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Tema 5

El documento aborda los inicios de la literatura cristiana latina, destacando el papel del latín cristiano en la difusión de textos religiosos tras la conquista romana de Grecia. Se centra en figuras clave como Tertuliano y Cipriano de Cartago, quienes influyeron en la teología y la organización de la Iglesia en el contexto de las persecuciones romanas. Sus obras reflejan la evolución del pensamiento cristiano y la lucha por la unidad y la ortodoxia en la comunidad cristiana primitiva.
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Tema 5

El documento aborda los inicios de la literatura cristiana latina, destacando el papel del latín cristiano en la difusión de textos religiosos tras la conquista romana de Grecia. Se centra en figuras clave como Tertuliano y Cipriano de Cartago, quienes influyeron en la teología y la organización de la Iglesia en el contexto de las persecuciones romanas. Sus obras reflejan la evolución del pensamiento cristiano y la lucha por la unidad y la ortodoxia en la comunidad cristiana primitiva.
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TEMA 5. LOS COMIENZOS DE LA LITERATURA


CRISTIANA LATINA.
INTRODUCCIÓN: EL LATÍN CRISTIANO.
Tras la conquista de Grecia por los romanos (147 a.C.) el griego se había convertido en la
lengua común de todo el imperio. Por eso los textos litúrgicos y primeros escritos cristianos
fueron en este idioma. No obstante, el latín era la lengua oficial, literaria y vulgar en
Occidente. En el norte de África no llegó a usarse el griego. Debido al éxito misionero del s. II,
el ‘latín cristiano’ fue extendiéndose por las capas sociales más sencillas a partir de la
traducción de la Biblia, predicaciones y oraciones litúrgicas. El primer texto conocido
corresponde a las Acta Scillitanorum (180). Poco después, a partir de 197, escribirá Tertuliano.
Como ocurrió con el griego de la koiné, el ‘latín cristiano’ no era el latín clásico, sino una
lengua especial con importante influjo del lenguaje vulgar1.
Es muy probable que en la segunda mitad del s. II ya existieran traducciones en latín del NT.
Poco después se tradujo la Septuaginta, no del hebreo sino de griego. Hasta llegar a la Vulgata,
son numerosas las traducciones de las que hay constancia. No obstante, de ellas tan sólo se
recogen fragmentos. En el s. IV se impuso la Vulgata de Jerónimo. A todas las anteriores se las
conoce con el nombre genérico de Itala2.
1. Tertuliano.
1.1. Vida.
Nació en Cartago de padres paganos el año 160. Su padre era oficial del ejército romano, lo
que permitía a la familia vivir desahogadamente. Dio una sólida formación a su hijo, tal y
como aparece por sus obras de retórica, jurisprudencia y su dominio del griego. No sabemos
cuándo se convirtió al cristianismo, pero a partir del 207 muestra sus simpatías hacia el
rigorismo de Montano. En el 213 rompió totalmente con la Iglesia católica, a la que acusaba de
laxismo, sobre todo en la penitencia. Después del 220 se pierde su rastro. Se supone que murió
en Cartago, ya que tan sólo se conoce un pequeño viaje de juventud a Roma. Jerónimo insiste
en que vivió ‘ad decrepitam aetatem’, es decir, al menos 63 años. Su obra es fundamental no
sólo desde el punto de vista teológico-eclesiológico, sino cultural y sociológico del Norte de
Africa3. Influyó notablemente en Cipriano, quien le consideró maestro.

1
Algunos ámbitos de este cambio: a) lexicográfico: formación de nuevas palabras desde palabras extranjeras (Halleluia,
Amen), añadidura según la lengua vulgar (devoratio, glorificare), palabras vulgares (maducare en lugar de edere), palabras del
traducidas del griego (prototokos por primogénito), nuevos campos semánticos: sarks=carne, caro, carnales). B) Semántico:
Ampliación o reducción hasta términos técnicos: caritas=acción cristiana, figura o modelo veterotestamentario de nuevo, c)
Sintáctico: Nuevas construcciones de frases o verbos según la sintaxis hebrea o con nuevos significados ( operari
virtutes=hacer milagros), cambio de construcciones antes obligatorias (frases subordinadas con quia, quod, quoniam, ahora
con infinitivo en lugar de acusativo).
2
El Instituto Vetus-Latina de Beuron, bajo la dirección de Bonifatius Fischer edita desde 1951 los fragmentos de la Biblia
Vetus-Latina. Esta versión fue la utilizada por Agustín.
3
El la segunda mitad del s. XX ha habido tres temas que han entusiasmado a los expertos en Tertuliano: 1. La relación de
Tertuliano con la sociedad y la cultura romana que le rodeaba. Su postura de oposición a la mezcla Cristianismo- civitas
romana responde al mismo sentir de la cultura norteafricana y su intento de mantener las tradiciones. 2. Relación de Tertuliano
con la filosofía a la que desprecia, a la vez que se aprovecha de ella para desarrollar sus conceptos teológicos. 3. Importancia
de su aportación al latín cristiano. Es el fundador del latín de la teología cristiana.
2

