, realizando una comparación con las
formas leninistas de organización en relación a los niveles de compartimentación bajos los cuales debían funcionar
debido a la latente posibilidad de ser reprimidos, “Nosotros articulábamos culturalmente. En cada CODE había gente que
trabaja en cultura y propaganda. Gente que trabaja y se especializaba en autodefensa. Y gente que era la política. Los
que daban la pelea política. Entonces es como reproducir la organización leninista. Los unos se juntan con los unos. Los
dos se juntan con los dos. Los tres se juntan con los tres. Entonces en las asambleas de la zonal elegíamos al número uno,
al número dos y número tres.”
                                                           46
particularmente arriesgadas en las que se encontraban los colegios bajo la
vigilancia y control de directores designados, profesores sapos116, etc. Por tanto la
elección de estas formas de organización tiene relación con que, siendo eliminada
la Federación de secundarios en los inicios de la dictadura, no había expresión
estudiantil que lograra articularse más allá de la vigilancia del dictador.
El presidente de la Secretaría Nacional de la Juventud, Patricio Melero, explica
(refiriéndose a la posibilidad de un nuevo reglamento para la designación de
dirigentes estudiantiles), que “... en ningún caso esto significará elecciones
masivas, porque eso implica un riesgo de politización en los colegios y no es lo
que se pretende.” Y continúa, “se trata de que la juventud más que heredera de
una gran obra de cambios económicos, sociales y políticos como los que se están
desarrollando en el país, se sienta artífice y protagonista de este proceso de
institucionalidad.”117 En sus palabras queda claro el poder que intentaban ejercer
las expresiones juveniles de derecha, al alero del sistema educativo dictatorial, en
los cambios que se producían al interior de la organización secundaria que se
regía por los decretos 741 y 736118 siendo una condición, para lograr niveles de
articulación sin ser intervenidos por los aparatos represivos, la creación de
órganos extra institucionales que expresaran las necesidades de lucha de los
secundarios.
En una lectura posterior a lo que fue las primeras manifestaciones del movimiento,
el medio de propaganda del Liceo - 7 expresa de manera clara el carácter opositor
de estas estructuras organizativas, bajo un enfático llamado al fortalecimiento de
estos espacios para lograr combatir a la dictadura, “los CODE en esta lucha han
sido el medio que el estudiantado secundario de oposición ha tenido desde 1983.
Nuestro CODE se ha reorganizado para combatir con más fuerza a la dictadura.
Para lograrlo necesitamos tu trabajo. Un trabajo sistemático y continuo, continuo,
con ganas, y consciente de que cada paso que das es conocimiento de sus
causas.”119
A través de jornadas de organización se iban levantando comités democráticos en
los diversos liceos de la capital, el relato histórico que realiza el órgano informativo
de los estudiantes de la zona oriente nos describe el proceso, “a fines de mayo de
1983 realizamos nuestra primera jornada de trabajo, donde establecimos el
petitorio, nos dimos una orgánica y un nombre U.E.S. (Unión de Estudiantes
Secundarios), la necesidad de organización nació también en las otras zonas.”120
116
    Forma de referirse a profesores que denunciaban a las autoridades del colegio o reprimían de manera directa a los
estudiantes, cualquier actitud sospechosa de estar incitando a la movilización, a organizarse, etc.
117
    La Segunda, 2 de Mayo, 1983, P. 3.
118
    El primer decreto otorgaba a los directores la facultad de elegir a los integrantes de los Centros de Alumnos. Que en
el general de los casos fueron jóvenes pertenecientes a la Secretaría Nacional de la Juventud, encabezada por Patricio
Melero. El segundo decreto impedía las elecciones libres y universales de los Centros de Alumnos. Y eran los presidentes
de curso los que elegían al presidente del CC.AA.
119
      “El PIEDRAZO”, Boletín informativo, CODE L7 N°1 Año 1. Sept. 1985.
120
      “LA MECHA”, Boletín informativo UES N°1. Sept. 1985.
                                                            47
Bien lo expresan un grupo de dirigentes de estudiantes de enseñanza media que
“en la búsqueda de soluciones a problemas que aquejan, dirigentes se han
abocado a la creación de Comités Estudiantiles Democráticos, integrados por
delegados de cursos y liceos.” -queda clara la necesidad de una organización de
mayor envergadura que logre una mayor masividad y coordinación-. “Como meta,
que reconocen difícil, está la realización de un Congreso de estudiantes medios
hacia fines de año.”, relata el periodista en la entrevista realizada para el periódico
Solidaridad.121
Juan Alfaro nos relata el día en que se desarrolla el consejo que da conformación
a esta agrupación de izquierda, “cuando se constituye el COEM. Eso lo hicimos en
un consejo en la parroquia del aguilucho, aquí en los leones. Fue justo el día en
que uno de nuestros compañeros, que también fue parte del movimiento, que ya
estaba dejando el movimiento porque estaba pasando a la clandestinidad, cayó
preso el día anterior, Claudio Salinas. Cayo el Marcelo Oses, cabros de la media...
y alguien murió ahí, murió el Huevo en un atentado al aeródromo de Tobalaba,
que murió el Condorito o el Huevo Duro.”123 Observamos que el panorama al que
se enfrentaban las iniciativas organizativas se veía bajo niveles de represión
cruda, que no logro funcionar como factor de disminución de la iniciativa, sino por
el contrario se reflejó en una consolidación de las organizaciones de enseñanza
media.
121
    SOLIDARIDAD - 2da. quincena octubre 1983. P. 12.
122
    “LA MECHA”, Boletín informativo UES N°1. Sept. 1985.
123
    Entrevista realizada a Juan Alfaro.
En el periódico SOLIDARIDAD NO215, 15 al 27 de diciembre, P. 22. Nos relatan que “Los estudiantes Marcelo Osses
Albornoz (20), Claudio Salinas Fernández (19) y el menor de 17 años E.R.A., enfrentan graves acusaciones formuladas en
su contra por la Central Nacional de Informaciones. Ellos, a su vez, iniciaron querella contra el organismo de seguridad,
acusándolo de haberles sometido a tortura durante los ocho días que permanecieron detenidos en el cuartel de calle
Santa María 1453. Los jóvenes fueron detenidos por Carabineros el día jueves 28 de noviembre pasado y entregados a la
CNI al día siguiente, tras haber reconocido en una declaración extrajudicial -según la versión oficial- ser integrantes del
"Frente Patriótico Manuel Rodríguez". Se acusa a uno de ellos, Claudio Salinas, de haber participado en esos tres
atentados, entre otros el ataque al Comando de Aviación del Ejército, en el Aeródromo de Tobalaba. Igualmente son
acusados de portar varias armas de fuego y municiones al momento de la aprehensión, acusaciones todas que debe
investigar la Justicia para determinar la participación o no de los detenidos en los hechos.”
                                                            48
posteriores. Porque al principio fueron CODES y organizaciones zonales. De ahí
salieron los cordones, que eran lugares donde había muchos colegios juntos. Y yo
pertenecí al cordón mata, porque ahí habían cuatro o cinco colegios.”124
Debido a que esta organización aglutinaba a los sectores de izquierda (P.C.
JRME, PS-       Almeyda, Izquierda Cristiana, y posteriormente al MJL) nos
encontramos de manera paralela con el desarrollo del ala demócrata cristiana que
se expresaba en la Agrupación Secundaria de Estudiantes Cristianos125 (ASEC); y
los sectores socialdemócratas, en la Acción Democrática de Estudiantes (ADE).
Esto debido a que se presentaban diferencias importantes a nivel programático
entre las agrupaciones de izquierda y la DC. Esto bien lo comenta Víctor Osorio,
militante de la IC en una entrevista realizada por APSI, “el COEM y la ASEC
tenían discrepancias de fondo, producto de los proyectos distintos de cada partido,
para             articular          la            educación              media.126
Esta discrepancias comienzan a pactarse en búsqueda de ampliar el grado de
masividad de la organización secundaria, bajo una idea de unidad en post de
lograr configurar una gran federación que se opusiera de manera significativa
contra la dictadura, “Comprendemos que sólo la unidad nos llevará a cumplir
nuestros objetivos, por lo que el conjunto COEM-ASEC-ADE han impulsado la
formación de una Federación única, por lo cual existe desde abril el Comité Pro-
Feses (Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago).”127
Haciendo referencia a lo expuesto por un compañero respecto de los comités
democráticos el entrevistado realiza un comentario que devela una característica
que comparten los otros entrevistados que participaron de esta investigación sobre
el movimiento de estudiantes de enseñanza media: la unidad.
“Era necesario como un elemento de unidad de la izquierda mantener los comités
democráticos. [...] Como instancia de coordinación de la izquierda, de debate. Eso
era algo que ocurría solo en la enseñanza media, eso no pasaba en la universidad
por ejemplo, ni en las poblaciones. Ni en los lugares de trabajo donde había
sindicato y había izquierda. Porque ahí, entre la izquierda del MDP y la otra
izquierda, y la otra izquierda por la derecha que era la Alianza Democrática, y la
que había por la izquierda, más a la izquierda, que eran los Lautaros, la pelea era
fenomenal.”128
El grado de unidad alcanzado por el movimiento secundario se posiciona como
una excepción dentro de la izquierda en particular, y del movimiento de oposición
en general, logrando avanzar a niveles organizativos de manera ascendente, tanto
a nivel táctico como estratégico, al menos hasta el último año del periodo
124
    Entrevista realizada a Chico Dago.
125
    En una Convocatoria realizada en Noviembre de 1983, la ASEC se define como una organización con “...absoluta
autonomía en los ideológico. Nuestro Movimiento persigue la unidad de los estudiantes en torno a valores hoy perdidos
en la sociedad de consumo”, y declara que sus valores son “...la comprensión, la solidaridad, la justica, la paz, la libertad
y el amor.”, y sus herramientas “... son la fe, la esperanza y la alegría por vivir.” Esto en búsqueda de “... la nueva
sociedad de hermanos que sonreirá optimista a la llegada del Reino del Padre, aquí, en la Tierra.”
126
    APSI Nª 158, año 10, 29 de Julio / 11 Agosto 1985. Crónica Estudiantes secundarios. Rebelión en la fila. P. 26.
