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107-Kusch - Esbozo de Una Antropologia Filosofica Americana.

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ESBOZO DE UNA | ANTROPOLOGIA FILOSOFICA | AMERICANA PROLOGO Las paginas que siguen corresponden al propésito de cesbozar una antropologia filoséfiea amertcana sobre la base de experiencias e informes brindados por gente de pueblo, Aquicaben dos preguntas: una, qué significa pue- blo, y otra qué ocure con el deci. Con referencia al pueblo, aparte de la connotacion so- cioldgica y a veces econémica que tiene el término, cabe pensar que también y ante todo es un simbolo. Como tal encierra el concepio de lo masivo, lo segregado, lo arrat- sgado, y ademas to opuesto a uno, en virtue de connota- clones especficas de tipa cultural. Pero stes simbolo, uno pparticipade él, y lo hace desde lo profundo de uno mismo, desde lo que no se quiere ser. Hay en esto como un temor de que lo referente al pueblo podria empaftar la constitu: ion det ego. Por este lado, aunque no queramos, todos ‘somos pueblo, y en tanto lo segregamos, exclulmos esta mancha popular consistente en el arraigo que resquebra ja. nuestra pretenciosa universalidad, la segregacién en la que no querriamos incurri, 0 también lo masivo que subordinaria al ego. Por todo ello se da et uso ambiguo del término pueblo, pero que hace a la ambigtiedad de 2a tuno mismo, Bs la ambigitedad profurnda que mantenemos frente a nuestra verdad, la de no ser en el fondo plenos. ‘Entonces, pueblo, por una parte, es un ente que nos infor: ma en el campo, pero, por otra pare, mueve en. nosotros el requerimiento ambiguo de una verdad que nos cuesta aswmir Con respecto al deci, especialmente referido alo que ros dice un informante popular cabe la siguiente reflexion. Hay palabras comunes y palabras grandes. La palabra comin se dice para determinar para decir esto es, aque lio es, 0 para sefalar causas. Brige una verfcacion y para elo sirve la l6gioaaristotélica, Pero la palabra gran de trasciende la palabra comin, dice mas de lo que ex: Presa, porque abarca un érea mayor. Para ella no hay '6gica, en todo caso una meta-l6gica, porque abarca tam- bién la verdad de ta existencia, y, en tanto dice esto, no determina, sino que rettera lo mismo en todos los hhablantes. Por todo ello, en tanto no informa, sno que se lacree escuchar, es una palabra que se desempefa en el silencio, Dice lo que creemos saber, o peor, lo que infruc- ‘uosamente queremos saber 1a palabra comin termina en ta clenca, fa palabra ‘grande en la poética. Pero ambas son vartantes, 0 aspec: tos, de la tintca palabra que habria que pronunclar Bs a lo que lege. aunque no to quera, el estructuralismo, Des- ‘cubre la relatioidad de ta palabra comin en tanto sus- bende la verficacién, y comprueba ta combinatoria a ta ‘ual se somete, Llega ast al tiite de la palabra comin para acceder al silencio pleno de la palabra grande, pero _rofiere el puro juego, y se queda con el silencio vacio, En 24 realidad pasa lo mismo que con et pensamiento popular con la diferencia de que pueblo cruza dicho limite, para detenerse en la palabra grande donde compensa el sent- ‘miento de su rremediable fnitud exstencia. Et habla popular dice entonces a palabra comin, pero esconde, detrés, la gran palabra, que completa al sujeto viviente. Bs lo mismo que el sujto aunque de otro modo. Yen tanto su sentido hace alo viviente en su toalidad, encierra el porque indefindo del vivir mismo. Por eso es et silencio de lo nexpresable que se prolonga en el gesto 0 enla ceremonia del rt, ose reteraen a costumbre. ¥, en tanto lo popular es también un simbolo que nos afecta a nosotros, encarna ademés la culpa que se cle sobre nuestro decir culto, Es la culpa de haber escamoteado el saber que dice la gran palabra, por ta palabra comin, Pero como el decir cult también es silencio, aunque va- cio, se diferencia del decir popular; es un decir donde se hha perdido hace tiempo la posiblidad de dect algo. Por 50 el saber culto es la poradaja det saber en general. Y es intl que el saber se acumule para llegar al algo det saber, porque la indagacién por el algo concluye en un silencio vaio y escéptco, a diferencia det pueblo que se mantiene en un silencio pleno que pesa, aunque esconde to que todo hombre se pregunta y donde nadie retberes- puestas. ‘De que un silencio vaco ronda nuestro saber, lo prueba el hecho de que en et mundo moderno, no obstante el sa- ber acurulado, no sabemos cbmo alimentaral hombre, nt cbmo gobernario, ni menos quées el hombre. Lo seialael exveso de teria, a abundancia de soluciones ylavioler- 245 cia desatada, Todo esto es et simbolo de la silenciosa mudez de nuestro saber culto, que ha perdido el contacto con sucontenide, Es que nuestro silencio noes