BalBuceos
soBre ecología, ecologismo y ecologistas.
A las 4 teatreras del calentamiento
por ponerme firme.
Manuel Francisco Varo López
I. Introducción
El propósito de este artículo no es otro que
plasmar las ideas y discusiones que, en a lo
que mi entorno se reiere, hay. Así, se pretende
poner un espacio en la revista Laberinto para
la discusión sobre el tema de la «ecología»,
invitando a los interesados en el tema a plasmar
las investigaciones, las aplicaciones en la lucha y
a dar soluciones reales.
El presente texto no es más que una pasada,
muy de puntillas, y de manera muy descriptiva
sobre los temas que, a mi parecer, tienen cierta
relevancia para entender cómo la burguesía y sus
intelectuales tratan de casar la supervivencia del
planeta con el modo de producción capitalista.
Puede haber otros temas y, seguro que algunos
se me han escapado y otros simplemente no
están a conciencia.
Al inal todo se resume en lujos de energía.
El Sol como central termonuclear emite gran
cantidad de energía y parte de ella nos llega
a la Tierra. Esta energía se recibe de forma
desigual a lo largo y ancho del globo terráqueo.
Esta desigualdad provoca tanto en los
océanos como en la atmósfera grandes lujos
de masa, transportando y redistribuyendo
toda esa energía generando los climas. En los
ecosistemas ocurre lo mismo: la energía del
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Sol entra en ellos, a través de las plantas, y va
luyendo en él mediante la cadena tróica y todas
las posibles relaciones que van conigurando
cada uno de los diferentes ecosistemas de la
Tierra. De esta manera vemos que de forma
«natural», la energía procedente del Sol que
llega a la Tierra luye por el planeta una vez
que entra en él. Los físicos a esta «naturalidad»
la llaman espontaneidad.
Un proceso espontáneo no es más que
un proceso en el que la energía sigue unas
leyes termodinámicas que van a marcar el
comportamiento de toda la Naturaleza. Para
entendernos, sin entrar en conceptos físicos
más profundos, cuando ponemos un cubito de
hielo en un vaso con güisqui, lo normal es que el
hielo se derrita y el güisqui se enfríe, lo natural
(el proceso espontáneo) es que la energía vaya
del más caliente al más frío, así, uno se enfría
(cede la energía) y otro se calienta (gana energía)
pero en ningún caso ocurrirá que al echar el
hielo en el güisqui el hielo se enfríe más y el
güisqui se caliente más, en este caso estaría
pasando energía del hielo al güisqui. Para que
ocurra esto último deberemos introducir un
artilugio (un frigoríico por ejemplo) para que
invierta la espontaneidad haciendo el proceso
no espontáneo.
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Pues bien, y volviendo al tema que nos
atañe, las formaciones sociales han conseguido
modiicar los lujos de energía espontáneos y
derivarlos a un lado o a otro según las necesidades del mercado. Por ejemplo, un yacimiento
de petróleo condensa mucha energía proveniente del Sol pero en el capitalismo se extrae y se
distribuye por el planeta siguiendo las relaciones comerciales de ese momento. Ya no obedece
ese lujo a un proceso espontáneo. Un obrero
que eche 8 horas trabajando implica que está
8 horas consumiendo energía (procedente de
los alimentos que haya consumido y la energía
utilizada por la maquinaria) que van para una
mercancía concreta y por consiguiente, hay un
lujo de energía que está dado por unas relaciones sociales. Por tanto, la economía nos va a
poder servir para estudiar cómo son esos lujos,
ver cuáles pueden ser las fuentes y los sumideros
de energía que la física no tiene capacidad para
medir: «El dinero, como la energía, luye».1
Cómo se explica desde los intelectuales al
servicio del capital;
El dinero circula de manera cíclica, lo cual
se parece mucho a la circulación de la energía
en los ecosistemas. No obstante mientras
que en los ecosistemas la energía y la materia
luyen en la misma dirección, en los sistemas
económicos el dinero y la energía circulan en
sentidos opuestos: el dinero se intercambia
por energía, bienes y trabajo.2
Es inevitable por tanto hablar de ecología sin
hablar de economía, de política, y por extensión
estaremos analizando el imperialismo y las
relaciones de producción capitalistas: la lucha
de clases.
Empecemos.
II. El cambio climático como marco
de referencia.
En los años 80 se nos planteaba un panorama
algo apocalíptico: la amenaza de una posible
guerra nuclear, el agujero de la capa de ozono
y un cambio del clima nos dibujaban un futuro
aniquilador. Treinta años después no nos parece
tan apocalíptico, el agujero de la capa de ozono
cayó en el olvido, y los resultados cientíicos
nos hacen enfrentarnos a estos problemas de
manera más sosegada.
