UNIDAD 5
GESTIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES
5.1. GESTIÓN AGRARIA
La gestión agraria está relacionada con el sector primario de la economía que
incluye a las actividades que se basan en la utilización directa de los recursos
naturales como la producción agrícola, la ganadera y la forestal, la caza y pesca.
Ya se ha destacado en Módulos anteriores la gran importancia del sector
primario en el país, como fuente de alimentación, y de empleo para la población,
así como su participación en la economía nacional.
También se ha insistido sobre los impactos negativos de las actividades agrarias
sobre el medio ambiente, tales como la deforestación masiva, la reducción de la
biodiversidad, la degradación de los suelos, y la contaminación del agua. A estos
aspectos se suman el incremento de la pobreza y la creciente tendencia de
urbanización de la población campesina.
5.2. PANORAMA ACTUAL
Tomando como marco de referencia, los principios del desarrollo sostenible, es
posible apreciar la alta irracionalidad implícita en la gestión agraria del país, en
general, si es que se tienen en cuenta los intereses sociales y nacionales.
Algunos de los aspectos mas resaltantes son:
5.2.1. GESTIÓN EXTRACTIVA DE LOS RECURSOS
NATURALES
En todos los ámbitos de utilización de los recursos naturales han predominado
actitudes y acciones extractivas:
La agricultura ha deforestado, degradado, empobrecido y agotado los suelos.
  La ganadería ha deforestado y degradado los campos
  La explotación forestal ha degradado los bosques
  La caza y la pesca han reducido la biodiversidad y puesto en peligro de
extinción a especies de la fauna.
La gestión agraria en la practica ha consistido más bien en el uso y abuso de los
recursos naturales sin ningún tipo de consideración hacia su sostenibilidad.
“Usar lo que se tiene, usarlo mientras hay y usarlo hasta que se pueda” parece
haber sido la consigna generalizada prevaleciente en los ámbitos agrarios.
Una producción agropecuaria basada en la extracción neta, sin contemplación
de la capacidad productiva de los sistemas ni de su mantenimiento.
5.2.2. DESPERDICIO FORESTAL
El país, eminentemente forestal en principio, por su alta cobertura boscosa, en
corto tiempo ha experimentado un proceso sostenido de perdida de bosques y
degradaciones, con el consiguiente decaimiento de la producción forestal, que
décadas atrás constituía la principal fuente de ingresos del país, pero que hoy
se encuentra muy por debajo de los sectores agrícolas y ganaderos.
Lo más llamativo de la situación forestal es que los bosques han desaparecido
sin ser aprovechados. La perdida de los recursos forestales no se debe a una
explotación forestal propiamente.
En efecto, la producción forestal primaria que alimenta a las industrias forestales
incluye la obtención de rollos para maderas, postes, durmientes, leña y carbón.
Los impactos de estas actividades no se han manifestado en una deforestación
como se supone, sino más bien han producido una degradación de los bosques
por la extracción selectiva de algunas especies.
La deforestación masiva que hoy se encuentra en el país, no se debe pues a la
explotación forestal en si misma, como se cree, sino que ha sido producto de la
habilitación de tierras para destinarlas a la agricultura empresarial y a la
ganadería intensiva o simplemente para evitar la expropiación.
Las causas principales de la deforestación son las siguientes:
  Habilitación de tierra para desarrollo de una ganadería más intensiva basada
en pastos cultivados
  Habilitación de tierra para expansión de la agricultura empresarial siguiendo el
modelo agroexportador
  Tala irracional de grandes extensiones de bosques por sus propietarios para
justificar una explotación racional y evitar así su posible expropiación por
constituir latifundios improductivos
  Rozado para cultivos agrícolas de los campesinos o pequeños productores
que ha afectado a una superficie mínima del área boscosa y que se caracteriza
por ser una deforestación parcial y de tipo secundario
Los tres primeros tipos de deforestación, caracterizados por afectar a grandes
áreas, ser de tipo mecanizado (con topadoras) y realizados en corto tiempo,
contrastan significativamente con la deforestación por rozado, que es de tipo
minifundiario, realizada con implementos manuales y en periodos largos de
tiempo.
Las deforestaciones masivas conllevan un gran desperdicio de los recursos
forestales, ya que todos sus componentes son finalmente quemados sin
posibilitar la utilización de la madera, leña y otros materiales que contienen.
