Factores que incidieron en la Expansión Europea
A) Económicos
Europa encontró necesario apropiarse de grandes áreas ultramarinas porque le eran
indispensables para su crecimiento económico. Las colonias podían extender el
comercio metropolitano y la producción abriendo nuevos mercados, y proporcionando
nuevas fuentes de materias primas. También podían constituirse en fuentes de
inversiones en condiciones de monopolio (Fieldhouse, op. Cit.). Por eso, los territorios
anexados han de ser ricos en materias primas, que se puedan utilizar en la industria del
país. Es la teoría de los grandes mercados y el autoabastecimiento de la economía.
Nadie quiere depender de los productos de la industria de otra nación europea. Sin
embargo, en esta época (1873-1890) se presenta una crisis de mercado, y quiebra el
monopolio industrial inglés al aparecer otros países industrializados que compiten en el
mercado internacional.
La sobreproducción satura el mercado, se dan tensiones inflacionarias, se registra una
inestabilidad en los precios de los productos industriales, reduciéndose los beneficios.
Además, durante décadas se han fabricado los mismos productos, con lo que comienza
a haber rendimientos decrecientes.
Tougan-Barinowski, en Las crisis industriales en Inglaterra, establece que la incursión
de nuevas economías en el mercado desterró los productos ingleses no solo de
numerosos mercados, sino que también habían aparecido en· proporciones
amenazadoras en Inglaterra. Los fabricantes ingleses, que en pasados tiempos
desafiaron con entera confianza al mundo entero, no buscando más que la libertad de la
concurrencia, no podían ahora defender ni su propio mercado.
Por otra parte, el desarrollo del transporte, sobre todo del ferrocarril, es uno de los
grandes negocios del siglo, ya que es necesario crear una nueva infraestructura para
generar un mercado nacional. Para poner en marcha estos grandes negocios es
necesario el desarrollo del sector financiero, pero también en esta época entra en crisis.
La “gran depresión” también conocida como la depresión prolongada, provoca una ola
de proteccionismo económico que encarece el comercio internacional.
Goldstein (2012), en su obra: El capitalismo en un callejón sin salida, subraya que la
depresión prolongada puso de manifiesto que el capitalismo había superado las
fronteras del Estado-nación y condujeron a la era del imperialismo, a la rivalidad Inter
imperialista y a la guerra. De hecho, el auge del imperialismo significó que el capitalismo
había entrado en una fase de crisis general, de la que nunca ha logrado salir.
La depresión prolongada alcanzó a todo el planeta y en Estados Unidos fue en realidad
una serie de graves depresiones. La caída inicial comenzó con el colapso económico de
una gigantesca burbuja del ferrocarril y duró desde 1873 hasta 1877… Aquella crisis
final, la más drástica, se debió al estallido generalizado de una segunda burbuja
especulativa, esta vez del ferrocarril y de las tierras. La crisis se prolongó casi hasta el
cambio de siglo. Durante todo el período hubo tasas de desempleo de dos dígitos y una
feroz lucha de clases… En muchas de aquellas contiendas de clase, los trabajadores
hicieron uso de la autodefensa armada contra los ejércitos de rompehuelgas a sueldo
de los empresarios. (Goldstein, op. Cit.)
B) Políticos
Como ya es de su conocimiento, a finales del siglo XIX, Europa se encuentra en una
carrera por el dominio del mundo, y por el predominio en el continente. Surgen, en esta
época, los pannacionalismos, en los que las naciones se definen por la creación de un
Estado y el dominio sobre un territorio. Este tipo de nacionalismos pretenden conquistar
una amplia zona de territorio donde se supone que hay población asimilable a su nación.
Aunque en última instancia las naciones no se crearán con estos criterios. Las naciones
europeas de la época, afirmarán el poder del Estado conquistando territorios. Cuanto
más grande es el territorio conquistado, mayor es el prestigio de la nación. Un gran
Estado debe estar presente en todo el mundo.
