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Compendio Legbtiq+

Compendio sobre los derechos LGBT
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Compendio sobre los

Derechos de las
personas con diversa
orientación sexual,
expresión e
identidad de género
COMPENDIO SOBRE LOS
DERECHOS DE LAS PERSONAS CON
DIVERSA ORIENTACIÓN SEXUAL,
EXPRESIÓN E IDENTIDAD DE GÉNERO

¡Iguales en derechos, iguales en


oportunidades!
“LA LEY DE 17 DE DICIEMBRE DE 1956 Y LOS DECRETOS SUPREMOS
Nº 27466 Y Nº 27113 HAN ENCOMENDADO A LA GACETA OFICIAL
DE BOLIVIA, EL REGISTRO Y PUBLICACIÓN DE TODOS LOS TEXTOS
PROMULGADOS Y APROBADOS POR EL PODER EJECUTIVO ACTUAL
ORGANO EJECUTIVO, POR LO QUE LA PRESENTE PUBLICACIÓN. NO
SUSTITUYE A LA REALIZADA POR LA GACETA OFICIAL DE BOLIVIA”
RESOLUCIÓN GACETA
RESOLUCIÓN GACETA
Contenido:

1.Principios de Yogyakarta .................................................................. 7

2.Ley 807, de Identidad de Género .....................................................57

3.Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2 de 9


de noviembre de 2017........................................................................71

4.Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3 de 16


de marzo de 2022............................................................................141

5.Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2 de 22


de junio de 2022...............................................................................209
MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

8
Principios de Yogyakarta

PRINCIPIOS DE YOGYAKARTA

INTRODUCCIÓN A LOS PRINCIPIOS DE YOGYAKARTA

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad


y derechos. Todos los derechos humanos son universales,
complementarios, indivisibles e interdependientes. La orientación
sexual1 y la identidad de género2 son esenciales para la dignidad
y la humanidad de toda persona y no deben ser motivo de
discriminación o abuso.

Ha habido muchos avances en asegurar que las personas de


todas las orientaciones sexuales e identidades de género puedan
vivir con la igualdad de dignidad y respeto a que cada persona
tiene derecho. En la actualidad, numerosos Estados tienen leyes
y constituciones que garantizan los derechos a la igualdad y a
la no discriminación sin distinción de sexo, orientación sexual o
identidad de género.

Sin embargo, las violaciones de derechos humanos debido a una


orientación sexual o identidad de género real o percibida de las
personas constituyen un patrón global y arraigado que es motivo
de profunda preocupación. Incluyen asesinatos extrajudiciales,
tortura, malos tratos, violencia sexual y violación, injerencias
en su privacidad, detención arbitraria, negación de empleo y de
oportunidades educativas, así como una grave discriminación en
el disfrute de otros derechos humanos. Estas violaciones son a

1 Se entiende por orientación sexual la capacidad de cada persona de sentir una profunda
atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un sexo diferente o de un mismo sexo
o de más de un sexo, así como a la capacidad de tener relaciones íntimas y sexuales con
estas personas.

2 Se entiende por identidad de género la profundamente sentida experiencia interna e


individual del género de cada persona, que podría corresponder o no con el sexo asignado al
momento del nacimiento, incluyendo el sentido personal del cuerpo (que, de tener la libertad
para escogerlo, podría involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través
de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole) y otras expresiones de género, incluyendo el
vestido, el modo de hablar y los amaneramientos.

9
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

menudo agravadas por experiencias de otras formas de violencia,


odio, discriminación y exclusión, como las basadas en la raza, la
edad, la religión, la discapacidad o la condición económica, social
o de otra índole.

Numerosos Estados y sociedades imponen normas de género y


de orientación sexual a las personas a través de las costumbres,
las leyes y la violencia, y se afanan en controlar las formas en que
ellas experimentan las relaciones personales y cómo se identifican
a sí mismas. La vigilancia sobre la sexualidad continúa siendo una
fuerza principal detrás de la perpetuación de la violencia basada
en género y la desigualdad de género.
El sistema internacional ha visto grandes avances hacia la igualdad
de género y las protecciones contra la violencia en la sociedad,
la comunidad y la familia. Adicionalmente, mecanismos clave
de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos han
afirmado la obligación de los Estados de garantizarles a todas las
personas una efectiva protección contra la discriminación basada
en la orientación sexual o la identidad de género. No obstante, la
respuesta internacional a las violaciones de derechos humanos
por motivos de orientación sexual o identidad de género ha sido
fragmentada e inconsistente.

A fin de enfrentar estas deficiencias, se requiere de una sólida


comprensión de todo el régimen del derecho internacional
humanitario y de su aplicación a los asuntos de la orientación
sexual y la identidad de género. Es crucial cotejar y clarificar las
obligaciones de los Estados bajo la actual legislación internacional
de los derechos humanos, a fin de promover y proteger todos los
derechos humanos de todas las personas sobre la base de la
igualdad y sin discriminación alguna.

La Comisión Internacional de Juristas y el Servicio Internacional


para los Derechos Humanos, en nombre de una coalición de
organizaciones de derechos humanos, han puesto en marcha un
proyecto encaminado a desarrollar una serie de principios legales

10
Principios de Yogyakarta

internacionales sobre la aplicación del derecho internacional


humanitario a las violaciones de derechos humanos por motivos
de orientación sexual e identidad de género, a fin de imbuir una
mayor claridad y coherencia a las obligaciones de los Estados en
materia de derechos humanos.

Un distinguido grupo de especialistas en derechos humanos ha


redactado, desarrollado, discutido y refinado estos Principios.
Luego de reunirse en la Universidad de Gadjah Mada en
Yogyakarta, Indonesia, del 6 al 9 de noviembre de 2006, 29
especialistas procedentes de 25 países, de diversas disciplinas
y con experiencia relevante al ámbito del derecho humanitario,
adoptaron unánimemente los Principios de Yogyakarta sobre
la Aplicación de la Legislación Internacional de los Derechos
Humanos en Relación con la Orientación Sexual y la Identidad de
Género.

El Profesor Michael O’Flaherty, relator de la reunión, ha brindado


inmensas contribuciones a la redacción y revisión de los Principios
de Yogyakarta. Su compromiso y sus incansables esfuerzos han
sido cruciales para el exitoso resultado del proceso.

Los Principios de Yogyakarta abordan una amplia gama de


normas de derechos humanos y su aplicación a los asuntos de
la orientación sexual y la identidad de género. Los Principios
afirman la obligación primordial de los Estados de implementar
los derechos humanos. Cada Principio va acompañado de
detalladas recomendaciones a los Estados. Sin embargo, el grupo
de especialistas también hace énfasis en que todos los actores
tienen la responsabilidad de promover y proteger los derechos
humanos. Además, los Principios plantean recomendaciones
adicionales a otros actores, incluyendo el sistema de derechos
humanos de las Naciones Unidas, las instituciones nacionales
de derechos humanos, los medios de comunicación, las
organizaciones no gubernamentales y los financiadores.

11
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Los y las especialistas coinciden en que los Principios de


Yogyakarta reflejan el estado actual del derecho internacional de
los derechos humanos en lo que concierne a la orientación sexual
y la identidad de género. Asimismo, reconocen que los Estados
podrían contraer obligaciones adicionales conforme el derecho
internacional continúa evolucionando.

Los Principios de Yogyakarta afirman las normas legales


internacionales vinculantes que todos los Estados deben cumplir.
Prometen un futuro diferente en el que todas las personas,
habiendo nacido libres e iguales en dignidad y derechos, puedan
realizar ese preciado derecho.

12
Principios de Yogyakarta

NOSOTROS Y NOSOTRAS, EL PANEL INTERNACIONAL


DE ESPECIALISTAS EN LEGISLACIÓN INTERNACIONAL
DE DERECHOS HUMANOS Y EN ORIENTACIÓN SEXUAL E
IDENTIDAD DE GÉNERO

PREÁMBULO

RECORDANDO que todos los seres humanos nacen libres e


iguales en dignidad y derechos, y que toda persona tiene derecho
al disfrute de los derechos humano, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición;

PREOCUPADO porque en todas las regiones del mundo las personas


sufren violencia, discriminación, exclusión, estigmatización y
prejuicios debido a su orientación sexual o identidad de género;
porque estas experiencias se ven agravadas por la discriminación
basada en el género, raza, edad, religión, discapacidad, estado
de salud y posición económica, como también porque esa
violencia, discriminación, exclusión, estigmatización y esos
prejuicios menoscaban la integridad y dignidad de las personas
que son objeto de estos abusos, podrían debilitar su sentido de
estima personal y de pertenencia a su comunidad y conducen a
muchas a ocultar o suprimir su identidad y a vivir en el temor y la
invisibilidad;

CONSCIENTE de que históricamente las personas han sufrido


estas violaciones a sus derechos humanos porque son lesbianas,
homosexuales o bisexuales o se les percibe como tales, debido
a su conducta sexual de mutuo acuerdo con personas de su
mismo sexo o porque son transexuales, transgénero o intersex
o se les percibe como tales o pertenecen a grupos sociales que
en algunas sociedades se definen por su orientación sexual o
identidad de género;

13
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

ENTENDIENDO que la “orientación sexual” se refiere a la capacidad


de cada persona de sentir una profunda atracción emocional,
afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o
de un mismo género, o de más de un género,

ENTENDIENDO que la “identidad de género” se refiere a la vivencia


interna e individual del género tal como cada persona la siente
profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo
asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia
personal del cuerpo (que podría involucrar la modificación de
la apariencia o la función corporal a través de medios médicos,
quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente
escogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta,
el modo de hablar y los modales;

OBSERVANDO que la legislación internacional de derechos


humanos afirma que todas las personas, con independencia de
su orientación sexual o identidad de género, tienen el derecho al
pleno disfrute de todos los derechos humanos; que la aplicación
de los derechos humanos existentes debería tener en cuenta las
situaciones y experiencias específicas de personas de diversas
orientaciones sexuales e identidades de género; y que una
consideración primordial en todas las acciones concernientes a
niños y niñas será el interés superior del niño o la niña y que un
niño o una niña que esté en condiciones de formarse un juicio
propio tiene el derecho a expresar su opinión libremente en todos
los asuntos que le afectan, teniéndose debidamente en cuenta
las opiniones del niño o la niña, en función de su edad y madurez;

OBSERVANDO que la legislación internacional de derechos


humanos impone absoluta prohibición de la discriminación en lo
concerniente al pleno disfrute de todos los derechos humanos,
civiles, culturales, económicos, políticos y sociales, que el respeto
a los derechos sexuales, a la orientación sexual y a la identidad
de género es esencial para la realización de la igualdad entre
hombres y mujeres y que los Estados deben adoptar todas las

14
Principios de Yogyakarta

medidas apropiadas para eliminar los prejuicios y las prácticas


que se basen en la idea de la inferioridad o superioridad de
cualquiera de los sexos o en roles estereotipados para hombres y
mujeres y observando asimismo que la comunidad internacional
ha reconocido el derecho de las personas a decidir libre y
responsablemente en asuntos relacionados con su sexualidad,
incluyendo la salud sexual y reproductiva, sin sufrir coerción,
discriminación, ni violencia;

RECONOCIENDO que existe un valor significativo en formular de


manera sistemática la forma en que la legislación internacional
de derechos humanos se aplica a las vidas y experiencias de las
personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de
género;

RECONOCIENDO que esta articulación debe apoyarse en


el estado actual de la legislación internacional de derechos
humanos y requerirá de una revisión periódica a fin de tomar en
cuenta los desarrollos en esa legislación y su aplicación a las
vidas y experiencias particulares de las personas de diversas
orientaciones sexuales e identidades de género a lo largo del
tiempo y en diversas regiones y naciones;

TRAS LA CELEBRACIÓN DE UNA REUNIÓN DE ESPECIALISTAS


REALIZADA EN YOGYAKARTA, INDONESIA, DEL 6 AL 9
DE NOVIEMBRE DE 2006, ADOPTAMOS LOS SIGUIENTES
PRINCIPIOS:

PRINCIPIO 1
EL DERECHO AL DISFRUTE UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos. Los seres humanos de todas las orientaciones sexuales
e identidades de género tienen derecho al pleno disfrute de todos
los derechos humanos.

15
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Los Estados:

a) Consagrarán los principios de la universalidad,


complementariedad, interdependencia e indivisibilidad
de todos los derechos humanos en sus constituciones
nacionales o en cualquier otra legislación relevante y
garantizarán la realización práctica del disfrute universal de
todos los derechos humanos;

b) Modificarán toda legislación, incluido el derecho penal, a


fin de asegurar su compatibilidad con el disfrute universal
de todos los derechos humanos;

c) Emprenderán programas de educación y sensibilización


para promover y mejorar el disfrute universal de todos
los derechos humanos por todas las personas, con
independencia de la orientación sexual o la identidad de
género;

d) Integrarán a sus políticas y toma de decisiones un enfoque


pluralista que reconozca y afirme la complementariedad
e indivisibilidad de todos los aspectos de la identidad
humana, incluidas la orientación sexual y la identidad de
género.

PRINCIPIO 2
LOS DERECHOS A LA IGUALDAD Y A LA NO DISCRIMINACIÓN

Todas las personas tienen derecho al disfrute de todos los


derechos humanos, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género. Todas las personas tienen derecho
a ser iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección por
parte de la ley, sin ninguna de las discriminaciones mencionadas,
ya sea que el disfrute de otro derecho humano también esté
afectado o no. La ley prohibirá toda discriminación y garantizará
a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier
discriminación de esta clase.

16
Principios de Yogyakarta

La discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de


género incluye toda distinción, exclusión, restricción o preferencia
basada en la orientación sexual o la identidad de género que
tenga por objeto o por resultado la anulación o el menoscabo
del reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones,
de los derechos humanos y las libertades fundamentales. La
discriminación por motivos de orientación sexual o identidad
de género puede verse y por lo común se ve agravada por la
discriminación basada en otras causales, incluyendo el género,
raza, edad, religión, discapacidad, estado de salud y posición
económica.
Los Estados:

a) Si aún no lo hubiesen hecho, consagrarán en sus


constituciones nacionales o en cualquier otra legislación
relevante, los principios de la igualdad y de la no
discriminación por motivos de orientación sexual o
identidad de género, inclusive por medio de enmienda e
interpretación, y velarán por la efectiva realización de estos
principios;

b) Derogarán todas las disposiciones penales y de otra


índole jurídica que prohíban o de hecho sean empleadas
para prohibir la actividad sexual que llevan a cabo de
forma consensuada personas del mismo sexo que sean
mayores de la edad a partir de la cual se considera válido el
consentimiento, y velarán por que se aplique la misma edad
de consentimiento para la actividad sexual entre personas
del mismo sexo como y de sexos diferentes;

c) Adoptarán todas las medidas legislativas y de otra


índole que resulten apropiadas para prohibir y eliminar
la discriminación por motivos de orientación sexual e
identidad de género en las esferas pública y privada;

17
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

d) Adoptarán todas las medidas apropiadas a fin de


garantizar el desarrollo adecuado de las personas de
diversas orientaciones sexuales e identidades de género,
según sean necesarias para garantizarles a estos grupos
o personas el goce o ejercicio de los derechos humanos
en igualdad de condiciones. Dichas medidas no serán
consideradas discriminatorias;

e) En todas sus respuestas a la discriminación por motivos


de orientación sexual o identidad de género, tendrán
en cuenta la manera en que esa discriminación puede
combinarse con otras formas de discriminación;

f) Adoptarán todas las medidas apropiadas, incluyendo


programas de educación y capacitación, para alcanzar
la eliminación de actitudes y prácticas prejuiciosas o
discriminatorias basadas en la idea de la inferioridad o
superioridad de cualquier orientación sexual, identidad de
género o expresión de género.

PRINCIPIO 3
EL DERECHO AL RECONOCIMIENTO DE LA PERSONALIDAD
JURÍDICA

Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento


de su personalidad jurídica. Las personas en toda su diversidad
de orientaciones sexuales o identidades de género disfrutarán
de capacidad jurídica en todos los aspectos de la vida. La
orientación sexual o identidad de género que cada persona
defina para sí, es esencial para su personalidad y constituye
uno de los aspectos fundamentales de la autodeterminación,
la dignidad y la libertad. Ninguna persona será obligada a
someterse a procedimientos médicos, incluyendo la cirugía de
reasignación de sexo, la esterilización o la terapia hormonal,
como requisito para el reconocimiento legal de su identidad de
género. Ninguna condición, como el matrimonio o la maternidad

18
Principios de Yogyakarta

o paternidad, podrá ser invocada como tal con el fin de impedir el


reconocimiento legal de la identidad de género de una persona.
Ninguna persona será sometida a presiones para ocultar, suprimir
o negar su orientación sexual o identidad de género.

Los Estados:

a) Garantizarán que a todas las personas se les confiera


capacidad jurídica en asuntos civiles, sin discriminación
por motivos de orientación sexual o identidad de género,
y la oportunidad de ejercer dicha capacidad, incluyendo
los derechos, en igualdad de condiciones, a suscribir
contratos y a administrar, poseer, adquirir (incluso a través
de la herencia), controlar y disfrutar bienes de su propiedad,
como también a disponer de estos.

b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de cualquier otra índole que sean necesarias para respetar
plenamente y reconocer legalmente el derecho de cada
persona a la identidad de género que ella defina para sí;

c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de cualquier otra índole que sean necesarias a fin de
asegurar que existan procedimientos mediante los cuales
todos los documentos de identidad emitidos por el Estado
que indican el género o el sexo de una persona incluyendo
certificados de nacimiento, pasaportes, registros
electorales y otros documentos reflejen la identidad de
género que la persona defina para sí;

d) Garantizarán que tales procedimientos sean eficientes,


justos y no discriminatorios y que respeten la dignidad y
privacidad de la persona concernida;

19
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

e) Asegurarán que los cambios a los documentos de


identidad sean reconocidos en todos aquellos contextos
en que las leyes o las políticas requieran la identificación o
la desagregación por sexo de las personas;

f) Emprenderán programas focalizados cuyo fin sea


brindar apoyo social a todas las personas que estén
experimentando transición o reasignación de género.

PRINCIPIO 4
EL DERECHO A LA VIDA

Toda persona tiene derecho a la vida. Ninguna persona podrá ser


privada de la vida arbitrariamente por ningún motivo, incluyendo
la referencia a consideraciones acerca de su orientación sexual
o identidad de género. A nadie se le impondrá la pena de muerte
por actividades sexuales realizadas de mutuo acuerdo entre
personas que sean mayores de la edad a partir de la cual se
considera válido el consentimiento o por su orientación sexual o
identidad de género.

Los Estados:

a) Derogarán todas las figuras delictivas que tengan por


objeto o por resultado la prohibición de la actividad sexual
realizada de mutuo acuerdo entre personas del mismo
sexo que sean mayores de la edad a partir de la cual se
considera válido el consentimiento y, hasta que tales
disposiciones sean derogadas, nunca impondrán la pena
de muerte a ninguna persona sentenciada en base a ellas;

b) Perdonarán las sentencias de muerte y pondrán en


libertad a todas aquellas personas que actualmente están
a la espera de ser ejecutadas por crímenes relacionados
con la actividad sexual realizada de mutuo acuerdo entre
personas que sean mayores de la edad a partir de la cual
se considera válido el consentimiento;

20
Principios de Yogyakarta

c) Cesarán todos los ataques patrocinados o tolerados por


el Estado contra las vidas de las personas por motivos de
orientación sexual o identidad de género y asegurarán que
todos esos ataques, cometidos ya sea por funcionarios
públicos o por cualquier individuo o grupo, sean investigados
vigorosamente y, en aquellos casos en que se encuentren
pruebas apropiadas, se presenten formalmente cargos
contra las personas responsables, se las lleve a juicio y se
les castigue debidamente.

PRINCIPIO 5
EL DERECHO A LA SEGURIDAD PERSONAL

Toda persona, con independencia de su orientación sexual o


identidad de género, tiene derecho a la seguridad personal y a la
protección del Estado frente a todo acto de violencia o atentado
contra la integridad personal que sea cometido por funcionarios
públicos o por cualquier individuo o grupo.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas policíacas y de otra índole


que sean necesarias a fin de prevenir todas las formas de
violencia y hostigamiento relacionadas con la orientación
sexual y la identidad de género y a brindar protección
contra éstas;

b) Adoptarán todas las medidas legislativas necesarias


para imponer castigos penales apropiados por violencia,
amenazas de violencia, incitación a la violencia y
hostigamientos relacionados con la orientación sexual o
la identidad de género de cualquier persona o grupo de
personas, en todas las esferas de la vida, incluyendo la
familia;

21
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que
la orientación sexual o la identidad de género de la víctima
no sea utilizada para justificar, disculpar o mitigar dicha
violencia;

d) Asegurarán que la perpetración de tal violencia sea


investigada vigorosamente y, en aquellos casos en que se
encuentren pruebas apropiadas, las personas responsables
sean perseguidas, enjuiciadas y debidamente castigadas, y
que a las víctimas se les brinden recursos y resarcimientos
apropiados, incluyendo compensación;

e) Emprenderán campañas de sensibilización, dirigidas al


público en general como también a perpetradores reales
o potenciales de violencia, a fin de combatir los prejuicios
subyacentes a la violencia relacionada con la orientación
sexual y la identidad de género.

PRINCIPIO 6
EL DERECHO A LA PRIVACIDAD

Todas las personas, con independencia de su orientación sexual


o identidad de género, tienen el derecho al goce de la privacidad,
sin injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia,
su domicilio o su correspondencia, y el derecho a la protección
contra ataques ilegales a su honra o a su reputación. El derecho a
la privacidad normalmente incluye el derecho a optar por revelar
o no información relacionada con la propia orientación sexual o
identidad de género, como también las decisiones y elecciones
relativas al propio cuerpo y a las relaciones sexuales o de otra
índole consensuadas con otras personas.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar

22
Principios de Yogyakarta

el derecho de cada persona, con independencia de su


orientación sexual o identidad de género, a disfrutar de
la esfera privada, las decisiones íntimas y las relaciones
humanas, incluyendo la actividad sexual de mutuo acuerdo
entre personas mayores de la edad de consentimiento, sin
injerencias arbitrarias;

b) Derogarán todas las leyes que criminalizan la actividad


sexual que se realiza de mutuo acuerdo entre personas del
mismo sexo que son mayores de la edad a partir de la cual
se considera válido el consentimiento, y asegurarán que se
aplique una misma edad de consentimiento a la actividad
sexual entre personas tanto del mismo sexo como de
sexos diferentes;

c) Garantizarán que las disposiciones penales y otras de


carácter jurídico de aplicación general no sean utilizadas
de hecho para criminalizar la actividad sexual realizada de
mutuo acuerdo entre personas del mismo sexo que son
mayores de la edad a partir de la cual se considera válido
el consentimiento;

d) Derogarán cualquier ley que prohíba o criminalice la


expresión de la identidad de género, incluso a través
del vestido, el habla y la gestualidad, o que niegue a las
personas la oportunidad de modificar sus cuerpos como
un medio para expresar su identidad de género;

e) Pondrán en libertad a todas las personas detenidas bajo


prisión preventiva o en base a una sentencia penal, si su
detención está relacionada con la actividad sexual realizada
de mutuo acuerdo entre personas mayores de la edad a
partir de la cual se considera válido el consentimiento o
con su identidad de género;

f) Garantizarán el derecho de toda persona a decidir, en


condiciones corrientes, cuándo, a quién y cómo revelar

23
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

información concerniente a su orientación sexual o


identidad de género, y protegerán a todas las personas
contra la divulgación arbitraria o no deseada de dicha
información o contra la amenaza, por parte de otros, de
divulgarla.

PRINCIPIO 7
EL DERECHO DE TODA PERSONA A NO SER DETENIDA
ARBITRARIAMENTE

Ninguna persona deberá ser arrestada o detenida en forma


arbitraria. Es arbitrario el arresto o la detención por motivos de
orientación sexual o identidad de género, ya sea en cumplimiento
de una orden judicial o por cualquier otra razón. En base a
la igualdad, todas las personas que están bajo arresto, con
independencia de su orientación sexual o identidad de género,
tienen el derecho a ser informadas, en el momento de su
detención, de las razones de la misma y notificadas del carácter
de las acusaciones formuladas en su contra; asimismo, tienen el
derecho a ser llevadas sin demora ante un juez u otro funcionario
autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, como
también a recurrir ante un tribunal a fin de que éste decida a la
brevedad posible sobre la legalidad de su detención, ya sea que
se les haya acusado o no de ofensa alguna.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar que
la orientación sexual o la identidad de género no puedan,
bajo ninguna circunstancia, ser la base del arresto o la
detención, incluyendo la eliminación de disposiciones del
derecho penal redactadas de manera imprecisa que incitan
a una aplicación discriminatoria o que de cualquier otra
manera propician arrestos basados en prejuicios;

24
Principios de Yogyakarta

b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias para asegurar que
todas las personas bajo arresto, con independencia de su
orientación sexual o identidad de género, tengan el derecho,
en base a la igualdad, a ser informadas, en el momento de
su detención, de las razones de la misma y notificadas del
carácter de las acusaciones formuladas en su contra y,
hayan sido o no acusadas de alguna ofensa, a ser llevadas
sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por
la ley para ejercer funciones judiciales y a recurrir ante
un tribunal para que este decida sobre la legalidad de su
detención;

c) Emprenderán programas de capacitación y


sensibilización a fin de educar a agentes de la policía y
otro personal encargado de hacer cumplir la ley acerca
de la arbitrariedad del arresto y la detención en base a la
orientación sexual o identidad de género de una persona;

d) Mantendrán registros exactos y actualizados de todos


los arrestos y detenciones, indicando la fecha, ubicación
y razón de la detención, y asegurarán una supervisión
independiente de todos los lugares de detención por parte
de organismos que cuenten con un mandato adecuado y
estén apropiadamente dotados para identificar arrestos
y detenciones cuya motivación pudiese haber sido la
orientación sexual o identidad de género de una persona.

PRINCIPIO 8
EL DERECHO A UN JUICIO JUSTO

Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad y


con las debidas garantías, a ser oída públicamente y con justicia
por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
por la ley, para la determinación de sus derechos y obligaciones
en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal

25
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

formulada en su contra, sin prejuicios ni discriminación por


motivos de orientación sexual o identidad de género.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de prohibir
y eliminar el trato prejuicioso basado en la orientación
sexual o la identidad de género en todas las etapas del
proceso judicial, en procedimientos civiles y penales y en
todo procedimiento judicial y administrativo que determine
los derechos y las obligaciones, y asegurarán que no se
impugne la credibilidad o el carácter de ninguna persona
en su calidad de parte, testigo/a, defensor/a o tomador/a
de decisiones en base a su orientación sexual o identidad
de género;

b) Adoptarán todas las medidas necesarias y razonables


para proteger a las personas contra persecuciones penales
o procedimientos civiles que sean motivados enteramente
o en parte por prejuicios acerca de la orientación sexual o
la identidad de género;

c) Emprenderán programas de capacitación y


sensibilización dirigidos a jueces y juezas, personal de
los tribunales, fiscales, abogados/as y otras personas en
cuanto a las normas internacionales de derechos humanos
y los principios de igualdad y no discriminación, incluidos
los concernientes a la orientación sexual o identidad de
género.

PRINCIPIO 9
EL DERECHO DE TODA PERSONA PRIVADA DE SU LIBERTAD A
SER TRATADA HUMANAMENTE

Toda persona privada de su libertad será tratada humanamente


y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. La

26
Principios de Yogyakarta

orientación sexual y la identidad de género son fundamentales


para la dignidad de toda persona.

Los Estados:

a) Asegurarán que la detención evite una mayor marginación


de las personas en base a su orientación sexual o identidad
de género o las exponga al riesgo de sufrir violencia, malos
tratos o abusos físicos, mentales o sexuales;

b) Proveerán a las personas detenidas de un acceso


adecuado a cuidados médicos y consejería apropiada a sus
necesidades, reconociendo cualquier necesidad particular
con base en su orientación sexual o identidad de género,
incluso en lo que respecta a salud reproductiva, acceso
a información y terapia sobre el VIH/SIDA y a terapia
hormonal o de otro tipo, como también a tratamientos para
reasignación de sexo si ellas los desearan;

c) Garantizarán que, en la medida que sea posible, todas


las personas privadas de su libertad participen en las
decisiones relativas al lugar de detención apropiado para
su orientación sexual e identidad de género;

d) Establecerán medidas de protección para todas las


personas privadas de su libertad que resulten vulnerables
a violencia o abusos en base a su orientación sexual,
identidad de género o expresión de género y asegurarán
que dichas medidas no impliquen más restricciones a
sus derechos de las que experimenta la población general
de la prisión, en la medida en que esto pueda llevarse
razonablemente a la práctica;

e) Asegurarán que las visitas conyugales, donde estén


permitidas, sean otorgadas en igualdad de condiciones para
todas las personas presas y detenidas, con independencia
del sexo de su pareja;

27
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

f) Estipularán el monitoreo independiente de las


instalaciones de detención por parte del Estado, como
también de organizaciones no gubernamentales,
incluyendo aquellas que trabajan en los ámbitos de la
orientación sexual y la identidad de género;

g) Emprenderán programas de capacitación y sensibilización


dirigidos al personal penitenciario y a todos los demás
funcionarios y funcionarias de los sectores público y
privado involucrados en las instalaciones de detención en
cuanto a las normas internacionales de derechos humanos
y los principios de igualdad y no discriminación, incluidos
los referidos a la orientación sexual y la identidad de género.

PRINCIPIO 10
EL DERECHO DE TODA PERSONA A NO SER SOMETIDA A
TORTURAS NI A PENAS O TRATOS CRUELES, INHUMANOS Y
DEGRADANTES

Todas las personas tienen el derecho a no ser sometidas a


torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes,
incluso por razones relacionadas con la orientación sexual o la
identidad de género.
Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de prevenir
torturas y penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
perpetrados por motivos relacionados con la orientación
sexual o la identidad de género de la víctima, así como la
incitación a cometer tales actos, y brindarán protección
contra estos;

b) Adoptarán todas las medidas razonables para identificar


a las víctimas de torturas y penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes perpetrados por motivos

28
Principios de Yogyakarta

relacionados con la orientación sexual o la identidad


de género y ofrecerán recursos apropiados, incluyendo
resarcimientos y reparaciones, así como apoyo médico y
psicológico cuando resulte apropiado;

c) Emprenderán programas de capacitación y sensibilización


dirigidos a agentes de la policía, al personal penitenciario
y a todos los demás funcionarios y funcionarias de los
sectores público y privado que se encuentren en posición
de perpetrar o prevenir dichos actos.

PRINCIPIO 11
EL DERECHO A LA PROTECCIÓN CONTRA TODAS LAS FORMAS
DE EXPLOTACIÓN, VENTA Y TRATA DE PERSONAS

Toda persona tiene derecho a la protección contra la trata, venta y


cualquier forma de explotación, incluyendo la explotación sexual
pero sin limitarse a ella, basadas en una orientación sexual o
identidad de género real o percibida. Deberá garantizarse que
las medidas diseñadas para prevenir la tratan tengan en cuenta
los factores que aumentan la vulnerabilidad a ella, entre ellos
las diversas formas de desigualdad y de discriminación por
orientación sexual o identidad de género reales o percibidas, o en
la expresión de estas u otras identidades. Tales medidas deberán
ser compatibles con los derechos humanos de las personas que
se encuentran en riesgo de trata.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y otras de carácter preventivo y de protección que sean
necesarias con respecto a la trata, venta y toda forma de
explotación de seres humanos, incluyendo la explotación
sexual pero sin limitarse a ésta, basadas en una orientación
sexual o identidad de género real o percibida;

29
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

b) Garantizarán por que dichas leyes o medidas no


criminalicen la conducta de las personas vulnerables a
tales prácticas, no las estigmaticen ni de ninguna otra
manera exacerben sus desventajas;

c) Establecerán medidas, servicios y programas legales,


educativos y sociales para hacer frente a los factores que
incrementan la vulnerabilidad a la trata, venta y toda forma
de explotación de seres humanos, incluyendo la explotación
sexual pero sin limitarse a esta, basadas en una orientación
sexual o identidad de género real o percibida, incluso
factores tales como la exclusión social, la discriminación, el
rechazo por parte de las familias o comunidades culturales,
la falta de independencia financiera, la carencia de hogar,
las actitudes sociales discriminatorias que conducen
una baja autoestima y la falta de protección contra la
discriminación en el acceso a la vivienda, el empleo y los
servicios sociales.

PRINCIPIO 12
EL DERECHO AL TRABAJO

Toda persona tiene derecho al trabajo digno y productivo,


a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la
protección contra el desempleo, sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de eliminar
y prohibir la discriminación por motivos de orientación
sexual e identidad de género en el empleo público y privado,
incluso en lo concerniente a capacitación profesional,
contratación, promoción, despido, condiciones de trabajo
y remuneración;

30
Principios de Yogyakarta

b) Eliminarán toda discriminación por motivos de


orientación sexual o identidad de género a fin de garantizar
iguales oportunidades de empleo y superación en todas las
áreas del servicio público, incluidos todos los niveles del
servicio gubernamental y el empleo en funciones públicas,
incluyendo el servicio en la policía y las fuerzas armadas,
y proveerán programas apropiados de capacitación
y sensibilización a fin de contrarrestar las actitudes
discriminatorias.

PRINCIPIO 13
EL DERECHO A LA SEGURIDAD Y A OTRAS MEDIDAS DE
PROTECCIÓN SOCIAL

Todas las personas tienen derecho a la seguridad social y a otras


medidas de protección social, sin discriminación por motivos de
orientación sexual o identidad de género.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar el
acceso, en igualdad de condiciones y sin discriminación
por motivos de orientación sexual o identidad de género, a
la seguridad social y a otras medidas de protección social,
incluyendo beneficios laborales, licencia por maternidad o
paternidad, beneficios por desempleo, seguro, cuidados o
beneficios de salud (incluso para modificaciones del cuerpo
relacionadas con la identidad de género), otros seguros
que cubran cuestiones sociales, beneficios familiares,
beneficios funerarios, pensiones y beneficios para paliar la
pérdida de apoyo como resultado de enfermedad o muerte
de cónyuges o parejas;

b) Asegurarán que no se someta a niñas y niños a ninguna


forma de trato discriminatorio dentro del sistema de

31
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

seguridad social o en la provisión de beneficios sociales


o de bienestar social en base a su orientación sexual o
identidad de género o la de cualquier miembro de su familia;

c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar
el acceso a estrategias y programas de reducción de la
pobreza, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género.

PRINCIPIO 14
EL DERECHO A UN NIVEL DE VIDA ADECUADO

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, lo cual


incluye alimentación adecuada, agua potable, servicios sanitarios
y vestimenta adecuadas, así como a la mejora continua de sus
condiciones de vida, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar el
acceso de las personas a la alimentación, el agua potable,
los servicios sanitarios y la vestimenta adecuadas, en
igualdad de condiciones y sin discriminación por motivos
de orientación sexual e identidad de género.

PRINCIPIO 15
EL DERECHO A UNA VIVIENDA ADECUADA

Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, lo que


incluye la protección contra el desalojo, sin discriminación por
motivos de orientación sexual o identidad de género.

32
Principios de Yogyakarta

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar
la seguridad de la tenencia y el acceso a una vivienda
asequible, habitable, accesible, culturalmente apropiada
y segura, incluyendo refugios y otros alojamientos de
emergencia, sin discriminación por motivos de orientación
sexual, identidad de género o estado marital o tierra
alternativa de mejor o igual calidad y a vivienda adecuada,
sin discriminación por motivos de orientación sexual,
identidad de género o estado marital o familiar;

b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de prohibir la
ejecución de desalojos que sean incompatibles con sus
obligaciones internacionales en materia de derechos
humanos y asegurarán la disponibilidad de recursos legales
u otros apropiados que resulten adecuados y efectivos
para cualquier persona que afirme que le fue violado, o
se encuentra bajo amenaza de serle violado, un derecho
a la protección contra desalojos forzados, incluyendo el
derecho al reasentamiento, que incluye el derecho a tierra
alternativa de mejor o igual calidad y a vivienda adecuada,
sin discriminación por motivos de orientación sexual,
identidad de género o estado marital o familiar;

c) Garantizarán la igualdad de derechos a la propiedad y la


herencia de tierra y vivienda sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género;

d) Establecerán programas sociales, incluyendo programas


de apoyo, a fin de hacer frente a los factores relacionados
con la orientación sexual y la identidad de género que
incrementan la vulnerabilidad - especialmente de niñas,
niños y jóvenes - a la carencia de hogar, incluyendo factores

33
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

tales como la exclusión social, la violencia doméstica y de


otra índole, la discriminación, la falta de independencia
financiera y el rechazo por parte de familias o comunidades
culturales, así como para promover esquemas de apoyo y
seguridad vecinales;

e) Proveerán programas de capacitación y sensibilización


a fin de asegurar que en todas las agencias pertinentes
haya conciencia y sensibilidad en cuanto a las necesidades
de las personas que se enfrentan al desamparo o a
desventajas sociales como resultado de su orientación
sexual o identidad de género.

PRINCIPIO 16
EL DERECHO A LA EDUCACIÓN

Toda persona tiene derecho a la educación, sin discriminación


alguna basada en su orientación sexual e identidad de género, y
con el debido respeto hacia estas.
Los Estados:
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de
otra índole que sean necesarias a fin de garantizar el acceso a
la educación en igualdad de condiciones y el trato igualitario de
estudiantes, personal y docentes dentro del sistema educativo,
sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad
de género;

b) Garantizarán que la educación esté encaminada al


desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad
mental y física de cada estudiante hasta el máximo de
sus posibilidades y que responda a las necesidades
de estudiantes de todas las orientaciones sexuales e
identidades de género;

c) Garantizarán que la educación esté encaminada a


inculcar respeto por los derechos humanos y las libertades

34
Principios de Yogyakarta

fundamentales, así como el respeto a la madre, el padre y


familiares de cada niña y niño, a su propia identidad cultural,
su idioma y sus valores, con espíritu de comprensión,
paz, tolerancia e igualdad entre los sexos, teniendo en
cuenta y respetando las diversas orientaciones sexuales e
identidades de género;

d) Asegurarán que los métodos, currículos y recursos


educativos sirvan para aumentar la comprensión y el
respeto de, entre otras, la diversidad de orientaciones
sexuales e identidades de género, incluyendo las
necesidades particulares de las y los estudiantes y de sus
madres, padres y familiares en este sentido;

e) Garantizarán que las leyes y políticas brinden a


estudiantes, al personal y a docentes de las diferentes
orientaciones sexuales e identidades de género una
adecuada protección contra todaslas formas de exclusión
social y violencia, incluyendo el acoso y el hostigamiento,
dentro del ámbito escolar;

f) Asegurarán que no se margine ni se segregue a


estudiantes que sufran dicha exclusión o violencia con el
objetivo de protegerlas y protegerlos, y que se identifiquen y
respeten, de manera participativa, sus intereses superiores;

g) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar que
la disciplina escolar se administre de modo compatible con
la dignidad humana, sin discriminación ni castigos basados
en la orientación sexual, la identidad de género de las y los
estudiantes, o la expresión de las mismas.

h) Velarán por que todas las personas tengan acceso a


oportunidades y recursos para un aprendizaje perdurable
sin discriminación por motivos de orientación sexual o

35
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

identidad de género, incluyendo a personas adultas que ya


han sufrido dichas formas de discriminación en el sistema
educativo.

PRINCIPIO 17
EL DERECHO AL DISFRUTE DEL MÁS ALTO NIVEL POSIBLE DE
SALUD

Todas las personas tienen el derecho al disfrute del más alto nivel
posible de salud física y mental, sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género. La salud sexual y
reproductiva es un aspecto fundamental de este derecho.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar el
disfrute del derecho al más alto nivel posible de salud física
y mental, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género;

b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias para asegurar que
todas las personas tengan acceso a centros, productos
y servicios para la salud, incluidos los relacionados con
la salud sexual y reproductiva, así como a sus propios
historiales médicos, sin discriminación por motivos de
orientación sexual o identidad de género;

c) Asegurarán que los centros, productos y servicios para


la salud sean diseñados de modo que mejoren el estado de
salud de todas las personas sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género, que respondan
a sus necesidades y tengan en cuenta dichos motivos y
que los datos personales relativos a la salud sean tratados
con confidencialidad;

36
Principios de Yogyakarta

d) Desarrollarán e implementarán programas encaminados


a hacer frente a la discriminación, los prejuicios y otros
factores sociales que menoscaban la salud de las personas
debido a su orientación sexual o identidad de género;

e) Garantizarán que todas las personas estén informadas


y su autonomía sea promovida a fin de que puedan tomar
sus propias decisiones relacionadas con el tratamiento
y los cuidados médicos en base a un consentimiento
genuinamente informado, sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género;

f) Garantizarán que todos los programas y servicios de


salud, educación, prevención, cuidados y tratamiento en
materia sexual y reproductiva respeten la diversidad de
orientaciones sexuales e identidades de género y estén
disponibles en igualdad de condiciones y sin discriminación
para todas las personas;

g) Facilitarán el acceso a tratamiento, cuidados y apoyo


competentes y no discriminatorios a aquellas personas
que busquen modificaciones corporales relacionadas con
la reasignación de género;

h) Asegurarán que todos los proveedores de servicios para


la salud traten a sus clientes y sus parejas sin discriminación
por motivos de orientación sexual o identidad de género,
incluso en lo concerniente al reconocimiento como
parientes más cercanos;

i) Adoptarán las políticas y los programas de educación


y capacitación que sean necesarios para posibilitar que
quienes trabajan en el sector de salud brinden a todas las
personas el más alto nivel posible de atención a su salud,
con pleno respeto por la orientación sexual e identidad de
género de cada una.

37
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

PRINCIPIO 18
PROTECCIÓN CONTRA ABUSOS MÉDICOS

Ninguna persona será obligada a someterse a ninguna forma de


tratamiento, procedimiento o exámenes médicos o psicológicos,
ni a permanecer confinada en un centro médico, en base a su
orientación sexual o identidad de género. Con independencia
de cualquier clasificación que afirme lo contrario, la orientación
sexual y la identidad de género de una persona no son, en sí
mismas, condiciones médicas y no deberán ser tratadas, curadas
o suprimidas.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar
la plena protección contra prácticas médicas dañinas
basadas en la orientación sexual o la identidad de género,
incluso en estereotipos, ya sea derivados de la cultura o de
otra fuente, en cuanto a la conducta, la apariencia física o
las que se perciben como normas en cuanto al género;

b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que el
cuerpo de ninguna criatura sea alterado irreversiblemente
por medio de procedimientos médicos que procuren
imponerle una identidad de género sin el consentimiento
pleno, libre e informado de acuerdo a su edad y madurez
y guiándose por el principio de que en todas las acciones
concernientes a niñas y niños se tendrá como principal
consideración su interés superior;

c) Establecerán mecanismos de protección infantil


encaminados a que ningún niño o niña corra el riesgo de
sufrir abusos médicos o sea sometido/a a ellos;

38
Principios de Yogyakarta

d) Garantizarán la protección de las personas de diversas


orientaciones sexuales e identidades de género contra
procedimientos o estudios médicos carentes de ética o
no consentidos, incluidos los relacionados con vacunas,
tratamientos o microbicidas para el VIH/SIDA u otras
enfermedades;

e) Revisarán y enmendarán todas las disposiciones o


programas de financiamiento para la salud, incluyendo
aquellos con carácter de cooperación al desarrollo, que
promuevan, faciliten o de alguna otra manera hagan
posibles dichos abusos;

f) Garantizarán que ningún tratamiento o consejería


de índole médica o psicológica considere, explícita o
implícitamente, la orientación sexual y la identidad de
género como trastornos de la salud que han de ser tratados,
curados o suprimidos

PRINCIPIO 19
EL DERECHO A LA LIBERTAD DE OPINIÓN Y DE EXPRESIÓN

Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión,


con independencia de su orientación sexual o identidad de género.
Esto incluye la expresión de la identidad o la personalidad mediante
el lenguaje, la apariencia y el comportamiento, la vestimenta, las
características corporales, la elección de nombre o por cualquier
otro medio, como también la libertad de buscar, recibir e impartir
información e ideas de todos los tipos, incluso la concerniente
a los derechos humanos, la orientación sexual y la identidad de
género, a través de cualquier medio y sin consideración a las
fronteras.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar

39
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

el pleno goce de la libertad de opinión y de expresión,


respetando los derechos y libertades de otras personas,
sin discriminación por motivos de orientación sexual o
identidad de género, incluyendo los actos de recibir y
comunicar información e ideas, la promoción y defensa
de los derechos legales, la publicación de materiales, la
difusión, la organización de conferencias o participación en
ellas – todo ello relativo a la orientación sexual y la identidad
de género – así como la difusión de conocimientos acerca
de las relaciones sexuales más seguras y el acceso a los
mismos;

b) Asegurarán que los productos y la organización de


los medios de comunicación que son regulados por
el Estado sean pluralistas y no discriminatorios en lo
que respecta a asuntos relacionados con la orientación
sexual y la identidad de género, como también que en el
reclutamiento de personal y las políticas de promoción,
dichas organizaciones no discriminen por motivos de
orientación sexual o identidad de género;

c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar
el pleno disfrute del derecho a expresar la identidad o la
personalidad, incluso a través del lenguaje, la apariencia
y el comportamiento, la vestimenta, las características
corporales, la elección de nombre o cualquier otro medio;

d) Asegurarán que las nociones de orden público, moralidad


pública, salud pública y seguridad pública no sean
utilizadas para restringir, en una forma discriminatoria,
ningún ejercicio de la libertad de opinión y de expresión que
afirme las diversas orientaciones sexuales o identidades
de género;

e) Velarán por que el ejercicio de la libertad de opinión y


de expresión no viole los derechos y libertades de las

40
Principios de Yogyakarta

personas en toda su diversidad de orientaciones sexuales


e identidades de género;

f) Garantizarán que todas las personas, con independencia


de su orientación sexual o identidad de género, gocen de
acceso, en igualdad de condiciones, a la información y las
ideas, así como a la participación en debates públicos.

PRINCIPIO 20
EL DERECHO A LA LIBERTAD DE REUNIÓN Y DE ASOCIACIÓN
PACÍFICAS

Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación


pacíficas, incluso para los propósitos de manifestaciones
pacíficas, con independencia de su orientación sexual o identidad
de género. Las personas pueden formar y hacer reconocer, sin
discriminación, asociaciones basadas en la orientación sexual
o la identidad de género, así como asociaciones que distribuyan
información a, o sobre personas de las diversas orientaciones
sexuales e identidades de género, faciliten la comunicación entre
estas personas y aboguen por sus derechos y hacer que dichas
asociaciones les sean reconocidas.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar los
derechos a la organización, asociación, reunión y defensa
pacíficas en torno a asuntos relacionados con la orientación
sexual y la identidad de género, así como el derecho a
obtener reconocimiento legal para tales asociaciones y
grupos, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género;

b) Garantizarán particularmente que las nociones de orden


público, moralidad pública, salud pública y seguridad

41
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

pública no sean utilizadas para restringir ninguna forma de


ejercicio de los derechos a la reunión y asociación pacíficas
únicamente sobre la base de que dicho ejercicio afirma
la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de
género;

c) Bajo ninguna circunstancia impedirán el ejercicio de los


derechos a la reunión y asociación pacíficas por motivos
relacionados con la orientación sexual o la identidad de
género y asegurarán que a las personas que ejerzan tales
derechos se les brinde una adecuada protección policial
y otros tipos de protección física contra la violencia y el
hostigamiento;

d) Proveerán programas de capacitación y sensibilización


a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y a
otros funcionarios pertinentes a fin de que sean capaces
de brindar dicha protección;

e) Asegurarán que las reglas sobre divulgación de


información referidas a asociaciones y grupos voluntarios
no tengan, en la práctica, efectos discriminatorios para
aquellas asociaciones o grupos que abordan asuntos
relacionados con la orientación sexual o la identidad de
género, ni para sus integrantes.

PRINCIPIO 21
EL DERECHO A LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO, DE CONCIENCIA
Y DE RELIGIÓN

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de


conciencia y de religión, con independencia de su orientación
sexual o identidad de género. Estos derechos no pueden
ser invocados por el Estado para justificar leyes, políticas o
prácticas que nieguen el derecho a igual protección de la ley o
que discriminen por motivos de orientación sexual o identidad de
género.

42
Principios de Yogyakarta

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar
el derecho de las personas, con independencia de su
orientación sexual o identidad de género, a profesar y
practicar creencias religiosas y no religiosas, ya sea solas o
en asociación con otras personas, a que no haya injerencias
en sus creencias y a no sufrir coerción o imposición de
creencias;

b) Velarán por que la expresión, práctica y promoción


de diferentes opiniones, convicciones y creencias
concernientes a asuntos relacionados con la orientación
sexual o la identidad de género no se lleven a cabo en una
manera que sea incompatible con los derechos humanos.

PRINCIPIO 22
EL DERECHO A LA LIBERTAD DE MOVIMIENTO

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su


residencia en el territorio de un Estado, con independencia de su
orientación sexual o identidad de género. La orientación sexual y
la identidad de género nunca podrán ser invocadas para limitar o
impedir el ingreso de una persona a un Estado, su salida de este
o su retorno al mismo, incluyendo el Estado del cual la persona
es ciudadana

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que
se garantice el derecho a la libertad de movimiento y de
residencia, con independencia de la orientación sexual o la
identidad de género;

43
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

PRINCIPIO 23
EL DERECHO A PROCURAR ASILO

En caso de persecución, incluida la relacionada con la orientación


sexual o la identidad de género, toda persona tiene derecho a
procurar asilo, y a obtenerlo en cualquier país. Un Estado no podrá
remover, expulsar o extraditar a una persona a ningún Estado
en el que esa persona pudiera verse sujeta a temores fundados
de sufrir tortura, persecución o cualquier otra forma de penas o
tratos crueles, inhumanos o degradantes en base a la orientación
sexual o identidad de género.
Los Estados:

a) Revisarán, enmendarán y promulgarán leyes a fin de


garantizar que un temor fundado de persecución por
motivos de orientación sexual o identidad de género
sea aceptado como base para el reconocimiento de la
condición de refugiado o refugiada y al asilo;

b) Asegurarán que ninguna política o práctica discrimine a


solicitantes de asilo por su orientación sexual o identidad
de género;

c) Garantizarán que ninguna persona sea removida,


expulsada o extraditada a ningún Estado en el que
pudiera verse sujeta a temores fundados de sufrir tortura,
persecución o cualquier otra forma de penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes en base a su orientación
sexual o identidad de género.

PRINCIPIO 24
EL DERECHO A FORMAR UNA FAMILIA

Toda persona tiene el derecho a formar una familia, con


independencia de su orientación sexual o identidad de género.
Existen diversas configuraciones de familias. Ninguna familia

44
Principios de Yogyakarta

puede ser sometida a discriminación basada en la orientación


sexual o identidad de género de cualquiera de sus integrantes.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar el
derecho a formar una familia, incluso a través del acceso
a adopción o a reproducción asistida (incluyendo la
inseminación por donante), sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género;

b) Velarán por que las leyes y políticas reconozcan la


diversidad de formas de familias, incluidas aquellas que no
son definidas por descendencia o matrimonio, y adoptarán
todas las medidas legislativas, administrativas y de otra
índole necesarias para asegurar que ninguna familia sea
sometida a discriminación basada en la orientación sexual
o identidad de género de cualquiera de sus integrantes,
incluso en lo que respecta al bienestar social y otros
beneficios relacionados con la familia, al empleo y a la
inmigración;

c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar
que en todas las medidas o decisiones concernientes
a niñas y niños que sean tomadas por las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial sea el interés superior del niño o
la niña y que la orientación sexual o identidad de género del
niño o la niña o la de cualquier miembro de la familia u otra
persona no sea considerada incompatible con ese interés
superior;

45
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

d) En todas las medidas o decisiones concernientes a


niñas y niños, velarán por que un niño o niña que esté en
condiciones de formarse un juicio propio pueda ejercer el
derecho de expresar sus opiniones con libertad y que estas
sean debidamente tenidas en cuenta en función de la edad
y madurez del niño o la niña;

e) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar que
en aquellos Estados que reconocen los matrimonios o las
uniones registradas entre personas de un mismo sexo,
cualquier derecho, privilegio, obligación o beneficio que se
otorga a personas de sexo diferente que están casadas
o han registrado su unión esté disponible, en igualdad de
condiciones, para parejas del mismo sexo casadas o que
han registrado su unión;

f) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de garantizar
que cualquier obligación, derecho, privilegio o beneficio
que se otorga a parejas de sexo diferente no casadas esté
disponible en igualdad de condiciones para parejas del
mismo sexo no casadas;

g) Asegurarán que el matrimonio y otras uniones


reconocidas por la ley se contraigan únicamente mediante
el libre y pleno consentimiento de ambas personas que
conformarán el matrimonio o la unión.

