Teología Liberación - Aportes.montes SJ (1992)
Teología Liberación - Aportes.montes SJ (1992)
Aportes de la
                                         teología de la
                                         liberación a la
FERNANDO MONTES, S.J.
                                         doctrina social de
                                         la Iglesia
En el marco del primer congreso latinoamericano                               con las enseñanzas del Evange-
de doctrina social de la Iglesia, fue presentada esta ponencia                lio, de la tradición viva y del peren-
                                                                              ne Magisterio de la Iglesia- esta-
cuyo tema fue solicitado por los organizadores y
                                                                              mos convencidos, tanto vosotros
que ha sido levemente retocada para su publicación.                           como yo, de que la teología de la
A veinte años del surgimiento de la teología de la liberación                 liberación es no sólo oportuna sino
y superado ya el primer enfrenamiento con la doctrina                         útil y necesaria. Debe constituir
social de la Iglesia, este artículo trata de discernir los aportes            una etapa nueva -en estrecha
                                                                              conexión con las anteriores- de
directos e indirectos que la primera hizo a la segunda                        esa reflexión teológica iniciada con
a través de los temas nuevos que desarrolló o de las nuevas                   la Tradición apostólica y continua-
posiciones y afinamientos que adoptó el maqisterio social de la               da con los grandes Padres y
Iglesia.                                                                      Doctores, con el Magisterio ordi-
                                                                              nario y extraordinario, y en época
El autor es licenciado en filosofía, teología y sociología.
                                                                              más reciente, con el rico patrimo-
                                                                              nio de la doctrina social de la Igle-
                                                                              sia expresada en documentos que
                                                                              van de la Rerum Novarum a la
       o es m¡ objetivo presentar en    oportunidades se intuye esa teo-      Laborem Exercens"2.
N      paralelo la teología de la li-
       beración y la doctrina social
de la Iglesia y detectar sus diferen-
                                         logía como una interlocutora no
                                        siempre nombrada. Baste recor-
                                        dar la Evangelif Nuntlandí de         Perspectivas para
cias y mutuas relaciones. Una es        Paulo VI, y las encíclicas y alocu-   abordar el tema
tarea de teólogos y la otra, fruto      ciones de Juan Pablo II, en parti-
del magisterio. Hay, desde un           cular la Sollicitudo Rei Socialls,    Presupuesto de San
punió de vista epistemológico,          la Laborem Exercens y la Cente-       Ignacio
fundadas diferencias entre ellas.       simus Annus.
Nos han pedido señalar los even-                                                  Soy consciente de que ambas
                                             En su mensaje a la Conferen-
tuales aportes hechos, después                                                disciplinas no siempre han ido de
                                        cia Episcopal brasileña, el Papa
de veinte años por la teología de la    dice que "en la medida en que se
liberación a la doctrina social. Se     esfuerza por encontrar esas res-       1 Distinto, como es obvio, sari a el tono do este
trata de una visión sintética1.         puestas justas -penetradas de
                                                                               articulo ti se nos hubiera pedido lo contrario, vate
                                                                              decir, cla/üicar «I aporto da la doctrina social a la
    Es un hecho que el magisterio       comprensión para con la rica          teología de la liberación. En ese caso debelarnos
                                                                              Seflalar las corrección*» y adveitandas que el
se ha referido explícita o implícita-   experiencia de la Iglesia en este     magisterio ha hecho » M I teología.
mente a la teología de la liberación    país, tan eficaces y constructivas    2 Juan Pablo II, Mensaje a la Conferencia Episco-
                                                                              pal de Brasil, sn L' Oss&valora Romano {edición
para discernir, corregir y asumir       cuanto sea posible y al mismo         semanal). 27 de abril de 1986. p. 11. Posterior men-
muchos elementos. En diversas           tiempo en armonía y coherencia        te «I Papa hablará de 'una- teología de la líber ación.