el del pue- blo, Detras del silencio popular, y de su decir cualquier cosa, hay una verdad que rige su combinatoria y que no- ‘sotros perdimos, De ahi la necestdad de retornar ata base, y de ahi ia ‘mportancia de América. Lo popular en América es como la. sombrade sentido que se cierne sobre el quehacer afa- roso del siglo XX. Saber lo que hay que hacer en el siglo XX, desde el punto de vista del saber culto apunta a la confusion. No se sabe qué hacer. Pero el pueblo silo sabe, ‘aun cuando no quiera hacer nada. Enel dejarse estar se reserva la posibilidad de un hacer propio. En la espera deja pasar et tempo que no es el suyo, y entonces crece Yenelcrecimiento de Io popular est la sorpresa de sa- ber alguna ver qué hay que hacer. Es un saber potenclal, que surge de un silencio eno. En esto no interiene nla economia, ni a sociologta, ni ia eompartimentacion del ‘saber cientifico en general, sino sélo él puro crecimiento. Por eso el descubrimiento de lo popular en el fondo de América, nos lleva a un futuro imprevisto, que ninguna fuerza puede detener, 0, mejor dicho, no hay fuerza en ‘esto, sino la potencia del erecimiento. Mas ain, asoman Jormas inéditas, pero que quizt no sean tales, porque en realidad surgen de toda la. ampitud milagrosa de ser hom bre De ahi ta antropotogia,flaséfica esbozada en estas pa ‘ginas. Bs una antropologia estudiada a partir del silencio eno del discurso popular, basada en la ausencia del sa- 246 ber de lo que es et hombre, 0, mejor dicho se ubioa al mar- ‘gen de la preocupacién de una definicion del hombre; en todo caso toma en cuenta la penosa operacién con que el ‘pueblo de América afirma su humanidad. De ahielcardcter le mero esboz0 de todo lo que contie~ nen las paginas que siguen. Quiz4 porque no hay nada que deci; sino en tado caso destruir lo dicho, ya que et resto es esperar y asistir a que la potencialidad de ser hombre en América continiie su marcha pese a los ager tes del miedo que quleran tmpedirio. ‘En todos los casos se intenté la profundizacion de de- terminado material. No cabe aqui el material abuncdoso y cenciclopédico, porque se trata de hacer flosofia. y enton ces sélo vale fa capacidad de reflexionar. El problema de “América es el de recuperar toda ta potencialiiad del per sar y saber apostar al futuro, Por eso tracé en el primer capitulo los supuestos dle una geocultura que hacen refe- rencia al suelo de todo pensar. A partir de ahi van las reflexiones sobre versiones foniomagnéticas recogidas en ‘el noroeste argentino al margen de cualquier metodologia antropol6gica. Por elemplo fue casual que me encontrara con dofia Sebastiana en Salta, y pudiera escuchar super ‘samiento, y también fue casual que dota Ceferina me dle- ra su material mitico para que reflexionara sobre el cor: ccepto de realidad. Bs que el pueblo no es un sujeto que Se circunda téenicamente, sino una potencia que se mani- festa sibitamente para dar todo de si mismo, Tampoco ‘pense que fueran necesarios ms informantes para abar- ‘car un panorama mayor. Para la labor de reflexion sobre el pensamiento popular bastan many pocos casos. Bl in: 27 ¥ para no hacer este juego incu a rivet reftexio, las expertencias econémicas reaizadas por Luts Rélos Aspiazu en Cochabamba. No podia estar leas de une Slexién filoséfica a partir de América, el sondeo de las ‘Po sibildades de una reubicacn de i economia dentro rel marco de un pensamient latinoamericano nel trabajo de tnterpretacian de os textes populares ‘or supuestocabe la pregunta por el método seguida, En realidad ésta se formula siempre a nivel céitedra y es un Problema propio de los pedagogos. Pero la necesidad de ferencia a un absoluto con el cual se cohabita. No es dif- ail que de esta manera se rescate un fondo orignal del pensar a partir de donde recién cabe concebir un mundo constituldo por entes, pero como si se tratara de un des- ‘rendimiento ertico de una globalidad incl ¥ retornar ato pre-bjetivo leva por consiguiente a to pre-antico, 0 también a un pre-recinto del pensar, pero sin que ello se- fale nada previo, sino més bien algo simulténeo y Fundante del hecho mismo de pensar. Estten todo esto el Juego de vivir en su totalidad. Quizé una manera de reco- brar a sorpresa de cohabitar con lo absoluto,o también, ‘Por consiguiente, recuperar lo hurmano en su plenitud, ta como en suma seda.a modo de telén de fondo de loqueel impero dio en lamar flosofia. L trabajo apunta en suma a encontrar una tinea me- dia entre (a proljeracion de supuestas definiciones de lo hhumano, Pero no se trata de dar una definiclén mes. .Por- que sies inevitable que toda definitén de lo humano se ‘os escape, sera porque le huwmano a las luces de a tnda- gacién indo-americana, no es sino que, en tanto escapa a ruestras categorias, sélo puede