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24 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Artículo recibido: 25 de septiembre del 2013. Evaluado: El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Ecobarometer, Environmental Concern and Voting Proposals in Andalusia RESUMEN ABSTRACT Desde su incorporación a la agenda internacional, la cuestión ambiental estuvo acompañada de una vasta cantidad de estudios y encuestas que se planteaban medir la sensibilidad de las personas hacia el medio ambiente. Hace más de una década que se realiza en la región de Andalucía una encuesta (EBA) que tiene como objetivo analizar el estado de la opinión pública en lo relativo a la conciencia ambiental y sus dimensiones. El objetivo central de la investigación radica en vincular la progresión de la conciencia ambiental de los andaluces, captada a través del EBA, con los programas electorales de las elecciones autonómicas celebradas el 25 de marzo de 2012 en la región de Andalucía. The inclusion of environmental issues to the international agenda was accompanied by a vast number of studies and surveys that measure the sensitivity of people towards the environment. The Ecobarometer (EBA) is a survey that has been carried out in Andalucía for more than a decade and aims to analyze the state of public opinion regarding the dimensions of the so-called environmental concern. Consequently, this paper pursues to link the progression of environmental awareness of the Andalusians, captured through the EBA with the electoral programs of the regional elections held on March 25, 2012 in the region of Andalucia. PALABRAS CLAVE KEY WORDS Medio ambiente; opinión pública; propuestas electorales; conciencia ambiental Environment; public opinion; ballot propositions; environmental concern 2 de noviembre del 2013. Aceptado: 25 de noviembre del 2013. María del Pilar Bueno Argentina, Doctora en Relaciones Internacionales, becaria postdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, docente de grado y posgrado de las siguientes universidades: Universidad Nacional de Rosario; Universidad Nacional de La Plata y Pontificia Universidad Católica Argentina. Coordina la Cátedra Latinoamericana de Ecología para el Desarrollo, ICLA-UNR; también es coordinadora del Departamento de Medio Ambiente, IRI-UNLP y del Observatorio de Política Exterior Argentina, UNR-UNESP. Correo electrónico: pilarbueno@hotmail.com; m.bueno@fcpolit.unr.edu.ar Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 25 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía* Introducción La creciente relevancia de los temas ambientales en la agenda global ha conllevado su reposicionamiento en las agendas nacionales y regionales. Este proceso se encuentra permeado por presiones que suceden tanto desde el plano internacional al nacional –forma en la cual se introdujo la temática ambiental en las agendas nacionales (Bueno, 2010)-, como desde las propias comunidades locales y sus demandas al nivel nacional. Sin embargo, la marcha de dichos temas no ha sido siempre ascendente, puesto que en algunos casos se ha paralizado y en otros ha retrocedido. De hecho, y teniendo en cuenta que la agenda ambiental presenta una gran variedad de subtópicos, algunos de ellos han logrado independencia de la propia agenda ambiental -como es el caso del cambio climático-, lo que implica la progresión de su impronta emancipada de otros asuntos que están naturalmente imbricados como puede ser la desertificación, la pérdida de biodiversidad y el ciclo del agua, entre otros (Viola, Franchini, Ribeiro, 2012; Bueno, 2013). * Un agradecimiento especial a Eduardo Moyano Estrada, Regina Lafuente Fernández y Silvia Meiattini, sin cuyo aporte este artículo no se podría haber realizado. Asimismo a todos los entrevistados que se manifestaron más que dispuestos a contestar todas mis preguntas, que enriquecen la investigación. Tal como establecen algunas corrientes de la sociología, la incorporación de la cuestión ambiental a la agenda internacional estuvo acompañada por una vasta cantidad de estudios y encuestas que se planteaban medir la sensibilidad de las personas hacia el medio ambiente. Esto se dio especialmente en los Estados Unidos y en Europa, siendo que en otras regiones del planeta, como América Latina, son escasas o nulas las encuestas ambientales que permiten constituir secuencia y no meros casos aislados, aún en la actualidad. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 26 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Los barómetros ambientales estudian mediante encuestas periódicas las denominadas dimensiones de la conciencia ambiental, esto implica la evolución de las actitudes, valores y comportamientos de los individuos en lo relativo al ambiente. En la región española de Andalucía se realiza desde hace más de diez años una encuesta denominada Ecobarómetro (EBA). El EBA surge de la cooperación entre la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), localizado en Córdoba y adscripto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Entre los antecedentes del EBA se reconoce, en el plano internacional, el trabajo del International Social Survey Program (1995 y 2003), así como el Eurobarómetro realizado por la Comisión Europea. En términos europeos, se nutre de las experiencias del EMNID alemán y del OPRESE francés. Finalmente, y en el nivel nacional, los estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas de España (CIS) representan sus referencias. Analizando sus más de diez ediciones, aparecen una serie de temas como los de mayor relevancia regional: espacios naturales protegidos, incendios forestales, cambio climático, paisajes, residuos sólidos urbanos, gestión de recursos hídricos en Costa del Sol, transferencia de competencias sobre el Río Guadalquivir, desarrollo urbanístico, desastre de Guadiamar y Agenda 21. Estos tópicos han surgido en forma sucesiva en las encuestas, analizando la relevancia que la población le asigna en los niveles local, regional y global. El EBA sostiene un bloque de preguntas vinculadas al ambiente en general, un segundo bloque relativo a Andalucía y finalmente un espacio de tipo variable que se encuentra abocado a temas de coyuntura. Del mismo modo, el diseño metodológico del instrumento comprende el lazo entre conceptos esenciales como el de conciencia ambiental, así como el establecimiento de relaciones entre las dimensiones de la conciencia, las variables y los indicadores escogidos. En función de estos aspectos, el objetivo central de nuestra investigación radica en vincular la progresión de la denominada conciencia ambiental de los andaluces, captada a través del EBA, con los programas electorales de las elecciones autonómicas celebradas el 25 de marzo de 2012 en la región de Andalucía. Particularmente, establecer relaciones entre los temas más salientes de la encuesta andaluza y aquellos recogidos en los programas electorales. 