PRINCIPIO 25
EL DERECHO A PARTICIPAR EN LA VIDA PÚBLICA

Todas las personas ciudadanas gozarán del derecho a participar


en la dirección de los asuntos públicos, incluido el derecho a
postularse a cargos públicos, a participar en la formulación de
políticas que afecten su bienestar y a tener acceso, en condiciones

46
Principios de Yogyakarta

generales de igualdad, a todos los niveles de las funciones


públicas de su país y al empleo en funciones públicas, incluyendo
el servicio en la policía y las fuerzas armadas, sin discriminación
por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Los Estados:

a) Revisarán, enmendarán y promulgarán leyes para


asegurar el pleno disfrute del derecho a participar en la
vida y los asuntos públicos y políticos, incluyendo todos los
niveles de servicios brindados por los gobiernos y empleo
en funciones públicas, incluso en la policía y las fuerzas
armadas, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género y con pleno respeto a la
singularidad de cada persona en estos;

b) Adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar


los estereotipos y prejuicios referidos a la orientación
sexual y la identidad de género que impidan o restrinjan la
participación en la vida pública;

c) Garantizarán el derecho de cada persona a participar en


la formulación de políticas que afecten su bienestar, sin
discriminación basada en su orientación sexual e identidad
de género y con pleno respeto por las mismas.

PRINCIPIO 26
EL DERECHO A PARTICIPAR EN LA VIDA CULTURAL

Toda persona, con independencia de su orientación sexual o


identidad de género, tiene derecho a tomar parte libremente
en la vida cultural de la comunidad y a expresar la diversidad
de orientaciones sexual e identidades de género a través de la
participación cultural.
Los Estados:

47
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurarles a
todas las personas oportunidades para participar en la vida
cultural, con independencia de sus orientaciones sexuales
e identidades de género y con pleno respeto por estas;

b) Fomentarán el diálogo y el respeto mutuo entre quienes


expresan a los diversos grupos culturales que existen
dentro del Estado, incluso entre grupos que tienen opiniones
diferentes sobre asuntos relacionados con la orientación
sexual y la identidad de género, de conformidad con el
respeto a los derechos humanos a que se hace referencia
en estos Principios.

PRINCIPIO 27
EL DERECHO A PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS

Toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a


promover y procurar la protección y realización de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional
e internacional, sin discriminación por motivos de orientación
sexual o identidad de género. Esto incluye las actividades
encaminadas a promover y proteger los derechos de las personas
de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, así
como el derecho a desarrollar y debatir ideas y principios nuevas
normas relacionadas con los derechos humanos y a trabajar por
la aceptación de las mismas.

Los Estados:

a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas


y de otra índole que sean necesarias a fin de asegurar
condiciones favorables para actividades encaminadas
a la promoción y realización de los derechos humanos,
incluidos los derechos pertinentes a la orientación sexual
y la identidad de género;

48
Principios de Yogyakarta

b) Adoptarán todas las medidas apropiadas para combatir


acciones o campañas contra defensores y defensoras de los
derechos humanos que trabajan en asuntos relacionados
con la orientación sexual y la identidad de género, así
como aquellas que ataquen a defensores y defensoras que
luchan por los derechos humanos, haciendo referencia a
sus orientaciones sexuales e identidades de género;

c) Velarán por que las y los defensores de los derechos


humanos, con independencia de su orientación sexual o
identidad de género y de los asuntos de derechos humanos
que defiendan, gocen de acceso a organizaciones y órganos
de derechos humanos nacionales e internacionales, de
participación en estos y de comunicación con ellos, sin
discriminación ni trabas;

d) Garantizarán la protección de los defensores y las


defensoras de los derechos humanos que trabajan en
asuntos relacionados con la orientación sexual y la
identidad de género contra toda violencia, amenaza,
represalia, discriminación de hecho o de derecho, presión
o cualquier otra acción arbitraria perpetrada por el Estado
o por agentes no estatales en respuesta a sus actividades
en materia de derechos humanos. A los defensores y
defensoras de los derechos humanos que trabajan en
cualquier otro asunto, debería garantizárseles la misma
protección contra tales actos basados en su orientación
sexual o identidad de género;

e) Apoyarán el reconocimiento y la acreditación de


organizaciones que promueven y protegen los derechos
humanos de personas de diversas orientaciones sexuales e
identidades de género a los niveles nacional e internacional.

49
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

PRINCIPIO 28
EL DERECHO A RECURSOS Y RESARCIMIENTOS EFECTIVOS

Toda víctima de una violación de los derechos humanos, incluso


de una violación basada en la orientación sexual o la identidad
de género, tiene el derecho a recursos eficaces, adecuados y
apropiados. Las medidas adoptadas con el propósito de brindar
reparaciones a personas de diversas orientaciones sexuales
e identidades de género, o de asegurar el adecuado desarrollo
de estas personas, son esenciales para el derecho a recursos y
resarcimientos efectivos.

Los Estados:

a) Establecerán los procedimientos jurídicos necesarios,


incluso mediante la revisión de leyes y políticas, a fin de
asegurar que las víctimas de violaciones a los derechos
humanos por motivos de orientación sexual o identidad
de género tengan acceso a una plena reparación a través
de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción,
garantía de no repetición y/o cualquier otro medio que
resulte apropiado;

b) Garantizarán que las reparaciones sean cumplidas e


implementadas de manera oportuna;

c) Asegurarán el establecimiento de instituciones y normas


efectivas para la provisión de reparaciones y resarcimientos,
además de garantizar la capacitación de todo el personal
en lo que concierne a violaciones a los derechos humanos
basadas en la orientación sexual y la identidad de género;

d) Velarán por que todas las personas tengan acceso a


toda la información necesaria sobre los procesos para
obtención de reparaciones y resarcimientos;

50
Principios de Yogyakarta

e) Asegurarán que se provea ayuda financiera a aquellas


personas que no puedan pagar el costo de obtener
resarcimiento y que sea eliminado cualquier otro obstáculo,
financiero o de otra índole, que les impida obtenerlo;

f) Garantizarán programas de capacitación y sensibilización,


incluyendo medidas dirigidas a docentes y estudiantes
en todos los niveles de la educación pública, a colegios
profesionales y a potenciales violadores de los derechos
humanos, a fin de promover el respeto a las normas
internacionales de derechos humanos y el cumplimiento
de las mismas, de conformidad con estos Principios, como
también para contrarrestar las actitudes discriminatorias
por motivos de orientación sexual o identidad de género.

PRINCIPIO 29
RESPONSABILIDAD PENAL

Toda persona cuyos derechos humanos sean violados, incluyendo


los derechos a los que se hace referencia en estos Principios,
tiene derecho a que a las personas directa o indirectamente
responsables de dicha violación, sean funcionarios públicos o
no, se les responsabilice penalmente por sus actos de manera
proporcional a la gravedad de la violación. No deberá haber
impunidad para autores de violaciones a los derechos humanos
relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género.

Los Estados:

a) Establecerán procedimientos penales, civiles,


administrativos y de otra índole, así como mecanismos
de vigilancia, que sean apropiados, accesibles y eficaces,
a fin de asegurar que a quienes cometan violaciones a los
derechos humanos relacionadas con la orientación sexual
o la identidad de género se las y los responsabilizará por
sus actos;

51
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

b) Garantizarán que todas las denuncias sobre delitos


cometidos en base a la orientación sexual o identidad
de género real o percibida de la víctima, incluidos los
crímenes descritos en estos Principios, sean investigadas
rápida y minuciosamente y que, en aquellos casos en que
se encuentren pruebas apropiadas, se presenten cargos
formales contra las personas responsables se las lleve a
juicio y se les castigue debidamente;

c) Crearán instituciones y procedimientos independientes


y eficaces que vigilen la redacción y aplicación de leyes y
políticas para asegurar que se elimine la discriminación por
motivos de orientación sexual o identidad de género;

d) Eliminarán cualquier obstáculo que impida iniciar


procesos penales contra personas responsables de
violaciones de los derechos humanos basadas en la
orientación sexual o la identidad de género.

RECOMENDACIONES ADICIONALES

Todas las personas que conforman la sociedad y la comunidad


internacional tienen responsabilidades concernientes a la
realización de los derechos humanos. Por lo tanto, recomendamos
que:

a) La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los


Derechos Humanos adhiera a estos Principios, promueva
su implementación a nivel mundial y los incorpore al trabajo
de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, incluso a nivel de trabajo de
campo;

b) El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones


Unidas adhiera a estos Principios y considere de manera

52
Principios de Yogyakarta

sustantiva las violaciones a los derechos humanos


basadas en la orientación sexual o la identidad de género,
con miras a promover el cumplimiento de estos Principios
por parte de los Estados;

c) Los Procedimientos Especiales de Derechos Humanos


de las Naciones Unidas presten la debida atención a las
violaciones de los derechos humanos basadas en la
orientación sexual o la identidad de género e incorporen
estos Principios a la implementación de sus respectivos
mandatos;

d) El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas,


de conformidad con su Resolución 1996/31, reconozca
y acredite a organizaciones no gubernamentales cuyo
objetivo es promover y proteger los derechos humanos
de las personas de diversas orientaciones sexuales o
identidades de género;

e) Los Órganos de Vigilancia de los Tratados de Derechos


Humanos de las Naciones Unidas integren vigorosamente
estos Principios a la implementación de sus respectivos
mandatos, incluso a su jurisprudencia y al examen de
informes estatales, y, de resultar apropiado, adopten
Observaciones Generales u otros textos interpretativos
sobre la aplicación de la legislación internacional de
derechos humanos a personas de diversas orientaciones
sexuales e identidades de género;

f) La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el


Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/
SIDA (ONUSIDA) desarrollen directrices sobre la prestación
de servicios y la atención a la salud que resulte apropiada
y responda a las necesidades de las personas en lo que
concierne a su orientación sexual o identidad de género,
con pleno respeto por sus derechos y su dignidad;

53
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

g) El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los


Refugiados incorpore estos Principios en los esfuerzos
encaminados a proteger a personas que son perseguidas
por motivos de orientación sexual o identidad de género,
o que tienen fundados temores de serlo, y garantice que
ninguna persona sufra discriminación basada en su
orientación sexual o identidad de género en lo que se
refiere a recibir ayuda humanitaria u otros servicios o en la
determinación de su condición de refugiada;

h) Las organizaciones intergubernamentales regionales y


subregionales comprometidas con los derechos humanos,
así como los órganos de vigilancia de los tratados
regionales de derechos humanos regionales, velen por
que la promoción de estos Principios sea un componente
esencial en la implementación de los mandatos de sus
diversos mecanismos, procedimientos y otros arreglos e
iniciativas en materia de derechos humanos;

i) Los tribunales regionales de derechos humanos


incorporen vigorosamente en su jurisprudencia en
desarrollo referida a la orientación sexual y la identidad
de género aquellos Principios que sean relevantes a los
tratados de derechos humanos de los que son intérpretes;

j) Las organizaciones no gubernamentales que trabajan


en derechos humanos a los niveles nacional, regional e
internacional promuevan el respeto a estos Principios
dentro del marco de sus mandatos específicos;

k) Las organizaciones humanitarias incorporen estos


Principios en cualquier operación humanitaria o de socorro
y se abstengan de discriminar a las personas por su
orientación sexual o identidad de género en la provisión de
asistencia y otros servicios;

54
Principios de Yogyakarta

l) Las instituciones nacionales de derechos humanos


promuevan el respeto a estos Principios por parte de
agentes estatales y no estatales e incorporen en su trabajo
la promoción y protección de los derechos humanos de las
personas de diversas orientaciones sexuales o identidades
de género;

m) Las organizaciones profesionales, incluyendo aquellas


en los sectores médico, de justicia penal o civil, y educativo,
revisen sus prácticas y directrices para asegurarse de
promover vigorosamente la implementación de estos
Principios;

n) Las organizaciones con fines comerciales reconozcan


su importante función tanto en cuanto a asegurar el
respeto a estos Principios en lo que concierne a su propia
fuerza de trabajo como en cuanto a promoverlos a los
niveles nacional e internacional, y actúen de conformidad
con dicha función;

o) Los medios de comunicación eviten el uso de estereotipos


en cuanto a la orientación sexual y la identidad de género,
promuevan la tolerancia y aceptación de la diversidad de
orientaciones sexuales e identidades de género humanas y
sensibilicen al público en torno a estas cuestiones;

p) Las agencias financiadoras gubernamentales y


privadas brinden asistencia financiera a organizaciones
no gubernamentales y de otra índole para la promoción y
protección de los derechos humanos de las personas de
diversas orientaciones sexuales e identidades de género.

55
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

ESTOS PRINCIPIOS Y RECOMENDACIONES reflejan la aplicación


de la legislación internacional de derechos humanos a las
vidas y experiencias de las personas de diversas orientaciones
sexuales e identidades de género, y nada de lo aquí dispuesto
se interpretará en el sentido de que restrinja o de alguna manera
limite los derechos y libertades fundamentales de dichas
personas reconocidos en las leyes o normas internacionales,
regionales o nacionales.

56
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

58
Ley 807, de Identidad de Género

LEY N° 807
LEY DE 21 DE MAYO DE 2016

ÁLVARO GARCÍA LINERA


PRESIDENTE EN EJERCICIO DEL ESTADO PLURINACIONAL DE
BOLIVIA

Por cuanto, la Asamblea Legislativa Plurinacional, ha


sancionado la siguiente Ley:

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA PLURINACIONAL,

DECRETA:

LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO

Artículo 1. (OBJETO)1. La presente Ley tiene por objeto


establecer el procedimiento para el cambio de nombre propio,
dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero en
toda documentación pública y privada vinculada a su identidad,
permitiéndoles ejercer de forma plena el derecho a la identidad
de género.

Artículo 2. (MARCO CONSTITUCIONAL). En el marco del


Parágrafo II del Artículo 14 de la Constitución Política del Estado,
toda persona tiene derecho a ser reconocida conforme a su
identidad de género.

Artículo 3. (DEFINICIONES). A efectos de la presente Ley, se


entiende por:

1. Género. Es la construcción social de roles, comportamientos,


usos, ideas, vestimentas, prácticas o características culturales y
otras costumbres para el hombre y la mujer.
1
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple de los Arts. 1 y 3.2 en la frase “cambio de datos de
sexo” de la Ley de Identidad de Género.

59
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

2. Identidad de Género. Es la vivencia individual del género tal


como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad,
la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento
del nacimiento. Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede
implicar la modificación de la apariencia corporal libremente
elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole2.

3. Sexo. Condición biológica, orgánica y genética que distingue a


mujeres de hombres.

4. Dato de Sexo. Diferencia entre mujer u hombre inscrita como


femenino o masculino en los documentos de registro de identidad
públicos o privados, que puede o no coincidir con el sexo al
momento de nacer.

5. Transexual. Personas que se sienten como pertenecientes al


género opuesto al que se les asignó al nacer y que optan por una
intervención médica para adecuar su apariencia física – biológica
a su realidad psíquica y social.

6. Transgénero. Hombre o mujer cuya identidad de género no


corresponde con su sexo asignado al momento del nacimiento,
sin que esto implique intervención médica de modificación
corporal.

Artículo 4. (ÁMBITO DE APLICACIÓN Y ALCANCE).

I. El alcance de la presente Ley es aplicable en todo el territorio


nacional a personas bolivianas transexuales y transgénero,
solteras, divorciadas o viudas, mayores de dieciocho (18) años
de edad.

II. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen


será reversible por una sola vez, luego de lo cual no podrán
2
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple de los Arts. 1 y 3.2 en la frase “cambio de datos de
sexo” de la Ley de Identidad de Género.

60
Ley 807, de Identidad de Género

modificarse nuevamente estos datos. En caso de reversión se


vuelve al nombre, dato de sexo e imagen iniciales3.

Artículo 5. (GARANTÍAS). El Estado garantiza a las personas


transexuales y transgénero, lo siguiente:

1. El libre desarrollo de su persona de acuerdo a su identidad


de género.

2. La no discriminación y el derecho a la reparación o


satisfacción justa y adecuada por cualquier daño sufrido
como consecuencia del acto discriminatorio.

3. El trato de acuerdo con su identidad de género y, en particular,


a ser identificada o identificado de ese modo tanto en la vida
pública como privada.

4. El respeto a su integridad psicológica, física y sexual.

5. El ejercicio de su autonomía física, relacionada a la libertad


y capacidad de una persona de modificar o no su imagen
corporal.

6. El ejercicio de sus derechos y cumplimiento de obligaciones


derivados del vínculo familiar de descendientes, ascendientes,
ex cónyuges y afines previamente adquiridos al cambio de
identidad de género, tales como las disposiciones sobre
custodia, autoridad parental, asistencia familiar, autorizaciones
de viaje, entre otros.

Artículo 6. (PRINCIPIOS). La presente Ley se rige bajo los


siguientes principios:

3
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple del Art. 4.II en la frase “cambio de datos de sexo” de
la Ley de Identidad de Género.

61
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

1. Igualdad. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en


dignidad y derecho.

2. Equidad. Eliminar las brechas de desigualdad para el


ejercicio pleno de las libertades y los derechos de las personas
transexuales y transgénero, previstos en la Constitución Política
del Estado, normativa internacional de Derechos Humanos y
leyes nacionales.

3. Protección. Las personas transexuales y transgénero, tienen


derecho a la protección contra toda forma de discriminación,
de manera efectiva y oportuna en sede administrativa y/o
jurisdiccional, que implique una reparación o satisfacción justa
y adecuada por cualquier daño sufrido como consecuencia del
acto discriminatorio.

4. Buena Fe. Es la confianza, la cooperación y la lealtad en la


actuación de servidoras y servidores públicos, ciudadanas y
ciudadanos, por lo que se presumen válidas y legítimas las
pruebas y declaraciones presentadas por la persona interesada.

5. Celeridad. Comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en


la administración del proceso para el cambio de nombre propio,
dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero.

6. Respeto a la Diversidad. Convivencia e interacción en igualdad


de condiciones entre las diversas culturas, grupo étnicos, de
identidad de género y orientación sexual.

7. Confidencialidad. Garantizar que la información sea accesible


únicamente a la interesada, interesado, al personal autorizado
por la norma o a la solicitada mediante Orden Judicial y/o
Requerimiento Fiscal.

8.Trato Digno. Actitud respetuosa, en igualdad de condiciones,


relacionada a la honra, honor, propia imagen y dignidad.

62
Ley 807, de Identidad de Género

Artículo 7. (AUTORIDAD COMPETENTE)4. El Servicio de Registro


Cívico (SERECI), dependiente del Tribunal Supremo Electoral, se
constituye en la autoridad competente a nivel nacional, para el
registro del cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen a
personas transexuales y transgénero, en el marco de la presente
Ley y de la reglamentación específica que implemente el Servicio
de Registro Cívico, para estos casos.

Artículo 8. (REQUISITOS)5.
I. Para solicitar el cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen, el o la solicitante deberá presentar ante el SERECI, los
siguientes requisitos:

1. Carta de solicitud de cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen, manifestando el nombre propio y dato de sexo
inicialmente registrado, y el nuevo nombre propio y dato de
sexo elegido.

2. Examen técnico psicológico que acredite que la persona


conoce y asume voluntariamente las implicaciones de su
decisión.

3. Certificado de nacimiento original y computarizado expedido


por el SERECI, que acredite la mayoría de edad.

4. Certificación de datos de personas emitido por el Servicio


General de Identificación Personal (SEGIP) sin observación.

5. Certificado de libertad de estado civil expedido por el


SERECI.

4
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple del Art. 7 en la frase “cambio de datos de sexo” de la
Ley de Identidad de Género.

5
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple del Art. 7 en la frase “cambio de datos de sexo” de la
Ley de Identidad de Género.

63
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

6. Certificado de descendencia expedido por el SERECI.

7. Certificado del Registro Judicial de Antecedentes Penales


(REJAP), con el fin de informar sobre el cambio realizado a la
autoridad judicial competente en caso de existir algún proceso
en curso.

8. Fotografía actualizada de la imagen que corresponda a la


nueva identidad.

II. Las certificaciones del SERECI y del SEGIP presentadas, deben


guardar correspondencia en la información de nombres, apellidos,
fecha de nacimiento, lugar de nacimiento y si corresponde, datos
de los progenitores y filiación. La correspondencia de datos sólo
se refiere a aquellos específicos de la interesada o el interesado.

Artículo 9. (PROCEDIMIENTO)6.

I. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen será de


iniciativa y decisión voluntaria y personal de la o el titular de los
mismos.

II. Toda persona que solicite el cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen deberá presentar ante la Dirección Departamental
del SERECI correspondiente, Direcciones Regionales o
Delegaciones del SERECI que disponga el Tribunal Supremo
Electoral, los requisitos establecidos en el Artículo 8 de la presente
Ley, de manera personal. En el caso de bolivianas o bolivianos
residentes en el exterior del país, se podrá efectuar el trámite por
intermedio de apoderado mediante poder específico, caso en el
cual se procederá a cumplir el proceso de peritaje dactilar definido
por el SERECI.

6
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple del Art. 7 en la frase “cambio de datos de sexo” de la
Ley de Identidad de Género.

64
Ley 807, de Identidad de Género

III. Una vez verificada la presentación de los requisitos, la o el


Director Departamental del SERECI tendrá un plazo de quince
(15) días calendario computables a partir de la recepción de la
solicitud, para emitir Resolución Administrativa que autorice el
cambio con el nuevo nombre propio y dato de sexo en la partida de
nacimiento y la extensión de un nuevo certificado de nacimiento
de la o el solicitante. A dicho fin, el SERECI hará constar en sus
registros el cambio efectuado.

IV. En caso de existir incumplimiento en la presentación de


cualquier requisito, el SERECI notificará en Secretaría a la
interesada o el interesado para la subsanación del mismo. Una
vez subsanado el requisito, el SERECI emitirá la Resolución
correspondiente.

V. En un plazo de quince (15) días calendario computables a partir


de la emisión la Resolución Administrativa, el SERECI notificará
de oficio con ésta, el cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen a las siguientes instituciones:

1. Servicio de Identificación Personal – SEGIP;


2. Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero – ASFI;
3. Dirección General de Migración – DIGEMIG;
4. Servicio de Impuestos Nacionales – SIN;
5. Derechos Reales;
6. Registro Judicial de Antecedentes Penales – REJAP;
7. Sistema Nacional de Registro de Antecedentes Policiales –
SINARAP, de la Policía Boliviana (FELCC, FELCN y FELCV);
8. Dirección General de Régimen Penitenciario;
9. Contraloría General de Estado – CGE;
10. Ministerio de Educación;
11. Ministerio de Defensa;
12. Cajas de Salud Pública;

65
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

13. Servicio Nacional del Sistema de Reparto – SENASIR;


14. Autoridad de Pensiones, Valores y Seguros – APS;
15. Otras que el SERECI o la o el solicitante consideren
necesarias.

VI. Las instituciones señaladas en el Parágrafo precedente


deberán realizar de oficio el cambio de nombre propio y dato de
sexo en un plazo no mayor a quince (15) días hábiles computables
desde su notificación, pudiendo, a través de la Máxima Autoridad
Ejecutiva, pedir aclaraciones del trámite; el plazo señalado sólo
podrá excederse de manera fundamentada cuando el trámite
requiera la presencia física, a efectos de fotografía actualizada
y huella dactilar. En un plazo de treinta (30) días computables a
partir de la notificación con la Resolución Administrativa, el SEGIP
deberá informar al SERECI los resultados de la actualización de la
Cédula de Identidad.

VII. El cambio de nombre propio y dato de sexo en las partidas


de nacimiento de sus descendientes y de matrimonio o unión
libre con sus ex cónyuges, serán registradas únicamente en
notas aclaratorias o marginales de cada partida, sin registrar
el cambio de nombre propio y dato de sexo en los certificados
correspondientes, ni en la libreta de familia.

VIII. Ninguna institución o autoridad podrá exigir resolución


judicial, ni otro requisito para el reconocimiento y registro del
cambio de identidad de género, bajo responsabilidad.

Artículo 10. (CONFIDENCIALIDAD)7.

I. El proceso administrativo de cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen es confidencial.
7
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017,
declaró: La CONSTITUCIONALIDAD del art. 10 de la Ley de Identidad de Género (conforme
lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.4.5 del fallo constitucional).en su frase “…
permitirá a la persona ejercer todos los derechos fundamentales, políticos, laborales, civiles,
económicos y sociales…”.

66
Ley 807, de Identidad de Género

II. Los documentos señalados en el Artículo 8 de la presente Ley


presentados como requisitos y la Resolución Administrativa no
podrán ser exhibidos, ni se podrá entregar testimonio, certificación,
copia simple o legalizada a terceras personas, a menos que exista
Orden Judicial o Requerimiento Fiscal.

Artículo 11. (EFECTOS).

I. Todas las instituciones públicas y privadas a solo requerimiento


de la o el solicitante y presentación de certificado de nacimiento
o cédula de identidad resultante de la Resolución Administrativa,
deberán realizar el cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen, en todos los documentos emitidos en los que exista
registro de identidad de la o el titular, manteniéndose los otros
datos consignados en su documentación, apellidos y número de
identificación personal.

II. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen, permitirá


a la persona ejercer todos los derechos fundamentales, políticos,
laborales, civiles, económicos y sociales, así como las obligaciones
inherentes a la identidad de género asumida8.

III. La titularidad de la persona que cambió de nombre propio, dato


de sexo e imagen, persiste en todas las resoluciones y decisiones
emitidas por los diferentes niveles de gobierno y Órganos del
Estado.

IV. El cumplimiento de obligaciones y autorizaciones para con los


descendientes menores de edad de las personas que realizaron
el cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen, procederá
con la presentación del certificado de nacimiento o cédula de
identidad ante las instituciones correspondientes.

8
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de 2017, declaró:
La INCONSTITUCIONALIDAD del parágrafo II del art. 11 de la Ley de Identidad de Género
en su frase “…permitirá a la persona ejercer todos los derechos fundamentales, políticos,
laborales, civiles, económicos y sociales…”.

67
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Artículo 12. (PROHIBICIONES).

I. Queda prohibido el uso de documentos que consignen la


identidad anterior al cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen en trámites públicos o privados y en cualquier otro acto
jurídico, se constituirá en delito contra la fe pública, pudiendo ser
sancionado por la vía civil y/o administrativa. Se exceptúa esta
prohibición cuando se trate de sentencias ejecutoriadas, actos
administrativos firmes, procesos judiciales y administrativos en
curso9.

II. Quien insulte, denigre o humille a personas transexuales


o transgénero, manifestando odio, exclusión o restricción,
será sancionada de acuerdo a lo establecido en la Ley N° 045
de 8 de octubre de 2010, Contra el Racismo y Toda Forma
de Discriminación, sin perjuicio de las acciones penales que
correspondan.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA

ÚNICA. A efectos de implementar la presente Ley, todas las


instituciones públicas y privadas donde se consignen datos
de identidad deberán adecuar sus normas y procedimientos
internos en el plazo de tres (3) meses computables a partir de la
promulgación de la presente Ley.

DISPOSICIONES FINALES

PRIMERA. La Presente Ley se sujeta a lo establecido en el


Artículo 63 de la Constitución Política del Estado y en la Ley N°
045 de 8 de octubre de 2010, Contra el Racismo y Toda Forma de
Discriminación.

9
La Sentencia Constitucional Plurinacional Nº 0076/2017 de 9 de noviembre de
2017, declaró: La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple del Art. 12.I de la Ley de
Identidad de Género.

68
Ley 807, de Identidad de Género

SEGUNDA. La titularidad de los derechos adquiridos y obligaciones


jurídicas contraídas con personas naturales o jurídicas, previas al
cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen, persisten con
todos sus efectos.

TERCERA. Los contratos, convenios u otros instrumentos


legales suscritos con particulares, con anterioridad al cambio de
nombre propio, dato de sexo e imagen, no alterará la titularidad
de los derechos y obligaciones, pudiendo ser exigibles en la vía
administrativa y/o judicial.

CUARTA. Cualquier derecho u obligación contractual, personal,


patrimonial, familiar, sucesorio o sobre bienes o cualquier
privilegio o derecho de un acreedor hipotecario o garantía
patrimonial adquirido antes del cambio de identidad de la persona,
se mantiene vigente y válido entre las partes.

Remítase al Órgano Ejecutivo para fines constitucionales.

Es dada en la Sala de Sesiones de la Asamblea Legislativa


Plurinacional, a los veinte días del mes de mayo del año dos mil
dieciséis.

Fdo. José Alberto Gonzales Samaniego, Lilly Gabriela Montaño


Viaña, Eliana Mercier Herrera, Noemí Natividad Díaz Taborga,
Mario Mita Daza, Ana Vidal Velasco.

Por tanto, la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley del
Estado Plurinacional de Bolivia.

Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintiún días


del mes de mayo del año dos mil dieciséis.

69
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

FDO. ÁLVARO GARCÍA LINERA, Juan Ramón Quintana Taborga,


Carlos Gustavo Romero Bonifaz, Rene Gonzalo Orellana Halkyer
MINISTRO DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO E INTERINO
DE RELACIONES EXTERIORES, Luis Alberto Arce Catacora,
Luis Alberto Sanchez Fernandez, Ana Veronica Ramos Morales
MINISTRA DE DESARROLLO PRODUCTIVO Y ECONOMÍA PLURAL
E INTERINA DE DESARROLLO RURAL Y TIERRAS, Milton Claros
Hinojosa, Félix Cesar Navarro Miranda, Virginia Velasco Condori,
José Gonzalo Trigoso Agudo MINISTRO DE TRABAJO, EMPLEO
Y PREVISIÓN SOCIAL E INTERINO DE SALUD, María Alexandra
Moreira Lopez, Hugo José Siles Nuñez del Prado MINISTRO DE
AUTONOMÍAS E INTERINO DE DEFENSA, Lenny Tatiana Valdivia
Bautista, Marko Marcelo Machicao Bankovic MINISTRO DE
CULTURAS Y TURISMO E INTERINO DE EDUCACIÓN, Marianela
Paco Duran, Tito Rolando Montaño Rivera.

70
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

72
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0076/2017

Sucre, 9 de noviembre de 2017

SALA PLENA

Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey

Acción de inconstitucionalidad abstracta

Expediente: 16831-2016-34-AIA

Departamento: Santa Cruz

En la acción de inconstitucionalidad abstracta promovida por


Carlos Pablo Klinsky Fernández, Senado Suplente; Maida Paz
Callaú y Julio Grover Huanca Nina, Diputados Titulares; y, Horacio
Poppe Inch, Amilcar Bladimir Barral Cabero y José Carlos
Gutiérrez Vargas, Diputados Suplentes, todos de la Asamblea
Legislativa Plurinacional, demandando la inconstitucionalidad de
los arts. 1, 3.2, 4.II, 7, 8, 9 en la frase “cambio de datos de sexo”, 10,
11.II, 12.I y la Disposición Final Primera de la Ley de Identidad de
Género, por ser presuntamente contrarios a los arts. 8.II, 9.2, 14.I,
II, III y IV, 58, 59, 60, 63, 64, 66 y 116 de la Constitución Política del
Estado (CPE).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la acción

Por memorial presentado el 13 de octubre de 2016, cursante de


fs. 14 a 36 vta., los accionantes expusieron lo siguiente:

I.1.1. Relación sintética de la acción

La Ley de Identidad de Género -Ley 807 de 21 de mayo de 2016-

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Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

reconoce las siguientes “situaciones sustantivas” de cara al


ejercicio de los derechos a la identidad de género:

a)Luego de efectuar una descripción detallada e


inextensa del contenido de la Ley de Identidad de Género,
refiriéndose a sus “situaciones sustantivas”, refiere que el
reconocimiento de la personalidad y capacidad jurídica de
las personas tiene como base material el reconocimiento
implícito de su dignidad humana, la cual se constituye
conforme a la doctrina constitucional como fundamento de
todos los derechos fundamentales, es decir, los atributos
de la personalidad que tradicionalmente el Derecho Privado
denominaba y que en la actualidad la Constitución los ha
elevado a rango de derechos fundamentales, precisamente
porque se fundan en la cualidad intrínseca a cada ser
humano valorado como dignidad humana. Siendo esta
elevada a fin primigenio de protección del Estado por parte
de la Constitución Política del Estado, en su art. 9.2.

El valor dignidad humana, como fundamento de la intimidad,


incorpora, sobre todo, la afirmación positiva del libre desarrollo
de la personalidad del individuo, que se concreta en su total
autodeterminación. La dignidad de la persona se convierte, de
este modo, en el elemento fundamental para calibrar el alcance y
el significado actual del derecho a la intimidad, que atiende sobre
todo al desarrollo de la propia individualidad, la cual se hallaría
amenazada si no se limitara la intromisión de otras personas en
la esfera de la intimidad.

A partir de aquí, como expresión de esta dignidad humana


encontramos todos los demás derechos fundamentales
como la intimidad, honor, imagen, integridad personal, etc., es
decir, los derechos fundamentales de donde emergen todas
las manifestaciones que posibilitan el libre desarrollo de la
personalidad.

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Por esta razón es que el constituyente boliviano a partir del


reconocimiento de la dignidad humana como fin esencial
del Estado Plurinacional en el art. 9.2 de la CPE, introdujo el
reconocimiento de la dignidad en el art. 14, a partir de ello, el
resto de los apartados que le siguen configuran el conjunto de las
garantías estatales de prohibición de la discriminación y ejercicio
pleno y libre de los derechos establecidos en la Constitución
Política del Estado y las leyes.

El valor dignidad se asienta sobre la auto comprensión consciente


que tiene el ser humano, respecto a su estirpe zoológica, la
cual concibe como una integralidad de atributos y cualidades
concentradas en una unidad ontológica que se distingue de
otras unidades antropológicas, pero con las cuales ejerce
una interacción intersubjetiva sobre la base de valores éticos
comunes que comparten y que condicionan la conformación de
las comunidades como medio para optimizar su realización plena
como seres humanos. La práctica intersubjetiva y compartida de
estos valores, principios y fines es lo que da cohesión y proyección
de futuro en común a las sociedades, mientras al contrario, su
defraudación conlleva al resquebrajamiento de sus relaciones y
en último caso la desintegración social con afectación ulterior en
la dignidad de sus propios integrantes.

En el marco de estos valores que profesan los individuos con


sus congéneres se encuentran sus expectativas de desarrollo
personal y dentro de ellas, las facultades de exigibilidad hacia
los demás que les permiten desarrollarse plenamente y sin
perturbar ilegítimamente el desarrollo pleno de los demás. En
estos casos, estamos hablando de los derechos fundamentales
que al igual que el sistema de creencias, aspiraciones y valores,
no solo permiten la cohesión y marcha conjunta de una sociedad,
sino también el desarrollo pleno de sus individuos en el marco
del respeto y garantía de esos derechos. Ahora bien, dado que la
garantía y desarrollo de estos derechos no puede ser absoluta,
con peligro de colisionar con el goce del resto de individuos, así

75
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

como distorsionar los alcances de sus valores y principios, resulta


necesario limitar adecuadamente esos derechos para garantizar
un equilibrio adecuado en el goce de derechos de todos.

Dicha limitación adecuada del ejercicio de los derechos no


solo contribuye a paliar los riesgos de un ejercicio abusivo de
los mismos con los consiguientes peligros que la historia ha
demostrado en los regímenes tiránicos y desconocedores del
Estado de Derecho, sino también contribuyen a equilibrar las
diferencias antropológicas o de otra índole que se suscitan
naturalmente en cada uno de los individuos y que muchas veces
impiden un trato equitativo de estos en relación con otros. Motivo
por el cual, la ley se constituye en mecanismo para equiparar
en la mejor medida de lo posible aquellas diferencias naturales,
permitiendo que todos los ciudadanos puedan acceder a iguales
oportunidades para optimizar un adecuado desarrollo de su
personalidad. La prohibición de discriminación que el art. 14.II
de la CPE, proclama por razones de sexo, color, edad, orientación
sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, etc.,
constituye una garantía constitucional dirigida a alcanzar esas
condiciones de igualdad en los derechos de toda persona.

Sin embargo, determinadas diferencias antropológicas,


económicas o sociales surgen espontáneamente o de manera
natural en los seres humanos, las cuales condicionan y limitan
naturalmente el ejercicio de sus derechos para determinados
actos en sociedad, así como que despliegan diferentes efectos
jurídicos, sin que ello trascienda en una discriminación ilegítima y
lesiva a los derechos fundamentales, sino que aquellas distinciones
y los impedimentos o restricciones que puedan acarrear se
constituyen en parte de los condicionantes que la norma requiere
para la salvaguarda de intereses o derechos de mayor alcance
e interés público. Así por ejemplo, un grupo de avasalladores no
puede alegar discriminación porque no se les permita consolidar
el despojo de una propiedad, alegando su derecho a la propiedad
en igualdad de condiciones que el resto de los ciudadanos que

76
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

han accedido a la propiedad del terreno cumpliendo los requisitos


legales. “Así como tampoco alguien pueda decir ‘no me importa
que haya monedas falsas; yo no las uso y tengo mis monedas
genuinas’, comete un error. La circulación de moneda falsa nos
afecta a todos, ya que afecta la credibilidad en la moneda real,
uno no sabe en qué moneda confiar y la economía de todos se
resiente” (sic).

En cuanto a la dignidad humana y su sustrato fáctico antropológico


cual es el ser humano, no puede ser escindido en forma artificial en
relación a las características tan intrínsecas como los datos de su
sexo respecto a su condición biológica sexual y que lo identifican
en sus relaciones frente a terceros, bajo riesgo de provocar error
o fraude respecto a sus congéneres en cuanto a la construcción
de sus relaciones de confianza y en el ámbito de sus relaciones
públicas y jurídicas. Esto quiere decir que la mentada separación
artificial del dato de sexo con respecto a la condición biológica
sexual de la persona provocaría en el ámbito de sus relaciones con
terceros, distorsiones de conocimiento que pondrían en riesgo los
fines y funciones de una variedad de instituciones y mecanismos
jurídicos ideados con fines de salvaguarda de intereses públicos.

Así, piénsese en el caso de un transexual que cambia sus datos de


sexo en los registros públicos y accede a un puesto laboral en que
el empleador exige por las características de su servicio a mujeres
en esa función, de manera que al emplear sin su conocimiento a
una persona que solo exhibe un dato de sexo femenino cuando
en realidad su “condición sexual” es masculina, le llevaría a
defraudar las condiciones laborales exigidas, así como defraudar
la oferta de su servicio ante sus clientes, quienes se sentirían
engañados por el servicio contratado. Este ejemplo adquiere
mayor relevancia en aquellos ámbitos donde se contempla el
tratamiento de personas sensibles tales como menores de edad
en guarderías, enfermerías, escuelas, etc. O considérese el caso
de un paciente hombre o mujer que con el derecho que le asiste
el exigir o escoger ser tratado por un médico de su mismo sexo,

77
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

sea inducido en error por el cambio de dato de sexo en el médico


tratante, los derechos de aquel también se verían ilegítimamente
mermados en cuanto a su intimidad personal.

Situaciones similares sucederían en el uso de baños públicos,


cuando un transexual con condición sexual masculina ingrese al
baño de mujeres, o cuando pretenda contraer matrimonio bajo un
dato de sexo contradictorio con su condición sexual y del cual su
pareja lo desconozca, siendo burlada esta en sus pretensiones
de estabilidad y procreación de hijos, dadas las finalidades del
matrimonio. Finalmente, en cuanto a la salvaguarda del mismo
derecho a la salud e integridad de la persona transexual también
puede sufrir mermas a raíz de las confusiones que puedan resultar
de una exhibición artificial de su dato de sexo que encubra su
verdadera condición sexual. Piénsese el caso de que, con motivo
de un accidente, el paciente con dato de sexo diferente requiera
una inmediata intervención médica, el desconocimiento de su
verdadera condición sexual puede acarrear riesgos para su salud
y vida.

Desde luego la separación artificial que provoca el considerar el


dato de sexo como una opción posible de recambio indiferente
a la condición biológica sexual del individuo, supone un
resquebrajamiento de la identidad antropológica del ser humano,
afectando con ella la base de su dignidad humana y sobre la que
se asienta no solo la emanación de sus derechos fundamentales,
sino también el ejercicio efectivo de los mismos en relación con el
ejercicio de los demás, ya que el respeto a estos también dependen
de que sus expectativas no se vean burladas o engañadas por
distorsiones en la base antropológica de la dignidad humana y
peor aún, con el consentimiento de los órganos públicos.

Debe considerarse también que el reconocimiento de la dignidad


humana que prevé la Constitución Política del Estado, integra
y reconoce todas las cualidades inherentes al ser humano que

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

se manifiestan en las diferentes dimensiones de su existencia,


entre las cuales figura la identidad de género. Esta, es entendida
como la cualidad del ser humano pero no (un) derecho subjetivo,
por cuanto constituye una manifestación personal más del ser
humano que este adquiere y desarrolla a lo largo de su vida al
igual que otras como el sistema de valores y creencias, raza,
rasgos psicosomáticos, cultura, forma de vestimenta, etc.,
cualidades que integran la personalidad humana conformando el
contenido del derecho a la dignidad humana. De manera que la
desigualdad de trato que se brinde por motivo de esas cualidades
y sin que exista un motivo legítimo y legal para ello, repercutiría en
una lesión a esa dignidad por motivos de discriminación negativa
o ilegítima.

b) Por otro lado, la parte accionante luego de una extensa


relación de lo que hace al principio de interés superior del
niño, desarrollado tanto por instrumentos internacionales
de derechos humanos y la jurisprudencia constitucional,
que entre otros aspectos, resaltan dicho principio como
un criterio de ponderación en el Sistema Interamericano
de Derechos Humanos, así como también, un criterio de
actuación de los Estados, refiere con relación a la presente
acción que la tutela del interés superior del menor adquiere
un ámbito tutelar muy importante dentro del matrimonio
o uniones libres con características de singularidad y
estabilidad formadas entre hombre y mujer con condiciones
sexuales plenas, tal como lo exigen los arts. 63 y 65 de
la CPE. Esto se deduce en mérito a que en esos mismos
artículos donde se definen la conformación matrimonial
y de uniones estables, se contempla la efectividad de
sus relaciones en las relaciones con los hijos e hijas
adoptados o nacidos de aquellas. Nótese que el legislador
constitucional enfatiza la existencia de los vínculos de
hijos nacidos o adoptados a raíz de la unión entre hombre y
mujer establecidos en los arts. 63 y 64 de la CPE.

79
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

c) Con estas prescripciones constitucionales se contempla


al matrimonio o las uniones estables formadas entre mujer
y hombre entendidos como géneros sexuales plenos,
como un mecanismo primigenio de la sociedad para la
protección del interés superior del menor, y el logro de
los fines procreativos como manifestación del derecho a
la vida. Ello sin perjuicio claro está, de otros mecanismos
de tutela que tiene la sociedad y el Estado, pero sin dejar
de lado el carácter primigenio que confiere el Estado al
matrimonio y las uniones estables como mecanismos de
tutela.

Resalta que el matrimonio ha sido entendido “en todas las culturas”


como la comunidad o sociedad de vida de un hombre y una mujer
con la finalidad de ayudarse mutuamente para la consolidación
de la procreación. En este sentido, la procreación no solo consiste
en el alumbramiento biológico de nuevos especímenes humanos,
sino también en su cuidado, crianza, manutención y educación,
dado que, a diferencia de otras especies, el ser humano es la
criatura que más tarde adquiere independencia funcional de sus
progenitores. Por ello y en último caso, la procreación constituye
una dimensión que materializa y condiciona el derecho a la vida
reconocido como derecho fundamental y humano primordial en
todas las declaraciones e instrumentos internacionales en general
y por el art. 18 de la CPE.

A esto debe añadirse que el ser humano al ser una criatura social,
debe integrarse plenamente en el entorno social donde nace y
de esta manera desarrollarse y aportar a la continuidad de su
comunidad. Por consiguiente, la función educativa manifestada
a través de la inculcación de valores, enseñanzas y actitudes
que le permitan desenvolverse y aportar a su comunidad, es
consustancial a la procreación que provee la institución del
matrimonio.

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Como lo manifiesta la más actualizada doctrina en Derecho de


Familia de la mano de Alonso Novo, el vocablo “matrimonio”
es utilizado para referirse tanto a su celebración, como a la
sociedad que forman los esposos una vez celebrado el mismo.
Concepto a partir del cual, el mencionado autor distingue entre:
el matrimonio como comunidad conyugal, el cual se define como
un estado o situación estable, que una vez creado permanece:
es la comunidad (común unión) entre los esposos (conyugal),
que se establece mediante la celebración de un pacto entre los
contrayentes (alianza o pacto conyugal). Mientras que por otro
lado se define un aspecto importante y esencial del matrimonio
como es el pacto conyugal, es decir, aquel acuerdo de voluntades
que prestan los cónyuges al momento de dar su consentimiento
conyugal, tratándose del momento fundacional del matrimonio.

Tal como continúa relatando el autor mencionado, aunque la


causa de la unidad o vínculo conyugal será siempre la libre
decisión de los contrayentes, lo que hace posible tal unidad, es la
natural y radical complementariedad que existe potencialmente
entre el varón y la mujer. Por eso el matrimonio tiene su origen en
la misma naturaleza del ser humano.

“En la dimensión sexual de la naturaleza humana –por la que


una persona es varón o mujer–, existe una complementariedad
que no es producto de la invención del hombre sino que está
dispuesta por la naturaleza para hacer posible la unión conyugal
y la procreación. Así, siendo el varón y la mujer dos personas
individuales y completas, en el orden la caracterización sexual
(virilidad y feminidad) pueden llegar a ser una unidad y un único
principio generativo” (sic).

Conforme esta realidad, el ordenamiento jurídico ha investido al


matrimonio de la calidad de un convenio jurídico celebrado entre
dos partes que sexualmente se complementen (hombre y mujer)
en aras de alcanzar uno de los fines humanos más imprescindibles
para el desarrollo humano y la perpetuación de su especie, cual es

81
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

la procreación, crianza y educación de los hijos o descendientes.


Por ello, el autor mencionado, señala que “El fundamento de la
regulación y protección jurídica del matrimonio, es el beneficio
objetivo que de él recibe la sociedad, no simplemente el ejercicio
de libertad que supone. No todo tipo de relación entre personas
libres tiene la misma trascendencia social”.

Entonces, complementariedad y pacto conyugal son los dos


ingredientes imprescindibles que fundamentan un matrimonio
conforme a la realidad y la norma jurídica, de ahí que esta
institución está orientada bajo los principios de monogamia,
heterosexualidad, libertad y solemnidad.

d) Surge en esta parte del análisis, la necesidad de delimitar


los alcances del concepto sexo o condición sexual, referido
a su asignación como masculino o femenino, a los fines
de precisar qué se entiende por matrimonio entre hombre
y mujer, y sobre todo cómo lo entiende la Constitución
Política del Estado.

El ser humano obtiene su sexo desde el momento en el cual


es concebido, el hombre contiene los cromosomas sexuales
diferenciados “XY”, mientras que la mujer tiene los cromosomas
sexuales diferenciados “XX”. La combinación cromosómica entre
el espermatozoide y el óvulo determina el sexo del individuo
concebido, lo que da como resultado que un feto pueda ser
determinado como mujer si la combinación cromosómica es “XX”
y como hombre, si es “XY”.

La palabra “hombre”, identifica a las personas que pertenecen al


género masculino señalando cualidades biológicas y fisiológicas
que permiten trazar diferencias notorias entre el hombre y
la mujer. Entre ellas, aparece la testosterona, una hormona
androgénica que genera diferencias fisiológicas como un tono de
voz más grave, una altura física superior, el crecimiento de pelo en
la zona facial, mayor volumen corporal, entre otros. Por otra parte,

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

el aparato reproductor masculino le otorga al hombre el poder de


fecundar el óvulo femenino y a través de ello, la transmisión de la
información genética a través de la célula espermatozoidal y así
mantener la perpetuidad de la especie.

La palabra “mujer” se utiliza para definir al ser humano del


sexo femenino, cuya anatomía genital se diferencia sexual y
biológicamente del hombre. Fisiológicamente puede diferenciarse
a una mujer de un varón por poseer una voz más aguda, senos
más grandes, cintura más pequeña, caderas más pronunciadas,
menos vello corporal, entre otras características. Uno de los roles
más importantes que posee la mujer es la labor reproductiva y
materna. Mediante un proceso auto regulado hormonalmente
llamado periodo menstrual, cuyo proceso prepara al útero de
la mujer para el embarazo todos los meses, asimismo, la mujer
cuenta con órganos sexuales reproductivos diferenciados del
hombre para llevar adelante esta función reproductiva, tales como
los senos, vagina, vulva, útero, ovarios y trompas de Falopio.

Con la irrupción de las denominadas “concepciones o ideologías


de género”, se propuso un cambio radical de la perspectiva de
abordaje analítico del sexo hacia una consideración sociológica
constructivista de su noción. Bajo este enfoque el “sexo” es
comprendido como una construcción subjetiva-social que el
sujeto va desarrollando a lo largo de su maduración personal en
la que conforme a sus particulares condicionamientos culturales,
biológicos, psicológicos, familiares, etc. Adquiere por voluntad
propia un rol o género inclinado a un comportamiento sexual de
su preferencia, ya sea masculino o femenino.

Bajo estos enfoques denominados “ideología de género”, los


condicionamientos biológicos, genéticos y hormonales de la
definición del sexo en la persona, son -en el mejor de los casos-
relegados a condicionantes secundarios de la maduración sexual
en la persona, mientras que en las versiones más radicales de
ese enfoque, tales consideraciones anatómicas son ignoradas

83
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

o calificadas como una imposición burocrática expresiva de


una cultura discriminatoria. No otra cosa puede entenderse
de la conocida alusión literaria que hace Simone de Behaviour
en relación a que “no se nace mujer, llega una a serlo”. En otros
ámbitos, este radicalismo llevó a considerar el aspecto anatómico
del sexo como una cuestión de asignación burocrática más que
de una selección genética de la naturaleza.

Lamentablemente esta impronta radical fue acogida por


organizaciones y declaraciones internacionales que en una
inicial aspiración legítima de corregir historiales de homofobia
y discriminación auténticamente acaecidos, acaban por mutilar
la multifacética realidad ontológica de la condición sexual de
una persona, separando -y por tanto discriminando- mediante
aproximaciones analíticas artificiales, unas facetas de la realidad
por encima de otras. En este caso, separando y supeditando
la connotación biológica-genética del sexo a una connotación
sociológica vivencial del mismo.

Como se verá, la Ley de Identidad de Género, también recoge


algunos resabios de este radicalismo que transgrede principios y
normas de la visión plural e inclusiva del Estado Plurinacional de
Bolivia y la Constitución Política del Estado. Así, las apreciaciones
legales que dicha ley concede a los términos identidad de género,
transexual y transgénero, significan los alcances de estos
términos contrastando las autoidentificaciones vivenciales de
género con el “sexo asignado al nacer”.

e) Por su parte, el mandato de confidencialidad absoluta


que impone el art. 10 de la Ley de Identidad de Género
también recoge aquel extremismo de la ideología de
género, ocasionando una consecuencia indeseable para
la transparencia del sistema democrático y los derechos
reproductivos de las personas. Ello en la medida que el
mandato de confidencialidad impedirá en ciertos casos,
que una persona que desee contraer matrimonio con un

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

transexual quien habiéndose acogido al procedimiento


secreto de cambio de datos de sexo e identidad,
desconozca este antecedente y luego del matrimonio lo
conozca. Sin embargo, se percatará de no poder concebir
ni procrear hijos con la consiguiente lesión de su derecho a
la reproducción, pues habrá experimentado una merma en
sus aspiraciones de vida, tiempo y estabilidad emocional,
habiéndolos invertido en alguien con quien de haber
conocido con anticipación sus antecedentes sexuales, no
habría contraído la relación.