Se puede apreciar que muchas de las preocupaciones políticas y económicas se orientan en
adaptarnos y mitigar el aumento de la temperatura global. Esta preocupación no puede ser
menos, ya que el cambio climático lo que está
poniendo sobre el tapete es una reconiguración del planeta tal y como la conocemos, es
decir, donde antes llovía puede ser que llueva
menos o no lo haga, que donde no lo hacía siga
sin llover o lo haga de manera torrencial, menos
disponibilidad de aguas por el deshielo de las
regiones montañosas, el aumento de la temperatura afectará a la producción agrícola siendo
en algunos lugares más productivos y otros
menos, reconiguración de los cultivos en todo
el planeta, y esto por dar sólo algunos ejemplos.
Todas estas modiicaciones necesitan conocerse y que dejen de ser una incertidumbre, ya
que pueden suponer unas pérdidas económicas
muy grandes. Para poder cuantiicar las cantidades que se pueden perder, el gobierno británico
en 2006 pidió al ex-economista en jefe del Banco
Mundial, Nicholas Stern, la elaboración de un
informe, conocido como el Informe Stern. En
dicho estudio se asevera que si no se tomara
ningún tipo de medida las pérdidas económicas
rondarían el 20% del PIB mundial al año y si se
tomaran las medidas sería del 1%. Un estudio
posterior, 2010, del Grupo Económico de Adaptación Climática pronostica que a cada país le
costará hasta el 19% del PIB para el año 2030.
Con estos datos y resultados no es de extrañar
que las clases dominantes se preocupen por este
tipo de trabajos e investigaciones, dedicándoles tiempo y dinero para saber de una manera
más certera todo lo que nos va a deparar con el
cambio del clima.
Las condiciones de vida de la población
también se verán muy afectadas, y dependiendo
de la clase social, los efectos serán diferentes y
como es lógico los explotados serán los que más
sufran, de hecho ya está ocurriendo:
Según la Organización Mundial de la Salud
el cambio climático es responsable desde 1970
de aproximadamente 150 000 muertes al año,
fundamentalmente por la mayor incidencia de
diarrea, malaria y malnutrición.3
Dependiendo de la región del planeta el
cambio climático afectará en mayor o menor
medida a la disponibilidad de agua, alimentos y
Balbuceos sobre ecología, ecologismo y ecologistas
energía, siempre a la baja, y como es de esperar
las clases sociales explotadas serán las que menos
acceso tengan a estos tres recursos necesarios
para vivir. El anteriormente citado informe Stern
predice que para el 2050 podrían verse desplazados 200 millones de personas debido al aumento
del nivel del mar y la misma cantidad se prevé
que haya de «personas ambientalmente desplazadas» (término que utiliza ACNUR) debido a
sequías, escasez de alimentos e inundaciones.
En deinitiva, con todos los datos aportados,
se constata que hay una profunda preocupación por la magnitud y las consecuencias que el
cambio climático traerá a las condiciones materiales del planeta. Tanto es así que se puede
estar poniendo en juego la propia existencia de la
especie humana. Por una vez las consecuencias
del desarrollo del capitalismo tendrán repercusiones planetarias y no serán locales o regionales
como ocurría la mayoría de las veces, en lugares
ajenos a los centros de poder, y afectando a la
propias clases dominantes.
Ante la preocupación, las Naciones Unidas
en 1988 crearon una institución llamada el
Grupo Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC, por sus siglas en inglés),
siendo éste un conglomerado de intelectuales
donde «sólo alrededor de la tercera parte
son verdaderos cientíicos: la mayoría son
burócratas gubernamentales»4. Esto nos induce
a sospechar que los intereses económicos y
geopolíticos van a estar presentes y «los hechos
y resultados que no encajan en el argumento
principal se suprimen o se ignoran»5. A tal
punto los burócratas gubernamentales llegan a
representar los intereses que en el informe del
Grupo de Trabajo II de 2001
las consecuencias del calentamiento
global se tergiversaron hasta que resultaron aceptables a los representantes de las
naciones productoras de petróleo, que veían
amenazados sus intereses nacionales por la
verdad cientíica.6
Es ya en el cuarto informe, en 2007, cuando
se llega a la conclusión de que
la mayor parte del aumento observado
del promedio mundial de temperatura
desde mediados del siglo XX se debe muy
probablemente al aumento observado de
las concentraciones de GEI [gases de efecto
invernadero] antropógenos. Es probable que
se haya experimentado un calentamiento
antropógeno apreciable en los últimos cincuenta
años, en promedio para cada continente.7
El protocolo de Kioto surge como esfuerzo
de mitigar el cambio climático y es acordado
en 1997 dentro de la Convención Marco sobre
Cambio Climático de las Naciones Unidas
(UNFCCC) y toma como base el segundo
informe del IPCC, en el que se sospecha que
«el conjunto de las evidencias sugieren una
inluencia discernible del hombre en el clima
global»8. Dentro de este protocolo se establece
el comercio de emisiones (compraventa de los
derechos de emisión de CO2) y el Mecanismo
de desarrollo limpio (CDM, por sus siglas en
inglés) que es una manera de obtener cuotas
de emisión adicional al inanciar proyectos
de energías limpias en países en vías de desarrollo. Esto se puede aplicar tanto a empresas
como a la cuota de emisión en el país de la
empresa promotora.
