ESTADO
Capítulo 3: El Estado
Introducción y ejemplos de diferentes tipos de Estados
El capítulo inicia destacando que todos los países mencionados (China,
EE.UU., Francia, Australia, Suiza, Jordania y Mónaco) son Estados soberanos
reconocidos internacionalmente, pero presentan diferencias sustanciales en
su historia, estructura y funcionamiento.
China: Estado "natural", con historia milenaria, que se desarrolló
de forma casi orgánica, y que se espera que sea la economía
líderpara mediados del siglo XXI.
Estados Unidos: Estado "auto-inventado", surgido de un contrato
constitucional en el siglo XVIII, con una historia relativamente corta
pero con gran influencia global.
Francia: Estado "nación", con identidad homogénea basada en
una lengua y cultura comunes, y con una historia de monarquía
absoluta que se transformó en Estado republicano.
Australia, Canadá, Nueva Zelanda: Estados con gobierno
parlamentario y soberanía formal, pero en algunos casos con
monarquía constitucional, donde la reina del Reino Unido es jefe de
Estado.
Suiza: Estado "poliestatal", compuesto por cantones con
autonomía significativa.
Jordania: Estado "heteroinventado", creado por Gran Bretaña, con
una monarquía enraizada en un linaje árabe.
Mónaco: Microestado "familiar", con soberanía dependiente de la
dinastía Grimaldi, sin ejército ni moneda propia, y con una
estructura muy particular.
Estos ejemplos ilustran que existen distintas formas de Estado, pero todos
comparten ciertos elementos básicos.
Definición y características del Estado
El capítulo propone entender al Estado como la manifestación
institucionalizada del poder político. La institucionalización implica la
formalización de reglas, rutinas, relaciones impersonales y la creación de un
marco estable para ejercer autoridad y poder en una sociedad.
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Definición y Concepto de Estado: El Estado es la forma suprema de
organización política, caracterizado por la institucionalización del poder
político, el monopolio legítimo de la violencia y la soberanía sobre un
territorio.
Diferencias en las formas de Estado:
o Estado "natural" (ej. China): aquel que surge de procesos
históricos largos y orgánicos.
o Estado "auto-inventado" (ej. EE.UU.): que se crea a través de
contratos y acuerdos políticos.
o Estado "nación" (ej. Francia): que busca la homogeneización
cultural y lingüística.
o Estado "heterocéfalo" (ej. Australia): con una autoridad
central y otras con cierta autonomía.
o Estado "poliestatal" (ej. Suiza): formado por múltiples
unidades con autonomía.
o Estado "heteroinventado" (ej. Jordania): creado por
potencias externas y con una identidad artificial.
o Microestado "familiar" (ej. Mónaco): muy pequeño, con
estructuras específicas y dependencia de otros países.
El capítulo señala que, pese a las diferencias, todos ellos son
manifestaciones del concepto de Estado, que será analizado en sus distintas
dimensiones.
El concepto de Estado y el poder social
Siguiendo a Gianfranco Poggi y Norberto Bobbio, el Estado se define como la
forma institucionalizada del poder político, que es una de las tres
formas principales de poder social, junto con el económico y el ideológico.
Poder social: capacidad de algunas personas para movilizar a
otros y superar diferencias, en función de recursos o influencias.
Tres categorías de recursos del poder social:
1. Económico: control de bienes y recursos escasos que
inducen conductas.
2. Ideológico (o normativo): influencia a través de ideas,
valores y autoridad moral o cultural.
3. Político: uso de recursos coercitivos, como armas y
violencia física, para ejercer control y coerción, siendo en
sentido estricto, poder coercitivo.
Aristóteles: ya conceptualizaba la sociedad en términos de
productores (estómago), guerreros (corazón) y pensadores
(cabeza). Max Weber, en su análisis, destaca que el poder político
tiene primacía sobre otros tipos de poder, ya que implica la
capacidad de ejercer violencia y coerción legítima.
Tras la visión de Aristóteles, que conceptualizaba la sociedad en términos
de productores, guerreros y pensadores, la idea de Estado se fue
enriqueciendo con aportes de diversos pensadores y teóricos que buscaron
entender su naturaleza, funciones y formas de organización.
