GÉNERO Y DIVERSIDAD SEXUAL
El eje de género y diversidad sexual en la Educación Sexual Integral (ESI)
tiene como objetivo promover la comprensión y el respeto hacia la
diversidad de identidades y expresiones de género, así como abordar las
problemáticas asociadas a la discriminación y la violencia basada en la
orientación sexual o identidad de género.
En este eje, se busca superar los estereotipos de género tradicionales y
fomentar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas,
independientemente de su identidad de género u orientación sexual.
Algunos temas que suelen abordarse en este eje incluyen:
1. Identidad de género: Se trata de reconocer que el género no está limitado
a una dicotomía hombre-mujer, sino que existen diversas identidades de
género, como personas transgénero, género no binario, género fluido, entre
otras. Se promueve el respeto y la aceptación de la identidad de género de
cada persona.
2. Expresión de género: Se destaca la importancia de permitir que cada
individuo exprese su género de manera auténtica, sin verse limitado por
estereotipos o expectativas sociales. Se fomenta la liberación de roles de
género rígidos y se promueve la diversidad en la forma en que las personas
se presentan y se visten.
3. Orientación sexual: Se abordan diferentes orientaciones sexuales, como
la homosexualidad, la bisexualidad y la heterosexualidad, entre otras. Se
busca desmitificar prejuicios y estereotipos relacionados con la orientación
sexual y promover el respeto hacia todas las formas de amar y relacionarse.
4. Discriminación y violencia: Se trabaja en concienciar sobre las formas de
discriminación y violencia basadas en la orientación sexual o identidad de
género. Se brinda información sobre cómo prevenir y enfrentar situaciones
de discriminación y se promueve el respeto hacia todas las personas, sin
importar su orientación sexual o identidad de género.
5. Derechos de las personas LGBT+: Se informa sobre los derechos
humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y de
otras identidades sexuales y de género. Se promueve la igualdad de
derechos y la lucha contra la discriminación en ámbitos como el acceso a la
salud, la educación y el empleo.
Es importante destacar que el enfoque de género y diversidad sexual busca
generar un ambiente de respeto y aceptación, así como contribuir a la
construcción de una sociedad más inclusiva y libre de discriminación.
SEXUALIDAD:
La sexualidad como concepto complejo:
Sus múltiples dimensiones: biológica, psicológica, afectiva, jurídica,
ético-política y espiritual. La multidimensionalidad: su injerencia en
la construcción de subjetividad.
La sexualidad como concepto integral implica un abordaje multidisciplinario
que garantice que la información que se conoce, se comparte y transmite
sea pertinente y actualizada según los aportes científicos y las
consideraciones del contexto de la población a la que va dirigida.
Las prácticas tradicionales o ritos vinculados a la sexualidad, son parte de
esa construcción y, en algunos casos, han asociado el concepto a elementos
como naturaleza, erotismo, genitalidad, reproducción y biología, a la vez
que se representa e interpreta por medio de chistes, bromas y frases,
sexistas y estereotipadas respecto a la sexualidad de hombres y mujeres.
Esto lo limita, con cierta frecuencia, a lo físico, omitiendo las emociones, los
afectos y los procesos cognitivos asociados al concepto.
En el ámbito educativo, el abordaje de la temática debe ser entendido
desde una perspectiva integral a fin de que la población estudiantil tenga
mayores oportunidades para desarrollar competencias y capacidades
críticas para la vivencia y toma de decisiones responsables respecto a su
sexualidad. Desde esta perspectiva, el concepto involucra aspectos
personales, emocionales, afectivos, sociales, bio-fisiológicos, eróticos,
axiológicos, éticos, religiosos, espirituales y culturales; es decir la
sexualidad es parte de todas las personas desde que nacen y se expresa a
lo largo de la vida en todo aquello que son, sienten, piensan y hacen y en
las relaciones con las demás personas.
Al ser un componente esencial de la persona, la sexualidad, y todo lo
relacionado a ella, no debe ser un tema vergonzoso del que no se pueda
hablar, sino todo lo contrario. Es necesario conocerla y comprenderla para
vivirla adecuada, responsable y placenteramente.
