Estilo de vida
Los hábitos que permiten un adecuado estado físico, mental y social se
convierten en nuestro estilo de vida. Los estilos de vida de una persona están
determinados por cuatro factores generales que son: rasgos individuales
(personalidad, creencias, escolaridad, intereses, etc.), entorno micro social
(familia, amigos, ambiente laboral/estudiantil), entorno macrosocial (cultura,
redes sociales, tradiciones, medios de comunicación) y demografía.
Para contar con un estilo de vida saludable es necesario tener en cuenta
factores como: alimentación, actividad física, horas de sueño, medio ambiente,
actividades sociales y recreativas. No existe un único estilo de vida saludable,
debido a que éste depende de las características de cada persona, aunque es
posible seguir recomendaciones generales de acuerdo con la edad, sexo y
condiciones especiales, que nos acerquen a un estilo de vida saludable.
Estilo de vida saludable
La salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de
completo bienestar físico, mental y social. Esto quiere decir entonces que estar
saludable va más allá de tener o no una enfermedad. Para contar con salud,
además, es importante llevar un estilo de vida saludable, pero ¿qué implica
realmente esto?
Un estilo de vida saludable significa reducir al mínimo la presencia de factores
de riesgo en nuestra vida, los cuales nos afectan negativamente. Estos factores
se pueden dividir principalmente en tres aspectos: la alimentación, la actividad
física y el consumo de sustancias adictivas.
Cuando se habla de estilo de vida saludable se habla de una serie de actitudes
cotidianas o comportamientos que realizan las personas para mantener tanto
su cuerpo como su mente sanos. Si una persona lleva este estilo de vida
satisfacerá sus necesidades y estará satisfecho con sus actividades diarias.
Además, podrá lograr metas en su vida, mejorará su autoestima, la imagen que
tiene de sí mismo y de los demás, y tendrá una mejor actitud hacia la vida.
¿Qué relación tiene la Calidad de Vida con los Estilos de Vida Saludables?
La calidad de vida está relacionada con los siguientes aspectos:
Satisfacción en las actividades diarias.
Satisfacción de las necesidades.
Logro de metas en la vida.
Autoimagen y la actitud hacia la vida.
Participación de factores personales y socio ambientales.
La importancia de un estilo de vida saludable
Vivir un estilo de vida saludable es fundamental para el bienestar y la calidad
de vida en todas las etapas de la vida.
Adoptar hábitos saludables no solo beneficia la salud física, sino también la
mental y emocional.
En el caso de mujeres, que desempeñan múltiples roles y enfrentan desafíos
en su día a día, cuidar de una misma se vuelve aún más crucial.
la vida ya es bastante dura con todas las presiones externas que llevamos,
tanto en el trabajo como en casa. Es habitual encontrarnos con la fatiga laboral,
complicaciones a la hora de conciliar la vida familiar y laboral, encontrar tiempo
para uno mismo y desconectar del mundo multi estimulo tecnológico.
Al fin y al cabo, es importante que todos nos sintamos lo mejor posible a lo
largo de nuestra vida diaria, tanto mental como físicamente. Por eso es tan
importante empezar a tomarse en serio las opciones como la alimentación,
actividades para reducir el estrés, dedicar tiempo a nuestro contexto social y a
nosotros mismos.
Nuestros cuerpos son máquinas complicadas que realizan muchas tareas cada
día y a menudo trabajan durante muchas horas. Del mismo modo que cuidas a
tu medio de transporte personal preferido, debes cuidar tu cuerpo
proporcionándole los recursos adecuados y asegurándote de que funciona al
máximo rendimiento, pero sin caer en el cansancio extremo o fatiga laboral.
Además de tomar las decisiones correctas, es fundamental mantener el
equilibrio y no excederse. Por ejemplo, concentrarse durante demasiado tiempo
o hacer ejercicio en exceso puede ser perjudicial para tu cuerpo, no solo física
sino también mentalmente. Así que asegúrate de tomar decisiones
equilibradas.
Tomar decisiones sanas te hará sentir mejor tanto a corto como a largo plazo.