127
    “LA MECHA”, Boletín informativo UES N°1. Sept. 1985.
128
    Entrevista “Gramsci”.
                                                             49
estudiado129. La convivencia diaria en actividades relacionadas al ajetreo de
reuniones (comité, zonal, cordón, mesas políticas, grupos autodefensa, voceros,
propaganda, etc.), de marchas, propaganda, arengas en la calle, trabajos de
verano, etc. Hace del desarrollo de la experiencia cotidiana en la enseñanza
media un nivel de respeto entre las/os sujetos activos, que se veían en la lucha
diaria contra la dictadura, “había cierta bonita relación de respeto. Pero no estaba
dada por la militancia, no estaba dada porque tu fuerai JR o JS, o yo de la J, no.
Estaba dado por que nos encontrábamos en la calle peleando frente a frente, codo
a codo. Entonces había un respeto, no ya a la autoridad que podiai ser o a la
militancia que podías tener. Si no a quien tú eras [...] Se da una cosa de personas
también, no solo de militancia.”130 Y este nivel de respeto es posible identificarlo
en la cohesión alcanzada por el movimiento de enseñanza media, donde la calle
aparece como principal escenario de lucha, por lo tanto de reconocimiento entre
pares, “este hueon es almeja, da lo mismo, trabaja conmigo. Esta conmigo en el
chapazo, en el rayado, en la marcha. A este hueon es laucha, los lauchas son
locos los hueones, no importa los hueones son buena onda, están en la misma.”131
Y es que esta cuestión tan característica –a saber la unidad– de este movimiento
logro confluir y hacerse sentir y ver a nivel orgánico, “que era que nosotros
teníamos en una sola organización desde del Lautaro hasta la Democracia
Cristiana.”132
La unidad se vio reflejada en la fuerza de los llamados a través de la propaganda
que se impulsaban hacia la formación del Comité- Profeses, en busca de trabajar
bajo la misma organización: LA FESES. Tanto la izquierda como los sectores
social cristianos.
Esto en base al desarrollo que habían alcanzado las organizaciones secundarias,
y la modificación de decretos que habían permitido cierto nivel de apertura de los
centros de alumnos, “es así que frente al gran desarrollo alcanzado con el
fortalecimiento y creación de nvos. CODES, la parcial democratización de los
CCAA y por lo tanto el fortalecimiento de la zonal y por ende del COEM, es que
necesitamos definir claramente el carácter, programa e itinerario del Comité Pro.
Feses.”133
El llamado, realizado en noviembre de 1985, por parte de este CODE de la zona
centro, que posee mayor aliento de existencia en referencia a los otros zonales, es
a mantener las diversas demandas secundarias pero bajo la gran demanda
nacional, “a la Pro-Feses debemos darle el carácter de una organización
129
     Sobre el desarrollo posterior del movimiento de estudiantes secundarios ver: Alvarez Rolando, Las Juventudes
Comunistas de Chile y el Movimiento Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988),
Alternativa, Revista Trimestral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005. En particular el apartado 3.- El
Movimiento Secundario renace: La hora delas luchas gremiales (1987-1988); Lagos Patricio, Sobre algunas formas de
construcción de organización y movimiento a fines del siglo XX, Trabajo presentado a: tertulias sobre socialismo y luchas
sociales. Colectivos de trabajadores, CC.TT. Disponible en: http://www.archivochile.com/entrada.html.
130
    Entrevista realizada a Juan Alfaro.
131
    Entrevista realizada a “Gramsci”.
132
    Entrevista realizada al “Chico Dago”.
133
    “EL RAYADO”, órgano oficial del FUDEM, Año~1 N°2. 30 de nov – 1 dic 1985. P. 2.
                                                            50
comprometida en la lucha por sus reivindicaciones y a la vez inserta en la lucha
Nac. [...]Por ello la discusión debe hacer surgir políticas realistas y poner al centro
la unidad, la lucha y la movilización que son sin lugar a dudas los caminos seguros
hacia la Federación.”134 Donde también se recalca la importancia de avanzar hacia
la unidad y la protesta callejera como herramienta central en pos de la federación.
Así lo demuestra el llamado que realizan los estudiantes de enseñanza media en
una forma de adherir a las jornadas de movilización nacional del 4 de Junio del
1985, bajo el la idea fuerza de Ingobernabilidad, “a una Jornada de
Ingobernabilidad Estudiantil llamó el Comité Pro FESES, para hoy lunes y mañana
martes. Víctor Osorio, dirigente de FESES, señalo que de esta forma los jóvenes
se adhieren a la jornada del 4. Los muchachos realizarán marchas, no asistirán a
clases, etc.”135
La tarea que se plantea el movimiento secundario a nivel organizacional se
proyecta tanto a nivel de masividad como forma de extensión de sus fuerzas,
fortaleciendo desde los órganos sus bases de funcionamiento, pasando por las
organizaciones de coordinación intermedia, para lograr conformar una federación
de estudiantes de Santiago.
“La gran importancia de esta Convención es que tenará que plantearse un claro
itinerario hacia la Federación, elaborando tácticas y estrategias a seguir. Cada
movilización tiene que ser un paso más a la Federación y un golpe político
inmenso a la dictadura. Se debe profundizar el trabajo de los CCAA, el rol de los
CODES, de la zonales y del Pro-Feses.”136
La formación de este comité significo un salto cuantitativo importante en los
niveles de masividad de la oposición secundaria, “hace poco se agruparon en el
Comité Pro-FESES, representando a más de 200 colegios de Santiago de un total
de 500.”137
Ya, durante el segundo semestre de 1985, la conformación de este comité se hace
realidad el 30 de Noviembre y 1 de Diciembre, a través de una política impulsada
desde los sectores de izquierda del movimiento de enseñanza media, “El comité
pro FESES era una política del PS-PC-MIR. Del MIR Gutiérrez. Lo que es MDP.
No muy compartida por los compañeros de otras organizaciones, pero igual
apoyaban.”138
134
    “EL RAYADO”, órgano oficial del FUDEM, Año~1 N°2. 30 de nov – 1 dic 1985. P. 2.
135
     Fortín Mapocho 02/09/1985. P. 9. En Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
136
    “EL RAYADO”, órgano oficial del FUDEM, Año~1 N°2. 30 de nov – 1 dic 1985. P. 2
137
   APSI Nª 158, año 10, 29 de Julio / 11 Agosto 1985. Crónica Estudiantes secundarios. Rebelión en la fila. P. 25. .
También lo confirma en la publicación realizada por el Fortín Mapocho 21/04/1986, P. 6 “A la fecha, el Comité Pro-Feses,
que aglutina a centros democráticos de 247 Liceos, de un total de 498, solo en la zona metropolitana, ha recorrido
mucho camino.”
138
    Entrevista a “Gramsci”. Es importante aclarar el error cometido por el entrevistado, debido a que la fracción MIR-
Gutiérrez aún no se conformaba.
                                                          51
Aunque no haya logrado permear de manera extensa y profunda el movimiento de
enseñanza media, la discusión del poder estudiantil creemos que merece ser
referida. “Ya el año ´85 empieza la huea del poder estudiantil, la discusión por el
poder estudiantil. Me acuerdo de ilustres compañeros de ese entonces que nos
explicaban de que es el poder estudiantil, me decían: el poder estudiantil significa
la conformación de un contrapoder en los liceos. Y ese contrapoder son los
comités democráticos y no los centros de alumnos, porque los centros de alumnos
son parte de la institucionalidad burguesa.”139
Si bien esta discusión no la podemos pensar al interior del movimiento estudiantil
secundario como algo generalizado, es relevante si la situamos al interior del
recorrido histórico de las organizaciones que han articulado las diversas
expresiones de izquierda. Donde se relacionan organizaciones tanto de carácter
autónomo como institucional. Primero, y refiriéndonos a éste contexto particular, la
lectura que se realiza instala a los centros de alumnos dentro del aparato estatal
que los regula a través de los decretos, por tanto bajo el funcionamiento
restringido y vigilado de sus movimientos. Lo que hace necesario generar
organismos de expresión política secundaria que escaparan de las lógicas y las
normas de la educación que se estaban instalando, que avanzaran en contra de la
lógica del ser individual que posiciona en primer momento el beneficio personal
como base para el hecho social, tal como lo relata La Segunda, “el ministro de
educación ha establecido como objetivo básico la educación centrada en la
persona, en tanto el fin secundario de esta educación es la vida social motivadora
de un conjunto de libertades que aceptan la obediencia, el sacrificio para el bien
común. Esta educación estimula y respeta la singularidad, la autonomía y la
apertura hacia lo social.”140
Si este espacio de organización es burgués, centros de alumnos, (¿en
contraposición a proletario?) es una discusión, que aquí no vamos a resolver. Pero
la necesidad, y por tanto la polémica que se produce, de generar espacios
autónomos (hasta en una posición ofensiva) de los marcos institucionales se
expresa de manera reiterada en las disputas por la conducción de los procesos
políticos y sus fines estratégicos de la izquierda chilena. Con esta discusión
transitando por las problemáticas que atravesaban al movimiento secundario,
definiendo el carácter bajo el cual serán comprendidos y a pesar de que el
funcionamiento no era a través de elecciones universales, la utilización del decreto
736, que demostraba un pequeño avance en los procesos de democratización
conseguidos por el movimiento secundario, se tradujo en mayor presencia de
estudiantes de izquierda en las conducciones del movimiento secundario.
Ya a mediados del año 1986 nos encontramos con la conformación de la FESES a
través de una mesa política que quedó conformada por Juan Alfaro (JJ.CC),
secretario ejecutivo metropolitano; Jose Sabat (JDC), secretario metropolitano de
integración; Marcos Guerrar (MIR), secretario de relaciones nacionales; Verónica
Fruhbrodt (Juventud Socialista Almeyda), secretaría orgánica y de departamentos
139
      Entrevista a “Gramsci”.
140
      La Segunda, 12 de Julio, 1983, P. 28.
