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Lecciones de Derecho Civil I Personas 581 593 1

La colocación familiar es una medida de protección temporal para niños y adolescentes que carecen de guardadores naturales, regulada por la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Su objetivo es proporcionar un ambiente familiar adecuado mientras se busca reintegrar al menor a su familia de origen o establecer un régimen de protección permanente. Existen dos modalidades de colocación: en familia, preferentemente con parientes, y en entidades de atención, que debe ser excepcional.
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Lecciones de Derecho Civil I Personas 581 593 1

La colocación familiar es una medida de protección temporal para niños y adolescentes que carecen de guardadores naturales, regulada por la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Su objetivo es proporcionar un ambiente familiar adecuado mientras se busca reintegrar al menor a su familia de origen o establecer un régimen de protección permanente. Existen dos modalidades de colocación: en familia, preferentemente con parientes, y en entidades de atención, que debe ser excepcional.
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Lección xvi

La colocación familiar*

«Entonces Jesús llama a un niñito, lo coloca en medio de los discípulos,


y dice: “Les aseguro que si no cambian y vuelven a ser como niños,
no podrán entrar al Reino de los Cielos”. El que se hace pequeño como este
niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos, y el que recibe
en mi Nombre a un niño como éste, a mí me recibe».
Mateo, 18.2.

SUMARIO: Introducción 16.1. La colocación familiar 16.2. Tipos de


colocación 16.3. Caracteres 16.4. Procedimiento 16.5. Condiciones
de los responsables de la colocación 16.6. Extinción. Conclusiones

Introducción

Otra modalidad de familia sustituta que es indispensable examinar para


comprender el modelo de protección de la infancia es la colocación fami-
liar. La misma posee una regulación específica en la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y se instituye con la finalidad
de proteger a los menores de edad no emancipados que carecen de hecho
o de derecho de guardadores naturales.

Como se observará, es una institución temporal de fácil constitución por


cuanto únicamente descansa en un guardador que detenta la responsabi-
lidad de crianza y la representación en algunos supuestos y que es vigilada

* Esta Lección es una versión de la publicada inicialmente como: «La colocación


familiar como medida de protección de los niños y adolescentes». En: Revista de
Derecho de la Defensa Pública. N.º 2. Caracas, 2016, pp. 303-314.
582 Edison Lucio Varela Cáceres

por el juez de protección, auxiliado este último por su equipo multidisci-


plinario y el programa de colocación.

Dos son sus modalidades: la colocación en familia y la colocación en en-


tidad de atención; esta última es excepcional por cuanto debe operar solo
en casos extraordinarios; lo normal debería ser que todo niño o adoles-
cente viva con un individuo de carne y hueso –preferentemente un fami-
liar– que le dispense el afecto, cuidado y la formación que en la temprana
edad requiere el niño o adolescente para su correcto desarrollo.

16.1. La colocación familiar

Esta figura es una medida de protección que representa una modalidad de


familia sustituta y persigue tutelar los derechos de los niños o adolescentes
que se encuentran, por razones de hecho o de derecho, privados temporal-
mente de los guardadores naturales. Su finalidad es proteger a la persona
garantizándole un ambiente familiar, mientras se logra restablecer o inte-
grar al menor de edad no emancipado a su familia de origen o constituir
un régimen de protección permanente.

Barrios la define como «una medida de protección aplicable en aque-


llos casos de niños o adolescentes privados temporalmente de su familia
de origen, y que solo puede ser dictada por un tribunal de protección del
niño y del adolescente. Constituye, por tanto, una de las modalidades de
familia sustituta prevista por la Ley Orgánica…». Entonces, la colocación
«tiene por objeto otorga la guarda de un niño o adolescente, de manera
temporal y mientras se establece una modalidad de protección perma-
nente para el mismo, ya sea porque se resuelve o aclara la situación de afec-
tación de sus padres respecto a ellos o porque resulta posible la apertura de
la tutela (…) o el otorgamiento de la adopción»1046.