connotarse como prict 2,0 sea como un operarincesante, De ahtetestar sten- 10 como formula dindmica que traduce el Juego humano entre lo indeterminado y lo determinado, pero que hace a to turmano en un nivel universal, segtn lo cual os mode- {os de Scheler 0 el hombre simbolico de Cassirerentra- ‘fan como simples variantes. Responde aa indetermina- lén de lo hurano mismo, que hace al fondo metafsico de lo existente en general y también al silencio orginal de lo hwnane, pero por eso mismo ata postbiidad de re- 9 ccuperarto en una dimensién indloramericana. Solo ast se entiende, por efemplo, ia experiencia que refero sobre como el quechua resueive su hambre al margen de la econo- ‘mia, sin dejar su conciencia mitica y con una proyeccién ara et siglo XX. En su solucién esté su originalidad que da que pensar. Quizés ande en esto la originalidad de América y de su pensamiento, Esta originalidad ros ser- vird para superar cualquier modelo, Hubo en suma, a través de todo este trabaio, lanecesi- dad de encontrar nuevas formulas de pensamiento, que en su amplitud enmarquen nuestro verdadero modo de habitar esta América, quizé con la sospecha de que dicho ‘modo hace a nuestra privada y auténtica universalidad. RKUSCH Maimaré, 1978, 250 1. GEOCULTURA DEL PENSAMIENTO® Un dialogo es ante todo un problema de intercultura- Iidad'. La distancia fisica que separa alos interlocutores y las vuellas ret6ricas para entenderse, refleren a un problema cultural, Entre los interlocutores tiende a ha- ber una diferencia de cultivo, pero no en el sentido del grado de culturalizacion logrado por cada uno, o sea de ue uno sea mas culto que otro, sino ante todo en ef estilo cultural, o més bien, en el modo cultural que se ha cencarnado en cada uno. Se trata entonces de una dife- renela de perspectiva y de eédigo que marcan notable- ‘mente el distanclamiento de los intervinientes en un did + Eltrabajode campo que ha dado plea este capitulo fue realizado ‘ena Universidad Nacional de Salta durante el afo 1075 etntervino fl slgulente eqtpo: Sara San Martin de Davalos, Leonor Navamuel te Pguetea, Raquel Cornejo de Lari, Betty I. de Vite, sta. (Guzman, Lilana Madr, Carmen Ramirez F, Maria Femanda Sols, ‘José Enrique Precio F., Juan Miranda A. Toms D. Vazquez y Alla Lares. El problema de la comunicacton esti referido a la trasmistn de ‘un mensaje, Esto hace Ia glea de a eomunicaclén pero no a la fectuncin de ells. Ene aso de un digo el problema no se red ‘robo al mensaje, sino a a existencia de los interlocutor. 251 logo y cuestionan la posibilidad de una comunteacién real. En este sentido se diria que todo diAlogo participa de Ja problematica de una interculturalidad, ya que lo que se dice de un lado y de otro se enreda con residuos cul- turales. El concepto de cultura esta tomado aqui en otro sen- {Udo que el corriente. Me reflero al que empleara en un trabajo anterior’. Cultura no es s6lo el acervo espiritual que el grupo brinda a cada uno y que es aportado por la tradici6n, sino ademas es el baluarte simbélico en el cual uno se refugia para defender la significacion de su exis- tencia, Cultura implica una defensa existencial frente a Jo nuevo, porque si careciera uno de ella no tendria ele- ‘mentos para hacer frente a una novedad incomprensi- ble, De ahi que a la cultura no habria que tomaria sélo como acervo, sino también como actitud, de tal modo ‘que pudiera lenarse con elementos no tradictonales, in- cluso con referencias simbélicas halladas en el momen- to, que hacen a una diferenciacién frente al interlocutor, ¥ que adquieren en ef momento del diélogo el valor de autas culturales con las cuales uno se define frente ad, demas, detras del problema de la cultura asi enfoca- do se da otra cuestién como lo és la de lograr un domici- Uo existenclal, una zona de habitualidad en la cual uno * Vease KUSCH, R: Geoeultra det hombre america, Edt. Garcia Cambriro, Buenos Aires, 1976 252 se siente seguro, En realidad se trata de conceder sentl- do a lo que nos rodea y ello sive de apoyo en tanto uno enfrenta a un interlocutor, Lo primero lo tratéen el tra- bajoarciba mencionado, cuando hice referencia a a impo- siblidad de determinar qué ocurre con el habitat real de ‘un sujeto 0 de un grupo étnteo, 1a ecologia de un ambito, asi como el habitat, son recublertos slempre por el pensamlento del grupo, y éste se encarga de vestir con un palsafe cultural al habitaten ccueston, En el fondo hay una .capturacion del habitat por el pensamiento del grupo, de tal modo que éste acen- tii la rig cultural. ‘Ahora bien, esta sobredeterminacién de lo cultural ttene dos consecuenclas importantes. En primer térml- no desaparece la indole propia del habitat por cuanto ésteslempre est sometido a una cultura, Este constitu- ye una incognita soterrada bajo las pautas culturales JImpuestas, no s6lo por el grupo, sino incluso por la clen- ia, Porque equé es clenca, sino una propuesta cultural mas, proventente de un Occidente que ordena la reali ad segin una determinada perspectiva? En segundo término dicha sobredeterminactén sefa~ Jaa importancia que el pensaralento del grupo adqulere para comprender todo lo que se reflere al mismo. Se trata de un pensamiento condicionado por el lugar. 