Recopilando, el cambio poco predecible e
inexorable de las condiciones materiales junto
con todo el entramado burocrático asociado,
es el nuevo escenario en el que se van a mover
las futuras políticas medioambientales y energéticas, el nuevo tablero de ajedrez en el que
la burguesía tendrá que usar las estrategias
y herramientas más apropiadas para seguir
acumulando capital.
III. Por el dinero baila el mono
Los problemas medioambientales y las
posibles soluciones abren nuevas oportunidades
de hacer negocios, abren una puerta que antes
no se tenía (porque no se era consciente o no era
el momento). Es un terreno aún virgen, es una
carrera al estilo del Oeste americano, donde los
primeros que lleguen podrán quedarse con las
mejores parcelas. Y mientras, aprovechando las
preocupaciones del pueblo por sus condiciones
de vida y, en cierta forma, manipulados por el
bombardeo con los problemas medioambientales (extinción de especies, desaparición de ecosistemas, el cambio climático, etcétera) se tiene
la mejor propaganda para colocar sus mercancías. El ejemplo lo podemos tener en el ex-presidente de España, Jose María Aznar, que es el
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laberinto nº 37 / 2012
actual Presidente del Consejo Asesor del Global
Adaption Institute que
aspira a convertirse en el equivalente de
las agencias de caliicación de riesgos en la
adaptación al calentamiento, el Moody's o el
Standard & Poor's de los negocios climáticos.9
Es decir, ayudarán a invertir en países o
en problemas en los que las «soluciones» sean
rentables, y advertir para no hacerlo en las que
no sean lucrativas.
La intención de este apartado es demostrar
cómo las políticas medioambientales, las disputas
entre los propios burgueses y el llamado «capitalismo verde» no ponen como centro resolver los
problemas sino cómo poder obtener beneicios
por solventarlos (siempre con la lógica del máximo
beneicio). Y... precisamente desde la lógica capitalista estos problemas nunca se podrán resolver.
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A.- La cuestión agrícola
En España podemos encontrar el problema
de que muchos campesinos no consiguen
colocar sus productos, a precios deseados,
porque estos en el mercado son muy baratos y
a ellos les cuesta más producirlos. Poco a poco
se ha abandonado el trabajo en el campo dando
paso a mercancías traídas de fuera por multinacionales o industrias nacionales.
Así podemos airmar que en la UE los
productos agrícolas, y sobre todo los de los
pequeños agricultores, son más caros que los
que se producen fuera de la Unión.
Los agricultores de la Unión Europea para
poder ser competitivos deben; o producir a gran
escala (industrializando y usando las últimas
tecnologías) para abaratar costos, o vivir por
debajo de sus posibilidades.
Ante esta situación, la UE optó por proteger
a los agricultores y no liberalizar el mercado
agrario. Liberalizar este mercado provocaría por
un lado la proletarización de gran parte del campesinado, es decir, lo que llamarían «su ruina»,
siendo los más débiles los pequeños propietarios, y para rematar, la entrada de mercancías de
fuera de la Unión. Esto último no es grave pero
el abandono de gran parte de la actividad agraria
sí, porque de no tener una producción agroalimentaria propia se perdería la soberanía alimentaria y se estaría a merced de terceros países.
Para apaciguar la contradicción «liberación
del mercado/dependencia de otro país», la UE
tiene una política proteccionista mediante una
serie de subvenciones para los propietarios
agrarios (Política Agraria Comunitaria, PAC).
Estas ayudas se dan con la excusa, por ejemplo,
del uso de técnicas clásicas (mantener las
tradiciones), por cuidar el paisaje, por productos
con denominación de origen, por el patrimonio
cultural que tiene un cultivo o cultivos concretos,
patrimonio natural y como último ejemplo
ayudas para desarrollar la producción ecológica.