Por ejemplo, si te aseguras de que duermes lo suficiente, de que tu dieta es
rica en vitaminas del grupo B necesarias para el metabolismo energético, te
sentirás con más energía y preparado para las tareas que se te presenten a lo
largo del día.
No importa la edad que tengas, dónde vivas o si padeces alguna enfermedad:
llevar un estilo de vida saludable es esencial. Del mismo modo, si estás
embarazada y estás creando una nueva vida, cuidar tu cuerpo y tu mente es
beneficioso para tu bebé.
Hábitos para llevar una vida saludable
Empezar a tener hábitos saludables puede parecer complicado, y la mayoría de
las personas se pueden mostrar reticentes al cambio. Sin embargo, se puede
empezar poco a poco, e incorporar algunas prácticas que, aunque son muy
sencillas, tienen un impacto positivo sobre la salud física y mental.
Alimentación equilibrada
Para hablar de hábitos saludables tenemos que empezar por uno de los más
importantes: la alimentación saludable.Tener una buena dieta es clave para
tener una vida más larga y plena.
Este hábito implica la ingesta adecuada de nutrientes esenciales que el cuerpo
requiere para funcionar correctamente. Una dieta equilibrada no solo debe
centrarse en la cantidad de alimentos que se consume, sino en la calidad.
Lo ideal es incluir alimentos de diferentes grupos como verduras, frutas, granos
enteros, proteínas magras y otros alimentos ricos en vitaminas y minerales.
Existen muchos alimentos con los que se pueden preparar comidas sanas,
como las que te recomendamos en el artículo que puedes visitar a través del
enlace.
Pero, ¿basta con comer de una forma más variada? Para alimentarse bien
también es recomendable limitar el consumo de alimentos procesados, y evitar
productos que contengan azúcares añadidos, grasas trans y sodio en exceso.
Optar por alimentos frescos y naturales, en lugar de opciones procesadas,
proporciona nutrientes esenciales de manera más directa y contribuye a una
dieta más equilibrada y beneficiosa para el organismo.
Hidratación
La hidratación es otro factor importante y es indispensable prestarle atención si
se quiere empezar a tener hábitos saludables. De hecho, para WebMD, se
encuentra al principio de la lista por los beneficios que tiene para el cuerpo.
El agua interviene en la gran mayoría de las funciones fisiológicas, desde la
absorción de nutrientes hasta la regulación de la temperatura corporal.
Además, mantenerse bien hidratado permite que el cuerpo elimine las toxinas y
los desechos de manera eficiente.
Aunque de manera general se recomienda beber al menos ocho vasos de agua
al día, el número puede incrementarse cuando se realizan actividades físicas
demandantes o cuando se está expuesto a altas temperaturas.
Ejercicio
El ejercicio regular es un componente fundamental para mantenerse saludable
y promover el bienestar físico y mental. Se trata de una actividad que
contribuye al mantenimiento de un peso corporal saludable, a mejorar la
resistencia física y a fortalecer el sistema cardiovascular.
El ejercicio incluso puede ayudar a que las personas vivan mucho más tiempo.
Lo mejor de todo es que no se tiene que dedicar mucho tiempo a ello, ni se
tienen que realizar ejercicios muy complicados, con tan solo 10 minutos de
ejercicio aeróbico al día es posible disminuir significativamente el riesgo de
sufrir enfermedades del corazón.
Otro aspecto que tenemos que destacar sobre los beneficios de tomar el
ejercicio como un hábito es su impacto sobre el estado de ánimo. La actividad
física libera endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos
naturales y generadores de sensaciones de bienestar.
Precisamente por eso el ejercicio ayuda a combatir el estrés y la ansiedad, y
puede ser un elemento importante en el tratamiento y la prevención de
condiciones como la depresión.
Descanso y sueño
Para mantener la salud física y mental también es importante tener buenos
hábitos de descanso y sueño. Esto incluye:
Tener un horario de sueño constante.
Tener rituales regulares a la hora de acostarse a dormir.
Limitar el consumo de cafeína.
Limitar el tiempo que se dedica a echar siestas durante el día.
Utilizar el dormitorio exclusivamente para dormir.