0 sea que hace referencia aun contextofrmemente estruc- turado mediante la interseccién de lo geogrfco con lo cultural. Por elemplo desde este angulo se explica toda clase de resistencias que el grupo ofrece a la interferencla del 253 mundo exterior. Una propuesta econémica se estrella contra el cierre cultural del grupo. Yla propia cultura de éste tiende a proporeionar elementos para resistir cual- quier modificactén. ‘Annlvel metodologico cabe considerar entonces desde tun punto de vista geocultural que existen unidades es- tructurales que apelmazan lo geogréfico y lo cultural constituyendo una totalidad dificil de penetrar, a no ser gue la misma unidad proporcione los medios para ha- cerlo, Elacceso a la unidad geocultural tendra que realizar- ‘se con medios inéditos, uno de los cuales consiste en el ‘estudio del pensamiento grupal. El pensamientoes siem- pre el nicleo seminal que proporciona los contextos sim- bolleos con que se visten la realidad y el quehacer cotl- dianos. Lo meramente socioldgico, en tanto constituye una deseripetén del fenémeno a partir de su pura visualidad, 0 de lo que sea evidente, no logra captar los elementos imponderables y especificas de un grupo. El pensamiento en cambio es entrecruzado, por una parte, ppor las decisiones practicas del grupo frente al medio ‘geografic y, por Ia otra, por el saber tradicional acurmu- Jado por las generaclones anteriores. La exterioridad so- ciologiea sirve s6lo para suponer una falsa posibilidad de adecuar el grupo a propuestas occidentales, en cam- bio el andlisis del pensamiento del grupo obliga a que dichas propuestas sean tamizadas por las del propio grupo. Es més. El concepto de unidad geocultural lleva in- cluso a cuestionar filoséfieamente la posibilidad de un 254 saber absoluto al modo como lo propone el pensamiento ‘occidental. El saber absoluto de Hegel, es un saber con- dicionado por la cultura y las circunstancias politicas de Ja Alemania de su tiempo. La idea de un pensamiento resultante de una interseccion entre lo geografico y 10 cultural conduce al problema filosbfico de la incldencia del suelo en el pensamiento y abre, por consiguiente, esta pregunta: {Todo pensamiento sufre la gravider del suelo, 0 es posible lograr un pensamiento que escape a toda gravitact6n? Esto lleva a una funcionalidad del pen- sary ésta, por su parte, al encuentro del pensar con st. ‘suelo, Pero aun dado el condicionamiento del pensamien- topor el suelo, gse podria determinar desde aqui un pen- samiento absoluto? Si se logra findar Ia observacion de que todo pensa- imiento es naturalmente gravido y tene su suelo, cabria ver en qué medida dicha gravidez crea distintas formas de pensamiento. Quizé se podria ampliar entonces todo Jo que se refiere a una antropologia del pensamiento, en l sentido de no establecer ad hoc un pensamlento ast llamado universal, sino de descubrir en la gravidez. det pensar, 0 ea en el suelo que lo sostiene, un cuadro real del mismo que abarque todas las variantes de su modo de ser universal. ¥ esto simplemente porque lo universal deformado, no es ni universal, nt deformado, sino que constituye la restituci6n de un modelo real Pero para ello es preciso ampliar el horizonte de com prensién. Si en Occldente las soluciones por una razin de eficiencia, consisten en superar la controversia 0 la distancia entre los individuos acentuando su atomismo 255, ¥ convirtléndolos, como en el caso de la explotactén eco- némica del hombre, en hombres totalmente cosificados, nel cual incurririan incluso las doctrinas asi llamadas revoluctonarias, entonces la soluelén americana apun- taria a lo contrario, En América no es la cosificacién del hombre lo que esta en juego, sino la relacién interhumana vista por ‘dentro, al margen de! mundo de las cosas determinables, En cierto modo es algo similar a la intersubjetividad de Husserl, que da como a prior la existencia de una rela clén entre individuos, Entonces en vez de la digitacton de soluciones socia- les, que apuntan a una comunidad externa, la cual slem- bre tiende a tener todos los caracteres de lo contractual, ‘se da una comunidad interna que se ubica al margen de Ja conclencia, como un a priori que parte de la incons- clencla social y que hace realmente a la coherencla del ‘grupo, La busqueda de esto mismo es fundamental, Si ‘Ro se