En otros términos, el mandato de confidencialidad incentiva en


forma paradójica, la discriminación mediante el encubrimiento
informativo de la situación transgénero de las personas que
adopten tal condición.

La prohibición de conocimiento por terceros del proceso de


cambio de nombre propio, datos de sexo e imagen generan
consecuencias indeseables para la transparencia, derecho a la
petición, acceso a la información, inclusión, etc. Toda vez que
al vedarse a terceros el conocimiento de estos antecedentes
en casos como la celebración de contratos, transacciones,
determinación de responsabilidades contractuales y legales,
harán que el cambio de identidad de datos sexuales, nombre e
imagen puedan ser manipulados para la comisión de fraudes o
la celebración fraudulenta de actos jurídicos. Si bien, es posible
el conocimiento a través de orden judicial o requerimiento
fiscal de estos procesos administrativos, ello no es suficiente
dado que la celeridad de las interacciones humanas amerita la
implementación de otros mecanismos de mayor agilidad en la
transparencia del conocimiento de estos procedimientos.

Asimismo, el entendimiento integral de la identidad sexual como


sustrato fáctico acorde con las múltiples facetas en que se
desenvuelve el ser humano, sirve para comprender la regulación
de los regímenes sociales tutelados por los derechos y por

85
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

consiguiente, la delimitación del área de ejercicio de los derechos


de las mayorías y minorías, así como la adjudicación de sus
obligaciones en aras de la protección y otros intereses de sujetos
más vulnerables, y que más allá de lo sexual, constituyen deber
primigenio de protección del Estado. Adquieren en este contexto
relevancia, la delimitación del régimen matrimonial y las uniones
libres o de hecho como mecanismos de viabilización del derecho
a la vida por medio de la procreación, la educación de los hijos y su
manutención. Lo cierto es que la historia en todas las tradiciones
culturales ha demostrado que estos, son el mecanismo de
procreación, educación y mantenimiento de los hijos que más ha
contribuido al logro de estos fines.

La definición y regulación legal que históricamente los


ordenamientos han adoptado para esta clase de uniones, ha
comprendido siempre la consideración integral de la identidad
sexual de hombre y mujer como un principio de optimización de
la tutela del derecho a la vida a través de la procreación y de la
protección del interés superior de los menores. De lo contrario,
es decir, de ignorarse el aspecto biológico de lo sexual dentro del
género masculino o femenino a los fines de validar el matrimonio,
la falta de coincidencia entre el sexo biológico y la identidad
de género que presentare uno de los cónyuges, provocaría
la imposibilidad de procreación y luego, la merma social de
posibilidades para lograr mejores escenarios de protección del
interés superior de los hijos biológicos y adoptados en familias
estables.

Teniendo en cuenta estos aspectos, el ordenamiento jurídico ha


regulado la formación y efectos legales del matrimonio. Según
Brena Sesma, “la justificación de la definición legal del matrimonio
radica en la intención del legislador de dejar en claro el tipo de
uniones personales de convivencia a los que se reconoce el rango
de matrimonio”. Ello, no significa que al definirse el matrimonio
como el vínculo jurídico entre hombre y mujer, se ejerza algún
acto discriminatorio o de trato desfavorable para aquellas

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

personas que no reúnan las condiciones de complementariedad


sexual requeridas por la ley. Lo mismo también es predicable para
aquellos que reúnan las condiciones de edad, libertad de estado,
etc. La exigencia de determinadas condiciones personales
y circunstanciales entre las partes contratantes, en aras de
reconocer la validez en la celebración de todo convenio o contrato
y por consiguiente de sus fines sociales, también rige para el
matrimonio si se quiere que cumplan con la finalidad para la cual
fueron reconocidos por el ordenamiento jurídico. La selección
de determinadas condicionantes personales para la celebración
de ciertos convenios y contratos en aras de su efectividad legal,
no puede tomarse como una discriminación ilegítima sino todo
lo contrario, habida cuenta que la selección de determinadas
condicionantes personales es consustancial al logro de los fines
de las figuras contractuales o convencionales entre ellas, la del
matrimonio.

Así como en el caso del contrato de compra venta es esencial


que una de las partes sea propietaria de la cosa vendida, no
pudiendo alegar trato discriminatorio quien pretenda vender algo
ajeno, en el matrimonio es esencial que las partes cumplan con
los requisitos personales exigidos por la ley, sin que eso pueda
tildarse de discriminación ilegítima.

Como afirma Alonso Novo, el derecho distingue diferentes


tipos de contratos que no se confunden entre sí, aunque tengan
algunos elementos en común, por ejemplo, la compraventa, el
arrendamiento y el comodato. Tampoco es conocido el caso de
alguien que invoque el principio de no discriminación e igualdad
de las personas ante la ley para exigir que su contrato de
arrendamiento sea considerado compraventa o viceversa, por el
hecho de tener en común la existencia de un inmueble. Nunca se
ha pretendido eliminar la distinción existente entre esos contratos
y tal distinción lejos de considerarse discriminación injusta, es
aceptada socialmente porque aporta seguridad jurídica en las
relaciones contractuales.

87
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

La exigencia de la aptitud nupcial para poder contraer matrimonio,


tampoco tiene por qué ser considerada una discriminación injusta
ni su distinción con relación a otras posibles figuras jurídicas o
situaciones de hecho, aunque estas últimas puedan contener
algún elemento que sea común al matrimonio como podría ser
la cohabitación.

Cuando se trata del cumplimiento de requisitos legales exigidos


por una disposición legítima del ordenamiento jurídico como
las que establecen la definición y condiciones del matrimonio,
estos pueden aplicarse solo para determinadas personas que
por poseer ciertas condiciones sociales o personales (sexo,
libertad de estado, mayoría de edad) puedan celebrar tales actos
jurídicos. Nótese que el concepto de discriminación reseñado,
contempla como uno de sus requisitos que la distinción por
motivos personales o sociales con fines de restricción ilegítima,
suceda en condiciones de igualdad de las personas objeto del
trato desigual, es decir, existiendo identidad de circunstancias
personales y sociales en dos

sujetos, se dé un trato desfavorable a uno por motivos que no


hacen a la finalidad del derecho restringido o menoscabado.
De acuerdo con la definición legal del matrimonio que
ciertos ordenamientos nacionales establecen y en las que se
contempla el vínculo entre hombre y mujer como presupuesto
del convenio nupcial, las condiciones de igualdad surgen en la
complementariedad y heterogeneidad de los sexos opuestos,
la libertad de estado y la capacidad de obrar de los mismos. De
manera que existiría trato discriminatorio ilegítimo si se niega el
matrimonio a aquellos que contando con estas condiciones se les
impida casarse por motivos raciales, religiosos, idiomáticos, etc.,
aspectos que no inciden en nada para predicar una desigualdad
relevante a efectos de contraer matrimonio entre estos sujetos y
que por tanto no están contemplados como requisitos legales por
aquellos ordenamientos.

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Por su parte, no existirá trato discriminatorio ilegítimo si a uno


de los contrayentes se le impidiere casarse por tener el mismo
sexo que el otro contrayente, de la misma forma que tampoco
existirá discriminación si uno de los contrayentes tiene vigente
un matrimonio previo o cuenta con minoría de edad. En estos
supuestos la presencia de estas condiciones personales rompe
toda condición de igualdad en estas personas respecto a aquellas
que no presentan tales impedimentos.

Mientras las experiencias y vivencias sociales de una comunidad


continúen teniendo entre sus fines la procreación de los hijos
como manifestación del derecho a la vida, el matrimonio basado
en la complementariedad de los sexos masculino y femenino
continuará siendo acogido por las definiciones del ordenamiento
jurídico referido a esa sociedad. Estos principios y valores rectores
que orientan la configuración del matrimonio en un determinado
ordenamiento tales como: procreación-derecho a la vida, y
complementariedad o diferencia de sexos, se corresponden con
las prácticas y costumbres sociales que profesa una determinada
sociedad.

Así, en lo que respecta a las culturas precoloniales de nuestra


sociedad, se entendía en la cultura andina que el ajayu, como fuerza
creadora que genera y otorga el movimiento y la vida, provenía
de la conjunción de fuerzas en el ser humano, denominadas jaqi-
warmi, es decir, un principio femenino y otro masculino, elementos
necesarios para alumbrar esta energía creadora que se asemeja
como analogía a la capacidad reproductora y alumbradora de la
vida en la Tierra. De donde se extrae que estas culturas entendían
la necesidad de la complementariedad de los principios femeninos
y masculinos para la procreación, tanto a nivel del universo como
en la vida del ser humano. De ahí que pueda afirmarse que estas
tradiciones encuentran también una adopción armónica en la
consideración sexual plena que la Constitución Política del Estado
prescribe para el matrimonio y las uniones libres o de hecho con
condiciones de estabilidad para garantizar la procreación de los
hijos.

89
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Ello contrasta con la realidad de otras sociedades cuyos


ordenamientos legales de igual forma asimilan las concepciones
sociales, pero manteniendo la preeminencia de la procreación
como elemento definidor del derecho a la vida y por consiguiente
del régimen matrimonial. Así, el Código Civil del Distrito Federal
Mexicano, por su parte, mantiene el fin procreativo del matrimonio
cuando afirma: “…con la posibilidad de procrear hijos de manera
libre, responsable e informada”, al igual que el Código Civil Federal
que prohíbe ‘cualquier consideración contraria a la perpetuación
de la especie’”.

La Constitución Política del Estado promulgada el 2009, alumbró


una transformación sustancial en cuanto a la consideración de
la plurinacionalidad boliviana como sustrato social y basamento
fundamental de un sistema democrático, jurídico, político e
institucional con características igualmente plurales. Por primera
vez y luego de ciento ochenta y cuatro años de vida republicana
caracterizada por la adopción de modelos institucionales foráneos
de escasa asimilación a nuestra realidad, la configuración
histórica-cultural de la nacionalidad boliviana coincidía por
primera vez con la ingeniería jurídica política de sus instituciones.
Empero, el paradigma adoptado no actuó arrasando e imponiendo
sus propios mecanismos con el descarte de los anteriores
-tal como lo hiciera la tendencia colonizadora del régimen
republicano anterior-. Sino al contrario, el nuevo paradigma
plural adoptó la integración de las diversas visiones experiencias
y culturas que integran la nacionalidad boliviana, buscando la
complementariedad, el equilibrio, justicia social, respecto a los
derechos y libertades equidad y otros valores, entendidos como
criterios orientados de una finalidad común dirigida al vivir bien.
No en vano, la enumeración de principios ético morales de la
sociedad plural así como sus valores expresados en el art. 8 de la
CPE, finalizan enfatizando su orientación hacia el vivir bien.

Dentro de este contexto plural de complementariedad e inclusividad,


en algunos casos se reactualizaron los reconocimientos de

90
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

algunos regímenes ya consolidados por ser parte de la tradición


cultural e histórica del pueblo boliviano, mientras que en otros, se
rediseñaron nuevas formas de reconocimiento e interacción de
las relaciones humanas como parte del plan de inclusión contra
la discriminación y en búsqueda de la complementariedad tenida
como valor base de la sociedad plural.

Como ejemplo del primer caso, se mantuvo el reconocimiento


del convenio matrimonial y su estructura bilateral y heterogénea,
expresión complementaria de los dos sexos, hombre y mujer.
Como ya se mencionó anteriormente, la consideración del sexo
en referencia al hombre y mujer que formularon los legisladores
constituyentes, se hizo en función a su realidad ontológica que
abarca todas las manifestaciones tanto de sexualidad como
condición biológica genética y de sexualidad entendida en su
identidad y expresión de género. Prueba de ello, es que en el art.
63 de la CPE, al equipararse los mismos efectos jurídicos del
matrimonio y las uniones libres entre hombre y mujer, enfatiza la
efectividad de sus consecuencias en lo que respecta a las hijas e
hijos adoptados o nacidos de aquellas.

De tal manera, la definición legal de matrimonio que establece


dicha normativa constitucional, implica una complementariedad
sexual plena que encarna la esencia misma de lo diverso y plural
como fuerza generativa de la unidad boliviana y su consistencia
plural. Complementariedad que incluso se reconoce como valor
del Estado Plurinacional en el art. 8.II de la CPE.

Asimismo, con esta definición legal que la misma Constitución


Política del Estado realiza expresamente se otorga al matrimonio
civil todos los efectos jurídicos para comprometer con mayor
medida la tutela estatal en la materialización del derecho a la vida.

La distinción expresa que hace el constituyente de la conformación


del matrimonio entre una mujer y un hombre y su consideración
implícita de sexualidad plena, excluye toda posibilidad de

91
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

admisión de matrimonios del mismo sexo, por no cumplirse la


complementariedad heterosexual (hombre-mujer) requerida por
el mandato constitucional, y de aquellos que presenten una auto
comprensión sexual individual diferente a la de su sexo biológico,
como es el caso de los transexuales.

En el caso de los transexuales, el cambio de nombre de una


persona así como los datos de sexo e imagen en los registros
públicos correspondientes, no serán suficientes para acreditar
su condición sexual de origen a los fines de cumplir con la
complementación heterosexual exigida por el art. 63 de la
CPE, dada la falta de coincidencia del aspecto sexual biológico
y genético de su sexo con su identidad de género y la forma
como la ejerce ante la sociedad. Recuérdese que la definición
de género masculino y femenino, o mujer y hombre adoptada
por el art. 63 de la CPE, no se hizo separando el elemento sexo
del de identidad de género como más tarde pretendió hacerlo
la Ley ahora cuestionada en su constitucionalidad, sino que el
constituyente antepuso en la formulación de aquellos géneros,
su consideración ontológica completa en la que se abarca tanto
el sexo como condición biológica natural del género así como la
vivencia auto comprensiva de su sexualidad.

La distinción sexual de naturaleza antropológica entre hombre


y mujer ya se contemplaba en las primeras previsiones
normativas diseñadas por la Asamblea Constituyente, las cuales
posteriormente fueron suprimidas en una instancia de ajuste
técnico realizada en dicho documento de trabajo (Tomo IV de la
Enciclopedia Histórica Documental del Proceso Constituyente
Boliviano, pp. 162.), pero que finalmente se mantuvo en el
texto final, con lo que se demuestra la voluntad expresa del
constituyente de que tal institución sea conformada en base a la
complementación sexual entre mujer y hombre.

92
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Por lo expuesto, el art. 63 de la CPE, exige para la conformación


del matrimonio, la concurrencia del sexo de origen biológico de un
hombre y una mujer y la autocomprensión sexual de una de las
partes -su identidad de género- y su consecuente manifestación
social, en aras de adjudicar la consideración de hombre o mujer a
los suscribientes del vínculo matrimonial. Como ya se mencionó a
tal conclusión se arriba, tomando en cuenta la voluntad asumida
por El Constituyente al momento de disponer en el art. 63 que el
matrimonio es celebrado entre hombre y mujer, así como de las
consecuencias de nacimiento de hijos que menciona líneas abajo
del mismo artículo. Tales criterios interpretativos son tomados
como interpretaciones rectoras por el art. 6.I de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP).

En lo que respecta a las uniones libres o de hecho entre hombre


y mujer, la Constitución Política del Estado les otorga los mismos
efectos jurídicos que al matrimonio civil. Nótese que el legislador
constitucional y conforme a una interpretación fundada en la
voluntad del constituyente exigida por el art. 6.I de la LTCP, resalta
nuevamente la base de la unión conyugal y de hecho para los
efectos del matrimonio civil, en función a la concurrencia de un
hombre y mujer, es decir, de la presencia de dos condicionantes
sexuales en plano de complementariedad y heterogeneidad.
Condicionantes que posibilitan la complementariedad sexual
en igualdad de condiciones para los cónyuges, como principio
generador de la procreación sexual, la educación y la manutención
de los hijos. No en vano en la misma sección VI, donde se inserta
el mencionado artículo cuyo denominativo es “derechos de las
familias”, resalta el expreso y primigenio carácter tutelar que la
Constitución Política del Estado brinda al régimen matrimonial y
las uniones libres o de hecho.

En conclusión, refiere que la Constitución Política del Estado


establece una definición legal de matrimonio en sus arts. 63 y 64
-para uniones de hecho estables- la cual a la vez se inserta en la
Sección II titulada “Derechos De Las Familias”. Dicha definición

93
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

reconoce explícitamente la conformación matrimonial por una


mujer y hombre en su sentido sexual y al que se le asignan efectos
jurídicos en el marco de la igualdad de derechos y deberes. Lo
propio sucede con respecto a las uniones libres o de hecho
reconocidas en el numeral subsiguiente del mismo artículo, a los
cuales también se les reconoce en su estructura, la participación
del hombre y mujer. Excluyéndose por consiguiente las uniones
homosexuales o con aquellas personas que presenten un dato
de sexo registrado conforme a los procedimientos de la Ley de
Identidad de Género, idéntico al de la otra parte.

I.2. Admisión y citaciones

Remitidos los antecedentes a este Tribunal, mediante Auto


Constitucional 0261/2016-CA de 17 de octubre, se admitió la
acción de inconstitucionalidad abstracta promovida por Carlos
Pablo Klinsky Fernández, Senado Suplente; Maida Paz Callaú y
Julio Grover Huanca Nina, Diputados Titulares; y, Horacio Poppe
Inch, Amilcar Bladimir Barral Cabero y José Carlos Gutiérrez
Vargas, Diputados Suplentes, todos de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, demandando la inconstitucionalidad de los arts. 1,
3.2, 4.II, 7, 8, 9 en la frase “cambio de datos de sexo”, 10, 11.II, 12.I
y la Disposición Final Primera de la Ley de Identidad de Género.
Asimismo, se dispuso que se ponga en conocimiento de Álvaro
Marcelo García Linera, Vicepresidente del Estado Plurinacional
de Bolivia, como personero del Órgano que generó la norma
impugnada, a efectos de que formule el informe que corresponda
(fs. 45 a 53).

El 1 de febrero de 2017, fue notificado el Vicepresidente del Estado


Plurinacional de Bolivia, según consta en la diligencia cursante a
fs. 93.

I.3. Alegaciones del personero del Órgano que generó la norma


impugnada

94
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Álvaro Marcelo García Linera, Vicepresidente del Estado


Plurinacional de Bolivia y Presidente de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, a través de memorial presentado, vía fax, el 22 de
febrero de 2017, cursante de fs. 102 a 117, y de manera
convencional, el 23 de febrero de 2017, conforme consta de fs.
122 a 130 vta., sostuvo: 1) La identidad personal es el conjunto de
atributos y características que permiten individualizar a cada
persona en sociedad y constituye un conjunto de características
que cada uno proyecta hacia el mundo exterior, asimismo,
constituye la suma de los pensamientos y las actitudes de cada
persona, definiendo sus relaciones sociales; 2) De esta manera,
se debe entender que la vivencia sexual, así como la de género de
cada persona, forma una parte muy especial de la identidad de las
personas, dado que la identidad es un sentido otorgado por el
sujeto por la propia experiencia, la identidad no puede ser
compartida ni impuesta; 3) La Constitución Política del Estado
reconoce la identidad de género en el art. 14.II; 4) La evolución
internacional a través de tratados e instrumentos derivados de los
Tribunales y Órganos Internacionales de derechos humanos, ha
desarrollado y reconocido la realidad de las personas transexuales
y transgénero, discriminadas en el ejercicio de sus derechos. De
esta manera, la identidad de género es reconocida como condición
del ser humano y no puede ser un obstáculo para el ejercicio pleno
de sus derechos; 5) Los Principios de Yogyakarta, determinan que
la identidad de género está referida a la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la siente profundamente, la
cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento
del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que
podría involucrar la modificación de la apariencia o la función
corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole,
siempre que la misma sea libremente escogida) y otras
expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de
hablar y ademanes; 6) Varios países han reconocido el libre
desarrollo de la identidad de género, como el caso de Argentina
que define la identidad de género en el art. 2 de la Ley de Identidad
de Género, en sentido similar al establecido por los principios de

95
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Yogyakarta; 7) El Comité de las Naciones Unidas que monitorea el


cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer, ha establecido que el
término “género” se refiere a las identidades, las funciones y los
atributos construidos socialmente de la mujer y el hombre, y al
significado social y cultural que se atribuye a esas diferencias
biológicas, quedando claro que mientras el sexo es un dato
biológico, el género hace referencia a una construcción social; 8)
Es necesario puntualizar que la Ley de Identidad de género no
modifica el sexo de las personas, modifica el “dato de sexo”
respetando el derecho de las personas a la identidad de género,
en el marco de principios y nociones consolidados en el marco
internacional y no de acuerdo a un “ideología de género”, a partir
del hecho de que la condición sexual biológica de las personas no
determina su vivencia personal de género; 9) En el marco del art.
9 de la CPE, el Estado debe crear las condiciones que le garanticen
a cada persona el desarrollo de una vida digna, con pleno respeto
del orden público e institucional y pleno goce y ejercicio de los
derechos esenciales; 10) La Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Corte IDH), en el caso Niños de la Calle y otros Vs.
Guatemala, estableció el concepto de vida digna, como una
ampliación de las obligaciones positivas del Estado, pues no solo
debe garantizar el derecho a la vida, en su acepción más simple,
sino que además debe brindar las condiciones mínimas que
permitan a sus ciudadanos acceder a una vida digna; 11) En
noviembre de 2015, la Corte/Comisión Interamericana de
Derechos Humanos publicó el Informe “Violencia contra Personas
Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex en América” que
incorpora referencias sobre Bolivia y recomienda al Órgano
Legislativo adoptar Leyes de Identidad de Género que reconozcan
el derecho de las personas trans a rectificar su nombre y el
componente sexo en sus certificados de nacimiento, documentos
de identidad y demás documentos legales, a través de procesos
expeditos y sencillos, y sin que sea necesario que presenten
evaluaciones o certificados médicos o “psicológico/psiquiátricos”.
Este mandato fue cumplido a través de la Ley de Identidad de

96
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Género; 12) La cuestionada Ley no determina la separación entre


el sexo biológico y la vivencia de éste, las personas viven su sexo
y su identidad de género más allá de los roles de género y por
ende el cambio de la condición biológica sexual en los datos
registrales no supone un resquebrajamiento de la identidad
antropológica del ser humano, sino un mecanismo que garantiza
el ejercicio pleno de los derechos de las personas de acuerdo a su
vivencia; 13) Es fundamental indicar que el reconocimiento de la
personalidad jurídica de todos los seres humanos está
estrechamente relacionado al derecho a la identidad, que abarca
su nombre, filiación, nacionalidad, idioma, costumbres, culturas,
género, sexo y demás elementos; 14) La acción planteada sugiere
que hay un colectivo afectado en su dignidad por la Ley de
Identidad de Género, pero no sostiene de forma objetiva de qué
modo la lesiona. Por el contrario, contiene expresiones
discriminatorias con relación a las personas transexuales y
transgénero, como la que señala: “…no me importa que haya
monedas falsas; yo no las uso y tengo mis monedas genuinas…”,
mismas que denotan que no se concibe a estas personas como
sujetos de derecho en igualdad de condiciones con relación al
resto de la ciudadanía; 15) En el marco del principio de
progresividad, el Estado no solo debe generar una mayor y mejor
protección y garantía de los derechos humanos en constante
evolución, sino que no puede adoptar medidas regresivas, y
declarar la inconstitucionalidad de una ley que garantiza derechos
a sectores vulnerables implica una regresión de los derechos que
la norma ha garantizado, conforme al art. 13.I de la CPE; 16) Los
“datos de sexo” y definiciones citados en los arts. 1, 3.4, 4, 7, 8 y 9
de la Ley de Identidad de Género, no son una ficción de la ley
respecto a la condición real de la persona, sino que por el contrario,
materializan una precautela constitucional de respeto a los
derechos fundamentales de todo ser humano, sin discriminación;
17) La identidad de género es una circunstancia personal de
desarrollo de la personalidad que puede corresponder o no con
las características morfológicas de nacimiento y que hacen a la
identidad de las personas transexuales y transgénero; 18)

97
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Respecto de la confidencialidad, los arts. 21, 25.II y 130.I de la


CPE, ponen una condicionante a la divulgación de cualquier
documento o información de carácter privado para las personas
más cuando se trata de datos que tienen que ver con su imagen,
dignidad e identidad, por lo cual la Ley de Identidad de Género
dota de confidencialidad al procedimiento para el cambio de sexo;
19) Debe tomarse en cuenta que existe un sinnúmero de trámites
administrativos que se realizan con alcances privados, reservados
al interés de cada persona, como la asignación de apellidos
convencionales, la rectificación de partidas en derechos reales y
otros que no pueden ser de disposición de terceros. Por otro lado,
no está en control del Estado determinar el grado de intimidad o
confianza de cualquier relación afectiva, su estabilidad o madurez,
sea entre personas heterosexuales o no, estos se construyen de
modo personal; 20) Al asumir el accionante que las personas
transexuales y transgénero pueden verse comprometidas en
actividades fraudulentas por acceder a un cambio de identidad
evidencia prejuicios contra personas transexuales y transgénero,
lo que atenta contra el derecho a la presunción de inocencia y al
debido proceso; 21) Los resguardos legales previstos tanto en la
Ley como en el Reglamento del Tribunal Supremo Electoral para el
efecto, ponen de manifiesto un tratamiento responsable de la
información procesada en registros públicos emergentes de la
aplicación de la Ley de Identidad de Género, lo que permite
concluir que la “confidencialidad” prevista en el art. 10 de la
cuestionada Ley, no transgrede el art. 66 de la CPE, relativa a los
derechos sexuales y reproductivos; 22) La Ley de Identidad de
Género tiene una perspectiva integral y progresiva con relación al
ejercicio pleno de derechos, sin que esto signifique que la misma
contenga un reconocimiento a los institutos jurídicos del
matrimonio o la adopción, que son regímenes particulares con un
propio espectro constitucional y que no son regulados en la Ley,
por lo que, de conformidad con el objeto definido en la norma y la
previsión dispuesta en su Disposición Final Primera, el art. 11 de
esta Ley, no infringe mandatos constitucionales, toda vez que no
regula condiciones, requisitos ni procedimientos vinculados a los

98
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

institutos del matrimonio ni la adopción, por lo que no hay aspecto


que se observe sobre la aplicación del interés superior de la niña
o del niño, consagrados en los arts. 63 y 65 de la Norma Suprema;
y, 23) El art. 12 de la Ley de Identidad de Género no introduce
ningún tipo penal que involucre reforma o modulación de la norma
penal, y más bien, regula la responsabilidad administrativa o civil
y entraña la aplicación de sanciones en estos ámbitos.

I.4. Trámite ante el Tribunal Constitucional Plurinacional

Mediante decreto constitucional de 3 de abril de 2017, se dispuso


la suspensión de plazo a efectos de recabar documentación
complementaria (fs. 136); ); a partir de la notificación con el
decreto constitucional de 19 de octubre del referido año, se
reanudó el computo de plazo, por lo que la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se pronuncia dentro del mismo (fs.
1692).

I.5. Amicus curiae

Como consecuencia de la solicitud de un Informe Técnico al Órgano


Electoral Plurinacional, dicha entidad del poder público remitió el
Informe D.N.J. 360/2017 de 4 de julio, cursante de fs. 1561 a 1567
a través del cual refirió que: 1) Sobre la viabilidad del matrimonio
de personas que cambiaron su dato de sexo, imagen y nombre
en virtud de la Ley de Identidad de Género, el matrimonio entre
un hombre y una mujer está incluido dentro de los derechos de
las familias, mismos que a su vez constituye parte integrante de
la clasificación de derechos económicos y sociales. En virtud a
este razonamiento, se entiende que la persona que haya realizado
todo el procedimiento establecido en la norma para el cambio de
nombre propio, dato de sexo e imagen, no deja de gozar en ningún
momento de los derechos establecidos en la Constitución Política
del Estado; y, 2) Sobre la aplicación de los criterios de paridad y
equidad de género en procesos electivos en los que participen
personas que hayan cambiado el dato de sexo en virtud a la Ley

99
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de Identidad de Género, tomando en cuenta que el art. 5 de la Ley


de Identidad de Género establece como una garantía del Estado
hacia estas personas un trato de acuerdo con su identidad de
género y a ser identificada o identificado de ese modo tanto en la
vida pública como privada, corresponde que en el ejercicio de su
derecho político a participar libremente en la formación, ejercicio
y control del poder político reciban un tratamiento conforme a
la nueva identidad adquirida, es decir, que la aplicación de los
criterios de paridad y equidad de género en procesos electivos se
aplicarán de conformidad a lo establecido en la normativa vigente,
en tanto la persona se identifique como mujer o como hombre.

II. CONCLUSIONES

A efecto de resolver adecuadamente la problemática planteada,


corresponde realizar las siguientes precisiones:

II.1. Se cuestiona la constitucionalidad de las siguientes


normas:

II.1.1. El art. 1 de la Ley de Identidad de Género, señala:

“La presente Ley tiene por objeto establecer el procedimiento para


el cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen de personas
transexuales y transgénero en toda documentación pública y
privada vinculada a su identidad, permitiéndoles ejercer de forma
plena el derecho a la identidad de género”.

II.1.2. El art. 3.2 de la Ley de Identidad de Género, dispone:

“A efectos de la presente Ley, se entiende por:

2. Identidad de Género. Es la vivencia individual del género tal


como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad,
la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento
del nacimiento. Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede

100
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

implicar la modificación de la apariencia corporal libremente


elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole” (el
subrayado fue agregado).

II.1.3. El art. 4.II de la Ley de Identidad de Género,


establece:

“II. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen será


reversible por una sola vez, luego de lo cual no podrán modificarse
nuevamente estos datos. En caso de reversión se vuelve al
nombre, dato de sexo e imagen iniciales”.

II.1.4. El art. 7 de la Ley de Identidad de Género, indica:

“El Servicio de Registro Cívico (SERECI), dependiente del Tribunal


Supremo Electoral, se constituye en la autoridad competente a
nivel nacional, para el registro del cambio de nombre propio, dato
de sexo e imagen a personas transexuales y transgénero, en el
marco de la presente Ley y de la reglamentación específica que
implemente el Servicio de Registro Cívico, para estos casos”.

II.1.5. El art. 8 de la Ley de Identidad de Género, determina:

“I. Para solicitar el cambio de nombre propio, dato de sexo e


imagen, el o la solicitante deberá presentar ante el SERECI, los
siguientes requisitos:
1. Carta de solicitud de cambio de nombre propio, dato de
sexo e imagen, manifestando el nombre propio y dato de sexo
inicialmente registrado, y el nuevo nombre propio y dato de sexo
elegido.

2. Examen técnico psicológico que acredite que la persona conoce


y asume voluntariamente las implicaciones de su decisión.

3. Certificado de nacimiento original y computarizado expedido


por el SERECI, que acredite la mayoría de edad.

101
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

4. Certificación de datos de personas emitido por el Servicio


General de Identificación Personal (SEGIP) sin observación.

5. Certificado de libertad de estado civil expedido por el SERECI.

6. Certificado de descendencia expedido por el SERECI.

7. Certificado del Registro Judicial de Antecedentes Penales


(REJAP), con el fin de informar sobre el cambio realizado a la
autoridad judicial competente en caso de existir algún proceso
en curso.

8. Fotografía actualizada de la imagen que corresponda a la nueva


identidad.

II. Las certificaciones del SERECI y del SEGIP presentadas, deben


guardar correspondencia en la información de nombres, apellidos,
fecha de nacimiento, lugar de nacimiento y si corresponde, datos
de los progenitores y filiación. La correspondencia de datos sólo
se refiere a aquellos específicos de la interesada o el interesado”.

II.1.6. El art. 9 de la Ley de Identidad de Género, indica


lo siguiente:

“I. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen será de


iniciativa y decisión voluntaria y personal de la o el titular de los
mismos.

II. Toda persona que solicite el cambio de nombre propio,


dato de sexo e imagen deberá presentar ante la Dirección
Departamental del SERECI correspondiente, Direcciones
Regionales o Delegaciones del SERECI que disponga el Tribunal
Supremo Electoral, los requisitos establecidos en el Artículo 8 de
la presente Ley, de manera personal. En el caso de bolivianas o
bolivianos residentes en el exterior del país, se podrá efectuar el
trámite por intermedio de apoderado mediante poder específico,

102
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

caso en el cual se procederá a cumplir el proceso de peritaje


dactilar definido por el SERECI.

III. Una vez verificada la presentación de los requisitos, la o el


Director Departamental del SERECI tendrá un plazo de quince
(15) días calendario computables a partir de la recepción de la
solicitud, para emitir Resolución Administrativa que autorice el
cambio con el nuevo nombre propio y dato de sexo en la partida de
nacimiento y la extensión de un nuevo certificado de nacimiento
de la o el solicitante. A dicho fin, el SERECI hará constar en sus
registros el cambio efectuado.

IV. En caso de existir incumplimiento en la presentación de cualquier


requisito, el SERECI notificará en Secretaría a la interesada o el
interesado para la subsanación del mismo. Una vez subsanado el
requisito, el SERECI emitirá la Resolución correspondiente.

V. En un plazo de quince (15) días calendario computables a partir


de la emisión la Resolución Administrativa, el SERECI notificará
de oficio con ésta, el cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen a las siguientes instituciones:

1. Servicio de Identificación Personal – SEGIP;


2. Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero – ASFI;
3. Dirección General de Migración – DIGEMIG;
4. Servicio de Impuestos Nacionales – SIN;
5. Derechos Reales;
6. Registro Judicial de Antecedentes Penales – REJAP;
7. Sistema Nacional de Registro de Antecedentes Policiales
– SINARAP, de la Policía Boliviana (FELCC, FELCN y
FELCV);
8. Dirección General de Régimen Penitenciario;
9. Contraloría General de Estado – CGE;
10. Ministerio de Educación;
11. Ministerio de Defensa;
12. Cajas de Salud Pública;

103
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

13. Servicio Nacional del Sistema de Reparto – SENASIR;


14. Autoridad de Pensiones, Valores y Seguros – APS;
15. Otras que el SERECI o la o el solicitante consideren
necesarias.

VI. Las instituciones señaladas en el Parágrafo precedente


deberán realizar de oficio el cambio de nombre propio y dato de
sexo en un plazo no mayor a quince (15) días hábiles computables
desde su notificación, pudiendo, a través de la Máxima Autoridad
Ejecutiva, pedir aclaraciones del trámite; el plazo señalado sólo
podrá excederse de manera fundamentada cuando el trámite
requiera la presencia física, a efectos de fotografía actualizada
y huella dactilar. En un plazo de treinta (30) días computables a
partir de la notificación con la Resolución Administrativa, el SEGIP
deberá informar al SERECI los resultados de la actualización de la
Cédula de Identidad.

VII. El cambio de nombre propio y dato de sexo en las partidas


de nacimiento de sus descendientes y de matrimonio o unión
libre con sus ex cónyuges, serán registradas únicamente en
notas aclaratorias o marginales de cada partida, sin registrar
el cambio de nombre propio y dato de sexo en los certificados
correspondientes, ni en la libreta de familia.

VIII. Ninguna institución o autoridad podrá exigir resolución judicial,


ni otro requisito para el reconocimiento y registro del cambio
de identidad de género, bajo responsabilidad” (las negrillas y el
subrayado fueron adicionados [se resalta la frase “cambio de dato
de sexo”, por ser la misma cuestionada a través de la presente
acción]).

II.1.7. El art. 10 de la Ley de Identidad de Género, señala:

“I. El proceso administrativo de cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen es confidencial.

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Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

II. Los documentos señalados en el Artículo 8 de la presente Ley


presentados como requisitos y la Resolución Administrativa no
podrán ser exhibidos, ni se podrá entregar testimonio, certificación,
copia simple o legalizada a terceras personas, a menos que exista
Orden Judicial o Requerimiento Fiscal”.

II.1.8. El art. 11.II de la Ley de Identidad de Género,


determina:

“II. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen, permitirá


a la persona ejercer todos los derechos fundamentales, políticos,
laborales, civiles, económicos y sociales, así como las obligaciones
inherentes a la identidad de género asumida”.

II.1.9. El art. 12.I de la Ley de Identidad de Género, indica:

“I. Queda prohibido el uso de documentos que consignen la


identidad anterior al cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen en trámites públicos o privados y en cualquier otro acto
jurídico, se constituirá en delito contra la fe pública, pudiendo ser
sancionado por la vía civil y/o administrativa. Se exceptúa esta
prohibición cuando se trate de sentencias ejecutoriadas, actos
administrativos firmes, procesos judiciales y administrativos en
curso”.

II.1.10. La Disposición Final Primera de la Ley de Identidad


de Género, indica:

“La Presente Ley se sujeta a lo establecido en el Artículo 63 de la


Constitución Política del Estado y en la Ley N° 045 de 8 de octubre
de 2010, Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación”.

II.2. Las normas constitucionales que se consideran infringidas


son:

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Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

II.2.1. El art. 8.II de la CPE, cuyo contenido dispone:

“II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad,


inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto,
complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad
de oportunidades, equidad social y de género en la participación,
bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y
redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien”.

II.2.2. El art. 9.2 de la CPE, cuyo contenido es el siguiente:

“Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que


establece la Constitución y la ley:
(…)
2. Garantizar el bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección
e igual dignidad de las personas, las naciones, los pueblos y
las comunidades, y fomentar el respeto mutuo y el diálogo
intracultural, intercultural y plurilingüe”.

II.2.3. El art. 14.I, II, III y IV de la CPE, cuyo contenido


establece:

“I. Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con


arreglo a las leyes y goza de los derechos reconocidos por esta
Constitución, sin distinción alguna.

II. El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación


fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual,
identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica,
estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación,
grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan
por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de
toda persona.

106
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

III. El Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin


discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio de los derechos
establecidos en esta Constitución, las leyes y los tratados
internacionales de derechos humanos.

IV. En el ejercicio de los derechos, nadie será obligado a hacer lo


que la Constitución y las leyes no manden, ni a privarse de lo que
éstas no prohíban”.

II.2.4. El art. 58 de la CPE, cuyo contenido indica:

“Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de


edad. Las niñas, niños y adolescentes son titulares de los derechos
reconocidos en la Constitución, con los límites establecidos
en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso
de desarrollo; a su identidad étnica, sociocultural, de género y
generacional; y a la satisfacción de sus necesidades, intereses y
aspiraciones”.

II.2.5. El art. 59 de la CPE, cuyo contenido establece:

“I. Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a su desarrollo


integral.

II. Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a vivir y a crecer


en el seno de su familia de origen o adoptiva. Cuando ello no sea
posible, o sea contrario a su interés superior, tendrá derecho a una
familia sustituta, de conformidad con la ley.

III. Todas las niñas, niños y adolescentes, sin distinción de su origen,


tienen iguales derechos y deberes respecto a sus progenitores.
La discriminación entre hijos por parte de los progenitores será
sancionada por la ley.

IV. Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a la identidad y


la filiación respecto a sus progenitores. Cuando no se conozcan

107
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

los progenitores, utilizarán el apellido convencional elegido por la


persona responsable de su cuidado.

V. El Estado y la sociedad garantizarán la protección, promoción


y activa participación de las jóvenes y los jóvenes en el desarrollo
productivo, político, social, económico y cultural, sin discriminación
alguna, de acuerdo con la ley”.

II.2.6. El art. 60 de la CPE, cuyo contenido determina:

“Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad


del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende
la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección
y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de
los servicios públicos y privados, y el acceso a una administración
de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado”.

II.2.7. El art. 63 de la CPE, cuyo contenido es el siguiente:

“I. El matrimonio entre una mujer y un hombre se constituye por


vínculos jurídicos y se basa en la igualdad de derechos y deberes
de los cónyuges.
II. Las uniones libres o de hecho que reúnan condiciones de
estabilidad y singularidad, y sean mantenidas entre una mujer y
un hombre sin impedimento legal, producirán los mismos efectos
que el matrimonio civil, tanto en las relaciones personales y
patrimoniales de los convivientes como en lo que respecta a las
hijas e hijos adoptados o nacidos de aquéllas.

II.2.8. El art. 64 de la CPE, cuyo contenido establece:

“I. Los cónyuges o convivientes tienen el deber de atender, en


igualdad de condiciones y mediante el esfuerzo común, el
mantenimiento y responsabilidad del hogar, la educación y

108
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

formación integral de las hijas e hijos mientras sean menores o


tengan alguna discapacidad.

II. El Estado protegerá y asistirá a quienes sean responsables de


las familias en el ejercicio de sus obligaciones”.

II.2.9. El art. 66 de la CPE, cuyo contenido dispone:

“Se garantiza a las mujeres y a los hombres el ejercicio de sus


derechos sexuales y sus derechos reproductivos”.

II.2.10. El art. 116 de la CPE, cuyo contenido indica:

“I. Se garantiza la presunción de inocencia. Durante el proceso, en


caso de duda sobre la norma aplicable, regirá la más favorable al
imputado o procesado.

II. Cualquier sanción debe fundarse en una ley anterior al hecho


punible”.

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes en su calidad de Diputados de la Asamblea


Legislativa Plurinacional demandan la inconstitucionalidad de los
arts. 1, 3.2, 4. II, 7, 8, 9 en la frase “cambio de datos de sexo”, 10,
11.II, 12.I y la Disposición Final Primera de la Ley de Identidad de
Género, por ser presuntamente contrarios a los arts. 8.II, 9.2, 14.I,
II, III y IV, 58, 59, 60, 63, 64, 66 y 116 de la Constitución Política del
Estado.

Corresponde determinar si los extremos alegados como


fundamentos de la pretendida inconstitucionalidad son evidentes
a los efectos de ejercer el control de constitucionalidad que le
encomienda al Tribunal Constitucional Plurinacional el art. 202.1
de la CPE.

109
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

III.1. Necesaria distinción entre “orientación sexual” e “identidad


de género”

Resulta necesario de manera preliminar, precisar la diferencia


entre: “orientación sexual” e “identidad de género”, distinción que
se advierte del texto constitucional del art. 14.II, y cuyo texto ha
sido refrendado por abundante legislación infraconstitucional,
pues como se tiene del memorial de demanda, la parte accionante
confunde ambos términos, pues efectúa menciones acerca de la
“condición sexual biológica” y “orientación sexual”, en los cargos
de inconstitucionalidad presentados.

Así se recuerda que dicha mención del texto constitucional refiere


que: “El Estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación
fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual,
identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica,
estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación,
grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan
por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de
toda persona” (énfasis agregado).

Esta distinción resulta necesaria no solo a fin de evitar


ambigüedades terminológicas, sino porque las personas LGBTI
(acrónimo colectivo para referirse a las personas Lesbianas,
Gays, Bisexuales, Trans -transgénero, transexuales y travestis-,
e Intersexuales) históricamente han enfrentado todo tipo de
discriminación, empezando por el lenguaje utilizado para referirse
o expresarse sobre ellas. De ahí la importancia de no confundir
términos ni mezclar expresiones, en tanto lo que aparenta ser lo
más básico, como la forma en que se identifica a estas personas,
es el punto de partida para garantizar el respeto por la diferencia.

En ese sentido, la Oficina Regional para América del Sur del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

110
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

(ACNUDH) en el documento “Orientación sexual e identidad de


género en el derecho internacional de los derechos humanos”
definió los conceptos básicos del derecho internacional de los
derechos humanos en relación a las personas LGBTI, haciendo
hincapié en primer lugar en la diferencia entre los conceptos
“sexo” y “género”, el primero concebido como un hecho biológico y
el segundo como una construcción social. El término “sexo” hace
referencia a las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer,
y el vocablo “género”, a las identidades, funciones y atributos
construidos socialmente por la mujer y el hombre, y al significado
social y cultural que se atribuye a esas diferencias biológicas.

En otras palabras, “el sexo se asigna al nacer, hace referencia


al estado biológico de una persona como hombre o mujer, y se
encuentra asociado principalmente con atributos físicos tales
como los cromosomas, la prevalencia hormonal y la anatomía
interna y externa”; el género se refiere a “los atributos, las
actividades, las conductas y los roles establecidos socialmente
(…) estos influyen en la manera en que las personas actúan,
interactúan y en cómo se sienten sobre sí mismas”.

En el referido documento de la ACNUDH se define la orientación


sexual como la capacidad de las personas de sentir atracción
emocional, afectiva y sexual, ya sea hacia personas de un género
diferente, del mismo género o de más de un género. De igual
forma, son explicadas las diferentes tipologías de orientación
sexual, como se cita a continuación:

“La orientación sexual es independiente del sexo biológico o de


la identidad de género; se refiere a la capacidad de cada persona
de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo, de su mismo género
o de más de un género, así como a la capacidad de mantener
relaciones íntimas y sexuales con personas. Es un concepto
complejo cuyas formas cambian con el tiempo y difieren entre las
diferentes culturas. Existen tres grandes tipologías de orientación
sexual:

111
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

LA HETEROSEXUALIDAD. Hace referencia a la capacidad de una


persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y
sexual por personas de un género diferente al suyo y a la capacidad
de mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas.

LA HOMOSEXUALIDAD. Hace referencia a la capacidad de cada


persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva
y sexual por personas de un mismo género y a la capacidad
mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas.
Se utiliza generalmente el término lesbiana para referirse a la
homosexualidad femenina y gay para referirse a la homosexualidad
masculina.

LA BISEXUALIDAD. Hace referencia a la capacidad de una persona


de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo o también de su mismo
género, así como a la capacidad mantener relaciones íntimas y
sexuales con estas personas” (el resaltado nos corresponde).

En cuanto al concepto de identidad de género, el citado documento


refiere que se trata de la vivencia interna del género según es
experimentado por cada persona, sin que necesariamente
corresponda al sexo asignado biológicamente. Asimismo, explica
las variantes de identidad de género reconocidas, de la siguiente
manera:

“La identidad de género es la vivencia interna e individual del


género tal como cada persona la experimenta profundamente, la
cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento
del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que
podría involucrar la modificación de la apariencia o la función
corporal a través de técnicas médicas, quirúrgicas o de otra
índole, siempre que la misma sea libremente escogida) y otras
expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de
hablar y los modales. Existen variantes de la identidad de género:

112
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

a) EL TRANSGENERISMO (personas trans) es un término


utilizado para describir las diferentes variantes de la identidad
de género, cuyo común denominador es la no conformidad entre
el sexo biológico de la persona y la identidad de género que
ha sido tradicionalmente asignada a este. Una persona trans
puede construir su identidad de género independientemente de
intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos. Existe un
cierto consenso para referirse o autoreferirse a las personas
transgénero, como mujeres trans cuando el sexo biológico es
de hombre y la identidad de género es femenina; hombres trans
cuando el sexo biológico es de mujer y la identidad de género es
masculina; o persona trans o trans, cuando no existe una convicción
de identificarse dentro de la categorización binaria masculino-
femenino. El transgenerismo se refiere exclusivamente a la
identidad de género del individuo y no a su orientación sexual
que por lo tanto puede ser heterosexual, homosexual o bisexual.

Por otra parte, LAS PERSONAS TRANSEXUALES (transexualismo)


se sienten y se conciben a sí mismas como pertenecientes al
género opuesto que social y culturalmente se asigna a su sexo
biológico y que optan por una intervención médica -hormonal,
quirúrgica o ambas- para adecuar su apariencia física-biológica a
su realidad psíquica, espiritual y social.

Otras subcategorías del transgenerismo no necesariamente


implican modificaciones corporales. Es el caso de LAS PERSONAS
TRAVESTIS. En términos generales, las personas travestis son
aquellas que expresan su identidad de género -ya sea de manera
permanente o transitoria- mediante la utilización de prendas de
vestir y actitudes del género opuesto que social y culturalmente
se asigna a su sexo biológico. Ello puede incluir la modificación o
no de su cuerpo.

En complemento de lo citado, el transgenerismo abarca diversas


identidades, al margen del binarismo masculino-femenino y

113
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

que diversifican la continuidad del sexo biológico con el género


cultural.

Sin desconocer la complejidad del debate en torno a la categoría


de transgeneristas, en una aproximación global puede señalarse
que ella agrupa diversas identidades, tales como: 1) transexuales
o personas que transforman sus características sexuales y
corporales por medio de intervenciones endocrinológicas y
quirúrgicas, noción que proviene especialmente de la medicina;
2) travestis o personas que asumen una identidad atribuida
socialmente al sexo opuesto, sobre el cual es pertinente precisar
que algunas personas travestis intervienen sus cuerpos con
hormonas y cirugías, pero no desean transformar quirúrgicamente
sus genitales, advirtiendo que con alguna frecuencia este término
adquiere connotación negativa asociada al prejuicio y el insulto;
3) transformistas, que suelen ser generalmente hombres que
adoptan identidades femeninas en contextos de noche, festivos
o de espectáculo; y, 4) drag queens o kings quienes asumen una
identidad transgresora de los géneros en contextos festivos, en
ocasiones exagerando rasgos de masculinidad”.

b) LA INTERSEXUALIDAD integra a las personas que poseen


características genéticas de hombres y mujeres y se ha definido
como ‘todas aquellas situaciones en las que el cuerpo sexuado de
un individuo varía respecto al standar de corporalidad femenina o
masculina culturalmente vigente’. Históricamente la comprensión
de esta identidad biológica específica se ha denominado a través
de la figura mitológica del hermafrodita, la persona que nace
con ‘ambos’ sexos, es decir, literalmente, ‘con pene y vagina’. En
la actualidad, tanto en el movimiento social LGTBI, como en la
literatura médica y jurídica se considera que el término intersex
es técnicamente el más adecuado. Una persona intersex puede
identificarse como hombre, como mujer o como ninguno de
los dos mientras su orientación sexual puede ser lesbiana,
homosexual, bisexual o heterosexual”. (énfasis agregado).

114
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

De lo anterior se tiene que ambos conceptos abarcan situaciones


totalmente diferentes, aclarando que con las anteriores referencias,
este Tribunal no pretende establecer una categorización definitiva
de la población LGBTI, que como menciona el documento
citado, son bastante complejas, sino de brindar un acercamiento
conceptual a la definición elegida como la más apropiada para
dicha población.

III.2. Sobre el principio de igualdad y no discriminación de la


población transgénero y transexual en Bolivia

En el documento “Orientación sexual e identidad de género en


el derecho internacional de los derechos humanos”, la ACNUDH
señaló respecto del principio de igualdad y no discriminación, que:
“[S]e encuentra en la base del sistema internacional de protección
de los derechos humanos, es un principio de orden transversal
y se encuentra consagrado en los diversos instrumentos
internacionales desde la Carta de las Naciones Unidas hasta los
principales tratados de derechos humanos. El principio de igualdad
exige que los derechos enunciados en los distintos instrumentos
se reconozcan a todas las personas sin discriminación alguna y
que los Estados velen porque sus leyes, políticas y programas no
sean discriminatorios.

Asimismo, el artículo 2.2 del Pacto Internacional de Derechos


Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y artículo 2.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) establecen
la obligación de cada Estado Parte de respetar y garantizar a
todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén
sujetos a su jurisdicción, los derechos reconocidos en el Pacto,
sin discriminación alguna por raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra índole. Además, en virtud
del artículo 26 del PIDCP, todas las personas son iguales ante la
ley y tienen derecho a igual protección de la ley y en consecuencia
se prohíbe cualquier discriminación en virtud de la ley.

115
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

El Comité de Derechos Humanos, en su Observación General 18,


precisó que el término ‘discriminación’, tal como se emplea en
el Pacto, debe entenderse referido a toda distinción, exclusión,
restricción o preferencia que se basen en determinados motivos,
como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión
política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición
económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y
que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de
los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las
personas.

En igual sentido el Comité de Derechos económicos, sociales


y culturales ha afirmado que ‘Los Estado Parte (en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)
deberían asegurarse de que la orientación sexual de una persona
no sea una barrera para alcanzar los derechos del Pacto (…).
Además, la identidad de género está reconocida como parte de
los motivos prohibidos de discriminación’”.

