Unidad 2 - Problematicas Del Conocimiento Cientifico
Unidad 2 - Problematicas Del Conocimiento Cientifico
CAMPOS DISCIPLINARES
Punto 1
CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS
Ciencias formales
Las ciencias formales se caracterizan por no ser empíricas, es decir, porque no hacen referencia a ningún dominio específico
de la realidad. Los enunciados de las ciencias formales son analíticos, en cualquiera de sus tipos: aquellos cuya verdad o
falsedad no depende de su correspondencia con la realidad sino de los componentes internos de los enunciados.
Respecto de la naturaleza de las ciencias formales se han sostenido distintas posturas. Una de ellas afirma que se trata de un
conocimiento relativo a entes ideales. Las ciencias formales conocen otro tipo de objetos, que no son temporales ni
espaciales.
Las ciencias formales se apoyan en la deducción como método de estudio, y sus enunciados se componen de sistemas o
relaciones de signos que permiten demostrar o probar de manera deductiva y no empírica su contenido, de allí que se les
considere como autosuficientes.
Por tanto, su información se valida a través de estructuras abstractas que permiten la organización y análisis racional del
contenido para obtener una verdad lógica, es decir, se toman en cuenta todas las posibilidades en las que se puede
combinar un hecho o forma preestablecido.
Lógica.
Matemática.
Estadística.
Computación.
Ciencias fácticas
Las ciencias fácticas o ciencias empíricas tienen como finalidad estudiar, entender y describir un fenómeno natural o hecho
real, que sea observable y medible en un tiempo y espacio específico. Las ciencias fácticas se valen de los enunciados que
exponen procesos de trabajo o investigación, por tanto, su desarrollo es empírico, es decir, conlleva un método práctico o
experimental para validar o no una hipótesis. Por tanto, estas ciencias permiten la verificación de datos o contenidos, incluso,
la representación de algunos hechos o fenómenos.
Ciencias naturales
Las ciencias naturales son aquellas que estudian la naturaleza y sus fenómenos. En estas ciencias se aplica el método
científico para llevar a cabo diversos estudios, en los que se toman en cuenta tanto los aspectos más generales como los más
específicos en torno a la naturaleza y los seres vivos en general.
De esta manera se pueden formular hipótesis y deducir consecuencias que deben ser comprobadas a través de pruebas
experimentales para probar si son válidas o no. De allí que sea de gran importancia llevar a cabo observaciones y
experimentos que permitan describir, exponer, explicar, verificar y predecir fenómenos o hechos que pueden ser simples o
complejos.
A partir de las ciencias naturales se pueden establecer y aplicar leyes y principios básicos, de causa y efecto, que expongan
cómo se deben llevar a cabo los estudios en torno a ciertos objetivos de estudio.
Ciencias físicas. Estudia el contexto inorgánico, como la Química, la Física y la Astronomía.
Ciencias biológicas. Estudia la vida y sus organismos, como la Botánica, la Zoología, la Ecología y la Genética.
Ciencias de la Tierra. Estudia los fenómenos de la Tierra y sus capas, como la Geología, la Oceanografía, la
Meteorología y la Paleontología.
Ciencias sociales
Las ciencias sociales o ciencias humanas o ciencias del espíritu o ciencias del hombre son aquellas que se centran en el
estudio del comportamiento humano, así como en los diversos procesos culturales y sociales que se han desarrollado a lo
largo de la historia de la humanidad.
Estas ciencias estudian a las personas como entes individuales y sociales tomando en cuenta sus conductas ante diversas
situaciones, sus valores, sistemas de creencias o cultos practicados, posturas políticas, actividades económicas, los tipos de
organización a los que pertenecen, entre otros.
Asimismo, en las ciencias sociales también se toman en cuenta las manifestaciones culturales, materiales e inmateriales, como
parte de las expresiones culturales e identidad cultural de los individuos.
La práctica y estudio de estas ciencias conlleva al análisis, descripción y comprensión de diversas acciones de carácter
individual y social que implican una reflexión ética y moral sobre las conductas y acciones que las personas toman ante
ciertas circunstancias.
Sociología. Trata de entender y explicar las interacciones del individuo en una sociedad y de los procesos sociales
globales.
Antropología. Analiza, estudia y describe el pasado y el presente de la humanidad.
Psicología. Estudia lo relacionado con los comportamientos y la mente del ser humano.
Economía. Estudia como cubrir las necesidades materiales con criterio de escasez.
Ciencias Políticas. Se encarga de estudiar los órganos del poder, su desarrollo y evolución.
Hay una gran controversia alrededor de las ciencias sociales y se la puede resumir en tres posiciones:
1. Se las niega como ciencia. Esto proviene del ideal de la unificación del conocimiento por el método de las ciencias
naturales.
2. Se las acepta como ciencia, pero se les exige que adecuen su método al de las ciencias naturales.
3. Se las acepta como ciencia teniendo en cuenta su problemática específica o no se entra en la discusión.
Punto 2
MÉTODO Y CONOCIMIENTO EN CIENCIAS SOCIALES
El uso del método inductivo en ciencias sociales
El método inductivo puede ser un instrumento para obtener hipótesis y conjeturas, pero también para la verificación o prueba
de los enunciados científicos.
Para el pensamiento inductivista la experiencia, lo observable, es el único lugar seguro donde podemos captar la realidad. Si
partimos de la experiencia generalizando lo que en ella observamos a toda la realidad, vamos a poder construir el conocimiento
científico. Claro que el método inductivo no puede construir conocimiento para lo que está más allá de la observación, de la
experiencia.
La inducción consiste en inferir, de un número finito de casos observados de un fenómeno, lo que ocurre en todos los casos de
una cierta clase que se parecen de alguna manera a los casos observados (Mill).
En el campo de las ciencias sociales se aplican frecuentemente procedimientos inductivos. La inducción por enumeración
simple (o inducción típica) muy frecuente y útil en la investigación no permite distinguir ejemplos confirmatorios de genuinas
leyes causales, de meros accidentes o coincidentes. Por otra parte, por este procedimiento solo buscaríamos ejemplos
confirmatorios y tenderíamos a ignorar cualquier ejemplo negativo.
John Stuart Mill formuló un conjunto de procedimientos denominados “métodos de Mill” que si bien observan los rasgos
inductivos básicos tienen un esquema tal que permite la eliminación de las posibles causas de un fenómeno y no la mera
enumeración superando así uno de los problemas que acabamos de señalar.
En el método de la concordancia se eliminan como causas posibles de un fenómeno todas aquellas circunstancias en cuya
ausencia el fenómeno igualmente se produce y luego inferimos que las restantes circunstancias eran la causa. El carácter
esencial de este método es eliminatorio. Mill enuncia este método de la siguiente forma: un fenómeno que varía de cualquier
manera, siempre que otro fenómeno varía de la misma manera es, o una causa, o un efecto de este fenómeno, o está
conectado con él por algún hecho de causalidad.
El método de las variaciones concomitantes es frecuentemente utilizado en las ciencias sociales. Utiliza nuestra capacidad
para observar cambios en la medida en que las circunstancias y los fenómenos están presentes y admite como prueba de la
presencia de leyes causales una cantidad mucho mayor de datos.
El método inductivo tiene dificultades casi insalvables para acceder al nivel teórico, pues los enunciados de este nivel no se
refieren a observables. Además, la inferencia inductiva no está garantizada por la lógica, pues su forma puede llevar de
premisas verdaderas a conclusiones falsas.