De esta manera se encubre la intervención
del Estado, teniendo un régimen proteccionista
de las mercancías producidas en el seno de la
Unión, mientras que ésta exige la liberalización
de los mercados para otros países fuera de la UE.
Centrémonos en la agricultura ecológica.
Recientemente en Madrid se celebró la Feria
Bioculutura; en las noticias se decía que España
es el primer productor de agricultura ecológica
de Europa (por cuarto año consecutivo10) y
en cambio está en los últimos puestos en el
consumo de estas mercancías11. La mayoría de lo
que se produce se exporta a Europa y mientras,
la población española ve empeorada su dieta
(aumentando los alimentos ricos en grasas y
azúcares) al no poder acceder a mercancías para
mantener una dieta variada debido a la crisis.12
Con este ejemplo se puede notar cómo sólo
unas rentas pueden acceder a estas mercancías
y quedan excluidas de ellas las clases populares,
que al inal ven cómo disminuye su calidad de
vida, mientras que las rentas más pudientes se
pueden costear una calidad de vida mucho mejor.
Un detalle a tener en cuenta es que la
producción ecológica está en expansión y los
pequeños agricultores (normalmente asociados
en cooperativas) pueden competir debido al hecho
diferenciador de sus mercancías, pero en cuanto
las grandes multinacionales puedan producir en
masa productos ecológicos, los agricultores se
verán en la misma situación de hace unos años, de
no poder competir por lo caro de sus mercancías.
B.- La cuestión energética
Las formaciones sociales (y cualquier ser
vivo) para poder producir, desarrollarse y
reproducirse necesitan consumir energía. Bien
Balbuceos sobre ecología, ecologismo y ecologistas
es cierto que cuanto más compleja y diversiicada
sea la formación social en la producción, más
consumo energético necesitará. Por tanto,
tener unas buenas fuentes energéticas se hace
imprescindible para que una formación social
pueda tener estabilidad y éxito en la producción.
La UE, en general, y España, en particular,
dependen energéticamente de otros países. Esto
se ve claro en la dependencia del petróleo que se
tiene: hay una carencia brutal de pozos petrolíferos en el territorio, ya sea de España o de la
Unión Europea.
Para abordar el problema de la dependencia
energética, y con la excusa de reducir las
emisiones de CO2, la Unión se lanza hacia
políticas que reduzcan esta dependencia,
promoviéndose un uso de energías renovables.
El motivo por el que se apuesta por estas
energías no es otro que el fácil acceso a ellas,
se encuentran al alcance en toda la UE (sol,
viento, biomasa, etc.), no ocurriendo así con
los combustibles fósiles. También la Unión
Europea posee gran cantidad de intelectuales
y la tecnología necesaria para poder sacar un
buen rendimiento de estas fuentes de energía.
Si nos detenemos un momento en Dinamarca
podemos apreciar que es un buen ejemplo para
ilustrar lo dicho anteriormente. Este país tenía
una fuerte dependencia del petróleo, siendo
importado en su totalidad. Las dos crisis del
petróleo de los años 70: el embargo de la OPEP
de 1973 (que triplicó el precio del petróleo) y la
debida a la revolución iraní del 79, golpearon
fuertemente la economía y al país. Esto motivó
el comienzo de un plan para producir energía
eléctrica mediante fuentes de energía renovables (eólica principalmente).
Alemania es un caso diferente pero apunta
en la misma línea. Posee una minería del carbón
importante que abastece a las centrales térmicas
que suministran la mitad de la electricidad del
país. No obstante, son los primeros productores de energía eólica del mundo, al igual que
ocurre con la producción de energía eléctrica
usando la energía solar fotovoltaica. Poseen una
de las mayores instalaciones de energía solar del
mundo: Waldpolenz Solar Park.
Se puede apreciar, por tanto, que inluye
más el factor económico y geopolítico a la hora
de usar las fuentes de energía que el factor
ecológico. ¿O acaso creemos que si Dinamarca
o Alemania contaran con grandes reservas de
petróleo como Venezuela, no estarían siguiendo
el modelo estadounidense?
Una vez que se empiezan a diversiicar las
fuentes de energía, las diferentes facciones de
la burguesía entran en pugna entre sí; centrales
nucleares, hidroeléctricas, solar, eólica, petroleras, etc. Desacreditarse, decir qué fuente de
energía contamina más o es menos rentable,
denunciar las primas, ayudas y subvenciones
que reciben o dejan de recibir unos y otros, son
sus luchas constantes entre sí.