La calidad del sueño juega un papel crucial en la capacidad del cuerpo para
recuperarse y rejuvenecer, y aunque al principio pueda resultar difícil cambiar
de hábitos y prestarle más atención a la manera en la que se duerme, se debe
realizar un esfuerzo para lograrlo.
Relaciones saludables
Las relaciones que tenemos con otras personas tienen un gran peso en nuestro
bienestar emocional y en nuestra calidad de vida. Por eso, es importante
esforzarse por tener relaciones saludables con quienes nos rodean.
Establecer y mantener conexiones positivas con los demás no solo contribuye
a la felicidad individual, sino que también influye significativamente en la salud
física y mental.
Para muchas personas, las relaciones son un factor que contribuye a reducir el
estrés, y que previene la aparición de algunos trastornos mentales como la
ansiedad y la depresión. Claro que, para que esto sea efectivo, se deben
mantener límites saludables y evitar las relaciones tóxicas o de codependencia.
Higiene personal
Dentro de los hábitos saludables también tenemos que destacar la importancia
de los hábitos de higiene personal. Estos abarcan una serie de prácticas
cotidianas muy amplias, destinadas a mantener la limpieza y prevenir
enfermedades.
Algunos de los hábitos de higiene personal que se suelen recomendar para
estar saludable y evitar problemas de salud son lavarse las manos y cepillarse
los dientes de forma regular. Hay que tener presente que las manos son un
vehículo común para la transmisión de gérmenes y bacterias, y que una mala
higiene bucal puede derivar en caries y enfermedades en las encías.
La falta de higiene personal puede ser una señal de problemas, ya que es algo
que suele estar relacionado a la depresión y otros trastornos mentales.
Cuidado de la piel
Además de los hábitos de higiene personal que comentamos en el punto
anterior, es necesario dedicarle tiempo y atención al cuidado de la piel. Esto
implica limpiarla de manera regular, ya que la acumulación de suciedad, grasa
y otros contaminantes en la piel puede obstruir los poros y contribuir al
desarrollo de imperfecciones, como espinillas y puntos negros.
La falta de limpieza también puede contribuir al desarrollo de otras
enfermedades cutáneas, por eso es que es tan importante bañarse con
regularidad, utilizar ropa limpia y cambiar la ropa de cama cada cierto tiempo.
Cuidado de la salud mental
Los hábitos saludables no solo abarcan aspectos físicos, sino también
mentales. En este sentido, y con el propósito de cuidar de la salud de manera
integral, se deben poner en práctica ciertas estrategias.
La recomendación es:
Encontrar actividades de disfrute o satisfacción personal.
Tomarse algo de tiempo para meditar.
Limitar el tiempo que se dedica a las redes sociales.
La cantidad de estrategias que existen para el cuidado de la salud mental es
muy amplia. Lo ideal es consultar con un especialista y buscar ayuda
profesional en caso de que se estén experimentando problemas con los que
resulte muy difícil lidiar.
Límites con el uso de los dispositivos electrónicos
El uso excesivo de los dispositivos electrónicos como los teléfonos y las tablets
puede tener consecuencias negativas para la salud de las personas. Por eso,
resulta cada vez más importante tener control sobre la cantidad de tiempo que
se utilizan estos dispositivos.
Es recomendable establecer un tiempo específico para el uso de pantallas y
promover actividades alternativas, como el juego al aire libre o la lectura. La
tecnología ofrece muchas ventajas, pero hay que tener control y no utilizarla de
forma excesiva.
Dieta, Seguir una dieta equilibrada es importante para tener una buena salud.
Escoja alimentos con un contenido bajo de grasas saturadas y grasas
trans, al igual que poco colesterol.
Reduzca la ingesta de azúcar, sal (sodio) y alcohol.
Consuma más fibra, que se puede encontrar en frutas, verduras,
legumbres, productos de granos enteros y nueces.
Hábitos saludables de fitness
Trata de hacer ejercicio cardiovascular todos los días
Este hábito nos parece imprescindible y queremos aclarar una cuestión,
cuando hablamos de ejercicio cardiovascular todos los días es hacer algún tipo
de actividad deportiva que te guste.
