Formando Lideres Smalling
Formando Lideres Smalling
Principios y práctica
por
Roger L. Smalling, D.Min
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Impreso
La bendición más grande que un obrero principiante puede tener es servir bajo la guía
de un mentor piadoso. Pero ese privilegio es todavía muy raro.
Los principios expuestos en este libro son frutos del dolor de observar el sufrimiento de
cristianos expuestos a líderes abusivos.
Este libro lo he escrito con la esperanza de que algún día, el estudiante que haya llegado
a líder, escuche que alguien le comente: —Fue un gran privilegio conocerlo.
El autor
El Dr. Roger Smalling ha trabajado en el ministerio desde 1964, cuando fue enviado a
Europa como un misionero con una organización de misiones independiente. Su
experiencia en liderazgo durante su carrera incluye el servicio como líder de campo para
Francia; más tarde, como vice-director para América del Sur y líder de campo para
Ecuador.
Posteriormente, mientras servía con la Iglesia Presbiteriana en América en Ecuador, el
Dr. Smalling fue un instrumento en la creación de un exitoso sistema de preparación de
líderes para el presbiterio nacional. Partes de este libro nacieron de ese sistema.
A la fecha, el Dr. Smalling sirve como director y fundador de Visión R.E.A.L. Este título
es un acróstico en español para «Reforma en América Latina» y se ocupa de establecer y
supervisar los centros de preparación de líderes de la región de habla hispana. También
colabora con el Seminario Internacional de Miami como conferencista por toda América
Latina.
Roger está casado con Diana, su esposa desde hace más de 40 años.
Contenido
Parte 1: Principios
Parte 2: Práctica
Parte 3: El mentor
CAPITULO 19: El corazón del mentor
CAPITULO 20: ¿Quien es competente para ser mentor?
CAPITULO 21: El pacto con el mentor
Conclusión
Apéndice: El principio de Peter
Glosario
Bibliografía
Notas finales
Introducción
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2Timoteo 3:16-17
El punto: Todo lo que usted necesita para ser un líder cristiano efectivo está en la Biblia.
Note lo que Pablo dice enteramente preparado. Usted tal vez no sabe dónde hallar un
principio en la Biblia o reconocer uno cuando lo ve, pero está allí.
Los paradigmas administrativos del mundo de los negocios cambian constantemente.
Las organizaciones cristianas con frecuencia publican o recomiendan libros basados en
estos paradigmas. ¿Por qué? Porque los cristianos fallamos en percibir el paradigma
bíblico.
Si usted establece su organización o programa para lucir como los negocios del mundo,
se verá obligado también aplicar los principios administrativos del mundo. Nunca podrá
evitarlos completamente.
Abundan los libros que son una mezcla de principios cristianos y técnicas de
administración del mundo secular. Leer estos libros causa incomodidad porque los
escritores dan la impresión de que están tratando de mezclar aceite y agua; es decir,
mezclando el liderazgo cristiano con prácticas de las corporaciones del mundo.
La mayoría de estos libros son escritos por empresarios jubilados que lucharon por ser
cristianos en el mundo de los negocios secular y lo lograron con algún grado de éxito.
Luego llegan a ocupar un oficio eclesiástico en la iglesia y tratan de aplicar los principios
de la vida empresarial, suponiendo que lo que sirve en los negocios debe ser bueno para
la iglesia....ignorando las diferencias inherentes entre los dos dominios con respecto a
sus filosofías de base y sus propósitos .
1
West Point, universidad de preparación de los oficiales del ejército de los Estados
Unidos, es conocida por su estricto código de honor. En respuesta a cualquier pregunta,
los cadetes pueden dar solamente cuatro respuestas: —Sí, señor; no, señor; no sé, señor;
o sin excusa señor—. Presentar excusas es prácticamente un crimen. Si una persona bajo
la responsabilidad de un cadete comete un error, el cadete asume la culpa. Esto es para
enseñarles la responsabilidad, el honor y sobre todo la integridad.
Uno de estos cadetes graduados fue enviado a Vietnam como un teniente. Su primera
misión fue en la selva para supervisar la construcción de una pista que ya estaba en
construcción. Un sargento estaba a cargo. Desafortunadamente, el teniente no sabía
nada sobre pistas, y preguntó al sargento: —¿Está seguro de que la dirección de esta
pista es la correcta?— El sargento le aseguró que así era. Entonces el teniente dijo: —
Bien, confiaré en su criterio, continúe.
Una hora y media más tarde, un coronel que era un experto en pistas llegó y gritó: —
¿Quién es el idiota que ordenó construir esta pista en esta forma? El teniente por poco
dijo: —Este sargento aquí, dijo que él sabía...etc. Pero sus palabras fueron: —Yo, señor.
El coronel miró al teniente y preguntó: —¿Por qué dio esa orden? El teniente respondió:
—Sin excusa, señor.
En ese momento, el sargento se acercó con su mano levantada pidiendo permiso para
hablar. El coronel aparentemente dedujo lo que había pasado y preguntó al teniente: —
Usted viene de West Point, no es verdad?— El teniente contestó: —Sí, señor. El coronel
miró al sargento, al teniente y dijo: —Bien, en ese caso, fue un error honesto.
Más tarde el coronel invitó al teniente a unirse a su equipo de mando. Esto representaba
una promoción importante . 2
Esta historia verdadera ilustra la virtud más importante del liderazgo: La integridad.
En las cintas grabadas de donde fue tomada esta historia, el expositor dijo que si West
Point logra enseñarle a un cadete a ser un hombre completamente íntegro, también
pueden hacerlo un líder sin importar su temperamento o dones naturales. En West
Point están preparados para suspender a un hombre con habilidades naturales de
liderazgo si no pueden infundirle integridad absoluta en su carácter.
Este concepto está tan asociado con West Point que cuando el coronel encontró un
oficial con integridad absoluta, asumió que era de West Point.
¿Es esta la clase de integridad que encontramos en el liderazgo de nuestras iglesias? Si
una persona conoce a un hombre íntegro, ¿automáticamente supone que es
«evangélico»? O, al inverso, si le conocen como evangélico, ¿automáticamente suponen
que es una persona íntegra?
Sin embargo, Covey nota un cambio perturbador en las actitudes hacia el carácter en el
liderazgo en la cultura occidental en los últimos 200 años. Él clasifica este cambio como
carácter ético versus personalidad ética.
En los primeros 150 años de la historia de los Estados Unidos, la filosofía del liderazgo
enfatizaba la importancia de cualidades tales como la integridad, humildad, fidelidad,
etc. Desde la segunda guerra mundial, el énfasis ha sido en los rasgos de la personalidad
como la llave del éxito, más bien que en la ética. Covey indica:
Note el punto: la cualidad clave en común entre los líderes de las compañías que se
habían transformado de buenas a excelentes era la humildad. Él añade:
El liderazgo que perdura no puede existir sin esta virtud. La administración, sí. La
manipulación y el control, sí... pero no el liderazgo verdadero que compra la fidelidad de
otros a costa del dolor propio. Esta es la integridad de Jesús. Esta es la filosofía cristiana
del liderazgo. No hay otra.
El principio de Caifás
Caifás fue un hombre que vendió su integridad por paz. Fue el sumo sacerdote que
presidió el juicio de Jesús. En Juan 11:49-50 leemos:
Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por
el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Según la perspectiva de Caifás, era mejor perder su integridad al condenar a un inocente
que arriesgarse a una destrucción total por parte de los gobernadores romanos. ¿Estaba
en lo correcto?
Sí, pero por poco tiempo. Caifás previno con éxito la intervención romana y el desastre
nacional, y se debe haber considerado a sí mismo muy sabio.
Sin embargo, a la larga, fue diferente. De todos modos, los romanos vinieron y
destruyeron la nación. Caifás ganó en forma pasajera, pero al final perdió todo,
incluyendo su propio honor.
A simple vista, Jesús parecía perder. Fue humillado, crucificado y parecía que iba a
desaparecer. ¿Quién es el Sumo Sacerdote hoy y dónde está Caifás?
Suponga que tiene un hombre en pecado grave en su iglesia. Usted sabe que debe
disciplinarlo. Sin embargo, él es una persona muy popular, rico e influyente. Si lo
disciplina, se puede producir una división en la iglesia y usted podría perder su trabajo
como pastor. ¿Qué hace usted?
Este es un clásico examen de integridad. Si usted se mantiene en su posición, podría
perder a corto plazo. La iglesia podría dividirse y usted perdería su trabajo. Pero Dios le
dará más de lo que alguna vez haya perdido y usted no tendrá remordimientos.
Un ejemplo destacado
En una reunión de presbiterio, el moderador pidió el reporte del comité de misiones. El
secretario del comité se levantó y explicó que no tenía el reporte porque no sabía que
debía traerlo a la reunión.
Inmediatamente el moderador comenzó a reprochar al secretario por su negligencia. En
la parte de atrás de la asamblea, uno de los pastores se puso de pie y dijo: —Señor, soy el
moderador del comité de misiones. Si hay algún error, soy el único culpable y usted
puede reprocharme a mí.
El moderador le preguntó si él sabía sobre el error. Él replicó: —No Señor, pero eso no
viene al caso. Estoy a cargo, y si alguna persona debe ser reprochada, esa soy yo—. El
moderador desistió del punto y continuó con otros asuntos.
Yo pensé: —No me sorprende que este pastor tenga quinientos personas en su iglesia.
Como la lámpara sobre la montaña, tal integridad no puede estar escondida.
Conclusión
La integridad, que incluye la humildad, es la virtud fundamental del liderazgo. Sin ella,
un «líder» no es más que un administrador en el mejor de los casos; y un manipulador y
controlador en el peor. Aun el mundo secular nota esto.
De este capítulo aprendemos
La integridad, algunas veces llamada humildad, es esencial para el liderazgo
cristiano.
Esta virtud incluye:
o Tomar la responsabilidad por las acciones de sus subordinados.
o Mantenerse en lo correcto aun cuando el costo sea alto, sabiendo que a lo
largo Dios nos recompensará.
Preguntas de estudio para el Capítulo 2
1. ¿Está de acuerdo en que la integridad es la virtud fundamental del liderazgo
cristiano? Justifique su respuesta.
2. Explique el dilema del «principio de Caifás». Dé un ejemplo de su propia
experiencia.
3. ¿Cómo se podría aplicar el ejemplo del teniente de West Point en un contexto
cristiano?
CAPITULO 3: La filosofía bíblica del liderazgo
Mateo 20:20-28
En el escenario descrito en Mateo 20, la madre de Santiago y Juan, se acerca a Jesús
para pedirle que haga sentar a sus hijos junto a él en su reino. Este episodio le dio a
Jesús la oportunidad de presentar tres actitudes fundamentales en el liderazgo cristiano:
El sufrimiento, la paridad y el servicio.
El sufrimiento: Las presiones del liderazgo son enormes. Un líder debe estar
preparado para sufrir, a veces en secreto, para cumplir con su llamado.
La paridad: Los ministros son iguales en autoridad en el cuerpo de Cristo. Ellos se
relacionan como caballeros alrededor de una mesa redonda y no como soldados de un
ejército con un sin fin de rangos. El gobierno bíblico es una asociación de ministros que
trabajan juntos como iguales y que se respetan mutuamente. Las complejas jerarquías
autoritarias no tienen lugar en el reino de Dios porque son carnales en su concepción y
nos llevan a las mismas cosas por las que Cristo reprendió a los dos discípulos, en Mateo
20.
El servicio: Los líderes tienen una actitud de siervo en lugar de una actitud de jefe.
Para los líderes, las personas son el todo de su trabajo y no las herramientas que pueden
usar para conseguir sus propios fines.
¿Qué estaban Santiago y Juan buscando y cómo llegaron a esto? Ellos buscaban estatus
y honor por medio de la manipulación. Ellos pensaban que el reino de Dios se
establecería como cualquier otro gobierno, con Jesús como gobernante supremo,
seguido por una serie de personas ordenadas en rangos. Note que los dos discípulos no
mencionaron para nada el trabajo por hacer, solamente se refirieron a los rangos.
Podemos imaginarlos maquinando: —Sabes, Jesús puede ser un poco duro con nosotros
algunas veces. Sin embargo, él es muy gentil con las mujeres. Veamos si podemos
conseguir que mamá hable con él, y tal vez ella tenga éxito y consigue un mejor trato
para nosotros.
Esto es manipulación y politiquería, procedimientos típicos en el mundo. Note que
Jesús no los reprende por su ambición, porque la ambición es una buena cosa si es para
la gloria de Dios. Jesús los amonesta en contra de buscar el propio honor.
Jesús también aclara que él no está a cargo de las promociones en el departamento de
personal. El Padre, sí (v.23). Ellos estaban hablando con la persona equivocada.
De esto vemos una indicación del primer principio del liderazgo cristiano en el Nuevo
Testamento: Es un don de Dios.
No obstante, estos hijos de Zebedeo tuvieron dos buenas cualidades, aunque totalmente
mal dirigidas.
• La ambición: Es una buena característica para un cristiano si está dirigida hacia la
gloria de Dios y no a su propio sentido de auto merecimiento.
• La confianza: Desafortunadamente, ellos confiaban en sí mismos en lugar de confiar
en Dios. Ellos se consideraban muy «capaces» y dijeron: —Podemos—. El jardín de
Getsemaní les enseñó la realidad sobre sí mismos cuando abandonaron a Jesús y
huyeron.
Esto nos conduce a la primera actitud fundamental que Jesús les enseñó.
Primera actitud fundamental: Una disposición para abrazar el sufrimiento
Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del
vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Mateo 20:22
Un llamado al liderazgo cristiano es un llamado al sufrimiento. Ese «sufrimiento»,
especialmente en el mundo occidental, usualmente toma la forma de presión psicológica
y estrés, que otros creyentes no soportan ni comprenden.
Con frecuencia, la gente tiene altas expectativas de un líder, las cuales él no puede
satisfacer. En lugar de buscar a Cristo, las personas pueden estar buscando a un pastor
para satisfacer sus necesidades, y cuando el pastor les falla, lo consideran incompetente.
Algunas personas que estén bajo su cuidado, pueden ser rebeldes y solamente se
someterán cuando se las presiona. Algunas veces el líder debe mantenerse en la línea de
los principios divinos, a riesgo de malentendidos y críticas de otros.
Ocasionalmente, los líderes de la iglesia deben aplicar la disciplina bíblica a pesar de que
no sea popular el hacerlo. Casi siempre, cuando se presenta un caso de disciplina, los
líderes no pueden revelar el problema a la congregación. Los miembros con un
conocimiento incompleto del caso pueden llegar a conclusiones equivocadas sobre las
decisiones de los líderes y pueden pensar que los líderes son muy severos o muy suaves
al aplicar la disciplina. Los líderes pueden estar sufriendo en silencio. Dios sabiamente
lo ha arreglado así.
Los títulos y honores que acompañan el oficio de líder no son suficientes para
compensar el estrés. Aquellos que valoran los títulos y honores más que el servicio,
pronto se hallarán desilusionados y decepcionados.
En forma similar, Juan Piper en su libro HERMANOS, NO SOMOS PROFESIONALES , ataca
la actitud de «profesionalismo» del ministerio pastoral que no abraza el sufrimiento
como requisito:
Nosotros, pastores, somos asesinados por el profesionalismo del ministerio
pastoral. La mentalidad del profesional no es...la mentalidad del esclavo de
Cristo. El profesionalismo nada tiene que ver con la esencia y el corazón del
ministerio cristiano...Porque no hay niños profesionales (Mateo 18:3); no hay
ternura profesional (Efesios 4:32); no hay un clamor profesional (Salmos 42:1) .8
Hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
Eclesiastés 8:9
La meta de un líder cristiano es conseguir que sus seguidores sean lo mejor que ellos
puedan llegar a ser. En efecto, si el líder puede preparar a alguien para reemplazarlo,
este es el mejor liderazgo de todos.
