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- ANATOMIA 1 B) OSTEOOGÍA DE CABEZA
Carlos Gerardo García Tovar Carlos González López
OSTEOLOGÍA
El esqueleto de la cabeza está conformado por una serie de huesos que pueden ser agrupados
en huesos del cráneo y huesos de la cara.
HUESOS DEL CRANEO
El cráneo es la parte de la cabeza que aloja al encéfalo, por lo que los huesos del cráneo
serán aquellos que forman los límites de la cavidad craneal. Para identificar los huesos que
forman sus límites es necesario visualizar esta cavidad como un espacio limitado por seis
paredes: rostral, caudal, dorsal, ventral y laterales (derecha e izquierda). Así, los huesos del
cráneo quedarían ubicados de la siguiente manera:
a) Límite rostral.- etmoides.
b) Límite caudal.- occipital.
c) Límite dorsal.- frontal, parietal, interparietal y parte del occipital (de rostral a
caudal).
d) Límite ventral.- vómer, pterigoides, presfenoides, basisfenoides y parte del occipital
(de rostral a caudal).
e) Límites laterales.- parte del parietal y temporal (de dorsal a ventral).
El vómer, presfenoides, basisfenoides y occipital son huesos irregulares impares; todos los
demás son planos y pares.
Diferencias entre las especies:
Equinos: El interparietal se sitúa rostralmente al occipital, entre los parietales y el occipital,
huesos a los que se une conforme el animal crece.
Bovinos: El interparietal se une al parietal y occipital poco antes o después del nacimiento;
en esta especie el límite dorsal de la cavidad craneal está formado únicamente por el
frontal, el parietal forma parte de las paredes laterales y caudal y el occipital está en las
paredes caudal y ventral.
Ovinos y caprinos: El interparietal se fusiona con el parietal; además en estas especies, el
occipital no contribuye a formar parte del límite dorsal de la cavidad craneal.
Porcinos y carnívoros: El interparietal se fusiona con el occipital antes del nacimiento.
HUESOS DE LA CARA
A diferencia de los humanos, en los animales la cara sufre un alargamiento rostral y para
situar a los huesos de la cara es necesario ubicar a la cavidad nasal y las órbitas. Al igual
que con la cavidad craneal, se considerarán los límites de la cavidad nasal y las órbitas como
puntos de referencia.
La cavidad nasal tiene seis límites, pero sólo en cuatro de ellos intervienen los huesos de la
cara ya que el límite rostral está determinado por los orificios nasales (no existen huesos) y
el límite caudal lo forma el etmoides (hueso del cráneo). Entonces los huesos de la cara
quedarán de la siguiente manera (todos estos huesos son planos y pares):
Límite dorsal: Nasal.
Límites laterales: Incisivo, maxilar, lagrimal, cigomático y parte del palatino (de rostral a
caudal, quedando el lagrimal dorsal al cigomático, ambos en la parte rostral de la órbita y el
palatino por la parte interna de la pared lateral).
Límite ventral: Partes del incisivo y maxilar, hueso palatino (de rostral a caudal).
Además de estos huesos existen otros que no forman parte de los límites de la cavidad
nasal, pero que se agrupan como huesos de la cara, son: la concha nasal ventral, situada
dentro de la cavidad nasal, articulada al maxilar; la mandíbula, que es el mayor hueso de la
cabeza, forma la parte ventral de la misma (constituye la quijada) y el aparato hioideo que
se articula con el temporal y la laringe (por su relación, fue descrito con este órgano). En
los porcinos existe un hueso extra, el rostral, que se sitúa en la parte rostral del tabique
nasal (entre el incisivo y el nasal).
Por su posición, el vómer (que forma parte del tabique nasal óseo) y los pterigoides,
(articulados a los bordes laterales del presfenoides, caudales a la abertura coanal), podrían
ser considerados como huesos de la cara, pero por estar articulados en las paredes de la
cavidad craneal se agrupan con los huesos del cráneo.
CABEZA EN CONJUNTO
Para reconocer las diferentes porciones de los huesos de la cabeza es mejor hacerlo
considerando la cabeza sin mandíbula como una unidad. Ahora bien, su estudio se realizará
observando la cabeza desde una vista dorsal, otra ventral y una lateral. Al final se hará
mención de algunas partes situadas dentro de las cavidades de la cabeza que no pueden ser
observadas en su superficie.
