Durante la década de los 60', el cine de Argentina comienza a mostrar nuevos matices, nuevas
concepciones y una nueva forma de hacer cine, un tanto revolucionaria. El contexto histórico en el
que se encontraba nuestro país en aquel entonces, influyó gran parte en que el cine comience un
proceso de renovación. La política se manifiesta en el arte argentino , en donde el cine forma una
nueva expresión ideológica en la que los directores transmitían opiniones a través de sus historias
y sus actores. A partir de 1960, el cine buscó la participación activa de la sociedad y su inclusión
en la política, dejando la visión tradicional dedicada exclusivamente al entretenimiento o
respondiendo a las consignas del imperialismo, con una forma más popular. Además de la versión
política que comenzó a ofrecer el Nuevo Cine Argentino se exhibían cuerpos desnudos que hasta
el momento eran temas considerados “tabu”
Un poco de Historia
Un decreto firmado en 1957 por el presidente Aramburu, significó una formación de las políticas de
Estado, respecto a la regularización y administración de la actividad cinematográfica. Esto fue el
punto de partida para las trasformaciones ocurridas en el cine, que acompañaron los procesos que
caracterizaban la década del 60 en el país y en el mundo. Acá comienza un cine argentino
revolucionario contra el dominio cultural, económico, social y militar norteamericano, en donde se
intentaba enseñar al pueblo, sus orígenes, sus valores propios culturales y que debía servir como
herramienta de lucha y concientización para facilitar la liberación política y social.
En Argentina ,el cine político comenzó con los film de Fernando Birri con “Tire Die” ,caratulada
como una denuncia fílmica sobre la pobreza estructural de un país rico en recursos naturales, “Los
inundados” (1961) ,en el que refleja con espíritu satírico los movimientos políticos sobre los
absurdos de la burocracia ,al tiempo del presente drama. En 1968 “Camino a la Muerte del viejo
Rosales” de Gerardo Vallejo, “Crónica de un niño solo”(1964) y “Romance del Aniceto” y “La
Francisca (1967) de Leonardo Favio. Son películas de ficción con referencia al neorrealismo y una
buena dosis de crítica política.
“La Hora de los Hornos” (1968) de Fernando Pino Solanas y Octavio Getino que por mucho tiempo
circuló entre sombras en sindicatos y grupos comunitarios en los barrios, ya que se realizó
clandestinamente, durante la dictadura de Onganía. En esta película presenta la historia de
América Latina ,”la patria grande” como una sucesión de dominados coloniales. Primero en manos
de España, luego de Inglaterra y de allí el neocolonialismo de Estados Unidos.”Shunko (1960) con
Lautaro Murúa ,trata sobre un maestro en la provincia de Santiago del Estero ,en donde su
ignorancia con la cultura quechua de sus alumnos lo llevan a tener conflictos que lo distancia de
ellos.Luego poco a poco ,el maestro empieza también a aprender de ellos y así se establece una
relación de respeto y aprendizaje mutuo.
En esta generación también aparecen películas argentinas vinculadas a la literatura como por
ejemplo: “Martin Fierro”(1968),basada en la historia escrita por José Hernandez;”Fin de Fiesta
“(1960)basada en la novela de Beatriz Guido;”Piel de Verano”(1961),basada en la novela de Guido.