Norberto Bobbio y Gianfranco Poggi: el Estado como
institucionalización del poder político
Bobbio, siguiendo a Poggi, propone que el Estado es la manifestación
institucionalizada del poder político. Es decir, el Estado representa la
forma en que una sociedad concreta organiza y regula el ejercicio del poder
político de manera estable y duradera. La institucionalización implica que
las relaciones de poder se formalizan y rutinizan, creando reglas y
procedimientos que aseguran la continuidad y previsibilidad del ejercicio del
poder.
El poder social y sus recursos
Para comprender qué es el Estado, es fundamental entender qué es el
poder social, que se divide en tres tipos de recursos:
Económico: control de bienes escasos, que permite inducir
comportamientos a través de la posesión o distribución de recursos
materiales.
Ideológico (o normativo): influencia a través de ideas, valores,
creencias y autoridad moral que ejercen las instituciones o líderes
que gozan de autoridad en la sociedad.
Político: capacidad de ejercer violencia física o coerción, que en
su forma más pura se asocia con el uso legítimo de la fuerza, es
decir, el monopolio de la violencia dentro de un territorio.
El Estado, en su esencia, es la organización que ejerce el poder político
coercitivo de manera legítima, controlando y regulando el uso de la
violencia y estableciendo reglas de convivencia.
El Estado como fenómeno de institucionalización
La institucionalización del poder político en el Estado tiene varias
características:
Rutinización: las reglas y roles del ejercicio del poder se vuelven
sistemáticos y predecibles.
Formalización: las relaciones sociales y políticas se basan en
leyes, reglamentos y procedimientos oficiales.
Despersonalización: las relaciones dejan de depender de
individuos específicos y se vuelven impersonales, con reglas que
rigen la conducta.
Legitimidad: el Estado busca que su ejercicio del poder sea
aceptado social y políticamente, sustentado en la ley y en la
autoridad reconocida.
Estas características garantizan la estabilidad del sistema político,
permitiendo que las instituciones funcionen de manera continua, aunque
también pueden generar rigidez o dificultades para adaptarse a cambios
rápidos o nuevos desafíos.
El Estado en la historia y su evolución
El concepto de Estado ha evolucionado a lo largo del tiempo, adaptándose a
las diferentes formas de organización social y política:
Estados feudales y absolutistas: en épocas pasadas, el poder
estatal era fragmentado y dependiente de relaciones de lealtad
personal o monárquica.
Estado moderno: surge con la consolidación de la autoridad
centralizada, el monopolio de la violencia legítima (como lo definió
Max Weber), y la creación de leyes nacionales.
Estado-nación: en el siglo XIX, se consolidan los Estados en torno
a una identidad cultural, lingüística y territorial común,
promoviendo la homogeneización y la integración social.
El Estado también ha sido visto como un instrumento de integración
social, un agente de regulación económica y un garante de derechos
y libertades.
Funciones y características esenciales del Estado moderno
Monopolio de la violencia legítima: solo el Estado puede
ejercer violencia física y coercitiva en su territorio.
Legitimidad y autoridad: su ejercicio del poder debe ser
aceptado por la sociedad, sustentado en leyes y en la aceptación
social.
Soberanía: el Estado tiene autoridad suprema dentro de su
territorio y en sus relaciones internacionales.
Capacidad de regulación: puede dictar leyes, establecer
políticas públicas y administrar recursos.
Función de protección: defensa del territorio, mantenimiento del
orden público y garantía de derechos.
Las transformaciones y desafíos contemporáneos
En la actualidad, el Estado enfrenta múltiples desafíos:
Globalización: limita su capacidad de decisión y soberanía frente
a actores internacionales y multinacionales.
Crisis de legitimidad: en algunos casos, la ciudadanía cuestiona
la autoridad del Estado, exigiendo mayor participación y
transparencia.
Transformaciones tecnológicas: nuevas formas de
comunicación y control que modifican las relaciones de poder.
Diversidad y pluralismo: la necesidad de gestionar identidades
múltiples y conflictos sociales.
Nuevos actores internacionales: instituciones supranacionales
y acuerdos que afectan la autonomía del Estado.
El Estado, por tanto, no es una estructura estática, sino que debe adaptarse
a estos cambios para mantener su función de organización política y social.
¿Quieres que profundice en alguna de estas áreas específicas o en alguna
corriente teórica que analice el Estado?
1. El Estado como fenómeno relativamente reciente
La historia de la humanidad estuvo marcada por formas de
organización política distintas, como los imperios y las ciudades-
Estado, que no tenían las características del Estado moderno.