 la mano y de que no resulta fácil      mente, a crear un nuevo estilo.           mente propiciada por los pastores
"abordar el tema de este artículo       Ella ha sido una mediación para la       dedicados al trabajo con los más
con total ecuanimidad. Por eso          toma de conciencia de la necesi-          pobres. Ella surge en un medio
 hago explícito mi deseo de enca-       dad de nuevos horizontes; a tra-          universitario, aunque no en las
 rarlo teniendo presente el PRE-        vés suyo - y puede ser éste su           facultades de teología -sus prime-
 SUPUESTO con el cual San Igna-         mérito- hemos debido releer el            ros gestores fueron capellanes
cio comienza los Ejercicios Espiri-     Concilio Vaticano II y asumir sus         universitarios- para responder al
tuales3.                                aportes en una perspectiva nues-         desafío que significaba el desen-
     El nos invita a ©star siempre      tra, latinoamericana, recogiendo         canto ante la Iglesia por parte de
dispuestos y prontos, como bue-         de paso las contribuciones de la         los jóvenes más inquietos y sensi-
 nos cristianos, a salvar la proposi-   renovación bíblica y los datos ofre-     bilizados en lo social.
ción del prójimo antes que conde-       cidos por la teología postconciliar,          La revolución cubana, junto con
narla, evitando apasionadas dis-        sobre todo en lo referente a cristo-     agudizar la conciencia de los pro-
cusiones semánticas. Y, en una          logia y eclesiología. Los aportes        blemas sociales del continente,
actitud de búsqueda de la verdad,       de la T.L., sin dejar de tener impor-    parecía ofrecer una alternativa
ir alfondode las cosas con espíritu     tancia, no son exclusivos y, lógi-       latinoamericana, eficaz y rápida
de caridad, asumir las intenciones      camente, deben ser asumidos en           para enfrentar los problemas de la
profundas y, al mismo tiempo,           conjunto con otras influencias.          región. La mayoría de esos jóve-
corregir responsablemente tos                                                    nes con se ¡entizados por la Iglesia
errores. Se trata de una aplicación     Aportes directos e                       ante las injusticias, se siente iner-
práctica del principio de Santo         Indirectos                               me para hacer frente a esa situa-
Tomás que nadie está tan lejos de                                                ción. Carentes de mediaciones
la verdad que no posea algo de               Finalmente creo importante          socioanalíticas, no se sienten
ella.                                   señalar que hay aportes que pue-         capaces de proponer estrategias
     Los tiempos han cambiado           den venir directamente de laT.L.,        adecuadas. El marxismo descu-
desde la década de los sesenta en       aunque tal vez no exclusivamente         bierto en tales circunstancias los
que nació la teología de la libera-     de ella (p.ej., la opción preferente     lleva a abandonar en forma masi-
ción (T.L.), y hoy podemos, con         por los pobres)... y existen otros       va la Iglesia o al menos a poner
mayor distancia, actuar sin desca-      que podemos llamar indirectos            "entre paréntesis" su fe y a silen-
lificaciones. La doctrina social        porque se han derivado de la             ciar su doctrina social.
(D.S.I.), profundamente renovada,       necesidad de volver a las fuentes             La T.L. nace como una alter-
ha sido redescubierta en su honda       al hacer precisiones ante algunas        nativa pastoral para llenar ese
verdad. Por su parte, la T.L., junto    inexactitudes, errores o ambigüe-        vacío. Aunque no es un sustituto
con conservar el "pathos" que le        dades (p.ej., una mejor definición       de la D.S.I, cumple sin embargo
dio origen, ha debido revisar sus       de la auténtica liberación cristia-      algunas de las tareas de esa doc-
mediaciones socioanalíticas, fuen-      na). Entre los aportes indirectos        trina que se presentaba inadecua-
te de sus mayores problemas4.           cabe señalar el necesario y pro-         da para las nuevas circunstan-
                                        fundo discernimiento que debió           cias. Ella pretende resituar la Igle-
Dificultad para aislar las              hacer la Iglesia frente al marxismo      sia y presentar la fe con una reno-
variables                               y que le permitió axplicitar con         vada vitalidad. Busca dar vigencia
                                        mayor fuerza su propia antropolo-        histórica a un cristianismo que
     En temas tan complejos, don-       gía y quedar mejorpreparada para         parece irremisiblemente ligado al
de se relacionan la teología, la        enfrentar la crisis que con poste-       pasado y que es juzgado, no siem-
filosofía, las ciencias sociales y la   rioridad ha experimentado esa            pre con justicia, como un elemen-
cambiante situación histórica,          ideología.                               to regresivo en la lucha ideológica.