1046
Barrios, Haydée: «Colocación familiar o en entidad de atención en la Ley Or-
gánica para la Protección del Niño y del Adolescente». En: Introducción a la Ley
Lecciones de Derecho Civil i Personas 583

Los individuos –o directivos del entes, a que se le asigna esta tarea–, se cons-
tituyen en responsables del niño o adolescente, poseyendo la responsabi-
lidad de crianza sobre el menor de edad; de allí que sus decisiones priven
sobre la de los progenitores excluidos de tal atributo de la patria potestad
(artículo 403 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Ado-
lescentes). Igualmente lo representarán en aquellos asuntos donde la ley o el
juez lo faculte expresamente (artículo 396). De lo indicado se observa que
los atributos de esta figura son más limitados que los que detentan los proge-
nitores en el ejercicio de la patria potestad o el tutor en el caso de la tutela1047.

En cuanto a su procedencia, el único presupuesto claro es que el menor de


edad no emancipado beneficiado debe encontrarse privado de progenitores
que ejerzan la patria potestad (artículos 394 y 396 de la Ley Orgánica), ello
puede ser por diversos motivos, verbi gratia: extinción, privación o sus-
pensión de la autoridad parental; privación de responsabilidad de crianza
(artículo 397.c)1048; vencimiento de la medida de abrigo (ar­tículos 396.a
y 397-C); imposibilidad de abrir o continuar la tutela (artículo 396.b, en
conexión con el artículo 397-C); o durante el período de prueba en la
adopción (artículos 424 y 493)1049.

Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. 2.ª, UCAB. María G.
Morais, coord. Caracas, 2000, pp. 297 y 305.
1047
Lo anterior es resaltado por Domínguez Guillén: ob. cit. (Manual de Derecho
Civil i…), 2011, p. 407, cuando señala que la colocación no está diseñada «para
contener el atributo de la administración, toda vez que en tal caso debería cumplirse
las formalidades correspondientes consideradas en la tutela».
1048
Señala Reyes Rebolledo, Rosa Isabel: «Regulaciones especiales en materia de
patria potestad, guarda, obligación alimentaría, visitas y colocación familiar». En:
Derecho de la Infancia y la Adolescencia. TSJ. Juan Rafael Perdomo, coord. Caracas,
2007, p. 77, «Es deber del juez prever al sentenciar con lugar la privación, la extinción
de la patria potestad o la afectación del ejercicio de la guarda, una familia que acoja
a ese niño, niña o adolescente, privado de su medio familiar natural».
1049
En palabras de Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), p. 298,
su finalidad es «proteger a aquellos niños y adolescentes privados de su familia
de origen y a los cuales no se les puede abrir la tutela ordinaria de menores, ni
concederse su adopción».
584 Edison Lucio Varela Cáceres

Domínguez Guillén ha sostenido que la colocación es «una figura nece-


sariamente subsidiaria de los regímenes tradicionales», enfatizando que es
«subsidiaria respecto de la tutela»1050. Sin embargo, se es de la opinión que
ello no es una regla absoluta y que serán las circunstancias de hecho las
que influirán en cuál familia sustituta sea la más conveniente, en concreto,
al niño o adolescente objeto de protección.

En todo caso, será el juez, apoyándose en el dictamen del equipo mul-


tidisciplinario (artículo 179-A.c, 394-A y 395.d, de la Ley Orgánica)1051
y escuchando la opinión del niño o adolescente, quien, según las circuns-
tancias del caso, decidirá la medida más oportuna como familia sustituta,
escogiendo entre la colocación, la tutela o la adopción. En tal sentido,
según comenta Villalobos Romero, el juez «para determinar la moda-
lidad de familia sustituta procedente en cada caso debe auxiliarse con el
equipo multidisciplinario y éste tiene el deber de emitir opinión»1052. Por
su parte, Barrios indica:

… deben ser oídos por el tribunal antes de decidir la modalidad de fa-


milia sustituta que convenga en cada caso, incorporándose los respectivos
informes en el expediente correspondiente, para así garantizar que todos
los aspectos importantes han sido tomados en cuenta y que el tribunal
estaba en debido conocimiento1053.