Los ecologistas, y muchas veces desde la
izquierda, caen en este juego y nos meten en
un debate totalmente estéril; nos vemos en una
vorágine de argumentos en contra y a favor del
uso de la energía nuclear, de si es mejor usar
energías renovables o la nuclear para combatir
el cambio climático. Este tipo de debates no
son más que cortinas de humo que nos alejan,
una vez más, de buscar las respuestas a cómo
combatir el capitalismo.
Ni los ecologistas ni los que luchamos por
cambiar el sistema capitalista estamos en condiciones de decidir en este debate, si es mejor usar
tal o cual fuente de energía, ya que esto lo deciden
en este momento las leyes del mercado, junto con
la lucha fratricida que mantiene la burguesía por
obtener beneicios económicos, son las que determinan el tipo de energía que se va a usar o no.
Si la energía nuclear es rentable, esta será la
que se utilice, si por contra resultara rentable la
producida por los molinos de viento, ésta sería
la que se impondría de acuerdo con las leyes de
la oferta y la demanda, a no ser que la presión de
grupos económicos obligara a lo contrario, por
eso el vaivén de las fuentes de energía: véase el
carbón, dejó de usarse porque ya era muy caro
como combustible para obtener energía y ahora
ha vuelto a consumirse, sobre todo en China.
Los casos en los que no priman intereses
populares o medioambientales sino sólo los
económicos, derivados de las batallas entre las
multinacionales energéticas son numerosos. A
modo de ejemplo se tiene cómo Angela Merkel
rompió con la política de Schröder en 2008 de
reducir progresivamente la industria nuclear,
para ya en 2011 cambiar de opinión decretando
el apagón nuclear en el 202013. O cómo Felipe
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laberinto nº 37 / 2012
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González en 1984 irmó la moratoria nuclear
obligado por las tensiones con la industria
nuclear estadounidense y por la presión de los
movimientos antinucleares14 inanciados por las
empresas petroleras, acabando así con la poca
independencia energética y cientíica nacida
durante el Franquismo gracias a la tecnología
nuclear. El resultado de esta moratoria fue el
incremento del parque de las centrales térmicas
del carbón de Endesa.15
Recientemente en España se han podido ver
las luchas mineras, surgidas como respuesta por
parte de los mineros a las políticas del Gobierno
de Rajoy, que rompen con el Decreto del Carbón
de 2010 aprobado por el Gobierno de Zapatero,
mediante el cual se favorecía la quema del
carbón nacional. ¿Esto se hizo para evitar emitir
más CO2? Obviamente no, porque las centrales
térmicas siguen quemando carbón pero de las
minas de otros países.
C.- Viraje de las empresas hacia «lo verde»
Se puede apreciar cómo muchas
empresas anuncian a bombo y platillo sus
medidas en pos de contribuir a mejorar
las condiciones medioambientales. En este
sentido, aparentemente, las empresas tienden
a fabricar sus mercancías con técnicas menos
agresivas con la Naturaleza y a hacer una
propaganda de las medidas que han realizado
para contaminar menos.
Las primeras medidas tienen en el afán de
conseguir una eiciencia energética o reducir
costos en la cadena de producción, embalajes,
uso de materiales menos nocivos, etc. En este
aspecto, la burguesía lo que está haciendo es
reducir el capital constante con este tipo de
políticas internas y este tipo de actuaciones
son aplaudidas porque son buenas para las
empresas y buenas para el medio ambiente. En
el caso de que el capital constante aumentara
(principalmente por que los materiales usados
sean mucho más caros) se soluciona con la
política de hacer sus mercancías más atractivas
para los concienciados ecológicamente y tenerlo
como reclamo para este sector (que en su mayoría
vienen a ser económicamente más solventes)
y diferenciarlas del resto de mercancías. Así el
aumento de precio es entendible.
Para poder distinguir estas mercancías
del resto, el mercado ha generado todo un
sistema legislativo, de inspecciones, etc. para
que el consumidor pueda reconocerlas, estar
seguro de que cumplen con los requisitos
medioambientales exigidos y se adquieran sin
ningún problema. Por ejemplo, en la UE se
tienen las ecoetiquetas y en muchas mercancías
se incluye el CO2 generado al producirse.
Lo hasta aquí descrito no es más que el
pensamiento burgués de cómo arreglar los
problemas medioambientales, y este discurso,
bien hilvanado, cala entre sectores populares
y movimientos antisistema. La solución que
desde el poder nos ofrecen no es otra que la vieja
amiga: la mano invisible.