El liderazgo de siervo es esencial en el reino de Dios debido al producto final. En el
mundo de los negocios, la gente es un recurso para producir bienes materiales. La gente
gasta tiempo y energía para producir cosas para el consumo público, tales como
automóviles, lápices o lo que sea.
El reino de Dios usa los recursos materiales para producir gente santificada. El mundo
considera que esto no es un beneficio. Después de todo, la santificación es difícil de
definir, algo que solamente Dios puede medir. La gente santificada es de lo que se trata
el ministerio.
Note que el título de este capítulo es: La filosofía cristiana del liderazgo, y no una
filosofía cristiana del liderazgo. Cristo enseñó una filosofía de liderazgo. Él no dijo: —
Ponga a prueba mis sugerencias y si a usted no le gustan, invente su propio paradigma.
Conclusión
El liderazgo cristiano involucra un conjunto de actitudes diferentes de las de los
sistemas del mundo. Abrazar el inevitable sufrimiento, ya sea psicológico o físico, ayuda
a un líder a poner sus motivos en perspectiva. Servir a otros para ayudarlos a alcanzar su
potencial total y tratar a sus colegas de ministerio como a iguales es más que los meros
derechos de un oficio. Es una forma de vida.
De este capítulo aprendemos
Solamente existe una filosofía de liderazgo en la Biblia: La que enseñó Cristo.
Abrazar el sufrimiento y el servicio, junto con una actitud de paridad hacia los
ministros colegas, son actitudes esenciales que forman la filosofía de Cristo del
liderazgo.
La ambición es buena, siempre que sea para ver a Dios glorificado.
La autoconfianza es buena siempre que se fundamente en una confianza en Dios.
Solamente Dios Padre está a cargo de las promociones en su reino. Ni la
politiquería ni la «influencia» sirven para obtenerlas.
Jesús prohíbe a sus discípulos llamar a oficios a personas con actitudes
autoritarias.
Ni los temperamentos ni los perfiles psicológicos ni la experiencia en las
jerarquías del mundo califican a una persona para el liderazgo en el reino de
Dios.
Preguntas de estudio para el Capítulo 3
1. ¿Cuáles son las tres actitudes fundamentales que Cristo requiere de aquellos que
desean liderar en el reino de Dios?
2. De su propia experiencia, ¿cuáles son algunos de los sufrimientos que afligen a
los líderes cristianos?
3. Describa qué es lo que se quiere decir por «paridad» en un contexto cristiano.
4. Describa algunas de las diferencias en metas entre la filosofía de liderazgo del
mundo y la del reino de Dios.
5. ¿Qué parte de este capítulo fue nuevo para usted? o, ¿Qué fue más interesante
para usted y por qué?
CAPITULO 4: Los peligros de las jerarquías
oficiales, como en el caso de un presbiterio, cada miembro tiene igualdad de voz y voto .
10
No hay rangos, solo diferencias en funciones. Si hay culpa, esta recae en el grupo como
un todo.
La diferencia entre los dos sistemas es comparable a una escalera versus una mesa
redonda. La estructura entera es diferente porque las metas y propósitos son distintos.
Cuando las organizaciones cristianas intentan imitar las estructuras organizacionales
del mundo, los principios fundamentales que Cristo enseñó tienden a ser estrangulados.
La gente se pierde en un laberinto de burocracia. Llegan a ser máquinas
organizacionales monolíticas que se alimentan a sí mismas en lugar de alimentar a la
gente, enfocadas en la conservación de su propia existencia...como si ésta tuviera algún
valor intrínseca.
El propósito original para su existencia se pierde en ese laberinto de burocracia de
manera que se reduce a nada más que la perpetuidad de su propia existencia.
Durante 35 años de ministerio, principalmente en misiones, he observado a muchas
organizaciones cristianas. Al comparar estas observaciones con otros ministerios se
confirman los efectos negativos de las jerarquías en un contexto cristiano.
Al modelar las estructuras del mundo, los cristianos se pueden olvidar de considerar un
aspecto central de la teología bíblica — la naturaleza corrupta del hombre. Al estructurar
una organización cristiana, el propósito central a considerar es la santificación de los
participantes, no la eficiencia de la organización.
La dictadura es la forma de gobierno más eficiente conocida por el hombre. Con una
sola persona dictando todo, la maquinaría de la burocracia se reduce a un mínimo. La
dictadura, sin embargo, deshumaniza a la gente, privándola de la libre expresión
necesaria para reflejar la imagen de Dios. Aunque la dictadura es una línea recta entre
dos puntos, en términos de eficiencia, a lo largo está repleto de víctimas.
La Alemania de Hitler es un ejemplo notable del autoritarismo dentro del dominio
político.
En el la vida religioso de la Europa antigua, vimos una reforma peleando contra el
autoritarismo católico. La forma correcta para gobernar la iglesias, junto con las
verdades sobre la salvación, fue un enfoque de debate.
Para discernir la moralidad de una estructura de liderazgo, uno debería preguntarse qué
es lo que se estimula...la naturaleza adámica o la nueva naturaleza en Cristo.
El principio de Peter: Mediocridad e incompetencia
En su libro clásico, EL PRINCIPIO DE PETER1, el sociólogo Lorenzo Peter describe cómo
cada miembro de una jerarquía tiende a ascender a su nivel de incompetencia. Cuando
una persona trabaja bien en un nivel, puede ser promocionada al próximo, y
eventualmente llega a una posición más allá de sus habilidades. La persona
permanecerá en esta posición generando problemas para sí mismo y para otros.
Mientras tanto, mucha gente capaz abandona la organización, hartos de aguantar un
liderazgo incompetente.
Con el tiempo, la incompetencia de esta clase se multiplica hasta que la organización
como un todo se vuelve mediocre.
Los buenos líderes cristianos que trabajan dentro de un sistema jerárquico, tratan de
mitigar estos efectos negativos. Estos esfuerzos son laudables, aunque a menudo fútiles.
La naturaleza humana, incluso entre cristianos, es demasiado susceptible a las
tentaciones generadas por los sistemas jerárquicos.
Las jerarquías tienden a estimular lo peor en la naturaleza humana caída
Algunos de estos aspectos son:
Imagine un hombre subiendo una carga por una escalera. Si el hombre que está arriba
deja caer su carga, ¿dónde cae? Sobre el hombre que está en el rango directamente
abajo, quien la descarga sobre el hombre debajo de él. El pobre que está en el rango al
fondo recibe encima toda la carga. En una jerarquía, esta «carga» es la culpa generada
por los «líderes».
1
Agradar a los hombres
Puesto que en la jerarquía el rango de una persona depende de la buena voluntad del
rango superior, esta persona se ve tentada a agradar al hombre que está sobre él en
lugar de agradar a Dios.
Pérdida de personal competente
Según el Dr. Peter, en EL PRINCIPIO DE PETER , las jerarquías tienden a sacar a las
personas que cuestionan la forma en que se hacen las cosas, aunque estas sean muy
competentes .
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Evaluaciones frecuentes
Puede hacer evaluar su liderazgo por escrito y en forma anónima, por las personas que
usted lidera. Esta estrategia da a los subordinados la oportunidad de decir lo que
realmente piensan y en forma segura. En esta forma, usted conseguirá la verdad sobre
su estilo de liderazgo.
Crear un comité anónimo
Este puede consistir de dos o tres personas que puedan recibir quejas sobre problemas
sin revelar los nombres de los que quejan. Si hay muchas quejas sobre un líder en
particular, estas pueden ser llevadas al jefe superior antes de que el líder pueda causar
un daño serio. La razón de que esto requiere valentía moral es porque el líder en
cuestión podría ser usted mismo.
Consejo: No insulte la inteligencia de sus subordinados al anunciar una «política de
puerta abierta», al menos que ellos puedan pedirle cuentas por lo que usted les diga o
haga al otro lado de la puerta .
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Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para
conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de
Dios conmigo. 1Corintios 15:10
Por tanto, ¿Merecía Pablo ser apóstol? No. Fue la gracia de Dios solamente que lo llamó
y lo calificó. No hay función en el reino de Dios que podemos cumplir sin su gracia .
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Un sueño
Un plan realizable
Pasión
Esto significa una meta de gran valor, difícil de realizar, que requiere una inversión
personal y de tiempo, a largo plazo.
Ambos aspectos deben existir para que exista una «visión». Un plan sin un sueño carece
del ímpetu para atraer los líderes necesarios para hacerlo funcionar. Sin un plan, un
sueño es meramente visionario y nunca aterrizará.
La Reforma Protestante fue el resultado de la visión de varios hombres como Lutero,
Calvino y Knox. Fue una meta de valor inmenso, que costó muchas vidas por más de tres
generaciones. La libertad religiosa y la prosperidad que muchos países disfrutan hoy es
el resultado directo de esa visión.
La revolución latinoamericana bajo Simón Bolívar fue el resultado de una visión. Bolívar
soñó en la liberación de todo un continente. Fue costoso y requirió de una inversión de
recursos de por vida, pero la liberación de un continente valía la pena.
Una visión no necesita ser tan ambiciosa como los ejemplos mencionados arriba. Cada
iglesia u organización cristiana exitosa fue comenzada por una persona que tuvo la
visión de que esto pasaría.
Sin un plan, una visión es meramente visionaria
Escuchar a un visionario puede ser entretenido pero también lo son las películas.
Elocuencia no es igual a visión. Ciertas personas inteligentes y articuladas hablan
elocuentemente sobre lo que se necesita hacer. Parecen más adictos a analizar las
deficiencias de otros que a crear planes realizables. Aunque estas personas parecen
eruditas y hablan con mucha confianza, uno nunca logra agarrar exactamente lo que
están diciendo. Los políticos con frecuencia son así. Es como captar humo. Estos son
visionarios en el mejor de los casos y líderes de ningún modo...solo charlatanes que
deben ser pasados por alto.
Igualmente, un supuesto líder sin visión es un administrador no más.
Lo que arranca todo
Un tercer elemento tiene que estar presente…pasión. Esto significa un compromiso
personal de todo su ser; cabeza y corazón también. Sin esto, la visión y el plan son como
un carro deportivo sin gasolina. Lindo, pero no se arranca.
Características de una buena visión
Simplicidad
Usted debe ser capaz de explicar su visión en pocos segundos. De lo contrario, es muy
compleja. La gente necesita comprenderla para apoyarla. Su literatura promocional
debe proyectar la visión en la primera línea o máximo en las dos primeras.
Un eslogan o un acróstico ayudan. Si usted puede producir un eslogan, este ayudará a la
gente a agarrar la idea .
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Una visión es un sueño asequible de gran valor perdurable, difícil de lograr y que
requiere un gran desembolso de recursos.
Una visión debe estar acompañada de un plan o será simplemente un sueño
visionario que no conduce a ninguna parte.
La visión debe ser lo suficientemente simple para que las personas la entiendan y
se involucren en ella.
La visión viene normalmente por un caminar personal con Dios, como cualquier
otro llamado.
Una visión genuina debe ser para el progreso del reino de Dios para su gloria, no
meramente para nuestra propia satisfacción personal.
Preguntas de estudio para el Capítulo 6
1. ¿Cuáles son los tres estilos de liderazgo mencionados en este Capítulo? ¿De cuál
clase es usted? ¿Le gustaría ser diferente?
2. Defina la palabra «visión».
3. ¿Cuáles son los elementos esenciales de una visión?
4. ¿Cuál sería una característica principal de un visionario?
5. ¿Cómo un creyente recibe de Dios una «visión» para su vida y ministerio?
CAPITULO 7: Planificación y metas
En este capítulo, trataremos con la planificación en dos niveles, grande y corto. Primero,
discutiremos la clase de plan que usted necesita para una visión grande del tipo
mencionada en el capítulo seis. Entonces, trataremos con una simple planificación anual
como la que se usa en la planificación de una iglesia local.
La planificación de la visión
Suponga que su visión es establecer la escuela cristiana más grande e influyente de la
ciudad. ¿Cómo crearías un plan para esta visión?
El éxito de su visión depende en gran parte de su habilidad para comunicarla a los
participantes y apoyadores potenciales. Esto a su vez, depende de su propia habilidad
para pensar en pasos a corto plazo hacia la meta y conseguir una comprensión realista
de los recursos necesarios.
Escribir su visión en un párrafo breve es de gran ayuda. Hágala simple. Después, escriba
sus metas a corto plazo y cómo espera lograrlas.
Para convencer a los cristianos maduros de la validez de su visión, el plan necesita
incorporar ciertos elementos ministeriales, a veces encontrados en los principios de las
misiones.
Los elementos de un buen plan
En su plan, usted necesita aclarar lo siguiente:
¿Cómo será eventualmente reproducible por los participantes?
Este es un principio básico misionero. Cuando los apóstoles establecían iglesias, ellos
capacitasen a hombres claves para hacer lo mismo. Una pregunta importante para
hacerse es: ¿Cuánto de lo que estoy haciendo es reproducible por la gente que estoy
ministrando, usando sus propios recursos?
¿Cómo podrá autofinanciarse?
Parte del plan debe ser lograr autofinanciamiento del ministerio. De lo contrario, usted
habrá creado un sistema de dependencia. Esto impide la madurez cristiana. Si su visión
requiere su existencia perpetua para hacerla funcionar, entonces usted está
construyendo su propio nido, no el reino de Dios.
¿Cómo obtener los recursos necesarios?
Cada líder cristiano de éxito puede decir cómo comenzó con nada y cómo Dios le
proveyó poco a poco. Dios raramente pone todo en nuestras manos de golpe. Dios
normalmente nos obliga comenzar con poco. Mire cada pequeño recurso dado por Dios
como un pago inicial de la visión.
¿Cuáles son sus metas a corto plazo?
Uno de los recursos más efectivos para convencer a las personas de la realidad de su
visión es tener metas a corto plazo. Estas son las etapas por las que pasarás para cumplir
con su visión. Su primera meta debe ser algo obviamente asequible, de preferencia algo
en lo que usted ya ha hecho progresos.
Considere el efecto en los potenciales apoyadores si sobre su visión de la escuela
cristiana usted les dice: —Nosotros tenemos la propiedad escogida y ya hemos hecho un
pago inicial.
El impacto psicológico es increíble y contesta en voz alta y clara la primera pregunta que
ellos tenían en sus mentes: ¿Es este hombre en serio? Esto demuestra una iniciativa y
un movimiento práctico.
Evaluaciones
Usted necesita evaluar a intervalos regulares su progreso hacia las metas. Hágase las
siguientes preguntas: ¿Cuánto de mis metas a corto plazo he logrado? ¿El tiempo para
mis metas ha sido mayor que el esperado? ¿Cuáles son los principales impedimentos?
Siempre habrá en la iglesia personas que no aceptan las metas, no importa lo que usted
haga. Estas personas quieren hacer algo diferente, e incluso declaran que Dios las ha
llamado para hacer esto o aquello. Al establecer una iglesia local, el liderazgo necesita
hacer todo lo posible para acomodar a estas personas sin perder de vista las metas.
Ponga todo por escrito
Esto ayuda a aclarar sus propios pensamientos así como también ayuda a medir su
progreso. Usted puede periódicamente poner por escrito en el plan de visión la pregunta
siguiente: «Nosotros sabremos que estamos progresando para alcanzar la visión
cuando…». Luego ponga alguna meta intermedia para que los participantes sepan que
están progresando hacía la visión.