Entonces, se trata de cualquier trato diferenciado, que


generalmente se presenta en el lenguaje de las normas o en las
prácticas institucionales o sociales, y que resulta contrario a los
valores constitucionales de la dignidad humana y la igualdad, en
tanto impone una carga no exigible jurídica ni moralmente a la
persona. Así, la Corte Constitucional de Colombia ha denominado
a estos motivos o criterios utilizados para efectuar tales actos
discriminatorios como “sospechosos”, en la medida que han sido
el referente histórico para poner en desventaja a ciertas personas
o grupos. Así: “Si bien la igualdad formal no es reacia a que se
establezcan diferencias en el trato, pues ella debe ser interpretada
conforme a la conocida regla de justicia según la cual hay que
tratar igual a lo igual y desigual a lo desigual, sí supone que todos
los individuos, como sujetos de derechos, deben ser tratados
con la misma consideración y reconocimiento, y que, ante todo,

116
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

un tratamiento distinto, debe justificarse con argumentos de


razonabilidad y proporcionalidad.

El principio de no discriminación, por su parte, asociado con el


perfil negativo de la igualdad, da cuenta de ciertos criterios que
deben ser irrelevantes a la hora de distinguir situaciones para
otorgar tratamientos distintos.

Estos motivos o criterios que en la Constitución se enuncian,


aunque no en forma taxativa, aluden a aquellas categorías que se
consideran sospechosas, pues su uso ha estado históricamente
asociado a prácticas que tienden a subvalorar y a colocar en
situaciones de desventaja a ciertas personas o grupos, vrg.
mujeres, negros, homosexuales, indígenas, entre otros.

Los criterios sospechosos son, en últimas, categorías que ‘(i) se


fundan en rasgos permanentes de las personas, de las cuales
éstas no pueden prescindir por voluntad propia a riesgo de
perder su identidad; (ii) han estado sometidas, históricamente, a
patrones de valoración cultural que tienden a menospreciarlas; y,
(iii) no constituyen, per se, criterios con base en los cuales sea
posible efectuar una distribución o reparto racional y equitativo
de bienes, derechos o cargas sociales’” (Sentencia C-371 de 2000
[resaltado agregado]).

Ahora bien, en el informe anual del Alto Comisionado para los


Derechos Humanos sobre leyes y prácticas discriminatorias
y actos de violencia cometidos contra las personas por su
orientación sexual e identidad de género, fueron identificados los
diferentes actos de violencia y vulneraciones de que son víctimas
estas personas, tales como asesinatos, violaciones y agresiones
físicas, torturas, detenciones arbitrarias, denegación de los
derechos de reunión, expresión e información y discriminación
en el empleo, la salud y la educación. Específicamente, sobre
las prácticas discriminatorias en el ámbito educativo, el
informe resalta: “58. Algunas autoridades educativas y escuelas

117
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

discriminan a los alumnos por su orientación sexual o expresión


de género, lo cual tiene como consecuencia en ocasiones la
denegación de su ingreso o su expulsión. Las personas lesbianas,
gays, bisexuales y trans jóvenes suelen ser víctimas de la violencia
y el hostigamiento, incluido el acoso escolar, de sus compañeros
y profesores. La lucha contra este tipo de prejuicios e intimidación
requiere esfuerzos concertados de las autoridades escolares y
educativas y la integración de los principios de no discriminación y
diversidad en los planes de estudios y el lenguaje utilizados en las
escuelas. Los medios de comunicación también tienen un papel
que desempeñar eliminando los estereotipos negativos sobre las
personas lesbianas, gays, bisexuales y trans, en particular en los
programas de televisión populares entre los jóvenes”.

III.3. Sobre la dignidad e igualdad moral, y el libre desarrollo de la


personalidad.

La dignidad ha sido definida desde la más temprana


jurisprudencia emitida por este Tribunal, como la consideración
de que la persona constituye un fin en sí mismo, y no así, un medio
para la consecución de otros fines.

Así, se tiene que: “El Tribunal Constitucional en la SC


0338/2003-R de 19 de marzo, refiriéndose a la dignidad humana,
estableció el siguiente entendimiento:

‘...La dignidad humana, en su sentido moderno, designa un


conjunto de creencias, valores, normas e ideales que, de una
manera u otra, asumen como postulado que hay un valor
intrínseco o una condición especial de lo humano, lo que implica
que hay una forma de existir superior que de hecho está viviendo
la gente. El respeto de todo ser humano, como un fin en sí, empieza
por el respeto a la vida y al reconocimiento de los múltiples
derechos en los que se despliega su dignidad, lo que presupone
el reconocimiento de su derecho a la existencia. De tal forma,
se puede afirmar categóricamente que el derecho a la dignidad

118
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

humana es aquel que tiene toda persona por su sola condición de


‘humano’, para que se la respete y reconozca como un ser dotado
de un fin propio, y no como un medio para la consecución de fines
extraños, o ajenos a su realización personal. La dignidad es la
percepción de la propia condición humana, y de las prerrogativas
que de ella derivan’.

Que posteriormente la SC 1846/2004-R de 30 de noviembre, tomó


en cuenta el alcance de este derecho en el ámbito económico,
afirmando que:

‘…la dignidad del hombre comprende múltiples ámbitos del


desarrollo de sus potencialidades que se traducen en el
reconocimiento de otros derechos. En este sentido, deberá ser
tratado como un fin en sí mismo y no como un medio para la
concreción de objetivos de terceras personas’” (SC 0981/2010-R
de 17 de agosto).

De dicho entendimiento se desprende, que el reconocimiento de


la dignidad humana como un derecho, habilita a su vez el ejercicio
del derecho al libre desarrollo de la personalidad, por el cual, en
base al reconocimiento de una igualdad moral de todos los seres
humanos, se respetan los proyectos de vida que cada uno decide
llevar adelante, siempre que los mismos no interfieran con los
proyectos de vida de otras personas. Al respeto, la jurisprudencia
constitucional emitida por este Tribunal ha analizado el contenido
de este derecho desde múltiples planos y contextos, como por
ejemplo aquel desde el cual se analiza la facultad de la persona de
elegir la acción que más convenga en la defensa de sus derechos
fundamentales, refiriendo que: “…en el marco de la máxima
jurídica de que ‘los derechos se ejercen y las obligaciones se
cumplen ‘el legislador ordinario, al emitir la ley de desarrollo de las
normas constitucionales previstas en los arts. 19 y 120.7ª de la
Constitución, ha previsto una excepción a la regla de procedencia
del amparo constitucional contra actos u omisiones ilegales o
indebidos que restringen o suprimen los derechos fundamentales

119
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

o garantías constitucionales; esa excepción es la improcedencia


del amparo por los actos consentidos libre y expresamente; así
lo determina el art. 96.2 de la Ley 1836. La excepción prevista
en la citada norma, tiene su fundamento en el respeto al libre
desarrollo de la personalidad, lo que significa que toda persona
puede hacer lo que desee en su vida y con su vida sin que la
Sociedad o el Estado puedan realizar intromisiones indebidas en
dicha vida privada; pues se entiende que toda persona tiene la
absoluta libertad de ejercer sus derechos de la forma que más
convenga a sus intereses, con la sola condición de no lesionar
el interés colectivo o los derechos de las demás personas;
por lo mismo, frente a una eventual lesión o restricción de su
derecho fundamental o garantía constitucional la persona tiene
la libertad de definir la acción a seguir frente a dicha situación, ya
sea reclamando frente al hecho ilegal, planteando las acciones
pertinentes o, en su caso, de consentir el hecho o llegar a un
acuerdo con la persona o autoridad que afecta su derecho, por
considerar que esa afección no es grave y no justifica la iniciación
de las acciones legales correspondientes’” (SC 1209/2011-R de
13 de septiembre).

III.4. Del juicio de constitucionalidad

III.4.1. Del juicio de constitucionalidad del art. 1 de la Ley de


Identidad de Género

Con carácter previo, se recuerda que el texto de la citada


norma, refiere que: “La presente Ley tiene por objeto establecer
el procedimiento para el cambio de nombre propio, dato de
sexo e imagen de personas transexuales y transgénero en toda
documentación pública y privada vinculada a su identidad,
permitiéndoles ejercer de forma plena el derecho a la identidad
de género”.

Al respecto, los accionantes formularon como cargo de


inconstitucionalidad que, la posibilidad de cambio de dato de

120
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

sexo amparado en los arts. 1, 3, 4, 7, 8, 9, 10, 11.II y 12 de las Ley de


Identidad Género, vulnera la dignidad humana y la personalidad,
previstos en el art. 9.2 y 14.I y IV de la CPE. A fin de respaldar
tal afirmación, sostuvieron que el valor de la dignidad humana se
asienta sobre una base fáctica antropológica que es el ser humano
con todos sus aspectos biológicos, psicológicos y sociales
que condicionan la interfaz multidimensional de sus derechos
fundamentales. Dicha base antropológica es considerada en
toda su complejidad y multidimensionalidad como un centro
anímico ético de cumplimiento de obligaciones de su titular para
con sus semejantes, así como de sus expectativas de respeto a
sus derechos en correspondencia recíproca con las obligaciones
y deberes de sus semejantes. Siendo esta configuración de la
relación jurídica intersubjetiva de deber-derecho, la base sobre la
que se asienta la sociedad jurídica y políticamente organizada.

Sin embargo, continúan señalando que, si una parte de esta realidad


natural antropológica es transformada mediante alteraciones
en alguna de sus manifestaciones, y de manera que el resto de
individuos desconozcan tal situación a través de los canales de
normal ejercicio de los derechos ciudadanos y políticos como
Registro Civil o base de datos público, se suscitarían distorsiones
en la interacción continua de las relaciones de deberes-derechos
que sostienen los individuos, lo que repercutiría en una merma de
sus relaciones de confianza y una desestabilización del principio
de seguridad jurídica de sus relaciones ciudadanas.

También, sostienen que, agrava la situación anteriormente


descrita el hecho de que el Estado se constituya en artífice de
estas “alteraciones” mediante leyes infraconstitucionales que
permitan estas trasformaciones artificiales de un aspecto exterior
de la condición humana, y peor aún, la blinden con prohibiciones
de conocimiento público, lo que conduciría a una contracción
del libre desarrollo de la personalidad, base de las aspiraciones
antropológicas del ser humano.

121
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Finalmente, señalan que lo anterior, recorta las posibilidades para


que el Estado cumpla con la finalidad de garantía y protección
de la dignidad humana, y restringe los designios de la Norma
Fundamental, expresados en su art. 14.I, consistentes en las
garantías de personalidad, capacidad jurídica y el goce de los
derechos reconocidos por la Constitución.

Al respecto este Tribunal, infiere que la parte accionante asume


que la dignidad humana se encuentra intrínsecamente relacionada
con lo que denomina “base antropológica” o “unidad óntica”,
la que resulta transgredida con la “transformación artificial”
que la Ley de Identidad de Género en su criterio promueve,
respecto de un aspecto exterior de la condición humana. Dicho
planteamiento, además de resultar notoriamente confuso y
ambiguo dan a entender que la “base antropológica” o “unidad
óntica” del ser humano se define por la coincidencia cabal del sexo
biológicamente asignado y la identidad de género correspondiente
con este último, es decir, que la ausencia de coincidencia que no
es dada por la norma cuya constitucionalidad aquí se cuestiona,
resulta prima facie un atentado contra dicha “base antropológica”
o “unidad óntica”, y por ende, a la dignidad humana.

La referida “alteración”, además de situar en un espacio de


anormalidad, la falta de coincidencia entre el sexo biológico
asignado y la identidad de género, lo cual trasgrede el principio
de igualdad moral que tiene como base la condición humana
más allá de cualquier diferencia, es una condición que la ciencia
ha denominado técnicamente como “disforia de género”. Por
ello, resulta bastante errado asumir que la “alteración” de lo que
para la parte accionante es un aspecto intrínseco de la condición
humana se dé o sea promovida por la norma en cuestión, pues en
ese razonamiento, se desconoce que el papel del derecho a través
de la formulación normativa es la de brindar un reconocimiento
de dicha condición, y en función de ella, el derecho a la identidad
de género en los documentos públicos de identificación personal,
y todos aquellos en los que conste su nombre.

122
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Así se tiene que a dicho reconocimiento, le sucede una legítima


regulación establecida por la norma, de la forma y modo en que
el cambio de identidad de género que inicialmente fue asignado
en base a su sexo biológico sea cambiado por aquella vivencia
interna denominada “identidad de género”, y la consiguiente
consecución del derecho a la dignidad humana y al libre desarrollo
de la personalidad, en virtud del cual, cada persona persigue sus
propios proyectos de vida, debiendo el Estado garantizar que
en el ejercicio de tal derecho no se sucedan interferencias o
limitaciones arbitrarias ni que tampoco signifique que el derecho
individual esté en preeminencia respecto de los demás por cuanto
su efectivización es únicamente a nivel de su vivencia interna.

En el mismo sentido, el alegado “constructivismo social” que los


accionantes alegan como base filosófica de la mencionada Ley
en lo que atañe a la identidad de género, haciendo alusión incluso
al pensamiento filosófico de Simone De Behaviour, resulta en todo
caso más coincidente con la posición de los accionantes cuando
el mismo defiende que la identidad de género disociada del sexo
biológico destruye la unidad óntica de la persona, resultando
la identidad de género una construcción separada de la base
biológica del ser humano.

En ese sentido, tampoco resulta objetiva la alegación de posible


vulneración de derechos de terceros, pues considerando la
naturaleza abstracta de la presente acción de inconstitucionalidad,
este Tribunal no puede formular criterios de constitucionalidad de
la norma en base a situaciones hipotéticas que pueden o no darse
en la vida real, en cuyo caso, el ordenamiento jurídico prevé los
mecanismos adecuados para su protección y tutela.

De cualquier manera la alegación del interés colectivo como


excepción o límite del derecho al libre desarrollo de la personalidad,
no resulta evidente, y lo que para el accionante supone una
“alteración” de una cuestión antropológica tampoco es evidente,

123
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

pues el cambio de datos de nombre y sexo no se manifiesta en el


plano material, sino en el ámbito subjetivo, y como se tiene dicho,
el reconocimiento del derecho a que las personas puedan escoger
libremente el género con el que se identifican, constituye a los
efectos de la cuestionada Ley, una garantía del ejercicio del libre
desarrollo de la personalidad que debe ser respetado mientras no
invada el ejercicio de otros derechos.

De esta forma, el ejercicio del derecho a la identidad de género


expresado en el cambio de datos de sexo debe ser entendido en
la vivencia interna e individual del género tal como cada persona
experimenta profundamente en correspondencia o no al sexo
asignado al nacer; sin embargo el ejercicio de ese derecho como
expresión del libre desarrollo de la personalidad no significa que
esa vivencia interna le permita el ejercicio pleno y absoluto de los
demás derechos, por cuanto el alcance está limitado únicamente
al vivir individual y en relación al cambio de sus datos para lograr
ese fin.

Así, el alcance de la norma -respecto de la Ley de Identidad


de Género- establecido en el artículo de análisis, establece
únicamente el procedimiento para el cambio de nombre propio,
dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero en
toda documentación pública y privada vinculada a su identidad,
entendida esta como un derecho que “… constituye un elemento
inherente al ser humano tanto en sus relaciones con el Estado
como con la sociedad. La Corte Interamericana ha concluido que
‘el derecho a la identidad puede ser conceptualizado, en general,
como el conjunto de atributos y características que permiten
la individualización de la persona en sociedad y, en tal sentido,
comprende varios otros derechos según el sujeto de derechos de
que se trate y las circunstancias del caso’” (Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Comentario. Christian Steiner/Patricia
Uribe -editores-. P. 109), entendiéndose que si bien la norma
permite ejercer de forma plena el derecho a la identidad de
género, el mismo se refiere únicamente al ejercicio de su vivencia
personal en sociedad y no al ejercicio de otros derechos.

124
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

III.4.2. Del juicio de constitucionalidad del art. 3.2 de la Ley de


Identidad de Género

El texto de la norma cuestionada refiere que:

“A efectos de la presente Ley, se entiende por:

2. Identidad de Género. Es la vivencia individual del género tal


como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad,
la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento
del nacimiento. Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede
implicar la modificación de la apariencia corporal libremente
elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole” (el
subrayado fue agregado).

Al respecto, la parte accionante refiere que el presente articulado


al igual que otros similares de la Ley de Identidad de Género es
permisible de lo que en su criterio resulta en una “mutilación” de
“un factor de constitución personal del individuo como es el sexo”,
y por ello, merma su dignidad humana.

Al respecto, cuando la parte accionante refiere que la falta de


coincidencia entre la identidad de género y el sexo biológico
asignado deviene en una “mutilación” de la condición humana, no
solo que niega las diferencias existentes entre las personas con
relación a su género, sino que nuevamente pretende situar en un
grado de superioridad injustificada, a las personas en las que sí se
da tal coincidencia, por sobre aquellas que no la presentan, y que
a los efectos del derecho internacional de los derechos humanos
se halla plenamente identificada como población “Trans”.

Además, y retomando el análisis del acápite precedente, tal


mutilación no se da, pues en el caso de la población transgénero,
la asimilación del género elegido se traduce en la adopción de
prácticas, costumbres y otros, propios del género elegido, lo
que no deviene en ninguna alteración material de la condición

125
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

humana. De igual manera, en lo que respecta a la población


transexual, de acuerdo a la definición explicitada en la presente
Sentencia, cualquier alteración quirúrgica o clínica en el cuerpo de
dichas personas, no es promovida ni motivada por la norma en
cuestión, sino parte de la voluntad de cada persona, y de ninguna
manera podría considerarse una alteración que ataque la dignidad
humana.

Así, dicha formulación, resulta doblemente errada, por cuanto


niega la definición construida y adoptada en un sinnúmero de
instrumentos internacionales en materia de derechos humanos, y
que ha sido aceptada como la que mejor define la situación de la
población transgénero y transexual.

III.4.3. Del juicio de constitucionalidad del art. 4.II de la Ley de


Identidad de Género

La norma en cuestión prescribe que: “El cambio de nombre propio,


dato de sexo e imagen será reversible por una sola vez, luego de
lo cual no podrán modificarse nuevamente estos datos. En caso
de reversión se vuelve al nombre, dato de sexo e imagen iniciales”.

Al igual que en los cargos de inconstitucionalidad expresados


en los dos casos anteriores, la parte accionante continúa
sosteniendo que dicho articulado al contener -al igual que los
dos anteriores- la frase de “cambio de datos de sexo” promueve
el cambio artificial de una exteriorización de su condición sexual,
alterando significativamente sus interrelaciones con el resto de
las personas.

Al respecto se recuerda que dicho cambio no opera por previsión


de la norma, pues la identidad de género deviene de una condición
intrínseca de la persona que la expresa en el marco de su derecho
al libre desarrollo de la personalidad, garantizado como derecho
fundamental tanto en nuestra Constitución Política del Estado,
como en el bloque de constitucionalidad.

126
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Por otro lado, no resulta clara la afirmación de que el cambio de


dato de sexo en registros públicos o privados altere la interrelación
con otras personas, pues al efecto cabrá recordar que las personas
no se definen por su identidad de género u orientación sexual
sino por muchos otros aspectos como habilidades, emociones,
proyectos de vida, vivencias, gustos, etc., que hacen a su propia
individualidad.

III.4.4. Del juicio de constitucionalidad del art. 7, 8 y 9 de la Ley


de Identidad de Género

Los citados artículos prescriben que:

Artículo 7

“El Servicio de Registro Cívico (SERECI), dependiente del Tribunal


Supremo Electoral, se constituye en la autoridad competente a
nivel nacional, para el registro del cambio de nombre propio, dato
de sexo e imagen a personas transexuales y transgénero, en el
marco de la presente Ley y de la reglamentación específica que
implemente el Servicio de Registro Cívico, para estos casos”.

Artículo 8

“I. Para solicitar el cambio de nombre propio, dato de sexo e


imagen, el o la solicitante deberá presentar ante el SERECI, los
siguientes requisitos:

1. Carta de solicitud de cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen, manifestando el nombre propio y dato de sexo
inicialmente registrado, y el nuevo nombre propio y dato de sexo
elegido.

2. Examen técnico psicológico que acredite que la persona conoce


y asume voluntariamente las implicaciones de su decisión.

127
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

3. Certificado de nacimiento original y computarizado expedido


por el SERECI, que acredite la mayoría de edad.

4. Certificación de datos de personas emitido por el Servicio


General de Identificación Personal (SEGIP) sin observación.

5. Certificado de libertad de estado civil expedido por el SERECI.

6. Certificado de descendencia expedido por el SERECI.

7. Certificado del Registro Judicial de Antecedentes Penales


(REJAP), con el fin de informar sobre el cambio realizado a la
autoridad judicial competente en caso de existir algún proceso
en curso.

8. Fotografía actualizada de la imagen que corresponda a la nueva


identidad.

II. Las certificaciones del SERECI y del SEGIP presentadas, deben


guardar correspondencia en la información de nombres, apellidos,
fecha de nacimiento, lugar de nacimiento y si corresponde, datos
de los progenitores y filiación. La correspondencia de datos sólo
se refiere a aquellos específicos de la interesada o el interesado”.

Artículo 9

“I. El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen será de


iniciativa y decisión voluntaria y personal de la o el titular de los
mismos.

II. Toda persona que solicite el cambio de nombre propio,


dato de sexo e imagen deberá presentar ante la Dirección
Departamental del SERECI correspondiente, Direcciones
Regionales o Delegaciones del SERECI que disponga el Tribunal
Supremo Electoral, los requisitos establecidos en el Artículo 8 de
la presente Ley, de manera personal. En el caso de bolivianas o

128
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

bolivianos residentes en el exterior del país, se podrá efectuar el


trámite por intermedio de apoderado mediante poder específico,
caso en el cual se procederá a cumplir el proceso de peritaje
dactilar definido por el SERECI.

III. Una vez verificada la presentación de los requisitos, la o el


Director Departamental del SERECI tendrá un plazo de quince
(15) días calendario computables a partir de la recepción de la
solicitud, para emitir Resolución Administrativa que autorice el
cambio con el nuevo nombre propio y dato de sexo en la partida de
nacimiento y la extensión de un nuevo certificado de nacimiento
de la o el solicitante. A dicho fin, el SERECI hará constar en sus
registros el cambio efectuado.

IV. En caso de existir incumplimiento en la presentación de cualquier


requisito, el SERECI notificará en Secretaría a la interesada o el
interesado para la subsanación del mismo. Una vez subsanado el
requisito, el SERECI emitirá la Resolución correspondiente.

V. En un plazo de quince (15) días calendario computables a partir


de la emisión la Resolución Administrativa, el SERECI notificará
de oficio con ésta, el cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen a las siguientes instituciones:

1. Servicio de Identificación Personal – SEGIP;


2. Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero – ASFI;
3. Dirección General de Migración – DIGEMIG;
4. Servicio de Impuestos Nacionales – SIN;
5. Derechos Reales;
6. Registro Judicial de Antecedentes Penales – REJAP;
7. Sistema Nacional de Registro de Antecedentes Policiales
– SINARAP, de la Policía Boliviana (FELCC, FELCN y FELCV);
8. Dirección General de Régimen Penitenciario;
9. Contraloría General de Estado – CGE;
10. Ministerio de Educación;
11. Ministerio de Defensa;
12. Cajas de Salud Pública;
13. Servicio Nacional del Sistema de Reparto – SENASIR;

129
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

14. Autoridad de Pensiones, Valores y Seguros – APS;


15. Otras que el SERECI o la o el solicitante consideren
necesarias.

VI. Las instituciones señaladas en el Parágrafo precedente


deberán realizar de oficio el cambio de nombre propio y dato de
sexo en un plazo no mayor a quince (15) días hábiles computables
desde su notificación, pudiendo, a través de la Máxima Autoridad
Ejecutiva, pedir aclaraciones del trámite; el plazo señalado sólo
podrá excederse de manera fundamentada cuando el trámite
requiera la presencia física, a efectos de fotografía actualizada
y huella dactilar. En un plazo de treinta (30) días computables a
partir de la notificación con la Resolución Administrativa, el SEGIP
deberá informar al SERECI los resultados de la actualización de la
Cédula de Identidad.

VII. El cambio de nombre propio y dato de sexo en las partidas


de nacimiento de sus descendientes y de matrimonio o unión
libre con sus ex cónyuges, serán registradas únicamente en
notas aclaratorias o marginales de cada partida, sin registrar
el cambio de nombre propio y dato de sexo en los certificados
correspondientes, ni en la libreta de familia.

VIII. Ninguna institución o autoridad podrá exigir resolución judicial,


ni otro requisito para el reconocimiento y registro del cambio
de identidad de género, bajo responsabilidad” (las negrillas y el
subrayado fueron adicionados [se resalta la frase “cambio de dato
de sexo”, por ser la misma cuestionada a través de la presente
acción]).

Con relación a dichos articulados, el ahora accionante formula un


cargo de inconstitucionalidad común que además coincide con
los presentados en los casos glosados precedentemente, relativos
a la supuesta vulneración de la dignidad humana comprendida a
partir de una también supuesta “unidad óntica” que, en su criterio,
no puede ser quebrada por la norma.

130
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Al efecto, nos remitimos a los argumentos anteriormente


expuestos para referir nuevamente la inviabilidad de tales
cuestionamientos y su improcedencia en la presente acción. Pues,
además, no se ha expuesto con claridad cómo la tramitación
regulada por dichos articulados, vulnera el interés colectivo y
otro de relevancia constitucional, a los fines de la ponderación
correspondiente entre la norma cuestionada de inconstitucional
con la Constitución Política del Estado.

III.4.5. Del juicio de constitucionalidad del art. 10 de la Ley de


Identidad de Género

El mencionado artículo refiere que:

“I. El proceso administrativo de cambio de nombre propio, dato de


sexo e imagen es confidencial.

II. Los documentos señalados en el Artículo 8 de la presente Ley


presentados como requisitos y la Resolución Administrativa no
podrán ser exhibidos, ni se podrá entregar testimonio, certificación,
copia simple o legalizada a terceras personas, a menos que exista
Orden Judicial o Requerimiento Fiscal” (énfasis agregado).

Al respecto, cabe remitirnos a los cargos de inconstitucionalidad


generales expuestos antes de la argumentación en detalle que se
describe en el memorial de demanda, habiendo sido omitida su
exposición en dicho detalle.

De esta manera se tiene que la parte accionante cuestiona la


“confidencialidad” del trámite de cambio de dato de sexo en la
documentación personal que se entiende otorga el Registro
Cívico, y que dicha regulación “encubre” una situación que debe
ser pública a fin de evitar eventuales fraudes en las distintas
relaciones jurídicas.

131
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En efecto, este Tribunal considera que la confidencialidad del


trámite previsto por la norma, es justificada en la medida en
que publicitar el mismo, podría afectar seriamente el derecho
de las personas involucradas a ejercer su derecho al libre
desarrollo de la personalidad y la inescindible búsqueda de la
concretización de sus propios proyectos de vida, pues se trata de
una convicción personal e íntima que de ser pública, contribuiría a
la estigmatización de las personas que accedan a dicho trámite.

En ese entendido, debe recordarse que la construcción de la


identidad personal, en este caso, a través de la identidad de género,
sea esta coincidente o no con el sexo biológico asignado, al ser
parte de una construcción intrínseca y personal del ser humano,
constituyen aspectos relativos a su intimidad, y por ello, deben ser
resguardados efectivamente por los Órganos de Poder Público
a través de sus diferentes instituciones, y en el caso, el Servicio
de Registro Cívico. De ahí la exigencia de que dicha información
pueda ser levantada únicamente mediante orden judicial, la cual
deberá ser fundada en el marco del reconocimiento del derecho a
la intimidad y privacidad reconocida en nuestra Norma Suprema.

En este punto, se recuerda que la identidad de género al ser una


noción independiente del sexo biológico asignado, y corresponder
a una construcción cultural que configura estereotipos de
lo masculino y femenino, en la que se reflejan vestimentas,
costumbres, y en algunos casos, roles específicos, no pueden
constituir en un tipo de información de dominio público, por cuanto
no es un aspecto necesario para la interrelación de la persona
en la sociedad. Tanto así, que la expresión de dicha identidad de
género, incluso en las personas que ostentan la coincidencia que
no concurre en la población transgénero y transexual no es un dato
que figure como parte de la información pública de la persona.
Siendo por ello, más que legítima la exigencia de confidencialidad
del trámite.

132
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

Sin embargo, y retomando la afirmación de que el derecho a la libre


personalidad encuentra como límite el interés colectivo, y también,
eventualmente cuando se afecten los derechos de terceros, o sus
propios proyectos de vida, se tiene que corresponderá al Estado la
regulación normativa el permitir acceder a dicha información sin
necesidad de completar un trámite previo, pues dicha información
adquiere el carácter confidencial mientras no vulnere el ejercicio
de otros derechos. Y sea únicamente respecto del derecho al libre
desarrollo de la personalidad y sea en respeto de sus propios
proyectos de vida.

Así, en casos de competiciones deportivas, y otras actividades


basadas en distinciones de género masculino- femenino, que
en definitiva se asientan en características físico-biológicas
de los competidores o participantes, o cualquier actividad que
tenga como fundamento el reconocimiento de dicha condición
biológica, las personas que accedieron al cambio de dato de sexo,
deberán brindar esa información de manera obligatoria, o en su
caso, el requerimiento de tal información prescindirá del carácter
confidencial.

III.4.6. Del juicio de constitucionalidad del art. 11.II de la Ley de


Identidad de Género

El citado artículo prescribe: “II. El cambio de nombre propio,


dato de sexo e imagen, permitirá a la persona ejercer todos los
derechos fundamentales, políticos, laborales, civiles, económicos
y sociales, así como las obligaciones inherentes a la identidad de
género asumida”.

En este punto es donde la parte accionante centra como cargos


de inconstitucionalidad lo siguiente:

i) La eventual afectación del instituto jurídico del matrimonio,


y de modo tangencial, de las uniones libres o de hecho, con
características de estabilidad y singularidad, entre otras

133
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En primera instancia cabe resaltar que el “riesgo” identificado


por la parte accionante de lo regulado por el artículo en cuestión
respecto del matrimonio y la unión libre de hecho, tiene como
fundamento la supuesta defraudación que ocasionaría una
persona transgénero o transexual que asume como dato de sexo
uno diferente a aquel con el que fue inicialmente registrado, al no
poder concretar uno de los “fines” del matrimonio, como resulta
ser la procreación.

En este punto la parte accionante hace hincapié en dicha finalidad


como aquella que define al matrimonio, resaltando la perpetuación
de la especie humana a través de la procreación que deviene de la
complementariedad biológica del hombre y de la mujer, como el
fin último y horizonte del matrimonio, sobre el que abunda en citas
doctrinales y razonamientos, refiriéndose también de manera
análoga y casi tangencial al caso de las uniones libres o de hecho.

Añade que dicha finalidad del matrimonio, la procreación, no se


limita al acto biológico por el que se da el anidamiento de una
nueva vida, sino también el cuidado y crianza de los hijos, ya
que la perpetuación de la especie humana está intrínsecamente
ligada a cómo efectivamente se garantiza la crianza de nuevas
generaciones.

El cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen es únicamente


en el marco del objeto de la Ley de Identidad de Género, pues
únicamente ese conjunto de atributos y características que
permiten la individualización de la persona en sociedad, respecto
de su identidad de género en franco ejercicio de su derecho a la
libre personalidad jurídica, permite que la persona en ejercicio de
su identidad de género -que se vive interna e individualmente-
ejerza “… todos los derechos fundamentales, políticos,
laborales, civiles, económicos y sociales…”, es contrario al orden
constitucional que establece el instituto jurídico del matrimonio
entre un hombre y una mujer y de uniones libres o de hechos que

134
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

produzcan los mismos efectos que el matrimonio civil (art. 63.I y


II de la CPE), porque permitir el ejercicio absoluto de este derecho
-identidad de género- cuando el mismo se refiere solamente al
ejercicio del fuero interior o vivencia individual en franco ejercicio
de su derecho a la libre personalidad jurídica mientras no afecte el
derecho de terceros sería validar un fin contrario al que la propia
norma definió como su objeto. Correspondiendo más bien que el
Estado realice el desarrollo normativo y regule el ejercicio de otros
derechos en resguardo del derecho de terceros que pudieren ser
afectados con los mismos.

De esta forma, el carácter absolutista de esta norma la torna


en inconstitucional en su frase “permitirá a la persona ejercer
todos los derechos fundamentales, políticos, laborales, civiles,
económicos y sociales…”, respecto que el ejercicio de identidad
de género no significa el ejercicio absoluto de los derechos
fundamentales como el derecho a contraer matrimonio o uniones
libres o de hecho, es reconocido constitucionalmente únicamente
entre un hombre y una mujer y no a las personas que ejerzan su
derecho a la identidad de género cuyo alcance es únicamente en
el ejercicio de su individualidad.

En ese contexto, se concluye que sobre este punto apremia un


debate democrático que involucre a los actores e instituciones
de la sociedad en su conjunto, esto es Asamblea Legislativa,
organizaciones sociales, civiles, públicas como privadas y otras
que así corresponda.

ii) La eventual transgresión del principio de interés superior del


niño en casos de adopción

El reconocimiento del derecho a la identidad de género, supone


como se mencionó, una garantía del derecho al libre desarrollo de
la personalidad, que involucra el respeto de los proyectos de vida
de quienes voluntariamente asumen una identidad de género que
no coincide con su dato de sexo biológico.

135
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Sin embargo, como todo derecho, el mismo no es absoluto, y


encuentra límites legítimos a su ejercicio, en el respeto que debe
garantizarse a los derechos de terceros, como es el caso de los
niños, niñas o adolescentes sujetos pasivos de adopción.

Así, si bien la ley no exige que en la calificación de un adoptante


se acredite que la persona sea cisgénero (dato de sexo biológico
coincidente con su identidad de género), en el caso de las
personas que tramitaron su cambio de nombre y dato de sexo
de sus documentos de identificación y otros, su derecho a no
ser discriminado en razón de dicha identidad, en los trámites de
adopción deberán ser regulados por una ley especial sancionada
por la Asamblea Legislativa Plurinacional, como ley de desarrollo,
en vista de que el reconocimiento de dicha facultad, merece
un mayor debate y justificación de que ello, no atente contra el
principio de interés superior del niño, niña o adolescente.

Así, se concluye que sobre este punto apremia un debate


democrático que involucre a los actores e instituciones de
la sociedad en su conjunto, esto es Asamblea Legislativa,
organizaciones sociales, civiles, públicas como privadas y otras
que así corresponda.

iii) Sobre los criterios de paridad y equidad de género en


procesos electivos

Si bien la titulación del presente acápite no corresponde a un cargo


de inconstitucionalidad manifestado por los ahora accionantes,
este Tribunal consideró necesario evaluar si en el contexto
anotado pueden surgir afectaciones a los derechos de terceros,
a partir del reconocimiento del ejercicio pleno de todos los
derechos fundamentales, políticos, laborales, civiles, económicos
y sociales, así como las obligaciones inherentes a la identidad de
género asumida.

136
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

En ese sentido, cursan en antecedentes el Informe DNJ 360/2017


de 4 de julio, emitido por el Órgano Electoral Plurinacional, a través
del cual dicha entidad expresa que el citado artículo al reconocer la
vigencia de los derechos y obligaciones inherentes a la identidad
de género asumida, también reconoce que “corresponde que
en el ejercicio de su derecho político a participar libremente en
la formación, ejercicio y control del poder político reciban un
tratamiento conforme a la nueva identidad adquirida, es decir, que
la aplicación de los criterios de paridad y equidad de género en
procesos electivos se aplicarán de conformidad a lo establecido
en la normativa vigente, en tanto la persona se identifique como
mujer o como hombre”.

Lo anterior da cuenta de que el Órgano encargado de la supervisión


de todo proceso de formación, ejercicio y control del poder
político reconoce la participación de las personas transgénero
y/o transexuales de acuerdo a la identidad de género asumida,
lo que en criterio de este Tribunal puede dar lugar a espacios de
incertidumbre y desacuerdo, al tratarse de derechos cuya base
parte del reconocimiento de una realidad pasada de vulneración
de derechos de otro grupo vulnerable como sucede con la
población femenina en lo que respecta al régimen de cuotas de
género, en tales procesos.

En ese contexto, se concluye que sobre este punto apremia un


debate democrático que involucre a los actores e instituciones
de la sociedad en su conjunto, esto es Asamblea Legislativa,
organizaciones sociales, civiles, públicas como privadas y otras
que así corresponda.

III.4.7. Del juicio de constitucionalidad del art. 12.I de la Ley de


Identidad de Género

El citado artículo establece que: “I. Queda prohibido el uso de


documentos que consignen la identidad anterior al cambio de
nombre propio, dato de sexo e imagen en trámites públicos o

137
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

privados y en cualquier otro acto jurídico, se constituirá en delito


contra la fe pública, pudiendo ser sancionado por la vía civil y/o
administrativa. Se exceptúa esta prohibición cuando se trate de
sentencias ejecutoriadas, actos administrativos firmes, procesos
judiciales y administrativos en curso”.

La parte accionante sostiene que dicho articulado vulnera los


principios de legalidad y taxatividad, dado que la deficiencia
de la técnica legislativa no permite interpretar fácilmente cuál
el supuesto de hecho que desencadena la constitución del
delito contra la fe pública, y en segundo lugar, incurre en una
contradicción insólita de consecuencias jurídicas en relación con
el orden civil y administrativo, cuando previamente se afirma la
comisión de un delito pero le asigna el tipo de consecuencias
señalado.
Al respecto cabe hacer notar que dicho argumento no encuentra
cabida en la consideración de la presente acción, que resuelve
una acción abstracta de inconstitucionalidad, pues en todo caso
la eventual afectación de los citados principios podría analizarse
en la vía tutelar, en la que se denuncien como afectados tales
principios.

III.4.8. Del juicio de constitucionalidad de la Disposición Final


Primera de la Ley de Identidad de Género

La citada Disposición, prescribe que: “La Presente Ley se sujeta


a lo establecido en el Artículo 63 de la Constitución Política del
Estado y en la Ley N° 045 de 8 de octubre de 2010, Contra el
Racismo y Toda Forma de Discriminación”.

La misma es acusada de ambigüedad al no definir con claridad


cuál el grado de sujeción de la Ley de Identidad de Género a los
alcances del art. 63 de la CPE, y si esa sujeción consiste en la
imposibilidad legal de que la población transgénero pueda celebrar
matrimonios o conformar uniones libres o de hecho con todos los
efectos del matrimonio civil, o por el contrario si estos últimos

138
Sentencia Constitucional Plurinacional 0076/2017-S2

pueden celebrar con toda validez un matrimonio civil o formar


parte de uniones libres de hecho, lo cual generará confusión en
las autoridades de Registros Civiles.

En consideración al mencionado cargo de inconstitucionalidad,


cabe hacer notar que la duda de la parte accionante con relación a
la alegada ambigüedad de la citada Disposición Final Primera, no
puede ser considerada, por cuanto fue la misma parte accionante
quien propuso su interpretación de la norma en los cargos
presentados por los que alegó la imposibilidad de celebración de
matrimonio o conformación de unión conyugal libre o de hecho.

POR TANTO

La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado
y el art. 12.1 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
resuelve declarar:

1° La CONSTITUCIONALIDAD pura y simple de los arts. 1, 3.2,


4.II, 7, 8, 9 en la frase “cambio de datos de sexo”, 10, 12.I y de la
Disposición Final Primera de la Ley de Identidad de Género.

2° La CONSTITUCIONALIDAD sujeta a la interpretación


desarrollada en la presente sentencia del art. 10 de la Ley de
Identidad de Género, conforme lo desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.4.5 del presente fallo constitucional.

3º La INCONSTITUCIONALIDAD del parágrafo II del art. 11 de la


Ley de Identidad de Género en su frase “…permitirá a la persona
ejercer todos los derechos fundamentales, políticos, laborales,
civiles, económicos y sociales…”.

4° Disponer se notifique con la presente Sentencia Constitucional


Plurinacional a la Gaceta Oficial de Bolivia en cumplimiento del
art. 12.III del Código procesal Constitucional.

139
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta


Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez


PRESIDENTE
Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO

Se hace constar que los Magistrados Dra. Mirtha Camacho


Quiroga y Tata Efrén Choque Capuma, son de Voto Disidente;
asimismo, el Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado se encuentra
con licencia.

140
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

142
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


0071/2022-S3

Sucre, 16 de marzo de 2022

SALA TERCERA

Magistrada Relatora: MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas

Acción de amparo constitucional

Expediente: 44312-2022-89-AAC

Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución 166/2021 de 28 de diciembre, cursante


de fs. 100 a 112 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo
constitucional interpuesta por AA y BB en representación de NN[1]
contra Juan Diego Tejerina Morató, Director Nacional a.i. del
Servicio de Registro Cívico (SERECI).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memoriales presentados el 8 y 16, ambos de diciembre


de 2021, cursantes de fs. 19 a 37 vta.; y, de 40 a 44 vta., los
representantes del accionante manifestaron lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

NN, hijo y representado de AA y BB en esta acción tutelar, quien

Las autoridades judiciales tienen la obligación de mantener la reserva y resguardar la


[1]

identidad de la niña, niño y adolescente que se vea involucrado en cualquier tipo de proceso
(art. 144.II del Código Niño, Niña y Adolescente - CNNA y art. 16 de la Convención sobre los
Derechos del Niño).

143
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

también firma la acción tutelar, es un adolescente transgénero de


quince años de edad, que se encuentra recibiendo tratamiento
hormonal de congruencia de género, y al presente, para el ejercicio
pleno de sus derechos conforme a su autopercepción, procura
uniformar los documentos oficiales de su identidad, de modo que
armonicen sus datos registrados con su expresión corporal.

Con esa finalidad, los impetrantes de tutela señalan que en su


condición de progenitores del menor, el 25 de mayo de 2021,
acudieron ante la Dirección Nacional del SERECI para solicitar la
admisión del trámite de cambio de nombre propio, dato de sexo e
imagen de su representado; petición enmarcada en el Bloque de
Constitucionalidad y en la obligación que tienen las autoridades
del Estado Plurinacional de Bolivia, de ejercer el control de
convencionalidad sobre la Ley de Identidad de Género (LIG) -Ley
807 de 21 de mayo de 2016-, en cuanto a la limitación que se
impone para acceder a dicho trámite únicamente a favor de
personas mayores de dieciocho años; no obstante, los estándares
establecidos en la Opinión Consultiva 24/2017 emitida por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

Transcurridos más de cuatro meses de su solicitud, y al no


recibir respuesta pese al seguimiento y reclamos constantes
por el rezago, el 29 de septiembre de 2021, exigieron que su
pretensión sea atendida invocando el cumplimiento del art. 60 de
la Constitución Política del Estado (CPE), así como los principios
de interés superior del niño y de prioridad absoluta, contenidos en
el Código Niño, Niña y Adolescente, pues su inobservancia incidía
de forma lesiva sobre los derechos de su hijo y representado,
a la identidad, a la identidad de género, al libre desarrollo a la
personalidad, a la personalidad jurídica, a la vida privada, a la
igualdad y no discriminación, y como consecuencia de ello, sobre
todos sus demás derechos en el marco de la interdependencia
establecida en el art. 13 de la Norma Suprema.

144
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Recién el 19 de octubre de 2021, fueron notificados con la Nota


SERECI JNRC-2123/2021 de 11 de igual mes y año, a través de
la cual, el Director Nacional a.i. del SERECI negó su solicitud,
indicando no tener competencia ni estar dentro de sus funciones
y atribuciones atender la petición que efectuaron, pues de
acuerdo a la Ley de Identidad de Género, el cambio de nombre y
sexo sólo es posible para mayores de dieciocho años y siempre
que el titular del registro así lo solicite, conforme al Reglamento
para el Cambio de Nombre Propio y Dato del Sexo en Partidas de
Nacimiento de Personas Transexuales y Transgénero, aprobado
mediante Resolución TSE-RSP 0229/2016 de 22 de junio.

Haciendo evidente que la Nota SERERECI JNRC-2123/2021


vulneró el debido proceso, ya que carece de una fundamentación
y motivación compatible con la Constitución Politica del Estado
y el Bloque de Constitucionalidad, pues el Director Nacional
a.i. del SERECI -ahora accionado-, no efectuó un control de
convencionalidad ni vinculó los estándares de la Corte IDH para
pronunciarse sobre la solicitud de cambio de nombre y sexo, pese
a ser una obligación de todas las autoridades administrativas
y judiciales de nuestro Estado, conforme se entiende de la SC
0110/2010-R, y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0112/2012, 0572/2014 y 0032/2019, que replican el razonamiento
asumido en los casos Almonacid Arellano y otros vs. Chile, y Gudiel
Álvarez y otros vs. Guatemala, así como de la Opinión Consultiva
21/14 de la señalada Corte Supranacional.

Asimismo, hacen cita de los arts. 58 y 14.II de la CPE, que


-respectivamente- establecen que las niñas, niños y adolescentes
tienen derecho a la identidad de género y que no pueden ser
sujetos de discriminación por esa razón, debiendo valorarse su
opinión; indicando que sobre el particular, en la Opinión Consultiva
24/2017, se establece que la orientación sexual, la identidad de
género y la expresión de género son categorías protegidas por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, que no pueden
restringirse o disminuirse en su ejercicio por ninguna norma,
decisión o práctica.

145
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Tal es así, que la Corte IDH, en la señalada Opinión Consultiva


24/2017, sostiene que el derecho a la identidad de género ampara
a las niñas y niños que deseen presentar solicitudes para que se
reconozca en los documentos y los registros su identidad de
género autopercibida.

Sin embargo; no obstante, la claridad de las normas


constitucionales y del Código Niña, Niño y Adolescente, así como
de la jurisprudencia de la Corte IDH, la Ley de Identidad de Género,
en su art. 4, restringe el derecho a la identidad limitando su ejercicio
a personas mayores de dieciocho años de edad; por lo que,
dicho precepto, debe ser interpretado en el marco del control de
convencionalidad antes referido, bajo los cánones interpretativos
de los estándares de la señalada Corte, que exhorta a los Estados
a reconocer, regular y establecer los procedimientos adecuados
para el cambio de nombre, imagen, rectificación a la mención del
sexo o género en los registros y documentos de identidad, para
que ésta sea acorde al género autopercibido, por incidir en los
derechos al nombre, al reconocimiento de la personalidad jurídica,
a la libertad y a la vida privada.

En consecuencia, correspondía a la autoridad accionada ejercer el


control de convencionalidad sobre el art. 4 de la LIG, considerando
particularmente la Opinión Consultiva 24/2017, que estableció
que la Convención Americana sobre Derechos Humanos, protege
uno de los valores más fundamentales de la persona humana
entendida como ser racional, que es el reconocimiento de su
dignidad y que es transversal a todos los derechos humanos;
de allí que se relacione con el derecho a la identidad de género,
como un elemento constitutivo y constituyente de la identidad de
las personas; por lo que, su reconocimiento por parte del Estado
resulta de vital importancia para garantizar el pleno goce de
las libertades y la protección de la violencia, tortura y otros que
disminuyan o violenten su manifestación.

146
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Por lo tanto, al haber omitido su deber de fundamentar y motivar


la Nota SERECI JNRC-2123/2021, sobre la base de un control de
convencionalidad respecto al derecho a la identidad de género, el
Director Nacional a.i. del SERECI impidió al impetrante de tutela,
actuar en el marco de sus aspiraciones, de la determinación de su
identidad y que la misma pueda reafirmarse en su relacionamiento
con otras personas en las actividades que desarrolla, limitando,
por interdependencia, los otros derechos mencionados en el
párrafo precedente, ya que no puede ejercerlos plenamente de
forma congruente con la identidad plasmada en sus documentos.

Tal es así que, en el marco de la Opinión Consultiva 24/2017, el


no reconocimiento de la identidad de género del peticionante de
tutela, implica que no existe constancia legal de su existencia,
ya que se le niega su derecho a la personalidad jurídica, y en
consecuencia, su dignidad, pues se le priva de ser sujeto de
derechos y lo convierte en un adolescente vulnerable, víctima de
discriminación y eventualmente de violencia, por la transfobia que
permea la sociedad.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Los representantes del accionante denuncian la lesión de los


derechos de su hijo menor de edad a la dignidad, a la identidad,
a la identidad de género, al nombre, a la personalidad jurídica,
al libre desarrollo de la personalidad y a la satisfacción de sus
necesidades, intereses y aspiraciones; a la vida privada; a la
igualdad y no discriminación; al interés superior del niño; y al debido
proceso en sus elementos de motivación y fundamentación;
citando al efecto los arts. “4.11”, 14.II, 21.2, 23, 58, 60 y “116” de
la CPE; 1.1, 3, 7.1, 11.2 y 18 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH); y, 3, 8 y 12 de la Convención sobre
los Derechos del Niño.

147
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

I.1.3. Petitorio

Los representantes del menor accionante solicitan se conceda


la tutela sobre los derechos de su hijo; y en consecuencia, se
disponga que la Dirección Nacional del SERECI autorice su
cambio de nombre, sexo e imagen.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia pública el 28 de diciembre de 2021, según


consta en el acta cursante de fs. 74 a 99; presentes el accionante
y sus representantes asistidos por sus abogadas, así como la
autoridad accionada, acompañada igualmente por su asesor
jurídico, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Los representantes del accionante, a través de sus abogadas en


audiencia, ratificaron los argumentos esgrimidos en su memorial
de acción de amparo constitucional, y ampliando en audiencia,
manifestaron que: a) Para un mejor resolver, en mérito al principio
del interés superior del niño, se considere la intervención del
menor de edad en audiencia, como así también, las veedurías de
los representantes de la Organización no Gubernamental (ONG)
Realidades, del programa Iguales ante la Ley y de la Fundación
Construir; b) Para que se cumpla un proceso sustantivo de
manera motivada en materia administrativa, debe considerarse
los precedentes establecidos en las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0110/2010-R, 0572/2014 y 0005/2019, que
exhortan a efectuar un control de convencionalidad, bajo
los principios de pacta sunt servanda y del efecto útil de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; por los cuales,
la autoridad demandada no puede negar la aplicación de un
estándar más alto, por prohibición de una ley interna, así como
tampoco es necesario acudir a una instancia supranacional,

148
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

para hacer valer un pronunciamiento ya establecido por la Corte


IDH -concretamente la Opinión Consultiva 24/2017-, pues los
instrumentos que componen el Bloque de Constitucionalidad
son de aplicación preferente y directa; c) En consecuencia, la
autoridad accionada, al emitir la Nota SERECI JNRC-2123/2021,
incumplió obligaciones internacionales que el Estado debe asumir
de buena fe y desconoció una atención y protección reforzada
a un menor de edad perteneciente a una población vulnerable;
que incide, en el caso en concreto, en el ejercicio de derechos tan
elementales como el de la educación, con el registro de sus datos
para ingresar al colegio, o para poder viajar, pues su identificación
en documentos oficiales no condice con su identidad de género
autopercibida; y, d) Por lo que siendo evidente la vulneración de
los derechos invocados, solicitan que el Director Nacional a.i. del
SERECI emita una nueva resolución, justificando y aplicando -en
ejercicio del control de convencionalidad- los estándares citados,
que son los más altos y favorables y generan efectos vinculantes,
insistiendo -nuevamente- que el adolescente que precisa la
tutela pretendida en esta acción de defensa, sea escuchado en
audiencia.

A las preguntas formuladas por los Vocales de la Sala


Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca, el accionante a través de su representante, señaló
que acudió directamente ante el Director Nacional a.i. del SERECI,
debido a que tras intentar presentar el trámite de cambio de
nombre y datos de sexo ante la representación departamental
de esa institución, se le indicó que ni siquiera podían recibirle
su solicitud y que en todo caso, debiera acudir ante la máxima
autoridad a nivel nacional, para que la autorice; cuestionando por
ello el sistema diseñado para la gestión de este tipo de solicitudes,
que ni siquiera admite el ingreso de aquellas formuladas por
menores de edad para obtener una respuesta de fondo, aún sea
ésta negativa.

149
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

A través de su abogada, la parte accionante finalizó su intervención


invocando el art. 3 del Código Procesal Constitucional (CPCo),
para solicitar nuevamente que en mérito al principio de
comprensión efectiva del proceso, se permita que el adolescente
interesado pueda ser oído en audiencia. Petición que no ameritó
pronunciamiento expreso de aceptación o rechazo por parte de la
precitada Sala Constitucional.

