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Radiografía de La Pampa - Estrada - Resumen

Radiografía de la pampa Ezequiel Martínez Estrada El cuadro que presenté en Radiografía de la Pampa era el de un país subdesarrollado que había adquirido o llegado a la mayoría de edad sin haber pasado realmente por las etapas de la infancia a la madurez. La configuración sociológica de Radiogralfía de la Pampa débese a Spengler, con su lectura simbólica de los hechos; a Freud, con su examen de las perturbaciones de la psique social, y a Simmel, con su método configuracionista, palmariamente el de temas y variaciones Cada una de las, seis partes de Radiografía de la Pampa integra un tema fundamental de psicoanálisis social una exégesis sintética de las seis partes en que mi obra se divide. PRIMERA PARTE: Trapalanda. Es el país Ilusorio, el imperio de Jauja, que atrajo al conquistador y al colono con su promesa de oro y especias que podría transportar a su tierra natal, sin pensar, es claro, en que los piratas le abordarán el barco. La desilusión de que en vez de Trapalanda pisaba una tierra agreste, que seria preciso labrar y sembrar, regar con sudor y sangre. El intruso decepcionado concibe una seudotrapalanda que en su frustración no le recuerde la derrota. Quiere lo que no tiene, y lo quiere como lo que quiso tener. SEGUNDA PARTE: Soledad. El poblador está solo en un mundo solitario. La madre de sus hijos es de otra sangre. El océano reduce a isla el continente. Tiene que hacer algo para vivir, pero no piensa como Robinsón sino como un gran señor en la pobreza. Lo que va construyendo no es un país, no es un hogar donde vivir y morir, como hicieron los ingleses en Norteamérica. Sigue añorando la patria perdida, que es la metrópoli que enseña a los hijos como la Jerusalén de su destierro. La fundación de sus manos es una factoría. La desligazón hombre-paisaje, causa remota del desarraigo, no es elemento adquirido en la existencia personal. Martínez Estrada sostiene que es componente genético que heredamos de los primeros conquistadores. El pesimismo esencial de Martínez Estrada está basado en una serie de dicotomías. En este aspecto, fundamental en la visión del ensayista, persiste en la línea sarmientina de civilización y barbarie. Los polos de Martínez Estrada son: infrarrealidad y suprarrealidad; hombre y naturaleza; sueño y frustración; promesa y falsedad.
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Radiografía de La Pampa - Estrada - Resumen

Radiografía de la pampa Ezequiel Martínez Estrada El cuadro que presenté en Radiografía de la Pampa era el de un país subdesarrollado que había adquirido o llegado a la mayoría de edad sin haber pasado realmente por las etapas de la infancia a la madurez. La configuración sociológica de Radiogralfía de la Pampa débese a Spengler, con su lectura simbólica de los hechos; a Freud, con su examen de las perturbaciones de la psique social, y a Simmel, con su método configuracionista, palmariamente el de temas y variaciones Cada una de las, seis partes de Radiografía de la Pampa integra un tema fundamental de psicoanálisis social una exégesis sintética de las seis partes en que mi obra se divide. PRIMERA PARTE: Trapalanda. Es el país Ilusorio, el imperio de Jauja, que atrajo al conquistador y al colono con su promesa de oro y especias que podría transportar a su tierra natal, sin pensar, es claro, en que los piratas le abordarán el barco. La desilusión de que en vez de Trapalanda pisaba una tierra agreste, que seria preciso labrar y sembrar, regar con sudor y sangre. El intruso decepcionado concibe una seudotrapalanda que en su frustración no le recuerde la derrota. Quiere lo que no tiene, y lo quiere como lo que quiso tener. SEGUNDA PARTE: Soledad. El poblador está solo en un mundo solitario. La madre de sus hijos es de otra sangre. El océano reduce a isla el continente. Tiene que hacer algo para vivir, pero no piensa como Robinsón sino como un gran señor en la pobreza. Lo que va construyendo no es un país, no es un hogar donde vivir y morir, como hicieron los ingleses en Norteamérica. Sigue añorando la patria perdida, que es la metrópoli que enseña a los hijos como la Jerusalén de su destierro. La fundación de sus manos es una factoría. La desligazón hombre-paisaje, causa remota del desarraigo, no es elemento adquirido en la existencia personal. Martínez Estrada sostiene que es componente genético que heredamos de los primeros conquistadores. El pesimismo esencial de Martínez Estrada está basado en una serie de dicotomías. En este aspecto, fundamental en la visión del ensayista, persiste en la línea sarmientina de civilización y barbarie. Los polos de Martínez Estrada son: infrarrealidad y suprarrealidad; hombre y naturaleza; sueño y frustración; promesa y falsedad.
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Radiografa de la pampa