1. De los 109 escaños disputados, 50 fueron obtenidos por el PP, 47 por el PSOE y 12 por la IULV. Esto significa en términos porcentuales, que el PP obtuvo un 40.66% de los votos; el PSOE un 39.52% y la IULV un 11.34%. Las elecciones autonómicas de 2012 representan un acontecimiento relevante tanto en el plano regional como nacional por diversos motivos. Algunos de ellos son las siguientes: la relación entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) con miras a las elecciones nacionales; la comparación entre los resultados de las elecciones de 2008 y 2012, y la permanencia del PSOE en la Junta de Andalucía por tres décadas consecutivas. En tal sentido, podemos afirmar que los resultados del 25M 1 reflejan una in- Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno versión en relación a lo sucedido en 2008 2, puesto que se percibe una migración de votos del PSOE hacia el PP, así como una duplicación de los escaños obtenidos por la Izquierda Unida Los Verdes (IULV). No obstante, este resultado no le garantizó al PP la mayoría absoluta necesaria, sino que finalmente las elecciones resultaron en una renovación de la izquierda aliada con el PSOE en un gobierno de coalición. 27 2. De los 109 escaños disputados, 56 fueron obtenidos por el PSOE con un 48.41% de los votos, 47 por el PP con un 38.45% de los votos y finalmente, 6 por la IULV con 7.06% de votos. Consideramos especialmente relevante el análisis de los programas electorales de los principales partidos contendientes en este proceso electoral, porque como indican diversas experiencias y estudios anteriores, estos muestran la jerarquía que cada partido asigna a ciertos temas. Desde dicha perspectiva, la experiencia del Manifiesto Project es notable, pues por más de tres décadas ha analizado las propuestas programáticas de los partidos que contienden en elecciones nacionales. Específicamente en España, la experiencia del Regional Manifiesto Project (RMP), resulta articuladora, indicando la extensión de tales acciones al ámbito regional. El equipo del RMP ha aplicado esta metodología a las elecciones autonómicas andaluzas de 2012 que son objeto de nuestro estudio. Sin embargo, las “cuasi-frases” identificadas no permiten una vinculación directa entre los aspectos del EBA y dichos programas. Esto sucede porque el proyecto es de índole general y sólo asigna a las temáticas ambientales dos puntos específicos: la gestión de recursos naturales y las políticas a favor de la protección ambiental. Partiendo de la premisa que la aplicación que realiza el RMP no permite establecer con claridad el rol asignado a los temas prioritarios que resultan del EBA, aplicamos la metodología del RMP a los programas del PSOE, PP e IULV, identificando sólo las “cuasi-frases” ligadas a los temas ambientales y expuestas en el contexto de la misma temática (tabla 1). Asimismo, se utilizó como método de recolección de información el fichaje bibliográfico y de documentos y la realización de una entrevista semi-estructurada al Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo. Del mismo modo, se consultaron las siguientes fuentes primarias: documentos y publicaciones oficiales de la Junta de Andalucía y de la Consejería de Medio Ambiente; discursos y declaraciones de funcionarios andaluces; los informes del EBA 2001-2011; el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía (BOPA) 2011; los programas electorales del 25M del Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español y la Izquierda Unida Los Verdes. En función de lo afirmado, este trabajo presenta como estructura, primeramente un breve comentario relativo al concepto de conciencia ambiental y sus limitaciones, para luego focalizarnos en la impronta que reviste en el EBA. En una segunda parte, se explora la evolución de la conciencia ambiental andaluza medida a través de los indicadores del EBA. Finalmente, en un tercer apartado, se aplica la metodología del RMP a los programas electora- http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 28 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía les del PSOE, PP e IULV, estableciendo relaciones entre los temas más salientes del EBA y su recogida por los partidos políticos. Tabla 1. Metodología aplicada a partir del modelo de RMP Cuasi Frases vinculadas a temas ambientales en programa Economía sostenible Energías renovables, ahorro y eficiencia energética Gestión de recursos hídricos, cultura del agua Ordenamiento territorial y paisajes Sostenibilidad ambiental de la industria aeroespacial Cambio climático y emisiones de CO2 Desarrollo y crecimiento sostenible TICs verdes Economía verde Capital y patrimonio natural Política ambiental Impacto ambiental Empleo verde o ambiental Gestión calidad de aire Gestión de residuos, reciclado y reutilización de materiales Agricultura, ganadería, caza y pesca sostenibles Turismo sostenible ecoinnovación (I+D+I) Programa 21 aplicado a ciudades CÓDI GO Cantid ad de veces que aparec en en PSOE % del total PSOE Cantid ad de veces que aparec en en PP % del total PP Cantid ad de veces que aparec en en IULV % del total IULV C1 7 3,056 0 0 0 0 C2 41 17,9 20 11,695 63 15,59 C3 18 7,86 32 18,71 59 14,6 C4 19 8,296 25 14,62 49 12,13 C5 1 0,436 0 0 0 0 C6 18 7,86 10 5,848 13 3,217 C7 17 7,423 7 4,093 27 6,68 C8 C9 3 7 1,31 3,056 0 0 0 0 2 0 0,495 0 C10 8 3,49 0 0 4 0,99 C11 C12 8 2 3,49 0,873 1 0 0,584 0 5 6 1,237 1,485 C13 4 1,746 0 0 4 0,99 C14 2 0,873 0 0 7 1,73 C15 5 2,183 7 4,093 24 5,94 C16 4 1,746 16 9,356 17 4,207 C17 5 2,183 2 1,17 8 1,98 C18 1 0,436 1 0,584 1 0,247 C19 1 0,436 0 0 0 0 Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno Consumo razonable y sostenible Producción sostenible, productos ecológicos y comercio justo Construcción sostenible Gestión sistemas forestales e incendios Gestión de la contaminación Movilidad sostenible Sostenibilidad del transporte Actividades náuticas sostenibles Formación profesional sostenible Conservación y uso eficiente de los recursos Biodiversidad Educación ambiental perspectiva de género ligada al ambiente Desertificación y erosión Contaminación acústica Parques nacionales y áreas protegidas Protección litoral y costas Desarrollo rural sostenible Deporte bajo prácticas de sustentabilidad Calidad ambiental, calidad de vida Riesgo ambiental Impuestos e incentivos, fiscalidad ambiental Participación ambiental Minería sostenible TOTAL DE CUASI FRASES C20 2 0,873 0 0 5 1,237 C21 7 3,056 3 1,754 9 2,227 C22 2 0,873 2 1,17 4 0,99 C23 7 3,056 7 4,093 16 3,96 C24 3 1,31 4 2,34 4 0,99 C25 6 2,62 0 0 3 0,74 C26 2 0,873 5 2,923 5 1,237 C27 1 0,436 0 0 0 0 C28 1 0,436 2 1,17 3 0,74 C29 3 1,31 1 0,584 13 3,217 C30 C31 6 2 2,62 0,873 4 1 2,34 0,584 4 4 0,99 0,99 C32 1 0,436 0 0 0 0 C33 1 0,436 1 0,584 1 0,247 C34 1 0,436 2 1,17 3 0,74 C35 1 0,436 6 3,508 17 4,207 C36 1 0,436 3 1,754 4 0,99 C37 3 1,31 0 0 0 0 C38 0 0 2 1,17 0 0 C39 0 0 1 0,584 3 0,74 C40 0 0 2 1,17 1 0,247 C41 3 1,31 0 0 11 2,72 C42 5 2,183 3 1,754 3 0,74 C43 0 0 1 0,584 2 0,495 229 99,972 171 99,989 404 99,962 29 Fuente: elaboración propia http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 30 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía La conciencia ambiental y el Ecobarómetro Andaluz El concepto de conciencia ambiental, que muchas veces se utiliza con cierta ligereza, ha sido y continúa siendo objeto de profundos debates en áreas como la sociología y la psicología ambientales. Este tipo de estudios correspondió a una emergencia por medir mediante encuestas, el conocimiento y las percepciones de las personas acerca de los tópicos ambientales que comenzaron a incluirse en la agenda internacional a partir de finales del sesenta y principios del setenta del siglo XX. Algunos puntos neurálgicos del debate teórico de la sociología ambiental estuvieron dados por la interrogación acerca de si puede o no medirse lo que ha dado en llamarse conciencia ambiental, y en cuyo caso a qué se referiría y qué aspectos o dimensiones incluiría. El norteamericano Riley Dunlap