-La pesca de España
La pesca es una actividad muy importante en España, ya que es la primera
potencia pesquera de la UE y una de las principales potencias pesqueras del
mundo junto a Japón, Rusia y Estados Unidos. Este importante puesto
mundial está vinculado al hecho de que en España se consume una gran
cantidad de pescado, más del doble que en países de la UE.
La pesca en caladeros lejanos quedó consolidada desde principios del siglo
xx, cuando los adelantos técnicos en las embarcaciones, como sistemas de
congelación o motores de combustible, permitieron la captura en zonas
alejadas.
Desde la entrada en la Unión Europea, España adoptó la PPC (Política
Pesquera Común) que su objetivo principal es un desarrollo armonioso del
sector pesquero.
En cuanto los tipos de pesca, encontramos dos tipos, por un lado la pesca
tradicional, donde se utilizan sistemas como el de cerco, son cercados
mediante una red, el de cebo, el de arrastre, que consiste en arrastrar una de
las redes por el fondo marino destrozando el entorno, y redes fijas como las
almadrabas. Y por otro lado la pesca industrial, en la que se distinguen la
pesca de bajura, cercana a la costa y los barcos proveen cada día de
pescado fresco, y la pesca de altura, la realizan flotas de grandes barcos y
duran meses.
Sobre la explotación de los recursos, los recursos marinos, que no solo son
peces, siguen un largo camino. Para empezar, la introducción de nuevas
tecnologías a bordo de los buques, como la congelación y el procesado,
varió el proceso de comercialización, que antes pasaba por las subastas en
las lonjas de los puertos de llegada.
Conviene diferenciar entre pesca de capturada y pesca desembarcada. La
primera se extrae del mar, para luego ser sometida a la limpieza y al
procesamiento.Lo restante es la pesca desembarcada.
El pescado importado por España se compone, principalmente, de calamar,
que nos llega habitualmente de Corea y Japón, bacalao, de Islandia, y
merluza, si es congelada de Japón y si es fresca de los Países Bajos.
Otros recursos marinos que se aprovechan son la sal, que puede ser
utilizada tanto materia prima como consumo humano y las salinas están
situadas en toda la costa pero sobre todo en la mediterránea como el cabo
de Gata o San Roque, y las algas, que pueden ser utilizadas para la
producción de abonos químicos, geles y jabones.
La reducción de las capturas en los caladeros ha propiciado la búsqueda de
nuevas alternativas a la pesca tradicional como la acuicultura, que según la
Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones
Unidas estima que más del 40% de los alimentos son de origen acuático
provienen de ella.
España cuenta con un clima favorable, muchos kilómetros de litoral donde
pueden instalarse las piscifactorías y un nivel tecnológico alto, que facilita
la manipulación de las especies.
Galicia reúne el mayor número de centros acuicultores de acuicultura
marina, seguida por Cádiz y la costa mediterránea, desde Almería hasta el
delta del Ebro. Actualmente, la producción consiste básicamente en bateas
de moluscos como los mejillones u ostras y en Almería en la producción
andaluza de peces como el lenguado o la lubina.
Por otro lado, la acuicultura de agua dulce, se trata de una acuicultura
continental, está especializada en truchas, destacando las de Galicia y
Cataluña.
Por último, aunque la flota pesquera española creció espectacularmente,
enfrenta un grave problema de antigüedad que intenta solucionarse
mediante las ayudas y las subvenciones de la Unión Europea. Además,
sumado a la falta de inversión, la dureza del trabajo y el poco beneficio que
se obtiene, no es una actividad en la que sea rentable trabajar.