El método hipotético deductivo en ciencias sociales: un ejemplo histórico de investigación social
Las ciencias sociales también utilizan el método hipotético deductivo en los procesos de justificación de sus enunciados.
El método hipotético-deductivo consiste en tratar de contrastar hipótesis mediante consecuencias observacionales y de esa
manera puede establecer concluyentemente la falsedad de una proposición, pero no su verdad. Las teorías se irán
contrastando mediante sus consecuencias empíricas, y se mantendrán en tanto sean corroboradas, o se descartaran sin son
refutadas por la falsedad de algunas de sus consecuencias.
El método hipotético-deductivo tiene la siguiente estructura:
Hipótesis fundamentales o de partida que pretenden responder a un problema.
Hipótesis derivadas, deducidas -correctamente- de las anteriores, se concluyen lógicamente de ellas.
Consecuencias observacionales, enunciados del más bajo nivel de generalidad, que se extraen deductivamente de las
hipótesis fundamentales y de las derivadas.
Estas afirmaciones singulares se confrontan con la experiencia, lo que llevará a la refutación de las hipótesis o de las teorías, si
la consecuencia observacional falla, o a su corroboración, si la contrastación resulta favorable.
Popper reconoce a un sistema como científico solamente si es susceptible de ser puesto a prueba mediante la experiencia. Y
sugiere que no es la verificabilidad de un sistema sino su refutabilidad lo que debe tomarse como criterio de demarcación entre
lo que es ciencia y lo que no lo es. Un sistema científico empírico debe poder ser refutado por la experiencia.
Las posiciones metodológicas de Hegel y Marx
Las ideas hegelianas y marxistas sobre el método cargan el acento sobre las leyes, la validez universal y la necesidad. En esto se
asemejan, por lo menos superficialmente, a la tendencia positivista de orientación científico-natural. Pero la idea de ley
presente en los escritos de Hegel y Marx cuando se plantea, por ejemplo, el proceso histórico, difiere lo suyo del concepto de
ley que subyace a las explicaciones causales. El esquema dialectico de desarrollo a través de tesis, antítesis y síntesis no es un
patrón causalista de pensamiento. La concepción hegeliana y marxiana de ley y desarrollo se halla más próxima a lo que
nosotros llamaríamos patrones de conexión conceptual o lógica.
Para Hegel, la idea de ley es primordialmente la de una conexión intrínseca que ha de ser aprehendida por comprensión
reflexiva, no la de una generalización inductiva establecida por observación y experimentación.
Comprensión y hermenéutica
¿En qué consiste el método llamado “comprensión”?
Noción de método comprensivo
Theodore Abel sostiene que los defensores de la comprensión (verstehen) la definen como una forma singular de operación que
realizamos siempre que intentamos explicar la conducta humana. “El rasgo característico de la comprensión es el enunciado de
un proceso intermediario “situado” dentro del organismo humano por medio del cual reconocemos como pertinente o
“significativa” una conexión observada o supuesta. La comprensión consiste en acto de traer a primer plano la sucesión
orgánica interna que media entre un estímulo y una respuesta”.
No es un método de verificación. Pero puede servir como ayuda en las exploraciones preliminares de un tema y puede ser
particularmente provechosa en la formulación de hipótesis, aun cuando no puede usarse para ponerlas a prueba.
El problema de la especificidad de la comprensión
No siempre se acepta que la comprensión sea un método científico. El neopositivismo ha sostenido que el único método, o
procedimiento, que merece un rango es la explicación. Esta posición se llama monismo metodológico o explicacionismo.
Por otro lado, se ha defendido que las disciplinas sociales cuentan con un método propio, la comprensión, irreductible a la
explicación empleada en las ciencias naturales. Se plantea, un dualismo o dicotomía metodológica.
Las fases de evolución de la discusión entre explicación-comprensión:
1° FASE: Dicotomia metodológica psicologista
Dilthey y su escuela.
Sociología comprensiva de Max Weber.
2° FASE: Monismo metodológico neopositivista
Modelo de explicación monológico-deductivo.
Reducción de comprensión hermenética al rol de una preparación para una “verdadera explicación”.
3° FASE: “Nuevo dualismo” metodológico no psicologista
Explicación por causas: comprensión de razones.
4°FASE: Pluralismo metodológico
Tentativa de reunificación de la ciencia sobre una base hermenéutica.
Dicotomía metodológica
Según Droysen, el objetivo de las ciencias naturales consiste en explicar (posibilidad de disponer de leyes generales); el
propósito de la historia es más bien comprender los fenómenos que ocurren en su ámbito.
Afirma von Wright que el uso ordinario no hace una distinción entre explicar y comprender. Cualquier explicación, sea causal o
teleológica, nos proporciona una comprensión de las cosas. La comprensión tiene además una resonancia psicológica de la que
carece la explicación. La comprensión se encuentra además vinculada con la intencionalidad (se comprenden los propósitos de
un agente, el significado de un signo, el sentido de una institución) de una manera en que la explicación no lo está.
La comprensión y el problema psicologista
La comprensión puede ser entendida como la reconstrucción en la propia conciencia del otro; como la reproducción en la
conciencia del investigador de la ciencia del investigado.
Dilthey y la hermenéutica
Es Dilthey quien empieza a hablar de la comprensión como método de las ciencias del espíritu. En Dilthey, comprender es
comprender a otros sujetos, esto es constitutivo de la idea de comprensión. Comprender es comprender a otro en tanto es
también sujeto como yo, no es un objeto.
La idea de Dilthey es la del investigador social que se pone en el lugar, que reproduce el lugar de los sujetos investigados. La
investigación en Dilthey es básicamente histórico-cultural. El problema de reproducir el lugar desde el cual otras personas
producen cultura es una cuestión histórico-cultural, es ir al pasado.
Dilthey rechaza la idea de que para comprender un fenómeno se necesite establecer leyes del comportamiento de toda
sociedad, de toda cultura.
Para plantear la cuestión del método de la comprensión, lo que tenemos que hacer es interpretar los productos de esa cultura,
con lo cual se pone en juego toda una ciencia de la interpretación o hermenéutica. La hermenéutica adquiere en Dilthey la
dimensión de método de la ciencia social.
Weber y los tipos ideales
Según Weber, “la acción es la conducta subjetivamente significativa”. Es en la acción, en donde los intentos de comprensión
deben centrar su interés.
La acción tiene un significado para el sujeto que la realiza; sin motivo subjetivamente conocido no hay acción. Comprender es
tratar de reconstruir el motivo que tuvo un individuo para actuar. Comprender es comprender estados mentales de otro.
Comprender una acción, en los términos que Weber la define, para establecer sus desviaciones respecto de los tipos ideales es
reconstruir en mi conciencia, conciencia de investigador, la conciencia del otro, conciencia del investigado.
La comprensión se convierte en la formulación de hipótesis interpretativas que esperan su verificación empírica.
La superación del problema psicologista
Para Schutz la comprensión del científico social es la reconstrucción de las perspectivas que los individuos tienen de la
sociedad. Se trata de una comprensión de las comprensiones de los sujetos cotidianos y, por consiguiente, es una comprensión
de segundo grado. La comprensión científica se refiere a sujetos, por ello consideramos la posición de Schutz como
psicologista; sin embargo, los individuos son individuos sociales; en esto radica el avance en la solución del problema
psicologista.
