Aspectos Jurídicos de la Tributación
Aspectos Jurídicos de la Tributación
CATEDRA DE IMPUESTOS I
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Ciclolectivo
Ciclo 2023
Lectivo2021
2024
Ley de procedimiento tributario comentada / Director Humberto Bertazza. - 1ra. ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : La
Ley, 2019.
C II - S
Autores: Ignacio J. Buitrago - Guillermina Gamberg.
Están obligados a pagar el tributo al Fisco en la forma y oportunidad debidas, personalmente o por medio
de sus representantes, como responsables del cumplimiento de su deuda tributaria, quienes sean
contribuyentes, sus herederos y legatarios con arreglo a las disposiciones del Código Civil y Comercial de
la Nación, sin perjuicio, con respecto de estos últimos, de la situación prevista en el inciso e) del artículo
8º.
Revisten el carácter de contribuyentes, en tanto se verifique a su respecto el hecho imponible que les
atribuyen las respectivas leyes tributarias, en la medida y condiciones necesarias que éstas prevén para
que surja la obligación tributaria:
a) Las personas humanas, capaces, incapaces o con capacidad restringida según el derecho común.
b) Las personas jurídicas a las que el derecho privado reconoce la calidad de sujetos de derecho.
c) Las sociedades, asociaciones, entidades y empresas que no tengan la calidad prevista en el inciso
anterior, y aun los patrimonios destinados a un fin determinado, cuando unas y otros sean considerados
por las leyes tributarias como unidades económicas para la atribución del hecho imponible.
d) Las sucesiones indivisas, cuando las leyes tributarias las consideren como sujetos para la atribución del
hecho imponible, en las condiciones previstas en la ley respectiva.
Las reparticiones centralizadas, descentralizadas o autárquicas del Estado Nacional, provincial, municipal
y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como las empresas estatales y mixtas, quedan
comprendidas en las disposiciones del párrafo anterior.
(Artículo sustituido por art. 177 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
1. I
En el comentario al art. 1º de la ley 11.683, con adecuada cita, expusimos nuestro criterio en torno a la
autonomía del derecho tributario.
Dijimos allí que "... debemos convenir que la norma jurídico-tributaria se subsume o participa de la estructura
de una norma jurídica general, sin perjuicio de que, si bien el derecho tributario es una rama autónoma del
ordenamiento jurídico global, este debe ser entendido como... un todo no divisible en compartimientos estancos
autosuficientes y desligados entre sí... Es que, como también se ha señalado, la autonomía de una rama del
derecho nunca puede agrietar el concepto unitario del derecho mismo, pues dicha autonomía... no puede
ignorar ni excluir a las demás, también autónomas, de las que necesita para vivir...".
Sobre la base de dicha premisa, se dijo también que conforme con la terminología acuñada por Cossio,
podía afirmarse que la ley tributaria participa de la misma estructura que una ley general, por lo que la
endonorma tributaria se construye: "dado 'a' hecho imponible, debe ser 'b' obligación tributaria; en tanto que la
perinorma (tributaria o no) contempla que cuando se incumpla 'b' (esto es, un no dar, hacer o no hacer) debe
ser 'c' (el cumplimiento forzado de 'b')".
Así como el hecho imponible es constitutivo de la endonorma tributaria y sus tres criterios identificatorios (el
material u objetivo —las manifestaciones directas o indirectas de capacidad contributiva—; espacial —esfera
territorial de validez de las normas— y temporal —carácter instantáneo o secuencial de la materia gravada—)
en lo que hace al consecuente endonormativo (la obligación tributaria) sus componentes son examinados a la
luz de su aspecto subjetivo (sujetos activos y pasivos de la obligación) y cuantitativo (base imponible o de
cálculo y la alícuota)(42).
Recalcamos lo que antecede pues, como se verá, la Ley de Procedimiento se aparta en algunos casos de la
legislación común, bien que el legislador de la ley 27.430 se ha ajustado a la normativa civil más reciente.
Hecha esta aclaración, debemos poner de relieve que el principio —inexcusable— de legalidad en materia
tributaria, conlleva que el sujeto pasivo debe estar determinado por ley que, en términos generales, es el
realizador del hecho imponible.
Ahora bien, como bien lo señala Jarach(43)este art. 5º "no es una norma de inmediata aplicación, sino
simplemente de una disposición de contenido doctrinal, cuya aplicación está supeditada a lo que
concretamente dispongan las leyes tributarias particulares en su definición de los hechos imponibles y
atribución a los sujetos pasivos".
Por lo demás, como hemos de ver, los sujetos comprenden no solo a las personas físicas (humanas o de
existencia visible) y a las personas ideales (jurídicas), sino también (como consecuencia de la proclamada
autonomía del derecho tributario), a las que las leyes les atribuyan personalidad, independientemente de su
tratamiento en el derecho privado.
En este sentido, el Modelo de Código Tributario para América Latina OEA-BID, que comprende como
responsables tanto a los responsables propiamente dichos, como a los agentes de retención y percepción y los
representantes y sucesores.
2. C
2.1. Contribuyentes, sus herederos y legatarios
Dice Giuliani Fonrouge que debe entenderse por contribuyentes los destinatarios legales del tributo que
están obligados al pago, en la medida que a su respecto se configure el hecho generador de la obligación
tributaria y que, además, deban cumplir con el mandato del pago.
De la mera lectura del precepto, se advierte que la ley equipara al contribuyente con sus herederos y
legatarios, como sujetos directos del tributo. Ello se explica ya que estos son, bien que en distinta medida,
responsables de las deudas del causante de acuerdo con las disposiciones del derecho común: el legatario,
conforme con el art. 3266 del Cód. Civil no continúa la persona del causante ni confunde con él su patrimonio,
por lo que su responsabilidad abarca solo el valor de la cosa o los bienes legados; mientras que el heredero,
según el art. 3279 del Código de fondo, es sucesor universal, es decir, se le transmiten los derechos activos y
pasivos de la persona muerta, salvo que renuncie a la herencia o pierda el beneficio de inventario.
Según el art. 30 del Cód. Civil son personas "todos los entes susceptibles de adquirir derechos o contraer
obligaciones", mientras que su art. 32 dice que "todos los entes susceptibles de adquirir derechos o contraer
obligaciones, que no son personas de existencia visible, son personas de existencia ideal, o personas
jurídicas".
Agreguemos que, a los efectos de la atribución del hecho imponible, la ley procedimental prescinde de su
capacidad.
El art. 32 del Cód. Civil las conceptúa por exclusión, en tanto dispone que todos los entes susceptibles de
adquirir derechos o contraer obligaciones que no son personas de existencia visible son personas de existencia
ideal o personas jurídicas.
Las personas jurídicas pueden ser distinguidas entre: a) de carácter público: el Estado nacional, las
provincias y los municipios; b) de carácter privado: las asociaciones y fundaciones que tengan por principal
objeto el bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos de adquirir bienes, no
subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado, y obtengan autorización para funcionar y las sociedades
civiles (arts. 1648 y ss. del Cód. Civil) y comerciales (tipos sociales previstos por la ley 19.550 y sus
modificaciones) o entidades que conforme con la ley tengan capacidad para adquirir derechos y contraer
obligaciones, aunque no requieran autorización expresa del Estado para funcionar(44).
Son también sujetos de las obligaciones tributarias las sociedades en liquidación, las sociedades irregulares
o de hecho y las sociedades en formación (la jurisprudencia mayoritaria no la considera "sujeto" con
anterioridad a la inscripción y publicación que prevé la legislación comercial)(45).
2.4. Asociaciones
El art. 33 del Cód. Civil entiende como tales a las personas jurídicas ideales, de carácter privado, que tengan
como principal objeto el bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos de adquirir
bienes, no subsistan exclusivamente de asignaciones del Estado y obtengan autorización para funcionar.
Sucesiones indivisas: desde el fallecimiento del causante y hasta la fecha que se dicte la declaratoria de
herederos o se haya declarado válido el testamento, según se trate de una sucesión intestada o testamentaria.
Están obligados a pagar el tributo al Fisco, bajo pena de las sanciones previstas en esta ley:
1. Con los recursos que administran, perciben o disponen, como responsables del cumplimiento de la
deuda tributaria de sus representados, mandantes, acreedores, titulares de los bienes administrados o en
liquidación, etcétera, en la forma y oportunidad que rijan para aquéllos o que especialmente se fijen para
tales responsables:
a) El cónyuge que percibe y dispone de todas las rentas propias del otro.
b) Los padres, tutores, curadores de los incapaces y personas de apoyo de las personas con capacidad
restringida, en este último caso cuando sus funciones comprendan el cumplimiento de obligaciones
tributarias.
c) Los síndicos y liquidadores de las quiebras, representantes de las sociedades en liquidación, quienes
ejerzan la administración de las sucesiones y, a falta de estos últimos, el cónyuge supérstite y los
herederos.
d) Los directores, gerentes y demás representantes de las personas jurídicas, sociedades, asociaciones,
entidades, empresas y patrimonios a que se refieren los incisos b) y c) del artículo 5º.
2. Los responsables sustitutos, en la forma y oportunidad que se fijen para tales responsables en las leyes
respectivas.
(Artículo sustituido por art. 178 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
1. I
Dice Jarach(48) que, así como el contribuyente o deudor por título propio puede ser determinado sin
necesidad de norma expresa (pues se deduce de la naturaleza del hecho imponible), en casos como el aquí
analizado es necesaria una norma expresa que así lo consigne, derivado —como agrega Martínez—(49) de
una especial relación de hecho o derecho entre ambos.
2. S
2.1. El cónyuge que percibe y dispone de todas las rentas propias del otro
Como bien lo señala García Vizcaíno(50), este es un supuesto excepcional. En efecto, el art. 1276 del Cód.
Civil dispone: "cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de los bienes propios y de
los gananciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier título legítimo, con la salvedad prevista en el
art. 1277. Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la administración y
disposición conjunta del marido y mujer. El juez podrá dirimir los casos en conflicto. Uno de los cónyuges no
podrá administrar los bienes propios o los gananciales cuya administración le esté reservada al otro, sin
mandato expreso o tácito conferido por este...".
Por tanto, como bien concluye la destacada tributarista, el supuesto del art. 6º inc. a) podría circunscribirse a
casos de mandato expreso o en el que este se presuma.
2.2. Los padres, tutores, curadores de los incapaces y personas de apoyo de las personas con
capacidad restringida, en este último caso cuando sus funciones comprendan el cumplimiento de
obligaciones tributarias
De acuerdo con el art. 57 del Cód. Civil, aquellos son representantes de los incapaces.
2.3. Los administradores de patrimonios —incluidos los fiduciarios y las sociedades gerentes o
administradoras de fideicomisos y fondos comunes de inversión—, empresas o bienes que en ejercicio
de sus funciones puedan determinar íntegramente la materia imponible que gravan las respectivas
leyes tributarias con relación a los titulares de aquellos y pagar el gravamen correspondiente; y, en las
mismas condiciones, los mandatarios con facultad de percibir dinero
Si bien esta hipótesis se explica por sí sola, es del caso enfatizar que, a los fines de determinar la
responsabilidad, es ineludible que en ejercicio de funciones propias aquellos puedan determinar exactamente la
materia imponible.
2.4. Los responsables sustitutos, en la forma y oportunidad que se fijen para tales responsables en las
leyes respectivas
Es aquel sujeto pasivo que se coloca en lugar del realizador del hecho imponible, por lo que cabe
nítidamente distinguirlo del responsable, que se coloca junto a él. Por tanto, es inexcusable su atribución por
ley.
Tales son los casos, entre otros, de los beneficiarios del exterior en el impuesto a las ganancias o, en el
impuesto a los bienes personales, los bienes pertenecientes a personas físicas domiciliadas en el exterior, o el
organizador del juego en el gravamen a los premios.
2.5. Remisión
Como estudiaremos al comentar el primer párrafo del inc. a) del art. 8º, este atribuye responsabilidad
solidaria a los sujetos enumerados en el art. 6º, inc. 1º, aparts. a) a e), de la ley de rito fiscal.
Por consiguiente, remitimos al lector al estudio de los comentarios que se efectuarán en dicha oportunidad
respecto a los síndicos y liquidadores de las quiebras y los agentes de retención y percepción, representantes
de las sociedades en liquidación, quienes ejerzan la administración de las sucesiones y, en su caso, el cónyuge
supérstite y los herederos.
Asimismo, remitimos también al comentario del art. 5º, donde analizáramos los supuestos de los directores,
gerentes y demás representantes de las personas jurídicas, sociedades, asociaciones, entidades, empresas y
patrimonios.
Art. 7º(51) — Deberes de los responsables
Los responsables mencionados en los puntos a) a e) del inciso 1 del artículo anterior, tienen que cumplir
por cuenta de los representados y titulares de los bienes que administran o liquidan, o en virtud de su
relación con las entidades a las que se vinculan, con los deberes que esta ley y las leyes tributarias
imponen a los contribuyentes en general para los fines de la determinación, verificación y fiscalización de
los tributos.
Las obligaciones establecidas en el párrafo anterior también deberán ser cumplidas —en el marco de su
incumbencia— por los agentes de retención, percepción o sustitución.
(Artículo sustituido por art. 179 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
Dino Jarach dice que en la relación entre la Administración y los administrados existen, aparte de la
obligación tributaria sustantiva, obligaciones cuyo objeto consiste en la prestación de determinados
comportamientos: de hacer, no hacer o tolerar.
Hemos señalado en el comentario respectivo (arts. 11 y ss.) que como consecuencia del sistema de
determinación adoptado por nuestra ley procesal —basado en la autodeterminación de la obligación tributaria
—, resultaba imprescindible dotar a la Administración fiscal de un conjunto de normas o instrumentos que le
permitan obtener la información —sea que esta esté en manos del propio contribuyente o de terceros— para
verificar el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
En este sentido, hemos manifestado en más de una oportunidad(52) que dentro del concepto amplio de
"gestión tributaria", se pueden distinguir tres actividades fundamentales, distintas y complementarias entre sí: la
liquidación, la recaudación y, como enlace entre ellas, la inspección. Por la primera, se persigue la
determinación de la deuda tributaria y su cuantía (en nuestra Ley de Procedimiento Tributario, título I, capítulo
III); la segunda, tiene por objeto la efectiva percepción de la acreencia (título I, capítulo XI de la ley 11.683); por
su parte, la inspección resulta la auxiliar de ambas, en la medida que tiene por finalidad la investigación de los
hechos imponibles y de todas aquellas circunstancias que sean relevantes para la correcta aplicación de los
impuestos (título I, capítulo V de aquel texto normativo).
Giannini por su parte afirma que "los deberes impuestos a los particulares para facilitar el desarrollo de la
actividad administrativa dirigida a la investigación y a la comprobación de los presupuestos tributarios tiene la
misma naturaleza jurídica que la deuda impositiva. En efecto, son deberes que se fundan en la potestad de
imperio del ente público, que han de estar taxativamente establecidos en la ley y que surgen tan pronto como
se produce la situación de hecho prevista para cada uno de ellos, con independencia de toda averiguación o
advertencia por parte de la autoridad administrativa"(53).
En definitiva, los deberes de colaboración constituyen verdaderas prestaciones personales, que pueden
consistir en un hacer, no hacer o tolerar, establecidas en la ley y que se sustentan en el deber constitucional de
contribuir a la renta pública, por lo que es atinada la observación de Lallane(54) quien advierte que la
colaboración que realiza el contribuyente a favor del Fisco no se efectuaría en la misma medida si no existiesen
las sanciones recogidas en la normativa vigente.
Pues bien, el artículo en comentario impone ese deber de colaboración a los responsables mencionados en
los puntos a) a e) del inc. 1 del art. 6º, que tienen que cumplir por cuenta de los representados y titulares de los
bienes que administran o liquidan, o en virtud de su relación con las entidades a las que se vinculan, con los
deberes que esta ley y las leyes tributarias imponen a los contribuyentes en general para los fines de la
determinación, verificación y fiscalización de los tributos. Deber que se extiende a los agentes de retención y
percepción.
Art. 8º(55) — Responsables en forma personal y solidaria con los deudores del tributo
Responden con sus bienes propios y solidariamente con los deudores del tributo y, si los hubiere, con
otros responsables del mismo gravamen, sin perjuicio de las sanciones correspondientes a las
infracciones cometidas:
a) Todos los responsables enumerados en los puntos a) a e), del inciso 1, del artículo 6º cuando, por
incumplimiento de sus deberes tributarios, no abonaran oportunamente el debido tributo, si los deudores
no regularizan su situación fiscal dentro de los quince (15) días de la intimación administrativa de pago, ya
sea que se trate o no de un procedimiento de determinación de oficio. No existirá esta responsabilidad
personal y solidaria respecto de aquellos que demuestren debidamente que dicha responsabilidad no les
es imputable subjetivamente.
En las mismas condiciones del párrafo anterior, los socios de las sociedades regidas por la Sección IV del
Capítulo I de la Ley General de Sociedades Nº 19.550 (t.o. 1984) y sus modificaciones, y los socios
solidariamente responsables de acuerdo con el derecho común, respecto de las obligaciones fiscales que
correspondan a las sociedades o personas jurídicas que ellos representen o integren.
b) Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso anterior y con carácter general, los síndicos de los concursos y
de las quiebras que no hicieren las gestiones necesarias para la determinación y ulterior ingreso de los
tributos adeudados por los responsables, respecto de los períodos anteriores y posteriores a la iniciación
del juicio respectivo; en particular, tanto si dentro de los quince (15) días corridos de aceptado el cargo en
el expediente judicial como si con una anterioridad de quince (15) días al vencimiento del plazo para la
verificación de los créditos, no hubieran requerido a la Administración Federal de Ingresos Públicos las
constancias de las respectivas deudas tributarias, en la forma y condiciones que establezca dicho
organismo.
c) Los agentes de retención por el tributo que omitieron retener, una vez vencido el plazo de quince (15)
días de la fecha en que correspondía efectuar la retención, si no acreditaren que los contribuyentes han
abonado el gravamen, y sin perjuicio de la obligación solidaria de los contribuyentes para abonar el
impuesto no retenido desde el vencimiento del plazo señalado.