La vivencia de la sexualidad se da en el espacio individual, de pareja y
social; siendo diversas las experiencias y expresiones de placer, de los
afectos, sentimientos, creencias, actitudes, fantasías, emociones, el
autodescubrimiento, la orientación sexual, identidad sexual y de género
como parte de la identidad personal, los sueños y aspiraciones futuras, las
relaciones intra e interpersonales, los roles y el ejercicio de los derechos.
Por lo tanto no debe limitarse a la genitalidad ni a la reproducción, aspectos
que forman parte de ella pero que no la definen en su totalidad ni deben ser
considerados prácticas obligatorias. La genitalidad y la reproducción son
una posibilidad dentro del amplio espectro de expresiones de la sexualidad.
¿Qué se entiende por sexualidad?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término sexualidad se
refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. Se expresa
en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores,
actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la
interacción de factores biológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y
religiosos o espirituales. En resumen, la sexualidad se practica y se expresa
en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos. (2006).
Como visto anteriormente, la sexualidad desde una visión integral implica:
1. Comprender a las personas desde varios ámbitos:
•Biológico: El cuerpo y su funcionamiento.
•Psicológico: Pensamientos, emociones y comportamientos.
•Social: Familia, amistades, contexto
2. Saber que la sexualidad es parte de la vida de todas las personas durante
todas las etapas de desarrollo del ciclo vital (infancia, niñez, adolescencia,
adultez y vejez) y por lo tanto se manifiesta de diversas formas.
3. Comprender, reconocer y defender los Derechos Sexuales (DDSS) y los
Derechos Reproductivos (DDRR), así como la importancia de la salud sexual
y la salud reproductiva (tema que se abordará más adelante).
Por lo tanto, la sexualidad no es un instinto, sino un valor humano, una
cualidad, una dimensión, porque todas y todos somos sexuados, como todos
y todas somos personas. Importa destacar que cada cual se va haciendo
sexual, se va sexualizando, es decir, notándose, viviéndose,
descubriéndose, sintiéndose sexual, progresivamente, evolutivamente. Y
que no es obra puntual o estática sino fruto del rodaje y del vivir.
Sexo y Género
Género
Es una construcción social de la diferencia sexual que condiciona los roles,
las posibilidades, las oportunidades, las opciones, las acciones, la apariencia
física, la expresión de la sexualidad de las personas, puede o no
corresponder con el sexo biológico.
Sexo
Se refiere a los atributos anatómicos y fisiológicos que identifican a una
persona como varón o mujer. Es decir, el tipo de órganos sexuales (pene,
testículos, vagina, útero), el tipo de hormonas predominantes (testosterona,
estrógeno), la capacidad de producir semen u óvulos y la capacidad de dar
a luz o amamantar que hace a un ser macho o hembra. no siempre
corresponde con el género autopercibido.
Principales diferencias entre sexo y género
1. El género es una construcción social, el sexo no
Es necesario matizar esto, ya que cualquier concepto (ya sea el de árbol,
montaña o río) es una construcción social. Sin embargo, mientras que el
sexo se refiere en elementos desarrollados sin que tengamos apenas
capacidad de alterarlos, en el género sí intervienen nuestras ideas y
expectativas.
Por ejemplo, ciertos rasgos andróginos en mujeres, como una delgadez
uniforme por todo el cuerpo, pueden parecer poco femeninos hoy, pero en
los años 20 resultaban femeninos y sexualmente atrayentes. Sin embargo,
nuestra valoración de las cosas y nuestras expectativas no cambia el hecho
de que la inmensa mayoría de personas nacen con pene o vagina, siendo
estos atributos que contribuyen a identificar el sexo de alguien.
2. El género es exclusivo de animales con pensamiento abstracto
Mientras que podemos localizar sexos incluso en plantas y peces, el
género solo está presente en animales con una capacidad relativamente
alta de pensamiento abstracto, el máximo representante de los cuales es el
ser humano (en el pasado, quizás, otras especies del género homo).
Esto es así porque el género es, al menos parcialmente, una construcción
social, tal y como hemos visto, y para desarrollar construcciones sociales es
necesario construir una semántica y sistemas de símbolos acerca de lo que
es femenino y masculino.