1.2. Obra.
 Ad naciones (A los paganos) y Apologeticum (Apologetico): Datan del 197 y
muestran al Tertuliano experto en Derecho. En Ad naciones desenmascara el proceder
de las autoridades romanas contra los cristianos con la famosa acusación ‘nomen
christianum’. En el Libro II contraataca ridiculizando los mitos y la bajeza moral de los
dioses imperiales. Ellos jamás podrán hacer grande a Roma y no darles culto no supone
ningún perjuicio. Apologeticum4 retoma el tema dirigiéndose al procónsul de Cartago y
a los gobernadores del Norte de África. La persecución de los cristianos responde al
odio y desconocimiento. A pesar de todo, mantienen un comportamiento leal al Estado.
El único que merece veneración es el Dios bíblico, más antiguo que la sabiduría de los
filósofos. La sabiduría cristiana procede directamente de Dios.
 De anima5: El Fedón platónico marcó la antropología durante siglos. Esta composición
de Tertuliano en el 203 es un ejercicio crítico a este influjo. Está dividida en tres partes:
- Introducción (cap. 1-3): Crítica al Fedón y a la filosofía platónica a partir de Gn 2,7
- Parte I (cap. 4-21): Partes del alma6La división del alma (racional-irracional) no
corresponde a la Creación (sólo racional), sino al pecado. Las diferencias entre
pueblos e individuos dependen del entorno cultural y de la educación.
- Parte II (c. 22-41): Rechaza la preexistencia del alma y la anamnesis platónica, así
como su nacimiento después del primer aliento frío (estoicos). El alma comienza a
existir con el cuerpo en la procreación. El pudor y la propensión al mal derivan del
pecado original.
- Parte III (cap. 42-58): Analiza el fin del alma. El sueño es el ‘hermano de la
muerte’, pero también el símbolo de la resurrección. Los sueños son ejemplo de la
incesante actividad del alma. Salvo las almas de los mártires, que pasan
directamente al Paraíso, el resto espera bajo tierra a la resurrección. Rechaza la
creencia de que las almas de los no enterrados, de los suicidas y de los asesinados
deben vagar sin descanso por la tierra.
 De praescriptione haereticorum (La prescripción de los herejes): Obra escrita poco
antes del 207. Es la apología más singular y única en su género: Tertuliano traslada a la
disputa entre ortodoxia y herejía una formalidad del derecho procesal civil romano (la
praescriptio). Las partes litigantes (pro reo – pro actore) pueden expresar sus
objeciones al juicio antes de su celebración. En este caso ambas partes deben
fundamentar su objeción desde la tradición de la Iglesia y la Escritura. A parte de esta
asimilación el cartaginés trata de responder a dos cuestiones: ¿Qué es herejía y de
dónde nace?¿Por qué se dan y tienen éxito? La herejía (de =elección) nace
de la filosofía (Col 2, 8) y de la búsqueda exacerbada de la verdad. Escoge sólo las
partes agradables de la totalidad de la verdad. La fe es una confirmación.
 Adversus Marcionem: Es la herejía más peligrosa para Tertuliano. Le dedica cinco
libros. Comenzó en 207/8 y realizó tres versiones corregidas y aumentadas.

4
Esta obra apologética ofrece la mejor respuesta sistemática a todas las acusaciones jurídicas contra el ‘nomen christianum’.
Curiosamente han llegado dos versiones hasta nosotros y no precisamente por un error de copia, sino por una probable
reelaboración del propio Tertuliano. Publicada en BP 38.
5
El rigor científico de esta obra la convierte en el primer tratado de psicología cristiana. Hay un importante influjo de Sobre el
alma, del médico Sorano (inicios del s. II). Tertuliano lo menciona explícitamente en repetidas ocasiones.
6
Esta idea corresponde al fundador del Estoicismo, Zenón de Elea.
3