5.2.3. USO INAPROPIADO DEL SUELO
Este aspecto constituye otro hecho llamativo de la gestión agraria nacional.
El uso racional de los suelos, así como también de todos los recursos naturales
es fundamental, no sólo desde el punto de vista del aumento de la productividad
y del rendimiento, sino también para posibilitar la sostenibilidad de la actividad.
Cada tipo de terreno o de suelo tiene ciertas características que favorecen o
limitan el tipo de actividad a que es destinado. Cada suelo posee una capacidad
dada de uso.
Existen en el país muchos tipos de suelos que no tienen capacidad agrícola, es
decir, no sirven para los cultivos, algunos por ser muy rocosos o compactos,
otros por ser inundables o muy húmedos.
Cuando un suelo no tiene capacidad agrícola, o la tiene muy baja, lo razonable
es dedicarlo a otra actividad, que generalmente es la ganadería, la que no
necesita ser cultivada por la gran abundancia de vegetación forrajera natural que
existe en los campos del país.
Los suelos de buena capacidad agrícola (arabilidad, fertilidad, contenido de
materia orgánica, humedad) son siempre limitados, y por el contrario, los suelos
con aptitudes ganaderas son más abundantes. En el Paraguay, los mejores
suelos con capacidad agrícola son los suelos de bosques, y llamativamente,
estos suelos son en su gran mayoría destinados a la producción ganadera, en
parte a la agricultura empresarial y en forma mínima a la agricultura
subsistencial.
Así los datos de usos de la tierra, indican que mientras la actividad agrícola, que
es el subsector que más ingresos económicos genera para el país, sólo utiliza el
10% de la superficie total del país, mientras que la ganadería utiliza el 54%,
siendo su contribución económica mucho menor y su beneficio social mínimo.
La ganadería intensiva en áreas de bosques puede ser considerada como una
actividad muy racional desde el punto de vista económico, pero es en realidad
irracional si se tiene en cuenta la necesidad y demanda de tierra agrícola de
buena capacidad.
5.2.4. POBREZA Y DESNUTRICIÓN EN PAÍS
AGROEXPORTADOR
Este aspecto, tan llamativo como los ya analizados, permite tener una visión
clara de los errores y deficiencias tanto de las políticas como de las gestiones
del sector rural.
Por un lado, un país predominantemente agroproductor, que produce
principalmente rubros alimentarios como granos y carne, que son exportados a
otros países; y por otro una población que es productora de alimentos pero al
mismo tiempo víctima de la desnutrición y de la pobreza, a tal punto, que se ve
obligada a marchar hacia las ciudades, en busca de mejores posibilidades de
vida, originando un proceso de urbanización creciente con sus consiguientes
impactos en la sociedad urbana.
5.2.5. GESTIÓN ERRÓNEA
Todos los aspectos señalados no son sino ejemplos concretos de la falta grave
de consideraciones sociales y ecológicas así como de erróneas concepciones
de reforma agraria, en las políticas y gestiones tanto públicas como privadas, las
que han incentivado una masiva deforestación y degradación de los recursos
naturales, favoreciendo a unos pocos empresarios en detrimento de un gran
sector campesino, y ocasionando daños irreversibles al capital ecológico
nacional, poniendo en peligro no sólo la economía futura del país, sino la
estabilidad social, el bienestar de la población y las esperanzas de un desarrollo
sostenible.
Si bien es cierto que cada propietario es libre de escoger el uso de su propiedad,
no es menos cierto también, que esto no puede hacerse a expensas de otros
sectores de la sociedad, correspondiendo al Estado, la responsabilidad de
buscar la compatibilización entre la libertad personal, el bienestar de la población
y el desarrollo sostenible del país.
5.3. GESTION PROPUESTA
5.3.1. MARCO DE REFERENCIA
La Agroecología y sus principios, aparece como el marco de referencia más
apropiado para la gestión responsable y sostenible de los recursos naturales,
frente a las tendencias imperantes de gestiones orientadas por un lado por el
sistema predominantemente extractivo y por el otro por el sistema
agroexportador basado en pocos rubros agrarios (algodón, soja, carne y madera)
y en monocultivos agrícolas.
La agroecología basada en actividades agrarias alternativas fundamentadas en
la aplicación de los conocimientos ecológicos, ofrece actualmente formas de
producción que reducen o minimizan los impactos ambientales de la actividad y
contribuyen a su autosostenimiento.