3. El género puede estar en un continuo, el sexo no
Como el género está mediado por la cultura, es posible ver cómo lo
femenino y lo masculino es diferente entre las personas, dependiendo de
sus opiniones. A su vez, una persona puede sentirse ni femenina ni
masculina, lo cual significa que su pensamiento aplicado a la autoimagen no
categoriza de forma clara lo que es uno mismo. Esto, lejos de ser algo
puramente subjetivo, es una evidencia de conducta verbal
(pensamiento) huyendo de categorías cerradas del tipo hombre/mujer.
El sexo, en cambio, puede presentarse en ocasiones de formas muy poco
comunes, pero en general, hay un grupo muy limitado de criterios que
permiten valorarlo: genitales, tipo de gónadas y cromosomas,
principalmente.
4. El sexo no puede ser performativo
Tal y como hemos visto, el género es al menos en parte simbólico. Eso
significa que se expresa en el movimiento, lo que hacemos, mientras que el
sexo es estático, depende de elementos rápidamente objetivables que se
encuentran en elementos materiales. Esto hace que el género pueda ser
“negociado” en las conversaciones y en el modo en el que nos
relacionamos con los demás.
Por ejemplo, si un hombre se trasviste en una despedida de soltero y trata
de actuar de un modo femenino, generalmente se entiende que hace
comedia. Sin embargo, en otro contexto, esa misma acción puede ser
directamente la expresión del deseo genuino de formar parte del género
femenino.
5. El sexo comporta un rol reproductivo diferente
Esta es una de las diferencias fundamentales entre sexo y género. Una
mujer, independientemente de sus percepciones relativas a su
género, tiene una función reproductiva distinta a la de un hombre: el
paso por el embarazo, etc. El género puede llevar a experimentar este
hecho de uno u otro modo, pero no lo cambia.
·PROYECCION DEL VIDEO CORRE COMO NIÑA
https://m.youtube.com/watch?v=xH-
9nWaqpws&pp=ygUQY29ycmUgY29tbyBuacOxYQ%3D%3D
Diversidad Sexual
Marco Legislativo
La Ley Nacional 26.743 de Identidad de Género, sancionada en 2012 y
reglamentada con los decretos 1.007 de 2012 y 903 de 2015, reconoce el
Derecho a la Identidad de Género. Es decir, a que se respete la
identidad de género según la vivencia interna e individual, tal como
cada persona la siente. La identidad de género puede corresponder o no con
el sexo asignado al nacer, y puede involucrar la modificación de la
apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos,
quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido.
También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo
de hablar y los modales.
La Ley, incorporada en el Código Civil y Comercial, tiene dos componentes
centrales. Por un lado, que en todos los documentos que acrediten identidad
se reconozca la identidad de género autopercibida. Permite el cambio del
sexo, el nombre de pila y la imagen. No se exige ninguna intervención
quirúrgica u hormonal, ni tampoco la realización de tratamiento médico o
psicológico. El trámite es gratuito y no requiere la intermediación de
gestores o abogados.
En el caso de personas menores de edad (menos de 18 años), la solicitud
del trámite debe realizarse con su conformidad expresa a través de sus
representantes legales, a partir de los criterios de capacidad progresiva e
interés superior del niño o niña. Las personas menores de edad deberán
contar con la asistencia del abogado del niño o niña.
Por otro lado, la Ley garantiza el acceso a intervenciones quirúrgicas totales
y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar el cuerpo a
la identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización
judicial o administrativa. Sólo basta el consentimiento informado de la
persona interesada en hacer el tratamiento o la intervención. Estas
prestaciones deben asegurarse en los centros de salud públicos y de gestión
privada o a través de las obras sociales o de medicina prepaga y están
incluidas en el Plan Médico Obligatorio. Las personas menores de 18 años
pueden acceder a este derecho, aunque en el caso de las intervenciones
quirúrgicas se requiere la conformidad de la autoridad judicial competente.