I.2.2. Informe de la autoridad accionada

Juan Diego Tejerina Morató, Director Nacional a.i. del SERECI, a


través de informe escrito, cursante de fs. 71 a 73, y presente en
audiencia, por sí y a través de su abogado, sostuvo lo siguiente:
1) La nota SERECI JNRC-2123/2021, se dio respuesta a los
memoriales de 25 de mayo y 27 de septiembre -ambos de 2021-,
presentados por los representantes del accionante, con relación a
la solicitud de cambio de nombre y sexo de su hijo menor de edad.
En la misma, se comunica que de acuerdo a los arts. 1, 4, 8 y 9
de la LIG y su Reglamentación específica, el ámbito de aplicación
y competencia del SERECI, se limita a las personas mayores
de dieciocho años; 2) Asimismo, se indicó que en el art. 5 del
Reglamento para el Cambio de Nombre Propio y Dato del Sexo en
Partidas de Nacimiento de Personas Transexuales y Transgénero,
se establece que son las Direcciones Departamentales, las
Direcciones Regionales y Delegaciones del SERECI que disponga
el Tribunal Supremo Electoral, las competentes para recibir las
solicitudes de cambio de nombre propio y dato de sexo en las
partidas de nacimiento presentadas por personas transexuales
y transgénero, bolivianas mayores de dieciocho años o sus
apoderados legales debidamente identificados; 3) Adicionalmente,
en la misma Nota se les explicó que son las Directoras y
los Directores Departamentales del SERECI, las autoridades
competentes para resolver dichas solicitudes; y que las servidoras
o los servidores públicos designados en esa instancia, deben
revisar con carácter previo, que todos los documentos previstos
en el art. 8 del señalado Reglamento, hayan sido presentados

150
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

y reúnan las condiciones de admisibilidad establecidas en el


parágrafo II del mismo precepto; y, en caso de no acreditarse
los requisitos, se informará a la usuaria o usuario cuál es el que
debe cumplirse, resaltando que no se recibiría la carta de solicitud
ni la documentación adjunta, y solo cuando sea subsanada
la observación, la o el solicitante podrá volver a presentar su
documentación; 4) Finalmente, se comunicó que de acuerdo al
art. 73.I de la “…Ley de Registro Cívico…” (sic), el SERECI carece de
competencia para considerar la solicitud de los accionantes, ya
que no se encuentra en el marco de sus funciones y atribuciones,
ni de su competencia, realizar la inscripción de hechos o actos que
no están sujetos a registro; 5) De otro lado, debe considerarse que
la acción de amparo constitucional que se revisa, es improcedente
por incumplimiento del principio de subsidiariedad, pues no se
agotaron los recursos de revocatoria y jerárquico contemplados
en la Ley de Procedimiento Administrativo previamente a activar la
jurisdicción constitucional; por lo mismo, al no haberse impugnado
la Nota SERECI JNRC-2123/2021, la acción tutelar también sería
improcedente por haber consentido dicho acto; 6) La citada Nota
se encuentra debidamente motivada y fundamentada, pues
enuncia con precisión la norma legal aplicable, en este caso,
sobre la competencia del SERECI, y hace referencia a que en las
circunstancias planteadas, dicha institución no puede actuar por
carecer de facultad para ello; y, 7) En cuanto a la competencia del
SERECI, es preciso recordar la sanción de nulidad establecida en
el art. 122 de la CPE, en cuyo mérito y de acuerdo a las previsiones
del art. 73 de la Ley del Órgano Electoral Plurinacional (LOEP) -Ley
018 de 16 de junio de 2010- y las modificaciones efectuadas por
el art. 7 de la LIG, el SERECI no tiene competencia para considerar
y decidir sobre la solicitud de cambio de nombre y sexo de un
menor de edad, por no existir además un procedimiento para este
fin.

A las preguntas formuladas por los Vocales de la Sala


Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca, respondió que la competencia es otorgada por la ley,

151
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

y considerando lo dispuesto por el art. 4 de la LIG, en cuanto a su


ámbito de aplicación y alcance, el SERECI es competente para
conocer los trámites de cambio de nombre propio y dato de sexo,
presentados por personas mayores de dieciocho años; los mismos
que, de acuerdo a Reglamento, se realizan ante las Direcciones
Departamentales de esa institución y es su máxima autoridad la
que emite una resolución administrativa y las notas respectivas a
las demás instancias de registro de datos personales.

Agregó que, hasta el presente el SERECI no emitió ninguna


resolución de rechazo a este tipo de solicitudes, y cuando hay
observaciones en el cumplimiento de requisitos, se las notifica
para que la parte interesada las subsane y concluya su trámite
con una resolución administrativa.

I.2.3. Resolución

La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de


Justicia de Chuquisaca -con convocatoria del Vocal de su similar
Segunda-, por Resolución 166/2021 de 28 de diciembre, cursante
de fs. 100 a 112 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo
que la autoridad accionada emita una nueva resolución conforme
a los fundamentos de ese fallo, en un plazo no mayor a los quince
días hábiles posteriores desde su legal notificación; todo ello,
con base en los siguientes argumentos: i) A través del memorial
de 25 de mayo de 2021, el accionante y sus representantes,
solicitaron concretamente al Director Nacional a.i. del SERECI
-hoy accionado- , que autorice o acepte la admisión del trámite de
cambio de nombre y dato del sexo del menor de edad, ya que ante
la representación departamental de La Paz de esa institución,
se les negó rotundamente su presentación, sin emitirse una
resolución conforme a Reglamento. Dicha petición planteada
ante la autoridad accionada, exigía que se aplique el derecho
convencional, haciendo cita de los razonamiento desarrollados
por la Corte IDH, respecto a la temática del derecho a la identidad
de género “…y a las garantías que se encuentran vertidas” (sic);

152
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

ii) En consecuencia, se advierte que la Nota SERECI JNRC-


2123/2021, emitida además con bastante demora, se limita a
explicar la norma contenida en la Ley de Identidad de Género, en
cuanto a la mayoría de edad que deben acreditar las personas
solicitantes del cambio de nombre y datos de sexo; obviando
ejercer el control de convencionalidad al que está obligado
por imperio de los arts. 256 y 410 de la CPE; iii) De allí que sea
evidente que la Nota SERECI JNRC-2123/2021 no contenga
una respuesta debidamente motivada y fundamentada sobre la
solicitud en concreto, con base a estándares interamericanos;
siendo más al contario, insuficiente y evasiva al sustentar el
rechazo a lo solicitado por la parte ahora accionante, en su falta
de competencia para sustanciar pretensiones formuladas por
menores de edad; puesto que, no existe otra entidad competente
para ello; y, iv) Es menester recalcar que habiéndose solicitado
de forma expresa el control de convencionalidad sobre la Ley de
Identidad de Género, en lo que respecta a la mayoría de edad de
las personas solicitantes del trámite de cambio de nombre y dato
de sexo, la autoridad accionada tenía la posibilidad de activar un
mecanismo de control constitucional si consideraba pertinente;
lo que confirma que como consecuencia de la falta de análisis
de las normas y estándares internacionales invocados por los
accionantes, se lesionó el debido proceso en sus elementos
de fundamentación y motivación, que inciden sobre los demás
derechos del menor impetrante de tutela, al libre desarrollo de la
personalidad, a la personalidad jurídica, a la identidad de género,
a la igualdad y no discriminación.

En vía de la complementación y enmienda, la parte accionante,


a través de su abogada, peticionó que se complemente la parte
dispositiva del fallo, ordenando que necesariamente se ejerza un
control de convencionalidad, vinculándose a la SC 2221/2012
de 8 de noviembre, en la que expresamente se establece que
el derecho a la fundamentación y motivación no es suficiente,
si no contiene las razones pertinentes y adecuadas al sistema
jurídico; ello, con la finalidad de que la autoridad accionada no

153
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

se escude y reitere su respuesta omitiendo realizar el control de


convencionalidad.

Dicha petición fue desestimada por la referida Sala Constitucional


Primera.

II. CONCLUSIONES

De la revisión de los antecedentes que cursan en el expediente, se


establece lo siguiente:

II.1. Consta documental referente a los certificados psicológico y


médicos del paciente transgénero NN (fs. 11 a 15).

II.2. Cursa memorial presentado el 25 de mayo de 2021, con


referencia “SOLICITUD DE ACEPTACIÓN DE TRÁMITE” (sic),
presentada por AA y BB en representación de su hijo NN -quien
también la firma-, dirigida al Director Nacional a.i. del SERECI,
indicando como antecedente que en la Dirección Departamental
del SERECI de La Paz, existió una manifiesta negativa de dar
curso al trámite de cambio de identidad de género del menor
de edad. Por lo que, pidieron expresamente que “…en el marco
de la jurisprudencia de la Corte IDH, y ejerciendo el control
de convencionalidad, que en el marco de nuestro sistema
constitucional tiene carácter obligatorio, admitir la solicitud de
cambio de nombre propio, dato de sexo e imagen de nuestro
hijo (…) Asimismo, en el marco del derecho a ser oído y de los
principios de autonomía progresiva de la voluntad de mi hijo, éste
expresa su voluntad y conformidad con esta solicitud, firmando
en constancia el presente memorial” (sic [fs. 2 a 6 vta.]).

Ante la falta de respuesta, esta pretensión fue reiterada por


todos sus suscribientes, mediante memorial presentado el 29 de
septiembre de 2021 (fs. 7 y vta.).

154
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

II.3. Por Nota SERECI JNRC-2123/2021 de 11 de octubre, Juan


Diego Tejerina Morató, Director Nacional a.i. del SERECI -hoy
accionado-, dio respuesta a la solicitud formulada por AA, BB y
NN, señalando que en mérito a la Ley de Identidad de Género y el
Reglamento para el Cambio de Nombre Propio y Dato del Sexo en
Partidas de Nacimiento de Personas Transexuales y Transgénero,
aprobado mediante Resolución TSE-RSP 0229/2016 de 22 de junio,
son las Directoras y Directores Departamentales del SERECI, las
autoridades competentes para resolver las solicitudes de cambio
de nombre propio, dato de sexo en las partidas de nacimiento
de personas transexuales y transgénero; por lo que la Dirección
Nacional de esa institución, carece de dicha potestad para realizar
la inscripción de hechos o actos que no están sujetos a registro,
bajo sanción de lo establecido por el art. 122 de la CPE (fs. 8 a 10).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante a través de sus representantes, denuncia la


vulneración de sus derechos a la a la dignidad; a la identidad; a la
identidad de género; al nombre; a la personalidad jurídica; al libre
desarrollo de la personalidad y a la satisfacción de sus necesidades,
intereses y aspiraciones; a la vida privada; a la igualdad y no
discriminación; al interés superior del niño y al debido proceso
en sus elementos de fundamentación y motivación; conculcados
por el Director Nacional a.i. del SERECI ahora accionado, quien a
través de la Nota SERECI JNRC-2123/2021, eludió pronunciarse
sobre su petitorio de admitir la solicitud de cambio de nombre
propio, dato de sexo e imagen, soslayando efectuar un control de
convencionalidad sobre la Ley de Identidad de Género, en lo que
respecta a la edad para poder incoar dicho trámite, sobre la base
de estándares interamericanos en la materia, concretamente, la
Opinión Consultiva 24/2017 de la Corte IDH.

En consecuencia, corresponde en revisión determinar si tales


argumentos son evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.

155
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

III.1. Jurisprudencia reiterada: Naturaleza jurídica de la acción


de amparo constitucional. Jurisprudencia reiterada

Sobre la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional


y su objeto, en función a la finalidad de restitución de derechos,
la SCP 0665/2016-S1 de 15 de junio, estableció que: “La
acción de amparo constitucional se encuentra establecida en el
art. 128 de la CPE, que señala expresamente: ‘La Acción de Amparo
Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de personas individual o
colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos reconocidos por la Constitución y la ley’.

A su vez, el art. 129.I de la referida Norma Suprema, refiere que esta


acción tutelar: ‘…se impondrá por la persona que se crea afectada,
por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad
correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier
juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o
recurso legal para la protección inmediata…’.

La SCP 0002/2012 de 13 de marzo, con relación a ésta acción ha


referido que:’…el amparo constitucional boliviano en su dimensión
procesal, se encuentra concebido como una acción que otorga a la
persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa
de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales.

El término de acción no debe ser entendido como un simple


cambio de nomenclatura, que no incide en su naturaleza jurídica,
pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata,
oportuna y eficaz para la reparación y restablecimiento de los
derechos y garantías fundamentales, y dada su configuración, el
amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional,
de carácter autónomo e independiente con partes procesales
diferentes a las del proceso ordinario o por lo menos con una
postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente,
cual es la protección y restitución de derechos fundamentales

156
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

con una causa distinta a la proveniente del proceso ordinario, esto


es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales
a raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen
jurídico procesal propio.

(…)

...la acción de amparo constitucional adquiere las características


de sumariedad e inmediatez en la protección, por ser un
procedimiento rápido, sencillo y sin ritualismos dilatorios. A estas
características se añade la de generalidad, a través de la cual la
acción puede ser presentada sin excepción contra todo servidor
público o persona individual o colectiva.

Finalmente cabe señalar, que dentro de los principios procesales


configuradores del amparo constitucional, el constituyente resalta
la inmediatez y subsidiariedad al señalar en el parágrafo I del art.
129 de la CPE, que esta acción (…) se interpondrá siempre que no
exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de
los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados’.

De igual forma, el Código Procesal Constitucional, regula la


acción de amparo constitucional, a partir del art. 51 al 57, en los
que se establece el objeto, la legitimación pasiva, improcedencia,
subsidiariedad, el plazo para su interposición, la norma especial
de procedimiento y los efectos de la Resolución que se pronuncia
dentro de ésta acción, cuyo objeto conforme el art. 51 de la
referida norma, se constituye en: ‘…garantizar los derechos de
toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones
indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir’.

En ese entendido se concibe a la acción de amparo constitucional,


como una verdadera acción de defensa, inmediata, oportuna y
eficaz para la reparación y restablecimiento de los derechos

157
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

y garantías fundamentales, cuando éstos sean restringidos,


suprimidos o amenazados por actos ilegales, omisiones indebidas
de las y los servidores públicos o particulares” (las negrillas nos
corresponden).

III.2. Sobre la administración de justicia constitucional con


perspectiva de género. Subreglas

El género, diferente al sexo biológico, se configura por el


conjunto de características y constructos culturales asignados a
las categorías sexuales de “mujer” y de “hombre”, que responden
a una forma de organización social y sobre los que se articulan el
resto de las relaciones interpersonales, políticas e institucionales,
jurídicas, económicas, culturales, religiosas, entre otros. Así,
el género es lo que se espera, permite, valora o sanciona del
comportamiento femenino o masculino en un contexto social
determinado.

Esa asignación social de roles y comportamientos a los géneros,


incide en las diferentes esferas del relacionamiento que se
entablan entre las personas, y se sustenta en la creencia de que
la división sexual del ser humano supone encargos sociales para
uno u otro sexo, en donde uno tiene privilegios sobre otro, lo que
decanta en situaciones de discriminación que puede afectar tanto
a mujeres como a varones.

De allí que cobre importancia en el ámbito de lo jurídico, pues es


un elemento que permite identificar situaciones de desigualdad
en el ejercicio de derechos y libertades, y por ello, en una categoría
de consideración al momento de administrar justicia, que se erige
sobre un importante sustento normativo internacional que emerge
del proceso de internacionalización de los Derechos Humanos,
con la finalidad de promover y proteger los derechos de todos los
seres humanos sin discriminación de ningún tipo.

158
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

En ese sentido, en atención a las particularidades sociales


que generan sectores poblacionales con mayor o menor
vulnerabilidad, la administración de justicia constitucional
adopta ciertos criterios específicos o enfoques diferenciales
para analizar las categorías sospechosas de discriminación o
violencia, según el grupo involucrado en una problemática que
es de su conocimiento; como es el caso de las personas con
discapacidad; de las Naciones y Pueblos Indígenas Originario
Campesinos (dilucidando la causa bajo un enfoque intercultural,
como se tiene de la SCP 0788/2012 de 13 de agosto, entre otras);
de las y los adultos mayores, así como las niñas, los niños, las y
los adolescentes, a efecto de resguardar su interés superior y sus
condiciones especiales para garantizar sus derechos, atendiendo
al componente generacional. Y finalmente, como otro enfoque
diferencial, se encuentra el enfoque de género, que permite
analizar categorías sospechosas de discriminación o violencia,
originadas por razón de sexo/género, la orientación sexual y la
identidad de género.

Por lo tanto, el enfoque de género se constituye en una estrategia


para el análisis del fenómeno jurídico en los casos en los que exista
restricción, disminución o amenaza de restricción o supresión de
derechos fundamentales, por la exigencia de las autoridades o de
particulares, de un determinado comportamiento o condiciones
asociadas al “deber ser” de los géneros. Es decir que, parte de la
identificación de los roles sociales asignados a hombres y mujeres
y cómo éstos inciden en el relacionamiento entre particulares, y
personas jurídicas privadas y estatales.

Así fue razonado por este Tribunal, entre otras, en la SCP


1095/2014 de 10 de junio, que estableció que el enfoque de
género, a cargo de este Órgano de Control de Constitucionalidad,
implica que: “...en el marco de las funciones asignadas al Tribunal
Constitucional Plurinacional, depurar de su ordenamiento
jurídico aquellos preceptos que, desde una perspectiva colonial,
constituyan discriminación no sólo a las personas consideradas

159
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

individual, sino también colectivamente, eliminando los prejuicios


basados en la idea de subordinación e inferioridad de un grupo
social respecto a otro”.

De allí que posteriormente, afirme: “...la Constitución actual, a


diferencia de las anteriores, dentro de una cultura pluralista, se ha
impregnado con un profundo contenido de género, haciendo que
la mujer sea visibilizada con mayor énfasis, partiendo inclusive
desde lo simbólico, al introducir en todo el texto de la Constitución
Política del Estado, el uso de un lenguaje no sexista, apareciendo
así un nuevo concepto estrictamente identificado con lo femenino,
tratando de dejar de lado una visión exclusivamente patriarcal de
la sociedad; diferenciando claramente los géneros sin excluir uno
del otro, respetando las diferencias, cuidando más bien que éstas
no se constituyan en motivos de desigualdad o discriminación,
garantizando mayores espacios de inclusión y participación
en términos de equidad e igualdad de género; habiéndose así,
reconocido derechos específicos en razón de género, otorgado
y garantizado a las mujeres mayores espacios de participación
y decisión en lo político, económico y social, fundamentalmente
a partir de la introducción de la equidad social y de género
como uno de los valores en los que se sustenta el nuevo Estado
Plurinacional Comunitario…”.

Así, como metodología jurídica, el enfoque o perspectiva de género,


permite la aplicación de las normas sin discriminación alguna en
razón de género, y de forma equitativa según las desigualdades
sociales. En este norte, el Comité de Género del Órgano Judicial
a través del Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género
del Órgano Judicial, remarca la importancia de la perspectiva de
género en la administración de justicia.

“…la perspectiva de género se constituye en una medida que,


conforme se ha visto, permite visibilizar las relaciones de poder
existentes fundadas en el sexo, género u orientación sexual y,
a partir de dicha identificación analiza la arbitrariedad de una

160
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

medida, de una decisión, resolución o norma jurídica, con la


finalidad de eliminar la discriminación existente y las barreras
para el goce igualitario de los derechos, en especial, el acceso a
la justicia.

Así, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado


de manera expresa que es preciso remover los obstáculos
de jure o de facto que impidan la debida investigación de los
hechos y el desarrollo de los respectivos procesos judiciales, y
que es necesario incluir una perspectiva de género, de ahí que,
indudablemente, esta perspectiva está indisolublemente ligada a
los derechos como una medida para lograr la igualdad sustancial
de las mujeres y de aquellas personas que con diferente
orientación sexual e identidad de género…” (Comité de Género del
Órgano Judicial, 2017, pág. 61).

En consecuencia, la perspectiva de género aplicada al ámbito


jurídico, es una metodología o técnica que permite diagnosticar
si un determinado conflicto jurídico está influido por la exigencia
de un estereotipo o rol de género, que provoca discriminación o
privilegio para el ejercicio de derechos, poniendo en evidencia las
relaciones asimétricas de poder que se generan en la sociedad
y su sistema jurídico (instituciones, normas y decisiones
jurisdiccionales); por lo que, de advertirse dicha situación,
corresponde a la justicia corregir esa asimetría contenida en la
norma y compensar o subsanar el desequilibrio que ocasiona.

Por ello, particularmente en la justicia constitucional, es preciso


recordar que si bien, en la SCP 0562/2019-S2 de 17 de julio,
se señaló que: “La administración de justicia, debe aplicar la
perspectiva de género cuando en los procesos judiciales o
administrativos intervengan o estén involucradas mujeres o
personas con diversa orientación sexual o identidad de género…”;
también debe hacerse uso de esta metodología, cuando se
identifiquen situaciones de discriminación que afecten tanto
a hombres como mujeres; puesto que, el género, también es

161
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

masculino; de modo que la restricción de derechos en razón de


género, ocurre cuando las personas son sancionadas por no
responder al modelo de feminidad o masculinidad hegemónica,
y ejercen actitudes o labores no asociadas social y culturalmente
a su género.

En el ámbito específico del Tribunal Constitucional Plurinacional,


se trabajó en el Protocolo de Juzgamiento con Perspectiva de
Género Interseccional para la Jurisdicción Constitucional, como
un instrumento de indefectible consideración al momento de
administrar justicia en causas que atinjan a problemáticas que
impliquen la restricción de derechos y libertades por razones de
género. En este instrumento para la administración de justicia
constitucional, se señala: “Puede colegirse que, la perspectiva
de género exige una lectura normativa e interpretación jurídica
considerando los instrumentos internacionales y principios
legales diseñados para sostenerla; la correcta aplicación de la
ley en estrados jurisdiccionales, impedirá diferencias específicas
entre hombres y mujeres.

Las operadoras y los operadores de justicia, prestarán estudio y


efectivo análisis del marco jurídico o jurisprudencial, a efectos de
apartarse estereotipos o sesgos en razón de género; las elaciones
asimétricas ente justiciables produce situaciones de desventaja
en su juzgamiento, que implican la inclusión de la perspectiva
de género en decisiones jurisdiccionales. Per se, la resolución
de causas en ambientes judiciales, debe prescindir de prejuicios
sexistas u otras conductas en detrimento de mujeres y varones”
(pág. 39).

A mayor abundamiento, son numerosos los casos de la


identificación de estos tipos de discriminación en razón de género
en causas atendidas por la jurisdicción constitucional. Como la
discriminación directa advertida en normas del Código Penal que
fueron declaradas inconstitucionales mediante la SCP 0206/2014
de 5 de febrero, o de las igualmente inconstitucionales de la Ley

162
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

General del Trabajo, resueltas por la SCP 1095/2014 de 10 de


junio, por hacer mención expresa de la palabra “mujeres” o del
estado civil de éstas para acceder a ciertos derechos y beneficios;
entre otros fallos constitucionales.

Cobrando especial relevancia en el análisis de situaciones de


discriminación, aquella que afecta de forma estructural; es
decir, cuando además de concurrir una categoría que admita
un enfoque diferencial para administrar justicia, se integre otra
situación de exclusión; como es el caso de las mujeres, las
poblaciones indígenas, las personas con discapacidad o con
diferente orientación sexual, las niñas, los niños y adolescentes,
o que por su condición de origen o clase social, no pueden optar
total o plenamente y con igualdad de condiciones, a los derechos
y beneficios que son accesibles para un grupo o clase dominante.

En ese orden, el análisis de la discriminación en razón de


género, no puede estar exento de la consideración de otras
circunstancias que pueden ahondar, disminuir o extinguir
situaciones de discriminación. Pues si se considera que la
igualdad es la dotación de medios y condiciones específicas a
personas y grupos históricamente excluidos, el género no actúa
como un elemento aislado de estudio, sino que indefectiblemente
exige una mirada integral de elementos como la edad, el origen,
la situación de discapacidad, y otros, que se excluyan de las
características propias de los grupos dominantes.
Por lo tanto, la administración de justicia al dar una respuesta
a los problemas jurídicos, debe tomar en cuenta las asimetrías
existentes entre las personas que son parte de una sociedad;
es decir, efectuar además, un análisis de interseccionalidad,
que comprenda la concurrencia de múltiples factores de
discriminación que se entrecruzan y determinan el acceso a
derechos y libertades. Negar estas múltiples discriminaciones,
generaría un sesgo en la administración de justicia y más aún
en la jurisdicción constitucional que versa, en esencia, sobre la
protección de derechos humanos.

163
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

III.2.1. Precedentes constitucionales vinculantes para juzgar


con perspectiva de género

Son varios los fallos constitucionales a través de los cuales,


el Tribunal Constitucional Plurinacional aporta pautas para
administrar justicia con perspectiva de género, siendo más
prolífica la jurisprudencia en causas penales y vinculadas a la
violencia en razón de género; sin que ello haga significar que
es sólo en dicho ámbito penal que la metodología de género es
aplicable, sino que son las causas vinculadas a esa temática las
que se presentan con mayor incidencia.

Así, la SCP 0033/2013 de 4 de enero, que contiene jurisprudencia


precedencial relevante referente a la concesión de la protección
provisional de los derechos invocados en acciones tutelares
cuando se traten de víctimas de violencia en razón de género.

Esta sentencia, además de abordar la temática de la “violencia


de género” comprende entendimientos que fueron considerados
para la emisión de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una
Vida Libre de Violencia, incluyéndose como medidas inmediatas
para la protección de víctimas de violencia, las establecidas en
el art. 32 y siguientes de dicha Ley, que fueron las precisamente
reclamadas en la acción de amparo constitucional resuelta por
dicho fallo constitucional.

Igualmente, al constituir el primer antecedente jurisprudencial


en materia de protección a las mujeres víctimas de violencia,
incorpora como premisa la realidad innegable de los delitos por
violencia de género, cuya principal víctima suelen ser las mujeres
y los menores de edad, en cuyo caso, corresponde actuar de
forma diligente, abstrayendo inclusive formalismos procesales,
para resguardar el derecho a la vida.

De allí es que en posteriores causas vinculadas a procesos


penales por violencia contra la mujer, la jurisprudencia es prolífica,

164
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

insistiendo en otorgar protección reforzada y atención prioritaria,


con enfoque diferencial e interseccionalidad[2].

En consecuencia, todo hecho y toda norma deben interpretarse con


base en enfoques diferenciales de género, es decir, considerando
las características particulares en razón generacional, diferencial,
intercultural y de género; para visibilizar las condiciones de vida
y brechas existentes, que puedan ahondar la lesión de derechos.

Por lo mismo, mediante un análisis de interseccionalidad, se


advierte la presencia simultánea de dos o más características
diferenciales de las personas, que en el momento histórico, social
o cultural en el que se suscita el hecho demandado, incrementan la
carga de desigualdad produciendo experiencias sustantivamente
diferentes entre los sujetos.

Otro fallo constitucional que aporta criterios para juzgar con


perspectiva de género en el ámbito de la justicia constitucional,
es la SCP 0003/2020-S4 de 9 de enero, que con relación expresa
a la discriminación que sufren las personas LGBTI (en su
Fundamento Jurídico III.4.2), señala: “En el contexto expuesto,
la discriminación de toda persona, por cualquier motivo, incluido
el de su orientación sexual o identidad de género, está prohibida
no solamente por disposición de la Ley Fundamental, sino por
el bloque de constitucionalidad constituido por los Tratados y
Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos, lo
que resulta también coincidente con la normativa interna vigente
en el Estado Plurinacional de Bolivia; por cuanto, a través de la Ley
Contra el Racismo y toda Forma de Discriminación -Ley 045 de 8
de octubre de 2010-, se incluyó la orientación sexual e identidad de
género como categorías de discriminación prohibida.

[2]
Entre otras, la SCP 0414/2019-S3 de 12 de agosto, que recogiendo el entendimiento de
la SCP 0033/2013 de 4 de enero, refuerza el deber de la debida diligencia y las medidas de
protección a las mujeres víctimas de violencia, por parte de la autoridad fiscal, jurisdiccional
y/o personal policial.

165
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En mérito a lo expuesto, en atención al carácter universal de los


derechos humanos y sin desconocer la igualdad -como principio
y valor-, que debe regir la actuación de todo estante y habitante
del Estado; así como, derecho y garantía, que debe ser ejercido y
respetado tanto por el Estado como por particulares, en sujeción
al principio de no discriminación, se advierte que las personas
LGBTI, en ciertas circunstancias pueden constituirse en un
colectivo en situación de vulnerabilidad, a sufrir violaciones de sus
derechos fundamentales y garantías constitucionales; en virtud
de lo cual, el Estado, de acuerdo a las normas constitucionales,
convencionales e internas, está obligado a prevenir, eliminar y
sancionar toda forma de transgresión o limitación en su ejercicio,
mediante políticas especiales y afirmativas a efecto de garantizar
y salvaguardar su dignidad humana, deber que alcanza a todos
sus servidores públicos y operadores de justicia” (las negrillas
son añadidas).

De allí que se haya incorporado que, para juzgar con enfoque


de género, necesariamente la norma, resolución, acción u
omisión particular o pública que se haya invocado como lesiva
a derechos fundamentales y contraria al orden constitucional,
debe interpretarse con base en instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos sobre la igualdad de género; y que
además, de dicha hermenéutica, se asuman acciones especiales
y afirmativas en pro de resguardar la dignidad humana.

Por lo mismo, es menester considerar lo establecido por art. 113.I


de la CPE, que dispone: “La vulneración de los derechos concede
a las víctimas el derecho a la indemnización, reparación y
resarcimiento de daños y perjuicios en forma oportuna” (las
negrillas nos corresponden). Ya que siendo el objeto de la
perspectiva de género, la corrección de patrones de desigualdad
fundados en asignaciones de género, de advertirse restricción o
supresión de derechos por esta causa, en una labor jurisdiccional
proactiva se hace preciso disponer la reparación integral del daño
causado, precautelando fundamentalmente la restitución del
derecho vulnerado y la garantía de no repetición del acto lesivo.

166
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Ello, con la finalidad de que la fundamentación de una resolución


con base en un enfoque de género, no sea la reproducción extensa
y declarativa de principios, precedentes y jurisprudencia sobre
igualdad y equidad de género; sino, una metodología jurídica
transformadora y correctora de desigualdades que socavan el
ejercicio igualitario de los derechos.

Razonamientos y precedentes a partir de los cuales, en principio,


se concluye que se debe administrar justicia con perspectiva
de género en acciones tutelares, no únicamente cuando existan
situaciones de violencia cuyas víctimas son generalmente
mujeres, sino, cuando se denuncie la restricción o supresión
de derechos fundamentales, a consecuencia de una acción u
omisión de personas naturales o jurídicas, públicas o privadas,
por la exigencia de un determinado comportamiento o condición
asociadas al “deber ser” de los géneros; aplicando en ese caso,
criterios de interseccionalidad.

En cuyo caso, se establecen las siguientes subreglas para juzgar


con perspectiva de género, las mismas que son de consideración
indefectible en toda problemática analizada:

a) Identificación, -en el acto lesivo denunciado-, de la condición


vinculada al género, exigida por la autoridad o particular accionados
o accionadas, a la persona que impetra tutela constitucional y que
provoca lesión de sus derechos fundamentales.

Es decir, los estereotipos, roles, atributos, actividades, conductas


y otros establecidos socialmente, y como derivación de ello, el
acceso o no a uno o varios derechos. Y si dicha condición se
encuentra legal y constitucionalmente sustentada;

b) Análisis del acto lesivo impugnado, con base en enfoques


diferenciales de género e interseccionalidad, a fin de verificar
si existen otras situaciones que ahondan la lesión de derechos
fundamentales;

167
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

c) Análisis del acto lesivo denunciado, efectuando un control de


convencionalidad, o contraste de los preceptos constitucionales e
instrumentos internacionales en materia de Derechos Humanos,
en aplicación del Bloque de Constitucionalidad, a efectos de
compatibilizar el entendimiento de normas y jurisprudencia
supranacional en la materia, que corresponda sea aplicada
preferentemente; conforme se tiene exhortado en el Protoco de
Juzgamiento con Perspectiva de Género Interseccional para la
Jurisdicción Constitucional; y,

d) Con el objeto de corregir patrones de desigualdad identificados


en razón de género, corresponde disponer la reparación integral
del daño causado, precautelando fundamentalmente, la
restitución del derecho vulnerado y la garantía de no repetición
del acto lesivo.

Así, en coherencia con la finalidad de juzgar con perspectiva de


género, se asumen acciones positivas por parte de la jurisdicción
constitucional, para corregir asimetrías de género y evitar que
ocurran nuevamente, estableciendo medidas que garanticen la
no repetición, a través de exhortaciones, conminatorias y otras
disposiciones vinculantes a los órganos e instituciones públicas,
privadas y particulares; y, de advertirse situaciones de violencia
por razones de género, en acciones tutelares, corresponderá
otorgar la protección provisional de los derechos vulnerados,
siguiendo las pautas de la SCP 0033/2013, para cada caso en
concreto.

Asimismo, siguiendo el precedente establecido en la


SCP 0206/2014 de 5 de febrero, así como las directrices
contenidas en el Protoco de Juzgamiento con Perspectiva de
Género Interseccional para la Jurisdicción Constitucional, la
argumentación de los fallos constitucionales debe desterrar el
uso de lenguaje colonial, sexista o patriarcal.

168
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

III.3. Sobre el derecho de las y los menores de edad a la


identidad de género

El derecho a la identidad tiene una relación directa con el acceso


a otros derechos, más aun tratándose de personas que se
reconocen o son percibidas por otras como una categoría social
expuesta a mayor vulnerabilidad (ser niñas, niños o adolescentes,
personas con discapacidad, mujeres, indígenas, adultos mayores,
homosexuales, entre otros).

Es así que, según sea que se auto identifiquen o se distingan por


su correspondencia con esas categorías sociales, su identidad
toma forma de discriminación, pues de ella depende la distinción,
restricción o supresión del ejercicio de derechos, e inclusive, son
proclives a manifestaciones de violencia (física, psicológica,
verbal o, incluso, institucional).

Ahora bien, como establece el Preámbulo de la Convención sobre


los Derechos del Niño, dichas situaciones de discriminación y
violencia, se agravan en el caso de las niñas, niños y adolescentes,
pues no obstante de ser titulares de los mismos derechos que se les
reconocen a las personas adultas, necesitan de mayor protección
dada su vulnerabilidad, así como también, de procedimientos
más expeditos y especiales para el ejercicio de esos derechos,
que vayan en coherencia con su desarrollo integral y crecimiento.

De allí que la identidad, como la expresión propia e individual de


cada ser humano, es también -simultáneamente- la percepción
que la sociedad tiene de cada persona, y es sobre la base de ésta,
que se erige como un derecho fundamental y determina el trato
para el ejercicio de derechos, pues se vincula estrechamente con
otro fundamentalísimo: la dignidad.

Al respecto, la SCP 0072/2015-S1 de 10 de febrero, establece que:


“Este derecho proviene de los derechos a la vida y a la dignidad,
por ello está reconocido en el Capítulo Quinto, Sección V, relativa

169
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

a los derechos de la niñez, adolescencia y juventud, el derecho a


la identidad debe ser materializado inmediatamente al nacimiento
dada su naturaleza, a través de la identidad es que el ser humano
puede interrelacionarse el hecho de que la Norma Suprema
no lo reconozca como derecho fundamental expresamente, y
únicamente el Código Civil, así como las normas que tratan del
registro cívico, hagan mención a todo cuanto implica registrar a una
persona y al nombre, esto no supone que el derecho a la identidad
no tenga categoría de derecho fundamental, pues el art. 59.IV
de la Ley Fundamental precisamente considerando coexistente
al nacimiento de todo ser humano, garantiza ‘Todo niña, niño y
adolescente tiene derecho a la identidad y la filiación respecto a sus
progenitores. Cuando no se conozcan los progenitores, utilizarán
el apellido convencional elegido por la persona responsable de
su cuidado’. Este derecho se extiende a la vida adulta e incluso
se extiende después de la muerte, para efectos de sucesión en
el campo jurídico, de ahí que aun dejando de existir la persona
no puede privársela de su identidad como derecho, porque este
derecho se extiende a sus sucesores”.

Así, dando contenido al derecho a la identidad, la citada Sentencia


Constitucional Plurinacional, continuó: «Esta posición se respalda
también en la doctrina, decía que: “…la identidad personal, vale
decir el ser sí mismo con los propios caracteres y acciones,
constituyendo la misma verdad de la persona, no puede, en sí
y por sí, ser destruida, porque la verdad, por ser la verdad, no
puede ser eliminada. Sin embargo, por sí mismo significa serlo
aparentemente, también en el conocimiento y en la opinión de
otros; significa serlo socialmente”…

Haciendo alusión a su legislación, el citado jurista italiano citado


por Cifuente (idem) destacando siempre el derecho subjetivo a la
identidad, señala que “configura un derecho de la personalidad,
porque es una cualidad, un modo de ser de la persona, para los otros
igual a sí misma, en relación con la sociedad en que vive; como tal
es un derecho esencial, y concedido para toda la vida -vitalicio-.

170
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Derecho que es innato, con el nacimiento, la indiviudalidad propia


tiene a mirarse exactamente en el conocimiento de otros….”.

(…)

El mismo autor, con relación al derecho a la identidad considera


“El derecho al nombre presupone la existencia de un derecho
constitucional a la identidad. El derecho a la identidad, definido
brevemente como ‘el derecho a ser uno mismo, y a ‘no ser
confundido con los otros’”
(las negrillas nos corresponden).

De lo señalado, es evidente que el derecho a la identidad tiene


varios elementos (el nombre, el origen, la edad, el género, los lazos
familiares, entre otros). Así, en lo que a la identidad de género se
refiere, la Ley de Identidad de Género, la define de la siguiente
manera: “Es la vivencia individual del género tal como cada
persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad, la cual puede
corresponder o no al sexo asignado al momento del nacimiento.
Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede implicar la
modificación de la apariencia corporal libremente elegida, por
medios médicos, quirúrgicos o de otra índole” -art. 3.2-.

Por su parte, el art. 58 de la CPE, establece: “Se considera niña,


niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las niñas,
niños y adolescentes son titulares de los derechos reconocidos
en la Constitución, con los límites establecidos en ésta, y de los
derechos específicos inherentes a su proceso de desarrollo; a
su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a
la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones” (las
negrillas son nuestras).

En consecuencia, como se destaca en el texto resaltado del


precepto constitucional citado, la Ley Fundamental reconoce
mantener en favor de las y los menores de edad, el ejercicio de
su derecho a la identidad de género. Dicha precisión del vocablo

171
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

entrecomillado no es baladí, sino que fue enfatizada por las y los


asambleístas constituyentes, como un reconocimiento expreso
de que ese derecho es propio o le pertenece de forma privativa o
especial a las y los menores de edad, por el solo hecho de serlo.

Ahora bien, sobre el derecho a la identidad de género, en la SCP


0076/2017 de 9 de noviembre, emitida tras el control posterior
de constitucionalidad de la Ley de Identidad de Género, se
desarrollaron varias categorías conceptuales atinentes a la
materia, efectuando un control de convencionalidad de la
normativa que fue entonces impugnada, subrayando para el caso
que nos ocupa, lo siguiente:

“En ese sentido, la Oficina Regional para América del Sur del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(ACNUDH) en el documento ‘Orientación sexual e identidad de
género en el derecho internacional de los derechos humanos’
definió los conceptos básicos del derecho internacional de los
derechos humanos en relación a las personas LGBTI, haciendo
hincapié en primer lugar en la diferencia entre los conceptos
‘sexo’ y ‘género’, el primero concebido como un hecho biológico y
el segundo como una construcción social. El término ‘sexo’ hace
referencia a las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer,
y el vocablo ‘género’, a las identidades, funciones y atributos
construidos socialmente por la mujer y el hombre, y al significado
social y cultural que se atribuye a esas diferencias biológicas.

En otras palabras, ‘el sexo se asigna al nacer, hace referencia


al estado biológico de una persona como hombre o mujer, y se
encuentra asociado principalmente con atributos físicos tales como
los cromosomas, la prevalencia hormonal y la anatomía interna y
externa’; el género se refiere a ‘los atributos, las actividades, las
conductas y los roles establecidos socialmente (…) estos influyen
en la manera en que las personas actúan, interactúan y en cómo
se sienten sobre sí mismas’.

172
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

‘La orientación sexual es independiente del sexo biológico o de


la identidad de género; se refiere a la capacidad de cada persona
de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo, de su mismo género o de
más de un género, así como a la capacidad de mantener relaciones
íntimas y sexuales con personas…’”.

Así, el referido fallo constitucional estableció que el género, como


una categoría sospechosa de discriminación, amerita analizarse
a partir de la consideración de los principios de igualdad y no
discriminación, particularmente en la población transgénero
y transexual, señalando: “Estos motivos o criterios que en la
Constitución se enuncian, aunque no en forma taxativa, aluden
a aquellas categorías que se consideran sospechosas, pues su
uso ha estado históricamente asociado a prácticas que tienden
a subvalorar y a colocar en situaciones de desventaja a ciertas
personas o grupos, vrg. mujeres, negros, homosexuales, indígenas,
entre otros.

Los criterios sospechosos son, en últimas, categorías que ‘(i) se


fundan en rasgos permanentes de las personas, de las cuales
éstas no pueden prescindir por voluntad propia a riesgo de
perder su identidad; (ii) han estado sometidas, históricamente,
a patrones de valoración cultural que tienden a menospreciarlas;
y, (iii) no constituyen, per se, criterios con base en los cuales sea
posible efectuar una distribución o reparto racional y equitativo
de bienes, derechos o cargas sociales’ (Sentencia C-371 de 2000
[resaltado agregado]).

Ahora bien, en el informe anual del Alto Comisionado para los


Derechos Humanos sobre leyes y prácticas discriminatorias y actos
de violencia cometidos contra las personas por su orientación
sexual e identidad de género, fueron identificados los diferentes
actos de violencia y vulneraciones de que son víctimas estas
personas, tales como asesinatos, violaciones y agresiones físicas,
torturas, detenciones arbitrarias, denegación de los derechos de

173
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

reunión, expresión e información y discriminación en el empleo, la


salud y la educación.

Específicamente, sobre las prácticas discriminatorias en el ámbito


educativo, el informe resalta: ‘58. Algunas autoridades educativas
y escuelas discriminan a los alumnos por su orientación sexual o
expresión de género, lo cual tiene como consecuencia en ocasiones
la denegación de su ingreso o su expulsión. Las personas lesbianas,
gays, bisexuales y trans jóvenes suelen ser víctimas de la violencia
y el hostigamiento, incluido el acoso escolar, de sus compañeros
y profesores. La lucha contra este tipo de prejuicios e intimidación
requiere esfuerzos concertados de las autoridades escolares y
educativas y la integración de los principios de no discriminación y
diversidad en los planes de estudios y el lenguaje utilizados en las
escuelas. Los medios de comunicación también tienen un papel
que desempeñar eliminando los estereotipos negativos sobre las
personas lesbianas, gays, bisexuales y trans, en particular en los
programas de televisión populares entre los jóvenes’”
(las negrillas fueron agregadas).

Consecuentemente, el ejercicio del derecho a la identidad de


género por parte de niñas, niños y adolescentes, que implica
también la manifestación de los derechos a la dignidad y a
la libertad, es decir, de su juicio propio y su expresión corporal
internamente y en la sociedad, requiere ampararse en lo dispuesto
por el art. 60 de la Norma Suprema, es decir, en el interés superior
de este grupo vulnerable; por lo que, el Estado, a través de sus
autoridades públicas, así como la sociedad y la familia, tienen el
deber de dar preeminencia a la situación particular de las y los
menores de edad y adolescentes, otorgando primacía en recibir
protección jurídica y acceder a una administración de justicia
pronta, oportuna y con asistencia del personal especializado.

En ese orden, considerando que la identidad involucra el


reconocimiento de la propia individualidad con todos sus atributos,
incluida la identidad de género, debe asegurarse por parte del

174
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Estado y de la sociedad, su desarrollo integral desde la minoridad,


cuidando de evitar eventuales lesiones de otros derechos por la
sola manifestación de ésta; sea relevando información técnica
y especializada sobre situaciones que ahonden la situación de
vulnerabilidad de las y los menores y adolescentes, promoviendo
políticas públicas y legislativas que procuren visibilizar la
existencia de situaciones de discriminación y restricción de
derechos fundamentales como consecuencia de la realización
de este derecho. Ya que el ejercicio del derecho a la identidad
de género, no se efectiviza únicamente en el fuero interno, sino
que se manifiesta de forma pública y es crucial para el resguardo
de los demás derechos de todo ser humano; siendo aún más
importante conocer el estado situacional de las y los menores y
adolescentes que, por su ejercicio (a la identidad de género), sean
víctimas de violencia o privación de derechos fundamentales.
Dato que al presente no es visible en nuestra sociedad.

Resultando entonces, relevante que en el caso de las y los menores


de edad y adolescentes, se considere además el derecho de la
autonomía personal y del juicio propio, reconocido como tal en el
art. 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que estipula:

“1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones


de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión
libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la
edad y madurez del niño.

2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser


escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo
que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un
representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las
normas de procedimiento de la ley nacional”.

De tal forma que, negar o restringir el derecho a la identidad de


género a niñas, niños y adolescentes que deseen manifestarse al

175
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

respecto y requieran información y apoyo sobre éste, constituye


un atentado a la igualdad y, por ende, a la no discriminación;
pues al no reconocerse, es virtualmente posible que se limiten
otros derechos en un contexto tan importante de crecimiento y
de formación del ser humano, la niñez y adolescencia, etapas en
las que se accede a la personalidad y las implicancias jurídicas
que ello conlleva, además de comprender un ciclo humano crucial
para la determinación futura de la sociedad.

Al respecto, la Corte IDH, a través de su jurisprudencia, remarcó


que, la identidad de género autopercibida es un derecho protegido
por los arts. 3, 7.1, 11.2 y 18 de la CADH, al señalar: “115. De
conformidad con lo anterior, se puede concluir que el derecho de
cada persona a definir de manera autónoma su identidad sexual y
de género y a que los datos que figuran en los registros, así como
en los documentos de identidad sean acordes o correspondan
a la definición que tienen de sí mismos, se encuentra protegido
por la Convención Americana a través de las disposiciones que
garantizan el libre desarrollo de la personalidad (artículos 7 y
11.2), el derecho a la privacidad (artículo 11.2), el reconocimiento
de la personalidad jurídica (artículo 3), y el derecho al nombre
(artículo 18)”.

La Corte IDH, asimismo, señala que los Estados deben respetar y


garantizar a toda persona, la posibilidad de registrar y/o cambiar,
rectificar sus datos para que se encuentren conformes con su
identidad: “...los Estados deben respetar y garantizar a toda
persona, la posibilidad de registrar y/o de cambiar, rectificar o
adecuar su nombre y los demás componentes esenciales de su
identidad como la imagen, o la referencia al sexo o género, sin
interferencias por parte de las autoridades públicas o por parte
de terceros. En esa línea, lo expresado implica necesariamente,
que las personas que se identifiquen con identidades de
género diversas deben ser reconocidas como tal. Además, el
Estado debe garantizarles que puedan ejercer sus derechos y
contraer obligaciones en función de esa misma identidad, sin

176
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

verse obligadas a detentar otra identidad que no representa su


individualidad, más aún cuando ello involucra una exposición
continua al cuestionamiento social sobre esa misma identidad
afectando así el ejercicio y goce efectivo de los derechos
reconocidos por el derecho interno y el derecho internacional”
(las negrillas son añadidas).

III.4. El acceso al procedimiento de cambio de nombre, sexo e


imagen de niñas, niños y adolescente y la conexión con otros
derechos constitucionales

La Ley de Identidad de Género, prevé un procedimiento para


que los datos del nombre propio, sexo e imagen puedan ser
modificados ante una instancia pública, como un mecanismo
que garantiza el ejercicio pleno del derecho a la identidad en su
elemento del género, a fin de que la persona titular del mismo se
sienta plenamente identificada con su sentir corporal. Y en control
de constitucionalidad de dicha normativa, la SCP 0076/2017,
señaló: “Así se tiene que a dicho reconocimiento, le sucede una
legítima regulación establecida por la norma, de la forma y
modo en que el cambio de identidad de género que inicialmente
fue asignado en base a su sexo biológico sea cambiado por
aquella vivencia interna denominada ‘identidad de género’, y la
consiguiente consecución del derecho a la dignidad humana y
al libre desarrollo de la personalidad, en virtud del cual, cada
persona persigue sus propios proyectos de vida, debiendo el
Estado garantizar que en el ejercicio de tal derecho no se sucedan
interferencias o limitaciones arbitrarias ni que tampoco signifique
que el derecho individual esté en preeminencia respecto de los
demás por cuanto su efectivización es únicamente a nivel de su
vivencia interna.

(…)

Así, el alcance de la norma -respecto de la Ley de Identidad


de Género- establecido en el artículo de análisis, establece

177
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

únicamente el procedimiento para el cambio de nombre propio,


dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero
en toda documentación pública y privada vinculada a su identidad,
entendida esta como un derecho que ‘… constituye un elemento
inherente al ser humano tanto en sus relaciones con el Estado
como con la sociedad. La Corte Interamericana ha concluido que
‘el derecho a la identidad puede ser conceptualizado, en general,
como el conjunto de atributos y características que permiten
la individualización de la persona en sociedad y, en tal sentido,
comprende varios otros derechos según el sujeto de derechos de
que se trate y las circunstancias del caso’ (Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Comentario. Christian Steiner/Patricia
Uribe -editores-. P. 109)…

(…)

De esta forma, el ejercicio del derecho a la identidad de género


expresado en el cambio de datos de sexo debe ser entendido en
la vivencia interna e individual del género tal como cada persona
experimenta profundamente en correspondencia o no al sexo
asignado al nacer…

Así, el alcance de la norma -respecto de la Ley de Identidad


de Género- establecido en el artículo de análisis, establece
únicamente el procedimiento para el cambio de nombre propio,
dato de sexo e imagen de personas transexuales y transgénero en
toda documentación pública y privada vinculada a su identidad,
entendida esta como un derecho que ‘… constituye un elemento
inherente al ser humano tanto en sus relaciones con el Estado
como con la sociedad. La Corte Interamericana ha concluido que
‘el derecho a la identidad puede ser conceptualizado, en general,
como el conjunto de atributos y características que permiten
la individualización de la persona en sociedad y, en tal sentido,
comprende varios otros derechos según el sujeto de derechos de
que se trate y las circunstancias del caso’ (Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Comentario. Christian Steiner/Patricia

178
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Uribe -editores-. P. 109)…

(…)

En ese entendido, debe recordarse que la construcción de la


identidad personal, en este caso, a través de la identidad de
género, sea esta coincidente o no con el sexo biológico asignado,
al ser parte de una construcción intrínseca y personal del ser
humano, constituyen aspectos relativos a su intimidad, y por ello,
deben ser resguardados efectivamente por los Órganos de Poder
Público a través de sus diferentes instituciones, y en el caso, el
Servicio de Registro Cívico…” (las negrillas fueron añadidas).

Aplicado dicho entendimiento al caso de menores de edad, es


menester referir previamente que en el desarrollo de los derechos
y sus garantías mediante ley, el Órgano Legislativo prevé,
según de qué derecho se trate, mayores o menores grados de
formalidad para su ejercicio; ya sea para documentar personas
y actos, oponer derechos respecto a terceros, certificar ciertas
características de la persona, acceder a prestaciones, entre otros.
Siendo necesario recalcar sobre este punto que, usualmente, es
la identificación del titular de un derecho, la condición que permite
acceder a otros.

De ahí que, el Órgano Legislativo, en su función creadora y


reguladora de derechos, sancionó la Ley de Identidad de Género,
que tiene por objeto “…establecer el procedimiento para el cambio
de nombre propio, dato de sexo e imagen de personas transexuales
y transgénero en toda documentación pública y privada vinculada
a su identidad, permitiéndoles ejercer de forma plena el derecho a
la identidad de género” -art. 1-. Imponiendo de esta forma, ciertas
formalidades procedimentales para el ejercicio del derecho a la
identidad de género.