fue uno de los pioneros en la sociología ambiental, quien junto con William Catton y Kent D. Van Liere, asumieron la tarea de estudiar las características del ambientalismo como fenómeno social y cultural (Cerrillo Vidal, 2010, p. 37). Sin embargo, reconocieron que la propia definición de la conciencia ambiental continuaba teniendo deficiencias a principios del siglo XXI, a pesar de más de dos décadas de desarrollo (Dunlap & Jones, 2002, pp. 485-486). Scheurs y Nelissen (citados en Dunlap & Jones, 2002) definieron originariamente a la conciencia ambiental como “la totalidad de las ideas acerca de la protección y control sobre el ambiente natural y artificial, así como las disposiciones del comportamiento conectadas con ellos”. A ello mismo Dunlap y Jones (2002, p. 485) adujeron que “el grado de importancia o preocupación que las personas asignan a los problemas ambientales y sus esfuerzos para resolverlos, indican la voluntad de contribuir personalmente en su solución”. Junto con el debate acerca del concepto de conciencia ambiental, se produjo el relativo a su carácter como construcción única y homogénea o multidimensional. Dunlap y Jones examinaron las deficiencias que han tenido tanto los estudios de una vertiente como de la otra, lo que los llevó a brindarle el beneficio de la duda a lo afirmado por de Haven Smith (1991, p. 97 en Dunlap & Jones, 2002, p. 512) respecto a que la visión que las personas tienen acerca de los temas ambientales depende del contexto en el cual emergen y, por tanto, que los investigadores deben abandonar las encuestas y las técnicas estadísticas que presuponen la existencia de una conciencia generalizada del ambiente. En cuanto al debate acerca de la multidimensionalidad de la conciencia ambiental, la discusión se posicionó entre aquellas orientadas a las creencias y al comportamiento. Así, un estudio como el de André Schaffrin (2011) plantea Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 31 que las dimensiones tradicionalmente incluidas en la conciencia ambiental, dadas por el conocimiento y el comportamiento, deberían ser dejadas de un lado y solo conservar las conativa y afectiva. En cualquier caso, todos estos autores reconocen que el primer problema con el cual deben lidiar sus aportes es la complejidad misma del objeto -es el ambiente- y de alguna forma esto se convierte en el derrotero de la mayoría de los intentos de los sociólogos ambientales por medir la conciencia ambiental. En consecuencia, cada persona tiene una visión particular del ambiente vinculada a sus propias experiencias de vida y que determina su forma de relacionarse. Ello sin connotar que el mero hecho de llamar a la naturaleza ambiente implica automáticamente una lógica antropocéntrica. Se coincide con Cerrillo (2010, p. 39) en que uno de los mayores méritos del trabajo de Dunlap y sus colegas, fue haber considerado en la relación sociedad y ambiente, al segundo como una variable explicativa de la organización social. Al día de hoy y más allá del trabajo de la antropología encarnado en Levi-Strauss (1970; 1972) y en la obra de Descolá y Pálsson (2001), entre muchos otros, la relación sociedad-naturaleza sigue siendo vista como antagónica y el modelo de desarrollo global presenta una lógica de avance de la primera sobre el segundo. Esto se produce mostrando la dicotomía y la lógica de obstáculo que el hombre le asigna a la naturaleza. Además de los estudios y cuestionarios desarrollados a partir del denominado Nuevo Paradigma Ambiental –New Environmental Paradigm- (Dunlap & Van Liere, 1978), existieron otros trabajos que abordaron temas específicos como protección de especies, contaminación y cuestiones energéticas (Weigel & Weigel, 1978). En el caso español, resaltan diversos intentos de aplicación, como el del Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid que estableció una escala de actitudes ambientales sobre la base de los estudios previamente mencionados (Moreno, Corradiza & Ruiz, 2005). Procedemos a describir el marco teórico del que se vale el EBA para fundamentar la serie. En la obra realizada como fruto de la celebración de los diez años de la encuesta se asume que: Cuando los estudios sobre la conciencia ambiental dejan de ser estudios puntuales y se realizan con vocación de continuidad para medir la evolución de las actitudes, valores y comportamiento de los ciudadanos en asuntos relacionados con el medio ambiente, se da un importante cualitativo en las estrategias de investigación, dando lugar a los ecobarómetros. El objetivo de estos instrumentos de análisis de la opinión pública es estudiar mediante encuestas de una pe- http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 32 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía riodicidad determinada (generalmente anual) las diversas dimensiones de la conciencia ambiental, elaborando los correspondientes indicadores sociales. Su periodicidad y el carácter robusto de los indicadores utilizados, convierten a los ecobarómetros en instrumentos relevantes para el conocimiento de la opinión pública en materia ambiental, además de posibilitar la realización de estudios comparativos (Lafuente Fernández, Moyano Estrada, 2011, p. 9). En función de lo dicho, se parte del concepto de conciencia ambiental definido como el “conjunto de percepciones, opiniones y conocimiento de la población acerca del medio ambiente, así como de sus actitudes, comportamiento y disposición a emprender acciones (individuales y colectivas) destinadas a la mejora de los problemas ambientales”. Para ello y al comprender su carácter multidimensional se distinguen cuatro dimensiones: afectiva, cognitiva, conativa y activa (Lafuente Fernández, Moyano Estrada, 2011, p. 10). El origen del consenso dado entre las dos partes que intervienen en la realización del EBA en este concepto y sus dimensiones proviene del año 1996, momento en el cual se constituyó una comisión asesora coordinada por el IESA y formada por investigadores, miembros de la Consejería y del mismo instituto. La base teórica de la cual se surtió la comisión para establecer las dimensiones de la conciencia ambiental provino de la obra de Elisa Chuliá Rodrigo quien llevada por estudiar el involucramiento de la sociedad civil en las cuestiones ambientales, definió modestamente este concepto como “la relación de una sociedad con el medio ambiente” (Chuliá Rodrigo, 1995, p. 4). Asimismo, planteó la existencia de cinco dimensiones, que a las tradicionales mencionadas desagrega la acción individual y la colectiva. Se reconoce también la impronta de otros estudios como el de Clemente Navarro Yañez (1998) que abordó la conciencia ambiental y el llamado perfil social del ambientalismo, como herederos del debate dado en los Estados Unidos por Dunlap y sus colaboradores. El autor define al proambientalismo como las actitudes y comportamientos positivos en relación a la cuestión del medio ambiente (Navarro Yañez, 1998, p. 70). Uno de los aspectos más notorios de su trabajo es la definición de la estructura de la conciencia ambiental de los andaluces como la articulación de las orientaciones ciudadanas en relación con el medio ambiente. En otros trabajos presentados por miembros del IESA y de la Consejería aparecen definiciones que enriquecen el entorno de producción de la encuesta y sus informes. Así, Jiménez Sánchez y Lafuente –a partir de los aportes de Zelezny y Schultz- definen a la conciencia ambiental como los factores psicológicos relacionados