Asimismo, los agentes de retención son responsables por el tributo retenido que dejaron de ingresar a la
Administración Federal de Ingresos Públicos, en la forma y plazo previstos por las leyes respectivas.
La Administración Federal de Ingresos Públicos podrá fijar otros plazos generales de ingreso cuando las
circunstancias lo hicieran conveniente a los fines de la recaudación o del control de la deuda.
d) Los agentes de percepción por el tributo que dejaron de percibir o que percibido, dejaron de ingresar a
la Administración Federal de Ingresos Públicos en la forma y tiempo que establezcan las leyes
respectivas, si no acreditaren que los contribuyentes no percibidos han abonado el gravamen.
e) Los sucesores a Título particular en el activo y pasivo de empresas o explotaciones que las leyes
tributarias consideran como una unidad económica susceptible de generar íntegramente el hecho
imponible, con relación a sus propietarios o titulares, si los contribuyentes no regularizan su situación fiscal
dentro de los quince (15) días de la intimación administrativa de pago, ya sea que se trate o no de un
procedimiento de determinación de oficio.
1. A los tres (3) meses de efectuada la transferencia, si con una antelación de quince. (15) días ésta
hubiera sido denunciada a la Administración Federal de Ingresos Públicos.
f) Los terceros que, aun cuando no tuvieran deberes tributarios a su cargo, faciliten por su culpa o dolo la
evasión del tributo, y aquellos que faciliten dolosamente la falta de ingreso del impuesto debido por parte
del contribuyente, siempre que se haya aplicado la sanción correspondiente al deudor principal o se
hubiere formulado denuncia penal en su contra. Esta responsabilidad comprende a todos aquellos que
posibiliten, faciliten, promuevan, organicen o de cualquier manera presten colaboración a tales fines.
g) Los cedentes de créditos tributarios respecto de la deuda tributaria de sus cesionarios y hasta la
concurrencia del importe aplicado a su cancelación, si se impugnara la existencia o legitimidad de tales
créditos y los deudores no regularizan su situación fiscal dentro de los quince (15) días de la intimación
administrativa de pago.
i) Los contribuyentes que por sus compras o locaciones reciban facturas o documentos equivalentes,
apócrifos o no autorizados, cuando estuvieren obligados a constatar su adecuación, conforme las
disposiciones del artículo sin número incorporado a continuación del artículo 33 de esta ley. En este caso
responderán por los impuestos adeudados por el emisor, emergentes de la respectiva operación y hasta el
monto generado por esta última, siempre que no puedan acreditar la existencia y veracidad del hecho
imponible.
(Artículo sustituido por art. 180 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
1. A
No es una novedad que la naturaleza de la obligación tributaria, el particular interés jurídico protegido y el fin
que la subyace vinculado con el sostenimiento del Estado, hace que el ordenamiento jurídico tenga una
singular preocupación por la efectividad práctica de los tributos y, por ello, ordene los medios de tutela dirigidos
a asegurar su adecuado y exacto cumplimiento(56).
Surge a las claras, entonces, que en el ámbito de la sujeción pasiva del tributo se profundizan las exigencias
fiscales de tutela del crédito tributario, y que indudables razones de refuerzo de la garantía dan acabada
justificación a la regulación de la solidaridad en nuestra materia. Este nexo, desde una visión teleológica, puede
ofrecer la mejor tutela y la más rápida percepción del crédito en concepto de impuesto.
La solidaridad no es, desde luego, una noción originaria del derecho fiscal. Se ha advertido que el problema
de la solidaridad tributaria y las soluciones que en ocasiones se le han dado caracterizan la evolución de los
estudios en el ámbito tributario y, particularmente, esbozan el traslado de instrumentos de carácter privatista a
otros de tipo público en la reconstrucción científica del tributo(57).
La solidaridad que abordaremos, referida de suyo al aspecto pasivo, atañe exclusivamente a la obligación
tributaria; es decir, a la obligación de pago de una suma de dinero en concepto de tributo, excluyendo así la
cuestión referida a otros deberes que no tienen contenido patrimonial(58).
Es preciso deslindar dos y diversas situaciones que de ningún modo pueden ser confundidas: la solidaridad
en la deuda y la solidaridad en la responsabilidad.
Enseña Giuliani Fonrouge que cuando los deudores participan directa y conjuntamente en el presupuesto del
hecho generador de la obligación quedan reunidos con el vínculo de la solidaridad o, dicho de otra manera, la
responsabilidad es solidaria porque existe unidad en la atribución del hecho imponible a dos o más sujetos(59).
Se alude, pues, a la solidaridad en la deuda o a la solidaridad inherente a la naturaleza de la obligación
tributaria(60). En tal caso, el ordenamiento tributario se aparta del criterio civilista en el que las obligaciones, en
principio, son siempre mancomunadas(61), desde que la solidaridad no puede presumirse y debe ser la
resultante de un título constitutivo que la establezca, o de una disposición expresa de la ley(62).
Si el hecho fuera atribuible a otro sujeto distinto del deudor que, por lo tanto, es personalmente extraño al
presupuesto generador de la obligación, entonces es menester una disposición expresa de la ley para que surja
la solidaridad. En este caso la solidaridad será una consecuencia de la disposición legal y no de la naturaleza
de la obligación tributaria. Lo que debe ser expreso es el criterio de atribución del hecho imponible a ese otro
sujeto(63).
Esta distinción presente en la mejor doctrina también se encuentra en el Modelo de Código Tributario para
América Latina(65). Su texto alude a la solidaridad en la deuda al señalar que "están solidariamente obligadas
aquellas personas respecto de las cuales se verifique un mismo hecho generador", para luego hacer referencia
a la responsabilidad cuando establece que "en los demás casos la responsabilidad debe ser establecida
expresamente".
En otro orden de cosas, también el Modelo se aparta de la solución asumida por la doctrina que entiende
que la solidaridad se manifiesta no solo en el pago de la deuda, sino también en el cumplimiento del conjunto
de deberes que pesan sobre el sujeto pasivo(66).
Desde esa perspectiva, el art. 8º de la ley de rito ordena normativamente la cuestión relativa a la solidaridad
en la responsabilidad, aclaración que enmarca y delimita el presente comentario.
2. E : ,
Explica Fantozzi que la norma tributaria para tutelar el interés fiscal en la recaudación segura y rápida de los
tributos involucra, con vínculos solidarios en la obligación, a sujetos a los cuales, con seguridad, no es referible
la capacidad contributiva evidenciada por el presupuesto de hecho. En estos casos, la ampliación de los sujetos
implicados la realiza la norma tributaria, aplicándola a sujetos pasivos de los efectos ulteriores de un
presupuesto de hecho diverso en el cual, a aquellos efectos propios del hecho imponible, se agregan otros
elementos(68).
Memora Cortés Domínguez que cabe atribuir a Allorio y a Parlato el mérito de haber sabido expresar,
jurídicamente, la relación existente entre el hecho imponible y el presupuesto de hecho que origina la
responsabilidad. Explica que el presupuesto de hecho que hace nacer la obligación del responsable es
dependiente de la realización del presupuesto de hecho que origina la obligación tributaria(69).
Para ser responsable, enseña Sainz de Bujanda, "se exige actuar un presupuesto de hecho, precisamente
aquel a cuya realización la ley une el nacimiento de [su] obligación", de suerte que para que se verifique un
supuesto de responsabilidad en sentido técnico, es preciso, por un lado, la realización de un presupuesto de
hecho (el hecho imponible) y, además, que se realice el presupuesto de hecho en virtud del cual queda
jurídicamente obligado el responsable(70).
La responsabilidad solidaria requerirá, en primer lugar, de la existencia de una causa justificante razonable
del presupuesto de hecho en virtud del cual queda jurídicamente obligado el responsable de la deuda ajena y,
por otra parte, "de una expresa previsión legal, concretando de tal forma, también en este aspecto, el
acatamiento riguroso del principio de reserva de ley que opera sobre todos los elementos constitutivos de la
hipótesis de incidencia tributaria y, consiguientemente, sobre su ámbito de atribución subjetiva"(71).
b) No es superfluo aclarar que, por lo mismo, la solidaridad no puede surgir por vía de una interpretación
analógica, y así lo ha plasmado la jurisprudencia del Máximo Tribunal federal(72).
El art. 1º, segundo párrafo(73), de la ley 11.683, establece que "no se admitirá la analogía para ampliar el
alcance del hecho imponible, de las exenciones o de los ilícitos tributarios". En su ajustada exégesis, la regla
que veda la utilización de la analogía como herramienta de hermenéutica jurídica resulta predicable con
relación a cualquier aspecto atinente al derecho tributario sustantivo, entre ellos, la sujeción pasiva.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que dado que la figura del responsable tributario ha
sido concebida a fin de asegurar o adelantar la recaudación de los tributos, "el legislador puede recurrir a
determinadas personas que están relacionadas con el contribuyente —sujeto pasivo deudor— y que, sobre
todo, tienen estrecha vinculación con la manifestación de riqueza gravada, sobre la cual pueden ejercer un
determinado control a fin de detraer de ella la suma pertinente —sea porque estén en condiciones de percibir,
de retener, o de asegurarse el cobro de ella— con el objeto de ingresarla en las arcas públicas de modo
oportuno. Es por tal cúmulo de razones que el legislador, siempre respetando el principio de razonabilidad, está
constitucionalmente habilitado para establecer como carga pública en cabeza de determinadas personas el
deber de actuar como responsables del pago del gravamen de que se trate, mediante la articulación técnica de
un presupuesto de hecho especial que, verificado en la realidad, coloca al sujeto responsable ante la obligación
de actuar como tal"(74).
En definitiva, el criterio de atribución de la responsabilidad a un tercero no puede ser nunca una creación
arbitraria de la ley, pues debe mediar cierta vinculación con el hecho imponible, o resultar de las relaciones
existentes entre el tercero y el contribuyente(75).
d) Es de referencia obligada mencionar que la temática ha sido objeto de estudio, con distintos alcances, en
prestigiosos diversos foros latinoamericanos.
Las XVII Jornadas Latinoamericanas de Derecho Tributario, celebradas en Cartagena de Indias en 1995,
abordaron la "Sujeción pasiva y responsables tributarios". Entre sus conclusiones se destacó que "La figura del
responsable obedece a razones de afianzamiento o eficacia recaudatoria. Su presupuesto de hecho debe ser
establecido por ley, en base a su específica vinculación con el contribuyente, la que deberá además respetar el
derecho al resarcimiento que le es inherente"(76).
Se dejó establecido también que "La responsabilidad subsidiaria, por su propia naturaleza, debe gozar de
carácter preferente en el derecho tributario. En caso de que las legislaciones establezcan la responsabilidad
solidaria, es conveniente que la Administración al hacer uso de su derecho de elección, persiga el cobro de su
crédito en primer término contra el contribuyente"(77).
Específicamente, las VIII Jornadas Latinoamericanas, desarrolladas en Lima en 1977, se abocaron al estudio
del "alcance de la responsabilidad tributaria de los administradores de empresas". Aludiremos a algunas de sus
recomendaciones en ocasión de comentar la responsabilidad tributaria de los administradores societarios.
3. L
El abordaje en doctrina de la solidaridad tributaria dista de ser homogéneo y fiel reflejo de ello son las
conocidas discusiones acerca de su encaje sistemático y vinculación con el derecho privado(78).
Enseña Giuliani Fonrouge que, cuando dos o más personas están obligadas a satisfacer una misma
prestación fiscal de acuerdo con las leyes, su responsabilidad es solidaria y que, este principio de solidaridad
en los sujetos pasivos, respecto al sujeto activo, corresponde a la naturaleza del derecho fiscal y se erige en
una de sus instituciones características(79).
Por su parte, apunta Luqui que en materia de solidaridad el derecho tributario se independiza muchas veces
del derecho común en orden a establecer un régimen diferente dominado por la necesidad de mantener la
regularidad en la recaudación(80).
Para Martínez la responsabilidad solidaria por deuda ajena tiene lugar cuando la ley, de modo expreso,
agrega a la persona del contribuyente un nuevo responsable, quedando el sujeto activo facultado para exigir la
total prestación tributaria a ambos conjuntamente, o a cualquiera de ellos, conforme con los principios del
derecho común. Este tipo de responsabilidad reviste un doble carácter: por un lado, es represiva y, por otra
parte, es condicional, dado que nace a raíz de la violación de un deber fiscal impuesto al responsable y solo
desde el momento en que tiene lugar esa violación al ordenamiento jurídico(81).
Como se ha sostenido con cita de D'Amati, en el régimen de solidaridad previsto en la ley tributaria, se
destacan dos figuras: una principal, causa de la obligación, que puntualmente surge como consecuencia de las
relaciones con el obligado; y otra, secundaria y dependiente de la primera, que comprende algunos específicos
elementos y que es causa de la obligación en las relaciones con el sujeto denominado responsable del
impuesto(82).
No se trata de la existencia de una obligación única a cargo de diversos deudores cuyo cumplimiento pueda
el acreedor exigir indistintamente a cualquiera de ellos, sino de una obligación principal o primaria y otra u otras
accesorias o subsidiarias, de tal modo que el acreedor únicamente puede hacer valer sus derechos siguiendo
un orden preestablecido. La obligación de garantía resulta solidaria —sin que ello signifique reconducir la figura
a la de la solidaridad prevista en el derecho común— toda vez que estos no responden como deudores directos
de la obligación de pagar el impuesto, sino como responsables de la deuda ajena. La solidaridad no quita,
pues, a esta obligación de garantía su carácter subsidiario(83).
La creación por la ley de un sujeto pasivo distinto del contribuyente, atribuyéndole el carácter de responsable
solidario, no implica constituirlo en deudor a título propio, pues siempre será un responsable por deuda ajena y
poseerá, implícitamente, el derecho de reclamar al contribuyente la restitución de lo que hubiera pagado por su
cuenta(84).
Estimamos oportuno recordar que, en la medida en que la ley no establece cuáles son los efectos de la
solidaridad pasiva y en todo lo que no esté expresamente modificado por la ley 11.683, debemos remitirnos a
las disposiciones de fondo. Resultarán así de aplicación dichas normas en tanto no resulten modificadas de un
modo expreso por la ley tributaria o no resulten incompatibles con su finalidad.
Asimismo, con carácter general, la solidaridad regulada en el art. 8º en trato, no es objetiva sino subjetiva, en
tanto exige la imputabilidad de la conducta determinante de la responsabilidad del tercero.
Vaya por adelantado que, para determinados supuestos, la atribución de esta responsabilidad requiere de
una previa e infructuosa intimación al contribuyente. Es decir, que el deudor principal no tiene que satisfacer el
impuesto respectivo en el plazo conferido para que pueda exigirse la deuda a los responsables, aunque no se
requiere que se declare su falencia. De allí que se haya señalado que estos supuestos involucran casos de
subsidiariedad dentro de la solidaridad.
Aludimos, pues, a los incs. a) —responsables del art. 6º, inc. 1, aparts. a) a e) de la ley—, e) —sucesores a
título particular en el activo y pasivo de empresas o explotaciones que las leyes tributarias consideran como
una unidad económica susceptible de generar íntegramente el hecho imponible— y g) —cedentes de créditos
tributarios respecto de la deuda tributaria de sus cesionarios—.
La responsabilidad solidaria respecto del gravamen no obsta, de suyo, a la aplicación de las sanciones
previstas en la ley 11.683 y, en su caso, del Régimen Penal Tributario.
Añadimos, por fin, que la ley 25.795(85) incorporó a continuación del art. 92 que si la deuda firme, líquida y
exigible estuviera garantizada mediante aval, fianza personal, prenda, hipoteca o cualquier otra garantía, se
procederá en primer lugar a ejecutar la garantía siguiendo para ello el procedimiento previsto en el art. 92.
4. R . 6º —
—( . 8º, . ], . 1º). E
El primer párrafo del inc. a) del art. 8º atribuye responsabilidad solidaria a los sujetos enumerados en el art.
6º, inc. 1, aparts. a) a e), de la ley de rito fiscal, en la medida en que los contribuyentes no abonaren la
intimación administrativa de pago dentro del plazo de quince días fijados en la norma —derivada de una
determinación de oficio o no—, con la posibilidad de eximirse frente a la demostración de la ausencia del
elemento subjetivo.
Por virtud de la mentada remisión normativa, se alude a:
a) El cónyuge que percibe y dispone de todas las rentas propias del otro;
b) Los padres, tutores, curadores de los incapaces y personas de apoyo de las personas con capacidad
restringida, en este último caso cuando sus funciones comprendan el cumplimiento de obligaciones tributarias;
c) Los síndicos y liquidadores de las quiebras, representantes de las sociedades en liquidación, quienes
ejerzan la administración de las sucesiones y, a falta de estos últimos, el cónyuge supérstite y los herederos;
d) Los directores, gerentes y demás representantes de las personas jurídicas, sociedades, asociaciones,
entidades, empresas y patrimonios a que se refieren los incs. b) y c) del art. 5º;
La enumeración permite desechar con facilidad que se encuentren alcanzados los agentes de retención y
percepción, comprendidos en el inc. f), y los sustitutos a los que refiere el inc. 2 del art. 6º.
El especial caso de la responsabilidad fiscal de los directores, gerentes y demás representantes de las
personas jurídicas, etc. comprendidos en el art. 6º, inc. d), es merecedor de un estudio particularizado, no solo
a tenor del profuso desarrollo que ha suscitado en doctrina y jurisprudencia, sino también por la indudable
relevancia práctica que presenta la cuestión.
