LOS ESPACIOS CINEMATOGRÁFICOS EN LA LAGUNA
HASTA LA GUERRA CIVIL: PLAZAS, TEATROS Y CINES
Este trabajo aborda el estudio de un aspecto fundamental de la infraestructura cinematográfica en la ciudad de La Laguna, precisamente
el de sus lugares de exhibición desde la llegada del nuevo arte hasta la
Guerra Civil, periodo de creciente intensidad y afianzamiento de la industria del cine en todas las Islas y, por lo tanto, de gran interés para la
historiografía contemporánea por abarcar años tan determinantes. Por lo
general, se han estudiado estos temas contemplando únicamente las grandes ciudades, como Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria l . La Laguna de fines del siglo XIX y principios del xx, sin embargo, ofrece la particularidad de ser una ciudad que no se resigna a
perder su importancia, liderada por una aristocracia y una burguesía
fuertes, conformadoras de una élite cultural que mantiene como señas
de identidad el antiguo esplendor de la ciudad y las más antiguas instituciones docentes de Canarias.
La sociedad lagunera, de "vida lenta, conventual y señorial, de tertulias caseras o monjiles, de fiestas de calendario, de siestas y de pasatiempo, en que se aguzan todas las pequeñas pasiones, y entre ellas la
vanidad y la celotipia" 2, se realizaba asimismo en una cultura del espectáculo, básicamente decimonónica, sostenida en las llamadas Fiestas
de Arte, las representaciones teatrales y actuaciones musicales de carácter
culto, y en las más populares riñas de gallos, lucha canaria o números
circenses. Éstas resultaban más abundantes, mientras que las representaciones teatrales y los conciertos, debido a la inexistencia de un empresario local de espectáculos y a la falta de un teatro adecuado, se
producían con bastante menos frecuencia, por lo que se trataba de lle-
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nar este vacío con las llamadas Fiestas de Arte organizadas por las diferentes sociedades locales, con personalidades de la cultura y la música de La Laguna. Esta escasez de espectáculos, que sume en la monotonía la vida de la ciudad, especialmente en la estación invernal 3,
comienza a desaparecer con la, por lo que sabemos, tardía llegada del
cine y los espectáulos a él ligados en sus primeros años de andadura.
Mientras en Santa Cruz de Tenerife, el palmero Miguel Brito Rodríguez
había introducido el cinematógrafo en 1898 4, un año después de presentar el Kinetoscopio de Edison iniciando las esporádicas, pero continuas, aparciciones del novedoso espectáculo, en La Laguna no tenemos constancia de una primera exhibición hasta 1906 6 , aunque es lógico
pensar en anteriores apariciones del cine dada la cercanía de Santa Cruz
de Tenerife, adonde llegaba un relativamente abundante número de empresarios peninsulares que debían rentabilizar sus desplazamientos exhibiendo sus películas el mayor número de veces y en el mayor número
de lugares posible. Pero es a partir de la entrada de varios empresarios
canarios ' en el incipiente negocio de la exhibición cinematográfica, y
del espectáculo en general, cuando poco a poco, a lo largo de la primera década del siglo xx, el cinematógrafo trata de hacerse con un lugar
en el tiempo de ocio de los laguneros, hasta que en 1914, con la primera instalación de una sala fija, logra enquistarse definitivamente en esta
sociedad y constituir desde 1918 el espectáculo favorito del público *.
A partir de este momento la evolución de la industria cinematográfica
en la ciudad va en continuo aumento, comenzando a extenderse la apertura de salas por barrios y pueblos del término municipal (La Cuesta,
Tejina) y apareciendo, a finales de los 20, el tercer cine de la ciudad.
También las películas se pudieron ver en otros espacios urbanos, sean
privados (Casino, Cuartel del Cristo) o públicos (plazas y paseos). En
los años 30, el cine toma un protagonismo aún mayor con la incorporación del sonido, que, en primer lugar, se instala en el Teatro Leal en
agosto de 1931. El resto de salas del municipio se van incorporando al
nuevo sistema entre 1932 y 1933, y en 1936 lo hace Cinelandia de La
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La proliferación del nuevo espectáculo, desde los primeros años del
siglo, trae aparejado un alto índice de siniestralidad por la fácil combustión de las primitivas cintas. La abundancia de incendios en las salas cinematográficas por todo el país (recuérdese el incendio del Circo
Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria en 1908), que crea una cierta
psicosis entre ei púbiico iieva ai Gobierno a promuigar numerosas disposiciones para regular la seguridad y el régimen de exhibición. El antiguo Reglamento de 1886, sobre espectáculos públicos, no servía para
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garantizar la seguridad de los cinematógrafos, dada la inexistencia de
estos en el momento de la promulgación del citado Reglamento, por lo
que se trató de completar con una Real Orden, en 1908, sobre las cabinas de proyección, que se reveló totalmente ineficaz 'O La nulidad del
anterior Reglamento hizo que fuera sustituido por otro en 1913 " que
contemplara las peculiaridades y riesgos del cinematógrafo introduciendo medidas más adecuadas, no sólo para la cabina de proyección sino
para el resto del local (características de las salas, materiales incombustible~,puertas de acceso amplias, etc.). Aun así, todo este periodo estuvo salpicado de leyes y decretos desarrollando y mejorando esta reglamentación 12, atendiendo también a los aspectos sanitarios y la protección
a la infancia 13. Finalmente, en 1935, se aprueba un nuevo y más completo Reglamento que permanece vigente hasta 1982.
Aunque en La Laguna solo hubo conatos de algún siniestro, sus cines debieron adecuarse a las sucesivas normativas estatales: y a numerosas disposiciones provinciales 14, y locales, como las Ordenanzas Municipales de 1923 l5 que contemplaban entre sus artículos a las salas de
cine, y que ejercían así un mayor control sobre el cumplimiento de los
requisitos legales para la construcción y condiciones higiénicas de nuevos locales y las reformas exigidas a los existentes 16.
LA PRIMERA SALA: EL TEATRO VIANA
Situado en la lagunera calle de Juan de Vera, el Circo, Gallera,
Teatro, Salón o Parque Viana, nombres con los que se le denominó a
lo largo de su existencia, fue construído para gallera en 1887 por un
grupo de socios, siendo adquirido por Francisco Padilla Morales y adaptado para teatro en 1894 17. Al parecer, expedientes y planos de su construcción y posteriores remodelaciones han desaparecido, aunque sabemos
que era un local de reducidas dimensiones, de fachada sencilla,
con planta entre circular y elíptica 18, "en uno de cuyos lados se acopló
ei escenario, y en ei resto ios paicos, en ei centro se pusieron las butacas, que eran fácilmente retirables para despejar el lugar donde se
daban las riñas de gallos o las luchadas. Poseía [en el centro de su
tejado] una claraboya con cristales que permitía el fácil acceso de la
luz, rematada al exterior por un cupulín" 19. Su modestia no logró colmar la vieja aspiración lagunera de tener un coliseo a la altura del
abolengo de la ciudad y capaz de albergar importantes producciones
teatrales 20, de modo que en sus comienzos, entre otros usos no relacionados con los espectáculos 2 1 , su actividad se limitaba a las tradicio-
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nales riñas de gallos y luchadas, o en menor medida a las zarzuelas,
circos y Fiestas de Arte.