Es decir, un día sales a correr, el otro haces spinning, el otro haces alguna
actividad dirigida, y así todos los días. Es una forma muy divertida y amena de
hacer ejercicio físico de forma constante, sin que notes que es monótono.
Trata de hacer ejercicio de fuerza de forma regular
El ejercicio cardiovascular es importante, pero el entrenamiento de fuerza lo es
también, ya que gracias a realizarlo vas a mantener el sistema musculo-
esquelético fuerte y resistente.
Además, una musculatura fuerte y tonificada te reducirá la probabilidad de
tener problemas óseos en la etapa adulta de tu vida.
Estirar todos los días para mejorar la flexibilidad
Esto es algo que nos olvidamos todos y es muy importante que lo hagamos.
Una gran parte de la población tiene problemas a nivel muscular que pueden
llegar a ser muy incapacitantes.
Y no es solamente esto, la mayor parte de los humanos perdemos la
elasticidad muscular a medida que pasa el tiempo. Estirar todos los días, no
solamente te va a relajar, sino que vas a sentir menos dolor muscular y óseo, y
va a mejorar tu composición corporal y elasticidad.
hábitos negativos que afecta la salud y la calidad de vida
Así como existen estilos de vida saludables, también existen estilos de vida
perjudiciales, que atentan en contra de la salud, y que pueden conducirnos a
una existencia más breve, más plagada de enfermedades y de dolencias. En
general, los estilos de vida perjudiciales incluyen:
Dietas poco variadas, compuestas de un solo o pocos ingredientes de grupos
distintos, especialmente cuando eso significa comer grandes cantidades de
grasas (sobre todo poliinsaturadas o saturadas), grandes cantidades de
azúcares y carbohidratos y, en general, abundantes carnes rojas. Este tipo de
dieta está vinculada con la aparición temprana de obesidad, diabetes y cáncer.
Sin embargo, una dieta demasiado austera también puede conducir a la
anemia o la avitaminosis.
Vida sedentaria, es decir, falta total y prolongada de ejercicio, que propicia la
acumulación de grasas, debilita los tejidos musculares y complica aún más las
consecuencias de una dieta deficiente. La hipertensión y la obesidad están
directamente vinculadas al sedentarismo.
Consumo excesivo de tabaco y alcohol, entre otras sustancias de impacto
nocivo en el organismo, cuya vinculación con la enfermedad está
sobradamente comprobada. El tabaquismo es no sólo un factor de cáncer y
enfermedades coronarias, sino también un destructor de la mucosa bucal;
mientras que el alcoholismo arruina las células del hígado y contribuye con el
envejecimiento. Eso por no hablar de las drogas ilegales, cuyo efecto sobre la
vida es desastroso, dado su componente adictivo.
Falta de higiene, tanto en lo corporal, dental y en lo referido al entorno, ya que
esto propicia la aparición de enfermedades y contribuye con el deterioro de las
condiciones de vida. Este es un factor particularmente importante en países
con infraestructura de servicios públicos deficiente, como ocurre a menudo en
el llamado tercer mundo.
Aislamiento social, pues al ser animales gregarios, los humanos nos
marchitamos en la soledad y la ausencia de contactos sociales significativos:
amor, amistad, confraternidad, etc. En palabras del pensador inglés John
Donne, “ningún hombre es una isla”.
Consumo de fármacos y medicamentos, Los fármacos y los medicamentos
afectan a las personas de diferentes formas. Siempre coméntele a su
proveedor acerca de todos los fármacos y medicamentos que se esté tomando,
incluso medicamentos de venta libre y vitaminas.
Las interacciones de fármacos pueden ser peligrosas.
Las personas mayores deben ser muy cuidadosas acerca de las
interacciones cuando están tomando muchos medicamentos.
Todos sus proveedores de atención médica deben conocer todos los
medicamentos que está tomando. Lleve la lista consigo cuando asista a
chequeos y tratamientos.
Evite el consumo de alcohol mientras esté tomando medicamentos, ya
que esto puede causar problemas serios. La combinación de alcohol y
tranquilizantes o analgésicos puede ser mortal.