Vista Dorsal
Se distinguen en esta vista los huesos nasales situados en la parte rostral, los frontales que
se ubican entre las órbitas, caudal a ellos están los parietales (excepto en bovinos) y en la
parte más caudal está el occipital (excepto en rumiantes). En equinos y caninos se observa
una cresta sagital externa que se eleva en el sitio de unión de los huesos parietales,
rostralmente se abre con dirección de las orbitas (sobre los frontales) y caudalmente sigue
sobre el occipital hasta terminar en la cresta nucal (ausente en rumiantes), que es un borde
transverso en la parte caudal de la cabeza.
En carnívoros existen tres tipos de cráneos (dependiendo de la raza del animal): el
dolicocéfalo, en el que la parte facial es más larga que el cráneo (por ejemplo, el collie); el
braquicéfalo, en el que la parte facial es más corta que el cráneo (por ejemplo, el pequinés)
y el mesocéfalo, en donde la parte facial y craneal guardan la misma proporción (por
ejemplo, el pastor alemán). La cresta sagital externa está más desarrollada en las razas
dolicocéfalas, tiende a disminuir en las razas mesocéfalas y en las braquicéfalas está muy
reducida o ausente.
En los felinos, la cresta sagital externa está poco desarrollada y en los rumiantes y porcinos
no existe. En esta última especie sólo se puede observar la cresta nucal que se ve como un
borde más que como una elevación.
En los rumiantes, la base ósea de los cuernos es el proceso cornual que se origina en la
parte caudal del frontal. En bovinos existe una eminencia intercornual entre ambos procesos
cornuales.
Vista Lateral
Al observar la cabeza en su superficie lateral, se nota en la parte rostral una escotadura
entre los huesos incisivo y nasal, la incisura nasoincisiva, que no existe en carnívoros.
Sobre el hueso maxilar del equino está la cresta facial que se continúa caudalmente sobre el
hueso cigomático. En porcinos está pobremente desarrollada y en rumiantes y carnívoros no
existe. En su lugar, en rumiantes se puede observar una tuberosidad facial que se aprecia
como una elevación ósea a nivel del premolar III (bovinos) o del molar II (ovinos y caprinos).
En porcinos, la superficie lateral de la cabeza se caracteriza por presentar un hundimiento a
nivel del hueso maxilar, es la fosa canina que rostralmente se limita por una fuerte
prominencia alveolar que aloja la raíz del canino superior y caudalmente se extiende hasta el
lagrimal y el cigomático.
Caudalmente, en todas las especies se observa la fosa orbitaria cuya entrada está marcada
por los márgenes supraorbitario (hueso frontal) e infraorbitario (huesos lagrimal y
cigomático). Lateralmente se observa un arco óseo que une a los huesos cigomático y
temporal, es el arco cigomático formado por el proceso temporal del cigomático (parte
rostral del arco) y el proceso cigomático del temporal (parte caudal del arco).
A este nivel, el frontal presenta una saliente lateral, el proceso cigomático. Este proceso en
equinos se une directamente al arco cigomático, en rumiantes se articula a una saliente del
arco cigomático (proceso frontal del cigomático) y en porcinos y carnívoros nunca se llega a
unir al arco, en estas especies existe un ligamento orbitario que llena el espacio entre el
proceso cigomático del frontal y el arco cigomático.
Profundamente al arco cigomático, sobre la superficie lateral de la cabeza, la fosa orbitaria
se continúa caudoventralmente como fosa pterigopalatina, formada por las alas del
presfenoides y basisfenoides.
En la parte caudal de la superficie lateral de la cabeza se puede apreciar una saliente
puntiaguda situada a los lados de los cóndilos del occipital, es el proceso paracondíleo. En la
parte proximal de este proceso, el occipital se articula con el proceso mastoideo del
temporal, eminencia ósea situada en la parte caudal de este hueso.
Vista Ventral
En una vista ventral de la cabeza, a nivel del incisivo, existen una serie de alvéolos dentales
para los dientes incisivos (excepto en rumiantes), caudal a éstos se puede reconocer el
paladar óseo formado en su parte rostral por los procesos palatinos del incisivo, en la parte
media los procesos palatinos del maxilar y caudalmente los huesos palatinos cuyo borde
caudal forma el límite de la abertura coanal. A los lados del paladar óseo se pueden
identificar los alvéolos dentales del maxilar (para los caninos, premolares y molares).