 Adversus Praxeam: Práxeas fue el introductor del monarquianismo asiático 7. Parte de


dos simples argumentos:
- Para los simples: comparar la unidad y Trinidad con el Emperador y sus hijos
coregentes.
- Para los cultos: Desde Ex 33,20 nadie puede ver a Dios y quedar vivo. El Dios visible
no puede ser el Padre.
* Lectura: Apéndice 5/1, Tertuliano Para leer y discutir en clase: De Anima, 27.
2. Cipriano de Cartago.
2.1. Vida y contexto socio-político y eclesiástico.
Nació en una familia acomodada a principios del s. III. Recibió una formación esmerada y
llegó a ser un orador de éxito. Es probable que formara parte de la nobleza senatorial, lo que
explicaría el apoyo de notables amigos en los momentos de persecución. Influido por el
sacerdote Ceciliano, se convirtió al cristianismo en el año 246, repartió su fortuna a los pobres
de la comunidad y abandonó la profesión que había ejercido hasta entonces. Fue ordenado
sacerdote e, inmeditamente, obispo el 248/9. Cinco sacerdotes se opusieron notablemente. El
otoño del 249, ante el progresivo deterioro del Imperio, Decio mandó a sus súbditos sacrificar
víctimas a los dioses (supplicatio) para aplacar su ira y certificar la participación extendiendo
un libellus8. La negativa a sacrificar suponía la prisión, confiscación de bienes, torturas, exilio
e, incluso, la muerte. Muchos cristianos se vieron obligados a aparentar un sacrificio 9, otros,
como el caso de Cipriano, huyeron o, por medio de influencias, obtuvieron el libellus. Cipriano
no temía tanto por su vida, pero si por la orfandad de su comunidad, a la que se dirigió con sus
cartas. Muchos cristianos le criticaron, especialmente de la comunidad de Roma. Le
reprochaban no estar en consonancia con el anhelo del martirio del cristiano primitivo 10. La
persecución aflojó en el 250 y fue entonces cuando afloraron los problemas eclesiológicos y
pastorales. La mayoría de los cristianos que había sacrificado se arrepintió de su apostasía y
pidió el regreso a la Iglesia. Una parte fue readmitida gracias al ejemplo vicario de los
‘confessores’. Los lapsi eran admitidos con el previo arrepentimiento y la penitencia. Ante la
disparidad de opiniones entre rigoristas y laxistas, Cipriano pidió un pronunciamiento de toda
la Iglesia y así sucedió en el Sínodo de Cartago de 251. Fueron admitidos todos, pero después
del arrepentimiento y un tiempo de penitencia. Como llegaron nuevas persecuciones en el 253,
varios partidos laxistas (diácono Felicísimo y antiobispo Fortunato) y rigoristas (antiobispo
Máximo) manifestaron su desaprobación.
La evolución teológica en Roma siguió el mismo camino, no así la política eclesiástica. Tras la
elección de Cornelio como Papa (251) un sínodo romano fijó la misma normativa de Cartago.
Novaciano, que había elogiado a Cipriano por una admisión no indiscriminada, se
autoproclamó obispo rigorista y provocó un cisma en toda la Iglesia.
7
Mezcla monarquianismo y modalismo en la forma de Noeto: unidad divina y apariencia de Trinidad. Elaboró una fórmula
curiosa: Videmus duplicem statum, non confusum sed coniuntum in una persona, deum et hominem Iesum.
8
Se han conservado muchos de ellos. Solían comenzar con la dirección de la comisión sacrificial a la que se pedía el
certificado, con la indicación precisa del lugar. Venía, a continuación, el nombre del solicitante, siguiendo la forma oficial de
las actas, con el nombre del padre y de la madre, lugar de nacimiento y de residencia, edad y descripción de la persona. Luego,
aseverando haber venerado siempre a los dioses, se solicitaba a la comisión el certificado. Era firmado por el solicitante y la
comisión sacrificial. Concluía con la fecha.
9
Había varias modalidades: holocausto (sacrificati), incienso (thurificati).
10
Recogido en el famoso escrito de Tertuliano De fuga in persecutione.
4

Durante el pontificado de Esteban (254-256) se produjeron serias divergencias entre él y