Los participantes verán mejor donde ellos mismos están en el plan. Además, demuestra
que usted, como un líder cristiano con integridad, no tiene nada que esconder.
La planificación dentro de la iglesia local
En la iglesia local, los líderes necesitan establecer la visión y las metas. Una iglesia sin
una visión y sin metas claras no irá a ninguna parte. La planificación anual es
imprescindible para una iglesia.
Ejemplo: Suponga que a su comunidad han llegado algunas familias jóvenes. Su meta es
alcanzar para Cristo cinco de estas nuevas familias durante el próximo año. Usted y su
iglesia se han comprometido con este desafío y anuncian esta meta a la congregación. ¿Y
ahora qué?
Revise la meta a menudo con su gente
Pídales sus opiniones creativas. Esto les ayuda a «hacer suya» la meta. Establezca una
base de datos para revisar sus «progresos». Por ejemplo, si usted tiene una meta para
este año, entonces tome datos cada dos meses para revisar resultados. Esto ayuda a
mantener a todos en la ruta.
Prepárese para la oposición
Siempre habrá los que se oponen, no importa lo que usted haga. Ejemplo: Su meta es
ganar cinco parejas jóvenes para el Señor. Entonces un domingo alguien se aproxima a
usted en la iglesia y le dice: —A nuestro grupo nos gustaría comenzar un ministerio para
los ancianos en el asilo—. ¿Cómo respondería?
Usted podría responder: —Eso es una meta laudable, pero ¿cómo encaja con nuestra
visión y de incorporar cinco parejas jóvenes a la iglesia este año? Demuéstreme cómo su
idea apoya la visión de la iglesia y nosotros la aprobaremos. De lo contrario, no—. Hacer
esto ayuda a sus miembros a permanecer enfocados en el trabajo sin desviarse.
Inevitablemente en la iglesia, surgirán problemas que podrían absorber su tiempo.
Tenga cuidado con esto. Ejemplo:
En la invasión de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, todo lo que hubiera podido
salir mal, salió mal. Hubo más bajas que lo anticipado. Pero los generales dieron la
orden de avanzar. Los aliados ganaron, a pesar de los errores y las bajas.
Ejemplo de un plan
En esta ilustración el liderazgo de la iglesia decide establecer una escuela para unos 300
estudiantes dentro de diez años. La escuela podrá sostenerse a sí misma, sin necesidad
de recursos de la iglesia.
Establezca metas a corto plazo
Las metas a corto plazo se refieren a los pasos más pequeños necesarios para llegar al
objetivo final. Algunos pasos a corto plazo pueden ser:
• Comenzar el primer año con un centro de cuidado diario infantil para informar a la
gente del vecindario de la existencia de la iglesia. Comenzar un jardín de infantes
usando los salones de la escuela dominical. Añadir un grado cada año hasta alcanzar el
objetivo.
• Reclutar dos maestros durante el primer año para poder añadir un nuevo grado el
próximo año.
• Designar el diez por ciento de las ofrendas al proyecto escolar para proveer de fondos
para el próximo año y para un fondo de construcción.
Lista de recursos disponibles
Una parte gratificante de implementar una visión ordenada por Dios es mirar cómo él
provee. Las personas a menudo descubren que tienen más recursos de los que pensaron.
La iglesia tiene dos maestros de escuela calificados disponibles. El pastor asistente fue
antes un administrador escolar y puede funcionar como administrador del proyecto en
sus etapas iniciales. Los salones de escuela dominical pueden ser usados como salones
de clase durante los primeros tres años. Ocho familias de la iglesia tienen niños
preescolares y han expresado interés en poner a sus hijos en el proyecto. La iglesia tiene
$10.000 para gastos iniciales.
La iglesia tiene suficiente terreno para expandirse con nuevos edificios.
Lista de recursos necesarios
Para completar el objetivo final, se necesitan 20 personas calificadas. Este grupo incluye
a los maestros para todos los grados, una secretaria, un registrador y dos
administradores.
Necesidades financieras: El proyecto necesitará unos $250.000 para nuevos edificios y
$50.000 para equipos, dentro de los próximos cinco años, para poder acomodar desde
el quinto al octavo grado.
Reproducción
En el quinto año, se comenzará a preparar maestros interesados en administración
escolar. Esto liberará a los administradores actuales para iniciar una nueva escuela en
lado de la ciudad.
Conclusión
Un buen plan solidifica la visión. Un breve bosquejo del plan da credibilidad y
comprensión. Las metas a corto plazo hacen ver más asequible la visión a largo término.
Un buen plan incluye las formas para conseguir los recursos necesarios.
En cualquier plan, ya sea una visión grande o la planificación anual de una iglesia,
siempre habrá opositores y problemas que distraen. Un buen líder permanece en la
meta y no permite que estas cosas lo desvíen.
De este capítulo aprendemos
Es muy útil poner su visión en papel. Un párrafo breve que explique la visión
ayuda a las personas a comprender rápidamente la idea principal.
Un buen plan incorpora metas a corto plazo. Así es cómo usted mide los
progresos. Esto incluye planes para obtener los recursos necesarios.
Revise los progresos con sus subordinados regularmente para mantenerse en la
ruta.
No permita que los problemas o los oponentes lo desvíen de la meta.
Preguntas de estudio para el Capítulo 7
1. Describa algunos elementos de un buen plan.
2. ¿Cuáles son los beneficios de escribir su visión y sus planes?
3. ¿Qué es una meta intermedia? Dé un ejemplo.
CAPITULO 8: El pensamiento creativo
En los dos primeros capítulos, aprendimos sobre las actitudes de servicio e integridad
junto con una disposición de abrazar el sufrimiento. Hay otro lado de esta moneda.
Según la Escritura, los líderes ordenados por Dios tienen ciertos derechos y privilegios
que nadie puede hacer caso omiso sin un proceso debido.
Nuestra cultura actual tiende hacia la independencia, al individualismo y al descrédito
de las instituciones. Estas actitudes pueden llevar a despreciar la autoridad espiritual
que Dios da a los ministros. Puede ocurrir que los miembros de una iglesia se sometan a
su ministro porque él les cae bien, y no porque respeten su oficio o reconozcan su
autoridad espiritual.
Lo peor sería que nosotros como ministros ordenados, inadvertidamente violemos los
derechos de nuestros compañeros ministros . Podemos terminar tratando a nuestros
19
colegas como menos de lo que la palabra de Dios dice que ellos son. Si comprendemos
los derechos de los ministros, podemos evitar tratar a nuestros colegas ministros sin
ética. Algunos de estos derechos y privilegios son:
El derecho al respeto
Los ancianos que gobiernen bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente lo que trabajan en predicar y enseñar. 1Timoteo 5:17
La prédica y la enseñanza de la palabra son tan fundamentales para el ministerio
cristiano, que nosotros debemos ser cuidadosos de honrar a los ministros llamados para
esto. Esto incluye evitar comentarios dañinos sobre un compañero ministro.
Hay excepciones, sin embargo. Tenemos el derecho y el mandato de hablar en contra de
los herejes, ya sea que ellos se llamen a sí mismos ministros o no. En efecto, estos no son
compañeros ministros. (Romanos 16:17-18)
Los casos de disciplina que involucran ministros es otra excepción. Se debe evaluar a un
compañero ministro para considerarlo para un futuro trabajo. Las evaluaciones
negativas pueden ser correctas en tal situación.
Tratamos a nuestros ministros colegas como a iguales porque eso es lo que ellos son
delante de Dios. En la eclesiología reformada, no hay otro rango más alto que el
ministro ordenado en esta dispensación. Algunos ministros ganan más respeto que otros
debido a su experiencia o logros. Pero bajo ninguna circunstancia nosotros debemos
tratar a un ministro ordenando como menos que un ministro de Cristo.
Esto significa que los ministros tienen derecho a defenderse en contra de los abusos de
otros cuando sea necesario hacerlo así por el honor del evangelio. Este es todo el punto
detrás de 2Corintios, así como también de 1Corintios Cuatro. Pablo tuvo que defenderse
de una actitud desdeñoso de los creyentes de Corinto. Él no lo hizo por sí mismo, sino
por el honor del evangelio y porque las actitudes de ellos eran pecaminosas.
Ser un siervo predispuesto al sufrimiento no siempre significa que un líder debe
permitir que lo pisoteen. Cuando el honor del evangelio es cuestionado, no solamente
tiene el derecho a defenderse, sino la obligación de hacerlo.
El derecho a la autoridad en su propio ministerio
...anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en
la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado. 2Corintios 10:16
crisis.
Nosotros vemos en varios casos cómo aun los apóstoles evitaban imponer la autoridad
sobre los ancianos ordenados. Ellos reconocían el derecho de otros a ser consultados en
asuntos que los afectaban.
Ejemplos: En el concilio de Jerusalén, Hechos 15, todos los ancianos presentes tuvieron
voz y voto, incluso los que no eran apóstoles.
Pablo dice a Filemón en versículo 14:
...pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como
de necesidad, sino voluntario.
Como un apóstol, Pablo pudo haber dado órdenes pero no lo hizo. Consistente con un
estilo cristiano de liderazgo, Pablo rehusó dictarle a Filemón.
Con respecto a Apolos, Pablo dice:
Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los
hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá
cuando tenga oportunidad. 1Corintios 16:12
Pablo le «rogó», pero no le ordenó. Nadie, no importa su rango en una jerarquía, tiene el
derecho a pasar por alto la autoridad de un ministro ordenado y tomar decisiones que
afectarán el ministerio de ese hombre sin concederle voz en el asunto. Hacer esto es
descortés e inmoral.
La práctica de la paridad: Consejos para unas buenas relaciones entre los
ministros
El pacto entre los líderes
Dos o más líderes pueden hacer un acuerdo entre ellos para defenderse mutuamente
cuando uno es atacado verbalmente, especialmente en su ausencia. Esto presenta un
frente unido que tiende a silenciar las críticas. Los líderes aprenden que si quieren
atacar verbalmente a sus colegas, mejor lo hagan cuando usted no está presente. De otra
manera, arriesgan una buena regañada.
¿Qué hacer si la crítica es correcta en su afirmación? Dígale a esta persona que sus
colegas en el ministerio son capases de tratar con el asunto.
Dios, con frecuencia, defiende al líder, aun cuando esté equivocado en una decisión.
Parece que Dios defiende su propio honor en tales casos porque él es el único que llamó
al hombre. Los líderes deben cuidarse del orgullo en este punto. Algunos líderes
suponen que un resultado positivo es el sello de la aprobación de Dios con respecto a sus
decisiones. Esto puede ser auto engaño .22
Integridad, no control
Yo no controlo a otras personas ni permito que otros me controlen. ¿Es esta actitud
arrogante e independiente? Si la integridad es el fundamento de su relación con aquellos
en autoridad sobre usted, no lo es.
«Tener el control» es una forma en que los líderes pueden relacionarse con la gente pero
no es una buena forma de hacerlo. La forma sana y fundamental de relacionarse es con
integridad.
Cumplir con su palabra
Cuando damos nuestra palabra, la cumplimos aunque no conviene. El salmista dice que
el hombre es bienaventurado que aun jurando en daño suyo; no por eso cambia.
Salmos 15:4. Nosotros mantenemos nuestras promesas porque somos hechos a la
imagen de Dios y él cumple con su palabra.
No hay nada erróneo en pedir a alguien renegociar un acuerdo por factores imprevistos.
Sin embargo, nosotros no tenemos el derecho moral a romperlo solo porque tenemos el
poder o la «autoridad» para hacerlo.
Esto es una verdad doble en las relaciones con los colegas ministros. Si usted llega a ser
un líder cristiano en una organización poderosa, la tentación puede ser romper acuerdos
inconvenientes, simplemente porque usted tiene el poder para hacerlo. El poder para
hacer una cosa y el derecho a hacerla, son dos cosas diferentes.
He observado cómo las organizaciones poderosas consideran un acuerdo como
unilateral, obligando solamente a la parte más débil, y permitiéndose cambiarlo con
inmunidad. Esto es simplemente otra forma de la misma arrogancia que discutimos en
el capítulo tres.
Cuídese de esta tendencia humana si usted se convierte en un líder de una organización
influyente. Si hace acuerdos, lo mejor es cumplir con ellos. De lo contrario, su integridad
se verá erosionada lo que al final significa que se erosiona su derecho a liderar.
Grupo a quien rendir cuentas: Un comité personal
Todo líder necesita rendir cuentas a alguien, ya sea que la organización en que está lo
requiera o no. Escoja dos o a lo mucho tres amigos que estén de acuerdo en formar su
grupo al que usted rendirá cuentas. Esto significa que usted los mantendrá advertidos
de asuntos importantes que le afecten y escuchará sus consejos.
¿Alguna vez tuvo un supervisor que solamente se comunicó con usted para corregirlo
por algo equivocado? ¿Cómo se sintió cuando él se acercó? —¡Uh Oh! ¡Aquí viene de
nuevo! ¿Qué hice mal esta vez?
¿Qué clase de ambiente se produjo en el lugar de trabajo?
En su libro, EJECUTIVO AL MINUTO , los autores Blanchard y Johnson demuestran por
qué el poder para crear un ambiente de trabajo, ya sea positiva o negativa, está en las
manos del líder . Los autores sostienen que de cada diez comunicaciones con el
23
subordinado, nueve deberían ser positivas. Esto incluye felicitarlo por un trabajo bien
hecho.
En el lugar de trabajo, parece que los jefes tienen miedo de felicitar a un empleado
porque piensan que podría pedir un aumento . Aunque esto no es un factor en la iglesia,
24
relaciones personales.
Un acróstico: La técnica B.E.S.A.
Un método sencillo y fácil para aprender es un acróstico en cuatro partes: Breve,
Especifico, su Sentir, Animarle
Sea breve
Un comentario de congratulación no necesita más de un minuto, usualmente menos. Si
es más largo, sonará falso. Acérquese a la persona de una manera casual.
Sea específico
Escoja un detalle del trabajo realizado y menciónelo. Esto le demostrará a la persona
que usted en verdad notó el trabajo hecho y que no está siendo solamente amable.
Exprésele cómo se siente
Esto demuestra que usted es vulnerable. La otra parte se da cuenta que tiene poder para
afectarlo emocionalmente. Esto es esencial para cualquier relación normal.
Anime a la persona a continuar
Aunque tal vez el trabajo no se vuelva a repetir, usted puede animar a la persona a
continuar la misma ética de trabajo o la misma buena actitud. Por ejemplo:
Usted ha pedido a Enrique arreglar las sillas para el culto dominical porque el diácono
que normalmente hace esto ha salido de viaje. Usted instruyó a Enrique cómo hacerlo.
El domingo en la mañana, justo cuando usted entra en la iglesia para el culto, nota que
Enrique ha terminado su trabajo. Esto es lo que usted dice:
—Hola Enrique. Arreglaste muy bien las sillas. Me di cuenta que las pusiste separadas
tres pulgadas para que las personas no se sintieran amontonadas. Eso fue muy
considerado de su parte. Me siento bien sabiendo que tengo a alguien a quien puedo
acudir en una situación de emergencia. Muy buen trabajo y adelante.
Note los siguientes elementos:
Fue breve. Hacer esto no le tomó más de 20 segundos.
Fue específico. Las sillas estaban separadas unas tres pulgadas.
Usted le mencionó cómo se sintió. Usted se sintió bien al tener una persona
confiable para ayudarle.
