CELEBRACIÓN DE TRATADOS
CELEBRACIÓN DE TRATADOS
Universitarios:
La ley de celebración de tratados fue promulgada el 18 de septiembre de 2013 durante el gobierno de Evo
Morales Ayma con la finalidad establecer un marco jurídico claro y sistematizado para la negociación,
suscripción, aprobación, ratificación, adhesión, reserva, denuncia y registro de los tratados internacionales
en los que el Estado Plurinacional de Bolivia sea parte.
Esta norma es parte del proceso de transformación institucional y normativa que nuestro país ha venido
desarrollando desde la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) en 2009. Esta
Constitución introdujo una nueva visión del Estado, al redefinirnos como un Estado Plurinacional basado
en principios como la soberanía, la autodeterminación de los pueblos, la descolonización, la equidad y la
complementariedad. En ese contexto, se hacía necesario contar con una legislación que acompañara esta
visión en el ámbito de las relaciones internacionales, particularmente en la celebración de tratados, que
son instrumentos jurídicos clave en la política exterior de cualquier Estado.
Uno de los antecedentes fundamentales de esta ley es precisamente la Constitución de 2009, la cual dedicó
varios artículos al tratamiento de los tratados internacionales, específicamente del artículo 144 al 149.
Estos artículos establecen, por ejemplo, que los tratados deben respetar la soberanía nacional y que los
acuerdos internacionales en materia de derechos humanos tienen primacía sobre la legislación interna
cuando sean más favorables a la persona. También definen qué tipos de tratados requieren aprobación
previa de la ALP, como aquellos que impliquen modificación territorial, afecten la soberanía,
comprometan recursos naturales o generen obligaciones financieras al Estado. Sin embargo, aunque la
CPE introdujo estos lineamientos, no existía hasta ese momento una ley específica que desarrollará con
detalle el procedimiento para la celebración de tratados conforme al nuevo marco constitucional. De allí
surge la necesidad de la Ley 401.Con una postura firme en defensa de la soberanía nacional frente a
organismos internacionales y tratados que, en el pasado, se consideraban lesivos para los intereses del
país. Un ejemplo paradigmático fue la denuncia del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI) y el rechazo a firmar tratados de libre comercio que incluyeran cláusulas
que comprometieran la capacidad del Estado para regular sus recursos o su economía. En este sentido, la
ley refuerza el poder del Estado para formular reservas, denunciar o retirarse de tratados internacionales
que se consideren contrarios a la Constitución o a los principios fundamentales del Estado Plurinacional.
Este elemento constituye un giro importante respecto a las políticas de relaciones internacionales
adoptadas en décadas anteriores, cuando Bolivia suscribió tratados con menor control y sin suficiente
debate interno.
La Ley 401 establece el procedimiento que debe seguirse para celebrar un tratado, detallando los roles del
Órgano Ejecutivo, a través de la Cancillería, así como del Órgano Legislativo, en aquellos casos en que se
requiere aprobación previa entre distintos tipos de tratados: aquellos que deben pasar por la Asamblea
Legislativa (como los que afectan la soberanía o implican obligaciones financieras), y aquellos que pueden
ser suscritos directamente por el Ejecutivo, especialmente si son de naturaleza técnica, científica o
administrativa y no comprometen al Estado de manera sustancial. Asimismo, regula el proceso de
formulación de reservas y denuncias de tratados, estableciendo que estas acciones también deben estar
alineadas con los principios de la CPE y ser notificadas oficialmente a través del Ministerio de Relaciones
Exteriores.
2. Estructura de la ley
Capítulo II Definiciones
(Definiciones) Adhesión. Acto por el cual el Estado Plurinacional de Bolivia
Artículo 6°. -
expresa formalmente en el ámbito internacional, adopción, autenticación y
(Definiciones)
firma no participó.
