Mateo Biblia Reina Valera 1960
Mateo Biblia Reina Valera 1960
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Mateo INTRO1:1
EL SANTO EVANGELIOSEGÚNSAN MATEO
INTRODUCCIÓN
Autor y objeto del evangelio
Con notable unanimidad , la tradición de la iglesia ha atribuido desde el s. II la composición de este
evangelio a Mateo el publicano (9.9; 10.3), llamado también Leví, hijo de Alfeo (Mr. 2.14; Lc. 5.27),
el recaudador de tributos públicos a quien Jesús llamó y unió al grupo de sus discípulos (10.1-4;
Mr. 3.13-19; Lc. 6.13-16).
Se ha dicho que Mateo (Mt) es por excelencia el evangelio de la iglesia. Escrito para instruir acerca
de Jesucristo al nuevo pueblo de Dios, se ofrece ante el lector como un texto de estructura
básicamente didáctica .
Características teológicas y literarias
Es evidente que Mateo está más interesado en recopilar y presentar en su obra el pensamiento de
Jesús que en dotarla de un contenido puramente narrativo. Consecuencia de este enfoque es que
el evangelista nos haya transmitido un enriquecedor cuadro de la cristología de la iglesia primitiva ,
cuadro que podría resumirse en cuatro puntos fundamentales :
(1) Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, es el Mesías esperado por el pueblo judío.
(2) En Jesús, descendiente de David (1.6; 20.30-31; 21.9), se cumplen las profecías mesiánicas del
AT.
(3) El pueblo judío no llegó a comprender cabalmente la categoría espiritual ni la profundidad de la
obra realizada por Jesús en obediencia perfecta a la voluntad de Dios.
(4) El rechazo de Jesús, el Cristo, por parte del judaísmo palestino , proyectó el mensaje evangélico
al mundo gentil, revelando de ese modo su sentido universal.
Rasgo característico de este primer evangelio es su continua referencia al AT, con el objeto de
demostrar que las Escrituras tienen su pleno cumplimiento en Jesús (1.22-23; 2.15,17-18,23; 4.14-
16; 8.17; 12.17-21; 13.35; 21.4-5; 27.9-10). Mateo, más que Marcos y Lucas prodiga las citas de la
ley y los Profetas (5.17,18; 7.12; 11.13; 22.40) y, con frecuencia, da fe de tradiciones y prácticas
religiosas judías vigentes en la época (cf., entre otros , 15.2; 23.5,16-23).
También nos presenta Mateo a Jesús como el intérprete infalible de las Escrituras. Él es el
Maestro sin igual, que desde la verdad y la autenticidad descubre lo falso de ciertas actitudes
humanas aparentemente piadosas, pero en realidad llenas de avidez por recibir el público aplauso
(6.1). Recuérdese al respecto la crítica de Jesús al reparto de limosnas a toque de trompeta (6.2-
4), a la engreída ostentación de las oraciones callejeras (6.5-8; 23.14) y a la hipocresía de los
ayunos practicados con el afán primordial de impresionar a la gente (6.16-18).
Especialmente interesante es el tratamiento que Mateo da al aspecto pedagógico de la actividad
de Jesús. Mientras que Marcos y Lucas asocian las palabras del Señor a la ocasión en que fueron
de Jesús. Mientras que Marcos y Lucas asocian las palabras del Señor a la ocasión en que fueron
pronunciadas, Mateo las dispone de modo ordenado. A menudo las reúne en amplias unidades
discursivas , compuestas con objeto de ayudar a los creyentes a aprenderlas de memoria . Cinco de
ellas, muy conocidas , se destacan por su extensión:
El apostolado cristiano
Mateo INTRO1:1
EL SANTO EVANGELIOSEGÚNSAN MATEO
INTRODUCCIÓN
Autor y objeto del evangelio
Con notable unanimidad , la tradición de la iglesia ha atribuido desde el s. II la composición de este
evangelio a Mateo el publicano (9.9; 10.3), llamado también Leví, hijo de Alfeo (Mr. 2.14; Lc. 5.27),
el recaudador de tributos públicos a quien Jesús llamó y unió al grupo de sus discípulos (10.1-4;
Mr. 3.13-19; Lc. 6.13-16).
Se ha dicho que Mateo (Mt) es por excelencia el evangelio de la iglesia. Escrito para instruir acerca
de Jesucristo al nuevo pueblo de Dios, se ofrece ante el lector como un texto de estructura
básicamente didáctica .
Características teológicas y literarias
Es evidente que Mateo está más interesado en recopilar y presentar en su obra el pensamiento de
Jesús que en dotarla de un contenido puramente narrativo. Consecuencia de este enfoque es que
el evangelista nos haya transmitido un enriquecedor cuadro de la cristología de la iglesia primitiva ,
cuadro que podría resumirse en cuatro puntos fundamentales :
(1) Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, es el Mesías esperado por el pueblo judío.
(2) En Jesús, descendiente de David (1.6; 20.30-31; 21.9), se cumplen las profecías mesiánicas del
AT.
(3) El pueblo judío no llegó a comprender cabalmente la categoría espiritual ni la profundidad de la
obra realizada por Jesús en obediencia perfecta a la voluntad de Dios.
(4) El rechazo de Jesús, el Cristo, por parte del judaísmo palestino , proyectó el mensaje evangélico
al mundo gentil, revelando de ese modo su sentido universal.