Usted le animó a continuar. Le dijo que continúe no más.
Este modelo es simple de aprender y practicar. Trate de hacer esto con al menos cinco
personas por semana y probablemente se volverá un hábito. Usted puede hacerlo con los
empleados de una tienda, el personal de servicio o con los miembros de la familia.
Algunos consejos
No adule
Hágalo si realmente usted cree lo que dice. De lo contrario, será falso. Ser honesto y
claro es la única forma de comunicación que la Biblia reconoce en el liderazgo.
Felicite inmediatamente
Mientras más rápido usted hable a la persona después que termina el trabajo, será
mejor. El efecto es más fuerte.
Felicite delante de otras personas
Hacer esto los «honra» delante de sus compañeros. Tal retroalimentación es una
herramienta poderosa para motivar a la gente.
Toque a la persona o dele la mano
Esto depende de la cultura o de las preferencias personales de los individuos. A algunas
personas no les gusta ser tocadas o dar la mano. Otros consideran un descuido si usted
no lo hace.
Exprésese bien de la persona cuando está ausente
Esto es realmente eficaz en las relaciones personales. —Sabe, Guillermo, yo me di cuenta
que Enrique hizo un excelente trabajo con las sillas. Él parece una persona en quien
podemos confiar—. Usted puede estar seguro de que Enrique escuchará el comentario
que usted hizo.
La buena comunicación es responsabilidad del líder, no del subordinado. Él debe
asegurarse de que las personas entienden lo que se espera y que serán verbalmente
halagadas si lo hacen bien. Los buenos líderes crean un ambiente positivo al reconocer
simple y sinceramente los logros de otros.
De este capítulo aprendemos
Nunca suponga que las personas comprenden lo que usted espera de ellas.
Verifique.
Use afirmación positiva para animar a las personas y crear un ambiente positivo.
Sea sincero y honesto en sus comunicaciones, sin adular.
La buena comunicación es responsabilidad del líder, no de los subordinados.
Preguntas de estudio para el Capítulo 11
1. Describa dos errores comunes de comunicación mencionados en este capítulo.
2. Escriba un comentario de felicitación para una persona, usando el sistema
descrito en este capítulo.
3. ¿Con qué criterio la gente juzga a un líder?
4. ¿Puede usted pensar en otras maneras de crear un ambiente positivo en su
iglesia, además de las mencionadas en este capítulo?
CAPITULO 12: Comunicación, correcciones y reproches
acto.
Carlos falta a la iglesia un domingo. Usted se entera por dos miembros que él estuvo
jugando fútbol en el parque. Durante la semana usted se encuentra con Carlos en la calle
y le menciona que lo extrañó el último domingo. Carlos dice: —Mi abuelita que vive en
una ciudad cercana estaba muy enferma. Fui a visitarla y por eso no estuve en la iglesia.
Usted ha agarrado a Carlos en una mentira. ¿Cómo maneja esta situación?
La corrección
Usted: —Carlos, dos miembros lo vieron jugando fútbol en el parque el domingo. Me
mintió, ¿no es cierto?
Carlos: (Con la cabeza agachada) —Sí. Era un juego muy especial con el equipo al que
pertenezco y no quise abandonarlos.
Usted: —Comprendo Carlos. No estoy en contra del fútbol. Usted es nuevo en el Señor y
yo estoy aquí para ayudarlo a crecer. Permítame ayudarle con algo...Los cristianos
siempre decimos la verdad porque mentir es pecado, aunque sean pequeñas mentiras
como esta. Me siento verdaderamente triste cuando un cristiano me miente porque eso
no es lo que los cristianos hacemos normalmente. Yo sé el daño que esto puede hacer en
su caminar con el Señor. Necesita pedir perdón a Dios por esto—. (En este punto usted
hace una pausa, lo mira y espera su reacción. Yo llamo a esto la pausa que incomoda.
Esta pausa da impacto a lo que se dice).
Carlos: —Sí, usted tiene razón. Yo no debería hacer eso.
Usted: —Lo perdono. Aprecio su caminar con el Señor y el compromiso con la iglesia.
Yo estoy comprometido para ayudarlo a crecer en el Señor. No vacile en llamarme en
cualquier momento que necesite ayuda con algo—. Aquí, usted le estrecha la mano.
Note la similitud con la afirmación positiva del capítulo previo:
Usted hizo el reproche inmediatamente después de la ofensa
Si espera hasta otra ocasión, dará la impresión de que usted mantiene una lista mental
de las ofensas de otros. Esto dañará su relación personal.
Fue breve
Usted evitó sermonear. Una ofensa menor requiere brevedad. La corrección total tomó
no más de un minuto. Usted no está interesado en avergonzarlo, sino en instruirlo, por
tanto, va al punto inmediatamente.
Fue específico
Usted no lo llama mentiroso. Usted señala la mentira específica e implica que esto no es
algo característico de él.
Le explicó cómo esto lo hizo sentir
Esto indica que usted es un pastor y no un juez. Usted está afectado por lo que Carlos
hizo. Usted es vulnerable. Esta es la clase de actitud con la que la gente se puede
relacionar.
La pausa que incomoda
Este es un elemento no incluido en la afirmación positiva. Da tiempo para que el
reproche tenga impacto. También permite que la persona haga una decisión: Me
arrepiento o no. Si la persona escoge el arrepentimiento, normalmente lo hará en ese
momento.
Afirmación del compromiso
Usted terminó perdonándolo y luego reafirmó su compromiso y apertura para ayudarlo
en el futuro.
Algunas cosas importantes que usted no hizo
No repitió la exhortación
Los líderes con el don de predicar podrían estar tentados a caer en esto. Una vez que
usted ha hecho el reproche y él se ha arrepentido, desista. La única razón para un
sermón sería si él no se arrepiente y en su lugar se disculpa.
Usted no mencionó otras mentiras que conocía de Carlos
¿Le ha pasado alguna vez que alguien saca a relucir una falla que usted cometió meses
antes? ¿Cómo se siente? Interiormente usted está pensando: —Han pasado meses y esta
persona ha mantenido esto en mi contra todo este tiempo y no me ha dicho nada. No
puedo confiar en esta persona.
Usted hará un daño irreparable a su relación con Carlos si le hace lo mismo. Usted
podría sentir que hace esto para apoyar su criterio de que él es un mentiroso habitual.
Esto es un error grave.
Usted no lo llamó mentiroso
Usted dijo que él mintió. La diferencia está entre una característica habitual y una
anomalía. Aun si usted sabe que Carlos es un mentiroso habitual, no puede decirlo hasta
que lo sorprenda en este hábito de mentir. Entonces usted tendrá un problema a un
nivel diferente.
Usted no trató de adularlo de antemano
¿Le ha pasado alguna vez que una persona se acerca a usted con un cumplido y luego
sigue con un reproche? ¿Cómo se sintió con respecto al reproche? Usted probablemente
se sintió manipulado o «comprometido». ¿Después de esto, siguió confiando en esa
persona?
No «adule» a la persona. Vaya directo al punto. Evite mezclar la afirmación positiva con
la negativa. Evite el halago. La gente lo percibirá como una persona más honesta.
Ofensas repetidas: El contrato verbal
¿Qué hacer si por tercera vez usted sorprende a Carlos en una mentira? Ahora puede
honestamente decirle que usted detecta en él un hábito y que le gustaría ayudarlo.
Una forma suprema de ayuda es el contrato verbal, que va más o menos así:
Usted: —Carlos, esta es la tercera vez que hablamos sobre esto. Yo sé que usted está
creciendo en el Señor y mejorando. Tengo una idea que podría ayudarlo a librarse
completamente de esto. Podemos trabajar en este problema juntos. Nos encontraremos
una vez a la semana por un mes. En ese tiempo le preguntaré cuántas veces ha mentido
durante la semana y me dirá la verdad—. Hablar sobre esto le ayudará a superarlo.
Si Carlos está de acuerdo, él se sorprenderá de cuán rápido supera el hábito. ¿Por qué?
Porque debe rendir cuentas a alguien. Ante esta situación estamos más dispuestos a
resistir la tentación.
Conclusión
Las personas ocasionalmente necesitan ser corregidas por ofensas menores. Corregir es
uno de los derechos más incómodos en el liderazgo cristiano. Usar un simple modelo
ayuda a aliviar la incomodidad. Si su disponibilidad para ayudar a la gente fluye
naturalmente de una preocupación real por ellos, usted tendrá éxito en corregirlos.
De este capítulo aprendemos
Corregir a la gente es parte de la obligación de un líder cristiano.
Un buen procedimiento para corregir ayuda a aliviar el natural estrés que se
siente al confrontar a la gente.
Necesitamos corregir inmediatamente después de la ofensa.
Necesitamos ser específicos y claros, al mostrar cómo la ofensa nos afecta y que
somos vulnerables.
Evite mezclar la afirmación positiva con la negativa.
Si es necesario, haga un acuerdo verbal.
Preguntas de estudio para el Capítulo 12
1. Describa el modelo para corregir a una persona por una ofensa menor. Invente y
escriba un incidente en el que usted corrige a alguien.
2. ¿Por qué es importante corregir a la gente inmediatamente después de la ofensa?
3. ¿Cuáles son algunos posibles errores que un líder puede cometer al corregir a la
gente?
4. ¿Qué es un contrato verbal y cuándo es necesario?
5. Explique el valor de la pausa que incomoda.
CAPITULO 13: Los tres martillos
mente que tiene que ver con las percepciones de la realidad. La gente que vive en pecado
grave suele ser incapaz de ver su condición espiritual . Usted como consejero debe estar
28
Por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe. Tito 1:13
El martillo de caucho
El caucho es un material relativamente suave. Este representa la reprensión firme pero
gentil. Todas las veces que corregimos debemos guardar en mente que nuestro
propósito es hacer fuertes a los cristianos. Las correcciones no son vengativas.
El martillo de madera
Esta reprensión es más dura y puede estar acompañada con una advertencia de posible
disciplina.
El martillo de acero
Después de las advertencias, puede ser necesario recurrir a la disciplina de la iglesia .
30
Arrepentimiento superficial
¿Qué pasa si la persona parece arrepentida, pero usted siente que su arrepentimiento es
superficial e insustancial en relación con la gravedad de la ofensa? Un estudio sobre la
santidad de Dios algunas veces ayuda si usted puede lograr que la persona lo estudie.
También podría recomendarle ciertos libros si puede lograr que los lea. Entre estos
libros están LA SANTIDAD DE DIOS de R.C. Sproul; CONOCIMIENTO DEL DIOS SANTO de
A.W. Tozer y la sección de Esteban Charnock sobre la santidad de Dios en EXISTENCIA Y
ATRIBUTOS DE DIOS.
consejero y decir que no ha sido tratada con amor, o que el liderazgo no siguió el
procedimiento apropiado. Si la persona hace esto, simplemente indíquele que estas son
señales de falta de arrepentimiento que usted no tolerará y que ella debe abandonarlas
en seguida.
Se va a otra parte por consejería
Las personas hacen esto para conseguir la clase de consejería que quieren escuchar. Esto
es una forma de auto justificación. Aclare que si ellos hacen esto, usted lo considerará
una forma de rebelión que solamente agrandará el pecado. Aclare que Dios los puso bajo
la jurisdicción de la iglesia y que deben someterse. De lo contrario, podrían ser
disciplinados por contumacia.
Podría ser necesario aclarar este punto a los miembros de la iglesia que son amigos
íntimos del aconsejado. Hemos visto casos en los que los miembros o familiares
contradicen al consejero de la iglesia, provocando así la confusión.
Hay una técnica que algunas veces funciona para prevenir que una persona busque
consejería fuera de la iglesia. Adviértale que se enviará una carta a cualquier consejero al
que vaya, en la que se explicará que buscar consejería fuera de la autoridad de la iglesia
es un acto de contumacia.
Intenta salir de la iglesia para evitar la disciplina
Algunas iglesias tienen estatutos para tratar con miembros que salen de la iglesia para
escapar de la disciplina. Los reglamentos advierten que una carta será enviada a
cualquier iglesia a la que la persona intente unirse, explicando la situación. Es
aconsejable que la iglesia adopte tal reglamento si no lo tiene.
Cómo darse cuenta de que una persona (incluso usted) no está
verdaderamente arrepentida
Inculpa a otra persona: —Fulano hizo esto y otro; entonces yo reaccioné de tal o
cual forma—. O, —Me arrepiento pero la razón de mi pecado es porque usted hizo
así y me provocó.
Culpa a las circunstancias: —Las circunstancias me llevaron a hacerlo. El hecho
es que la única causa que Dios reconoce es nuestro propio corazón pecaminoso.
Culpa a la naturaleza humana: —Soy solo un humano. (Esto realmente significa
—Dios me hizo, por tanto, si peco, él es responsable—. (Dios es el pecador, no yo.)
Da al pecado otro nombre: Error, prueba, dificultad, debilidad, etc.
Tomé una decisión equivocada. (No quiere decir, —yo pequé—).
Decisión equivocada: —La culpa es por último una falta de entendimiento de mi
parte más bien que un corazón pecaminoso.
Inmadurez: —La culpa es debido a una falta de crecimiento, no a mi corazón
pecaminoso—. De esta forma se culpa realmente al tiempo por nuestro pecado,
más bien que a nosotros mismos. El tiempo no es algo que yo controlo, por tanto,
la culpa la tiene algo que no soy yo, y yo no soy responsable.
Infortunio: —Yo caí en eso. Por tanto, el pecado fue como un hueco en la tierra
que no vi, así que no puedo ser responsable porque yo no lo puse allí. La realidad
es que fui atraído al hueco en primer lugar porque había algo en el hueco que le
gustó a mi corazón.
Una prueba: Llama prueba a una conducta pecaminosa en lugar de pecado. La
Biblia nunca hace esto.
Soy víctima: Actuar como una víctima del pecado en lugar de reconocer que es un
pecador.
Actuar trivialmente: El pecado que cometí es un acto no típico, aislado de lo que
hay en mi corazón. O, las consecuencias son benignas, por tanto, el pecado no es
importante. (Todo pecado es importante, aunque no todos los actos son
igualmente pecaminosos). —Mi pecado de chisme no es asesinato...por tanto, mi
pecado de chisme es trivial.
Confesarse en términos generales: Pedir perdón en términos vagos o en una
forma general. «Siento haberla ofendido», en lugar de «Perdóneme que cometí
contra usted tal o cual pecado».
¿Qué hacer cuando un cristiano se disculpa en términos ambiguos?
Dos preguntas ayudan a ambas partes a ver la necesidad de arrepentimiento...
Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para
que no sea consumido de demasiada tristeza… 2Corintios 2:7
Con frecuencia una persona arrepentida puede caer en el legalismo. Un creyente
arrepentido tiene que aprender cómo caminar en el espíritu de libertad y gozo que el
Señor nos ofrece en el evangelio .
32
Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados. 1Corintios 11:19
Cuando los lobos entren a su iglesia, será el mejor momento para que usted conozca
verdaderamente a sus ovejas. La lealtad y la estabilidad serán puestas a prueba.
Personas que usted pensaba eran personas clave, podrían darle la espalda. Otros, que
usted pensaba eran débiles, se volverán más fuertes de lo que usted alguna vez se
hubiera imaginado.
¿Cómo reconocer a los lobos?
Ellos siempre operan a espaldas de los líderes: Juan 10:1-2
A menudo, los lobos visitarán a la gente en sus casas sin el permiso de los líderes de la
iglesia. Tratarán de obtener autoridad o posición en la iglesia sin consultar con los
líderes. Jesús enseñó que ellos vienen disfrazados como ovejas de Dios. (Mateo 7:15-17)
Una forma simple y básica de detectarlos es cuando ellos comienzan a robar ovejas.