Se ha sostenido con acierto que la temática, a pesar de ofrecer un tratamiento convergente con el que
depara a su vez el derecho mercantil, obliga a profundizar las disposiciones específicamente tributarias, pues
de acuerdo con el art. 1º de la ley ritual cabe dar prevalencia a las normas fiscales y solo de un modo
subsidiario es admisible valerse de normas, conceptos y términos del derecho privado(86).
a) Los sujetos enunciados responden con sus bienes propios y solidariamente con los deudores del tributo
cuando por el incumplimiento de sus deberes tributarios no abonaran oportunamente el impuesto debido. En su
hora, fue bien recibida la modificación que introdujo la ley 25.239 que suprimió la expresión "cualesquiera",
referida al cumplimiento de los deberes tributarios y, a su vez, añadió el plazo de quince días para que el
deudor regularice su situación.
Como explica Freytes con todo rigor, mientras que la causa determinante de la obligación fiscal del
contribuyente del impuesto es haberse verificado a su respecto el hecho imponible previsto por la ley, la causa
determinante de la obligación personal del responsable por deuda ajena es, precisamente, no haber cumplido
con sus deberes frente a la ley. Se trata de una responsabilidad que se le impone como consecuencia de una
acción o de una omisión, de su parte, que importe el incumplimiento de sus deberes impositivos como
responsable de deuda ajena. Aunque no basta con tal desobediencia, sino que es menester que le sea
imputable a título de dolo o de culpa. Por ello, si no hay dolo ni culpa en el incumplimiento, tampoco hay
responsabilidad(87).
Se sigue de lo anterior que no es suficiente que una persona sea director, gerente o representante de una
persona jurídica para que se considere responsable en los términos de la ley, pues para que este tenga a su
cargo deberes impositivos de la sociedad, debe administrar bienes de esta o disponer de ellos en ejercicio de
sus funciones, pues solo así puede incurrir en el incumplimiento de los deberes a que se refiere la ley y de los
que deriva su responsabilidad(88).
A partir de admitir su índole subjetiva, no cabe su atribución genérica a todos en términos de garantía y por
la sola circunstancia de que la sociedad no haya pagado el impuesto. De allí que propicie con justeza que la
responsabilidad solidaria en el pago de deudas ajenas no puede, en ningún caso, funcionar automática ni
indiscriminadamente(89).
Con todo, se ha esclarecido que no se trata de una sanción penal porque no tiende a herir al obligado en su
persona o en sus bienes, de modo que debe asimilarse a las sanciones no penales, particularmente a las
civiles por cuanto la ley trasunta un innegable propósito de asegurar la percepción del crédito fiscal(90).
Sobre el punto, cabe recordar que la Corte Suprema de la Justicia de la Nación confirmó la enriquecedora
sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo Federal en la que se sostuvo
que no basta el simple hecho de que una persona tenga en una sociedad alguno de los cargos enumerados
para que se la considere responsable solidario en los términos de la ley. Según se ha dicho, solo aquellos que
administren o disponen de los fondos de los entes sociales son quienes se hallan obligados a cumplir con los
deberes tributarios y a ellos alcanza la responsabilidad por los hechos u omisiones en las que incurren; por
ende, los miembros de una sociedad que no tienen asignadas esas funciones no son, en principio,
responsables en la misma medida(91).
El Tribunal Fiscal de la Nación indicó tempranamente que la responsabilidad personal y solidaria que se
atribuye a los representantes de las personas jurídicas no es la del derecho común, sino una propia, de
naturaleza especial(92).
Asimismo, "importa una responsabilidad a título represivo desde que se funda en la violación del deber que
la ley fiscal pone a su cargo de pagar el impuesto al Fisco con los recursos que administran o de que dispone"
(93).
También se destacó su carácter subjetivo siendo indispensable que el incumplimiento pueda ser achacado a
título de dolo o culpa(94). Recaerá entonces en aquellos directivos que han actuado en el momento de
producirse los incumplimientos por tributos exigibles y exigidos, excusándose aquellos otros que por las
funciones que cumplían, o por no ejercer los cargos en el período en que tuvieron que atenderse las
obligaciones, no se hallaron en condiciones de afrontar los respectivos deberes fiscales(95).
Es que "lo que la ley tributaria sanciona es la conducta de los directores y gerentes que omiten cumplir su
deber como administrador y agente tributario del Fisco, siendo preciso señalar que se exime de tal
responsabilidad a quien por sus funciones no tenga el manejo de los fondos, y por lo tanto se halle en la
imposibilidad de pagar prevista como eximente, como asimismo, aquella sociedad que haya impedido a sus
administradores por diversas causas efectuar los pagos fiscales correspondientes"(97).
Se ha descartado la mentada responsabilidad en la medida en que no se había probado que el sujeto pudo
decidir sobre cuestiones de la empresa, y en particular, porque no se había verificado su injerencia sobre temas
tributarios. Por lo demás, se agregó que el hecho de encontrarse registrado como firmante de la cuenta
bancaria de la sociedad resulta insuficiente para inferir que haya tenido poder de decisión sobre los asuntos de
la sociedad y que si bien había sido designado como director suplente, no surgía de las actuaciones
administrativas que en el período fiscal discutido haya ejercido las funciones de forma efectiva(99).
Tampoco puede achacarse la responsabilidad al socio de la firma si los actos societarios invocados por el
Fisco nacional —la constitución de la sociedad, el cambio de domicilio de la sede social, la aceptación de
renuncias y la designación de autoridades de la sociedad, entre otros— no permiten inferir que haya tenido a su
cargo el manejo de la administración del ente societario al momento de perfeccionarse los hechos imponibles
determinados al deudor principal(100).
El Tribunal Fiscal de la Nación ha señalado que "acreditado que fue con efecto de cosa juzgada el hecho de
que los actores no tuvieron intervención en las maniobras atinentes a la falsificación de sellos y falta de
acreditación de los depósitos y que al mismo tiempo, se procuraba la obtención de fondos para pagar los
tributos en distintas financieras y efectuar los depósitos (...) no puede endilgárseles la omisión de realizar
aquellos actos de su incumbencia para el cumplimiento de las obligaciones tributarias de la sociedad a la cual
representan, ni una conducta negligente en el cuidado de la responsabilidad derivada de su cargo"(103).
En otro pronunciamiento se descartó la responsabilidad solidaria del sujeto que, en su carácter de titular del
consejo de administración de una cooperativa, no había tenido ninguna participación en la administración o
disposición de sus fondos(104).
c) A modo de síntesis, se trata de una responsabilidad de naturaleza especial —distinta a la del derecho
común—, a título represivo y de índole subjetiva, derivada de una conducta que involucre el incumplimiento de
los deberes impositivos a cargo del responsable, siendo indispensable que la transgresión le sea reprochable a
título de culpa o dolo. Por ello, deberá recaer en aquellos que administren o disponen de los fondos sociales de
manera efectiva con especial referencia a los períodos fiscales involucrados.
d) En esa línea se inscriben las recomendaciones vertidas en el marco de las VIII Jornadas
Latinoamericanas, celebradas en Lima en 1977, en lo tocante al alcance de la responsabilidad tributaria de los
administradores de empresas.
En el mencionado foro se puntualizó, entre otras cuestiones, que la responsabilidad que las leyes
establezcan "debería imputarse a las personas que en virtud de las funciones que desempeñan tienen
facultades de decisión que incidan en la materia tributaria o el deber de controlar la correcta administración de
la empresa. En consecuencia, no sería suficiente justificativo la mera calidad de representante o director".
Asimismo, se apuntó que "solo se configurará cuando los propietarios, representantes, directores, gerentes y
otros administradores hayan actuado sin la debida diligencia, la que deberá ser apreciada atendiendo a las
características de cada empresa y a las facultades y deberes del responsable".
Para dar nacimiento a la responsabilidad es de rigor que el deudor principal no regularice su situación fiscal
dentro de los quince (15) días —hábiles(105)— de la intimación administrativa de pago, ya sea que se trate o
no de un procedimiento de determinación de oficio.
Con prescindencia del origen de la intimación, la norma supedita la activación responsabilidad a que el
contribuyente no haya dado cumplimiento a la intimación administrativa de pago del gravamen en el plazo
fijado.
La ley 27.430 innova en la disposición pues su vieja redacción acotaba la posibilidad de extender la
solidaridad en la medida en que los deudores no cumplían con la intimación "dentro del plazo fijado por el
segundo párrafo del art. 17", con obvia alusión al procedimiento determinativo de oficio.
En una interpretación literal de su texto limitaba los supuestos a los casos en que hubiera mediado un acto
administrativo que determine el tributo cierta o presuntivamente respecto del deudor principal, es decir,
precedido del cauce formal aludido.
El Organismo fiscal, mediante el dictamen (DI ALIR) 15/2006(106), ya se había expedido acerca de las
características que debe reunir la intimación al principal en puntual referencia a una deuda previsional. Se
advirtió allí que el procedimiento de determinación de oficio del art. 17 y concs. de la ley 11.683, no era de
aplicación en materia de recursos de la seguridad social, de modo que resultaba necesario la compatibilización
del instituto de responsabilidad solidaria con el régimen que rige tales recursos. Por ende, concluyó que si bien
las actas de inspección no son actos administrativos, "no por ello dejan de ser una 'intimación' y actuación por
parte del Fisco, asimilable, incluso a una 'demanda' susceptible de interrumpir la prescripción..." y, en
consecuencia, ya sea que el deudor principal impugne o no las actas de inspección e infracción, cumplido el
plazo de 15 días sin que sean canceladas, el organismo queda habilitado para determinar la responsabilidad
solidaria en los términos del art. 8º, inc. a), mediante el labrado de las pertinentes actas.
Tras la modificación operada con la ley 27.430 el texto vigente se independiza de la remisión al art. 17 de la
ley, de modo que no quedan dudas que resulta viable extender la responsabilidad solidaria, con prescindencia
de si se trata o no de una intimación derivada de una determinación de oficio.
Sin pretender agotar los supuestos que pueden quedar abarcados por la norma reformada, pueden citarse a
modo enunciativo las intimaciones del art. 14 de la ley 11.683, las derivadas de caducidades de planes de
facilidades, las vinculadas con reintegros IVA exportador, saldos de declaraciones juradas no abonadas;
incumbirá pues a la jurisprudencia su exégesis en caso de que la cuestión dé lugar a novedosas controversias.
Como derivación lógica de sus notas salientes, la norma exonera de responsabilidad personal y solidaria a
quienes demuestren debidamente que aquella no les es imputable subjetivamente.
La sanción de la ley 27.430 mejora sustancialmente el alcance de la disposición que —en su tiempo— exigía
la acreditación en cabeza de los responsables de que sus representados, mandantes, etc., los habían colocado
en la imposibilidad de cumplir correcta y oportunamente con sus deberes fiscales.
En su actual redacción, la norma resulta más abarcativa de los casos de exoneración de responsabilidad que
pueden presentarse en la faz práctica, bastando la acreditación de que el incumplimiento no le puede ser
achacado subjetivamente. No podemos sino elogiar la apuntada modificación.
Sin violentar el texto legal ni resentir el carácter subjetivo de la responsabilidad, le cabe al sujeto la carga
probatoria de la configuración de las causales exonerativas de su responsabilidad(107).
En ese sentido, la jurisprudencia ya señalaba que dicha circunstancia resulta de la clara letra de la ley
cuando alude a la posibilidad de eximirse de responsabilidad en la medida en que se acrediten el presupuesto
exonerativo, de modo que "el onus probandi se coloca en cabeza de quien pretende eximirse de
responsabilidad"(108).
Asimismo, se ha sostenido que los actores debieron arbitrar y extremar los medios de prueba para que el
juzgador obtenga el grado de convicción que permita considerar excluida su responsabilidad en torno a los
hechos investigados(109).
Sin embargo, en algún pronunciamiento, se sostuvo que "la carga de la prueba queda reservada a quien
alega la culpabilidad del responsable, es decir, al Fisco"(110).
Así lo establece de un modo nítido el art. 17 de la ley 11.683 al señalar que dicho cauce procedimental debe
ser cumplido también respecto de aquellos en quienes se quiera efectivizar la responsabilidad solidaria del art.
8º de la ley de rito.
Acerca de la temática, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que no existe ningún
obstáculo para que el Organismo fiscal inicie el procedimiento de determinación de oficio, a fin de verificar la
eventual responsabilidad personal y solidaria, aun con anterioridad a la intimación de pago al deudor principal.
Sin embargo, la resolución mediante la cual se hace efectiva la responsabilidad solo puede ser dictada por el
ente fiscal una vez vencido el plazo de la intimación de pago cursada al deudor principal, que habilita —en
forma subsidiaria— la extensión de la responsabilidad a los responsables por deuda ajena(111).
De allí que se ha entendido que no es válida la intimación al responsable solidario contenida en la resolución
determinativa de oficio de la deuda del contribuyente, aunque se encuentre condicionada a su
incumplimiento(112).
En fecha más reciente, ha expresado, acerca del modo de interpretar el citado art. 8º, que resultan aplicables
las pautas que establecen que cuando una ley es clara no cabe sino su directa aplicación, con prescindencia de
consideraciones que excedan las circunstancias del caso expresamente contempladas por la norma. En ese
marco, señaló que la disposición no requiere el carácter firme del acto de determinación del tributo al deudor
principal, sino únicamente que se haya cursado a este la intimación administrativa de pago y que haya
transcurrido el plazo de quince días previsto en el segundo párrafo del art. 17 sin que tal intimación haya sido
cumplida; conclusión que resulta acorde con la doctrina establecida en el precedente "Brutti" (113).
La acertada exégesis del Máximo Tribunal federal a este respecto ha sido conformada por la jurisprudencia
del Tribunal Fiscal de la Nación y de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal.
Acerca de la prescripción de las acciones y poderes fiscales para determinar y exigir el gravamen a los
responsables solidarios resulta nítido que el término prescriptivo aplicable es aquel que corresponde al
contribuyente.
El Tribunal Fiscal de la Nación ha sostenido que, dado que la responsabilidad personal y solidaria de los
directores, gerentes o representantes de las personas jurídicas receptada en los arts. 6º y 8º de la ley 11.683,
es refleja, accesoria y subsidiaria, supeditada al incumplimiento por parte del contribuyente principal, debe
tenerse en cuenta el término de prescripción que a aquel le corresponda, según su condición de inscripto o no
inscripto ante el Organismo fiscal(114).
En otro orden de cosas, la jurisprudencia ha precisado que los actos interruptivos de la prescripción
cumplidos contra una sociedad anónima interrumpen su curso no solo respecto del ente, sino también con
relación a sus directores(115). Sin embargo, también se ha entendido que tales actos no tienen efecto frente a
los responsables que no intervinieron en el proceso, en tanto su responsabilidad tiene características diversas a
las objetivas del derecho común(116).
5. R IV, I,
19.550 ( . 8º, . ], . 2º)
El supuesto de responsabilidad solidaria regulado en el segundo párrafo del inc. a) del art. 8º fue incorporado
a la ley de rito fiscal por conducto de la ley 26.044(117).
En la redacción acordada por la ley 27.430 se prevé que, en idénticas condiciones que en el primer párrafo
comentado, resultan responsables solidarios los socios de las sociedades regidas por la sección IV del, capítulo
I de la Ley General de Sociedades 19.550 (t.o. 1984 y sus modif.) y, por otra parte, los socios solidariamente
responsables de acuerdo con el derecho común, respecto de las obligaciones fiscales que correspondan a las
sociedades o personas jurídicas que ellos representen o integren.
La disposición señala que la extensión de la responsabilidad opera "en las mismas condiciones del párrafo
anterior", remisión que no permite dudar que es imprescindible la intimación infructuosa a la sociedad.
La norma ha sufrido la necesaria adaptación a los cambios operados en el Código Civil y Comercial de la
Nación y la Ley General de Sociedades, pues en su antigua redacción aludía a los socios de las "sociedades
irregulares o de hecho". Se actualiza no solo su terminología sino también su alcance; la comprensión de su
ajustada significación invita a repasar, de modo sucinto, algunas de las disposiciones de la Ley General de
Sociedades a las que remite su texto.
El art. 7º de dicho cuerpo legal prevé que la sociedad solo se considera regularmente constituida con su
inscripción en el Registro Público de Comercio.
Su art. 21, perteneciente a la citada sección IV, enuncia que "la sociedad que no se constituya con sujeción a
los tipos del capítulo II, que omita requisitos esenciales o que incumpla con las formalidades exigidas por esta
ley, se rige por lo dispuesto por esta Sección".
El art. 17 de dicha ley regula los supuestos de sociedades atípicas al señalar que "Las sociedades previstas
en el Capítulo II de esta ley no pueden omitir requisitos esenciales tipificantes ni comprender elementos
incompatibles con el tipo legal. En caso de infracción a estas reglas, la sociedad constituida no produce los
efectos propios de su tipo y queda regida por lo dispuesto en la Sección IV de este Capítulo".
En tales condiciones, de acuerdo con la Ley General de Sociedades 19.550 —t.o. 1984 y sus modif.—
quedan comprendidas en esta sección:
a) las sociedades atípicas, es decir, aquellas que omitieron en su constitución los requisitos esenciales
tipificantes o que comprenden elementos incompatibles con el tipo legal;
b) las sociedades de hecho, esto es, aquellas que no han cumplido con los requisitos formales en general; y
c) las sociedades irregulares, es decir, aquellas que no han cumplido con los recaudos de publicidad.
Tal como lo adelantamos, la ley procedimental asigna idéntica responsabilidad a los socios solidariamente
responsables "de acuerdo con el derecho común", disposición que conserva la sustancia de su texto
primigenio.
A tenor del reenvío normativo, es menester aludir a las previsiones que trae el Cód. Civ. y Com. a este
respecto. En ese sentido, el art. 827 del citado Código, al conceptualizar las obligaciones solidarias, señala que
"hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una causa única cuando, en
razón del título constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores, por
cualquiera de los acreedores".
6. S ( . 8º, . ])
Sin perjuicio de la responsabilidad que les cabe de acuerdo con lo que dispone el inc. a) del artículo, son
responsables los síndicos de los concursos y de las quiebras que no hicieren las gestiones necesarias para la
determinación e ingreso de los tributos adeudados por los responsables, con relación a los períodos anteriores
y posteriores a la iniciación del pertinente juicio(118).