Artículo 12°. - Estos artículos definen quién tiene la autoridad para llevar a cabo la política
(Competencia) exterior de Bolivia y cómo se formaliza la representación del país en los
Artículo 13°. - tratados internacionales. Competencia y representación en política exterior es
(Representación) una competencia exclusiva del nivel central del Estado, de acuerdo con el
Artículo 14°.- (Plenos Artículo 298 de la Constitución. No puede ser transferida ni delegada.
poderes) El presidente del Estado y el ministro de Relaciones Exteriores son los
Artículo 15°.- representantes oficiales de Bolivia para cualquier acto internacional
(Contenido de los plenos relacionado con un tratado.
poderes) El presidente del Estado es quien otorga los plenos poderes para negociar,
Artículo 16°.- adoptar, autenticar y firmar un tratado. Estos poderes deben ser refrendados
Capítulo II Negociación
La negociación de tratados es una competencia exclusiva del Ministerio de
Relaciones Exteriores. Otros ministerios pueden participar y dar su opinión
favorable cuando el tema del tratado se relacione con sus áreas de
Artículo 18°. -
competencia.
(Competencias para la
Principios y Cláusulas Fundamentales solución de controversias: Al negociar
negociación)
tratados, se debe priorizar la solución pacífica de conflictos.
Artículo 20°. - (Cláusulas
Medio ambiente: Ningún tratado puede violar la Constitución, las leyes
relativas a la solución de
vigentes o los principios del derecho internacional, en particular aquellos que
controversias)
protegen la soberanía sobre los recursos naturales y la Madre Tierra ,Fronteras
Artículo 21°. - (Comercio
e integración
exterior y régimen
Política marítima: Se reafirma el derecho de Bolivia a un acceso soberano al
aduanero)
Océano Pacífico.
22°. - (Diplomacia de los
Gestión de recursos externos: La gestión de donaciones y créditos externos
Pueblos)
debe regirse por la Constitución y las normas del Órgano Ejecutivo.
Artículo 23°. - (Medio
Diplomacia de los Pueblos: Los tratados deben buscar el beneficio de toda la
ambiente)
nación, priorizando los intereses generales sobre los de sectores específicos.
Artículo 24°. -
(Fronteras)
Artículo 25°. -
(Integración)
Artículo 26°. - (Política
marítima)
Artículo 27°. - (Gestión y
ejecución de recursos
externos de donación)
Capítulo I Consentimiento
Artículo 30°.- Formas de Manifestar el Consentimiento en un Tratado
(Consentimiento) Consentimiento general: La forma en que Bolivia se obliga a un tratado se
Artículo 31°.- establece en el mismo instrumento legal, y puede formalizarse a través de un
(manifestado mediante la intercambio de notas diplomáticas que notifiquen la ratificación de la
firma) Asamblea Legislativa Plurinacional.
Artículo 32°.- (canje de Mediante la firma: Él consentimiento de Bolivia puede ser manifestado
instrumentos que simplemente a través de la firma de su representante debidamente autorizado.
constituyen un tratado) Mediante el canje de instrumentos: El consentimiento también se puede dar al
Artículo 33°.- intercambiar los documentos que forman parte del tratado.
(Consentimiento en Mediante la ratificación: La ratificación es otra forma de dar el
obligarse por un tratado consentimiento, lo cual es común en los tratados formales.
manifestado mediante la Mediante la adhesión: Bolivia puede dar su consentimiento para unirse a un
ratificación) tratado en cuya negociación no participó. Si el tratado de adhesión trata sobre
Artículo 34°.- temas que requieren la aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional,
(Consentimiento en el Ministerio de Relaciones Exteriores deberá preparar y enviar el proyecto de
obligarse por un tratado ley de ratificación correspondiente contenido del instrumento de adhesión
manifestado mediante la
adhesión)
Artículo 35°.- ( posterior
a la adhesión)
Artículo 36°.- (Contenido
del instrumento de
adhesión)
Capítulo IV Reservas
Artículo 47°. - Regulación de las reservas: El procedimiento para la aceptación, objeción y
(Formulación de retiro de las reservas se regirá por lo que establezca cada tratado específico.
reservas) Bolivia debe asegurarse de que estas reservas sean compatibles con su
Artículo 48°. - soberanía, intereses y políticas nacionales.