Cipriano a propósito de la validez del bautismo administrado por heréticos y cismáticos.
Esteban insistía que el bautismo depende sólo de la administración correcta y de la recta
intención del que bautiza11. Cipriano, siguiendo a Tertuliano, insistía que fuera de la Iglesia no
actúa el espíritu y es necesario re-bautizar. El debate no se cerró, pero no se rompió la
comunión porque murieron ambos: Esteban (257) y Cipriano (14.9.258), durante la
persecución de Valeriano.
2.2. Obra.
Es importante situarla en el contexto anterior y atender, incluso, al año en que se escribe.
 De lapsis (Sobre los apóstatas) (a. 251, tras su vuelta a Cartago): Fue leída
públicamente a la comunidad de Cartago ante el sínodo y aceptada como fundamento
en el proceder de la iglesia africana. Se envió una copia a los confesores de Roma para
corroborarlos en su apoyo a Cornelio.
- Introducción (cap.1-3): Agradecimiento a Dios por su perseverancia en la
persecución.
- Parte Principal (cap. 4-28): Contraste entre el comportamiento recto y el de los
lapsi. La persecución es una prueba de fe (4-7), pero muchos no han escapado por
miedo a perder lo que tienen. Frente a los lapsi: a) actuar con severidad contra los
que claudicaron de inmediato, no contra los que lo hicieron tras la tortura (13-17);
b) tampoco los confesores pueden readmitir a la ligera a los pecadores (18-20); c) la
readmisión injustificada acarrea castigo de Dios (21-26); d) también los libellatici
han pecado, por lo que deben hacer penitencia (27-28).
- Conclusión (cap. 29-36): Expone las penitencias, exhorta a la conversión y promete
la gracia de Dios a los arrepentidos.
 De Ecclesia unitate (La unidad de la Iglesia): Ofrece una eclesiología de la unidad en
un momento de tensión entre Roma y Cartago.
- Cap. 1-3: Advertencia contra la seducción de Satanás. Permanecer en la fe
vigilante.
- Cap. 4-912: El criterio de la verdadera Iglesia es permanecer en la comunión con
Roma. Los obispos deben tomar partido en ello porque su autoridad deriva de
Cristo y cada uno es responsable de su porción de Iglesia. Imágenes de la unidad:
esposa y túnica inconsútil.
- Cap. 10-14: Las herejías y cismas nacen de la discordia. En ellas no hay bautismo
ni eucaristía ni martirio ni consumación escatológica válida.
- Cap. 15-22: La propagación de los cismas suscita nuevos sacerdotes nombrados por
ellas.
- Cap. 23-27: Exhortación a la unidad primitiva y a observar los Mandamientos y
esperar.
11
Es la doctrina del ‘ex opere operato’ que será oficial después.
12
Del famoso cap. 4 se han conservado dos versiones diferentes. En la primera Cipriano habla expresamente del Primado del
Obispo de Roma. En la segunda, texto algo más extenso, debilita esta teología y habla de Pedro como el origen de la unidad.
Hasta hoy no se ha logrado una valoración consensuada de ambas versiones. M. Bénevot sostiene que se trata de dos versiones
auténticas provenientes de Cipriano. El texto del primado fue redactado en el año 251. Roma lo utilizó después contra el
propio Cipriano y este lo modificó años más tarde.
5