resulta muy difícil aislar las varia-                                            No se ha insistido suficientemente
bles para indicar qué aspectos de       Una nueva vigencia                       en esta vertiente pastoral, en este
una disciplina están influyendo en      histórica                                remezón que obliga a la Iglesia a
otra. De hecho, en la formulación                                                enfrentar la renovación de su len-
actual de la doctrina social han            Señalamos tres aportes he-           guaje frente a la nueva situación y
influido la renovación teológica        chos por laT.L. para dar una nueva       frente a una presentación no ca-
posiconciliar, los cambios socia-       vigencia histórica de la D.S. I. en el   rente de ambigüedades y erro-
les e históricos acaecidos en el        continente.
mundo en las últimas décadas y                                                   3 San Ignacio de Loyola, Ejercicios espirtualm,
                                                                                 n. 22.
los aportes de la filosofía para        Alternativa pastoral                     4 Han contribuido a esto, por una parto, las adver-
pensar la historia. Ninguna de          ante un vacío                            tencias bochas por al magisterio, particularmente
estas variables influye aisladamen-                                              en las dos ínstr ucciones de la Cong ragación para la
                                                                                 doctrina de la Fe: Lbertatis Nuntius da 19&4 y
te. En ese contexto se puede decir         A diferencia de lo dicho co-          Lbsnaiie Consciente de 1906; y, por otra, lo*
que la T.L. y otras corrientes han      múnmente, la T.L. no nace en las         hachos acaecidos en el mundo a partir de 1969.
                                                                                 comentados recientemente por Juan Pablo II en
contribuido, influyéndose mutua-        comunidades de base ni es inicial-       Cenleeimos Annus.
perado, supuesta la profunda            las aristas pelagianas que esta          conjunto se insiste en la dimen-
renovación producida, a dar hoy         visión podría tener.                     sión de conflicto que acompañó la
una extraordinaria vigencia histó-                                               vida de ios verdaderos profetas y
rica a la enseñanza social.             Hacía un verdadero                       que llevó a Jesús hasta la muerte.
    En Europa se estableció en los       círculo hermenéutico                    Y esa misma muerte se explica a
años 60 un diálogo, en cierto modo                                               partir de la vida y de las enseñan-
académico, entre cristianismo y              La conciencia de la necesidad       zas del Maestro.
marxismo; se confrontaron sus            hermenéutica surge cuando la                  La Iglesia puso posteriormen-
postulados para establecer las          tradición deja de ser obvia y cuan-      te en guardia contra esa relectura
compatibilidades y desencuentros.       do ya no es claro que hay que            e interpretación global que, usan-
En América latina el proceso fue         seguirtransmitiendo esa tradición       do acríticamente ciertos elemen-
diverso. La T.L. directamente se        porque parece no responder a las         tos del marxismo, dejaba en silen-
enfrentó con la injusta situación de     necesidades del presente6.              cio y hasta mutilaba aspectos
los pobres y con lo que se estimó                                                esenciales del cristianismo. En el
era la "praxis de su liberación". Se     El círculo incompleto de la              intento por limpiar la fe cristiana de
usó el marxismo como una media-         teología de la liberación                cierto    lastre ideológico, la nueva
ción, como un método de análisis.                                                 interpretación introducía numero-
Pero su uso poco crítico y sin el            La T.L., impactada por la de-        sos y más graves elementos de
debido discernimiento provocó una       serción de vastos sectores que no         ideología.