Su propietario, a la sazón rematador de impuestos del Ayuntamiento lagunero y hombre ajeno al mundo del espectáculo, alquilaba el local a las compañías que llegaban de la Península o a sociedades locales
que organizaban diferentes actividades. Con la inauguración en el Teatro Viana de The Imperial Bioscope, el 1 de abril de 1906, se inicia un
continuo desfile de cinematógrafos, cuyos empresarios arrendaban el
local por varias semanas para sus proyecciones y seguían luego hacia
el Puerto de la Cruz y La Orotava. Este modelo de gestión, en el que
Francisco Padilla no traía a las empresas de espectáculos, sino que eran
éstas las que acudían a solicitar el Teatro, se prolongará hasta finales
de1908, en que el "Viana" será conducido por Sixto Cabrera. La primera medida del nuevo empresario fue acometer una serie de reformas
en el iocai, como ei arregio de butacas, ventanas, tejado, mejora de ia
iluminación, etc. 22, ya que su condición de local multiusos, que acogía a todo tipo de espectáculos y públicos, con constantes modificaciones en la disposición de sus butacas y decoración, suponía un
auténtico desgaste para su infraestructura, que necesitaba renovarse cada
poco tiempo. Sixto Cabrera, cuya gestión no varió en exceso la oferta
de espectáculos que había habido hasta su llegada, abandona el Teatro a mediados de 1909, volviendo el "Viana" a manos de su propietarío, quien lo reabre con una compañía de zarzuela en noviembre de ese
mismo año 23.
Tras un periodo de casi dos años, en los que el cine, los conciertos
y los bailes organizados por las diferentes asociaciones laguneras predominaban sobre cualquier otro espectáculo, el Teatro Viana cambia de
titularidad en beneficio de Dolores Padilla, hermana del propietario antenor. Dolores Padilla trata, en un primer momento, de relanzar su pequeño coliseo como lugar apropiado para las representaciones teatrales,
atendiendo a los deseos de la élite cultural lagunera que le concedía al
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As;, eii eiieio de 1911, 1iZi ------Viana encarga siete nuevos decorados 24 que sirvieran de fondo a Ias
funciones de teatro que se pretendía dar, pero no atiende a las verdaderas carencias del local, que evidencia la necesidad de reformas en profundidad tanto en lo que se refiere a seguridad e higiene, por lo que
recibe continuas críticas de la prensa 2 5 , como a infraestructuras: "[ ...]
la nota cómica la dan las sillas del teatro: desvencqadas van poco a poco
pasando al mundo de los chismes viejos e inútiles, aunque la mayor parte
de ellas ya son inservibles. Al propietario del Viana corresponde renovar la existencia de butacas, pues de lo contrario éstas acaban como
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acabó el gallinero (porque no llamamos gallinero a las tres tablas sueltas colocadas en unas burras)" informa El Periódico Lagunero del 7 de
enero de 1914.
No es hasta principios de 1914 cuando Dolores Padilla, junto con la
empresa que explota el Teatro 26, decide acometer obras de mayor
envergadura, obligada por el recientemente promulgado Reglamento de
espectáculos, incluyendo una galería alta y un palco de honor ", mejorando las condiciones generales del pequeño coliseo y adecuándolo para
dar en él exhibiciones cinematográficas de forma permanente 28. Para
estas obras no se solicitó permiso alguno al Ayuntamiento, provocando
la reacción de un concejal que pidió al Alcalde que no permitiera la
reapertura del local hasta que fuera inspeccionado por "persona facultativa'' 29. Este hecho no tuvo consecuencias ulteriores y tras la petición
de Dolores Padilla de la licencia de apertura, el 25 de junio 30, esa misma noche se inaugura con cine y variedades 3 1 .
A partir de ect~hre,en qiie se diwelve !a sociedad 32, comienza una
larga lista de empresas cinematográficas que toman este local en explotación, lo cual nos hace pensar que el cine comienza a ganarse el interés del público, pero no resultaba aún un negocio muy rentable, especialmente si había que pagar un alquiler por el local de exhibición.
Ramón Baudet, empresario del Parque Recreativo de Santa Cruz, da
cesiones de cine en 1914 y 1915 33, pero ante la desmesurada superioridad del recien inaugurado Teatro Leal, cede el arriendo del "Viana", y
una nueva empresa se hace cargo del mismo, como refleja La Infomzación del 20 de junio de 1916: "Se nos dice que una nueva empresa está
en negociaciones para el arriendo del Parque Viana, en cuyo local se
darán también espectáculÓs muy en breve". Casi un año después nos
encontramos con la disolución de esta empresa y la creación de una
nueva por los comerciantes laguneros Cándido Nuñez Fuentes y Luis
Medina Izquierdo, quienes reforman el Teatro reinaugurándolo en mayo
de 1917 34. Tras un corto periodo, en el que predominaba la lucha canaria y las proyecciones cinematográficas eran escasas, el periódico La
Verdad del 24 de agosto de 1917 nos informa que "El próximo lunes se
abrirá de nuevo ai püoiico ei iindo coiiseo de ia caik juañ de Vera,
haciéndose cargo del mismo la empresa que lo tuvo en amendo hace
algunos años y que tan buenos espectáculos nos ofreció", sin embargo
no abrió de nuevo sus puertas hasta el día 1 de octubre 35. Finalmente,
en junio de 1918, la boyante empresa del Teatro Leal toma en arriendo
el "Viana" 36 con la clara intención de elimina la poca competencia que
éste pudiera hacerie en manos de otra empresa fuerte como ia mencionada de Ramón Baudet. Es así que a partir de ahora en el Teatro de
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Juan de Vera sólo se volverán a ver riñas de gallos y luchadas, salvo
en febrero y marzo de 1921 que por obras de decoración del Teatro Leal
se dan funciones de cine 37, hasta su cierre defitivo, como sala de cine,
poco tiempo después.
