¡MAS CUENTOS CON LOBOS!
Fundamentación
En la presente secuencia se realizará la reescritura colectiva de un
cuento con lobo ya que, desde el punto de vista didáctico, trabajar
con una historia conocida permitirá centrar a los alumnos en cómo
se escribe más que en qué escribir, es decir, en cómo poner en
lenguaje escrito lo que ya saben de una historia. Por otro lado,
hasta llegar a la textualización colectiva los niños atravesarán por
variadas situaciones de escritura por sí mismos –escrituras
intermedias – que promoverán la reflexión sobre el sistema de
escritura. Para poder dar énfasis a la figura del lobo se leerán
cuentos tradicionales en los que aparece ese personaje (lobos)
Propósitos pedagógicos:
Seguir la lectura de un cuento por parte del maestro sin
perder el hilo argumentar.
Escritura de los alumnos para registrar información sobre los
cuentos y poder compararlos.
Generar, fomentar, favorecer e incentivar el hábito por la
lectura.
Enriquecer el lenguaje a través de las distintas formas de
expresión.
Proponer situaciones que generen la reflexión acerca del
lenguaje y del sistema de escritura.
ACTIVIDAD 1
Antes de comenzar la secuencia se les comentará a los alumnos/as
que por un tiempito vamos a leer cuentos de un personaje muy
conocidos por ellos/as, se les presentará una serie de adivinanzas
para iniciar la secuencia con un juego y así advertir al personaje con
el que vamos a ir trabajando.
SOY FEROZ COMO UN ANIMAL SALVAJE QUE SE PARECE AL PERRO
OSO MIS DIENTES TEMIDOS POR SER COMO
A LA LUNA LE AULLO HIERRO
CUANDO ESTOY ME HICE FAMOSO CUANDO A CAPERUCITA
FURIOSO LE SEGUI HASTA LA CASA DE SU ABUELA
Luego de leer las adivinanzas se les pide que sin decir nada
dibujen al personaje que descubrieron en las adivinanzas.
Al terminar pegamos los dibujos en una lámina.
EN EL CUDERNO:
FECHA
YO SOY
TENGO …AÑOS
CLIMA
TITULO: EMPEZAMOS A LEER CUENTOS CON LOBOS
Escribimos LOBOS entre todos, buscamos palabras en el ABC del
aula que empiecen como lobo y registramos en el cuaderno
ACTIVIDAD 2
¡MÁS CUENTOS CON LOBOS!
Se presentará a los alumnos una agenda de lectura con un listado
de cuentos con lobos que tienen como personaje prototípico al lobo.
CUENTOS CON LOBOS
EL LOBO Y LOS SIETES CABRITOS
LOS TRES CERDITOS
Antes de la lectura:
Comunicare el cuento que se leerá: “EL LOBO Y LOS SIETE
CABRITOS” y se solicitará que lo
busquen en la agenda, justificando la forma en que lograron
identificarlo.
Se presentará el cuento a leer: “EL LOBO Y LOS SIETE
CABRITOS”, indagando entre los niños si
conocen su trama. El docente podrá elegir la versión que más le
guste.
Se explicará que se trata de un cuento tradicional y que, al igual que
sucede con Caperucita roja,
existen diferentes versiones que lo han ido modificando con el paso
del tiempo.
LECTURA DEL CUENTO:
Se procederá a leer el cuento de principio a fin, sin
interrupciones, comentarios ni alteraciones.
EL LOBO Y LOS SIETE CABRITOS
El lobo se enfadó muchísimo por no haber conseguido engañarlos,
así que tramó un malvado plan. Corrió hacia una granja de gallinas
y se comió todos los huevos que encontró, hasta que consiguió una
voz tan tierna como la de mamá cabra.
Rápidamente, para evitar perder esa aterciopelada voz, se dirigió a
la casa de los siete cabritos.