 Cartas: El Corpus ciprianense está compuesto por 81 cartas: 59 de su mano; 6 son


cartas sinodales redactadas por él; 16 dirigidas a él. Todas corresponden a los años de
episcopado.
2.3. Teología: Claves eclesiológicas.
 Las metáforas de las Iglesia revelan una eclesiología muy rica:
- Madre: Engendra hijos en el bautismo. La jerarquía, especialmente el obispo, es el asegura
la recta fe y la unidad.
- Esposa: Sólo subsiste unida a Cristo (Esposo), quien garantiza la unidad desde la raíz.
- Cuerpo: La Iglesia sólo es constituida como cuerpo unido en la eucaristía. En ella es el
Cuerpo del Señor el que se hace presente. Este cuerpo es todo el pueblo, que queda bajo la
dirección del obispo y no debe dejarse llevar por el cisma.
 La unidad de la Iglesia tiene su fundamento último en la unidad de las tres personas
divinas. La Iglesia, en su misma estructura, significa la acción divina que la unifica.
 Teología del episcopado: todas las iglesias están fundadas ‘super episcopos’, es decir,
‘super Petrum’. De ahí su insistencia en un episcopado monárquico, iniciado en Pedro
y trasmitido por sucesión. Cristo igualó a todos los obispos (Jn 20,23), pero en Pedro
sigue vivo el signo de la unidad originaria (De unitate 4).
 La colegialidad de los obispos (iglesias locales) expresa y hace la unidad de la Iglesia.
 Su concepción del ‘Primado’ no se identifica exactamente con el sentido actual. Todas
las iglesias están fundadas ‘super Petrum’. La Iglesia de Roma es principal, matriz y
raíz porque Cristo hizo a Pedro el origen de la unidad y el signo de este origen. Por
tanto, la unión con Roma es signo necesario de la unidad originaria.
3. Novaciano.
Probablemente nació en Roma, donde llegó a desempeñar un gran papel en la comunidad
cristiana. Fue bautizado cuando estaba gravemente enfermo, sin recibir la confirmación. Por
este motivo el pueblo romano se opuso a que el obispo Fabiano lo ordenara sacerdote. Persona
de una gran formación y vida eremítica hasta la persecución de Decio. En el 250, tras la muerte
de Fabiano, comenzó a dirigir la comunidad romana. Realizó un intercambio epistolar con
Cartago de Roma a mediados del s. III. En ellas apoya la postura de Cipriano contra los lapsi.
En el 251 esperaba ser elegido Papa, pero el nombramiento recayó en Cornelio, quien adoptó
la postura suave de Cipriano. Tras la persecución se convirtió en cabecilla de los rigoristas y se
hizo nombrar obispo y ‘antipapa’. Defendía una iglesia de santos, en la que si uno pecaba
gravemente después del bautismo debía abandonarla. Murió mártir en la persecución de
Valeriano, al no ser elegido Papa.
4. Lactancio.
Es el último Padre de la Iglesia latino que vivió el martirio. Se le conoció más tarde por su
estilo como ‘el cicerón cristiano’. Nació en África, donde se instruyó con Arnobio y ejerció
como maestro de retórica. El emperador Diocleciano lo llamó (a. 290/300) para que diera
clases de retórica latina en su nueva residencia en Nicomedia de Bitinia. Es posible que
enseñara al futuro Constantino el Grande. Este lo llamó a Trèveris (Galia) como tutor de su
hijo mayor Crispo. Antes del 304 tuvo lugar su conversión. Entonces empieza su producción
literaria: en 303-304 la apología De opificio Dei (Sobre la obra de Dios); en 304-311 su gran
6

obra Divinae institutiones (Las instituciones divinas). Después de la persecución y ya en


Trèveris, De mortibus persecutorum (Sobre la muerte de los persecutores) y la apología De
ira Dei, así como un resumen de las Institiones conocida como Epitome. En esta segunda
edición debían aparecer discursos de dedicatoria al Emperador, que ya reinaba en solitario. Al
no completar la obra se presupone que murió en torno al 325.
5. Excursus. El género epistolar cristiano.
La literatura cristiana comienza con las cartas de san Pablo. Por un lado, como verdaderas
cartas, no están orientadas a la difusión general, sino a salvar la distancia espacial entre
comunidades. Por otro se dirigen a la opinión pública (toda la comunidad en general). A este
grupo de cartas pertenecen también: Primera Carta de Clemente, Cartas de Ignacio y Policarpo.
Junto a este tipo de cartas florecieron las pseudónimas atribuidas a alguno de los Apóstoles. De
la restante producción epistolar hasta el s. III no nos han llegado demasiados. Algunos casos
aislados de Orígenes, de Dionio, obispo de Corinto o Dionisio de Alejandría. El caso de
Cipriano es excepcional. En él encontramos todo un corpus epistolar con los géneros de cartas
más diversos: privadas, privadas literarias, publicistas, doctrinales, teológicas, pastorales. Este
tipo de corpus epistolar será frecuente en el s. IV en los Capadocios, Jerónimo, Ambrosio,
Agustín, Juan Crisóstomo y Cirilo de Alejandría. También encontramos cartas poéticas, como
ocurre en Paulino de Nola.
Otros tipos de cartas:
 Sinodales: Comunicación de las decisiones de los Sínodos a las Iglesias no
representadas. Es una manera de expresar la comunión.
 De Comunión: Notificación de una toma de postura para pedir aprobación del ‘nuevo
credo’.
 De la fiesta de Pascua: Nacen en el s. III ante la necesidad de calcular la fiesta de
Pascua independientemente de la Pascua judía (Ej. Atanasio).
 Papales: decretos oficiales sobre cuestiones de vida eclesiástica. Inicialmente
conservaron el estilo fraterno y edificante de la carta privada. Después imitaron el
estilo del magisterio civil. Crearon los géneros responsum y decretale (papas Siricio
(384-399), Inocencio (402-412) y Zósimo (417-418).

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