Por otro lado, la Ley 26.618 de Matrimonio Civil, sancionada y
reglamentada en 2010, iguala los derechos maritales de las parejas del
mismo sexo con las de diferente sexo. Reemplaza las palabras que indiquen
que el matrimonio es entre una mujer y un varón por términos neutros
como cónyuges o contrayentes e implica que las parejas del mismo sexo
que contraen matrimonio acceden a los derechos vinculados a cobertura de
salud, la toma de decisiones de salud conjunta, herencia y adopción.
Ningún tipo de discriminación puede ser aceptada, en particular cuando se
origina por motivos de raza o etnia, nacionalidad, situación económica,
lugar de residencia, idioma, religión, ideología política, sexo, estado civil,
filiación, apariencia personal, enfermedad o discapacidad y por supuesto, el
género o la orientación sexual.
La conexión entre derechos humanos y la sexualidad implica conocer y
comprender que existen diversas formas de amar, de sentir placer y de
construir familias, lo cual se da tanto en relaciones heterosexuales, como
lésbicas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
Cuando las personas son discriminadas, se ofende y daña la diversidad de la
sociedad y del país donde vivimos. Dado que la diversidad habita en
nuestras propias familias, en las puertas de nuestra casa y en cada lugar
que conozcamos o visitemos, al discriminar, no solo afectamos la dignidad
de quien es excluido sino también afectamos el conjunto de la sociedad, a
nosotros mismos.
· PROYECCION DEL VIDEO “VESTIDO NUEVO”
https://m.youtube.com/watch?
v=LVdfnQPUYLY&pp=ygUNdmVzdGlkbyBudWV2bw%3D%3D
Orientación Sexual
A continuación les dejo algunos de los tipos de orientaciones e
identidad sexual:
1. Heterosexualidad. Es la más reconocida y aceptada por la sociedad
occidental, ya que responde a mandatos tradicionales patriarcales y
prejuicios religiosos difíciles de erradicar. La persona heterosexual es
aquella que siente atracción física y/o emocional por las personas del
sexo opuesto. Está además fuertemente justificada por los sectores
conservadores por la necesidad de reproducción de la especie.
2. Homosexualidad. La persona homosexual es aquella que siente
atracción física y/o emocional por personas del mismo sexo. Un
hombre homosexual se conoce coloquialmente con el término
anglófono "gay", mientras en el caso de una mujer se denomina
"lesbiana".
3. Bisexualidad. Hay estudios que afirman que todas las personas
nacemos con una condición bisexual. Prácticas de este tipo se
conocen desde la Antigüedad en civilizaciones como la romana o la
griega. La bisexualidad responde a atracciones física y/o emocionales
por ambos sexos, y se da en hombres y mujeres.
4. Transexualidad. Son aquellas personas que sienten haber nacido en
un cuerpo equivocado, que están convencidas emocionalmente de
que no pertenecen al sexo biológico con el que nacieron. Lo/as
transexuales consumen estrógenos (hormonas) para transformar su
cuerpo de manera paulatina, y algunos realizan una intervención
quirúrgica para cambiar su sexo. Además adoptan formas de vida
similares a las del género de su identidad sexual (es decir de lo que
sienten ser).
5. Asexualidad. Hay personas que no experimentan atracción sexual
por ninguno de los dos sexos biológicos. Estas personas no tienen
vida sexual ni cuentan con orientación al respecto. Aunque pueda
parecer extraño en nuestra sociedad tan sexualizada, ser asexual no
es una enfermedad ni un padecimiento.
6. Pansexualidad. Estas personas se sienten atraídas física y/o
emocionalmente por otras sin considerar su orientación sexual,
identidad o apariencia física. Les atrae "el ser humano" y su
personalidad, sin importar los aspectos sexuales o de género.
7. Antrosexualidad. Se confunde con la pansexualidad, pero es algo
bien diferente. Los antrosexuales desconocen su propia orientación
sexual y a la vez se sienten atraídas por cualquier persona. Es decir
que no tiene una orientación sexual definida, por ende pueden ser
heterosexual, homosexual, demisexual, pansexual, bisexual, hasta en
ocasiones asexual.
8. Demisexualidad. Son aquellos que solo desarrollan una atracción
sexual si existe atracción emocional con la otra persona. No tiene que
ver solamente con el amor romántico o de la pareja, sino que puede
darse en una fuerte amistad.