Según Hall e Ikenberry, el Estado no ha sido una constante en la
historia, sino un fenómeno que se desarrolló principalmente desde
el siglo XVII en Europa y posteriormente en otros continentes.
2. Formas previas de organización política
Imperios: Se caracterizaban por su carácter expansivo y
excluyente; buscaban conquistar y absorber territorios y
poblaciones.
Ciudades-Estado: Aunque no gozaban de plena soberanía,
compartían cierta autonomía y estaban subordinadas a imperios,
buscando protección a cambio de lealtad.
Similitudes con el Estado moderno: Ambos reflejaban
relaciones impersonales y no se basaban únicamente en lazos de
sangre, sino en relaciones de autoridad y poder institucional.
3. Orígenes en Mesopotamia y las primeras organizaciones
estatales
En Asia Menor, especialmente en Mesopotamia (actual Irak),
surgieron las primeras formas de organización social y política,
acompañadas del desarrollo de la escritura y las ciudades.
La transición de sociedades nómadas a sedentarias agrícolas fue
crucial para la aparición del Estado, ya que favoreció la
infraestructura y la centralización del poder.
La agricultura irrigada, con cultivos como dátiles, olivos, arroz y
cereales, permitió la imposición de tributos y la consolidación del
control sobre territorios delimitados.
4. Condiciones socioeconómicas y políticas que favorecieron la
formación del Estado
La sedentarización y la agricultura estable permitieron el desarrollo
de infraestructuras (como sistemas de irrigación) que facilitaron la
administración y el control territorial.
La acumulación de recursos y la infraestructura agrícola generaron
condiciones para la centralización del poder y la imposición fiscal.
5. Religión y militarización en el ejercicio del poder
La religión jugó un rol crucial como justificación de la autoridad y
legitimidad del poder en sociedades complejas.
La autoridad divina se utilizó para consolidar el dominio estatal.
Paralelamente, se produjo un crecimiento en las organizaciones
militares, necesarias para defender el territorio y mantener el
orden interno.
Desde entonces, Estado y fuerza militar están estrechamente
vinculados.
6. El sistema interestatal y la competencia por territorios
Los Estados no son entidades aisladas, sino que forman sistemas
en los que compiten por recursos y población.
En Europa, desde el año 1000 d.C., este sistema tomó forma y se
extendió en los siguientes siglos, desplazando otros sistemas
interesatales en Asia y Oriente Medio.
La formación de los Estados europeos fue un proceso de guerra y
conquista, donde los controladores de medios de coerción
(ejércitos, flotas, fuerza policial) buscaron expandir su dominio.
7. El proceso de formación del Estado europeo (según Tilly)
Los líderes que controlaban recursos de coerción intentaban
expandir su poder territorial y poblacional.
Cuando no encontraban rivales con fuerza equivalente,
conquistaban; cuando sí, recurrían a la guerra.
La guerra y la preparación militar condicionaron toda actividad de
gobierno, ya que la supervivencia del Estado dependía de la
capacidad de extraer recursos de la sociedad (hombres, armas,
dinero).
8. Diferentes caminos de desarrollo en Europa
La centralización temprana en Francia (París) permitió la
unificación territorial.
En Alemania, la dispersión de capital y poder en varias ciudades
llevó a un proceso tardío de unificación, ejemplificado por Prusia,
que basó su fuerza en la organización militar.
9. Difusión del Estado europeo por el mundo
La expansión colonial europea, mediante conquista y dominación,
impuso el modelo estatal en América, África, Asia y Oceanía.
La delimitación territorial en estos continentes muchas veces
ignoró las realidades sociales y étnicas preexistentes,
fragmentando o agrupando comunidades de manera arbitraria.
Pese a críticas y movimientos independentistas, la estructura
estatal europea prevaleció y se consolidó internacionalmente
especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, con
reconocimiento mutuo entre Estados.
10. El Estado en América Latina
En Europa, la formación del Estado fue resultado de guerras de
expansión y centralización, mientras que en América Latina, la
historia fue diferente.
La colonización española organizó los territorios en virreinatos
(Nueva España, Perú, Nueva Granada, Río de la Plata), que eran
unidades administrativas con cierta autonomía.
Tras las guerras de independencia (siglo XIX), estos virreinatos se
fragmentaron en múltiples Estados independientes, en un proceso
marcado por conflictos internos y una débil consolidación.
La fragmentación territorial favoreció la creación de Estados
débiles, despóticos y con poca infraestructura, en contraste con los
procesos de centralización en Europa.