Hobsbawm (1998), en Naciones y nacionalismo desde 1780, subraya que: Antes de 1884,
la palabra nación significaba sencillamente “la colección de los habitantes en alguna
provincia, país o reino” y también “extranjero”. Pero en 1884 se daba como definición “
Estado o cuerpo político que reconoce un centro común supremo de gobierno” y también
territorio que comprende, y aún sus individuos, tomados colectivamente, como conjunto
”, y en lo sucesivo el elemento de un estado común y supremo ocupa un lugar central en
tales definiciones, al menos en el mundo ibérico. La nación es el “conjunto de los
habitantes de un país regido por un mismo gobierno. En la Enciclopedia Universal
Ilustrada Europeo-Americana es “la comunidad de los ciudadanos un estado, viviendo
bajo el mismo régimen o gobierno y teniendo una comunión de intereses; la colectividad
de los habitantes de un territorio con tradiciones, aspiraciones e intereses comunes, y
subordinado a un poder central que se encarga de mantener la unidad del grupo, el
pueblo es un estado, excluyendo el poder gobernante. Además, en el Diccionario de la
Academia Española, la versión definitiva de “la nación” no se encuentra hasta 1925,
momento en que se describe como “conjunto de personas de un mismo origen étnico y
que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”.
La colonización se iniciará por la conquista militar de los enclaves que cada metrópoli
tiene cercano a la costa y al interior del territorio. Las expediciones científicas y las
sociedades geográficas también ayudarán al progreso de la colonización, incorporando
al imperio los territorios explorados. Además, son de gran importancia ideológica, ya que
justifican ante la sociedad la conquista de nuevos territorios. Sin embargo, no toda la
opinión pública de los países metropolitanos estará de acuerdo con la colonización de
otros territorios, y ante lo cual toman fuerza la división y los antagonismos.
C) El reparto del mundo
En 1873, en plena fase de la Gran Depresión, hay formados dos grandes conjuntos
territoriales de carácter colonial: los de primera colonización, que surgen en la época
moderna, y los de colonización reciente, que se constituyen con la revolución industrial.
España, Francia y Portugal tienen grandes imperios coloniales de la Edad Moderna que
son muy difíciles de conservar, por ser países poco industrializados. Esta es la época de
la independencia de los países americanos. Los imperios de la Edad Moderna están en
decadencia, y las sociedades creadas desean gobernarse a sí mismas.
El reparto del mundo a fines del siglo XIX
D) El África negra
El África negra es un territorio prácticamente desconocido. Su exploración será toda una
aventura geográfica de descubrimiento. El mayor río de África Central y el segundo más
largo del continente africano, que comunicará a Europa con el interior del continente
será el río Congo, también conocido como Zaire. Aquí tratarán de imponer un imperio
todos los grandes países de Europa,
para la colonización de África.
Ki-Zerbo (1980) en Historia del África
Negra, asienta que un factor de
importancia que llevó a Europa al
continente africano fue la curiosidad
científica mezclada con el espíritu
aventurero, ya que en el siglo XIX África
era, para Europa, una desconocida, el
continente misterioso, la “terra incógnita
”, aunque desde hacía siglos se extraían de ella riquezas. Sin embargo, para él la
renovación del interés por África se explica sobre todo por razones económicas, ya que
en durante el siglo XIX, primero Gran Bretaña, y luego los demás países de Europa
occidental, van a sufrir un cambio en las estructuras con motivo de la revolución
industrial, caracterizada por la invención de la máquina de vapor, que se aplicará en la
hilatura, en la fabricación de tejidos, dando lugar a una Europa industrial que tendrá
necesidades radicalmente nuevas. No se trata ya de establecer relaciones con un África
que, como antaño, enviaba sin parar esclavos a las plantaciones; la era de la
mecanización imponía a África un nuevo papel en el desarrollo europeo como
abastecedor de materias primas.