Para Schutz, el individuo es un individuo social y la construcción de la conciencia individual es social: nos hacemos individuos y,
por lo tanto, distintos a los demás, en la medida que nos hacemos sujetos sociales y, en consecuencia, semejantes a los demás.
El mundo social es un mundo interpretado por los propios sujetos que lo viven y lo hacen. La sociedad es la totalidad de las
perspectivas sociales, no es otra cosa que la totalidad de las maneras en que los distintos individuos perciben la sociedad y la
tarea del científico será reconstruir esas perspectivas.
El comprensivismo lingüístico de Winch
La comprensión es la reconstrucción de la forma de vida de otro sujeto. Para comprender una forma de vida el científico social
analiza el lenguaje a la manera filosófica. Lo que queremos comprender de otro sujeto es expresable en términos de
adecuación a reglas sociales de uso y significado del lenguaje.
Hermenéutica en sentido estricto de Gadamer
La comprensión y la interpretación son sucesos en un proceso histórico, y solo secundariamente constituyen un método
especifico de las ciencias sociales o humanas.
La comprensión y la interpretación constituyen el modo de ser de todas las tradiciones culturales: estas tradiciones están
necesariamente sumergidas en el lenguaje.
En la hermenéutica de Gadamer, la interpretación se basa en un acuerdo; hay una tensión entre la objetividad del texto y la
subjetividad del interprete, y la única manera de resolver esta tensión es llegar a un acuerdo. Un acuerdo que vaya adecuando
el texto a nuestra tradición, a nuestro mundo de juicios previos, pero a su vez, este acuerdo nos llevará a cambiar nuestros
prejuicios.
El intérprete esta siempre guiado en su comprensión del pasado por su propio y particular conjunto de prejuicios, que
constituyen un resultado y función de su existencia histórica. Los actos de comprensión o interpretación siempre involucran dos
aspectos diferentes:
1. La superación del carácter ajeno del fenómeno a ser conocido y su transformación en un objeto familiar en el que el
horizonte del fenómeno histórico y el del interprete se unen.
2. La comprensión es solamente posible porque el objeto a ser comprendido y la persona involucrada en el acto de la
comprensión no son dos entidades ajenas aisladas la una con respecto a la otra por el tiempo histórico que las separa. El
objeto histórico y la operación hermenéutica del interprete son ambos partes de un proceso histórico y de una tradición
cultural o continuo que Gadamer llama “historia efectiva”.
Pluralismo metodológico, conocimiento y progreso científico
Los problemas metodológicos de las ciencias sociales y en las naturales no es sustancialmente diferente.
Por una parte, el requerimiento de precisión de los enunciados y rigor de los procedimientos pueden plantearse como una tarea
en común, independientemente de las diferencias disciplinarias propias de cada caso.
Lo mismo ocurre con la posibilidad de brindar explicaciones acerca de los fenómenos, sucesos o enunciados legales: en las
ciencias sociales se dispone de una amplia variedad de tipos de explicación (por intenciones, disposiciones, motivos, o razones;
explicaciones genéticas, estadísticas), incluyendo las explicaciones más vinculadas a las ciencias naturales, como las
nomológico-deductivas (o de cobertura legal: explicar es subsumir un hecho bajo una ley general, para decirlo de un modo
esquemático). En ambos tipos de ciencias, por otra parte, los métodos constituyen un instrumento idóneo que aporta al
conocimiento de la realidad que se investiga. La pluralidad de métodos enriquece la posibilidad de ese aporte al conocimiento.
Los métodos, a su vez, que, por un lado, colaboran en el tratamiento de los problemas que se plantean en la investigación, por
el otro también lo hacen en su resolución, así como en la formulación de las preguntas pertinentes y de las respuestas posibles.
Puede tanto darse el caso de la posibilidad de aplicación de métodos diversos, como la aplicación conjunta de algunos de
ellos.
Los acercamientos entre ambos tipos de ciencia son posibles, lo que muestra que son varias las líneas desde las cuales las
culturas que contienen a estas disciplinas tienen puntos de contacto y de ningún modo son incompatibles.
Punto 3
LA VERDAD COMO PROBLEMA
Queremos conocer, queremos saber y creemos porque siempre estamos buscando la verdad sobre aquello que queremos
conocer. El problema de la verdad depende de la posición filosófica que cada uno asuma con respecto al conocimiento, al
saber y a la realidad.
Distintas concepciones acerca de la verdad ¿Qué es la verdad?
Concepción realista: la verdad es una relación entre el entendimiento y la realidad. La relación es una relación de adecuación.
Entre la inteligencia y la realidad se establece una relación de correspondencia, en la que el entendimiento se representa o
capta algún aspecto que está efectivamente en el objeto o, más todavía, que es “la cosa misma” en una parte o bajo algún
aspecto.
Concepción idealista: la verdad es entendida como una relación inmanente al espíritu, como el acuerdo del pensamiento con la
representación del objeto. La verdad es idéntica a la objetividad del pensamiento, la verdad coincide con la idea que la razón
se hace del objeto. Juega un rol importante la coherencia entre las ideas requerida para decir de un pensamiento que es
verdadero. La verdad es el acuerdo del pensamiento consigo mismo.
Concepción pragmatista: hace coincidir la verdad con la acción eficaz para el sujeto o para la comunidad. Lo que define la
verdad dentro del pragmatismo es el éxito de la acción. El pragmatismo considera indudables los hechos de la experiencia y
solo la experiencia que resulta beneficiosa coincide con la verdad.
Concepción relativista: pone el acento en los acuerdos sociales o culturales para determinar lo que es verdadero en un
determinado tiempo y lugar. La verdad depende de lo que cada cultura o cada sociedad considera verdadero en ese momento.
La verdad se multiplica por el número de culturas, sociedades o comunidades, que, establecen lo que es verdadero para ellos.
Concepciones acerca de la verdad y tipos de saberes
Es posible formular distintos tipos de saberes, cada uno de los cuales nos ubica en una perspectiva diferente cuando queremos
establecer un acercamiento de tipo cognoscitivo con la realidad:
Podemos ubicarnos en una perspectiva epistemológica (científica) del conocimiento.
Podemos ubicarnos en una perspectiva semiológico-hermenéutica (descriptiva-interpretativa) del conocimiento.
A cada una de estas formas de entender el problema del conocimiento le corresponde una idea diferente de la verdad.
A la perspectiva epistemológica le corresponde: la adecuación (correspondencia) del intelecto con la realidad.
a. Correspondencia, adecuación entre “la mente” y el referente.
b. Realismo del referente.
En la perspectiva semiológico-hermenéutica le corresponde:
a. Dependencia del lenguaje.
b. Producto del encuentro comunicativo entre las personas.
c. Compartir con el resto de los miembros de la sociedad la manera de representar y de entender los fenómenos.
d. Coherencia con otras creencias.
El saber científico está ligado a una concepción realista de la verdad. Sobre el saber semiológico-hermenéutico se apoyan y se
combinan las otras tres concepciones de la verdad:
La concepción idealista (coherencia entre las ideas).
La concepción pragmática (lo que es bueno que creamos).
La concepción relativista (acuerdo o consenso entre los miembros de una cultura, o una comunidad).
El problema de la verdad en la filosofía contemporánea
Respecto del problema de la verdad, una postura más bien ligada al tipo de saber semiológico-hermenéutico.