encuentra esto no vale la pena efectuar un andlisis antropol6gico-flosdfte, Bs lo que tendria que flotar en todo trabajo de campo en América, Hace a la “politica” a seguir, a un por qué hacer antropologia en América, Yes que la pregunta “qué es el hombre?" de Kant, tlene un segundo significado Porque trata tamblén de nuestra participacién en la idea del hombre, en tanto nos urge responder a esa pregun- ‘a. En el fondo supone la busqueda de un nuevo modo de pensamiento o de légica, quizas una logica de la ne- Baclén, como dije en otros trabajos, que implica un Fedimensionamiento del hombre, 256 ‘Ahora blen gen qué medida esto estA condictonado geogrificamente en América? Afirmar que la geografia, condiclona el pensamlento seria muy superficial, Pero enunclemos siqulera a nivel hipotético que algo mas pro- fundo ocurre, y que no lo conocemos y que caracteriza- mos el problema con el término suelo, ‘Ante todo, ni la geografia, ni la cultura constituyen objetos de la losofia, ano ser que se haga una “filosoia de" Ia geografia 0 dela cultura. Pero de cualquler modo la geografia hace al habitat, y éste existencialmente al domieilio. La geografia comprende las rugosidades rea- les, como los aceidentes de a terra. Por ese lado apunta @.un modo de ser-ahi,al“para vivir", 0 sea al habitat, al rmolde simbéico en el cual se instala el ser. 'Bso produce la cultura, como un modo peculiar de ccultivo para hacer frente al contorno. La cultura es en- tonees un molde simbélico para la instalactén de una vida. Este molde simblico constituye el asi llamado sue- lo, Pero el suelo no tiene eabida, en flosofia al menos ‘manifesta, pero inclde por su ausencia. El suelonno hace alo empirico como el Rio de la Plata, sino ala funcién de ‘moldear o, mejor de deforma, y en el fondo corromper la {ntufclén de lo absoluto. Por esolo que cree poner a prior la mera razén, suffe una ruptura y, por consigulente, uuna deformacién. En cierto modo’el suelo en su ausen- ‘la perceptible, pero también en su presencia impensa- bie, es lo que deforma la intuclén de lo absoluto, 0 sea 1 supuesto Ambito propio de la filosofia. Por su parte, dicha deformacion es la restitucién de un modelo real, ya que lo absoluto es tal siempre para otro suelo, no 237 paraclnuestr, Falta el absolute propo. Esto conduce a ‘una limitaci6n de lo filos6fico en si, porque se afecta su pretension de totalidad a causa de lalmitacon del sue- Jo, Pero en tanto la losfiaasume su papel local rest- tayeel modelo real lorescata através dela deformacn, sea descubre el fundamento, «Grund, en el sentido de sostén ’A18 flsofa, al fin de cuentas, sto le comesponde detectar él ee fundante o esencial en torno al cual tien- de un margen de raconalidad, porque else imi total mente lo rectonalizble no comprende todo el fenéme- no, Pro esto imo ocurre siempre con tn sofa aca- démico qu, por ser colonial no comprende un flosofar propio que debe ir del deformante hacia lo absolut, De abi la importancta de la geocultura. Esta supone Sosteamente lo fundante, por una pate, y lo defor: rmante y comupt, por la ora, respecto a cualquier pre tensién de universalidad. 0, mds bien, es la denuncia de la deformacién de una tntversalldad que pretende ser tal, pero también In posibiidad de una universalidad paradéjicamente propia. La geocultura de un pensar lsdfic lleva entonces 2 tuna estructura no racional, porque se sia més alla de la losofia, donde se produce la fict6n entre las a- rad espirt ye! suelo que le sine de sostén, en si doble faz coma deformacion, peo también como funds- mentacién, ade del fundamento en la sofa es, en realidad, un derivado del concept de suelo, ene sentido de “no cnet més", de estar parado en el suelo, ode estar, como 258 stare o estar de pie (Stehen en aleman). ¥este estar pa- rado es un estar dspuesto antela crcunstancia afin de poder instalar a existencia Esto conduce aun pensamiento con adherencias em- pirleas que generalmente leva al ensayo o ala praxis, ¥ Jo aleja.a uno de la filosofia. Es el pensamiento pegado al suelo, pero donde se advierte el hilo de lo esencal, en treverado con la crcunstancta del estar mismo. Pero ast visto el problema, todo lo que hace a la esen- cia no pasa de set un episodio menor dentro del pensar fen general. Quizés lo propio de la flosofia entre noso- ‘os ha de ser, ya no su ensefianza misma, sino advertir en qué medida se deforma a causa dela gravidez local. Y es esta gravidez la que se torna esencial, La misma im perfeccién del flosofar hace a la flosofia americana, En. fl defecto en suma habré de darse la verdad, o en otras palabras, nuestra verdad slempre deforma lo que se pre- tende institu formalmente. En este sentido no ser& di- fill eleer a Hegel por eemplo, ya no para encontrar un maestro dela filosofa, que ha dado en muchos aspectos la estructura total de un filosofar, sino para ver en qué ‘medida él también consiste en una deformacion local de un filosofar que lo traseiende, También Hegel fue tironeado por la gravtacton del suelo en la misma medi da en que nuestra leetura de Hegel podria imponerle nuestra propia gravidee. Fernando Rovell propone la posibilidad de una geo- ‘rafiaemoctonal,en el sentido de que hay una predispo- slcién, o forma de darse ode estar lo racional deformado por lo no ractonal del paisa. 