Resumen final
El Estado moderno surge en un contexto histórico de cambio social,
económico y político, desde las primeras civilizaciones en Mesopotamia
hasta su consolidación en Europa en la Edad Moderna. La relación entre
guerra, religión, infraestructura agrícola y control militar fue fundamental en
su formación. La expansión europea llevó este modelo a otros continentes,
donde en muchos casos se impuso sin respetar las realidades sociales y
étnicas preexistentes, generando estructuras estatales que en América
Latina, en particular, resultaron en Estados fragmentados y débiles tras la
independencia.
CLASE 3 Max weber
Definición del estado
Asociación humana de dominación política obligatoria.
Un grupo de personas que se une con un fin de dominación que debe
entenderse la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato en este
caso política que es todo esfuerzo humano orientado a la modificación del
poder obligatoria, es decir; que reclama con éxito el monopolio de la fuerza
legitima en contra de quien no quiera acatar los mandatos.
Tipos de dominación
Tres tipos de dominación legitima :
Dominación tradicional:
Se basa en la creencia en la santidad de las costumbres y
tradiciones, donde la obediencia se justifica por la antigüedad y la
legitimidad de estas prácticas.
Dominación carismática:
Se basa en la fe en el líder, quien es considerado excepcional o
sagrado. La obediencia se deriva de la admiración y la creencia en
las cualidades extraordinarias del líder.
Dominación legal-racional:
Se basa en normas legales y procedimientos formales, donde la
autoridad se justifica por la racionalidad y la legalidad de las leyes y
las reglas. La burocracia es un ejemplo de este tipo de dominación.
Resumen detallado sobre la formación del Estado moderno
El Estado contemporáneo, tal como lo conocemos, es un fenómeno
relativamente reciente en la historia de la humanidad. Antes de su
surgimiento, predominaban formas de organización política como los
imperios, las ciudades-Estado y comunidades pequeñas, que no poseían
plena soberanía ni las características del Estado moderno. Según Hall e
Ikenberry, durante la mayor parte de la historia, el Estado no existió como
una estructura dominante.
Orígenes del Estado y sus antecedentes
Las primeras formas de organización estatal surgieron en la región de
Mesopotamia, en Asia Menor, tras la transición de sociedades nómadas a
sedentarias agrícolas. La agricultura organizada, con infraestructuras como
sistemas de irrigación, permitió la acumulación de recursos y la imposición
de tributos, creando las condiciones para la centralización del poder político.
La sedentarización y la agricultura intensiva facilitaron la formación de
infraestructuras que proyectaron poder sobre territorios delimitados.
Factores que consolidaron al Estado
El ejercicio del poder en sus etapas iniciales fue despótico, pero la
complejidad social y el aumento de población requirieron nuevas formas de
legitimidad, siendo la religión un recurso fundamental para legitimar la
autoridad. La autoridad divina sirvió para consolidar el dominio estatal.
Paralelamente, el crecimiento de las fuerzas militares fue esencial para
proteger el territorio y mantener el orden interno, estableciendo una
relación inseparable entre Estado y fuerza armada.
El sistema interestatal y su formación en Europa
Los Estados formaron sistemas interestatales, compitiendo por territorio y
recursos. En Europa, desde el año 1000 d.C., este proceso se consolidó
mediante guerras y conquistas, donde los líderes controladores de medios
de coerción (ejércitos, flotas, fuerzas policiales) buscaban expandir su
dominio. Cuando no encontraban rivales con poder equivalente,
conquistaban; si los enfrentaban, se guerreaba. La guerra y la preparación
militar condicionaron toda actividad gubernamental, ya que el Estado debía
extraer recursos de la sociedad para sostener guerras y expandirse.
Modelos de formación del Estado en Europa
Ejemplos como Francia y Alemania ilustran diferentes caminos hacia la
consolidación estatal:
En Francia, la centralización temprana en París facilitó la expansión
hacia el resto del territorio.
En Alemania, la dispersión de capital en varias ciudades llevó a
una unificación tardía, basada en la organización militar, como en
el caso de Prusia.
La formación del Estado europeo fue un proceso de expansión y
consolidación que se extendió a través de conflictos bélicos y alianzas,
logrando un control territorial cada vez mayor.