Richard Rorty incluye en la versión epistemológica de la verdad a toda la tradición filosófica occidental que va desde Platón a
la actual filosofía de la ciencia pasando por Aristóteles, los empiristas, Kant y el positivismo. Los adherentes a cualquiera de
estas líneas de pensamiento, en sus distintas variantes, pueden unificarse alrededor de una idea de “verdad” ontológica que
implica alguna forma de “contacto con una realidad-en-si”.
El mismo autor adopta una posición pragmática de la verdad y define a la verdad como “lo que es bueno que creamos”. Esta
versión de la verdad se opone a la posición realista que vincula a la verdad con el “contacto con la realidad”. Si aquello que
una comunidad cree en un determinado momento satisface las expectativas de esa comunidad respecto del fenómeno que se
está tratando de explicar, entonces esa explicación es verdadera. Cuando esa explicación del fenómeno no resiste más los
cuestionamientos de parte de la comunidad (o de un sector de ella, la comunidad científica) entonces, se abandona aquella
idea y se la reemplaza por otra más satisfactoria.
Rorty sostiene que la verdad es un producto de juegos lingüísticos que las personas juegan con el fin de persuadir, cautivar,
interesar o involucrar a quienes participan de “la conversación” con el contenido simbólico de los textos.
Desde esta perspectiva la realidad está construida dentro de un universo de lenguajes. Con el lenguaje no se refleja la realidad,
sino que se refieren representaciones y todo lo que se pueden hacer con relación entre lo dicho y lo representado es aceptarla
socialmente porque responde bastante bien a las expectativas de la sociedad, o rechazarla por incoherente. Para que esos
enunciados sean socialmente válidos, no interesa que lo que se diga de la realidad o de la naturaleza sea o pretenda ser “un
fiel reflejo” de una o la otra. Alcanza con que resulte aceptable por dos razones porque es “ventajoso para la vida” y porque es
coherente.
Hilary Putnam propone adoptar una posición que él denomina realismo interno. La verdad está ligada, por un lado, a la idea de
realidad y por otro lado a la idea de “aparato conceptual”, o “esquema conceptual”. No es posible separar a la verdad y a la
realidad de un determinado esquema conceptual con el que se puede hablar de la realidad y con el que se puede decir “la
verdad”. El problema de la verdad está ligado al problema del realismo. Para Putnam el primer componente de la verdad es la
coherencia. Cada vez que alguien dice que un hecho, evento o estado del mundo es verdadero, es necesario que el enunciado
sea coherente. De donde se sigue que la verdad “está” (o no) en lo que se dice, en los enunciados, y no en las cosas.
¿Cuáles son los rasgos que debe poseer un enunciado para resultar coherente y en función de esa coherencia, verdadero?
1. En primer lugar, ese enunciado se sostiene en creencias mayoritariamente ciertas. Cuando alguien afirma algo, está
sosteniendo su posición desde “una buena colocación” en tanto hablante. Una buena colocación del hablante es aquella
que se sujeta a un conjunto de creencias que, a su vez, son consideradas en su mayoría, ciertas. Las creencias consideradas
ciertas son aquellas que “por evidentes” no necesitan ser justificadas para ser sostenidas y, sirven, en conjunto como sostén
y como argumento de otras creencias.
2. En segundo lugar, el enunciado está elaborado dentro de un esquema conceptual socialmente compartido y previamente
adoptado. Lo que es más discutible es pensar que ese mundo real puede ser independiente de la experiencia que nosotros
tenemos de él y además que puede ser independiente de un determinado aparato conceptual que lo pueda expresar.
Somos realistas, en el sentido que aceptamos la existencia del mundo, siempre y cuando aceptemos, al mismo tiempo, que
la realidad es la realidad tal como es concebida dentro del aparato conceptual que utilizamos para hablar o para
representar el mundo real. Solamente dentro de un esquema conceptual, la realidad tiene sentido. Tiene sentido hablar de
la realidad si puede ser dicha, si puede ser pensada de una determinada manera. Según la postura de Putnam, nuestros
conceptos pueden ser relativos a una cultura, pero de aquí no se sigue que la verdad o la falsedad de cualquier cosa que
digamos usando esos conceptos sea simplemente «decidida» por la cultura. Por otra parte, no se puede pretender que la
realidad y lo que se diga de ella sea reducible a una única versión independiente de la elección de los conceptos que se
haga para referirla, explicarla, etc. Esta postura propone, en primer lugar, abandonar la división ficticia entre el mundo en si
mismo y los conceptos que usamos para pensar y hablar sobre él y, en segundo lugar, asumir que solo es posible “decir la
verdad” y creer en ella, una vez que se ha definido previamente con qué esquema conceptual esa verdad será expresada.
La verdad en este caso es relativa o depende del esquema conceptual con que se ha expresado o, podríamos elegir una
forma más clásica de decirlo y recurrir a Aristóteles: “el ser se dice de muchas maneras”.
VERDAD
La palabra «verdad» se usa en muchos sentidos. Aquí solo nos ocupamos solo del sentido en el cual «verdadero» es una
propiedad (característica) de las proposiciones.
¿Qué es una proposición verdadera? ¿En qué se diferencia una proposición verdadera de una falsa? Introduzcámonos primero
el concepto de estado de cosas. En el mundo hay numerosos estados de cosas. Estos estados de cosas se dan o existen en el
mundo, aunque nadie dé cuenta en el lenguaje de su existencia. Su existencia es independiente del lenguaje, pero podemos
describirlos por medio del lenguaje.
Una proposición verdadera describe un estado de cosas que ocurre, o, en el caso de una proposición sobre el pasado, un
estado de cosas que ocurrió, o, en el caso del futuro, que ocurrirá. Una proposición falsa da cuenta de un estado de cosas que
no ocurre (o no ocurrió, en el caso del pasado, o, no ocurrirá, en el caso del futuro). Una proposición verdadera describe un
estado de cosas que es real -que existe realmente- y una proposición falsa da cuenta de un estado de cosas que no existe (o
no existió). Describe un estado de cosas posible pero no es real. Cuando se usa una oración para dar cuenta de un estado de
cosas, y el estado de cosas para dar cuenta del cual se usó la oración es real, entonces, la proposición expresada por la
oración, es verdadera, y podríamos añadir cualquier otra oración que se use para expresar el mismo estado de cosas también
expresará una proposición verdadera.
Puede ser que haya diferentes tipos de verdad, y que descubramos la verdad de las diferentes proposiciones de formas muy
diferentes. Cualesquiera que sean los medios por los que podamos descubrir que son verdaderas, lo serán si describen un
estado de cosas real.
La verdad como correspondencia. La verdad es «correspondencia». Una proposición es verdadera si corresponde a un
hecho. La verdad es correspondencia con el hecho.
¿Qué es un hecho? 1. La palabra «hecho» se usa a veces para significar lo mismo que «proposición verdadera», así, decimos,
“es un hecho que yo fui la semana pasada”, la oración expresa una proposición verdadera. 2. También se usa la palabra
«hecho» para significar lo mismo que “estado de cosas real” refiriéndose al estado de cosas, y no a la proposición.
En esta última definición hay una referencia a la correspondencia: una proposición verdadera es una que corresponde a un
hecho, a un estado de cosas real. En la primera definición, la palabra <corresponde> no aparece.