LAS PROYECCIONES AL AIRE LIBRE
La estación veraniega era la época del año con mayor vida en La
Laguna, con el comienzo de los "paseos" en la Alameda del Adelantado y, sobre todo, con la llegada de numerosas familias que desde Santa
Cruz se desplazaban para pasar el verano en la menos calurosa ciudad
lagunera. Por ello los empresarios de espectáculos solían preferir esta
época para llevar sus funciones al Teatro Viana, único lugar que ofrecía, hasta finales de 1915, las condiciones mínimas necesarias. Pero en
junio de 1909 se anuncia en la prensa la instalación de un Parque Recreativo, especie de parque de atracciones que supone el primer cine al
aire libre datado en La Laguna, en las proximidades de la plaza de San
Francisco (actualmente del Cristo): "En la Huerta de los pinos, al extremo de la calle de Nava Grimón, inmediato a la Plaza de San Francisco,
se están haciendo grandes preparativos para convertir aquella bellísima
posesión en ameno sitio de recreo para el público durante la estación
veraniega que se avecina. Compañía de zarzuela, cinematógrafo,
cupletistas y danzenzes [sic], excentricidades, conciertos, montaña rusa,
tiros a pichón y al blanco y otros espectáculos variados de todas clases,
serán los atractivos que, en unión de un buen bar y restaurant, congregarán en aquel delicioso sitio al público de La Laguna y colonia veraniega, en las tardes y noches estivales7' 38. La inauguración de esta nueva atracción, inédita en La Laguna, tras aplazarse tres días por el mal
tiempo, se produce finalmente el día 16 con bastante concurrencia, pero
hasta el día 27 de ese mes de junio no se estrena "con gran lucimiento"
el Cinematógrafo Ibérico "que actuará en este parque durante la estación estival" 39. Este cine, que lógicamente se había instalado al aire libre y tenia e! misme c&cte: nSmüda qUe !u mayoria en esos momentos, es sustituído por otro a mediados de septiembre 40, cercano ya el
momento en que suponemos que cerraría sus puertas, dado que dejan
de aparecer noticias en la prensa de esta experiencia, que no se volvió
a repetir.
Tal como ocurre con el periodo estival, durante las fiestas del Cristo
la uha:ida(j y coligiega a iiüriieiosvs
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forasteros, atrayendo también espectáculos cinematográficos al aire libre,
Los espacios cinematográficos en ~a Laguna...
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muchas veces gratuitos, en las plaza del Adelantado y del Cristo o Paseo de la Universidad (actual Camino Largo). Estas exhibiciones fueron,
muy probablemente, debidas al pionero Miguel Brito, que desde 1910
recom'a los pueblos en fiestas con su cinematógrafo 4'. En las fiestas del
Cristo de 1912 encontramos por primera vez este tipo de espectáculos,
formando parte de las atracciones que se ofrecían: el día 14, a las 21 horas
habrá "verbena y música en la plaza de San Francisco, magníficamente
decorada y alumbrada, y exhibiciones cinematográficas gratuitas y al aire
libre", reza el programa de dichas fiestas. Tras esta primera ocasión, la
experiencia se repite en años sucesivos: El 6 de septiembre de 1913 habrá, entre otras atracciones, cinematógrafo en el Paseo de la Universidad 42. De igual manera se anuncia en El Periódico Lagunero del 8 de
septiembre de 1914, en las fiestas del Cristo, habrá cine al aire libre en
la Plaza de San Francisco a partir de las 20:30 horas del día 14. Al año
siguiente, 1915, se programan exhibiciones cinematográficas al aire libre
Uuraiiíe ias fiestas dei Corpus: ei aía 3 de junio "habrá iiuminaciones,
música, fuegos artificiales y cinematógrafo", según leemos en el programa de las fiestas del Corpus publicado por La Información del 28 de
mayo de, que será exhibido en la calle de Obispo Rey Redondo y Plaza
de la Concepción. El mismo programa se nos presenta el 14 de septiembre, día grande de las fiestas del Cristo, según La Información del 2 de
dicho mes: "Verbena, música, concurso de fuegos artificiales y cinematógrafos, en la misma plaza, que lucirá extraordinaria iluminación eléctrica a la veneciana". El citado periódico anuncia para el mismo día del
año siguiente, 1916, que "hoy" en la Plaza de San Francisco habrá "cinematógrafo popular". Esta cadena de citas anuales con el cine al aire
libre sufre una interrupción de cuatro años, puesto que no es hasta las
Fiestas de San Juan Bautista en La Cuesta cuando se produce una nueva
"exhibición de cintas cinematográficas al aire libre" el domingo 4 de julio
de 1920, hecho que se repite al año siguiente con la programación de un
"cinematógrafo popular" 43. Finalmente, como última datación constatada en el periodo estudiado, tenemos las "proyecciones de cinematógrafo" celebradas, durantes los festejos del Cristo lagunero, el jueves 14 de
septiembre de 1922 en el marco de una verbena popular, según vemos
en su programa.
Por otro lado; y como muestra del alcance y difusión que el cine
había alcanzado, desde mediados de la segunda década del siglo se daban funciones de cine, aunque no con carácter público, en el Cuartel del
Cristo los días de la fiesta de la Patrona de infantería.
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EL TEATRO LEAL
Este emblemático edificio, inaugurado a finales de 1915, y construído
a iniciativa del "rico propietario" Antonio Leal Martín, colmó los antiguos deseos de la sociedad lagunera de contar con un coliseo lujoso que
realzara la importancia de la ciudad, lo cual quedaría reflejado en la
petición de un homenaje realizada por el periódico La Información del
10 de febrero de 1916 para Antonio Leal por haber construído el Teatro, petición que es recogida por el Ayuntamiento tomando el acuerdo
de homenajear al "excelente filántropo y entusiasta lagunero" con un
banquete en el teatro, como informa el mismo periódico el día 17 de
marzo de ese año.
El Teatro Leal fue proyectado por el arquitecto granadino Antonio
Pintor, arquitecto municipal de Santa Cruz de Tenerife, que contaba ya
entre su producción, mayontariamente ecléctica, con el Pabellón Recreativo (posteriormente Salón Novedades) y el Parque Recreativo, ambos
en Santa Cruz de Tenerife. Pintor realiza los planos en 1912, firmándolos el 20 de julio de ese año ". Situado en la calle Obispo Rey Redondo, su fachada ecléctica, de dos plantas al exterior, se divide en tres
cuerpos, los laterales rematados por torreones y el central con tres puertas
en arco de medio punto en cada planta y recorrido por un balcón a lo
largo de toda la segunda. Tras la fachada se halla un vestíbulo que conduce directamente al patio de butacas o, a través de escaleras situadas
en sus extremos, a los pisos superiores. En su interior el edificio se eleva cuatro plantas: patio de butacas y plateas en la primera, palcos en la
segunda, anfiteatro en la tercera y paraíso en la cuarta. Su planta, en
forma de herradura, presenta el grave inconveniente de impedir un adecuada visibilidad en determinadas localidades laterales. A ambos lados
del escenario y en tres pisos se abren los camerinos y otras dependencias necesarias para la escena. La decoración interior les fue encargada
Manuel López Ruíz, Botas Ghirlanda y Manuel Verdugo. Bajo el suelo
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el nivel del escenario para los casos que lo requirieran.
Las obras comenzaron el 7 de mayo de 1912 45, antes de que los
planos fueran firmados por Pintor, sufriendo diversos contratiempos,
motivados generalmente por la falta de materiales que tenían que importarse de la península, que retrasan su ejecución y obligan a para los
Lraoajub. Asi, ei if de julio de 1913 El Peribdlco kzgu;zer~,informa de
la revitalización de las obras del Leal tras una temporada de inactividad. En los primero meses de 1914, las obras del nuevo teatro se enA
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LOS
espacios cinematográficos en La Laguna ...