con la propensión de las personas a realizar comportaRev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 33 mientos proambientales (Zelezny & Schultz, 2000, p. 367 (citado en Jiménez Sánchez & Lafuente Fernández, 2010). Ello estaría dado por lo que se conoce como la dimensión actitudinal, lo cual equivale a contradecir el pensamiento de aquellos que consideran que el comportamiento ambiental no puede ser medido solo en sus dimensiones conativa y afectiva. Este tipo de definiciones son prueba de cómo los orígenes de la encuestas estuvieron fuertemente influidos por la lógica de la psicología ambiental. Asimismo, se adopta la definición de Stern (1997, 2000) de conducta individual ambientalmente significativa en el sentido de su impacto, es decir por la medida en la que cambia la disponibilidad de los materiales o la energía del ambiente o se altera la estructura y la dinámica de los ecosistemas o de la biósfera en sí misma. Esta adopción denota la importancia que le da Stern a lo intencional en el sentido de cambiar o mejorar el ambiente. El trabajo realizado por Jiménez Sánchez y Lafuente (2010) expone y da un mayor contenido a las dimensiones escogidas en el informe durante esta década. De allí que establecen una justificación a la toma de la dimensión afectiva, utilizando los aportes del NEP como la medida de la visión ecologista del mundo. La misma presenta una clara vertiente de la sociología ambiental. Proponen dos facetas de dicha dimensión: la adhesión a soluciones proambientales ante determinada problemática y la percepción de la gravedad de la situación ambiental; es decir, la preocupación por el ambiente y la adhesión a una visión proambiental en temas específicos (Jiménez Sánchez & Lafuente, 2010, p. 735). Luego, las dimensiones disposicional y cognitiva, desde una lógica más psicológica con aportes del mismo Stern, así como de Berenguer y Corraliza (Berenguer, 2000; Berenguer & Corraliza, 1998), entre otros. La primera engloba la faceta dada por las actitudes personales hacia la acción individual desde el sentimiento de autoeficacia y la faceta de la percepción de la responsabilidad individual. La segunda dimensión busca medir el nivel de información y conocimiento sobre los problemas ambientales que las personas consideran esenciales en función de un proceso de internalización de valores y creencias. Finalmente, la dimensión activa reconoce tres facetas o comportamientos: el activismo ambiental, implicando conductas colectivas como la participación en organizaciones ambientalistas y los comportamientos individuales tanto de bajo como de mayor coste (Jiménez Sánchez & Lafuente, 2010, pp. 737-738). Los comportamientos de bajo coste en el sentido del comportamiento individual están dados por aquellas actividades como el reciclado, mientras que las de mayor coste representan disminuciones en el consumo y decisiones radicales como por ejemplo, dejar de utilizar un automóvil. En el debate acerca de si efectivamente una encuesta puede medir la conciencia ambiental de los andaluces, se comparte la opinión de aquellos que asumen que se trata de una falacia. Sin embargo, el EBA permite conocer la opinión pública respecto a ciertos temas que en este caso son ambientales y, http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 34 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía por ende, su principal valor es aportar información para la decisión política. Es así que los barómetros son esenciales y en la medida que existe una relación directa entre los resultados y su canalización institucional, se construye un ciclo virtuoso que impacta positivamente en los mecanismos democráticos. El debate, entonces, no solamente radica en la veracidad del instrumento –que es esencial- o si las respuestas de los encuestados exceden o no lo que es correcto contestar, sino en cómo los resultados son recogidos por los actores políticos, en este caso, los programas electorales del 25M. La evolución de la denominada conciencia ambiental de los andaluces Analizando la secuencia de los barómetros, es posible identificar que entre el año 2001 y 2004 inclusive, se interrogó al entrevistado acerca de si se consideraba más o menos ecologista. Si bien se aclaraba dentro de la misma encuesta que se entendía por ecologista a aquel preocupado por el ambiente y tendiente a conservarlo, a partir de 2005 se modificó la encuesta comenzando a interrogar acerca de la preocupación por el medio ambiente en una escala del 1 al 10. Con esta reforma, los valores se incrementaron en forma ostensible, sin embargo, en la secuencia 2005-2011 se mantuvieron relativamente estables. Los técnicos que realizan el informe asumieron que este único indicador no mostraba la conciencia ambiental, sino que era necesario medir las actitudes proambientales, las cuales han experimentado en esta década un claro incremento. Un primer ejemplo es el comportamiento en el ámbito local vinculado al reciclaje de residuos domésticos, puesto que las prácticas del reciclado se han visto acrecentadas en más del 10% en esta década, especialmente en el caso del papel, el vidrio y el plástico. En tal sentido y vinculado a la acción política, se señala en el mismo EBA el aumento de contenedores para recogida selectiva como un agente del cambio. Otro ejemplo es la movilidad sostenible, la cual se elevó desde el 49,1% inicial de 2001 al 65% de 2010. En este caso, se trata de una conducta proambiental que la población no identifica como tal, puesto que más del 50% afirma que se desplaza a pie o en bicicleta por el cuidado de su propia salud. Otros casos en el incremento de las conductas proambientales se encuentran identificados en el siguiente gráfico que muestra, además de la movilidad sostenible mencionada, la evolución positiva del ahorro del agua en el hogar y la compra de productos más respetuosos con el ambiente. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 35 Gráfico 1 Evolución de las conductas individuales proambientales Porcentaje de encuestados que realizan las prácticas habitualmente (siempre o casi siempre). Fuente: IESA. EBA 2001-2010. En la jornada titulada “La ciudadanía en el centro de las políticas ambientales. Diez años del Ecobarómetro”, el entonces Consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo mencionó en su discurso: En la serie histórica de diez años que recoge el Ecobarómetro puede apreciarse una mejora significativa en la conciencia ambiental de los andaluces, así como en su comportamiento proambiental y en su valoración de las políticas desarrolladas por la Consejería de Medio Ambiente, sobre todo, en temas en los que los poderes públicos han intervenido eficazmente para facilitar el comportamiento de la ciudadanía, como es el caso del ahorro en el consumo de agua y el reciclaje. El fundamento de estas afirmaciones se encuentra en los resultados del informe que compara la serie de diez años donde se afirma que dos de cada tres andaluces considera que el medio ambiente, lejos de ser un obstáculo para el progreso, es un activo para el desarrollo y el bienestar de Andalucía. Asimismo, más del 60% de los andaluces asevera que las políticas ambientales son un estímulo al desarrollo y la innovación tecnológica. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 36 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Además, el EBA posee un bloque específico de preguntas vinculadas a una jerarquía de temas que son de preocupación ambiental ciudadana por ámbito: local, regional y global. En el plano global, existe un afianzamiento en el tiempo de la preocupación andaluza por el Cambio Climático. En el EBA 2011 aparece en primer lugar y con el 56,2%. Esta tendencia generó que, a partir de 2007, se incluyeran indicadores para analizar la estabilidad de la “representación social del fenómeno del cambio climático entre los andaluces” (Lafuente Fernández & Priego de Canales, 2009). En segundo lugar resulta la destrucción de la capa de ozono con un 43% y en tercer lugar el agotamiento de los recursos naturales con el 31,6%. En el nivel regional, es manifiesta la consolidación de los incendios forestales como la principal preocupación con el 43,8%, aunque es notoria también la disminución del valor en comparación con el año 2010. En segundo y tercer lugar aparecen la contaminación de playas y mares (35,7%) y la contaminación de ríos (19,1%). Finalmente, en el espacio local, la preocupación histórica en la secuencia es el ruido que en 2011 descendió a un segundo puesto con un 27,9% contra el 31,1% de la suciedad de las calles. En tercer lugar, el 23,1% señalan la basura y los residuos sólidos urbanos. En los valores que aparecen en los informes es notoria la ejemplificación de lo que los psicólogos ambientales llaman “hipermetropía ambiental”, quienes se refieren al fenómeno por el cual la percepción de los problemas ambientales se ve modificada en función de la cercanía o lejanía desde la cual se los observa; es decir, una temática como el cambio climático suele ser visto como mayor, puesto que sucede en un plano global, mientras que otros que acontecen en la escala local o regional son vistos con un nivel de peligrosidad menor (Uzzel, 2000). Esta teoría explica por qué los andaluces califican la situación ambiental global como mala, mientras que la regional y la local son mejor valoradas. Los programas electorales del 25M y las prioridades ambientales andaluzas La plataforma partidaria autonómica del Partido Popular (PP) conducido por Javier Arenas en Andalucía se tituló el “Cambio Andaluz”. La mención al cambio alude a uno de los principales ejes de la campaña que fue la relevancia de la alternancia partidaria para la democracia española y para la política regional luego de tres décadas de gobierno socialista. Estas elecciones se volvieron esenciales no solo para las comarcas andaluzas sino para el país. Mucho más, si se tiene en cuenta la dilación perpetrada por el presidente Mariano Rajoy –representante del PP- a la hora de presentar los matices del presupuesto 2012 y fundamentalmente, de dónde provendrían los ajustes a Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 37 realizar desde la cúpula nacional para lograr la meta impuesta por la Unión Europea de llegar a un déficit del 5,3%. Además de la relevancia simbólica y efectiva de estas elecciones en un contexto nacional de vuelta a la derecha, los temas ambientales representan un signo de interrogación en el marco de la crisis europea y española. Es manifiesto desde las primeras páginas del denominado plan de gobierno que el empleo representa la prioridad y de hecho surge de él mismo EBA (2011) que el paro y la marcha de la economía representan los problemas más importantes para el 93,7% de los andaluces. Del análisis de los resultados del RMP de las elecciones del 25M, surge que de los siete dominios identificados y correspondientes a las preferencias políticas, el espacio económico –dominio cuatro- y el de bienestar y calidad de vida –dominio cinco- representan los más mencionados 3 en los programas del PP y del PSOE. En cuanto al PSOE y su titular, José Antonio Griñan, denominaron la plataforma electoral como: “Andalucía por el camino seguro” y brindaron –al igual que el PP- un lugar prioritario al empleo y a la recuperación económica. De hecho, las propuestas ambientales aparecen atadas a la agenda económica a través de lo que comprenden como una economía sostenible y verde. Dada la persistencia del partido en el gobierno, el plan detenta una lógica continuista. Izquierda Unida Los Verdes y su candidato Diego Valderas titularon el programa electoral: “Andalucía con más fuerza, ¡Rebélate!”. El plan de la izquierda resulta ideológicamente permeado por la búsqueda de un cambio en el modelo de producción y lo que consideran como los pilares de ese nuevo modelo: la ganadería, la agricultura, la pesca, la acuicultura, el turismo sustentable y las energías renovables. En consecuencia, se enfatiza en la introducción de tributos ambientales, la contabilidad verde y sus instrumentos tales como la huella ecológica y el índice de desarrollo humano, el rechazo a los transgénicos y la soberanía energética, entre otros puntos. En una breve mención general de los programas, es posible mencionar que la propuesta del PSOE trata de involucrar la sostenibilidad en toda la plataforma. Esto surge de su interpretación acerca de cómo los temas ambientales son un punto fuerte y distintivo del partido, fundamentalmente a nivel regional.4 No sucede del mismo modo con el programa del PP, el cual afecta un área concreta del mismo a las propuestas en materia ambiental. Por su parte, el programa de la izquierda intenta mostrar una perspectiva ambiental de tipo compleja que atraviesa horizontalmente a todos los temas de la agenda. Cuando estas afirmaciones son contrastadas con la metodología del RMP aplicada por nosotros, es posible notar que la IULV duplica las menciones de temas ambientales realizadas tanto por el PP como por el PSOE. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ 3. El RMP expone siete dominios: relaciones exteriores; libertad y democracia; sistema político; economía; bienestar y calidad de vida; fábrica de sociedad y grupos sociales. Resultados por dominio y por partido: dominio 1: PSOE 1.73%, PP 2.8%; dominio 2: PSOE 3.56%, PP 3.48%; dominio 3: PSOE 9.74%, PP 13.01%; dominio 4: PSOE 35%, PP 31.22%; dominio 5: PSOE 32.57%, PP 27.47%; dominio 6: PSOE 3.66%, PP 5.05%; y dominio 7: PSOE 11.47%, PP 13.64% 4. Esto aparece en el propio programa electoral, pero también fue aseverado en la entrevista realizada al Consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo. La misma fue realizada por la autora en su despacho en Sevilla el día 25 de abril de 2012. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 38 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía 5. El programa del PSOE presenta 229 cuasi-frases, mientras que el del PP muestra 171 y el de la IULV 404. Fundamentalmente por el PP que muestra la menor cantidad total de “cuasi-frases” ambientales5. En el análisis general que hace el equipo del RMP de los dos programas del PP y del PSOE, solo aparecen dos puntos ligados a los temas ambientales. Uno de ellos atado al dominio económico y otro al de bienestar y calidad de vida. Del total de “cuasi-frases” del PSOE -1909- un 3,56% refieren a la protección ambiental, haciendo referencia a las políticas de preservación de los recursos naturales, bosques, parques nacionales y animales, entre otras. El valor correspondiente al PP equivale a un 3,27% del total de sus 1467 “cuasi-frases”. El segundo de los aspectos recogidos, la gestión de los recursos naturales concerniente al manejo gubernamental del territorio natural y sus recursos, el PSOE detenta un 1,05%, mientras que el PP un 1,77%. Esta escasa recolección de los principales partidos políticos sobre las prioridades ambientales también responde a la propia opinión pública y sus intereses. Tal