Rasgo característico de este primer evangelio es su continua referencia al AT, con el objeto de
demostrar que las Escrituras tienen su pleno cumplimiento en Jesús (1.22-23; 2.15,17-18,23; 4.14-
16; 8.17; 12.17-21; 13.35; 21.4-5; 27.9-10). Mateo, más que Marcos y Lucas prodiga las citas de la
ley y los Profetas (5.17,18; 7.12; 11.13; 22.40) y, con frecuencia, da fe de tradiciones y prácticas
religiosas judías vigentes en la época (cf., entre otros , 15.2; 23.5,16-23).
También nos presenta Mateo a Jesús como el intérprete infalible de las Escrituras. Él es el
Maestro sin igual, que desde la verdad y la autenticidad descubre lo falso de ciertas actitudes
humanas aparentemente piadosas, pero en realidad llenas de avidez por recibir el público aplauso
(6.1). Recuérdese al respecto la crítica de Jesús al reparto de limosnas a toque de trompeta (6.2-
4), a la engreída ostentación de las oraciones callejeras (6.5-8; 23.14) y a la hipocresía de los
ayunos practicados con el afán primordial de impresionar a la gente (6.16-18).
Especialmente interesante es el tratamiento que Mateo da al aspecto pedagógico de la actividad
de Jesús. Mientras que Marcos y Lucas asocian las palabras del Señor a la ocasión en que fueron
pronunciadas, Mateo las dispone de modo ordenado. A menudo las reúne en amplias unidades
discursivas , compuestas con objeto de ayudar a los creyentes a aprenderlas de memoria . Cinco de
ellas, muy conocidas , se destacan por su extensión:
El apostolado cristiano
Marcos INTRO1:1
EL SANTO EVANGELIOSEGÚNSAN MARCOS
INTRODUCCIÓN
Importancia del evangelio de Marcos
Este evangelio, segundo de los libros del NT, contiene poco material que no aparezca igualmente
en Mateo y Lucas. Apenas cinco pasajes de Marcos (3.7-12; 4.26-29; 7.32-37; 8.22-26; 14.51-52) y
unos cuantos versículos aislados han quedado sin registrar en los otros dos evangelios. Por esta
razón, durante mucho tiempo no se dio a Marcos (Mc) la importancia teológica y literaria que
realmente tiene.
Sin embargo, desde el s. XIX ha venido afirmándose la idea de que el «segundo evangelio» fue
básico en la preparación de Mateo y Lucas; y al considerar así que Marcos es el documento más
antiguo que poseemos sobre la vida y la obra de Jesús, se ha despertado un gran interés por
estudiarlo .
Autor
La opinión más generalizada identifica al autor de nuestro evangelio con Juan Marcos (o Juan, a
secas), pariente de Bernabé (Col. 4.10) e hijo de María, la cual vivía en Jerusalén, en una casa que
disponía de un «aposento alto, donde moraban» los apóstoles (Hch. 1.13; 12.12). Fue colaborador
de Pablo (Hch. 12.25; 13.5,13; 15.37,39; 2 Ti. 4.11; Flm. 24), y quizá discípulo de Pedro, quien en su
primera carta lo menciona como «Marcos mi hijo» (1 P. 5.13).
Marcos no es un historiador en el sentido que hoy damos al término . Más bien es un narrador que
cuenta lo que ha llegado a su conocimiento . Escribe en griego, con la tosquedad característica de
quien está usando un idioma que no es el propio; y, sin embargo, sabe desarrollar un estilo vivo y
vigoroso. Acude, probablemente , a la memoria de cosas oídas; pero es capaz de crear en el lector
la impresión de hallarse ante un testigo presencial de los hechos relatados.
Propósito del evangelio
Marcos no parece preocupado por cuestiones biográficas . Ejemplo de ello es la ausencia en su
obra de una historia del nacimiento o de la infancia de Jesús, al modo en que lo hacen Mateo y
Lucas. Además, en términos generales, y exceptuando acaso los capítulos del arresto, juicio ,
crucifixión y resurrección del Señor (14—16), los datos cronológicos consignados por el
evangelista no permiten establecer con precisión el orden en que se producen los
acontecimientos .
Lo que realmente importa al evangelista es atestiguar que a la pregunta sobre quién es Jesús, la
primitiva comunidad cristiana respondió con convicción : Jesús es el Hijo de Dios. Y haciéndose
eco de esta afirmación de fe, Marcos inicia su mensaje enunciando solemnemente : «Principio del
evangelio de Jesucristo , Hijo de Dios» (1.1. cf. también 1.11; 3.11; 5.7; 9.7; 14.61; 15.39).
Características teológicas y literarias
Este evangelio proclama en cada una de sus páginas que Jesús es la revelación definitiva de Dios,
quien en su hijo eterno se integra en la historia de la humanidad: Jesús, el sencillo maestro llegado
de Galilea (1.9), es el Cristo, el Mesías que desde siglos atrás esperaba el pueblo de Israel (8.29;
9.41; 14.61-62). El evangelista anuncia la presencia de Jesús en el mundo como el signo
inmediato de la venida del reino de Dios (1.14-15; 4.1-34).
Sin embargo, la personalidad de Jesús no satisface las expectativas judías, pues lejos de
presentarse como mesías político y militar , lo hace como un hombre humilde cuya actividad y
enseñanzas no corresponden a la imagen triunfante de un libertador nacional.
Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, es también el Hijo del Hombre. Participa de los sentimientos
humanos y es sujeto de sufrimiento y de muerte (8.31). Con conciencia de su naturaleza humana,
exige frecuentemente que su función mesiánica se mantenga en secreto (1.43-44; 5.43; 8.29-30;
9.9,30-31), hasta que llegue el momento de ser acreditada por los padecimientos morales y físicos
que él deberá afrontar (14.35-36; 15.39).