De este modo, hacia 1900, excluidas Etiopía, Liberia y Marruecos (este país solo hasta
1912), toda África se había convertido en propiedad de los estados europeos. Y el
imperialismo caía sobre sabanas, bosques y desiertos como una lámina de plomo. El
mapa de África, por su lado, se transformaba en traje de Arlequín, que proyectaba sobre
el continente negro los variados colores y la sombra de los nuevos dueños. El continente
africano no era el único sometido a la rapiña europea: cada porción del globo que se
había quedado rezagada con respecto a Europa en la producción masiva de bienes,
incluidos los armamentos, se encontraba en el mismo caso. Se trataba de un proceso
histórico que evidenciaba el avance tecnológico alcanzado por los europeos, en parte
debido a la propia inventiva, pero en gran parte debido a la extraordinaria acumulación
de riqueza arrebata a América, a Asia, a África –sobre todo a esta última, que había
perdido uno de los más valiosos capitales, el humano- (Ki-Zerbo, op. Cit.)
Así, en 1880, apenas una décima parte del continente se hallaba vagamente bajo
dominio europeo. En 20 años, lo estará toda África que es ocupada para proteger las
ocupaciones anteriores; se ocupa, además, porque se halla al alcance de la mano; se
conquista para adelantarse al vecino; se termina ocupando por ocupar, como en tiempos
de escasez, porque un día podrá servir para algo, aunque solo sea como medio de
trueque.
E) Extremo Oriente
Paralela a la expansión africana se realiza la conquista del Extremo Oriente, que tomará
fuerza desde 1850, y sobre todo tras la apertura en 1869 del canal de Suez. Aquí tratarán
de imponer un imperio todos los grandes países de Europa que pretenden la colonización
de Asia. Se trata de un área geográfica convencional ubicada al este del continente
euroasiático compuesta por varios países con diversas culturas. Sus habitantes suelen
ser llamados orientales. Generalmente se considera una región constituida por las
regiones de Asia Oriental y el Sureste Asiático, pero con frecuencia se incluye también a
Siberia oriental y el Subcontinente Indio. Con motivo de su ubicación y riquezas, los
países que lo conforman fueron objeto de disputas coloniales, saqueo y dominación.
En esa misma situación se encontraron los países del oriente medio, una de las regiones
más convulsivas del mundo, en esencia
por la gran riqueza petrolera que
atesora su subsuelo, el cual ha
despertado la ambición monopolista e
imperialista desde el siglo XIX a la
fecha. Es de observar que no existe
consenso sobre su delimitación, pero la
utilización de este término hace
referencias a los países que se localizan en el sudoeste de Asia, reuniendo a países
como Arabia Saudita, Barein, Emiratos Árabes, Irán, Irak, Israel, Jordania, Kuwait,
Líbano, Libia, Omán, Catar, Siria, Sudán, Yemen, los territorios palestinos (Franja de
Gaza y parte de Cisjordania), así como a Turquía, Chipre, Egipto e Irán.
F) América
Los países de América están en pleno proceso de
reconocimiento de su independencia, pero serán
los Estados Unidos los que lleven a cabo un
proceso de colonización comercial de los países
americanos. Nuestros “vecinos distantes”, como
escribiera el periodista Alan Riding, no escatiman
sus intentos de expansión y buscan apoderarse de
los territorios del oeste: Florida, Puerto Rico y
Cuba, causa por la que entrará en guerra con
España. De acuerdo con la doctrina Monroe, y su
eslogan: “América para los americanos”, Estados
Unidos apoyará la independencia de los estados
americanos, en contra de los intereses de las
potencias europeas, con lo cual rechaza toda
intervención europea en América. Se sintetizaba de esta manera que los países
americanos se debían a ellos mismos y se advertía a las potencias del viejo continente
que pretendían invadir América que se abstuvieran de hacerlo. De esta forma se
establecieron las bases de lo que se conoció como las políticas de las esferas de
influencia. Monroe indicaba ya entonces cual sería el “patio trasero” del vecino país del
norte.