EL MIO CID
GÉNERO: ÉPICO
ESPECIE: CANTAR DE GESTA
Notas Principales
 Considerado como el primer monumento de la
    literatura española.
   Autor anónimo (probablemente un juglar de
    Medinaceli y otro de San Esteban de Gormaz) en el
    siglo XII ( 1140 )
   Transcrita en el siglo XIV ( 1307 ) por Per Abbat.
   Hallada y reconstruida con pasajes de la crónica de
    veinte reyes en el siglo (1779).
   Estudiada dividida en tres partes versión oficial por
    Ramón Menéndez Pidal.
El Destierro:
  Cuando el rey Alfonso VI
  envió a Ruy Díaz a cobrar
  las parias al rey de Sevilla,
  Almutamiz, el Cid tuvo que
  enfrentar al rey Almudafar,
  quien ayudado por algunos
  nobles españoles atacaba al
  sevillano constantemente.
 En la lucha, el Cid derrotó a
  Almudafar y humilló al conde
  García Ordóñez con la
  mesada de barba con lo que
  acrecentó al rencor y la
  envidia de este protector de
  Almudafar y en venganza
  indispuso al Cid ante el Rey.
El Destierro:
                 Acusado por García Ordoñez
                  de haber robado a la Corona,
                  el Cid desterrado por el Rey
                  quien le dio nueve días de
                  plazo     para     abandonar
                  Castilla.    Esta expulsión
                  significó para el Campeador
                  el despojo de su honor, pues
                  debía abandonar su tierra
                  completamente      solo;  su
                  esposa y sus hijas quedarían
                  hospedadas        en      un
                  monasterio de San Pedro de
                  Cárdena.
El Destierro:
 A pesar de la prohibición de ayuda para el Cid. Sus vasallos fieles
   deciden acompañarlo en el destierro; Martín Antolínez consigue
   dinero para financiar la lucha contra los moros, estafando a dos
   judíos, quienes otorgan al Cid seiscientos marcos por dos arcas
   llenadas con arena, pues pensaba que contenía tesoros.
 En el campo de batalla, después de algunos problemas, el Cid
   Campeador comienza a conquistar tierras en nombre de Alfonso
   VI para obtener su perdón.
 Tomó por asalto Castejón, luego conquistó Alcocer y finalmente
   Barcelona, en donde obtuvo su famosa espada Colada del Conde
   Ramón Berenguer.
 Tras cada triunfo, el Cid repartía los botines obtenidos y un
   porcentaje era enviado al rey Alfonso como ofrenda de su
   sumisión.
BODAS DE LAS HIJAS DEL CID:
 Convertido en un triunfador,
  temido por los moros y
  venerado por sus vasallos, el
  Cid marcha hacia Valencia,
  que es el reino más rico de
  toda la península.
 Después de tres años de
  asedio, Valencia fue
  conquistada obteniendo un
  botín incalculable, entonces
  Alvar Fáñez de Minaya es
  enviado con la ofrenda
  acostumbrada para el Rey,
  al entregarla pide perdón
  para el campeador y el rey
  Alfonso permite el encuentro
  del Cid con su familia.
BODAS DE LAS HIJAS DEL CID:
 Ante esto, los sobrinos de García Ordóñez, los infantes de Carrión
   movidos por la ambición, piden al Rey que interceda por ellos
   ante el Cid para que permita el matrimonio con sus hijas.
 Mientras tanto en Valencia, el Cid recibe el ataque de Yusuf, rey
   de Marruecos, que pretende recuperar los dominios árabes.
   Después de la victoria, el Campeador envía nuevos presentes al
   rey Alfonso quien emocionado propone una entrevista entre
   ambos. Allí se encuentran, a orillas del Tajo, y se reconcilian,
   entonces el Rey pide al Cid sus hijas para los infantes de Carrión.
 El Cid aceptó sólo porque el Rey, su señor, se lo pedía pues no
   confiaba en los sobrinos de su peor enemigo.
 Las bodas fueron pomposas y duraron quince días las
   celebraciones.
 AFRENTA A CORPES
 Establecido en Valencia, el
  Cid con toda su familia
  recibía constantemente
  regalos de los árabes ya
  sometidos por su fuerza; en
  una ocasión, recibió un león
  que por un descuido escapó
  de su jaula asustando a los
  vasallos, principalmente a
  los Infantes que así dieron a
  conocer su cobardía.
AFRENTA A CORPES
              La furia del Cid se convirtió en
               felicidad cuando supo que el rey
               Búcar de Marruecos marchaba
               sobre Valencia para enfrentarlo.
               El campeador y sus hombres
               celebraron la victoria por
               adelantada mientras los Infantes
               rehuían el combate. En este
               enfrentamiento el Cid obtuvo la
               espada Tizona y se reconcilió con
               sus yernos por una trampa de
               Fernando González, para la cual
               fue ayudado por Pedro
               Bermúdez.
               El Campeador en el colmo del
               triunfalismo piensa conquistar
               Marruecos atravesando el
               océano.
AFRENTA A CORPES
    Los infantes de Carrión, después
    de recibir las espadas de su
    suegro, siguen resentidos y en
    venganza ultrajan a sus esposas
    en el robledal de Corpes, cuando
    viajaban a Carrión. Este ultraje
    significó para el Cid la segunda
    pérdida de su honor, entonces
    reclamó airadamente al Rey y
    este convocó a una asamblea.
    Martín Antolinez, Pedro
    Bermúdez y Muño Gustioz
    retaron a los infantes de Carrión y
    al tío de éstos, Asur González,
    respectivamente a duelos de
    muerte, denominados juicio de
    armas.
 AFRENTA A CORPES
 Antes de finalizar la asamblea llegaron dos emisarios reales;
   uno venía de Navarra y el otro de Aragón; llegaron con el
   encargo de solicitar las manos de las hijas del Cid en
   matrimonio por parte de sus amos, los Infantes de aquellos
   reinos más ricos y más importantes que Carrión.
 Las bodas se realizaron después que los vasallos del Cid
   derrotaran a los cobardes Infantes en su propia tierra.
 El triunfo bélico significó la recuperación de la honra del Cid y
   las segundas bodas, el acrecentamiento de la misma.
 Finalmente, se menciona que el Cid murió muy anciano, y que
   los reyes de España descienden del Cid.