                                              52
y Víctor Osorio (Izquierda Cristiana) secretario ejecutivo de coordinación y
delegado ante la Asamblea de la Civilidad.141
Las fuerzas y luchas puestas por el movimiento estudiantil de enseñanza media se
cristalizan en una mesa política que da cuenta de la diversidad política que
confluía en la lucha contra la dictadura y la instalación de espacios democráticos
de desarrollo estudiantil.
141
   Álvarez, Rolando. “El movimiento estudiantil secundario bajo dictadura y las juventudes comunistas: un casa de
radicalización política de masas en chile (1983-1988).” P. 104.
                                                       53
Seguridad para estudiar, libertad para vivir: democracia en el liceo y en el país
¡Ahora!
142
      Entrevista realizada a Chico Dago.
                                           54
Para enero de 1984 el Movimiento Democrático Popular –declaraba– en Al pueblo
de Chile: Nuestra Propuesta de lucha y unidad democrática, realizaba un llamado
importante a avanzar en el proceso de democratización educativo tanto a nivel de
la enseñanza media como universitario, bajo participación de los actores
directamente involucrados en la educación para lograr la administración de los
establecimientos de enseñanza, “Democratización del sistema educacional,
asegurando la participación de la comunidad y de los diferentes estamentos
educacionales en el desarrollo y gestión del sistema. En el sistema universitario,
en particular, poner fin inmediato a los rectores militares o designados por
autoridades de la dictadura y generar democráticamente las nuevas autoridades
por parte de la comunidad universitaria.” 143
Por esto de manera central, en conjunta conformación de los comités
democráticos, la demanda por la democratización de los espacios se hizo central
en cada llamado. La modificación de los decretos, significaba mayor posibilidad de
organizarse en contra de la dictadura. Por lo tanto seguir avanzando en la
extensión de los espacios de organización, produciéndose una combinación de
formas organizativas que utilizaron los/as estudiantes de enseñanza media para
unificar sus fuerzas.
Así lo rectifica una entrevista realizada en Octubre de 1983 en la revista
solidaridad a estudiantes de la nacientes organizaciones de la media, “todos
coinciden en centrar los principales problemas que enfrentan como estudiantes de
educación media en los siguientes: ausencia de participación estudiantil, planes y
programas de enseñanza media (DL 300) disciplina que ellos plantean como de
carácter “militar”” 144
“Primero los centros de alumnos elegidos por todo el estudiantado, que realmente
sean representativos de ese, es decir terminar con el sistema vicioso y,
antidemocrático de la “dedocracia” en el cual la dirección nombra a los presidentes
del CC.AA.145 La elección de la directiva de los centros de alumnos por parte de
los directores, en un primer momento. Luego, siendo uno de los avances
conseguidos por el movimiento secundario, fue que la elección de los presidentes
de los CC.AA pasaría a ser una decisión de los presidentes de curso.
“Otro derecho es la beca alimenticia, la cual hoy no se otorga practicamente en
ningún liceo fiscal, es de todos conocidos que en nuestro liceo, como en muchos
otros, hay compañeros que sufren la cesantía de sus padres ypor ende el hambre
o la mala alimentación que esto conlleva, o simplemente las muchas veces que
tenemos que quedarnos hacer trabajos, hasta muy entrada la tarde, lapso en el
cual no comemos nada, provocandonos con ello fatigas y cansancio que acarrea
por lógica una disminución en nuestra capacidad de estudio, la beca alimenticia no
es un regalo, es un derecho que nos ha quitado el actual gobierno...”146 Esta
143
    Nuestra Propuesta de lucha y unidad democrática. Segunda asamblea nacional del MDP. Movimiento democrático
popular. P. 19.
144
    SOLIDARIDAD - 2da. quincena octubre 1983. P. 12.
145
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 2.
146
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 2.
                                                     55
exigencia, tan elemental y de carácter básico, como lo puede ser la alimentación,
esta cruzada por las circunstancias económicas del contexto, aunque la economía
de Pinochet ya avanzaba en procesos de recuperación147 Los niveles de cesantía
afectaban la realidad de todos los habitantes pobres y de clase media del territorio
chileno, lo que es identificado por los jóvenes del liceo Amunátegui como un
impedimento para el funcionamiento, en tanto calidad del estudiante, para lograr
desarrollarse de manera completa en los procesos educativos. Por tanto es
necesario comprender que frente a la situación de desocupación o cesantía de los
trabajadores, la alimentación en los establecimientos fiscales era el único
momento de alimentación en largas jornadas de estudio. Bajo esta perspectiva, la
beca alimenticia emerge como un derecho mínimo, y no como un acto de caridad
de parte del Estado.
Con un alto nivel de consciencia de la realidad, cargado con un fuerte carácter
ideológico, es posible observar como hay una comprensión de los procesos de
privatización a los que estaban siendo afectadas las empresas nacionales,
subyugando       la   producción     de     las   materias     primas       en    manos
extranjeras“...regalando como prostituta nuestras riquezas naturales, conculcando
con ello el futuro de muchas generaciones de chilenos, que verán como
nuevamente nuestro cobre, por ejemplo, es sacado, robado por los yanquis,
llevándose con ellos millones de dólares a los bolsillos capitalistas extranjeros,
millones que podrían ser utilizados en nuestra patria por ejemplo, en becas
alimenticias, textos de estudio, material didáctico, industrias, etc..”148 A lo que se le
suma una identificación de una forma de financiamiento, que implicaría un cambio
en las políticas económicas del Estado, para lograr potenciar el desarrollo
nacional, a la vez de financiar derechos mínimos.
Otra demanda importante, de carácter corporativo, fueron las formas de selección
e ingreso al sistema universitario. Con el paso a la creación de institutos privados
de educación superior (especialización técnica), que aunque amplió la gama de
opciones para poder seguir en la escalera académica, colocaba a la educación
universitaria como un sistema que se aferraba más a las lógicas de mercado
exclusivas, excluyentes y restringidas a los sectores acomodados, que a una
educación segura. “Los estudiantes tenemos que luchar por nuestros legítimos
derechos, luchar porque la P.A.A. sea gratis o por lo menos al alcance de todos
los alumnos, que la educación superior no sea un privilegio para los más
pudientes; no por ser pobres o de clase media somos inferiores [...] NO a la
educación como un negocio, a terminar con este sistema podrido y sin horizontes,
por un Chile y educación para todos no más privilegios, no más represión a los
alumnos concientes...”149
147
     “A partir de 1985, con la incorporación de Hernán Büchi como Ministro de Hacienda, se inició una etapa de
flexibilización de las políticas económicas, más elástica y pragmática. De este modo se aceleró e intensificó la
privatización de las empresas estatales y de los servicios sociales con el objetivo de reactivar la alicaída economía
nacional. Asimismo, se redefinieron algunas funciones del Estado, con atribuciones subsidiarias y fiscalizadoras de los
desequilibrios macroeconómicos.” En: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-719.html.
148
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 2.
149
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 2.
                                                          56
Para 1984 los estudiantes de enseñanza media se dirigen a la autoridad en
materia de educación, Horacio Aránguiz, a quien se le exige un ministros en visita
para investigar la muerte de los jóvenes en las últimas protestas; que se fije una
tarifa escolar de un 10 por ciento del pasaje adulto –incluyendo el Metro-, y que
termine la nominación por parte de los rectores de los representantes
estudiantiles.150
Según contaron miembros del Pro-FESES, basta instancia reuniría a alrededor de
200 colegios y liceos. Sin embargo, el número de alumnos que participan en el
comité no está determinado. Sus reivindicaciones son, entre otras, el
reconocimiento de los Centros de Alumnos Democráticos y la derogación del
decreto 141, por el cual la direcci6n de los liceos puede designar a los delegados.
"Nosotros queremos salir al paso a las declaraciones del (ministro secretario
general de gobierno) señor Cuadra, en el sentido de que nuestra organización
estaría dentro de un plan comunista. Eso sería decir que la enseñanza media de
Chile es comunista. Nuestro Comité solo es gremial", explicaron.151
149
    “EL PLUMON”, órgano oficial del CODE- Amunátegui N°2 año 1 Nov. 84. P. 2.
150
    SOLIDARIDAD - 2da. Primera quincena julio 1984. P. 2.
151
    SOLIDARIDAD N° 206, del 27 de julio al 16 de agosto. P. 6.
152
    Héctor Cuevas fue un destacado dirigente sindical que fue exiliado de Chile. Se le permitió su regreso al país por
noventas días donde falleció debido a un cáncer ubicado en el pulmón que se extendió hasta su cerebro, falleciendo el
11 de octubre de 1985.
153
    El PIEDRAZO”, Boletín informativo, CODE L7 N°1 Año 1. Sept. 1985.
                                                         57
que incluyeron la rebaja del pasaje escolar, la inscripción gratuita a la Prueba de
Aptitud Académica. Como ultima reivindicación los estudiantes indicaron:
“Pedimos la renuncia inmediata del Presidente Augusto Pinochet, suscribiendo el
Manifiesto de San Joaquín y el llamado del Obispo Camus, con el convencimiento
que salvaremos el principal escollo para el reencuentro democrático.”154
La consigna “Seguridad para estudiar, Libertad para vivir” se hacía solidaridad en
términos concreto al momento que las autoridades de los liceos o la autoridades
del Estado militar encerraba, perseguía, desaparecía golpeaba o asesinaba a
compañeros de la enseñanza media. Así lo dio a conocer el Comité Pro FESES
para una toma realizada en el Liceo-4 a fines del año 1985, “por ello también se
hacia la toma. Los jóvenes asesinados en la última protesta del 4 pasado son
Jorge Fernández rivera, 18 años; Jorge Soto Herrera, 16 y Juan Pablo Aburto, 16.
Asimismo, protestan por la relegación a Toconao, de Mauricio Escarata, de 17
años.”155
Avalan sus temores el hecho que extraños vehículos circulan por el colegio y
algunas casas de alumnos [a raíz de la movilización del 29 de Agosto] Sin
embargo, la actitud de Gonzales fue muy diferente a la acordad con los
estudiantes, ya que procedió a llamar a la fuerza pública, permitir su ingreso a
través de un túnel anexo al local y luego personalmente-y con la ayuda de los
inspectores Rene Castillo y otro de apellido Castro- entregar los estudiantes uno
por uno. A la fecha, aún permanecen detenidos Samuel Guajardo, José Millan L.