(Aceptación, objeción, Retiro de las reservas: Bolivia puede retirar una reserva en cualquier
retiro y efectos jurídicos momento, a menos que el tratado lo prohíba. Esta iniciativa puede ser tomada
de las reservas) por la entidad pública que sea competente en la materia del tratado.
Artículo 49°. - (Retiro y Procedimiento formal: Las reservas, así como su aceptación u objeción,
objeciones a las reservas) deben ser realizadas por escrito. El Ministerio de Relaciones Exteriores es el
Artículo 50°. - encargado de comunicar estas decisiones al depositario del tratado y a los
(Procedimiento relativo a demás Estados que son parte de él.
las reservas)
Capítulo V Aplicación provisional de los tratados y entrada en vigor
Aplicación provisional: El Órgano Ejecutivo de Bolivia, de manera
excepcional, puede decidir aplicar o exigir el cumplimiento de las
obligaciones de un tratado de forma provisional. Esto se puede hacer incluso
antes de que se complete el proceso formal de ratificación, aprobación o
adhesión a nivel internacional.
Artículo 51°. -
Entrada en vigor definitiva: Un tratado comienza a tener validez legal en la
(Aplicación provisional)
fecha y de la forma que los Estados negociadores hayan acordado en el texto
Artículo 52°. - (Entrada
del mismo.
en vigor)
Entrada en vigor provisional: En el caso de que un tratado contenga una
Artículo 53°. - (Entrada
cláusula para su entrada en vigor provisional, sus disposiciones se aplicarán
en vigor provisional)
durante el plazo establecido para ello.
Disposiciones adicionales
Disposiciones adicionales Los costos operativos para implementar el registro y custodia de tratados
Artículo adicional 1°. - (mencionado en el Artículo 73) serán cubiertos inicialmente con recursos del
Artículo adicional 2°. - Ministerio de Relaciones Exteriores. Si estos recursos no son suficientes, el
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas asignará fondos adicionales,
siempre y cuando haya disponibilidad financiera y el Ministerio de Relaciones
Exteriores lo solicite. Este artículo reafirma que, de acuerdo con la
Constitución, la política exterior es una competencia exclusiva del nivel
central del Estado.
La ley aplica a todos los procedimientos de tratados, tanto dentro de Bolivia como en sus sedes
diplomáticas en el extranjero. Sin embargo, no abarca los acuerdos de las entidades autónomas a
menos que estén basados en un marco legal preexistente.
La ley se basa en dos grupos de principios:
3.1. Principios de política exterior boliviana:
Las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte respecto de ningún acto o hecho
Irretroactividad: que haya tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para esa
parte ni de ninguna situación que en esa fecha haya dejado de existir.
El principio de Jus Cogens tiene un efecto directo y radical sobre la validez de los
tratados, el cual está regulado principalmente en la Convención de Viena sobre el Derecho
Jus cogens: de los Tratados (CVDT) de 1969:
Causa de Nulidad de un Tratado Es nulo todo tratado que, en el momento de su
celebración, esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general.
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (CVDT) de 1969 establece este
principio de forma clara en su Artículo 26
Pacta sunt servanda. Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
Pacta sunt
ellas de buena fe, elementos Clave del Principio.
servanda:
Obligatoriedad, exigibilidad, buena Fe: El cumplimiento no debe ser formal, sino sincero
e intencional, evitando interpretaciones o actuaciones que busquen eludir el objeto y fin
del tratado.
El principio de publicidad garantiza que los tratados no solo sean cumplidos de buena fe
(como exige el Pacta Sunt Servanda), sino que también sean visibles y verificables para
Publicidad:
toda la comunidad internacional, promoviendo un sistema de derecho internacional más
abierto y estable, evitando tratados secretos.
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (CVDT) de 1969, en su Parte
III sobre la aplicación de los tratados, específicamente en el Artículo 34: Norma general
Res inter alios concerniente a terceros Estados. Un tratado no crea obligaciones ni derechos para un
acta: tercer Estado sin su consentimiento.