Ezequiel Martnez Estrada

El cuadro que present en Radiografa de la Pampa era el de un pas


subdesarrollado que haba adquirido o llegado a la mayora de edad sin
haber pasado realmente por las etapas de la infancia a la madurez.
La configuracin sociolgica de Radiogralfa de la Pampa dbese a
Spengler, con su lectura simblica de los hechos; a Freud, con su examen
de las perturbaciones de la psique social, y a Simmel, con su mtodo
configuracionista, palmariamente el de temas y variaciones
Cada una de las, seis partes de Radiografa de la Pampa
tema fundamental de psicoanlisis social

integra un

una exgesis sinttica de las seis partes en que mi obra se divide.


PRIMERA PARTE: Trapalanda. Es el pas Ilusorio, el imperio de Jauja, que
atrajo al conquistador y al colono con su promesa de oro y especias que
podra transportar a su tierra natal, sin pensar, es claro, en que los
piratas le abordarn el barco. La desilusin de que en vez de Trapalanda
pisaba una tierra agreste, que seria preciso labrar y sembrar, regar con
sudor y sangre. El intruso decepcionado concibe una seudotrapalanda
que en su frustracin no le recuerde la derrota. Quiere lo que no tiene, y
lo quiere como lo que quiso tener.
SEGUNDA PARTE: Soledad. El poblador est solo en un mundo solitario. La
madre de sus hijos es de otra sangre. El ocano reduce a isla el
continente. Tiene que hacer algo para vivir, pero no piensa como
Robinsn sino como un gran seor en la pobreza. Lo que va construyendo
no es un pas, no es un hogar donde vivir y morir, como hicieron los
ingleses en Norteamrica. Sigue aorando la patria perdida, que es la
metrpoli que ensea a los hijos como la Jerusaln de su destierro. La
fundacin de sus manos es una factora.
La desligazn hombre-paisaje, causa remota del desarraigo, no es
elemento adquirido en la existencia personal. Martnez Estrada sostiene
que es componente gentico que heredamos de los primeros
conquistadores. El pesimismo esencial de Martnez Estrada est basado
en una serie de dicotomas. En este aspecto, fundamental en la visin del
ensayista, persiste en la lnea sarmientina de civilizacin y barbarie. Los
polos de Martnez Estrada son: infrarrealidad y suprarrealidad; hombre y
naturaleza; sueo y frustracin; promesa y falsedad.
TERCERA PARTE: Las Fuerzas Primitivas. Las fuerzas terrestres elementales
comienzan a trabajar con el agua, la tierra y el viento para derruir sus
construcciones precarias de adobe y cuero, que ha levantado como
aduares. La tierra trabaja con ms dignidad que el hombre y corrige sus
yerros.

CUARTA PARTE: Buenos Aires. En el centro es la llave de bveda de la obra.


Ahora Buenos Aires es Espaa, la Metrpoli. Nuestra enemiga en casa.
Absorbe, devora, dilapida, corrompe. Es un foco de infeccin. El interior,
el territorio, la nacin y el pueblo, le queda sometido: ella lo esquilma y
lo embauca. El pas es la colonia a la que tiene que mantener sometida y
embrutecida, para evitar que se le venga otra vez encima con los
caudillos a caballo.
QUINTA PARTE: Miedo. Un trauma inhibitorio de nuestra vida nacional. Toda
la tesis es de Sarmiento, que yo desarrollo. Los tpicos son: La Lucha, La
Defensa y La Fuga. El miedo y sus reacciones irracionales. Esta parte de
la obra tiene hoy absoluta e inconcusa actualidad.
SEXTA PARTE: Las Seudoestructuras. Lo que hemos construido sin cimientos
en la tierra, para sostener un edificio que es un laberinto de equvocos.
La bsqueda de base firme, en cuya angustiosa tarea estamos.
Amrica
Amrica tena civilizaciones, pero no tena pasado; era un mundo sin pasado y
hasta entonces sin porvenir Su experiencia, desde la arquitectura y el arte,
hasta el derecho y la religin, no sirvieron al gran ensayo que el hombre vena
realizando sistemticamente en otros puntosel indio es por excelencia el
hombre sin historia.