como queda manifiesto en los datos del Barómetro de Opinión Pública de Andalucía (BOPA) 2011, el tema que más preocupa a los andaluces es el paro y la marcha de la economía, donde los temas ambientales aparecen en un octavo lugar en la propia edición 2011 del EBA. Ocurre tanto en los denominados países desarrollados como en desarrollo, que a pesar de la construcción de conceptos como el de sostenibilidad y sus dimensiones que exceden la lógica biologicista del ambiente, en momentos de crisis económica la población asume que los temas ecológicos se encuentran separados de aquellos y por ende detentan menor relevancia. Esto no solo desnuda la percepción que las poblaciones tienen acerca del ambiente como sectorizado o compartimentado -alejados de la interrelación dimensional que plantea la sostenibilidad en sus planos ambiental propiamente dicho, económico, social y político- (Bueno, 2010), sino que genera que incluso puedan percibirse como negativas algunas políticas de protección de especies y campañas de difusión que se analizan como un gasto innecesario. Un ejemplo mencionado por el consejero José Juan Díaz Trillo en entrevista se asocia a esta idea. Ello es la política de protección del lince ibérico, la cual fue fuertemente criticada por algunos sectores andaluces por considerarse un gasto innecesario en tiempos de crisis económica. Esto lleva a que la elite política no vea la necesidad de traducir en propuestas concretas los resultados que arroja el barómetro. Para brindarle mayor contenido a nuestras afirmaciones, pondremos en contraste los resultados obtenidos en nuestra aplicación del modelo RMP a los aspectos ambientales de los programas, con los temas señalados como prioritarios por los andaluces en el EBA 2011 por nivel. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 39 Cambio climático En el plano global, 56,2% de los encuestados identificaron al cambio climático como el principal problema ambiental. De las 229 “cuasi-frases” identificadas en el programa del PSOE, 18 responden al código C6 asignado al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono. Esto representa un 7,86% del total de menciones realizadas. En el caso del PP, dicho número es de 10 menciones sobre 171 “cuasi-frases”, que revelan un 5,85%. Finalmente, para IULV, el valor es de 13 sobre 404 menciones, mostrando el valor porcentual menor comparativamente, es decir del 3,217%. Es innegable que el cambio climático muestra una relación directa con la cuestión de la energía y la necesaria mudanza hacia fuentes de energía renovables. En tal sentido, la cuestión energética muestra una mayor atención del PSOE con 17,9%, seguido por la IULV con 15,59% y, finalmente, el PP con 11,7%. Es notable también que la destrucción de la capa de ozono aparezca en segundo lugar de las prioridades de los andaluces a nivel global. Estas usualmente se asocian con la cuestión del cambio climático y de hecho así aparece en las propias propuestas partidarias con miras a las elecciones autonómicas de 2012. El EBA viene mostrando que los andaluces se muestran cada vez más preocupados y proclives a realizar acciones consecuentes con la lucha contra el cambio climático, fundamentalmente desde 2005. Entre 2001 y 2004, el cambio climático (CC) fue citado por un tercio de los encuestados, lo cual lo situaba entre el tercer y cuarto puesto según el orden de importancia dado a los problemas ambientales a nivel global. A partir de 2005 se observa un aumento de la preocupación por el CC, hasta el punto que ya en el EBA 2006 este fenómeno es considerado el segundo problema ambiental más importante a nivel global. En 2007, el CC es identificado como el problema ambiental más importante. En 2009, se consolida como la principal preocupación ambiental (Lafuente Fernández & Priego González de Canales, 2009). http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 40 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Para poder otorgar algunos elementos que expliquen el mayor impacto que el tópico tiene en la ciudadanía andaluza desde 2005, podemos aducir que un año antes se produjo el arribo del PSOE al gobierno central, el cual presentó al cambio climático como uno de sus estandartes. Como prueba de esto, colocó a una persona con reconocimiento en el área ambiental, como Cristina Narbona, en la cartera de Medio Ambiente, quien ocupó tal rol hasta el año 2008 cuando el área fue fusionada con Agricultura, Pesca y Alimentación. La impronta que cobró el Ministerio bajo su liderazgo es una prueba contundente de que la designada tenía condiciones para el ejercicio. Sin embargo, nuevamente la crisis se sobrepuso en la agenda de temas y el ambiente perdió relevancia. No solo se dieron una serie de factores nacionales que llevaron al cambio climático al tope de la agenda en 2005, también puede mencionarse la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto tras la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, y el desafío consiguiente que implicó la conferencia de las partes (COP) que se realizó en Montreal (COP11 y MOP1). A nivel europeo, vale mencionar la confección de una Estrategia contra el cambio del clima y el camino hacia la consolidación de Europa como el bastión de defensa del Protocolo de Kyoto. España, inserta en el contexto mencionado, experimentó en 2005 un análisis profundo acerca de la trayectoria de sus emisiones de gases de efecto invernadero, denotando que habían alcanzado 440,6 Mt de CO2 equivalente, lo cual implicó un aumento del 52,2% en relación con el año base, 1990. El diagnóstico del Ministerio fue que el incremento de las emisiones 1990-2005 se debía no solo al “crecimiento económico rápido y sostenido y de un aumento de la población en los últimos años”, sino también a un “insuficiente ejercicio de ahorro y eficiencia energética”. Todos estos episodios, entre muchos otros, colocaron al tema al borde de la agenda y por ende, en la agenda mediática de las cadenas nacionales y regionales, explicando los cambios en la percepción ciudadana. En términos de debate político autonómico, el PP critica la gestión del PSOE por el incremento de las emisiones andaluzas de dióxido de carbono a la atmósfera. La propuesta establece la posibilidad de diseñar una nueva Estrategia Andaluza de Sostenibilidad Urbana y Lucha contra el Cambio Climático; favorecer el uso de biocombustibles y el establecimiento de incentivos fiscales para la adquisición de vehículos híbridos o eléctricos; fomentar las prácticas agrarias respetuosas con el medio ambiente, en producción y distribución; promover la Agricultura Ecológica; fomentar el uso de Transporte Público y la utilización de combustibles de menor impacto ambiental. En el contraste entre estas promesas y las acciones del PP a nivel nacional, surgen algunos interrogantes puesto que en febrero de 2012 se firmó, desde el gobierno federal, el Real Decreto 1/2012, por el cual se suprimieron los incentivos económicos para la instalación de nuevas infraestructuras de proRev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 41 ducción de energía renovable. Esto preocupó a diversos actores, entre ellos los gobiernos autonómicos en los que se estaban diseñando proyectos de energía fotovoltaica y eólica. Sin embargo, se argumentó que la gran cantidad de requisitos para presentar proyectos generó en Andalucía que solo fueran factibles unos pocos. Si bien el PSOE ha utilizado el cambio climático como bandera y su programa electoral asume una férrea