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Competencia Lectora 5°

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Competencia: Comunicativa-lectora

¿JAGUAR O LEOPARDO?

Los jaguares y los leopardos son tan parecidos que es difícil distinguirlos. Sin embargo, los jaguares son
en general más grandes que los leopardos. Tienen cuerpo muscular robusto, cabeza ancha, piernas cortas
y macizas, y grandes zarpas. Las manchas del jaguar forman anillos circulares con un punto en el centro.
A estos patrones se les llama rosetas. Las manchas de los leopardos son más chicas y no tienen el punto
central.

Los jaguares son los terceros felinos del mundo, en tamaño. Sólo los leones y los tigres son más grandes
que ellos. El jaguar macho pesa entre 120 y 200 libras (de 54 a 90 kg), mientras la hembra por lo común
pesa entre 80 y 100 libras (de 36 a 45 kg). Su cuerpo puede llegar a medir más de 7 pies (2 metros) de la
nariz a la cola. El leopardo es el miembro más pequeño de la familia de “grandes felinos”: gatos que
rugen y no ronronean. Los leopardos pueden pesar entre 65 y 180 libras (de 29 a 82 kg). Su longitud
varía entre 5 y 7 pies (de 1,5 a 2 metros). En general, los machos son dos veces más grandes que las
hembras.

Tanto los jaguares como los leopardos tienen cachorros que parecen negros al nacer. En vez de la piel
amarilla de los adultos, la de ellos es café negruzca, con manchas negras. El pelaje de manchas doradas
de los jaguares y leopardos adultos les ayuda a confundirse con su entorno. Cuando brilla el sol a través
de pastizales y hojas, produce un patrón moteado de oscuridad y luz, semejante al que se ve en el pelaje
de los grandes felinos. Esto ayuda a los gatos a ocultarse, tanto de depredadores como de su presa.

El leopardo y el jaguar tienen largos bigotes que les permiten sentir su camino mientras andan al acecho
de la presa en la oscuridad. El blando acojinado de sus patas y la piel que tienen entre los dedos de los
pies les ayudan a caminar con agilidad entre ramitas y hojas. Pueden recoger sus garras mortales dentro
de bolsitas especiales de las patas, para conservarlas afiladas.

La cola, tanto del jaguar como del leopardo, es larga y gruesa, y esto les ayuda a conservar el equilibrio
cuando se abalanzan sobre la presa. Estas prácticas colas son blancas por abajo, y eso ayuda a los
cachorros pequeñitos a seguir a su madre a través de la espesura de la maleza.

Tomado de: Cole, Melisa (2002). Los jaguares y los leopardos. China: Thomson Gale.
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Después de leer el texto, responde las siguientes preguntas:

1. El texto anterior tiene como propósito fundamental:

A. describir las diferencias y semejanzas entre el jaguar y el leopardo.

B. definir los aspectos del hábitat natural de los felinos.

C. informar sobre el tiempo de apareamiento de los felinos.

D. argumentar la razón por la cual se considera salvaje al leopardo.

2. Según el texto, los jaguares y los leopardos se pueden confundir con el entorno, gracias a su

A. peso y tamaño.

B. pelaje de manchas doradas.

C. piel y su cola larga.

D. cuerpo grande y robusto.

3. Según el texto, el jaguar y el leopardo se diferencian en

A. el peso y tamaño de sus cuerpos.

B. la extensión de sus bigotes.

C. la longitud de sus colas.

D. el color de sus cachorros.


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¿POR QUÉ BRILLAN LAS ESTRELLAS?

En una noche sin luna, podemos reconocer 2.500 estrellas a simple vista; con la ayuda de un telescopio, muchos
millones. Excepto por los planetas de nuestro sistema solar como Venus y Saturno, todas estas estrellas son soles
lejanos, es decir esferas gaseosas, en cuya superficie reinan temperaturas de muchos miles de grados Celsius y de
hasta muchos millones de grados en su interior.

Algunas de ellas brillan diez mil veces más fuerte que nuestro Sol, otras tienen menos luz que nuestro astro
central. Pero hay algo que todas las estrellas tienen en común: en lo profundo de su interior producen energía
nuclear, principalmente a través de la transformación de hidrógeno en helio. Esta fuente casi inagotable de energía
les da una vida muy larga: nuestro Sol vivirá 10.000 millones de años. La energía que se produce en el centro de
una estrella se transporta hacia fuera y desde la superficie de la estrella se emite en forma de rayos UV, rayos X,
radiaciones, luz, calor y ondas hertzianas.

Muchas estrellas mueren mediante violentas explosiones. De ellas quedan sólo pequeñas esferas de materia
extremadamente densa, a las que se conoce como “enanas blancas”, “estrellas de neutrones” y “hoyos negros”.
Nuestro Sol se convertirá algún día en una de esas enanas blancas.

Tomado de: Überlacker, Erich. (2005). Física moderna. México. Altea.