Por otro lado tenemos a Manuel Antin,importante director de la época quien adaptó los tetos de
Julio Cortázar y los llevó a la película grande: ”Intimidad de los Parques”, ”Circe”, ”La Cifra Impar”
entre 1962 y 1965
Cine de la Base surge como grupo orgánico de distribución con “Los traidores” (1973), una película
de ficción de Raymundo Gleyzer y Álvaro Melián. El grupo se encontraba ligado al PRT-ERP,
(Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo). Habían filmado
dos comunicados: “Swift” (1972), sobre el secuestro del gerente del Frigorífico Swift y cónsul
honorario británico, Stanley Silvestre, realizado en Rosario por el ERP; y “BND” (1972), sobre el
asalto al Banco Nacional del Desarrollo perpetrado por la organización en enero de ese año. Luego
de esos trabajos, en 1973 el grupo, especialmente Gleyzer, decide hacer una película con un
alcance más amplio, en un lenguaje narrativo clásico. Ése es el origen de “Los traidores”, el film
más reconocido del grupo. Una de las definiciones más difundidas del cine militante, en aquel
momento, es la de la instrumentalización, por la cual la proyección se convierte en un film-acto, en
un hecho político. La película es un lugar de debate y de ahí se deriva la acción. Y más allá de los
contenidos revolucionarios, el grupo de cine militante debe tener una relación orgánica con las
fuerzas revolucionarias, en este caso, las organizaciones guerrilleras de la época. “Los traidores” y
“Operación Masacre” es una película de Jorge Cedrón, basada en el libro homónimo de Rodolfo
Walsh. Eran las películas que la gente quería ver porque servían para el debate. Porque Operación
Masacre planteaba la memoria histórica (…) de la Revolución Libertadora, y “Los traidores”
planteaba el problema de la burocracia y lo proclive a la traición que son los burócratas (…)
“Tiempo de violencia” ,de Enrique Juárez también lo difundía todos los cortos de los Realizadores
de Mayo. Cosas que se habían hecho en Santa Fe y las torturas que habían hecho los de La
Plata.” Cine de la Base proyectaba en barrios y departamentos. En este último caso, por dirigirse a
un público de clase media, se proponía una colaboración voluntaria. Era toda una reunión social.
Junto con esto estaban las proyecciones que se hacían en las facultades de Derecho, Ingeniería,
Medicina y por otro lado, estaban las villas y los barrios obreros donde la base no iba al cine. Al
cine iba la clase media. Algunos de los grupos de exhibición vinculados a Cine de la Base,
difundían también “Operación Masacre” de Jorge Cedrón, pero en realidad la difusión en Cine de la
Base fue mucho más limitada con respecto a la experiencia de Cine Liberación, el otro de los
colectivos de cine militante más reconocidos del país. El grupo surge en 1973, “Los traidores”
empieza a circular en ese momento, y ya en los dos años posteriores es muy difícil seguir
proyectando debido a las condiciones políticas. Cine de la Base termina dispersándose por la
represión. Además de “Los traidores”, sus principales películas son: “Ni olvido ni perdón” (1972),
“Me matan sino trabajo, si trabajo me matan” (1974), y “Las AAA son las tres armas” (1977),
realizada en el exilio en Perú, luego de la desaparición de Gleyzer.
El tercer cine, o cine de liberación, una prioridad es la difusión de las ideas para que el hombre
que está alineado y sometido sea libre, lo cual lo hace un cine que se produce en medio de la
revolución y no desde el poder. El principal objetivo del movimiento es crear un cine que pretende
hacer una reflexión, una denuncia de las injusticias, busca despertar conciencias y provocar acción
de los espectadores mientras refleja la diversidad social y cultural, al mismo tiempo que está al
servicio de la sociedad y por tanto se compromete en favor de los oprimidos. Uno de los aspectos
más importantes del Tercer Cine fueron los escritos realizados por cineastas latinoamericanos en
donde plasmaron de manera teórica sus principales inquietudes y aportaciones al tema. Entre los
más importantes tenemos en 1965 Estetica da Fome del brasileño Glauber Rocha, en 1969 Hacia
un Tercer Cine cuyos autores fueron los argentinos Fernando Solanas y Octavio Getino, y Por un
cine imperfecto del cubano Julio García Espinosa.9 Este tipo de cine es de carácter abierto y
político por lo que en varias ocasiones fue censurado. Por lo regular, su realización es de índole
colectiva en contraposición al cine individualista o cine de autor.