En especial, los síndicos deben requerir al Fisco nacional las constancias de las respectivas deudas
tributarias —cuya aplicación, percepción y fiscalización se encuentra a su cargo— en la forma y condiciones
que establezca dicho organismo, dentro de los quince (15) días corridos de aceptado el cargo en el expediente
judicial(119), como con una anterioridad de quince (15) días al vencimiento del plazo para la verificación de los
créditos —supuesto este último que se incorpora con la ley 27.430—. En caso de incumplir alguno de tales
deberes, resultan solidarios en forma personal con los deudores del impuesto.
El aludido requerimiento acerca de la deuda tributaria tiene por finalidad favorecer las acciones de
relevamiento de la deuda y disminuir el riesgo de verificaciones tardías, con la consecuente imposición de
costas al Organismo fiscal. La norma persigue introducir una mejora en el cumplimiento de las obligaciones
formales y materiales a su cargo y otorgar una mayor precisión a los requisitos de la responsabilidad solidaria
de los síndicos(120).
Sin embargo, la posibilidad de extender la responsabilidad solidaria a los síndicos de los procesos falenciales
no ha estado exenta de críticas. Se ha sostenido que la atribución de responsabilidad solidaria solo puede ser
producto de la comprobación de ciertas funciones realizadas por el presunto responsable por deuda ajena, las
que surgen acabadamente de art. 6º de la ley, en tanto este dispone el pago de gravámenes con los recursos
que administran, perciben o que disponen. Y ello exige distinguir la obligación que se pretende imponer sobre
las deudas devengadas por períodos "anteriores y posteriores" a la iniciación del juicio respectivo y sobre los
síndicos en "concursos y quiebras", a tenor de su diverso rol (121).
Respecto a los períodos anteriores, su deber habrá de limitarse a cumplimentar en el término de quince días
corridos de aceptado el cargo, la declaración jurada informando en los concursos preventivos y las quiebras
solicitadas por el deudor, los montos de las obligaciones denunciadas por el insolvente en su presentación. Y,
específicamente, en los procesos de quiebra, a la oportuna exhibición a la AFIP de la documentación
respaldatoria relacionada con las potenciales obligaciones tributarias y previsionales, si efectivamente los
hubiere recibido del fallido, o que hubieren llegado a su poder por cualquier otro medio y transmitirle toda la
información colectada al ente recaudador con la finalidad de facilitar su verificación y la hipotética determinación
oficiosa en caso de corresponder(122).
Con relación a los períodos posteriores, en el caso de concurso preventivo el deudor ejerce sus facultades
de administración sin perder su legitimación procesal, con la derivación lógica de que "es este, o sus
representantes, y no el síndico, quienes deben cumplimentar sus obligaciones tributarias, tanto materiales
como formales"(123). En ese sentido, el propio art. 6º, inc. c), dispone que son responsables por deuda ajena
"los síndicos y liquidadores de las quiebras", prescindiendo de la alusión a los síndicos en los concursos
preventivos en cualquier etapa del proceso. En el caso de la quiebra se produce el desapoderamiento de pleno
derecho de los bienes del fallido existentes a la fecha de su declaración, efecto que se extiende hacia aquellos
que adquiriera hasta su rehabilitación. Específicamente, en materia de disposición, el art. 109 de la Ley de
Concursos y Quiebras determina que el síndico "participa" de la distribución de los bienes, por lo que se ha
concluido que su administración es para fines ejecutivos, muy distinta a la regulada en forma genérica para los
responsables por deuda ajena en la ley 11.683(124).
Por último, cabe destacar que los plazos previstos en el inciso bajo estudio se computan en días corridos, lo
que importa un apartamiento de la regla fijada en el art. 4º de la ley 11.683 en tanto dispone el cómputo de los
plazos procesales en días hábiles administrativos o judiciales, según el caso.
7. A ( . 8º, . ])
7.1. Acerca de los agentes de retención
Dentro del universo de los agentes de recaudación se encuentran los denominados agentes de retención,
instituidos por la ley como responsables por el cumplimiento de la deuda ajena a fin de facilitar la recaudación
de los impuestos.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha puntualizado que a ellos "la ley les atribuyó el deber de
practicar retenciones por deudas tributarias de terceros, sobre los fondos de que dispongan cuando con su
intervención se configura el presupuesto de hecho determinado por la norma legal. Además los obligó a
ingresar al Fisco los importes retenidos en el término y las condiciones establecidas, puesto que tal actividad se
vincula (...) con el sistema de percepción de los tributos en la misma fuente en virtud de una disposición
expresa que así lo ordena, y atendiendo a razones de conveniencia en la política de recaudación tributaria"
(125).
El agente de retención no integra la relación jurídica sustancial puesto que el hecho imponible se verifica con
respecto al sujeto pasivo de la retención(126).
Son variadas las circunstancias que pueden dar lugar a que determinados sujetos reciban la designación de
agentes de retención, todas conectadas por un elemento común: el hecho de que quien debe retener se
encuentra en contacto directo con un importe dinerario de propiedad del contribuyente o que él debe recibir y
tiene, en consecuencia, la posibilidad material de amputar la parte que corresponde al Organismo fiscal en
concepto de tributo(127).
La responsabilidad de los agentes de retención surge sin necesidad de intimación previa alguna al
contribuyente. De ahí que precise Jarach que su responsabilidad no goza del denominado "beneficio de
excusión" y puede ser dejada sin efecto únicamente si los propios agentes demuestran el cumplimiento de la
obligación por parte del deudor principal(128).
a) Los agentes de retención responden con sus bienes propios y solidariamente con los deudores del tributo
por el impuesto que omitieron retener, una vez vencido el plazo de quince (15) días —hábiles(129)— de la
fecha en que correspondía efectuar la retención.
El agente de retención queda eximido de responsabilidad en la medida en que acredite que el contribuyente
ha abonado el gravamen respectivo.
El Máximo Tribunal federal ha entendido que su responsabilidad por el incumplimiento de los deberes
fiscales a su cargo no puede ser dispensada con fundamento en que la misma constituye un pago a cuenta del
gravamen, cuya exigibilidad como tal cesa después de vencido el término para presentar la declaración jurada
respectiva, y solo puede ser eximido si acredita que el contribuyente ingresó las sumas respectivas(130).
En ese sentido, se encuentra a cargo del agente la cabal demostración de tal circunstancia, por caso,
mediante la presentación de las declaraciones juradas del contribuyente, de las que surja discriminado el pago
realizado y la persona que lo ha abonado(131).
La jurisprudencia ha sostenido que "la demostración del pago del impuesto no retenido o percibido por la
actora debe resultar de las declaraciones de los contribuyentes, en donde aparezca perfectamente discriminado
el pago efectuado, la persona que lo ha hecho y el importe respectivo, elementos necesarios para establecer la
obligación declarada que debió sufrir la retención o percepción. Más aún, tampoco cabría eximir al agente si el
titular hubiera manifestado que incluyó la suma sujeta a retención o percepción en la declaración jurada en
forma global, es decir sin aquellos recaudos"(132).
No puede obviarse que la doctrina ha alertado acerca de los inconvenientes probatorios con los que se
tropieza actualmente en la práctica(133).
b) Sin violentar el texto legal, siempre que la amputación retentiva no se haya llevado a cabo, queda
establecida la solidaridad entre ambos, pero solo desde el momento en que vence los plazos legales para el
ingreso. Ello es así pues establece la disposición, de un modo elocuente, que la responsabilidad nace "sin
perjuicio de la obligación solidaria de los contribuyentes para abonar el impuesto no retenido desde el
vencimiento del plazo señalado".
La singularidad de la norma surge prístina a poco que se repare que el contribuyente —realizador del hecho
imponible— es colocado como responsable solidario del agente de recaudación, con respecto al importe de la
retención.
Así lo interpretaba el Tribunal Fiscal de la Nación al señalar que "en el supuesto de las retenciones, el
responsable por deuda propia aparece como solidario del agente de retención y no a la inversa. Que, de no
haberse adoptado tal sistema, ello implicaría lisa y llanamente, neutralizar el mecanismo de recaudación que
con las retenciones se pretende instaurar. En ese orden de ideas, no es casualidad que el agente de retención
tenga un régimen represivo propio en la ley de procedimientos fiscales"(134).
En la explicación de Mihura Estrada, el beneficiario de un pago sujeto a retención, respecto del cual se omitió
realizar la correspondiente retención, se encuentra obligado, solidariamente con el agente de retención omiso,
a ingresar el importe correspondiente al Fisco, y se desprende también de la circunstancia de que —al no
contar con el pago a cuenta que importa haber sufrido la retención— el contribuyente continúa debiendo la
totalidad del impuesto por el hecho imponible verificado(135).
Por su parte, entiende Giuliani Fonrouge que no se trata de una responsabilidad solidaria sino solamente
subsidiaria, ya que el obligado principal sería el agente de retención omiso, por lo que el beneficiario del pago
solo respondería en defecto de aquel, y por una acción oblicua ejercida por el Fisco en lugar del agente de
retención(136).
En definitiva, la responsabilidad del contribuyente ante el Organismo recaudador se encuentra sujeta a dos
condiciones: que no se efectúe la amputación retentiva y que venza el plazo otorgado al agente de retención
sin que este ingrese el importe tributario objeto de aquella(137).
c) Entroncado con ello, en el impuesto a las ganancias, la resolución 830/2000(138) —y sus modificatorias—
establece, para el caso de omisión de la retención, además de la responsabilidad propia del contribuyente por
el pago de su impuesto, una responsabilidad adicional que consiste en el adelantamiento del pago mediante la
denominada "autorretención"(139).
El Tribunal Fiscal de la Nación ha señalado a este respecto que si bien la autorretención no es propiamente
un anticipo, guarda con este analogía en su estructura(140).
Como lo explica la doctrina, no es otra cosa que un anticipo fijado por el Organismo fiscal por un importe
igual al de la retención omitida(141). Sin embargo, bajo ningún aspecto correspondería asimilar el régimen
sancionatorio de la "autorretención" al de las retenciones sobre pagos a terceros, ya que demorar u omitir el
pago de un impuesto propio es ciertamente de distinta naturaleza que apropiarse indebidamente de sumas
retenidas en nombre del Fisco nacional.
Existen, sin embargo, razones de peso que obligan a precisar que, en rigor, no estamos frente a un
verdadero supuesto de responsabilidad solidaria. Ello es así porque la exégesis de la norma evidencia que el
agente de retención queda como único obligado directo frente al Organismo recaudador, pues tiene en su poder
el dinero con que el contribuyente canceló su obligación, al tiempo que libera al deudor principal.
Si el agente cumple con el deber de retener, nace en su cabeza la obligación de entregar lo retenido, de
suerte que el sujeto pasivo de esta obligación, directa y propia, es el agente(142).
El responsable por deuda propia queda desobligado pues resultaría contrario a los más elementales
principios de equidad que el deudor que no pudo evitar la detracción tenga que pagar por segunda vez, si quien
le amputó retentivamente no ingresa ese importe por cualquier motivo(143).
Así también lo ha interpretado el propio Fisco nacional desde antaño(144).
Como esclarece Damarco, si el agente de retención o percepción cumple con su obligación de retener y
percibir, según sea el caso, "se transforman en obligados directos frente al acreedor (Estado) porque al dar
cumplimiento a sus obligaciones de retener o percibir, el contribuyente queda liberado de la obligación tributaria
y ellos quedan como únicos deudores y responsables frente al Estado. Lo expuesto no puede ser de otro modo.
Si el Estado sujeta al contribuyente a soportar la retención o percepción del gravamen, debe quedar liberado de
su obligación tributaria en la medida de la retención o percepción"(145).
Y es que "cuando el art. 8º de la ley 11.683 establece la responsabilidad solidaria de los agentes de retención
y percepción con el contribuyente debe entenderse que dicha solidaridad existe cuando el agente de retención
o percepción no ha retenido o percibido el gravamen porque, en tal caso, para el contribuyente no se ha
extinguido su obligación tributaria y, por otra parte, los agentes de retención o de percepción quedan obligados
(solidariamente) por no haber cumplido los deberes a su cargo. En cambio, cuando el agente de retención o
percepción cumple con su obligación de retener o percibir, el contribuyente queda liberado de su obligación
porque la ha abonado con sujeción al modo previsto por la ley (retención o percepción), pero el agente de
retención o percepción queda obligado directamente frente al Estado porque tiene en su poder el dinero con
que el contribuyente canceló su obligación. Si el contribuyente continuara siendo responsable solidario, estaría
obligado a soportar la retención o percepción (primer pago) y si el agente de retención o percepción no
ingresare el gravamen debería pagar de nuevo (segundo pago)".
El último párrafo del inc. c) —incorporado mediante la ley 23.314(146)— establece que la Administración se
encuentra facultada para fijar otros plazos generales de ingreso(147) cuando las circunstancias lo hicieran
conveniente a los fines de la recaudación o del control de la deuda, potestad que debe sujetarse a los cánones
de la razonabilidad.
8. A ( . 8º, . ])
Cercana a la figura del agente de retención se encuentra la del agente de percepción. Tras la sanción de la
ley 27.430, el art. 8º, inc. d), ordena normativamente su responsabilidad solidaria de un modo autónomo, en su
hora regulada en el inc. c) ya comentado.
Son agentes de percepción aquellos que por su profesión, oficio, actividad o función, se encuentran en una
situación tal que les permite recibir del destinatario legal del tributo, un monto tributario que posteriormente
deben depositar a la orden del Fisco(148). El agente de percepción no es originariamente deudor del
contribuyente, sino acreedor de él y, al cobrar su deuda, cobra además el impuesto cuya percepción ha sido
puesta a su cargo(149).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que "un agente de percepción es un sujeto sobre
quien recae un deber no contributivo, consistente en adicionar al precio final de los bienes que venda o de los
servicios que preste, una suma dispuesta por el Fisco, a título de 'percepción' que debe ser conjuntamente
cobrada a sus clientes y, en la oportunidad establecida, ha de ser debidamente informada e ingresada a las
arcas fiscales"(150).
Con base en la norma, los agentes de percepción son responsables solidarios por el tributo que dejaron de
percibir o que percibido, dejaron de ingresar al Fisco nacional en la forma y tiempo que establezcan las leyes
respectivas, si no acreditaren que los contribuyentes no percibidos han abonado el gravamen.
De un modo análogo a lo regulado para los agentes de retención, es responsable solidario el agente de
percepción que incumple con el deber de percibir el impuesto, y solo puede eximirse de aquella si acredita que
el contribuyente no percibido ha ingresado el gravamen respectivo al Fisco nacional.
También aquí el impuesto percibido y no ingresado al Organismo recaudador deja como único y directo
obligado al agente y desobliga al contribuyente. Caben aquí las mismas consideraciones esbozadas al
examinar el caso del retentista, dado que cuando el agente hubiera omitido ingresar la percepción realizada, no
cabe de ningún modo reclamar el gravamen al contribuyente ya que implicaría su pago por segunda vez.
9. S ( . 8º, . ])
a) Son responsables solidarios los sucesores a título particular en el activo y el pasivo de empresas o
explotaciones que, de acuerdo con la legislación tributaria, sean consideradas como una unidad económica
susceptible de generar íntegramente el hecho imponible, vale decir, que está gravada con un impuesto que, por
la forma en que surge, puede considerarse como una deuda originada en la actividad empresaria.
Se apuntaba tempranamente que no puede verse en este supuesto un caso de responsabilidad objetiva, en
tanto se trata de una consecuencia de la transmisión misma y de una garantía que se otorga al Organismo
fiscal para prevenir fraudes, corroborado por la regulación de la caducidad respecto de deuda no
determinada(151).
De acuerdo con lo previsto en el art. 21 del dec. 1397/1979, quedan comprendidos tanto los sucesores
particulares a título oneroso —por caso, compraventa, permuta, aporte social, etc.— como a título gratuito —
legado o donación—.
También precisa los alcances del concepto de unidad económica susceptible de generar íntegramente el
hecho imponible con relación a sus propietarios o titulares. En efecto, dispone que se refiere a toda empresa o
explotación singular cuyos beneficios, ventas o salarios respectivos estén gravados en forma independiente por
los impuestos sujetos al régimen de la ley antes citada, así como a la pluralidad de empresas o explotaciones
que en conjunto generen el hecho imponible sujeto a cualesquiera de esos gravámenes.
En la redacción dada por la ley 27.430, el nacimiento de la responsabilidad se encuentra condicionada a que
el contribuyente propietario o titular del bien transmitido no regularice su situación fiscal dentro de los quince
(15) días —hábiles(152)— de la intimación administrativa de pago, ya sea que se trate o no de un
procedimiento de determinación de oficio, redacción análoga a la del inc. a).
La reforma mantiene sin alteraciones la exigencia de la previa intimación al deudor principal, aunque no son
superfluas las aclaraciones que se introducen frente al silencio que merecía su anterior texto acerca del origen
y el plazo de la intimación.
En definitiva, cuando se trate de deuda determinada existe el derecho a que se exija previamente el pago al
deudor principal. El sucesor estará obligado al pago del impuesto en la medida en que el contribuyente
propietario o titular del bien transmitido no cumpla con la obligación luego de la pertinente intimación
administrativa de pago en el plazo señalado.
b) La segunda parte del inc. e) hace puntual referencia a la caducidad de la responsabilidad de los sucesores
a título particular que opera solamente respecto de la deuda no determinada antes de la transmisión. Ello es así
pues para la deuda determinada la responsabilidad del adquirente subsiste hasta tanto no se verifique el
vencimiento del plazo para su prescripción.
La caducidad se producirá a los tres (3) meses de efectuada la transferencia, si esta fue denunciada con una
antelación de quince (15) días al Fisco nacional. A contrario sensu, la responsabilidad del adquirente no caduca
si la aludida comunicación no se realiza en la forma indicada en la disposición en trato.
De otra parte, también caduca la responsabilidad cuando el Organismo recaudador reciba garantía suficiente
del cedente por el impuesto adeudado(153).