Segn Hctor Jaimes, en su libro La reescritura de la historia en el


ensayo hispanoamericano del ao 2001, lo que Estrada quiere decir
cuando afirma que Amrica no tena pasado, desde el punto de vista
escriturario quiere decir que el continente haba carecido de una
sistematizacin que presentara los acontecimientos ms significativos
hasta su descubrimiento en 1492.
En Europa, ligarse a la tierra por la propiedad, es emparentar con la historia
Pero en Amrica, en la del Sur, que no tiene pasado y que por eso se cree que
tendr porvenir, es por una parte la venganza y por otra la codicia; se entra por
ella al dominio del futuro y la hipoteca es el medio bancario de traerlo hasta el
presente.
Para Jaimes, Estrada extrapola las categoras de Sarmiento en Facundo,
civilizacin y barbarie, en una dimensin del espacio y el tiempo de manera
pesimista. Para Alejandra Ciriza en Un esbozo de interpretacin del

pensamiento de Ezequiel Martnez Estrada" (1989), este pesimismo


puede ser interpretado mediante la lucha entre la naturaleza y el
individuo, resonando en Estrada el eco de la vieja polmica acerca de la
dignidad de Amrica. Apoyado en la denigracin hegeliana del llamado
Nuevo Mundo, Martnez Estrada concebira a Amrica como naturalez
maldita que expulsa al hombre y trivializaa lo acontecido. Martnez
Estrda descalifica entonces toda nocin del pasado en Amrica.
Amrica haba existido y vivido en los diversos pueblos que la
formaban Poblada desde la poca pre-glacial, permaneci aislada,

ajena a los dems movimientos ascendentes del hombre, sin unidad en


sus costumbres.
Segn Jaimes, esta carencia de historia podra atribuirse al hecho de que
los americanos habin heredado de Espaa una cultura que permaneca
estacionaria. Estrada concebira, desde este punto de vista, que en la
historia participan varios grupos sociales, sin que ellos formen parte de
un programa que los involucre dentro de un orden mayor emparentado
con la historia universal o con el desarrollo del hombre hacia una misma
unidad histrica.

la manera como habamos de vivir, de luchR POR La libertad, por darle


forma a nuestra sociedad, nada tena que ver con el catolicismo
El hombre de la pampaconsider a la ley como un nuevo mundo de
dificultades escritas que se opona a su voluntad de triunfar y a su
institnto e conservacin. Se defendi con el cuchillo y con la soledad
Luego ensay la forma de eludir la pena, pero al mismo tiempo la
posibilidad de conocer la ley y de burlarla en cuanto no provea casos
particulares referentes a l. El conocimiento de las leyes haba de ser
el salvoconducto ms seguro para violarla, pues regularmente el que
hace la trampa es el que hace la ley 221
La adopcin de un sistema de gobierno, como la sancin de leyes
perfectas, pueden ser las trabas ticas, intelectuales y polticas ms
graves para el desenvolvimiento de la vida de un pueblo La adopcin
de leyes largamente confrontadas por la experiencia por lo que se
entiende comnmente como pueblos nuevos, puede conducir a
desrdenes provenientes de la incopatibilidad de la ley escrita y de la ley
vital.
Nosotros hemos combatido muchos aos por alcanzar un orden poltico
y social que imponer al desorden heredado como norma de la Colonia. No
hemos hecho la conquista por proceso gradual, sino por anexin
violenta toda imposicin engendra una fauna de artimaas de
legtima defensa de los derechos apcrifos vulnerados esas fuerzas en
disidencia pueden originar el criminal, el fraudulento o en trminos
generales, el ente antisocial, producto genuino, sin embargo, de la
resultante de las fuerzas sociales en tensinLey y naturaleza, ley y
hombre, ley y costumbres estn en perpetua y puntual friccin. De ese
estado de discordancia, la ley resulta vencida y la forma de esa derrota
es la aparicin de seudoleyes parasitarias del Cdigo, de ardides y tretas
ingeniosos con que se opera usualmente mediante el fraude