1050
Domínguez Guillén: ob. cit. (Ensayos sobre capacidad…), pp. 798 y 801.
1051
Vid. TSJ Resolución N.° 76, publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela N.° 5733 extraordinario, del 28-10-04. Véase texto de la referida re-
solución en: Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica para la Protección del Niño
y del Adolescente (última versión). Academia de Ciencias Política y Sociales. Irene de
Valera, coord. Caracas, 2007, pp. 175 y ss.
1052
Villalobos Romero, Gustavo A.: «La colocación familiar en la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Breves referencias teóricas,
principios y requisitos de procedencia». En: vi foro de Derecho de la Infancia y de la
Adolescencia. TSJ. Caracas, 2011, p. 59.
1053
Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), p. 303.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 585

Por otra parte, debe puntualizarse que la colocación familiar no es una fi-
gura creada enteramente por la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes de 1998, como el desprevenido pudiera pensar, ella
posee antecedentes en la Ley Tutelar de Menores (artículos 111 y ss.) y res-
ponde claramente al fracaso que en la práctica había representado la tutela
«ordinaria» y la denominada: «tutela del Estado». Por ello, la colocación
–o colocación familiar como preferimos llamarla– en sus dos modalidades
persigue constituirse en un modelo más efectivo de guarecer a la infancia
cuando ella está desprovista de guardadores naturales y, además, se ubica
en un punto medio entre la tutela y la adopción, o como una opción más
dinámica entre las distintas modalidades de familia sustituta.

Lo que sí es necesario subrayar es que, a través de la Ley Orgánica para


la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, se le da un nuevo cariz
a esta figura, que junto a los nuevos principios que sustentan el denomi-
nado «paradigma de la protección integral» crean un escenario óptimo
para que la misma ahora sí satisfaga su objetivo proteccionista.

16.2. Tipos de colocación

La colocación siempre es «familiar» por cuanto su fin último es crear, de


forma controlada, un régimen que represente un ambiente hogareño1054,
aunque en el mismo no participen los progenitores por encontrarse limi-
tados en el ejercicio efectivo de la patria potestad.

Lo anterior se logra a través de dos modelos jerarquizados: el primero, y por lo


tanto preferente, es la colocación en familiar propiamente dicha, donde la
responsabilidad de crianza descansa en una persona o pareja de cónyuges
o unidos estables de hecho, preferiblemente con vínculo de parentesco con

1054
Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), p. 311, comenta: «Estas
modalidades de familia sustituta (…) pretenden crear de la manera más fiel posible el
ambiente de una familia en la que pueda insertarse al niño o adolescente protegido».
586 Edison Lucio Varela Cáceres

el niño o adolescente1055, y subsidiariamente la colocación se puede eje-


cutar en «entidad de atención», esta última es un establecimiento público
o privado autorizado específicamente para ejecutar este tipo de medida.

16.3. Caracteres

Diversos caracteres dan cimiento a esta institución, a saber:

i. Su finalidad es ofrecer un ambiente familiar sustituto que permita el


desarrollo integral del niño o adolescente y lograr la integración o reinte-
gración con la familia de origen.
ii. Representa una medida de protección que únicamente puede dictar
el juez.
iii. La colocación en «familia» es preferente a la colocación en «entidad
de atención», la cual únicamente debe acordarse en casos excepcionales.
iv. Se debe privilegiar para conceder dicha responsabilidad a los parientes
del niño o adolescente.
v. Se debe buscar mantener al grupo de hermanos unidos bajo un mismo res-
ponsable (en concordancia con los artículos 183 y 412 de la Ley Orgánica).

16.4. Procedimiento

Como se indicó supra, la colocación es una medida que solamente puede


ser dictada por el tribunal de protección (artículos 129 y 160.b, de la Ley

1055
Ciertamente, los familiares más cercanos como abuelos, hermanos o tíos que, en
principio, son considerados como coadyuvantes de la familia de origen, cuando esta
no está operativa por no haber padre o madre que ejerzan la patria potestad, son los
primeros a ser llamados para integrar alguna de las formas de familia sustituta. Cfr.
Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), p. 302, los «parientes por
consanguinidad se constituirán, además, a los efectos legales en familia sustituta».
Lecciones de Derecho Civil i Personas 587

Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes) y repre-


senta un asunto de naturaleza contenciosa (artículo 177 parágrafo primera
literal h), que se sustancia bajo el procedimiento ordinario (artículo 452).

La medida puede ser dictada de forma autónoma dentro de un procedi-


miento donde se requiere la aplicación de una modalidad de familia sus-
tituta y, entre ellas, la medida de colocación. Por ejemplo, por remisión
del consejo de protección a raíz del vencimiento de la medida de abrigo
(artículo 397-C)1056.