Vinculado con esta temática, la ley 11.867(154) de Transferencia de Fondos de Comercio dispone que las
partes intervinientes en una operación de transmisión de un establecimiento comercial o industrial, a fin de
gozar de los beneficios que allí se consagran, deben ajustarse a las pautas y exigencias enunciadas en su
texto, especialmente, respecto de la oponibilidad frente a terceros.
De ahí que esta disposición implique una modificación implícita de las previsiones de la ley 11.867, dado que
permite al Organismo recaudador perseguir al sucesor por las deudas del anterior propietario, aunque no haya
realizado oposición a la operación en el tiempo y modo indicados en el citado cuerpo legal(155).
10. L ( . 8º, . ])
La ley tributaria ofrece en el inc. f) un supuesto de cooperación o complicidad con la evasión, o la falta de
ingreso del impuesto debido por el contribuyente, que reviste indudable naturaleza punitiva.
En la redacción anterior a la ley 27.430, el entonces inc. e) responsabilizaba en forma personal y solidaria
únicamente a los terceros que faciliten por su culpa o dolo la evasión del tributo del deudor principal, aun
cuando no tuvieran deberes tributarios a su cargo.
En cuanto a los supuestos de hecho que pueden generar esta responsabilidad la reforma trae una novedad:
mientras la disposición conserva el aludido supuesto, por otra parte, se agrega ahora que la responsabilidad
también alcanza a aquellos que faciliten dolosamente "la falta de ingreso del impuesto debido por parte del
contribuyente".
En la novedosa hipótesis es menester que se verifique una facilitación dolosa de la "falta de ingreso del
impuesto debido por el contribuyente", redacción que se exhibe ciertamente imprecisa si atendemos a la
naturaleza represiva de la figura.
En cualquier caso, la norma exige que el deudor principal hubiere sido sancionado o denunciado
penalmente, es decir, que se haya dictado a su respecto la resolución sancionatoria o, en su caso, que se haya
formulado la correspondiente denuncia penal en su contra.
La sana modificación legal importó receptar la jurisprudencia de la Corte Suprema con arreglo a la cual el
Organismo recaudador debe demostrar que respecto del deudor principal tuvo lugar una evasión del tributo y
que el tercero, por su culpa o dolo, la ha facilitado de modo que "para satisfacer ese recaudo, resulta
insoslayable la existencia de una resolución sancionatoria que haya juzgado la conducta del responsable por
deuda propia, y haya tenido por configurada una 'evasión del tributo'. Además, la demostración de que el
deudor principal incurrió en una infracción o un delito que pueda calificarse en esos términos es un presupuesto
indispensable para que —sobre la base de la resolución o sentencia que así lo haya establecido— pueda
juzgarse si el tercero —por su culpa o dolo— ha facilitado la maniobra evasiva"(156).
Por su parte, el Tribunal Fiscal de la Nación sostuvo que para ser considerado un tercero responsable debe
haber participado, ya sea a título de culpa o dolo, en maniobras junto deudor del tributario a fin de que este
haya provocado la evasión de sus obligaciones tributarias. De allí que la norma requiere una conducta
concomitante con la del contribuyente que debió necesariamente defraudar al Organismo fiscal en los términos
del art. 46 de la ley 11.683(157).
Resta señalar que la disposición en trato merece estar ubicada en el capítulo II sobre intereses, ilícitos y
sanciones y no en la parte general, incoherencia que se atribuye a la deficiente sistematización de la ley,
agudizada por las numerosas reformas de que fue objeto con el transcurso del tiempo(158).
11. L ( . 8º, . ])
El inciso en comentario, incorporado a la ley ritual mediante la ley 23.314 y modificado por la 27.430, atribuye
responsabilidad a los cedentes de créditos tributarios en caso de que el Organismo recaudador impugne su
existencia o legitimidad y los cesionarios no regularicen su situación fiscal dentro de los quince (15) días de la
intimación administrativa de pago(159).
La disposición no plantea dudas en cuanto a su alcance. En efecto, la responsabilidad vendrá dada por el
monto que de dichos créditos se utilice para la cancelación de la deuda tributaria del cesionario.
La aludida disposición establece que "cuando en virtud de disposiciones especiales que lo autoricen, los
créditos tributarios puedan transferirse a favor de terceros responsables, su aplicación por parte de estos
últimos a la cancelación de sus propias deudas tributarias, surtirá los efectos de pago solo en la medida de la
existencia y legitimidad de tales créditos".
Por ello, si el Fisco nacional impugna los mentados créditos y el cesionario no cumple con la intimación de
pago dentro de los quince (15) días previstos en la norma, el cedente es responsable personal y solidariamente
con la deuda de aquel.
Concordantemente, el citado art. 29 de la ley ritual dispone que la impugnación de un pago por causa de la
inexistencia o ilegitimidad del crédito tributario aplicado con ese fin, hace surgir la responsabilidad personal y
solidaria del cedente si fuera el caso de que el cesionario, requerido por el Fisco nacional para regularizar la
deuda, no cumple en el plazo que le fue acordado con la intimación de pago de su importe.
Refuerza el citado precepto que la dicha responsabilidad se hará valer por el procedimiento previsto en el art.
17 y que el Organismo fiscal no asumirá responsabilidades derivadas del hecho de la transferencia, las que, en
todos los casos, corresponderán exclusivamente a los cedentes y cesionarios respectivos.
Desde la perspectiva del cesionario que hubiera computado contra el impuesto determinado créditos
inexistentes, en virtud de lo previsto en el art. 14 de la ley 11.683, no resulta necesario que el Organismo fiscal
active el procedimiento determinativo de oficio.
La res. gral. 1466/2003(160) y sus modificatorias establecen los requisitos y condiciones que se deben
observar a fin de convalidar el crédito impositivo a favor del contribuyente o responsable —originado
únicamente en el IVA—, su transferencia y posterior utilización por el cesionario para cancelar sus propias
deudas impositivas.
Estimamos que conservan vigencia las consideraciones expuestas tiempo atrás en doctrina acerca de que la
solidaridad que deviene para el cedente podría encontrar alguna justificación en caso de maniobras delictuales,
pero parecería abusiva su extensión a los cedentes de buena fe(161).
12. L ,
( . 8º, . ])
a) La ley 25.795(162) incorporó a la ley de rito fiscal la responsabilidad solidaria de cualquiera de los
integrantes de las uniones transitorias de empresas y los agrupamientos de colaboración empresaria. Con la
sanción de la ley 27.430 el texto amplía su antigua regulación a fin de comprender a los distintos contratos
asociativos regulados en el capítulo 16 del Código Civil y Comercial de la Nación.
El inciso se actualiza con la nómina de las siguientes figuras:
i) Uniones Transitorias de Empresas (arts. 1463 a 1469 del Cód. Civ. y Com.), que se verifica cuando las
partes se reúnen para el desarrollo o ejecución de obras, servicios o suministros concretos, dentro o fuera de la
República. Pueden desarrollar o ejecutar las obras y servicios complementarios y accesorios al objeto principal.
ii) Agrupamientos de colaboración empresaria (arts. 1453 a 1462 del Cód. Civ. y Com.), que existe cuando
las partes establecen una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas fases de la
actividad de sus miembros o de perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades.
iii) Negocio en participación (arts. 1448 a 1452 del Cód. Civ. y Com.), que tiene por objeto la realización de
una o más operaciones determinadas a cumplirse mediante aportaciones comunes y a nombre personal del
gestor. No tiene denominación, no está sometido a requisitos de forma, ni se inscribe en el Registro Público.
iv) Consorcios de Cooperación (arts. 1470 a 1478 del Cód. Civ. y Com.), que se presenta cuando las partes
establecen una organización común para facilitar, desarrollar, incrementar o concretar operaciones relacionadas
con la actividad económica de sus miembros a fin de mejorar o acrecentar sus resultados.
v) Otros contratos asociativos. Dado que el Código Civil y Comercial de la Nación regula las condiciones de
estos contratos asociativos, sus integrantes y las responsabilidades solidarias frente a terceros, sus previsiones
resultan aplicables en la interpretación del inciso, en todo aquello que no encuentre expresa regulación en la ley
11.683.
La temática se inserta en la más amplia referida a la autonomía dogmática del derecho tributario y la
denominada capacidad jurídica tributaria que se inserta en el núcleo de la sujeción pasiva, con profuso
desarrollo en doctrina(164).
No es una novedad que el legislador tributario se encuentra habilitado para apartarse de las categorías del
derecho privado en miras a atribuir la configuración del hecho imponible a sujetos que no son tales para el
derecho común, creando ficciones al efecto. En la medida en que se distancie, en sus normas jurídicas, de los
conceptos tal y como han sido contemplados en otras disciplinas nacidas para ordenarlos, crea ficciones
legales propias de nuestra materia a fin de atribuir a los supuestos o a las figuras definidas determinados
efectos jurídicos, esto es, los propios del derecho tributario.
El legislador incurre así en la ficción de tratar, tanto jurídica como patrimonialmente capaz, a quien no lo es
según el derecho privado. Se está entonces frente a auténticas ficciones de derecho, según el concepto jurídico
y doctrinal que a tales categorías conviene técnicamente(165).
Por ende, si es viable configurar a un ente sin personalidad como contribuyente o deudor principal —como
centro para la imputación de efectos jurídicos tributarios—, ningún obstáculo existe para que el legislador
instituya un mecanismo de responsabilidad solidaria para garantizar el crédito tributario.
Surge a las claras, entonces, que el artículo en comentario —referido a la responsabilidad de sus integrantes
— adquiere especial gravitación allí donde los textos impositivos consagran a estas figuras asociativas como
contribuyentes o deudores principales de los distintos gravámenes nacionales.
Con ese enfoque, en lo tocante al impuesto al valor agregado, son contribuyentes "quienes, revistiendo la
calidad de uniones transitorias de empresas, agrupamientos de colaboración empresaria, consorcios,
asociaciones sin existencia legal como personas jurídicas, agrupamientos no societarios o cualquier otro ente
individual o colectivo, se encuentren comprendidos en alguna de las situaciones previstas en el párrafo anterior"
(art. 4º de la ley 23.349 y sus modificaciones).
Sobre la cuestión se ha señalado que si bien la UTE no constituye ni es, en principio, sujeto de
derecho(166), el mismo legislador nacional le otorgó tal atribución de manera limitada y circunscripta
únicamente al impuesto al valor agregado que ella establece y regula (art. 4º, segundo párrafo, de la ley
23.349)(167).
En el ámbito del impuesto a las ganancias-salidas no documentadas, la procuradora fiscal ha señalado que
dado que la UTE no reviste como contribuyente en este impuesto "no pudo en momento alguno ser tenida
como contribuyente o como responsable del gravamen que se le reclamó ya que tales situaciones requieren
necesariamente de la previa existencia de un sujeto de derecho que, como quedó dicho, no ha sido designado
como tal"(168).
No obsta a esa conclusión el art. 5º, inc. c), de la ley 11.683 en cuanto establece, de manera potencial, que
pueden ser sujetos pasivos de los gravámenes federales por ella regulados ciertas sociedades, asociaciones,
entidades o empresas que no tengan calidad de sujetos de derecho, y aun los patrimonios destinados a un fin
determinado, dado que "esta norma condiciona tal posibilidad a que 'unas y otros sean considerados por las
leyes tributarias como unidades económicas para la atribución del hecho imponible'"(169).
Desde la perspectiva del impuesto a las ganancias señaló el Tribunal Fiscal de la Nación que "las Uniones
Transitorias de Empresas no son sujetos del impuesto a las ganancias, y que por ende, la operatoria de la UTE
en relación con el impuesto de que se trata no constituye sino la de sus propios partícipes, en cada caso,
conforme a la proporción de su participación en aquella"(170).
Sirva lo expuesto a fin de esclarecer que la extensión de la responsabilidad solidaria a los integrantes de
estas figuras asociativas exige, necesariamente, que el hecho imponible pueda ser atribuido a las asociaciones
como contribuyentes del impuesto, de acuerdo con las normas que los ordenan. Es decir, que se verifique a su
respecto, según las respectivas leyes tributarias, la calidad de deudores principales.
La responsabilidad solidaria se da entonces entre cada participante con la entidad. Se establece así la
responsabilidad solidaria de sus partícipes sin que pueda alegarse la división de la deuda entre los integrantes,
ni el derecho a que se exija previamente el pago al deudor principal, de modo que el Fisco nacional puede
accionar contra aquellos sin necesidad de agotar gestiones de cobro sobre el patrimonio de la figura asociativa.
13. L
( . 8º, . ])
El art. 8º, inc. i), fue incorporado a la ley de rito mediante la ley 25.795, en consonancia con la introducción
del deber de constatar la validez de las facturas dispuesto en el art. 33.1(171) de la ley 11.683.
La disposición configura como responsables solidarios a los contribuyentes que por sus compras o
locaciones reciban facturas o documentos equivalentes, apócrifos o no autorizados, cuando estuvieren
obligados a constatar su adecuación, conforme con las disposiciones del art. 33.1 de la ley 11.683. En este
caso, responderán por los impuestos adeudados por el emisor, emergentes de la respectiva operación y hasta
el monto generado por esta última, siempre que no puedan acreditar la existencia y veracidad del hecho
imponible.
El dec. 477/2007(172) enuncia a los contribuyentes que se encuentran obligados a constatar la debida
autorización de las facturas o documentos equivalentes(173).
Por lo demás, resulta incongruente que la norma habilite luego a eximirse de la aludida responsabilidad si se
acredita "la existencia y veracidad del hecho imponible". En otros términos, con base en el propio artículo, si se
prueba la existencia del hecho imponible no puede caber la extensión de la responsabilidad, incoherencia que
revela la imposibilidad de aplicar la norma(174).
A más de tal incongruencia, cabe aludir a las fundadas críticas que ha recibido la figura.
En ese sentido, se ha señalado con justeza que obligar al contribuyente a satisfacer un impuesto ajeno en
base a un incumplimiento formal, sin haberse acreditado su participación o complicidad en un ilícito "carece de
razonabilidad, pues desborda el propósito cautelar preventivo de evitar la emisión de facturas apócrifas,
convirtiéndose, lisa y llanamente, en una verdadera sanción genérica que, por su naturaleza penal no debería
haberse incluido en el art. 8º". Y es que "si la conducta del sujeto no se ha inspirado en el propósito de facilitar
la evasión, el incumplimiento del deber formal de constatar que el emisor de la factura se encuentra habilitado
para ello, a lo sumo, podría ser pasible de sanciones similares a las establecidas por la ley 11.683 para las
infracciones formales, que son más benignas dada la menor importancia de la inobservancia incurrida"(175).
14. S . 8º:
El presente comentario quedaría incompleto sin la breve referencia al particular supuesto de responsabilidad
solidaria del art. 92.2 de la ley de rito, incorporado por la ley 25.795 y reformado por la ley 26.044.
Se establece allí que "Las entidades financieras, así como las demás personas físicas o jurídicas
depositarias de bienes embargados, serán responsables en forma solidaria por hasta el valor del bien o la suma
de dinero que se hubiere podido embargar, cuando con conocimiento previo del embargo, hubieren permitido
su levantamiento, y de manera particular en las siguientes situaciones: a) Sean causantes en forma directa de
la ocultación de bienes, fondos, valores o derechos del contribuyente ejecutado, con la finalidad de impedir la
traba del embargo, y b) Cuando sus dependientes incumplan las órdenes de embargo u otras medidas
cautelares ordenadas por los jueces o por los agentes fiscales...".
La responsabilidad solidaria aquí prevista no es objetiva, es decir, derivada del mero carácter de depositarios
de los bienes embargados, sean entidades financieras o personas humanas o jurídicas. Antes bien, se prevé
una responsabilidad subjetiva que nace como consecuencia de un hecho imputable a título de culpa o dolo.
15. R
15.1. Fallos liminares sobre responsabilidad solidaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
- CS, 11/2/2014, "Bozzano, Raúl José (TF 33.056-1) c. DGI", B-773-48 REX.
Que, en síntesis, no corresponde que al interpretar el citado art. 8º, inc. a), se incorpore un recaudo —la
firmeza del acto que determina el impuesto del deudor principal— no contemplado en esa norma, máxime si se
considera que en el ordenamiento de la ley 11.683 —en el que aquella disposición está incluida— se resguarda
el derecho de defensa de las personas a las que el ente fiscal pretende endilgar responsabilidad por la deuda
de un tercero, al establecerse que, a tal fin, el Organismo recaudador debe sujetarse al procedimiento de
determinación de oficio establecido en el art. 17 de la ley 11.683 (conf. párrafo quinto del artículo citado), lo que
implica —además de la necesaria observancia de las reglas que lo conforman— que la resolución respectiva
pueda ser objeto de apelación ante el tribunal fiscal —tal como sucedió en la especie— permitiendo al
responsable formular con amplitud ante ese organismo jurisdiccional los planteos que considere pertinentes a
su derecho.
- CS, 30/3/2004, "Brutti, Stella Maris (TF 14.814-I, ac. 14.815-I/15.157-I) c. DGI", B.583.XXXVI. Fallos 327:769.
"... No se advierte obstáculo legal alguno para que el Fisco comience el procedimiento de determinación de
oficio con el objeto de verificar la eventual responsabilidad personal y solidaria aludida en el art. 18, inc. a), de
la ley 11.683 (t.o. 1978), aun antes de intimar de pago al deudor principal, puesto que el establecimiento de la
responsabilidad requiere de su instrumentación a través del correspondiente acto que culmina el proceso
determinativo" (del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema).
En autos, se interponen sendos recursos de apelación contra las resoluciones, en virtud de las cuales se
determina de oficio la responsabilidad personal y solidaria de los Sres. Alejandro J. Cabral, José María Cabral,
Carolina Alejandra Cabral y María Lorena Cabral, respecto de las obligaciones fiscales de la firma CMJ Cuyo
SRL, frente al impuesto a las ganancias correspondiente a los períodos fiscales 2000, 2001 y 2002.