Las mujeres embarazadas no deben tomar ningún fármaco ni medicamento sin
consultar con el médico, ni siquiera los medicamentos de venta libre. El feto es
más sensible al daño de los fármacos durante los primeros 3 meses.
Coméntele a su proveedor si usted ha estado tomando cualquier droga antes
de quedar embarazada.
Siempre tome los medicamentos como se los recetaron. Tomar cualquier
medicamento en una forma distinta a la recetada o tomar demasiado puede
causar serios problemas de salud y se considera drogadicción. El abuso y la
adicción no están asociados solamente con las drogas "ilícitas".
Los fármacos legales como laxantes, analgésicos, aerosoles nasales, píldoras
para adelgazar y medicamentos para la tos también se pueden usar de forma
indebida.
La adicción se define como el uso continuo de una sustancia aunque esté
experimentando problemas relacionados con su consumo. Simplemente
necesitar un fármaco (como un analgésico o un antidepresivo) y tomarlo como
se la recetaron no es una adicción.
Obesidad, La obesidad es una preocupación de salud grave. El exceso de
grasa corporal puede sobrecargar su corazón, los huesos y los músculos.
También puede incrementar el riesgo de padecer hipertensión arterial,
accidente cerebrovascular, venas varicosas, cáncer de mama y enfermedad de
la vesícula biliar.
La obesidad puede ser causada por comer demasiado y consumir alimentos
malsanos. La falta de ejercicio también influye. Los antecedentes familiares
también pueden ser un riesgo para algunas personas.
Adolescencia y hábitos saludables
La adolescencia es una etapa en la que debes prestar especial atención tanto a
lo que comes como a las actividades que realizas a diario. Tu cuerpo está
cambiando muy rápidamente y muchas veces puedes tener dudas sobre lo que
debes comer o qué actividad debes realizar. Ahora que empiezas a tomar tus
propias decisiones es bueno que conozcas qué hábitos te van a ayudar a
desarrollarte correctamente.
Alimentación
Cada uno tenemos un ritmo de crecimiento diferente por ello es importante que
tu dieta, además de ser equilibrada se adapte tanto a tus cambios corporales
como a la actividad física que prácticas.
Recuerda que es importante no saltarte ninguna comida, no debes abusar de
refrescos, bollería, etc., ni tampoco hacer dietas sin el asesoramiento de un
profesional sanitario.
En muchas ocasiones las redes sociales y la publicidad sobre dietas puede
resultar un instrumento de difusión de prácticas peligrosas según el uso que se
les dé. No te dejes llevar por todas las opiniones que encuentras en la red,
busca fuentes de información adecuadas y sobre todo consulta a profesionales
sanitarios que serán los que mejor te pueden asesorar.
Tus necesidades de energía van aumentando y a partir de los 10 años son
distintas entre chicas y chicos.
Pero además tu alimentación debe cubrir las necesidades de determinadas
vitaminas y minerales (hierro, calcio y vitaminas del grupo B, entre otras) de las
que aumentan en este período de mayor velocidad de crecimiento y cambios
corporales.
En tu dieta no debe faltar:
Un desayuno completo
Tus horarios se ven modificados en la mayoría de los casos, se prolonga el
tiempo que permaneces en el aula por la mañana e incluso las clases
comienzan antes, pero esto no es excusa para llegar a clase sin haber tomado
un desayuno completo.
Diferentes estudios muestran que muchos adolescentes no llegan a tomar las
cantidades recomendadas en cuanto a lácteos y frutas naturales, justo dos de
los alimentos que no deberían faltar en tu desayuno.
La cantidad de productos lácteos diaria que debes tomar para cubrir tus
necesidades de calcio es aproximadamente de 1 litro de leche y/o derivados
como yogur o queso fresco.
En cuanto a la fruta, el desayuno es un momento idóneo para introducir la
primera de las tres que, al menos, sería aconsejable tomar al día,
aprovechando las variedades de temporada, con todo su sabor y color y sobre
todo sus beneficios.
En cuanto a los cereales, deben ser preferiblemente de grano entero: pan,
cereales, galletas integrales, copos de cereales. Si no tienes hábito de tomarlos
empieza a probarlos; poco a poco te acostumbrarás a su sabor y te ayudará a
alcanzar la fibra que necesita tu cuerpo.
