Edulcorantes: Tipos y Salud
Edulcorantes: Tipos y Salud
En los últimos años el modelo estético de los cuerpos sin grasa y musculosos ha
estimulado el consumo de alimentos y bebidas light, en esencia, productos bajos en
calorías. Para conseguirlos, desde la industria se ha fomentado la investigación de
aditivos alimentarios capaces de mantener el sabor o las características
organolépticas de los productos originales pero con una aportación calórica muy
inferior.
Uno de los grupos de productos que más se han desarrollado en los últimos años son
los llamados edulcorantes artificiales, aditivos alimentarios que persiguen imitar la
capacidad de endulzar del azúcar sin aportar las calorías de éste. El consumo cada
vez más frecuente de éste tipo de substancias, sin embargo, ha suscitado más de una
polémica. Las principales son si su consumo regular puede afectar la salud humana,
qué edulcorante es el más adecuado o cual es la cantidad máxima que podemos
tomar.
Para su uso en la industria alimentaria, los edulcorantes deben cumplir una serie de
requisitos. Entre otros, deben ser absolutamente inocuos, su sabor dulce debe
percibirse rápidamente y desaparecer también rápidamente, además de ser muy
parecido al del azúcar común, sin regustos, y resistir las condiciones del alimento en el
que se va a utilizar, así como los tratamientos a los que se vaya a someter.
Los edulcorantes nutritivos, por su parte, son los que se obtienen a partir de
sustancias naturales. Pertenecen a este grupo:
Los edulcorantes deben cumplir una serie de requisitos para ser utilizados en la
industria alimentaria, como el ser inócuo, percibirse su sabor dulce rápidamente y
desaparecer también rápidamente, y muy parecido al del azúcar común, sin regustos,
y resistir las condiciones del alimento en el que se va a utilizar, así como los
tratamientos a los que se vaya a someter.
La ingesta diaria admisible
Se entiende como ingesta diaria (IDA) aceptable la cantidad de aditivo alimentario que
puede ser consumido en la dieta diariamente durante toda la vida sin riesgos para la
salud. En definitiva, es el nivel de ingesta segura.
El efecto a largo plazo del consumo diario de edulcorantes continúa siendo objeto de
investigaciones médicas en todo el mundo desde hace, por lo menos, 25 años. De
hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Food and Drug Administration
norteamericana (FDA), fundamentándose en el resultado de diversas investigaciones,
avalan los beneficios de los endulzantes artificiales no calóricos para determinados
grupos de población. Concretamente, en diversos estudios señalan que su consumo
no entraña riesgos en niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia,
diabéticos y personas que deben controlar su peso o mantenerlo.
Edulcorantes no calóricos
Este tipo de sustancias deben resistir las condiciones del alimento en el que se va a
utilizar y a los tratamientos a los que se vaya a someter
- Imagen: jelenssss -No cabe ninguna duda de que el ser humano muestra una
preferencia natural hacia lo dulce. Los expertos explican este hecho como una
adaptación de supervivencia, ya que desde el nacimiento nos alimentamos con sabor
dulce, la leche. Sin embargo, el exceso de azúcar puede ser perjudicial tanto para la
salud de personas sanas como para la de aquellas que padecen enfermedades
crónicas relacionadas con el exceso de peso, por ejemplo obesidad o
hipercolesterolemia. Ante este hecho, aparecen los edulcorantes no calóricos,
sustancias utilizadas para reducir calorías reemplazando el uso de sacarosa. No
obstante, su utilización no está exenta de riesgos.
Los edulcorantes no calóricos, ya sean naturales o artificiales, son una de las áreas
más dinámicas dentro del campo de los aditivos alimentarios. Debido al gran
crecimiento que han experimentado los alimentos bajos en calorías y, en mayor
medida, las bebidas sin azúcar o light, estos aditivos han pasado a formar parte de la
dieta habitual de una gran cantidad de la población. Para que un edulcorante natural o
artificial pueda ser utilizado por la industria alimentaria debe ser totalmente inocuo y
cumplir varios requisitos, como ofrecer un sabor dulce que se perciba rápidamente a la
vez que desaparezca con facilidad. Además, su gusto debe ser lo más parecido al de
la sacarosa, es decir, al azúcar común. También debe resistir las condiciones del
alimento en el que se va a utilizar así como los tratamientos a los que se vaya a
someter.