9. Sapiosexual. Se sienten atraído/as por cualquier ser humano
siempre que tenga una gran inteligencia. Les gustan aquellas
personas -hombre o mujer- que tienen "algo de que hablar".
10.Grisexual. Son aquellos que están entre la sexualidad y la
asexualidad. Es decir que a veces sienten deseo y otras veces pasan
grandes períodos sin él. Pueden ser hombres o mujeres de cualquier
condición sexual.
11.Metrosexual. No es tanto una orientación sino un estilo de vida. Son
hombres que cuidan en demasía su aspecto físico, se la pasan en el
gimnasio, en la peluquería y se obsesionan con su higiene, salud y
limpieza personal. Están al día con las últimas tendencias de la moda.
12.Lumbersexual. Es un nuevo estilo en hombres que se caracteriza
por la identificación con el mito del rudo leñador. Suelen llevar barba,
camisa a cuadros, vaqueros y un aspecto "cuidadosamente"
desaliñado. Se ven en los catálogos de moda.
13.Spornosexual. Está de moda entre las personas conectadas en las
redes sociales e internet. Se parece al metrosexual, pero éste
además presume de sus músculos. Es un hombre bastante narcisista
que le encanta mostrarse.
14.Lithsexualidad: Las personas con este tipo de orientación
sexual experimentan atracción hacia otras personas, pero no sienten
la necesidad de ser correspondidas.
15.Autosexualidad: la atracción se experimenta hacia uno mismo, sin
que esto tenga que ser sinónimo de narcisismo. Puede entenderse
como una forma de alimentar afecto o amor propio.
16.Polisexualidad: En este tipo de orientación sexual se siente
atracción hacia varios grupos de personas con identidades de género
concretas. Según el criterio utilizado para clasificar, puede
entenderse que la polisexualidad se solapa con otras orientaciones
sexuales como por ejemplo la pansexualidad.
17.Omnisexual: una persona que se siente atraída por todos los
géneros y sexos.
18.Skoliosexual: persona que se siente atraída por personas que no se
identifican de forma binaria, es decir, personas que no son cisgénero
(hace referencia a una persona cuya identidad de género está
alineada con el sexo que le asignaron al nacer), en otras palabras,
skoliosexual es la persona que se siente atraída por las/os
transgeneros (hace referencia las distintas maneras en que las
identidades de género de las personas pueden diferir del sexo que se
les asignó al nacer.)
19.Intersexual: se considera intersexual a cualquier persona que nace
con una anatomía sexual o reproductiva que no encaja en las típicas
definiciones de "hombre" o "mujer".
20.Agénero: una persona que no se asimila en los espectros de los
géneros binarios (masculino y femenino) y que están fuera de la
cisnormatividad, pudiendo manifestarse su identidad como un
abanico de géneros alejados de los géneros binarios.
21.Género fluido: aquellas personas que no se identifican solo con una
identidad de género, sino que circulan entre varias.
22.Bigénero: persona que se puede definir o encontrar dentro de dos
géneros femenino y masculino, aunque también puede encontrarse
entre género neutro y semi-femenino, masculino y neutro, etc.
23.Trigénero: lo mismo de antes pero con tres géneros. Además de
sentirse parte del género femenino y masculino también perciben un
tercer género, que puede ser el nulo o una combinación entre
cualquiera de los tres.
24.Andrógino: persona cuya identidad es una mezcla en distintos
grados entre mujer y hombre.
25.Intergénero: persona intersexual cuya identidad se sitúa en un
punto medio entre dos géneros, usualmente los binarios. Esta
identidad pertenece únicamente a personas intersexuales, no debe
utilizarse por parte del resto.
26.Persona de sexo no ajustado o non-conforming: alguien que no
se quiere identificar con las etiquetas de género binarias.
27.Homorromántico: persona que se siente románticamente atraída
(es decir, de manera no sexual) hacia personas del mismo sexo o
género.
28.Birromántico: persona que se siente románticamente atraída (es
decir, de manera no sexual) hacia personas de más de un género.