Un rasgo típico de Marcos es que dedica más espacio a los actos que a los discursos de Jesús.
En realidad, solo dos de estos últimos pueden ser considerados como tales: la serie de parábolas
de 4.1-34 y el sermón escatológico de 13.3-37. Todo lo demás son breves intervenciones de
enseñanza, exhortación o controversia . En cambio , el evangelista concede a la descripción de los
hechos un espacio más amplio , incluso a veces superior al que Mateo o Lucas dedican a
narraciones paralelas (cf. 5.21-43 con Mt. 9.18-26 y Lc. 8.40-56; 6.14-29 con Mt. 14.1-12; 6.30 con
Mt. 14.13-21 y Lc. 9.10-17).
A medida que progresa, el desarrollo dramático del segundo evangelio crece en intensidad , hasta
alcanzar su punto culminante en el relato de la pasión, crucifixión y resurrección de Jesús. El
Señor anuncia tres veces estos acontecimientos a sus discípulos : «el Hijo del Hombre será
entregado a los principales sacerdotes y a los escribas... y le entregarán a los gentiles... y le
matarán; mas al tercer día resucitará» (10.33-34; véanse 8.31 y 9.31; Cf. Mt. 16.21; 17.22-23;
20.18-19 y Lc. 9.22; 9.44; 18.32-33). Los discípulos no comprendieron hasta el último momento
que el sacrificio de Jesucristo formaba parte del plan de salvación que Dios le había
encomendado (8.32-38; 16.19-20).
Lectores, tiempo y lugar
Respecto a la composición de Marcos , es probable que tuviera lugar en Roma, o quizás en
Antioquía de Siria, antes del año 70, fecha en que Jerusalén fue destruida. No hay base
cronológica que permita datarla con exactitud , de forma que algunos historiadores la sitúan entre
el 65 y el 70, es decir, en los años siguientes a la persecución del 64, decretada por Nerón; otros ,
alrededor del año 63, y otros la hacen retroceder hasta la década de los 50.
La antigua tradición eclesiástica vio en este evangelio la influencia de las enseñanzas del apóstol
Pedro, de quien Marcos habría sido discípulo . En principio , fue escrito para lectores de origen
gentil, residentes fuera de Palestina. Así lo sugiere, entre otras peculiaridades , el hecho de que el
autor añada la traducción griega de expresiones cuyo original arameo incorpora al texto con la
mayor fidelidad (cf. 5.41; 7.11; 7.34; 14.36; 15.22,34).
Estructura del evangelio
La estructura formal de Marcos ha dado lugar a diversos análisis y a diferentes posibilidades de
dividir el texto. La que más adelante se ofrece toma como base la progresiva revelación que Jesús
hace de sí mismo : por una parte, su personalidad (cf. 1.7-8,10-11; 4.41; 8.27-29; 9.7), su poder
frente a la naturaleza, el dolor y la muerte (cf. 1.21-31,40-42; 2.3-12; 4.37-39; 5.22-42; 6.45-51) y su
lucha contra las fuerzas del mal (cf. 1.24-27; 3.11; 5.15,19; 9.25-27); por otra parte, la índole de su
misión , primero como maestro y profeta (cf. 1.37-39; 2.18-28; 3.13-19,23-29; 4.1-34; 9.2—10.31;
13.3-37; 14.61-62), y definitivamente como Señor y Salvador (16.15-18).
Esquema del contenido [las subdivisiones que aparecen en el texto se han agrupado en unidades
mayores]:
Prólogo (1.1-15)
Predicación de Juan el Bautista (1.1-8)
Los principios del ministerio de Jesús (1.9-15)
1. Jesús, el Mesías (1.16—8.30)
Actividades y enseñanzas de Jesús (1.16—3.12)
Proclamación del reino de Dios (3.13—6.6)
Jesús se revela como el Mesías (6.7—8.30)
2. Jesús, el Hijo del Hombre (8.31—16.20)
Jesús anuncia su muerte (8.31—11.11)
Actividades de Jesús en Jerusalén (11.12—13.37)
Pasión, muerte y resurrección (14.1—16.20)
Lucas INTRO1:1
EL SANTO EVANGELIOSEGÚNSAN LUCAS
INTRODUCCIÓN
Autor y objeto del evangelio
Lucas es, de los cuatro evangelistas, el que más se aproxima a nuestro concepto actual de
historiador . Cuidadoso en su trabajo, es probable que al comenzar a prepararlo tuviera ya prevista
la publicación de una obra compuesta de dos volúmenes. El primero es el evangelio que lleva su
nombre; el segundo, Hechos de los Apóstoles .
Con la publicación de estos libros, el autor quiso transmitir un mensaje de valor universal: que
Con la publicación de estos libros, el autor quiso transmitir un mensaje de valor universal: que
Jesús, el «Hijo del Altísimo » (1.32), representa el último capítulo del desarrollo de la humanidad; y
que su existencia terrenal, manifiesta bajo la denominación de «Hijo del Hombre» (6.22), significa
que Dios ha venido a establecer su reino entre nosotros , y que nos invita a participar de esta
realidad nueva y definitiva (17.20-21).