Cabe destacar que el procedimiento ordinario posee algunas especifica-


ciones cuando se trata de colocación, como lo serían: i. Fijación de la au-
diencia preliminar por inviabilidad de la notificación; ii. se puede dictar
la colocación provisional como medida preventiva; iii. improcedencia de la
fase de mediación, tampoco opera la homologación de acuerdos extraju-
diciales; iv. la apelación únicamente tiene efectos devolutivos; v. carece de
recurso de casación; vi. tiene recurso de control de legalidad con efectos
devolutivos (artículos 457 parágrafo único, 466 parágrafo primero li-
teral e, 471, 519, 488, 489 y 490 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes).

También, puede dictarse la colocación como una medida preventiva en el


curso de un procedimiento que la justifique o como efecto de la sentencia
que resuelve otro asunto vinculado con las instituciones de familiares.
Así, pues, en los juicios de privación de patria potestad o responsabilidad
de crianza, que produzcan como consecuencia que el niño o adolescente
quede sin representante legal, deberá acordarse la colocación, salvo que se
ordene la apertura de la tutela (artículo 394-A del Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes).

1056
Sin embargo, como comenta Barrios, Haydée: «Colocación familiar y adopción.
Nuevo procedimiento en la LOPNA». En: Derecho de la Infancia y la Adolescencia.
TSJ. Juan Rafael Perdomo, coord. Caracas, 2007, p. 140, «el abrigo no tiene por
qué preceder obligatoriamente a una colocación familiar».
588 Edison Lucio Varela Cáceres

Igualmente, dentro del procedimiento de adopción durante la vigencia de


todo el «período de prueba» el niño o adolescente permanecerá con los fu-
turos adoptantes bajo medida de colocación familiar (artículo 424 de la
Ley Orgánica).

16.5. Condiciones de los responsables de la colocación

La regla general es que la colocación debe ser en «familia», ejecutada prin-


cipalmente por aquellos que posean vínculos de parentesco con el niño
o adolescente. La misma puede recaer en una sola persona o en pareja
si esta posee nexo matrimonial o están vinculados por unión estable de
hecho. Los anteriores detentan una responsabilidad que es «personal
e intransferible»1057, por tal motivo el juez deberá verificar que posean «las
condiciones que hagan posible la protección física del niño, niña o adoles-
cente, y su desarrollo moral, educativo y cultural», (artículo 399 de la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes).

La Ley regula una especie de delación voluntaria tácita o presunta de la


colocación familiar, y ella ocurre cuando el progenitor guardador entrega
el cuidado del hijo a una persona que es apta para desarrollar esta fun-
ción1058. En dicho supuesto se le dará preferencia para desempeñar la co-
locación familiar, siempre que el informe del equipo multidisciplinario
recomiende que tal proceder sea lo más ventajoso para los intereses del
niño o adolescente (artículo 400 de la Ley Orgánica)1059. En todo caso,

1057
Por ser una función personalísima se prohíbe cualquier vía de hecho que implique
ceder esta responsabilidad; únicamente lo puede efectuar el juez con conocimiento
de causa (artículo 404 de la Ley Orgánica).
1058
Domínguez Guillén: ob. cit. (Ensayos sobre capacidad…), p. 815, señala que esta
figura que denomina «delación paterna» se sustenta en «el afecto natural que ins-
piran a los progenitores», en consecuencia, «debe darle a la voluntad de éstos la
primera opción en la selección de quien cuidara a su hijo si ellos faltan».
1059
Cfr. Domínguez Guillén: ob. cit. (Manual de Derecho Civil i…), pp. 412 y 414.
Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), p. 314, afirma: «Tales
Lecciones de Derecho Civil i Personas 589

esta es una situación de hecho que, una vez verificada y acordada por el
juez, se regulariza, lo cual se subraya por cuanto la titularidad de la patria
potestad y sus atributos son de orden público y, por tanto, indelegables1060.