Toc, toc, toc
– ¿Quién llama? – preguntó el hermano mayor.
– Soy yo, vuestra madre. Abridme para que pueda entrar con toda
esta comida. – dijo el temible lobo.
Los cabritillos tenían dudas pues, aunque la voz era muy parecida a
la de su madre, no estaban totalmente seguros.
– Enséñanos una patita por la rendija de la puerta – dijeron los
cabritillos.
Al ver la horrible y oscura pezuña del lobo, los cabritillos gritaron –
Tú no eres nuestra mamá, ella tiene las patitas blancas y suaves,
pero las tuyas son oscuras y estropajosas. ¡Largo de nuestra casa,
malvado lobo! –
El lobo, más enfadado aún, se fue refunfuñando hacia un molino
que había cerca de la casa de los cabritillos.
Una vez allí, entró sin ser visto y se embadurnó las patas de harina
hasta sacarlas blancas y de aspecto delicado.
Regreso lo más rápido que pudo a la casa de los cabritillos y volvió
a llamar a la puerta con impaciencia.
Toc, toc, toc.
Los cabritillos, que estaban jugando al escondite, salieron para
comprobar quién llamaba a la puerta. Todos, excepto el pequeño de
los siete que se había escondido en la caja del reloj y no podía salir.
– ¿Quién es? – preguntaron los cabritillos.
– Soy vuestra madre, abridme que vengo muy cargada – contestó el
lobo con su falsa voz.
– Enséñanos la patita por la rendija de la puerta – dijeron los
cabritillos.
El lobo les mostró su pata blanca y de aspecto suave
Los cabritillos creyeron al embustero lobo y abrieron la puerta a
quien creían era su mamá.
Fue entonces cuando el lobo se los comió a todos en menos que
canta un gallo.
Con la barriga llena, el lobo se fue a echar la siesta para reposar la
comilona.
Un poco después, llegó a casa mamá cabra y se encontró con todo
destrozado y sin ningún rastro de sus siete hijitos.
La pobre cabra comenzó a llorar desconsolada, pero entonces el
pequeño cabritillo la llamó desde su escondite – mamá, sácame de
aquí, estoy en la caja del reloj –
El pequeñín le contó todo lo sucedido y mamá cabra decidió salir en
busca del malvado lobo.
Pronto lo vieron tumbado, con su enorme panza bajo la sombra de
un árbol. Entonces, mamá cabra pudo ver que algo se movía en la
tripa de la fiera y mandó al pequeñín en busca de unas tijeras, aguja
e hilo.
Mamá cabra, que cosía de maravilla, comenzó a cortar la tripa de
lobo tan delicadamente que éste no se despertó.
Entonces, los cabritillos empezaron a salir uno a uno, aún con el
susto en el cuerpo.
Mamá cabra relleno la tripa del lobo con un montón de piedras y
volvió a coserla para que no se diera cuenta del cambio.
La familia, llena de felicidad por volver a estar todos juntos y a
salvo, se marchó a su casa.
Los cabritillos aprendieron que no deben fiarse de nadie. Aunque a
simple vista aparentase ser bueno y amable, nunca más hicieron
caso a ningún extraño.
Y el lobo, ¿qué fue del malvado lobo? Pues, dicen por ahí, que
desde aquel día sufre de indigestión y ahora solo puede tomar
infusión de hierbas y miel…
FIN.
Adaptación realizada por Beatriz de las H
Conversamos:
¿Cuántos cabritillos protagonizan el cuento?
¿Dónde tenía que ir mamá cabra?
¿Qué debían hacer los cabritillos mientras su madre no
estaba en casa?
¿Cuál era el juego favorito de los cabritillos?
¿Quién llamó a la puerta cuando mamá cabra se
marchó?
¿Cómo tenía la voz mamá cabra?
¿Cómo sonaba la voz del lobo?
¿Qué tomó el lobo para suavizar su voz?