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cuentran avanzadas y a principios de mayo se disponían a colocar la
armadura del techo, elemento que "viene ya ajustado a medidas y construido ad hoc" en el "extranjero" 46. Las expectativas de acabar ese año
se ven truncadas por nuevas demoras, así a principios de 1915 se reciben "desde Sevilla todos los barandajes y antepechos de los palcos7', que
se colocan poco después, y se instala la luz eléctrica 47.
La euforia comienza a crecer ante la inminente finalización de las
obras, como expresa La Información del 7 de mayo: "Muy pronto quedará terminado este templo del arte, cuya construcción no desmerece de
la de los mejores y más modernos coliseos", y dos meses después es
Antonio Leal quien, en un telegrama enviado desde la Península, presiona para que se concluyan las obras cuanto antes 48. Por fin, el 11 de
septiembre, el Alcalde de La Laguna comunica a Juan de la Cruz, hermanastro de Antonio Leal y empresario del local, el permiso para abrir
el Teatro Leal 49, y aún sin terminar las obras se inaugura esa noche, de
forma oficiosa, con ia Fiesta de ias ~espéricies5" en ia que estaban representadas las siete islas. La inauguración oficial se produce el 26 de
octubre con una función teatral, todavía inacabadas las obras como refleja la crónica de la función que incluye La Información del día siguiente: "El local, ya casi concluído, presentaba un sorprendente aspecto.
Creíamos no encontrarnos en nuestra querida Laguna [...]".
Como tantos otros locales del momento, el Leal incorporó las proyecciones cinematográficas desde el principio, convirtiéndose durante
iodos estos años en el cine más importante de la ciudad. La empresa de
Juan de la Cruz, cuyo gerente en este momento era el cineata José
González Rivero, escogió Cabiria para comenzar con sus proyecciones
cinematográficas
espectáculo que empezaba a revelarse como verdaderamente rentable y más fácil de contratar que las funciones teatrales.
Así, se acometen las reformas necesarias para instalar la cabina de proyección, que no se había contemplado inicialmente, sacrificando algunos palcos, y se compran elementos que mejoren la calidad de las proyecciones 52.
El paso del tiempo hace que también este local sufra deterioros, unos
consustanciales al uso y otros por la pérdida de respeto de parte del
público por el edificio más emblemático de la ciudad en el presente siglo.
La empresa se ve en la necesidad de remozar el Teatro y tomar medidas para que no se produzcan más daños en el local que los naturales
por el. uso, como recoge La Información de 29 de octubre de 1915: "[. . .]
la Empresa del Teatro Leal [. ..] a fin de evitar el que se escriban y rayen
las paredes recientemente pintadas y enjalbegadas, ha tenido el buen
acuerdo de nombrar dos policías secretas para pescar a los nenes que
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Enrique Ramírez Guedes
se ocupan en rayar y pintar las paredes [...]". Estas reformas, que podríamos llamar de mantenimiento, especialmente en la decoración, se
producían cada uno o dos años en lo sucesivo, con cortas temporadas
de cierre 53. Pero todas estas mejoras no impiden que se incumpla la
normativa vigente, algo bastante frecuente en los cines laguneros de la
época, y el 6 de febrero de 1928 se recibe en el Ayuntamiento una instancia de José Gómez Rivas para que se respeten las distancias reglamentarias entre las butacas en el Teatro Leal 54, aunque no tenemos constancia de que se corrigiera dicha irregularidad.
El día 3 de agosto de 1931 se produce un acontecimiento importante con la inauguración en el Teatro Leal, y en La Laguna, del cine sonoro con la película El loco cantor para la que se agotaron las entradas, aunque, como en el resto de los cines del país, esta primera
experiencia duró escasamente unas semanas por diversos motivos, reapareciendo de forma más continuada entrado ya 1932.
Y! Teatro Le.!, sz!x~g pqcefizs r ~ f e - 2 ~nY--i i ~fin & ~ t & r ~ an su estructura, permaneció invariable hasta el final del periodo que estudiamos, presentando, en 1936, como características más relevantes un aforo de 870 localidades, 450 de preferencia, 120 en anfiteatros y 300 de
paraíso, daba dos funciones diarias, carecía de bar (en años anteriores
si disponía de uno), su equipo era un Proyector sonoro Western Electric
con Krupp Ernemmann instalado en julio de 1931, y trabajaban en él 2
taquilleros, 2 porteros, 3 acomodadores, 2 limpiadores y 2 operadores
(Manuel Glez. López y Diego Glez. Alvarez) 56.
LA APARICIÓN DE LOS CINES
En la década de los 20, el negocio cinematográfico, que vive años
dorados, comienza a expandirse por los alrededores de la ciudad, que
deja de ser la única del municipio que ofertaba infraestructuras cinematográficas. Se reciben en el Ayuntamiento numerosas solicitudes, de
particulares o sociedades para adecuar espacios existentes o construir
nuevos cines en los barrios y puebios. Entre 1925 y 19% se eoiisiiuyeron cuatro cines, aparte de las licencias que se concedieron para dar cine
al aire libre o construir salas que no se llevaron a cabo. Estos nuevos
locales presentaban, como característica común a casi todos, unas fachadas simples, utilitarias, sin ningún tipo de adorno que les diera cierto
empaque y les ennobleciera, semejándose bastante a los salones de
empaquetado tan en boga en ia época. Este rasgo no resuiia áei iodo
extraño dado que al cinematógrafo no se le reconocía aún, por la élite
as espacios cinematográficos en LU Laguna ...
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cultural, el estatuto de arte que le podía otorgar la dignidad que merecían los recintos teatrales.
El 12 enero de 1925 el comerciante Manuel Hernández González
solicita permiso al Ayuntamiento para construir "un salón" en la carretera de Tejina, solicitud que fue aprobada el 4 de febrero pagándose los
derechos el 12 LOSplanos, sin firmar, muestran una fachada ecléctica,
con profusa decoración, de una planta sobre basamento elevado, con un
cuerpo central retranqueado, tres puertas al frente, al que se accede por
una escalera central, que da paso a una pequeña terraza con balaustradas
a ambos lados y una puerta a cada cuerpo lateral. Los dos cuerpos latera!es, udemás de !as rekridas puertas, presenta:: ier?ta::us u! exmi=: e:
su frente. La planta, rectangular, presenta un vestíbulo que antecede al
salón al que da paso por una puerta central. Este tiene dos puerta como
salidas a sendos pasillos laterales descubiertos. Su inauguración tuvo lugar el domingo 27 de junio de 1926 con un espectáculo musical 5s. Parece obvio que el edificio no fue ideado para cine, puesto que carecía de
cabina de proyección y no respetaba las normas legales en lo referente a
la seguridad del local (salidas, etc.), y es más que probable que fuera, al
menos al principio, un salón de baile, casi única referencia que se tiene
por la prensa de sus actividades, junto con frecuentes sesiones de lucha
canaria. Se desconocen las reformas que debieron practicarse poco tiempo
después para convertirlo en el primer cine del municipio fuera de la ciudad. Su relativa lejanía de la ciudad de La Laguna y el poco interés demostrado por la prensa lagunera hacia el resto del municpio en materia
de espectáculos, así como la ausencia de documentación en el archivo
municipal, impiden un conocimiento profundo de la trayectoria de este
local. Sabemos, en cambio, que, al final del periodo, tenía 450 localidades, 300 de preferencia y 150 de general, y su régimen de exhibición se
limitaba solamente a una función sábados y domingos. La irrupción del
sonoro en 1931 le lleva a incorporar el nuevo sistema, con cierto retraso, instalando un proyector sonoro Ercos Cinaes en junio de 1933 59.