La verdad como coherencia. No es la correspondencia de las proposiciones con los hechos lo que constituye la verdad, sino
más bien la coherencia de las proposiciones entre sí. La coherencia es una relación entre las proposiciones, no una relación
entre una proposición y otra cosa (un estado de cosas) que no sea una proposición. Un grupo de proposiciones no es coherente
a menos que cada una sustente a las demás, que sean mutuamente sustentantes.
La verdad como lo que «funciona». Verdad es lo que funciona y una proposición verdadera es una que funciona. ¿Qué quiere
decir que una proposición funciona? el de las cosas que funcionan, esto es, funcionan de cierta forma que consideramos normal
o satisfactoria, con respecto a ciertas metas u objetivos cuya enunciación pone en claro qué entendemos por <funcionar> en el
concepto dado. ¿Qué significa que funciona una creencia? Lo que la hizo verdadera fue que la proposición describía un estado
de cosas real.
Verdad y creencia. Estas dos proposiciones tienen significados distintos:
1. P es verdadera.
2. Yo creo que G es verdadera.
Una persona puede creer que una proposición es verdadera, aunque no lo sea, y una proposición puede ser verdadera, aunque
esa persona ni ninguna otra lo crea. La verdad o falsedad de las proposiciones no está influida por nuestras creencias sobre
ellas. Para ser verdaderas, nuestras creencias deben estar de acuerdo con los hechos de la realidad, los hechos de la realidad
no se acomodan a nuestras creencias.
1. “Una proposición es falsa mientras no se pruebe que es verdadera” y “una proposición es verdadera hasta que no se pruebe
que es falsa” revelan errores igualmente evidentes. Puede ser que algunas personas no crean una proposición hasta que no se
ha probado que es verdadera, y a veces ni siquiera entonces; y que otras crean una proposición hasta que no se ha probado
que sea falsa. El grado de la creencia de uno en ella no tiene nada que ver con su verdad.
Creer que algo es falso hasta que se haya probado verdadero parece tan irracional como creer que es verdadero hasta que se
haya probado que es falso. Si se ha mostrado que es falso, entonces se debe no creerlo; si se ha mostrado que es verdadero, se
debe creer, y si no se ha mostrado lo uno ni lo otro, no se debe creer ni rechazar. La creencia, debe ser proporcional a los
elementos del juicio: si es muy probablemente verdadero, pero no probado; la actitud apropiada es «creo que es muy
probablemente verdadero».
2. Decir “por lo que a mí respecta, es verdadera” es equivoco en extremo; suena como si estuviésemos diciendo más que
creemos (correcta o equivocadamente) que es verdadera, que no solo creemos que es verdadera, sino que es verdadera.
3. La más engañosas de todas las formulaciones de este tipo es: <Para mí es verdadero, puede que no lo sea para ti>. Si todo lo
que queremos decir es que creemos que es verdadero, ¿Por qué no decir eso solamente, en vez de dar lugar a la confusión
diciendo “para mi es verdadero”? quizá la respuesta es que esta última formulación suena a que es verdadero y nuestra
creencia lo garantiza.
La verdad no es relativa al individuo, aunque haya verdades sobre individuos.
Las afirmaciones de creencia, son diferentes de las aserciones de verdad.
Casi tan equivoco como decir que una proposición puede ser verdadera para una persona y falsa para otra cosa es decir que
una proposición puede ser verdadera en un tiempo y lugar y falso en otro. Las palabras <este> y <ahora> se refieren a aspectos
de los tiempos y lugares en que son pronunciadas. Una proposición verdadera no deja de ser verdadera con el paso del tiempo;
pero ha de ser especificado el momento en que ocurrió o existió el estado de cosas, para que el enunciado sea completo.
Cuando se hace esto, la verdad es independiente de los cambios de tiempo y lugar. Lo que es verdad siempre lo será. Los
estados de cosas vienen y van, pero las verdades son eternas.
ESTRUCTURA DE LA VERDAD
Verdad como adecuación
La verdad es una relación de coincidencia entre el pensamiento y la cosa a la que éste se refiere. La verdad de una proposición
consiste en su acuerdo con la realidad. Una oración es verdadera si designa un estado de cosas existente.
En una civilización científica como la nuestra se relaciona verdad con:
a. Objetividad. La verdad es objetiva, se manifiesta clara y distinta. Se presenta de igual modo a todos los sujetos.
b. Comunicabilidad. La verdad es contrastable intersubjetivamente.
c. Unicidad. La verdad es univoca, no hay ambigüedad en la relación pensamiento-realidad o proposición-realidad, cuando
esta proposición es verdadera.
d. Conformidad con los principios lógicos. La verdad se corresponde con los principios lógicos.
Principio de identidad- si una proposición es verdadera, es verdadera.
Principio de no contradicción- ninguna proposición puede ser verdadera o falsa a la vez.
Principio de tercero excluido- una proposición es verdadera o falsa, no existe otra posibilidad.
e. Correspondencia con lo real. La verdad se corresponde con lo real, hay una concordancia entre lo que se enuncia y la
realidad a la que se refiere. Esta concepción de la verdad es inseparable de: la demostración, la verificación y la
experimentación.
Si algo es verdad se lo puede demostrar por medio de argumentos o fundamentos que confirmen su verdad. Además, una
proposición verdadera es susceptible de ser verificada, y la contrastación con la experiencia es prueba satisfactoria para
reafirmar la verdad. Puede ser relación entre pensamiento y realidad (adecuación), o entre pensamiento y pensamiento
(coherencia), o entre una proposición y su eficacia.
Nuestra idea de verdad es entonces la de una adecuación.
La historia muestra que a distintos sistemas de pensamiento corresponden distintas concepciones de verdad. Foucault sostiene
que no existe fragmento de verdad que no tenga que ver con el poder. Las verdades se mantienen y siguen vigentes mientras,
directa o indirectamente, total o parcialmente, están avaladas por algún tipo de poder. La verdad tiene que ver con la política.
La verdad como transformadora de la realidad
En Grecia arcaica, el sistema de pensamiento que regía en esa sociedad, lo que valía era la palabra eficaz. Su eficacia
consistía en constituir la realidad misma con la palabra. La Musa es una potencia religiosa que sobrepasa al hombre y cuando
éste siente su presencia tiene el poder de conferir realidad con su decir. La expresión poética no es verdad eficaz porque diga
cosas que se correspondan con la realidad, sino porque instaura la realidad con su palabra. El poeta confirma el ser, da
realidad. El poeta griego entrega o niega la gloria, es un maestro de la verdad que no se pone en duda. Aletheia es verdad en
griego, y significa lo que se manifiesta, lo que se desoculta, lo que se devela. En este sentido lo opuesto a la verdad es lo que
queda velado, oculto, le impide el olvido; para nosotros es lo falso. Para el griego arcaico, mostrar lo oculto, impide el olvido;
para nosotros mostrar la verdad, impide lo falso (contrario a la verdad) o el error (creer que es verdad algo que no lo es).
Otro maestro de la verdad de la Grecia arcaica es el rey de justicia. Cuando el rey tenía que administrar justicia, no investigaba
ni buscaba testigos. El rey, inspirado por potencias divinas, asistía a una ordalía entre el acusado y alguna fuerza natural y
según el resultado de esa prueba, el rey otorgaba la verdad. El rey confiere el ser inocente o ser culpable, su palabra es
verdadera porque es eficaz, dice la verdad, y al decirla la constituye en realidad.
También el adivino era maestro de la verdad en el sentido de ser el dueño de la verdad. El adivino poseía la verdad. La palabra
del adivino es verdadera porque actualiza lo que nombra, le confiere realidad, produce lo real con su palabra.
