Capacidad para aceptar la sucesión
La capacidad para suceder se entiende como la capacidad de heredar unos
bienes de los que, hasta el momento del fallecimiento, era el legítimo propietario
un ascendiente directo. La definición técnica establece que es la sustitución de
una persona en el conjunto global de las relaciones jurídicas transmisibles, que, al
tiempo de su muerte, correspondían a otra persona con parentesco de sangre. En
términos más asimilables, podemos decir que suceder es heredar unos bienes que
han sido legados al receptor, bien mediante testamento o por ser reconocido como
el legítimo heredero por la ley, tal y como ocurre en casos de descendencia
directa. En estos supuestos, la ley blinda los derechos del sucesor ante cualquier
desavenencia que se produzca entre los herederos.
Según el Código Civil Dominicano, en los artículos que van desde el artículo 724
al 729, se establece que todas las personas pueden aceptar una sucesión si
tienen capacidad para recibir por donación entre vivos o por testamento. Esto
incluye a personas físicas y jurídicas, siempre que no exista alguna prohibición
legal específica. Es importante destacar que los incapaces, como menores de
edad y personas bajo tutela, pueden aceptar la sucesión mediante sus
representantes legales, conforme a lo dispuesto en los artículos 476 y 477.
Aceptación forzosa de la sucesión
El Código Civil Dominicano, en su artículo 775, menciona que la aceptación de
una sucesión puede considerarse forzosa cuando una persona es llamada a la
herencia y no ha renunciado a ella dentro del plazo legal. Además, un heredero
que realiza actos que implican la voluntad de aceptar la sucesión, como tomar
posesión de bienes o realizar disposiciones sobre ellos, puede ser considerado
como aceptante forzoso, incluso si no lo ha hecho de manera explícita. No
obstante, la aceptación debe ser clara y manifiesta en los actos realizados.
Carácter jurídico de las sanciones en la aceptación forzosa
El carácter jurídico de las sanciones relacionadas con la aceptación forzosa de la
sucesión está vinculado a los actos que realice el heredero. Si un heredero realiza
actos que implican aceptación tácita, se considera que acepta tanto los activos
como los pasivos de la herencia, según los artículos 786 y 787 del Código Civil
Dominicano. Esto significa que responderá por las deudas y cargas de la sucesión
hasta el monto de los bienes recibidos.
Carácter indivisible de la aceptación
La aceptación de una sucesión, conforme al artículo 780 del Código Civil
Dominicano, es indivisible. Esto significa que el heredero no puede aceptar parte
de la sucesión y rechazar otra. Debe aceptar la herencia en su totalidad,
incluyendo tanto los activos como los pasivos.
Carácter irrevocable de la aceptación
El artículo 784 del Código Civil Dominicano establece que la aceptación de la
herencia es irrevocable, una vez hecha, no puede ser retractada, salvo en casos
excepcionales previstos por la ley. Esto asegura la seguridad jurídica en los actos
sucesorios, al evitar cambios de decisión por parte de los herederos.
Casos en los cuales la aceptación puede impugnarse
Existen casos donde la aceptación de la sucesión puede impugnarse. El artículo
795 del Código Civil Dominicano permite que se impugne la aceptación de una
herencia cuando esta se ha hecho bajo error, dolo o violencia. Si el heredero ha
sido inducido a aceptar la herencia mediante engaño o presión, podrá recurrir a los
tribunales para solicitar la anulación de su aceptación.
Dificultades relativas a la lesión
Las dificultades relativas a la lesión se refieren a situaciones en las que el
heredero puede alegar que ha aceptado una herencia en condiciones
desfavorables, sufriendo un perjuicio económico o "lesión". Aunque el Código Civil
Dominicano no regula de manera específica la lesión en las sucesiones, el
principio general de que un acto jurídico puede ser impugnado por lesión grave
podría aplicarse de manera analógica en casos de aceptación de herencias.