¿Qué se puso en las patas para blanquearlas?
¿Dónde se escondió el cabritillo más pequeño?
¿Qué hizo el lobo después de comerse a los cabritillos?
¿Cómo rescató mamá cabra a sus hijos?
- Se explicará a los niños que los inventores de los cuentos
populares eran ganaderos y campesinos que vivían en pueblos
pequeños, y los lobos eran la principal amenaza para sus rebaños y
para sus vidas; cuando alguien se aventuraba en el bosque corría el
peligro de ser devorado por manadas de lobos hambrientos. Por
eso el lobo simboliza el peligro y la maldad. Así que cuando tenían
que inventarse un personaje malvado, pues echaban mano del que
tenían más cerca y les inspiraba más miedo.Se preguntará sobre
las características del lobo en este cuento y sus similitudes o
diferencias con el lobo de Caperucita Roja.
EN AGENDA DEL AULA:
CUENTO AUTOR PERSONAJE ENGAÑOS
EN EL CUADERNO:
-Se entregará a los alumnos una copia de la agenda colectiva para
que peguen en sus cuadernos y marquen
el cuento escuchado hoy.
CUENTOS CON LOBOS
EL LOBO Y LOS SIETES
CABRITOS
LOS TRES CERDITOS
Escribimos algunas características del lobo de este cuento.
LOBO CARACTERÍSTICAS
ACTIVIDAD N 5:
Presentación del cuento “Los tres chanchitos”
Antes de la lectura.
- Se presentará a los alumnos un nuevo cuento con lobos: “Los tres
chanchitos.
- Previamente a la lectura, se mostrará la tapa y se preguntará a los
niños si conocen su trama. A partir de dichos conocimientos previos
se narrará colectivamente la historia de los tres cerditos y el lobo.
Lectura del cuento
LOS TRES CERDITOS
Había una vez tres cerditos que vivían al aire libre cerca del
bosque.
A menudo se sentían inquietos porque por allí solía pasar un lobo
malvado y peligroso que amenazaba con comérselos.
Un día se pusieron de acuerdo en que lo más prudente era que
cada uno construyera una casa para estar más protegidos.
El cerdito más pequeño, que era muy vago, decidió que su casa
sería de paja. Durante unas horas se dedicó a apilar cañitas
secas y en un santiamén, construyó su nuevo hogar. Satisfecho,
se fue a jugar.
– ¡Ya no le temo al lobo feroz! – le dijo a sus hermanos.
El cerdito mediano era un poco más decidido que el pequeño,
pero tampoco tenía muchas ganas de trabajar.
Pensó que una casa de madera sería suficiente para estar
seguro, así que se internó en el bosque y acarreó todos los
troncos que pudo para construir las paredes y el techo. En un par
de días la había terminado y muy contento, se fue a charlar con
otros animales.
– ¡Qué bien! Yo tampoco le temo ya al lobo feroz – comentó a
todos aquellos con los que se iba encontrando.
El mayor de los hermanos, en cambio, era sensato y tenía muy
buenas ideas. Quería hacer una casa confortable, pero sobre
todo indestructible, así que fue a la ciudad, compró ladrillos y
cemento, y comenzó a construir su nueva vivienda. Día tras día,
el cerdito se afanó en hacer la mejor casa posible.
Sus hermanos no entendían para qué se tomaba tantas
molestias.
– ¡Mira a nuestro hermano! – le decía el cerdito pequeño al
mediano – Se pasa el día trabajando en vez de venir a jugar con
nosotros.
– Pues sí. ¡Vaya tontería! No sé para qué trabaja tanto pudiendo
hacerla en un periquete… Nuestras casas han quedado
fenomenal y son tan válidas como la suya.
El cerdito mayor, los escuchó.
– Bueno, cuando venga el lobo veremos quién ha sido el más
responsable y listo de los tres – le dijo a modo de advertencia.