29.Panromántico: persona que se siente atraída románticamente hacia
otras sin estar limitada por su sexo o género
30.Arromántico: aquella persona que no experimenta atracción
romántica hacia ninguna otra.
Perspectiva de Género
¿Qué es la perspectiva de género?
La palabra perspectiva hace referencia a una forma de ver o analizar una
determinada situación o de tener un punto de vista. Es decir, se trata de
analizar la forma en la que la sociedad entiende que deben comportarse los
sexos. Por ejemplo, se asocia el hecho de que la mujer deba ocuparse de la
familia mientras el hombre trabaja y esto se traduce en desigualdades
sociales como las que hemos visto en el apartado anterior.
La perspectiva de género, por lo tanto, permite analizar la forma en la
que se crean y perduran sistemas sociales a partir de un determinado punto
de vista del sexo, el género y la orientación sexual.
Los elementos fundamentales para entender la perspectiva de
género son los siguientes:
· Reconocimiento de que la forma de ver el género puede ser diferente
dependiendo de las sociedades y de las épocas.
· Análisis relativo a que el género nos atribuye, socialmente, unas
determinadas características.
· Existencia de una desigualdad entre lo femenino y lo masculino, de
forma que predomina lo masculino.
· Influencia del género en muchos ámbitos como la economía, el
trabajo, la educación, las relaciones entre hombres y mujeres, etc.
· La idea de que el género se ve influido por otros elementos como la
edad o el estado civil.
· La base de la perspectiva de género es la búsqueda de la igualdad
para evitar situaciones de marginación, violencia e injusticia.
Existen numerosos ámbitos en los que se puede aplicar la perspectiva de
género, como los siguientes:
· Trabajo. En el ámbito laboral existen numerosas desigualdades en
cuanto a salario, o al acceso a puestos directivos. Para combatir este
problema es necesario que se elaboren políticas públicas que
apuesten por la transparencia en cuanto a los salarios que se pagan a
hombres y mujeres por las empresas en un mismo puesto. Además,
los sindicatos y la inspección de trabajo pueden tener un papel
esencial para alcanzar la igualdad.
· Salud. En el ámbito de la salud la perspectiva de género se refiere
a la necesidad de reconocer las diferencias entre hombres y mujeres,
de forma que los resultados y los riesgos sanitarios pueden ser
diferentes. Hasta hace poco tiempo la salud pública, en el caso de las
mujeres, se enfocaba en el embarazo y el parto, pero es necesario un
punto de vista más amplio, de forma que se cuide la salud de la
mujer en todo momento. Por ejemplo, las enfermedades
cardiovasculares afectan a muchas mujeres, pero no se reconoce
esta situación y los diagnósticos y tratamientos se retrasan.
· Educación. Las escuelas pueden ser uno de los principales
elementos para educar a las futuras generaciones en igualdad de
género de forma que se corrija cualquier tipo de desigualdad social.
En este sentido es fundamental:
o Favorecer el acceso de las niñas y de las mujeres a le
educación.
o Utilizar materiales didácticos que destaquen por igual las
actividades realizadas por hombres y por mujeres.
o La educación en valores como la igualdad y el respeto.
o Empoderar a las mujeres para que participen en igualdad en
todos los ámbitos.
Marco Normativo en Argentina
· Ley 26061 Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. Fue
sancionada en el año 2005. Señala la obligatoriedad de la CDN. En su
artículo 28, la ley establece el principio de igualdad y no
discriminación. Esto implica que las disposiciones de esta ley se
aplicarán por igual a todos las niñas, niños y adolescentes, sin
discriminación alguna fundada en motivos raciales, de sexo, color,
edad, idioma, religión, creencias, opinión política, cultura, posición
económica, origen social o étnico, capacidades especiales, salud,
apariencia física o impedimento físico, de salud, el nacimiento o
cualquier otra condición del niño o de sus padres o de sus
representantes legales.
· Asimismo, la ley establece en su artículo 22 el derecho a la dignidad
por el cual, niñas, niños y adolescentes tienen derecho a ser
respetados en su dignidad, reputación y propia imagen. También
prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes
que permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de
esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación
en contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o
responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las
niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o
ilegales en su vida privada o intimidad familiar.