En lo humano y social, la agroecología orienta la gestión agraria hacia la
satisfacción de las necesidades de las familias campesinas, principalmente la
alimentación y la salud. Enfatiza la participación familiar y comunitaria, la
autogestión, el mantenimiento de fuentes de trabajo, la disminución de la
dependencia, de los riesgos climáticos y económicos de las actividades.
En síntesis, la agroecología propone una gestión agraria económicamente
viable, socialmente aceptable y ecológicamente sostenible.
5.3.2. USO MULTIPLE DEL MEDIO
La actividad rural no debe necesariamente orientarse hacia un sólo subsector
productivo (agricultura, ganadería, forestal, caza y pesca) sino tratar de utilizar
apropiadamente la capacidad de uso de los recursos disponibles.
La integración de las actividades permite usos más eficientes, más diversificados
y más sostenibles. Por ejemplo, los desechos de los cultivos sirven como
alimentos de los animales domésticos (vacunos, cerdos, aves) y los desechos
animales sirven como abonos para los cultivos. El bosque suministra refugio,
protección y alimento al ganado y los arboles extraen nutrientes del subsuelo y
que mediante la hojarasca sirven de abono a los cultivos.
Por otro lado, la integración de actividades permite satisfacer más integralmente
las necesidades de las familias campesinas. Se dispone así de alimentos
vegetales (granos, hortalizas, frutas, raíces, tubérculos), de productos forestales
(madera, postes, leña y carbón), y de productos de animales silvestres (de caza
y pesca).
5.3.3. DIVERSIFICACION DE CULTIVOS
Así como la integración de actividades genera importantes beneficios, también
lo hace la diversificación de los cultivos, en contraposición al monocultivo.
Varias son las ventajas de este tipo de gestión:
  Posibilita varias fuentes de ingresos
  Permite utilizar más apropiadamente la mano de obra familiar
  Contrarresta los riesgos climáticos como la sequía o exceso de humedad,
helada, granizo, que afectan diversamente a diferentes cultivos
  Contrarresta el riesgo económico de la falta inmediata de mercado o de baja
de precios, para algunos productos.
  Disminución y control natural de plagas especificas que son estimuladas por
los monocultivos, que por su extensión concentra e incentivan su presencia. Esto
permite un cierto control natural de las plagas, lo que puede eliminar o reducir el
uso de pesticidas que tienen impactos negativos sobre la gente y el medio
ambiente.
5.3.4. USO EFICIENTE
Además de optimizar el uso del suelo, la gestión agroecológica permite también
el uso más eficiente de otros recursos limitados como por ejemplo el agua. Si
bien todos los seres vivos requieren de agua para su supervivencia, se debe
tener en cuenta las prioridades de los diversos componentes. El abastecimiento
de agua para la familia ocupa el primer lugar, seguido luego por la necesidad de
agua para bebida de los animales domésticos. Los cultivos y la vegetación en
general dependen del agua del suelo, que a no ser que se manifiesten periodos
ocasionales de sequía, en general es suficiente para su mantenimiento. Sin
embargo, a los efectos de no comprometer su viabilidad es conveniente regar la
vegetación de la huerta o los arboles frutales de las inmediaciones del hogar,
cuando se constata algunos signos de sequía en el suelo.
5.3.5. CARGA ADECUADA
La Agroecología, aplicando el principio del equilibrio que rige en los ecosistemas
naturales propone no sobrecargar la presión sobre uno de los componentes, más
allá de su capacidad de sobrevivencia o de adaptación.
Esto significa que en la actividad agrícola, por ejemplo, no es posible obtener
buenos rendimientos si se cultiva continuamente un mismo lugar durante varios
años, debido a que la capacidad del suelo para suministrar nutrientes va
disminuyendo con cada cosecha. Esto obliga a tratar de adecuar la presión o la
carga sobre el suelo a su capacidad de soporte.
Existen varias alternativas para ello:
  Utilizar otra parcela para el cultivo, dejando descansar al suelo (barbecho) a
los efectos de su recuperación natural. Al dejarse de cultivar la parcela es
cubierta por la vegetación espontánea, que gracias al funcionamiento de la
cadena alimentaria y de los degradadores, va reponiendo la fertilidad del suelo.
  Utilizar abonos orgánicos preparados en la misma finca a partir de estiércol
  animal, restos vegetales o basura biodegradable. Los mismos se aplican al
suelo durante su preparación para el cultivo.