Es buena idea incorporar otros alimentos como frutos secos, aceite de oliva,
alguna hortaliza, lo ideal es probar con platos distintos teniendo en cuenta tus
gustos y en línea con lo que se considera un desayuno saludable, de forma que
adquieras un buen hábito.
Media mañana
Es el momento de reponer fuerzas para continuar con las siguientes clases. En
lugar de utilizar este momento para bajar a la cafetería y tomar un refresco y
unos snacks, es preferible llevar de casa un bocadillo, algo de fruta y puedes
aprovechar ese momento para hacer algo de actividad física y moverte.
Comida
En esta etapa no suele ser habitual comer en la escuela, normalmente se come
en casa y se hace tarde una vez que acaban todas las clases de la mañana,
esto no quiere decir que camino a casa vayas picando, sólo conseguirás
quitarte el hambre pero con alimentos poco adecuados.
En la comida no debe faltar verdura, bien como ensalada o formando parte del
plato principal; además puede llevar otros alimentos como patatas, legumbres,
cereales y proteínas -la carne o el pescado- que deben aparecer pero en
cantidades más pequeñas ¡Eso es Dieta Mediterránea! No olvides que en
nuestra cultura la comida de mediodía es la que más energía aporta, por ello
no la descuides y dedícale su tiempo.
Como complementos escoge una pieza de fruta para el postre y agua como
bebida.
Merienda
La tarde es para seguir trabajando: estudiar, deberes, clases extras y deporte,
es necesario cargar la batería y tomar alimentos que ayuden a continuar, nada
de bollería, snacks, refrescos, etc., estos alimentos déjalos para consumirlos de
manera ocasional.
Si no has tomado bocadillo a media mañana, puede ser un buen momento para
incluirlo junto con algo de fruta y/o leche. Escojas lo que escojas, recuerda que
no hace falta que tomes porciones muy grandes.
Cena
Colabora en casa, un buen momento es la preparación de la cena junto a tu
familia. Es una estupenda escuela de hábitos positivos. Entra en la cocina y
anímate a preparar tus platos preferidos.
Trata de incorporar aquellos alimentos que no has tomado a lo largo del día:
pescado, verdura, legumbre, pasta, arroz, frutos secos. Si has logrado el reto
de las tres-cuatro piezas de fruta, haz recuento de los lácteos: puede ser el
momento perfecto para tomar un vaso de leche o un yogur.
Aprovecha para disfrutar de la comida compartiendo la cena con tu familia: es
un fantástico momento para charlar y contaros cómo ha ido el día.
Esta etapa puede convertirse en la puerta a una vida adulta saludable.
¡Apúntate al reto y crece a lo alto!
Practicar actividad física es sano y divertido
Estás en pleno desarrollo y para seguir creciendo de manera saludable es
importante que estés activo. Para ello tienes que realizar al menos, 60 minutos
al día de actividad física de intensidad moderada (caminar ligero o montar en
bici) o vigorosa (correr o ir en bicicleta pedaleando rápidamente), pudiéndose
alcanzar el tiempo recomendado por períodos más cortos (sumando períodos
de, al menos, 10 minutos seguidos cada uno). Además, es conveniente realizar
tres días por semana actividades vigorosas y de fortalecimiento muscular. Así
mejorarás tus huesos y tu flexibilidad.
La actividad física no la debes realizar solo en tu tiempo libre, ten en cuenta
que llevar una vida activa no es solo hacer deporte 2 o 3 veces por semana,
sino que además es fundamental que interrumpas los periodos sedentarios de
más de 2 horas seguidas. Haz descansos y muévete cuando estés mucho
tiempo sentado o entre clase y clase, etc... Cuando dedicas mucho tiempo
delante de una pantalla de televisión, del teléfono móvil o del ordenador, te
haces sedentario. Limita el tiempo de pantalla a menos de 2 horas al día.
Realiza descansos activos cada una a dos horas con sesiones cortas de
estiramiento o dando un breve paseo.