· Ley 26485 Protección Integral a las mujeres. Esta ley, sancionada en
el año 2009, se propone prevenir, sancionar y erradicar todas las
formas de violencia contra las mujeres en todos los ámbitos en los
que desarrollen sus relaciones interpersonales.
· En su articulado, la ley describe distintos tipos de violencia: física,
sexual, económica, psicológica y simbólica.
· La violencia simbólica que se describe en el artículo 5.5 es aquella
que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o
signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la
subordinación de la mujer en la sociedad.
· Asimismo, en su artículo 6.f, la ley describe a la violencia mediática
como “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes
estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación
que, de manera directa o indirecta, promueva la explotación de
mujeres o sus imágenes, injurie, difame, o discrimine, deshonre,
humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también
la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e
imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato, o
construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o
generadores de violencia contra las mujeres.”
Evidencia de la perspectiva de género
La perspectiva de género se evidencia en:
· El uso del lenguaje es también fundamental, sobre todo en el caso de
la niñez y de la adolescencia, ya que niñas, niños y adolescentes
están en pleno proceso de construcción de su subjetividad, por lo que
la alta exposición y el destrato en los comentarios de quienes
conducen o de los panelistas de los programas puede ser humillante
y producir un impacto negativo.
Es interesante observar que incluso al diferenciar por sexo, utilizamos
erróneamente en primer lugar, el masculino. Por ejemplo, decimos
chicos y chicas, cuando el orden alfabético indica que la A va antes
que la O. En el mismo sentido, es incorrecto decir varones y mujeres
dado que la M va antes de la V. La diversidad sexual en la niñez y
adolescencia no esta en la agenda de los medios.
El tratamiento periodístico es la mayoría de la veces irrespetuoso: se
utilizan conceptos como normal /no normal adscribiendo a una
patología, una perversión o una anomalía. O peor aún, una situación
generadora de riesgos para la comunidad por el estereotipo de la
promiscuidad. Si el tema de la nota está vinculado con explotación a
niñas, niños y adolescentes es correcto hablar de explotación sexual
infantil o explotación laboral infantil. Decir “niñas prostituidas”
permite advertir que describimos una situación que no tiene porque
ser así para siempre.
Es una situación presente pero que no marca la identidad de esas
niñas. La buena práctica de la perspectiva de género implica señalar
que el mayor riesgo, tanto en la situación de calle como en la
explotación sexual, lo viven las niñas. Si se habla de una niña o
adolescente embarazada es importante tener en cuenta que se
considera maternidad infantil cuando se trata de niñas hasta los 15
años y que en estas situaciones es muy alta la incidencia del abuso
sexual ejercido por un varón adulto. Las últimas estadísticas oficiales
de Argentina son del año 2012 e indican que por año, 3.000 niñas son
madres.
Diseñar políticas públicas adecuadas para resolver un problema de
esta envergadura requiere un diagnóstico situacional ya que aún se
desconoce su dimensión real. Las instituciones operan ante la
emergencia, cuando los embarazos de las niñas ya se produjeron. Y
solo cuando llegan a los medios se generan debates, polémicas y
acusaciones cruzadas entre quienes responsabilizan por la
ineficiencia de los mecanismos de prevención a las autoridades y
quienes revictimizan a las niñas diciendo que provocan, que se visten
como adultas y confunden a los varones seduciéndolos. Es decir
existe una cultura de estigmatización de las niñas que quedaron
embarazadas, o fueron madres, negando las más de las veces que
fueron abusadas y sin hacer mención a la ausencia de quien las
embarazó.
· La comunicación de aspectos positivos. Tan importante como señalar
las dificultades o visibilizar las áreas de conflicto para las infancias es
difundir aspectos positivos de la niñez relatando experiencias de
organización y participación cooperativas y solidarias en diferentes
ámbitos sociales, por ejemplo grupos de niños o jóvenes que generar
experiencias ecológicas o artísticas, o que llevan adelante proyectos
que merecerían difusión. Es decir, salir de la zona que los medios
privilegian: el relato de sucesos de violencias donde predominan las
noticias que tienen como protagonistas a chicas/os en situación de
víctimas o victimarias/o para ampliar el espacio mediático con la
inclusión de los aspectos positivos y muy activos de la infancia y la
adolescencia.