Un Estado quiere ser parte de un tratado, pero tiene problemas con una o varias cláusulas
específicas.
Reserva: En lugar de no firmar el tratado, formula una reserva para indicar que esa cláusula no le
será aplicable (reserva de exclusión) o se le aplicará de una manera particular (reserva de
modificación).
Estos son para temas importantes como derechos humanos, fronteras o economía, y necesitan ser
aprobados por la Asamblea Legislativa para ser válidos. El proceso incluye la negociación del
gobierno y la ratificación final del poder legislativo.
Se define como Tratado Formal aquel instrumento jurídico internacional que requiere ratificación por
el Órgano Legislativo. Podrán celebrarse Tratados Formales en las siguientes materias:
La celebración de tratados ante el órgano ejecutivo implica las fases de negociación, adopción,
autenticación del texto, firma y reserva. Dicho procedimiento continúa ante el Órgano Legislativo y
comprende la ratificación del Tratado, y en general debe responder a los fines del Estado en función
de la soberanía y de los intereses del pueblo y la sociedad.
3.5. Tratados Abreviados
Estos acuerdos, que no necesitan la aprobación legislativa, se enfocan en asuntos que son competencia
exclusiva del gobierno y entran en vigor con solo la firma definitiva. El proceso es más simple y
rápido.
La ley boliviana, en sus artículos 12 al 27, establece que la política exterior es competencia exclusiva
del gobierno central. El presidente y el ministro de Relaciones Exteriores son las principales figuras
autorizadas para representar al país en acuerdos internacionales, mientras que otros funcionarios
necesitan un permiso especial (plenos poderes). Las acciones de un funcionario sin autorización en
tratados abreviados no son válidas hasta que sean confirmadas.
La ley también dicta que las negociaciones deben ser conducidas por el Ministerio de Relaciones
Exteriores en coordinación con otros ministerios. Estas negociaciones deben promover la solución
pacífica de conflictos y respetar las leyes bolivianas. Además, reafirman principios como la soberanía
sobre recursos naturales, la protección del medio ambiente y el derecho de Bolivia a un acceso
soberano al mar. La ley aclara que las donaciones y créditos se rigen por otras normas.
Los plenos poderes extendidos para negociar un Tratado, incluyen la facultad de adoptar su texto y
autenticarlo. Las restricciones en la negociación, adopción, autenticación del texto, firma y reserva de
un Tratado, deben establecerse expresamente en los plenos poderes.
Los artículos 28 y 29 de la ley boliviana de tratados se centran en el proceso de validación del texto.
La adopción es el acto de aceptar la redacción final de un tratado mediante una firma o rúbrica. La
autenticación es el paso que le da un carácter oficial y definitivo al texto. Este proceso puede seguir
los procedimientos ya establecidos en el tratado o acordados entre las partes, o, en su defecto,
realizarse a través de una firma, una firma ad referéndum (pendiente de confirmación) o una rúbrica.
La validez legal del tratado depende del tipo de firma utilizada, pudiendo requerir una ratificación o
un referéndum.
Para temas sensibles como fronteras o economía, la ley exige un referéndum popular vinculante antes
de la ratificación. La ley también permite que Bolivia haga reservas (modificaciones) a los tratados.
Finalmente, se regula la aplicación provisional de un tratado por el gobierno antes de su ratificación
formal, y la entrada en vigor del mismo, que depende de las condiciones acordadas en el propio
documento.
Los tratados deben interpretarse de buena fe, considerando el sentido corriente de sus términos, el
contexto, preámbulo, objeto y fin, así como los trabajos preparatorios y circunstancias de celebración.
En tratados multilingües, todos los textos son igualmente auténticos, salvo disposición contraria.