Tras la inauguración, el 5 de julio de 1928 del alumbrado eléctrico
en La Cuesta 60, las posibilidades de instalar un cinematógrafo se ven
424
Enrique Ramírez Guedes
enormemente favorecidas, y no se tardaría mucho en aprovecharlas. El
10 de octubre de ese mismo año Santiago Elías Molina, propietario de
cafés y restaurantes, presenta una instancia, acompañada de los preceptivos planos, en el Ayuntamiento lagunero solicitando autorización para
construir un cine en La Cuesta y para dar funciones al aire libre mientras se tramita su solicitud. El expediente, remitido por el Ayuntamiento al Gobierno civil, recibe de este una negativa el 12 de diciembre por
no ajustarse a la normativa vigente. En junio de 1929, tras hacer las
correcciones impuestas por la legislación, el nuevo cine, ya construído,
recibe por fin la licencia de apertura 6 ' .
El edificio, de corte racionalista, proyectado por Javier Felip Solá,
arquitecto municipal, se instaló en el centro de un solar situado en el
lugar denominado "American-Bar" de La Cuesta. El proyecto describe
la sala como de 30 x 12.25 ms. y capaz para un total 700 espectadores,
400 en butacas (20 filas de 20 asientos partidas por un pasillo central)
y 300 en graderías dispuestas en bancos escalonados y en semicírculo.
La entrada a la sala se realizaba a ambos lados de la pantalla, y la salida por seis puertas laterales que se corresponden con otras seis, que
dan a la calle, en la galería descubierta que rodea toda la sala. Se levanta sobre pilares de hormigón separados 5 metros, que dividen los
muros en 7 tramos, con ventanas alargadas horizontalmente los cinco
centrales, soportando una armadura metálica cubierta de planchas de
amianto, y el piso de entarimado de madera sobre hormigón. La cabina
se halla dentro de la sala incumpliendo las normas en vigencia que disponían que las cabinas debían colocarse fuera de la sala y separada de
ésta por dos muros. Reformas efectuadas con posterioridad, de las que
no hay constancia documental, reducen el aforo a 448 localidades, 198
de preferencia y 250 de general. A lo largo de su andadura, combina la
frecuente celebración de bailes y verbenas con una única proyección los
días laborables y dos los festivos. El sonoro llega a La Cuesta, por medio
de este cine, el 7 de mayo de 1932, cuando estrena un aparato Orpheo
Sincronic, convirtiendose así en el tercer cine de La Laguna en adaptar
su ofcria a ia riuwii conieriie ciiieíriat~grádca62.
Este cine situado frente al Ayuntamiento, en la Plaza del Adelantado, propieciad dei empresario cinematográfico de Santa Cruz de Teiierife
(suyos eran el Roya1 Victoria y el Cinema Victoria de esta ciudad) Luis
Zamorano González, fue construído en 1928. De su construcción y pos-
os espacios cinematográficos
en ~a Laguna ...
425
tenores remodelaciones sólo se conoce la reforma de la puerta de acceso al solar donde se hallaba 6 3 . Mediante esta intervención se cambian
las ventanas circulares que existían en la fachada principal del solar por
otras elípticas, en sentido horizontal, y se coloc? la ventanilla de la taquilla en la que está a la derecha de la puerta. Esta, de cuatro tramos y
dos metros de ancho, está enmarcada por jambas almohadilladas rematadas por una barra metálica trenzada y con forma de arco de medio
punto rebajado. El local, calificado por los que lo conocieron como "un
salón de empaquetado", se instaló en el centro de un solar, alquilado
por Luis Zarnorano, y rodeado de árboles frutales, situándose su cabecera, el muro donde se ubica el telón, a unos diez metros de la fachada
principal que daba a la mencionada plaza. Para entrar en el local había
que bordear el edificio por su lado izquierdo, en cuyo centro se encontraba la única puerta, contraviniendo las leyes sobre seguridad en locales de espectáculos públicos, que establecía un número determinado de
pUer'Las
e! afuru de!
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.&!:Ura, poseía una cubierta compuesta de planchas de hojalata que impedían
oir los diálogos de las películas los días de lluvia 64.
Su inauguración, anunciada por la prensa con cierta expectación, se
produce el día 3 de septiembre de 1928 65 con la película española La
hermana San Sulpicio, y sus desfavorables condiciones no dejaron de
tener duras críticas por parte de la prensa, que lo califica como "una
inmunda barraca, sin comodidad, sin distribución y sin higiene, faltando en todo a lo legislado en materia de locales para espectáculos" 66.
Durante el periodo estudiado no se produjo ninguna modificación que
mejorara sus deficientes condiciones. Inaugura el sonido en marzo 1932,
cuando instala un Proyector sonoro Orpheo Sincronic. Cabe pensar que
sus características fueran muy similares, si no las mismas, que al final
del periodo estudiado, tan solo 7 años después, momento en que disponía de un aforo de 400 localidades, todas de preferencia, y su programación consistía en dos funciones diarias y tres los festivos 67.
En enero de 1936, el fotógrafo y comerciante Julián Laserna
Hernández, quien desde el año anterior daba funciones de cine al aire
libre con el nombre de Cinelandia 68, termina la construcción, en La
Cuesta, del nuevo Cine-casino Cinelandia, "el primero en su categoría
[...] tanto por las condiciones que reúne como por su adorno y decoración" 69. Pero, a pesar de que la inauguración el día 1 de febrero se anun-
426
Enrique Ramírez Guedes
cia a bombo y platillo en la prensa 'O, el proyecto no se presenta para la
preceptiva aprobación del Ayuntamiento hasta agosto 7 ' . El proyecto tuvo
un coste de unas 200.000 pestas 72, y SUS similitudes con el del Cine Park
diseñado por el arquitecto municipal Javier Felip, nos inducen a pensar
en la misma autoría. Los planos presentan una planta rectangular que
se prolonga por uno de sus extremos con un jardín de forma irregular.