Dorsalmente a la abertura coanal, se observa una estructura ósea cruzando desde la parte
rostral de la base del cráneo hasta el piso de la cavidad nasal, es el vómer que forma la
parte ventral del tabique nasal. Caudal al vómer se identifican los huesos presfenoides y
basisfenoides, cada uno formado por un cuerpo y un par de alas (formando la fosa
pterigopalatina). Articulada caudalmente al basisfenoides está la parte basilar del occipital.
Siguiendo el arco cigomático ventralmente, al llegar a su parte caudal se identifica una
eminencia transversa, el tubérculo articular (ausente en carnívoros), seguida de una
depresión, la fosa mandibular, limitada caudalmente por el proceso retroarticular. Estas tres
partes conforman la superficie del temporal que se articula con la mandíbula.
Caudal al proceso retroarticular, a los lados de la base del cráneo, está el meato acústico
externo que medialmente termina en la bulla timpánica. Interpuesto como cuña entre el
meato acústico externo y la bulla timpánica está el proceso estiloides (en carnívoros está
caudal a la bulla timpánica).
Finalmente, en la parte caudal de la base del cráneo se puede distinguir un gran orificio, el
foramen magno, a cuyos lados se observan los cóndilos del occipital, los cuales a su vez están
flanqueados lateralmente por los procesos paracondíleos.
Porciones Internas
Las porciones óseas que se localizan dentro de las cavidades de la cabeza y que no se
observan en la superficie son: el laberinto etmoidal, situado en el fondo de la cavidad nasal y
constituido por una serie de láminas óseas enrolladas sobre la superficie rostral del etmoides;
la lámina cribosa forma la superficie caudal del etmoides (pared rostral de la cavidad craneal)
y se observa como una lámina ósea con un gran número de perforaciones. La silla turca,
formada por la fosa hipofisiaria (“asiento de la silla”), depresión ósea situada
sobre la base del cráneo limitada caudalmente por un proceso clinoideo caudal (“respaldo de
la silla”), saliente ósea sobre la superficie dorsal del basisfenoides.
Forámenes y Canales
Los vasos, nervios y conductos, durante su tránsito por la cabeza alcanzan sus destinos
cruzando los huesos a través de forámenes y canales. A continuación se mencionan los
principales forámenes y canales de la cabeza, siguiendo la misma rutina que se utilizó para
identificar las partes óseas, estos es, se describirán en base a una vista dorsal, lateral y
ventral de la cabeza.
En la vista dorsal, se observa sobre el frontal el foramen supraorbitario (ausente en
carnívoros).
En la vista lateral, sobre el hueso maxilar está el foramen infraorbitario. En la parte rostral
de la fosa orbitaria se puede apreciar la fosa lagrimal, que aparece como un hundimiento
similar a un embudo y que constituye la entrada al conducto nasolagrimal. Siguiendo hacia
atrás, en el hueso temporal se observa el poro acústico externo, que marca la entrada al
meato acústico externo.
En la fosa pterigopalatina existen una serie de forámenes situados en la parte rostral y
caudal de la misma. Los forámenes de la parte rostral son tres: maxilar, esfenopalatino y
palatino caudal. Para identificarlos es necesario introducir una pajilla en cada uno de ellos y
determinar el sitio por donde sale. La pajilla introducida en el foramen maxilar sale por el
foramen infraorbitario, ya que estos forámenes se comunican mediante el canal
infraorbitario. La pajilla introducida en el foramen esfenopalatino llega a la cavidad nasal. La
pajilla introducida en el foramen palatino caudal emerge a nivel del paladar óseo por el
foramen palatino rostral, el pasaje que los conecta es el canal palatino.
En la parte caudal de la fosa pterigopalatina existen varios forámenes con diferencias
notorias entre las especies. En primer lugar se mencionarán los presentes en el equino y
posteriormente se marcarán las diferencias (para identificarlos se recomienda también
introducir una pajilla y checar por donde sale).
De dorsal a ventral está primero el foramen etmoidal (que comunica con la cavidad craneal).