  Utilizar fertilizantes químicos comerciales, que pueden ser aplicados durante
la preparación del suelo o durante la fase de crecimiento del cultivo.
  Hacer una rotación entre cultivos diferentes, es decir, intercambiar los cultivos
de parcelas diferentes, a fin de que debido a sus diferentes exigencias nutritivas
en cuanto a cantidad, se atenúe el desequilibrio introducido por un solo cultivo.
  Utilizar la asociación de cultivos, lo que implica cultivar dos o más especies en
forma alternada en una misma parcela, a fin de que ambas especies se
beneficien mutuamente o de evitar la intensificación de extracción de la cantidad
de nutrientes cuando sólo se utiliza un cultivo. Ejemplo: asociación poroto-maiz.
En la actividad ganadera, una carga adecuada implica mantener un equilibrio
entre el numero de animales por unidad de superficie y la masa vegetal forrajera
disponible a los efectos de evitar tanto el sobrepastoreo como el subpastoreo de
los potreros.
El sobrepastoreo reduce o elimina la vegetación rastrera favoreciendo la erosión
de los suelos así como también la desaparición de las especies forrajeras
naturales y la aparición de otras especies de menor calidad y de plantas
indeseables como malezas o plantas venenosas.
El subpastoreo o carga liviana, permite el crecimiento rápido que produce el
endurecimiento y empajonamiento del pasto, dejando de satisfacer las
exigencias de los animales, que al no consumir la cantidad necesaria de forraje
van perdiendo peso, hecho que obliga a la quema del campo para producir
nuevos rebrotes o vegetación más tierna y más apetecida por el ganado. Se sabe
ya de los impactos degradantes que la quema de los campos ocasiona en el
medio ambiente.
La utilización de una carga animal adecuada es pues muy importante en el
manejo tanto de los animales como de la vegetación.
La utilización de potreros o unidades de pastoreo pequeños en lugar de grandes
superficies de terreno, permite hacer un mejor control de la carga animal en
relación al estado de la vegetación.
También existen algunos sistemas de pastoreos alternativos como el rotativo,
que permite usar sucesivamente una serie de potreros con una carga más
elevada pero durante un periodo más corto, hecho que permite un uso más
equilibrado del área total.
Es importante mantener una vigilancia durante los periodos de sequía y de
natural empajonamiento de la vegetación, a los efectos de prevenir la iniciación
de incendios involuntarios o su expansión, que puede no sólo afectar a la
vegetación y a la fauna silvestre, sino también a las construcciones humanas
(casas, ranchos, postes, materiales diversos) y más importante aún es el hecho
de que puede poner en peligro a la vida humana.
Una medida preventiva importante contra el fuego es mantener siempre bajo,
mediante cortes oportunos, el pasto de las inmediaciones de las casas,
construcciones y alambrados a fin de frenar el fuego, mediante la eliminación del
material potencialmente combustible.
5.3.6. PROMOCIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE
La fauna silvestre cumple funciones irreemplazables en los sistemas naturales y
es importante que esté presente en los sistemas productivos. Los animales
silvestres pueden aportar en forma permanente carne, cueros, pieles, lana,
plumas y otros productos.
Es posible realizar una gestión adecuada de la fauna silvestre utilizando
estrategias ecológicas compatibles con los intereses humanos, lo que implica
que se pueden obtener bienes y servicios sin alterar sensiblemente el equilibrio
natural.
Algunas tácticas y medidas apropiadas para promover la fauna silvestre en la
finca son:
  Mantener los cauces naturales de agua.
  Mantener la vegetación que es utilizada como alimento para la fauna.
  Realizar caza estrictamente dirigida y controlada y hacerla oportunamente
considerando los periodos reproducidos.
  Plantar arboles como cortinas rompevientos que brindan refugio y protección
a la fauna y a la vez protegen a los cultivos y a los animales domésticos contra
los vientos fríos.
5.3.7. INCENTIVACIÓN DE LA AGROFORESTERIA
Los sistemas agroforestales constituyen formas de uso y gestión de los recursos
naturales, en los cuales las especies leñosas (arboles, arbustos, palmas) son
utilizadas   en      asociación   deliberada   con   cultivos   agrícolas   (sistemas
agroforestales) o con animales (sistemas silvopastoriles o sistemas
agrosilvopastoriles) en el mismo terreno, de manera simultánea o en una
secuencia temporal.