La entrada por un lateral da a las taquillas y al vestíbulo, que tiene
galerías altas a ambos lados a modo de balcones interiores, y desde el
que se accede a la sala por una puerta situada a la derecha de la pantalla, por estar reglamentado así, y en rampa, ya que las escaleras estaban
prohibidas en los accesos. Paralela a la sala, por su lado derecho, hay
una "galería de espera" conectada a la sala por tres puertas, que se corresponden en el lado izquierdo con las puertas de salida a la calle. La
sala se divide en dos niveles, casi sin diferencia, con 334 butacas en 19
filas, separadas por un pasillo central, en el patio y 7 filas de gradas en
forma sernicircular, también separadas por el mismo pasillo, en el nivel
más alto. La cabina, con acceso sólo desde la calle, está aislada de la
sala por un muro doble. La mayor peculiaridad de este local es la presencia de una enfermería, cosa que no es obligatoria. Es este local el
más respetuoso con la normativa vigente de todos los existentes en La
Laguna hasta ese momento. Cinelandia programa una función diaria y
dos los festivos con un proyector sonoro Philips adquirido en febrero
de 1936 para el primitivo cine al aire libre, y puso en práctica un novedoso y efectivo sistema para captar clientes, facilitándoles el transporte
desde Santa Cmz en guaguas contratadas por la empresa. Estas guaguas
hacían el recorrido desde la plaza de la República, con salida todas las
noches a las 21:15 horas, hasta el cine, y regresaban al mismo lugar diez
minutos después del espectáculo por un precio de 1,50 pesetas, incluyendo la entrada 73.
OTROS INTENTOS
TumSér,hUbGer, este peri&G =tras iniciatiras par:, iEsta!= fiurxj=s
cinematógrafos que llegaron o no a cuajar, y de los que apenas se tiene
más referencias que una breve reseña en la prensa o el testimonio de
un oficio notificando la concesión de un permiso para llevar a cabo unas
obras que en muchos casos nunca se realizarían. Así tenemos como en
el periódico lagunero La Verdad del 3 de junio de 1918 se nos da la
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Nos referimos a un teatro que con tal nombre se acaba de abrir al pú-
os espacios cinematográficos
en ~a Laguna ...
427
blico en La Cuesta". Es esta la única referencia en toda la prensa
lagunera a este local, del que no se tiene constancia en el archivo municipal, y que probablemente diera funciones de cine, dado el frecuente
aprovechamiento de estos locales como salas multiusos y la inexistencia de un cinematógrafo en este populoso barrio de La Laguna. Esta
misma ausencia de documentación es la que se produce en tomo a la
noticia dada por Gaceta de Tenerife el 13 de diciembre de 1925 de que
se había solicitado autorización al Gobierno civil "para construir un local en La Cuesta para dar en él sesiones de cine y probablemente de
varietés", diciéndonos además que "el edificio será construido en breve". Este local nunca llegó a construirse, y fruto de ello son los repetidos intentos frustrados de dotar a esta barrio de un local para este tipo
de espectáculos, como nos indican la solicitud de Manuel Bello Pérez,
de 17 de diciembre de 1927, para instalar de forma provisional un cinematógrafo en la Villa de Arguijón (La Cuesta) 14; O el oficio del Gobierno civii autorizando a Francisco Ramos Rociríguez para instaiar un
cinematógrafo en La Cuesta el 14 de diciembre de 1928 75. Sí llegó a
buen fin, en cambio, la iniciativa del Casino de La Laguna de instalar
un cinematógrafo en uno de los salones de su edificio, cito en la calle
Herradores esquina a la de la Carrera, construído en 1913 por Mariano
Estanga j6. Tras realizar todas las reformas y adecuaciones que establecía la reglamentación, como consta en el correspondiente expediente j 7 ,
recibe el permiso de apertura del Ayuntamiento, pero dado el carácter
privado del nuevo cinematógrafo toda la información sobre el mismo
queda reducida a la que proporciona el citado expediente.
Por último, y ya en la etapa sonora, se produce el único intento infructuoso del que temos noticia en los años 30, cuando el comerciante
Cándido 'Nuñez Fuentes, antiguo empresario del Teatro Viana, presenta
en el Ayuntamiento de La Laguna una solicitud "para celebrar espectáculos, especialmente de cine, para lo que posee los aparatos necesarios,
en un local alquilado en el barrio de Perera en Punta del Hidalgo7'j 8 .
Resulta paradójico que en momentos en que el cine cobra mayor
relevancia como negocio, al tiempo que se convierte en el mayor espectáculo de masas con la incorporación del sonido en 1931, no se produjeran más salas específicamente cinematográficas, reduciéndose a la
construcción del reseñado Cinelandia, último cine de la etapa republicana y primero del largo periodo franquista, cuya aparición cierra una
época de verdadera efervescencia del "arte nuevo" en La Laguna, que,
tras el paréntesis de la Guerra Civil, volverá a reverdecer en los años
cuarenta y cincuenta con la apertura de numerosas salas en todo el
municipio.
Enrique Ramírez Guedes
NOTAS
l. Existe un estudio, más general y que abarca toda la isla de Tenerife, de Alvaro
Ruiz Rodríguez, titulado El Templo Oscuro. La Arquitectura del Cinematógrafo en
Tenenfe, 1897-1992. Consejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, Santa cruz
de Tenerife, 1993. Ci cabo de Las Paimas de Gran Canaria es iraiacio por Fernando
Betancor Pérez en «El espectáculo cinematográfico en Las Palmas de Gran Canaria en
la década de 1920», XI Coloquio de Historia Canario-Americana. Casa de Colón, Las
Palmas de Gran Canaria, 1994, y más amplia y detalladamente en La arquitectura de
las sombras: El mundo del cinematógrafo en Las Palmas de Gran Canaria (1864-1996),
Memoria de Licenciatura, Departamento de Arte, Ciudad y Territorio, Universidad de
Las Palmas de Gran Canaria, 1996.
2. Miguel de Unamuno, Artículos sobre Canarias. La Laguna de Tenerife. Edición,
introducción y notas de Francisco Navarro Artiles. Cabildo Insular de Fuerteventura,
Puerto del Rosario, 1980.
3. «Nada más triste que La Laguna en la temporada que se acerca; a ello contribuye en primer lugar la falta de espectáculos que en todas las ciudades existen, para expansión y solaz de sus habitantes*. La Luz, La Laguna, 15/X/1899.
4. Agradecen a Miguel Brito la invitación para asistir a la inauguración «del
sinematógrafo [sic] Lumiére, expuesto por dicho Sr. en la planta baja del Círculo Mercantil de Santa Cruz y que es digno de visitarse por la gran novedad que reviste?. Heraldo de Canarias, La Laguna, 17/Ii/1898.
5. «Se halla en Santa Cruz D. Miguel Brito Rodríguez exponiendo al público el
Kinetoscopio, último invento de Edisson y por medio de cuyo aparato se ven escenas al
natural copiadas por fotografías)). Heraldo de Canarias, La Laguna, 13/IV/1897.
6. «Anoche se inuguró en el Teatro Viana de esta ciudad el hermoso Cinematógrafo, The Imperial Bioscope r...] Cuenta también la empresa con un magnífico
Orquestrófono que además de ser un suntuoso mueble actuan en él ochenta instrumentos, ejecutando piezas de grande armonía y afinación». Noticiero Canario, La Laguna,
2/iVI1906.