La polémica
Los datos sobre los efectos negativos de los edulcorantes se han obtenido a
partir de experimentos en animales en dosis muy superiores a las ingeridas por
un consumidor de forma habitual
El uso de edulcorantes artificiales ha sido objeto de múltiples polémicas en cuanto a
su seguridad a largo plazo. El consumidor es quien decide si asume un riesgo, muy
remoto, frente a las ventajas que le aporta el uso de productos sin azúcar. Ante este
hecho, las autoridades responsables han establecido una ingesta diaria admisible
(IDA) no perjudicial para la salud. Los valores se expresan en mg/Kg de peso corporal
para cada individuo, y tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos
estadounidense (FDA, en sus siglas inglesas) como la Organización Mundial de la
Salud (OMS) informan periódicamente de si estos valores varían.
Por norma general, la ingesta de edulcorantes no calóricos está muy por debajo del
IDA permitida. Muchos de estos edulcorantes se utilizan mezclados entre sí para
potenciar su valor endulzante, un valor que no resulta de la suma de la mezcla sino
que se produce un sinergismo, es decir, se eleva su capacidad de endulzar. Como
resultado de esta mezcla, se obtiene un valor superior a los edulcorantes por
separado, lo que contribuye a hacer un uso en pequeñas cantidades.
Aunque es muy difícil superar la dosis permitida, hay que tener en cuenta que cada
vez hay más alimentos en el mercado que contienen elevadas cantidades de
edulcorantes en su composición y, si a este hecho se le suma la ingesta de bebidas o
productos sin azúcar, la suma final puede ser elevada. Todos los datos acerca de los
efectos negativos de los edulcorantes se han obtenido a partir de experimentos en
animales utilizando dosis muchísimo mayores que las ingeridas por un consumidor
habitual, con lo cual la extrapolación al ser humano no es fácil. Por el momento, los
estudios en este campo no aportan conclusiones rotundas.
La sacarina, que se utiliza como edulcorante desde principios del siglo pasado, es
varios cientos de veces más dulce que la sacarosa y la forma más utilizada es la sal
sódica, ya que la forma ácida es muy poco soluble en agua. Tiene un gusto amargo
cuando se utiliza a concentraciones altas, pero puede minimizarse mezclándola con
otras substancias. Es un edulcorante resistente al calentamiento y a los medios
ácidos, por lo que es muy útil en muchos procesos de elaboración de alimentos.
El ciclamato, unas 50 veces más dulce que la sacarosa, tiene un cierto regusto que
desaparece al mezclarse con la sacarina. Desde el punto de vista químico es muy
estable y no se ve afectado por la acidez o las altas temperaturas. Se utiliza sobre
todo en las bebidas carbónicas, aunque también se puede usar en yogures
edulcorados o como edulcorante de mesa.
PÉPTIDOS DESCONOCIDOS
Se aprecian algunos péptidos de sabor muy dulce y autorizados para el consumo
humano, como el neotamo, el alitamo o las taumatinas. El primero de ellos fue
autorizado por la FDA para su uso en EE.UU. en el año 2002 pero todavía no está
autorizado en la Unión Europea. Es entre 8.000 y 13.000 veces más dulce que el
azúcar, por lo que es necesario utilizar cantidades muy pequeñas. En los países
autorizados se usa en bebidas sin gas, yogures, productos de confitería o helados,
entre otros.
Además de las taumatinas hay otras proteínas de sabor intensamente dulce, y una de
las más estudiadas es la monellina. Esta proteína se encuentra en el fruto de
"Dioscoreophyllum cumminsii" y es aproximadamente 1.000 veces más dulce que el
azúcar. Su uso, sin embargo, no es habitual y está en fase de estudio.
¿Que es la fructosa?
Ventajas de su consumo
* Es natural.
* Por su intenso sabor dulce, se requiere menos cantidad a la hora de endulzar los
alimentos.
* Se emplea en productos especiales para diabéticos, ya que tras su ingesta, no se
producen elevaciones bruscas del azúcar en sangre.