Características de la verdad arcaica
No se opone a lo falso, se opone al olvido.
Es eficaz.
Tiene connotaciones mágico-religiosas.
Es privilegio de pocas personas.
Amos de la verdad de la Grecia arcaica
Poeta.
Rey.
Adivino.
El maestro de la verdad, inspirado por las Musas, al pronunciar la palabra mágico-religiosa le confiere ser (lo actualiza, la
realiza), desoculta al decir y el que escucha, olvida lo demás, lo que queda oculto.
La verdad como persuasión
La palabra escrita pasa a ser un elemento de cultura común, antes era privilegio de los palacios, ahora se expande por la
ciudad. la implantación de la escritura posibilita la publicidad y la divulgación de los más diversos aspectos de la vida social y
política.
Hay una transformación en “los sabios”, ya no se dirigen a la Physis (la naturaleza), sino a los hombres; ahora se preocupan por
la manera de organizar los conflictos humanos, tratando de racionalizar el desorden para que nazca el orden de la ciudad.
Con el advenimiento de la polis (VIII-VII a.C.) se prepara el terreno para la nueva estructura de la verdad que llamaremos
“verdad como persuasión”. En el ágora, en el centro en la plaza pública; allí se da la crítica, la controversia, los debates. Los
tópicos ahora se abren a la discusión de los ciudadanos. Comienza una trabazón entre política y logos; porque de eso se trata,
de ganar espacio político por medio de la palabra. Se da una preeminencia de la palabra sobre otros instrumentos de poder.
La verdad va a ser la que logre convencer al otro, la verdad es persuasión.
Se busca persuadir. Al exponer algo a la luz del día, se lo somete a juicio, y si se acepta, se convierte en verdad. Cuando las
verdades pasan a ser públicas, son dominio común. Los que manejan mejor esas verdades comunitarias son los capaces de
persuadir con ellas. Pero si no se convence al otro, aparece la falsedad.
La verdad platónica
La finalidad del logos consiste en expresar la realidad única o inmutable. Al coincidir el discurso con la realidad, se hace
verdadero. La verdad entonces se caracteriza por ser única e inmutable. La razón se identifica con esa verdad. La tarea del
filósofo es la búsqueda desinteresada de la verdad racional.
La verdad es adecuación y es objetiva, y además única y comunicable.
NUEVO NUEVA
Objetos Formas de
PRÁCTICAS DOMINIOS DE
ENGENDRAN Conceptos sujeto
SOCIALES SABER
Técnicas
Podría pensarse que esta dinámica creadora de distintos dominios de saber, en relación a determinadas prácticas sociales,
se unifica o encuentra su hilo conductor en el sujeto. No existe un sujeto que permanezca idéntico a sí mismo a través de los
cambios históricos. El sujeto se constituye también en el proceso de generación de saberes. No hay sujeto previo a los
sistemas de pensamiento, los sujetos son emergentes de las prácticas sociales. Se han constituido nuevos sujetos. En
realidad, no hay sujeto, sino sujetos. Hay sujetos sujetados a las formas sociales que los constituyen.
¿Cómo se genera la dinámica de los nuevos dominios de saber? Las formas sociales de las que surgen nuevas verdades, están
sustentadas en poderes que las harán posibles. La única manera de que un saber se sostenga es que se vincule a un espacio de
poder que le permita ser aceptado y adquirir consenso, el poder no es solamente el tradicionalmente llamado “político” hay una
urdimbre de micropoderes que subyacen en la sociedad y sustentan sus conocimientos, retroalimentándose. El saber entraña un
poder, y todo poder reivindica un saber.
Los poderes que tejen una especie de entramado, en el que se dan las formas sociales generadoras de saberes, favorecen
también la producción de discursos. Cada dominio de saber elabora su discurso. Pero los discursos no son estables, si los
discursos circulan, pasan de un ámbito a otro, se intercambian. Estos discursos del saber, estos discursos verdaderos son, en
última instancia, discursos del poder, que no se imprimen en el sujeto, sino que constituyen un nuevo tipo de sujeto.
Policía
Escuela
Hospital
Asilo
SUJETO
Manicomio
Fábrica
Cárcel
Jeremías Bentham imaginó una construcción de forma circular, en medio de la cual había una torre con postigos semi-cerrados,
para que se pudiera ver al exterior pero que no se permitía que se viera al que estaba dentro de la torre; en el anillo había
pequeñas celdas, en las que se encontraban encerrados un niño estudiando, o un prisionero pagando su culpa, o un loco
delirando, o un obrero trabajando; a esta construcción se la llamaría panóptico. Vivimos en una sociedad panóptica.
Esta sociedad se apoya en el examen. Los encargados de vigilar son los que tienen algún tipo de poder: maestro, profesor, jefe,
médico, director de prisión, etc. Quien ejerce el poder puede vigilar, y también puede construir un saber sobre aquellos a quien
vigila. Puede vigilar y puede castigar.
Se trata de determinar si un individuo cumple o no con las reglas estipuladas, si manifiesta señales de progreso, si todo está
normal. Alrededor de la norma se origina el examen.
Los nuevos sistemas establecidos por la clase industrial y propietaria controlan el resto de la sociedad, elaborando métodos que
habían surgido de ella misma, con otra finalidad. Este es el origen de la sociedad disciplinaria, que se rige por la vigilancia, el
control y la corrección que son las dimensiones características de las relaciones de poder de nuestras sociedades. Se tiene
como fundamental vigilar al individuo antes de que la infracción se cometa. Para ello se utiliza: personal de vigilancia,
custodias, porteros, relojes para fichar, grabadores o transmisores disimulados, circuitos internos de TV.
La red de instituciones actual se caracteriza por el control. Se controla el tiempo para transformarlo en salario, es decir en
tiempo de trabajo. Se controla el cuerpo para transformarlo en fuerza de trabajo, esto requiere un poder económico, político y
judicial y toda una red de micropoderes. Requiere también un poder epistemológico, ya que de la observación de los propios
individuos controlados se extraen saberes acerca de sus comportamientos: cuanto puede producir un obrero, o rendir un
alumno, o hacer un técnico. Estos saberes se erigen en verdades, manifestándose en discursos que atraviesan los muros de las
instituciones y circulan en la sociedad, interfiriéndose con otros discursos que provienen de otras esferas de saber y de poder.
La prueba y la indagación no han desaparecido, pero lo que predomina es el examen, es lo propio de la sociedad disciplinaria,
en la que hay normas para todo y se vigila para que se cumplan.
Punto 4
LA OBJETIVIDAD CIENTÍFICA
Objetividad
Objetivo es lo relativo al objeto. Es independiente del sujeto que conoce. Lo objetivo tiene validez compleja, en el sentido de
que si algo es realmente objetivo es reconocido universalmente (intersubjetivamente). Su validez proviene de que puede ser
contrastada por cualquier sujeto. Dada una proposición, una hipótesis o una teoría, cualquier persona que disponga de los
conocimientos, métodos y técnicas necesarias puede ponerla a prueba.
La objetividad científica radica en que sus teorías son factibles de ser corroboradas en la experiencia y contrastadas
intersubjetivamente. El conocimiento objetivo es considerado como algo que se enfrenta a los sujetos, como si estuviera fuera
de las mentes de los investigadores y se les impusiera por el peso de su verdad. En la objetividad no cuentan las creencias, los
supuestos, todo lo que hace a la subjetividad del científico, sino aquello que está fuera del individuo y puede ser transmitido,
comunicado, verificado. La historia de la ciencia registra hechos que avalan la noción de objetividad.