Oveja no roba oveja. Solamente los lobos lo hacen.
Ellos critican a los líderes, usualmente a sus espaldas: 2Juan 9-10
Todo líder tiene debilidades en su ministerio; sin embargo, la gente no tiene el derecho a
cercenarlos con críticas. La dificultad descansa a veces en el hecho de que algunas de las
cosas que un lobo puede decir, pueden ser ciertas. Pero esto no es una justificación para
socavar el ministerio de una persona con críticas, especialmente para debilitar a los
miembros en la iglesia. Note algunas cosas que los lobos dijeron sobre Pablo en
2Corintios 10:10.
Ellos se jactan de su propia espiritualidad: 2Corintios 10:12
Note aquí cómo Pablo sarcásticamente se burla del orgullo espiritual de los lobos. A
menudo, el lobo se compara a sí mismo con otros y las comparaciones siempre parecen
estar a su favor. Con frecuencia declaran tener más luz en algunas cosas que el
misionero y dejan implícito que ellos tienen más que enseñar que el misionero.
(2Tesalonicenes 3:6)
Ellos tienden a provocar divisiones: Romanos 16:18
Invariablemente buscan a los creyentes débiles, (Romanos 16:18). Los lobos parecen
tener una clase de radar interno para detectar al creyente débil. Parece una forma
satánica de discernimiento. Los lobos irán directamente al creyente débil y tratarán de
ponerlo a su favor.
¿Cómo tratar con lobos?
Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo.
Tito 3:10
Amonestación y rechazo
Con casi cualquier otro tipo de problema, usted normalmente demuestra paciencia,
compasión y misericordia, pero no debe ser así con los lobos. Usted no debe mostrar
paciencia, compasión ni misericordia. Las instrucciones de Pablo son claras: Un lobo no
merece más que dos amonestaciones antes de desecharlo. Sea muy firme con ellos.
Ejemplo: Un lobo de la secta «Jesús Solo» viene a su iglesia. Se sienta tranquilamente y
no perturba, pero después de la reunión se lanza sobre los creyentes débiles. Usted
descubre que él está pidiendo direcciones domiciliarias. Usted lo lleva aparte y le
advierte. Él regresa de nuevo otro día y hace lo mismo. De nuevo, usted le advierte y le
aclara que una ofensa más y usted tendrá que cerrarle la puerta. De nuevo, él lo ignora.
Usted entonces le dice que salga y que no vuelva. Una advertencia desde el púlpito a la
congregación podría ser necesaria.
Interferencia
Toda la iglesia, especialmente los cristianos maduros deberían ser preparados para
causar interferencia cuando un lobo entra.
Esto significa simplemente interceptar al lobo antes de que él o ella tenga una
oportunidad de acercarse a los débiles y distraerlo para que no pueda causar daño.
Todos los creyentes maduros en la iglesia deben comprender que ellos pueden ser
llamados a interceptar si es necesario.
En el siguiente capítulo se expondrá de manera detallada cómo se debe tratar a los lobos
de dentro del rebaño.
De este capítulo aprendemos
Una importante función de un anciano, de acuerdo con la Biblia, es la de proteger
a la grey de gente divisora y herética. La Biblia denomina «lobos» a ese tipo de
gente.
Dos clases de lobos asedian a la grey: Los internos que son miembros del grupo y,
los externos de cultos falsos. Los más peligrosos son los de dentro.
Se debe preparar a los miembros maduros de la congregación para que estén
listos a obstruir intentos de lobos de afuera.
Preguntas de estudio para el Capítulo 14
1. ¿Cuáles son los dos tipos de lobos?
2. Describa al menos tres señales de que un visitante pueda ser un lobo.
3. Cómo se debe tratar a un miembro de una secta falsa que asiste a su iglesia.
CAPITULO 15: La gente que causa división, lobos de adentro
Los herejes y rebeldes son personas que causan división y representan un serio peligro
para la iglesia. El daño potencial es suficiente para merecer un estudio especial. A las
personas problemáticas se las trata en forma algo diferente que a las que tienen otra
clase de problemas.
Una gran parte del material de este capítulo está inspirado por el libro, LOS
PROBLEMÁTICOS : P ROTAGONISTAS EN LAS IGLESIAS de Kenneth Haughk . Este libro es
34
esencial para cualquier líder cristiano. Algunas iglesias lo tienen como un libro de
lectura obligada para todos los oficiales de la iglesia.
Otras partes de este capítulo son tomadas de la experiencia de compañeros misioneros y
ministros alrededor del mundo y de mi experiencia personal.
La motivación
La gente problemática está motivada por un deseo de controlar. Causan división y
confusión a través de la queja, la crítica y la resistencia a la autoridad . Detrás de estos
35
Usted no puede permitirse el lujo de ceder a tales personas. Esto puede parecer severo,
sin misericordia. Sin embargo, debemos mantener en mente que nuestra compasión es
primero para el rebaño que Dios ha puesto bajo nuestro cuidado y protección.
Evite razonar con ellos
¿Ha tratado de razonar con alguien que lo considera tonto? ¿Funcionó?
No cede a sus demandas
El antagonista puede considerar la amabilidad una forma de debilidad o temor.
No les dé autoridad o reconocimiento
Hacer esto es como tratar de apagar un fuego con gasolina. Ellos usarán cualquier
autoridad o reconocimiento como una plataforma para posesionarse de más.
Evite sesiones largas escuchando sus quejas
La gente problemática gastará su tiempo. Según estas personas, usted necesita
convencerse de que ellos están completamente en lo correcto. Ellos gastarán tanto
tiempo como usted les permita para hacerle ver a usted lo correcto que ellos están.
La primera reunión con los problemáticos
En su libro, Haughk nos da algunas sugerencias prácticas para tratar con los
antagonistas en dos encuentros sucesivos. En forma breve, se describen a continuación:
Escoja el lugar y la hora 38
No permita que el antagonista escoja. La reunión debe ser breve y en un lugar que usted
escoge. No permita que el antagonista escoja el lugar de la reunión. Debe tomar lugar en
un sitio donde usted siente cómodo, no donde él siente cómodo.
Indique el tiempo que usted puede darle y manténgase firme. Hacer esto demuestra que
usted es una persona de palabra. Haughk sugiere no más de 20 minutos para la primera
sesión.
Hable lo menos posible
Déjelo hablar. Las personas hostiles pueden tomar cualquier cosa que usted diga, por
más inofensiva que sea, y usarla como un dardo en contra suyo. El antagonista podría
repetir lo que usted dijo fuera de contexto.
Tome notas personales
Reporte los hechos a los otros líderes de la iglesia.
No se ponga a la defensiva
Recuerde, usted no tiene que rendirle cuentas. Su responsabilidad es ante Dios y sus
colegas líderes. Evite la tendencia de explicar sus acciones. Mantenga una actitud
profesional.
No discuta con él
Usted no cambiará su mente y solamente lo provocará a iras si usted discute con él.
Aclárele que nunca se le permitirá el control
Usted puede hacer esto en una forma discreta, no directamente. Cuando la persona vea
que nunca tendrá el control, se irá por su propia voluntad.
Prohíbale discutir sus «preocupaciones» con otros en la iglesia
Deje claro que usted no tolerará apelaciones a la congregación. Si él lo hace, usted lo
considerará un acto de rebelión que merecerá disciplina. Aclare que si él no puede estar
de acuerdo con las decisiones del liderazgo, sería mejor que buscara otra iglesia.
Segunda reunión con el antagonista
Suponga que el antagonista ha continuado ocasionando división y no ha prestado
atención a las instrucciones de la primera reunión. La segunda y última reunión deben
ser con la presencia de los otros líderes de la iglesia.
En esta reunión los líderes deben establecer límites a las actividades de la persona
problemática. Deben advertirle que si él cruza las fronteras, puede ser excomulgado por
causar división. Aclare que esta segunda amonestación es la última.
Prevención: Enseñe a su congregación
Haughk recomienda a la iglesia enseñar a sus miembros cómo el liderazgo trata con
miembros problemáticos o descontentos. Indíqueles cuales son las indicaciones de una
persona problemática y enséñeles como resistir su influencia. Haga un «pacto» con la
congregación, para trabajar juntos e impedir esta clase de situación.
La iglesia puede ser atacada de vez en cuando por personas antagonistas o que causan
división. El liderazgo necesita tener un plan para tratar con estas personas. La tentación
de algunos líderes es ser pacientes y compasivos ignorando las instrucciones de Pablo en
Tito 3:10. Los miembros de la iglesia necesitan ser instruidos en la seriedad de estos
problemas y cómo cooperar con el liderazgo al trato con los antagonistas.
De este capítulo aprendemos
La gente que causa división presenta ciertos rasgos y los líderes sabios son los
que están atentos a ellos.
Los líderes necesitan saber principios generales para tratar con antagonistas.
Esto incluye no más de dos advertencias, no darles autoridad ni control y mostrar
todas las veces que usted, no ellos, están al control.
La iglesia necesita aprender cómo cooperar con el liderazgo cuando la gente
antagonista ataca.
Preguntas de estudio para el Capítulo 15
1. ¿Cuáles son algunos de los rasgos de la gente problemática o divisora?
2. Explique por qué nosotros no deberíamos ser pacientes y tolerantes con la gente
antagonista o que causa división. Justifique su respuesta con el texto bíblico.
3. Explique los procedimientos generales en su primera reunión con un
antagonista.
4. Explique los procedimientos generales en su segunda reunión con un
antagonista.
CAPITULO 16: Resolución de conflictos menores y diplomacia
Este capítulo trata del papel del líder como mediador de conflictos entre dos partes. De
vez en cuando en una iglesia ocurren desavenencias. Un líder, por aplicar las técnicas
indicadas en este capítulo, puede resolver la mayoría de estas. El alcance de este manual
no incluye análisis de conflictos más serios.
En este capítulo suponemos que el líder no es una de las partes en conflicto, sino que
está haciendo el papel de mediador entre dos bandas. El conflicto es relativamente
menor, entre gente que se conoce, e involucra cuestiones sin mayor trascendencia. Las
emociones y el ego han entrado en juego.
Algunas veces el líder es el último en saber cuando un conflicto está sucediendo en la
iglesia. Las personas en conflicto suelen esconder sus contiendas, temerosas de que el
líder no las apoye y con la esperanza de resolverlas por sí mismas.
¿Cómo usted puede darse cuenta de que un conflicto es inminente?
Un líder necesita estar atento a los síntomas típicos de una crisis o conflicto inminente.
Un solo índice no es una clara indicación; sin embargo, debería ser suficiente para
atraer la atención del líder para que esté alerto para otros síntomas.
Compadrajes
Un pequeño grupo de personas amigas es saludable, pero cuando se forman dos o más
grupos centrados en personas que podrían estar en desacuerdo entre ellos, es probable
que un conflicto se produzca.
Ausencia
Cuando las personas están buscando otra congregación, esto causa que asistan en forma
irregular a la iglesia. En este caso, es una buena idea averiguarles qué es lo que no les
gusta de la iglesia. Si ellos responden vagamente, usted puede estar descubriendo una
situación conflictiva con otras personas.
Silencio
Algunas personas paran de comunicarse y se aíslan cuando sienten que están en
conflicto. Usted debería investigar para sacar el problema a la luz.
Sarcasmo
El sarcasmo es sintomático de malicia y debería ser tratado como tal, y no como si fuera
un mero comentario. Hacer esto requiere un poquito de sondeo.
Proyectos de trabajo que fracasan
Algunas veces los proyectos fracasan porque en primer lugar son ideas inservibles o
porque la gente equivocada está haciendo el trabajo. Sin embargo, algunas veces, es
porque el equipo está en conflicto.
¿Cuándo usted debe intervenir como mediador?
El mero hecho de que usted es el líder no significa que necesariamente sea la mejor
opción para mediar el conflicto. Una de las partes puede resistirse a su mediación, si
siente que usted está a favor de la otra parte.
Aunque su oficio como líder le da el derecho legal a estar involucrado, es más efectivo
obtener la aprobación de ambas partes para intervenir. Usualmente es mejor acercarse a
ellos como un siervo que ofrece ayuda, en lugar de hacerlo como una figura de autoridad
que trae orden.
Usted debe intervenir cuando…
Una de las partes le pide mediar en el conflicto.
El conflicto obstaculiza la efectividad de un grupo de trabajo
Usted es respetado por ambas partes.
Procedimientos durante la reunión
Antes de nada, ore por guía divina.
Aclare a las partes en disputa cómo el conflicto está afectando a todos
Esto ayuda a enfocar el caso en los hechos y no en las emociones. Las personas por lo
general se interesan más en sus propias emociones que en cualquier otro factor. Tan
pronto cómo las partes en conflicto se dan cuenta de cómo su disputa está afectando a la
iglesia o al proyecto, usted habrá ganado el «derecho» a intervenir. Hágales saber por
qué este conflicto debe ser resuelto.
Fije una reunión para resolver el conflicto
Explique: —Este es un problema que nosotros tres vamos a resolver juntos—. Aclare que
usted no es un juez, sino que está allí para ayudarles y no está interesado en escuchar
mutuas acusaciones. Usted está buscando una situación en que todos pueden salir
ganadores.
Fije las reglas del procedimiento
Aclare que usted está a cargo de la reunión. Las reglas que usted fije dependen de la
situación. Una regla puede ser que cuando una persona hable, la otra no debe
interrumpir, o que los participantes deben dirigir sus comentarios a usted solamente, no
al otro.
Cada parte debe presentar su punto de vista objetivamente sin atacar a la
otra persona
Sea específico, no general. Trate de conseguir que cada uno presente su punto de vista
como si fuera una tercera parte observadora. La idea es evitar que las emociones sean
parte de la reunión tanto como sea posible.
Pida a cada persona generar soluciones posibles
Si la situación se vuelve muy emocional pida a las partes que den sus soluciones por
escrito, allí mismo, en lugar de expresarlas verbalmente. Compárelas con las suyas.
Después usted puede expresar aquellas soluciones que las partes tienen en común. Esto
forma la base para la solución del conflicto.
Pida que cada uno se comprometa a la resolución del problema
Una vez que usted ha llegado a un acuerdo, asegúrese de que cada parte esté
comprometida con la solución. Si una de las partes no demuestra compromiso serio,
usted no ha logrado nada. Se necesitará otra reunión, o usted simplemente tendrá que
decidir por ellos la solución.
Algunas técnicas generales de diplomacia
A continuación se explican algunas técnicas que los mediadores profesionales de
negocios usan para resolver disputas. Algunas veces, estas técnicas sirven solamente
para obtener mayor cooperación de la gente en situaciones que no son necesariamente
conflictivas. Estas técnicas funcionan en situaciones mayormente benignas, incluso con
problemas entre los niños . A estas técnicas nosotros las llamamos técnicas «ganar-
39
ganar» .
40
Muy a menudo el líder es llamado a tomar decisiones que afectan a muchas personas.
Sería maravilloso que Dios pudiera hablar a los líderes con voz audible porque así
podríamos estar seguros de nuestras decisiones. Muchas veces se debe escoger entre dos
opciones razonables, y algunas veces nos sentimos como si estuviéramos andando a
través de una tormenta de nieve, medio ciegos.
Si estuviera siempre claro lo que los cristianos o la iglesia deberían hacer, no
necesitaríamos líderes. Tomar decisiones cuando hay un serio riesgo de equivocarse es
parte de la vida del líder cristiano.