Los baluartes de la civilizacin haban sido invadidos por espectros que


se crean aniquilados, y todo un mundo, sometido a los hbitos y normas
de la civilizacin, eran los nuevos aspectos de lo cierto y de lo
irremediable. Conforme esa obra y esa vida inmensas van cayendo en el
olvido, vuelve a nosotros la realidad profunda. Tenemos que aceptarla
con valor, para que deje de perturbarnos, traerla a la conciencia, para
que se esfume y podamos vivir unidos en la salud.
Nuestros antepasados vieron por debajo y por encima de la realidad, que
borr su perfil disuelta en la doble visin deformante. Se negaron a
reconocer las condiciones objetivas que presentaba el mundo que tenan
delante. Vieron, por un lado, una infrarrealidad, apenas algo ms que
nada; seres menos que humanos, valores incomprensibles, naturaleza
hostil. Por otra parte, instalaron una suprarrealidad, porque los viajeros
venan cargados de sueos, una inagotable bodega de fantasas. Entre
ambos niveles, la realidad ocultaba su poder. Desde las profundidades de
la conciencia, la realidad pujar por surgir a la superficie, doblegando al
ensueo -suprarrealidad- y a la desesperanza- infrarrealidad- que
dominan nuestros gestos y nuestras rutinas.
A partir del error inicial, se crea en Amrica una historia artificial,
falsificada. Porque la historia la hace el hombre en relacin con la tierra.
Los dos son protagonistas solidarios y juntos entrelazan un destino. El
hombre solo no hace historia ni civilizacin; a lo sumo acumula cierta
experiencia. La tierra sola no produce historia. Apenas fenmenos
naturales. El vnculo se vuelve histricamente fructfero cuando se
asocian en condiciones provechosas de integracin. En la interpretacin
de Martnez Estrada, la naturaleza argentina predominante, la pampa,
impone sus condicionamientos, quitndole toda posibilidad de
trascendencia a la presencia humana.
No en todos los lugares que el hombre habita se produce historia,
aunque sucede algo semejante a lo que la historia propiamente dicha ha
conservado en sus pginas y monumentos. La inhistoricidad del paisaje,
la enorme superioridad de la naturaleza sobre el habitante y las fuerzas
del ambiente sobre la voluntad, hacen florar el hecho con la
particularidad del gesto sin responsabilidad, sin genealoga y sin prole.
Tcnicamente, en estas regiones no hubo nadie ni pas nada.
De tal desvinculacin entre el hombre y la tierra no puede surgir sino un
sentimiento de profunda soledad. La soledad por ausencia e lazos cordial
constituye, paradjicamente, el nexo entre el individuo y el paisaje. Pero
es una unin fatal:
La soledad que se are en el alma como una congoja inmotivada y quita
el interior humano al espectculo de la belleza panormica es la falta de
historia. Sobre este suelo sin pasado humano somos los primeros
pobladores del mundo.
Los espaoles o conquistadores

Martnez Estrada sostiene que Trajeron la guerra, cuando, de tenerla,


hubieran podido traer la civilizaci De esa manera se extermin las
civilizacionesLa ambicin los encegueci y fue ms fuerte que las
otras voces que los instigaban a huir y en vez de rebelarse contra el
que lo trajo a morir en vez de a enriquecerse, se rebel contra el
indgena
La sociedad argentina
El pobre con su presencia rompe, como el indio desnudo ante su
conquistador, un supuesto previo de la riqueza como pago del riesgo El pobre
es el destructor de ideales Por eso el pobre es siempre nuevo en el seno de
una sociedad que vive violentando su verdica realidad. Forma parte de una
realidad que no se quiere mirar como realidad, de esa realida dque se teme
pero frente a al cual se encuentra siempre, tarde o temprano, el que no tuvo
par su conducta mviles humanos.
En esa tensin de nervios se vivi hasta hace poco, hasta que el indio fue
desalojado de la tierra Pero an despus de las campaas de Roca, el
peligro subsisti; qued el azar, la codicia La poblacin se desplaz hacia los
litorales y huyendo cada vez ms de los campos vacos, se refugi en las siete
grandes ciudades que hoy albergan a ms de la mitad de los habitantes de un
pas que tiene tres millones de kilmetros cuadrados. En esas ciudades vive el
miedo. Esas ciudades modernas se han edificado para sustraerse los habitantes
a los peligros pero antes la ciudad era un reducto fuera del cual estaba el
mundo salvaje, la vasta regin de los brbaros Esa cautelosa mirada del
ciudadano antiguo tiene nuestro porteo al contemplar el interior.

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