La estructura objetiva de las teorías científicas permite que éstas se independicen de quien las concibió. Se puede dar el caso
de que se obtengan conclusiones contrarias a las enunciadas o totalmente inesperadas respecto de lo que pensaba su creador.
No todas las ciencias disponen del mismo grado de objetividad. Las ciencias formales, al trabajar con un lenguaje que no
necesita correlato con la experiencia, disponen de condiciones óptimas de objetividad. Explicitan las verdades deducibles de
los axiomas propuestos. Esto permite analizar su consistencia y su coherencia. En las ciencias fácticas, que pretenden dar
cuenta de la realidad, no basta la coherencia y consistencia. Se debe recurrir a la experiencia. Para las ciencias sociales no
existe uniformidad en cuanto a la objetividad de sus teorías.
Características de la objetividad científica:
1. El conjunto de objetos estudiados constituye el ámbito de investigación propia de una disciplina. Está compuesto por los
datos exteriores al sujeto de conocimiento. Se refieren a situaciones que nada tienen que ver con la subjetividad del
investigador.
2. El lenguaje científico está compuesto por términos unívocos. El discurso científico determina la comprensión y extensión de
sus términos y la estructuración correcta de sus proposiciones. Los científicos acuerdan los límites del discurso científico en
su lenguaje compartido.
3. La metodología rigurosa es propia de la ciencia. Requiere coherencia y consistencia lógica en su faz puramente teórica y
adecuación con los hechos en su faz experimental. El método (del griego methodos: camino para llegar a un resultado) es
un medio establecido según el cual se obtienen los objetivos buscados. El método puede ser aleatorio. Se establece de
antemano y se cumple con prolijidad.
4. Los sujetos que enuncian teorías y las someten a control forman parte de la comunidad científica. Esta es una sociedad
disciplinada, cuyos miembros están capacitados para desempeñarse en ella. Crea teorías y las somete a critica
intersubjetiva. Aprueba o rechaza según el poder explicativo de las teorías.
Objeciones a esta concepción:
Respecto de la independencia entre el científico y el conjunto de objetos estudiados, puede haber acuerdo en cuanto al
ámbito investigado y no en cuanto a la interpretación que de ese ámbito se efectúa. Pero es posible que no haya acuerdo,
ni siquiera respecto del campo de estudio. Las teorías y las técnicas aplicadas estructuran al objeto investigado y los
resultados de la investigación. La tarea científica se organiza bajo la dirección de teorías que establecen qué se estudia y
cómo se lo hace. La historia de la ciencia manifiesta que no siempre hay acuerdo acerca del objeto de estudio.
Otra dificultad para el concepto de objetividad surge con las teorías contrarias entre sí y coexistentes. Con el paso del tiempo,
a veces, llegan a triunfar unas teorías sobre otras.
Las objeciones a la primera característica defendida por la tesis objetivista, puede resumirse así:
1. Puede que no haya acuerdo en cuanto al objeto estudiado. Este es constituido por las teorías y técnicas.
2. Hay distintas interpretaciones sobre un mismo objeto de estudio.
3. No existe un juez totalmente ecuánime e imparcial para decidir entre teorías rivales.
4. Hay teorías vigentes que definen el objeto de estudio de una ciencia particular en determinado momento, pero su vigencia
sería arbitraria, puesto que no hay pautas para decidir entre teorías rivales, ni tribunal para aplicar tales pautas.
El lenguaje compartido hace factible la intersubjetividad. La univocidad de los términos y las reglas para la construcción de
proposiciones con sentido posibilitan la comprensión uniforme de los enunciados científicos. La delimitación semántica de
los términos depende de las teorías vigentes en cada ciencia. La teoría constituye al objeto de estudio y también al
lenguaje científico.
Otra nota de la objetividad científica es la metodología rigurosa. El científico se encuentra con un conjunto de métodos de
los cuales puede disponer para formular nuevas teorías. Los métodos son un problema a posteriori; no porque los científicos
no los utilicen sino porque en el mismo impulso creativo hay que ir adaptando los métodos a los emergentes. El método es
un medio, y no todos los objetos de estudio requieren el mismo medio para acceder a ellos. El creador fecundo va
acomodando los métodos según su inventiva. Los epistemólogos estudian luego esos métodos, los discuten, pueden intentar
precisarlos. En la medida en que el método surge del sujeto, no otorga por sí mismo objetividad.
La cuarta característica de la objetividad se refiere a los sujetos que enuncian teorías y las someten a control. Es la
comunidad científica, la cual, opera conforme a la metodología científica.
Haremos ahora una referencia a la tecnología para marcar su vinculación con la objetividad científica. Una de las
consecuencias del supuesto rigor objetivo de la ciencia es la eficacia tecnológica. La ciencia aplicada, la tecnología, se
potencializa en la frialdad de la máquina. La búsqueda de un conocimiento con un máximo de objetividad no parece
independiente del éxito de la tecnología. Por un lado, ésta requiere teorías científicas que describan las relaciones entre los
fenómenos, por otro lado, la necesidad de la tecnología revierte sobre la ciencia para incentivar su intento de dar cuenta de los
hechos. El logro de la objetividad es una exigencia no solo en el nivel teórico, sino también en el nivel practico. La
retroalimentación mutua entre ciencia y tecnología tiene un aspecto especial en las posibilidades de control teórico que brinda
la segunda a la primera. La tecnología es eficaz en función de los conocimientos científicos que implementa. Pero lo es, porque
permite operar en la realidad conforme a objetivos extracientíficos, que se conforma y desarrolla también en relación directa
con la estructura social que la solventa y la aprovecha.
Punto 5
LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
El enfoque naturalista
Dominante en la actualidad, especialmente en el mundo anglosajón. Lo que caracteriza a esta corriente es la admiración ante
los avances producidos en el seno de las ciencias naturales y formales, y la creencia concomitante sobre el valor e importancia
que la emulación de tales logros podría conllevar para las ciencias humanas y sociales. Adhieren a esta corriente los sociólogos
conductistas, los estadígrafos y todos aquellos para quienes los métodos lógicos y los modelos cibernéticos, numéricos y
matemáticos constituyen una meta ansiada, que se asocia a una madurez de las disciplinas sociales y un acercamiento a
estándares propiamente científicos.
El interés que manifiestan los naturalistas en la búsqueda de regularidades, de patrones subyacentes, de conexiones causales
en la ocurrencia de los hechos sociales, conduce indefectiblemente a desarrollar estrategias de investigación que pasan por
alto las particularidades culturales y motivacionales, para encontrar en las dimensiones biológicas, ecológicas y económicas,
entre otras, una base posible de generalización y comparación transcultural, es decir, atinente a diversas culturas.
El enfoque interpretativo
Aquí nos encontramos con un conglomerado de posiciones y autores: los que se autodenominan “comprensivistas”, como el
filósofo alemán Wilhelm Dilthey; aquellos que proponen una comprensión de la acción humana a través de un análisis de
motivaciones, y, finalmente, quienes atienden a lo que en la filosofía británica del lenguaje ordinario se denomina “razones”.
Cuando los interpretativistas hablan de “razones” lo que quieren destacar son aquellas consideraciones de pensamiento,
emocionales o lógicas, que pueden llevar a una persona a querer hacer algo.