Existen muchas posibilidades de utilización del sistema, entre ellas:
  Alternancia de fajas de arboles y cultivos
  Arboles diseminados en la parcela de cultivo
  Arboles en forma de islas en los campos de pastoreo
  Arboles como cortinas rompevientos para protección de animales y cultivos
  Arboles a lo largo de las curvas de nivel en las pendientes para proteger contra
la erosión
  Arboles en los bordes de los cursos de agua para proteger el cauce y evitar su
colmatación
Los arboles, además de proveer madera, leña, frutas, extraen nutrientes de las
profundidades del suelo y los aportan a la superficie abonando naturalmente los
cultivos agrícolas y forrajeros, además de promover la fauna silvestre.
5.4. GESTIÓN DE AÉREAS SILVESTRES
Las Aéreas Silvestres Protegidas son ambientes naturales o con escasa
intervención humana, que se establecen con el objeto de preservar, conservar y
restaurar la flora, la fauna y otros recursos relacionados con ellas, pudiendo
además proteger recursos culturales o históricos.
Actualmente, la Dirección de Parques Nacionales y Vida Silvestre (DPNVS), que
depende de la Subsecretaria de Recursos Naturales y Medio Ambiente del
Ministerio de Agricultura y Ganadería, es la Institución del Estado encargada de
su administración.
En el año 1993 se estableció el Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas,
cuya innovación más llamativa ha sido la incorporación de las reservas naturales
privadas a las representadas por los parques nacionales.
5.4.1. ÁREA SILVESTRE PROTEGIDA
AREA SILVESTRE PROTEGIDA es toda porción del territorio nacional
comprendido dentro de limites bien definidos, de características naturales o
seminaturales, que se somete a un manejo de sus recursos para lograr objetivos
que garanticen la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente y de los
recursos naturales involucrados. Las Areas Silvestres Protegidas podrán estar
bajo dominio nacional, departamental, municipal o privado, en donde los usos a
que puedan destinarse y las actividades que puedan realizarse deberán estar
acordes con     las disposiciones de la Ley 352            y sus reglamentos,
independientemente al derecho de propiedad sobre las mismas.
5.4.2. SISTEMA NACIONAL DE AREA PROTEGIDA
(SINASIP)
Es el conjunto de Areas Silvestres Protegidas de relevancia ecológica y social, a
nivel internacional, nacional y local, bajo un manejo ordenado y dirigido que
permita cumplir con los objetivos y políticas de conservación establecidas por la
Nación.
ZONA DE AMORTIGUAMIENTO, es la región adyacente a todo el perímetro del
Area Silvestre Protegida, que será de tamaño variable y cuyos limites serán
determinados por el Plan de Manejo del Area Silvestre Protegida en cuestión.
Es en esta zona donde se expresa la solidaridad, el beneficio mutuo y la
responsabilidad compartida entre la administración del área y las comunidades
involucradas.
5.4.3. OBJETIVOS DE LAS AREAS PROTEGIDAS
1. Mantener grandes áreas del territorio nacional como muestras representativas
de cada región biogeográfica importante del país en un estado de poca o ninguna
alteración, a fin de asegurar la continuidad de los procesos evolutivos, incluyendo
la migración animal y el flujo genético.
2. Mantener ejemplos de las distintas características de todos los tipos de
comunidades naturales, los paisajes y las formas fisiográficas a fin de proteger
la diversidad única y representativa del país y particularmente para asegurar la
función de la diversidad natural en la regulación del medio ambiente.
3. Mantener todos los materiales genéticos como elementos de las comunidades
naturales y evitar la perdida de especies de plantas y animales.
4. Mantener y manejar amplias zonas de terreno bajo métodos flexibles de
utilización del suelo, de modo que conserven los procesos naturales, que
aseguren la libertad de opciones en casos de futuros cambios en la utilización
del mismo, así como también que permitan la incorporación de nuevas
tecnologías, según surjan nuevos requisitos humanos y practicas que se
desprendan de las nuevas investigaciones.
5. Organizar y enfocar acciones bajo el concepto de desarrollo sustentable,
prestando interés particular en la creación de oportunidades estables de trabajo
y que parte de los beneficios económicos y de otra índole, derivas del manejo y
desarrollo de las áreas silvestres protegidas, se revierten adecuadamente en las
comunidades ubicadas en las zonas de amortiguamiento.
