La construcción del Cesmo se lleva a cabo mediante procesos participativos de orientación estratégica y escala regional. Entre las zonas prioritarias identificadas hasta el momento se encuentran el Carso Huasteco, la sierra de Álvarez, la...
moreLa construcción del Cesmo se lleva a cabo mediante procesos participativos de orientación estratégica y escala regional. Entre las zonas prioritarias identificadas hasta el momento se encuentran el Carso Huasteco, la sierra de Álvarez, la sierra del Abra Tanchipa, el bosque mesófilo Hidalgo-Puebla-Veracruz, el área de protección de los recursos naturales cuenca del río Necaxa y la reserva de la biósfera Sierra Gorda. Los principales ecosistemas con necesidad de protección son el bosque mesófilo de montaña y el bosque templado de pino y encino (oyameles). Causas de la deforestación y limitantes del desarrollo sostenible Las principales causas de la deforestación en la zona son las siguientes: a) factores estructurales, entre los que destacan la pobreza y la marginación, aspectos demográficos, culturales, nivel educativo y conciencia ambiental; b) fuerzas de mercado sin un marco de políticas orientadas a la valoración de los bosques y su conservación; c) creación de subsidios, créditos y asistencia técnica al sector agropecuario; ausencia de políticas que le permitan al bosque competir con los usos agropecuarios; d) baja gobernanza debido a conflictos entre los diferentes actores interesados en la tierra y los bosques; los grupos minoritarios que viven cerca de los bosques no pueden hacer contrapeso a tantos actores que presionan para expandir sus actividades (agricultura, ganadería, minería, electricidad, infraestructura). Pago por servicios ambientales y mecanismos financieros Entre los instrumentos diseñados para valorar los servicios ambientales sobresale el programa de pago por servicios ambientales (PSA), que puede ser una herramienta poderosa para reducir la deforestación. Sin embargo, importantes áreas de oportunidad del esquema todavía no se toman en cuenta; entre ellas, a) el PSA y el MFS (manejo forestal sostenible) son considerados procesos excluyentes; b) el PSA no es efectivo en bosques con alto costo de oportunidad; c) el PSA no genera co-beneficios y tiene el riesgo de que sus fondos se transfieran a actividades agropecuarias; d) se paga PSA diferenciado por prioridad de ecosistema y no por costo de oportunidad del uso alternativo, con lo que se pierde eficiencia y efectividad de los fondos; e) se paga en áreas donde el bosque no tiene riesgo de deforestación y, por tanto, el modelo de combate a la deforestación se distorsiona con objetivos políticos; f) el PSA no se complementa con esfuerzos emprendedores alentados por un retorno a la inversión forestal para garantizar permanencia del bosque a largo plazo. Marco legal para la gestión competitiva de usos sostenibles El marco normativo mexicano es propicio tanto para el desarrollo sostenible como para la coordinación y armonización interinstitucional. Sin embargo, su implementación precisa ser mejorada. Existen al menos 11 leyes que regulan el aprovechamiento de los recursos naturales, 16 leyes que regulan otros usos productivos y de mercado, y al menos otras 20 leyes que favorecen un entorno político-social apropiado para el desarrollo sostenible. Las instituciones federales con mayor presencia en Cesmo, responsables de cumplir con los mandatos de las leyes en cuanto a la atención del sector rural son Sedesol, Semarnat (Conafor, Conanp, Conagua y Profepa), Sagarpa, SHCP (Financiera Rural y CDI), SE; Sedatu, SCT y CFE. Sagarpa, SHCP, SE y Sedatu se enfocan prioritariamente en la competitividad de las actividades primarias (fomento a la agricultura y ganadería y valor agregado a la producción primaria) bajo una lógica comercial de corto plazo, que no propicia procesos de desarrollo sostenible. Otras instituciones, como Conanp, Conafor y Profepa (bajo la sombrilla de Semarnat), se enfocan en la protección y conservación de los recursos naturales, con el reto de reducir los costos de transacción al MFS y promover e impulsar actividades sostenibles en el interior de áreas naturales protegidas. Análisis de gobernanza El Gobierno tiene el deber de organizar un sistema de planeación constituido por el conjunto de programas de las diversas instituciones y órdenes de gobierno, en el que participe la sociedad civil. Los instrumentos que reflejan los resultados de estas acciones son los planes de desarrollo en el ámbito municipal, estatal y nacional. Sin embargo, se reconoce que cada nivel de gobierno generalmente planea por su cuenta, sin una coordinación multinivel y sin participación de la sociedad. En la práctica, esto se refleja en la desarticulación de objetivos entre niveles y la falta de corresponsabilidad de la sociedad en acciones para la conservación y el desarrollo sostenible. Análisis de gobernanza multisectorial La Ley de desarrollo rural sustentable (LDRS) considera cuatro aspectos fundamentales para desplegar actividades articuladas: a) desarrollo rural con visión territorial, b) integración de cadenas agroalimentarias, c) sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, d) reconversión productiva. Esta ley manda que la política sectorial opere a partir de consensos entre actores sociales y niveles de gobierno en la definición de prioridades y legitimización de las acciones. Para ello, se propicia la integración y consolidación de órganos colegiados de representación social, tales como los Consejos de Desarrollo Rural Sustentable y los Comités Sistema Producto, que actúan a nivel nacional, estatal, distrital y municipal. No obstante, estas estructuras de concertación no están funcionando con eficiencia. Cada dependencia se rige por sus respectivos planes sectoriales, valida sus políticas de intervención y sus propios programas y los ejecuta por su cuenta a nivel territorial. Implementación de presupuestos y programas para el desarrollo sostenible En el presupuesto de egresos de la Federación se identifican siete ramos con participación en el desarrollo rural a través de las instituciones coordinadoras; en orden de importancia presupuestal, estas instituciones son: Sedesol, Sagarpa, Semarnat, SHCP, SE, Sedatu y Tribunales Agrarios. En la Semarnat, Conagua es la dependencia de que más recursos ejecuta (80,7% del presupuesto), mientras Conanp absorbe el 2,27%. Existen más de 150 programas federales que inciden en el sector rural; de estos, se revisaron los 90 programas más representativos por sus presupuestos e impactos en los usos de la tierra, a través del desarrollo económico, social y la conservación del medio ambiente. Las reglas de operación de los programas de subsidio permiten la realización de una diversidad amplia de actividades que, en la mayoría de los casos, consideran explícitamente el concepto de desarrollo sostenible, pero tienen problemas para llevarlo a la práctica. Se requieren esfuerzos institucionales para lograr la convergencia y la consistencia de los programas y evitar duplicidades y contraposiciones en el marco de una visión integral del desarrollo sostenible. Se reconocen que diversos subsidios ofrecidos por instituciones como Sagarpa, Sedesol, Sedatu y CDI tienen efectos negativos, ya que fomentan la adquisición de animales, el crecimiento de superficies agrícolas y la generación de infraestructuras vinculadas con actividades agrícolas y ganaderas que ponen en desventaja las superficies de vocación forestal.