Bolivia puede formular declaraciones interpretativas para armonizar su derecho interno, siempre que
no modifiquen efectos jurídicos. Estas declaraciones pueden ser facultativas u obligatorias, firmadas
por el presidente o canciller. Geopolíticamente, esta disposición permite reinterpretar tratados en
favor de la soberanía, como en acuerdos ambientales donde Bolivia prioriza la "armonía con la
naturaleza" (CPE Art. 255.II.6), evitando interpretaciones que favorezcan intereses extranjeros en
recursos como el litio. Por ejemplo, en el Acuerdo de Escazú (ratificado en 2019), Bolivia ha usado
interpretaciones para enfatizar derechos indígenas en consultas ambientales, contrarrestando
presiones de multinacionales en el "triángulo del litio" (Bolivia, Argentina, Chile), donde la
diplomacia ambiental se entrelaza con geopolítica energética. Esto refleja una estrategia diplomática
para equilibrar compromisos multilaterales con autonomía nacional, especialmente en foros como la
ONU donde Bolivia defiende el multilateralismo contra hegemonías.
Un tratado es nulo si viola normas internas sobre competencia para celebrarlo (ej. sin autorización
adecuada), o por error, dolo, coacción o corrupción de representantes. Bolivia puede alegar estos
vicios si son manifiestos y afectan normas fundamentales, generando responsabilidades para los
involucrados. En el plano geopolítico, esta herramienta ha sido clave para denunciar tratados pre-
2009 incompatibles con la CPE, como los Tratados Bilaterales de Inversión (TBIs) que permitían
arbitrajes inversor-Estado, vistos como mecanismos neocoloniales que socavan la soberanía sobre
recursos naturales. Bolivia denunció 21 BITs desde 2007, incluyendo con EE.UU. y Europa, lo que
ha permitido reorientar inversiones hacia aliados como China y Rusia, aunque con impactos en flujos
de IED (reducción temporal pero recuperación vía contratos estatales). Esta nulidad geopolítica
fortalece la diplomacia antiimperialista, alineando con el rechazo al ICSID (denunciado en 2007), y
ha inspirado movimientos similares en Ecuador y Venezuela, reequilibrando poder en América
Latina.
Las enmiendas siguen disposiciones del tratado o acuerdo entre partes. El Ministerio de Relaciones
Exteriores propone enmiendas, tramitándolas conforme al Derecho Internacional. Para tratados
multilaterales, Bolivia puede acordar modificaciones solo entre algunas partes si no afecta derechos
de otros ni el objeto del tratado, notificando a las demás. Diplomáticamente, esto facilita ajustes en
bloques como MERCOSUR, donde Bolivia ha negociado enmiendas para su adhesión plena sin ceder
competencias soberanas, equilibrando integración regional con autonomía geopolítica. En 2024, tras
la ratificación del Protocolo de Adhesión (Ley 1567), Bolivia propuso enmiendas para adaptar
regulaciones aduaneras a su modelo plurinacional, evitando conflictos con la CPE y fortaleciendo
lazos con Brasil y Argentina en un contexto de fragmentación regional post-UNASUR. Esta
flexibilidad geopolítica permite a Bolivia navegar tensiones, como en tratados comerciales que
podrían chocar con soberanía alimentaria (Art. 4.I.h), promoviendo diplomacia de pueblos.
Puede suspenderse por disposiciones del tratado, consentimiento de partes o causas como violación
grave, imposibilidad de cumplimiento o cambio fundamental de circunstancias. Para multilaterales,
requiere consulta. No afecta si es temporal por ruptura diplomática, salvo si es indispensable para
aplicación. Geopolíticamente, Bolivia ha usado suspensiones en contextos de crisis, como en tratados
energéticos durante disputas con vecinos, protegiendo intereses nacionales en un escenario de
volatilidad regional influida por potencias como EE.UU. y China. En 2025, la suspensión judicial de
contratos de litio con China y Rusia (CATL y Uranium One) invoca cambios fundamentales por
protestas indígenas y ambientales, destacando cómo suspensiones diplomáticas mitigan riesgos
geopolíticos en la competencia global por litio, donde Bolivia busca equilibrar alianzas orientales con
presiones internas y occidentales. Esto refuerza su rol en la "geopolítica verde", suspendiendo
acuerdos que violen derechos (CPE Art. 30), y abre puertas a renegociaciones post-electorales.
Termina por cumplimiento de objeto, plazo, denuncia, retiro o nuevo tratado sobre la misma materia.