Disponiendo, en su art. 5, como garantías a favor de las personas


transexuales y transgénero, entre otras, el “libre desarrollo

179
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de su persona de acuerdo a su identidad de género”, la “no


discriminación y el derecho a la reparación o satisfacción justa
y adecuada por cualquier daño sufrido como consecuencia
del acto discriminatorio”, el “trato de acuerdo con su identidad
de género y, en particular, a ser identificada o identificado de ese
modo tanto en la vida pública como privada”, el “respeto a su
integridad psicológica, física y sexual”.

Y si bien, en su art. 4.I, establece que su ámbito de alcance


comprende su aplicabilidad en todo el territorio nacional “…a
personas bolivianas transexuales y transgénero, solteras,
divorciadas o viudas, mayores de dieciocho (18) años de edad”,
dicho precepto da cuenta que el Órgano Legislativo no previó
en el desarrollo de dicha normativa, el derecho a la identidad
de género de las y los menores de edad, contemplado en el
art. 58 de la CPE, en lo que respecta a la rectificación registral
conforme a su identidad de género.

Al respecto, la Corte IDH entiende que, de conformidad


con la obligación de respetar y garantizar los derechos sin
discriminación de ninguna índole, y con el deber de adoptar las
disposiciones de derecho interno; los Estados tienen el deber de
reconocer, regular, y establecer los procedimientos adecuados
para que las personas puedan lograr el cambio de nombre, la
adecuación de la imagen, y el cambio de género, acordes con
la identidad de género autopercibida. En ese sentido, la Corte
IDH establece características mínimas que deben tomar en
cuenta los procedimientos de solicitud de adecuación de los
datos de identidad de género auto-percibida. Estos son: que el
procedimiento se base en el consentimiento libre e informado del
solicitante sin que se exijan requisitos como las certificaciones
médicas y/o psicológicas u otros que puedan resultar irrazonables
o patologizantes; que los cambios, correcciones o adecuaciones
en los registros sean confidenciales y los documentos de
identidad no reflejen los cambios de la identidad de género; que
los procedimientos sean expeditos y tiendan a la gratuidad, sin
exigir la acreditación de operaciones quirúrgicas y/o hormonales.

180
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Por lo que siguiendo las pautas del Protocolo de Juzgamiento


con Perspectiva de Género Interseccional para la Jurisdicción
Constitucional, es menester hacer referencia que por la
aplicabilidad directa de los derechos fundamentales, así como
del Bloque de Constitucionalidad y el precedente establecido
en la SCP 0110/2010-R[3]; de forma posterior a la emisión de
la Ley de Identidad de Género y de su control normativo de
constitucionalidad a través de la SCP 0076/2017, la Corte IDH
ha publicado la Opinión Consultiva 24/17, sobre Identidad de
Género, e Igualdad y no Discriminación a Parejas del Mismo Sexo;
reconociendo la igual dignidad de las personas, como sustento
dogmático de la autonomía de todas ellas, y destacando en cuanto
al ejercicio de este derecho en menores de edad, lo siguiente:

(1) “Los niños y las niñas son titulares de los mismos derechos que
los adultos y de todos los derechos reconocidos en la Convención
Americana, además de contar con las medidas especiales de
protección contempladas en el artículo 19 de la Convención, las
cuales deben ser definidas según las circunstancias particulares
de cada caso concreto”[4]

Efectivamente, el art. 19 de la CADH, señala que: “Todo niño


tiene derecho a las medidas de protección que su condición
de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y
del Estado”; medidas de protección que implican adoptar las
medidas necesarias para asegurar la efectividad de los derechos
consagrados a toda persona.
El Fundamento Jurídico III.3. de la SC 110/2010-R, señala: “En el marco del panorama
[3]

descrito, se colige que inequívocamente las Sentencias emanadas de la CIDH, por su


naturaleza y efectos, no se encuentran por debajo ni de la Constitución Política del Estado
tampoco de las normas jurídicas infra-constitucionales, sino por el contrario, forman parte del
bloque de constitucionalidad y a partir del alcance del principio de supremacía constitucional
que alcanza a las normas que integran este bloque, son fundamentadoras e informadoras de
todo el orden jurídico interno, debiendo el mismo adecuarse plenamente a su contenido para
consagrar así la vigencia plena del ‘Estado Constitucional’ enmarcado en la operatividad del
Sistema Interamericano de Protección a Derechos Humanos”.

CORTE IDH, OC 24/2017, párr. 149. El art. 19 de la CADH señala: Artículo 19. Derechos
[4]

del niño. “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor
requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.

181
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Al respecto, la Corte IDH concluyó que si un órgano, funcionario


o funcionaria del Estado lesiona indebidamente uno de esos
derechos (por acción u omisión), se está ante un supuesto de
inobservancia del deber de respeto consagrado en el art. 1 de la
CADH[5]. Entonces, el Estado tiene el deber de adoptar todas las
medidas positivas para asegurar la plena vigencia de los derechos
del niño:

“…la verdadera y plena protección de los niños significa que estos


puedan disfrutar ampliamente de todos sus derechos, entre ellos
los económicos, sociales y culturales, que les asignan diversos
instrumentos internacionales. Los Estados Partes en los tratados
internacionales de derechos humanos tienen la obligación de
adoptar las medidas positivas para asegurar la protección de
todos los derechos del niño”[6].

Conforme a lo anotado, las medidas de protección no constituyen


un obstáculo para el ejercicio del derecho, sino al contrario, la
adopción de medidas para que las niñas y niños puedan disfrutar
todos sus derechos, entre ellos, el derecho a la identidad de
género y el acceso a los procedimientos para cambio de nombre,
sexo e imagen; medidas que, además, deben considerar las
características propias de las niñas y niños y los principios de
protección que se anotan en los siguientes puntos.

(2) “La debida protección de los derechos de las niñas y niños, en


su calidad de sujetos de derechos, debe tomar en consideración
sus características propias y la necesidad de propiciar su
desarrollo, ofreciéndoles las condiciones necesarias para que
vivan y desarrollen sus aptitudes con pleno aprovechamiento de
sus potencialidades”; ejerciendo por sí mismos sus derechos de
manera progresiva, a medida que desarrollan un mayor nivel de
autonomía personal; por ello, la Corte entendió que las medidas

[5] Corte IDH, Caso de los Niños de la Calle vs. Guatemala, párr. 75.
[6] Corte IDH, Opinión Consultiva OC 17/02, párr.8.

182
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

pertinentes de protección a favor de niñas o niños son especiales


o más específicas que las que se decretan para el resto de las
personas[7].

(3) De acuerdo a la jurisprudencia de la Corte IDH, para la


adopción de medidas de protección a favor de niñas y niños, debe
considerarse el principio de autonomía progresiva que ya fue
mencionado antes, así como el “principio de no discriminación,
el principio del interés superior de la niña o del niño, el principio
de respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo,
el principio de respeto a la opinión del niño o de la niña en todo
procedimiento que lo afecte, de modo que se garantice su
participación” (el resaltado fue añadido).

En síntesis, la Corte IDH, sostiene que:

“f) Los procedimientos referidos a las niñas y niños

149. En lo que respecta a la regulación de los procedimientos


de cambio de nombre, adecuación de la imagen y rectificación
de la referencia al sexo o género, en los registros y en los
documentos de identidad de niños y niñas, esta Corte recuerda
en primer término que conforme ha señalado en otros casos, los
niños y las niñas son titulares de los mismos derechos que los
adultos y de todos los derechos reconocidos en la Convención
Americana, además de contar con las medidas especiales de
protección contempladas en el artículo 19 de la Convención,
las cuales deben ser definidas según las circunstancias
particulares de cada caso concreto. En relación con este
punto, la Corte ha sostenido que al aplicarse a niñas y niños, los
derechos contenidos en instrumentos generales de derechos
humanos deben ser interpretados tomando en consideración el
corpus juris sobre derechos de infancia. Además, este Tribunal
consideró que el artículo 19 ‘debe entenderse como un derecho

[7]
Ibid, párr. 150.

183
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

adicional, complementario, que el tratado establece para seres


que por su desarrollo físico y emocional necesitan de protección
especial’.

150. Asimismo, esta Corte ha entendido que la debida protección


de los derechos de las niñas y niños, en su calidad de sujetos
de derechos, debe tomar en consideración sus características
propias y la necesidad de propiciar su desarrollo, ofreciéndoles
las condiciones necesarias para que vivan y desarrollen sus
aptitudes con pleno aprovechamiento de sus potencialidades.
En este sentido, las niñas y niños ejercen por sí mismos sus
derechos de manera progresiva, a medida que desarrollan un
mayor nivel de autonomía personal. Por tal motivo, entonces, la
Corte entiende que las medidas pertinentes de protección a favor
de las niñas o niños son especiales o más específicas que las que
se decretan para el resto de las personas, es decir, los adultos.

151. Del mismo modo, de acuerdo a la jurisprudencia de esta


Corte, cuando se trata de la protección de los derechos de niñas
y niños y de la adopción de medidas para lograr dicha protección,
además del principio de la autonomía progresiva que ya fuera
mencionado (supra párr. 150), los siguientes cuatro principios
rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño deben
inspirar de forma transversal e implementarse en todo sistema de
protección integral: el principio de no discriminación, el principio
del interés superior de la niña o del niño, el principio de respeto al
derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el principio de
respeto a la opinión del niño o de la niña en todo procedimiento
que lo afecte, de modo que se garantice su participación.

152. Al respecto, resulta útil recordar que el principio de interés


superior implica, como criterio rector, tanto su consideración
primordial en el diseño de las políticas públicas y en la
elaboración de normativa concerniente a la infancia, como su
aplicación en todos los órdenes relativos a la vida de la niña o del
niño. Por otra parte, y en estrecha relación con el derecho a ser

184
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

oído, la Corte se ha referido en otras decisiones a la obligación


de respetar plenamente el derecho de la niña o del niño a ser
escuchado en todas las decisiones que afecten su vida. Sobre
este punto en particular, el Tribunal especificó también que el
derecho a ser escuchado de los niños y niñas constituye no
solo un derecho en sí mismo, sino que también debe tenerse
en cuenta para interpretar y hacer respetar todos los demás
derechos.

(…)

154. De conformidad con lo anterior, esta Corte entiende que las


consideraciones relacionadas con el derecho a la identidad de
género que fueron desarrolladas supra también son aplicables
a los niños y niñas que deseen presentar solicitudes para que
se reconozca en los documentos y los registros su identidad
de género auto-percibida. Este derecho debe ser entendido
conforme a las medidas de protección especial que se
dispongan a nivel interno de conformidad con el artículo 19 de
la Convención, las cuales deben diseñarse necesariamente en
concordancia con los principios del interés superior del niño
y de la niña, el de la autonomía progresiva, a ser escuchado
y a que se tome en cuenta su opinión en todo procedimiento
que lo afecte, de respeto al derecho a la vida, la supervivencia
y el desarrollo, así como al principio de no discriminación.
Por último, resulta importante resaltar que cualquier restricción
que se imponga al ejercicio pleno de ese derecho a través de
disposiciones que tengan como finalidad la protección de las
niñas y niños, únicamente podrá justificarse conforme a esos
principios y la misma no deberá resultar desproporcionada. En
igual sentido, resulta pertinente recordar que el Comité sobre
Derechos del Niño ha señalado que ‘todos los adolescentes
tienen derecho a la libertad de expresión y a que se respete
su integridad física y psicológica, su identidad de género y su
autonomía emergente’.

185
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

155. En el mismo sentido, los principios de Yogyakarta han


establecido que ‘todas las personas, con independencia de su
orientación sexual o identidad de género, tienen [...] derecho al
pleno disfrute de todos los derechos humanos’, siendo que ‘una
consideración primordial en todas las acciones concernientes a
niños y niñas será el interés superior del niño o la niña, y que un
niño o una niña que esté en condiciones de formarse un juicio
propio tiene el derecho a expresar su opinión libremente en todos
los asuntos que le afectan, teniéndose debidamente en cuenta
las opiniones del niño o la niña, en función de su edad y madurez’.

156. Por último, y como un ejemplo de una buena práctica con


relación a este tema, el Tribunal no puede dejar de hacer mención
a la Ley 26.743 de 23 de mayo de 2002 de Argentina ‘sobre el
derecho a la identidad de género de las personas’ cuyo artículo 5
se refiere al trámite de rectificación registral del sexo, el cambio
de nombre de pila e imagen de niñas y niños. La norma establece
en particular que con relación a las personas menores de 18
años, la solicitud del trámite “deberá ser efectuada a través
de sus representantes legales y con expresa conformidad del
menor [de edad], teniendo en cuenta los principios de capacidad
progresiva e interés superior del niño/a de acuerdo con lo
estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la
Ley [...] de protección integral de los derechos de niñas, niños y
adolescentes. Asimismo, la persona menor de edad deberá contar
con la asistencia del abogado del niño. [...] Cuando por cualquier
causa se niegue o sea imposible obtener el consentimiento de
alguno/a de los/as representantes legales del menor de edad,
se podrá recurrir a la vía sumarísima para que los/as jueces/zas
correspondientes resuelvan, teniendo en cuenta los principios de
capacidad progresiva e interés superior del niño/a de acuerdo con
lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño y en
la Ley [...] de protección integral de los derechos de niñas, niños y
adolescentes” (las negrillas son nuestras).

186
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

En consecuencia, de todo lo esbozado, se concluye que el


reconocimiento del derecho a la identidad de las y los menores de
edad, contenido en el art. 58 de la CPE, es necesario a efectos de
dotarles la posibilidad del ejercicio pleno y libre de otros derechos
personalísimos para su desarrollo integral, tales como el nombre,
la imagen, su integridad psíquica y su derecho a ser oído; que
no pueden ser limitados sólo por el hecho de ser menores
de edad, pues, a más de que dicho argumento decanta en el
adultocentrismo, negaría el hecho de que la identidad, en todos sus
elementos, se la ejerce independientemente de la edad, y su falta
de reconocimiento incide sobre situaciones tan cotidianas (como
viajar, participar en una rifa, portar una credencial de estudiante,
entre otros.) hasta otras con efectos jurídicos relevantes, como
acceder a la educación, a las prestaciones de salud, a los servicios
de justicia, entre otros.

En consecuencia, al ser las niñas, los niños y las y los


adolescentes, titulares del derecho a la identidad de género,
deben tener la facultad de ejercerla sin más limitación que la de
su autonomía progresiva y el resguardo de su interés superior;
por lo que, corresponde al Estado, prever los mecanismos legales
que garanticen la materialización de este derecho a través de
procedimientos expeditos, que a su vez aseguren la integridad de
las y los menores de edad, conforme exhorta la Corte IDH, en la
Opinión Consultiva 24/17, además de las buenas prácticas en el
derecho comparado.

En ese orden, en el marco de lo anotado hasta aquí, es evidente


que, de acuerdo con la jurisprudencia interamericana referida
en esta Sentencia Constitucional Plurinacional, las solicitudes
de cambio de datos de nombre, sexo e imagen de niñas, niños y
adolescentes no pueden ser rechazadas por las autoridades del
SERECI con el argumento que la Ley de Identidad de Género no
reconoce competencia para pronunciarse sobre cuando éstas
no sean formuladas por personas con mayoría de edad; pues

187
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

ello implicaría desconocer el precedente interamericano -que


a partir del Bloque de constitucionalidad- se integra a nuestro
ordenamiento jurídico, y de manera expresa reconoce que las
niñas y niños sí pueden acceder a dicho trámite; empero, deben
ser analizadas a partir de los criterios fijados por la Corte IDH,
los cuales, serán tomados en cuenta en el análisis del caso
concreto.

III.5. Análisis del caso concreto

La parte accionante denuncia que no obstante de haber solicitado


ante el Director Nacional a.i. del SERECI -hoy accionado-, el control
de convencionalidad de la Ley de Identidad de Género, para que
sea admitida la solicitud de cambio de nombre propio, dato de
sexo e imagen del menor de edad transgénero NN, la citada
autoridad evadió dicha petición mediante la Nota SERECI JNRC-
2123/2021 de 11 de octubre, argumentando que por previsión
del art. 4 de la señalada Ley, el Registro Cívico no es competente
para efectuar el trámite pretendido respecto a menores, ya que
la norma es expresa al indicar que la parte interesada debe ser
mayor de edad.

Circunscrita así la problemática planteada en esta acción tutelar,


es menester considerar en principio que el impetrante de tutela
es un menor de edad transgénero, que pretende mediante la
activación de la jurisdicción constitucional, se pueda disponer que
acceda al trámite de cambio de nombre, dato de sexo e imagen
ante el SERECI, el mismo que de acuerdo al art. 4.I de la Ley de
Identidad de Género, está reservado únicamente para personas
mayores de edad, como se le fue dado a conocer mediante la
Nota SERECI JNRC-2123/2021, suscrita por el Director Nacional
a.i. del SERECI accionado.

En ese orden, considerando que el acto lesivo constitutivo de la


lesión de los derechos fundamentales que invoca, se configura
por la referida Nota emitida en respuesta a la petición formulada

188
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

por el menor de edad impetrante de tutela -quien la suscribe,


conjuntamente sus progenitores-, se evidencia de un lado que,
la autoridad accionada, lejos de pronunciarse fundadamente de
forma negativa o positiva a la solicitud expresa de realizar un
control de convencionalidad sobre la Ley de Identidad de Género,
en lo que respecta a la capacidad procesal para iniciar el trámite
de cambio de nombre, dato de sexo y género, negó la admisión del
indicado trámite al menor de edad y a los padres de éste, haciendo
remisión expresa al contenido del art. 4.I de la indicada Ley, por el
que no es posible registrar la identidad de género autopercibida
por las niñas, niños y adolescentes transgénero.

De lo antedicho, es evidente que se está ante una decisión


emitida por una autoridad administrativa, de la que se denuncia
que restringe el ejercicio de un derecho fundamental -consagrado
en el art. 58 de la CPE-, en razón a la edad del solicitante y su
condición de persona transgénero. Circunstancias que ameritan
analizarse bajo una perspectiva de género, considerando las
pautas del Protocolo de Juzgamiento con Perspectiva de Género
Interseccional para la Jurisdicción Constitucional, y las subreglas
establecidas en el Fundamento Jurídico III.2.1 de este fallo
constitucional, pues el condicionamiento fáctico de la acción
tutelar que se revisa, involucra los derechos de una persona que
pertenece a un sector social vulnerable, tanto por su condición de
minoridad, como de persona transgénero.

En ese orden, se tiene lo siguiente:

1) En cuanto a la condición -vinculada al género- exigida al


impetrante de tutela para el ejercicio del derecho a la identidad

En principio, es menester referir que -en general- el nacimiento,


además de dar inicio a la personalidad, implica el registro de todas
las circunstancias relativas a éste así como de la persona inscrita
o inscrito, consignándose el nombre propio o individual que se
le haya asignado -art. 152 del Código Civil (CC)-, el sexo, lugar

189
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de nacimiento origen, filiación, entre otros datos, que integran la


identidad de toda persona desde ese momento; los que se van
modificando e integrándose otros a medida que transcurre la vida
social del ser humano, incluyéndose su estado civil, su lugar de
residencia, ocupación, entre otros, sobre los cuales tiene plena
potestad de decidir su consignación y cambio, según así sea
permisible legalmente y conveniente para el ejercicio pleno de su
derecho a la identidad.

Uno de los datos cuya modificación es factible, es el previsto en


la Ley de Identidad de Género, que tiene por objeto establecer el
procedimiento para el cambio de nombre propio, dato de sexo
e imagen, exclusivamente para las personas transexuales y
transgénero, en toda documentación pública y privada vinculada
a su identidad, permitiéndoles ejercer de forma plena el derecho
a la identidad, en particular, en cuanto a su género autopercibido.

En ese sentido, para el ejercicio pleno del derecho a la identidad


de una persona transexual o transgénero, es posible acceder al
trámite consignado en la referida Ley, siempre que, de acuerdo
a su art. 4, la persona quien lo solicite sea mayor de edad. De
modo que, para el caso que nos ocupa, la condición particular
para que el menor accionante pueda ejercer plenamente su
derecho a la identidad dada su condición de persona transgénero,
es precisamente, acceder a dicho trámite y lograr, finalmente,
el cambio de su nombre propio, dato de sexo e imagen, en toda
la documentación pública y privada vinculada a su identidad;
posibilidad que se viabiliza no sólo invocando su autopercepción
de género, sino también de acuerdo al señalado precepto legal,
acreditando ser mayor de edad.

A dicho propósito y como se tiene de la Conclusión II.2 de esta


Sentencia Constitucional Plurinacional, por nota de 25 de mayo
de 2021, reiterada el 29 de septiembre del mismo año, el menor
de edad NN -impetrante de tutela- conjuntamente sus padres,
pusieron a conocimiento del Director Nacional a.i. del SERECI

190
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

accionado, que en la representación departamental de La Paz


de dicha institución, no les fue si quiera admitido el trámite de
cambio de nombre, dato de sexo e imagen del solicitante por
ser una persona transgénero menor de edad; lo que motivó que
peticionaran se efectúe el control de convencionalidad sobre la
Ley de Identidad de Género respecto a su ámbito de aplicación,
que debiera extenderse a niñas, niños y adolescentes, conforme
a la Opinión Consultiva 24/17 de la Corte IDH, más aún, si se
considera su derecho a ser oído y el principio de autonomía
progresiva de la voluntad.

Ante dicha solicitud, el Director Nacional a.i. del SERECI emitió


-con evidente dilación (cinco meses aproximadamente)-, la Nota
SERECI JNRC-2123/2021, evadiendo la solicitud expresa de
efectuar el control de convencionalidad peticionado, y en el fondo,
rechazó la pretensión del menor accionante y sus progenitores,
con base en dos elementos sustanciales: i) Que por disposición
de la Ley, el derecho a la identidad, en su registro en instancias
públicas sólo puede ejercerse por mayores de edad; y, ii) Que
al no existir norma alguna que otorgue competencia al SERECI
para tramitar el registro de cambio de nombre, dato de sexo e
imagen de menores de edad, esa institución no puede dar curso
a lo peticionado, pues incurriría en la sanción prevista por el art.
122 de la CPE.

En consecuencia, la condición de identidad de género exigida al


menor de edad e impetrante de tutela, por parte de la autoridad
accionada, no fue considerada suficiente para poder acceder
al trámite de cambio de nombre, dato de sexo e imagen ante
el SERECI, pues además de requerirse que sea una persona
transgénero, también se le constriñe ser mayor de dieciocho años
de edad.

Justificativo que si bien tiene respaldo en el art. 4.I de la LIG,


que dispone: “El alcance de la presente Ley es aplicable en
todo el territorio nacional a personas bolivianas transexuales

191
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

y transgénero, solteras, divorciadas o viudas, mayores de


dieciocho (18) años de edad” (las negrillas son ilustrativas), el
que fue aplicado fielmente por la autoridad hoy accionada; no
condice con el derecho a la identidad de género expresamente
reconocido por el art. 58 de la CPE, como específico de niños,
niñas y adolescentes.
Es decir que, no hay un basamento constitucional para que la
condición de género exigida por la autoridad accionada, sea un
óbice para hacer accesible el derecho a la identidad del menor de
edad ahora accionante. Ya que si bien no existe en nuestro país
una norma en concreto que regule el derecho a la identidad de
género de niñas, niños y adolescentes, así como los mecanismos
y procedimientos para su ejercicio pleno, es menester recalcar que
los derechos reconocidos en la Norma Suprema son directamente
aplicables en virtud al art. 109.I de la CPE.

Elemento que avizora en esta etapa temprana de las subreglas


para juzgar con perspectiva de género en la jurisdicción
constitucional, la restricción del derecho a la identidad del menor
de edad accionante en la presente causa, por no alcanzar los
años cumplidos requeridos que exige el art. 4.I de la LIG, para
ejercer su derecho a la identidad de género, no obstante que éste
le está reconocido en el art. 58 de la CPE. Puesto que, además
de exigírsele una condición vinculada a su género para acceder
a un trámite administrativo que asegure plenamente su derecho
a la identidad en cuanto a su género autopercibido, también
debe contar con la mayoría de edad, no obstante de la previsión
constitucional antes señalada.

De donde resulta evidente que para el caso de personas


transexuales y transgénero, la consignación de los datos relativos
a su identidad de género autopercibida está condicionada a la
aprobación previa de la autoridad administrativa del Registro
Cívico; siendo entonces el género, en el caso del hoy accionante,
una condición que se constituye en limitante del registro de su
individualidad, a la que se suma su condición de minoridad.

192
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

2) Interpretación del acto lesivo denunciado, con base en


enfoques diferenciales de género e interseccionalidad

Como se tiene señalado en el numeral precedente, la autoridad


accionada -Director Nacional a.i. del SERECI-, condicionó el
ejercicio pleno del derecho a la identidad del menor de edad
accionante, para reconocerse para sí y en la sociedad conforme a
su género autopercibido, a que tenga más de dieciocho años; es
decir que, por el hecho de no haber alcanzado aún esa edad, tiene
restringido temporalmente ese derecho, puesto que así se tiene
previsto en el art. 4.I de la LIG.

Verificándose, en consecuencia, que sumada a su condición


de persona transgénero, también su minoridad se constituye
en óbice para acceder plenamente a su derecho a la identidad;
lo que sin duda, al pertenecer a categorías sociales vulnerables,
amerita otorgar un trato especial a fin de no ahondar la lesión o
disminución de sus derechos.

Así, no obstante que en la Convención sobre los Derechos del


Niño, ha quedado plenamente establecido que se trata de un
grupo vulnerable, que requiere de tratamiento y procedimientos
especiales para garantizar su crecimiento y desarrollo integral,
así como en el ejercicio de sus derechos; es evidente que la Nota
SERECI JNRC-2123/2021, emitida por la autoridad accionada en
respuesta a la solicitud del menor accionante, se constituye en un
acto de discriminación contra el mismo, tanto por su condición
de persona transgénero como por ser menor de edad, pues es
a consecuencia de ambas, que su derecho a la identidad se
encuentra limitado.

Al respecto, y como se mencionó en el Fundamento Jurídico III.3


de este fallo constitucional, dicha discriminación que restringe
su derecho a la identidad de género, incide directamente sobre
el desarrollo de su personalidad, su dignidad, su interés superior,

193
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

entre otros que fueron invocados en la acción tutelar; pues siendo


la identidad la manifestación misma de la existencia de un ser
humano en su vivencia personal, así como la expresión pública en
la sociedad para ser titular de derechos, limita desde la realización
de actividades cotidianas (como relacionarse con otras personas,
asistir a eventos sociales o públicos, entre otros), hasta el ejercicio
de derechos tan fundamentales para su crecimiento, como la
educación, la salud, y otros.
Ya que tanto para toda actividad habitual, como para activar sus
otros derechos, debe identificarse menos o más formalmente
con un documento de identidad que no corresponde a su género
autopercibido, y que por ello, implica que la realización y el ejercicio
de éstos traiga consigo la vulneración constante de su derecho
a la identidad, restringido por la obligatoriedad de identificarse y
de ser tratado por la sociedad como alguien que no es, en cada
oportunidad que se lo requiera; ahondando con esto, desde su
minoridad, la situación vulnerable en la que se encuentra; puesto
que, dicha circunstancia limita inevitablemente el ejercicio de sus
derechos a plenitud.

3) Análisis del acto lesivo denunciado, efectuando un control


de convencionalidad

Ahora bien, como se señaló en el numeral 1) de este análisis,


en efecto la decisión asumida por la autoridad accionada en la
Nota SERECI JNRC-2123/2021, tiene basamento legal en el art.
4.I de la LIG; sin embargo, no guarda coherencia con el art. 58 de
la CPE y mucho menos con el pronunciamiento de la Corte IDH
en la Opinión Consultiva 24/17, que reconocen plenamente a las
niñas, niños y adolescentes, el derecho a la identidad de género,
el mismo que es de aplicación directa en virtud al art. 109.I de la
Norma Suprema.

Así, en un control de convencionalidad, cabe referir en primer


término que la Ley de Identidad de Género, así como la SCP
0076/2017 de 9 de noviembre, son anteriores a la Opinión

194
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Consultiva 24/17 -de 24 de noviembre de 2017-; de modo que


tanto en su elaboración, como en el control normativo al que
fue sometida, no se contempló el razonamiento desarrollado
por la Corte IDH. Lo que amerita, en el marco de Bloque de
Constitucionalidad, efectuar una interpretación del derecho a la
identidad de género de las y los menores de edad, reconocido por
el art. 58 de la CPE, conforme al art. 13.IV de la Norma Suprema y
el pronunciamiento de dicha Corte supranacional.

En ese orden, establecido que el derecho a la identidad de género se


constituye en fundamental para la niñez y adolescencia e implica
un rasgo más de su identidad, debe ser entendido conforme al
art. 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño; es decir,
con la obligatoriedad por parte del Estado Plurinacional de Bolivia,
de proveer los mecanismos legales (judiciales o administrativos)
para su protección, garantizando su ejercicio pleno a favor de este
sector vulnerable, con base en su interés superior y autonomía
progresiva (art. 3 de la mencionada Convención), precautelando
que sea escuchado y se tome en cuenta su opinión (art. 12 de la
Convención).

En términos de la Corte IDH, el desarrollo del derecho a la


identidad de género de las y los menores de edad, debe tomar en
consideración el corpus juris sobre derechos de la infancia. Ello
implica comprenderlo en toda su dimensión; es decir, más allá de
los resguardos de la mera identificación de las y los menores de
edad por su nombre, los datos de nacionalidad, o de su filiación,
sino que, conforme al art. 8 de la Convención sobre los Derechos
del Niño, la identidad: “…puede ser conceptualizado, en general,
como el conjunto de atributos y características que permiten
la individualización de la persona en sociedad y, en tal sentido,
comprende varios otros derechos según el sujeto de derechos de
que se trate y las circunstancias del caso” agregándose que está
“…íntimamente ligada a la persona en su individualidad específica
y vida privada, sustentadas ambas en una experiencia histórica
y biológica, así como en la forma en que se relaciona dicho

195
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

individuo con los demás…” (Caso Forneron e hija vs. Argentina.


Sentencia de 27 de abril de 2012. Fondo, Reparaciones y Costas).

Así, con mayor precisión respecto a la entidad de las y los


menores de edad, el Comité de Derechos del Niño de Naciones
Unidas, en la Observación General 14 (2013) sobre el derecho del
niño a que su interés superior sea una consideración primordial,
ha señalado: “Los niños no son un grupo homogéneo, por lo que
debe tenerse en cuenta la diversidad al evaluar su interés superior.
La identidad del niño abarca características como el sexo, la
orientación sexual, el origen nacional, la religión y las creencias, la
identidad cultural y la personalidad. Aunque los niños y los jóvenes
comparten las necesidades universales básicas, la expresión de
esas necesidades depende de una amplia gama de aspectos
personales, físicos, sociales y culturales, incluida la evolución
de sus facultades. El derecho del niño a preservar su identidad
está garantizado por la Convención (art. 8) y debe ser respetado y
tenido en cuenta al evaluar el interés superior del niño”.

Así, en el contexto que hace a la problemática de esta acción de


amparo constitucional, se tiene de un lado, que el derecho a la
identidad de género de niños, niñas y adolescentes, se encuentra
expresamente reconocido por el art. 58 de la CPE, bajo un
importante sustento normativo internacional, contenido en los
arts. 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño; y, 3 y 19 de la
CADH (en cuanto al derecho al reconocimiento de la personalidad
jurídica y el nombre, como elementos de la identidad). Y por lo
mismo, dado nuestro diseño constitucional en cuanto a los
derechos fundamentales y garantías constitucionales, por imperio
del art. 109.I de la Norma Fundamental, es de aplicación directa.

Tal es así que, siendo evidente que la Ley de Identidad de


Género, no prevé un procedimiento específico para el trámite
de modificación de nombre propio, dato del sexo e imagen para
menores de dieciocho años, por aplicabilidad directa del art. 58
de la CPE, ello no puede ser un óbice para resguardar el derecho a

196
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

la identidad de género del menor de edad ahora accionante, más


aún, si se considera que tanto en las solicitudes ante el SERECI
(Conclusiones II.1 y II.2), así como en el memorial de esta acción
de amparo constitucional, es signatario de dicha pretensión
conjuntamente sus progenitores, expresando así su opinión en
un asunto de su interés y que afecta al ejercicio de sus derechos.

En consecuencia, se hace evidente la vulneración del derecho a


la identidad de género del menor de edad accionante, que fue
limitado por la autoridad accionada -Director Nacional a.i. del
SERECI-, quien en lugar de efectuar el contraste convencional de la
Ley de Identidad de Género en cuanto a su ámbito de aplicación y
alcance, conforme a las normas del Bloque de Constitucionalidad
(concretamente la Opinión Consultiva 24/17, la Convención
sobre los Derechos del Niño y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), optó por eludir dicha obligación exigida a
toda autoridad judicial y administrativa y rechazó la petición de
autorizar el ingreso del trámite de cambio de nombre, dato de
sexo e imagen del menor accionante, en observancia única del
art. 4.I de la LIG, e indudable omisión del art. 58 de la CPE y su
directa aplicabilidad, conforme al Bloque de Constitucionalidad.

Siendo meritorio citar al respecto, la SCP 0572/2014 de 10 de


marzo, que estableció el siguiente razonamiento: “Debe precisarse
que el principio de constitucionalidad no solo alcanza al texto
formal de la Constitución Política del Estado, sino también, a las
normas que forman parte del bloque de constitucionalidad y, en
ese entendido, la interpretación de las disposiciones legales no sólo
debe considerar a la Ley Fundamental, sino también a las normas
del bloque de constitucionalidad; consiguientemente, deberán
considerarse las normas contenidas en pactos internacionales
sobre derechos humanos, así como la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, que también forma parte
del bloque de constitucionalidad, de acuerdo a la SC 0110/2010-R
de 10 de mayo.

197
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En ese ámbito, debe hacerse mención a los arts. 13 y 256 de la


CPE, que introducen dos principios que guían la interpretación
de los derechos fundamentales: la interpretación pro homine y
la interpretación conforme a los Pactos internacionales sobre
Derechos Humanos. En virtud a la primera, los jueces, tribunales y
autoridades administrativas, tiene el deber de aplicar aquella norma
que sea más favorable para la protección del derecho en cuestión-
ya sea que esté contenida en la Constitución Política del Estado
o en las normas del bloque de constitucionalidad-y de adoptar la
interpretación que sea más favorable y extensiva al derecho en
cuestión; y en virtud a la segunda (interpretación conforme a los
Pactos internacionales sobre Derechos Humanos), tienen el deber
de ejercer el control de convencionalidad, interpretar el derecho
de acuerdo a las normas contenidas en Tratados e Instrumentos
Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o
a los que se hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, claro
está, declaren derechos más favorables a los contenidos en la
Norma Suprema; obligación que se extiende, además al contraste
del derecho con la interpretación que de él ha dado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

En el marco de lo señalado precedentemente, es evidente que


al momento de aplicar las leyes, los jueces y tribunales tienen la
obligación de analizar la compatibilidad de la disposición legal
no sólo con la Constitución Política del Estado, sino también,
como lo señala nuestra propia Constitución en los arts. 13 y 256
y lo ha entendido la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, están obligados a efectuar el control de
convencionalidad, a efecto de determinar si esa disposición legal
es compatible o no con los Convenios y Pactos internacionales
sobre Derechos Humanos y con la interpretación que de ellas
hubiera realizado la Corte Interamericana de Derechos Humanos…

(…)

198
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

En ese sentido, tanto el principio de constitucionalidad (art. 410


de la CPE) como el de convencionalidad (arts. 13.IV y 256 de la
CPE) -que en mérito al bloque de constitucionalidad previsto en
el art. 410 de la CPE, queda inserto en el de constitucionalidad
exigen- a las autoridades interpretar las normas desde y conforme
a la Constitución Política del Estado y a las normas del bloque
de constitucionalidad, precautelando el respeto a los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, las cuales, conforme
se ha visto, tienen una posición privilegiada en nuestro sistema
constitucional.

Los jueces y tribunales, bajo esa perspectiva, en virtud a las


características de imparcialidad, independencia y competencia,
como elementos de la garantía del juez natural, son quienes deben
efectuar un verdadero control de convencionalidad, garantizando
el efectivo goce de los derechos y las garantías jurisdiccionales
previstas en la Constitución Política del Estado y las normas
del bloque de constitucionalidad, como ya lo anotara la Corte
Interamericana en los casos antes referidos” (el subrayado nos
pertenece).

Resultando de todo lo esbozado, que la inexistencia de una


previsión infraconstitucional específica para tramitar el cambio
de nombre, dato de sexo e imagen de las y los menores de
edad, no puede -en el caso particular de la acción de amparo
constitucional que se revisa-, retrasar o limitar el ejercicio pleno
del derecho a la identidad de género del adolescente accionante,
pues ha manifestado tanto en sede administrativa como en esta
jurisdicción, su opinión y decisión por ejercer este derecho en su
ámbito registral, acompañado por sus padres, que tienen el deber/
derecho de su crianza y de garantizar su desarrollo integral (art.
18 de la Convención sobre los Derechos del Niño y el art. 60 de la
CPE); demostrando con ello que se encuentra en condiciones de
formarse un juicio propio y de expresar libremente su sentir sobre
su identidad de género, elemento que es de radical importancia
pues dota de contenido al principio de su interés superior.

199
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En ese marco, se concluye que la autoridad accionada, al rechazar


-con base en una perspectiva eminentemente legalista- la solicitud
del menor accionante, respecto al cambio de nombre e identidad
de género, actuó contrariamente al bloque de constitucionalidad;
lo que implica negar el valor de la jurisprudencia interamericana
y vulnerar el derecho de NN -ahora impetrante de tutela- a la
identidad de género, y por conexitud con éste, los derechos
al libre desarrollo de la personalidad, a la satisfacción de sus
necesidades, intereses y aspiraciones, a la personalidad jurídica,
a la vida privada, a la igualdad y no discriminación.

Puesto que, de conformidad con los criterios de la Corte IDH, cada


solicitud debe ser analizada considerando las particularidades
de la niñas, niños y adolescentes y los principios de autonomía
progresiva, no discriminación, interés superior de la niña o del niño,
de respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo,
y el principio de respeto a la opinión del niño o de la niña en
todo procedimiento que lo afecte, de modo que se garantice su
participación[8].

Por lo que, correspondía que la autoridad accionada analice la


edad de NN, la manifestación de su voluntad, los antecedentes,
el tratamiento hormonal al que se encuentra sometido, el informe
de la psicóloga, así como la autorización expresa otorgada por
su madre y padre, y la suya propia, conforme al principio de
autonomía progresiva[9].

En cuyo mérito y la aplicabilidad directa de los derechos


fundamentales (art. 109.I de la CPE), corresponde conceder
la tutela a favor del accionante, y disponer que la autoridad
demandada autorice la admisión del trámite de cambio de

[8] Ibid. Párr. 151.

[9] Sobre el principio de autonomía progresiva, el Comité de los Derechos del Niño, establece
que: “Las capacidades en desarrollo deberían considerarse positivas y habilitadoras y no una
excusa para prácticas autoritarias que restrinjan la autonomía del niño y su expresión y que
tradicionalmente se han justificado alegando la relativa inmadurez del niño y su necesidad de
socialización”.

200
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

nombre, dato de sexo e imagen del menor de edad impetrante


de tutela en esta causa constitucional, en cualquiera de las
Direcciones Departamentales del SERECI del Estado Plurinacional
de Bolivia; y una vez cumplidos los requisitos que establece la Ley
de Identidad de Género para la procedencia del señalado trámite
-con excepción de la mayoría de edad del titular- se registre el
cambio de nombre, dato de sexo e imagen en congruencia al
género autopercibido por el menor de edad interesado.

Todo ello, en atención a que el reconocimiento del derecho


a la identidad de género de las niñas, niños y adolescentes, se
encuentra acorde a las obligaciones internacionales que el
Estado Plurinacional de Bolivia asumió de manera soberana ante
organismos internacionales y las demás naciones, al suscribir e
incorporar dentro del Bloque de Constitucionalidad, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, la Convención sobre los
Derechos del Niño, así como también, las opiniones consultivas
de la Corte IDH (SCP 0110/2010-R).

4) Sobre la corrección de patrones de desigualdad identificados.


Reparación integral del daño causado, restitución y garantía de
no repetición

Habiéndose establecido en el Fundamento Jurídico III.2 de este


fallo constitucional, que la finalidad de juzgar con perspectiva de
género -particularmente en el ámbito de la justicia constitucional-,
no concluye con la sola identificación de patrones de desigualdad
en razón de género con base en un control de convencionalidad,
sino también y fundamentalmente, en la reparación integral del
daño causado a consecuencia de la vulneración de los derechos
fundamentales, a través de acciones positivas por parte de esta
judicatura, para restituir el ejercicio de sus derechos conculcados,
corregir asimetrías de género y evitar que ocurran nuevamente.

Por lo tanto, amerita en el caso concreto disponer la restitución


de sus derechos invocados, tras constatarse la vulneración del

201
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

derecho a la identidad del menor de edad peticionante de tutela, y


como derivación de ello, por interdependencia (art. 13 de la CPE),
de sus demás derechos invocados (a la dignidad; a la identidad;
al nombre; a la personalidad jurídica; al libre desarrollo de la
personalidad y a la satisfacción de sus necesidades, intereses y
aspiraciones; a la vida privada; a la igualdad y no discriminación;
al interés superior del niño).

Dicho esto, esta Sala considera que para restituir el derecho


a la identidad y otros derivados de éste que fueron invocados
por el menor accionante, corresponde retrotraer su situación
al momento anterior al que fueron conculcados; es decir, hasta
antes de que solicitaran autorización para la aceptación del
trámite de cambio de nombre, dato de sexo e imagen del menor
de edad solicitante; habilitando su ejercicio, con la disposición
dirigida al Director Nacional a.i. del SERECI accionado, para que
en concordancia con las normas del Bloque de Constitucionalidad
aquí analizadas, ordene la aceptación del trámite señalado en
cualquier Dirección Departamental de dicha Institución, y una
vez cumplidos los requisitos exigidos por la Ley de Identidad
de Género -con excepción de la mayoría de edad-, se registre el
nombre, dato de sexo e imagen autopercibida por el adolescente
impetrante de tutela.

De otra parte, considerando que al presente no se tienen


disponibles datos oficiales sobre la situación de menores de
edad transgénero en nuestro país y respecto al ejercicio pleno
de sus derechos, resulta de necesidad absoluta que el Estado
Plurinacional de Bolivia, a través del Ministerio de Justicia y
Transparencia Institucional, en el Viceministerio de Igualdad de
Oportunidades, releve información y diagnóstico sobre este grupo
poblacional vulnerable, a fin de otorgar la protección necesaria
mediante políticas públicas pertinentes y acordes a las normas
internacionales, sobre su derecho a la identidad en todos sus
elementos, conforme se consigna en el art. 58 de la CPE.

202
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Y a su vez, la Asamblea Legislativa Plurinacional, en el marco


de sus atribuciones, emita la legislación correspondiente que
diseñe el procedimiento especial para su ejercicio, considerando
el corpus iure de los derechos de la minoridad, en particular,
el pronunciamiento de la Corte IDH en la Opinión Consultiva
24/17, respecto a los principios de interés superior y autonomía
progresiva, y se valore la intervención y opinión de los menores
de edad en dichos procedimientos, así como también el deber/
derecho de sus progenitores para velar por su desarrollo integral.
Sin que ello impida que las autoridades del SERECI, a tiempo
de resolver solicitudes como la que motivó la formulación de
la presente acción tutelar, -es decir, efectuadas por menores
de edad-, puedan valorar con base en los fundamentos de este
fallo constitucional, la admisión de dichos trámites y en su caso,
generar la normativa pertinente para darles viabilidad.

Finalmente, en cuanto a la denuncia de vulneración del derecho al


debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación;
de los antecedentes cursantes en el expediente se tiene que si
bien no existe propiamente un proceso administrativo abierto
dentro del cual se haya dictado una resolución, -puesto que el
memorial presentado el 25 de mayo de 2021, como su reiteración
de 29 de septiembre de igual año, constituyen solicitudes dirigidas
al Director Nacional a.i. del SERECI accionado, autoridad que
además no tiene competencia para admitir ni procesar el trámite
de cambio de nombre propio y dato del sexo en partidas de
nacimiento de personas transexuales y transgénero (art. 9.II de a
LIG y 5 de su Reglamento)-; es evidente que la Nota de respuesta
SERECI JNRC-2123/2021 suscrita por la autoridad accionada,
es totalmente evasiva respecto al control de convencionalidad
solicitado sobre el derecho a la identidad de género del menor
accionante en el contexto de la indicada Ley, e impide toda
posibilidad de que pueda optar a dicho trámite.

Tal es así, que del tenor de la referida misiva, la autoridad hoy


accionada únicamente refirió que en mérito a la Ley de Identidad de

203
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Género y el Reglamento para el Cambio de Nombre Propio y Dato


del Sexo en Partidas de Nacimiento de Personas Transexuales y
Transgénero, son las Directoras y Directores Departamentales del
SERECI, las autoridades competentes para resolver las solicitudes
de cambio de nombre propio, dato de sexo en las partidas de
nacimiento de personas transexuales y transgénero; por lo que
la Dirección Nacional de esa institución, no tendría potestad para
realizar la inscripción de hechos o actos que no están sujetos a
registro, bajo sanción de nulidad.

Respuesta que elude por completo considerar la situación


de minoridad del solicitante, ahora accionante, su derecho
directamente aplicable a la identidad de género y la jurisprudencia
de la Corte IDH; mucho menos absuelve el pedido expreso de la
parte interesada, hoy impetrante de tutela, respecto al control de
convencionalidad difuso que le era predicable al Director Nacional
a.i. del SERECI, en su calidad de autoridad administrativa.

Denotándose con ello, que la Nota SERECI JNRC-2123/2021


suscrita por la autoridad accionada, no se remite a ninguna
finalidad legítima o razón constitucional que la respalde, mucho
menos que justifique el negarle al hoy accionante, el ejercicio del
derecho fundamental a la identidad de género -reconocido en
el art. 58 de la CPE-; decantando ello en una evidente actuación
discriminatoria respecto al solicitante por su condición de
minoridad, que se consolida, además, en el hecho de no otorgarle
una respuesta precisa de por qué no fueron acogidas la normas
y jurisprudencia del Bloque de Constitucionalidad a los fines de
fundar debidamente lo determinado en ella.

Actuación que en efecto lesiona el debido proceso en sus


elementos señalados y amerita la concesión de la tutela al
respecto, habida cuenta de no plasmar una decisión motivada y
fundamentada con base en las normas internas e internacionales,
así como los pronunciamientos de la Corte IDH, que sobre la
temática fueron desarrollados en este fallo constitucional, y que

204
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

de haberse considerado en su momento por el Director Nacional


a.i. del SERECI ahora accionado, hubieran decantado en similar
resolución a la que se arriba por esta Sala.

III.6. Consideraciones Finales

Finalmente, no puede pasar desapercibido por este Tribunal,


que los accionantes, tanto en los memoriales de amparo
constitucional así como en audiencia, solicitaron expresamente
a la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Chuquisaca, ceder la palabra al menor de edad
impetrante de tutela, invocando su derecho a verter su opinión y
ser escuchado en asuntos que sean de su interés, el mismo que
se encuentra contemplado en el art. 12 de la Convención sobre
los derechos del Niño, que expresamente señala:

“1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones


de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión
libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la
edad y madurez del niño.

2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser


escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo
que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un
representante o de un órgano apropiado, en consonancia con
las normas de procedimiento de la ley nacional” (las negrillas
son ilustrativas).

No obstante de ello, los Vocales de la señalada Sala Constitucional,


negaron ese derecho sin ningún fundamento, ni si quiera mención
sobre su rechazo; lo que constituye un atentado contra los
derechos del menor, debiéndose recordar a dichas autoridades
de esta jurisdicción constitucional, el tenor del citado art. 12 de
la Convención sobre los derechos del Niño, que en la presente

205
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

causa es de radical importancia considerando la condición de


vulnerabilidad del menor de edad peticionante de tutela.

En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder -en parte-


la tutela únicamente sobre el derecho al debido proceso en sus
elementos a la motivación y fundamentación de las resoluciones,
y ordenar se realice el control de convencionalidad extrañado,
obró de forma parcialmente correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en


virtud de la autoridad que le confieren la Constitución Política
del Estado y los arts. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional; y, 44.2 del Código Procesal Constitucional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 166/2021
de 28 de diciembre, cursante de fs. 100 a 112 vta., pronunciada
por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Chuquisaca; y, en consecuencia: CONCEDER en
todo la tutela solicitada sobre el derecho a la identidad de género,
vinculado a los derechos a la dignidad, a la identidad, al nombre,
a la personalidad jurídica, al libre desarrollo de la personalidad y a
la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones, a la
vida privada, a la igualdad y no discriminación y al interés superior
del niño, así como sobre el debido proceso, en sus elementos de
motivación y fundamentación, disponiendo:

1° Ordenar al Director Nacional a.i. del SERECI, en concordancia


con las normas del Bloque de Constitucionalidad analizadas
en este fallo constitucional, autorice la admisión del trámite
de cambio de nombre, dato de sexo e imagen solicitado por el
menor de edad peticionante de tutela en esta acción de defensa,
ante cualquier Dirección Departamental, Direcciones Regionales
o Delegaciones del SERECI, -a elección de la parte accionante-,
para que una vez cumplidos los requisitos exigidos por la Ley de

206
Sentencia Constitucional Plurinacional 0071/2022-S3

Identidad de Género -con excepción de la mayoría de edad-, y


bajo una tramitación célere, se registre el nombre, dato de sexo
e imagen autopercibida por el adolescente peticionante de tutela;

2° Exhortar al Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional,


a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, en el
marco de sus atribuciones y dentro de un plazo no mayor a los
seis meses de notificado este fallo constitucional, efectúe un
diagnóstico de la situación de menores de edad transgénero o
transexuales, para la formulación de políticas gubernamentales
y propuestas legislativas que resguarden el ejercicio pleno de sus
derechos fundamentales;

3° Exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, trabaje en


la legislación de desarrollo del derecho a la identidad de género
de niñas, niños y adolescentes, consagrado en el art. 58 de la
CPE, considerando las normas del Bloque de Constitucionalidad
analizadas en este fallo constitucional y las buenas prácticas en
la experiencia comparada;

4° Exhortar al SERECI y al Tribunal Supremo Electoral, -sin


perjuicio del numeral anterior-, a emitir normativa que regule
el acceso de niñas, niños y adolescentes al procedimiento de
cambio de nombre, sexo e imagen, garantizando el ejercicio de
sus derechos, adoptando las medidas de protección necesarias,
en el marco del desarrollo efectuado por la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional. La misma que se formulará de
manera independiente al trámite del hoy accionante, que está
sujeto a una gestión inmediata, como fue señalado en el numeral
1° de esta decisión constitucional y en el marco del art. 109 de la
CPE, que expresamente señala que los derechos humanos son
directamente aplicables;

207
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

5° Ordenar a las Salas Constitucionales del Estado Plurinacional


de Bolivia, considerar la opinión de los menores de edad cuyos
derechos se discutan en acciones de defensa, más aún cuando
ésta sea expresamente solicitada, en mérito al art. 12 de la
Convención sobre los Derechos del Niño; y,

6° Por Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional,


notifíquese con esta Sentencia Constitucional Plurinacional, al
Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, a la Asamblea
Legislativa Plurinacional y al Tribunal Supremo Electoral, a
los fines del cumplimiento de los numerales 2° y 3° de la parte
dispositiva de este fallo constitucional, respectivamente; así
como a las Salas Constitucionales a nivel nacional, a efecto de
acatar lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.6 de este fallo
constitucional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas

MAGISTRADA

Fdo. Dr. Petronilo Flores Condori

MAGISTRADO

VOTO

ACLARATORIO

208
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

210
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


0577/2022-S2

Sucre, 22 de junio de 2022

SALA SEGUNDA

Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

Acción de amparo constitucional

Expediente: 35012-2020-71-AAC

Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 127/2020 de 3 de julio, cursante de


fs. 126 a 132 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo
constitucional interpuesta por David Víctor Aruquipa Pérez y
Guido Álvaro Montaño Durán contra José Antonio Pardo Álvarez,
ex Director Nacional del Servicio de Registro Cívico (SERECI).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memoriales presentados el 10 de febrero y 4 de marzo


de 2020, cursantes de fs. 81 a 98 vta. y 102 a 107, los accionantes
manifestaron que:

211
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 5 de octubre de 2018, se apersonaron ante un Oficial de


Registro Civil de turno del SERECI La Paz, para pedir la anotación
de su unión libre o de hecho como pareja del mismo sexo, en
la espera se aproximó la Responsable de Inspectoría de dicha
entidad, quien no aceptó que presenten su solicitud señalando
la imposibilidad de ese registro; razón por la cual, iniciaron el
procedimiento administrativo ante el Director Departamental de
esa institución, acompañando al efecto los requisitos necesarios.