defensa a las energías renovables “en contra de la moratoria del PP”, es de afirmar que el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ya había comenzado con las acciones de este tenor. Lo dicho corrobora cómo la política ambiental pierde terreno en momentos de crisis, tanto en gobiernos de derecha como socialistas. A pesar del relato nacional, el PSOE andaluz propone en lo relativo al cambio climático: que el uso de energías renovables alcance el 20% del consumo energético para 2020, una política de reforestación; la ecoinnovación; el impulso a la Estrategia Andaluza de Sostenibilidad Urbana a partir del Pacto de los Gobiernos Locales contra el cambio del clima, y la concreción de la Estrategia Andaluza contra el cambio climático -que la convertiría en la primera comunidad autónoma en aplicar un instrumento de esta naturaleza-. Asimismo, plantea la presentación de una Ley Andaluza contra el cambio climático; la promoción de instrumentos financiaros de lucha y la elaboración del Programa Andaluz de Suelos Contaminados. El espacio que ocupa el cambio climático en la propuesta de la izquierda se encuentra atado al desarrollo de energías renovables y por ende a la necesidad de un giro en la política energética en función de la crítica al incremento de las emisiones andaluzas. Esto se ve ideológicamente, a través de la crítica al modelo capitalista y lo que comprenden como la privatización y monopolización de las energías. Partiendo de que el 50% de la potencia eólica instalada en la actualidad en la región se encuentra en manos de cuatro empresas, consideran que el nuevo modelo energético requiere una gestión pública y centralizada aunque con mayor participación de los gobiernos locales. Gestión forestal e incendios En el plano regional, se identificaron los incendios forestales como el tema de mayor relevancia en un 43,8%. Dada la competencia de la Junta de Andalucía sobre este asunto, sorprende que no sea un tema más extensamente abordado en los programas. En ninguno de los tres casos constituye una preferencia política que se encuentre entre las primeras posiciones. El PSOE muestra un 3,056% de menciones, contra un 4,1% del PP y 3,96% de la IULV. Desde el año 2001, los incendios forestales obtuvieron en el EBA la mayor cantidad de menciones de los encuestados como uno de los dos principales http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 42 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía problemas ambientales en Andalucía, aunque fue en 2006 que se incluyó un bloque más compuesto de preguntas. Una de ellas se vincula a la percepción andaluza acerca de las causas de los incendios. Además, desde la edición de 2007 se comenzó a observar una disminución en la cantidad de encuestados que citaban el tema como uno de los dos problemas más importantes a favor de otros tópicos como contaminación de mares y playas (Lafuente Fernández & Moyano Estrada, 2011, p. 42). En cuanto a las causas de los incendios, el EBA ha permitido avanzar en comprender la brecha existente entre las causas percibidas por la población y aquellas comprobadas por la Consejería. La sociedad andaluza percibe que las dos primeras causas son el descuido de los visitantes y los excursionistas, así como la acción de los pirómanos. Mientras tanto, los datos de la Consejería muestran que la primera causa de los incendios intencionales es el vandalismo y de los incendios originados por negligencia, las actividades agrícolas. Las propuestas electorales presentadas por el PP en la campaña del 25M en lo relativo a la política forestal son: la realización de una cartografía a nivel regional mediante un Sistema de Información Geográfica en relación con la susceptibilidad territorial a los incendios y zonas de propagación con criterios microclimáticos que permita actuar de forma preventiva; y la modificación de la Ley 2/89 de creación del Inventario de Espacios Naturales Protegidos, para que el nombramiento del Presidente de las Juntas Rectoras recaiga en el Parlamento. Consideramos que detrás de este punto no se encuentran críticas ni cambios profundos a la política actual del PSOE. De hecho, en el EBA 2011 aflora que las políticas mejor valoradas por los andaluces son la de protección de espacios naturales y la lucha contra los incendios forestales. Puesto que en su programa electoral el PSOE establece un programa de continuidad que no apunta nuevos desafíos o proposiciones, el análisis de las cuestiones forestales se interpreta tanto a través de la seguridad y la prevención como en lo relativo a la preservación de biodiversidad. En tal sentido la plataforma plantea el diálogo con otros actores como gobiernos locales en pro de una Ley de Emergencias de Andalucía, y la profundización en la homogenización de la carrera profesional de los Cuerpos de Extinción de Incendios y Salvamentos. Asimismo, la adecuación del Plan Forestal, y el debate con gobiernos locales, países de la Unión Europea y otras regiones. Desde una perspectiva opuesta, la propuesta de la izquierda hace hincapié en la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo, criticando la política actual y planteando que “la planificación forestal andaluza no debe tratar de convertir los espacios forestales en terreno prohibido para la actividad primaria, sino que debe programarse en conjunto con todos los planes destinados a la actividad agrícola y ganadera”. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 43 Ruido, suciedad de las calles y residuos La contaminación acústica aparece referenciada en todos los programas aunque no constituya una preferencia política relevante, puesto que en todos los casos los porcentajes se mueven entre el 0,5 y el 1,2% de menciones (0.436 PSOE; 1.17 PP y 0.74 IULV). En cuanto a los residuos, no solo los domiciliarios, sino el conjunto de residuos peligrosos e industriales, resulta un más referenciado (2.18% PSOE; 4.1% PP y 5.94% IULV). Si bien la preocupación histórica en la secuencia es el ruido, en 2011 descendió a un segundo puesto con un 27.9% contra el 31.1% de la suciedad de las calles. Por su escasa diferencia, se analizan ambas. En el caso del PP, hay una única propuesta y no muy específica que toma ambos tópicos: “coordinación con corporaciones locales, agentes económicos y sociales, de un Código Técnico de la Urbanización Sostenible, que implante en los nuevos desarrollos urbanos las mejores prácticas medioambientales en materia de arquitectura, equipamientos, servicios, ruido, agua, energía, transportes, comunicaciones y residuos”. Por su parte, el PSOE tampoco asigna prioridad en su programa a la cuestión del ruido. La única mención coincide con lo dicho por el Consejero de Medio Ambiente Juan José Díaz Trillo en la entrevista realizada, haciendo hincapié en el decreto y reglamento contra la contaminación acústica. Ocurre lo equivalente con la suciedad de las calles. La Izquierda toma la contaminación acústica conjuntamente con la contaminación atmosférica, planteando que algunas actividades productivas y la movilidad motorizada son centrales como causas y en tal sentido presenta su propuesta de adaptación legislativa. La suciedad de las calles no es tomada como tal, como ocurre con los otros programas, sino a través de la cuestión de los residuos. Como resultado del abordaje de los tópicos por nivel, es posible afirmar que ninguno de los temas identificados por el EBA como prioritarios, es abordado por los programas con el mismo nivel de atención. El gráfico 2 muestra los temas en los cuales todos los programas convergen entre sus primeras prioridades; es decir, las principales preferencias políticas en los tres programas analizados aunque aparezcan en distinto orden según el partido político del cual se trate. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 44 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía Gráfico 2 Principales preferencias políticas de los partidos políticos Fuente: elaboración propia a partir de la aplicación de la metodología del RMP exclusivamente para variables ambientales. Los tres temas convergentes son energías renovables, ahorro y eficiencia energética; gestión de recursos hídricos y cultura del agua; y finalmente, ordenamiento territorial y paisajes. Tanto en el caso del PSOE como de la IULV reconocen en los temas energéticos la principal prioridad. Cuestión ubicada en tercer lugar por el PP. En el contraste entre los datos del EBA y los programas, podemos percibir que el tema de la calidad y gestión del agua en sus diversas formas, aparece como una prioridad en las distintas ediciones del barómetro desde 2001. Si bien los incendios forestales usualmente se postulan como la principal preocupación a nivel regional en toda la secuencia, la escasez de agua surge como segundo o tercero elemento dependiendo de un aspecto central que señalan Lafuente Fernández y Moyano Estrada. Esto es que “la importancia que los andaluces otorgan al problema de la escasez de agua en cada edición se ajusta, de forma bastante notable, a los niveles de precipitaciones pluviométricas registradas en el año en que se realiza la encuesta” (Lafuente Fernández, R. & Moyano Estrada, E., 2011, p. 59). En consecuencia, la preocupación andaluza por la disponibilidad y gestión de los recursos hídricos responde a la distribución estacional de las precipitaciones, afirman los autores. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ María del Pilar Bueno 45 Conclusiones El artículo propuso establecer relaciones entre algunos aspectos que se desprenden de la denominada conciencia ambiental, y las propuestas electorales de los principales partidos políticos que se presentaron en la campaña política para las elecciones autonómicas del 25 de marzo de 2013. En términos de la conciencia ambiental, en los primeros apartados del artículo, se propone una breve mención al debate teórico relativo al concepto, sus dimensiones y la efectiva posibilidad o no, de medir las percepciones, la sensibilidad y las actitudes pro ambientales de las poblaciones. Asimismo, se lleva esta discusión al EBA como encuesta de percepción ambiental andaluza consolidada en sus más de diez ediciones consecutivas. Se describe el instrumento, su metodología, los conceptos y los consensos de los que parte. Finalmente, y con base en la metodología del Manifiesto Project que lleva más de tres décadas de ejecución, en los países europeos se aplican los parámetros seguidos en la experiencia regional española del Regional Manifiesto Project. En su análisis, nos encontramos con la dificultad de que si bien incorporaba las elecciones autonómicas andaluzas de 2012, presentaba dos debilidades de acuerdo con nuestro objeto de investigación. En primer lugar, al analizar las preferencias políticas generales, las cuestiones ambientales quedaban casi disueltas y no se pudieron contrastar subtemáticas o tópicos ambientales específicos que aparecen en el EBA. Lo segundo, que no incorporó al estudio el programa de la IULV, solo del PSOE y del PP. En consecuencia, y luego de un cuidadoso relevamiento de su metodología, la aplicamos a los tres programas electorales haciendo exclusivo relevamiento de las “cuasi-frases” relativas a temáticas ambientales. Si bien, los temas que los andaluces identifican como prioritarios por niveles no aparecen como centrales en los programas políticos, los tres temas que los partidos identifican como cardinales han aparecido en las secuencias de la década del EBA aunque con diferente relevancia. El tema de los recursos hídricos es el más notorio en este sentido, y su alta volatilidad según el nivel de precipitaciones estacionales. El ordenamiento territorial es, quizás, más una prioridad política que ciudadana, tal como sucede con la energía. De igual forma, se detecta una importante debilidad en el instrumento que significa el EBA. El bloque de preguntas que varía en forma anual y que en algunos casos coincidió con el cambio climático y en otros con el agua -entre otros- ofrece una oportunidad de realizar al encuestado preguntas específicas respecto a ese tema y su interés. La selección de dicho tema resulta de las propias percepciones de aquellos que realizan el barómetro, junto con el consenso necesario de la Consejería de Medio Ambiente. La relación entre la denominada conciencia ambiental de los andaluces y las propuestas programáticas, radica en algunas de las facetas de la primera; en http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/ Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. ISSN 2215-2466 pp 24-49. 46 El Ecobarómetro, la conciencia ambiental y las propuestas electorales en Andalucía este caso, la dimensión afectiva, la cual hemos cruzada en la primera parte con algunos elementos de la dimensión activa. En este sentido, puede afirmarse que existe un incremento progresivo –a lo largo de la década de estudio del EBA- en la conciencia ambiental andaluza demostrable a través de aspectos como la mayor tendencia a reducir el consumo de agua, reciclar, utilizar medios más sostenibles de transporte y comprar productos más amigables con el ambiente. No obstante, muchos ciudadanos no ven estos cambios como relacionados con lo ambiental. Asimismo, la crisis económica y el paro han determinado que la cuestión ambiental descendiera en las prioridades políticas en el nivel nacional y en el gobierno andaluz, así como también en las preocupaciones ciudadanas. Posiblemente, esto explique los valores hallados por la metodología original del RMP, donde los dos aspectos identificados con el ambiente (501 y 4111) encontraban una mención del 1 al 3% aproximadamente de total. Se concluye, entonces, que la recogida de las principales preocupaciones ambientales de los andaluces manifiestas en el EBA por los programas electorales de 2012 son bajas. El cambio climático es, quizás, una excepción con una recogida de alcance medio en la tabla 1. Asimismo, es necesario mencionar que dichas prioridades responden al EBA 2011, inmediatamente anterior al proceso electoral. Al tomar la serie de diez años, se ven otros temas como la gestión hídrica que efectivamente aparece como una preferencia política de los tres partidos. De igual forma, los datos obtenidos a través de la aplicación de esta metodología no se agotan en esta investigación, sino que pueden aplicarse a otros objetos de análisis. Bibliografía Berenguer, J. & Corraliza, J.A. (1998). Estructura de las actitudes ambientales: ¿orientación general o especialización actitudinal? Revista de Psicología Social, 13 (3): 399-406. Berenguer, J. (2000). Actitudes y creencias ambientales. Una explicación psicosocial del comportamiento ecológico. Colección Tesis doctorales, N.º 109, Universidad de Castilla-La Mancha. Bueno, M. (2010). De Estocolmo a La Haya. La desarticulación de las políticas ambientales argentinas. 1era edición. Rosario: Universidad Nacional de Rosario. Rev. Rupturas 4(1), Costa Rica, Ene-Jun, 2014. 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