La toma correcta de decisiones en el liderazgo depende más de nuestra vida devocional
privada con Dios que de cualquier otro factor . Una vida devocional fuerte es central al
41
liderazgo cristiano porque muchas personas serán afectadas por las decisiones del líder.
El proceso de razonamiento
La investigación adecuada es esencial antes de tomar decisiones. Para esto, se usa la
misma clase de lógica como un detective investigando un crimen .42
Un buen detective comienza sin prejuicios. Él no se mueve de un lado a otro para probar
si alguien es culpable o inocente. Él no dice: —No me cae bien Juan. Voy a probar que él
hizo el crimen—. Simplemente el detective junta las pistas para ver a dónde lo dirigen.
De igual forma, los líderes debemos ser cuidadosos y juntar tanta información relevante
como sea posible.
Muchas veces la evidencia para tomar la decisión correcta será una mezcla de lo
espiritual y lo material.
Su vida devocional
Un líder debe mantener un culto personal diario con un cuaderno para anotar lo que
Dios le está enseñando por la palabra durante su culto personal cotidiano. La guía
divina suele venir por este medio.
En el caso de una iglesia que atraviesa una determinada situación, Dios normalmente ya
ha indicado su voluntad acerca de la situación a algunos de los otros líderes por medio
de la palabra de Dios. Los líderes deberían tomar muy en serio tal evidencia coincidente
Aunque esto puede sonar un poco místico, no lo es. Dios que si nos habla hoy por su
palabra.
Orar y ayunar para buscar la voluntad de Dios con respecto a decisiones importantes es
bíblico.
Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. (3) Entonces, habiendo
ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Hechos 13:2-3
Los hechos del caso junto con la lógica
Dios nos dio cerebro y espera que lo usemos. Si los hechos del caso parecen merecer una
cierta decisión, generalmente nosotros vamos a los hechos después de consultar con el
Señor. Esto significa orar al respecto y analizar si estamos infringiendo algún principio
bíblico.
Los israelitas en Josué Nueve aprendieron en una forma dura a consultar al Señor en
todo. Los Gabaonitas inventaron una estratagema para lograr que Josué y su compañía
hagan una alianza con ellos. Los gabaonitas declararon haber venido de un país muy
lejano y llevaron pan viejo y se vistieron con zapatos gastados para probarlo. Todo
parecía perfectamente lógico. ¿Qué dice el texto? Josué y sus hombres cayeron en la
trampa. ¿Por qué?
La multitud de consejeros
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad. Proverbios 11:14
A veces no tenemos el lujo de consultar con nuestros compañeros de ministerio. Sin
embargo, cuando podamos hacerlo, deberíamos sacar provecho de la sabiduría de
nuestros colegas.
El proceso de incubación
Dios nos creó con un subconsciente, parte subliminal de nuestro cerebro que funciona
por su propia cuenta, es decir, que tiene su propio tipo de lógica. Si nos topamos con un
problema serio y complejo, podemos dejar que nuestro subconsciente trabaje por un
proceso que podemos llamar incubación. Simplemente ponemos en nuestra mente
todos los datos relevantes y luego nos dedicamos a otra cosa. Con frecuencia, la
respuesta vendrá a nuestra mente un poco después.
La incubación es un proceso de uso científico en investigación, por inspiración. Un
famoso ejemplo histórico es el filósofo griego Archimides, quien encontró la respuesta a
un problema matemático difícil mientras se bañaba. Él había renunciado
temporalmente al problema. Sin embargo, durante un relajante baño, Archimides notó
el desplazamiento del agua por su cuerpo. La respuesta estuvo de repente clara. —¡Lo
tengo! gritó—. Su subconsciente había estado trabajando en el problema y entregó la
respuesta en un momento inesperado.
No hay nada místico ni extraño en el proceso de incubación. Es un fenómeno
perfectamente natural. Nuestro cerebro es como un pequeño computador. Si damos a
nuestro cerebro suficientes datos, y un poco de tiempo, este hará asociaciones que
nosotros podríamos haber pasado por alto al principio.
Conclusión
Como líder, tomar decisiones puede ser un proceso de mucha tensión porque no
siempre podemos estar seguros sobre el curso correcto a seguir. El bienestar de otras
personas puede estar en juego.
La toma de decisiones es esencialmente lo mismo que la guía personal divina. La
diferencia es que el líder está tomando decisiones que afectan no solo su propia vida.
Esta es la razón por la que la vida devocional del líder es esencial.
Sin embargo, la toma de decisiones no es un proceso místico. Ordinariamente es una
mezcla de lo subjetivo y lo objetivo que el líder cree que Dios le está mostrando por
medio de la palabra y el Espíritu, junto con los hechos del caso.
De este capítulo aprendemos
Tomar decisiones como líder puede parecer arriesgado porque algunas veces nos
enfrentamos con varias opciones viables.
El líder sabio junta toda la evidencia posible sobre el asunto antes de tomar
decisiones y así evita las ideas preconcebidas.
Para el líder, la toma de decisiones está íntimamente conectada con su caminar
personal con Dios.
La toma de decisiones, muchas veces se basa en una combinación de lo espiritual
con lo material, lo subjetivo con lo objetivo. Nosotros usamos lógica para tomar
decisiones pero dependemos de la guía divina.
Si el tiempo lo permite, podemos dejar que nuestra mente procese
tranquilamente los hechos del caso. Algunas veces esto nos permite ver opciones
que antes habíamos pasado por alto.
Preguntas de estudio para el Capítulo 17
1. ¿Por qué la toma de decisiones en el liderazgo nos causa tensión o estrés?
2. ¿Cuál es el papel de la vida personal devocional de un líder cuando tiene que
tomar decisiones?
3. Describa el proceso de razonamiento por el que un líder toma decisiones. ¿Cuáles
son las fuentes de evidencia que un líder usa para tomar decisiones?
4. ¿Qué es el principio de incubación?
5. ¿Qué significa «multitud de consejeros»?
CAPITULO 18: La defensa propia verbal
Pueden ocurrir circunstancias en las que es legítimo para el líder defenderse a sí mismo
en contra de ataques verbales no justificados. La mayoría de las veces no prestamos
atención a las críticas, al menos que estas procedan de la voz unida de nuestros colegas
del ministerio. Las ovejas no corrigen a los pastores.
¿Cuándo es la defensa propia verbal legítima?
La defensa propia verbal es legítima cuando las verdades que usted predica son
atacadas.
En Gálatas, Pablo defendió el evangelio que predicaba como el único correcto. Sus
enseñanzas en contra de la justificación por la ley habían sido cuestionadas. Él se
defendió a sí mismo explicando que él presentaba sus enseñanzas a los apóstoles por
validación.
Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano,
expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico
entre los gentiles. Gálatas 2:2
Esto probó que su evangelio era el correcto. Pablo defendió su enseñanza cuando fue
cuestionado .
44
Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni
aun yo me juzgo a mí mismo. 1Corintios 4:3.
Pablo maneja esta situación declarando que sus críticos son jueces inadecuados. Él les
habla en un lenguaje sencillo. Habrá momentos cuando usted deberá hacer lo mismo.
Dentro de cada iglesia debería existir una entidad responsable, como por ejemplo un
grupo de ancianos, para determinar si su ministerio está satisfaciendo las normas
bíblicas. Si las personas en la congregación tienen quejas, pueden presentarlas por
escrito, con evidencia, al cuerpo apropiado. Sin embargo, aquellos que presenten quejas
no fundamentadas estarán sujetos a disciplina como difamadores.
Tratando con los críticos habituales: El judo verbal
Por la mayoría de estos métodos, agradecemos a Suzanne Elgin y su libro THE GENTLE
ART OF VERBAL SELF-DEFENSE . 45
Cada iglesia tiene ciertas personas que se han declarado a sí mismas analistas y críticos.
Algunos, con sus afiladas mentes pueden disecar la iglesia, sus sermones y todo lo
demás. Tales personas a veces no son realmente problemáticas, ni representan un
peligro a la iglesia. Solo que son un poco irritantes. Algunas veces podemos usar un poco
de judo verbal para desviar sus críticas.
Estas técnicas son para tratar con quejumbrosos habituales. Se supone que la crítica no
es justificada.
Principios fundamentales de la defensa verbal
Nunca responda al ataque
Desvíe el asunto. La intención del atacante siempre es conseguir que usted se defienda.
No caiga en esta trampa. Recuerde que usted no tiene obligación moral para defender su
ministerio frente a criticones. Según 1Timoteo Cinco, el líder no está obligado a probar
su inocencia. La carga de la prueba está siempre sobre al acusador.
Desviar el ataque
Usted puede contestar el ataque a la otra persona haciendo preguntas que desvíen la
atención hacia el tema en cuestión o hacia algo abstracto.
Técnicas
A continuación, presentamos el bosquejo básico de la técnica, seguido por un buen
ejemplo de cómo usarla. Luego ilustramos la forma equivocada de lidiar con el ataque.
La técnica del viaje por el tiempo
Ejemplo uno:
Ataque: —¿Por qué usted siempre....?
Defensa: —Desde cuando usted comenzó a imaginar que yo…
La forma correcta:
Ataque: —¿Por qué siempre predica sobre la condenación?
Defensa: —¿Desde cuando usted comenzó a imaginar que yo predico en forma excesiva
sobre la condenación?
La forma equivocada:
Ataque: —¿Por qué usted siempre predica sobre la condenación?
Defensa:(error) —¡No siempre predico sobre la condenación! Prediqué sobre la gracia
el domingo pasado. No creo que mi énfasis en la condenación sea excesivo, etc..
Es un error discutir si usted predica excesivamente sobre la condenación. Esto le pone a
usted a la defensiva. En lugar de enfocarse en el ataque recibido, usted se está enfocando
en un evento del pasado. En vez de eso, cuestione la validez de la percepción del crítico.
Esto insinúa que el problema está realmente localizado en la imaginación del crítico más
bien que en su predicación .
46
Ejemplo dos:
Nota: Este ataque es idéntico al anterior. Solamente cambia la forma de expresión.
Ataque: —¿No le importa que...?
Defensa: —¿Desde cuando usted comenzó a imaginar que no me importa?
Ataque: —¿No le interesa la condición de la Escuela Dominical?
Defensa: —¿Cuándo usted comenzó a imaginar que la Escuela Dominical no me
interesa?
Técnica de la computadora
Se llama así porque las computadoras son impersonales, no tienen emociones. Por
tanto, esta técnica involucra actuar emocionalmente desinteresado. Usted actúa como si
no se diera cuenta de que está bajo ataque. En su lugar, usted habla como si la crítica se
estuviera refiriendo a algún concepto abstracto en el que usted no está personalmente
involucrado.
No responda en forma defensiva al ataque. Hable de la situación como si esta fuera una
cuestión objetiva e impersonal que no tiene que ver con usted.
La forma correcta:
Ataque: —Desde que tenemos un nuevo consistorio, la iglesia no ha crecido.
Defensa: —El crecimiento de la iglesia es una ciencia interesante. Las diferencias entre
la ciudad y el campo, y entre las clases sociales, hacen de esta una pregunta compleja.
¿Ha leído algún libro sobre crecimiento de la iglesia recientemente?
Esta defensa gana posición. Su comentario suena como un problema abstracto, no como
un ataque personal. Segundo, usted puede poner al descubierto la ignorancia del
atacante, si él no ha estudiado el asunto.
La forma equivocada:
Ataque: —Desde que tenemos el nuevo consistorio, que usted organizó, la iglesia no ha
crecido.
Defensa: (error) —¿Está usted diciendo que el consistorio es incompetente o que yo me
equivoqué? Creo que el consistorio está haciendo un buen trabajo....etc..
El ataque insinúa que usted se equivocó en la forma en que organizó el consistorio de la
iglesia y que tanto usted como el consistorio son incompetentes. Si usted se fija en la
insinuación, cae en la trampa. La persona podría reclamar que ella realmente nunca dijo
eso y que usted la está acusando falsamente. Puesto que todo fue insinuado, no dicho,
usted se encuentra en una disputa sobre si la persona la ha atacado a usted y al
consistorio personalmente.
Si usted permite esto, el atacante gana. La intención fue acusar a usted y al consistorio
ante otros sin tener que rendir cuentas por su conducta. Verdaderamente, a ellos no les
interesa si usted gana la discusión sobre lo que ellos realmente quisieron decir. Ellos
pueden incluso «disculparse» por haber dado la impresión de que piensan que el
consistorio está mal. Sin embargo, la impresión ya fue dada y esa era exactamente la
intención escondida.
Esta clase de ataque ocurre usualmente en público porque esta es la audiencia que a
ellos les interesa. Si la persona le dice esto a usted en privado, puede sentarse con ella y
discutir su punto de vista .
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Existen otras técnicas que ilustran los principios básicos para lidiar con abusadores
verbales.
Conclusión
Un líder se puede defender a sí mismo verbalmente, si la validez de su llamado o de la
verdad de su enseñanza es atacada. Cada ministro parece tener sus críticos auto-
declarados. El uso del tacto y a veces del judo verbal, puede ayudar a desviar los ataques
y salir sano y salvo.
De este capítulo aprendemos
La defensa propia verbal está algunas veces justificada.
Algunas veces podemos desviar las críticas infundadas con un poco de tacto y
técnica.
Preguntas de estudio para el Capítulo 18
1. ¿Cuándo es legítimo defenderse?
2. ¿Cuáles son los principios básicos de la defensa propia verbal?
Parte Tres: El mentor
CAPITULO 19: El corazón del mentor
Porque el ejercicio corporal, para poco es provechoso, pero la piedad para todo
aprovecha… 1Timoteo 4:8
Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y tus
frecuentes enfermedades. 1Timoteo 5:23
La preparación de Pablo a Timoteo no refleja en nada la delimitación del pensamiento
que prima en nuestra actual cultura occidental. Hoy en día, algunos podrían considerar
esto como una intrusión. Pablo, en cambio, lo veía como natural el dar consejo a
Timoteo en estas áreas privadas de su vida. Las razones para proceder así se las
encuentra en el amor y cuidado hacia Timoteo.
El segundo principio de mentores es....La labor del mentor es holística.
¿Qué del intelecto?
¿El trabajo de mentores reemplaza a la preparación académica? ¡De ninguna manera!
En el diagrama uno, los círculos son de diferentes diámetros, a propósito. El trabajo de
mentores es lo primero y lo más importante. Lo académico es valioso, pero secundario.
¿Por qué es secundario? Si a una persona
que ha sido discipulado le faltan
conocimientos, se sentirá motivada a
adquirirlos, incluso en forma autodidacta
por medio de libros. Dios lo usará, a pesar de
estos vacíos de conocimiento.
En cambio, ¿qué de la persona con una
docena de títulos, pero pobremente
discipulado? ¿Qué si no tiene vida
devocional o su familia está desorganizada o
mantiene desacuerdos con sus colegas? Todo
su conocimiento no suple esas deficiencias.
Varios mentores de la Biblia escribieron obras extensas para ser estudiadas y aprendidas
por sucesivas generaciones. Moisés, Pablo y Santiago no eran anti intelectuales de
ninguna forma. Eran personas brillantes que valoraban el conocimiento.
Hay que evitar las influencias que no valoran el intelecto. Tales tienden a disminuir la
imagen de Dios a pesar de recalcar otros aspectos de la vida cristiana. Lo académico no
es prioritario, pero sí indispensable.
El principio número tres es...La labor del mentor es inseparable de lo
académico.