· En relación con las imágenes que acompañan las notas es muy
importante tener en cuenta que el uso de las fotos, los acercamientos
con zoom a situaciones privadas, la claridad en los rasgos que
convierten a alguien en fácilmente identificable, pueden ser
considerados agraviantes u ofensivos y, sobre todo, con
consecuencias para quienes están siendo expuestos sin autorización
de personas adultas responsables. En los casos de conflicto, que no
necesariamente implica delito, las imágenes deben estar pixeladas.
Asimismo es importante evitar el uso de imágenes que ponen de
manifiesto una sexualización de las niñas y adolescentes o utilizar
imágenes de Facebook para difusiones periodísticas, por ejemplo
para casos policiales. Eludir los estereotipos en las imágenes también
es parte del buen uso de la perspectiva de género. Las imágenes que
confirman la existencia de una belleza homogénea, la promoción de
un modelo físico determinado, no siempre respetuoso de las
características étnicas de cada región, puede convertirse en un
patrón idealizado, sobre todo para las niñas, que podría ocasionar
trastornos alimentarios que en nuestro país están en aumento.
· Deconstrucción de estereotipos: A la hora de generar propuestas
de sumario es importante tener en cuenta la importancia de eludir los
estereotipos. Hay pocas notas, por ejemplo, que visibilizan a las
mujeres que hacen deportes “atípicos” o les gustan los autos, etc.
Asimismo, es importante tener en cuenta la mirada sobre los
estereotipos a la hora de hacer entrevistas. Por ejemplo, a las chicas
se les pregunta si “se quieren enamorar”, “si están de novias”, “si
sueñan con casarse”. ¿Por qué siempre es noticia el atuendo, si bajó
de peso, si está más linda o más fea? ¿Qué características se
destacan a la hora de describir el perfil de una mujer? ¿Y de un
varón? ¿Qué se les pregunta a los varones adolescentes? ¿Por qué se
refuerza la idea de que siempre quieran estar “conquistando chicas”?
¿Y la infancia trans/gay/lesbiana? ¿Se la mencionó en el texto? ¿La
incluimos en otros apartados?
En este sentido, todas y todos somos parte de una herramienta poderosa
para cuestionar y abrir el debate sobre situaciones que se presentan como
“naturales” aunque no lo sean: matrimonios de niñas/ adolescentes con
varones que las duplican o triplican en edad; niñas que tienen obligación de
cuidar de sus hermanos menores o se las emplea como trabajadoras
domésticas; etc.
Junio es el mes del orgullo LGBTQ+
En definitiva, el mes de la diversidad sexual, elegido para celebrar
actividades y eventos en favor del empoderamiento de las personas no
normativas, de la visibilización de las diferentes identidades sexuales y la
defensa de sus derechos.
Para entender mejor de donde procede el movimiento por la liberación
LGBTQ+ y su significado, es necesario conocer cómo han vivido las
personas del colectivo a lo largo de la historia. Es bien sabido que las
personas que hoy denominamos LGBTQ+ existen desde el comienzo de la
humanidad, pero no han sido tratadas ni consideradas de la misma forma
según la cultura y el momento histórico.
A continuación, se explicará de mejor manera cómo surgió el movimiento
LGBTQ+ haciendo click en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=hRBnELOeUuo&t=668s .
Esto facilitará el entendimiento a todo éste movimiento que lucha por el
empoderamiento de las personas LGBTQ+, de la visibilización de la
diferentes identidades y de la defensa de sus derechos.
¡La diversidad está bien!
Actividad
En esta oportunidad, deberán realizar una actividad que sea significativa
para apoyar a la comunidad LGBTQ+. La misma, puede ser un podcast
(Podcasting proceso a través del cual una persona, o un grupo de estas,
elabora un contenido en formato de audio, un podcast, y lo cuelga en
internet para que lo escuche el resto de personas), una historia basada en
hecho reales, una entrevista (con autorización para difusión pública), la
modificación de un cuento tradicional adaptado a la diversidad sexual, etc.