6. Promover y participar en la restauración de áreas degradadas, particularmente
en las zonas de amortiguamiento de las áreas silvestres protegidas, e incentivar
para que dichas áreas no sean asignadas a actividades productivas que
incrementen su degradación a niveles de irreversibilidad.
7. Promover la investigación, monitoría ambiental y la educación ambiental
dentro de las áreas silvestres protegidas.
8. Mantener y manejar las cuencas hidrográficas importantes del país, de modo
que aseguren el flujo y la calidad del agua.
9. Controlar y evitar la erosión y sedimentación, especialmente en los lugares
relacionados directamente con las inversiones que se realizan en la parte baja
de los ríos, las cuales dependan del agua, para el transporte, irrigación,
agricultura, pesca, recreo y para la protección de zonas naturales y humedales.
10. Mantener y manejar los recursos de flora y fauna silvestres para la
producción de proteínas y como base de actividades de tipo artesanal y
recreativo, siempre tomando en cuenta la vital función que juegan en la
regulación del medio ambiente.
11. Proporcionar oportunidades para la recreación al aire libre en forma
constructiva y saludable para los residentes locales, los connacionales y para los
visitantes del exterior, de manera que sirvan como polos a un desarrollo
ecoturístico, que se base preferentemente en las características naturales y
culturales del país.
12. Proteger la cobertura vegetal para que cumpla su papel en la regulación del
medio ambiente.
13. Proteger los bienes culturales que se encuentren dentro de las áreas
silvestres protegidas, con fines, sin perjuicios de otros, de investigación científica
y utilización publica, como elementos del patrimonio cultural de la Nación.
14. proteger y manejar el paisaje cerca de las ciudades y pueblos, carreteras y
ríos, zonas recreativas y turísticas a fin de asegurar la calidad estética del medio
ambiente.
15. Promover e incentivar la participación de las organizaciones comunales y
nacionales, publicas y privadas de la ciudadanía en general, en la conservación,
manejo y desarrollo de las actividades de las áreas silvestres protegidas
integrantes del Sinasip, para el mejor logro de los objetivos nacionales de
conservación y del sistema y para la consolidación del mismo.
5.4.4. CATEGORÍAS DE MANEJO
Cada Area Silvestre Protegida debe tener una forma preestablecida de gestión
de acuerdo a ciertos objetivos específicos. Las categorías incluyen a los
siguientes:
  Parque Nacional
  Area o Reserva de Recursos Manejados
  Monumento Natural
  Reserva Ecológica
  Reserva de la Biosfera
SUBSISTEMAS DE ADMINISTRACION
Existen tres subsistemas
  Públicos, que están bajo administración de la Dirección de Parques Nacionales
y Vida Silvestre (DPNVS)
  Privados, cuya administración esta a cargo de los propietarios que participan
en el Sistema Nacional
  Binacional Itaipu, cuya administración está a cargo de la Entidad
5.4.5. GESTION ACTUAL
La cobertura actual total de las áreas protegidas por el Sistema cubre
aproximadamente el 4,4 % de la superficie total del país, lo que se considera
bajo de acuerdo a la sugerencia de una cobertura mínima del 10% por parte de
los organismos internacionales involucrados. Esto implica, que se debe
incorporar más áreas de reserva bajo el sistema.
Por otro lado, la gestión de las áreas en su conjunto es aún incipiente y existen
muchas deficiencias observadas dentro del Sistema, que exigen reestructuración
y fortalecimiento institucional.
Los principales problemas existentes son:
  Infraestructura de control escasa o nula
  Escasa disponibilidad de recursos humanos y necesidad de capacitación
  Insuficiente asignación de recursos
  Situación de la tenencia de tierra de áreas de reserva y aspectos legales
vinculados
  Exposición a riesgos de quema e incendios
  Cacería furtiva, extracción de rollos, leña y otros recursos forestales de las
áreas
  Falta de definición de las áreas de amortiguamiento y carencia de planes y
gestiones de manejo.
  Carencia de planes de manejo operativo de las áreas.
  Necesidad de estudios biológicos y ecológicos de las áreas
  Falta de mecanismos de protección y de monitoreo de las áreas.
Existen ya Areas Silvestres Protegidas declaradas y confirmadas legalmente, la
tarea futura es pues la adecuada gestión de las mismas, lo que debe estar
orientado a dar solución a los problemas señalados al respecto