Según esta solución, la mano invisible del
mercado hará que los consumidores al conocer
el proceso de producción, la cantidad de CO2
que se emite en la creación de la mercancía, las
sustancias tóxicas que se emiten y el impacto
ambiental que va a generar desde el comienzo de
la fabricación hasta su eliminación, se decanten
por unas u otras mercancías. De esta manera los
consumidores:
dejaremos de ser víctimas pasivas y
podremos convertirnos en los artíices de
nuestro destino, porque bastará con ir al
mercado para votar con nuestros dólares.16
Así las empresas se verán forzadas a producir
de una manera más respetuosa porque si no sus
mercancías no podrán ser vendidas.
Y colorín colorado el problema se ha
arreglado.
Con este cuento de la lechera no se va a
ningún lado salvo a experimentar una nueva
vía de escape para el capitalismo y generar
la próxima burbuja, como otras tantas que
han explotado. Aunque, ¿quién va a perder la
oportunidad de hacer negocios?
IV. El reciclaje
Desde todos los estamentos nos bombardean
(campañas publicitarias) con que se debe reciclar,
en los colegios e institutos se inserta la conciencia
cívica de reciclar en los programas de estudio.
El hecho de separar la basura e introducir
cada residuo en su contenedor o llevar los
electrodomésticos a los puntos limpios, ya
Balbuceos sobre ecología, ecologismo y ecologistas
nos hace sentirnos bien y saber que estamos
colaborando con el medio ambiente. ¿Pero
esto es así?
Con la crisis de sobreproducción, se ven
afectados todos los sectores de la economía
pero a nadie se le pasaría por la cabeza que los
relacionados con la basura también.
Según un estudio de la plataforma
medioambiental Recycla17, el reciclaje de
electrodomésticos ha disminuido en un
20% desde el 2011. Parece que la crisis ha
cambiado los hábitos de las personas y
provoca que no derrochen tanto, tratan de
aprovechar al máximo el uso del aparato
antes de deshacerse de él18. Esta situación
hace que la crisis le afecte a las compañías de
reciclaje, ¿podrían incluso llegar a quebrar y
desaparecer el servicio que desempeñan?
Se pone de maniiesto, entonces, que
las empresas de reciclaje son una más, un
negocio más que necesita lucrarse y obtener
beneicios, si no es así cierra porque no puede
existir con pérdidas.
Si analizamos la lógica del actual sistema
de reciclaje, nos podemos percatar de que no
está en disfunción con el sistema capitalista,
es más, lo mejora. Reciclar no deja de estar
dentro de la lógica del consumismo, sigue
cumpliendo el ciclo de comprar-usar-tirar, el
sistema lo que hace es reincorporar la basura
de nuevo al mercado como materia prima.
La trampa está en la concepción de reciclar y
tirar, se equipara el tirar con el reciclar. Si tiras
unos determinados desechos en unos lugares
preestablecidos estás reciclando, si no, estás
tirando. Si eres una persona concienciada con
el medio ambiente, sabrás que debes tirar cada
cosa en su envase, si no tienes conciencia, no
las tiras en los lugares adecuados.
Un individuo con este modelo lo único que
hace es obedecer (tener conciencia ambiental),
trabajar para las empresas gratuitamente,
separándoles la basura (de esta manera se
ahorran el tener más personal a su servicio), y
han conseguido un paso más para la disciplina
que los trabajadores deben tener.
Volvamos al ejemplo, el reciclaje de los
electrodomésticos. ¿Por qué es tan importante
reciclar los electrodomésticos, móviles, ...? Es
obvio que si reciclamos no estamos tirando a
la basura muchos metales como son el plomo,
mercurio, oro, estaño y una lista más que
son bastante nocivos y tóxicos. Aunque estos
elementos se encuentran en la Naturaleza, no se
encuentran en estado puro o en las aleaciones
necesarias para aprovechar determinadas
propiedades físicas o químicas para los
electrodomésticos. Estos vienen asociados
a otros diferentes y los ecosistemas están
acostumbrados. En la basura pueden entrar en
contacto con el agua contaminándola y si se
quema, pues ya te digo, van en forma de humito
para el aire. La contaminación es el principal
motivo por el que se nos dice que debemos
reciclar, y concretamente los electrodomésticos.
Lo que no se dice tanto o de pasada es la
cantidad de ahorro que las empresas van a tener
si reciclamos.
Si se reciclara el 70% de los electrodomésticos,
se podría disponer de 90,000 toneladas
de metales, 30,000 toneladas de plástico y
13,000 toneladas de vidrio y se ahorraría un
98% de energía. Hasta aquí todo bien. Ahora
profundizamos un poco más, qué metales
son los que se necesitan para producir los
electrodomésticos y dónde se encuentran.