Luego, el tribunal expone que con fecha 22 de marzo de 2017, el responsable principal de la deuda, es decir
la empresa CMJ Cuyo SRL regularizó la misma acogiéndose a los beneficios dispuestos por la ley 27.260 a
través de un plan de pagos de 7 cuotas, abonando en idéntica fecha el pago a cuenta y en los meses sucesivos
las 5 primeras cuotas del plan, así como también los honorarios de los profesionales intervinientes por el ente
fiscal en la ejecución de la deuda. Asimismo, destaca que en lo que respecta a las últimas dos cuotas
restantes, con fecha 14/5/2018, el Fisco nacional manifiesta que el plan en cuestión se encuentra totalmente
cancelado.
En virtud de lo expuesto, y toda vez que el deudor principal ha cancelado íntegramente la deuda por el
impuesto a las ganancias períodos 2000, 2001 y 2002 —que diera origen a las determinaciones apeladas en
autos—, deviene abstracto el tratamiento de la responsabilidad solidaria.
Las costas se imponen en el orden causado, toda vez que no existe parte vencida.
Se interpone recurso de apelación, contra la res. 216/2016 (DV MRRI), por la cual se establece la
responsabilidad personal y solidaria del apelante, en su carácter de socio gerente de la firma Bar Orquídea
SRL, respecto del gravamen dejado de ingresar por la sociedad en concepto de impuesto a las ganancias,
períodos fiscales 2013 y 2014 e IVA, períodos fiscales enero a diciembre del 2013, con más sus
correspondientes intereses resarcitorios, y multas, en los términos del art. 45 de la ley de rito. Luego, la actora
acompaña copia de la sentencia del expte. 46542-I, mediante la cual se la tuvo a la firma "Bar Orquídea SRL"
por desistida de la acción y del derecho, incluso el de repetición, en los términos de la ley 27.260, con costas.
Sobre la situación particular, el Tribunal Fiscal de la Nación explica que, si bien la deudora principal ha
regularizado las obligaciones correspondientes al IVA mediante la adhesión al Plan J244925 el cual se
encuentra cumplido, las obligaciones correspondientes al impuesto a las ganancias se encuentran en curso de
regularización —Plan J244713— por lo cual la intimación de pago a la recurrente Bar Orquídea SRL aún no se
encuentra cumplida en su totalidad. Siendo ello así, la solicitud de que se apliquen los beneficios condonatorios
dispuestos por la ley 27.260 y que se archiven los presentes actuados —con apoyo en la regularización de las
obligaciones del principal— resulta improcedente, puesto que de las constancias existentes al momento de
decidir no puede concluirse que la intimación de pago al deudor principal —respecto del impuesto a las
ganancias— haya sido satisfecha.
Por otro lado, sin perjuicio de ello, la decisión que recaiga respecto de la procedencia o no de su carácter de
responsable solidario no implicará la efectivización de la intimación de pago, atento que ello dependerá del
cumplimiento del plan de pagos al que se acogió el deudor principal.
Finalmente, en tanto la regularización de la deuda efectuada por la deudora principal Bar Orquídea SRL, se
encuentra plenamente satisfecha, y la sentencia dictada en el marco de los autos "Bar Orquídea SRL", expte.
46.542-I, mediante la cual se la tuvo por desistida de la acción y del derecho, incluso el de repetición a la
deudora principal, corresponde declarar abstracto el tratamiento de la resolución 216/2016, solo con relación a
la deuda correspondiente al IVA, con costas por su orden.
Por ello, se resolvió declarar abstracto el tratamiento de la resolución 216/2016, solo con relación a las
obligaciones correspondientes al IVA, costas por su orden y no hacer lugar a la peticionado por el contribuyente
en cuanto a la condonación.
En autos, el recurrente hace saber que el deudor principal decidió regularizar su situación con el Fisco
nacional a través del plan de facilidades de pago establecido en la ley 27.260, por lo que manifiesta que desiste
de la acción y del derecho, incluso el de repetición, asumiendo las costas y costos del juicio.
Por lo expuesto, el Tribunal Fiscal tiene al recurrente por desistido de la acción y del derecho, incluso el de
repetición, conforme con el art. 305 del Cód. Proc. Civ. y Com. con costas.
Atento a la forma cómo se resuelve, aclara que no procede la aplicación al caso de la ley 27.260, toda vez
que el acogimiento a los términos de dicha norma ha sido formulado por el deudor principal y no por el aquí
recurrente.
Encontrándose acreditado la presentación del F 408/NM ante el ente fiscal, tiene al recurrente por desistido
de la acción y del derecho, incluso el de repetición en la presente causa, con costas, conforme con lo
establecido por el art. 53 de la ley 27.260 y art. 14, inc. b), de la res. gral. 3920.
Por otra parte, señala que, en el presente caso, el allanamiento a la pretensión fiscal mediante el
desistimiento de la acción y derecho, incluso el de repetición, es un requisito sine qua non para el acogimiento
del contribuyente a los beneficios previstos en la ley 27.260. Ello así, destaca que le corresponderá a la
recurrente la condonación que dicha norma prevé, una vez cumplidos y constatados que sean, por el
Organismo fiscal, los restantes requisitos y condiciones allí establecidos.
Finalmente, en atención a que el Sr. Oliva Juan Carlos reconoció su responsabilidad solidaria por los
impuestos determinados en cabeza de la empresa Oliva Juan Carlos SA y efectuó la íntegra regularización del
reclamo fiscal en concepto de los tributos omitidos, en cumplimiento a lo dispuesto en la ley 27.260 y se lo tuvo
por desistido de la acción y del derecho, incluso el de repetición, corresponde declarar abstracto el tratamiento
de las resoluciones por el expediente caratulado "Bojanich Esteban Daniel s/recurso de apelación". Las costas
se imponen en el orden causado.
Temas vinculados:
- Fallo Salvatierra.
- Fallo Barrenechea
En autos, el representante de Daniel Alejandro Patrizio expresa que conforme con las constancias que
adjunta la empresa "Damet SRL" de la cual su mandante es responsable solidario ha regularizado las
obligaciones tributarias objeto de autos mediante la adhesión al régimen de moratoria establecido por el título II
del Libro II de la ley 27.260, expresando su renuncia a la acción y al derecho, incluso el de repetición con
relación a las obligaciones tributarias objeto de la presente causa. Asimismo, manifiesta que la empresa y el Sr.
Patrizio no se encuentran incursos en las causales de exclusión previstas en el inc. e) del art. 84 de la ley
27.260.
Considerando ello así, el Tribunal Fiscal de la Nación indica que habiendo acreditado la contribuyente
"Damet SRL" la presentación de los F 408 ante el ente fiscal y habiendo desistido de la acción y del derecho en
los términos de la ley 27.260 inclusive el de repetición, la conformidad prestada por el Fisco nacional sin que
surja de estos actuados la existencia de causales de exclusión establecidas en el art. 84 de la misma ley,
corresponde tener a la recurrente por desistida de la acción y del derecho, incluso el de repetición en la
presente causa, con costas.
Respecto de la multa discutida en el marco del expte. 41.422-I que tiene como base de cálculo obligaciones
que fueron objeto del desistimiento formulado por la recurrente, en atención a los términos de la ley 27.260,
corresponde disponer el archivo de las actuaciones.
En función de ello y en virtud de lo manifestado por el Sr. Daniel Alejandro Patrizio, corresponde tenerlo por
desistido de la acción y al derecho, incluso el de repetición, con costas.
La alzada desestimó los agravios del Fisco nacional y, en su consecuencia, confirmó el pronunciamiento
dictado por el Tribunal Fiscal de la Nación, e impuso las costas de esta instancia en el orden causado, toda vez
que la coactora Zunino no contestó el traslado conferido (art. 68, segunda parte, del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación).
El tribunal fiscal dictó el pronunciamiento y por mayoría tuvo a la firma actora por desistida de la acción y del
derecho, incluso el de repetición, con costas. Posteriormente, el Organismo fiscal se presentó y manifestó que,
la deuda discutida en el expediente 45.239-I no se encontraba extinguida, toda vez que la responsable principal
se encuentra incluida en planes de facilidades de pago, de conformidad con lo dispuesto en la ley 27.260,
subsistiendo la deuda hasta tanto se cancele la totalidad de dichos planes.
En función de ello, solicitó al tribunal de origen que aclare su pronunciamiento en relación con el expediente
acumulado nro. 45.239-I.
El Tribunal Fiscal de la Nación declaró que el recurso de apelación interpuesto por aquella, en su carácter de
responsable solidaria de la firma "Cablestel SACI", devino abstracto, asimismo, distribuyó las costas en el orden
causado.
El Fisco nacional interpuso recurso de apelación, sostuvo que lo resuelto por el Tribunal Fiscal de la Nación
es arbitrario, en tanto la deuda de la responsable solidaria no se extingue hasta tanto se cancelen la totalidad
de los planes de pago que posee la deudora principal.
Para así decidir, la Cámara señaló lo normado en el art. 8º, inc. a) de la ley 11.683 y que la decisión
adoptada por el Tribunal Fiscal de la Nación de tener a Cablestel SACI, deudora principal, por desistida de la
acción y del derecho, llevarían a este tribunal a confirmar el pronunciamiento, en cuanto declaró abstracto un
pronunciamiento sobre el recurso de apelación interpuesto por la deudora solidaria, la señora Zunino
(presidenta de la sociedad actora).
Asimismo, el tribunal destacó que no puede pasar inadvertido que el tratamiento de la referida pretensión
recursiva ha perdido actualidad, puesto que la firma actora regularizó las obligaciones tributarias discutidas en
el presente litigio al allanarse a la pretensión fiscal en forma total en los términos de la ley 27.260.
Esa situación, si bien fue sobreviniente a la determinación de oficio que el Organismo fiscal efectuó respecto
de la señora Zunino, demostró la ausencia de uno de los requisitos que habilitan su solidaridad tributaria, esto
es, la falta de regularización por parte del deudor principal de la intimación administrativa de pago de su
obligación fiscal.
En este sentido, la alzada no comprendió el motivo por el cual el Fisco nacional insiste en la prosecución del
trámite del recurso de la señora Zunino, puesto que la solidaridad tributaria es legal y su vigencia no depende
del mantenimiento de un recurso o acción.
Concluyó la Cámara que no obsta el hecho de que la deudora principal haya incluido sus obligaciones
tributarias en diversos planes de facilidades de pago cuya cancelación total aún se encuentra pendiente, pues,
el art. 11 de la res. gral. 3920, reglamentario de los arts. 53 y 59 de la ley 27.260, establece que, cuando opere
la caducidad del plan de facilidades de pago por cualquier causa el Fisco nacional efectuará las acciones
destinadas al cobro de la deuda en cuestión, conforme con la normativa vigente.
Motivo por el cual, el tribunal no advirtió un gravamen que sustente la apelación del Organismo fiscal, por
cuanto, resolvió desestimar los agravios del Fisco nacional y, en su consecuencia, confirmar el pronunciamiento
dictado por el tribunal fiscal.
Fallo Plenario en el que se fijó la siguiente doctrina: "Los actos interruptivos de la prescripción cumplidos con
relación a una sociedad anónima, interrumpen el curso del plazo de prescripción de las acciones y poderes del
Fisco nacional para determina y exigir el pago del impuesto, no solo respecto de la sociedad sino también
respecto de los directores de la misma, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 18 inc. 1 de la ley 11.683, t.o. en
1974" (actual art. 8º del texto ordenado en 1998 y modif.)
El Tribunal Fiscal de la Nación rechazó la excepción de prescripción articulada por la recurrente, con costas.
Para así decidir, señaló que la recurrente apeló la determinación de oficio dictada por la AFIP en su carácter
de responsable solidario de la empresa "Pollos B && B SRL", a quien el Fisco mediante resolución 038/2007
(DV RRCO) de fecha 31/5/5007 le intimara el ingreso del impuesto al valor agregado de enero de 2002 a abril
de 2004, con más intereses y la multa aplicada, según surge del acto apelado, "Pollo B && B SRL" interpuso
contra dicha resolución recurso de reconsideración que fue presentado el 26/6/2007, siendo este rechazado por
el Organismo recaudador con fecha 28/9/2007 por resolución 453/07 (DI COR) quedando así firme la
determinación del tributo, por lo que teniendo en cuenta la suspensión de un año dispuesta en el art. 65 de la
ley procedimental, solo cabría concluir que a la fecha del dictado de la resolución apelada en el caso de autos,
la prescripción que se opone no se había operado, razón por la que correspondería rechazar la excepción de
prescripción articulada por la recurrente, con costas.
Para comenzar, el Tribunal Fiscal de la Nación rechaza las excepciones de prescripción, cosa juzgada y
nulidad opuestos por la actora. Luego, en cuanto al fondo, explicó que la doctrina es de aplicación al caso, en el
que el Fisco determinó e intimó de pago al contribuyente principal, "La Guarda SRL", con fecha 23/9/1996 y la
intimada no cumplió en el plazo de quince días allí previsto.
Además, el presupuesto objetivo queda acreditado con lo señalado por la sala B de este Tribunal Fiscal de la
Nación, en el considerando III de su sentencia de fecha 6/2/1998 recaída en los autos nro. 15.030-I, de igual
carátula que el presente en cuanto a que la apelante era socia mayoritaria de "Guarda SRL" (poseía 900 cuotas
sobre un total de 1500) y era la única socia gerente cuya firma obligaba a la sociedad, condición que, por otra
parte, no fue negada ni controvertida por la recurrente.
Por todo lo expuesto, habiendo quedado demostrado el carácter de socia gerente que la Sra. Collep
Anzulovic ostentaba en la empresa "La Guarda SRL" en los períodos fiscalizados, y no habiendo demostrado
que se encontrara en imposibilidad de cumplir correcta y oportunamente sus deberes fiscales, corresponde se
confirme la resolución apelada en autos en cuanto establece la responsabilidad solidaria de la recurrente, y
exige intereses.
El tribunal de alzada desestimó los agravios de ambas partes y confirmó la sentencia apelada, con costas.
El Tribunal Fiscal de la Nación confirmó las resoluciones emitidas por la AFIP-DGI que determinaron de oficio
la responsabilidad solidaria del actor socio gerente de la firma "El Trébol de 4 Hojas SRL" e intimó al pago de la
deuda que tenía esa sociedad por los siguientes tributos, en primer orden en el impuesto al valor agregado
(IVA), en segundo lugar impuesto a las ganancias (IG), e impuso las costas a cargo del actor, a su vez, dio
encuadramiento a la multa aplicada en el art. 45 de la ley 11.683 y graduó la sanción en el 70% del impuesto
omitido e impuso las costas por su orden.
La alzada para así resolver, con relación a que la nulidad que el actor endilga al procedimiento exige la
configuración de un vicio o de una violación de una prescripción procesal o la omisión de un acto que origina el
incumplimiento del propósito perseguido por la ley y que pueda dar lugar a la indefensión; por ello, las
nulidades son inadmisibles cuando no se indica cuáles son las defensas que no pudieron ser planteadas, esta
sala, causa "Ruta Siete SA (TF 15883-I) c. DGI", pronunciamiento del 11 de junio de 2013, en consecuencia, la
alzada concluyó el demandante, como socio gerente de la firma actora, conocía bien los cargos formulados por
la inspección actuante, esto es, los impuestos y períodos impugnados por la Administración fiscal y su
determinación mediante las resoluciones mencionadas, por lo que no se observó que se haya vedado el pleno
ejercicio de su derecho de defensa.
Asimismo, el tribunal señaló que, cuando se pretende aplicar la sanción prevista en el art. 46 de la ley
11.683, ello exige del ente recaudador acreditar no solo la conducta omisiva del gravamen, sino también el
proceder engañoso o malicioso mediante hechos externos o concretos, al respecto, el Fisco nacional debe
probar el soporte fáctico de la presunción de dolo, el que debe ser cierto y no meramente conjetural esta sala,
causa "Salamo && Núñez SRL", pronunciamiento del 13 de mayo de 2014, por cuanto, la Administración
tributaria solo probó la presentación de declaraciones juradas inexactas, circunstancia que resulta insuficiente
por sí sola para merituar la conducta del responsable y calificarla como defraudación fiscal; en consecuencia,
las circunstancias fácticas en que se funda la aplicación de la presunción del inc. a) del art. 47 de la ley 11.683
no fueron acreditadas, motivo que justifica el encuadramiento de la conducta del contribuyente realizado por el
tribunal a quo en la figura culposa prevista en el art. 45 de la ley (esta sala, DGI [en autos Alfredo I. Corral TF
17475-I] c. DGI, pronunciamiento del 14 de abril de 2015).
Así también aquellos actos que produzcan la interrupción del curso de la prescripción con relación a los
deudores principales también la provocan con relación a sus responsables solidarios (conf. fallo "Salvatierra",
plenario del Tribunal Fiscal de la Nación).
En autos, en virtud del reconocimiento de la obligación impositiva efectuado por la sociedad al adherir al plan
de facilidades de pago, se produjo la interrupción del curso de la prescripción, produciendo igual efecto con
relación al deudor solidario (art. 67ley 11.683).
Por lo tanto, el cómputo de la prescripción se vio interrumpido, reiniciándose su cómputo a partir del 1/1/2011
y operando su término el 1/1/2016.
Entonces, el Dr. Vicchi expuso que siendo de aplicación las causales de suspensión y/o interrupción
previstas en los arts. 67 inc. a) y 65 inc. a) junto con la suspensión que por un año dispuso la ley 26.860 (esto
no compartido por el Dr. Magallón) en su art. 17, concluye que el Fisco se encontraba facultado para determinar
el IG PF 2008 al contribuyente en su carácter de responsable solidario de la firma "Cariló Viejo SA", por lo que
corresponde rechazar la excepción de prescripción articulada por la actora, con costas.
El Tribunal Fiscal de la Nación rechazó la excepción de prescripción opuesta por la apelante, con costas, en
segundo lugar, confirmó la resolución apelada en cuanto determinó el impuesto al valor agregado con más los
intereses, con costas a cargo de la vencida, finalmente, el tribunal confirmó la multa interpuesta quedando la
misma graduada en el 50% del gravamen, imponiendo las costas a la recurrente en la parte que se confirma y
por su orden en lo que se reduce.