259 Por eso en realidad se plensa a partir decémo se come aqui, de qué se produce, de lo tradicional que condicio- nna todo quehacer, todo esto enredado en el poder ser, pero invertido como ser de la postbilidad que es, pero que esté condicionado por la cultura que abarca todo lo que hace al estar, como ser vida-muerte, y que no se puede hacer mejor ni peor, porque sélo se esta aqui y ahora, Qué pasa entonces con una praxis real? Lo dicho referente a la fllosofia contiene el esquema general de lo que habria que hacer en terrenos menores, mas préxi- ‘mos a la realidad. Digamos por ejemplo: qué ocurre ‘cuando enfrentamos un grupo humano? ‘Todo grupo humano estructura su pensar en torno a ssimbolos. A través de Io supuestamente degradado de! simbolo se advierte la propuesta fllosdfica. Esto no su- pone una modifeacin de la filosofia, sino simplemente ‘una redimension de lo que es esencial, y que sirve de posible eje al hecho de vivir, dentro de una racionalidad propia. Se trata de encarar el pensamiento popular como si se aprendiera a ver de vuelta ingenuamente una reall- dad. Bs lo que se tom6 en cuenta en el método empleado fen el trabajo que sigue. Ante todo se consideré que el pueblo no vive su cultura como un simple entretenimien- to, sino como una forma de concretar en una fecha de~ terminada, o en un ritual cualquiera, el sentido en el que intultivamente descansa su vida. Es lo que hace que el pueblo pueda tener también algo asi como una filoso- fia, Esto no supone una determinacién de lo que es flo- sofa, pero silaafimacion de lo que hace a una activ- dad floséfica, que consisteen el saber de un sentido en tl cual se instal la vida del grupo, Este sentido, por su parte puede remontarse a as dllimas causas yIlegar en lin alto grado de conceptualizaciin a una concepeién religiosa. Ricoeur habla, e“una nueva problemética propia del plano del ciscurso" y se refere ala importancia del de- tir Hace referencia a esto cuando considera que"Toesen- cial del enguaje comienza més alla de la clausura de los slgnos", SI bien el lenguaje se puede encarar como la conseewencla de una combinatoria que resulta en una estructura, simultdineamente se da ademas otro nivel donde, desde el dct, se puede rastrear una ontologia del lenguaje, 0 mejor una ontografia del discurso, en et sentido de algo que conereta visualmente lo que pudiera tener consistencia en é Para el método empleado resultaba importante esto ‘iltimo, Al cabo de una fenomenologia de la existencia es posible justificar la vigencla de un hortzonte simbico que estructura al aiscurso, El decir no apunta entonces ala palabra, sino que eda antes, como qulre Heldegger, en le articulacion del significado, Esta por su parte, se ‘entiende en este autor desde el Angulo del proyecto o la posibilidad de ser del exstente, y a su vez esto ciltimo surge a partir del temple de énimo, Sélo a partir de una conclencia del caida puede entenderse en toda su pro- fundidad el dece La palabra es compensadora de alg. es siempre un puente tendldo hacia una mayor posi 26 dad que remedie la caida, La cada es el mecanismo desencadenante del decir, y entre la caida y el decir se da la artleulacién del horizonte simblico, Por su parte la caida cabe entenderla en el plano del pensamiento popular, como desgarramiento o como enfrentamiento a algo opuesto que provoca la urgencia de restablecer unt equilibrio, una Hberacién o una unidad integradora. Entonces el simple saludo se articula desde un horizonte ssimbélico, que @ su ver se estructura a partir de la caida, . La palabra reflere a una compensacién de la caida en €l sentido de lograr un centro simbélico que supere el desgarramlento. Qué significa la basqueda del centro? Es la elecei6n donde lo ontografico se transforma en ontolégico, donde se pulsa el umbral del ser a partir de Ja deformacién, ‘Cuando un informante nos habla del farol, por ejem- plo, se puede tomar su discurso como un simple infor ‘me, pero el discurso en si reflere a un sendero que debe sser recorrido para lograr un centro. Podtia suponerse que en todo discurso gira un tercer plano de posibilidad en torno a la basqueda de un centro, como diria Eliade. a penetracién se hace desbrozando paulatinamente el ee de la cuestion. No es dificil que al final de lo dicho ‘sede toda la consistencia requerida por el hablante, Todo lo que se hace gira en torno a un affn de encontrar un fundamento, algo asi como el ser o lo divino y en todo caso lo no pensable alin, pero que puede descubrirse y gue sin embargo, no obstante ser inmediato, se oculta. 