Joan D. A. Juanola

Existe una carencia de investigación, respecto a la experiencia de amor Millennial, puesto que las investigaciones han explorado otros ámbitos de las relaciones. A partir del estudio “Análisis de la experiencia de amor Millennial” es posible ahondar en la comprensión de las relaciones sentimentales, permitiendo inferir que esta generación vive un vacío existencial bajo el cual intenta desarrollar su experiencia de amor. Esta experiencia lleva a la búsqueda de diversos tipos de relaciones cada vez menos personales para cubrir su miedo y fragilidad como lo describe Bauman (2007). Dentro de esta constatación de hechos, se concluye que los Millennial aún mantienen los componentes de amor que propone Sternberg (1988): compromiso, pasión e intimidad. Añadiendo la vulnerabilidad, que consideran característica del ser humano actualmente negada, y el amor entendido como un valor unitivo y vinculante. Los Millennial mantienen la capacidad de construir relaciones afectivas, sus narrativas señalan experiencia de amar y saberse amados, mostrando conservar la expectativa y en algunos casos conocer los frutos que brinda la experiencia de amor. Construyen sus relaciones identificando factores necesarios para hacerlo: voluntad, madurez, capacidad y equilibrio para amar. Factores que consideran afectados por la sociedad y cultura actual donde no imaginan factible construir el tipo de relaciones que tienen como referente (padres, abuelos, tíos, etc.). Por la ausencia de valores, compromiso, dialogo y encuentro, que experimentan y que identifican en las relaciones de sus pares y en los tipos de relación que la sociedad y cultura promueven: inmediato, instantáneo y efímero. A partir de ello se plantea una psicoeducación inspirada en la antropología cristiana, que tiene como fundamento la presencia de Dios en el ser humano. Esta presencia irradia en todos los ámbitos y permite construir relaciones singulares, comprometidas y duraderas. Con estos presupuestos se pretende reforzar distintos factores que afectan la salud mental Millennial: desilusión, inseguridad, incertidumbre, desprotección, soledad, individualismo, miedos, descontentos y angustia permanente.

Avicenna and Thomas Aquinas understand animal intelligence in reference to the activity of vis aestimativa, through which they explain animal behaviour as being consequent to an apprehensive appraisal of its environment. This apraisal must be distinguished from the representative knowledge of the phantasma, because it is not of per se sensed qualities, but per accidens, that Avicenna calls intentiones. Explaining animal behaviour from the vis aestimativa allows to understand it without attributing it to intelligence, which has been classically considered to be exclusive of rational beings’ conceptual knowledge of reality.

La teorización acerca de la facultad estimativa se encuentra en los comentarios árabes de los textos aristotélicos, aunque aparece en comentadores anteriores, de forma más difusa. Tomás de Aquino incorpora, con ciertos matices, la explicación de Averroes acerca delos sentidos internos, en los cuales se incluye esta facultad. El Aquinate utiliza términos distintos para referirse a esta facultad:cogitativa, cuando se refiere a esta facultad en el hombre y estimativa, cuando se refiere a esta facultad en el resto de animales.La razón de esta distinción terminológica es que en el hombre, el ejercicio de esta facultad recibe influencia de la facultad intelectiva;en el resto de animales, en cambio, se guía por el instinto.La facultad estimativa es aquella mediante la cual valoramos la realidad particularmente. Es esencial para la supervivencia animal ya que por ella el animal juzga lo conveniente y lo nocivo. En el hombre, es antesala del conocimiento racional y, a la vez, detonante de las emociones. Fruto del ejercicio de la cogitativa se genera una memoria de juicios valorativos particulares que, conjuntamente con la actividad intelectiva, encauzan la valoración particular por la que nos regimos en nuestro quehacer diario.La conceptualización de la facultad estimativa tiene una génesis un tanto confusa, pero la explicación tomista permite argumentar filosóficamente la distinción cualitativa que existe entre el conocimiento animal y el humano y, además, explicar ordenadamente los entresijos de la vida mental.

La educación busca el desarrollo perfecto del ser humano en todas sus dimensiones y nolimita la libertad humana sino que la posibilita. Educar en la virtud permite vivir según loque uno se proponga libremente, siendo capaz de someter las pasiones según el juicio dela razón. Esta actuación libre se da progresivamente en el hijo como fruto del éxitoeducativo, es decir, en la medida en la que el hijo viva según la virtud. Nunca es prontopara ayudar a vivir virtuosamente, y precisamente la educación desde la primera infanciafacilita la adquisición de virtudes. Así, cuando el hijo asume como propio el criterio racionalen el que ha sido educado, estos hábitos a los que ha sido acostumbrado, se conviertensin dificultad en auténticas virtudes que le permiten obrar el bien de forma libre y gozosa.

En los niveles de conocimiento humano, cabe distinguir el nivel sensitivo del perceptivo y estos, a su vez, del racional. Se defiende que el vínculo del conocimiento con la emoción se da especialmente en el nivel perceptivo, en el que se distinguen dos momentos, el organizativo y el valorativo (pre-racional). La teoría del "appraisal", de Magda Arnold, apuntaría al vínculo entre el aspecto valorativo que se da en el nivel perceptivo y la emoción. Este planteamiento permite dar explicación a dinámica cognitivo-afectiva sin caer en reduccionismos biologicistas ni tampoco en planteamientos mentalistas.