El Tribunal Fiscal de la Nación concluyó que no se encuentra controvertido que la Sra. Castricini se
desempeñaba como socia gerente de "Alimentos El Toto SRL" y participaba activamente en el giro comercial de
la empresa y, por lo tanto, no puede abstraerse de la responsabilidad generada por el incumplimiento de
obligaciones tributarias durante su gestión, por cuanto, corresponde admitir lo decidido por el juez
administrativo y en consecuencia confirmar la resolución apelada.
El tribunal con respecto al caso de la prescripción bienal sostuvo que no procede aplicarla en este caso,
puesto que la Ley de Procedimientos Tributarios contiene normas autónomas sobre los términos de la
prescripción, y dada la especificidad de dicha ley corresponde estar a lo allí normado.
Finalmente, con relación a la multa el tribunal señaló que no habiendo aportado el recurrente elementos
probatorios, ni expresado otros agravios, que permitan acreditar que su mandante lo habría puesto en la
imposibilidad de cumplir con sus obligaciones tributarias, no existen causales que permitan eximirlo de la
responsabilidad solidaria que se le imputa, sino que en su calidad de socio gerente tenía toda la
responsabilidad de la sociedad que representaba, y que en el caso no se han invocado los fundamentos que
permitan inferir la existencia de una conducta dolosa, comprensiva del elemento intencional, y que en
consecuencia, resultaría encuadrarla en el tipo omisivo descripto en el art. 45 de la ley procedimental.
En autos, se interpone recurso de apelación contra la resolución emanada de la DRG Mar del Plata, que
resolvió determinar de oficio la responsabilidad personal y solidaria de Carlos Alberto Archenzio, en su carácter
de presidente de la firma Gemma Trading International, en relación con la deuda mantenida con ese organismo
por la empresa citada, en concepto de impuesto a las ganancias —salidas no documentadas—, períodos
fiscales 8/10 a 12/10 en los términos del art. 46 de la ley 11.683. El tribunal, en primer término se aboca al
tratamiento del planteo efectuado por la parte actora referido a la prescripción de las acciones y poderes del
Fisco para determinar el impuesto a las ganancias —salidas no documentadas—, períodos fiscales 8/10 a 5/11
y 12/11. Al respecto, hace referencia a las disposiciones contenidas en la ley 26.860 y advierte que las normas
legales estipulan la suspensión con carácter general del curso de la prescripción, lo que significa que opera con
respecto a la universalidad de contribuyentes y responsables, con independencia u abstracción de su
acogimiento a los mencionados regímenes. En ese contexto, siendo que el curso de la prescripción de las
acciones y poderes del Fisco nacional para determinar y exigir el impuesto a las ganancias —salidas no
documentadas— para los períodos fiscales 8/10 a 5/11 y 12/11, estuvo suspendido por el término de un año, es
claro que, al momento del dictado de la resolución apelada, de fecha 18/8/2017, respecto a los períodos
fiscales en discusión en autos no habían prescripto las facultades del Organismo fiscal.
El fallo, en la parte pertinente, dice "... el fundamento por el cual sí considera prescripto el plazo con que
contaba el Fisco para aplicar sanciones lo constituye el entendimiento de que, tratándose de sanciones que
poseen naturaleza penal, no puede aplicarse retroactivamente una norma que resulte más gravosa al
contribuyente...".
(Artículo sustituido por art. 181 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
Se trata de un supuesto de "responsabilidad refleja", cuya finalidad es proteger del crédito fiscal ante la
invocación de conductas de subordinados.
En otra oportunidad(177) hemos citado la opinión de Llambías(178), quien señaló: "... quien para ampliar con
cualquier finalidad su órbita de acción recurre a la actividad de un extraño que habrá de obrar para él, a modo
de longa manu, tiene el deber preciso de elegir a quien sepa desempeñar el cometido sin riesgo para tercero, y
vigilarlo convenientemente con la misma finalidad. Cuando el dependiente, en cuanto tal, causa daño a un
extraño, ello hace suponer que el principal eligió un instrumento deficiente o que no lo vigiló como debía
hacerlo...".
Ahora bien, compartimos también la opinión de García Vizcaíno(179) en el sentido de que parece excesivo
que el principal responda por las acciones dolosas de su dependiente, salvo que haya sacado provecho de ello.
La sanción que corresponda aplicar se encuentra limitada a la imposición de multa (Fallos 262:7).
Art. 10.—
Los consumidores finales de bienes y servicios, o quienes según las leyes tributarias deben recibir
ese tratamiento, estarán obligados a exigir la entrega de facturas o comprobantes que documenten
sus operaciones.
(Artículo derogado por art. 245 de la ley 27.430, BO del 29/12/2017. Vigencia: el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial y surtirán efecto de conformidad con lo previsto en cada uno de los títulos
que la componen. Ver art. 247 de la ley de referencia).
(41)Autores: Ignacio J. B - Guillermina G .
(42)Ver trabajo del autor "La estructura jurídica de la norma tributaria", publicado en el libro Derecho
financiero y tributario, en homenaje al profesor consultor doctor Arístides H. M. Corti, Ad Hoc, Buenos
Aires, 2018, p. 228.
(46)Z , H., "Las empresas del Estado ante el ordenamiento tributario nacional", DF, t. XXXII, p.
673.
(50)"Sujetos de los deberes impositivos", en Legislación usual comentada, La Ley, Buenos Aires,
2015, t. I, p. 131.
(54)L , Guillermo A., "Las facultades de la Administración tributaria. Las actuaciones de los
inspectores y deberes de colaboración", en AA.VV., El procedimiento tributario, Ábaco, Buenos Aires,
2003.
(56)R B , A., "Las garantías del crédito tributario", REDF, nro. 30, Civitas, p. 181. En
similar sentido, se ha dicho que la temática que gira en torno a los responsables tributarios está
afectada por la necesidad de eficacia de la Administración para el cobro de los tributos y que es
indiscutible que el fundamento político de los supuestos de responsabilidad tributaria no es otro sino el
de arropar al crédito tributario de una mayor seguridad en lo que se refiere a su cobro. Existe acuerdo
en la doctrina acerca de que la finalidad perseguida por el legislador a través de los supuestos de
responsabilidad es la de garantizar el cumplimiento de la obligación tributaria, es decir, la
responsabilidad tributaria se trata de una medida de garantía (S M , Manrique de Lara,
Los responsables tributarios, Instituto de Estudios Fiscales, Marcial Pons, Madrid, 1994, p. 44).
(57)F , Augusto, "La solidaridad tributaria", en Amatucci, Andrea (dir.), Tratado de derecho
tributario, Temis, Bogotá, 2001, t. II, p. 236.
(59)G F , Carlos M., Derecho financiero, 10ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2011, t. I, p.
467. Ver también G F , Carlos M., "La solidaridad en las obligaciones fiscales y la
autonomía del derecho financiero", LL 36-892.
(60)J , Dino, El hecho imponible, edición de la Revista de Jurisprudencia Argentina, Buenos
Aires, 1943, p. 142.
(61)Art. 825 del Cód. Civ. y Com.: "Concepto. La obligación simplemente mancomunada es aquella
en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí
como acreedores o deudores haya. Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos distintos
los unos de los otros".
(62)Art. 827 del Cód. Civ. y Com.: "Concepto. Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de
sujetos y originadas en una causa única cuando, en razón del título constitutivo o de la ley, su
cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores, por cualquiera de los acreedores";
C , José O., Derechos y garantías constitucionales del contribuyente. A partir del principio de
reserva de ley tributaria, reimp., Ad-Hoc, Buenos Aires, 2005, p. 608.
(64)Ibídem.
(65)Modelo de Código Tributario para América Latina, elaborado para el Programa Conjunto de
Tributación OEA/BID, Unión Panamericana, Secretaría General de la OEA, Washington D.C., 1967.
Comisión redactora: Dr. Giuliani Fonrouge (Argentina), Dr. Rubens Gomes de Sousa (Brasil) y Ramón
Valdés Costa (Uruguay).
(67)Como enseña Jarach, solo el sujeto pasivo principal (el deudor por título propio o contribuyente)
puede ser determinado sin necesidad de alguna norma expresa por parte de la ley, porque se deduce
de la naturaleza del hecho imponible. Todos los demás sujetos pasivos, agrega, se distinguen de aquél
porque, aunque tengan alguna relación con la hipótesis de incidencia de la obligación tributaria, esta
relación no es tan estrecha como para significar que para ellos existe la causa jurídica del tributo. De
ello extrae la importante consecuencia de que sólo el criterio de atribución del hecho imponible al
contribuyente es necesariamente un criterio económico, para los otros obligados el criterio de
atribución debe resultar explícitamente de la ley y puede ser de cualquier naturaleza (J , Dino, El
hecho imponible, 2ª ed., Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1971, ps. 177-179). Tales consideraciones son
recogidas en el dictamen de la procuradora fiscal en la causa "Wintershall Energía SA c. EN-PEN-dto.
786/02-ley 25.565", emitido del 4 de noviembre de 2008, que la Corte Suprema —por mayoría— hace
suyo.
(69)C D , M., Ordenamiento Tributario Español, Tecnos, Madrid, 1968, ps. 431 y ss.
Agrega que la dependencia del presupuesto de hecho del que deriva la responsabilidad, respecto del
hecho imponible, consiste en que aquél no puede realizarse, lógicamente, si no se ha producido este
último, porque el primero está constituido, entre otros por un hecho que es un efecto jurídico derivado
de la existencia del hecho imponible.
(74)CS, 13/3/2012, "Lujan Williams Automotores SA", con remisión al dictamen de la procuradora
fiscal del 27 de mayo de 2011.
(75)G F , Carlos M., "La solidaridad en las obligaciones fiscales y la autonomía del
derecho financiero", cit.
(76)Recomendación nro. 4.
(77)Recomendación nro. 5.
(78)No se nos ocultan los diversos desarrollos acerca de si se trata una institución autónoma —
específica y con sustancia propia de nuestra materia— o, en cambio, refiere a la aplicación a ciertas
situaciones tributarias de la solidaridad del derecho privado.
(80)L , Juan Carlos, La obligación tributaria, Depalma, Buenos Aires, 1989, p. 222. En la
formulación del autor, "la responsabilidad de que trata la ley común, no obstante el derecho tributario
alejarse muchas veces de sus postulados, le proporciona a éste los principios sobre que esta
institución reposa. Es decir, que la esencia de la institución es la misma; lo que varía es la forma como
actúa y la extensión que se le puede dar".
(82)TFiscal, sala A, 16/6/1998, "Barrenechea, Ignacio José María"; 28/5/2012, "Paramio, Claudio
Pascual". En igual sentido, ver: TFiscal, sala A, 10/5/2002, "Mizawac, Enrique David". En este último
pronunciamiento se señaló, con cita de Parlato, que "Es así como la norma principal por una parte,
aísla los componentes típicos de una institución determinada y, de otra, dispone todos los efectos
esenciales con los que se viene a realizar la pretensión fiscal. La norma secundaria (o integradora)
subentra en cuanto a la principal cuando la situación de hecho se ha realizado de modo particular y
contenga un elemento ulterior que reclama la intervención de la norma secundaria. Esta última nada
añade al tipo, pero le modela peculiarmente en relación con una concreta situación de hecho (A.
Parlato: 'Il responsable d'imposta', p. 80)".
(83)TFiscal, en pleno, 2/10/1975, "Salvatierra, Mario Rodolfo y otro", del voto del Dr. Martínez.
(86)C , José O. "La responsabilidad tributaria de los directores, gerentes y demás representantes
societarios", en Benseñor, Norberto (dir.), Negocios societarios: Libro en homenaje a Max Mauricio
Sandler, Buenos Aires, Ad-Hoc, 1998, ps. 199 y ss.
(92)TFiscal, 23/8/1974, "Harris Smith, Victor y otros"; 8/4/1975, "Bold, Rodolfo y otro".
(93)TFiscal, 27/9/1966, "Quatrocchi, Antonio S. y otros", DF, XVII-A, p. 78; en igual sentido, "Boldt,
Rodolfo y otro", DF, XXV, p. 376; y 21/2/1967, "Caja Hipotecaria Argentina SA de Ahorro y Préstamo
para la Vivienda, en formación", DF, XVII-A, p. 75; 5/4/1973, "Calvo, Luis Enrique".
(96)CNFed. Contenciosoadministrativo, sala III, 28/4/2010, "Costa Roberto c. DGI"; 30/4/2001, "Taris
SA"; 16/9/2009, "Molina, Héctor"; en igual sentido ver, sala I, 28/10/1999, "Brogger"; 27/9/2016,
"Delupa SRL c. Dirección General Impositiva s/ recurso directo de organismo externo".
(97)CNFed. Contenciosoadministrativo, sala V, 7/8/2000, "Caputo, Emilio y otro c. DGI"; sala III,
28/4/2010, "Costa Roberto c. DGI".
(107)Más allá del carácter subjetivo, la culpabilidad se presume salvo prueba eficiente en contrario
(C , A. H. M. - B , B. - B , I. J. - C , R. A. - T , M.A., Procedimiento fiscal...,
cit., p. 73). En otra postura, D S , Horacio - V , Rodolfo D. - B , Leonardo,
Procedimiento tributario, ley nº 11.683, Macchi, Buenos Aires, 1993, p. 41.
(114)TFiscal, sala B, 15/12/2008, "Ansonnaud, Ricardo Sixto"; 14/9/1999, "Werthein Julio"; sala D,
20/5/2013, "Baza, José David", entre otros.
(115)TFiscal, en pleno, 2/10/1975, "Salvatierra, Mario Rodolfo y otro"; en igual sentido, TFiscal, sala
B, 15/12/2008, "Ansonnaud, Ricardo Sixto"; TFiscal, sala C, 21/11/2011, "Pizarro, Rolando Eusebio
s/recurso de apelación-Impuesto al Valor Agregado e Impuesto a las Ganancias", del voto en
disidencia de la Dra. Adorno, entre muchos otros.
(118)En su texto anterior a la reforma de la ley 27.430, el apartado en comentario aludía a los
períodos anteriores y posteriores "a la apertura del concurso o al auto de quiebra".
(119)La res. gral. (AFIP) 1975/2005 y sus modif. regulan el procedimiento al efecto.
(121)M , Falvia, "La responsabilidad solidaria en materia del síndico concursal a la luz de la
reforma de la ley 26.044", Impuestos, 2005-B, p. 2278 y ss.; M , Flavia I., "Aportes para el debate
de la reforma tributaria. Procedimiento Tributario Nacional, ley 11.693, Parte I", Impuestos, nro. 12,
septiembre 2017, y sus citas.
(122)M , Falvia, "La responsabilidad solidaria en materia del síndico concursal...", cit.
(123)Ibídem.
(126)Fallos 308:442.
(128)J , Dino, Curso superior de derecho tributario, Liceo Profesional Cima, Buenos Aires,
1969, p. 205.
(131)TFiscal, sala B, 3/6/1976, "Isidoro Dellasanta y cía. SACI"; sala A, 16/10/1991, "Diacorb SA".
(136)G F , Carlos M., Derecho financiero, 5ª ed., Depalma, Buenos Aires, 1993, vol. I,
p. 444.
(139)En efecto, el art. 37 de la citada resolución establece que "Cuando se realicen pagos por los
conceptos comprendidos en esta Resolución General y se omita, por cualquier causa, efectuar la
retención o, cuando se presenten las situaciones contempladas en los artículos 35 y 36, el beneficiario
deberá ingresar un importe equivalente a las sumas no retenidas, en las formas y condiciones
previstas en el artículo 41, hasta las fechas que se indican en el artículo 2º de la Resolución General
Nº 738 y sus modificaciones (SICORE), en función de la quincena en que se efectúa el pago..." (el
resaltado nos pertenece).
(140)TFiscal, sala C, 14/7/1997, "Alfonso, Hugo Amilcar s/recurso de apelación", PET, 15/9/1997, p.
9. Asimismo, ver la solución que trae la instrucción 610/1997.
(145)CNFed. Contenciosoadministrativo, sala II, 18/10/2006, "Tradigrain SA", del voto del Dr.
Damarco.
(149)J , Dino, "Clases de derecho tributario", publicación del Centro Interamericano de Estudios
Tributarios, p. 86, citado por V , Héctor B., Los agentes de retención y de percepción..., cit., p.
256.
(150)CS, 27/5/2004, "Empresa Distribuidora Sur SA c. Provincia de Buenos Aires y otro s/amparo",
del dictamen del procurador general Nicolás E. Becerra del 31 de octubre de 2001 al que remite el
tribunal, Fallos 327:1753.
(157)TFiscal, sala B, 20/9/2004, "Méndez, Ernesto Juan y otros". Se señaló allí que "Que se podría
plantear si dichos terceros tienen deberes tributarios a su cargo se incluirían en el inciso a), supuesto
posible, pero donde la solidaridad ya no vendría dada por el incumplimiento de dichos deberes de
pago, sino por facilitar la evasión, aunque el legislador evidentemente ha querido utilizar como recurso
la situación objetiva de director, gerente, etc., en que se encuentran dichos sujetos, como recurso para
efectivizar la responsabilidad. Que 'facilitar' no es nada más ni nada menos que 'hacer fácil' o 'hacer
más fácil' algo, quiere decir que el concepto tiene amplitud suficiente como para incluir todo tipo de
actividad o abstención que produzca el efecto señalado o eliminando, 'a contrario', dificultades para el
desenvolvimiento de la actividad ilícita. Que asimismo la actividad de facilitar implica en el texto legal
'hacerlo para otro' (responsable por deuda propia), ya que si fuera propia la conducta y para sí, ya no
se estaría en el supuesto de solidarizar por operarse una suerte de confusión de sujetos. Que en
cuanto a la evasión entiende el suscripto que debe estarse al concepto que de la misma se daba en la
ley 11.683...".
(159)También aquí la ley 27.430 viene a mejorar la disposición al precisar el plazo que no se
encontraba en el antiguo texto.