Juan Domingo Gatica y Jorge Pérez156. Las amenazas de muerte son cosa
constante para los muchachos –como dijeron en una entrevista realizada por el
Fortín Mapocho el 04/11/1985. P.6– explicando que esta situación se ha dado
para jóvenes del Blas Cañas y del Liceo Industrial Cerrillos.
En un recuento realizado a principios del mes de Enero de 1986 sobre el año
anterior se establece que “al momento dijeron, existen expulsados del Liceo 7,
colegio Pedro de Valdivia y Liceo Amunátegui; todos ellos por realizar actividades
consideradas “políticas” por la autoridad”157
Para el año 1986, se comenzó a concretar en los liceos de la capital santiaguina el
proceso de municipalización que se inscribió dentro de los procesos de
modernización que instalo la dictadura, a través del Decreto Supremo N° 13.063
del año 1981. Lo que explica su repercusión tardía, fue que el inicio de los
procesos de paso de liceos fiscales a municipios se produjo desde los extremos
del país hasta finalizar en el centro de este.
154
    Fortín Mapocho 02/09/1985. P. 16. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
155
    Fortín Mapocho 30/09/1985, P. 13. Esta relegación de Mauricio Escarlata es rectificada por el periódico SOLIDARIDAD
N°210, 5 al 18 de octubre, P. 2. Ver nota número 223.
156
    Fortín Mapocho 09/09/1985. P. 11. La noticia se titulaba Vigilan a alumnos del liceo aplicación.
157
    Fortín Mapocho 13/01/1986. P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
                                                          58
El anuncio realizado por el ministro Gaete significo una respuesta sagaz y activa
por parte del movimiento secundario, “la respuesta fue inmediata: diecisiete liceos
paralizaron sus actividades al día siguiente del anuncio, tomas y marchas frente a
los colegios y el Ministerio de Educación, con la consiguiente cuota de gases,
agua, apaleos y detenidos. Hasta el viernes pasado se contabilizaban más de
quinientos alumnos y una cincuentena de profesores detenidos.” 158
Y fueron los liceos emblemáticos de la capital los que pusieron en jaque,
focalizando su demanda en contra del proceso de municipalización, Entre los
establecimientos perjudicados que no descartan un paro prolongado de
actividades, está el Internado Nacional Barros Arana, el Liceo 1, Gabriela Mistral,
Valentín Letelier, Liceo Aplicación, Liceo 6 “Andrés Bello”, el Instituto Nacional,
Amunátegui, Darío Salas e Insuco 2.159
Así también lo constata el diario la Segunda cuando se refiere a la paralización de
los Liceo A-108 y A-109 que comenzaron su paralización de actividades a fuera de
sus establecimientos días después del anuncio realizado por el ministro, “Los
alumnos señalaron repetidamente que actuaron de esta manera para reclamar por
el traspaso de los dos liceos al sector municipalizado.”160
En el Instituto Nacional las movilizaciones en contra de los procesos de
municipalización no se hicieron esperar, expresadas en una elevada movilización
de los alumnos, ex alumnos y profesores. Primeramente a través de asambleas de
curso, en conjunto de una presión diaria a través de propaganda mediante
panfletos y una gran pancarta que se observaba desde afuera del Instituto que
llevaba la leyenda de “No a la privatización”. A esto se la sumaba el apoyo político
del Frente Institutano Nacionalista (perteneciente a la Avanzada Nacional161) bajo
el discurso patrió en defensa de lo que consideran un símbolo de la nación.162
Estas demandas en contra los procesos de segregación de la educación chilena,
nunca dejaron de lado la idea fuerza de democratizar los centros de alumnos, y
comenzaron apuntar a la realidad gremial de los estudiantes de enseñanza media
que tenía relación con su futuro como estudiantes, exigiendo eliminar el pago de la
prueba de actitud académica, con la intención de facilitar el acceso a la educación
superior.163
158
    Cauce N°77 01/06/1986 P. 27.
159
    Cauce N°77 01/06/1986 P. 27.
160
    La Tercera de la La hora 12/04/1986, P. 6.
161
    Colectividad de extrema derecha que hace su aparición el año 1983 en “...apoyo a la gestión del general Pinochet y
busca la prolongación de su mandato. Adhiere completamente a la Constitución de 1980 y a la consiguiente
institucionalización de una democracia donde primen la justicia social, el orden, el progreso y la unidad del espíritu
nacionalista, basado en ‘un acrecentando amor a la Patria'” Friedmann, Reinhard (1988) La Política Chilena de la A a la Z.
Melquíades Servicio Editorial, Santiago, Chile. http://catalogo.bcn.cl/ipac20/ipac.jsp?index=BIB&term=30405
162
     Fortín Mapocho 21/04/1986, P. 8. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
163
    La Tercera de La Hora 08/11/1986, P. 8.
                                                           59
Esta iniciativa del gobierno logró convocar la mayor movilización de la comunidad
estudiantil –secundarios, profesores, apoderados-. Los profesores a través de la
AGECH, los estudiantes en el Comité Pro Feses, se manifestaron en diversas
movilizaciones que fueron reprimidas, incluidos militares en algunas ocasiones
frente a la protesta y paralización de clases, pero que no fueron capaces de
amedrentarlos a través de golpes, balines ni detenciones. Las protestas
espontaneas se hicieron ver en varios colegios combativos; Liceo de Aplicación,
Gabriela Mistral, Liceo 13, A-15. A-20; Amunátegui, Instituto Nacional, Darío
Salas, Insuco 2; Valentín Letelier en incluso el Barros Arana.”164
Bajo una paralización total de los colegios fiscales se realizó una asamblea en el
liceo Aplicación que logro juntar a 32 colegios de la capital que mostraban su
repudio a la “alcaldización”. Su posterior salida a la calle termino con un saldo de
trescientos estudiantes detenidos. 165
En esos momentos fue la bandera de lucha de la FESES la batalla contra la
municipalización que se tradujo en varias expresiones de rechazo frente a la
decisión del Estado, tal como lo demuestra la canción desarrollada por alumnas
del Liceo 1, “Caballito blanco, llévate de aquí, lleváte a Gaete que no sirve aquí.
Tengo, tengo, tengo, ganas de estudiar, y el Liceo 1 tiene que ganar, él me da el
estudio, él me da amistad, pero el decreto me lo quitará.”166
164
    Fortín Mapocho 2/06/1986, P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
165
    Fortín Mapocho 16/06/1986. P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
166
    Cauce N° 78 01/07/1986 P 3.
                                                        60
La militancia revolucionaria: ideologías al interior del movimiento secundario.
Del acuerdo nacional hasta la guerra insurreccional de masas.
167
    Salazar Gabriel, Violencia política en las grandes alamedas. P. 67.
168
    Salazar Gabriel, Violencia política en las grandes alamedas. P. 168.
169
    Salazar Gabriel, Violencia política en las grandes alamedas. P. 153.
                                                             61
juventudes políticas por sobre las necesidades del movimiento social,
compartimos que no es un actuar que se pueda condenar por supuestas
decisiones maquiavélicas, oscuras e instrumentalizadoras.170
A partir de las reflexiones anteriormente expuestas podemos establecer que la
influencia de las organizaciones políticas partidarias y sus juventudes tuvieron un
rol importante en la rearticulación de los espacios de organización y acción de la
enseñanza media.
Estando en esta doble condición de ser objeto de política y sujeto de política
nos permite comprender a la juventud como un sujeto en movimiento, receptivo
como también capaz de rechazar, reformular, transformar su realidad inmediata y
a futuro. Bajo una dinámica propia de un sujeto que posee y se mueve dentro de
la conciencia histórica.
“Es aquí en donde insertamos el trabajo en torno al proceso de reconstrucción y
desarrollo de la Federación de Estudiantes de Santiago (FESES), labor en donde
tuvo una destacada actuación las Juventudes Comunistas (JJ.CC.). Pensamos
que el movimiento estudiantil secundario, encabezado por las JJ.CC., reflejó cómo
las «viejas» y «nuevas» prácticas y discursividades comunistas dieron como
resultado un trabajo de masas muy significativo y una legitimación política y social
indiscutible en el movimiento estudiantil secundario de la época.”171
Como comenta posteriormente Alvarez, para las juventudes comunistas que
tenían su militancia en el frente poblacional, se les ordena dirigirse a los diversos
colegios de la capital a desarrollar el trabajo que se inscribía dentro del plan de
sublevación nacional iniciado por el PC.
170
     Alvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento Estudiantil Secundario: Un caso de
radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz,
N° 23, 2005P. 92.
171
     Alvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento Estudiantil Secundario: Un caso de
radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz,
N° 23, 2005. P. 86.
172
    El pueblo rebelde vencerá, Septiembre de 1985, P. 8.
                                                            62
Bajo esta perspectiva, a pesar de los momentos complejos que vivió el MIR debido
a la destrucción de sus direcciones y el quiebre de la organización, fue una línea
política del movimiento de izquierda enfocarse en los frentes de masas, “Fue parte
de una línea del MIR que se llamó la línea democrático independiente, que tenía
como sentido formar una columna de cuadros de izquierda cercanos al MIR que le
permitiera incidir en el movimiento de masas desde una perspectiva más rupturista
de lo que era, por ejemplo, la perspectiva de la Alianza Democrática, y además
agrupar a amplios sectores posibles tras una línea revolucionaria. Incluso se
hablaba si hay DC´s que puedan ingresar a estas organizaciones democráticas
intermedias, como UNED, la COAPO a nivel de pobladores o la AEM en la
enseñanza media, y todo esto se agrupaba en la Dirección Nacional de Masas,
que era la que conducía este frente del MIR. Ahí surge la idea de conformar una
juventud política...”173
Bajo esta perspectiva la militancia aparece como un acto de confianza entre los
diversos participantes del movimiento de enseñanza media. Los variados actos de
las juventudes se expandían para los sectores de izquierda bajo un alero de
solidaridad, donde en esta heterogeneidad de intereses, comprendiendo el
funcionamiento compartimentado que había que tener a raíz de las condiciones
restrictivas de la dictadura frente a la organización, se expresaba la unidad, “los
cabros eran re buena tela, porque generaban educación para un espacio
multipartidario. Todos militaban, era mal visto no militar, porque de hecho no
militar te podía generar desconfianza con una persona.”174
173
      Entrevista a “Gramsci”
174
      Entrevista realizada a Cristóbal.