Difusión global del modelo estatal europeo
Este modelo fue exportado a otros continentes mediante conquista y
dominación colonial. En América, África, Asia y Oceanía, las potencias
europeas trazaron límites territoriales sin respetar las realidades sociales,
étnicas y culturales preexistentes. Estas fronteras muchas veces agruparon
comunidades diversas o dividieron comunidades similares, generando
Estados con profundas desigualdades internas. La organización estatal
impuesta se mantuvo en gran medida después de los procesos de
independencia, consolidándose especialmente tras la Segunda Guerra
Mundial, cuando la mayoría de los países lograron formalmente su
independencia y reconocimiento mutuo.
La formación del Estado en América Latina
En contraste con Europa, la formación del Estado en América Latina fue
marcada por una historia de conquista, colonización y fragmentación. La
organización colonial española se estructuró en virreinatos (Nueva España,
Perú, Nueva Granada, Río de la Plata) y capitanías generales. Tras las
guerras de independencia en el siglo XIX, estas regiones se fragmentaron
en múltiples Estados débiles, caracterizados por despoticismo y poca
infraestructura. La guerra en la región fomentó la fragmentación y la
creación de Estados débiles y despóticos, en contraste con el proceso
europeo de centralización y consolidación.
Conclusión
El Estado moderno surgió en un contexto de cambios socioeconómicos,
militares y religiosos en Europa, consolidándose a través de guerras,
centralización del poder y la legitimación religiosa. Su expansión mundial se
dio mediante conquista y colonización, imponiendo un modelo que en
muchas ocasiones no respetó las realidades sociales preexistentes. En
América Latina, la historia fue diferente, marcada por fragmentación,
conflictos internos y Estados débiles tras la independencia. La formación del
Estado, por tanto, tiene diferentes caminos y resultados según las regiones
y sus contextos históricos.
CLASE 4 Charles Tilly
El texto presenta un análisis sobre la relación entre la guerra, la
construcción del Estado y el crimen organizado, centrado en la experiencia
europea de los últimos siglos. El autor, Charles Tilly, argumenta que la
visión de los creadores de guerra y constructores del Estado como agentes
coercitivos y empresarios egoístas se asemeja más a la realidad que otras
perspectivas idealistas.
Tilly ilustra la analogía entre la guerra y la construcción del Estado con el
crimen organizado, examinando el papel de la violencia organizada en la
formación de los Estados nacionales. Se destaca la interdependencia entre
la guerra, la extracción de recursos y la acumulación de capital en la
configuración de los Estados europeos.
El autor también explora la doble acepción de la "protección", que puede
ser vista tanto como un refugio contra el peligro como un negocio de
chantaje. Se plantea cómo los gobiernos pueden actuar de manera similar a
los chantajistas al simular o inventar amenazas para justificar la extracción
de recursos de sus ciudadanos.
La producción de violencia, según Lane, facilitó
la creación de grandes economías de escala.
Partiendo desde este punto, Lane distinguió entre: (a) el beneficio del
monopolio, o
tributo, que llega a los que controlan los medios de producción de violencia
como resultado de
la diferencia entre los costes de producción y el precio exacto que pagan los
“clientes” y, (b) el pago de la protección más elevado para aquellos clientes
– por ejemplo, comerciantes – que
deseen una protección efectiva contra los competidores externos.
Lane precisó sobre el distinto comportamiento que debemos esperar de las
autoridades
de un gobierno, que presta protección, según quién dirija dicho gobierno:
1. Ciudadanos en general
2. Un monarca que actúa en su propio beneficio
3. Las propias autoridades
Si los ciudadanos en general ejercen un verdadero control sobre el gobierno
– ¡ideal
inalcanzable! – deberíamos esperar que las autoridades redujeran los costes
de la protección y el tributo, maximizando el pago de la protección. Un
monarca que actúa en su propio beneficio,
sin embargo, maximizaría el tributo. El primer modelo se aproxima
a una democracia jeffersoniana, el segundo a un despotismo mezquino, y el
tercero a una junta
militar.
Lane no incluyó la evidente cuarta categoría que podría encargarse de la
dirección de un
gobierno, esto es, la clase dominante.
Lane también sugirió que la lógica de la situación provocó la sucesión de
cuatro etapas
en la historia general del capitalismo:
1. Un periodo de anarquía y pillaje.
2. Una etapa en la cual los cobradores del tributo atrajeron clientes y
establecieron sus
monopolios, luchando para crear estados exclusivos y sólidos.