La caja de herramientas de un mentor
Cuando nos referimos a las relaciones en la obra de mentores, estamos hablando de dos
áreas específicas en el siguiente orden: Relaciones con los colegas, como lo vimos en el
capítulo dieciocho y, relaciones con las personas que ministramos.
¿Qué debe exactamente hacer un mentor? ¿Qué métodos empleará?
Modelar e enseñar
Modelar: —Observe cómo lo hago. Después, haga lo mismo.
Enseñar: —Déjeme explicar por qué hago esta obra de esta manera y no de otra. La
razón de que no le salieran bien a usted las cosas de esa manera es….etc.
¿Cómo trasladar la teoría a la práctica? Muchas teorías proponen ciertas respuestas. La
respuesta que da la Biblia es «un mentor».
El preparador de líderes por excelencia es Cristo. El modeló cómo echar fuera demonios
y sanar a los enfermos. Luego, mandó a sus discípulos que lo hicieran, y funcionó.
Hubo un día en que no pudieron echar fuera un demonio (Marcos 9:28-29). Entonces,
Jesús les reveló que ese género de demonio requería otra táctica, la de la oración.
Vemos allí un excelente escenario didáctico. Primeramente, Jesús enseña el
procedimiento básico. Luego, permite una excepción y además, modela cómo manejarla.
¿Por qué es eficaz el modelar? Porque se aprende mejor mientras más sentidos usamos.
Si escuchamos algo, utilizamos solo el oído. Si lo escuchamos y lo vemos escrito,
estamos utilizando el oído y la vista. Si lo escuchamos, vemos, palpamos y hablamos
acerca de algo, la retención se multiplica exponencialmente.
Un ejemplo de lo dicho es la impresión tangible que Cristo hizo sobre Juan, como
expresado en 1Juan 1:1:
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de
vida.
Elías y Eliseo tenían un estilo de ministerio tan similar, que me confundo entre ellos.
¿Se tratará de una coincidencia? Lo dudo.
Elías era el mentor y Eliseo el estudiante atento. ¿Cómo sabemos que era atento? Porque
cuando Elías fue tomado y llevado al cielo, Eliseo comenzó a actuar exactamente como
Elías, con el mismo tono de autoridad.
Tener un buen mentor constituyó una gran ventaja para Eliseo, quien luego desarrolló
su propio estilo posteriormente.
Sitio de charla
Escuchemos a tres seminaristas y su profesor, mientras juntos discuten el concepto de
mentor. El profesor Jaime es además un respetado y exitoso pastor. Guillermo estudia
para pastor y a la vez trabaja como contador. José está cursando su último semestre y es
pastor de jóvenes en una iglesia local. Es un tipo atlético y serio. Sara está en su segundo
año y es una chica muy vivaz y graciosa. Los cuatro se encuentran en la sala de
conferencias, luego de su clase con el profesor Jaime:
—¡Oye! Esto es como tratar de agarrar humo—, dice José, inclinado hacia delante.
—No me gustan las ambigüedades y toda esta idea de las relaciones me suena muy
ambiguo. Si esta cuestión sobre los mentores no se me aclara pronto, creo que me
marcho pronto. Lo filosófico me aburre.
Jaime comienza a dar una explicación, cuando Guillermo irrumpe. —No tanto José.
Creo que ya capto un poco por dónde va lo de Jaime. La idea de las relaciones es difusa
hasta que no nos metemos en el asunto. A medida que una relación avanza, deja poco a
poco de ser una idea, y se vuelve una realidad.
Guillermo hace una corta pausa y continúa. —De hecho, mientras más larga y profunda
es una relación, más concreta se vuelve.
—Me suena a que no existe un sistema rápido para formar líderes—, dice Sara.
José se ríe y añade, —Y a mí me suena a que tú ya estás llegando al punto, Sara.
—Ahora bien, Jaime, parece que ya entiendo un poco—, dice José. —Pero, tengo una
pregunta. Tú nos habías dicho que es fácil, pero establecer relaciones no es fácil, ¿cómo
cuadras esto con lo que nos habías dicho de que el proceso de mentores es algo
básicamente fácil?
—José, yo no dije que fuera fácil. Dije que era simple. Quiero decir simple en su idea
básica. El proceso en sí no es fácil en absoluto, porque la gente es compleja con toda
clase de problemas.
—¿No hay atajos?— pregunta Sara.
—¡Oh, sí! Hay uno. El que muchos emplean en la preparación de líderes. Es fácil, más
rápido y no representa peligro alguno para el ego de nadie. Manden a la gente a tomar
una serie de cursos. Ya se mencionó antes.
—¡O algo aún mejor!— dice Sara con sarcasmo. —¡Que reciban cursos por
correspondencia!
José comenta, siguiendo la misma tónica: —Así ganan sus créditos y su título sin tener
que interactuar con nadie. Tienen prueba de su preparación para el liderazgo, la
enmarcan y la cuelgan en la pared.
Guillermo murmura algo no muy bajito para que todos escuchen, —Ah, José ya lo va
captando. Los cursos, créditos y diplomas no son atajos. Son formas que permiten a
ambas partes, el líder y el estudiante, evitar el proceso de relacionarse, porque toma
tanto tiempo y es una amenaza a los egos. Este tipo de preparación puede ser bueno,
pero deja algo fuera.
—¡Sí!— exclama Sara, —¡Lo que deja fuera es el Cristianismo!
Todos se ríen, Jaime pone las manos en la mesa, para llamar la atención del grupo. —Tal
vez lo han exagerado un poco, pero casi es así. Quedan fuera el alma y corazón del
cristianismo… ¡las relaciones! ¿Y cómo queda un cuerpo sin alma ni corazón?
Todos, a una voz, contestan, —¡Muerto!—
Otra vez, se les oye reír.
El concepto occidental
En el comentario final del grupo se expone un defecto fundamental de programas de
preparación de líderes vigentes: Domina lo académico.
En catálogos de seminarios, los programas de preparación de líderes son descritos como
una serie de «cursos». Los programas de correspondencia se basan también en la
premisa de «!Tome estos cursos y estará listo para el liderazgo cristiano!»
¿Cómo se desarrolló este procedimiento? La respuesta apunta a una diferencia entre dos
tipos de cosmovisión.
Las culturas occidentales tienen a ser dualistas, percibiendo la realidad como dos
esferas distintas, lo espiritual versus lo material. El pensamiento oriental es mas
holístico, viendo la realidad como una unidad, lo espiritual y lo material
inseparablemente mezclados.
Por este motivo, el panteísmo permea en las religiones orientales como el budismo y el
hinduismo. El panteísmo sostiene que «todo es dios». Para ellos, esto no significa que
Dios está en todas partes. Los panteístas asumen que un árbol, un animal o un ser
humano, son literalmente partes de «dios».
Las películas de artes marciales reflejan el pensamiento holístico oriental. En estas
películas, a menudo se describe un fuerte lazo entre el héroe y el mentor que lo entrena
en tales artes.
En términos simples, un oriental afirma que el universo es uno solo. Un occidental lo
mira como dos o más cosas. Además, el pensamiento occidental es humanista y se
enfoca en la gloria del ser humano.
Este dualismo y humanismo se originan en la antigua Grecia. Alejandro Magno
conquistó el mundo antiguo junto con el humanismo griego.
La filosofía griega asume que el conocimiento produce sabiduría y virtud. Los estoicos
suponían que el estudio de la naturaleza les permitiría penetrar en el significado del
universo y la fuerza que lo sostiene. Eso no resultó; fue un fracaso.
La Biblia sostiene que la sabiduría es esencialmente relacional… primero con Dios y
luego con los demás. Adquirir conocimientos es parte de la sabiduría, pero no su
principio. El intelecto es importante, pero no es lo esencial.
Tu llamado para el liderazgo incluye un llamado para ser mentor. ¿Por qué? Ambos
vienen en un solo paquete.
Recuerde que un producto principal de un líder cristiano es la creación de nuevos
líderes. Esta es la parte prioritaria de su descripción de trabajo. En 2Timoteo 2:2, dice
así:
Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que
sean idóneos para enseñar también a otros.
Es decir que, si usted recibe el llamado a un cargo de liderazgo bíblico, como pastor o
anciano, también es llamado a ser mentor.
¿Se siente usted competente? Posiblemente no. ¿No sería agradable sentirse
competente? No. Lo que sería es arrogante. Ni siquiera el Apóstol Pablo se sintió
competente.
No que seamos competentes por nosotros mismos, para pensar algo de nosotros
mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, (6) el cual asimismo
nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto… 2Corintios 3:5-6
Como un equilibrista con su vara, debemos agarrarnos de estas dos realidades: —Nunca
seré competente para función alguna en el reino de Dios. Por la gracia divina, puedo
hacerlo todo.
El asunto es el llamado, no la competencia.
Y tal confianza tenemos mediante Cristo, para con Dios; (5) no que seamos
competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos,
sino que nuestra competencia viene de Dios.
El profesor continúa: —El sentido de competencia de Pablo le viene de su relación con el
Espíritu, no por su inteligencia, experiencia, o nada de eso. Su caminar personal con
Cristo, conjugado con el conocimiento de lo que Dios lo ha llamado a hacer, era el
terreno en que pisaba. Pablo declaró su dependencia de Dios en cuanto a su aptitud, y
así fue como Dios usó su inteligencia y experiencia como los medios para su labor de
mentor.
Sara se reclinó en la silla. —De ley, esa es una de las paradojas del reino. Debemos
reconocer nuestra incapacidad para poder ser competentes.
—Como que debemos admitir nuestra dependencia del Señor para poder hacer bien
nuestra tarea de mentores-, añadió Guillermo. Debe existir un nombre para todo esto.
—Sí— dijo Jaime. —Se llama fe. Recuerdan lo que dije al inicio del curso acerca de la
gracia divina en el ministerio?
Jorge contestó, —No existe ningún trabajo en el reino de Dios, para el cual uno es
competente. Todos funcionan por su gracia.
—Entonces—, dijo Sara haciendo una pausa, —Dios dice: Tú eres incompetente. Ahora,
ve y hazlo.
—Exactamente— dijo Jaime —ahora ustedes, chicos, vayan y háganlo.
Una rara situación en Sudamérica
¿Aún sintiéndose inadecuado? Espero que sí. Es difícil superar una experiencia que tuve
en un pequeño país sudamericano, con una denominación en crecimiento y con cerca de
cuarenta iglesias.
Los líderes habían descubierto cierta literatura acerca de teología y gobierno
Reformados y les había encantado. Me pidieron que guiara a toda la denominación en
estas dos áreas.
Me impactó el hecho de que yo fuera el primer y único modelo de lo que un ministro
reformado debe ser. ¿Estaría Dios jugándome una broma? Casi llegué a pedir a Dios que
mandara a otra persona. Luego, recordé que Moisés se metió en problemas por pedir
algo similar.
Pero ¿cómo habría yo de ocultar mis faltas, con el fin de que los nacionales no cayeran
en las mismas? En el pasado, la única persona que creía que yo era bueno para encubrir
mis faltas, era yo mismo.
Sin embargo, ya he impartido enseñanzas en dicha denominación, en tres ciudades, y
sigo siendo el único modelo que ellos conocen. Y, a pesar de todo esto, siguen creciendo.
No sé si el Señor ha cubierto mis defectos o ha otorgado tanta gracia a los nacionales
como para que las pasen por alto. De cualquier modo, él me ha usado y ellos están
avanzando.
Nuestros defectos son necesarios
Gracias a Dios por los defectos de los personajes bíblicos. Sin ellos, careceríamos de un
concepto global de la realidad del ministerio. Dios tiene su caja de herramientas para
perfeccionar a sus hijos. Unas de estas herramientas son nuestras propias faltas.
El Señor no toma para nada en cuenta nuestra propia bondad para el logro de algo. Lo
que desea es nuestra disposición para hacer su voluntad.
Una charla entre el profesor Jaime y Jorge, el pastor de jóvenes, subraya este punto:
Entonces, Dios pasa por alto nuestros defectos en el trabajo de mentores y nos usa de
todos modos, ¿correcto?- pregunta Jorge.
—Más que pasarlas por alto, Jorge. Usa nuestros defectos como herramientas en el
proceso.
Jorge se frota el cuello, pensativamente. – Esa es la mayor paradoja que puede haber.
Me pone la piel de gallina.
—Pero es algo muy liberador cuando lo piensas y analizas, Jorge. Antes, yo pensaba que
se debía ser excelentes personas para poder ser mentores.
—Si Dios utiliza nuestros defectos como parte del programa, entonces…- Jorge dice
vacilante. – Entonces, somos libres de ser como realmente somos, más auténticos.
Jaime sonríe – Ahora deja que te pregunte. ¿Qué tipo de mentor crees que Dios va a
querer usar… un auténtico o uno no auténtico?
Jorge está atónito y se agarra la cabeza. -¡Vaya! ¡Eso sí que duele! Parece que lo que nos
estás tratando de decir es que Dios quiere que seamos auténticos y que le dejemos usar
nuestros defectos en el desempeño de la obra.
—Te voy a decir un secreto- dice Jaime en confianza – Me costó mucho tiempo dejar de
tener miedo de mis faltas, mientras hacía mi labor de mentor.
—¡Pero todo esto implica buenas noticias!
—En realidad, ¡son las buenas nuevas del evangelio mismo!
¿He recibido la unción para esto?
Asuma que tiene la unción y proceda de acuerdo con eso. ¿Por qué razón nos hubiera
llamado Dios al ministerio sin habernos equipado para la obra? La Biblia nos dice:
Un convenio
En el capítulo anterior, mencioné José quien Dios humilló y me lo mandó para
discipularlo. Con José, tuve una relación informal.
En contraste con esta relación informal, un pastor ecuatoriano de otra denominación
pidió asociación con nuestro movimiento debido a un cambio en su teología. El
presbiterio me nombró mentor de Ricardo en áreas de gobierno eclesiástico y de
liderazgo. Esto fue una relación de estilo formal.
Esta labor era de tipo formal, porque los arreglos de esta relación fueron iniciados por el
Presbiterio y se registró en las actas oficiales.
Una tercera situación se dio cuando un doctor en medicina deseaba ser ordenado en
nuestra denominación. Éramos amigos y habíamos trabajado juntos en diversos
proyectos. En retrospectiva, la labor de mentor transcurría de manera natural en este
caso.
Este tercer ejemplo fue informal, sin registros escritos, iniciado por Dios mismo.
Cada una de estas situaciones exigía una diferente aproximación y tratamiento. El
resultado sería el mismo. Todos los tres candidatos fueron eventualmente ordenados.
La relación del mentor puede ser formal o informal, acordada o asumida. Puede ser
iniciada por cualquiera de las partes. Como quiera que suceda, un convenio entre el
mentor y su discípulo es un acuerdo entre ambos, acerca del proceso de preparación.
Todas las relaciones tienen sus reglas
Hasta las relaciones más casuales entre vecinos incluyen ciertas reglas tácitas acerca de
la propiedad y la privacidad. Otras relaciones como el matrimonio son sujetas a reglas
más explícitas y extensas.
La labor de mentor que prepara líderes también sigue ciertas reglas. Definirlas es de
gran ayuda, ya que la preparación de líderes involucra aspectos de la vida privada.
Si la relación es formal, las reglas puede que estén por escrito. Si ha existido alguna
relación anterior entre ambas partes involucradas en el proceso, tal vez no sea necesario
ponerlas por escrito.
En nuestro sistema de preparación de Visión R.E.A.L., definimos claramente las reglas:
El mentor y el discípulo se deben reunir por lo menos una vez por mes para
discutir el proceso de preparación… problemas y planes del ministerio.