praxis que merece múltiples repa-        encontraban en la doctrina social,            El nuevo círculo hermenéuti-
ros.                                    y finalmente ni en el mismo evan-        co, por las mediaciones socioana-
                                        gelio, una fuente de inspiración y        líticas usadas, no era en verdad
Importancia de la acción                 una guía para su praxis, e impac-       perfectamente circular. El concep-
                                        tada por la situación de pobreza e       to de praxis asumido del marxis-
     La T.L. surge como una teolo-       injusticia, emprende una "nueva          mo, en su deseo de excluir cual-
gía de la acción. Ella reflexiona        interpretación". Relee la Escritura     quier extrinsecismo, rechaza toda
 sobre la praxis y además quiere        y descubre en ella un mensaje de          normatividad previa, y en la prác-
 responder a todas las búsquedas         liberación. Se produce un nuevo         tica, de un modo ahistónco dejada
que ha tenido la Iglesia desde la       círculo hemenéutico que va de la          inspirarse en la antropología cris-
 renovación de la teología moral        praxis liberadora a la Escritura y       tiana y se desarraiga de la fe reci-
por el redescubrimiento del prima-       reencuentra la palabra de Dios          bida. La "praxis" propuesta inspira
do de la caridad.                       desde los pobres y                                              la nueva lectura
     Ella no sólo es una mediación      desde la praxis de • • •              • 1• ™ • •                 peronoesretroa-
entre la revelación y la realidad,      su liberación. Eso                                             limentada, critica-
sinoque desea contribuir a la trans-    permite destacar                       "La                     da, ni normada
formación de esa realidad. Hay          ciertos textos y                                               por la fe. En ese
aquí, tal vez, un influjo de la tesis   darles una nueva
                                                                  interpretación de contexto,                         la rica
marxista de que no basta enten-         centralidad. Es así
                                        como se revalori-
                                                                  los signos de los                    tradición de la
                                                                                                       Iglesia, de la cual
der el mundo sino que es necesa-
rio transformarlo. •                    za y comenta               tiempos lleva a hemos recibido y
     Esta tarea es urgente dada la      muchas veces el           una relectura fiel en                    la cual hemos
gravedad de la injusticia que afec-     libro del Éxodo                                                leído la Escritura,
ta mortalmente a tanta gente y la       subrayando los             de la tradición y pierde su fuerza
misma referencia central al Reino       aspectos de libe-                                              de inspiración, su
entendido, tal vez demasiado uni-       ración social y po-         de la Escritura                    vigor orientador y
lateralmente, en su sentido de          lítica que allí se             atenta a los                    su capacidad crí-
nuevas relaciones sociales.             narran; se hace                                                tica. La mediación
     La instrucción Llbertatis          resaltar la figura de             cambios                      socioanalítica ha
Conscientia recuerda que la             los profetas, sobre            históricos"                     sobrepasada         su
doctrina social es una enseñanza        todo en su aspec-                                              intención para
orientada a la acción y le da así       to de denuncia; se H B M M I M B l H • convertirse en un
particular vigencia en un continen-     busca la inspira-                                              referente último,
te cansado y que no puede seguir        ción en el Jesús                                               en una visión glo-
esperando. Por todas partes se          histórico que evangeliza a los           bal de la existencia. Se ha demos-
escucha el anhelo de ir más allá de     pobres, que comparte la vida con         trado de hecho que no es fácil
las teorías, sobre todo cuando se       ellos hasta identificarse con los        realizar la pretendida división que
trata del compromiso cristiano. Hay     hambrientos, los encarcelados y          se quiso establecer entre el mate-
conciencia de que la Iglesia tiene      los que tienen sed, más que en el        rialismo histórico y el dialéctico.
una doctrina y que ahora falta su       Cristo de la fe o el de las ulteriores
concreción. Será necesario evitar       fórmulas cristológicas. En ese           6 a . H. G. Gadamer. Ventad y método.
Conflíctividad y lucha de
clases
La categoría
"lucha de clases":
escándalo y rechazo
     La toma de conciencia de las
 hirientes diferencias sociales y de
las injusticias, que Medellín llegó a
llamar "violencia institucionaliza-
da", llevó a numerosos teólogos
de la liberación a usar la categoría
marxista de "lucha de clases". Ella
no sólo ofrecía un instrumento para
analizar y describir la situación       Hacer propia la causa de los pobres parece connatural con el espíritu
antes mencionada, sino que pare-        del Evangelio
cía proporcionar una vía para
superar las desigualdades y la          que pocos llegaron a propiciar la      gue reaccionando contra tal posi-
explotación existentes. Por más         violencia en esa lucha, de hecho       ción que ha perdido ciertamente
que los teólogos hicieron algunas       fácilmente se llegó a justificarla     fuerza debido a la evolución del
distinciones para afirmar que el        como una oposición a la llamada        propio marxismo que en sus va-
amor universal quedaba a salvo, y       "violencia institucionalizada". No     riantes eurocomunistas y en la
que no se creaba la oposición sino      olvidemos que en el momento de!        misma versión soviética la ha ido
que se la reconocía porque era un       origen de la T.L. existían focos       abandonando.