3. Una etapa en la que los comerciantes y propietarios comenzaron a
obtener más
beneficios con el pago de la protección de lo que las autoridades ganaban
con el
tributo.
4. Un periodo (bastante reciente) en el cual los cambios tecnológicos
sobrepasaron los
pagos de la protección como fuentes de beneficio para los empresarios.
Tilly examina la monopolización de la violencia por parte de los gobiernos y
cómo esto influye en la provisión de protección. Se discute la transición
desde los bandidos y piratas hasta los reyes, a través de los recaudadores
de impuestos y soldados profesionales, y cómo se fue estableciendo la
distinción entre violencia "legítima" e "ilegítima".
Cómo se formaron los estados
Este análisis, si es correcto, tiene dos importantes implicaciones para el
desarrollo de los estados
nacionales. La primera, que la resistencia popular a la guerra y a la
construcción del estado
fueron determinantes. Cuando la gente de la calle se resistió tenazmente,
las autoridades
hicieron concesiones: garantía de derechos, instituciones representativas,
tribunales de
apelación. Aquellas concesiones, cuando tuvieron lugar, se convirtieron en
obstáculos para la
guerra y la construcción del estado.
La segunda, el relativo equilibrio entre la guerra, la protección, la extracción
y la
construcción del estado afectó significativamente a la organización de los
estados que surgieron
de estas cuatro actividades. En el momento en el que la guerra se llevó a
cabo, por ejemplo, con
una relativamente menor extracción, protección o construcción del estado,
las fuerzas militares
gozaron de una mayor y más autónoma participación en la política nacional.
El texto describe cómo las relaciones externas influenciaron la configuración
de los estados nacionales en Europa. Inicialmente, la distinción entre lo
interno y lo externo era difusa, pero con el tiempo tres factores
interrelacionados conectaron a los estados:
1. Flujo de recursos: Préstamos y provisiones, especialmente para la
guerra.
2. Rivalidad entre estados: Competencia por la hegemonía en
territorios disputados, lo que impulsaba la guerra y mezclaba
procesos de guerra, construcción del estado y extracción.
3. Coaliciones de estados: Alianzas temporales, tanto en guerra
como en paz, para influir en el comportamiento de otros estados.
Las coaliciones de paz, desde 1648, fueron clave para reorganizar el
sistema europeo, reduciendo el número de estados tras cada gran guerra.
La guerra como relaciones internacionales
Bajo estas premisas, la guerra se convirtió en una circunstancia normal del
sistema internacional
de estados y en el medio habitual para defender o mejorar una posición en
el sistema.
Si aceptamos aquella frágil distinción entre procesos de construcción del
estado
“internos” o “externos”, entonces debemos esquematizar la historia de la
construcción del estado europeo en tres etapas: (a) el diferente éxito de
algunos de los titulares de poder en las
luchas “externas” marca la diferencia entre un marco “interno” o “externo”
para el uso de la
violencia; (b) la rivalidad “externa” genera la construcción “interna” del
estado; (c) los acuerdos
“externos” entre estados tienen cada vez más influencia en la forma y el
lugar en el se encuentra
cada estado en el sistema internacional.
El texto también aborda el proceso de desarme de los señores feudales y la
consolidación del monopolio de la violencia por parte de los monarcas. Se
destaca la importancia de la colaboración de los magnates locales en la
administración de los territorios y las estrategias utilizadas por los gobiernos
para reducir su dependencia de este apoyo indirecto.
Finalmente, el autor analiza el concepto de la protección como un negocio,
retomando las ideas de Frederic Lane sobre la venta de protección por parte
de los gobiernos y la lógica económica que subyace a este proceso.
Clase 6 ROGONINI
Contexto y autora
Gloria Regonini es una politóloga italiana que centra sus estudios en cómo
se diseñan, implementan y evalúan las políticas públicas.
Su enfoque parte de la necesidad de superar las explicaciones normativas o
exclusivamente institucionales y pasar a entender la complejidad real de la
acción estatal.
2. Críticas al modelo clásico del análisis de políticas
2.1. Crítica al modelo racional
El modelo racional plantea que:
El Estado define metas claras.
Recolecta información completa.
Evalúa todas las opciones posibles.
Elige la mejor según criterios objetivos.
Regonini cuestiona esto por alejarse de la realidad:
En la práctica, los actores no tienen información completa.
Las metas son ambiguas o conflictivas.
Las decisiones no siempre se toman siguiendo criterios técnicos.