Desde el mismo prólogo del evangelio (1.1-4), Lucas revela una gran preocupación por referir con
detalle «la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas » (1.1). Y aun cuando él no
había vivido personalmente el acontecimiento de Cristo, trata de proclamarlo tal y como «nos lo
enseñaron los que desde el principio lo vieron» (1.2). Con ese objeto se había entregado de
antemano a investigar «con diligencia todas las cosas desde su origen» (1.3).
Igual como haría tiempo después al componer el libro de los Hechos de los Apóstoles , también
ahora dedica Lucas su «primer tratado » (Hch. 1.1) a un personaje de relieve llamado Teófilo,
acerca de quien no ha llegado hasta nosotros más información . Solo lo conocemos por esas
dedicatorias que, en el marco de sus respectivos prólogos (Lc. 1.1-4; Hch. 1.1-5), corresponden a
las formas literarias usuales entre los escritores griegos de entonces.
Lucas, ciertamente , se preocupó por narrar de manera inteligente y ordenada cuanto sabía acerca
de la persona y el ministerio de Jesús; sin embargo, no es menos cierto que, en sentido estricto ,
nunca pretendió escribir una biografía, sino un evangelio. Su intención no estuvo simplemente
orientada a dar a conocer la vida y las características personales y la actividad de Jesús en medio
de la multiplicidad de situaciones religiosas , políticas y sociales en que se desarrolla el drama
humano. Lucas, el evangelista, escribe desde la fe y para la fe, rindiendo con ello un personal
testimonio de que Jesús es el Mesías que ha venido a dar cumplimiento perfecto al plan salvador
dispuesto por Dios antes de todos los tiempos .
Características teológicas y literarias
El Evangelio según San Lucas (Lc) se ajusta, en términos generales, a los esquemas de Mateo y de
Marcos . Ahora bien, se advierte en seguida que Lucas trabajó y pulió su texto con especial
esmero. Desde el punto de vista literario , gran parte de los materiales redaccionales comunes a
los tres evangelios sinópticos los encontramos más depurados en el tercero de ellos que en los
otros dos. Esto es posible merced al dominio que Lucas posee del idioma y a la riqueza del
vocabulario que maneja. La amplitud de sus recursos estilísticos se manifiesta incluso cuando, a
fin de reproducir con fidelidad determinadas formas del habla popular aramea (sobre todo en
discursos de Jesús), introduce conscientemente semitismos o palabras griegas que se alejan del
nivel culto habitual en él.
A partir del prólogo, el texto de Lucas puede distribuirse en cinco secciones:
La primera sección (1.5—2.52), sin paralelo en Mateo y Marcos , contiene los relatos entrelazados
del nacimiento de Juan el Bautista y de Jesús. Concurren aquí algunas circunstancias que los
asemejan: la aportación de datos históricos (1.5 y 2.1-5); la aparición del ángel Gabriel a Zacarías
y a María (1.19 y 1.26); los respectivos mensajes de que el ángel es portador (1.11-20 y 1.26-38);
los cantos de María y Zacarías en alabanza al Señor (1.46-55 y 1.67-79); el nacimiento de Juan y el
de Jesús, y la circuncisión de ambos en cumplimiento de lo establecido por la ley mosaica (1.57-
59 y 2.6-21).
59 y 2.6-21).
Comienza la segunda sección (3.2—4.13) situando históricamente (3.1-2) un conjunto de hechos:
la predicación y el encarcelamiento de Juan el Bautista (3.1-20), el bautismo de Jesús (3.21-22) y
la tentación en el desierto (4.1-13). Lucas, lo mismo que Mateo (Mt. 1.1-17), inserta una
genealogía; pero en lugar de limitarla a la ascendencia hebrea de Jesús, la hace remontar hasta
Adán (3.23-38), para dar énfasis al carácter universal de la obra del Señor.
La tercera sección del evangelio (4.14—9.50) comprende el ministerio público de Jesús en Galilea,
donde enseñó, predicó, reunió a sus discípulos , sanó a enfermos y posesos, hizo milagros y
anunció que había de sufrir, morir y resucitar. Hay aquí textos muy importantes : la parábola del
sembrador (8.4-15), la resurrección de la hija de Jairo (8.40-56), la confesión de Pedro (9.18-20) y
la transfiguración del Señor (9.28-36). También tenemos aquí relatos que Mateo y Marcos no
recogen, como la resurrección del hijo de la viuda de Naín (7.11-17) y la visita del Señor a casa de
Simón el fariseo (7.36-50).
En la cuarta sección (9.50—19.27) se agrupan numerosos pasajes exclusivos de este tercer
evangelio. Entre otros , una serie de parábolas muy conocidas : el buen samaritano (10.25-37), la
higuera estéril (13.6-9), la gran cena (14.15-24), el hijo pródigo (15.11-32), el rico y Lázaro (16.19-
31), la viuda y el juez injusto (18.1-8), el fariseo y el publicano (18.9-14) y las diez minas (19.11-27).
La quinta sección (19.28—24.53) narra los acontecimientos finales de la vida terrena de Jesús.
Son sus últimos días, que tienen por escenario único a Jerusalén. Todos los hechos ocurren en
esta ciudad, desde el día en que las gentes reciben en triunfo al Señor (19.28-38) hasta que es
arrestado, procesado, crucificado , muerto y sepultado .
Los sufrimientos , la muerte y la resurrección del Señor (22.47—24.49) constituyen el punto
culminante del relato de los cuatro evangelios, cada uno de los cuales aporta en exclusiva alguna
información que no se encuentra en los demás. En el caso de Lucas, destaca como noticia propia
la presentación de Jesús resucitado a los discípulos en el camino de Emaús (24.13-35).