dato de la realidad, al asumir la       guerrilleros que tenían en su seno
categoría maodsta de "lucha de          algunos cristianos o pretendían        Descubrimiento de la
clases", de hecho, se propiciaba ¡a     inspirarse en el mismo cristianis-     conflictividad
confrontación como vía de solu-         mo, como el grupo que murió en
ción de los problemas. Algunos          Teoponte (Bolivia).                        Nos interesa indicar qué que-
hablaron de agudizar las contra-             Pocas cosas escandalizaron        dó de todo eso y señalar el influjo
dicciones para hacerlas más pa-         tanto a la conciencia cristiana como
tentes. El diálogo y el consenso        esta opción que parecía contrade-
parecieron caminos tibios y "ter-       cir derechamente el mandamiento
ceristas". La lógica de la lucha se     del amor al prójimo que, junto con     17 Cf. Juan Pablo II, Cenresimus Annus, n. 10 y
                                                                               n. 15 (en este último número se relacionan los dos
impuso; pero ella, concebidacomo        ei amor a Dios, es la suprema ley      principios) y Sollicituda fíei Sociaüs nn. 33-40. Para
motor de la historia, lleva a la ani-   del cristianismo.                      unaprolundizacíón de la solidaridad, sobretodo en
                                                                               el lema del Irabjo, ver el importante discurso del
quilación del adversario. Y aun-             El Magisterio reaccionó y si-     Papa actual en la OIT, nn. 8-12.
lacionaba con la teología moral                Es interesante notar el profun-    quirir una dimensión religiosa que
pero sus lazos no estaban claros.         do sentido teológico y el amplio        no ha sido frecuente hasta ahora.
    No es extraño que la crítica          uso de la Palabra de Dios que           Es interesante a este respecto que
protestante haya hecho notar es-          exhibe el magisterio de Juan Pablo      el Papa Juan Pablo II en la Sollicl-
tas carencias, afirmando que la           II.21 El mismo ha insistido en darle    tudo Reí Socialls y en la Labo-
D.S.I. era de corte racionalista,         a la doctrina social un status den-     rem Exercens apunte a una ver-
iusnaturalista y poco inspirada en        tro de la reflexión teológica."         dadera espiritualidad del trabajo y
la palabra de Dios.                                                               de la actividad social.25 El cristia-
                                          El tema de la liberación:               no percibe hoy la necesidad de
Nuevo entronque con la                    ¿Hada una                               unificar religiosamente su fe, su
teología y recurso a la                   espiritualidad de lo                    teología y su compromiso social.
Escritura                                 social?
                                                                                  Conclusión
     La definición de la m isión de la          Dejada de lado la susceptibili-
 Iglesia en la constitución Lumen          dad nacida en el tiempo de la                Hemos hecho un largo recorri-
 Gentlum, abrió un camino para             polémica, es importante recono-        do para indicar aspectos de la T.L.
 reflexionar teológicamente su             cerque el tema de la liberación es     que han podido influir en la actual
 misión en el mundo. Gaudium et            rico para articular en profundidad     formulación de la D.S.I. Más que
 Spes fue un paso notable en esta          la doctrina social. No sólo tiene      contribuciones temáticas especí-
 línea.                                    resonancias bíblicas evidentes         ficas, lo más importante es aquello
     La T.L. ha hecho en este punto        sino que, si se siguen las indica-     que ha acercado la doctrina a los
 una contribución importante. Ante         ciones de la iglesia, no tiene por     dos polos que ella por esencia
 la crisis que experimentaba la            qué limitarse a lo meramente           debe confrontar: la revelación y
 D.S.I. en la década del sesenta, y        sociopolítico. Permite una lectura      los problemas concretos. Sería un
 por la preocupación pastoral que          antropológica radical donde los        error creer que sólo la teología ha
 antes señalábamos, ¡mentó una            diferentes niveles en que se juega       influido en estos puntos, sin em-
 reflexión teológica que articulara        la existencia humana pueden arti-      bargo ella ha despertado una
 la praxis social con el conjunto del     cularse. La humanización plena          sensibilidad que ciertamente ha
dogma. Los conflictos y las espe-         que pasa por la liberación del          contribuido, al menos indirecta-
 ranzas del hombre fueron más             pecado y de todo tipo de alienacio-     mente, a la búsqueda de caminos
directamente confrontados con la          nes sociales, políticas y culturales    nuevos.