Tardó varias semanas y le resultó un trabajo agotador, pero sin
duda el esfuerzo mereció la pena. Cuando la casa de ladrillo
estuvo terminada, el mayor de los hermanos se sintió orgulloso y
se sentó a contemplarla mientras tomaba una refrescante
limonada.
– ¡Qué bien ha quedado mi casa! Ni un huracán podrá con ella.
Cada cerdito se fue a vivir a su propio hogar. Todo parecía
tranquilo hasta que una mañana, el más pequeño que estaba
jugando en un charco de barro, vio aparecer entre los arbustos al
temible lobo. El pobre cochino empezó a correr y se refugió en su
recién estrenada casita de paja. Cerró la puerta y respiró aliviado.
Pero desde dentro oyó que el lobo gritaba:
– ¡Soplaré y soplaré y la casa derribaré!
Y tal como lo dijo, comenzó a soplar y la casita de paja se
desmoronó. El cerdito, aterrorizado, salió corriendo hacia casa de
su hermano mediano y ambos se refugiaron allí. Pero el lobo
apareció al cabo de unos segundos y gritó:
– ¡Soplaré y soplaré y la casa derribaré!
Sopló tan fuerte que la estructura de madera empezó a moverse
y al final todos los troncos que formaban la casa se cayeron y
comenzaron a rodar ladera abajo. Los hermanos, desesperados,
huyeron a gran velocidad y llamaron a la puerta de su hermano
mayor, quien les abrió y les hizo pasar, cerrando la puerta con
llave.
– Tranquilos, chicos, aquí estaréis bien. El lobo no podrá
destrozar mi casa.
El temible lobo llegó y por más que sopló, no pudo mover ni un
solo ladrillo de las paredes. ¡Era una casa muy resistente! Aun
así, no se dio por vencido y buscó un hueco por el que poder
entrar.
En la parte trasera de la casa había un árbol centenario. El lobo
subió por él y de un salto, se plantó en el tejado y de ahí brincó
hasta la chimenea. Se deslizó por ella para entrar en la casa pero
cayó sobre una enorme olla de caldo que se estaba calentado al
fuego. La quemadura fue tan grande que pegó un aullido
desgarrador y salió disparado de nuevo al tejado. Con el culo
enrojecido, huyó para nunca más volver.
– ¿Veis lo que ha sucedido? – regañó el cerdito mayor a sus
hermanos – ¡Os habéis salvado por los pelos de caer en las
garras del lobo! Eso os pasa por vagos e inconscientes. Hay que
pensar las cosas antes de hacerlas. Primero está la obligación y
luego la diversión. Espero que hayáis aprendido la lección.
¡Y desde luego que lo hicieron! A partir de ese día se volvieron
más responsables, construyeron una casa de ladrillo y cemento
como la de su sabio hermano mayor y vivieron felices y tranquilos
para siempre.
FIN
Después de la lectura:
-DEBATE DEL CUENTO ESCUCHADO:
¿Cuál es el o los personajes principales? ¿Qué otros personajes
aparecen?
¿Dónde se desarrolla la historia? ¿Qué problema surge?
¿En parte del cuento dice SOPLARÉ SOPLARÉ ...? Traten de
identificarlo en el cuento. ¿Cuántas veces
está escrito?
¿Cómo termina el cuento? ¿De qué material te construirías tu casa?
EN AGENDA DEL AULA:
CUENTO AUTOR PERSONAJE ENGAÑO
EN EL CUADERNO:
-Escribimos el título del cuento.
-Marco donde dice CHANCHITOS, la ubicamos en el ABC del aula.
- Pensar y escribir en forma de lista palabras que empiecen como
CHANCHITO y otra lista con
palabras en las que suene la “CABRITOS” utilizando el abecedario
áulico e individual.
Registro:
C CH
Con qué materiales hicieron los tres chanchitos sus casitas.
DIBUJEN Y ESCRIBAN.