(160)BO del 20/3/2003, modificada por las resoluciones generales (AFIP) 2077/2006 y 2689/2009.
(163)Es dable señalar que puede tratarse de personas humanas o personas jurídicas.
(164)Véase, entre muchos otros: G N , César, "La sujeción pasiva de los entes sin
personalidad", en Derecho Tributario, t. XV, ps. 87 y ss.; C D , Matías, Ordenamiento
Tributario Español, Tecnos, Madrid, 1968, ps. 370 y ss.
(165)P A , José Luis, "La subjetividad tributaria" en Amatucci, Andrea (dir.), Tratado de
derecho tributario, Temis, Bogotá, 2001, t. II, p. 179.
(167)Del dictamen de la procuradora fiscal Laura Monti en la causa S.C. E.15 L.XLVII. "Epelco SA
IECSA UTE (TF 21.554-I) c. DGI", emitido el 31 de julio de 2012.
(168)Ibídem.
(169)Ibídem.
(171)Art. 33.1: "Los contribuyentes estarán obligados a constatar que las facturas o documentos
equivalentes que reciban por sus compras o locaciones, se encuentren debidamente autorizados por
la Administración Federal de Ingresos Públicos. El Poder Ejecutivo nacional limitará la obligación
establecida en el párrafo precedente, en función de indicadores de carácter objetivo, atendiendo la
disponibilidad de medios existentes para realizar, la respectiva constatación y al nivel de operaciones
de los contribuyentes". Cabe señalar, por fin, que la aceptación de facturas o documentos equivalentes
no autorizados por el Fisco nacional da lugar a la aplicación de lo dispuesto en el art. 34 de la ley
11.683.
(173)La citada norma establece que se encuentran alcanzados por dicho deber: a) exportadores y
sujetos que realicen actividades asimilables a la exportación, con carácter de habitualistas; b)
contribuyentes que actúen como agentes de retención del Impuesto al Valor Agregado; c)
contribuyentes que reciban comprobantes electrónicos; y 4) el Estado nacional y sus dependencias y/u
organismos dependientes, centralizados, descentralizados o autárquicos.
(174)D , Fernando - R , Germán J., Procedimiento tributario. Ley 11.683 comentada, Thomson
Reuters, La Ley, Buenos Aires, 2016, ps. 108-109.
(175)S , Osvaldo H., Tratado de derecho tributario, 4ª ed. act. y ampl., La Ley, Buenos Aires,
2011, ps. 349 y ss.; en igual sentido, G V , Catalina, "Sujetos de los deberes impositivos",
en Schindel, Ángel (dir.) - García Vizcaino, Catalina (coord.), Derecho tributario. Legislación tributaria
procedimental. Ley de Procedimiento Tributario, Thomson Reuters, La Ley, Buenos Aires, 2015, t. I, p.
156.
(178)Tratado de derecho civil. Parte general, Perrot, Buenos Aires, 1973, t. II, ps. 265-66.
Hace unos pocos meses (1) esbozamos algunas ideas con miras a la reforma tributaria, y
planteamos que afrontar una modificación a la ley ritual, que en el caso de la ley 11.683 data
de 1932, exigía el análisis integral de su texto, el que a pesar de sucesivos parches, mostraba
desajustes con el plexo normativo vigente, así como frente a los avances tecnológicos y la
transnacionalización de la economía que inciden sobre los negocios jurídicos de los obligados
y repercuten sobre el ejercicio de facultades de verificación y fiscalización de los eventuales
hechos imponibles, así como sobre las consecuencias sancionatorias derivadas de posibles
incumplimientos formales y materiales.
Cual una suerte de inventario de problemas, indicamos algunos tópicos que a nuestro
juicio debían ser materia de estudio frente a una eventual reforma integral, persuadidos de
que las disposiciones de carácter procedimental operan con la doble perspectiva al mejorar la
recaudación por un lado y garantizar los derechos del contribuyente por el otro, al limitar las
facultades del organismo recaudador y su grado de discrecionalidad, intentando así "dar
respuesta justa a la tensión entre el interés público y el interés privado" (2).
El extenso texto de reforma integral ingresado ante la Honorable Cámara de Diputados el
14/11/2017, que obtuvo consagración legislativa a través de la ley 27.430 (BO 29/12/2017),
en su Título VII se ocupó de la ley 11.683 de Procedimiento Tributario a través de 73
artículos (3), que abarcan una serie de cuestiones sobre las que intentaremos una primera
aproximación en estas líneas.
I. Interpretación y aplicación de la ley
El art. 1º de la ley reformada prevé que en materia de interpretación de las disposiciones
rituales y normas impositivas sujetas a su régimen, debe atenderse al fin de las mismas y a su
significación económica, pudiendo recurrirse a las normas, conceptos y términos del derecho
privado solo cuando no fuere posible fijar por la letra o por su espíritu, el sentido, alcance,
conceptos o términos de aquellas.
El art. 174 de la ley en estudio agrega un segundo párrafo que en su primer parte regula:
"No se admitirá la analogía para ampliar el alcance del hecho imponible, de las exenciones o
de los ilícitos tributarios".
Esta nueva disposición viene a consagrar en el texto legal lo que ya era doctrina
jurisprudencial dominante. Como tiene dicho el tribunal cimero desde antaño "las exenciones
impositivas deben resultar de la letra de la ley, de la indudable intención del legislador o de la
necesaria implicancia de las normas que la establezcan, correspondiendo, fuera de tales
supuestos, la interpretación estricta de las cláusulas respectivas (Fallos: 277:373; 279:226;
283:61; 284:341; 302:1599)" (4) , sentando en materia de exenciones, que éstas "deben
resultar del texto de la ley".
El principio de reserva de ley en materia tributaria importa que "no hay obligación donde
no ha sido impuesta expresamente por la ley", y este principio necesariamente "desplaza o
excluye a la aplicación de otros criterios del orden jurídico que pudieren haber llevado a
sostener que la existencia de lagunas de la ley, y por lo tanto la necesidad de aplicación de la
analogía iuris o legis" (5). Tarsitano tiene dicho que "No cabe aceptar la analogía en la
interpretación de las normas materiales, para extender el derecho más allá de lo previsto por
el legislador (Fallos, 310:290), a lo que cabe agregar, ni para imponer una obligación, habida
Disposición 199/2022
DI-2022-199-E-AFIP-AFIP
CONSIDERANDO:
Que el Decreto N° 618 del 10 de julio de 1997, sus modificatorios y sus complementarios, aprobó la organización
y competencia de la Administración Federal de Ingresos Públicos como ente autárquico responsable de la
ejecución de la política tributaria, aduanera y de los recursos de la seguridad social.
Que el referido decreto estableció que la máxima autoridad del Organismo posee, entre otras facultades, la de
reglamentar el funcionamiento interno, dictar normas reglamentarias e interpretativas de alcance general respecto
de terceros, como asimismo la de fijar las políticas y criterios generales de conducción de esta Administración
Federal.
Que el artículo 4° de la citada norma previó la posibilidad de delegar dichas potestades a favor de los/las
Directores/as Generales y los/las Subdirectores/as Generales, requiriendo a tal fin el dictado de un acto expreso
que establezca el objeto y alcance de dicha delegación.
Que, por los párrafos séptimo y octavo del artículo 4° aludido se estableció que los/las Directores/as Generales
de la Dirección General Impositiva y de la Dirección General de Aduanas, son responsables de la aplicación de la
legislación impositiva y de la seguridad social y aduanera, respectivamente, en concordancia con las políticas,
criterios, planes y programas dictados por la máxima autoridad de esta Administración Federal y las normas
legales que regulan las materias de su competencia.
Que mediante el Decreto N° 1.231 del 2 de octubre de 2001, se transfirieron a la Dirección General de los
Recursos de la Seguridad Social las facultades, atribuciones y competencias que le otorgaba en esta materia el
Decreto N° 618/97, sus modificatorios y sus complementarios, a la Dirección General Impositiva.
Que el 10 de septiembre de 2009 se dictó la Disposición N° 446 (AFIP) que estableció la denominación,
características y contenido de los actos que se emiten en el ámbito de esta Administración Federal.
Que, por otra parte, mediante el dictado del Decreto N° 561 del 6 de abril de 2016, sus modificatorios y sus
complementarios, se aprobó la implementación del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE), como
sistema integrado de caratulación, numeración, seguimiento y registración de todas las actuaciones y
expedientes del Sector Público Nacional, que actúa como plataforma para la gestión de expedientes electrónicos.
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/273950/20221019 1/3
19/10/22, 8:21 BOLETIN OFICIAL REPUBLICA ARGENTINA - ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS - Disposición 199/2…
Que atento a que la protección de la información sobre los contribuyentes, usuarios del servicio aduanero, del
público en general y de los funcionarios del Organismo constituye un deber prioritario para la Administración
Federal de Ingresos Públicos, se acordó con el entonces Ministerio de Modernización la instalación de un
ambiente propio del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE) en los servidores de esta Administración
Federal.
Que, asimismo, corresponde señalar que mediante el dictado del Decreto N° 336 del 15 de mayo de 2017 y su
modificatorio, se establecieron nuevos lineamientos para la redacción y producción de documentos
administrativos y se derogó el Decreto N° 333 del 19 de febrero de 1985 y sus modificatorios.
Que teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde la emisión de la Disposición N° 446/09 (AFIP) y la
implementación del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE), resulta necesario impulsar la sustitución
de la norma citada.
Que han tomado la intervención que les compete la Dirección de Legislación y las Subdirecciones Generales de
Asuntos Jurídicos y Coordinación Técnico Institucional.
Que la presente se dicta en ejercicio de las facultades conferidas por los artículos 4° y 6° del Decreto N° 618 del
10 de julio de 1997, sus modificatorios y sus complementarios.
Por ello,
DISPONE:
ARTÍCULO 2°.- Establecer que la Subdirección General de Auditoría Interna incluirá en sus planes de trabajo la
verificación del cumplimiento de la presente norma.
ARTÍCULO 3°.- Abrogar la Disposición N° 446 (AFIP) del 10 de septiembre de 2009 y la Instrucción General
N° 12 (AFIP) del 31 de octubre de 2017.
ARTÍCULO 4°.- Determinar que toda cuestión formal no contemplada en la presente se regirá supletoriamente
por las previsiones del Decreto N° 336 del 15 de mayo de 2017 y su modificatorio.
ARTÍCULO 5°.- Esta disposición entrará en vigencia el día de su publicación en el Boletín Oficial.
ARTÍCULO 6°.- Comuníquese, dese a la Dirección Nacional del Registro Oficial para su publicación en el Boletín
Oficial y archívese.
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/273950/20221019 2/3
19/10/22, 8:21 BOLETIN OFICIAL REPUBLICA ARGENTINA - ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS - Disposición 199/2…
NOTA: El/los Anexo/s que integra/n este(a) Disposición se publican en la edición web del BORA -
www.boletinoficial.gob.ar-
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/273950/20221019 3/3
Administración Federal de Ingresos Públicos
2022 - "Las Malvinas son argentinas"
ANEXO
Número: IF-2022-01884172-AFIP-SGDADVCOAD#SDGCTI
Los actos administrativos de alcance general o particular, así como los restantes documentos que se dicten
en el ámbito de esta Administración Federal, tendrán las denominaciones y contenidos que se definen en el
presente anexo, sin perjuicio de la existencia de otros actos administrativos y documentos que puedan ser
emitidos en el marco de otros procedimientos que lleve adelante este Organismo.
Los actos administrativos deberán dar cumplimiento a la totalidad de los requisitos establecidos por el
artículo 7° de la Ley de Procedimiento Administrativo N° 19.549 y sus modificaciones.
1. RESOLUCIONES GENERALES
Son los actos administrativos de alcance general dictados por la máxima autoridad de este Organismo en
uso de las facultades conferidas por el artículo 7° del Decreto N° 618/97, sus modificatorios y sus
complementarios, generadores de derechos y obligaciones, destinados a un universo indeterminado de
sujetos.
Las resoluciones generales deben ser publicadas en el Boletín Oficial de la República Argentina.
Son los actos administrativos de alcance general suscriptos por la Administración Federal con una o más
dependencias u organismos del Estado nacional, provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
3. RESOLUCIONES
a) Son los actos administrativos de alcance particular dictados por el/la Administrador/a Federal, los/las
Directores/as Generales de las Direcciones Generales Impositiva, de Aduanas y de los Recursos de la
Seguridad Social y los/las Subdirectores/as Generales, en uso de las facultades conferidas por el artículo 4°
del Decreto N° 618/97, sus modificatorios y sus complementarios y en el Decreto N° 1.231/01, cuyos
destinatarios/as son los/las usuarios/as del servicio aduanero, contribuyentes, responsables y ciudadanos/as.
Estas resoluciones no serán publicadas en el Boletín Oficial de la República Argentina, excepto que el acto
así lo previera, y deberán notificarse a los sujetos alcanzados por las mismas.
b) Son los actos administrativos de alcance particular dictados por los/las Administradores/as de Aduanas,
los jueces o las juezas administrativos/as y demás órganos competentes de las precitadas Direcciones
Generales en el ámbito de su jurisdicción, con fundamento en el artículo 9° y 10 del Decreto N° 618/97,
sus modificatorios y sus complementarios.
Este tipo de actos no deben ser publicados en el Boletín Oficial de la República Argentina y deben ser
notificados al interesado.
4. RESOLUCIONES CONJUNTAS
Son los actos administrativos de alcance particular suscriptos por la Administración Federal con una o más
dependencias u organismos del Estado nacional, provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Este tipo de actos no deben ser publicados en el Boletín Oficial de la República Argentina y deben ser
notificados al interesado.
5. CIRCULARES
Son los actos administrativos de alcance general emitidos exclusivamente por la máxima autoridad de esta
Administración Federal en ejercicio de las funciones conferidas por el artículo 8° del Decreto N° 618/97,
sus modificatorios y sus complementarios, en virtud de los cuales se aclaran o precisan aspectos vinculados
a la interpretación o aplicación de determinadas leyes, decretos o resoluciones generales.
Asimismo, en las condiciones establecidas en el párrafo noveno del artículo 4° del decreto aludido, los/las
Directores/as Generales y los/las Subdirectores/as Generales que mediante el ejercicio de las facultades
delegadas están habilitados para dictar resoluciones generales, podrán emitir circulares para interpretar o
aclarar aspectos regulados en aquellas.
6. DISPOSICIONES
Son los actos administrativos dictados en uso de las facultades conferidas por el artículo 6° del Decreto N°
618/97, sus modificatorios y sus complementarios, por los distintos órganos jerárquicos sobre cuestiones o
asuntos de sus respectivas competencias.
Las disposiciones son actos que pueden o no prever su publicación en el Boletín Oficial de la República
Argentina, conforme el alcance de las mismas.
7. DISPOSICIONES CONJUNTAS
Son las disposiciones dictadas por dos o más autoridades del Organismo sobre cuestiones o asuntos de sus
respectivas competencias.
1. INSTRUCCIONES GENERALES
Son normas de procedimiento o trámite interno, de cumplimiento obligatorio para una o más dependencias,
aplicables en el desarrollo de sus tareas o funciones.
Se emiten en uso de las facultades conferidas al/a la Administrador/a Federal por el artículo 6° del Decreto
N° 618/97, sus modificatorios y sus complementarios, por los/las Directores/as Generales, por los/las
Subdirectores/as Generales y por los/las Directores/as a cargo de las direcciones que dependan de manera
directa de la Administración Federal en mérito a lo establecido en el artículo 4° del citado decreto, o en
aquellos supuestos donde ha sido expresamente delegada dicha facultad.
Son normas de procedimiento o trámite interno, de cumplimiento obligatorio para una o más dependencias,
aplicables en el desarrollo de sus tareas o funciones, suscriptas por dos o más autoridades del Organismo.
3. DICTAMEN
El dictamen es un documento de carácter no vinculante que emite un órgano de consulta, el que contiene su
opinión basada en las normas y criterios técnico-jurídicos de aplicación y, en su caso, en la jurisprudencia o
antecedentes que pudieran existir, y que tiende a orientar a la autoridad que debe resolver el caso.
4. INFORME
Documento que versa sobre un asunto determinado, para dar a conocer una situación y que contribuye a la
toma de decisiones en cuestiones de trámite o peticiones.
5. PROVIDENCIA
Documentos de remisión y/o elevación asentada en un expediente firmado por el funcionario interviniente.
6. COMUNICADO
Documento que se utiliza para difundir asuntos de distinta naturaleza al personal o a las áreas involucradas
en la materia de que se trate.
7. NOTA
Documento que se utiliza para comunicar asuntos de distinta naturaleza, tanto internos como externos.
Son las respuestas en materia técnica-jurídica a consultas formuladas por los o las contribuyentes o
responsables, en los términos del artículo incorporado a continuación del artículo 4° de la Ley N° 11.683,
texto ordenado en 1998 y sus modificaciones, y que por sus particularidades se denominan consultas
vinculantes.
En virtud de lo establecido por el artículo 11 de la Resolución General N° 4.497, estas consultas vinculantes
de alcance individual serán resueltas por los/las Subdirectores/as Generales de las Subdirecciones Generales
de Asuntos Jurídicos, Fiscalización, Técnico Legal Impositiva y Técnico Legal de los Recursos de la
Seguridad Social, en el marco de las competencias que le han sido asignadas, sin perjuicio de la facultad de
avocación de la máxima autoridad del Organismo y de los/las Directores/as Generales de las Direcciones
Generales Impositiva y de los Recursos de la Seguridad Social.
Conforme a la normativa citada las respuestas emanadas de esta Administración Federal tendrán carácter
público y, en su caso, las resoluciones dictadas como consecuencia de los recursos interpuestos ante el
Ministerio de Economía, una vez firmes, serán difundidas en la Biblioteca Electrónica. En tales casos se
suprimirá toda mención identificatoria del consultante.
GOICOCHEA, JULIAN
Empleado Administrativo
Sección Gestión de Documentación de Autoridades Superiores (DI GEDO)
Administración Federal de Ingresos Públicos