Los electrodomésticos (sus circuitos) no se
pueden hacer con cualquier material, de los que
son útiles, interesa buscar los más eicientes,
algunos son «comunes» como el plomo, cadmio,
mercurio, oro, estaño, etc. pero también hay
otros como el litio, el coltán y las 17 tierras raras
que son muy escasos y no se encuentran en
cualquier lugar.
Al ser escasos, son muy caros, y la mayoría
se encuentran bajo territorio de la República
Popular de China o bajo las empresas de capital
chino, que en total controlan un tercio de los
yacimientos de estos elementos y el 97% de la
extracción global.19
Por tanto, cualquier país que quiera disponer
de estos recursos debe pasar por China o por un
mercado poco accesible. Entonces el reciclaje se
hace necesario porque por un lado hemos visto
que se ahorra bastante energía y por otro se tiene
acceso a bastante material sin estar comprando
constantemente a terceros países.
Con todo lo que se ha observado hasta aquí,
se puede airmar, sin errar, que el reciclar, tal
y como se plantea desde el poder, no es más
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laberinto nº 37 / 2012
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que disminuir el capital constante y obtener
materias primas a menor precio y con un menor
gasto de energía, a la vez que se puede tener
cierta independencia de los países productores de las materias primas, en el caso concreto
de los metales raros de China. Reciclar, de esta
manera, lo que hace es optimizar los procesos y
hacer un capitalismo sostenible (como siempre
me decía el Pequeño Nostradamus).
La conclusión a la que se puede llegar es:
«pues entonces mejor no reciclar».
El debate de si reciclar o no podría ser tan
infructuoso como el de qué energía es mejor.
Lo que se tiene que apreciar es que esta manera
de reciclar es como la democracia representativa: Tú delegas en otros para que gobiernen
por ti. Pues igual, tú sólo tiras la basura donde
te indican y ya las empresas reciclan por ti. Se
podría llegar a la invención del concepto de
«reciclaje representativo».
Si se busca en la Historia del Movimiento
Obrero se puede ver que el reciclaje y la reutilización estaban incorporados en la vida de
los trabajadores pero con el paso del tiempo
esto se ha ido arrebatando para que sean las
empresas quienes lo gestionen. Así, por ejemplo
tenemos el caso del reciclaje del aceite usado, se
utilizaba para hacer jabón con una técnica muy
sencilla y sin necesidad de materiales soisticados, ahora se tienen contenedores en los que
podemos depositar el aceite usado, y se podría
ir aún más lejos, ya el conocimiento para
elaborar jabón casero sólo está al alcance de
los que estudian química (o tienen curiosidad
y se meten en internet). ¿Quién se zurce ya los
calcetines? Es más fácil tirarlos, ir al comercio
más cercano y comprarse un par nuevo, que
están muy baratos.
Esto me trae a la memoria una historia
que me contaba el Pequeño Nostradamus
mientras echaba el humo tras fumar de una
cachimba. Relataba que su amigo del alma,
Paquito Mirrey, se fue dando cuenta que
cuanto más industrializado, desarrollado, era
el país, más difícil se hacía encontrar una ferretería. El colmo fue que el año que estuvo en
Japón no llegó a ver ni una. Con esto le quería
decir que cuando algo se rompía o estropeaba era más fácil (y barato) comprar uno nuevo
que tratar de arreglarlo.
Para concluir, el reciclar debemos incorporarlo dentro de un estilo de vida que sea antagonista al que el capitalismo nos impone.
Mientras, no se estará reciclando, sino que se
seguirá en la lógica del comprar-usar-tirar. Un
ejemplo para tratar de aclarar la idea podría ser
un biodigestor gestionado por una comunidad
de vecinos, en los que ellos mismo fuesen
capaces de administrar sus residuos orgánicos
y obtener de esta manera metano para poder
usar en calentadores u hornillas y producir
abono. En el supuesto de ser capaces de poner
esto en marcha, se estaría entrando en conlicto
con los intereses de algunas empresas y sobre
todo de las tasas que desde los ayuntamientos
ponen para la recogida y gestión de la basura.
Este tipo de prácticas requerirían de una
cierta organización y autogestión que por
un lado nos ayudaría a estar más organizados y por otro nos haría ser parte activa del
reciclaje. Aunque esas prácticas se hicieran
sin la toma del poder no se pueden solucionar los problemas, sólo estaríamos poniendo
parches (que no está mal), pero no caigamos en
la creencia de que así se estarían dando pasos
para resolver los problemas. Sólo mediante
la conquista del poder es como realmente
podremos cambiarlo y poder dar soluciones.