                                          63
que le decían. Se cuadraban. Y eso hizo que muchos cabros que se estaban
incorporando a la FESES se fueran.”175
175
      Entrevista realizada a Juan.
176
      Salazar Gabriel, Violencia política en las grandes alamedas. P. 155.
                                                                64
Capítulo 3.
Violencia política: la autodefensa como herramienta de lucha al interior del
movimiento de estudiantes de enseñanza media.
La visión de Benjamín, aunque influenciada por Schmitt, se refiere en que hay que
dar el paso a un verdadero Estado de Excepción. Donde la violencia pura que no
se instala en la dicotomía de una violencia que instaura/violencia que conserva el
derecho, sino, una que depone el derecho e inaugura una nueva época
histórica.180
177
    La condición de dictadura lo entendemos como un acto ilegítimo de la toma del poder por parte de un grupo
minoritario a través de la fuerza e impacto del ejercicio de la violencia política justificado en el monopolio de la violencia
que posee el Estado. Y en este caso en particular a través de la acción de las fuerzas militares.
178
    Es necesario comprender que este desarrollo de teoría política en contra de las concepciones del liberalismo en busca
de un nuevo orden jurídico, se encontraba en el contexto de la república de Weimar, que luego dio paso a la instalación
del Tercer Reich. Que se inscribe dentro de las discusiones que establece Walter Benjamín con él en su octava tesis
Sobre el concepto de Historia. La crítica que realiza Benjamín a Schmitt es que se produce una ambigüedad constitutiva,
donde la suspensión de la vida a través del derecho, se produce en lugar intermedio entre el afuera y el adentro, donde
la excepción y la regla se confunde. Donde –como lo nombra Zavala Hyde– la esfera de las criaturas y el orden jurídico
son incluidos en una misma catástrofe.
179
    Schmitt, Carl, “La dictadura. Desde los comienzos del pensamiento moderno de la soberanía hasta la lucha de clases
proletaria”, Madrid: Ediciones de la Revista de Occidente, 1968. Traducción: José Díaz García.
180
    Benjamín, Walter “Sobre el concepto de Historia”, LOM, 2003, Santiago. P. 93. Tesis VIII “La tradición de los oprimidos
nos enseña que el “estado de excepción” en que ahora vivimos es en verdad la regla. El concepto de historia al que
lleguemos debe resultar coherente con ello. Promover el verdadero estado de excepción se nos presentará entonces
como tarea nuestra, lo que mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo. La oportunidad que éste tiene está,
en parte no insignificante, en que sus adversarios lo enfrentan en nombre del progreso como norma histórica. -El
asombro ante el hecho de que las cosas que vivimos sean “aún” posibles en el siglo veinte no tiene nada de filosófico. No
está al comienzo de ningún conocimiento, a no ser el de que la idea de la historia de la cual proviene ya no puede
sostenerse.”
                                                             65
la potestad ejecutiva. Las potestades serán por tiempo indefinido, ya que el Acta
de Constitución no especifica plazo. Donde son representativos los artículos: 3° En
situación de guerra externa podrá declararse el estado de asamblea; en caso de
guerra interna o de conmoción interior, el Estado de Sitio; en el de subversión
latente, el estado de defensa contra la subversión; y en el evento de calamidad
pública, el estado de catástrofe. Y Artículo 6° Por la declaración de estado de
defensa contra la subversión, el Presidente de la República sólo podrá restringir la
libertad personal, la de informar y el derecho de reunión. Si lo estimare
indispensable para impedir la materialización de la subversión, podra también
suspender la libertad personal y el derecho de reunión; restringir la libertad de
opinión y el derecho de asociación.181
Por tanto hay una comprensión, un proceso de racionalización de por medio, que
justifica su accionar violento. Donde la realidad social del momento se inscribe
dentro del conflicto social, y el ejercicio monopólico de la violencia que había
demostrado el Estado hacia cualquier expresión de revuelta significa una
normalización de la represión que requiere una actitud ofensiva, que se inscribe
dentro de una lógica de autodefensa. “Primero que nosotros estábamos en un
estado de violencia, en un Estado que ejercía el Terrorismo de Estado. Segundo
porque efectivamente los poderosos actúan con violencia y las formas de lucha
tienen que contemplar que el otro te va a pegar. Yo puedo resistir uno, dos, pero si
después me van a pegar un combo en el ojo y después con un fierro en la cabeza,
lo más lógico es que voy a reaccionar, me voy a defender, y que es legítimo.”183
181
   Padilla             Elías,         La            memoria          y          el          olvido,           en:
http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/investig/lamemolv/memolv04.htm#N_35_
182
    Violencia política popular en las “grandes alamedas”: Santiago de Chile 1947-1987: una perspec va histórico-
popular. Santiago de Chile: Ediciones SUR, 1990.P. 126.
183
    Entrevista realizada a Cristóbal.
                                                       66
En este sentido la emergencia de un proceso de radicalización de las prácticas y
estrategias emerge desde las entrañas de los explotados, “corresponde no tanto al
típico “terrorismo moderno” de las sociedades desarrolladas, sino a la
radicalización política de los movimientos sociales y militantes de una sociedad
que ha tropezado con serias crisis en su proceso de modernización y desarrollo. El
extremismo chileno ha surgido dentro de una sintomatología histórica diferente a
la del simple y estereotipado terrorismo moderno [...] Y ello porque en un país en
vías de modernización los factores y motivaciones que históricamente la
engendran son más y más complejos que el mero desquiciamiento moral o mental
de sus autores...”184
                                                         67
han explicitado, en grado diverso, los objetivos, intenciones o propósitos que se
habían perfilado en la conciencia social o política de los sujetos que las realizaban.
Demuestran haber tenido detrás un plan de acción y/o un esquema orgánico
previamente discutidos y trazados. Tal planificación ha sido tan puntual y particular
como las acciones que han derivado de ella. Su importancia radica en que el
grado de organización y planificación que comportan constituye un índice de
racionalización, modernización y, por ende, de politización.”187
187
    Violencia política popular en las “grandes alamedas”: San ago de Chile 1947-1987: una perspec va histórico-popular.
Santiago de Chile: Ediciones SUR, 1990.P. 124.
188
    APSI Nª 158, año 10, 29 de Julio / 11 Agosto 1985. Crónica Estudiantes secundarios. Rebelión en la fila. P. 26.
189
    Entrevista realizada a Cristóbal. De esta forma lo plantea Orión Aramayo –dirigente público de la Jota en el área de
autodefensa- también cuando relata sobre la existencia de un grupo de autodefensa, con linchacos, con pañuelos, que
era de celeste con el símbolo de la ASEC, En: Álvarez, Rolando. “El movimiento estudiantil secundario bajo dictadura y las
juventudes comunistas: un casa de radicalización política de masas en chile (1983-1988).” P. 95.
                                                           68
específico de las CAM la defensa de marchas, mítines, tomas, etc. era el objetivo
que cumplían. Los cuales lograron altos grados de masividad bajo un fuerte
sentido de identidad y pertenencia.190
Si bien no es posible negar la política de creación de grupos de autodefensa de
masas por parte de las juventudes comunistas, el enfoque pareciera posicionar el
origen o el primer paso de la autodefensa al interior del movimiento de enseñanza
media como una iniciativa única de esa juventud política, y esto nos parece reducir
la mirada. Si bien es absurdo (a nivel investigativo) buscar el origen único, por
tanto no es nuestra intención, si es crucial comprender la instalación de la
violencia al interior del movimiento de estudiantes secundarios como una cuestión
instalada de forma sistemática desde diversas juventudes políticas. Claro es el
ejemplo de la política de masas del MIR, “en cuanto a las formas de lucha, el MIR
impulsa el derecho a desarrollar una estrategia de guerra popular que combina la
lucha social, política, ideológica y militar, donde se articulan todas las forma de
lucha, desde las pacificas hasta las más radicales y violentas, de masas y
armadas.” 191 Y así también, fue de crucial a nivel estratégico la utilización de la
violencia para el MJL, “es tiempo de la GUERRILLA DE MASAS: Organizarnos
para controlar y golpear a los enemigos del país en los territorios, fábricas,
escuelas y Universidades. Inundar el país con nuestra presencia y nuestra política.
Acosar a la dictadura, sin respiro, sin tregua.” 192 Lo anterior inscribe la utilización
de la violencia al interior en el movimiento de estudiantes secundarios como una
lucha de poder, que se configura bajo una subjetividad que genera identidad y
lazos entre los diversos secundarios/as activos/as que comprendían y justificaban
la utilización de la autodefensa, bajo ideas de compañerismo y solidaridad.
Lo expresado por parte de Víctor Osorio (militante de la IC) –en una entrevista de
la época- demuestra que actuar como grupos violentistas, como lo denominaba la
prensa, surge como una expresión de lucha del movimiento de enseñanza media,
“siempre se ha instrumentalizado que las tomas obedecen a grupos violentistas
separados del estudiantado, pero es falso. Han sido producto de la misma base
estudiantil. El grado de violencia que se pueda haber generado es correlativo al
grado de violencia represiva que surgió de parte del régimen. No se puede
comparar estudiantes haciendo uso de defensa con palos, con la represión que
han sufrido”, responde Osorio.”193
A través de las palabras de Dago Pérez –militante secundario del MIR- podemos
establecer el carácter de la autodefensa que se estableció al interior del
movimiento secundario, “uno no lo ve como violencia ni lo siente como violencia.
Lo siente como supervivencia, lo siente como dignidad, lo siente como
autodefensa. No se plantea como esa cosa como “estoy siendo violento” porque
190
    Álvarez, Rolando. “El movimiento estudiantil secundario bajo dictadura y las juventudes comunistas: un casa de
radicalización política de masas en chile (1983-1988).” P. 95 – 97.
191
    El Rebelde, Nº 212. Agosto, 1984. p.7
192
    El pueblo rebelde vencerá, Junio de 1985, P. 1.