Después se sitúa el canal óptico cuya salida está en la cavidad craneal, en la base del cráneo,
rostral a la fosa hipofisiaria. Ventralmente se observa la fisura orbitaria, cuya abertura está
dividida en dos partes por un tabique, la parte dorsal corresponde al foramen orbitario y la
parte ventral es el foramen alar rostral. Caudal a éste se puede identificar el foramen alar
caudal, conectados ambos por el canal alar. Si se introduce una pajilla por el foramen alar
caudal se llega al formen alar rostral (se cruza el canal alar), pero al introducir una pajilla
por el foramen alar rostral, la pajilla llega a la cavidad craneal a través del foramen redondo,
orificio situado en la pared medial del canal alar.
En carnívoros los forámenes son similares a los del equino salvo por las siguientes diferencias:
hay dos forámenes etmoidales (muy pequeños), ventrocaudalmente a ellos está el canal
óptico, no hay fisura orbitaria por lo que los forámenes orbitario y alar rostral se
observan como dos orificios independientes. En carnívoros al igual que en equinos, el foramen
alar rostral se conecta con el alar caudal mediante el canal alar y dentro del mismo también
está el foramen redondo que comunica con la cavidad craneal. Además existe un foramen
oval, situado caudoventral al foramen alar caudal
En rumiantes está el foramen etmoidal y el canal óptico seguidos del foramen
orbitorredondo, que resulta de la fusión de los forámenes orbitario y redondo. No hay canal
alar (por lo tanto tampoco foramen alar rostral, ni caudal) y existe un foramen oval al
igual que en carnívoros.
En porcinos los forámenes son similares a los del rumiante (etmoidal, óptico y
orbitorredondo) notándose la ausencia del foramen oval.
En la vista ventral se aprecia en la parte rostral de los procesos palatinos del incisivo el
canal interincisivo (en rumiantes y porcinos aparece como una fisura interincisiva). En la
parte caudal del paladar óseo está el foramen palatino rostral que se comunica con el
palatino caudal. A nivel del hueso temporal, entre los procesos estiloides y mastoideo está el
foramen estilomastoideo.
Medialmente a la bulla timpánica, entre el temporal y el occipital, existe un espacio
alargado, el foramen rasgado, presente sólo en equinos y porcinos. En rumiantes y carnívoros
no hay foramen rasgado pero existe un foramen en la parte caudal de la bulla timpánica, es
el foramen yugular. Lo anterior se debe a que en equinos y porcinos el foramen oval y el
yugular se unen y dan origen al foramen rasgado, mientras que en rumiantes y carnívoros
dichos forámenes conservan su independencia anatómica.
En la parte caudal de la base del cráneo, rostralmente a cada cóndilo del occipital está el
canal hipogloso y entre los cóndilos está el foramen magno, por donde la médula espinal
abandona la cavidad craneal.
Mandíbula
Es un hueso par, que forma la quijada. Cada mandíbula está constituida por un cuerpo y una
rama.
El cuerpo es la parte rostral del hueso, está formada por una parte incisiva y una parte
molar. La parte incisiva contiene los alvéolos dentales para los incisivos y caninos. En la
parte molar están los alvéolos dentales para los premolares y molares, el borde opuesto
forma el borde ventral de la mandíbula.
La rama es la parte aplanada caudal que se proyecta dorsalmente. En esta parte el borde
ventral gira dorsalmente (ángulo mandibular) para seguir como borde caudal. En los
carnívoros, en el ángulo existe un proceso angular que aparece como una proyección en forma
de gancho.
En la parte dorsal de la rama se observan dos eminencias separadas por una escotadura
(incisura mandibular). La eminencia rostral es ancha, larga y aplanada, se denomina
proceso coronoides; la eminencia caudal forma el proceso condíleo, que se articula con el
temporal.
En la mandíbula se pueden distinguir dos forámenes; el foramen mandibular situado en la
superficie medial de la rama mandibular y el foramen mentoniano, ubicado en la superficie
lateral de la parte incisiva del cuerpo de la mandíbula (los porcinos presentan un foramen
mentoniano lateral y otro medial y los carnívoros presentan tres forámenes mentonianos).
El foramen mandibular está conectado con el (los) foramen(es) mentoniano(s) mediante el
canal mandibular.