Inconvenientes
Endulzar y realzar el sabor de los alimentos son dos de las aplicaciones potenciales
del neotamo, un edulcorante no calórico autorizado desde el año 2002 en EE.UU.,
pero cuyo uso está aún prohibido en la UE. Ahora, una valoración de la EFSA asegura
que no es carcinógeno ni genotóxico, lo que podría abrir las puertas a una futura
comercialización comunitaria. De ser así, seguiría los pasos que ya han dado países
como Australia, Nueva Zelanda y México.
Bebidas sin gas, yogures, productos de confitería, chicles o helados son algunos de
los alimentos a los que se añade, en países como EE.UU., el edulcorante neotamo, de
30 a 60 veces más dulce que el aspartamo, y de 7.000 a 13.000 veces más dulce que
el azúcar, según las investigaciones realizadas hasta ahora.
Estas particularidades permiten que las cantidades que se añaden a los productos
puedan ser muy pequeñas. Sólo se necesitarían, por ejemplo, 6 mg de neotamo para
endulzar una bebida de 355 ml., según estudios estadounidenses. Entidades
reguladoras de distintos países, como la Administración de Alimentos y Medicamentos
de EE.UU. (FDA), la Autoridad Reguladora de Alimentos de Australia y Nueva Zelanda,
así como la Secretaría de Salud de México, confirmaron en 2002 su seguridad y
funcionalidad, y lo aprobaron para uso general como edulcorante y potenciador de
sabor en algunos alimentos y bebidas. La UE podría seguir el mismo camino
atendiendo a la valoración que acaba de presentar la EFSA.
Ni tóxico, ni carcinogénico
Una de las particularidades del neotamo, compuesto de tres ingredientes que también
forman el aspartamo (ácido aspártico, felanina y metil éter), es que al menos un 30%
del que se ingiere se absorbe de forma rápida. Las valoraciones científicas han
permitido establecer una cantidad de 2 mg/kg como ingesta diaria admisible (ADI), que
es la cantidad que se considera segura de un aditivo teniendo en cuenta un consumo
diario durante toda la vida. En condiciones de almacenaje a temperaturas entre 15ºC y
30ºC y humedad relativa entre 35% y 60%, se mantiene estable por lo menos 5 años.
De nuevo el aspartamo
Uno de los edulcorantes artificiales que más (mala) fama han tenido, y siguen
teniendo, es el aspartamo. Ahora, y tras varios años de investigaciones sobre si su
consumo es seguro o no, dos nuevos estudios vuelven a reabrir la polémica.
Empezaba un estudio publicado en 'Environmental Health Perspectives' el pasado mes
de julio, según el cual este edulcorante, presente en numerosos productos, es un
potente agente cancerígeno. La clave de estos efectos podría estar, según las
investigaciones, en el formaldehído, uno de sus metabolitos, que está clasificado por la
OMS como cancerígeno desde el año 2004.
No dice lo mismo una revisión de distintas investigaciones sobre este edulcorante, que
acaba de publicar 'Critical Reviews in Toxicology' tras evaluar la información de más de
500 trabajos de toxicología, clínica y epidemiología. Expertos de la Universidad de
Maryland, participantes de esta revisión, aseguran que el uso de aspartamo es seguro,
y que no hay evidencias de que pueda tener efectos dañinos en la memoria o
problemas de aprendizaje. La polémica continúa estando servida.
A POR LO NATURAL
La estevia es una de las plantas en las que se han puesto esperanzas para el
desarrollo de un edulcorante «perfecto», es decir, capaz de añadir sabor dulce sin que
se modifique el gusto ni signifique un alto consumo de calorías. Allí donde se utiliza,
confiere dulzor en alimentos como refrescos, chicles y postres. En 2004, expertos de
la Universidad de Leuven organizaron el Congreso Internacional sobre la Seguridad de
la Estevia, cuyas conclusiones difundían ya la seguridad de esta sustancia. Entonces,
los expertos establecieron que la dosis que puede resultar perjudicial es muy alta, que
sólo se requieren cantidades muy bajas para conseguir el dulce propósito, y que no
tiene ningún efecto en la salud humana.
El aspartamo
Se trata de un edulcorante descubierto en 1965 formado por la unión de dos
aminoácidos
Los edulcorantes surgen para cubrir un puesto alternativo al consumo de azúcar
común o de otras sustancias energéticas como la fructosa y la miel. Los edulcorantes,
por definición, son aditivos alimentarios que confieren su sabor dulce a los alimentos.