Bolivia puede denunciar si contradice la CPE o intereses nacionales, siguiendo procedimientos del
tratado. Tratados ratificados por Asamblea requieren aprobación legislativa para denuncia. Tratados
pre-2009 contrarios a CPE deben denunciarse o renegociarse en 4 años (Disposición Transitoria
Novena CPE). Políticamente, esto ha permitido denuncias de TBIs con EE.UU. y Europa,
reafirmando una diplomacia antiimperialista y alineando con aliados como China y Rusia en un
reequilibrio geopolítico. Tras denunciar ICSID, Bolivia enfrentó arbitrajes pero ganó soberanía,
atrayendo inversiones no-occidentales; en 2025, candidatos proponen terminar litio si violan CPE,
impactando alianzas BRICS y sur-sur. Esta terminación geopolítica posiciona a Bolivia como líder en
reformar el sistema de inversión global, influenciando debates en ONU sobre tratados justos.
Estas disposiciones protegen la soberanía boliviana, priorizando armonía con la CPE y permitiendo
maniobras diplomáticas en un mundo multipolar, donde Bolivia busca alianzas estratégicas para
contrarrestar influencias occidentales. En 2025, con elecciones inminentes, estas herramientas
podrían facilitar un giro hacia relaciones con EE.UU. si gana la oposición, o profundizar lazos con
BRICS si MAS prevalece, destacando el rol de la ley en la diplomacia adaptativa.
12. Procedimiento para la ratificación
El procedimiento de ratificación, detallado en Título III (Artículos 30-46) y Título V (Artículos 72-
73), distingue tratados formales (requieren ratificación legislativa) de abreviados (vigor por firma
ejecutiva). Este marco no solo es procedimental, sino que incorpora elementos democráticos y
geopolíticos, asegurando que los tratados sirvan a la diplomacia de pueblos y la soberanía (CPE Art.
255). En un contexto de multipolaridad, estos pasos permiten a Bolivia evaluar tratados en función de
alianzas estratégicas, como en bloques regionales o multilaterales ONU, equilibrando integración con
autonomía.
Se manifiesta por firma, canje de instrumentos, ratificación, aceptación, aprobación o adhesión. Para
formales, requiere ratificación si afecta materias como derechos humanos, límites o integración (Art.
8). Diplomáticamente, esto fortalece la posición negociadora de Bolivia en foros internacionales,
como en adhesiones a bloques regionales. Por ejemplo, en el Tratado sobre la Prohibición de Armas
Nucleares (firmado 2023), el consentimiento vía adhesión refleja diplomacia pacifista, alineada con
rechazo al imperialismo (Art. 4.I.b), y posiciona a Bolivia en coaliciones antihegemónicas.
Inicia con Anteproyecto de Ley remitido por Cancillería a Asamblea, incluyendo texto, reservas y
antecedentes. Asamblea ratifica vía ley, con control constitucional previo por Tribunal Constitucional
(Art. 39). Post-ratificación, presidente emite instrumento de ratificación para canje o depósito.
Geopolíticamente, este paso ha sido crucial en ratificaciones como el Protocolo de Adhesión a
MERCOSUR (Ley 1567, 2024), integrando Bolivia económicamente sin comprometer autonomía. En
2025, con plena membresía, esto impulsa comercio sur-sur, contrarrestando aislamiento y
fortaleciendo diplomacia económica ante crisis interna. Similarmente, la ratificación del Acuerdo
sobre Biodiversidad en Alta Mar (2023) usa reservas para proteger soberanía marina, en línea con
reivindicación marítima (CPE Art. 267).
Cancillería mantiene archivo histórico y publica en Gaceta Oficial de Tratados. Esto asegura
transparencia, vital para accountability diplomática en un contexto de escrutinio internacional.