7. Llegan de la península los artistas para la compañía de variedades contratados
por el «empresario del Cinematógrafo Pathe, Sr. Velázquez [ . . . ] D . La Laguna, La Laguna, 13NIIU1907. El 27 llegará la compañía contratada por el Sr. Zamorano con «un perfeccionado cinematógrafo, con hermosas vistas desconocidas en Tenerifen. La Laguna,
La Laguna, 25/X/1907. «Procedente de la península a donde fue para adquirir nuevas
películas para el cinematógrafo de su propiedad, que con tanto éxito fue expuesto en el
LOS
espacios cinematográficos en LA Laguna ...
429
teatro Viana, llegó en el vapor Villaverde nuestro amigo el Sr. Mesa». El Pueblo Canario, La Laguna, 29lIVl1909.
8. «Peliculerías. El arte cinematográfico cuenta hoy en esta población con un muy
crecido número de admiradores, pudiéndose decir que el cine ha llegado a interesar de
tal suerte, que es ya distracción predilecta del público la proyección de buenas películas. A que se despierte esta afición ha dado lugar el buen deseo de los respectivos empresarios del Leal y el Viana, quienes se desvivien por ofrecer cintas escogidas, a precios que están al alcance de todos». La Información, La Laguna, 16lIU1918.
9. Catástrofe en castellón por una falsa alarma en un cine. La Información, La Laguna, 19 y 30iXU1918.
10. «Ochenta carbonizados en un cine». El Periódico lagunero, La Laguna,
5lVI11912.
11. Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos de 19lXl1913.
12. «Gobierno Civil. Cierre de cines. El ministros de la Gobernación mandó un telegrama al Gobernador Civil para que el 9 de mayo se compruebe si los cines han cumplido la Real orden de 5íX111927 que concedió un plazo de seis meses para que los cines
dotaran a sus proyectores «de un aparato previsor de incendios [...] de los ensayados
por la Dirección General de Seguridad y aprobados por Real Orden de 3111, 1, 2 y 311111
y 1 y 4/IV». Las Noticias, La Laguna, 5lV128.
13. Se ha dictado «una Real Orden reglamentando la higiene de los espectáculos
cinematográficos, y prohibiendo la asistencia de niños menores de diez años que no vayan acompañados de sus padres o personas mayores». La Información, La Laguna,
27/IVI1918.
14. «Se ha hecho público que en breve convocará el Gobernador civil a la Junta
de Espectáculos, para adoptar acuerdos sobre la situación de los teatros y cines de esta
provincia, exigiéndoseles rigurosamente el cumplimiento de todas las disposiciones legales para su funcionamienton. Las Noticias, La Laguna, 27/IX/28.
15. Ordenanzas Municipales de la M. N. y M. L. Ciudad de San Cristóbal de La
Laguna en esta isla de Tenerife. Aprobadas en sesión del Ayuntamiento el 16lIVl1921,
y por el Gobierno civil el 8lU1923. Archivo Municipal de La Laguna (AMLL). Sin signatura.
16. Oficio de 3Nl1929 del Gobierno civil notificando que ha terminado el plazo para
la ejecución de reformas necesarias en los teatros estipuladas en el Boletín Oficial de la
Provincia n." 128 de 241x11928. AMLL. Oficios de entrada de 1929. Sin signatura.
17. «Espectáculos públicos. Teatro». El Siglo xx, La Laguna, 23íXU1900. Fue decorado por el pintor Ubaldo Bordanova, quien también lo había hecho en la Catedral.
Heraldo de Canarias, La Laguna, 12NU1897.
18. Información suministrada por don Tomás Morales, a quien agradecemos los datos aportados sobre los primeros cines de La Laguna.
19. Carmen Julia Hernádez Hernández, La Laguna: Sociedad y cultura en el último cuarto del S. XIX, Memoria de Licenciatura; Departamento de Historia; Universidad
de La Laguna, 1986.
20. «[ ...] El Viana lo encontramos muy bien para la celebración de funciones de
cine, para circo de gallos y de lucha, pero no para que en él grandes compañías de ópera
y drama den representaciones». La Información, La Laguna, 6/IU1915.
21. Francisco Padilla le cede el Teatro al Ateneo de La Laguna, a cambio de que
pague «la prima del seguro» del Teatro Viana, para «que celebre sus sesiones ordinarias y extraordinarias». Noticiero Canario, La Laguna, 17lIV11905.
22. «El dueño del Viana Sr. Padilla se propone realizar algunas importantes innovaciones [...] la composición de las butacas y el arreglo de las ventanas altas. Estas re-
430
Enrique Ramírez Guedes
formas se deben principalmente al Sr. Sixto Cabrera, encargado del teatro, y que tiene
el propósito de continuar introduciendo mejoras*. El Pueblo Canario, La Laguna,
21/X/1908. «El nuevo arrendatario del Teatro D. Sixto Cabrera ha introducido muchas
mejoras [...] haciendo desaparecer por completo la suciedad y roturas que tanto le afeaban. Ha compuesto las butacas [...] y el tejado, las vidrieras [...]». El Pueblo Canario,
La laguna, 5/XU1908. Sixto Cabrera va a mejorar, entre otras cosas, la iluminación del
Viana. El Pueblo Canario, La Laguna, 2lXIU1908.
23. El Pueblo Canario, La Laguna, 13/XI11909.
24. El Pueblo Canario, La Laguna, 28/1/1911.
25. Se critican las malas condicones higiénicas del Teatro Viana. El Periódico, La
Laguna, 19B(/1911.
26. «[...] La nueva empresa [...] ha colocado el 'Viana' en condiciones magníficas
[...IDEl Periódico Lagunero, La Laguna, 26NU1914.
27. Dolores Padilla, en escrito del 14lIV1914, pone a disposición del Ayuntamiento «para siempre» el palco de la presidencia de su teatro, pues su presencia «ha de dar
mucho realce y esplendor a los espectáculos que se celebren en el Teatro Viana de mi
propiedad». AMLL. Registro de entradas de 1914. Sin signatura.
28. Ha llegado el «nuevo aparato cinematográfico» del Teatro Viana. Es alemán
de la marca Imperator y su objetivo es Enerman, aunque tiene «otro para vistas fijas y
anuncios». «¿a Empresa ha traído ei teión especiai para ias proyecciones» y «máquinas
necesarias para el pegue de películas y desenrrollo de las mismas, timbres, teléfono,
carteles de anuncios, etc ... Probablemente, a principios del entrante mes se verificarán
las pruebas [...]». El Periódico Lagunero, La Laguna, 28lIV114.
29. AMLL. Libro de Actas de 1914. Sesión del 6lV11914.
30. AMLL. Solicitud de Dolores Padilla de la licencia de apertura del recién reformado Teatro Viana. 25/VV 1914. Sin signatura.
31. «Cine y varietés. De nuevo se han vuelto a reanudar en nuestro coliseo de la
calle Juan de Vera, las secciones de cine y varietés [...]» El Periódico Lagunero, La
Laguna, 26NV1914.
32. La empresa del Viana se ha disuelto y el propietario [debe ser Dolores Padilla]
ha constituido otra. El Periódico Lagunero, La Laguna, 5/X/14.
33. Las empresas de Baudet, Parque Recreativo y Salón Novedades, aparecen exhibiendo películas en los carteles del Teatro Viana en 1914 y 1915. AMLL. Fondo
Ossuna. Carteles de cine y teatro. Sin signatura.