Tipos de edulcorantes
El aspartamo, a debate
Presenta un inconveniente y es que no resiste bien las altas temperaturas, por lo que
no puede usarse en productos sometidos a calentamientos fuertes. Es por ello que su
empleo en la industria alimentaria es amplio, pero limitado: refrescos, chicles, zumos,
cereales, postres, edulcorante de mesa, lácteos, mermeladas, productos
farmacéuticos, etc.
Tras numerosos estudios para valorar la inocuidad del aspartamo, se puede afirmar
con rotundidad que es una sustancia inocua salvo en personas que padecen
fenilcetonuria, una enfermedad congénita rara por la cual, quien la padece acumula
cantidades muy altas de fenilalanina en sangre, lo que resulta tóxico y origina retraso
mental y otras alteraciones importantes que merman la salud y la calidad de vida. Por
este motivo, en el etiquetado de los productos que incluyan este aditivo, es obligatorio
que aparezca mensajes que aludan a la enfermedad, como "no apto para
fenilcetonúricos" o "contiene una fuente de fenilalanina". La ingesta diaria admisible es
de 0-40 miligramos por kilogramo de peso (SCF).
¿Es realmente necesario?
Del sirope o miel de agave se dice que puede ser mejor tolerado por las personas
diabéticas que otros azúcares, ya que no afecta tanto a la glucemia (los niveles de
azúcar en sangre) como el azúcar, porque tiene un índice glicémico bajo. También es
rico en fructooligosacáridos, sustancias con función prebiótica a las que se atribuyen
beneficios para la salud intestinal, entre otros. Éstas son las referencias más
destacadas encontradas en distintos blogs y páginas webs que describen las
supuestas propiedades y características del sirope o miel de agave. Sin embargo, no
todas están tan claras tras una extensa revisión en la literatura científica.
El sirope de agave se elabora a partir de la savia líquida que se obtiene del corazón de
la penca del agave, planta que también se conoce como maguey ("Agave salmiana"),
un tipo de agave. Esta primera extracción se denomina aguamiel y es consumida por
los nativos como bebida refrescante y fortificante natural. Si el aguamiel se fermenta
se obtiene el pulque, una bebida alcohólica de antigua tradición mejicana. Para
obtener el sirope, el jugo se calienta o se trata por vía enzimática para hidrolizar los
hidratos de carbono complejos que contiene (principalmente fructanos) y
transformarlos en azúcares simples. Luego se filtra y se concentra por aplicación de
calor hasta obtener la textura del sirope o miel de agave, de intenso sabor dulce.
Se estima que el agave tiene el doble de poder edulcorante que el azúcar común
Se estima que tiene el doble de poder edulcorante que el azúcar común gracias a su
composición, principalmente fructosa (70-73%) y dextrosa o glucosa (25%). Esta es la
razón que hace que sea tan estimado como endulzante y que se considere un
excelente potenciador del sabor y del aroma.
El bajo índice glicémico del sirope o néctar de agave (y la baja carga glicémica) queda
reflejado en el artículo especial "Tabla internacional de valores de índice glicémico y de
carga glicémica", escrito por Foster-Powell y otros expertos de la Universidad de
Sidney en Australia, y publicado en la revista especializada "American Journal of
Clinical Nutrition" en 2002.
Aun conociendo las limitaciones de los alimentos con bajo índice glicémico, el sirope
de agave se plantea como una alternativa dulce interesante y saludable al azúcar
refinado, pero siempre bajo un consumo moderado y responsable y, en particular, en
dietas de control de azúcares como la diabetes, lahipertrigliceridemia, el sobrepeso y
la obesidad. El aspecto más positivo es que, al tener mayor poder edulcorante que el
propio azúcar, se precisa añadir menos cantidad de sirope de agave para conseguir el
mismo sabor dulce.
En proceso de investigación
El sirope de agave es una de tantas alternativas dulces al azúcar refinado que están
surgiendo en las últimas décadas, como el jarabe de arce, el azúcar de cereales como
el jarabe de maíz o de arroz, la melaza, los jugos de frutas y el azúcar integral no
refinado o panela.