2.2. Rechazo del “ciclo de políticas” tradicional
El enfoque secuencial (formulación → implementación → evaluación) no
representa cómo realmente funcionan las políticas públicas.
En la práctica:
Las fases se superponen.
Las políticas pueden redefinirse mientras se implementan.
No hay una lógica lineal ni etapas claramente delimitadas.
3. Características del enfoque de Regonini
3.1. Incertidumbre
La incertidumbre es una condición estructural del proceso de toma de
decisiones públicas.
Los actores no pueden anticipar todos los efectos de una política.
Las políticas producen resultados no previstos (efectos secundarios,
resistencias, adaptaciones).
3.2. Conocimiento experto y su ambigüedad
Aunque el conocimiento técnico es necesario, no es suficiente.
Los expertos muchas veces discrepan entre sí.
La evidencia científica puede ser ignorada, manipulada o reinterpretada por
actores políticos.
3.3. La política como negociación
Las políticas son el resultado de negociaciones entre actores con intereses
diversos (políticos, técnicos, grupos sociales, etc.).
No hay un único actor racional, sino una pluralidad de racionalidades que
compiten.
3.4. El papel de la información
La información no solo sirve para tomar decisiones mejores, sino que puede
usarse como instrumento de poder.
Regonini resalta el uso estratégico de la información:
Para justificar decisiones.
Para persuadir o manipular.
Para ganar legitimidad.
3.5. Instrumentos de política y su lógica política
Los instrumentos (subsidios, leyes, campañas, sanciones) no son neutrales.
Su elección y aplicación responden a intereses políticos.
Pueden producir efectos simbólicos (más que efectivos) y generar
resistencias.
4. Implicancias metodológicas para el análisis de políticas
4.1. Enfoque empírico y contextual
Regonini propone estudiar casos reales, concretos y situados.
La comparación entre casos debe ser sensible a los contextos políticos,
sociales y culturales.
4.2. Evitar recetas universales
No existen soluciones “copy-paste” ni mejores prácticas aplicables a
cualquier lugar.
Cada política pública debe entenderse dentro de su dinámica particular.
4.3. Modestia epistemológica
El analista debe reconocer los límites de su capacidad para prever y
controlar.
En vez de buscar predicciones, debe comprender procesos y relaciones de
poder
5. Conclusión general
Gloria Regonini aporta una visión crítica, pragmática y flexible del análisis
de políticas públicas.
Enfatiza la complejidad, incertidumbre y politización del policymaking.
Su enfoque invita a repensar el rol del conocimiento, de los expertos y de la
política misma en el diseño e implementación de las políticas públicas.
CLASE 6 ISUANI
1. Introducción: La pregunta central
El texto parte de una pregunta provocadora: ¿Es el Estado de Bienestar (EB)
o el Estado Keynesiano (EK) el responsable de la crisis de los años 70?
Para responderla, Isuani distingue claramente entre ambos conceptos y
analiza sus orígenes, funciones, evolución y efectos en la economía
capitalista.
2. Estado de Bienestar (EB)
El documento señala tres razones principales que explican la expansión del
Estado de Bienestar (EB):
1. Mantenimiento del orden social: El surgimiento de la "cuestión
social", es decir, el movimiento obrero como actor político y social, y
los conflictos reales o potenciales en las sociedades capitalistas
impulsaron la creación de políticas estatales para evitar disrupciones
sociales.
2. Legitimación y apoyo político: La extensión del sufragio y la
competencia política llevaron a diversos actores políticos,
independientemente de su orientación ideológica (conservadores,
liberales y socialistas), a promover el desarrollo del EB como una
forma de ganar legitimidad y apoyo.
3. Democratización creciente: El proceso de democratización social y
política incentivó la creación de instituciones del EB para responder a
las demandas de igualdad y seguridad de la población, especialmente
en contextos de industrialización y urbanización.
2.1. Concepto y funciones
Conjunto de instituciones públicas que buscan:
Mejorar la calidad de vida.
Reducir desigualdades generadas por el mercado.
Actúa sobre la distribución secundaria del ingreso, mediante:
Transferencias directas (pensiones, subsidios).
Transferencias indirectas (subsidios a productos básicos).
Provisión de bienes (alimentación, educación, salud).
Regulaciones laborales y ambientales.
2.2. Orígenes históricos
Las primeras formas de asistencia provienen de la Edad Media, a cargo de la
Iglesia.