22 ‘Siguiendo a Ricoeur el supuesto de! método implica que cel pensar se instala desde ya en el ser. Finalmente podriamos decir, parodiando a Heidegger, que la palabra es la casa del ser, pero s6lo de aquello de To cual se tlene conciencia, o sea de lo pensable del ser, pero que la verdad se cumple en lo impensable del ser, fen To que escapa presumiblemente a la posibilidad de tener conelencla y por consigulente a toda definicion. ‘Se habla a partir dela tinfebla para ganar la concien ‘la, pero con el agravante de saber que la conclencia no puede agotar toda la verdad. Siempre queda en la tinte- bla la posibilidad de una verdad mayor. 263 2. LO MITICO EN EL PENSAMIENTO POPULAR La experiencia que sigue fue un intento de encontrar Jos medio para determinar los rasgos principales de un pensamlento a partir del discurso popular. Con ese fin, tuna vez locaizada la informante, que residia cerca de Cerrilos en Salta, se grabs una larga exposiclén oral que ela efectuara en cierta oportunidad. Se trataba de luna mujer mayor, duela de cinco hectéreas y euya vi- vienda de adobe comprendia sels habitaciones, Lo cu- soso era que en una de ellas estaba instalada una pe- uefa capilla en la cual fguraba un pequefo altar y en 1 mismo un Nino Dios grande y otro més pequet, El método de trabajo consisti6 en transeribir lo ex- puesto por la mujer para luego proceder al andlisis del texto, Por su parte, és se limité a determinar en un orden sucesivo: 1) las unidades simbdlicas; 2) la ‘estnucturacion de éstas; 3} las lineas de sentido que co- nectaban a aquéllas, hasta determinar 4) elcontexto sim- bollco de todo el discurso. Para proceder al andliss del discurso se traté de que Jo meramente antropologico se disuelva en la antropolo- i flosefica, para legara ese punto donde el informan- 264 te pasa de ser un mero objeto para convertirse en sujeto, y finalmente que ese sujeto se disuelva a su vez en lo puramente humano. ‘Segiin esto corresponde cumplir con tres etapas que son, en primer término el andlisis de la transcripetén, Juego es preciso ubicar lo que se suele decir en materia de Ideas 0 conceptos 0 teor‘as en cada caso, a los efectos, de poner esto entre paréntess, y inalmente habra que arribar al fondo seminal del pensamiento expuesto en el discurso'. Estas tres etapas constituyen de por si una linea de interpretacién hermenéutica que apuntaria, por supuesto, a una antropologia filos6fica. Por ejemplo, la ‘meneién que hace la informante dela peonada en el sen- tudo de que son pobres y humildes y que por eso no en- cuentran solucién para su enfermedad, podria ser in- terpretada desde el punto de vista econémico. Sin em- bargo, si suponemos que detras de esa mencién pudiera hhaber una especial concepcién de lo que es la pobreza para la informante, y el sentido que tlene de la cura, el concepto econémico se invalida. La pobreza responde ante todo a un eriterio no econémico, y por su parte el concepto de cura, no hace sélo a la salud fisica del pa- clente, sino que tiene sertas.tmplicaciones como vere- ‘mos con el concepto de salvactén en el sentido religioso. Lo econdmico es determinado entonces por lo religioso. ‘Ahora bien, no se trata con esto de encontrar, por decir asi, areas sucesivas de profundidad, sino més bien, de "Op. et, p 206. Calico a estas tre etapas como tes dress, a saber: I) enoniénles, 2} teéreay 8) genetea. 265 llegar alo que en realidad no est en lo “profndo”, sino que estéen primer plano y hace a a verdadera mecéni- cay estructura del discurso. Bs indudable que en todo esto se produce entre el tnvestgador y el discurso en euestin, un espacio de intereulturalidad y que por consigutente el problema racica en captar la red de slgniicados que corresponde, por decir asi, @ la cultura en certo modo heterogénea que trasunta el dscurso en cuestion Los pérrafos mas importantes del diseurso de Ia in- formante fron ls siguientes: —Buenas tardes,sefora; mire estabamos bus- cando una persona que pudiera curarnos... =eCurar? —Que pudiera curar, que cura... gNo hay por ack? —Nio, no hay. gDe dénde es usted? —De Salta, —wNe?...y a ese curandero pa'qué Io han, eh. lohan echado preso... preso ese que... ue cura: ba —Ah...ghay fue 0 ayer? No s¢ cuando ha sido, Si, hasta yo queria irme a mira, Sélola mirada dee que ve, dice que cura- ba, Millones train de todos lao. gPara qué hacen asf? Mire usted, cuando saben que son manosanta, Dice que hasta diez tienen que venir. Son sefiales de Jet. Nole pueden hacer