Estás en pleno desarrollo y para seguir creciendo de manera saludable debes
tener presente las recomendaciones sobre actividad física.
Puedes empezar por casa: planificando actividades en familia como pasear por
parques y vías verdes, participar en actividades lúdico deportivas en el entorno
en el que vives o bailando.
Hay muchas actividades domésticas (hacer la compra, ocuparse del jardín,
etc.) en las que podéis participar toda la familia y que también suponen
actividad física con gasto de energía.
Disfruta de tus vacaciones con actividades en familia: nadar, ir en bicicleta,
escalar, acampar, caminar por el campo, pescar, etc.
Cuáles son los errores más frecuentes en la alimentación del adolescente
El adolescente toma sus propias decisiones y define su identidad propia.
Todo ello puede dar peculiaridades en su forma de alimentarse y no
cubrir las demandas de nutrientes aumentadas.
El adolescente empieza a comer más veces fuera de casa, con amigos y
existe el riego de seguir dietas desequilibradas.
Se suele saltar el desayuno condicionando el aporte adecuado de
nutrientes y el control del peso. (30 a 50%)
Bajo consumo de lácteos.
Escaso consumo de frutas y verduras Rechazar erróneamente ciertos
alimentos por el miedo a engordar (pan, arroz, pasta,)
Abuso de bebidas azucaradas y refrescos.
Aumentar la ingesta de snacks (patatas fritas de bolsa,), comidas
rápidas, platos precocinados, aumentando la ingesta calórica (dietas
hipergrasas) sin cubrir los requerimientos de vitaminas y minerales.
Consumen tóxicos (tabaco, alcohol, anabolizantes) que influyen en la
nutrición
Dietas restrictivas inadecuadas en adolescentes
preocupadas por su imagen corporal.
Consejos preventivos en la etapa adolescente Dirigidos a las familias
Tener información acerca de los cambios en la adolescencia,
especialmente sobre el retraso fisiológico del inicio del sueño, las
mayores necesidades de dormir y las alteraciones que producen en el
sueño el uso de móviles, Internet, etc. inmediatamente antes de
acostarse.
Explicar y enseñar a reconocer los signos de déficit de sueño:
irritabilidad-difícil despertar, recuperación durante el fin de semana.
Recomendar el establecimiento de un diálogo familiar sobre el sueño y
su importancia. Sensibilizar acerca de la importancia del sueño.
Favorecer un ambiente propicio al final de la tarde.
Resaltar la importancia del ejemplo de hábitos por parte de los padres.
Dirigidos al propio adolescente
Recomendar la realización de horarios regulares. Incluso los fines de
semana
Exposición a luz intensa por la mañana. Les ayuda a adelantar la fase
de sueño.
Favorecer las actividades estimulantes en horas con tendencia al sueño
diurno.
Evitar las actividades de alerta (estudio, videojuego) una hora antes de
dormir.
Evitar el consumo de sustancias estimulantes que prolongan el estado
de vigilia, como el café, cigarrillos, bebidas alcohólicas, bebidas colas
entre otras
Regularidad en los horarios de las comidas
Desaconsejar dormirse con la TV puesta (disminuye la profundidad del
sueño). No colocar la TV en la habitación
Dirigidos al sistema educativo
Informar a los profesores, y al sistema educativo en general, sobre el
sueño y sus problemas.
Estimular la inclusión de temas relacionados con el sueño en programas
educativos.
Recomendar establecer horarios teniendo en cuenta las peculiaridades
del adolescente.
Evitar incluir en el currículo materias «duras» antes de las 9 de la
mañana. Favorecer las actividades al aire libre (educación física) en las
primeras horas de la mañana.
Estimular la inundación de luz en las aulas por la mañana.
¿Cómo podemos mantener un estilo de vida saludable?
Para mantener un estilo de vida saludable, la OMS nos recomienda tener en
cuenta lo siguiente:
Mantener una alimentación sana: una alimentación balanceada es parte de
una vida saludable, teniendo en cuenta que la variedad es de suma
importancia, debemos incluir verduras, frutas, legumbres, frutos secos, granos
enteros, además de otras fuentes alimenticias para nutrir nuestro cuerpo.