Con el capitalismo, surgen políticas públicas para evitar disrupciones
sociales (Leyes de Pobres en Inglaterra).
Ruptura con la beneficencia: Otto von Bismarck introduce el seguro social
en el siglo XIX.
Las instituciones del EB estaban bastante desarrolladas incluso antes de la
Segunda Guerra Mundial.
2.3. Lógica de desarrollo
Dos motores principales:
1. Orden social: contener la movilización obrera.
2. Competencia política: necesidad de legitimación democrática.
El EB no fue promovido por una única ideología: liberales, conservadores y
socialistas participaron en su construcción.
2.4. Del seguro a la igualdad
Inicialmente centrado en la seguridad, no en la igualdad.
A partir de los años 40, con la guerra y la posguerra, se fortalecen
elementos de solidaridad nacional y equidad.
En la posguerra, con el crecimiento económico, el EB se expande
fuertemente.
3. Estado Keynesiano (EK)
3.1. Concepto y funciones
Surge como respuesta a la Gran Depresión.
Se consolida en la segunda posguerra.
Busca regular el ciclo económico y garantizar la acumulación de capital.
Se ocupa de la distribución primaria del ingreso (antes de impuestos).
Utiliza herramientas como:
Política fiscal (gasto público).
Política monetaria (control del dinero).
Política crediticia (estimulación de la inversión).
3.2. Diferencias con el EB
Aspecto Estado del bienestar Estado keynesiano
Origen Político-social Económico
Campo de acción Redistribución Producción/inversión
(secundaria) (primaria)
Instrumentos Rígidos (derechos Flexibles (anticíclicos)
garantizados)
Objetivo Seguridad / equidad Pleno empleo /
estabilidad
3.3. Resultados en la posguerra
Crecimiento económico constante.
Difusión de la prosperidad.
Altos niveles de empleo y salarios.
Rol clave del Estado en la planificación y regulación.
4. Naturaleza de la crisis de los años 70
4.1. Indicadores económicos negativos
Caída de la producción y productividad.
Aumento de la inflación y el desempleo (estancamiento con inflación:
stagflation).
Crisis de acumulación: falta de inversión.
4.2. Explicaciones económicas
Crisis del sistema monetario internacional: exceso de emisión en EE.UU. por
la guerra de Vietnam.
Crisis del petróleo (1973): alza del precio de materias primas.
Dificultades en la coordinación macroeconómica entre países.
4.3. Hipótesis sociológicas
Hipótesis débil: Redistribución del ingreso del capital al trabajo redujo la
inversión (no hay evidencia empírica clara).
Hipótesis fuerte:
El pleno empleo debilitó el “disciplinamiento” del desempleo.
Los asalariados fortalecieron su poder de negociación.
Se volvió más difícil contener las presiones distributivas.
La inflación reemplazó a la recesión como mecanismo de ajuste.
5. Evaluación de responsabilidades
5.1. Estado Keynesiano (EK)
Responsable principal:
Suprimió el desempleo como herramienta de disciplina social.
Fortaleció el poder político de los asalariados.
Generó condiciones para la lucha distributiva vía inflación.
5.2. Estado de Bienestar (EB)
Responsabilidad secundaria:
Introduce ciertas rigideces (protección al empleo).
El gasto social es difícil de reducir en contextos de crisis.
Sin embargo:
No hay evidencia de que el gasto social cause inflación.
El seguro de desempleo incluso creció durante la crisis.
El EB resultó más funcional para la legitimación democrática.
6. Estrategia conservadora frente a la crisis
Objetivo: Restaurar la lógica de acumulación
Atacar el Estado Keynesiano:
Renunciar al pleno empleo.
Evitar políticas fiscales expansivas.
Priorizar la disciplina monetaria (monetarismo).
No destruir completamente el Estado de Bienestar, sino:
Reformarlo (privatizaciones, flexibilidad laboral).
Degradar la calidad de los servicios (educación, salud).
Reducir su rol redistributivo.
7. Conclusiones finales
El EK creó condiciones que afectaron la acumulación capitalista.
El EB es anterior al EK y puede sobrevivir sin él.
Aunque cuestionado, el EB cumple funciones esenciales de legitimación.
La solución conservadora —reducir el Estado— no resuelve los problemas
estructurales del capitalismo moderno.
Desmantelar el EK sin desmontar el EB es la vía conservadora para “ajustar”
sin romper el pacto democrático.