Lectores, lugar y fecha de composición
El presente evangelio fue escrito para cristianos de procedencia gentil. Desde la antigüedad se ha
mantenido con criterio prácticamente unánime la identificación de su autor con Lucas, el
compañero de Pablo (2 Ti. 4.11; Flm. 24), a quien este se refiere en Col. 4.14 como «el médico
amado». Pero ningún otro dato en relación con nuestro evangelista ha quedado consignado en el
NT. Así, se ignora en qué sitio y en qué tiempo fue redactado el evangelio. Solamente a título de
hipótesis se han apuntado lugares tan diversos como Corinto, Efeso y Roma, y fechas que van
desde el año 60 hasta el 95.
Esquema del contenido [las subdivisiones que aparecen en el texto se han agrupado en unidades
mayores]:
Prólogo (1.1-4)
1. Infancia de Juan el Bautista y de Jesús (1.5—2.52)
Los anuncios del ángel (1.5-38)
Nacimiento de Juan y de Jesús (1.39—2.20)
Infancia de Jesús (2.21-52)
2. Preparación del ministerio de Jesús (3.1—4.13)
2. Preparación del ministerio de Jesús (3.1—4.13)
3. Ministerio de Jesús en Galilea (4.14—9.50)
Actividades de Jesús (4.14—7.17)
Jesús y Juan el Bautista (7.18-35)
Actividades y enseñanzas (7.36—9.20)
Jesús, el Cristo de Dios (9.21-50)
4. El viaje a Jerusalén (9.51—19.27)
5. Ministerio de Jesús en Jerusalén (19.28—21.38)
6. Semana de la pasión (22.1—24.12)
La víspera de la crucifixión (22.1-62)
Pasión, muerte y resurrección (22.63—24.12)
7. Jesús resucitado (24.13-53)
Juan INTRO1:1
EL SANTO EVANGELIOSEGÚNSAN JUAN
INTRODUCCIÓN
Propósito
Juan, el autor del cuarto evangelio, manifiesta con admirable concisión el propósito que lo mueve
a escribirlo . Como dialogando figuradamente con sus futuros lectores, les explica que las señales
milagrosas hechas por Jesús y recogidas «en este libro... se han escrito para que creáis que Jesús
es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» (20.30-31). Esa es, en
resumen, la intención que guía al evangelista a recopilar también el conjunto de enseñanzas y
discursos reveladores de la naturaleza y razón de ser de la actividad desarrollada por Jesús, el
Mesías, el Hijo unigénito (1.14), enviado por el Padre para quitar «el pecado del mundo» (1.29) y
para dar vida eterna a «todo aquel que en él cree» (3.13-17).
El autor del evangelio de Juan (Jn) se presenta a sí mismo , al igual que a Juan el Bautista, como
un testigo vivo de la revelación de Dios. Nadie ha visto a Dios jamás (1.18), pero ahora se ha dado
a conocer por medio de su Hijo (19.35; 21.24; Cf. 1.6-8,15). Encarnado en la realidad humana, el
Cristo preexistente y eterno viene a conferir a nuestra historia un nuevo sentido , una categoría que
excede a toda nuestra capacidad de comprensión y razonamiento. De ello, Juan el Bautista rindió
un testimonio precursor al comienzo del ministerio público de Jesús. Ahora lo hace Juan el
evangelista desde la perspectiva del Cristo que vive a pesar de la muerte del Señor que, con su
muerte ha vencido al mundo (16.33) y que es vida para todo el que lo acepta por la fe (11.25-26).
El recuerdo del Resucitado está siempre presente en el corazón del autor de este evangelio, como
sin duda lo estuvo en el de cada uno de los discípulos que acompañaron al Señor durante los días
de su existencia terrenal (Cf. 2.17,22; 12.16; 14.26; 15.20; 16.4). Y el acontecimiento de la
resurrección es como una línea luminosa que corre de principio a fin del libro de Juan y permite
contemplar la figura única e irrepetible del Mesías salvador.
Más que ofrecer una biografía de Jesús en el sentido estricto que hoy damos a la palabra, lo que
Juan pretende es introducir al lector en una profunda reflexión acerca de la persona del Hijo de
Dios y del misterio de la redención que en él nos ha sido revelado. En Cristo se ha manifestado el
amor de Dios, y por medio de él, el creyente tiene acceso a las moradas eternas (14.2,23); es decir,
a una vida de comunión con el Padre.
Particularidades del Evangelio
El punto de partida del cuarto evangelista para su consideración del Mesías no es el mismo que el
de Mateo, Marcos y Lucas. Juan busca otros enfoques, de manera que a menudo se refiere a
situaciones y eventos, o incluye palabras, enseñanzas y discursos de Jesús no atestiguados por
los sinópticos . Esto permite suponer que probablemente Juan, contando con alguna fuente de
información propia, pudo ampliar determinados datos conocidos y transmitidos por aquellos;
sobre todo teniendo presente que, de acuerdo con el criterio más ampliamente aceptado, la
redacción del cuarto evangelio tuvo lugar después de la aparición de los otros tres, en fechas
próximas ya al final del s. I.