V. Conclusiones
Con la exposición del análisis breve de los
temas que me parecen interesantes, se puede
ir ya dibujando una serie de investigaciones
y debates para abordar los problemas desde
una perspectiva diferente a la imperante. En
una primera aproximación a estos problemas
podemos airmar:
1.- El modo de producción capitalista no
deja de ver los problemas ambientales como
una oportunidad más de hacer negocio, y trata
de incorporar la solución de estos problemas
al mercado.
2.- La preocupación por el cambio climático
radica en la reestructuración de las condiciones
materiales y en las pérdidas económicas que les
supondrá a la clase dominante.
3.- El viraje hacia lo «verde», el insoportable
«capitalismo verde», no es más que un intento
de mejorar el modo de producción capitalista.
Balbuceos sobre ecología, ecologismo y ecologistas
4.- Las luchas por parte de las diferentes
facciones de la burguesía van a determinar
tanto las políticas medioambientales como las
principales fuentes energéticas que consumiremos, no se puede creer que sin plantar batalla al
capitalismo podremos modiicar ni las políticas
ni el uso de las fuentes de energía.
5.- El reciclaje está acorde con el sistema
capitalista, no rompe con la lógica de comprarusar-tirar. Incorporar el reciclaje como parte
de nuestra vida diaria rompiendo con la lógica
anterior podría ser el principio de un planteamiento ecologista auténtico y más si se hace
desde prácticas colectivas.
6.- Los problemas medioambientales
empeoran las condiciones de vida del pueblo.
7.- Hay un vínculo entre los problemas
ambientales y el modo de producción capitalista,
es decir, la explotación del pueblo, que no ha
sido tratado en este artículo.
Notas.
1.- Schneider, E.D y Sagan, D. (2009) La
termodinámica de la vida. Tusquets Editores, S.A.
Barcelona, España.
2.- Ibid.
3.- Castro Díez, Y., Gámiz Fortis, S.R., y Esteban
Parra, M.J. (2010) La geoestrategia del clima. Revista
de Defensa. Año 23, nº 266-septiembre. Ministerio
de Defensa. España.
4.- Giddens, A. (2010) La política del cambio
climático. Alianza Editorial, S.A. Madrid, España.
5.- Ibid.
6.- Lovelock, J. (2011) La Tierra se agota. Editorial
Planeta, S.A. Barcelona, España.
7.- Cuarto informe IPCC
8.- Segundo informe IPCC
9.- Salas, J. (26 de septiembre de 2010) Aznar
elabora un atlas para sacar tajada del calentamiento.
Elpublico.es.
10.- La supericie inscrita destinada a la Agricultura Ecológica en España aumenta un 11,76 por ciento y
alcanza la cifra de 1.845.039 hectáreas (http://www.
lamoncloa.gob.es/ServiciosdePrensa/NotasPrensa/
MinisterioAgriculturaAlimentacionMedioAmbiente/2012/180912_AgriculturaEcologica.htm)
11.- España es el primer productor de agricultura ecológica en Europa (10 de noviembre de 2012):
http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/espana-primer-pais-productor-agricultura-ecologicaeuropa/1575963/
12.- Grasa, Carmen. La cocina en tiempos de
crisis. (29 de junio de 2012) lavanguardia.com
13.- Valentín Berrocal mantiene que
esta decisión de Angela Merkel se debe
fundamentalmente a desmantelar las centrales
nucleares porque son un peligro muy grande en
el caso de entrar en guerra, debido a la crisis de
sobreproducción que estamos teniendo.
14.- Estos movimientos antinucleares llegaron
a tener el grito de «ETA matalos». En 1981 ETAm
asesina al ingeniero José María Ryan por haber
sido «encontrado culpable de ser coautor en grado
máximo de las decisiones y ejecutorias llevadas
a cabo por Iberduero, SA, en la central nuclear de
Lemóniz» (Elpais.es, 7 de febero de 1981).
15.- La energía nuclear en España, 30 de enero
de 2010, RNE (http://www.rtve.es/alacarta/audios/
documentos-rne/documentos-rne-historia-energianuclear-espana-30-01-10/680887/)
16.- Goleman, D. (2009) Inteligencia ecológica.
Editorial Kairos, S.A. Barcelona, España.
17.- La plataforma agrupa a las fundaciones
Ecopilas, Ecoimática, Tragamóvil y Ecosasimelec.
18.- Ñúñez-Villaveirán, L. Reciclaje también en
crisis. elmundo.es (8 de mayo de 2012)
19.- Temor en Occidente a la restricción china de
tierras raras para la alta tecnología. (13 de marzo
de 2012). elmundo.es (http://www.elmundo.es/
elmundo/2012/03/13/economia/1331663012.html).
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