revelación. En una primera etapa          puede contribuir a formular la                Finalmente quisiéramos aña-
la reflexión se situó en problemas        doctrina social. Es un concepto         dir que el mayor aporte de la teo-
de método y en el uso de las              dinámico que puede tener en             logía de la liberación a la doctrina
mediaciones. En las etapas pos-           cuenta los procesos históricos. Por     social ha sido el introducir en ella
teriores se profundizó sobre todo         eso no es extraño que el término        todo un continente. En parte debi-
en la línea de la eclesiología y de       haya sido asumido en los docu-          do a ella América latina, sus pro-
la crislolog ía hasta llegar a la espi-   mentos del magisterio social.23         blemas, su modo de pensar y de
ritualidad. El estudio del Cristo his-          Finalmente, el tema de la libe-   vivir la fe han ido encontrando una
tórico, de su enseñanza, del modo         ración, que enfrenta al hombre a        carta de ciudadanía en la Iglesia
como enfrentó los conflictos y en-        sus diferentes alienaciones, ha ido     Universal, a la cual este continen-
caró a los hombres se convierte           expresándose cada vez más en            te de la esperanza es, por sobre
en pauta privilegiada de reflexión        una espiritualidad.24 Hablar de         todas las cosas, profundamente
social. La concepción de la Iglesia       espiritualidad no sólo comporta se-     fiel, a
comunitaria y cercana al pobre            ñalar un ángulo desde el cual se
tendrá también múltiples conse-           lee la Escritura; en lo más hondo,      21 Cff. SoHctuóo Raí Sociaüe, nn. 30-31 y sobre
cuencias.                                 se trata de recrear una experien-       lodo <u admirable capitulo quinto.
                                                                                  22Cfr. Sotictudo R* Sociato. n .41 y        CftiitmM
     Una particular mención debe          cia religiosa donde el contacto con     Armut, n. 65.
hacerse del recurso a la Escritura.       Dios, la oración, los sacramentos,      23 Juan Pablo II en CéñteamM Annut n. 26 aflrma
                                          la liturgia, el servicio atosdemás y    'El tierrpo presante, a la voz qu» ha Superado todo
La nueva hermenéutica llevó a la                                                  lo qu» habla da caduco en «sos intentos (de com-
T.L. a un uso más y más frecuente         la misma vida se ordenan en lo          promiso impaeibi» entre marxismo y cristianismo).
de la biblia que por el tipo de           profundo de la fe. Fe y teología se     llsva a reafirmar la positividad de una autentica
                                                                                  teología d« la Iteración humana integrar Cir
experiencia humana que transmi-           potencian permitiendo enfrentar         también SoMctudo Reí SodaSs, ti. 46. La Instruc-
te está más cerca del pueblo que          los problemas más radicales del         ción Ltwrlalis Nurtius, en el capitulo tercero, trata
                                                                                  da la Iberaclón como tema cristiano e investiga en
las disquisiciones metafísicas.           sentido de la vida y todos los con-     el capitulo cuarto k> lundamenlot bíblico* de tal
Aunque ese uso de la Escritura ha         flictos.                                loma.
sido vivamente criticado por ser                La T.L. ha buscado una autén-     24 Desde la aparición de la obra de Gustavo Gutié-
                                                                                  rrez Beber an su propio pazo, muertas publ cacto-
parcial, se ha introducido un estilo      tica espiritualidad para poder en-      nes han insistido en la nucos ¡dad de u na espiritua-
nuevo para enfrentar tos hechos           frentar la pasión del pobre. De         lidad del trabajo.
                                                                                  25 Clf. Laborem Exercens. capitulo V: Elementos
sociales.                                 esta manera lo social intenta ad-       para una espiritualidad del trabajo.