La persona a que se le asigna esta responsabilidad deberá estar inscrita


en un programa de colocación familiar, y si no lo está habrá de proceder
inmediatamente a su inscripción para ejecutar correctamente la medida
(artículo 401 de la Ley Orgánica)1061. Ciertamente, como comenta Villa-
lobos Romero, «es de suma importancia el cumplimiento del requisito
de inscripción en el programa de colocación familiar, para que la familia
sustituta tenga claro que esta medida es temporal y no se siga viendo –como
en la práctica ha ocurrido– esta medida como una forma fácil de acceder
a la adopción»1062.

El referido programa está diseñado para capacitar a las personas sobre las
responsabilidades que implica la medida; en especial, sobre el ambiente que
debe reinar en su ejecución, así como en las acciones que se pueden rea-
lizar para «lograr la integración o reintegración» del niño y adolescente con

situaciones conllevan a que se establezcan determinadas relaciones personales


entre el niño o adolescente cuya conservación puede convenir al interés superior
del niño (…) Sin embargo, lo importante a tener en cuenta aquí es que se trata de
una situación de hecho que debe ser evaluada por el tribunal, a los efectos de de-
terminar si esa persona es apta o no para ejercer la guarda del niño o adolescente».
1060
Así pues, debe tenerse presente que esta materia es de orden público y por ello la
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes regula una con-
travención administrativa mediante la cual se sanciona la entrega ilegal de un niño
o adolescente a un tercero, sin la debida intervención del juez (artículo 232).
1061
Sobre la excepcionalidad Martínez, Irma: «Análisis socio-jurídico del programa
colocación familiar en Venezuela». En: vi foro de Derecho de la Infancia y de la Ado-
lescencia. TSJ. Caracas, 2011, pp. 93 y 117, indica: «la no inscripción de las familias
en un registro de elegibles se ha convertido en una situación que ocurre común-
mente, es decir, que se repite en una gran mayoría de casos»; empero, debe ponde-
rarse lo siguiente: «En la práctica encontramos que existen muy pocos programas
de colocación familiar y los que existen en la mayoría de los casos funcionan como
un “preámbulo o camino seguro para la adopción”».
1062
Villalobos Romero: art. cit. («La colocación familiar…»), p. 68.
590 Edison Lucio Varela Cáceres

los progenitores –si fuere jurídicamente posible– o con la demás parentela


(artículos 26 parágrafo segundo, 397-D y 401-D de la Ley Orgánica).

Los programas de colocación familiar también efectúan evaluaciones de


la idoneidad, así como supervisiones del cumplimiento de la medida y se-
guimientos sobre el proceso de integración o reintegración del niño o ado-
lescente con los padres o con los demás integrantes de la familia, según el
caso. Cada tres meses deben remitir los resultados al juez de mediación
y sustanciación para que esté al tanto de su desarrollo y tome las medidas
necesarias. Debe tenerse en cuenta lo que apunta Martínez:

Estos insumos sirven de base para que los jueces tomen decisiones. Solo
se puede conocer la realidad de nuestros niños, niñas y adolescentes si
realizamos el seguimiento a las medidas a través de estudios técnicos,
que permitan tener una valoración biopsicosocial del caso1063.

Se destaca que las actividades de capacitación, supervisión y seguimiento


no están desarrolladas en función del parentesco que poseen las personas
investida de dicha responsabilidad, sino en el interés que su conducta se
despliegue siempre en beneficio del niño o adolescente protegido, en un
ambiente similar al que le ofrecerían los guardadores naturales y en todo
momento bajo la óptica de perseguir la integración1064. Dichos objetivos
demanda continua formación y vigilancia; y, por lo tanto, se reitera son
independientes a que la persona investida de la función de protección sea
pariente o no del niño o adolescente.

1063
Martínez: art. cit. («Análisis socio-jurídico…»), p. 117.
1064
Contraria a la anterior posición se expresa Domínguez Guillén: ob. cit. (Ensayos
sobre capacidad…), p. 819, quien sostiene: que los «abuelos no debería estar some-
tidos a las formalidades de la colocación», como lo son la capacitación, supervisión
y registro. Se reitera que se es de la opinión que todos deberían estar sometidos
a estas formalidades, ya que el vínculo familiar no es garantía de que se va a cum-
plir el rol encomendado de acuerdo con los objetivos que plantea la institución, que
son reintegrar al niño o adolescente con los padres, si es posible, o integrarlo con
los demás familiares.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 591

Recuérdese que la colocación es una medida temporal y su objetivo es


devolver al menor de edad al régimen de protección más garantista que
es la patria potestad, ya sea que la recuperen los progenitores biológicos
o se proceda a la adopción; de allí que también se remita la información
a la oficina estadales de adopciones del Consejo Nacional de Derechos de
Niños, Niñas y Adolescentes (artículos 401-B, 493-D, en conexión con el
artículo 131 de la Ley Orgánica)1065.