Para el interpretativismo, captar la motivación es entender por qué los agentes actúan como lo hacen (sea por ambición, temor
o simpatía). Aunque la motivación y las razones intervienen aquí esencialmente, quizá lo más importante y característico de esta
posición es un tema que aparecerá en forma reiterada: la significación.
La idea principal es que la conducta humana tiene carácter de signo. El hombre actúa y se comporta de una cierta manera
porque ha incorporado un código -el código de las relaciones sociales- que establece jerarquías, dependencias, vínculos, todo
un concepto que excede el ámbito de lo biológico y se aproxima, más bien, al de la lingüística. Los roles sociales tienen
significado porque hay una gramática social que depende de un grupo humano determinado.
Los interpretativistas aducen que el científico social debe tener, frente a la sociedad, una actitud parecida a la que el lingüista
tiene frente a los lenguajes o el semiótico ante los signos y sus propiedades: una actitud relativa a la captación del significado
de la acción. La posición interpretativista apunta a captar y explicitar las motivaciones y razones que están presentes detrás de
la acción humana en distintas sociedades y momentos históricos, además de las significaciones peculiares que revelan tales
acciones.
Ser interpretativista es practicar algo más bien parecido al método de la lingüística, tendiente a captar un código, a formular lo
que metafóricamente se asemeja a una gramática: la gramática de las relaciones sociales.
La escuela crítica
No debe confundirse con el “criticismo” o escuela critica de Karl Popper, que en la epistemología de las ciencias naturales
tradicionales se relaciona con los usos del método hipotético deductivo.
La escuela critica está vinculada a una serie de trabajos de la escuela marxista francesa, nos referimos especialmente a la de
Louis Althusser y a la llamada “escuela de Frankfurt”.
En la escuela crítica, las características distintitas conciernen al entendimiento de por qué el científico produce determinada
clase de ciencia y por qué, a su vez, el epistemólogo propone análisis de cierto tipo. Los factores que aquí interesan son la
ideología, las fuerzas sociales, las presiones comunitarias o políticas, además de las motivaciones, aunque no en un sentido
psicológico sino ideológico, en conexión con la defensa de intereses sociales y posiciones políticas particulares. La
preocupación fundamental es entender cómo se relaciona la investigación que se está llevando a cabo con el estado político
de la sociedad en ese momento y con la estructura social dominante.
Para la teoría del punto de vista feminista, de la cual Sandra Harding es una de sus mayores exponentes, todo tipo de
conocimiento está mediado por el punto de vista cultural e histórico del sujeto epistémico, el proyecto feminista redundaría
en la producción de conocimiento desde el punto de vista de las mujeres. Para esta teoría, el conocimiento producido
desde el punto de vista de las mujeres es un tipo de conocimiento privilegiado. Las mujeres son más capaces de producir
conocimiento verdadero que los hombres al menos en lo referente a las cuestiones relacionadas con la opresión femenina.
Sostienen que esta teoría no puede proveer una base no circular para decidir qué puntos de vista tienen privilegio epistémico,
que el privilegio epistémico del conocimiento femenino no se puede sostener en base a la opresión sufrida por el colectivo
femenino y que esta teoría está basada en una noción esencialista de la diferencia entre los sexos y que omite otros tipos de
diferencias al interior de la comunidad de mujeres homogeneizando la noción de mujer en un tipo ideal.
Esta teoría puede ser entroncada dentro del feminismo de la diferencia que se destaca por exaltar las virtudes femeninas por
sobre las masculinas y asignarles privilegios epistémicos, políticos, morales, etc.
Feminismo de la diferencia
Surge como una reacción ante el objetivo y las estrategias del feminismo de la igualdad. Propuestas de las feministas de la
diferencia: un programa de liberación de las mujeres que parta del reconocimiento y la exaltación de la diferencia sexual entre
mujeres y varones. El objetivo para estas feministas no consiste en alcanzar la igualdad con el varón, porque consideran que ese
tipo de objetivo implica aceptar el modelo masculino como un modelo universal, al cual las mujeres debían adaptarse.
La recomendación del feminismo de la diferencia para las mujeres que querían hacer ciencia, por su parte, fue que no se
traicione su naturaleza de mujeres, que elijan aquellas carreras con las que se sientan afines y busquen un sentido de éxito
distinto al de la competencia meritocrática, que exijan que se respeten sus condiciones de maternidad y lactancia promoviendo
licencias y horarios especiales para ello.
El posmodernismo feminista parte de afirmar la imposibilidad de producir estándares de verdad y racionalidad universales y
de reconocer la complicidad de esos supuestos estándares en las estructuras de poder dominantes. Se abandona todo
intento de sostener la validez de ciertas visiones del mundo por sobre otras.
Las dos características distintivas de la epistemología feminista posmoderna son el rechazo de la noción de “mujer” como
categoría de análisis, en tanto no se puede constituir un sujeto epistémico homogéneo y unificado, y el perspectivismo, doctrina
filosófica que sostiene que no existen más que perspectivas parciales sobre el mundo, y que no es posible establecer el valor de
unas por sobre otras.
Las críticas más relevantes que se le han hecho a esta corriente son que su aceptación del perspectivismo abisma en un
relativismo desde el cual es imposible criticar, por principio, los discursos naturalizadores de las diferencias sexuales, que la
resistencia a utilizar la noción de mujer como categoría de análisis como una generalización de gran escala impide el análisis
crítico de problemas generales que afectan a las mujeres como colectivo más allá de sus diferencias en tanto sexismo oprime a
las mujeres por igual más allá de las particularidades existentes al interior del grupo y que llevado hasta las últimas instancias, el
feminismo posmoderno disuelve toda nación de colectivo recayendo en el individualismo.
Epistemologías Trans
La deconstrucción de las identidades sexuales, distinguiendo sexo, género, orientación y prácticas sexuales, abre un horizonte
de diversidad y de disidencias a las normas que ponían límites a las identidades y cuerpos admitidos dentro de la norma o por el
contrario patologizados o penalizados. La misma palabra “queer” (raro) pasa de ser un insulto a ser una reivindicación de
quienes no aceptan ser clasificados en una etiqueta de aceptabilidad pública.
Las sexualidades fuera de norma, periféricas, abyectas, revierten la injuria y la transforman en orgullo en el activismo, y voz
propia en las políticas públicas.
Desde la epistemología trans se disputa el saber de los cuerpos y el valor de la experiencia en primera persona. Y también se
devela el modo en que la hegemonía del saber construye una ignorancia y un olvido de áreas enteras del conocimiento, en lo
que la historiadora de la ciencia Nancy Tuana llama “epistemología de la ignorancia”. Ignorancia estratégica (cuando se
defienden intereses empresariales o políticos), ignorancia no consciente (por la fuerza de los prejuicios), ignorancia porque no
se pregunta, porque los intereses de las minorías no forman parte de la corriente principal de problemas de los que la ciencia
decide ocuparse.
Los estudios trans se han constituidos como una disciplina académica recién a partir de la década de los 90, posibilitados por el
desarrollo previo de la teoría feminista, la teoría queer y los estudios gay-lésbicos, aunque no en una continuidad armoniosa con
ellos, sino más bien crítica. Este campo disciplinar constituye el primer momento histórico en el que las personas trans pasan de
ser objeto de estudio a ser sujetos epistémicos.