Se asignará un ministerio al futuro líder.
El mentor evaluará a su discípulo cada tres meses, en todas las áreas de su vida,
usando el formulario de evaluación provisto por Visión R.E.A.L. En esto se
requiere apertura y franqueza.
El acuerdo para realizar esta labor contiene, por lo tanto, un compromiso mutuo. Ambas
partes acuerdan ser francas. El discípulo accede a ser corregido e instruido en todas y
cada una de las áreas de su vida, no solo en su desempeño en el ministerio. El mentor se
compromete a dar una preparación adecuada llena de amor y cuidado.
Compromiso de cambio
¿Ha conocido a alguna persona decidida a continuar siendo tal como ahora es? Todos
tenemos cierta resistencia natural al cambio. Sin embargo, algunas personas la
proclaman abiertamente.
El discípulo debe estar dispuesto a aceptar cambios en todas las áreas de su vida, si
desea asumir el liderazgo.
Pista: Dentro de una iglesia local, evite decir a los candidatos que se les prepara para el
liderazgo. Es mejor indicarles que se están preparando para servir mejor a Dios, de
acuerdo con sus dones.
En el Ecuador, se suscitó un serio problema, cuando se invitó a un dinámico hombre de
negocios a una posición de liderazgo. Estábamos seguros de que sus habilidades en el
campo de los negocios se transferirían naturalmente al ambiente de la iglesia.
Pero hubo que retirar su candidatura debido a una actitud arrogante y nada abierta a
aceptar corrección alguna.
El aludido tomó esto como una humillación pública y trató de vengarse, lanzando
calumnias acerca de los líderes de la iglesia, entre toda la congregación. El verdadero
motivo de querer llegar al liderazgo era su propia gloria, no la gloria de Cristo.
Si no se puede evitar que la persona sepa que es un candidato al liderazgo, por lo menos
se debe tratar de no anunciarlo, en caso de que no funcione lo previsto.
¿A quién se debe seleccionar para el proceso?
Nuestro equipo en el Ecuador tenía como candidato al pastorado, a un joven con gran
habilidad oratoria. Un líder de campo bastante inmaduro había candidatizado, sin
consultar previamente con el equipo. Como David, el candidato, estaba sin empleo, el
líder le había ofrecido una beca, con fondos del presupuesto del equipo. David llegaba
casi siempre atrasado a las reuniones.
David era el tipo de persona persuasiva que podía vender arena en el desierto. Sin
embargo, nunca completó una sola tarea asignada y sus pretextos eran muy creativos.
Un día, el pastor me rogó: “Hermano Roger, por favor retire la candidatura de David. Él
no se aplica en nada y echa la culpa al liderazgo de sus propias faltas. Hemos ya luchado
con este hombre más de cinco años y aún no es digno de confianza”.
Un error común
¿Consiste nuestra labor de mentores en transformar a un hombre infiel en fiel? El
apóstol Pablo, en 1Timoteo, limita la candidatura solo a hombres fieles.
Conversé sobre este asunto con un misionero de nuestro equipo en el Ecuador. El
deseaba ordenar a cuatro miembros, sin que pasaran por la preparación establecida por
el equipo de misioneros.
—Roger—, me dijo, —lo único que se requiere en la Biblia para la ordenación es una
buena carácter.
—¿De dónde obtuviste esa idea, Sam?— le pregunté.
—En 1Timoteo 3, Pablo se refiere a que la fidelidad es el único requisito o condición para
ser ordenado. No necesitamos nada más que eso.
—Sam, observa detenidamente el texto nuevamente. Pablo dice: Deben ser probados.
No dice que deben ser ordenados tan pronto como muestren su fidelidad. Lo que dice es
que “escojan hombres de carácter fiel y los preparen”. Las calificaciones en 1Timoteo
Tres no son referentes a la ordenación. Se refieren a la candidatura.
Sam preguntó en tono sarcástico. —Entonces pues. ¿Dónde se encuentran las
calificaciones para ancianos, si no son éstas?
—El resto de las epístolas pastorales son las calificaciones requeridas. Tales epístolas
nos indican que los ancianos deben poder evangelizar, refutar falsas doctrinas y realizar
otras obligaciones más. Las cualidades de carácter dadas en 1Timoteo Tres son solo la
armazón sobre la cual se asientan otros aspectos del liderazgo. Únicamente su carácter
no los califica.
Sam cedió eventualmente en este punto.
La fidelidad es lo primordial. No importa cuántos dones tenga un discípulo, si su
carácter es inestable, no se le podrá enseñar. No importa cuán talentoso sea, queda
descalificado como candidato.
Principio uno para la selección de candidatos: Escoger a un creyente fiel
Apertura y franqueza
En una escuela de preparación de misioneros en Londres, donde yo ejercía el ministerio,
recibimos a un nuevo misionero. El y su esposa habitaban un apartamento en el
segundo piso. Un día, tenía que preguntarle algo, toqué a su puerta y ésta apenas se
abrió, casi sin permitir la vista.
Durante toda la plática, la puerta no se abrió ni un solo centímetro más. Decidí ignorar
el incidente, asumiendo que tal vez la esposa estaría vistiéndose o descansando. Pero,
esto se repitió muchas veces más y otros ya lo llegaron a notar también.
Esta actitud era un reflejo de su personalidad. Su vida privada era vedada para todos. El
ministerio era para el, un empleo de 8 a 4. Casi no pudo lograr nada y dejó el ministerio
luego de un corto tiempo.
Por el contrario, cierta vez visitamos a una familia misionera que ministraba a jóvenes
en la Argentina. Su puerta estaba abierta de par en par. Los jóvenes entraban y salían.
Uno de los cuartos de huéspedes lo ocupaba un joven de otra ciudad que había llegado
hacía tres semanas.
Le pregunté a la esposa del misionero: —¿Cómo mantienen algo de privacidad?—
Riéndose, ella me contestó: —¿Privacidad? ¿Qué es eso?
Durante los cuatro días de nuestra estadía, un joven proveniente de un ambiente
familiar malsano comentó: —Antes de conocer a los Smith, había decidido nunca
casarme. La familia era como una pesadilla para mí. He cambiado de idea. Ahora sé
cómo es una verdadera familia.
El hogar de esta familia misionera era un reflejo de su gran corazón. Recuerde que: El
liderazgo y la privacidad no admiten mezcla.
En algún punto, usted como mentor debe comunicar claramente que su labor de mentor
envolverá todas las áreas de la vida de su candidato. Esto incluye a la familia, las
relaciones con sus colegas, su vida devocional y su competencia en el ministerio.
Algunas personas pueden tomar esto como una intrusión. Si usted les muestra interés
por su bienestar y respeto personal, no lo verán de esa manera.
El convenio entre el mentor y su discípulo requiere franqueza mutua.
Apertura mutua
No podemos esperar que otros abran su corazón y su vida si nosotros no hacemos lo
mismo. Como en las dos parejas de los ejemplos, la una exitosa y la otra no. Lo que les
diferenciaba era su grado de apertura y franqueza hacia los demás.
Pista: Cuídese del señor Incógnito
¿Conoce algunos Señores Incógnitos? Son el tipo de persona a quien se puede contactar
solo si él así lo desea. Estas personas acomodan su vida de manera que nadie las pueda
contactar, a menos que ellos quieran serlo. Uno llama a su casa y nadie contesta,
entonces se deja un mensaje. Nunca se sabe dónde se hallan. Toda su conducta dice: —
No me llame, yo le llamaré.
Ellos deciden si el contacto se lleva a cabo o no. Los «señores incógnitos» son
descalificados para el ministerio, especialmente de liderazgo. El motivo no es solo este
mal hábito o temperamento. La razón es que a ellos no les interesa realmente la gente.
Si se candidatica a un Sr. Incógnito, se debe calcular bien si se podrá o no curarle de su
síndrome. Si no, dele algún ministerio como a cualquier miembro de la iglesia, pero no
la ordenación.
Principio dos para la selección de candidatos: Escoger candidatos por su
apertura y la franqueza
Estas características reflejan una integridad innata que uno busca en los líderes. ¿Qué
estaban haciendo los discípulos cuando Jesús los encontró por vez primera? ¿Sentados
por allí esperando que alguien les dijera qué hacer? No. Estaban trabajando.
Algunos tenían su negocio propio; eran pescadores o cobradores de impuestos. Jesús no
los fue a buscar en algún mercado donde se reúne la gente en busca de trabajo. El
encontró gente que hoy llamamos: Proactivos. Esto significa que son auto motivados,
personas con iniciativa, que no necesitan que alguien le encienda los motores para que
produzca.
Antes de conocer a Cristo, Simón el Zelote pertenecía a un movimiento anti romano que
enseñaba que la violencia era legítima. Zelote era el nombre del movimiento. Era un
hombre con visión y celo en busca de un cambio político.
Mientras Simón buscaba la manera de causar bajas a los romanos, Mateo estaba
iniciando su propio negocio recolectando impuestos. Pedro se dedicaba a su negocio de
pesca.
Cristo no hizo nada para apagar la visión y celo de Simón. Simplemente los redirigió
hacia Dios. Tampoco hizo nada para prohibir a Mateo su recolección. Solamente le
enseñó a recolectar algo diferente de impuestos… almas. Tampoco puso obstáculos para
que Pedro siguiera con sus labores de pesca. Solo que le enseñó a pescar bípedos...los
hombres.
Estos eran hombres en acción. Por Cristo, cada uno de ellos llegó a desarrollar visión
para la gloria de Dios y el avance de su reino.
¡Iniciativa! ¡Vigor! Impartir una visión a personas proactivas no se califica como algo
difícil.
¿Cuál es el punto? Es muy raro que una persona con visión vea pasar la vida sin más. Lo
que distingue a un obrero cristiano ordinario de un líder genuino es su visión… su deseo
ardiente de lograr algo significativo para Dios. Generalmente, una visión nace en el
corazón de personas auto motivadas.
Principio tres para la selección de candidatos: Escoger a personas auto
motivadas
Si se exige factores fuera de una persona para ser motivada para cumplir una obra, no es
líder.
Principio cuatro para la selección de candidatos: Escoger a los que tienen
dones
La experiencia es secundaria. La Biblia se refiere mucho a los dones para el ministerio.
Es importante la experiencia, pero los dones son indispensables.
Dios llamó a Jeremías y le dio el don de profecía. Aunque no tenía experiencia, Dios le
ordenó enfrentarse a los ancianos de Israel. Era costumbre judía dar prioridad a los de
edad más avanzada, cuando se trataba de dirigirse a un grupo. Sin embargo, el Señor le
ordenó ignorar su propia apariencia juvenil. (Jera. 1:5-9)
Igualmente, Pablo le dijo a Timoteo que no deje que otros tuvieran en poco su juventud
(1Tim. 4:12). No sabemos cuál habrá sido la diferencia de edades entre Timoteo y sus
discípulos. Quizás algunos fueran mayores que él.
Suponga que debe seleccionar un maestro para adultos de la escuela dominical; hay dos
candidatos: Uno tiene experiencia pero no un claro don de enseñanza; el otro es dotado
con un don de enseñanza aunque nunca ha impartido una clase de adultos en la escuela
dominical. ¿A cuál escogería?
Seleccione al que tiene el don. Aunque al principio cometerá errores, aprenderá rápido y
pronto sobrepasará al otro. Es como dos corredores, uno que tiene una ventaja al
empezar, pero es más lento. Al cabo del tiempo, ganará el más veloz.
Solo en base de la experiencia, muy rara vez se supera la mediocridad. Para lograr la
excelencia en su ministerio como mentor debe primero seleccionar candidatos en base
de talentos y dones. La combinación de talento y experiencia es la mezcla explosiva que
hará crecer su movimiento. Si deja de lado este principio, estará condenando su
movimiento a la mediocridad.
Trabas peligrosas en la labor de mentores
Cuídese de los clones
Confieso un defecto personal. Siento un gran deseo de que mis alumnos sean teólogos y
escritores. Pero, me alegro que no sea así. El mundo se volvería en aburrimiento.
Es una tendencia muy común de los mentores, el querer ver que sus discípulos se
vuelvan como ellos. Su obligación como mentor es lograr que su discípulo llegue a ser
más de lo que él es, no más de lo que usted es. Su labor como mentor consiste en
describir su don y ayudarle a desarrollarlo, sin importar si usted tiene o no el mismo
don.
Evite las reglas
Cuando asigne el ministerio que habrá de hacer su discípulo, evite darle una larga lista
de reglas, pues estaría restándole la práctica en tomar decisiones y de ser creativo en el
proceso de preparación. Deje que realice el trabajo a su propia manera, dentro de los
parámetros generales señalados por usted.
No a los sobrantes
No permita que nadie entregue a su candidato retazos sobrantes de ministerios que
otros no desean hacer. Al asignarle su ministerio, asegúrese de que sea valioso y
satisfactorio.
Enfóquese en las fortalezas
Una falacia en la preparación de líderes es enfocar en sus áreas débiles para que sean
competentes en todo. Los únicos ministros absolutamente competentes fueron los
apóstoles; y ellos ya murieron. Enfóquese en las fortalezas de sus candidatos para
especializar en ellas.
En este capítulo aprendemos
Los líderes cristianos tratan con asuntos de peso que involucran la vida del pueblo de
Dios. Para hacer flotar un objeto pesado, debemos tener algo debajo para sostenerlo. Un
ladrillo flotará si está descansando sobre un tablero. Así es con el liderazgo. El «tablero»
es nuestra humildad e integridad personal delante de Dios y de los hombres. Nosotros
podemos hacer flotar mucho peso sobre estas cualidades, pero sin estas, nos
hundiremos.
La gente se da cuenta rápidamente si nuestra integridad es superficial. Sin esta virtud
principal, nuestro liderazgo es cojo. Con ella, otros elementos de nuestro liderazgo
siguen automáticamente.
El liderazgo cristiano es fundamentalmente simple si recordamos estas verdades
principales. La calidad de nuestro caminar personal con Dios tiene más que ver con el
liderazgo que con las técnicas de administración.
Los paradigmas del mundo constantemente cambian. Cristo modeló un solo paradigma
de liderazgo que nunca ha cambiado: Integridad, disposición para abrazar el
sufrimiento, tratar a otros con respeto como imágenes de Dios, tratar a nuestros colegas
ministros como a iguales junto con la actitud de siervo.
Es peligroso para las organizaciones cristianas emular la mentalidad y las estructuras
organizacionales del mundo. La mayoría se vuelven jerarquías autoritarias que son la
antítesis del liderazgo cristiano. Tales estructuras sacan lo peor de nosotros: Arrogancia,
autoritarismo, celos e incompetencia. Para minimizar los daños, organizaciones del
mundo se ven obligadas inventar una multitud de técnicas administrativas solo para irlo
pasando y no fracasar por completo.
Un líder debe tener «visión». Una visión es una meta realizable de gran importancia que
involucra un compromiso intenso. Sin esto, una persona puede ser un gerente, pero no
un líder. Igualmente, un líder debe ser capaz de hacer una planificación real, con metas
a corto plazo. Sin planificación, él es meramente un visionario.
Finalmente, un líder necesita guardar en mente que el llamado de Dios le da privilegios
y autoridad para hacer su trabajo, aun si él es un siervo. Como con otros aspectos de la
vida cristiana, él vive en paradoja. Él es un esclavo con autoridad, un siervo que dirige.
Él atribuye sus logros a Cristo y ve su gran honor en términos de dar la gloria solo a
Dios.
APENDICE: El principio de Peter