Un aspecto singular de este evangelio es el interés que muestra por dejar constancia de la
localización de los acontecimientos . Y curiosamente , en tanto que Mateo, Marcos y Lucas prestan
mayor atención a la actividad desarrollada por Jesús en Galilea, Juan se fija de modo especial en
los hechos que tienen lugar en Jerusalén (pero cf. Jn. 2.12; 4.43-54; 6.1—7.9). Al propio tiempo
pone de relieve que determinadas fiestas del calendario judío parecen marcar los momentos
escogidos por el Señor para entrar en la ciudad: la pascua (2.23; 11.55), los tabernáculos (7.2), la
dedicación del templo (10.22) e incluso una fiesta no precisada (5.1).
Esta relación simultánea de Jesús con Jerusalén y con las festividades judías es uno de los
elementos de composición que contribuyen a dar al texto de este evangelio su peculiar colorido .
Pero no es el único, pues existen otros rasgos igualmente característicos que es menester tener
presentes. Destacan entre ellos:
(a) el lenguaje simbólico (ej.: el Verbo 1.1; el agua 7.37; el pan, 6.35; la luz, 8.12)
(b) las imágenes tomadas del AT (ej.: el pastor y las ovejas: 10.1-18; cf. Sal. 23; la vid y los
pámpanos 15.1-6; cf. Is. 5.1-7)
(c) las referencias culturales o a la naturaleza humana (ej.: la boda en Caná, la personalidad de
Nicodemo , la mujer samaritana , el ciego de nacimiento ).
Autor
Detalles como los indicados caracterizan al autor como un auténtico judío, profundamente
religioso y buen conocedor de las tradiciones y las expectativas de su pueblo; pero un judío que ha
encontrado en Jesús de Nazaret al Mesías esperado, al Salvador y Señor «de quien escribió
Moisés en la ley, así como los profetas » (1.45; 12.32-34,38; 15.25). Sin embargo, no contamos con
mucha más información acerca de la persona de este evangelista. Diríase, más bien, que él mismo
desea ocultar su identidad tras un anonimato apenas quebrantado cuando se refiere a aquel
discípulo «al cual Jesús amaba» (13.23; 19.26; 20.2; 21.20), del que en 21.24 se dice que fue quien
«escribió estas cosas». La tradición que atribuye el evangelio al hijo de Zebedeo, a «Juan hermano
de Jacobo » (Mr. 3.17), se remonta al s. II.
Contenido
A lo largo de los años se han hecho diversos esfuerzos por establecer de algún modo la
cronología de los sucesos referidos en el cuarto evangelio, o por agrupar lógicamente sus
elementos literarios . Como es evidente que el propósito de Juan no fue redactar una crónica, sino
crear una atmósfera de reflexión que conduzca al lector a la fe en Jesucristo , el Hijo de Dios, la
composición del libro también debe considerarse desde este punto de vista.
De otra parte, lo que sí resulta claro en una primera aproximación al texto es su división en dos
grandes secciones. De ellas, la una llega hasta el final del capítulo 12 y está centrada en el
ministerio público de Jesús; la otra, que comprende los capítulos 13 a 21, narra lo acaecido en
Jerusalén durante la última semana de la vida terrenal de Jesús, incluyendo su pasión y muerte, y
su resurrección.
El bloque de capítulos que forma la primera sección del libro se abre con un Prólogo (1.1-18) que,
con resonancias de Gn. 1.1, exalta la encarnación de la Palabra de Dios, eterna y creadora, en la
persona de Jesús, el Cristo. Junto a otros asuntos, el evangelio refiere aquí un total de siete
milagros o señales realizadas por el Señor para manifestar su gloria y para que sus discípulos
creyeran en él (2.11; 4.48; 5.18; 6.14; 9.35-38; 11.15,40). Son las siguientes :
1. La conversión del agua en vino (2.1-11)
2. La curación del hijo de un oficial del rey (4.46-54)
3. La curación de un paralítico (5.1-18)
4. La alimentación de los cinco mil (6.1-14)
5. Jesús camina sobre las aguas (6.16-21)
6. La curación de un ciego de nacimiento (9.1-12)
7. La resurrección de Lázaro (11.1-45)
Respecto de estos actos milagrosos es importante subrayar lo que también se percibe en primer
lugar en la intención del evangelista; a saber, su propósito de destacar el sentido profundo de esos
milagros como manifestaciones de la actividad mesiánica de Jesús. A dar realce a este enfoque
contribuyen los diálogos y discursos que en diversas ocasiones acompañan al relato de las
señales (así en 5.17-47; 6.25-70; 9.35—10.42; 11.7-16,21-27).
La segunda parte del libro muestra a Jesús en su enfrentamiento con los poderes públicos ,
representados particularmente por las autoridades religiosas judías. Encabeza la sección el
lavamiento de los pies de los discípulos y la predicción de la traición de Judas (13.1-30); viene
luego un largo discurso dirigido a los discípulos (14.1—16.33), que concluye con una oración
conocida como «sacerdotal » (17.1-26). Los capítulos 18 y 19 contienen el relato del arresto, juicio ,
muerte y sepultura de Jesús; y los capítulos 20 y 21 son el testimonio que Juan rinde de la
resurrección de Jesús y de las diversas apariciones del Resucitado.