34. «Se ha disuelto la empresa que tenía en arriendo el Parque Viana, por la ausencia de uno de sus socios. Otra nueva empresa, integrada por Luis Medina Izquierdo
y Cándido Nuñez Fuentes, se ha encargado del Coliseo». La Información, La laguna,
28/1V/l917. «Salón Viana. Es muy probable que mañana o pasado se verifique en el
coliseo, recientemente reformado interiormente, una función [...] de películas [...ID Se
reabre el día 16. La Información, La Laguna, 10/V/1917.
35. «Parque Vianan. La Información, 211011917.
36. «Estos días se ha hecho pública la noticia de que por la Empresa del Teatro
Leal se ha tomado en arriendo el Parque Viana, en el cual se darán también funciones
de cine, aunque sólo algunas tardes, y seguirán celebrándo luchadas, riñas de gallos, bailes, etc ... Con el arriendo del coliseo cesará ahora la competencia entre ambas Empresas que tanto beneficiaba al público». La Información, La Laguna, 18/VU1918.
37. «Por estarse efectuando en el Leal varios trabajos de decorado, se anuncia por
una corta temporada la celebración de los espectáculos en el Parque V i a n a ~ .La Información, La Laguna, LOIIIIIYLI.
38. «Parque Recreativo en La Laguna*. El Pueblo Canario, La Laguna, 4lVIl1909.
Los espacios cinemarográficos en La Laguna ...
43 1
39. El Pueblo Canario, La Laguna, 26 y 28NY1909.
40. Próximamente se presentará en el Parque Recreativo «un nuevo Cine [...] El Sr.
Mesa, que hasta ahora venía distrayendo al público en esos jardines, dará algunas secciones, como despedida, con el cinéfono y el cine». El Pueblo Canario, La Laguna, 6/íX/1909.
~ e b e m o sagradecer esta información al Dr. don Fernando G. ~ a r t í n .
Programa de las fiestas del Cristo, La Laguna, 1913.
La Información, La Laguna, 3NIU1920 y 14NU1921.
Planos del Teatro Leal. AMLL. Sin signatura.
La Información, La Laguna, 6/II/l9 15.
«El nuevo teatro». El Periódico Lagunero, La Laguna, 5/V/14.
La Información, La Laguna, 20 y 26lII/1915.
«Teatro Leal. Se ha recibido un telegrama del propietario D. Antonio Leal martín, manifestando su deseo de que las obras es& terminadas a finales del próximo agosto
[...]» La Información, 5/VII11915.
49. AMLL. Sin signatura.
50. Programa de la Fiesta de las Hespérides, La Laguna, 1915.
51. La Información, La Laguna, 29XU1915.
52. La Información, La Laguna, 22 y 301XIV1915.
53. «Se están llevando a cabo importantes reformas en el decorado del Teatro Leal,
cuyo coliseo, con dichas mejoras, esta quedando exceientemente adornado». La iníormación, La Laguna, 20lIV11920.
«Por estarse efectuando en el Leal varios trabajos de decorado, se anuncia por una
corta temporada la celebración de los espectáculos en el Parque Vianan. La Información, La laguna, 26/IU 192l .
54. AMLL. Oficios de 1928. Entradas. Sin signatura.
55. Las. Noticias, La laguna, 4lVIIU 1931.
56. Declaración de Juan de la Cruz Martín ante el Gobernador civil, a petición del
Consejo Nacional de Cinematografía, sobre las características de su cine. AMLL. 1936.
Sin clasificar.
57. Expediente de construcción de un salón en Tejina, de Manuel Hernández
González. 12 Enero de 1925. AMLL. Urbanismo. 60512.
58. La Prensa, 26NU1926.
59. Declaración de Manuel Hemández González ante el Gobernador civil, a petición del Consejo Nacional de Cinematografía, sobre las características de su cine. AMLL.
1936. Sin clasificar.
60. Las Noticias, La Laguna, 9/VII/l928.
61. Expediente de construcción del cine Park, de Santiago Elías Molina, por el arquitecto Javier Felip Solá. Incluye planos. 10/X/1928. AMLL. Urbanismo. 608176.
62. Declaración de Santiago Elías Molina ante el Gobernador civil, a petición del
Consejo Nacional de Cinematografía, sobre las características de su cine. AMLL. 1936.
Sin clasificar.
2 - ------..-•
63, c x p e u i e i n e de c u i i a r i u c c i ú i i ue u i i a p u r a uc.
~ L L C S U ,Cii SUSL;LUC;&I de k ,¡¡tigua, en el «solar donde se halla enclavado el Parque Victoria*, de Luis Zamorano
González. 21 .V. 1931. AMLL. Urbanismo. 61 1/26.
64. Ver nota 17.
65. Las Noticias, La Laguna, 3/IX/1928.
66. «Los señores empresarios de cine se sienten 'ofendidos'. Y al público que lo
parta un rayo». El Día, Santa Cruz de Tenerife, 30íIV11932.
67. Declaración de Ernesto Massieu Pimienta. en representación de Luis Zamorano,
ante el Gobernador civil, a petición del Consejo Nacional de Cinematografía, sobre las
características de su cine. AMLL. 1936. Sin clasificar.
U'..&.
432
Enrique Ramírez Guedes
68. El 8 de febrero de 1936, Julián Laserna solicita permiso al Ayuntamiento para
comenzar la temporada de cine en el Cinelandia, que ya había dado funciones de cine
en 1935. AMLL. Sin clasificar.
69. «Nuevo local de espectáculos». La Prensa, Santa Cruz de Tenerife, 22N1936.
70. El lAV1936 se inserta en La Prensa el anuncio de la inauguración, y al día
siguiente, en el mismo periódico, aparece la noticia de dicho acto bajo el título de «Nuevo
salón de espectáculos».
71. Expediente de construcción de un cine en La Cuesta, de Julián Laserna
Hemández, por el arquitecto Javier Felip Solá. Agosto de 1936. AMLL. Urbanismo.
6 18/46.
72. Sola Antequera, Domingo. «El Cinema en Tenerife. Febrero de 1936», Tebeto
VI. Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura. Cabildo Insular de
Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1993. pp. 183-194.
73. «El Cine. Cinelandia*, La Prensa, Santa Cruz de Tenerife, 14AV1936.
74. AMLL. Sin clasificar.
75. AMLL. Sin clasificar.
76. La Laguna, 22/12/1906: El Casino de La Laguna ha comprado la «espaciosa
casan situada en «el cruce de las calles de Alfonso XIII, antes Herradores, la de la Carrera
y Nuñez de la Peña». El Casino había sido construído en [AMLL. Urbanismo. 600-371
y modificada su fachada por el ingeniero Salvador Iglesias [AMLL. Urbanismo. 603-191.
77. Expediente para instalar un cinematógrafo en uno de los salones del edificio
del Casino de La Laguna. 6/XIV1929. AMLL. Sin clasificar.
78. AMLL. 3/8/l93 1. Sin clasificar.