En consecuencia, el 5 de noviembre del señalado año, fueron


notificados con la Nota JSRC-SERECI LP 5217/2018 de 29 de
octubre, suscrita por el Jefe de Sección de Registro Civil, a la
que adjuntó el Informe SERECI LP-INSPECT-NCR 363/2018 de
13 del mencionado mes, refiriendo la inexistencia de normativa y
procedimiento operativo que permita el registro impetrado, lo cual
dio lugar a que el 8 de noviembre del referido año, presenten un
memorial pidiendo una respuesta expresa del señalado Director
Departamental, quien por Nota SERECI LP-DD 722/2018 de 28
del citado año, indicó tajantemente que la normativa impediría las
uniones libres de personas de igual sexo arrimando nuevamente
el aludido Informe; por lo que, el 17 de diciembre del indicado
año, formularon recurso de revocatoria resuelto por la aludida
autoridad mediante Nota SERECI LP-DD 770/2018 de 21 de igual
mes, manteniendo subsistente la decisión impugnada.

El 12 de febrero de 2019, interpusieron recurso jerárquico, conocido


por el ex Director Nacional del SERECI, quien confirmó la decisión
impugnada a través de la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019
de 11 de septiembre. Durante la tramitación de dicho recurso,
promovieron una acción de inconstitucionalidad concreta que fue
rechazada por AC 0089/2019-CA de 15 de marzo.

La exautoridad jerárquica, en el precitado fallo omitió ejercer el


control de convencionalidad; sobre cualquier norma nacional

212
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

incluso de rango constitucional; y en consecuencia, no aplicó


de manera preferente los arts. 1.1, 11, 17 y 24 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); interpretados
por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)
a través de la Opinión Consultiva OC-24/17 de 24 de noviembre
de 2017, que reconoce las uniones de personas del mismo sexo;
tampoco adoptó los principios pro homine, de favorabilidad, del
estándar más alto de protección del derecho fundamental y de
progresividad; sin dar respuesta fundamentada a las alegaciones
formuladas en el recurso jerárquico.

De igual manera, la citada autoridad para rechazar la solicitud que


plantearon reiteró lo señalado en el AC 0089/2019-CA, en cuanto a
la inexistencia de procedimiento administrativo para el registro de
la unión libre entre dos personas del mismo sexo; así como de los
recursos de revocatoria y jerárquico, transgrediendo de esa forma
el principio de congruencia; toda vez que, dicha aseveración fue
emitida dentro de la sustanciación del recurso jerárquico del que
se niega su existencia.

Por otra parte, la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019, no


valoró la OC-24/17, ofrecida como prueba.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

Denunciaron la lesión de sus derechos al debido proceso en sus


componentes de fundamentación, motivación, congruencia y
valoración probatoria, ‘“todos los derechos que se derivan de un
vínculo familiar”’ (sic), a no ser discriminados y a la igualdad; así
como los principios de favorabilidad, pro homine, estándar más
alto de protección del derecho fundamental y progresividad;
citando al efecto los arts. 14.I, II y III, 21.2, 62 y 115.II de la
Constitución Política del Estado (CPE), 1.1, 2, 3, 8, 11.2, 17, 24 y 25
de la CADH y 15 del Protocolo Adicional a la CADH en materia de
Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC).

213
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

I.1.3. Petitorio

Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto la


Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019; y, b) Se ordene al Director
Nacional del SERECI emitir una nueva decisión fundamentada,
motivada y congruente, ejerciendo el control de convencionalidad
e interpretando los derechos de los arts. 1.1, 11.2, 17 y 24 de la
CADH, acorde a la interpretación de la OC-24/17 y los principios
pro homine, de favorabilidad y estándar más alto; registrándose
su unión libre y voluntaria.

I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2020, según consta


en acta cursante de fs. 122 a 125 vta., se produjeron los siguientes
actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Los accionantes a través de sus abogados, ratificaron el


contenido de su acción de amparo constitucional y ampliándolo
manifestaron que: 1) Conforme estableció la Corte IDH a
través de la OC-24/17, una familia puede estar conformada por
personas de diversa identidad de género y orientación sexual,
mereciendo la protección del Estado así como de la sociedad, no
existiendo motivos para desconocer la unión de estas parejas y
la conformación de vínculos familiares entre las mismas; y, 2) La
Norma Suprema prevé la vigencia de los principios de igualdad
y no discriminación; por lo que, no sería posible ejercer un trato
diferenciado a partir de la orientación sexual de las personas para
el ejercicio de sus derechos.

I.2.2. Informe del demandado

Juan Diego Tejerina Morato, actual Director Nacional del SERECI,


mediante informe escrito presentado el 2 de julio de 2020,

214
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

cursante de fs. 136 a 143 vta., y en audiencia de garantías a través


de su abogado, solicitó que la tutela sea denegada; a ese efecto
manifestó que: i) Los accionantes pretenden que se ingrese a
valorar la actividad interpretativa de la entidad administrativa y
sustituirla, aspecto que no sería posible por medio de una acción
constitucional; ii) En cuanto a la denunciada incongruencia de
la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019, ese fallo emergió en
el marco del derecho a la petición de los solicitantes de tutela;
hecho que no puede ser confundido como creen “…en dar solución
fáctica a la inexistencia de procedimientos en el ordenamiento
constitucional y/o legislativo que fundamenten el registro de
unión libre entre personas del mismo sexo” (sic); iii) Conforme lo
establecido en el art. 168 del Código de las Familias y del Proceso
Familiar (CFPF), es nulo el matrimonio o la unión entre parejas
del mismo sexo, estableciéndose que ambas deben reunir la
condición de ser mantenida entre una mujer y un hombre; iv) La
Resolución jerárquica cuestionada fue emitida en el marco de
las previsiones constitucionales y legales, conteniendo la debida
fundamentación y motivación; los Oficiales de Registro Civil no
pueden realizar el registro de la unión libre que no cumpla con las
condiciones establecidas en la ley; v) El artículo 17.2 de la CADH,
prevé el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y
fundar una familia en función a las condiciones requeridas por el
ordenamiento jurídico interno, que en el caso particular del Estado
Plurinacional de Bolivia no reconoce dicha unión entre parejas
del mismo sexo; asimismo, la doctrina señaló que las opiniones
consultivas no tendrían carácter de vinculatoriedad; por lo que,
resulta falso aseverar que existió un apartamiento de los marcos
legales de razonabilidad y equidad en la valoración probatoria; y,
vi) La entidad a su cargo no ejerce control de convencionalidad
difuso, actividad que le correspondería a la Asamblea Legislativa;
en dicho sentido, no está dentro de sus facultades modificar y/o
inaplicar los arts. 63 de la CPE, 63.II, 137, 145, 165 y 168.II del
CPPF.

215
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

José Antonio Pardo Álvarez, ex Director Nacional del SERECI,


no presentó informe escrito alguno ni asistió a la audiencia de
garantías, pese a su notificación cursante a fs. 111.

I.2.3. Intervención del tercero interesado

Salvador Ignacio Romero Ballivian, Daniel Atahuichi Quispe,


Rosario Baptista Canedo, Nancy Gutiérrez Salas, Oscar
Hassenteufel Salazar, Francisco Vargas Camacho y María Ángela
Ruiz Vaca Díez, Vocales del Tribunal Supremo Electoral, en
audiencia de garantías a través de su representante manifestaron
que, es deber del Tribunal Constitucional Plurinacional resguardar
la supremacía constitucional, no siendo posible modificar el
contenido de las normas jurídicas, sino por medio de una acción
de inconstitucionalidad; por lo que, no correspondería por esta
acción de amparo constitucional resolver cuestiones que se
encuentran claramente establecidas en la norma; lo contrario,
significaría desconocer el contenido de las mismas.

I.2.4. Resolución

La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental


de Justicia de La Paz, mediante Resolución 127/2020 de
3 de julio, cursante de fs. 126 a 132 vta., concedió la tutela
solicitada, por la lesión del debido proceso en sus componentes
de congruencia externa y motivación, además de los principios
de no discriminación e igualdad; disponiendo dejar sin efecto
la Resolución DIR.NAL.SERECI 002/2019, y que el Director
Nacional del SERECI emita una nueva decisión en el plazo de
diez días; y, denegó respecto a la reclamada transgresión del
derecho a la familia, con base en los siguientes fundamentos:
a) Pese a que la ex autoridad demandada en la Resolución
cuestionada postuló la inexistencia del trámite administrativo
de los recursos de revocatoria y jerárquico -remitiéndose al AC
0089/2019-, resolvió este último en el fondo, aspecto que permite
ingresar al análisis de la demanda constitucional; b) El control de

216
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

convencionalidad difuso implica realizar una interpretación de


la norma nacional conforme a los protocolos y la jurisprudencia
del bloque de convencionalidad; en tal sentido, dicho control se
extiende a las opiniones consultivas expuestas por los órganos
convencionales; c) En la problemática planteada se pretendería
la aplicación de los principios de favorabilidad, pro actione y
estándar más alto de protección del derecho fundamental en un
trámite administrativo en el SERECI; por lo que, su sustanciación
y resolución no se encuentra vinculado a la inaplicabilidad de
una norma; d) El Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, exhortó a los Estados a posibilitar el reconocimiento
legal de las parejas del mismo sexo, así como el respeto de sus
derechos a la igualdad y no discriminación; e) La exautoridad
demandada no otorgó a los accionantes una respuesta en el
marco de la normativa convencional e interna cuya aplicabilidad
solicitaron, pese a las prerrogativas que tendría para su análisis
en el ámbito administrativo, suprimiendo así el debido proceso
en sus elementos de congruencia externa y motivación; f) El
demandado debió realizar una labor vinculada con el control
de convencionalidad impetrado, conforme a las pautas de
interpretación progresiva y evolutiva en cuanto a la aplicación de
convenios y tratados internacionales ratificados por la Asamblea
Legislativa Plurinacional, previstas en el art. 13.I y IV de la CPE;
asimismo, a los principios de no discriminación, favorabilidad,
pro actione y del estándar más alto de protección del derecho
fundamental en aplicación de los arts. 14.II y 256 de la Ley
Fundamental; y, g) En relación a la lesión del derecho a la familia,
“…no puede ser asumida por esta Sala Constitucional respecto
a su lesión o no vulneración, toda vez que la misma dependerá
a mérito del criterio o de la técnica del reenvío que vaya a ser
dispuesta…” (sic).

Los terceros interesados en uso de la aclaración, enmienda y


complementación, solicitaron se aclare en cuanto a la aplicabilidad
del art. 63.I de la CPE; el cual establece que, el matrimonio es
entre un hombre y una mujer, constituido por vínculos jurídicos

217
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

basados en la igualdad de derechos y deberes del cónyuge; en


consecuencia, emplear la OC-24/17 inaplica en la realidad el
citado precepto; tal posibilidad debiera ser dispuesta a través de
una acción de inconstitucionalidad; en sustanciación y resolución,
la mencionada Sala Constitucional indicó que: 1) Uno de los
derechos vulnerados por el demandado fue el debido proceso
en sus componentes de congruencia y motivación vinculados a
los principios de no discriminación e igualdad; toda vez que, el
aludido se abstrajo de su labor de manifestarse conforme a lo
peticionado; y, 2) No efectuó un criterio de fondo en cuanto a
la inaplicación del citado precepto; en consecuencia, no podría
pronunciarse mediante este medio procesal a ese respecto.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Mediante decreto constitucional de 25 de marzo de 2021, cursante


a fs. 181, se dispuso la suspensión del plazo para la emisión de
la correspondiente resolución a objeto de recabar documentación
complementaria; habiéndose recibido la misma, se reanudó el
cómputo de plazo, a partir del día siguiente de la notificación con
el decreto constitucional de 15 de junio de 2022 (fs. 542 a 544);
por lo que, la presente Sentencia Constitucional Plurinacional es
pronunciada dentro del término legal.

Por otra parte, no habiendo encontrado consenso en la Sala, de


conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente de este
Tribunal, a fin de dirimir con su voto el caso en análisis.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes cursantes en el


expediente, se establece lo siguiente:

II.1. A través de memorial presentado el 8 de noviembre de


2018, David Víctor Aruquipa Pérez y Guido Álvaro Montaño

218
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Durán -accionantes-, solicitaron al Director Departamental del


SERECI La Paz, brinde respuesta expresa a su solicitud de
registro de unión libre; en consecuencia, el aludido Director por
Nota SERECI LP-DD 722/2018 de 28 del citado mes, indicó que
el: “…marco normativo vigente en el país referente a uniones
libres, se encuentra contemplado en la Constitución Política del
Estado Plurinacional, Ley No. 603 - Código de las Familias y del
Proceso Familiar, así como lo señalado en el INFORME SERECI
LP-INSPECT-NCR No 363/2018 emitido por la Responsable de la
Unidad de Inspectoría…” (sic), el cual, adjuntó a la referida misiva
(fs. 12 a 15).

II.2. Por memorial presentado el 17 de diciembre del indicado


año, los impetrantes de tutela interpusieron recurso de revocatoria
contra la Nota SERECI LP-DD 722/2018, resuelto por el aludido
Director Departamental, por Nota SERECI LP-DD 770/2018 de 21
del mismo mes (fs. 16 a 26).

II.3. A través del escrito desplegado el 12 de febrero de 2019,


los peticionantes de tutela formularon recurso jerárquico contra
la supra citada Nota (fs. 27 a 36); que por Resolución DIR. NAL.
SERECI 002/2019 de 11 de septiembre, José Antonio Pardo
Álvarez, ex Director Nacional del SERECI -demandado- resolvió
confirmar la decisión impugnada (fs. 70 a 77).

II.4. A través del decreto constitucional de 25 de marzo de 2021


(fs. 181), se solicitó a la Iglesia Católica, Colectivo de Lesbianas,
Gays, Bisexuales y Transgénero, Transexuales e Intersexuales
(LGBTI), Defensoría del Pueblo, Colegio Nacional de Abogados
y a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia
(APDHB), para que en calidad de amicus curiae, remitan un
informe fundamentado sobre el matrimonio o reconocimiento de
la unión libre entre personas del mismo sexo en Bolivia, habiendo
recibido lo siguiente:

219
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Mediante escrito presentado el 15 de abril de 2021, María


Amparo Carvajal Baños, Presidenta de la APDHB, remitió
informe manifestando que: i) A la luz del derecho internacional
de los derechos humanos y la normativa boliviana, es posible
formar una familia a través del matrimonio o unión libre entre
personas del mismo sexo, estando estrictamente prohibida la
discriminación de personas por motivos de orientación sexual
conforme lo establece la Corte IDH; y, ii) La negación, restricción o
limitación de los derechos de la comunidad LGBTI constituye una
grave vulneración a los derechos humanos; por lo que, la unión de
personas del mismo sexo debe ser reconocida, y el Estado tiene
la obligación de establecer todos los mecanismos jurídicos para
hacer efectivo el ejercicio de los derechos de este grupo de la
población (fs. 221 a 230).

Por memorial presentado el 21 del citado mes y año, Nadia


Alejandra Cruz Tarifa, Defensora del Pueblo a.i., presentó amicus
curiae, complementando el mismo por escrito desplegado el
13 de julio del indicado año; señalando que: a) Los derechos a
la igualdad y la prohibición de discriminación, se encuentran
ampliamente reconocidos por nuestra legislación así como la
normativa internacional, aspecto que fue plasmado por la Corte
IDH en el “Caso Atala (2020)”, no siendo posible por ende la
consideración de tratos desiguales entre ciudadanos, peor aun
cuando se trata de circunstancias relacionadas a su orientación
sexual; y, b) Conforme al corpus iuris internacional en materia
de derechos humanos, debe asumirse como el horizonte de las
legislaciones la promoción, garantía y protección de las diversas
orientaciones sexuales, identidad y expresión de género como
grupos de especial y reforzada protección (fs. 238 a 249 vta. y
485 a 487 vta.).

El 27 del señalado mes y año, José Rodolfo Vargas Aramayo,


Presidente del Colectivo LGTB Bolivia, en calidad de amicus curiae,
indicó: 1) El art. 14 de la CPE, prohíbe la discriminación fundada
en razones de identidad sexual y de género, la cual además debe

220
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

ser interpretada en función a lo determinado en los tratados


internacionales sobre derechos humanos que establecen, los
Estados deben otorgar especial protección a las personas que son
parte de grupos vulnerables, entre ellas, quienes por una cuestión
social se encuentran en riesgo de discriminación como lo son el
colectivo LGTB; el art. 63.1 de la Ley Fundamental, contiene una
limitación implícita para que las personas del mismo sexo puedan
acceder a la institución del matrimonio, la misma que debe ser
interpretada por los órganos del Estado; 2) De lo establecido en
la CADH así como la jurisprudencia de los tribunales de derechos
humanos a nivel internacional, el control de convencionalidad es
un deber de los jueces y autoridades nacionales; por lo que, su
aplicación en el derecho interno es de obligatoria observancia a
partir de lo dispuesto en el art. 410 de la CPE y la vigencia del
bloque de constitucionalidad; 3) Los derechos fundamentales
deben ser comprendidos e interpretados a la luz de los principios
de favorabilidad y progresividad, respetando siempre el estándar
jurisprudencial más alto a partir del análisis del reconocimiento
de los parámetros convencionales sobre la prohibición de
discriminación y el mejor ejercicio de los derechos en condiciones
de igualdad de las personas con distintas orientaciones sexuales;
y, 4) El punto 8 de la parte resolutiva de la Opinión Consultiva
24/2017, sostuvo: “ …De acuerdo a los artículos 1.1, 2, 11.2, 17 y
24 de la Convención es necesario que los Estados garanticen el
acceso a todas las figuras ya existentes en los ordenamientos
jurídicos internos, incluyendo el derecho al matrimonio, para
asegurar la protección de todos los derechos de las familias
conformadas por parejas del mismo sexo, sin discriminación
con respecto a las que están constituidas por heterosexuales,
en los términos establecidos en los párrafos 200 a 228” (sic [fs.
253 a 288 vta.]).

El 22 de abril de 2021, Alberto Moscoso Flor, Responsable de


Incidencia Política de la Coalición Boliviana de Colectivos de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (COALIBOL LGBT), arrimó
amicus curiae, señalando: i) La DCP 0003/2013 de 25 de abril,

221
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

determina los alcances del bloque de constitucionalidad,


incorporando una interpretación progresiva a todos aquellos
instrumentos internacionales que deben ser considerados como
parte del texto constitucional y aplicados preferentemente en
el marco de lo determinado en los arts. 13 y 256 de la CPE; ii)
La Corte IDH en el caso Almonacid Arellano vs. Chile dictaminó
los lineamientos del control de convencionalidad como una
obligación de los jueces y tribunales de los estados de compulsar
y considerar la aplicación de los estándares convencionales en
materia de derechos humanos; iii) En ese mismo entendido, los
principios de Yogyakarta representan un parámetro internacional
importante para la aplicación en el Estado boliviano de los
derechos a la igualdad y no discriminación, independientemente
de la orientación sexual de las personas, quedando proscrita esa
diferenciación, instituyendo asimismo las obligaciones estatales
de procurar el trato igualitario y acceso a los mismos derechos de
todas las personas con diversa identidad sexual y de género; y, iv)
La discriminación a formar una familia entre personas del mismo
sexo es contraria al art. 14.II de la CPE; dado que, constituye el
menoscabo al ejercicio de los derechos contemplados en la
misma Norma Suprema en concordancia con la OC-24/17 (fs.
292 a 331).

Carmen Susana Saavedra Badani, Directora Ejecutiva de la


Fundación Construir, por memorial formulado el 28 del referido
mes y año, se apersonó como amicus curiae, expresando que: a)
El art. 63 de la CPE, debe interpretarse de acuerdo al avance que
el sistema interamericano de protección de derechos humanos
desarrolló en relación a derechos de parejas del mismo sexo,
conteniendo el estándar más alto la OC-24/2017, debiendo ser
esta aplicada de manera directa y preferente; b) El art. 14.II de
la Ley Fundamental, sanciona toda forma de discriminación
fundada, entre otras, en razones de sexo, orientación sexual e
identidad de género, principios de igualdad y no discriminación; y,
c) De acuerdo a lo establecido en la indicada Opinión Consultiva,
los Estados deben evitar crear instituciones estigmatizantes

222
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

paralelas al matrimonio que resultaría discriminatoria fundada en


la orientación sexual de las personas (fs. 387 y vta.).

Consta que José Miguel Vivanco, Director de la División de las


Américas, Graeme Reid, Director y Cristian Gonzáles Cabrera,
Investigador, los dos últimos del Programa sobre Derechos
de Personas LGBT, todos de Human Rights Watch, también
presentaron amicus curiae a través de los escritos desplegados el
8 de marzo del señalado año, aludiendo que: 1) La Norma Suprema
de Bolivia, establece que los tratados de derechos humanos
ratificados por la Asamblea Legislativa Plurinacional, prevalecen
sobre el derecho interno, los derechos y deberes consagrados
se interpretarán de conformidad a tales acuerdos; 2) El art. 23
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
reconoce el derecho a formar una familia; el 17 de la CADH, no
lo limita a las parejas heterosexuales; asimismo, el Comité de
Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
señaló en su Observación General 19, que el concepto de familia
no debía ajustarse a un único modelo, recomendando revisar
la legislación pertinente y ‘“garantizar el pleno reconocimiento
de la igualdad de las parejas del mismo sexo”’ (sic); y, la Corte
IDH, en la OC-24/2017, estableció que una interpretación del
concepto de “familia” que no incluya las relaciones de igual sexo
‘“frustraría el objeto y fin de la Convención Americana”’ (sic);
por lo que, exige que ‘“los derechos y obligaciones establecidos
por las legislaciones nacionales de cada Estado que surgen de
los vínculos familiares de parejas heterosexuales”’ (sic) deben
extenderse a las parejas de idéntico sexo; 3) El derecho a formar
una familia está estrechamente vinculado con el derecho a la
privacidad; y, 4) Los derechos a no ser discriminado y a recibir un
trato igualitario ante la ley se afirman a través de múltiples pactos
y tratados internacionales de derechos humanos, muchos de los
cuales, contienen disposiciones amplias contra la discriminación
y se han interpretado en el sentido de incluirla basada en la
orientación sexual (fs. 392 a 397 vta. y 476 a 481 vta.).

223
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Ronald Céspedes Barriga, Consejero Ejecutivo de la Red


Latinoamericana GayLatino, Presidente AH de la Fundación
Diversencia, el 23 de julio del enunciado año presentó amicus
curiae, indicando en lo pertinente que, la OC-24/2017, es parte del
bloque de constitucionalidad del Estado Plurinacional de Bolivia,
prevaleciendo por ser más favorable en la interpretación que debe
hacerse respecto al art. 63 de la CPE (fs. 492 a 498 vta.).

Por escrito recibido el 5 de agosto del referido año, Jorge Daniel


Velázquez Goytia, representante de “DIAKONIA” en Bolivia,
presentó amicus curiae, señalando: i) Los arts. 13 y 256 de
la Norma Suprema, introdujeron el principio de favorabilidad,
pro homine o pro persona, que se encuentran consagrados en
los arts. 5 del PIDCP y 29 inc. b) de la CADH, tienen dimensión
normativa e interpretativa; la primera, posibilita aplicar aquellas
normas que sean más favorables para la persona, su libertad y
derechos; la segunda, establece que siempre se debe adoptar la
interpretación que más favorezca al derecho; ii) Los preceptos
nombrados, también contemplan el principio de interpretación
conforme a los pactos internacionales sobre derechos humanos,
el cual establece que para dicha labor de un derecho se debe
acudir a lo previsto por las normas internacionales sobre derechos
humanos, a la interpretación que de estas efectuaron los órganos
de protección de los mismos, tanto en el sistema universal
como interamericano, este último criterio de interpretación se
fundamenta en la obligación asumida por el Estado boliviano
al momento de suscribir los instrumentos internacionales de
derechos humanos que implica el deber de compatibilizar el
derecho interno con el internacional de derechos humanos
y efectuar una interpretación integral de ambos para formar
un único sistema de derechos; iii) El postulado precitado se
complementa con el principio de progresividad de los derechos
humanos, consagrado en el art. 13 de la CPE, a partir del cual,
las autoridades judiciales no deben desconocer las conquistas
alcanzadas respecto a un derecho o su interpretación; iv) El art.
256 de la Ley Fundamental, se constituye en una cláusula de

224
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

interpretación de los derechos humanos, refiriendo que las normas


constitucionales se interpretarán de acuerdo a los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos, los cuales abarcan a
los Tratados, Pactos o Convenios -es decir a las convencionales- y
también a otras normas contenidas en Declaraciones, Principios y
Directrices, que no requieren de ratificación alguna, entendimiento
que fue asumido en varias sentencias constitucionales emitidas
por el Tribunal Constitucional Plurinacional; v) La Corte IDH fue
enfática en afirmar que en la actual etapa de la evolución del
derecho internacional de los derechos humanos, el principio
fundamental de igualdad y no discriminación ingresó en el
dominio del jus cogens y sobre él descansa el andamiaje jurídico
del orden público nacional e internacional; y, vi) El art. 14 de la
CPE, reconoce como categoría sospechosa de discriminación a
la orientación sexual e identidad de género; pese a ello, la misma
contiene normas que efectúa una discriminación directa a las
personas LGBTI, como su art. 63.I, limitando que personas de
igual sexo accedan a la institución del matrimonio (fs. 505 a 522
vta.).

La Iglesia Católica no remitió amicus curiae pese a la legal


notificación (fs. 185).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos al debido


proceso en sus componentes de fundamentación, motivación,
congruencia y valoración probatoria, no ser discriminados y a la
igualdad así como a ‘“todos los derechos que se derivan de un
vínculo familiar”’ (sic), pidiendo la aplicación de los principios de
favorabilidad, pro homine, estándar más alto de protección del
derecho fundamental y progresividad; toda vez que, rechazada su
solicitud de registro de unión libre como personas del mismo sexo
a través de la Nota SERECI LP-DD 722/2018 de 28 de noviembre,
interpusieron recurso de revocatoria, en cuyo mérito el Director
Departamental del SERECI La Paz, mediante la Nota SERECI LP-DD

225
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

770/2018 de 21 de diciembre, confirmó la decisión referida, dando


lugar a la interposición del recurso jerárquico, que fue dilucidado
por el Director Nacional de la indicada entidad -hoy demandado-
mediante la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019 de 11 de
septiembre, quien no resolvió los cuestionamientos planteados
porque no aplicó el control de convencionalidad realizando una
interpretación aplicando los principios de favorabilidad, pro
homine y estándar de protección más alto considerando la OC-
24/17 de la Corte IDH.

En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales


extremos son evidentes a fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.

III.1. Los derechos fundamentales en el Estado Constitucional


de derecho Plurinacional

La SCP 0142/2017-S1 de 9 de marzo, al respecto estableció que: “El


fundamento esencial del Estado Plurinacional es su realidad social
y política, traducida en la diversidad cultural, cuyos contenidos son
la justicia, el pluralismo, la igualdad, armonía y el vivir bien. En esta
dirección, constitucionalmente, la institucionalidad estatal, asume
y promueve los principios ético-morales de la sociedad plural,
como el ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas
mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko
(vida armonioso), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y
qhapaj ñan (camino o vida noble). El orden valórico constitucional
que sustenta el país está compuesto por la unidad, igualdad,
inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto,
complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad
de oportunidades, equidad social y de género en la participación,
bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y
redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien. Por
consiguiente, tanto los principios como los valores mencionados;
sustentan la vigencia, el respeto y el pleno ejercicio de los derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución Política del Estado.

226
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Desde la perspectiva del constitucionalismo plurinacional, los


derechos fundamentales son aquellos contenidos en la Constitución
Política del Estado, como consecuencia de la movilización social
y política por el reconocimiento y pleno ejercicio de derechos
constitucionales; en suma, se trata de derechos conquistados por el
pueblo. Desde el criterio formal, los derechos aludidos se clasifican
en civiles y políticos, sociales y económicos, y en educación, la
interculturalidad y derechos culturales. Siguiendo el ámbito de la
estructura, los derechos fundamentales son de defensa porque
protegen su ejercicio exigiendo la prohibición de interferencia
a las instancias jurisdiccionales y administrativas públicas; de
participación porque facultan realizar actos relacionados con la
organización de la institucionalidad estatal, así como en la elección
de sus autoridades; y derechos de prestación, que permiten
reclamar a una persona más beneficios legítimos protegidos por
la normatividad constitucional, a las autoridades de los órganos e
instituciones del Estado.

El contenido del art. 13.I en relación al 109 de la CPE, cumple la


función de proteger a todas y todos los bolivianos, el ejercicio
de sus derechos fundamentales, sin ninguna discriminación,
contra los actos jurisdiccionales, administrativos, así como de
los particulares, del que emergen la función de los derechos
fundamentales en dos direcciones: En sentido formal y material.
Respecto a la primera, los intereses legítimos protegidos por
principios, valores, directrices y valores constitucionales tienen que
ser aplicados por las autoridades jurisdiccionales y administrativas,
sustentados en la teoría de la irradiación del contenido de los
derechos fundamentales como elemento central del Estado
Constitucional de Derecho Plurinacional. En cambio, la función
material se refiere a la protección de los derechos vulnerados que
sean denunciados en cada caso concreto, del mismo surge la
jurisprudencia relevante, cuya orientación está dirigida a mantener
vivo el espíritu de la Constitución Política del Estado, sin provocar
su mutación” (las negrillas son nuestras).

227
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Por su parte, la SCP 0672/2018-S3 de 13 de diciembre, citando


a la SCP 0067/2015 de 20 de agosto, señaló que: […«El Estado
Constitucional de Derecho, se caracteriza entre otros aspectos,
por la fuerza normativa directa de los principios, valores y
reglas contenidas en las disposiciones legales del bloque de
constitucionalidad; asimismo, la Constitución Política del Estado,
es jerárquicamente superior a cuantas normas existan, porque
ciertamente emana de un poder cualificado como es el poder
constituyente, de ahí que es considerado como parámetro de
validez de todas las leyes y fuente primaria de la producción
normativa; por otro lado, la Ley Fundamental es accesible a todas
las personas y no solamente para el legislador; por lo que, es
susceptible de invocación en cualquier momento y lugar; en efecto,
para que los preceptos establecidos en la Norma Suprema pasen
a la vida práctica, ya no se requiere de la intermediación de las
leyes, en tal sentido, es directamente aplicable en la vida diaria de
las personas, siendo obligación de los gobernantes y gobernados
acatar fielmente las normas contenidas en la Ley Fundamental,
entendimiento que surge en el art. 109.I de la CPE, cuyo tenor
literal señala: “Todos los derechos reconocidos en la Constitución
son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su
protección”. En ése mismo sentido, la jurisprudencia constitucional,
comprendida en la SC 0258/2011-R de 16 de marzo, asumida
por el actual Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de
la SCP 0112/2012 de 27 de abril, sostuvo que: “El modelo de
Estado asumido en Bolivia, se constituye en un verdadero Estado
constitucional de Derecho, establecido sobre valores universales y
el principio fundamental de legalidad, sin desechar los principios
generales de soberanía popular en el ejercicio del poder público
y reforzando el principio de respeto y vigencia de los Derechos
Humanos; pues se establece un amplio catálogo de derechos
fundamentales, garantías constitucionales, principios y valores;
además, se señalan como fines y funciones del Estado, entre otras,
el garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y
deberes reconocidos y consagrados en la Constitución (art. 9.4 de
la CPE), se señalan como deberes de los bolivianos y bolivianas el

228
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, conocer,


respetar y promover los derechos reconocidos en la Constitución, y
la práctica de los valores y principios que proclama la Constitución
(art. 108 numerales 1, 2 y 3), así como también consagra de manera
expresa el principio de legalidad y supremacía constitucional en el
art. 410.I de la CPE, señalando que: ‘Todas las personas, naturales
y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e
instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución’,
añadiendo el segundo parágrafo que: La Constitución es la norma
suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía
frente a cualquier otra disposición normativa…”.

Bajo el parámetro anterior, dentro del modelo del Estado


Constitucional de Derecho, el contenido de la ley no está
supeditado al arbitrio de una sola persona, autoridad o una
estructura de poder existente al interior de un Estado, sino que, se
define por la Constitución Política del Estado, de ahí que todo el
acervo de la estructura jurídica debe estar en armonía y coherencia
con la misma. En ése marco de consideraciones, los derechos
fundamentales y las garantías constitucionales son consideradas
verdaderos límites al poder, porque no existe autoridad, persona o
mando alguno que pueda violentar la eficacia y la integridad de los
mismos; no obstante de ello: “…la funcionalidad de la Constitución
también sufre un giro trascendental, pues no sólo se erige para
limitar el ejercicio de poder político y organizar las estructuras
estatales, sino también en defensa de los derechos fundamentales,
concebidos como valores supremos a ser materializados; por
tanto, la Constitución sirve para garantizarlos, por lo que se hace
necesario descartar el denominado constitucionalismo débil para
ingresar al ‘constitucionalismo fuerte’, donde el fin último ya no es
limitar el ejercicio del poder político, sino efectivizar los derechos
fundamentales, no sólo las llamadas libertades o derechos civiles y
políticos, sino también los derechos sociales, económico culturales,
dejando de lado ese Estado liberal limitado a garantizar únicamente
el ejercicio de derechos individuales, que dejó en manos de quienes
tenían poder económico la satisfacción de sus derechos sociales y

229
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

económicos, generando brechas de desigualdad e injusticia, lo que


motivó el proyecto de edificar un Estado Social que ponga en vigor
los principios-valor de la ‘justicia e igualdad’ a fin de concretizar
respecto de todos los derechos sociales, económico culturales
y los que ahora también se reclaman como fundamentales,
como el derecho al agua, a la vivienda, al medio ambiente, etc.
Consecuentemente, el Estado Constitucional de Derecho, sustenta
su estructura en el respeto a derechos fundamentales con el encargo
de materializarlos a través de sus instituciones y estructuras
organizativas para lograr una convivencia pacífica, debido a ello,
la vigencia plena de derechos fundamentales, no solamente se la
realiza a través del reconocimiento de un catálogo amplio de éstos,
sino también mediante la incorporación de mecanismos eficaces:
garantías normativas, jurisdiccionales e institucionales para una
real protección” (SCP 1714/2012 de 1 de octubre)»] (las negrillas y
el subrayado corresponden al texto original).

III.2. El bloque de constitucionalidad en el diseño constitucional


boliviano y sus efectos jurídicos

Sobre el bloque de constitucionalidad, la SCP 0137/2013 de


5 de febrero, precisó que: “Con la finalidad de desarrollar una
coherente argumentación jurídica, debe señalarse que el bloque de
constitucionalidad, se encuentra disciplinado por el art. 410.II de
la CPE, disposición que en su tenor literal establece lo siguiente:
‘La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico
boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición
normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado por los
Tratados y Convenios Internacionales en materia de Derechos
Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el
país…’.

En el marco de una pauta exegética o gramatical de interpretación


constitucional, se tiene que el bloque de constitucionalidad
imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia, está compuesto
por los siguientes compartimentos: i) La Constitución Política

230
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

del Estado como norma positiva; ii) Los tratados internacionales


referentes a derechos humanos; y, iii) Las normas comunitarias;
sin embargo, en el marco de una interpretación progresiva, acorde
al principio de unidad constitucional y enmarcada en las directrices
principistas del Estado Plurinacional de Bolivia, en mérito de las
cuales, se estructura la concepción de la Constitución axiomática,
descrita en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, debe establecerse, además, que los
valores plurales supremos del Estado Plurinacional de Bolivia,
como ser el vivir bien, la solidaridad, la justicia, la igualdad material
entre otros, forman parte del bloque de constitucionalidad en un
componente adicional, el cual se encuentra amparado también por
el principio de supremacía constitucional.

De igual manera, es imperante precisar que de acuerdo a la SC


0110/2010-R de 10 de mayo, en mérito a una labor hermenéutica
armónica con los roles del Sistema Interamericano de Protección
de Derechos Humanos, deben también ser incorporados al
bloque de constitucionalidad, todas las sentencias, opiniones
consultivas y demás decisiones emergentes del referido sistema
protectivo supranacional de derechos humanos, conclusión
interpretativa que ya fue asumida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional.

Por lo expuesto, se colige que la interpretación del bloque de


constitucionalidad, en una concepción extensiva y en armonía
con los mandatos constitucionales establecidos en el art. 13.IV y
256.I y II de la CPE, en tópicos vinculados a derechos humanos,
comprende además la pauta de interpretación ‘desde y conforme
al bloque de convencionalidad’, razón por la cual, en mérito a
una interpretación progresiva, los derechos amparados por el
principio de supremacía constitucional, están integrados por los
expresamente disciplinados en el texto constitucional y todos
aquellos reconocidos por el bloque de convencionalidad, en el
ámbito de una aplicación siempre guiada a la luz del principio
de favorabilidad. En este orden, debe precisarse que el bloque de

231
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

convencionalidad está compuesto por todos los instrumentos


supranacionales vinculados a derechos humanos, cuyo origen
sea el Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos o
el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos.

De acuerdo a lo señalado, es pertinente precisar que en virtud


a estos componentes del bloque de constitucionalidad, opera el
fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico,
es decir, la irradiación de contenido en toda la vida social, por
tanto, los derechos fundamentales insertos en el bloque de
constitucionalidad, que se configuran como límites objetivos
al ejercicio de la potestad administrativa sancionatoria, serán
desarrollados en esta perspectiva, es decir, a partir de la
delimitación de su contenido esencial inferido del bloque de
constitucionalidad imperante, el cual, como ya se dijo, integra
también al bloque de convencionalidad en el marco del principio
de favorabilidad” (énfasis añadido).

El bloque de constitucionalidad está constituido por las normas


e instrumentos internacionales sobre derechos humanos y
la propia Constitución Política del Estado, siendo establecido
en la jurisprudencia constitucional (SC 1662/2003-R de 17 de
noviembre); y actualmente, se encuentra expresado en el art. 410.
II de la Norma Suprema. La Constitución Política del Estado y las
normas del bloque de constitucionalidad constituyen una unidad
que fundamenta el sistema jurídico boliviano y que no pueden ser
separadas al momento de realizar el control de constitucionalidad.
Además, la SC 0061/2010-R de 27 de abril, sostuvo que las reglas,
principios y directrices de derechos humanos emitidas por el
sistema universal forman parte del bloque de constitucionalidad,
más tarde, la SC 0110/2010-R de 10 de mayo, al interpretar
el citado precepto constitucional, estableció que también son
parte de dicho bloque no solamente los tratados internacionales
referentes a derechos humanos, sino también la interpretación
que sobre los mismos a efectuado la Corte IDH; entendimiento
que debe ser extendido también al Sistema Universal de Derechos

232
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Humanos, a partir del principio de favorabilidad contenido en el


art. 256 de la CPE.

En el marco del bloque de constitucionalidad, los derechos


fundamentales enumerados en la Constitución Política del Estado
pueden ser protegidos desde su acepción más favorable, y si este
resultado se encuentra aplicando instrumentos internacionales
sobre derechos humanos, es el mismo que se debe aplicar a un
caso concreto. En ese sentido, debe considerarse que tanto el
art. 13.IV como el 256 de la CPE, establecen que los derechos
fundamentales previstos en esta se interpretarán -a la luz del
principio de favorabilidad- conforme a los tratados e instrumentos
internacionales; lo que, incluye a la interpretación efectuada por
sus órganos de protección; pues estos han sido expresamente
creados por los Pactos y Convenios Internacionales sobre
Derechos Humanos con finalidades concretas de supervisión,
interpretación y conocimiento de casos contenciosos.

En consecuencia, el texto constitucional adopta otro aspecto,


nutriéndose del orden jurídico convencional -bloque de
convencionalidad-; de hecho se sostiene que, en virtud del control
de convencionalidad, la Norma Suprema adquiere la dimensión de
una “constitución convencionalizada”, y sus operadores jurídicos,
en particular el órgano máximo de jurisdicción constitucional,
se encuentran obligados a argumentar los casos con base en
las fuentes constitucionales y convencionales en el marco del
control de convencionalidad, que es entendido como vía para que
el Estado boliviano cumpla con su deber de adoptar y emprender
todo lo que está a su alcance para materializar el corpus iuris de
los derechos humanos.

III.3. La igualdad y la no discriminación, a la luz del nuevo


constitucionalismo plurinacional

Desde la perspectiva de nuestra Constitución Política del Estado,


así como de las normas del bloque de constitucionalidad, la

233
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

igualdad ha sido concebida por la jurisprudencia constitucional


como un valor, principio, derecho y garantía. Así, la SCP 0080/2012
de 16 de abril, instituyó que: “La arquitectura jurídica e institucional
de un Estado de Derecho, se fundamenta en los valores elegidos
como sociedad, tales como la igualdad y la no discriminación entre
otros…

La Constitución Política del Estado considera a la igualdad, no


únicamente como un valor supremo, sino también como un principio
motor de todo el aparato jurídico, siempre en procura del logro de
un régimen de igualdad real, donde no se reconozcan privilegios
y se erradique toda forma de discriminación, consolidando los
rasgos e impronta de nuestro nuevo modelo de Estado...

La igualdad, además de ser un valor y un principio, es también un


derecho y una garantía. Es un derecho que a su vez reivindica el
derecho a la diferencia y es una garantía porque avala su ejercicio
activando la tutela judicial y constitucional en caso de su violación”.

El valor, principio, derecho y garantía de igualdad y no


discriminación debe ser concebida estrechamente con las
características de nuestro modelo de Estado; en especial, con los
fines y funciones descolonizadores y despatriarcalizadores del
mismo; efectivamente, los arts. 8.II y 14.II de la CPE, contemplan
a la garantía de igualdad y no discriminación como un derecho,
un valor y un principio, al establecer que: “El Estado prohíbe y
sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo,
color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura,
nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología,
filiación política o filosófica, estado civil, condición económica
o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad,
embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones
de igualdad, de los derechos de toda persona”.

234
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Por consiguiente, el Estado con el fin de materializar el valor,


principio, derecho y garantía a la igualdad, así como los valores
de equidad, equilibrio y armonía está obligado a desarrollar
políticas que reduzcan o eliminen la discriminación; lo que,
implica un redimensionamiento de los principios de igualdad y
no discriminación, que fueron concebidos -desde la perspectiva
individual- por la jurisprudencia constitucional como la exigencia
de un trato igual por el legislador (SC 0049/2003 de 21 de mayo);
partiendo por lo tanto, de una posición igualitaria de todas las
personas; aunque evidentemente, la jurisprudencia también
entendió que la premisa inicial de la igualdad no significa: “…
que el legislador ha de colocar a todos en las mismas posiciones
jurídicas ni que tenga que procurar que todos presenten las
mismas propiedades naturales ni que todos se encuentren en
las mismas situaciones fácticas. El principio general de igualdad
dirigido al legislador no puede exigir que todos deban ser tratados
exactamente de la misma manera y tampoco que todos deban ser
iguales en todos los aspectos. Entonces, el medio idóneo para que
el legislador cumpla con el mandato de este principio es aplicando
la máxima o fórmula clásica: ‘se debe tratar igual a lo igual y
desigual a lo desigual’. En eso consiste la verdadera igualdad. A
quienes presentan similares condiciones, situaciones, coyunturas,
circunstancias, etc., se les puede tratar igualmente; pero, cuando
existen diferencias profundas y objetivas que no pueden dejarse
de lado, se debe tratar en forma desigual, porque solamente de esa
manera podrá establecerse un equilibrio entre ambas partes. La
Ley es la que tiene que establecer los casos, formas y alcances de
los tratamientos desiguales.

En consecuencia, no toda desigualdad constituye necesariamente,


una discriminación, la igualdad sólo se viola si la desigualdad está
desprovista de una justificación objetiva y razonable, y la existencia
de dicha justificación debe apreciarse según la finalidad y los
efectos de la medida considerada, debiendo darse una relación
razonable de proporcionalidad entre los medios empleados y la
finalidad perseguida” (SC 0049/2003). Entendimiento que ha sido
reiterado por la SCP 1250/2012 de 20 de septiembre, entre otras.

235
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

Con similar razonamiento, en el ámbito del derecho internacional


y la jurisprudencia sobre protección de los derechos humanos,
se estableció que no toda diferencia de trato es discriminatorio.
Así, la Corte IDH en el caso I.V. Vs. Bolivia, Sentencia de 30
de noviembre de 2016, estableció que “no toda diferencia de
trato será reputada discriminatoria, sino sólo aquella que se
base en criterios que no puedan ser racionalmente apreciados
como objetivos y razonables. Cuando el criterio diferenciador se
corresponde con uno de aquellos protegidos por el artículo 1.1 de
la Convención que aluden a: i) rasgos permanentes de las personas
de los cuales éstas no pueden prescindir sin perder su identidad; ii)
grupos tradicionalmente marginados, excluidos o subordinados, y
iii) criterios irrelevantes para una distribución equitativa de bienes,
derechos o cargas sociales, la Corte se encuentra ante un indicio
de que el Estado ha obrado con arbitrariedad”.

III.4. Sobre la identidad de género y la orientación sexual

La SCP 0003/2020-S4 de 9 de enero, se refirió respecto a la


“orientación sexual” e “identidad de género”, concluyendo que: […
se ha concebido la existencia de hombre y mujer como géneros
adscritos a los seres humanos en coincidencia con los rasgos y
características físicas y propias asignadas al nacer, como normales
y aceptables; asimismo, partiendo de dicho reconocimiento
implícito en el ser humano, se ha aceptado como única orientación
sexual predeterminada y natural, la heterosexual.

Este criterio, ha sido superado no solamente por la visibilidad


que han adquirido los colectivos que se desmarcan de dicha
caracterización, sino y sobre todo por el reconocimiento que ha
merecido la identidad de género, orientación sexual, la expresión
de género y la diversidad corporal, a través de convenios y tratados
internacionales; así como, de la legislación interna de algunos
países, producto de una ardua lucha por materializar el principio de
igualdad y el respeto a su dignidad humana.

236
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

En los Principios de Yogyakarta, Instrumento que si bien no tiene


carácter vinculante para los Estados; empero, se constituye en un
documento especializado y orientador con relación a la aplicación
de los Convenios y Tratados internacionales aplicables a la
materia de derechos humanos del colectivo LGBTI, se desarrolló la
conceptualización de orientación sexual e identidad de género, de
la siguiente manera:

«La orientación sexual se refiere a la capacidad de cada persona


de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por
personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o
de más de un género, así como a la capacidad mantener relaciones
íntimas y sexuales con estas personas.

La identidad de género se refiere a la vivencia interna e individual


del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual
podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que podría
involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a
través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que
la misma sea libremente escogida) y otras expresiones de género,
incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales».

Respecto a la expresión de género, la Relatoría sobre los Derechos


de las Personas LGBTI, la ha definido como «…la manifestación
externa del género de una persona. La Comisión Internacional de
Juristas (CIJ) ha indicado con relación a la expresión de género
que la noción de aquello que constituyen las normas masculinas o
femeninas correctas ha sido fuente de abusos contra los derechos
humanos de las personas que no encajan o no se ajustan a
estos modelos estereotípicos de lo masculino o lo femenino. Las
posturas, la forma de vestir, los gestos, las pautas de lenguaje, el
comportamiento y las interacciones sociales, (…) y la ausencia

237
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de una pareja del sexo opuesto, son todos rasgos que pueden
alterar las expectativas de género. Asimismo, se ha afirmado
que la expresión de género es visible y puede ser una fuente de
identificación, especialmente cuando a través de características
como la vestimenta, los manerismos y las modificaciones
corporales, se subvierten expectativas tradicionales de expresión
de género».

La intersexualidad se ha definido como «todas aquellas situaciones


en las que el cuerpo sexuado de un individuo varía respecto al
standard de corporalidad femenina o masculina culturalmente
vigente», haciendo referencia a que la comprensión de la aludida
identidad biológica específica «…se ha denominado a través de
la figura mitológica del hermafrodita, la persona que nace “con
‘ambos’ sexos, es decir, literalmente, con pene y vagina”»; sin
embargo, en «…la actualidad, tanto en el movimiento social LGBTI,
como en la literatura médica y jurídica se considera que el término
intersex es técnicamente el más adecuado».

En el ámbito nacional, específicamente en la Ley de Identidad


de Género –Ley 807 de 21 de mayo de 2016– (art. 3): el
género está definido como una «…construcción social de
roles, comportamientos, usos, ideas, vestimentas, prácticas o
características culturales y otras costumbres para el hombre y al
mujer»; y, la identidad de género, en sentido de ser «…la vivencia
individual del género tal como cada persona la siente, la vive y la
ejerce ante la sociedad, la cual puede corresponder o no al sexo
asignado al momento del nacimiento. Incluye la vivencia personal
del cuerpo que puede implicar la modificación de la apariencia
corporal libremente elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de
otra índole».

La misma norma, respecto a las variantes en la identidad de género,


especificó sobre las personas transexuales que: «…se sienten como
pertenecientes al género opuesto al que se les asignó al nacer y
que optan por una intervención médica para adecuar su apariencia

238
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

física – biológica a su realidad psíquica y social»; y con relación


a las transgénero: «Hombre o mujer cuya identidad de género no
corresponde con su sexo asignado al momento del nacimiento, sin
que esto implique intervención médica de modificación corporal».

Conforme a la definición asumida por la Comisión de Derechos


Humanos del Distrito Federal de México, personas lesbianas «Se
refiere a las mujeres que sienten una profunda atracción emocional,
afectiva, romántica y sexual por otras mujeres»; en cuanto a las
personas gays u homosexuales, constituyen los «…hombres que
tienen atracción sexual, erótica, emocional y/o afectiva por otros
hombres» y personas bisexuales «…a la atracción, prácticas
sexuales y vínculos emocionales y afectivos que una persona
establece con personas de ambos sexos. En su gran mayoría, las
personas que se definen como bisexuales entablan relaciones
heterosexuales, homosexuales o lésbicas compartiendo todas
las esferas de la vida sin integrar una identidad colectiva que exija
derechos específicos».

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),


reconoce que la citada caracterización sobre las diferentes
identidades de género, orientación sexual, expresión de género
y diversidad sexual, no constituye una clasificación cerrada ni
determinante; por cuanto, algunos grupos pertenecientes al
colectivo LGBTI no se sienten identificados con dichas siglas ni
con las conceptualizaciones que se adoptan –por ejemplo, en el
caso de las personas intersex–; por lo que: «La CIDH toma nota
de la complejidad y la diversidad existente en relación con las
orientaciones sexuales, las identidades de género y los cuerpos»;
en consecuencia, este Tribunal en la línea asumida por los
organismos internacionales de protección de derechos humanos,
en el marco del principio de progresividad de los mismos, realizó
la referida descripción únicamente a efectos de llevar a cabo el
análisis de las alegaciones de la acción de cumplimiento, objeto de
análisis en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, sin
que de la aludida exposición pueda desconocerse la existencia o

239
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

reconocimiento de derechos respecto a otros grupos que asumen


una diferente orientación sexual, identidad y expresión de género;
así como, diversidad corporal, distinta a las convencionales y
culturalmente impuestas –sistema binario hombre/masculino,
mujer/femenino y la orientación sexual heterosexual–] (las
negrillas corresponden al texto original).

El art. 3 de la Ley de Identidad de Género, define la “Identidad


de Género”, como: “…la vivencia individual del género tal como
cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad, la
cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento del
nacimiento. Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede
implicar la modificación de la apariencia corporal libremente
elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole” (el
énfasis es agregado).