Esquema del Evangelio [las subdivisiones que aparecen en el texto se han agrupado en unidades
mayores]:
Prólogo (1.1-18)
1. Ministerio público de Jesús, el Cristo (1.19—12.50)
a. Juan el Bautista (1.19-34)
b. Jesús comienza su ministerio (1.35—3.36)
c. Revelación de Jesús como el Cristo y enfrentamiento con las autoridades judías (4.1—6.71)
d. Revelación de Jesús como la luz y la vida para el mundo (7.1—12.50)
2. Pasión, muerte y resurrección (13.1—21.23)
a. La última cena (13.1—17.26)
La cena. El nuevo mandamiento . Discursos de despedida (13.1—16.33)
La oración sacerdotal (17.1-26)
b. Arresto, juicio , muerte y sepultura (18.1—19.42)
c. La resurrección (20.1—21.23)
El sepulcro vacío (20.1-10)
Jesús se aparece a María Magdalena (20.11-18)
Jesús se aparece a los discípulos (20.19—21.23)
Epílogo (21.24-25)
Zacarías INTRO1:1
ZACARÍAS
INTRODUCCIÓN
El profeta y su medio
El encabezamiento de este libro refiere el principio de la actividad profética de Zacarías hijo de
Berequías hijo de Iddo al «octavo mes del año segundo de Darío» (1.1). Este monarca persa reinó
entre el 522 y el 486 a.C., y como probablemente Zacarías profetizó durante algo más de dos años,
puede establecerse con bastante exactitud el tiempo de su ministerio entre los años 520 y 518
a.C.
De comparar la fecha indicada por este profeta con la registrada en el título del libro de Hageo
(Hag. 1.1), resulta que ambos fueron contemporáneos ; Zacarías dio comienzo a su ministerio tan
solo un par de meses más tarde, conforme a una cronología que viene determinada por los datos
establecidos en los siguientes textos : 1.1,7; 7.1.
El libro y su mensaje
El libro de Zacarías (Zac) está compuesto de dos partes bien diferenciadas . La primera
comprende los caps. 1—8; y la segunda, los seis restantes: caps. 9—14.
Los primeros versículos del escrito (1.2-6) son un llamamiento dirigido a los repatriados de la
cautividad babilónica , a quienes el profeta exhorta al arrepentimiento y a la conversión: «Volveos a
mí, dice Jehová de los ejércitos , y yo me volveré a vosotros » (v. 3). La exhortación va seguida de
una serie de complicadas visiones, llenas de símbolos , a veces de difícil interpretación ; en ellas,
bajo la apariencia de un ángel, el Señor se presenta al profeta , dialoga con él y responde a sus
preguntas. Desde un punto de vista literario , estas visiones se asemejan a las de Amós y Jeremías
(Am 7.1—9.4; Jer. 1.11-14).
Los textos que forman la primera parte del libro son básicamente comprensibles , a pesar de las
dificultades a que da lugar la proliferación de figuras simbólicas . De manera destacada se
encuentran presentes aquí temas como el del amor y la misericordia de Dios para con Jerusalén
(1.14,16), la humillación de las naciones («cuernos») que causaron la dispersión de Judá (1.21), la
eliminación del pecado en el pueblo de Dios (5.3-4,8) y la esperanza mesiánica (4.1-14). Atención
especial del profeta Zacarías merece la reconstrucción del templo (1.16; 4.8-10; 6.15); él, junto con
Hageo, anima al pueblo a reanudar las obras interrumpidas (cf. Esd. 6.14), cuya conclusión ha de
redundar en beneficio del esplendor de Jerusalén, la ciudad escogida por Jehová para morar en
ella (2.10-12; 8.3).
Otro tema que preocupa a Zacarías es la sinceridad en la práctica del ayuno (7.2-14), una práctica
cuyo sentido pleno de gozo, alegría y solemne festividad (8.19) se alcanzará cuando Jerusalén
haya sido restaurada.
La segunda parte del libro apunta hacia una situación histórica distinta . Determinadas diferencias
de enfoque del mensaje profético , unidas a algunos indicios de carácter cultural (p.e., el uso del
nombre de Grecia en 9.13) corresponden mejor con otra época que la vivida por Zacarías. Los
investigadores opinan que los caps. 9—14 están dirigidos a una época posterior, probablemente
en los años de la expansión del helenismo bajo el gobierno de Alejandro Magno (segunda mitad
del siglo IV a.C.).
Sin texto alguno de transición , excepto por la especie de título con que se inicia esta sección (cf.
Mal. 1.1), la profecía contempla en esta parte del libro el triunfo final del Señor sobre las naciones
enemigas (12.9; 14.12-15), a las cuales él mismo habrá reunido previamente para combatir contra
Jerusalén (14.2). Este será el castigo de la ciudad para «purificación del pecado y de la
inmundicia » de su infidelidad (13.1-3). Pero luego Jerusalén será liberada, «y Jerusalén será otra
vez habitada en su lugar» (12.6). Zacarías proclama al Señor como defensor de su pueblo y de
Jerusalén (9.8,15-16; 12.8), anuncia la reunión de todos los que estaban esparcidos en diversos
lugares (10.6-10), la anexión a Israel de los pueblos paganos (9.7; 14.16-17) y el reinado definitivo
de Dios (14.9,16). Muy significativa es la profecía mesiánica sobre la llegada a Jerusalén de un rey
«justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (9.9). Los
evangelistas Mateo y Juan manifiestan expresamente que el anuncio de Zacarías se cumple con
la entrada de Jesús en Jerusalén (Mt. 21.4-5; Jn. 12.14-15).
