Johann Gottlieb Fichte
Johann Gottlieb Fichte nació en 1762 en Rammenau, Sajonia Alemania.
Obras más importantes.
Fundamentos de toda la doctrina de la ciencia (1794-1795): Su obra principal, donde sienta las
bases de su filosofía idealista trascendental y explora la autoconciencia y la libertad del yo.
El destino del hombre (1800): Una obra que explora la naturaleza humana, el propósito de la
existencia y la relación entre el individuo y lo absoluto.
La doctrina de la ciencia (1811): Una versión revisada y ampliada de su obra anterior, donde
Fichte continúa desarrollando y refinando su sistema filosófico.
Su pensamiento.
supone el hecho de la libertad y mediante el análisis del yo ofrece un fundamento transcendental
para su afirmación. Para el idealismo, toda realidad de la que disponemos, que conocemos, es
realidad para nosotros, es decir, contenidos de conciencia
Fichte es uno de los principales representantes del idealismo trascendental alemán, corriente
filosófica que se caracteriza por centrarse en la conciencia y el yo como fundamentos de la
realidad.
El "yo" (Ich) de Fichte es un concepto central en su filosofía, especialmente en su Doctrina de la
Ciencia (Wissenschaftslehre). Según Fichte, el yo es la fuente ultima de todo conocimiento y
realidad.
Características del yo de Fichte
1. Autoconciencia: El yo es consciente de sí mismo y de su propia existencia.
2. Autopoiético: El yo se genera a sí mismo y se produce a través de su propia actividad.
3. Infinito: El yo es infinito en el sentido de que no tiene límites ni fronteras.
4. Libre: El yo es libre en el sentido de que puede elegir y decidir su propio curso de acción.
5. Actividad pura: El yo es pura actividad, sin ninguna pasividad ni receptividad.
La relación entre el yo y el mundo
según Fichte, el yo no es solo una entidad aislada, sino que se relaciona con el mundo a través de
la actividad de la conciencia. El yo proyecta el mundo a través de su propia actividad, y el mundo
se convierte en una manifestación del yo
¿Qué es la autoposición del yo?
Para Fichte, el yo no es simplemente una entidad pasiva que recibe información del mundo
exterior, sino una fuerza activa que se auto pone a sí misma. Esto significa que el yo se crea a sí
mismo y, al hacerlo, crea también el mundo que lo rodea. La autoposición del yo es, por lo tanto,
el acto fundamental de la conciencia y la base de todo conocimiento.
El yo como principio absoluto del conocimiento
Fichte argumenta que la autoposición del yo es el principio fundamental de todo conocimiento. El
yo es la condición necesaria para que pueda haber conocimiento. Sin un yo que se auto pone a sí
mismo, no habría conciencia, ni pensamiento, ni mundo. El yo es, por lo tanto, la fuente de todo
conocimiento.
El idealismo de Fichte no niega el mundo exterior dado: lo que pretende es explicarlo. Podemos
considerar al mundo desde el punto de vista de la conciencia empírica, hallando así una realidad
que se nos impone y entre la que nos encontramos; pero de la que no podemos alcanzar más
razón que su misma existencia, su imponérsenos
La filosofía de Fichte tiene una fuerte dimensión ética. El Yo Absoluto se manifiesta en el mundo a
través de la acción moral, que consiste en la lucha por la realización de la libertad y la razón.
El ser humano tiene la responsabilidad de actuar moralmente, de acuerdo con los imperativos de
la razón y la conciencia, para contribuir a la realización del reino de la libertad.