eso esa gente pobre que viene nada més. gCudndo él cobra? No perjue dique a esos necesttades que sufren, que no puede 266 ccurarse, no puede gastar. Como yo, como paso en- ferma, yo estoy en tratamiento, y no puedo cami- nar, dar vueltas pahacer fuerzas. Pesao, asi tra~ bajar, me hi zafao al hueso, Fijese. ¥ todos sultt- ‘mos y as, no... ealmantes,calmantes, no mas sa ben los médicos, inyecciones y pastilas, e30 si. Calman, Pero ellos, una sola vez, ya est. —2¥ usted dice que diez tiene que haber? . asi dijo un obispo, cuando vino un rmanosanta de... del Altomolino. :Se acuerda? Ha- bia pues, ples descalzns, camisela, pljama, ha ve- nido, Ami me ha curau, era jovencita. Me acuerdo, papa me llev6, y me dice, este... y me venia la menstruacién, sélo gno? ¥ me doblaban las rod tas, No podiacaminar, cada mes. Entonces el mo- ‘vimiento Ia gente. ;Cbmo han ido! Solo mirar,to- ‘ar, ya estaba. {Cuando me ha dolido hasta hoy ia? Bste hombre me ha curado y me ha puesto normal gah? Este pobre hombre, La tenian preso, Jovolvian a poner, lovolviana sacar. Yen una tacl- ta, dice que, me contaban en Altomolino, eran ami- 08, palsanos, creo que itallanos, no sé, no sé. Dis aque tomaba una tactiay en un platito comia, Nada ‘més, no era como nosotros. Mire qué raro go? ex- traf... Descalzo, en pljama. Por st todo y lo me- ‘tan preso, Cuando venia entonces todo un policia, eno? Este. observado yo que el timo y he lle- ado, "Usted esté con el demonto”, dice. "Usted tle ne al demonio adelante y no al espirtu’, y le han pegado tres golpes zno? Y le han mirado asi, y 10 267 han sacado. Entonces los chicos, los muditos ast venian de todo. Mas yo me hallo observando tanto como al ultimo que hace, es cierto. “Vicente, dect hyjito, (Sana Vicente!” Asi aclaraban los mudos y ‘no hablaban. Tiene que ser una cosa misteriosa. Por qué no lo han dejado pobre hombre? Lo ha pedido todo el pueblo. g¥ qué lo habran hecho, qué hhabra hecho? No sé... Después lo que han hecho los médicos, se han hecho burla zno? Le han dicho que. ver si cura, Le han dicho: Ay, ay, ay! Ast... se hacia el enfermo para ver qué hace, si es clerto. Entonees le ha dicho: “Usted se hace burla gno? de mi.” Dice: “quédese como estat” Eh... después no ha podido caminar y le ha pedido perdén despues. Para qué hacen eso? Dios sabra por qué lo man- da. Aparece un espiritu, una volun... este... edmo es? Para que cure o sane a los enfermes, los inva dos, los impostbilitados. No pueden curar los mé- dicos, ellos. :No era Jesiis también igual asi pues? Levantaba, curaba y todo. ‘¥ bueno, pues, por qué prohiben? Solamente que les digan que a los r1c0s no los cure, a los po- bbres no més. Asi ya puede trabajar, gro es asi? Es por eso, Ellos no quieren perder de ganar, deo que ganan, ganan plata. Dicen que deben perder, Pero geémo creen que vua a comparar con nosotros los pobres, que somos, a ellos que ganan, que comen? ‘Tanto perdimos, tanto. Mire usted, de sufrir, de tra- ‘bajar. No pueden. Ahi tiene no més, la finea... USs- ted, ede donde es usted? 268 Satta, Salta, —Para avisarsiqulera aqui la allicién, siqulera al sefor.. Duebo con plonada y inca y no son pu de aqui. Dice que con la chico enfermo tomaba el <émntbus. Le digo yo, por qué no, a ese intendente que estaba en Campo Quijano que no lo ha... él ene, ve, su casa, é, tlene luz, falta agua; lo que padecmos es agua corriente nada ma, en tres ca- sas, Para all tlenen agua de gana. Han puesto millones todo el veeindarto. Porque un sefor, es argentino que les daba los billetes. Ese ha hecho poner uz y agua, cuando él ha comprado ese peda clio. ¥ sl esto lo habria comprau un médico que queria comprar, que son tres hectéreas, no Tha queriu comprar, Vha comprau el amblcioso, que. qué va a ganar con eso? Toda plonada plot, po- bres peones humildes, que no pueden més, que se enferman, en acudiendo el émnibus, ahi estén esperando que as ganas del patrén que venga y los lieve. Estando asi enfermos. ¥ yo, no mas inyeccio- nes varias no puedo costiarme, seguir, porque no puedo, a veces no tengo. ¥ porque habiendo aqui, puede haber. Dis que todos podemos levantar fir- ‘mas, para halga asi, ha dichu la mujer que lev al chico, ha tenlu que dejar de trabajar para ira po- ner ls inyecciones... Mire lo que es! No? ¢Por qué hhacen eso? Son peones servibies que trabajan para que le ayude. Usted sabe, la gente del pueblo no quiere trabajar en el campo, como ellos. Ah? St usted no los culda que son obreros, que se han 269 acostumbrado al campo, entonces quién le vaa tra- bajar con el tiempo gno? Como dice en un libro de historia del manosanta estudios zn0? de... de Roma, que los ambiciosos quedaran sin nada: va a venir lnley parejo, igual. ¥ los pobres levantaran porque

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