Esquema del contenido :
1. Llamamiento a volver a Jehová (1.1-6)
2. Visiones simbólicas (1.7—6.8)
3. Coronación simbólica de Josué (6.9-15)
4. Instrucción sobre el ayuno. Anuncio de la salvación mesiánica (7.1—8.23)
5. Castigo de las naciones vecinas (9.1-8)
6. El futuro rey de Sion (9.9-17)
7. Jehová redimirá a su pueblo (10.1—11.3)
8. Los pastores inútiles (11.4-17)
9. Liberación futura de Jerusalén (12.1—13.9)
10. Victoria final de Jerusalén (14.1-21)
Mateo 9:9
Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de
Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de
los tributos públicos , y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
Mateo 10:3
Felipe, Bartolomé , Tomás, Mateo el publicano , Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por
sobrenombre Tadeo,
Marcos 3:18
a Andrés, Felipe, Bartolomé , Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el
cananista ,
Lucas 6:15
Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,
Hechos 1:13
Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo , Juan, Andrés,
Felipe, Tomás, Bartolomé , Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano
de Jacobo .
Santiago INTRO1:1
LA EPÍSTOLAUNIVERSALDE SANTIAGO
INTRODUCCIÓN
Carácter y objetivo de la epístola
El autor de este escrito se revela como una persona práctica , para quien la realidad de la fe en
Cristo debe ser demostrada por los hechos y actitudes de quienes la profesan.
La Epístola de Santiago (Stg) no está especialmente dedicada a adoctrinar acerca de cuestiones
teológicas , sino a exhortar a los creyentes a que sean «hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores» (1.22). En consecuencia, la redacción se caracteriza por el énfasis que pone
en los diversos aspectos sobre los que debe basarse la conducta cristiana y en los cuales va
fijando sucesivamente la atención.
Esta carta es más bien un escrito de carácter impersonal , una instrucción ética dirigida a la
generalidad de las comunidades cristianas , designadas en conjunto como «las doce tribus que
están en la dispersión » (1.1), título tomado de la historia judía y con el cual se significa de forma
figurada al nuevo Israel convocado en Cristo.
Sorprende en Santiago el que solo en dos ocasiones se mencione el nombre de Jesús (1.1; 2.1); y
también el que nada se diga acerca de su vida, muerte y resurrección. Sin embargo, la fe del autor
inspira todo el discurso y se hace manifiesta en las referencias al «buen nombre que fue invocado
sobre vosotros » (2.7), y la proximidad de «la venida del Señor» (5.7-8), expectativa fervorosa de la
iglesia de los primeros tiempos .
iglesia de los primeros tiempos .
Un rasgo de la epístola es la intensidad con que en ella resuena la literatura sapiencial del AT
(véase Introducción a Proverbios). El tema de la sabiduría, en cuanto al don que procede de Dios,
ocupa un lugar preeminente en el pensamiento de Santiago (1.5; 3.13-18), para quien ser sabio no
consiste en poseer grandes conocimientos científicos , humanísticos o teológicos , sino en
conducirse con rectitud (4.17), «en sabia mansedumbre» (3.13), de acuerdo con la voluntad de
Dios.
Las exhortaciones de Santiago, pronunciadas desde una perspectiva ética de la fe personal,
recuerdan las de Jesús en los sinópticos (véase Introducción a los evangelios), más
especialmente en Mateo, en discursos como el Sermón del monte (Mt 5—7). Así sucede cuando
Santiago se refiere a la sinceridad de la fe (1.22-25; 2.14-16; 3.13-18), a resistir las pruebas con
paciencia (1.2-4,12-15; 5.7-11), a no juzgar a los demás (2.12-13; 4.11-12), a refrenar la lengua
(1.26; 3.1-12), a no jurar (5.12) y a perseverar en la oración (5.13-18). Esas y otras enseñanzas del
Señor se hallan en el trasfondo de la epístola, probablemente la más cercana en todo el NT a la
metodología pedagógica de los maestros judíos.
Autor, estilo y época
Se ha especulado mucho en torno a la personalidad del autor de esta carta. Una antigua tradición
de la iglesia lo identifica con el apóstol Santiago (o Jacobo ), figura significativa en la iglesia de
Jerusalén (Gl 2.9,12; cf. Hch. 12.17; 15.13; 21.18), a quien Pablo se refiere como «Jacobo el
hermano del Señor» (Gl 1.19; cf. Mt. 13.55; Mr. 6.3), hermano también del apóstol Judas (Jud. 1.1.
Véase Introducción a la epístola de San Judas). Pero los datos históricos conocidos no son
suficientes para establecer conclusiones definitivas al respecto.
Lo que sabemos es que el redactor de la Epístola de Santiago dominaba la lengua griega con
inusual maestría. Como obra literaria, este texto es uno de los más sobresalientes del NT, por su
corrección gramatical , por la amplitud de su léxico y por la riqueza de sus metáforas , ejemplos,
símiles y diálogos retóricos .
La redacción, por otra parte, contiene huellas evidentes de una mentalidad semítica . Es evidente
que Santiago fue un hebreo palestino , poseedor de una amplia formación helenística, y que
escribió sobre todo para cristianos de origen judío que vivían en la diáspora desde la destrucción
de Jerusalén en el año 70 (véase Introducción al Nuevo Testamento).
Esquema del contenido :
Salutación (1.1)
La sabiduría que viene de Dios (1.2-11)
Soportando las pruebas (1.12-18)
Hacedores de la palabra (1.19-27)
Amonestación contra la parcialidad (2.1-13)
La fe sin obras es muerta (2.14-26)
La lengua (3.1-12)
La sabiduría de lo alto (3.13-18)
La amistad con el mundo (4.1-10)
Juzgando al hermano (4.11-12)
Juzgando al hermano (4.11-12)
No os gloriéis del día de mañana (4.13-17)
Contra los ricos opresores (5.1-6)
Sed pacientes y orad (5.7-20)