Ahora bien, de la doctrina, jurisprudencia y ley, desglosadas, se


entiende que la identidad de género, es una vivencia individual,
experimentada por cada persona, sin que necesariamente
corresponda al sexo asignado biológicamente -femenino o
masculino-; vale decir, que es una elección personal; cada
individuo es libre de auto identificarse en relación a su género de
manera libre. Por su parte, la orientación sexual, es la capacidad
de cada persona de sentir atracción emocional, afectiva y sexual
por personas de un género diferente al suyo, de su mismo género
o de más de un género, así como a la capacidad de mantener
relaciones íntimas y sexuales.

III.5. Prohibición de discriminación en razón de la orientación


sexual e identidad de género

Sobre el particular, la Corte IDH en el caso Atala Riffo y Niñas


vs. Chile, Sentencia de 24 de febrero de 2012, estableció que: “Al
respecto, en el Sistema Interamericano, la Asamblea General de
febrero de la Organización de Estados Americanos (en adelante
‘OEA’) ha aprobado desde 2008 en sus sesiones anuales cuatro

240
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

resoluciones sucesivas respecto a la protección de las personas


contra tratos discriminatorios basados en su orientación sexual e
identidad de género, mediante las cuales se ha exigido la adopción
de medidas concretas para una protección eficaz contra actos
discriminatorios.

…Respecto a la inclusión de la orientación sexual como categoría


de discriminación prohibida, el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos ha señalado que la orientación sexual es ‘otra
condición’ mencionada en el artículo 14 del Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales (en adelante ‘Convenio Europeo’), el cual prohíbe
tratos discriminatorios. En particular, en el Caso Salgueiro da Silva
Mouta Vs. Portugal, el Tribunal Europeo concluyó que la orientación
sexual es un concepto que se encuentra cubierto por el artículo 14
del Convenio Europeo. Además, reiteró que el listado de categorías
que se realiza en dicho artículo es ilustrativo y no exhaustivo.
Asimismo, en el Caso Clift Vs. Reino Unido, el Tribunal Europeo
reiteró que la orientación sexual, como una de las categorías que
puede ser incluida bajo ‘otra condición’, es otro ejemplo específico
de los que se encuentran en dicho listado, que son consideradas
como características personales en el sentido que son innatas o
inherentes a la persona.

…En el marco del Sistema Universal de Protección de Derechos


Humanos, el Comité de Derechos Humanos y el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales han calificado la orientación
sexual como una de las categorías de discriminación prohibida
consideradas en el artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y el artículo 2.2 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Al respecto, el Comité
de Derechos Humanos indicó en el caso Toonen Vs. Australia que
la referencia a la categoría ‘sexo’ incluiría la orientación sexual
de las personas. Igualmente, el Comité de Derechos Humanos
ha expresado su preocupación frente a diversas situaciones
discriminatorias relacionadas con la orientación sexual de las

241
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

personas, lo cual ha sido expresado reiteradamente en sus


observaciones finales a los informes presentados por los Estados.

(…)

…Teniendo en cuenta las obligaciones generales de respeto y


garantía establecidas en el artículo 1.1 de la Convención Americana,
los criterios de interpretación fijados en el artículo 29 de dicha
Convención, lo estipulado en la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, las Resoluciones de la Asamblea General
de la OEA, los estándares establecidos por el Tribunal Europeo y los
organismos de Naciones Unidas (...), la Corte Interamericana deja
establecido que la orientación sexual y la identidad de género de
las personas son categorías protegidas por la Convención. Por ello
está proscrita por la Convención cualquier norma, acto o práctica
discriminatoria basada en la orientación sexual de la persona. En
consecuencia, ninguna norma, decisión o práctica de derecho
interno, sea por parte de autoridades estatales o por particulares,
pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos de una
persona a partir de su orientación sexual.

(…)

…La Corte Interamericana considera necesario recalcar que el


alcance del derecho a la no discriminación por orientación sexual
no se limita a la condición de ser homosexual, en sí misma, sino que
incluye su expresión y las consecuencias necesarias en el proyecto
de vida de las personas. Al respecto, en el Caso Laskey, Jaggard y
Brown Vs. Reino Unido, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
estableció que tanto la orientación sexual como su ejercicio son un
aspecto relevante de la vida privada.

(…)

…Al respecto, el Tribunal considera que dentro de la prohibición


de discriminación por orientación sexual se deben incluir,

242
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

como derechos protegidos, las conductas en el ejercicio de


la homosexualidad. Además, si la orientación sexual es un
componente esencial de identidad de la persona, no era razonable
exigir a la señora Atala que pospusiera su proyecto de vida y de
familia. No se puede considerar como ‘reprochable o reprobable
jurídicamente’, bajo ninguna circunstancia, que la señora Atala haya
tomado la decisión de rehacer su vida. Además, no se encontró
probado un daño que haya perjudicado a las tres niñas”.

Asimismo, en el caso Duque Vs. Colombia, la citada Corte emitió


la Sentencia de 26 de febrero de 2016, en la que expuso que: “…La
Corte Interamericana ya ha establecido que la orientación sexual y la
identidad de género de las personas son categorías protegidas por
la Convención. Por ello, está proscrita por la Convención cualquier
norma, acto o práctica discriminatoria basada en la orientación
sexual de la persona. En consecuencia, ninguna norma, decisión o
práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales
o por particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno,
los derechos de una persona a partir de su orientación sexual.

…En ese sentido, el instrumento interamericano proscribe la


discriminación, en general, incluyendo en ello categorías como
las de la orientación sexual la que no puede servir de sustento
para negar o restringir ninguno de los derechos establecidos en
la Convención. Lo anterior sería contrario a lo establecido en el
artículo 1.1. de la Convención Americana.

…Con respecto a lo anterior, la Corte ha determinado que una


diferencia de trato es discriminatoria cuando la misma no tiene una
justificación objetiva y razonable, es decir, cuando no persigue un
fin legítimo y no existe una relación razonable de proporcionalidad
entre los medios utilizados y el fin perseguido. Asimismo,
este Tribunal estableció que tratándose de la prohibición de
discriminación por una de las categorías protegidas contempladas
en el artículo 1.1 de la Convención, la eventual restricción de un
derecho exige una fundamentación rigurosa, lo cual implica que las

243
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

razones utilizadas por el Estado para realizar la diferenciación de


trato deben ser particularmente serias y estar sustentadas en una
argumentación exhaustiva”.

En el mismo sentido, en el caso Flor Freire vs. Ecuador, Sentencia


de 31 de agosto de 2016, indicó que: “…Además, este Tribunal
ha establecido que los Estados deben abstenerse de realizar
acciones que de cualquier manera vayan dirigidas, directa o
indirectamente, a crear situaciones de discriminación de jure o de
facto. Los Estados están obligados a adoptar medidas positivas
para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en
sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas.
Esto implica el deber especial de protección que el Estado debe
ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que,
bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan
las situaciones discriminatorias.

(…)

…La Corte Interamericana ya ha establecido que la orientación


sexual de las personas es una categoría protegida por la
Convención. En consecuencia, ninguna norma, decisión o práctica
de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales o por
particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los
derechos de una persona a partir de su orientación sexual, sea
esta real o percibida, pues ello sería contrario a lo establecido en el
artículo 1.1 de la Convención Americana.

…Adicionalmente, este Tribunal ha establecido que el alcance del


derecho a la no discriminación por orientación sexual no se limita
a la condición de homosexual en sí misma, sino que incluye su
expresión y las consecuencias necesarias en el proyecto de vida
de las personas. En este sentido, los actos sexuales son una
manera de expresar la orientación sexual de la persona, por lo
que se encuentran protegidos dentro del mismo derecho a la no
discriminación por orientación sexual.

244
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

…La Corte advierte que la discriminación puede tener fundamento


en una orientación sexual real o percibida. Este Tribunal ya ha
señalado que ‘[e]s posible que una persona resulte discriminada
con motivo de la percepción que otras tengan acerca de su
relación con un grupo o sector social, independientemente de
que ello corresponda con la realidad o con la auto-identificación
de la víctima’. La discriminación por percepción tiene el efecto o
propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de
los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona
objeto de dicha discriminación, independientemente de si dicha
persona se autoidentifica o no con una determinada categoría. Al
igual que otras formas de discriminación, la persona es reducida
a la única característica que se le imputa, sin que importen otras
condiciones personales. Esta disminución de la identidad se
concreta en un trato diferenciado y así, en la vulneración de los
derechos de quien lo sufre”.

III.6. La Opinión Consultiva 24/17 de 24 de noviembre de 2017,


con relación a la problemática analizada

La Opinión Consultiva OC-24/17 de 24 de noviembre de 2017,


emitida por la Corte IDH, invocada por los accionantes, es de data
anterior a la solicitud que formularon ante el SERECI, y ordena
a los Estados parte del Sistema Interamericano a adoptar todas
las medidas necesarias para asegurar el acceso a la figura del
matrimonio a las parejas de mismo sexo, cuando establece que:
“…En este sentido, con respecto al artículo 17.2 de la Convención,
la Corte considera que si bien es cierto que éste de manera literal
reconoce el ‘derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio
y fundar una familia’, esa formulación no estaría planteando una
definición restrictiva de cómo debe entenderse el matrimonio o
cómo debe fundarse una familia. Para esta Corte, el artículo 17.2
únicamente estaría estableciendo de forma expresa la protección
convencional de una modalidad particular del matrimonio. A juicio
del Tribunal, esa formulación tampoco implica necesariamente
que esa sea la única forma de familia protegida por la Convención
Americana.

245
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

(…)

…En efecto, una interpretación restrictiva del concepto de ‘familia’


que excluya de la protección interamericana el vínculo afectivo
entre parejas del mismo sexo, frustraría el objeto y fin de la
Convención. La Corte recuerda que el objeto y fin de la Convención
Americana es ‘la protección de los derechos fundamentales de
los seres humanos’, sin distinción alguna.

…El vínculo afectivo que la Convención protege es imposible de


cuantificar o codificar, motivo por el cual, desde su jurisprudencia
más temprana, esta Corte ha entendido el concepto de familia de
una manera flexible y amplia. La riqueza y diversidad de la región
se han visto reflejadas en los casos sometidos a la competencia
contenciosa de la Corte, y ello ha dado cuenta de las diversas
configuraciones familiares que pueden ser protegidas, incluyendo
familias poligámicas.

…Teniendo en cuenta lo anterior, esta Corte no encuentra motivos


para desconocer el vínculo familiar que parejas del mismo sexo
pueden establecer por medio de relaciones afectivas con ánimo
de permanencia, que buscan emprender un proyecto de vida
conjunto, típicamente caracterizado por cooperación y apoyo
mutuo. A juicio de este Tribunal, no es su rol distinguir la valía
que tiene un vínculo familiar respecto de otro. No obstante, esta
Corte estima que sí es obligación de los Estados reconocer estos
vínculos familiares y protegerlos de acuerdo a la Convención”.

III.7. La jurisprudencia de este Tribunal respecto al contenido


esencial del derecho a una resolución fundamentada y motivada

La SCP 2221/2012 de 8 de noviembre, desarrolló las cuatro


finalidades implícitas que determinan el contenido esencial
del derecho a una resolución fundamentada y/o motivada, ya
sea judicial, administrativa o cualesquier otra, que resuelva un
conflicto o una pretensión:

246
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

“(1) El sometimiento manifiesto a la Constitución (conformada


por: a) La Constitución formal; es decir, el texto escrito; y, b) Los
Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman
el bloque de constitucionalidad art. 410.II) y a la ley” (el resaltado
y subrayado pertenece al texto original).

Entendida como la obligatoria observancia de toda autoridad


jurisdiccional, administrativa o persona privada, que tenga
bajo su cargo, la resolución o pronunciamiento respecto a una
pretensión o litigio; enmarcados en la orientación que establecen
los principios de constitucionalidad y legalidad; en ese sentido,
dicho fallo constitucional indicó que: “En el Estado Constitucional
de Derecho asumido por la Constitución, el principio de legalidad
se encuentra en sumisión a un principio más alto: El principio
de constitucionalidad. Este supone la vinculación a los valores,
principios y derechos consagrados en la Constitución, más allá, o
incluso sobre la ley.

La Constitución reconoce a ambos principios (de constitucionalidad


y de legalidad), empero, desplaza al principio de legalidad y otorga
supremacía al principio de constitucionalidad. Esto se verifica en
el art. 410.I, que señala: ‘Todas las personas, naturales y jurídicas,
así como los órganos públicos, funciones públicas e instituciones,
se encuentran sometidos a la presente Constitución’, añadiendo
el segundo parágrafo que: La Constitución es la norma suprema
del ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía frente a
cualquier otra disposición normativa…”. Además, estipula como
fines y funciones esenciales del Estado, entre otros, el garantizar
el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en la Constitución (art. 9.4 de la CPE)
y, manda como deberes de los bolivianos y bolivianas el conocer,
cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, conocer,
respetar y promover los derechos reconocidos en la Constitución, y
la práctica de los valores y principios que proclama la Constitución
(art. 108 numerales 1, 2 y 3 de la CPE).

247
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

(2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en


cuestión no es arbitraria, sino por el contrario, observa: El valor
justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de
razonabilidad y de congruencia.

Entonces, cuando todo órgano o persona, sea de carácter público


o privado que tenga a su cargo el decidir, pretende hacer uso de
facultades discrecionales o arbitrarias alejadas de la razonabilidad
(principio de razonabilidad), éste se convierte en una directriz
valiosa estrechamente relacionada a la justicia (valor justicia),
porque se manifiesta como un mecanismo de control y barra
de contención de la arbitrariedad (principio de interdicción de la
arbitrariedad), cuya comprensión es multidimensional:

a) Por una parte, la arbitrariedad, es contraria al Estado de derecho


(Estado Constitucional de Derecho) y a la justicia (valor justicia art.
8.II de la CPE). En efecto, en el Estado de Derecho, o ‘Estado bajo el
régimen de derecho’ con el contenido asumido por la Constitución
bajo la configuración de ‘Estado Constitucional de Derecho’, cuya
base ideológica es ‘un gobierno de leyes y no de hombres’, existe
expresa proscripción que las facultades que ejercite todo órgano o
persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el
decidir sean arbitrarias y, por el contrario, existe plena afirmación
de que el ejercicio de esas facultades deben estar en total sumisión
a la Constitución y a la ley visualizando, con ello, claramente el
reverso del ya sepultado ‘Estado bajo el régimen de la fuerza’.

En ese sentido, Pedro Talavera señala: ‘...la justificación de las


decisiones judiciales constituye uno de los pilares del Estado
de Derecho frente a las arbitrariedades del Antiguo Régimen’.
Del mismo modo, Horacio Andaluz Vegacenteno, sostiene: ‘La
justificación de las decisiones judiciales es una exigencia del
Estado de Derecho, no un elemento lógico del sistema jurídico.
Sólo en el Estado de Derecho se considera que una decisión no
está suficientemente justificada por el solo hecho de haber sido
dictada por una autoridad competente’.

248
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

b) En correspondencia con lo anterior, la arbitrariedad puede estar


expresada en: b.1) Una ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta es
b.2) Una ‘motivación arbitraria’; o en su caso, b.3) Una ‘motivación
insuficiente’.

b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general


(judicial, administrativa, etc.), no da razones (justificaciones)
que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y
de derecho, estamos ante la verificación de una ‘decisión sin
motivación’, debido a que ‘decidir no es motivar’. La ‘justificación
conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre
el derecho y los hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]’.

b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en


sentido general (judicial, administrativa, etc.) sustenta su decisión
con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas
en conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico
alguno, y alejadas de la sumisión a la Constitución y la ley, se está
ante una ‘motivación arbitraria’. Al respecto el art. 30.11 de la Ley del
Órgano Judicial -Ley 025- ‘Obliga a las autoridades a fundamentar
sus resoluciones con la prueba relativa sólo a los hechos y
circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las
garantías procesales’.

En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una


decisión coincide o deviene de la valoración arbitraria, irrazonable
de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R de 2 de octubre),
que influye, en ambos casos, en la confiabilidad de las hipótesis
fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los
fundamentos de la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo
cada elemento probatorio fue valorado o no fue valorado, para que
se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los
hechos y, por ende, la fundamentación jurídica que sostenga la
decisión.

249
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

En este sentido, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre, dentro de un


proceso administrativo sancionador señaló: ‘Consiguientemente,
aplicando los principios informadores del derecho sancionador,
las resoluciones pronunciadas por el sumariante y demás
autoridades competentes deberán estar fundamentadas en
debida forma, expresando lo motivos de hecho y de derecho en
que basan sus decisiones y el valor otorgado a los medios de
prueba. Fundamentación que no podrá ser reemplazada por la
simple relación de los documentos y presentación de pruebas o
los criterios expuestos por las partes, y en los casos en los que
existan co procesados, resulta primordial la individualización de
los hechos, las pruebas, la calificación legal de la conducta y la
sanción correspondiente a cada uno de ellos en concordancia con
su grado de participación o actuación en el hecho acusado’.

b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por
las cuales omite o se abstiene de pronunciar sobre ciertos temas
o problemas jurídicos planteados por las partes, se está ante una
‘motivación insuficiente’.

Si el órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga


a su cargo el decidir incurre en cualesquiera de esos tres supuestos:
‘decisión sin motivación’, o extiendo esta, ‘motivación arbitraria’, o
en su caso, ‘motivación insuficiente’, como base de la decisión o
resolución asumida, entonces, es clara la visualización de la lesión
del derecho a una resolución fundamentada o motivada, como
elemento constitutivo del debido proceso.

Los tres casos señalados, son un tema que corresponderá analizar


en cada caso concreto, debido a que sólo en aquéllos supuestos
en los que se advierta claramente que la resolución es un mero
acto de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo de
arbitrariedad, expresado en decisión sin motivación o inexistente,
decisión arbitraria o decisión insuficiente, puede la justicia
constitucional disponer la nulidad y ordenar se pronuncie otra
resolución en forma motivada.

250
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

c) La arbitrariedad también se expresa en la falta de coherencia,


o incongruencia de la decisión (principio de congruencia), cuando
el conjunto de las premisas, -formadas por las normas jurídicas
utilizadas para resolver el caso, más los enunciados fácticos que
describen los hechos relevantes- no son correctas, fundadas
y si, además, su estructura también no lo es. Esto, más allá si la
resolución que finalmente resuelva el conflicto es estimatoria
o desestimatoria a las pretensiones de las partes. Es decir,
como señala Robert Alexy, se trata de ver si la decisión se sigue
lógicamente de las premisas que se aducen como fundamentación.

El principio de congruencia, ha sido desarrollado por varias


sentencias constitucionales: La SC 1312/2003-R de 9 de septiembre,
respecto al proceso como unidad; la SC 1009/2003-R de 18 de
julio, con relación a la coherencia en la estructura de la decisión
entre la parte motiva y la resolutiva. En ese sentido también está la
SC 0157/2001-R y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0747/2012 y 0858/2012, referidos a la congruencia entre la parte
motiva y resolutiva en acciones de defensa; la SC 1797/2003-R de
5 de diciembre, cuando se resuelven recursos, sobre la pertinencia
entre lo apelado y lo resuelto.

La SC 0112/2010-R de 10 de mayo, señaló: ‘…la garantía del debido


proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la
motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad
que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución
dictaminando una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es
necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática
lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la
decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura
de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso,
sino que también la decisión está regida por los principios y valores
supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier

251
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento


de que no había otra manera de dilucidar los hechos juzgados
sino de la forma en que se decidió y al contrario, cuando aquella
motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que
ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable
en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme a los
principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que
ha actuado con apego a la justicia y finalmente, la motivación
no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas
legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. Así la
SC 1365/2005-R de 31 de octubre entre otras’.

(3) Otra de las finalidades que justifica la exigibilidad de una


resolución motivada es la de garantizar la posibilidad de control
de la resolución en cuestión - judicial, administrativa, etc.- por
los tribunales superiores que conozcan los correspondientes
recursos o medios de impugnación, debido a que permite a las
partes procesales conocer las razones que fundamentan las
resoluciones, para poder evaluarlas y, en su caso, plantear los
recursos pertinentes contra ellas, por ello, la doctrina sostiene que
el conocimiento de la justificación decisoria es precondición para
accionar contra una decisión.

Entonces, la ‘decisión sin motivación’, además de lesionar el derecho


a una resolución motivada y fundamentada, vulnera el derecho
de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior, constitutivo del
derecho al debido proceso reconocido como derecho fundamental,
garantía jurisdiccional y derecho humano en las normas contenidas
en los arts. 115.II y 117.I de la CPE y 8.2.h) de la CADH y 14.5 del
PIDCP.

La SCP 0140/2012 de 9 de mayo, recogiendo la jurisprudencia de


la Corte Interamericana de Derechos Humanos, -que forma parte
del bloque de constitucionalidad según la SC 0110/2010-R de 10
de mayo-, citó el caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica (Sentencia de
2 de julio de 2004, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones

252
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

y Costas) que precisó el alcance del derecho a recurrir el fallo ante


juez o tribunal superior. Luego, incluso vinculó la vulneración del de
recurrir ante un tribunal superior con la vulneración del derecho a
la defensa. Dijo: ‘En efecto si se analiza la fase de impugnación del
proceso disciplinario en sede administrativa, es posible concluir que
sólo puede predicarse la eficacia material del derecho a la defensa
(art. 115.II de la CPE y 8.2 inc. f) de la CADH) cuando se otorga a las
servidoras y servidores públicos la oportunidad de ejercer un otro
derecho fundamental, este es: el derecho a la doble instancia o de
recurrir ante un tribunal superior art. 8.2 inc. h) de la CADH’.
La verificación de la inobsevancia de esta finalidad, es competencia
en primer término de las autoridades judiciales ordinarias o
administrativas, encargadas de materializar el derecho de recurrir
ante un tribunal superior y en caso de persistir, de la justicia
constitucional, que deberá ser evaluada en cada caso concreto.

(4) La exigencia de una resolución motivada también tiene la


finalidad de permitir el control de la actividad jurisdiccional
o la actividad decisoria de todo órgano o persona, sea de
carácter público o privado por parte de la opinión pública, en
observancia del principio de publicidad, demostrando ante
ella que es verificable objetivamente que las decisiones están
en sumisión a la Constitución. debido a que: ‘…la exigencia de
justificar sus decisiones hace posible el control democrático sobre
los tribunales’, proscribiendo la decisiones con motivaciones, que
por estar ancladas en el fuero interno del juzgador, se tornan en
secretas.

Esta circunstancia es predicable respecto de todos los jueces,


empero, es, especialmente relevante con relación de los Tribunales
jurisdiccionales de cierre (Tribunal Constitucional Plurinacional,
Tribunal Agroambiental, Tribunal Supremo) u órganos que tienen
la capacidad de decidir conflictos e intereses como el Consejo
de la Magistratura, el Ministerio Público, etc. cuando por ejemplo,
en ejercicio de su potestad administrativa sancionadora emiten
resoluciones.

253
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

El principio de publicidad rige la potestad de administrar justicia


de la pluralidad de jurisdicciones, conforme prescribe el art. 178. I
de la CPE y está desarrollado en las leyes correspondientes. Así el
art. 3.9 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, señala:
‘Los actos y decisiones de la justicia constitucional son de acceso
a cualquier persona que tiene derecho a informarse, salvo caso de
reserva expresamente fundada en la ley’. En ese mismo sentido
la Ley del Órgano Judicial, en su art. 3.5 referido al principio de
publicidad señala: ‘Los actos y decisiones de los tribunales y jueces
son de acceso a cualquier persona que tiene derecho a informarse,
salvo caso de reserva expresamente fundada en ley’.

De ahí que, la circunstancia que otorga legitimidad democrática


a la función judicial, administrativa, etc. a tiempo decidir un
conflicto, reclamo o solicitud es, precisamente, la verificación
que las decisiones pronunciadas por esas autoridades estén
fundamentadas, justificadas, constituyéndose, los argumentos en
Derecho, un instrumento de control de la arbitrariedad.

La SC 0088/2006-R de 25 de enero, conceptualizando el principio


de publicidad y vinculando con la motivación de la decisión señaló
que este: ‘…informa y enseña que no debe haber justicia secreta, ni
procedimientos ocultos, en cuanto, a la discusión de las pruebas, la
motivación del fallo, la intervención de las partes o sus apoderados,
la notificación con las providencias y otras. La publicidad del
proceso y de todo lo actuado en él, surge como un derecho
constitucional del sindicado y una garantía jurídica, en razón de que
las actuaciones judiciales -en el caso administrativas- son públicas,
-salvo las excepciones que señale la ley-, además de constituirse en
una manifestación del derecho a obtener información y del derecho
a acceder a los documentos públicos. El propósito fundamental
de la publicidad de los procesos es evitar las arbitrariedades en
que puedan incurrir las autoridades judiciales o administrativos, y
proporcionar al acusado un juicio justo e imparcial...”’ (las negrillas
corresponden al texto original).

254
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

De acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una


resolución será arbitraria cuando carezca de motivación o esta
sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa.

III.8. Análisis del caso concreto

En el caso que nos ocupa, los accionantes denuncian la lesión


de sus derechos al debido proceso en sus componentes de
fundamentación, motivación, valoración probatoria y congruencia,
a no ser discriminados y a la igualdad, a ‘“todos los derechos que
se derivan de un vínculo familiar”’ (sic); así como los principios
de favorabilidad, pro homine, estándar más alto de protección del
derecho fundamental y progresividad; toda vez que, su solicitud
de registro de unión libre entre personas del mismo sexo fue
rechazada a través de la Nota SERECI LP-DD 722/2018 de 28
de noviembre; decisión contra la que interpusieron recurso de
revocatoria; resuelto por el Director Departamental del SERECI
La Paz, a través de la Nota SERECI LP-DD 770/2018 de 21 de
diciembre, confirmando la decisión antes referida, dando lugar a
la formulación del recurso jerárquico, dilucidado por el Director
Nacional de la indicada entidad -hoy demandado- por medio de
la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019 de 11 de septiembre,
quien no resolvió los cuestionamientos planteados en armonía
con los estándares de los convenios internacionales, menos
considerar la OC-24/17 de la Corte IDH.

La Resolución DIR.NAL. SERECI 002/2019 -jerárquica-, citó el AC


0089/2019-CA, que rechazó la acción de inconstitucionalidad
concreta impetrada anteriormente por los accionantes; al respecto
debe aclararse que la naturaleza jurídica de las acciones tutelares
y de control normativo son diferentes, a la primera le corresponde
realizar el control tutelar que protege la maximización del ejercicio
de los derechos fundamentales en un caso concreto; en cambio
la segunda efectúa el control normativo tendiente a cuestionar
la aplicabilidad de una norma con relación a una o más normas

255
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

constitucionales, es decir, realiza el contraste de puro derecho de


una norma legal con otra de orden constitucional.

Para el análisis del caso, corresponde hacer referencia al


agotamiento de la vía administrativa interna, previo al análisis de
fondo de la problemática planteada. Según actuados los ahora
impetrantes de tutela alegaron que en la Oficialía de Registro
Cívico se negaron a registrar su unión libre como pareja del
mismo sexo, porque esta solo puede darse entre personas de
distinto sexo; y, por intermedio de la Responsable de Inspectoría
del SERECI, se ratificó esa imposibilidad. A través del memorial
de 8 de noviembre de 2018, los aludidos solicitaron al Director
Departamental del SERECI La Paz, brinde respuesta expresa a su
solicitud de registro de unión libre, quien mediante Nota SERECI
LP-DD 722/2018, respondió de manera negativa indicando que: “…
el marco normativo vigente en el país referente a uniones libres,
se encuentra contemplado en la Constitución Política del Estado
Plurinacional, Ley No. 603 -Código de las Familias y del Proceso
Familiar, así como lo señalado en el INFORME SERECI LP-INSPECT-
NCR No 363/2018 emitido por la Responsable de la Unidad de
Inspectoría…” (sic), adjuntando la referida misiva (Conclusión II.1).
Por memorial presentado el 17 de diciembre del indicado año,
los peticionantes de tutela interpusieron recurso de revocatoria
contra dicha Nota; recurso resuelto por la mencionada autoridad
por Nota SERECI LP-DD 770/2018, en la que destaca lo siguiente:
“…ante este énfasis NO ES PROCEDENTE LA INTERPOSICION DEL
RECURSO DE REVOCATORIA, toda vez que la Ley N° 2341 en su
artículo 64, exterioriza que solo procede contra las resoluciones
administrativas de rechazo, y las respuestas que se le otorgaron
fueron actos administrativos de conformidad a lo dispuesto en
el artículo 27 de la norma jurídica citada…” (sic) [Conclusión II.2].
Contra esa determinación el 12 de febrero de 2019, los afectados
formularon recurso jerárquico, que mereció la Resolución DIR.
NAL. SERECI 002/2019; por la que, José Antonio Pardo Álvarez,
ex Director Nacional del SERECI -ahora demandado- resolvió
confirmar la decisión impugnada (Conclusión II.3).

256
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Como puede advertirse, los solicitantes de tutela agotaron en


sede administrativa los mecanismos recursivos internos para
pedir el registro de la unión libre entre personas del mismo sexo,
más allá de que los demandados señalen que el citado registro
es competencia de los Oficiales de Registro Civil, ello no enerva
la competencia que tiene el SERECI prevista en los arts. 70 y 71
de la Ley del Órgano Electoral Plurinacional (LOEP) -Ley 018 de 16
de junio de 2010- de administrar y conocer controversias sobre el
registro de las personas, incluyendo el estado civil, la filiación, etc.

Además, debe considerarse que para el uso de los mecanismos


administrativos de defensa rige el principio de informalismo
-para el administrado-; en ese sentido, la SC 0642/2003-R de 8
de mayo, estableció lo siguiente: “...el principio de informalismo
consiste en la excusación de la observancia de exigencias
formales no esenciales y que pueden cumplirse después, por
ejemplo la errónea calificación del recurso (Juan Francisco Linares,
Derecho Administrativo, Editorial Astrea, pág. 348); la excusación
referida, debe ser interpretada siempre a favor del interesado o
administrado, pues traduce la regla jurídica in dubio pro actione, o
sea, de la interpretación más favorable al ejercicio al derecho a la
acción, para asegurar, más allá de las dificultades de índole formal,
una decisión sobre el fondo de la cuestión objeto del procedimiento.
Por consiguiente en virtud a ese principio de informalismo, la
autoridad administrativa podrá interpretar el recurso no de acuerdo
a la letra del escrito, sino conforme a la intención del recurrente,
corrigiendo equivocaciones formales de los administrados...’;
empero, si bien, la administración pública debe interpretar la
actividad del administrado siempre a su favor, esa interpretación
tiene sus alcances y límites, y está contenido en el hecho de que no
puede suplir ni favorecer la dejadez o negligencia del administrado”
(las negrillas son nuestras).

A la luz de ese entendimiento, la Dirección Nacional del SERECI, en


resguardo de los derechos de los administrados establecidos en
el art. 16 de la Ley del Procedimiento Administrativo (LPA), asumió

257
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

competencia para resolver el recurso jerárquico, amparado en el


art. 66 de la mencionada Ley, que prevé esa instancia recursiva,
como la última que debe ser resuelta por la Máxima Autoridad
Ejecutiva (MAE) de la entidad, y fue sustanciada en el fondo; por
consiguiente, en el marco del principio de informalismo que rige
para asuntos demandados por el administrado, la impugnación
resultó idónea y agotó la sede administrativa.

Por otra parte, dado que el principio de subsidiariedad rige la


presente acción tutelar, el análisis del asunto se realizará a
partir de la última decisión en sede administrativa; es decir, de la
Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019, emitida por la exautoridad
demandada, quien en su caso, si corresponde podrá reaperturar
su competencia a efectos de reparar eventuales afectaciones a
derechos fundamentales.

Para ingresar al análisis del fondo del caso, debe tenerse en cuenta
que la Resolución jerárquica impugnada confirmó la Nota SERECI
LP-DD 770/2018, con la siguiente fundamentación y motivación:

a) “…en fecha 5 de octubre de 2018, los señores David Víctor


Aruquipa Pérez y Guido Álvaro Montaño Duran se apersonaron
al SERECI La Paz a objeto de realizar el registro de Unión Libre
Voluntaria, la misma que se comunicó como improcedente…

…mediante Nota JSRC-SERECI LP N° 5217/2018 de fecha


29/10/2018, emitida por el Director Departamental de SERECI
La Paz, da respuesta a la solicitud haciendo referencia al Informe
SERECI LP-INSPECT-NCR N° 363/2018, elaborado por la
Unidad de Inspectoría de SERECI La Paz, que concluye en la
improcedencia de la solicitud.

…mediante Nota SERECI LP-DD N° 770/2018 de fecha 21/12/2018,


el Director Departamental de SERECI La Paz, da respuesta al
memorial de fecha 14 de diciembre de 2018, refiriendo que no es
procedente la interposición del Recurso de Revocatoria, toda vez

258
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

que la Ley N° 2341 en su artículo 64, exterioriza que solo procede


contra Resoluciones Administrativas de Rechazo y las respuestas
que se otorgaron fueron actos administrativos de conformidad a
lo dispuesto en el art. 27, de la norma jurídica citada.

…mediante Nota SERECI LP-DD N° 055/2019, el Director


Departamental de SERECI La Paz, remitió a la Dirección Nacional
del SERECI, el memorial de fecha 11/02/2019 recepcionado en
fecha 12 de febrero de 2019, por el cual los señores David Víctor
Aruquipa Pérez y Guido Álvaro Montaño Duran, interponen el
Recurso Jerárquico contra el acto administrativo Nota SERECI LP-
DD N° 770/2018 de fecha 21/12/2018, emitida por el SERECI La
Paz y notificada en fecha 01/02/2019, que refiere la improcedencia
de Recurso de Revocatoria” (sic);

b) “…la solicitud de Unión Libre entre dos personas del mismo


sexo es improcedente debido a que no cumple con lo establecido
en la Constitución Política del Estado que en su artículo 63
parágrafo II…” (sic); a continuación cita los arts. 137 y 168.I inc. b)
del CFPF; y, arts. 70 y 71 de la LOEP; concluyendo: “…se considera
al matrimonio y a la Unión Libre instituciones de carácter social
que responden a principios y leyes de orden público, la normativa
menciona expresamente que la constitución de matrimonio o
de unión libre debe ser efectuada entre un hombre y una mujer.
En el presente caso debe considerarse que la unión libre surte
los mismos efectos que la institución del matrimonio, existiendo
jurisprudencia emitida mediante Sentencia Constitucional
Plurinacional 0076/2017, de 9 de noviembre de 2017, referida
entre otros aspectos a la constitución de matrimonio entre
personas del mismo sexo, por lo que la solicitud de Unión Libre
voluntaria de los interesados no reúne las condiciones normativas
y administrativas correspondientes; además, de no encontrarse el
registro de Unión Libre de personas del mismo sexo dentro de las
funciones establecidas por ley” (sic);

259
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

c) “…el Informe SERECI-DN N° 183/2019, de 12 de agosto


de 2019, señala que procede la atención del Recurso Jerárquico
para evitar la vulneración de derechos, y recomienda la remisión
al Tribunal Supremo Electoral para su pronunciamiento” (sic);

d) “…mediante Nota TSE-DNJ N° 643/2019, de 5 de septiembre


de 2019, la Directora Nacional Jurídica del Tribunal Supremo
Electoral devuelve antecedentes, puesto que dicha dirección no
puede asumir jurisdicción y competencia, por lo que corresponde
al Director Nacional del SERECI como Máxima Autoridad Ejecutiva,
procesar y resolver la solicitud presentada por los señores David
Víctor Aruquipa Pérez y Guido Álvaro Montaño Duran” (sic);

e) “…con la finalidad de cumplir con el artículo 16 de la Ley


de Procedimiento Administrativo, que establece como derechos
de las personas, en su relación con la Administración Pública a
formular peticiones ante la Administración Pública, individual o
colectivamente; y a obtener una respuesta fundada y motivada
a las peticiones y solicitudes que formulen; entre otras,
corresponde atender el Recurso Jerárquico, conforme al artículo
66 de la Ley de procedimiento Administrativo” (sic);

f) “…la nota SERECI LP-DD N° 770/2018, de 21 de diciembre


de 2018, emitida por el Director Departamental del SERECI La
Paz, no cumple con el artículo 28 de la Ley de Procedimiento
Administrativo, referente a elementos esenciales del acto
administrativo, sin embargo, corresponde aplicar lo dispuesto
en el artículo 56 de la misma Ley que señala que los recursos
administrativos proceden contra toda clase de resolución de
carácter definitivo o actos administrativos que tengan carácter
equivalente, siempre que dichos actos administrativos a criterio
de los interesados afecten, lesionen o pudieren causar perjuicio
a sus derechos subjetivos o intereses legítimos. Asimismo, para
efectos de esta Ley, se entiende por resoluciones definitivas los
actos administrativos, a los que tengan carácter equivalente a
aquellos actos administrativos que pongan fin a una actuación
administrativa” (sic); y,

260
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

g) “…con relación a la petición de los señores David Víctor


Aruquipa Pérez y Guido Álvaro Montaño Duran, el Auto
Constitucional 0089/2019CA de 15 de marzo de 2019, expediente
27786-201956-AIC Acción de Inconstitucionalidad Concreta,
emitido por el Tribunal Constitucional Plurinacional, establece que
los trámites administrativos en el SERECI, no involucran el registro
de uniones libres de personas del mismo sexo, situación de donde
se colige que no existen recursos de revocatoria y jerárquico ante
la negativa de dichas uniones” (sic).

Conforme a ello, se determinará si efectivamente la Resolución


cuestionada vulnera el debido proceso en sus componentes de
fundamentación, motivación, congruencia y valoración probatoria,
a no ser discriminados y a la igualdad y a ‘“todos los derechos
que se derivan de un vínculo familiar”’ (sic) de los accionantes;
así como los principios de favorabilidad, pro homine, estándar
más alto de protección del derecho fundamental y progresividad.

Para el análisis de la transgresión del debido proceso en sus


elementos de fundamentación y motivación, conforme se ha
desarrollado en el Fundamento Jurídico III.7 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, el contenido esencial de
los derechos a una resolución fundamentada y motivada, conlleva
que esta observe, entre otros: “(1) El sometimiento manifiesto a
la Constitución, conformada por: 1.a) La Constitución formal; es
decir, el texto escrito; y, 1.b) Los Tratados Internacionales sobre
Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad;
así como a la ley, traducido en la observancia del principio de
constitucionalidad y del principio de legalidad; (2) Lograr el
convencimiento de las partes que la resolución en cuestión no
es arbitraria, sino por el contrario, observa: El valor justicia, los
principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de
congruencia…” (SCP 2221/2012).

En el mismo contexto, la SCP 0137/2013 de 5 de febrero,


entendió que: “En el marco de una pauta exegética o gramatical

261
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de interpretación constitucional, se tiene que el bloque de


constitucionalidad imperante en el Estado Plurinacional de
Bolivia, está compuesto por los siguientes compartimentos: i)
La Constitución Política del Estado como norma positiva; ii) Los
tratados internacionales referentes a derechos humanos; y, iii) Las
normas comunitarias…”.

De igual manera, la SC 0061/2010-R de 27 de abril[1], y


posteriormente, la SC 0110/2010-R de 10 de mayo[2], interpretando
el art. 410.II de la CPE, concluyeron que también formaban parte
del bloque de constitucionalidad: “…todas las sentencias, opiniones
consultivas y demás decisiones emergentes del referido sistema
protectivo supranacional de derechos humanos, conclusión
interpretativa que ya fue asumida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional”.

De lo manifestado, debe tenerse en cuenta que en el modelo


constitucional boliviano (Fundamento Jurídico III.1 de este fallo
constitucional), el bloque de constitucionalidad está constituido
por la propia Constitución Política del Estado, las normas e
instrumentos internacionales sobre derechos humanos, las
sentencias, opiniones consultivas y demás decisiones emergentes
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

En ese sentido, tanto el art. 13.IV como el art. 256 de la CPE,


establecen que los derechos fundamentales previstos en la

[1]
F.J.III.4.2. “Junto a la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que ha sido
ratificada por el Estado Boliviano y que, por tanto, conforma el bloque de constitucionalidad (art.
410 de la CPE), se encuentran otros instrumentos internacionales no convencionales, como las
Reglas, principios y directrices sobre diferentes temas de derechos humanos”.

[2]
F.J.III.3. “…se colige que inequívocamente las Sentencias emanadas de la CIDH, por su
naturaleza y efectos, no se encuentran por debajo ni de la Constitución Política del Estado
tampoco de las normas jurídicas infra-constitucionales, sino por el contrario, forman parte del
bloque de constitucionalidad y a partir del alcance del principio de supremacía constitucional
que alcanza a las normas que integran este bloque, son fundamentadoras e informadoras de
todo el orden jurídico interno, debiendo el mismo adecuarse plenamente a su contenido para
consagrar así la vigencia plena del “Estado Constitucional” enmarcado en la operatividad del
Sistema Interamericano de Protección a Derechos Humanos.”.

262
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

Constitución boliviana se interpretarán -a la luz del principio


de favorabilidad- conforme a los tratados e instrumentos
internacionales de derechos humanos; lo que, incluye a la
interpretación efectuada por sus órganos de protección; pues
estos han sido expresamente creados por los Pactos y Convenios
Internacionales sobre Derechos Humanos. Conforme a ello,
los jueces, tribunales y autoridades públicas tienen el deber de
aplicar aquella norma que sea más favorable para su protección
que se encuentre en cuestión y de adoptar la interpretación más
favorable y extensiva.

Por otra parte, acorde a lo establecido en el Fundamento Jurídico


III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el art. 14
de la CPE reconoce los derechos a la igualdad y no discriminación,
prohibiendo y sancionando toda forma de discriminación
que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos en condiciones
de igualdad. Este principio y derecho impregna toda actuación
estatal, en cualquiera de sus manifestaciones relacionadas con el
respeto y garantía de los derechos establecidos en la Constitución,
las leyes y tratados internacionales; razón por la cual, el Estado ya
sea a nivel internacional o en su ordenamiento interno, y por actos
de cualquiera de sus poderes o de terceros que actúen bajo su
tolerancia, aquiescencia o negligencia, no puede actuar en contra
de dicho principio, en perjuicio de una persona o un determinado
grupo de personas. Así, no se admiten tratos discriminatorios en
perjuicio de ninguna persona, por motivos de género, raza, color,
idioma, religión o convicción, opinión política o de otra índole,
origen nacional, étnico o social, nacionalidad, edad, situación
económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o cualquier otra
condición.

La protección de las parejas del mismo sexo tiene su fundamento


en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos,
con base en los principios de igualdad y la proscripción de
discriminación por razones de orientación sexual e identidad

263
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

de género. Por otra parte, la orientación sexual y la identidad de


género constituyen categorías protegidas por los arts. 1.1 y 24 de
la CADH y a través de los arts. 13 y 14 de nuestra CPE, conforme
se ha desarrollado en los Fundamentos Jurídicos III.4 y 5 de este
fallo constitucional.

En ese orden, la prohibición de discriminación en razón a la


orientación sexual e identidad de género, contenida en la OC-
24/17 de la Corte IDH, protege el reconocimiento del vínculo
familiar entre parejas del mismo sexo con ánimo de permanencia,
sosteniendo que: “…esta Corte no encuentra motivos para
desconocer el vínculo familiar que parejas del mismo sexo
pueden establecer por medio de relaciones afectivas con ánimo
de permanencia, que buscan emprender un proyecto de vida
conjunto, típicamente caracterizado por cooperación y apoyo
mutuo. A juicio de este Tribunal, no es su rol distinguir la valía que
tiene un vínculo familiar respecto de otro. No obstante, esta Corte
estima que sí es obligación de los Estados reconocer estos
vínculos familiares y protegerlos de acuerdo a la Convención”
(las negrillas fueron añadidas).

La Opinión Consultiva genera la obligación de las autoridades


estatales de realizar el control de convencionalidad, y aplicar
los principios de igualdad y no discriminación como partes
consustanciales del ius cogens. Por otra parte, como se ha visto,
nuestra norma constitucional garantiza a través de una serie de
principios, la aplicación directa e inmediata de derechos y garantías
más favorables establecidos en instrumentos internacionales.

La orientación sexual y la identidad de género son componentes


fundamentales de la libertad de las personas y un pilar básico
de su identidad, incluidas las personas heterosexuales,
homosexuales, trans e intersexuales. Por consiguiente, es
obligación de todas las autoridades estatales abstenerse de
adoptar medidas tendientes a impedir que cualquier persona

264
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

sea discriminada o se limite el ejercicio de sus derechos


fundamentales en razón a su orientación sexual o identidad de
género.

Sobre esa línea, también debe tenerse en cuenta que los


derechos fundamentales y garantías constitucionales tienen
un lugar preeminente en nuestro sistema constitucional, y
conforme señalan los arts. 13 y 256 de la CPE, citados, deben
ser interpretados en el marco del principio pro homine y la
interpretación conforme a los Pactos Internacionales sobre
Derechos Humanos; en virtud a la primera, los jueces, tribunales
y autoridades administrativas, tienen el deber de aplicar la norma
más favorable para la protección del derecho en cuestión -ya
sea que esté contenida en la Constitución Política del Estado
o en las normas del bloque de constitucionalidad y de adoptar
la interpretación que sea más favorable y extensiva al mismo-;
en virtud a la segunda (interpretación conforme a los Pactos
Internacionales sobre Derechos Humanos), tienen el deber de
ejercer el control de convencionalidad, interpretar el derecho de
acuerdo a las normas contenidas en Tratados e Instrumentos
Internacionales en materia de Derechos Humanos ratificados o a
los que se hubiere adherido el Estado, siempre y cuando, declaren
derechos más favorables a los contenidos en la Norma Suprema;
obligación que se extiende, además al contraste del derecho con
la interpretación que de él ha dado la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

No obstante lo señalado, la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019,


al negar la solicitud de los impetrantes de tutela soslayó el deber de
aplicar e interpretar los derechos no solo desde el tenor literal de la
norma interna, sino desde el avance expansivo de las normas del
bloque de constitucionalidad, aplicando la norma más favorable
para resolver el recurso planteado por los accionantes, debiendo
considerar las disposiciones citadas por los propios peticionantes
de tutela como los arts. 1.1., 11, 17 y 24 de la CADH, interpretadas
por la Corte IDH en la OC-24/2017 de 24 de noviembre de 2017,

265
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

incorporada al bloque de constitucionalidad, que contempla


principios y criterios de interpretación derivados de las normas
interpretadas, Opinión Consultiva que protege cualquier forma
de discriminación basada en la orientación sexual e identidad
de género, misma que fue emitida en fecha anterior a la solicitud
de los peticionantes de tutela ante el Oficial de Registro Cívico;
al no haberlo hecho, es evidente que la Resolución cuestionada no
se sometió al bloque de constitucionalidad, vulnerando el debido
proceso en sus componentes de fundamentación y motivación.

Con relación a la denuncia de vulneración al principio de


congruencia en la Resolución confutada, la jurisprudencia
entendió la congruencia de las resoluciones judiciales y
administrativas amerita una comprensión desde dos acepciones;
primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe
entender como el principio rector de toda decisión, que exige la
plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de
las partes (demanda, respuesta, impugnación y resolución) y lo
resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, el principio de
congruencia se constituye en una prohibición para que el juzgador
considere aspectos ajenos a la controversia; es decir, cuestiones
que no fueron identificados por las partes como puntos de
discusión o consideración; y, segundo, la congruencia interna,
referida a que, si la resolución es comprendida como una unidad
congruente, en ella debe existir un hilo conductor que le dote de
orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos,
la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva;
“…es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución
existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de
la misma decisión” (SCP 1083/2014 de 10 de junio).

En el caso es evidente la falta de congruencia interna, pues


claramente despliega fundamentos jurídicos que hacen al fondo
del recurso jerárquico planteado, determinando una posición
sobre la problemática traída en revisión, afirmando que no se

266
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

podía dar curso a la inscripción de una unión conyugal libre de


personas del mismo sexo y la otorgación o no de la certificación
de la unión conyugal libre; sin embargo, de manera incongruente
en la siguiente consideración concluye que corresponde confirmar
la decisión del inferior, por cuestiones formales entendiendo que
dentro de los trámites administrativos en el SERECI, no existirían
los recursos de revocatoria y jerárquico sobre temas que involucran
el registro de uniones libres o de hecho de personas del mismo
sexo, afectando el hilo conductor interno que debe mantener
toda resolución determinativa. Dada la falta de fundamentación
y congruencia de la Resolución revisada, la misma se constituye
en acto lesivo, que vulnera además el derecho a la igualdad y los
principios de favorabilidad y progresividad, desarrollados en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional.

Finalmente, los accionantes mencionan en su memorial una


supuesta lesión a la valoración probatoria y ‘“todos los derechos
que se derivan de un vínculo familiar”’ (sic); a más de ello, no se
advierte mayor argumentación a la manera en que los mismos
fueron vulnerados, menos elementos que nos hagan suponer
afectación a los que se hace mención; por lo que, este Tribunal
sobre los mismos se encuentra impelido en denegar tutela.

III.9. Otras consideraciones

A efectos de resolver el caso traído en revisión, se solicitó en calidad


de amicus curiae pronunciamientos respaldados a instituciones
y entidades públicas y privadas, que fueron considerados; en
tal sentido, de lo arrimado al expediente -documentos y otros-,
se tuvo evidencia de la afectación de derechos fundamentales
de sectores vulnerables lo que determinó la necesidad de su
protección.

Corresponde enfatizar que toda problemática debe ser analizada


considerando las características y circunstancias de cada caso en
concreto desde la Constitución y el bloque de constitucionalidad;

267
Viceministerio de Igualdad de Oportunidades

en esa línea, todas las autoridades del poder público, incluyendo


la Defensoría del Pueblo y la Asamblea Legislativa Plurinacional,
deben coadyuvar en la materialización de condiciones de jure y de
facto sin discriminación en el ejercicio de derechos.

En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en


parte la tutela solicitada, actuó de forma correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en


virtud de la autoridad que le confieren la Constitución Política
del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución
127/2020 de 3 de julio, cursante de fs. 126 a 132 vta., pronunciada
por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz; y en consecuencia:

1° CONCEDER en parte la tutela impetrada, respecto del derecho


al debido proceso en sus componentes de fundamentación,
motivación y congruencia y, a la igualdad; y, los principios de
favorabilidad, pro homine, progresividad y a no ser discriminados,
en razón a la orientación sexual e identidad de género; disponiendo
dejar sin efecto la Resolución DIR. NAL. SERECI 002/2019 de 11
de septiembre; debiendo emitirse una nueva de acuerdo a los
fundamentos jurídicos establecidos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional;

2° DENEGAR la tutela, sobre la mención a la valoración probatoria


y ‘“todos los derechos que se derivan de un vínculo familiar”’
(sic);

CORRESPONDE A LA SCP 0577/2022-S2 (viene de la pág. 38).

3° Exhortar, a la Asamblea Legislativa Plurinacional a que adecúe


la norma interna que regula los derechos de personas LGBTI, a

268
Sentencia Constitucional Plurinacional 0577/2022-S2

los estándares de protección establecidos en los instrumentos


internacionales sobre Derechos Humanos ratificados por el
Estado Plurinacional de Bolivia;

4° Ordenar, a la Defensoría del Pueblo el constante seguimiento a


las medidas legislativas, administrativas y judiciales que el Estado
impulse a efectos de dar cumplimiento con los compromisos
internacionales para la protección de los derechos de las personas
LGBTI; y,

5° Notificar, además de las partes del proceso constitucional,


con copia legalizada a Presidencia de las dos cámaras de la
Asamblea Legislativa Plurinacional, para el cumplimiento de las
disposiciones anteriores.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Al no existir consenso en Sala dentro del presente caso, dirime


el MSc. Paul Enrique Franco Zamora, Presidente; siendo de Voto
Disidente el Magistrado MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano.

MSc. Paul Enrique Franco Zamora

PRESIDENTE

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

MAGISTRADA

269
MINISTERIO DE JUSTICIA Y
TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
VICEMINISTERIO DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Calle Capitán Ravelo


Edificio Capitán Ravelo N°2101 Piso 4
Telf.: (591-2) 2158902 Int. 2402

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