Cuando la colocación deba ejecutarse en entidad de atención, el referido


organismo deberá estar registrado para ejecutar medidas de colocación
e inscribir el respectivo programa ante el consejo municipal de derechos
de niños, niñas y adolescentes.

El juez escogerá a la entidad según la que sea más apropiada a las características
y condiciones del niño o adolescente. El responsable de la entidad de atención
ejercerá la responsabilidad de crianza y la representación (ar­tículo 398 de
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes)1066; en
cuanto a la administración de los bienes, el juez deberá autorizar lo perti-
nente en cada caso. Los objetivos de ofrecer un ambiente familiar y per-
seguir la integración o reintegración con la familia de origen, así como las
supervisiones y seguimientos indicados para la colocación en familia, son
aplicables, mutatis mutandis, a la colocación en entidad de atención.

1065
Barrios, Haydée: «Patria potestad, obligación de manutención y colocación fa-
miliar y en entidad de atención en la Ley Orgánica para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes, del 10 de diciembre de 2007». En: ix jornadas de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente: La reforma. UCAB. María
G. Morais, coord. Caracas, 2008, p. 238, comenta: «son las oficinas estadales
de adopción las que deben recibir los informes de seguimiento de los responsa-
bles de los programas de colocación familiar, a objeto de que puedan determinar,
con prontitud, los niños, niñas y adolescentes susceptibles de ser reintegrados a su
medio familiar o adoptados».
1066
Barrios: art. cit. («Colocación familiar o en entidad…»), pp. 305-306, «en el caso
de la colocación en entidad de atención esta siempre conllevará la atribución de
ambas facultades».
592 Edison Lucio Varela Cáceres

16.6. Extinción

La medida de colocación siempre es temporal; por tanto, cesa por mayo-


ridad, emancipación, muerte o revocatoria. Esta última puede proceder en
razón de que los progenitores recuperen la patria potestad o responsabi-
lidad de crianza, también cuando se abra la tutela o se decrete la adopción
(artículo 405 de la Ley Orgánica). Igualmente, puede fenecer para el
responsable a través de su voluntad1067.

Conclusiones

Como se pudo visualizar, en esta breve sinopsis, la colocación es una fi-


gura dinámica que rompe con el formalismo que tradicionalmente posee
la tutela. Su finalidad esencial es la persona del protegido y, por ello, con-
cede como atributos la responsabilidad de crianza y la representación para
algunos supuestos. Lo que implica que para realizar actividades que invo-
lucren los atributos que no se posean, ya sea la representación en el caso
de la colocación en familia o la administración de los bienes para ambas
modalidades, se deberá tramitar autorización por los que detente la res-
ponsabilidad de crianza ante el tribunal de protección, salvo que por su
naturaleza y necesidad se requiera la constitución de la tutela.

La misma descansa en premisas cardinales, como lo son: crear un ambiente


familiar, ser una medida de protección judicial, la colocación en «familia»
es preferente, reposa primordialmente en los parientes y persigue mantener
unidos a los hermanos.

Es fundamental, como se indicó, que los que detenten la responsabilidad que


implica una colocación se encuentren formados, supervisados y vigilados,

1067
Ibíd., p. 306, apunta que también puede terminar la colocación «por voluntad de
la persona a la que se le concedió, en caso que esta no pueda o no quiera continuar
ejerciéndola, de todo lo cual debe informar al juez que dictó la medida».
Lecciones de Derecho Civil i Personas 593

a los fines que cumplan con el compromiso de promover la integración o re-


integración del protegido con sus progenitores y demás parentela. Por lo an-
terior, es indispensable contar con el «programa» ya que el mismo debería
estar diseñado para dotar a los participantes de las herramientas necesarias
para alcanzar ese proceso de integración del niño o adolescente en la medida
de lo posible con sus padres y demás familiares.

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