1. El texto anterior se titula ¿POR QUÉ BRILLAN LAS ESTRELLAS? porque

A. informa acerca de la fuente energética y vital del Sol.

B. describe por qué explota una estrella y sus consecuencias.

C. argumenta cómo y cuándo el Sol se convertirá en estrella.

D. explica la razón del principio luminoso de estos astros.

2. En la expresión “Esta fuente casi inagotable de energía les da una vida muy larga: nuestro Sol vivirá
10.000 millones de años”, el uso de los dos puntos permite incluir una información que

A. Especifica el tiempo de vida del Sol

B. Aclara de dónde proviene la energía del Sol.

C. Informa sobre los elementos de las estrellas.

D. Describe la producción de energía nuclear.


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3. En el tercer párrafo, la frase “...De ellas quedan sólo pequeñas esferas…” la palabra subrayada reemplaza a
A. estrellas.
B. violentas explosiones.
C. enanas pequeñas.
D. radiaciones.

A ENREDAR LOS CUENTOS


— Érase una vez una niña que se llamaba Caperucita Amarilla.
— ¡No, Roja!
— ¡Ah!, sí, Caperucita Roja. Su mamá la llamó y le dijo: “Escucha, Caperucita
Verde…”
— ¡Que no, Roja!
— ¡Ah!, sí, Roja. “Ve a casa de tía Diomira a llevarle esta piel de patata”.
— No: “Ve a casa de la abuelita a llevarle este pastel”.
— Bien. La niña se fue al bosque y se encontró a una jirafa.
— ¡Que lío! Se encontró al lobo, no a una jirafa.
— Y el lobo le preguntó: “¿Cuánto es seis por ocho?”.
— ¡Qué va! El lobo le preguntó: “¿Adónde vas?”.
— Tienes razón. Y Caperucita Negra respondió…
— ¡Era Caperucita Roja, Roja, Roja!
— Sí, y respondió: “Voy al mercado a comprar salsa de tomate”.
— ¡Qué va!: “Voy a casa de la abuelita, que está enferma, pero no recuerdo el
camino”.
— Exacto. Y el caballo dijo…
— ¿Qué caballo? Era un lobo.
— Seguro. Y dijo: “Toma el tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de
la Catedral, tuerce a la derecha, y encontrarás tres peldaños y una moneda
en el suelo; deja los tres peldaños, recoge la moneda y cómprate un chicle”.
— Tú no sabes explicar cuentos en absoluto, abuelo. Los enredas todos. Pero no
importa, ¿me compras un chicle?
— Bueno: toma la moneda.
Y el abuelo siguió leyendo el periódico.
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1. Las rayas (—) en el texto se usan para diferenciar:

A. la voz del abuelo y la del narrador.


B. la voz del abuelo y la de la jirafa.
C. la voz de los personajes y la de Caperucita Roja.
D. la voz de los personajes y la del narrador.

2. Los otros nombres que le da el abuelo a Caperucita Roja son:


A. Caperucita Amarilla, Caperucita Verde y Caperucita Negra.
B. tía Diomira, Caperucita Negra y Caperucita Verde.
C. Caperucita Verde, Caperucita Rosada y Caperucita Negra.
D. tía Diomira, Caperucita Amarilla y jirafa.

EL MAR COMO ESPACIO VITAL

En el mar, al igual que en tierra firme, viven plantas y animales. Sin embargo, a pesar de que el espacio vital del
mar es cien veces mayor que el de tierra firme, alberga escasamente una octava parte de las especies de animales
y plantas que conocemos, alrededor de 250.000. Asimismo, los animales del mar tienen una estructura mucho
más sencilla que los de tierra firme, y hay poca diferencia entre unos y otros. Algo similar ocurre con las plantas
marinas.

Las condiciones de vida en el mar son más uniformes y estables que las de la tierra, donde reinan los contrastes
en las condiciones del medio ambiente externo. Pensemos simplemente en los calores del trópico y los fríos del
Ártico, en los quemantes desiertos, los infinitos pantanos y las selvas impenetrables. A esto sumémosle las
variaciones de la temperatura, durante el día y cada estación del año. Los habitantes del mar no tienen que
adaptarse a tales condiciones de su medio ambiente.

Aun así, en el mar existen seres vivientes muy diferentes. Los más diminutos, las bacterias, son más pequeños
que la milésima parte de un milímetro. Los más grandes, la ballena azul, pueden pesar hasta 150 toneladas. Por
su parte, las plantas marinas más grandes, el alga gigante o alga Kelp, puede medir hasta 50 metros de largo. El
promedio de individuos pertenecientes a las especies de peces que viven en los mares también es enorme, cerca
de 10.000 millones de animales.

Los científicos subdividen a los habitantes marinos en tres grandes grupos. El primero vive encima o directamente
encima de la superficie del mar; se le denomina bentos y a él pertenecen plantas fijas en el suelo marino (algas y
pasto marino), almejas, caracoles, cangrejos y lombrices. El segundo grupo, el necton, está compuesto por los
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animales del mar con mayor desarrollo. Entre ellos se cuentan los peces, moluscos (pulpos) y mamíferos marinos:
ballenas y focas. Ellos mismos buscan su ubicación en el mar y son capaces de nadar contra las corrientes. El
tercer grupo, el plancton (que en griego significa “errante”) vive en mar abierto. A este grupo pertenecen animales
diminutos y plantas que, por ser tan ligeros, viven suspendidos en el agua.

Tomado de: Crummener, Rainer (2004). Oceanografía. México: Altea.

1. El texto puede considerarse:

A. adecuado para informar sobre las especies que habitan en el mar.

B. inadecuado para clasificar las especies que viven en el mar.

C. adecuado para proteger a las especies que habitan en el mar.

D. inadecuado para mostrar las diferencias entre los seres que viven en el mar.

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