1
VALORAMOS LA IDENTIDAD CULTURAL
En tiempos en que las culturas originarias siguen siendo desvalorizadas por discursos
centralistas y globales, es fundamental reflexionar sobre la importancia y el valor de la identidad
cultural como elemento clave para la representación de los pueblos andinos. El Perú, un país
marcado por una gran diversidad cultural, ha sabido mantener viva su riqueza a pesar de la
discriminación. Muchas comunidades en Lima y otras zonas siguen marginando a los andinos
por su cultura, mientras que algunos peruanos se avergüenzan de sus propias raíces,
costumbres y religiones.
Debería ser todo lo contrario: los peruanos deberían sentirse orgullosos de ser parte del
Perú y de su riqueza cultural. Con ayuda de la novela Los ríos profundos, de José María
Arguedas, demostraremos por qué la identidad cultural es importante y valiosa.
Arguedas describió la cultura andina no solo como algo decorativo, sino como una
forma completa de vivir, sentir y comprender el mundo. Para él, la cultura andina no separa al
ser humano del mundo natural, sino que los une. Esta sabiduría, muchas veces despreciada
por la modernidad, es en realidad una fuente de equilibrio ecológico y espiritual.
Hoy en día, la lengua quechua es muy despreciada por muchas personas, pero
quienes la llevan en la sangre demuestran que la identidad cultural está inscrita en su cuerpo.
Este conocimiento heredado fortalece su sentido de pertenencia y les da identidad, dignidad y
propósito.
Uno de los mensajes más importantes de la novela es que no puede haber una
verdadera nación unida si se sigue negando la cultura indígena. Arguedas plantea una
alternativa a la nación criolla oficial: un Perú plural, donde todas las culturas sean reconocidas y
respetadas. La cultura debe ser un puente, no un muro.
2
Sin embargo, para que eso ocurra, primero se debe valorar lo que durante siglos ha
sido excluido. En la novela, el personaje de Ernesto expresa el siguiente pensamiento:
“Los hombres eran diferentes, pero si sus almas se abrían como las flores, podían
entenderse. Así lo sentía yo” (p. 132).
Este pensamiento refleja la esperanza de una integración basada en la empatía, no en
la imposición. Nos muestra que, aunque las personas vengan de culturas diferentes, si abren
su corazón pueden convivir y entenderse.
Aparte de esa reflexión, la novela también muestra cómo los pueblos indígenas, aunque
viven bajo injusticias estructurales, resisten a través de su cultura. En la historia, los andinos se
rebelan contra el abuso de autoridad. Por ser un pueblo andino, se abusa de sus derechos,
pero a pesar del temor, se unen para defenderlos. Así, Los ríos profundos demuestra que la
identidad cultural también es una forma de luchar por el respeto, la justicia y la igualdad.
Finalmente, la metáfora de los ríos profundos representa la fusión de dos culturas: la
occidental y la indígena. Arguedas nos enseña que ambas pueden convivir sin que ninguna
pierda su esencia. La novela nos invita a no renunciar a lo que nos hace únicos, ni a dejar que
nuestra riqueza cultural sea invisibilizada.
José María Arguedas, a través de Los ríos profundos, nos ofrece una obra literaria
profundamente poética y realista que revela el valor y la fuerza de la cultura andina. No se
limita a mostrar una cultura en peligro, sino una que resiste, que vive, que siente y que sigue
siendo el alma del Perú. Su mensaje no solo denuncia la exclusión de los pueblos indígenas,
sino que también reivindica su sabiduría, su conexión con la naturaleza y su profunda
espiritualidad.
La novela deja en claro que no puede construirse una verdadera nación si no se
reconoce y respeta la diversidad cultural del país. La cultura andina no debe verse como un
3
vestigio del pasado, sino como un elemento vivo y esencial para la identidad nacional.
Arguedas nos invita a mirar “desde lo profundo” del país, es decir, desde los pueblos y voces
que han sido históricamente marginadas.
En ese sentido, la obra es también un llamado a la empatía, como se expresa cuando
Ernesto dice:
“Los hombres eran diferentes, pero si sus almas se abrían como las flores, podían
entenderse” (p. 132).
Asimismo, se reafirma la fuerza interior del mundo andino cuando se afirma:
“La verdadera fuerza está en la sangre, en la tierra, en lo más hondo” (p. 117).
Y también se destaca la importancia de la lengua como símbolo de identidad cuando
Arguedas escribe:
“Yo había vivido entre los indios; me parecía que sus voces tenían un poder más grande
que las nuestras” (p. 61).
Estas citas reflejan que el camino hacia una sociedad más justa, respetuosa y unida
pasa por valorar nuestras raíces culturales, y reconocer que en ellas reside nuestra dignidad,
resistencia y propósito. Por eso, hoy más que nunca, valorar la identidad cultural andina es
valorar lo que nos hace verdaderamente peruanos.
Arguedas, J. M. (1958). Los ríos profundos. Lima: Editorial Losada. Arguedas, J. M.
(1958).
Arguedas, J. M. (1978). Los ríos profundos (2ª ed.). Lima: Editorial Horizonte.
Arguedas, J. M. (2001). Los ríos profundos (Edición conmemorativa). Lima: Editorial
Peisa.