193
    Fortín Mapocho 21/04/1986, P. 6. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
                                                        69
están siendo contigo, pero... de una manera que si tu no haces algo... coperai no
más.194
194
    Entrevista realizada a Dago.
195
    Entrevista realizada a Dago.
196
    Estos porcentajes son establecidos por Salazar en el cuadro 4, llamado Violencia política popular (1947-87): Objetivos
y ´contras´, (Porcentajes promedio anuales por ciclo presidencial y tipo de ´contras´). En: Violencia polí ca popular en las
“grandes alamedas”: San ago de Chile 1947-1987: una perspec va histórico-popular. Santiago de Chile: Ediciones SUR,
1990.P. 130.
                                                            70
Formas de movilización y lucha: el accionar de las brigadas de autodefensa.
197
    Esta descripción se basa en las diversas apariciones en prensa oficial y de oposición de los actos de movilización.
Exceptuando tan solo un acto en el Liceo-7 que aparece, respetivamente señalado, registrado en un documento interno
de las Juventudes Comunistas el año 1985.
198
    “LA MECHA”, Boletín informativo UES N°1. Sept. 1985.
199
    La segunda, 1 Junio 1983, P. 9.
200
     Fortín Mapocho 21/04/1986, P. 6. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
                                                          71
detenidos201. Como nos relata un militante secundario de la juventud junto al
acceso a la calle de la mayoría de los manifestantes los encargados de la
autodefensa se dirigían a realizar un corte de calle. “La barricada cumple un
propósito que es detener para que la marcha se repliegue, o sea sin marcha
dispuesta a luchar la barricada es inocua, no tiene sentido. Todo estaba
subyugado al encargado de autodefensa. El encargado de autodefensa es el que
diseña el plan de la marcha. Los dirigentes políticos van adelante. Teni dos
unidades adelante para chochar. Teni dos unidades atrás para repeler y chocar
también. Y teníamos objetivos claros.”202
De esta manera la organización de la movilización callejera es protegida y
potenciada por las brigadas de autodefensa, una red que tiene como objetivo
permitir que los estudiantes irrumpan a la calle paralizando los autos, a través de
gestos amenazantes y la utilización de barricadas. “Entonces normalmente tu
andabai en tu mochila con tu capucha, tu palito, tus mangas. Normalmente a mí
me tocaba armar la barricada. Entonces en la noche anterior preparaba mangas
que se tiraban al suelo y esas después le tirabai la molotov encima y la gracia de
la manga es que se mantenía un buen rato la llama ahí prendida. Y se enrollaba y
se cabían ahí en las mochilas. A veces me tocaba llevar bencina.”203 Esto
demuestra un claro nivel de organización y preparación para lograr las
movilizaciones planteadas.
Posteriormente se registra para el 26 y 27 de Junio de 1985 en el Liceo 7 de
hombres, encabezados por una dirigente del comité Pro-Feses ingresaron
alrededor de 400 estudiantes al interior del liceo lanzando bombas pestilentes,
logrando paralizar las clases y realizando una barricada en Irarrázaval para
marchar por Pedro de Valdivia.204 Este hecho es posible encuadrarlo dentro de lo
que se conocen como las ocupaciones, que lo diferencian con las tomas en tanto
se entra al colegio con el objetivo de suspender todas las clases, sacar a los
estudiantes al patio, arengarlos, abrir las puertas del colegio y sacarlos a todos a
una marcha. El grupo no se queda en posesión del establecimiento.
La articulación de la movilización se produce a través de puntos fijos y se le
sumaban puntos de reagrupamiento para mantener la presión en la calle. Frente a
la constante dispersión que causaba la represión de las fuerzas del orden, una
cantidad de estudiantes en la calle y así lograr el cometido. “Existían los grupos de
re agrupamiento. Entonces tú partías en Cummings con la Alameda. El siguiente
punto era en Ejército con la Alameda. Dieciocho con la Alameda. Amunátegui con
201
    SOLIDARIDAD – 1ra. quincena octubre 1983. P.17. Es importante recalcar que a Rafael Vergara se le dificulta de
manera constante su posibilidad de terminar sus estudios de enseñanza media. Así lo expresa el periódico SOLIDARIDAD
N° 176, del 5 al 11 de mayo 1984, donde se le imposibilita reintegrarse al Liceo A N°70 de Maipú donde cursaba 4to
medio, debido a que se encontraba en un proceso judicial, cuestión que su madre Luisa Toledo desmiente.
202
    Entrevista realizada a Guatón Roger.
203
    Entrevista realizada a Cristóbal.
204
    “Informe situación política de la Enseñanza Media”. Documento interno Comisión Nacional de Enseñanza Media
(CONEM) de las JJ.CC., junio de 1985. P. 4 y 5. En: Álvarez, Rolando. “El movimiento estudiantil secundario bajo dictadura
y las juventudes comunistas: un casa de radicalización política de masas en chile (1983-1988).” P. 93.
                                                           72
la Alameda. Entonces el punto de re agrupamiento te permitía saber que si nos
reprimían nos volvíamos a juntar más allá.”205
En la toma del Liceo 12, realizada el 10 de Julio de 1985, es posible identificar dos
ideas fuerza. La reintegración de 12 estudiantes del establecimiento debido a una
toma realizada con anterioridad (29 de mayo, de la cual no hay registro en prensa)
y la democratización de los centros de alumnos. Es decir la realización de
elecciones libres en los Centros de Alumnos y “el fin de la represión política en los
establecimientos de enseñanza media.206 La acción se produce con el ingreso de
700 alumnos del liceo apoyados por alumnos de otros establecimientos 207(lo que
deja clara el nivel de coordinación alcanzado por lo que era el Comité Profeses en
el momento). Pese a llegar a un acuerdo con carabineros para realizar una salida
pacífica se produce un hecho que modifica la reacción anterior realizadas por el
Estado frente a la movilización de los estudiantes secundarios: el desalojo del
establecimiento por fuerzas especiales. Lo que concluyó con 315 detenidos
(mujeres y hombres), cuatro de ellos dirigentes del llamado Comité pro FESES.208
La gran cantidad de destrozos producidos en la ocupación –relatados así por el
diario La Segunda “... el cual fue “tomado” violentamente por un centenar de
estudiantes en el día de ayer. Vidrios rotos, bancos y sillas en los techos, papeles
quemados y prácticamente todos sus muros rayados presentaba hoy el
establecimiento.”209 – donde se lanzaban de manera constantes consignas en
contra de carabineros, el canto del Himno Nacional y Venceremos, junto a una
bandera roja que flameaba sin ningún símbolo durante toda la mañana210, significó
una medida drástica y polémica por parte del Ministro de Educación Horacio
Aránguiz Donoso. La estimación de daños en 10 millones de pesos lo llevo a
declarar que "las normas disciplinarias existen. Muchas veces no se usan porque
resulta incómodo, pero ahora las vamos a usar todas".211 En un par de
declaraciones, confrontacionales por parte del Ministro, defiende su decisión de
cerrar el liceo, “Yo creo que no es tan extrema. La determinación no fue tomada al
205
    Entrevista realizada a Cristóbal. Esta forma de organizar la movilización callejera también es recordada por Gianco
Raglianti, participante del FUDEM, “Cuando en la asamblea hablábamos de la marcha era: a la dos en Cummings con la
Alameda. A las dos y cuarto, ponte tú, en Vergara con la Alameda. A las dos veinticinco Dieciocho con la Alameda. Y a las
dos y media el Ministerio. Ya sabíamos que nos que nos podían parar y que nos iban a disolver en determinados puntos,
por lo tanto nos juntábamos 5, 10 minutos después” En Jorge Leiva, Pachi Bustos. Actores Secundarios. DVD,
Documental. Alerce, 2005.
206
    La Segunda 10/07/1985. P 26.
207
    En el artículo de prensa que aparece dos días luego del acontecimiento (La Segunda 12/07/1985. P. 11). El ministro
de educación identifica a los liceos involucrados: Además, indico que en los actos vandálicos intervinieron alumnos de
más de cien establecimientos entre fiscales, particulares, subvencionados y “pagados o llamados de Iglesia –por lo que
llamaré al Vicario de la Educación el próximo lunes-, y un alumno de Derecho de la Universidad de Chile”. Entre los
colegios citó como participantes a un estudiante del Colegio San George; 28 del colegio Francisco Miranda; 10 de Liceo 7
de Niñas; 10 del Manuel de Salas; 2 del Colegio HC Libertadores de Independencia; 12 del Instituto Nacional; 2 del Liceo
Alemán; 7 del Cambridge School y varios otros.”
208
    SOLIDARIDAD N° 205, del 13 al 26 de julio, P. 2.
209
    La Segunda 11/07/1985. P. 3. El medio informativo Solidaridad N° 205, del 13 al 26 de julio, P. 2. Precisa el número de
detenidos y los que pasaron a tribunales. “Finalizo con el desalojo por parte de carabineros, quienes detuvieron a 502
jóvenes, 315 de los cuales pasaron a los Tribunales de Justicia.”
210
    SOLIDARIDAD N° 205, del 13 al 26 de julio, P. 2.
211
    SOLIDARIDAD N° 206, del 27 de julio al 16 de agosto. P. 6.
                                                            73
azar ni por casualidad. Esta es una concertación de fuerzas políticas que han
instrumentalizado a los jóvenes con el fin de efectuar esta toma. Y yo creo que la
opinión pública está perfectamente consciente de este hecho.”212 Esta defensa la
realiza aludiendo a fuerzas políticas externas que actúan de manera manipuladora
por sobre los estudiantes, aplicando la típica visión del Estado sobre las
organizaciones estudiantiles secundarias, debido a que bajo sus condiciones de
“jóvenes” no tienen la capacidad de decisión propia.
Esta agitada acción directa realizada por el Comité Pro Feses llevo a la renuncia
del Ministro de Educación, lo que se establece como un triunfo crucial para el
movimiento de estudiantes secundarios, a través de las armas de la protesta
social y la lucha callejera. Lo que llevó a la elección de un nuevo Ministro de
educación Sergio Gaete213.