El uso de todos ellos como edulcorantes está creciendo, de manera que cada vez son
más los alimentos dulces que los llevan incorporados. Ante esta nueva tendencia de la
industria alimentaria de uso de distintos edulcorantes, investigadores del
Departamento de Bioquímica de la Universidad Virginia Tech, en Estados Unidos, han
analizado y comparado el contenido total de antioxidantes de estos compuestos que
se perfilan como alternativas edulcorantes más saludables al azúcar refinado. La
investigación se ha publicado el pasado mes de enero en la revista oficial de la
Asociación Americana de Dietistas (JADA).
Respecto a la miel, los autores señalan que aunque las mieles empleadas para el
estudio representan las principales marcas disponibles en el país, los datos no reflejan
la composición de toda la gama de mieles con diferente tratamiento de obtención y,
por tanto, puede haber diferencias sustanciales en el contenido antioxidante.
En una monografía sobre las plantas del género Agave, escrita por Daniel Guillot, se
describe con detalle su morfología general. "Los agaves tienen en general unas hojas
alargadas dispuestas en espiral, sobre un corto y a menudo invisible tallo, formando
una roseta. Esta morfología es una adaptación destinada a captar agua por las hojas
que es transportada a la zona radical. Las hojas en general son duras, o al menos
rígidas, y muy fibrosas, y numerosas especies poseen dientes marginales prominentes
(...)".
En otra publicación, dirigida hace más de dos décadas por los profesores Davidson y
Ortiz de Montellano, del Departamento de Antropología de la Universidad de California,
hacen referencia a las propiedades antibacterianas del agave como remedio azteca.
Los investigadores discuten que los aztecas utilizasen la savia concentrada del
maguey para curar las heridas. Al parecer, bacterias aeróbicas como
el Staphylococcus aureus, la principal bacteria que infecta las heridas externas,
parecen ser sensibles al jarabe de maguey, al inhibir este compuesto su crecimiento.
Tras teclear en un buscador de Internet los términos "sirope de savia" o "dieta del
sirope de savia", se obtienen más de 23.000 resultados. Muchas de las entradas
dirigen a artículos periodísticos que promulgan los aparentes beneficios y las ventajas
de su consumo, y son muchas menos las referencias a los peligros asociados, como la
fatiga, el agotamiento, la desmineralización o el insomnio. Algunas direcciones
contactan de forma directa con puntos de venta on line de estos productos y otras
tantas se refieren a foros donde los usuarios preguntan cómo seguir una dieta para
adelgazar con este complemento, qué cantidad ingerir cada día u otras cuestiones
más delicadas como "cuánto tomar para perder diez kilos".
Las respuestas a estas cuestiones son tan infundadas que no merecen crédito. Sin
embargo, son muchas las personas que, pese al riesgo de perjudicar su salud, confían
más en el consejo ajeno que en el de un profesional de la salud. Algunos de los
usuarios de foros mencionan que se encuentran "un poco mareados" y "con dolor de
cabeza". Llama la atención que buena parte, la mayoría mujeres, aluden a que no es
la primera vez que siguen el ayuno o semiayuno con sirope de savia, un aspecto que
lleva a pensar en la poca o nula efectividad del método a medio o largo plazo, ya que
no se garantiza el mantenimiento del peso perdido.
Esto significa que hacer ayuno o semiayuno con el consumo de estos productos no es
seguro para la salud, ya que favorece la pérdida de peso a expensas de la pérdida de
agua, pero no de grasa, al igual que sucede con cualquier método que garantice una
disminución de peso en poco tiempo. El sirope de savia proporciona algo de energía al
organismo por su contenido en azúcares, pero su aporte energético y nutritivo no
cubre los requerimientos diarios, lo cual explica la sensación de mareo, dolor de
cabeza, fatiga y agotamiento que experimentan muchas personas que lo han probado.
El valor nutricional es bastante similar entre diferentes siropes de savia, aunque puede
variar de forma ligera su contenido en minerales (calcio, sodio, potasio) y
oligoelementos (hierro, cinc, manganeso). No obstante, la cantidad de sirope de savia
que se consume es pequeña y no se garantiza un aporte relevante de estos nutrientes.