Evita el exceso de sal: el exceso de sal se ha visto relacionado con diversos
problemas en la salud, por lo que su consumo moderación es necesaria para la
prevención de diversas afecciones. Se recomienda consumir un máximo de 5
gr al día.
Reduce el consumo de azúcar: se sugiere que la ingesta de azúcar sea
menor al 5% del total de energía para cuidar la salud dental y favorecer al
control de peso.
Consume menos grasas: buscar reemplazar las grasas saturadas por grasas
saludables como palta, pescado, nueces, etc.
Evitar sustancias nocivas: como el consumo de alcohol y tabaco, los cuales
están asociados con efectos dañinos para la salud. Esto evita que podamos
mantener un estilo de vida saludable.
Mantente activo: la movilidad del cuerpo es importante para nuestros
músculos, por lo que el ejercitarse o realizar actividad física aportará a
preservar un estilo de vida saludable.
Revisión médica: parte de un estilo de vida saludable es cuidar de ti, realiza
un chequeo médico regularmente para revisar tu estado de salud y como
prevención ante posibles enfermedades.
Bebe agua: Es fundamental que el consumo de agua sea: agua hervida o
tratada.
Cuida tus alimentos: Se recomienda mantener una limpieza meticulosa, al
igual que preservar los alimentos en temperaturas adecuadas. Además de
revisar las fechas de caducidad de los diversos productos que se adquieran.
Limpia tus manos adecuadamente: la limpieza juega un rol importante en la
salud, una limpieza inadecuada podría derivar a contraer bacterias o alguna
enfermedad. Asegúrate de usar jabón y agua para lavarte las manos o algún
producto desinfectante con alcohol.
Expresa tus emociones: la depresión es una de las afecciones más comunes
en el mundo, por lo que de ser necesario habla con un amigo, familiar o un
profesional de salud mental.
Los beneficios de un estilo de vida saludable
Llevar un estilo de vida saludable tiene muchas ventajas, tanto desde el punto
de vista médico como psicológico y mental. Un estilo de vida sano no debe
consistir solo en tomar las decisiones correctas durante un día. Todo tu estilo
de vida debe centrarse en la vida sana. Se trata de incorporar cosas a tu rutina
y formar hábitos positivos que pueden llevar algún tiempo, pero te alegrarás de
haber tomado esa decisión cuando empieces a notar los beneficios.
Aunque te parezca difícil cambiar a una vida centrada en el bienestar debido a
las presiones externas, puedes empezar haciendo pequeños cambios que
marquen la diferencia. Algunas razones motivadoras para disfrutar de una vida
saludable:
Motivación: empezarás a sentirte más motivado para hacer las cosas que
tienes que hacer cada día.
Prevención de enfermedades: un estilo de vida saludable puede prevenir
enfermedades o reducir el número de resfriados al año, manteniendo nuestro
sistema inmunológico preparado en todo momento.
Tiempo: si te organizas y cuidas de tu cuerpo, pasarás mucho menos tiempo
yendo al médico, para poderlo reinvertir en actividades más entretenidas.
También tendrás más tiempo para afrontar los retos de la vida diaria, ya que te
sentirás con más energía para dejar de lado la fatiga laboral. Además vivirás
sano por más años.
Menos CO2: si empiezas a sustituir los trayectos cortos en coche por
desplazamientos a pie o en bicicleta, reduces tu huella de carbono y es otra
razón motivadora para ponerte en forma.
Menos estrés: cuando sabes que te estás esforzando conscientemente por
mejorar tu salud, mejorará tu autoestima y tendrás menos posibilidades de
contraer enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. La fatiga
laboral y el cansancio extremo pueden influir sobre tu salud mental,
apareciendo en forma de estrés y ansiedad.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.unsis.edu.mx/ciiissp/estilos%20de%20vida.html
https://unidadmedicavascular.com/estilos-de-vida-saludable/
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https://www.bupasalud.com/salud/habitos-saludables
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https://www.vitonica.com/wellness/20-habitos-saludables-alimentacion-fitness-
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https://www.supradyn.es/vitaminas-para-tener-energia/salud/estilo-de-vida-
saludable