Los meses de septiembre y octubre de 1985 se caracterizaron por las alzas en las
movilizaciones callejeras y auto-tomas. Estas últimas se inscriben dentro de un
clima de descontento generalizado donde se realizan ocupaciones, asambleas,
mítines o piquetes de propaganda. De esta forma se definen como auto porque
son realizadas por los mismos estudiantes del establecimiento. A diferencia de las
tomas realizadas anteriormente, y que se mantiene de manera preponderante, que
son realizas por alumnos externos. Esto debido al peligro que se incurre en ser
identificado por las autoridades de los establecimientos. Primero se produjo “la
ocupación del Liceo Barros Borgoño y siguiendo por las reiteradas
manifestaciones en la tarde en el sector de Cumming con Alameda.” A lo que se
le sumo al día siguiente la auto-toma del Liceo aplicación, con un resultado de
doscientos estudiantes detenidos. A lo anterior se añadió las auto-tomas del Liceo
7 de hombres y del Liceo Amunátegui, junto con enfrentamientos cobativos en
Alameda con Cumming; Avenida España con la Alameda y Brasil con la Alameda
en horas de la tarde.214
Sobre esta toma el militante secundario –en ese momento militante de la Izquierda
Cristiana, ya para el año ´87 ingresa a participar del MIR—nos relata el episodio
de ingreso al Liceo Aplicación (A-9), demostrando el nivel de agresividad con el
que había que actuar frente a los factores represivos del establecimiento, “Yo
entraba a las tomas y estaba encargado de la brigada negra entraba y era la que
reducía a todos los weones peluos. A los sapos, a los profesores, directores. O
sea yo pase a la historia por agarrar a patas en la raja al director del Liceo
Aplicación. Nunca más volví al Aplicación. Aparte de ese el pegué al sapo del
212
    La Segunda 19/07/1985. Pp. 11 y 11. A esto se la suma una pregunta realizada dos días posterior a la toma sobre el
cierre del establecimiento, “Además, preguntó, ¿qué creen ustedes que debía hacerse? ¿Felicitar a los muchachos o a
sus padres, que son los principales responsables?” En: La Segunda 12/07/1985. P. 11.
213
    Para comprender un poco las características del nuevo ministro con el que tendrán que lidiar el movimiento, es
importante el comentario que realiza sobre la represión a los establecimiento educacionales de educación superior en
La Segunda 29/07/1985 P. 5 “Consultado después sobre ese precedente [movilizaciones en el campus de la Universidad
Católica], respondió con otra pregunta “¿Se vio disminuida la universidad por el hecho del ingreso de la fuerza pública?
Todo lo contrario. Ha salido fortalecida, porque hizo uso de sus derechos”.
214
    “LA MECHA”, Boletín informativo UES N°1. Sept. 1985.
                                                          74
aplicación. Y pudimos tomarnos el Liceo. Porque el resto de los weones estaba
fichado. Pero en esta toma: entramos, hicimos la pega y salimos.”215
Estas brigadas estaban compuestas por brigadas rojas y brigadas negras, “Las
brigadas rojas se instalaban en los techos y tiraban de todo, desde tazas de baño
hasta todo lo que tuvieran para tirarles a los pacos. Las brigadas negras eran las
de choque. Generalmente repelían en la parte trasera de los colegios, que era por
donde entraba la fuerza policial. Y también las brigadas negras tenían sus
adminículos de autodefensa. Pero que eran principalmente de fabricación
casera.”217
El alto grado de repercusión política a nivel nacional que trajo consigo la triunfante
movilización del Liceo- 12 se ve reflejada en una nota editorial siete días después
del acontecimiento, estableciendo que “Del desenlace adecuado del caso del
Liceo Alessandri puede depender, en alguna medida, la extirpación de la violencia
en las aulas medias o, por el contrario, su propagación gravísima para el país.”219
Como seguiremos analizando, en tanto logro para los movimientos más radicales
en términos de método, al interior de los estudiantes se produjo la extensión de las
formas de lucha bajo las lógicas de la autodefensa, las que primaron y se
masificaron. Así también lo relata Orión Aramayo –dirigente de las JJ.CC- “No sé
si el 12 influyo en la masificación del movimiento estudiantil. Si influyó en la
215
    Entrevista realizada al Guatón Roger.
216
    Entrevista realizada a Chico Dago.
217
    Entrevista realizada a Cristóbal.
218
    La Segunda 15/07/1985. P. 4. Nota editorial: Un nuevo estilo: trato argumentado.
219
    La Segunda 17/07/1985, P. 4. Nota editorial: El Liceo Arturo Alessandri.
                                                           75
sistematización y profesionalización de los estudiantes en ciertos aspectos de la
lucha callejera.”220
“Con el lema “Seguridad para estudiar, libertad para vivir”, se expresó la molestia y
solidaridad a través de una marcha con 800 estudiantes que se inició en Avenida
España con dirección al Ministerio de Educación siendo interceptados por fuerzas
especiales en Vergara con Alameda lo que terminó con la detención de varios
alumnos cercados por carabineros en las cercanías del Ministerio de Educación.223
220
221
     El acto de relegación se entiende como el acto de confinamiento en distintos puntos del país a los distintos
elementos que el Estado consideraba subversivos y eran pasados por la Justicia Militar. Existieron centros y localidades
de Relegación en: Alto Palena (X Región); Chaitén (X Región); Ciudad de Antofagasta (I Región); Ciudad de Arica (I
Región); Ciudad de Chañaral (III Región); Ciudad de Coquimbo (IV Región); Ciudad de Linares (VII Región); Ciudad de
Osorno (X Región); Ciudad de Ovalle (IV Región); Ciudad de San Javier de Loncomilla (VII Región); Ciudad de Taltal (II
Región); Ciudad de Traiguén (IX Región); Combarbala (IV Región); Comuna de Santa Cruz (VI Región); Freirían (III Región);
Isla de Melinka, en el archipiélago de Los Chonos, en el sur de Chile (XI Región); Localidad de Illapel (IV Región);
Localidad de La Calera (V Región); Localidad de Malleco (IX Región); Localidad de Pozo Almonte (I Región); Localidad de
Santa Cruz, Provincia de Colchagua (XI Región); Localidad de Sataqui; Localidad de Yungay (VIII Región); Los Vilos (IV
Región); Oficina Alianza (I Región); Oficina Victoria (I Región); Parral (VII Región); Pichilemu (VI Región); Pitrufquén (IX
Región); Puerto Saavedra (IX Región); Putre (I Región); Quilpué (V Región); Rancagua (VI Región); Salamanca (IV Región);
San Carlos (VIII Región); Tocopilla (II Región); Vallenar (III Región); Vicuña (IV Región). En:
http://www.memoriaviva.com/Centros/centros%20detencion%20lista.htm.
222
    SOLIDARIDAD N°210, 5 al 18 de octubre, P. 2.
223
    Fortín Mapocho 30/09/1985, P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
                                                            76
en el Casino y luego proceder a detenerlos. Fueron cincuenta detenidos y un par
de estudiantes hospitalizado debido al nivel de la golpiza propinada.224
Para el último periodo del año 1985 se realiza una concentración de secundario en
Grecia con los presidentes. Durante dos días –martes y miércoles- denominadas
“Jornadas de control y poder” en las que se discutirán los problemas internos de
los liceos.225
224
    Fortín Mapocho 30/09/1985, P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
225
    Fortín Mapocho 13/01/1986. P. 13. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
226
    Fortín Mapocho 17/02/1986. P. 9. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
227
      Entrevista realizada a Marcos Paulsen.
                                                        77
vamos hacer... e invitaban a otros compañeros de otros partidos, elegidos por
supuesto. Tal, tal, tal a un entrenamiento militar determinado. [Este consistía] en
una M-16, armar-desarmar, ir a sesiones de tiro, o lanzamiento de granadas,
amongelatina, ver explosivos. Esa preparación militar no la usábamos nosotros
para adentro de los secundarios. Pero aunque sí, llegamos nosotros en la
autodefensa a nivel secundarios, llegamos hasta el lanzamiento de granadas. No
disparamos nunca. Como secundarios. Pero si como secundarios como grupo,
hubo una operación, que una parte salió fallida, y la idea era abajo del guanaco
hacer estallar una, y otra en un zorrillo, y la del zorrillo salió.”228
Esta relación directa entre los espacios secundarios y las militancias políticas que
tenían entrenamiento y prácticas milicianas, tales como el FPMR, el FPMR-A, el
MJL, MIR, PS-Almeyda, se perfilaban como una opción a medida que los
distintos/tas estudiantes de enseñanza media se iban interiorizando en las luchas
políticas y sociales en contra la dictadura y la construcción del espacio secundario.
Una estudiante y participante del CODE del Liceo 1 relata que, “Yo tome como
decisión no entrar a la universidad, yo quería militar. Era una opción, claramente.
Cuando se formó el frente, se formó el lautaro. Y en la enseñanza media se dio
mucho eso. Que la gente de la ultra, o la gente de la enseñanza media se fueron a
militar muy joven en las milicias. Estaba ahí por una opción, porque yo creía
efectivamente que podíamos cambiar el mundo, que un tercio de los estados del
mundo era socialista, y que por tanto existía la posibilidad de construir un Chile
socialista.”229
En Abril del año 1986 era posible realizar un recuento de “Al menos se han
realizado unas 15 tomas. Ejemplo de ellas son el Liceo de Aplicación,
Experimental artístico, Francisco Miranda, Valentín Letelier, Las Teresianas, Liceo
6. La mayoría de esas acciones, por no decir todos, fueron pedidas por los propios
alumnos al ver que las posibilidades de dialogo estaban cerradas.”230
228
    Entrevista realizada a Dago Pérez.
229
    Entrevista realizada a Nathalie Leighton, egresada Liceo 1, en 1986, en el documental Jorge Leiva, Pachi Bustos.
Actores Secundarios. DVD, Documental. Alerce, 2005.
230
    Fortín Mapocho 21/04/1986, P. 6. En: Álvarez Rolando, Las Juventudes Comunistas de Chile y el Movimiento
Estudiantil Secundario: Un caso de radicalización política de masas (1983-1988), Alternativa, Revista Trimestral del
Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, N° 23, 2005.