La Ley Nº 401 ha sido aplicada en múltiples ratificaciones post-2013, regulando procedimientos para
alinear tratados con la CPE. Reglamentada por DS Nº 2476 (2016), facilita coordinación
interinstitucional. En el contexto geopolítico, ha permitido a Bolivia navegar tensiones globales,
como la competencia por recursos (litio) y la integración sur-sur, fortaleciendo su diplomacia
antihegemónica. Esto incluye adhesiones a tratados multilaterales ONU que refuerzan
multilateralismo, como el Tratado sobre Biodiversidad en Alta Mar, firmado en 2023, que protege
soberanía oceánica en un mundo de disputas marítimas. Políticamente, la ley ha sido pivotal en
transiciones, como post-2009, denunciando tratados neoliberales para priorizar "vivir bien".
17.1. Aplicación
Bolivia ratificó esta enmienda multilateral, siguiendo negociación por Cancillería, remisión a
Asamblea para ratificación y depósito del instrumento, priorizando soberanía nuclear (Art. 9,
procedimiento formal). Geopolíticamente, alineado con alianzas rusas para el Programa Nuclear
Boliviano, esto diversifica dependencias energéticas, reduciendo influencia occidental en un sector
estratégico.
17.1.3. Tratados con MERCOSUR (observador desde 2015, adhesión plena 2024):
Bolivia denunció el Convenio CIADI (2012, pero alineado post-ley) y renegoció BITs con
EE.UU./Europa, invocando nulidad por incompatibilidad con CPE (Art. 71), como en casos de
arbitraje inversor-Estado. Geopolíticamente, refleja rechazo al neoliberalismo, facilitando alianzas
con China y Rusia, aunque redujo IED occidental temporalmente; impacto: mayor control estatal,
inspirando reformas regionales.
17.1.5. Contratos de litio con China (2023-2025):
Acuerdos con CATL y CBC para extracción directa de litio, ratificados bajo procedimientos
formales, con suspensiones judiciales temporales en 2025. Políticamente, impulsan soberanía
energética; geopolíticamente, profundizan alianza con China en el "triángulo del litio", desafiando
hegemonía occidental. En 2025, suspensiones por quejas indígenas invocan Art. 65, abriendo
renegociaciones electorales.
Usando procedimiento formal, Bolivia ratificó este tratado ambiental regional, con declaraciones
interpretativas para priorizar consultas indígenas (Art. 4.I.d). Diplomáticamente, fortalece rol en
justicia ambiental, contrarrestando extractivismo foráneo y alineando con geopolítica sur-sur en
CELAC.
Estos casos demuestran cómo la ley protege intereses plurinacionales, con énfasis en referendos y
reservas, en un contexto geopolítico de multipolaridad, donde Bolivia equilibra recursos con
soberanía.
Como instrumento clave, armoniza la Convención de Viena (1969) con la CPE, enfatizando jus
cogens y buena fe (Art. 4.II). Facilita análisis comparativos en diplomacia de pueblos (Art. 22),
relevante en académicos sobre derechos indígenas y ambientales en América Latina, y en geopolítica,
como la reivindicación marítima con Chile (CPE Art. 267). En estudios, se destaca su rol en
transiciones post-neoliberales, inspirando reformas en Venezuela y Ecuador, y debates sobre ISDS en
foros como la UNCITRAL.
20. Conclusiones
La Ley Nº 401 regula exhaustivamente la celebración de tratados, asegurando alineación con la CPE
y soberanía. Sus procedimientos democráticos (ratificación, referendo) y mecanismos de
nulidad/terminación protegen intereses nacionales. En práctica, ha facilitado ratificaciones como el
Acuerdo de París y MERCOSUR, mientras permite denuncias de tratados incompatibles y alianzas
estratégicas como con China en litio. Geopolíticamente, posiciona a Bolivia en la multipolaridad,
desafiando hegemonías y promoviendo multilateralismo. Académicamente, es pivotal para el
Derecho Internacional Público plurinacional. Recomendamos su actualización para desafíos digitales
en negociaciones y mayor énfasis en geopolítica verde. En 2025, con hitos como MERCOSUR plena
y elecciones que podrían thaw relaciones con EE.UU., la ley sigue siendo esencial para la diplomacia
boliviana, adaptándose a crisis económicas y roles en BRICS.