231
      La Segunda 11/04/1986. P. 32.
                                                        78
En el interior del local, Carabineros encontró posteriormente cajas con 31 bombas
molotov, pancartas, miguelitos, palos y fierros. Los nueve detenidos, siete
hombres y dos mujeres, fueron llevados a la Decimonovena Comisaria y todos
ellos son menores de edad. La alcaldesa agregó que iban premunidos de armas,
bombas molotov, punzones e incluso uno de los alumnos, fue herido en la espalda
por suerte en forma leve, con un punzón; también portaban ácidos y llevaban
bencina, con lo que pretendieron quemar la sala de los kinder.” 232
232
    La Tercera de la La hora 12/04/1986, P. 6.
233
    La Tercera de La hora 13/04/1986, P. 7.
234
    La Tercera de La hora 12/04/1986, P. 6.
235
    La Tercera de La Hora 11/11/1986, P 10.
236
    La Tercera de La Hora 08/11/1986, P. 8.
                                                 79
El relato del militante Marcos Paulsen –del Liceo Lord Cochrane en estos
momentos– confirma la forma de actuar de las brigadas de autodefensa, que
concuerdan con los relatos producidos por la prensa oficialista, “estaba el grupo de
choque, que en el caso de las tomas era el primero que entraba y que tenía que
neutralizar a los elementos digamos fachos. Encerraba a los profesores otro grupo
que eran encargados de la custodia de los profesores, que los encerrábamos en la
sala de profesores. Porque esto era bien corto, a los profesores había que tenerlos
ahí retenidos. En los techos, una brigada se encargaba de subir poner lienzos,
pero además hartas bombas molotov. Tenía un jefe, era una estructura bastante
jerárquica. Un jefe, y por cada brigada también otro jefe, y por cada grupo a dentro
de la brigada un jefe. Los jefes eran elegidos, en el momento de la acción no se
discutía, era el jefe, el que tomaba las decisiones.”237
El objetivo de recuperar y crear espacios de participación para el mundo de la
enseñanza media que debían tener el carácter de ser espacios para derrocar a la
dictadura (algunos para restablecer los espacios de democracia institucionalizada,
otros para comenzar el camino hacia el socialismo), expresados en sus boletines a
través de llamados a organizarse en busca de una federación amplia y masiva,
donde el llamado a la movilización callejera, y el registro de sus logros, se realiza
de manera constante para alentar a la organización. Estos se registraban en los
diversos órganos de propaganda que tenía cada CODE con los títulos tales como
la “Mecha”, el “Piedrazo”, el “Rayado”, “El Plumón”, etc.
Los procesos de radicalización de los métodos de acción que las diversas
agrupaciones políticas y de estudiantes (mujeres y hombres) independientes que
conformaban el movimiento de estudiantes de enseñanza media se articuló y
arraigó en el sentir estudiantil tanto a nivel práctico y estratégico. La utilización
más sistematizada y masiva que se produce en los grupos de autodefensa, a partir
de la toma del Liceo 12, de elementos como: mangas, molotov, hondas, granadas;
en conjunto con formas de expresar su lucha contra el poder, con un nivel de
planificación que para Abril del año ´86 ya constaba con quince tomas realizadas,
que se expresaba en: ocupaciones, tomas, auto-tomas, movilización callejera,
mítines, barricadas. Ambas partes se reforzaban y potenciaban debido a la
relación reciproca en la que se desenvuelve el accionar de los estudiantes de
enseñanza media con los que tenían una militancia política en las organizaciones
estudiantiles que existían-
237
      Entrevista realizada a Marcos Paulsen.
                                               80
Conclusiones.
En esta lucha que se expresaba de distintas formas, pero que finalmente funciona
de manera dialéctica dándole conformación a la realidad, es decir todo parte de un
conjunto, es que la opción de extremar y radicalizar las formas, y objetivos
políticos se concretizo en muchos y muchas estudiantes de enseñanza media. En
                                         81
el camino de esta investigación fueron muchos los casos de jóvenes politizados
que dieron el paso hacia tareas armadas de carácter militar en diversas
expresiones de izquierda tales como el FPMR y FPMR-A, el MIR, MJL. Este es un
relato constante, con comentarios como: “uno se daba cuenta cuando un
compañero era milico”, “se comenzaban alejar de las tareas secundarias”, “se
sabía que cargaba con cierta jineta”, “muchas veces tuve que cuidar bolsos de
compañeros, que claramente no llevaban cuadernos”, etc. que se expresaban en
las narraciones que elaboraron los diversos entrevistados, tanto para esta
investigación, como por las otras investigaciones que utilizaron la historia oral
como método. Pero más claro queda cuando se realiza el ejercicio de visualizar de
dónde provenía la experiencia de diversos participantes de las luchas
estudiantiles, de los diversos combatientes que cayeron asesinados luchando
contra la dictadura. La muerte de Claudio Paredes “El Diablo” en una explosión
producida por un error en la manipulación de un explosivo en la Villa Frei; Mauricio
Maigret caído en combate en el levantamiento popular en Pudahuel y asalto a la
Subcomisaria Teniente Merino; “La Chichi” asesinada en la “Operación Albania”;
Rafael Vergara miliciano del MIR asesinado en Villa Francia; el “Negro Palma”
militante del frente que participo en el asesinato de Jaime Guzmán, etc. por
nombrar solo algunos de los caídos en combate que iniciaron jóvenes su actividad
política, tanto a nivel poblacional como secundario, bajo el alero de las luchas en
diversos liceos y colegios de la capital.
                                         82
A lo largo de este relato historiográfico nos encontramos con sujetos vertidos de
uno y varios proyectos políticos, que en el caso particular de la izquierda que se
expresó a través del COEM, avalaban la autodefensa de masas y el
enfrentamiento armado directo, y no un grupo de bvictimas pasivas de un Estado
dictatorial.
                                          83
Anexos.
238
   Esta tabla se elaboró a partir de la recopilación de información aparecida en boletines, prensa y relatos de los
entrevistados.
                                                        84
protesta.                   1984.
Decimoprimera jornada       29-30 de octubre de
de protesta.                1984.
Trabajos Voluntarios.       Enero de 1985.           En Melipilla.
Mitin realizado frente al   Abril de 1985.           Comuna de Conchalí, en
colegio Gabriela Mistral.                            Avenida Independencia.
Toma de Liceo A-12.         29 de Mayo de 1985.      Comuna de Providencia
                                                     (General Bustamante Nº
                                                     443)
Ocupación del Liceo 7 de    26 y 27 de junio de      Comuna de Ñuñoa, en las
hombres que derivó en       1985.                    calles Irarrázaval con
una marcha.                                          Pedro de Valdivia.
Toma de Liceo A-12.         10 de Julio de 1985      Comuna de Providencia
                                                     (General Bustamante Nº
                                                     443)
Decimosegunda jornada       4 de septiembre de
de protesta.                1985.
Ocupación Liceo Barros      Entre septiembre y       Comuna de Santiago y
Borgoño; marchas; auto-     octubre de 1985.         Providencia. Marcha
toma del Liceo                                       realizada en Cummings
Aplicación, Liceo 7 de                               con la Alameda.
hombres y Liceo
Amunátegui.
Toma del Liceo A-4.         30 de Octubre de 1985.   Comuna de Santiago
                                                     (Chacabuco 73).
Marcha en contra de la      30 de octubre de 1985.   Comuna de Ñuñoa. Inicio
represión y relegación de                            en Avenida España para
compañeros/as.                                       dirigirse al Ministerio de
                                                     Educación.
Decimotercera jornada de    5-6 de noviembre de
protesta.                   1985.
Concentración de            Diciembre de 1985        En la comuna de Ñuñoa,
estudiantes que luego       (durante dos días).      en Grecia con los
pasa a las “Jornadas de                              Presidentes.
control y poder.”
Trabajos Voluntarios.       30 de Enero de 1986.     En la zona de Arauco: de
                                                     Cautín, Malleco, Arauco y
                                                     Valdivia.
Toma del Liceo José         11 de Abril de 1986.     Comuna de Providencia
Victorino Lastarria.                                 (Miguel Claro n° 32).
Suspensión de               12 de Abril de 1986.     Comuna del Bosque.
Actividades Liceo A-108
y A-109.
Decimocuarta jornada de     20 de mayo de 1986.
protesta.
                                      85
Decimoquinta jornada de   2 y 3 de julio de 1986.
protesta.
Toma Liceo Darío Salas.   6 de noviembre de         Comuna de Ñuñoa
                          1986.                     (Avenida España 585).
                                     86
                                                                  239
Anexo 2: Panfletos, boletines, fotografías.
239
   Las fotografías fueron extraídas de un grupo de la red social “Facebook” llamado “FESES 1983 -1984 –
Actores Secundarios”.
En internet:https://etee.facebook.com/media/set/?set=o.15539834267&ref=mf
                                                    87
Boletín del Comité Democrático del Liceo Amunátegui., Noviembre 1984
                                      88
Boletín de la Unión de Estudiantes Secundarios, Septiembre de 1985.
                                       89
Boletín del Comité Democrático de Liceo 7. Septiembre de 1985.
                                      90
Boletín del Comité Democrático del Liceo 7, Octubre 1985
                                       91
Boletín del Frente Unitario y Democrático de Enseñanza Media, 30 de nov – 1 dic
1985.
                                       92
Boletín del Movimiento Aplicacionista por la Democracia, 1988.
                                        93
Afiche contra la Municipalización, 1986.
                                           94
1983 primera conferencia de prensa en la cual se presenta el pliego de peticiones
de la EM. Luego se marcha hacia el Ministerio de Educación, donde son recibidos
por el Subsecretario de Educación.
                                        95
1985 12 de Julio Toma Liceo A12.
                                     96
1985 toma del liceo 4 octubre niñas.
                                       97
Lawrence Maxwell (dirigente de las Juventudes Comunistas) arranca de la
represión, 1985.
                                      98
1986 Mayo Comité Democrático del liceo A13.
                                         99
Marcha FESES. Sin fecha.
                           100
Liceo 12 o Valentín Letelier. Sin fecha.
                                           101
Claudio Paredes El Diablo.
                             102
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